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Deseo del hombre de ser inmortal: Dios es el garante de esa “¡Qué intensidad de emoción alcanza un sentimiento cuando se logra
inmortalidad. Angustia por no poder llegar a una fe segura, por lo que necesita encerrarlo en un cuadro rígido, en una forma fija, cuando se consigue hacer
un Dios con inmortalidad palpable: necesidad de la Eucaristía y la resurrección un diamante de palabras con sus catorce facetas lisas y brillantes y sus
de Cristo. Aquí supera sus autolimitaciones de la prosa y se entrega a una cortantes aristas!”.
posición capaz de fe al mismo tiempo que una mayor creatividad (Riquer y
Valverde).
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Cancionero, póstumo pero redactado en parte durante esos muerte (“El viaje definitivo”)… El proceso de simbolización
años. Cada uno de los cantos del libro es como un fragmento crea la intuición de las esencias eternas que lindan con el
en el que se refleja la totalidad de su vida y de su pensamiento. Jiménez místico.
Está en un horizonte de muerte presentida, en el que la En Elejías puras, Elejías intermdias, Elejías lamentables,
evolución del lenguaje es notable en esta suma poética de Baladas de primavera, La soledad sonora, Poemas mágicos y
aspereza a la musicalidad, el enunciado elíptico y a los ritmos dolientes su poesía se acoge a la comunión del poeta con la
amplios y equilibrados. El lenguaje es en él espacio y fórmula ntauraleza, desde la simple contemplación de una flor a la
de salvación del alma. Glosa ideas que recuerdan a las doloras ebriedad cósmica.
de Campoamor. Regresa a Moguer después de una crisis, y de esta vuelta
son fruto los Sonetos espirituales (1917), en que las
sensaciones vivas y ardientes parecen extremarse hasta la
5. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ incandescencia. En este libro el lenguaje metamorfosea desde
Se autodenominaba “andaluz universal”, propenso a la exuberancia a la desnudez. Con Estío (1916), la expresión se
sufrir obsesiones, depresiones, asediado por el temor a la realiza mediante símbolos y alegorías, mezclando la confesión
muerte, pero con un fértil vínculo con la realidad. Recibió el directa con la imagen hermética, la plenitud y la concisión, lo
premio Nobel de Literatura en 1956 como el reconocimiento abstracto y lo concreto.
universal con el que siempre había soñado. Su obra son 23 B. Época intelectual, “poesía pura” o “poesía
títulos en 23 años, de 1900 a 1923, desde Ninfeas y Almas de esencial”.
violeta hasta Belleza. Por las Antolojías, editadas por el mismo Influjo de Mallarmé y Valéry. Comienza con Diario de un
poeta, aparecen y desaparecen poemas de las ediciones poeta recién casado de 1917, un relato de viaje en verso y
originales, se encuentran correcciones nuevas o poemas prosa que indica una nueva orientación.
viejos, nacen partes de libros tal vez inexistentes en las Juan Ramón Jiménez se casó con Zenobia Camprubí Aymar en Nueva
ediciones originales, etc.: resultado del hacer y rehacer una York, el 2 de marzo de 1916. La partida de Moguer, el viaje en barco, el
obra que ha de entenderse como única a pesar de su des- cubrimiento de Nueva York y de algunas otras ciudades de Estados
Unidos constituyen el tema del Diario. En 1948 el título se transformará
evolución. en Diario de poeta y mar. Se basa en la experiencia real y al principio
Compromiso con la belleza: Su personalidad y su entrega dolorosa del amor, en la aventura del viaje de ultramar, en la aguda
a la poesía despertaron sentimientos encontrados. Muchos lo observación de los seres, de los sucesos y del marco en que se
veían como un ser pagado de sí mismo y ajeno a todo lo que desarrollan, y contiene un relato casi diario, a la vez que la toma de
conciencia metafísica del Ser, captado en el entramado de percepciones
no tuviera relación con su mundo. Otros intuyeron en él al o de sentimientos frecuentemente tumultuosos y desgarradores .
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Cernuda le echará en cara que no sea capaz de contemplar el amor
sino como literatura, y que cuando se le acerca al fin una mujer de carne y
hueso escribe “Qué trabajo me cuesta/ llegar, contigo, a mí”.
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en numerosas ocasiones, que explican la intención de dirigirse
a lo más elevado que cada ser lleva en sí. Concibe la poesía JRJ UNAMUNO: Darío dijo de él que era “sobre todo, un poeta”.
como un instrumento destinado a despertar en cada persona Sin embargo, solo después de 1930 empezaron a reconocer
lo mejor de ella misma y no como un juego gratuito de la las nuevas promociones de escritores que Unamuno no era
inteligencia y la sensibilidad. estrictamente un pensador, sino un poeta en toda la extensión
de la palabra, con un acento y una forma peculiares pero, por
encima de todo, un hombre sediento de eternidad
C. Época suficiente
En el otro costado (1936-1942) y Dios deseado y deseante
JRJ: influencia de JRJ en los poetas de los años veinte:
(1948-1949). En agosto de 1936 él y Zenobia emprendieron el
desde cuestiones de detalle (atención a la copla
camino al exilio. JRJ siempre fue fiel a la República y, tras una
andaluza, versos e ideas que pasan a reelaborarse en
breve estancia en Nueva York como agregado cultural del
Alberti, García Lorca, Prados, Guillén) hasta la más
gobierno de Azaña, viven en Puerto Rico y La Habana. En 1939
general y decisiva: el ejemplo cotidiano del trabajo
regresan a EE.UU. y dan clases en distintas universidades. En
poético. Alto privilegio frente a la objetividad
el 48 emprende una gira de conferencias en Argentina con negativa (que es alienación o enajenación) de otros
triunfal acogida. Ya en el 1951, vuelve a Puerto Rico. trabajos humanos. Alta responsabilidad. ¿El poema
Ahora su poesía se orienta al objeto absoluto en el que el
se basta a sí mismo sin receptores, o con unos
alma y la belleza convergen en el infinito. Quiere convertirse
cuantos receptores de privilegio poseedores de
en Poesía misma. En 1941 JRJ siente la necesidad de alcanzar
calladas bibliotecas personales?. Quienes tanto
la unidad en su escritura, quiere entretejer su “Obra” como un
aprendieron de JRJ acabaron alejándose de él:
solo poema que diese cuenta del mundo y que mostrara la
- poesía «comprometida»
vocación del autor de “ser poesía más que poeta”. En Espacio, - quienes avanzan a posiciones más auténticas (menos
de 1954, se siente arrebatado por una “embriaguez egocéntricas) de panteísmo.
rapsódica” que le hace escribir un monólogo ininterrumpido,
(Poesía: «Creo en la realidad de la Poesía. Y la entiendo como
desbordamiento de palabras y estados de conciencia. La frase
la eterna y fatal Belleza Contraria que tienta con su seguro
inicial es a la vez clave y leitmotiv de esta composición: “Los
secreto a tal hombre de espíritu ardiente».
dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo”. Todo
el conjunto se centra en las “tres normas de su vocación”: la
Poeta: «Creador oculto de un austro no aplaudido».
Mujer, la Obra, la Muerte. Su impulso místico y dionisíaco se
prolonga en Animal de fondo. Su Tercera antolojía incluye ese Relación: «Yo tengo escondida en mi casa, por su gusto y el
libro bajo el título definitivo de Dios deseado y deseante. La
mío, a la Poesía. Y nuestra relación es la de los apasionados».)
poesía es, como la religión, belleza de símbolos, no verdad.
Habla del “tercero mal” a la última etapa del viaje interior.
La Obra, ella misma divinizada, es el receptáculo de ese
culto y para el poeta es como la metáfora de la deidad, un
7. BIBLIOGRAFÍA
espacio sagrado. Unidad o Destino, JRJ había proyectado ALBORNOZ, A. (1982) Edic. de J. R. Jiménez, Espacio, Madird:
organizar y publicar bajo cualquiera de estos dos título la Editora Nacional.
totalidad de sus libros, constantemente reelaborados, ALONSO, D. (1952), “Ligereza y gravedad en la poesía de Manuel
renegados y reescritos, corregidos, rotos. Es una exigencia e Machado”, en Poetas españoles contemporáneos,
insatisfacción casi morbosa que guían la Obra multiforme. Madrid: Gredos.
La muerte de Zenobia tras recibir él el Nobel quebró su BROWN, G. G. (1976), Historia de la literatura española. El siglo
salud definitivamente y murió en un sanatorio de Puerto Rico. XX. Barcelona: Airel.
CANNAVAGIO, J. (1995), Historia de la literatura española. Tomo
6. CONCLUSIONES VI. El siglo XX. Capítulo III “Modernismo y tradición”,
Barcelona: Ariel.
CEREZO GALÁN, P. (1975), Palabra en el tiempo: poesía y filosofía
A. MACHADO: Jorge Guillén no dudó en 1980 en declarar que
en Antonio Machado, Madrid: Gredos.
era el poeta español más grande del siglo xx. Apenas
CERNUDA, L. (1975), Estudios sobre poesía contemporánea,
terminada la guerra civil, escritores tan distintos como
Barcelona: Guadarrama.
Dionisio Ridruejo o Blas de Otero le consideraron un modelo DÍAZ-PLAJA, G. (1973), Ensayos sobre literatura y arte, Madrid:
de humanidad y de conciencia política. Los poetas sociales de Aguilar.
los años cincuenta y sesenta ensalzaron el ejemplo y el valor
GIBSON, I. (2006), Ligero de equipaje (La vida de Antonio
de crítica social o histórica de Campos de Castilla y de los
Machado), Madrid: Aguilar.
últimos poemas. Los autores más formales o inclinados a la
GUILLÉN, J. (1972), Lenguaje y poesía, Madrid: Alianza.
introspección prefieren, en cambio, las composiciones de
JIMÉNEZ, J. R. (1973), Selección de cartas, Barcelona: Picazo.
Soledades, Galerías y otros poemas. De todos modos la
MAINER, J. C. (1983), La Edad de Plata, Madrid: Cátedra.
exaltación extrema a la figura de Antonio Machado durante
PAZ, O. (1981), Los hijos del limo, Barcelona: Seix Barral.
los años del franquismo ha dado paso a una visión más serena. PEDRAZA, F. Y RODRÍGUEZ, M, (2012), Las épocas de la literatura
Octavio Paz, Francisco Rico y Francisco Umbral consideran que
española, Barcelona: Ariel.
la poética de Machado se inscribe más en la línea del
PHILLIPS, A. W. Y GULLÓN, R. (1979), Antonio Machado, El escrito
romanticismo o del simbolismo que en el movimiento de la
y la crítica, Madrid: Taurus.
poesía moderna.
http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 6
RICO, F. (1979), Historia y crítica de la literatura española, Vol.
6, Modernismo y 98 a cargo de José Carlos Mainer.
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