Limites, Disciplina y Castigo

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Límites, disciplina, castigos

J.A. Marina
Catedrático de Filosofía. Director de la Universidad de Padres (UP)

Pediatr Integral 2013; XVII(7): 520-524

El estado de la cuestión aparecido un nuevo ideal de infancia. Los niños que crecen
Límites, disciplina, castigos es la tríada más conflictiva en un mundo libre, por oposición a los totalitarismos son
de la educación. Su cara más torva, que en el pasado si- más felices. Se definía como bueno para el niño lo que era
glo provocó encendidos e ideologizados debates. Por eso, placentero. Los manuales presentaban el disfrute del bebé
es la que necesita una clarificación más cuidadosa. De una como el mayor logro a alcanzar. Las recomendaciones de
educación autoritaria se pasó a una educación permisiva. antes de la guerra –austeridad, disciplina exigente, preocu-
Durante siglos, la obediencia fue la virtud más alta en la pación por los problemas de salud– se transformaron en
familia, la escuela, la iglesia y la sociedad. Lo importante una educación indulgente, durante los años 50 y 60. El 68
era “romper la voluntad del niño”. Todavía Durkheim con- francés puso de moda el eslogan “Prohibido prohibir”. Por
sideraba que la primera misión de la escuela era inculcar el otra parte, apareció el tema de la autoestima: lo importante
espíritu de disciplina (Durkheim, 2002). Como reacción, era que el niño no perdiera su autoestima, y con la disciplina,
hubo una defensa a ultranza de la autonomía y la libertad la corrección o el castigo parecía inevitable que la perdiera
como principales objetivos humanos. Françoise Dolto, una (Marina, 2009).
psiquiatra infantil que ejerció una inmensa influencia en la En los años noventa, la actitud permisiva comenzó a ob-
escuela francesa, sostenía que toda intervención educativa servarse con recelo. Se detectó la aparición de “niños tiranos”,
es castradora. “La educación debe fracasar, de lo contrario la y los expertos empezaron a ver los problemas producidos
autonomía del niño queda anulada”. Los padres se convierten por una excesiva insistencia en la autoestima del niño. “Si
en el enemigo potencial del niño, y lo mismo ocurrirá con los niños escuchan constantemente lo maravillosos que son
todo educador. El niño debe decidir cuando irse a dormir. (como una forma de aumentar su autoestima) llegarán pron-
“El padre simplemente debe marcar las reglas: a partir de tal to a darse cuenta de que no es cierto (no son tan perfectos),
hora no hay que hacer ruido”. Debe comer cuando quiera o se creerán que en efecto son tan magníficos (sin serlo
y lo que quiera. Lo importante es tener una buena relación realmente) o sencillamente desconectarán de esos mensa-
con el niño, y no inculcarle hábitos. Las madres deben saber, jes”. Los datos no parecen apoyar las virtudes terapéuticas
dice Dolto, que lavar a su hijo puede reducirle al estado de de la autoestima. “Los adolescentes que llevan a cabo los
cosa. A los 16 meses no hay que lavarle. El se lavará solo, en comportamientos antisociales más graves –añade Damon–
su momento (Dolto, 1985). Lo importante era el bienestar suelen dar en los test una medida muy alta de autoestima”
del niño. Bien conocida es la influencia que tuvo la obra del (Damon, 1995).
Dr. Benjamin Spock y su libro Common sense Book of Baby Un psicólogo tan partidario de la psicología positiva
and Child Care, publicado en 1946, en el que defendía una como Martin Seligman ha formulado también una dura crí-
educación permisiva. Tras la Segunda Guerra Mundial había tica: “Los padres se esfuerzan por inculcar la autoestima a

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los niños. Esto puede parecer bastante inocuo, pero el modo dudas y de culpabilidad. No se sabe ya aplicar ciertas reglas
en que lo hacen a menudo erosiona el sentido del valor del inevitables. Se educa de puntillas. No se osa ser padres”
niño. Al hacer hincapié en lo que el niño “siente”, a expensas (Pleux, 2006). Nauori, un famoso psiquiatra infantil francés,
de lo que “hace” –aprender, perseverar, superar la frustra- muestra también la confusión de esta época de transición.
ción y el aburrimiento, abordar los obstáculos–, padres y En su libro Padres permisivos, hijos tiranos, culpa de los
profesores están haciendo a esta generación de niños más serios problemas de comportamiento de los niños de hoy a
vulnerables a la depresión”. Viniendo de uno de los grandes la incapacidad de los padres para ejercer su autoridad, y a la
expertos mundiales en depresión, la advertencia hay que ausencia del padre. Aboga por una educación autoritaria y
tomársela en serio. Por otra parte, la insistencia excesiva en critica el modelo democrático de crianza citando una frase
“hay que quererse mucho a uno mismo” está favoreciendo que dice frecuentemente a los padres: “Si ustedes educan
la aparición de un narcisismo egoísta (Seligman, 2003) . como demócratas a sus hijos es muy probable que más tarde
Otros expertos, como McKay y Fanning nos dicen que, si se conviertan en fascistas, mientras que si los educan de una
eliminamos toda disciplina para que el niño “se sienta bien”, manera más o menos fascista, seguro que se convertirán en
estamos hundiendo su verdadera autoestima, que no consiste demócratas”(Naouri, 2005).
en evitar todo sentimiento desagradable o doloroso, sino
en saber enfrentarse a ellos cuando lleguen. Parece que la ¿Qué podemos decir a los padres y docentes?
educación permisiva no confiere más autonomía a los niños Me parece muy sensata la opinión de Terry Brazelton,
y adolescentes, sino que los hace más vulnerables (McKay un pediatra bien conocido: “Después del cariño, el sentido
y Fanning, 1987). de la disciplina es lo más importante que los padres pueden
En España renace un movimiento permisivo, bajo la con- ofrecer a un niño”. Sin embargo, es un tema que plantea
signa: lo único que el niño necesita es amor. Sin embargo, cuestiones difíciles. La mayor parte de los padres saben que
hace ya mucho años, Juan Rof Carballo escribió un libro fijar límites es imprescindible, pero les resulta muy difícil
titulado Violencia y ternura, explicando la insuficiencia de la hacerlo de forma eficaz. En los últimos 10 años los padres se
ternura para educar (Rof, 1987). han vuelto todavía más ambivalentes respecto de los proble-
mas de límites de la autoridad. Muchos rechazan ser severos
Las incertidumbres de los padres porque temen que sus hijos lleguen a no quererlos. O porque
El tema es, pues, importante y confuso. Con demasiada se acuerdan de haber sufrido en su infancia una autoridad
frecuencia se trata con más fervor ideológico que rigor cien- excesiva y creen que toda disciplina se basa en el miedo, lo
tífico. Por eso inquieta tanto. Robert Brooks, un especialista que, lógicamente, les repugna. Lo cierto es que los niños
en este tema, profesor de la Harvard Medical School, y con sienten que tienen necesidad de esa disciplina, e irán muy
un larga experiencia práctica, comenta que la “plétora de lejos para obligar a sus padres a fijar límites. Al final del se-
libros sobre este asunto escritos (y vendidos) demuestra su gundo año, las provocaciones serán evidentes. Como escribe
interés para los padres” (Brooks y Goldstein, 2001). A pesar Selma Freiberg, un niño interpreta la ausencia de normas
de este interés, cunde la idea de que los padres no están como una demostración de falta de interés y afecto por parte
cumpliendo bien sus funciones. Tony Wagner, codirector de sus padres (Freiberg, 2008). Tiene que saber que ciertos
del The Change Leadership Group, de Harvard, tras revisar comportamientos no son aprobados por sus padres, y que
los estudios acerca de las preocupaciones de los docentes, otros, en cambio, sí lo son. “La seguridad que encuentra el
afirma: “Ocho de cada diez docentes, consideran un serio niño en la disciplina es esencial, ya que, sin disciplina, no
problema que los padres fallen en poner límites y no se es- existen barreras. Los niños necesitan barreras, encuentran
fuercen en que sus hijos se hagan responsables de su conduc- seguridad en ellas. Saben que son queridos cuando un pa-
ta o de sus resultados académicos. Por su parte, la mayoría dre se preocupa lo suficiente como para obsequiarles con
de los padres considera que no tienen los conocimientos una disciplina. La disciplina es enseñar, no castigar”, escribe
suficientes para educar, porque es una tarea que resulta más Brazelton. “Alrededor de los ocho meses, el bebé hace algo
difícil ahora” (Wagner, 2008). Según Russel Barkley, entre mal sabiendo que podría no hacerlo. A medida que se va
un 5 y 8% de los chicos americanos muestran conductas animando y haciendo uso de la nueva táctica, observa la
de indisciplina y de tipo negativista y desafiante de grave- reacción de sus padres, mirándoles a la cara y reconocien-
dad suficiente como para merecer un diagnóstico clínico. do así el descontento de ellos, el bebé esconde la cabeza
Y también añade que, a partir de los 12 años, es necesario hacia un lado, sonríe y arremete de nuevo” (Brazelton y
contar con la ayuda de un especialista. Ya en 1996, Doll Sparrow, 2005). Los padres –escribe Shapiro– tienen que
habló de que entre un 18 y un 22% de niños y adolescentes poner límites claros a los niños para que puedan aprender
podían tener enfermedades mentales diagnosticables (Doll, el respeto a los demás. Los niños pequeños se sienten más
1994; House, 1999). Didier Pleux, un psicólogo clínico seguros (aunque temporalmente furiosos) cuando queda
que ha estudiado el efecto de la educación permisiva, es- claro que son los padres quienes están a cargo de la situa-
cribe: “Muchos padres no se atreven a mostrarse exigentes ción. Da varios consejos: 1) establecer claramente las reglas;
con sus niños, tienen miedo de entrar en conflicto con 2) reconocer, definir y describir la mala conducta; 3) dar
ellos. Se encuentran confusos y no osan afirmarse cuando una advertencia (“Ana, esta es tu segunda advertencia”);
se trata de regular los problemas de comportamiento. La 4) señalar inmediatamente una consecuencia para sus actos
autoridad, cuando se utiliza, se convierte en una fuente de (“ahora te sentarás en el rincón como castigo”); y 5) no

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comprometerse emocionalmente en la situación (no dejarse “discere”, aprender– en un método punitivo. La disciplina
llevar por el enfado) (Shapiro, 2002). es, ante todo, una parte de la pedagogía. Un niño aislado
En un interesante libro sobre el modo de ayudar a niños del resto de la humanidad no sabría liberarse de la tiranía
con “complex needs”, Aumann y Hart afirman: “poner lími- del estímulo. La inteligencia humana se construye dialó-
tes firmes puede ayudar a los niños a sentirse a salvo. Incluso gicamente. El niño aprende a controlarse obedeciendo las
aunque crea que no podría no funcionar, hágalo” (Aumann órdenes de su madre. Al crecer, conserva la estructura dual
y Hart, 2009). Patrick Delaroche señala rotundamente que de control (emisor de órdenes-receptor de órdenes), pero
el niño tiene necesidad de límites para construirse. Es ne- la mantiene dentro de sí mismo. Él es quien ordena y él
cesario prohibir. Sin embargo, menciona también lo difícil quien obedece. Eso es lo que etimológicamente significa
que resulta a los padres tratar con los niños desafiantes (De- la palabra “autonomía”: el que se da reglas a sí mismo. El
laroche, 1996). lenguaje adquiere un protagonismo esencial en este pro-
ceso. Con razón, Vigotski consideraba que el gran salto de
El objetivo de la educación la inteligencia se consigue mediante el aprendizaje social
Para fijar una posición clara sobre el tema de los límites de los instrumentos para controlar nuestra conducta, en
hemos de recordar el objetivo de la educación y sus funda- especial de los signos. “Un signo –escribió– es siempre
mentos psicológicos. Hay buenas razones para afirmar que originariamente un instrumento usado para fines sociales,
la educación debe fomentar la autonomía, la capacidad de un instrumento para influir en los demás y sólo más tarde
decisión y la libertad en todas las personas. Pero hay que se convierte en un instrumento para influir en uno mismo”
añadir que es preciso fomentar también la vinculación so- (Wetsch, 1988).
cial, y el respeto a las normas de convivencia. Por eso, el Una de las formas de afianzar la autonomía es haciendo
modelo educativo que estoy proponiendo en esta sección , y al niño capaz de afrontar el miedo. Ya he comentado en esta
que aplicamos en los programas de la Universidad de Padres, sección que hay niños que nacen con un temperamento
distingue bien dos aspectos: 1) la formación de los meca- miedoso –técnicamente se habla de una amígdala hipe-
nismos psicológicos de la autonomía; y 2) la dirección de rexcitable. Un tercio de esos niños han perdido su timidez
esas estructuras psicológicas por valores éticos, lo que hemos cuando entran en la guardería. “De la observación de estos
llamado “educación de las virtudes de la acción” (Marina, niños, previamente temerosos –escribe Goleman– queda
2012). Ausubel, en su Psicología pedagógica, proporciona claro que los padres –y especialmente las madres– des-
un buen análisis de la situación. “La disciplina es un fenó- empeñan un papel muy importante en el hecho de que
meno cultural universal que tiene importantes funciones en un niño innatamente tímido se fortalezca con el correr
la formación de un individuo joven: 1) es necesaria para la de los años o siga huyendo de los desconocido y se llene
socialización porque permite aprender normas de conducta; de inquietud ante cualquier dificultad”. Las observaciones
2) es necesaria para la maduración de la personalidad; 3) es realizadas en el hogar demostraron que a los seis meses
necesaria para la internalización de normas; 4) es necesaria de edad, las madres protectoras que trataban de consolar a
para la seguridad emocional de los niños; y 5) En el aula es sus hijos, les cogían y le mantenían en sus brazos cuando
necesaria para regular eficazmente las actividades de clase” estaban agitados o lloraban, y lo hacían más que aquellas
(Ausubel, 1983). otras que trataban de ayudar a que sus hijos aprendieran a
El primer objetivo, pues, es pasar del control exterior dominar por sí mismo estos momentos de desasosiego. Al
de la conducta (inevitable en el niño) al control interior, es año de edad, la investigación demostró la existencia de una
decir, de pasar de la disciplina a la autodisciplina. El niño marcada diferencia. Las madres protectoras se mostraban
necesita límites y disciplina no para limitar su libertad, sino más indulgentes y ambiguas a la hora de poner límites a sus
para hacerla posible. Tiene que aprender los mecanismos de hijos cuando ellos estaban haciendo algo que podía resultar
autocontrol. Allan Sroufe, un prestigioso psicólogo infantil, peligroso como, por ejemplo, meterse en la boca un objeto
escribe: “La tarea que ocupa los primeros años del niño es el que pudieran tragarse. Las otras madres, por el contrario,
paso de una regulación diádica, entre el niño y su cuidador, eran empáticas, insistían en la obediencia, imponían límites
a una autorregulación del afecto” (Sroufe, 1996). Se trata de claros y daban órdenes directas que bloqueaban las acciones
una tarea larga: “En contraste con la situación del bebé, a la del niño. A los dos años, estos niños se mostraron mucho
que paradójicamente se denomina autorregulación guiada, menos propensos a llorar (Goleman). La conclusión de
en la edad preescolar se espera que el niño de nuestra cultura Kagan es la siguiente: “Parece que las madres que protegen
asuma un papel mayor en la autorregulación de sus emociones a sus hijos muy reactivos contra la frustración y la ansiedad,
e impulsos. La tarea comienza conteniendo, modificando o esperando ayudar así la superación de este problema, au-
redirigiendo los impulsos, aunque sea brevemente, sin una mentan la incertidumbre del niño y terminan provocando
supervisión inmediata del adulto. Tienen que internalizar el efecto contrario” (Kagan, 1997). Desde el punto de vista
las normas para el control de la conducta y comportarse de de la psicología clínica, se insiste también en la necesidad
acuerdo con estas normas, incluso inhibiendo impulsos po- de aprender a poner límites, Herbert propone un modelo
derosos”. de “disciplina positiva”, que consiste en enseñar a los pa-
Kant tenía razón al decir que la disciplina nos hace seres dres: 1) cómo responder y elogiar los comportamientos
humanos (Kant, 1983). Hay una perversión del lengua- positivos de sus hijos; 2) cómo poner límites; 3) cómo usar
je que ha convertido la palabra “disciplina” –derivada de eficazmente la estrategia del tiempo fuera; 4) cómo utilizar

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el coste de respuesta, es decir, la retirada de reforzadores 2. La prevención es mejor que la corrección. Es preferible
positivos en el caso de una conducta no deseada; y 5) cómo ser proactivo que reactivo. Por ejemplo, para controlar
utilizar las consecuencias naturales y lógicas como sanción a su hijo en lugares públicos la clave es establecer un
(Herbert, 2002). plan antes de entrar en el lugar concreto y asegurarse
En los últimos años, el tema del aprendizaje del auto- de que el niño lo recuerda. Fije las reglas de antemano
control ha adquirido una enorme importancia. El asunto es a la situación. Fije un incentivo para el cumplimiento.
de relevancia porque un déficit en autocontrol se relaciona Fije un castigo para casos de desobediencia. Asígnele
con problemas de conducta, agresividad, crimen y violen- una actividad que le distraiga (“ayúdame a buscar el
cia, consumo de alcohol y drogas, problemas emocionales, azúcar”).
abandono escolar y problemas de convivencia (Baumeister 3. Trabajen como un equipo. Las discrepancias de los padres
y cols. 2007). Moffitt y cols. constatan que la necesidad de en temas de límites o disciplina, desconciertan al niño y
aplazar la satisfacción, controlar los impulsos y modular la le animan a sacar provecho de las diferencias. Comparta
expresión de las emociones, es la más frecuente demanda con los demás adultos la responsabilidad del aprendizaje
de las sociedades respecto de los niños. Por eso emprendie- de las normas.
ron el Dunedin Mustidisciplinary Health and Development 4. Sea consistente, no rígido. Los límites deben adecuarse
Study. Siguieron a 1.000 niños desde el nacimiento hasta a la evolución del niño. Por ejemplo, en la adolescencia
los 30 años, para comprobar el modo en que la capacidad algunos deben ser negociados con él. Conozca las capa-
de autocontrol influía a largo plazo. Comprobaron que el cidades de su hijo, y no le reprenda por expectativas no
autocontrol medido en la infancia (antes de los 11 años) realistas. Aprenda a darle órdenes. Use la firmeza, pero
predice la salud, la riqueza y los índices de criminalidad a no los gritos. No formule la orden como una pregunta o
los 30. Por eso, la educación en el autocontrol es tarea prio- un favor. No de demasiadas órdenes juntas. Asegúrese de
ritaria durante los primeros años, ya que las intervenciones que su hijo le está atendiendo. Pida al niño que repita la
son más eficaces que cuando se inician en la adolescencia orden. Recuerde que antes de los tres años los niños no
(Moffitt y cols.). pueden realizar tareas aplazadas del tipo: “cuando dé una
La posibilidad de construir el autocontrol es especial- palmada, me traes la pelota”.
mente importante para el parenting. Si los padres pueden 4. Cuando sea posible, ofrézcale una alternativa al niño: “Tie-
suscitar el autocontrol en sus hijos evitan muchos problemas. nes esta otra posibilidad”. Que la alternativa sea una oferta
“Consideramos que el modo de que los padres eduquen el de tomar o dejar, no una negociación.
autocontrol es una de las cuestiones prácticas más urgentes 5. Simpatice con su decepción: “Qué desagradable es no
que debe acometer la investigación” (Peterson y Seligman, poder hacer todo lo que queremos, ¿verdad?”. Ayúdele a
2004). comprender por qué no puede cumplir su deseo. Explí-
Lo mismo dice Alain Caron en su interesante libro sobre la quele que las normas no son arbitrarias, que ustedes tam-
perseverancia, escribe: “Los cambios sufridos en los últimos bién tienen que respetarlas, que todos tenemos nuestros
decenios en la gestión de la autoridad parental han conducido deberes y que a ustedes también les cuesta cumplirlos.
a un debilitamiento de las reglas familiares. La noción de dis- Es importante que sepan que hay normas que los padres
ciplina ha sido expulsada de la vida de muchos niños, lo que tampoco pueden cambiar.
les ha hecho carecer de un ambiente propicio para cultivar el 6. Seleccione sus batallas cuidadosamente. Como Ross Gree-
autocontrol. Jóvenes y menos jóvenes carecen, por lo tanto, de ne ha señalado en The Explosive Child, los padres deben
entrenamiento. La disciplina, que ha tenido una mala prensa dedicar más energía a evitar las conductas que entrañen
en los últimos decenios, continúa siendo un componente riesgos. Ocuparse de las conductas menos importantes
esencial para la construcción del autocontrol, y por lo tanto, solo conduce a aumentar el estrés.
de la atención y de la perseverancia” (Caron, 2011). 7. Apoyarse, siempre que sea posible, en las consecuencias
lógicas, más que en medidas punitivas y arbitrarias.
Consejos a los padres 8. Recuerde que el feedback positivo y los ánimos son
El reconocimiento de esta necesidad ha impulsado la frecuentemente las más poderosas formas de disciplina.
elaboración de programas para fortalecer el autocontrol, es Como a lo largo del día tendrá que decirle muchas veces
decir, el conjunto de las funciones ejecutivas del cerebro “no”, intente encontrar alguna ocasión para decirle
(Marina, 2012), pero en este artículo mencionaré sólo al- “sí”.
gunos consejos útiles que los pediatras pueden transmitir a 9. Y tenga mucha paciencia. La educación es un proceso
madres y padres: lento.
1. Recuerde siempre que la principal meta de la disciplina
no es conseguir la sumisión, sino promover la autodis- Bibliografía
ciplina y el autocontrol, que son hábitos aprendidos. Re- 1. Aumann K, Hart A. Helping children with complex needs Bounce back.
cuerde también que sólo disponemos de 8 herramientas Londres: Jessica Kingley Publishers; 2009.
2. Ausubel DP, et al. Psicología educativa. México: Trillas; 1983.
pedagógicas: seleccionar la información, repetir, premiar,
3. Baumeister RF, Vohs KD, Tice DM. The Strenght Model of Self-Control.
castigar, cambiar las creencias, cambiar las motivaciones, Current Directions in Psychological Science. 2007; 16(6).
razonar. Lo importante es saber cuál hay que utilizar en 4. Brazelton TB, Sparrow JD. Cómo educar con sentido común. Barcelona:
cada momento (Marina, 2011). Medici; 2005.

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5. Brooks R, Goldstein S. Raising Resilient Children. Nueva York: McGraw 17. Marina JA. La recuperación de la autoridad. Barcelona: Versátil; 2009.
Hill; 2001. 18. Marina JA. EL kit de herramientas pedagógicas básicas. Pediatr Integral.
6. Caron A. Être attentif, s’est bien… Persister, c’est mieux! Montreal: 2011; XV(2): 175-9.
Chenelière; 2011. 19. Marina JA. La inteligencia ejecutiva. Barcelona: Ariel; 2012.
7. Damon W. Greater Expectations. Nueva York: The Free Press; 1995. 20. McKey M,Fanning P. Self-Esteem. Nueva York: New Harbinger Publica-
8. Delaroche P. Parents, osez dire non! París: Robert Laffont; 1996. tions; 1987.
9. Doll B. Prevalence of psychiatric disorders in children and youth: An 21. Naouri A. Padres permisivos, hijos tiranos. Barcelona: Ediciones B; 2005.
afgenda for advocacy by school psychology. School Psychology Quar- 22. Peterson C, Seligman M. Character, Strenghts and Virtues. Washington:
terly. 1996; 11: 20-47. American Psychological Association.
10. Dolto F. La cause des enfants. París: Laffont; 1985. 23. Pleux D. Manuel d’education à l’usage des parents. París: Odile Jacob;
11. Durkheim E. La educación moral. Madrid: Morata; 2002. 2006.
12. Freiberg S. The magic years. Nueva York: Scribner; 2008. 24. Rof Carballo J. Violencia y ternura. Madrid: Austral, Espasa Calpe; 1987.
13. House AE. DSM-IV. El diagnóstico en la edad escolar. Madrid: Alianza 25. Seligman M. La auténtica felicidad. Barcelona: Vergara; 2003.
editorial; 2003. 26. Shapiro LE. La salud emocional de los niños. Buenos Aires: EDAF; 2002.
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15. Kant I. Pedagogía. Madrid: Akal, 1983. La obra fue publicada por primera Press; 1996.
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Pirámide; 2002. Paidós; 1988.

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