Conflictos Sociales y Estancamiento Economico en La España Medieval - Reyna Pastor

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Conflictos sociales y estancamiento económico en la España medieval

Reyna Pastor

Todas las corrientes historiográficas ubican un periodo de desarrollo a fines del siglo X o principios
del XI, intensificándose durante los siglos XII y XIII. Hacia finales de este siglo se produce la
inversión de la tendencia, la crisis del siglo XIV.
Características de la expansión:
 Crecimiento de la población.
 Aumento de la producción agraria (sobre todo el cerealero por extensión de cultivos,
incorporación de tierras). Los progresos técnicos fueron mínimos. La producción quedó a
merced de la peor y mejor calidad de los suelos
 Aumento de las manufacturas y el comercio
 Aumento de la masa metálica y de la velocidad de circulación
 Florecimiento urbano y cultural
 Expansión económica hacia el exterior (colonizaciones)
 Cruzadas
 Establecimiento de mercados

Durante los siglos XI-XIII tuvieron lugar dentro del marco de producción feudal que se caracteriza
por: 1) apropiación privada del excedente económico por la clase feudal; 2) el excedente
económico producido por mano de obra que obligaba al trabajo mediante coacciones
extraeconómicas en el modo de renta feudal; 3) la posesión de los medios de producción en
manos del productor directo.
La renta feudal pasó por distintas fases:
 Siglo XI: renta-trabajo, luego renta-producto
 Siglo XII: renta-moneda
Ninguna de las tres se dieron de manera directa, generalmente fueron mixtas: producto-moneda,
trabajo-producto, posibilitando el aumento de la renta feudal.
El aumento de la demanda del mercado agrario generó formas más acentuadas de explotación del
campesinado hacia fines del siglo XIII de la renta-trabajo, sobre todo en los dominios de los
grandes señores. No cambió ni la forma de apropiación del excedente, ni las formas coactivas del
trabajo, aunque hubo un cierto trabajo asalariado, siempre estuvo enmarcado como trabajo
corporativo en lo que respecta a la ciudad o fue un elemento adyacente del trabajo agrario.
Las relaciones entre el productor directo y el rentista llevaron a conflictos permanentes, generando
conflictos armados.
Por el contrario las ocasionales luchas de la burguesía medieval contra los señores feudales fueron
conflictos secundarios, por conseguir autonomía política de las ciudades o para obtener el control
del mercado urbano. Porque los burgueses y los mercaderes, durante toda la Edad Media, fueron
considerados parásitos del feudalismo.
La crisis del siglo XIV y la primera mitad del siglo XV, significó la quiebra de la agricultura feudal, del
comercio y de las artesanías, acompañada de una tentativa de revolución social, ruptura de las
relaciones de producción, acompañada de crisis ideológica y demográfica.
En la mayor parte de las ciudades textiles flamencas y en las del nordeste francés la crisis fue
definitiva, temporalmente en algunas ciudades italianas. Pero en Inglaterra, Holanda, sur de
Alemania e Italia surgieron nuevos centros de producción textil, produciendo nuevos tipos de
tejidos. La declinación o disolución parcial de la explotación agraria, surge un grupo importante de
pequeños o medianos productores libres.
Como consecuencia de la crisis demográfica y de las revueltas sociales del siglo XIV y del
debilitamiento de la clase feudal por la guerra permanente, buena parte del campesinado inglés
logró la abolición de las más importantes cargas y limitaciones feudales.
Estos pequeños productores libres, pudieron conservar para ellos la mayor parte de su excedente
económico, constituyendo a los nuevos campesinos ricos, los yeomen.
Para estos ricos campesinos la única forma posible de retener la escasa mano de obra feudal,
resultó ser la oferta de un salario más o menos elevado. El monto del salario fue una lucha entre
señores y ricos granjeros a favor de la clase servil en vías de liberación. Reivindicando a los
campesinos más pobres y al artesanado textil.
Esta situación abrió el camino a la producción realizada por medio del trabajo asalariado y a las
relaciones propias de la producción burguesa.
La crisis del siglo XIV-XV tuvo lugar en Inglaterra, un comienzo de disolución del modo de
producción feudal que posibilitó hacia una lenta formación del mercado libre de trabajo asalariado
y abrió el paso hacia una de las formas de acumulación originaria de capitales por parte de los
yeomen. Esta clase productora, enriquecida en el siglo XVI, se convirtió en mercader y capitalista.
La zona del reino de Castilla parecen alejarse de las formas de disolución del modo de producción
feudal del resto de Europa Occidental bajomedieval y también de Inglaterra.
La clave de la historia peninsular está dada por el proceso de reconquista, muchas veces fue una
guerra defensiva de lo ya obtenido. La figura del rey como conductor de ejércitos y organizador de
las defensas. La clase feudal quedó ligada y dependiente del poder real, quedando establecido
vínculos de tipo vasallático-beneficiario, que más tarde se tradujeron en vínculos feudales.
Las necesidades de batallar impidieron la división de entre defensores y labradores abriendo
posibilidades de liberad a los campesinos que acudían a la guerra de frontera.
La inseguridad permanente del territorio y la ocupación en la guerra impidió la formación de una
burguesía y de un desarrollo urbano.
Durante los siglos XI-XII-XIII hubo un crecimiento demográfico pero se vio neutralizado por las
migraciones hacia nuevas zonas de poblamiento.
Hubo durante el siglo XII un crecimiento urbano a lo largo del camino de peregrinación, cuyos
centros más importantes fueron Burgos, Santiago y León. Estos centros urbanos fueron habitados
por burgueses extranjeros y locales.
El compás de la reconquista y la repoblación va señalando para la España cristiana los alcances y
los límites de la expansión agraria: aumento de la producción por extensión de cultivos,
dependencia de las variaciones climáticas, etc.
Cuando se avanzó sobre tierras anteriormente colonizadas por los musulmanes, muchas veces se
perdieron por escasez de brazos o ineptitud; otro es que las necesidades de la guerra, la defensa
de fronteras llevó a poblar zonas estratégicas pero poco productivas.
Los historiadores españoles afirman que en Castilla no hubo feudalismo pero sí un tipo de
economía señorial, que implicaba explotación del trabajo servil o semiservil por parte de los
señores terratenientes, trabajo obtenido por coacción fundada en razones extraeconómicas, y
situaciones que van desde la servidumbre hasta la encomienda o benefactoría a cambio de
protección militar de los señores laicos o de protección espiritual por parte de los eclesiásticos.
Esas posibilidades de movilidad de la población campesina generaron por parte de los señores
feudales la conmutación de cargas feudales y posibilidades de arriendo de las tierras de reserva.
A partir del siglo XIII la sociedad concejil sufrió estratificación señalando los progresos de una
división social del trabajo en el área rural concejil.
Los caballeros villanos se diferenciaron del resto por el hecho de poseer caballo apto para la
guerra. A veces estos caballos y armas eran proporcionados por los reyes o los señores a los
campesinos apto para la guerra. Otras veces los que iban de a pie conseguían apoderarse de un
caballo o apoderarse de un botín para comprarlo, también reyes o señores imponían a los
campesinos poseedores de bienes comprar armas y caballos, en este caso el ingreso al estamento
de caballeros no nobles debía estar precedido por un enriquecimiento previo realizado en la
actividad rural, recibiendo privilegios (mantenimiento del caballo, eximición de impuestos).
Durante el siglo XIII el grupo aumentó sus privilegios, transformándose en una verdadera
oligarquía. Para ingresar en el grupo hacía falta poseer cada vez un monto mayor de bienes, el
grupo se fue cerrando al mismo que tiempo que iba logrando una especificidad como productor
económico. Sobre la base de privilegios obtenidos se convirtieron en ganaderos. A estos se le
sumaron los grandes señores eclesiásticos, órdenes militares y la nobleza laica. La producción
ganadera pasó a ocupar el primer lugar en detrimento de la agrícola.
En el seno del campesinado señorial y concejil, cuyas capas más bajas se empobrecieron, debido a
una agricultura más desprotegida y dependiente, y por el auge de la explotación lanera, en la que
no podrían participar.
El resultado fue una especie de equilibrio permanente que dificultó la competencia por la mano de
obra entre grandes y pequeños productores ganaderos y obstaculizó la formación del mercado de
mano de obra asalariado. A partir de 1273 quedó organizada la mesta, institución que ejercía el
monopolio de la trashumancia (pastoreo en continuo movimiento). El control fue ejercido por
grupos señoriales.
La lana comenzó a exportarse a escala considerable. Este mercado se amplió a fines del XIV, Castilla
pasó a ser la principal proveedora de lana de tejedurías flamencas al ocupar el vacío que dejó
Inglaterra.
Mientras en Inglaterra hubo una crisis nobiliaria en Castilla se fortalecía la nobleza.
Como consecuencia de esta situación, la burguesía castellana, de mercaderes exportadores,
tratantes, recaudadores y usureros, actuó siempre como parasitaria de la clase señorial. Los
agricultores, pequeños productores rurales, artesanos urbanos, vieron cortadas sus posibilidades
de desarrollo. La disconformidad de estos grupos ante las cargas fiscales y señoriales, estallan en la
revolución de los comuneros, la superior población residual desde mediados del siglo XV, etc.
Todos estos han sido los factores más importantes del desarrollo desigual de Castilla durante los
siglos bajomedievales y las razones por la que duró el modo de producción feudal.

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