Ensayo
Ensayo
En el primer día del año, dos mujeres fueron asesinadas por sus parejas.
Posteriormente, la cifra subió a 15 en enero, 15 en febrero, en marzo se registraron 13, en
abril 12, 11 en mayo, 19 en junio, 15 en julio, 14 en agosto, sumando 118 víctimas entre
enero y septiembre.
Todos los días, los medios de comunicación: radios, televisión, diarios emiten titulares
como; ¨mujer fue maltratada¨, ¨ mujer fue víctima de agresión, y lamentablemente
¨Nueva víctima de feminicidio, los cuales reflejan un alto índice de violencia a mujeres.
Escuchar acerca de datos similares se nos hace constante, notándose una sensación de
impotencia al no poder actuar contra estos casos.
La violencia contra las mujeres es definida por las Naciones Unidas como “todo acto de
violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como
resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida privada” (ONU, 1993: p. 3).
La violencia a la mujer no es solo un tema que influye a realizar debates, sino más
bien es una realidad que día a día muchas mujeres tienen que enfrentar; en sus hogares,
trabajos , calles, en diferentes espacios.
Afirmo que la violencia existe en calles, por el motivo que una mujer no se siente
segura en ellas, describamos el hecho que realiza una mujer para llegar a su trabajo: se
dirige a tomar un bus, en su paradero hay hombres observándola de pies a cabeza por su
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En el reporte emitido por el Centro de Emergencia Mujer, se logra notar claramente como
las cifras de feminicidio y tentativa de homicidio van en aumento, en lo que va del año
tenemos más de un cincuenta por ciento en comparación de años anteriores Esto refleja
claramente que sigue existiendo agresión hacia mujeres, y lo más indignante es que las
estadísticas van en aumento existiendo así una mayor porcentaje de mujeres vulnerables
que son expuestas a riesgos constantes.
Al realizar un análisis de los datos emitidos en el reporte, puedo afirmar con mucha
tristeza que la mayoría de agresores en casos de violencia hacia mujeres es por parte de
sus convivientes y ocurren en sus hogares, así mismo que no existe edad para la violencia
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habiendo casos de niñas maltratadas ,lo cual indicaría que la agresión a mujeres esta
presente en sus hogares de manera continua, no existiendo un límite de edad.
También se podría afirmar que la violencia es una consecuencia que se origina por un
complejo de superioridad de los hombres, es decir, el machismo.
Varios de las agresiones a mujeres arraigan en problemas de machismo, porque una parte
de la población esta ligada a un patriarcado, que se origina dentro de las familias.
Me pregunto: ¿Qué pasa con nuestra sociedad?, ¿cómo es posible que siga existiendo
violencia?, ¿que una mujer no pueda estar tranquila?: porque en casa encuentra un esposo
violento, en su trabajo no recibe un buen trato por parte de sus jefes, compañeros de
trabajo, y en las calles la consideran como un objeto al cual pueden colocar adjetivos sin
importar sus sentimientos...porque no hay espacio tranquilo y seguro...
con la realidad objetiva e incapacitándola para poder encontrar, por sí sola, la salida al
maltrato que padece.
Por tales razones, la mujer, cuando está inmersa en una situación de violencia sostenida,
no puede por ella misma romper este ciclo, afectándola de manera directa en su
desempeño laboral, o en caso de que la violencia este presente en su hogar no se siente
segura, generando un clima desfavorable en toda la familia . Necesita ayuda, apoyo
exterior (familiar, profesional, etc.), para aprender a autocuidarse, a recuperar su
autoestima, para comprender que ella sí es capaz de enfrentar el maltrato de que es objeto
y que ella sí puede ponerle fin.
Pienso y afirmo que si cada persona actúa contra la violencia pues tendremos lugares
tranquilos, es ahora el momento de tomar un compromiso por cada persona, cada mujer,
cada familia, por la seguridad.
Basta de violencia