Capitulo 01 Normalizacion
Capitulo 01 Normalizacion
Capitulo 01 Normalizacion
NORMAS Y
NORMALIZACIÓN 1
1-2 Normas y Normalización
1.1. INTRODUCCIÓN
La vida civilizada implica una serie de reglamentaciones, costumbres, y leyes que nos permiten vivir
en comunidad, con un comportamiento honesto y de respeto hacia nuestros semejantes, y facilitan el
orden, la eficiencia y las interrelaciones. Algunos ejemplos son: la hora oficial, la circulación de los
vehículos por la derecha, el comportamiento comercial, los sistemas monetarios de cada país,
etcétera.
Al conjunto de este tipo de reglamentaciones se le puede llamar, en cierta forma, normalización. Sin
embargo, lo que en particular nos interesa es la normalización de productos y procesos en la
industria. Básicamente, la normalización es comunicación, - entre productor, consumidor o usuario-
basada en términos técnicos, definiciones, símbolos, métodos de prueba y procedimientos. Es,
además, una disciplina que se basa en resultados ciertos - adquirido por medio de la ciencia, la
técnica y la experiencia- y fruto de un balance técnico - económico del momento.
La normalización técnica fue considerada, hasta hace algunos años, como efecto de la
industrialización y el desarrollo. En la actualidad se dice que es la causa o elemento motor en que se
apoyan la industrialización y el desarrollo económico. En síntesis, es una actividad primordial en la
evolución económica de cualquier país.
1.2. NORMALIZACIÓN
La normalización es la actividad que fija las bases para el presente y el futuro, esto con el propósito
de establecer un orden para el beneficio y con el concurso de todos los interesados. En resumen, la
normalización es el proceso de elaboración y aplicación de normas; son herramientas de
organización y dirección. La Asociación Estadounidense para Pruebas de Materiales (ASTM, por sus
siglas en inglés) define la normalización como el proceso de formular y aplicar reglas para una
aproximación ordenada a una actividad específica para el beneficio y con la cooperación de todos
los involucrados.
La normalización es el conjunto de prescripciones generales, normas, que establecen los países que
alcanzan un cierto grado de desarrollo industrial con objeto de favorecer el comercio y racionalizar la
producción.
Nuestra vida en sociedad está inmersa en la normalización en su sentido más general; la vida
misma, desde la constitución interna de la materia – partículas, átomos y moléculas- hasta la
construcción de los panales de cera de las colmenas de abejas, tiene una normativa. La
normalización es inevitable porque es consecuencia de la Creación. En esta unidad se introduce la
normalización en su aceptación técnica, estableciendo su terminología en cuanto a sus fines,
ventajas y principios en que se asienta.
Satisfacer la necesidad de comer y evitar ser comido llevó al hombre primitivo a organizar sus
actividades relativas a la caza. La primera arma que utilizó fue la piedra, y para mejorar su puntería
las elegía de tamaños parecidos. Quizás se trate de la primera normalización.
Más tarde, y para fijar el cultivo, el hombre tuvo necesidad de contar y medir el tiempo, haciéndolo
en función del movimiento de los astros regido por unas leyes, lo cual constituye otro ejemplo claro
de la normativa en el Universo. De esta manera, nació en Egipto el primer calendario en el que se
basa el de nuestros días.
Los mercaderes chinos establecieron para su comercio, la primera unidad de longitud, que
materializaron por el trozo de una caña de bambú comprendido entre dos secciones naturales más
próximas. El hueco de este trozo constituía la unidad de volumen, y el peso de la arena que llenaba
dicho volumen la unidad de peso. He aquí una primaria normalización del sistema de pesos y
medidas.
La Biblia contiene ejemplos de normalización muy claros. En el Antiguo Testamento, libro del
Génesis, Dios dijo a Noé:
“Hazte una arca de maderas resinosas, divídela en compartimientos, la calafateas con pez por
dentro y por fuera. Hazla así: trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta de alto; harás
en ella un tragaluz, y a un codo sobre éste acabarás el arca por arriba; la puerta la haces a un
costado; harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso, pues voy a arrojar sobre la tierra...”.
Y en el libro del Éxodo, se relata la entrega por Dios a Moisés en el monte Sinaí del Decálogo
grabado en piedra, las Tablas de la Ley, que constituyen una norma, la única inmutable y que no
precisa de revisión alguna.
1.4.1. Normalización
Normalizar, en su acepción más general, es poner en buen orden lo que no estaba, y se aplica a
todas las actividades, científicas, técnicas, políticas, económicas y sociales, para resolver problemas
que se repiten con frecuencia. Las formas de expresión de la normalización son diversos
documentos técnicos: especificaciones, reglamentos y normas.
1.4.2. Norma
La norma es la misma solución que se adopta para resolver un problema repetitivo, es una
referencia respecto a la cual se juzgará un producto o una función y, en esencia, es el resultado de
una elección colectiva y razonada.
1.5. ESPECIFICACIÓN
Una especificación es una exigencia o requisito que debe cumplir un producto, un proceso o un
servicio, ya que existen procedimientos por medio de los cuales puede determinarse si el requisito
exigido es satisfactorio. Una especificación puede ser una norma, pero generalmente es parte de
una norma, por ejemplo: el contenido de humedad de un producto es una exigencia que es cumplir,
pero la norma puede tener más exigencias.
Las especificaciones son documentos en los que se precisa un conjunto de condiciones a cumplir
por un producto, un procedimiento o un material, e incluye, cuando sea necesario, el método que
permite determinar si se cumplen dichas condiciones. Por ejemplo, una empresa hace un pedido de
muelles helicoidales a un fabricante, y le adjunta las características que desea tenga el muelle:
longitud inicial sin comprimir, diámetro exterior y constate elástica. Si el proveedor no puede
suministrar el muelle con las características establecidas, la compra no se realiza. La empresa ha
entregado al fabricante una especificación. Lo que distingue a una especificación es que se trata de
una declaración unilateral; en el ejemplo citado, de la empresa al fabricante.
Los reglamentos son una especificación o conjunto de ellas de obligatorio cumplimiento por haberlo
dispuesto así una autoridad con poder para ello. Un ejemplo lo constituye el Reglamento
Electrotécnico para Baja Tensión, aprobado por Decreto 2413/1973 de 20 de septiembre. Este
reglamento tiene por objeto (Art. 1º.) establecer las condiciones y garantías que deben reunir las
instalaciones eléctricas conectadas a una tensión definida como baja en relación, entre otras cosas,
a la seguridad de las personas y de las cosas. Su aplicación (Art. 2°., párrafo 2) será obligatoria para
las nuevas instalaciones y en las ampliaciones que se realicen a partir de la fecha inicial de su
vigencia administrativa.
Todo aquello que puede normalizarse o merezca serlo es objeto de la normalización; abarca desde
conceptos abstractos hasta cosas materiales, por ejemplo: unidades, símbolos, términos, tornillos,
leche, agua, equipos, máquinas, telas, procedimientos, funciones, bases para el diseño de
estructuras, sistemas para designar tallas y tamaños de ropa, zapatos, listas, dibujo técnico,
documentación, etcétera.
La normalización técnica, como cualquier actividad razonada, cuenta con principios básicos, los
cuales son producto, en parte, de la actividad de la STACO, organismo creado por la Organización
Internacional para la Normalización (ISO) que se dedica a estudiar y establecer los principios básicos
para la normalización. Parte de sus resultados se resumen aquí.
Cuando se inicia un trabajo de normalización y se tiene que situar al objeto por normalizar en un
contexto general, vienen a la mente una serie de relaciones que es necesario definir y catalogar por
importancia, de aquí surge el concepto de espacio de la normalización.
- De prueba
- De instalación
- De funcionamiento
- De muestreo Normas de
Métodos - De transporte métodos o
- De manejo manuales
- De selección
- De almacenaje
- De diseño
- De seguridad, etc.
- De personas
- De sistemas
Funciones - De herramientas Manuales
- De máquinas
- De equipos, etc
El concepto de espacio de la normalización permite primero identificar y después definir a una norma
por medio de su calidad funcional y apoyándose en varios atributos a la vez, los cuales están
representados por tres ejes: aspectos, niveles y dominio de la normalización. Este concepto de
espacio tiene como único fin ilustrar tres atributos importantes de la problemática de la normaliza-
ción. Es pertinente aclarar que este espacio no puede tomarse como un espacio matemático de
variables continuas ni discretas. Han sido propuestas varias modificaciones a este espacio, por
ejemplo: se agregó la cuarta dimensión relacionada con el tiempo de estudio de la norma y su
aplicación. Pero ninguna de estas cuatro dimensiones da una identidad que abarque su
funcionalidad.
Existen otras dimensiones que influyen sobre la calidad funcional de una norma y, por lo tanto, sobre
la contribución de la normalización al progreso industrial y al bienestar de la sociedad. La
modificación más interesante presenta los siguientes atributos abstractos de calidad funcional:
- El contenido tecnológico de las normas se llama orientación tecnológica.
- La naturaleza de la interfaz considera por la norma para la transferencia de tecnología, a la cual
llama interfaz de transferencia.
- El sistema socio técnico-económico al cual pertenece una norma, el cual es llamado status de
sistema.
Construcción
Empresa
Transportes
Agricultura
Metalurgia
Educación
Ingeniería
Comercio
Celulosa
Química
Bosques
Textiles
Minería
Ciencia
Símbolos X = DOMINIO
Nomenclatura (SUJETO)
Clasificación
Análisis
Y = ASPECTOS que se Muestreo
incluyen en la forma Embalaje
Especificación
Rotulado
Figura 1.1.
En este eje se encuentran las actividades económicas de una región, un país o grupo de países, por
ejemplo: ciencia, educación, medicina, metalurgia, agricultura, industria alimentaria, fruticultura,
etcétera.
Normalización Internacional
(Normas internacionales)
Normalización Regional
(Normas regionales)
Normalización Nacional
(Normas nacionales)
Normalización de Sector
(Normas de asociación)
Normalización de las empresas
(Normas de empresa)
Figura 1.2.
Cada nivel de la normalización está definido por el grupo de personas que utilizan la norma; entre
estos grupos pueden citarse los siguientes: empresa, asociación, nación y grupo de naciones. Las
normas de empresa son la base para cada campo y ciclo de control en las actividades de la misma.
Diseño
Norma de producto
Abastecimiento
de materiales
Normas de materiales
Reglas de compra
Reglas de administración Especificaciónes de compra
Ventas Administración y reglas de
de quejas
máquina
Normas de inspección
de aceptación
Normas de producto
Reglas administrativas para
las normas de producto.
Reglas de control de calidad
Revisar Hacer
Revisar si se cumple de acuerdo a las Llevar a cabo de acuerdo con las
normas de la compañía. normas de la compañía.
Normas de la compañía
Todas estas entidades son asociaciones que realizan labor de normalización en Estados Unidos,
país en el que principalmente se elaboran normas de asociación, aunque en la actualidad el Instituto
Estadounidense de Normas (ANSI) está funcionando como organismo coordinador para evitar
duplicidad y traslape de los trabajos de normalización, elaborando normas de carácter nacional,
camino que primordialmente han seguido otros países, como en los ejemplos mencionados a
continuación:
Cuando algún producto es sometido a prueba y cumple con las especificaciones de la norma
correspondiente, es frecuente que ostente un sello que asienta lo anterior. En la actualidad es
común encontrar productos con más de un sello.
La COPANT cuenta con 24 miembros, de los cuales 19 son miembros activos y cinco observadores;
a continuación se listan (entre paréntesis están las iniciales que identifican al organismo
normalizador correspondiente):
Brasil (ABNT); Estados Unidos (ANSI); Panamá (COPANT); Venezuela (COVENIN); México (DGN);
Bolivia (DEGT); República Dominicana (DIGENOR); Centroamérica (ICAITI); Colombia (ICONTEC);
Ecuador (INEN); Chile (INN); Costa Rica (INTECO); Paraguay (INTN); Argentina (IRAM); Perú
(ITINTEC); Cuba (NC); Canadá (SCC); Trinidad y Tobago (TTBS); Uruguay (UNIT); España
(AENOR); Francia (AFNOR); República Dominicana (INDOTEC); Portugal (IPQ); e Italia (UNI).
Al CEN competen las actividades normativas en todos los sectores, excluyendo el electrónico,
competencia del CENELEC, y el de las telecomunicaciones, competencia del ETSI.
En Europa, para facilitar las cosas, se está promoviendo el uso de un sello que elimine la necesidad
de aplicar un sello por país.
Finalmente se tienen las normas internacionales ISO desarrolladas por comités técnicos en los que
puede participar cualquier país miembro interesado en un tema para el cual un comité ha sido
formado. Los anteproyectos de norma internacional adoptados por los comités técnicos son
enviados a los miembros para que los aprueben antes de que sean aceptados como normas
internacionales por el consejo de la ISO.
Una tendencia actual, justificada, es que las normas internacionales ISO sean adoptadas como
normas nacionales, sobre todo en países subdesarrollados; esta propuesta es una posible solución a
la carencia de normas en tales países, sólo si se planea paralelamente un proceso de asimilación;
sin embargo, la forma lógica y natural de nacimiento y preparación de las normas es la siguiente: la
norma de un producto o servicio puede provenir de una empresa, después ser aceptada por todo el
grupo de empresas similares y posteriormente discutirse y aprobarse como una norma nacional;
finalmente, la institución nacional de normalización puede proponerla como proyecto de norma
internacional (ISO). Dándose en cada paso las modificaciones necesarias.
Entre los objetos de normalización, los productos (materias primas, subproductos y productos
terminados) sujetos a normas de calidad han cobrado una gran importancia en la actualidad, debido
a una serie de normas denominada ISO 9000 (9000, 9001, 9002, 9003 y 9004). Estas normas se
instituyeron primero en Europa, pero rápidamente han sido adoptadas por casi todos los países
industrializados del mundo, aunque la denominación cambia en cada país y son escritas en
diferentes idiomas, expresan básicamente lo mismo que las ISO 9000.
La aplicación de estas normas en la industria ha hecho necesario certificar los sistemas de calidad
de las empresas que así lo desean o a las cuales se lo solicitan sus clientes. Esta situación difiere en
alcance a los sellos ante mencionados, ya que no indica que un producto cumple con las
especificaciones de una norma, sino que todo el sistema de calidad de una empresa está diseñado
para producir productos de alta calidad.
Las normas ISO 9000 consideran, entre otros, los siguientes aspectos:
1. Responsabilidad de la administración.
2. Sistema de calidad.
3. Revisión de contrato.
4. Control de diseño.
5. Control de datos y documentos.
6. Compras.
7. Control de producto suministrado por el cliente.
8. Trazabilidad e identificación de productos.
9. Control de proceso.
10. Inspección y prueba.
11. Control de inspección.
12. Estado de inspección y prueba.
13. Control de producto no conformante.
14. Acción correctiva y preventiva.
15. Manejo, almacenamiento, empaque y entrega.
16. Registros de control de calidad.
17. Auditorías internas de calidad.
18. Capacitación y entrenamiento.
19. Servicio.
20. Técnicas estadísticas.
Actualmente, los países que han adoptado las normas ISO 9000 han creado organismos
certificadores, encargados de comprobar que una compañía determinada cumple con los requisitos
establecidos.
La normalización, como cualquier disciplina científica y tecnológica, cuenta con sus principios, los
cuales tienen como característica principal darle orientación y flexibilidad al proceso normativo para
que éste pueda adaptarse a las necesidades del momento y no constituir una traba en el futuro. La
experiencia ha permitido establecer tres principios, en los cuales coinciden agentes de diferentes
lugares y épocas:
- Homogeneidad
- Equilibrio
- Cooperación
1.8.1.1. Homogeneidad
Cuando se va a elaborar o adoptar una norma, ésta debe integrarse perfectamente a las normas
existentes sobre el objeto normalizado, tomando en cuenta la tendencia evolutiva para no obstruir
futuras normalizaciones.
Es fácil concebir la perfecta homogeneidad entre las normas de una empresa, pero también debe
serlo cuando se trate de las normas de diferentes empresas, ya que ninguna industria se basta a sí
misma. La interdependencia entre empresas obliga a homogeneizar las normas; así como ninguna
empresa vive aislada, ninguna nación puede vivir aislada ni permanecer fuera de los intercambios
internacionales, por tanto, es muy conveniente buscar una mayor homogeneidad en el plano
internacional. De esta manera el normalizador adquiere una nueva responsabilidad: desarrollar, en
todo lo posible, por medio de la normalización, la exportación de los productos de su país o
empresa.
1.8.1.2. Equilibrio
La normalización debe ser una tarea eminentemente práctica, y sus resultados, las normas, deben
ser instrumentos ágiles de aplicación inmediata; también deben poder modificarse en cualquier
momento, cuando el avance técnico, las posibilidades económicas o ambos así lo aconsejen.
La normalización debe lograr un estado de equilibrio entre el avance tecnológico mundial y las
posibilidades económicas del país o región. Una norma que establece el estado más avanzado del
progreso técnico no servirá si está fuera de las posibilidades económicas de una empresa o país.
Las mejores normas son aquellas que aun cuando evidencien la situación económica, y por lo tanto
el atraso tecnológico, garanticen un amplio uso del objeto normalizado: esta garantía no debe ser
por tiempo indefinido, pues una empresa que se estanca tiende a desaparecer. La norma debe ser
un documento realista, pero cuando la realidad es de atraso, esto debe ser un estímulo para el
progreso, y cuando cambian las condiciones es necesario establecer el nuevo estado de equilibrio.
Estos objetivos exigen una labor permanente del normalizador, y se puede agregar que las normas
deben estar basadas en los datos más útiles y en los métodos que hayan merecido la consagración
de la práctica y la experiencia.
1.8.1.3. Cooperación
- Interés General
- Compradores o usuarios
- Fabricantes
El resultado de una normalización hecha sólo por este sector será una norma teórica, que por lo
general rebasa las posibilidades económicas, lo que está en contra del principio de equilibrio. Las
normas deben tener bases científicas, pero deben ser eminentemente prácticas.
La normalización llevada a cabo únicamente por este grupo reproduce, con mayor gravedad, los
inconvenientes del primero. Los consumidores, que desconocen las posibilidades industriales,
estarán tentados a exigir una calidad difícil de alcanzar, y pueden provocar, sin proponérselo, un
encarecimiento innecesario de los productos al tratar de imponer exigencias difíciles de cumplir.
1.8.1.3.3. Fabricantes
Se puede decir que éste es el grupo más conocedor del producto y, por lo tanto, la opinión más
autorizada; sin embargo, se presenta el hecho de que en la normalización, en la cual sólo
intervienen los fabricantes, éstos asuman la doble tarea de elaborar el producto y juzgarlo. Se corre
el peligro de que el fabricante se pueda ver tentado a establecer niveles más bajos de los
alcanzables, lo que provocaría perjuicios para el usuario, quien no podría ser el estímulo que obligue
al fabricante a superarse permanentemente.
El producto está destinado al usuario y no puede negársele a éste el derecho a exponer su opinión,
la cual por lo general beneficiará al fabricante. De esto se deduce que la normalización es un trabajo
de equipo, en donde deben estar representados todos lo interesados: productores, compradores y
sector de interés general.
En algunos países es muy común la adopción de normas, o más bien la copia de normas; el
desconocimiento o desprecio de los principios generales es la causa de la ineficiencia de una norma,
de las violaciones y, por qué no, de la falta de confianza en estos documentos. En consecuencia,
tanto la elaboración como la adopción de una norma deben ser producto del análisis y la crítica
basados en la aplicación de estos tres principios: homogeneidad, equilibrio y cooperación.
- La simplificación
- La unificación
- La especificación
1.9.1. Simplificación
Un mismo producto puede hacerse de muchas maneras y, no obstante, ser apto para el uso que se
le ha asignado. Siempre es posible suprimir parte de las formas que responden al capricho, la
fantasía o a la falta de comunicación entre diseñador y usuario.
El estudio de los modelos existentes y probables y la eliminación de los que no son indispensables
corresponden a la simplificación. Ésta constituye un estudio serio y preciso que consiste en una
ordenación racional y sistemática para eliminar todo lo que es fruto de la improvisación, capricho o
ignorancia. El tipo o tipos de productos seleccionados deben resistir la confrontación con el uso; un
tipo normalizado que no resulte apto ni sea considerado como el mejor debe eliminarse
inmediatamente. Normalizar significa simplificar, y simplificar significa seleccionar materiales.
1.9.2. Unificación
Otro aspecto fundamental dentro de las normas es el conjunto de medidas necesarias para
conseguir la intercambiabilidad y la interconexión de las piezas. La unificación conduce a la identidad
de formas y dimensiones en tornillos, tomacorrientes, conexiones, accesorios, tuercas, etc.
La unificación significa definir las tolerancias de fabricación; unificar es definir las características
dimensionales.
1.9.3. Especificación
El complemento en una norma corresponde a la especificación, la cual tiene por objeto definir la
calidad de los productos, es decir, establecer las exigencias significativas de calidad y sus métodos
de comprobación; por tanto, especificar es definir la calidad por métodos reproducibles y
comprobables.
Las especificaciones son la parte medular de las normas y deben llenar los requisitos que se
enumeran a continuación:
1. La especificación debe tener una relación directa con el uso que se le ha asignado al producto o
servicio, o bien con la fabricación o suministro.
2. Deben especificarse siempre las tolerancias; en más, en menos o en más/menos.
3. Deben preferirse las especificaciones cuantitativas a las cualitativas.
4. Las especificaciones deben ser concretas, completas, inequívocas, explícitas, inteligibles y
sistemáticas.
5. Deben omitirse requisitos irreales o contradictorios.
6. Cada especificación debe tener un método de comprobación.
7. Deben preferirse los métodos de comprobación a corto plazo, sobre los de larga duración; y los
métodos no destructivos sobre los destructivos.
Como cualquier disciplina, la normalización cuenta con una metodología. Ésta se fundamenta en los
tres principios generales ya mencionados.
Los fines de la normalización (Figura 1.6) son tres: simplificar, tipificar y definir. La simplificación
consiste en reducir a un mínimo compatible con la aptitud de empleo, las operaciones, movimientos,
variedades de productos y materiales inútiles. Las ventajas que se derivan de la simplificación son la
economía de materias primas y de tiempo que permite la fabricación en grandes series y favorece la
catalogación. La tipificación o unificación consiste en adoptar soluciones, eliminando las variedades
o modelos superfluos y seleccionando aquellos que reúnan las mejores características respecto de
la aptitud de empleo y de fabricación.
Itercam-
Intercam- Garantía
biabilidad Simplificar
biabilidad
Normalizar
Definir Tipificar
Economía
Figura 1.6.
Tanto en la simplificación como en la tipificación juega un papel importante la serie de números
normales de Renard. La definición consiste en precisar, prescribir o especificar, las características de
los materiales, productos, procesos y servicios. Al definir se establece la garantía de calidad para la
identificación de las características exigidas, eliminando toda indeterminación. En correspondencia
con los fines de la normalización, pues, existen unas ventajas (Figura 1.6), principales. La unión de
los tres fines citados trae como consecuencia un producto de serie (intercambiabilidad) de más
calidad (garantía) y menor costo (economía). De aquí la importancia general de la normalización. A
cada problema concreto, la normalización encuentra o proporciona la solución mejor u óptima.
a. En el área de la producción:
Sistema
Sistema
Coherente
abierto y completo
Principios
Normalización
Equilibrio
Tarea técnica-
colectiva realidad
Figura 1.7.
Los principios generales que deben regir todo sistema de normas pueden sintetizarse en los cinco
siguientes:
Una norma sólo es útil cuando se aplica, y se aplica cuando resuelve un problema. Si no existe una
necesidad real no se debe normalizar. Además, si el problema se representa rara vez, sería absurdo
normalizar.
La dependencia que tienen las distintas ramas de la industria hace que la normalización establecida
para una de ellas afecte a las demás. La normalización se encadena, por lo que se hace preciso
implantar un sistema que incluya todas las ramas, constituyendo un sistema completo. También ha
de ser coherente, es decir, si se normaliza un elemento, también deben normalizarse todos los que
están relacionados con él tecnológicamente, así como los medios para obtenerlo si fuera posible.
Veamos un ejemplo muy ilustrativo de completitud. Una fábrica de automóviles precisa como
materias primas ciertos productos, como son, chapas, perfiles laminados, tornillos, tuercas,
remaches, pasadores, baterías, etc., que para otras fábricas son productos finales. Las fábricas
auxiliares que manufacturan estos productos necesitan obtenerlos en cantidades muy superiores a
la demanda que de los mismos pueda hacer la industria del automóvil. Para ello, se organizan de
forma que puedan abastecer a todas las ramas en que se apliquen productos de esta clase y, en
este sentido, se montan talleres de laminación, fábricas de tornillería, de baterías eléctricas, etc.
Ahora bien, en la fabricación de tornillos, por ejemplo, se establecen unos tipos determinados en lo
que a forma y tamaño se refiere, de manera que siendo la gama suficientemente amplia para
satisfacer las necesidades de varias ramas de la industria, permita construir en serie grandes
cantidades de cada uno de los citados tipos.
Por otra parte, y respecto de la coherencia, si se normaliza la forma y tamaño de un tornillo, por
ejemplo, también debe normalizarse, de igual manera, la tuerca que complementa a aquél en
muchos casos, las arandelas y medios de inmovilización, etc. Es importante resaltar que la
normalización no va en contra de la libertad del usuario de emplear elementos fuera de norma. Lo
único que la normalización aporta es conseguir las mejores condiciones de calidad, precio y plazo de
entrega.
No cabe pensar en establecer unas normas cuyas exigencias no puedan alcanzarse por falta de
medios técnicos o económicos. La normalización en un país debe ser compatible con su desarrollo
total.
Aunque las normas deben ser estables, no se conciben si no se revisan periódicamente, según el
ritmo del progreso técnico y económico. Las normas no deben envejecer porque ello conduce sin
remisión al atraso de la técnica y de los procedimientos.
De todo lo dicho se desprende la enorme influencia que hoy en día tiene la normalización en la
sociedad, no sin pagar su precio. En efecto, la normalización favorece y facilita el comercio entre los
pueblos (empleo de un sistema internacional S.I. de unidades de medida, denominación
internacional de los materiales - fundiciones, aceros, aleaciones diversas -, dimensiones
internacionales de productos básicos - tuercas, tornillos, ruedas dentadas, rodamientos -,
interpretación internacional de los dibujos, auténtico lenguaje, etc.), lo que trae consigo un
acercamiento y un mejor entendimiento a nivel mundial. La normalización ha traído a la sociedad la
producción en grandes series, con la consiguiente disminución de costos en los productos más
diversos: automóviles, televisores, maquinaria agrícola y de obras públicas, máquinas de escribir y
de coser, calculadoras electrónicas y computadores, electrodomésticos, etc., lo que marcó una
nueva era en la humanidad poniendo al alcance de más personas aquellos bienes que en sus
comienzos, fueron exclusivos de las clases más acomodadas. En este sentido puede afirmarse que
la normalización ha elevado el nivel de vida y el bienestar del hombre, si bien introdujo la tan
discutida sociedad de consumo de la que es casi imposible permanecer al margen.
1.15.1. Introducción
Los criterios más generalizados de clasificación de normas son los que se siguen por el ámbito de su
aplicación, por su contenido, o por su carácter. Entre los organismos más significativos de edición de
normas está la Organización Internacional para la Normalización, en la que están integrados casi
todos los países del mundo entre ellos Colombia. En el plano nacional, el instituto encargado de la
normalización es el Instituto Colombiano de Normas Técnicas, (ICONTEC).
Como se muestra en la tabla 1.1, según el criterio mencionado, las normas pueden ser nacionales e
internacionales.
Empresa
Nacionales Sector
Oficiales
Normas
ISO
Internacionales CEI
UNESCO
Las normas nacionales son las que se elaboran en un país para su aplicación en él, aunque a veces
sean adoptadas o adaptadas por otros países. Entre las normas nacionales se distinguen:
• Las normas de empresa, establecidas para aplicación interna a los procesos y organización
particular de cada centro de trabajo.
• Las normas de sector, que son las adoptadas por un grupo de industrias de la misma rama -
automoción, aeronáutica, eléctrica, metalúrgica, etc. –. Las normas de sector se nutren de
las normas de empresas afines que tienen los mismos problemas repetitivos.
• Las normas oficiales, emitidas por el Organismo Nacional de cada país. Las normas oficiales
se nutren de las normas de sector, cuando varios sectores o ramas tecnológicas presentan
problemas comunes que se repiten con frecuencia.
El Organismo Nacional para la Normalización es una necesidad derivada de los principios generales
de la normalización, como órgano de coordinación de actividades para conseguir la necesaria
coherencia y completitud del sistema de normas.
En el cuadro se muestra una lista de anagramas utilizados para sus normas oficiales por los
organismos nacionales correspondientes a los países citados por orden alfabético.
Tabla 1.1
Las normas internacionales son las elaboradas por un organismo de normalización de esta
categoría. El máximo organismo de este tipo es la Organización Internacional para la Normalización
(ISO), anagrama de International Organization for Standarization, creada el 14 de octubre de 1946, y
en el que están integrados casi todos los países del mundo. Las recomendaciones ISO son
elaboradas por diversas Comisiones Técnicas de Trabajo (C.T.T.) y aprobadas en Asambleas
generales. En la mayoría de los casos, estas recomendaciones son adoptadas o adaptadas a
normas nacionales oficiales.
Las normas, según este criterio, se clasifican en normas fundamentales o científicas y normas
industriales o técnicas, como se observa en el cuadro.
Fundamentales
Normas Generales
Industriales Dimensionales
Trabajo
Las normas fundamentales son las que establecen los principios y constituyen los acuerdos básicos
de los que se parte para establecer las industriales. Ejemplo de ellas son las normas de magnitudes
y unidades de medida, las de signos matemáticos y notaciones en las distintas ramas de la técnica,
etc.
Las normas industriales son las relativas a la coordinación de los productos y procesos en la
industria. Comprenden cuatro tipos esenciales, normas generales, dimensionales, de calidad y de
trabajo.
Las normas generales son las que establecen aspectos de aplicación universal, como son las
normas de dibujo técnico y acotado, formatos de papeles, clasificación y archivo de documentos, etc.
Las normas dimensionales definen la forma, tamaño y tolerancias de los elementos. Pertenecen a
esa clase las normas de ajustes y tolerancias de fabricación, acabados superficiales, formas
comerciales de los productos, etc.
Las normas de calidad fijan la calidad de las primeras materias y de los productos para que cumplan
las condiciones mínimas de empleo. Pertenecen a este grupo las normas que establecen la
composición y características de los materiales, los ensayos para medirlas, etc. Es difícil, a veces,
distinguir una norma de calidad de una dimensional, por ejemplo la de acabado superficial.
Las normas de trabajo son las que sistematizan la producción. Pertenecen a este grupo, por
ejemplo, las normas de clasificación de materiales o productos, las de tipo de mecanizado, y todas
las que se refieren a la ordenación de una producción.
Obligatorias
Normas De obligado cumplimiento
Recomendadas
Las normas obligatorias son, en general, las normas militares (NM) y las nacionales en algunos
países, DIN en Alemania, GOST en Rusia y DGN en México.
Las normas de obligado cumplimiento son aquellas que no siendo obligatorias en teoría lo son en la
práctica. Un ejemplo típico es la norma de los formatos de papel empleados en los computadores.
Las normas recomendadas son las nacionales en el resto de los países, aunque a veces son de
obligado cumplimiento para un sector en particular.