Principios Quimicos
Principios Quimicos
Principios Quimicos
INGENIERÍA CIVIL
Química
Tema:
Principios químicos fundamentales que destacan en la
ciencia de los materiales
Integrantes:
Mayorga Ayala David Alejandro
Morales Medina Sofía Daniela
Pachar Martínez Fausto Leonardo
Pérez Crespata Ginna Maribel
Semestre: Primero
Paralelo: “B”
Objetivos ............................................................................................................................. 4
Antecedentes ....................................................................................................................... 5
V. ANEXOS ....................................................................................................................... 18
ÍNDICE DE FIGURAS
Objetivos
Objetivo general
Explicar sobre los principios químicos fundamentales que se destacan en la ciencia de los
materiales para el aprendizaje, conocimiento y aplicación en la carrera de Ingeniería
Civil.
Objetivos Específicos
Conocer la importancia de la ciencia de los materiales.
Determinar la preponderancia de la obtención de un alto entendimiento de la ciencia de
los materiales para que vayan de la mano con los cambios y las demandas crecientes de
propiedades mejoradas.
Describir los diagramas de Ashby en la selección de materiales.
Detallar cómo las necesidades de aplicación pretendida regulan la selección de
materiales.
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Antecedentes
La Química ha estado íntimamente relacionada a la Ciencia e Ingeniería de los Materiales.
Ambas se originan cuando el hombre adquirió la conciencia de que podía fabricar nuevos
materiales, al utilizar y m o d i f i c a r l o s n a t u r a l e s , a t r a v é s d e p r o c e s o s que
necesitaban del fuego; con ellos, el hombre se transformó, subconscientemente, en el primer
químico de materiales. No era un hombre como el actual, su mentalidad, cosmovisión y valores
se regían por aspectos religiosos; además, estaba completamente integrado al mundo natural, con
lo que su capacidad para observarlo y aprender de él le permitía sobrevivir, su incapacidad,
morir. Intuía la química oculta tras su trabajo y es notorio su empeñó en encontrarla, lo cual
logró de manera superficial pero clara.
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II. DESARROLLO
• Comprender las propiedades asociadas con las diversas clases de mate- riales.
• Saber por qué existen tales propiedades y cómo se pueden alterar para que un
material sea más adecuado para una aplicación determinada.
• Ser capaz de medir las propiedades importantes de los materiales y cómo
impactarán el desempeño.
• Evaluar las consideraciones económicas que finalmente regulan la mayoría de los
asuntos de los materiales.
• Considerar los efectos a largo plazo que producen en el ambiente el uso de un
material.
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Las respuestas ideales a preguntas sobre el tipo de material, el tamaño o la calidad al momento
de seleccionar elementos de construcción dependen de una mezcla de propiedades físicas y
químicas inherentes del material. Finalmente, las decisiones estarán reguladas por los
conocimientos de la persona responsable que toma las decisiones con respecto a esas
propiedades y a los factores económicos.
Ya sea que se trate de algo tan común como los parabrisas o tan avanzado como un
transbordador espacial, el rol de los científicos e ingenieros de materiales es fundamentalmente
el mismo: examinar las propiedades deseadas para una aplicación, elegir el mejor material
disponible y aplicar su conocimiento de la estructura y procesamiento de los materiales para
hacerle las mejoras necesarias. Los retos específicos varían con cada aplicación. El peso es el
factor más importante que el costo en lo que respecta a un transbordador espacial ya que debe
escapar de la fuerza gravitacional de la Tierra, pero mucho menos en lo que se refiere a un
automóvil, el cual debe permanecer suficientemente accesible para que la gente pueda adquirirlo.
El desecho y/o el reciclaje son asuntos menos importantes para el transbordador espacial ya que
sólo hay unas cuantas; estos factores se vuelven importantes cuando se consideran millones de
autos que actualmente circulan.
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Diagramas de Ashby
Los ingenieros y científicos aplican sus conocimientos de las clases de materiales junto con
sencillos lincamientos, o heurísticas, para ayudar a reducir la búsqueda de mejores materiales
para aplicaciones específicas. Los diagramas de Ashby proporcionan un medio sencillo y rápido
de ver qué tan diferentes son las clases de materiales y cómo desempeñan en términos de
propiedades específicas. Como una heurística rápida para obtener una búsqueda del material
adecuado, estos diagramas pueden ser invaluables, pero tienen sus limitaciones. Los diagramas
de Ashby no proporcionan el dato específico de porqué una clase determinada de material supera
a otra en un área específica, ni proporcionan una guía para saber cómo seleccionar entre el
amplio rango de materiales dentro de una categoría determinada o brindar sugerencias respecto a
cómo optimizar el desempeño de un material específico. Estos diagramas son herramientas útiles
para obtener una búsqueda, pero no reemplazan el juicio de un ingeniero o un científico
capacitado en ciencia de los materiales.
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Propiedades de enlace y su impacto en los materiales
Las propiedades de los materiales están determinadas por los tipos de átomos presentes, su
orientación relativa y la naturaleza del enlace entre éstos. Es necesario revisar los principios
básicos de química para comentar el rol del enlace. El modelo de Bohr, muestra un átomo con un
núcleo positivamente cargado en el centro y los electrones orbitando en diferentes niveles de
energía. Aunque es conveniente dibujar los electrones como partículas, éstos poseen propiedades
de partículas y de ondas. De esta manera, es más conveniente pensar en los electrones como una
“nube de electrones” en la cual el electrón estará presente en diferentes partes de la nube en
diferentes momentos.
El paquete de estos niveles de energía, u orbitales, con electrones sigue reglas muy específicas
reguladas por una ciencia llamada mecánica cuántica. Estas reglas, presentadas por primera vez
por Erwin Schroedinger en los años veinte, permiten que la energía de un electrón determinado,
la forma de la nube del electrón, la orientación de la nube en el espacio y el spin del electrón se
caractericen por cuatro números denominados números cuánticos.
El número cuántico principal (n) determina la energía del electrón. La órbita más recóndita tiene
un número cuántico primario de 1, el siguiente 2 y así sucesivamente. Más comúnmente, se
asignan letras para representar los orbitales individuales.
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En tales casos, K corresponde a n = 1, L a n = 2 y así sucesivamente.
El segundo número cuántico (ℓ) determina la forma general de la nube de electrones. Algunos de
los niveles de energía en el modelo de Bohr se dividen en subniveles con energías ligeramente
diferentes y formas bastante diferentes. En el nivel n-ésimo hay subniveles n posibles. El primer
subnivel (£ = 0) se llama subnivel s; el segundo (ℓ = 1) se llama subnivel p.
El tercer número cuántico (𝑚𝐴 ) indica cómo la nube de electrones se origina en el espacio, 𝑚𝐴
puede tener un valor íntegro (incluyendo 0) desde — ℓ a + ℓ.
Como tal, un subnivel s puede tener solamente 𝑚𝐴 = 0, mientras un subnivel p podría tener
valores 𝑚𝐴 de —1, 0 o +1. Las formas de las nubes de electrones varían con el subnivel en el
que se encuentran localizadas. Las nubes de los subniveles s son esféricas, mientras que las de
los subniveles p forman figuras de ochos alargados.
El cuarto número cuántico ( 𝑀𝑠 ) representa el spin del electrón. El spin es un concepto teórico
que se deriva de los mecanismos cuánticos complejos y permite que los electrones individuales
se distingan uno del otro dentro de los niveles. El cuarto número cuántico no tiene relación con
los otros números cuánticos y puede tener solamente dos posibles valores: ½ o -1/2.
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Los electrones con el mismo valor de M s tienen spines paralelos mientras que los que tienen
valores opuestos tienen spines opuestos.
Los cuartos números cuánticos permiten que cada electrón en un átomo sea caracterizado
particularmente. En 1925, Wolfgang Pauli demostró que no hay dos electrones en un átomo que
puedan tener el mismo juego exacto de cuatro números cuánticos. Esta observación se conoce
como el principio de exclusión de Pauli, y su efecto principal es que no más de dos electrones
pueden caber en ningún orbital y que los dos electrones en un suborbital deben tener spines
opuestos.
En general, los electrones llenan los estados de energía más bajos disponibles con dos electrones
por suborbital con spines opuestos, hasta que el átomo se haya quedado sin electrones. Un átomo
con todos sus electrones en los niveles de energía más bajos posibles que no violan el principio
de exclusión de Pauli está en su estado fundamental. Cuando el átomo se altera por campos de
energía o magnéticos, algunos electrones se pueden mover temporalmente a niveles de energía
mayores.
Cuando los átomos interactúan entre sí, los electrones en los niveles de energía periféricos (los
electrones de valencia) interactúan primero y son los más importantes para determinar el enlace
entre los átomos. Cuando el nivel de energía periférica está totalmente lleno (por ejemplo, los
ocho electrones p encontrados en los gases nobles), no hay razón termodinámica para que el
átomo se enlace con un vecino. Cuando las capas no se han llenado, generalmente los átomos
ganan, pierden o comparten electrones con otros átomos, proceso que sirve como la base para el
enlace químico.
La interacción entre átomos es una mezcla de fuerzas de atracción y de repulsión. Los átomos
que están separados casi no tienen interacción, pero mientras más se acercan, una mezcla de
fuerzas de atracción y de repulsión comienza. Los electrones de valencia son repelidos por la
nube de electrones con carga negativa del átomo adyacente pero son atraídos por el núcleo
positivo. La naturaleza específica de la interacción entre los átomos depende del estado de los
electrones de valencia y la clase de enlace que formen.
El enlace iónico es conceptualmente la clase más simple de enlace entre átomos. Un material
electropositivo, que tiene uno o más electrones extra más allá de su último subnivel completado,
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se acerca a un material electronegativo al que le hace falta uno o más electrones que no lograron
el relleno de su subnivel periférico. Las fuerzas electroestáticas favorecen energéticamente al
material electropositivo para donar su electrón de valencia (o electrones) al material
electronegativo. Los metales de los Grupos I y II de la tabla periódica frecuentemente forman
enlaces iónicos con los halógenos del Grupo VII. Los halógenos son todos un electrón corto que
no llegan a tener ocho electrones de valencia, así que fácilmente adoptan al electrón extra del
metal. Los compuestos como el NaCl y el CaF 2 son materiales clásicos de enlace iónico.
A diferencia de los electrones donados en enlaces iónicos, los electrones en enlaces covalentes
pueden estar ubicados en cualquier punto alrededor de los dos núcleos, pero es más común
encontrarlos entre ellos. La existencia de energía mínima proporciona la base para el enlace
covalente, en la que los electrones se comparten.
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alguna clase de afinidad mayor para los electrones que la otra. Como resultado, la densidad del
electrón alrededor de los átomos será asimétrica, y el enlace se conoce como polar.
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Los enlaces iónicos y covalentes manejan la interacción entre átomos, pero las moléculas
formadas por átomos enlazados también interactúan una con otra.
Estas interacciones, referidas como enlaces secundarios, pueden tener influencia significativa
sobre el comportamiento de los sólidos. Las moléculas polares en una estructura cristalina se
alinean para que el polo positivo de una molécula esté más cercano al polo negativo de la
molécula adyacente. Como resultado, se forma una interacción electroestática entre las
moléculas conocidas como fuerza dipolar. Estas interacciones crean fuerza adicional en el
material y elevan el punto de ebullición de los líquidos.
El caso más extremo de fuerzas dipolares involucra un átomo de hidrógeno interactuando con un
átomo de flúor (F), de oxígeno (O) o de nitrógeno (N) desde una molécula adyacente. En tal
caso, el átomo de hidrógeno de una molécula es fuertemente atraído hacia el átomo
electronegativo en la molécula adyacente, resultando en un enlace de hidrógeno. La fuerza de un
enlace de hidrógeno es más fuerte que otras fuerzas dipolares porque la diferencia
electronegativa entre el hidrógeno y el F, el O o el N es grande debida a que el tamaño pequeño
de la molécula de hidrógeno le permite al átomo electronegativo acercarse mucho al átomo de
hidrógeno.
El tipo final de enlace secundario sucede en todas las sustancias y se incrementa con el peso
molecular. Estas fuerzas, llamadas fuerzas de dispersión o fuerzas de Van Der Waals, son
causadas por interacciones dipolares temporales que resultan de variaciones de concentración
momentáneas en las nubes de electrones de moléculas adyacentes. Por ejemplo, dos moléculas
adyacentes de H 2 no tienen polaridad pero, en un momento dado en el tiempo, los electrones de
la molécula 1A pueden estar en el lado izquierdo, mientras que aquellos en 2A también están en
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el lado izquierdo. Como resultado, el lado derecho de la molécula 1A tiene una polaridad
positiva efectiva momentánea (en el instante antes de que el electrón regrese) que es arrojada a la
polaridad negativa momentánea desde la molécula 2 A.
Aunque estas interacciones son extremadamente breves, suceden una y otra vez. Las moléculas
más grandes tienen más oportunidades para que estas interacciones sucedan.
La última clase significativa de enlace que impacta mayormente las propiedades de los
materiales es específico para los metales y se llama enlace metálico.
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III. CONCLUSIONES
Las diferentes propiedades que tiene el agua, lo nomina a ser la mejor sustancia conocida
en la tierra y que ésta a su vez se convierta en un recurso indispensable para que se
desarrolle la vida, también con todas las facilidades que tiene, las personas pueden
realizar un sinnúmero de actividades de mejor manera.
El tratamiento de aguas residuales es muy importante para que una ciudad tenga un buen
estilo de vida, y sobre todo la convivencia se pueda dar de la menor manera. Existen
diferentes tipos de tratamiento de agua y cada uno cuenta con características propias que
permite jerarquizarlos según su importancia. Sin embargo, cada una es preponderante
dependiendo la situación en que se aplique.
Actualmente, la disponibilidad de agua en el planeta es muy reducida, y a pesar de que el
recurso hídrico cumple un ciclo para recuperar su volumen, gran parte del agua se
desperdicia y no se puede recuperar, por ésta razón es importante que las personas
tomemos conciencia sobre la preponderancia del cuidado y ahorro del agua para que en
un futuro éste no llegue a falta.
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IV. BIBLIOGRAFÍA:
Buitron, G. (2008). Tratamiento biologico de aguas residuales:principio, modelacion y diseño.
España: IWA Publishing.
Merino, R. P. (2011). El Agua: alimento vital para sus celulas. Bloomington: Dr Ricardo Perera.
Organización de las Naciones Unidas. (2015). Recuperado el 28 de Abril de 2018, de Agua para
un mundo sostenible: Informe de las Naciones Unidas sobre los Recursos hídricos del
mundo.:
www.unesco.org/fileadmin/.../HQ/SC/.../WWDR2015Facts_Figures_SPA_web.pdf
LINKOGRAFÍA:
http://www.redalyc.org/html/496/49624956011/
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V. ANEXOS
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