Genero Mercosur
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Título tentativo:
Varones y mujeres: de amores, violencias y derechos
María tiene 13 años, es gitana y ha vivido en muchos lugares, tanto en ciudades grandes
como en el campo. En el último año, ha conocido muchas personas caminando por el
pueblito en el que vive ahora.
Hace unas semanas, María se ha enterado de que su familia la ha comprometido en
casamiento con uno de sus primos mayores, Julián, de 25 años. La boda será muy
pronto.
En la casa, las mujeres están muy contentas planeando los festejos que están por llegar:
la boda durará dos días, se comerá, bailará y beberá. María ha soñado desde pequeña
con este momento, ha imaginado todos los detalles: el vestido que usaría, los zapatos,
cómo se pintaría las uñas…. Pero ahora que está todo preparado no quiere casarse. El
motivo es uno solo: no le gusta su primo Julián, no está enamorada. María llora a
escondidas y siente muchas cosas contradictorias. Tiene ganas de casarse, pero no con
su primo...
Una mañana, en el recreo de la escuela, María le confesó su secreto a Anahí, su amiga.
Ambas pasan mucho tiempo juntas, a las dos les gusta sentarse en la plaza a mirar a los
chicos, probarse ropa y maquillarse.
Anahí escuchó atenta a María sin saber muy bien qué aconsejarle, porque no comprende
demasiado las reglas y las costumbres de la familia de su amiga. Anahí también tiene 13
años y piensa que las personas se casan “cuando son grandes”, cuando terminan de
estudiar y consiguen un trabajo. Había visto el caso de un matrimonio “arreglado” en
una telenovela, por televisión. Era la historia de una muchacha rica enamorada de un
muchacho pobre. Los padres de la muchacha no aceptaban ese amor y querían obligarla
a casarse “por conveniencia” con un señor de una familia adinerada y poderosa. La
novela terminaba con la protagonista escapándose con su enamorado para vivir juntos,
pobres pero felices. Y también se acordó de Susana, una joven de cuarto año que,
cuando se enteró de que estaba embarazada, se fue a vivir con Alberto, su novio, pero
no se casaron.
Rápidamente, todos los compañeros/as de María se enteraron de lo que estaba
ocurriendo y coincidieron en que era importante ayudarla, porque ella “tiene derecho a
sentir diferente y a ser escuchada por los adultos”.
El pueblo era chico, y el rumor de que “María se casaría” estaba en boca de todos. Así
la noticia llegó hasta la jueza de la zona, quien al enterarse de que una niña de 13 años
se casaría, citó al padre y a la madre de María al juzgado. La jueza les explicó que
María aun es niña para casarse y que la ley no lo permite. Entre enojos y algunos gritos,
el padre de María accedió a posponer el casamiento para más adelante. Sin embargo,
Julián y su familia se sintieron muy deshonrados por lo acontecido y decidieron cortar
relaciones con los padres de María.
María está más tranquila. Sigue soñando con casarse, pero piensa que tiene unos años
más para imaginar su futuro.
1
La historia de María y Julián invita a reflexionar sobre varias cosas. En primer lugar,
sobre los distintos sentidos que las personas (varones y mujeres), en diferentes
sociedades, tiempos históricos y culturas otorgan al amor.
En el pueblo en el que vive, María ha ido tomando contacto con diferentes personas. Va
a la escuela, tiene amigas que no son gitanas, mira televisión, escucha música. Y, en
todos estos lugares, aún sin darse cuenta, fue aprendiendo que no hay una única
manera de querer, ni de concebir el matrimonio. Al conversar con sus compañeras
descubrió que hay otras experiencias y opiniones. Cuando María contó cómo se
organizan las bodas en su comunidad, Anahí relató la historia del pretendido
matrimonio por conveniencia de la telenovela. Al parecer, los gitanos no eran los únicos
que arreglaban casamientos entre adolescentes. En muchas sociedades, hay familias que
buscan intervenir y decidir sobre los matrimonios de sus hijos e hijas para conservar –o
mejorar– la posición socio-económica, las relaciones con otras familias, las tradiciones,
el status. Por eso buscan que sus hijos/as se casen con personas “parecidas” o
“convenientes” y están mal vistos los matrimonios entre personas “distintas”. Lo que se
prioriza en estos casos no es el amor sino la estabilidad y la conservación de las
posiciones sociales y tradiciones. Hay muchas películas europeas que muestran que, en
el pasado, las familias nobles y aristócratas también concertaban matrimonios para
acrecentar sus fortunas y generar lazos políticos que fortalecieran sus reinados.
Las amigas de María creen que es injusto que ella tenga que casarse con Julián, porque
ella tiene derecho a decidir con quién casarse “cuando sea grande”. Ella escucha los
comentarios de sus amigas, pero al mismo tiempo no quiere dejar de ser y sentirse
gitana. Sus propias pautas familiares se ponen en diálogo con otros modelos y códigos.
Y la escuela posibilita que algo de esto suceda, pues es un lugar que permite que
personas muy diferentes se encuentren y compartan diferentes perspectivas sobre
muchos asuntos.
2
En el caso también interviene una jueza de menores, quien ofrece otra mirada. La jueza
no habla del amor ni de los sentimientos, sino de las leyes. Y según las leyes del país en
el que vive, María es menor de edad y no puede contraer matrimonio. Para la ley, María
no puede casarse, sin embargo, para la cultura de su familia, sí. En ocasiones las leyes
no coinciden con las prácticas culturales de las personas, y muchos acuerdan en que es
necesario generar nuevas normas legales mucho más atentas a la diversidad. La familia
de María se podría sentir discriminada por lo acontecido, pues no se han respetado sus
prácticas culturales ancestrales. Pero la ley que invoca la jueza de menores, que impide
que una muchacha de 13 años contraiga matrimonio, no está exenta de razones, pues
supone que el matrimonio es una unión entre dos personas adultas que tienen la
capacidad de elegir libremente. En este sentido, la ley busca proteger a la infancia de
posibles atropellos perpetrados por los mayores –aunque, en este caso, la comunidad
gitana no considere que el arreglo del matrimonio sea un atropello sobre los individuos-.
Estas frases y muchas otras rodean a las personas cuando van creciendo. Enseñan lo que
una mujer es y lo que un varón es; expresan las expectativas, anhelos y normas que cada
cultura construye en torno a las personas. En los juegos y en los juguetes, en la
vestimenta utilizada, en los colores seleccionados, se van transmitiendo esas maneras
consideradas “apropiadas” y “correctas” de ser varón y ser mujer. Por ejemplo, en
algunas culturas es común que a los niños se les regalen autitos y pantalones celestes,
mientras que a las niñas, muñecas y faldas rosas.
Estos mandatos no son estáticos, y también podemos ver que entre una generación y
otra se establecen cambios y rupturas. María, por ejemplo, rompe en cierta forma con lo
que se espera de ella como mujer gitana.
Es importante tener en cuenta que tanto los modelos de varón y de mujer, como las
maneras de sentir (individuales y de los grupos) varían, se modifican, no son idénticas
para todas las personas, las culturas y los tiempos.
Pero tampoco que “en nombre del amor vale todo”, porque, muchas veces, “en nombre
del amor”, hay relaciones injustas y desiguales, o se invoca al amor para presionar a las
personas a hacer cosas contrarias a su voluntad. Hay una vieja frase que dice “porque te
3
quiero te aporreo” y muchas personas, sobre todo mujeres, sufren maltratos en nombre
del amor que algunos hombres dicen sentir por ellas.
Prevalencia, por lugar, de la violencia física y sexual infligida por la pareja durante la vida de la
mujer, entre mujeres que habían tenido pareja alguna vez.
Fuente: Estudio multipaís de la OMS sobre salud de la mujer y la violencia doméstica contra la mujer /
Organización Mundial de la Salud / 2005
http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/summary_report/summaryreportSpanishlo
w.pdf
Desde el año 1994, hay una normativa creada por la ONU (Organización de Naciones
Unidas) que protege a las mujeres de la violencia. Es la Declaración sobre eliminación
de la violencia contra la mujer y allí se dice que serán penados por la ley todos los actos
de violencia -basados en el género- que tengan como resultado posible o real un daño
físico, sexual o psicológico. También se incluyen las amenazas, la coerción o la
privación arbitraria de la libertad.1
Hay muchas frases que naturalizan el maltrato, y es importante prestar atención a ellas:
“es natural que hombre y mujer peleen”, “las mujeres se lo buscan”, “la violencia es
un problema de las clases bajas”, “los trapitos sucios no se deben ventilar”, “a la
mujer le gusta, por eso no se va”
Otra forma de ejercicio de la violencia se vincula con la coerción sexual. Para muchas
jóvenes, la primera relación sexual, lejos de ser producto de la elección propia, es fruto
1
Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Nueva York, Organización de
Naciones Unidas, 23 de febrero de 1994 (Resolución No. A/RES/48/104).
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de amenazas o incluso del uso de la fuerza física por parte de la pareja. En el siguiente
cuadro se pueden observar algunas cifras respecto de este tema.
Porcentaje de mujeres que declararon que su primera relación sexual fue forzada, entre mujeres
que habían tenido relaciones sexuales alguna vez, por lugar y por edad de la mujer en el momento
de tener su primera experiencia sexual.
Fuente: Estudio multipaís de la OMS sobre salud de la mujer y la violencia doméstica contra la mujer /
Organización Mundial de la Salud / 2005
http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/summary_report/summaryreportSpanishlo
w.pdf
En resumen, los afectos y los sentimientos, entre ellos el amor, pueden convertirse no
solo en fuente de desigualdad sino también en abusos, coerción, hostigamiento y/o
discriminación que violentan la integridad de los seres humanos.
Abrir el debate sobre estos temas convoca también a pensar en los marcos que las
sociedades han construido (y tienen todavía por construir) para generar el respeto y la
no discriminación de los/as otros/as.
Vale la pena preguntarse qué implica pensar “qué escuela media queremos” en el debate
sobre género. En la escuela, es importante que varones y mujeres puedan expresar sus
gustos, deseos y sentimientos sin ser juzgados ni criticados a partir de modelos que
indiquen comportamientos “correctos” para varones y para mujeres. Además, la escuela
puede ser un lugar propicio para identificar muchas desigualdades e injusticias que no
suelen percibirse como tales, pues están naturalizadas en nombre del amor u otros
justificativos. Creemos que la escuela puede contribuir a que varones y mujeres se
relacionen de manera respetuosa, valorándose, ante todo, como seres humanos.
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1) En el caso aparecen personas que sienten diferente (mujeres, varones, adultos,
jóvenes, personas de diferentes culturas y tradiciones), y todos otorgan un lugar
diferente al amor en sus vidas. Identifiquen estas maneras diferentes de sentir y
compárenlas. ¿Ustedes consideran que hay formas de sentir mejores y peores? ¿Qué
significa respetar los sentimientos de todas las personas? En los ámbitos donde ustedes
se desenvuelven (familia, escuela, club, etc.), ¿se respetan los sentimientos de todos?
2) Se dice: “las mujeres se enamoran más que los varones”. En el caso para debatir,
María quería estar enamorada para casarse, ¿y Julián pensaría lo mismo? ¿Ustedes creen
que varones y mujeres sienten diferente? ¿En qué aspectos?
3) María, como vimos, no se oponía a casarse según las tradiciones gitanas. Ella sólo
quería estar enamorada de su futuro marido. De hecho, si María hubiese estado
enamorada de Julián esta historia hubiese terminado en el casamiento. ¿Qué opinan al
respecto?
4) En el caso aparece la voz de la jueza recordando las leyes del país donde está
viviendo la familia de María. Esto muestra que las prácticas culturales no siempre
“coinciden” con las normas legales. Pero también es cierto que han sido esas leyes las
que ampararon a María en su decisión de no casarse. Estamos ante un dilema que no
tiene una única alternativa de resolución porque la cultura de la familia de María tiene
derecho a ser contemplada en las leyes y María tiene derecho a su libertad de
elección…. ¿Qué opinan de este dilema?
5) “Porque te quiero, te aporreo” es una frase muy común que muestra que la violencia
contra la mujer es una práctica frecuente. ¿Por qué creen que esto sucede? ¿Qué
medidas podrían tomar los/as jóvenes a favor de la no-violencia? ¿Qué lugar podría
ocupar la escuela?
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1) En el caso aparecen personas que sienten diferente (mujeres, varones, adultos,
jóvenes, personas de diferentes culturas y tradiciones), y todos otorgan un lugar
diferente al amor en sus vidas. Identifiquen estas maneras diferentes de sentir y
compárenlas. ¿Ustedes consideran que hay formas de sentir mejores y peores? ¿Qué
significa respetar los sentimientos de todas las personas? En los ámbitos donde ustedes
se desenvuelven (familia, escuela, club, etc.), ¿se respetan los sentimientos de todos?
2) Se dice: “las mujeres se enamoran más que los varones”. En el caso para debatir,
María quería estar enamorada para casarse, ¿y Julián pensaría lo mismo? ¿Ustedes creen
que varones y mujeres sienten diferente? ¿En qué aspectos?
3) María, como vimos, no se oponía a casarse según las tradiciones gitanas. Ella sólo
quería estar enamorada de su futuro marido. De hecho, si María hubiese estado
enamorada de Julián esta historia hubiese terminado en el casamiento. ¿Qué opinan al
respecto?
4) En el caso aparece la voz de la jueza recordando las leyes del país donde está
viviendo la familia de María. Esto muestra que las prácticas culturales no siempre
“coinciden” con las normas legales. Pero también es cierto que han sido esas leyes las
que ampararon a María en su decisión de no casarse. Estamos ante un dilema que no
tiene una única alternativa de resolución porque la cultura de la familia de María tiene
derecho a ser contemplada en las leyes y María tiene derecho a su libertad de
elección…. ¿Qué opinan de este dilema?
5) “Porque te quiero, te aporreo” es una frase muy común que muestra que la violencia
contra la mujer es una práctica frecuente. ¿Por qué creen que esto sucede? ¿Qué
medidas podrían tomar los/as jóvenes a favor de la no-violencia? ¿Qué lugar podría
ocupar la escuela?