Marco Referencial

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Marco referencial

Antecedentes de la investigación

Según Romero Albán (2013), en su trabajo de investigación titulado “Diagnóstico de normas de


seguridad y salud en el trabajo e implementación del reglamento de seguridad y salud en el
trabajo en la empresa Mirrorteck Industries s.a., llegó a la conclusión de que el beneficio de la
implementación de las medidas de seguridad y salud ocupacional, es mayor al costo que
representan los riesgos laborales.

Según Acosta García (2013), en su trabajo de investigación titulado “elaboración de un manual


de gestión de seguridad y salud ocupacional conforme a normativas nte inen18001- 2010 y
18002- 2010 en la empresa Mirrorteck Industries S.A., planteo como objetivo general
elaboración de un manual de gestión de seguridad y salud ocupacional conforme a normativas
Nte Inen 18001-2010 y 18002-2010 en la empresa Mirrorteck Industries S.A, llegando a la
conclusión de que la constitución reconoce los derechos de los trabajadores son irrenunciables
y velará especialmente por el respeto a los derechos laborales y reproductivos para el
mejoramiento de sus condiciones de trabajo y el acceso a los sistemas de seguridad social.

En el Ecuador la seguridad y salud ocupacional está dando pasos agigantados dándole el valor
que se merece el talento humano para evitar y minorar el nivel de los riesgos de trabajo en
este país, imponiéndose mejores condiciones en el ambiente laboral debido al elevado índice
de enfermedades y accidentes, para lo cual se establecen leyes obligatorias tanto para
empleadores como trabajadores que contribuyan a fortalecer y garantizar la prevención, y a su
vez la protección de todo el personal de cada una de las empresas.

Las afectaciones laborales son causadas ya sea por el uso de herramientas durante su actividad
profesional como por acciones repetitivas, actualmente a nivel mundial existe gran
preocupación ya que se está jugando con la vida de las personas por solventar una ganancia
material, de tal manera se ha buscado la implantación de políticas de seguridad social que
compensen de alguna manera cualquier lesión física o mental que se produzca.

Desde el año de 1938 en el código de trabajo del Ecuador ya aparecían figuras como
probabilidad de accidentes y de enfermedades, indemnizaciones; figurando en la actualidad el
Ministerio del Trabajo como máxima autoridad, la encargada de garantizar que cada
empleador brinde a sus trabajadores un trabajo seguro y en los casos que se amerite las
compensaciones necesarias.

En el año de 1965 un 17 de febrero se expide el primer Reglamento de riesgos del Trabajo,


pero el avance de la industria y de la tecnología dentro del campo laboral no han crecido al
mismo nivel que las leyes para la protección de los trabajadores aún existe muchas deficiencias
y vacíos en la ley que son aprovechados por las empresas para sacar su máximo provecho que
en esencia destacaba el objetivo y la importancia de la prevención en los riesgos de la jornada
laboral.

El Instituto de Seguridad Social Ecuatoriano (IESS) a través del Seguro de Riesgo de Trabajo
recepta las denuncias de los accidentes de trabajo; en su página web informa que en el
período de 1990 al 2010 se produjeron un total de 87.487 registros; y para el ciclo 2011 al
2013, alcanzó los 25.562 casos de siniestros laborales, durante el período 2014, la Dirección
General del Seguro de Riesgos del trabajo, registró a nivel nacional 22.861 siniestros laborales,
de los cuales 22.179 (97,01%) corresponden a avisos de accidentes de trabajo y 682 (2,99%)
corresponden a avisos de enfermedades profesionales.

Siniestralidad reportada

3% Enfermedad profesional

97% Accidente de trabajo

Existe un gran nivel de informalidad con la que se tratan los temas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, por parte de empleadores y trabajadores, constituyéndose un
perjuicio para los trabajadores, ya que realizan “acuerdos” directos, sin la participación de
vigilancia institucional, con evidentes daños para las personas afectadas por estos siniestros
laborales, y con falta de registros que distorsionan más aún los frágiles datos estadísticos en
materia de siniestralidad laboral se realizó un control permanente con el proceso de auditorías
en las cuales participaron más de 15.500 empresas y posterior a esto, se desarrolló el proceso
de auditorías presenciales con 122 empresas. En cuanto a atención médica, existen 3.496
casos en enfermedades profesionales y 37.183 en accidentes de trabajo, con el 75% de
atenciones en Guayas y Pichincha. La siniestralidad reportada corresponde el 97% a accidentes
de trabajo y el 3% a enfermedades profesionales.

Según la “Organización internacional de trabajo” (OIT) nos informa que cada 15segundos un
trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades laborales. El primer periodo
mencionado fue elaborado y publicado por el IESS después de mucho tiempo transcurrido a lo
acontecido, así que es muy probable que las cifras puedan no ser exactamente a lo que
demuestre la realidad. El Director Nacional de Riesgos de Trabajo del IESS Lcdo.

Fausto Rovalino, sostiene que las enfermedades ocupacionales se registran tan solo el 1.8% y
los accidentes de trabajo el 16%. Según la Organización Internacional de Trabajo, una de las
circunstancias que lograría disminuir esta anormalidad económica y social, es “efectuar la
tarea laboral en condiciones seguras, con personal debidamente capacitado, y una
infraestructura adecuada con normas y políticas que adviertan los posibles riesgos de trabajo y
cómo solucionarlos o minimizarlos”. A la conclusión anterior se arriba, luego de los éxitos
conseguidos en el mundo industrializado en el siglo pasado, y por tanto según la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), lo que cabe es extenderlo hacia el resto del mundo; sin
considerar que la actividad productiva se cumple de manera diferente entre un país y otro, el
tamaño de las empresas y los recursos económicos que tienen para implementar todas las
garantías de Seguridad y Salud en el Trabajo.

En el año 2014 el presidente del directorio del Instituto Ecuatoriano Seguridad Social, Hugo
Villacrés, manifestó las referencias de la Organización Internacional de Trabajo, en
declaraciones al Diario “El Telégrafo” publicadas el 19 de mayo de 2014, concretó que “los
países en vías de desarrollo gastan hasta el 10% de su PIB en cubrir los siniestros relacionados
con el trabajo”. Para el director de Riesgos del Trabajo del IESS, Juan Valdez Andrade señala
que “la pérdida o disminución de la productividad, son los factores que conforman este
porcentaje” los costos de atención médica, la indemnización del daño causado al trabajador y
la retribución económica a las víctimas. La Organización Internacional de Trabajo asevera que
“el Ecuador cumple apenas con el 2% de lo que debería en materia de seguridad y salud”; el
director de Riesgos de Trabajo del IESS ( Diario El Telegrafo, 2014).
El Producto Interno Bruto en 2013 sumó 90 mil millones de dólares, lo que significaría que
cerca de 9 mil millones se destinan para atender las lesiones y enfermedades profesionales
relacionadas con el trabajo, actualmente la cifra se ha incrementado a 10 mil millones de
dólares. El Ministerio del Trabajo y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, entraron en un
proceso de auditoría a parir del 6 de junio del 2014, para reducir la siniestralidad laboral, así
como que la empresa conozca qué es lo que le falta por cumplir. El Ministro del Trabajo, Carlos
Marx Carrasco, manifiesto que es una obligación del Estado velar por la seguridad y salud de
los trabajadores, por lo cual es necesario que las compañías cumplan con lo que determinan
las normas de seguridad para evitar accidentes.

“El Ministerio del Trabajo del Ecuador (MRL) ha trabajado conjuntamente con el IESS, en una
materia que ha estado postergada y no se la ha tomado en cuenta para la importancia que le
corresponde. Hay estudios internacionales que demuestran que es mejor prevenir que
lamentar”, sentenció. A pesar de esto, aún hay críticas de parte de los trabajadores que
consideran que las autoridades se enfocan en las empresas, pero se han olvidado de talleres
en donde ocurren accidentes a diario. Aunque, los costos económicos son muy altos el
problema mayor son las pérdidas de vidas o las incapacidades parciales o totales que pueden
sufrir los trabajadores en un siniestro; como ocurrió recientemente según: el diario

El universo menciona en su publicación del 17 de julio de los 2015; dos accidentes laborales.
“El primero un joven murió degollado en su primer día de trabajo cuando el disco de metal de
la pulidora que utilizaba se desprendió y le cortó el cuello y parte del rostro, el joven pulía un
contenedor en una empresa del kilómetro 14,5 de la vía a Daule, en el norte de Guayaquil”.

El segundo accidente menciona un trabajador electrocutado, de una empresa de


telecomunicaciones, quien sufrió quemaduras en el rostro, brazos y tórax luego de tocar,
accidentalmente, un cable de alta tensión mientras instalaba una antena en la terraza de un
edificio, ubicado en las calles José Mascota y Clemente Ballén, centro de Guayaquil (Diario El
Universo, 2015).

El gobierno Nacional consiente de la problemática ha realizados cambios en la política pública,


estableció una nueva Ley que se somete a la aplicación del principio del Buen vivir
contemplado en la constitución vigente, la misma que está dirigida a disminuir el número de
accidentes, imponiendo sanciones económicas enérgicas para los causantes de los específicos
siniestros.

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