Pago Por Consignación
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Pago Por Consignación
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SUMARIO:
1. Concepto.
2. Requisitos.
2.1. Existencia de una obligación.
2.2. Voluntad de pago por parte del deudor.
2.3. Imposibilidad de efectuar un pago directo.
2.3.1. Negativa del acreedor a otorgar recibo.
2.3.2. Rechazo a las reservas que se formulen al tiempo del
pago.
2.3.3. Negativa del deudor a la remisión de la deuda.
2.3.4. Incapacidad del acreedor para recibir el pago.
2.3.5. Ausencia del acreedor.
2.3.6. Incertidumbre en el derecho del acreedor.
2.3.7. Desconocimiento de la persona del acreedor.
2.3.8. Tratándose de un crédito embargado.
2.3.9. Tratándose de una deuda pignorada.
2.3.10. Redención de hipotecas.
3. Características.
3.1. Es una forma excepcional de pago.
3.2. Es una facultad del deudor.
3.3. Deben estar presentes los principios de identidad e integridad
en el pago.
3.4. Se trata de un proceso judicial.
4. Actual normatividad procesal sobre el pago por consignación.
5. Personas con derecho a efectuar el pago por consignación.
* Felipe Osterling Parodi, Doctor en Derecho y Abogado en ejercicio, socio del Estudio Osterling;
profesor de Obligaciones en la Pontificia Universidad Católica del Perú y profesor extraordinario en
la Universidad de Lima y en la Universidad Femenina del Sagrado Corazón. Fue Presidente de la
Comisión que tuvo a su cargo el Estudio y Revisión del Código Civil de 1936, que dio origen al
Código Civil de 1984. En tal condición fue ponente del Libro VI sobre las Obligaciones. Ha sido
Decano de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Ministro de Estado
en la cartera de Justicia, Senador y Presidente del Congreso de la República y Decano del Colegio de
Abogados de Lima. Miembro de número de la Academia Peruana de Derecho.
** Mario Castillo Freyre, Magíster y Doctor en Derecho, Abogado en ejercicio, socio del Estudio que
lleva su nombre; profesor de Obligaciones y Contratos en la Pontificia Universidad Católica del Perú,
en la Universidad Femenina del Sagrado Corazón y en la Universidad de Lima.
1. Concepto.
François Laurent (LAURENT, François. Principes de Droit Civil Français, Tomo XVIII, Página
172. Librairie A. Maresq Ainé, París, 1875-1893.) expresaba, comentando el artículo 1257 del
Código Napoléon, que "El deudor obligado a pagar, también tiene el derecho de pagar, además,
hay un interés. Un viejo proverbio dice: 'Quien debe y paga no debe nada'."
3 BUSSO, Eduardo B. Código Civil Anotado, Tomo V, Páginas 565 y 567. EDIAR Soc. Anón.
Editores. Sucesores de Compañía Argentina de Editores, S.R.L., Buenos Aires, 1951.
Para Boffi Boggero7, hay ocasiones en que, sin mediar valla insalvable
(caso fortuito, fuerza mayor), el deudor, aun con la mejor disposición de ánimo, se
encuentra en dificultades para cumplir lealmente la prestación a que se había
obligado. La ley instituye para esos casos el procedimiento del pago por
consignación.
4 LLAMBIAS, Jorge Joaquín. Tratado de Derecho Civil, Obligaciones. Cuarta edición actualizada
por Patricio Raffo Benegas, Tomo II - B, Página 266. Editorial Perrot, Buenos aires, agosto de
1983.
5 DE LA VEGA VELEZ, Antonio. Bases del Derecho de Obligaciones, Página 269. Editorial
Temis, Bogotá, Colombia, 1978.
6 WAYAR, Ernesto Clemente. Derecho Civil. Ob ligaciones, Páginas 459 y siguientes. Ediciones
Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1990.
7 BOFFI BOGGERO, Luis María. Tratado de las Obligaciones, Tomo IV, Página 143. Editorial
Astrea, Buenos Aires, 1979.
Considera Pothier (POTHIER, Robert Joseph. Tratado de las Obligaciones, Segunda Parte,
Página 137. Tercera Edición. Biblioteca Científica y Literaria, Barcelona, s/f), a su turno, que la
consignación es un depósito que el deudor, autorizado por el Tribunal, hace de la cosa o de la
suma que él debe, en manos de un tercero; agrega que la consignación no es propiamente un
pago, pues el pago encierra esencialmente la traslación de propiedad de la cosa que se paga. La
consignación no transfiere la propiedad de la cosa consignada a la persona del acreedor, por
cuanto este último no la puede adquirir más que recibiendo voluntariamente la cosa que le es
ofrecida. Pero, a pesar de esto, cuando ella es válida, equivale al pago.
En similar opinión, anota Beltrán de Heredia -que elabora su concepto a la luz de los preceptos
del Código Civil Español-, citado por Wayar (WAYAR, Ernesto Clemente. Op. cit., Páginas 45 y
siguientes.), que la consignación puede ser considerada como "el depósito de la cosa debida, con
las formalidades que la propia ley establece, después de haber ofrecido su entrega o directamente
cuando este ofrecimiento no es posible por darse algunos de los supuestos que obstaculizan la
oferta."
10 OSPINA FERNANDEZ, Guillermo. Régimen General de las Obligaciones, Páginas 404 y 405.
Editorial Temis S.A., Bogotá, Colombia, 1987.
Por otra parte, el pago por consignación es uno de los medios extintivos de
las obligaciones que no es, de acuerdo a nuestros criterios clasificatorios13, de
acuerdo a su idoneidad, el ideal, ya que al fin y al cabo constituye una situación
anormal, derivada de la imposibilidad del deudor de pagar directamente al
acreedor la prestación debida.
Sin embargo, por sus efectos esta figura es, sin lugar a dudas, un medio
extintivo de obligaciones, en estricto.
Ahora bien, para que pueda efectuarse un pago por consignación deben
presentarse ciertos requisitos que -a nuestro modo de ver- se infieren de la ley
civil peruana. Tales requisitos se analizan a continuación.
2. Requisitos.
Resulta de evidente lógica que una de las exigencias del pago por
consignación sea la existencia previa de una obligación.
15 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 217.
Ahora bien, las razones por las que el acreedor se niega -en la práctica- a
recibir el pago, son de las más diversas.
20 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 221.
28 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 224.
Podría ocurrir, sin embargo, que las reservas al pago sean formuladas por
el accipiens. En caso que el acreedor -por ejemplo- deje constancia en el recibo
de que la suma pagada corresponde a una deuda de cantidad mayor, el deudor
podría acudir a la consignación, absteniéndose de efectuar un pago directo.
Cabe aclarar, desde luego, que serán escasos los supuestos en los que un
deudor se niegue a aceptar la condonación de la deuda, ya que por lo general
ésta beneficia directamente al deudor que desea obtener su liberación.
31 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 221.
Recuérdese que uno de los principios que rige en materia de pago es que
los incapaces no pueden efectuar ni recibir pagos válidamente. De allí que ante la
incapacidad del acreedor, el deudor deba ofrecer el pago al representante legal
del acreedor incapaz o, en su defecto, recurrir a la vía judicial para efectuar un
pago por consignación32.
32 El artículo 1227 del Código Civil Peruano establece que: "El pago hecho a incapaces sin
asentimiento de sus representantes legales, no extingue la obligación. Si se prueba que el pago
fue útil para el incapaz, se extingue la obligación en la parte pagada."
33 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 222.
35 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 222.
Sin embargo, bastará que el solvens dude del derecho del acreedor para
que pueda liberarse a través de la consignación.
Al respecto, señala Llambías36 que: "El hecho capital que abre la vía del
juicio por consignación es la duda razonable sobre la titularidad del crédito. El
deudor tiene motivos serios para no saber quién es el verdadero acreedor. Y
como quien paga mal puede verse precisado a pagar nuevamente, para evitar ese
riesgo, él puede hacer un pago por consignación para que sea el Juez el que
defina quién es el titular del crédito y tiene derecho para percibir el pago
consignado."
De otro lado, anota Wayar37 que las dudas deben ser serias y razonables
para entender que existe incertidumbre, ya que no cualquier duda autoriza al
deudor a consignar.
A entender del citado autor, dudas razonables son aquellas que se fundan
en circunstancias objetivas que susciten inseguridad sobre la titularidad del
crédito. Dudas serias son aquellas fundadas en motivos reales y de entidad
36 LLAMBIAS, Jorge Joaquín. Op. cit., Tomo II - B, Página 272.
39 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Páginas 222 y 223.
Nos explicamos.
42 Recuerda Wayar (WAYAR, Ernesto Clemente. Op. cit., Páginas 100 y 101.) que conforme
enseña una calificada doctrina procesal, el embargo es una medida cautelar que "afectando un
bien o bienes determinados de un presunto deudor, para asegurar la eventual ejecución futura,
individualiza aquéllos y limita las facultades de disposición y de goce de éste, inter se obtiene la
pertinente sentencia de condena o desestima la demanda principal."
pertinente depósito.
Por otra parte, coincidimos con Busso44 cuando señala que el deudor de un
crédito que hubiera sido embargado -aun por orden de un Juez de otra
jurisdicción-, debe consignar ante el Juez del lugar de pago, poniendo a
disposición del Juez embargante lo que hubiere consignado.
3. Características.
47 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Páginas 215 y 216.
48 BOFFI BOGGERO, Luis María. Tratado de las Obligaciones, Tomo IV, Páginas 143 a 145.
Editorial Astrea, Buenos Aires, 1979.
alcance para efectuar el pago, y, aun así, desea pagar, sólo tendrá por delante la
vía judicial, a través de un proceso de consignación.
54 El inciso 7 del artículo 749 del Código Procesal Civil señala: "Se tramitan en proceso no
contencioso los siguientes asuntos:
(...)
7.
Of
recimiento de pago y consignación.
(...)."
Acerca del aspecto procesal del pago por consignación, debemos recordar
que el Código de Procedimientos Civiles Peruano de 1912 -reemplazado por el
Código Procesal Civil, vigente desde el 28 de julio de 1993- no contemplaba
normas expresas sobre los aspectos adjetivos o procesales referentes al pago por
consignación.
Quien paga sin asentimiento del deudor, sólo puede exigir la restitución de
aquello en que le hubiese sido útil el pago."
Para tal fin remitimos al lector a los comentarios que efectuamos con
ocasión del análisis de esta norma56.
56 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Op. cit. Primera Parte, Tomo IV,
Páginas 248 a 291.
57 OSPINA FERNANDEZ, Guillermo. Régimen General de las Obligaciones, Página 405. Editorial
Temis S.A., Bogotá, Colombia, 1987.
58 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Páginas 218 y 219.
No obstante ello, precisa aclarar que lo expresado nada tiene que ver con
la circunstancia de que quien consigna sea o no el deudor de la obligación, pues
como dijimos en su oportunidad, quien paga puede ser un tercero, y en la mayoría
de estos supuestos el acreedor no podrá oponerse al pago, salvo en los casos en
que tal oposición sea procedente.
60 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Op. cit., Primera Parte, Tomo IV,
Páginas 319 a 344; 393 a 405; y 407 a 417, respectivamente.
62 CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A. Op. cit., Tomo II, Página 220.
Los profesores citados sostienen63 que la reforma del artículo 509 del
Código Civil Argentino, introducida por el Decreto Ley N° 17.711/68, al sancionar
la mora automática en las obligaciones con plazo expreso, ha puesto punto final a
un debate que dividía a la jurisprudencia argentina, respecto de la validez de una
consignación efectuada después de vencido el término fijado para el cumplimiento
de la obligación, pero antes de haber sido constituido en mora el deudor mediante
el pertinente requerimiento de pago. En la actualidad, agregan, vencido el plazo,
la mora se opera automáticamente, lo cual excluye la posibilidad de tal
planteamiento respecto de las obligaciones con plazo expreso. Añaden que, fuera
de lo expuesto, la consignación también es tardía en los casos de plazo "esencial"
o "perentorio", en los cuales, después de pasado el término previsto, el
cumplimiento de la prestación carece ya de utilidad e interés para el acreedor,
supuestos en los que el deudor ha perdido ya su derecho de pagar, sea por haber
incurrido en caducidades o por haber operado la resolución en razón del no
cumplimiento en el tiempo propio.
Sin duda la consignación tiene por efecto colocar al acreedor bajo una
compulsión legal: acepta o no acepta la consignación realizada.
7.3. Coloca los riesgos de pérdida del bien depositado a cargo del acreedor.
Sobre el tema de los riesgos del depósito, Héctor Lafaille 64 anota que el
deudor queda exento desde un principio en cuanto a las responsabilidades que de
tal consignación se derivan, las cuales pasan, por lo común, al establecimiento
público encargado de la custodia.
64 LAFAILLE, Héctor. Derecho Civil, Tratado de las Obligaciones, Tomo IV, Volumen I, Páginas
351 y 352. Compañía Argentina de Editores S.R.L., Buenos Aires, 1943.
En materia de pago por consignación ocurre algo muy especial, porque los
riesgos se transfieren a partir del momento en que el acreedor es constituido en
mora. Ello bastará para que opere la transferencia del riesgo, sin que el deudor
requiera consignar lo debido. Pensamos pues que existe un doble procedimiento
con un mismo objetivo, el que se lograría -alternativamente- con cualquiera de las
dos formas enunciadas.
65 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Op. cit., Primera Parte, Tomo
II, Páginas 27 a 65.
bien se perdiera por culpa del deudor, éste no tendría derecho a recibir la
contraprestación, si la hubiere, y además confrontaría el eventual pago de una
indemnización de daños y perjuicios.
Nos explicamos.
Sin embargo, podría ocurrir que la prestación adeudada aún sea posible y
que además resulte de utilidad para el acreedor.
66 Anota Wayar (WAYAR, Ernesto Clemente. Op. cit., Página 67.) que la mora del deudor es la
"situación anormal de retraso en el cumplimiento por la que atraviesa una relación de obligación
exigible, cuando por una causa imputable, el deudor no satisface oportunamente la expectativa
del acreedor, o éste rehúsa las ofertas reales que se formulan, y que subsiste mientras la ejecución
de la específica prestación, aunque tardía, sea posible y útil."
Por otra parte, se ha dicho que otro de los efectos del pago por
consignación es constituir en mora al acreedor.
Dentro del régimen legal peruano, el acreedor incurre en mora cuando sin
motivo legítimo se niega a aceptar la prestación ofrecida o no cumple con practicar
los actos necesarios para que se pueda ejecutar la prestación que se adeuda.
Es claro que siendo uno de los requisitos para que opere el pago por
consignación, la negativa del acreedor a recibirlo, pueda entenderse que la
consignación constituye uno de los supuestos de la mora creditoria.
8. Análisis del nuevo texto del artículo 1251 del Código Civil.
En tal sentido, el texto del artículo 1251, presunta norma sobre el tema, ha
quedado con la siguiente redacción:
En otras palabras, no existía razón alguna para variar, mediante una ley de
procedimientos, el tema sustantivo del pago por consignación.
69 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Op. cit., Primera Parte, Tomo
I, Páginas 69 y 70; y CASTILLO FREYRE, Mario. Tentaciones Académicas (La Reforma del
El texto original del artículo 1251 del Código Civil era, sin vacilación alguna,
mucho más técnico que el derivado de la reforma introducida por el Código
Procesal Civil de 1993.
(b) Por otra parte, no nos parece adecuado haber introducido en el inciso 2 del
citado numeral el tema de la constitución en mora del acreedor, pues
ambos conceptos, éste y el del pago por consignación, son de naturaleza
diversa, no obstante tener puntos de referencia y aplicación práctica
comunes.
(c) En el propio inciso 2 del artículo 1251, cuando se efectúa una enumeración
de los diversos supuestos en los cuales se entiende que hay negativa
injustificada del acreedor a recibir el pago por parte del deudor, el Código
Procesal Civil ha errado al efectuar tal enumeración, porque ella es
incompleta, ya que faltan múltiples hipótesis que, para efectos de la
interpretación del inciso 2, tendrían que incorporarse en la denominación
final de "conductas análogas".
(d) Existe flagrante contradicción entre el texto del nuevo artículo 1251 y el
artículo 1254 acerca del momento en el cual el deudor se libera.
Código Civil Peruano de 1984). Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú,
Lima, 1998.