Cuadernillos CJ
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LÍQUIDOS
Propuestas para una
espiritualidad de la fraternidad
Seminario Teológico de
215 Cristianisme i Justícia
DIOS EN TIEMPOS LÍQUIDOS
PROPUESTAS PARA UNA ESPIRITUALIDAD
DE LA FRATERNIDAD
Seminario de Teología
de Cristianisme i Justícia
El seminario interno de Teología está formado por Manu Andueza, Núria Caum, Josep
Cobo, Víctor Codina, Jaume Flaquer, Josep Giménez, José Ignacio González Faus,
Víctor Hernández, Pilar de la Herrán, Tere Iribarren, José Laguna, Jesús Martínez
Gordo, Joaquín Menacho, Carme Molist, Oriol Quintana, Josep M. Rambla, Lucía Ra-
mon, Jesús Renau, Paco Tauste, Javier Vitoria.
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«Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres
porque sus opciones de vida implican prestar más atención a
otros asuntos» (Papa Francisco [EG 201]).
3
UN PUNTO DE PARTIDA: LA FE NACE DE UN GRITO
Hacía ya un tiempo que conocía a Nasser. Siempre me había fijado en su mano, pero
hasta ahora no me había atrevido a preguntarle nada. Una profunda cicatriz entre la
base del dedo gordo y la muñeca. Parece como si le faltara un trozo de carne.
Silencio. Nos miramos a los ojos. Paseamos. Y poco a poco va relatando su historia
que generará mis preguntas.
Abandonó su país natal, allá en el África subsahariana porque no tenía futuro. Atra-
vesó el desierto, como pudo. Llegó junto a la valla que separa África de España. Allí
estuvo un tiempo. Esperando, durmiendo al raso, calentándose con otros compañeros
que había ido conociendo en el viaje o al llegar al campamento. Hasta que una noche
alguien dio el aviso. Era el momento. Salieron en silencio. Todos corriendo. Como
pudieron subieron la valla.
–Muchos no lo consiguieron –me dice–. Yo sí, pero dejé allí un trozo de mano y mucha
sangre.
Tenía trece años cuando saltó la valla. Luego, todo debería ser más fácil. Pero no
siempre lo es. Atravesó el estrecho. Ese trozo de agua que separa el continente afri-
cano de España. Sus ojos se hundían en la inmensidad de ese mar que se había
comido tantas vidas y tantas esperanzas.
–Yo miraba al fondo. Intentaba encontrar a mi familia muerta, a los amigos que se
tragó el mar.
Pero no solo miraba abajo. También alzó su mirada al cielo. Buscando a ese Dios
suyo, intentando encontrar respuestas en él.
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Nos despedimos con un abrazo, como tantas otras veces desde que nos conocimos.
Yo regreso a casa. El corazón me late más fuerte. Poco antes había estado en una
charla sobre la fe. Mis seguridades se convierten ahora en preguntas... Las respues-
tas solo pueden estar en Nasser y en su vida. Y también en la mía.
Me miro entonces a mí, miro a mi alrededor. Miro la religión que estamos construyen-
do, olvidando a veces nuestro origen, olvidando las preguntas importantes, constru-
yendo una religión burguesa que no sé si tiene mucho que ver con el Dios de Jesús
de Nazaret. Quizá sería bueno escribir algo que responda a esta situación actual, para
no perder el horizonte y el camino presente.
¿En qué Dios creo? Nasser levantaba sus ojos al cielo generando preguntas. Yo…,
parece que me he olvidado del misterio y que tengo respuestas para todo. Pero, ante
su historia, me quedo vacío. Ya sé que la respuesta es decir que Dios está ahí. Pero
yo no estoy ahí. Y cuando me acerco me encuentro sin Dios, cuando ese es su sitio.
Tal vez, le he sacado de su sitio y por eso no acabo de encontrarlo, y, por eso, me creo
un dios a mi imagen y semejanza.
Y en consecuencia, ¿qué Iglesia construyo? En función del Dios en quien crea, del
Cristo al que siga, de la salvación que espere, será mi iglesia. ¿Ubicada en su ser, o
alejada de su realidad? ¿Preocupada más de su pose y su imagen que de su esencia
verdadera?
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INTRODUCCIÓN: UNA ESPIRITUALIDAD SITUADA
DESDE LAS VÍCTIMAS
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1 LA POSMODERNIDAD EN BUSCA DE ¿NUEVAS?
ESPIRITUALIDADES
14
2 EL DIOS NO BURGUÉS: EL ÚNICO EN QUIEN
PUEDO CREER
La no dualidad: una media verdad que podemos decir sobre Dios es que
lo dicho anteriormente no vale nada.
Todo lenguaje sobre Dios es enorme- El paradigma transegoico del que
mente imperfecto e inevitablemente hablábamos más arriba implica, según
proyectivo. El IV Concilio de Letrán algunos, un cambio en la idea de Dios.
enseñó que de Dios no podemos decir Creemos más bien que desde el bino-
nada con tanta verdad que no contenga mio Abbá-Reino que Jesús propone, se
más mentira que verdad («más dese- garantiza mejor ese paradigma trans-
mejanza que semejanza»). Buena lla- personal: porque implica un elemento
mada de atención para preservar esa relacional, de confianza, que, a la vez
pequeña dosis de verdad sin por ello que constituye un riesgo, es la actitud
absolutizarla. El dicho clásico «Dime que mejor nos realiza como personas.
qué idea de Dios tienes y te diré qué No obstante, se nos dice que ese
imagen tienes del hombre» vale tam- paradigma «transpersonal» evita el in-
bién en dirección contraria: «Dime qué conveniente del «dualismo», típico del
imagen tienes del hombre y te diré qué paradigma moderno; y se propone la
idea te haces de Dios». Y Santo To- expresión advaita (no dualidad)*, to-
más, que no es moderno ni posmoder- mada del hinduismo, como la más apta
no, ya afirmaba que la última palabra para hablar de Dios. Dios viene a ser
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entonces como ese «Todo sin nombre» esa experiencia y la define como
en el que estamos inmersos y del que experiencia del Espíritu Santo. Una
no podemos salir. Solo la aparición de experiencia semejante se cuenta en
la mente y, con ella, de la idea de Dios, el famoso diario de Etty Hillesum,
hace brotar la concepción de un Dios que fue la que le hizo descubrir a
«separado». Dios.8
Ya en el siglo v, San Agustín dijo Añadamos además que, ya en el
algo de eso: Dios es «más íntimamen- hinduismo, hay varias escuelas in-
te yo que mi yo más íntimo» (intimior térpretes de esa no dualidad: unas
intimo meo). Pero sorprendentemente más panteístas y otras más dualis-
añade que Dios es también «más dis- tas. La no dualidad es aclarada tam-
tante de mí que lo más distante» (sum- bién como no unidad. Y eso obliga
mior summo meo). Así, San Agustín a recuperar un cierto dualismo.
habla, a la vez, de no dualidad y de c) Finalmente, la más profunda y
dualismo. verdadera realización de esa no
La mejor tradición teológica ha dualidad sería lo que llamamos
hablado también de un panenteísmo «unión hipostática»* en Cristo: la
(todo-en-Dios: «en Él vivimos, nos plena realización de la advaita.
movemos y existimos»), como opuesto En este sentido, decía Rahner que
al panteísmo (todo es Dios) y, en nues- «el hombre es una pretensión de
tra hora actual, distinto también de ese unión hipostática», parafraseable
panteísmo difuso que parece brotar de en una pretensión de no-dualidad.
la no dualidad, cuando se la afirma en Mirar esa pretensión como real y
exclusiva. accesible en todos parece una clara
Y es que la expresión no dualidad anticipación escatológica de lo que
puede tener, al menos, tres sentidos: el Nuevo Testamento llama «Dios
todo en todas las cosas» (1Cor 15).
a) Metafísicamente, ya la afirmaba la Por ello, si tomamos esa pretensión
escolástica más tradicional: Dios como ya realizada, la advaita po-
está en todas las cosas dando el dría convertirse, paradójicamente,
ser, etc. A eso apuntaba la doctrina en el mejor mito y la más tácita y
clásica del «concurso» o la oración oculta afirmación del ego.
aquella de Rerum Deus tenax vigor
(‘Dios fuerza perenne de las cosas’). Para evitar ese peligro, sería mejor
Pero una afirmación metafísica no proyectar la no-dualidad a la relación
puede convertirse en experiencia entre los otros y yo, pero como una
psicológica inmediata, como pare- tarea para realizar y no como riqueza
cen proponer algunas espiritualida- que ya se posee; esto es, la igualdad
des pretendidamente nuevas. entre todos. No existe por tanto –ni
b) En el sentido antes expuesto, el hin- debe existir–, alguien superior omni-
duismo llama no dualidad (advaita) potente, supuestamente divino como
a la experiencia de Dios presente en los antiguos emperadores en China,
lo más hondo de mí mismo (atman- Egipto o Roma…, ni como los moder-
Brahman). El cristianismo conoce nos dictadores (aunque eso se hiciera
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para salvaguardar la autoridad y para siguen otras consecuencias negativas u
que así la sociedad pudiera funcionar). olvidos importantes:
Somos solo una pretensión de advaita:
afirmar más es otra forma de afirmar • La comprensión de lo indecible de
nuestro ego. Dios lo convierte en crítico de la re-
ligión. De acuerdo, pero eso no es
nuevo: Jesús y Pablo fueron grandes
Para señalar a Dios, creemos críticos de la religión, mucho antes
que la palabra Misterio es que Nietzsche o Freud, porque la re-
ligión no es un elemento de nuestra
preferible a Silencio. relación con Dios (que acaba difu-
minando la auténtica fe), sino una
necesidad del carácter comunitario
Por eso, el error de este lenguaje es de nuestra fe en Dios. En este senti-
concebirlo como opuesto, y superador do, cabe una recuperación de la reli-
del dualismo: «El dualismo es un mito gión después de su negación.
y la no dualidad no lo es». Pues no. • Se afirma también que Dios como
Tan verdad (y tan mito) es uno como el enemigo del pecado humano pasa
otro. Solo son válidos ambos a la vez, a ser Dios como enemigo del hom-
por contradictorio que eso nos parezca. bre. También aquí hay mucha ver-
Pero ya en el siglo II, Ireneo de Lyon dad, aunque debamos añadir que
reivindicaba ese lenguaje bipolar sobre Dios, como amigo del hombre, es
Dios: lo que no cabe decir de Él por su enemigo radical del pecado que ha-
grandeza, podemos decirlo por su amor. bita en nosotros y destroza nuestra
Más tarde Nicolás de Cusa definió a humanidad, dividiéndola en verdu-
Dios como «la armonía de contrarios». gos y víctimas. Precisamente como
En este sentido, para señalar a Dios, enemigo de su pecado, es Dios el
creemos que la palabra Misterio es pre- mayor amigo del hombre.
ferible a Silencio porque resulta menos • La trascendencia de Dios (separa-
ambigua: el Misterio siempre incluye do «en el cielo») sugiere una rela-
plenitud; el silencio puede ser vacío y ción dialogal con Él (dualista, se
llevarnos a una espiritualidad vaga, que nos dice), desde nuestra debilidad.
sería una espiritualidad sin fe. Y lleva a leer nuestro contacto con
Él en clave relacional, de petición,
etc., e incluso a sentirnos «superio-
El Dios transpersonal y relacional res» cuando nos creemos en rela-
ción con Dios. Este peligro es real,
Las nuevas espiritualidades sacan pero solo será tal si esa relación con
consecuencias importantes que no po- Dios como «interlocutor» se afirma
demos negar, aunque pensamos que negando el otro tipo de relación que
muchas veces se trata de «verdades algunos llaman «oceánica» («en Él
olvidadas» más que de descubrimien- vivimos, nos movemos y somos»,
tos nuevos. Pero, también, a esa uni- Hch 17,28). En cambio, si solo se
lateralidad que hemos denunciado le afirma esto último y se niega el con-
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tacto relacional, desaparece toda sino como buena noticia a los oprimi-
posibilidad de auténtica «fe (es de- dos…, no pasará de ser una religiosi-
cir, confianza) en Dios». dad burguesa (y quizás farisea). Con
toda razón los conocidos versos de
Dicho en otras palabras, la insufi- Atahualpa Yupanki desenmascararon
ciencia del Dios «personal» no debe a ese dios: «Hay cosas en este mun-
llevar a la afirmación de un Dios «a- do, más importantes que Dios: que un
personal», sino más bien «transper- hombre no escupa sangre, pa’que otros
sonal». En este sentido, la doctrina vivan mejor».
de la Trinidad aporta algo decisivo
por cuanto diversifica y «complica»
nuestra relación con Dios: inaccesible Un lenguaje sobre Dios
como Padre, crucificado e irreconoci- en el que no aparezca ni
ble como Hijo, pero presente en noso-
tros como Espíritu que nos hace llamar una sola vez el sufrimiento
a Dios Padre y reconocer a Jesús como no pasará de ser una
Señor. religiosidad burguesa.
Creer es, entonces, algo más que
un «caer en la cuenta»; es una forma
de entrega confiada que acepta incluso
la posibilidad de que ese «Silencio» se Pero ¿y si resultara que precisa-
haya revelado de alguna manera y esa mente en una afirmación como la de
revelación permita reconocerle como esos versos es como se ha revelado
Dios de los desheredados de la historia. Dios en Jesucristo? Entonces, Dios
sería primariamente una interpelación,
un desafío, una voz que te llama («sal
Contra la religión burguesa de lo tuyo…», cfr. Gn 12,1). Paradó-
jicamente, cuando el hombre obedece
Por todo ello, un lenguaje sobre Dios a esa llamada difícil, es cuando Dios,
en el que no aparezca ni una sola vez «por añadidura», se va convirtiendo
el sufrimiento, ni la opresión del hom- en consuelo y en terapia: «Buscad pri-
bre por el hombre, ni la afirmación mero el Reino de Dios y la justicia de
cristiana de que Dios se ha revelado Dios, y lo demás se os dará por añadi-
no como respuesta a los intelectuales, dura» (Mt 6,33).
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3 LA SALVACIÓN CRISTIANA, ¿SALVARSE O SER
SALVADO?
23
4 LA ESPIRITUALIDAD QUE NOS HACE
«EXCÉNTRICOS», JUSTOS Y COMPASIVOS
28
APÉNDICE: IGLESIA DE JESÚS, IGLESIA DE LOS
POBRES
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NOTAS
1. «La verificación divina de que esa vida es la 12. «Un solo grito inmenso de fraternidad» canta
vida verdadera es la resurrección, pero la ve- intuitivamente la misa nicaragüense, especifi-
rificación histórica de que la vida de Jesús es cando que nada hay más bello que la experien-
liberadora y buena noticia es –paradójicamen- cia de percibir eso «en el canto de todos».
te– la cruz. Por eso, no solo a pesar de, sino 13. «Hablemos de la tarea de nuestra caducidad,
también a través de la cruz, la vida de Jesús que es hacer que el tiempo sea todo él eterni-
es hoy liberación y buena noticia» (Sobrino, dad», dice un conocido poema de Pedro Ca-
Jon (1993). Jesucristo liberador. Lectura his- saldáliga.
tórico-teológica de Jesús de Nazaret. Madrid: 14. Es llamativo que la serenidad y la agudeza
Trotta, pág. 343). de Aristóteles consideren la esclavitud como
2. Cristianisme i Justícia (1987). Manifiesto conforme a la naturaleza…
contra un cristianismo espiritualista. Barcelo- 15. De ahí las acusaciones de pelagianismo y
na: Cristianisme i Justícia. Cuadernos, n.º 21, gnosticismo sobre las que alerta el citado do-
págs. 6 y 16. cumento, Placuit Deo (marzo, 2018).
3. Para ejemplos de esa misma experiencia y de 16. Sobrino, Jon, «Espiritualidad y seguimiento
otros modos creyentes de expresarla, véase de Jesús», en Ellacuría, Ignacio y Sobrino,
González Faus, José I. (20003), Proyecto de Jon (1994). Mysterium Liberationis. Concep-
hermano: visión creyente del hombre, Bilbao: tos fundamentales de la Teología de la Libera-
Sal Terrae, págs. 299-380. ción. Madrid: Trotta, págs. 452-453.
4. Kaivalya Upanishad, 11. 17. Placuit Deo, n.º 3.
5. La Biblia describe esa contradicción distin- 18. Cfr. Hans Küng (2002). Reivindicación de
guiendo la creación del hombre de la del resto una ética mundial, Madrid: Trotta.
de la naturaleza: «el ser humano no es solo 19. Las cruces de todas las víctimas de la historia
creatura, ni una creatura más, sino “más que que Jesús «carga» en su cruz personal.
creatura” (imagen de Dios)». Véase de nuevo 20. [6]. «El que da los exercicios, quando siente
González Faus, op. cit., capítulos 2 y 3. que al que se exercita no le vienen algunas
6. Formulado desde Oriente: «la mente puede ser mociones spirituales en su ánima, así como
pura e impura. La impura viene determinada consolaciones o dessolaciones, ni es agitado
por los deseos; la pura carece de ellos» (Amri- de varios spíritus, mucho le debe interrogar
ta bindu Upanishad, 1). cerca de los exercicios, si los hace, a sus tiem-
7. G. Thibon, el hombre que mejor conoció a la pos destinados […]», en Obras completas de
gran Simone Weil, escribía sobre ella que, de Ignacio de Loyola, Madrid: BAC, 1963.
tanto despreciarse a sí misma, olvidaba olvidarse 21. Sobrino, Jon (2000). Jesucristo Liberador:
de sí misma: «esculpe su yo en hueco como los lectura histórico teológica de Jesús de Na-
orgullosos lo esculpen en relieve». Thibon, Pe- zaret. San Salvador: UCA editores, pág. 218:
rrin (1967): Simone Weil telle que nous l’avons «La llegada del reino está en relación duélica
connue, París: La Colombe, pág. 160. con el antirreino. Ambos no son solo exclu-
8. Cf. Hillesum, Etty (2007). Una vida conmocio- yentes, sino que uno hace contra el otro».
nada: diario, 1941-1943, Barcelona: Anthro- 22. Cfr. González Faus, José I. (2000). Migajas
pos, pág. 41. cristianas. Madrid: PPC Editorial, pág. 33.
9. Ratzinger, J. (1977). Foi chrétienne hier et Todo el capítulo titulado «¿Dios a la vista o
aujourd`hui, París: Le Cerf, pág. 197. religión a la carta?» puede servir como resu-
10. Congregación para la Doctrina de la Fe, Pla- men de este Cuaderno.
cuit Deo, n.º 3. 23. Sobre la eminente dignidad de los pobres en
11. Schillebeeckx, Edward (1981). Jesús. Historia la Iglesia. Sermón predicado el domingo de
de un Viviente. Madrid: Cristiandad, pág. 547. septuagésima de 1659.
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CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN
3. ¿Qué tipo de Dios y qué tipo salvación buscan los hombres y mujeres
espirituales de nuestro siglo xxi? ¿Qué valores positivos tienen?, ¿qué res-
puestas se están ofreciendo desde ámbitos religiosos y seculares?, ¿ todas
las ofertas son compatibles con la construcción de un mundo más fraterno,
justo e igualitario?
¿Has experimentado la presencia del Otro en tantos otros y otras a los que te
has acercado?
Es la Iglesia que Bossuet calificaba como “mundo al revés”, pues en ella los
pobres tienen una “eminente dignidad”, los excluidos de la sociedad son seño-
res y, aunque los ricos y poderosos también están llamados a ella, solo pue-
den entrar en ella por la puerta de los pobres. ¿Has experimentado o conocido
alguna vez esta Iglesia que es “mundo al revés”?
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Cristianisme i Justícia (Fundació Lluís Espinal) es un centro de estu-
www.cristianismeijusticia.net
dios creado en Barcelona el año 1981. Agrupa un equipo de voluntariado
intelectual que tiene por objetivo promover la reflexión social y teológica
para contribuir a la transformación de las estructuras sociales y eclesia-
les. Forma parte de la red de centros Fe-Cultura-Justicia de España y de
los Centros Sociales Europeos de la Compañía de Jesús.