Biblias Políglotas

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BIBLIAS POLIGLOTAS Y VERSIONES NO ESPAI\IOLAS

FEDERICO PEREZ CASTRO

1. BIBLIAS POLÍGLOTAS

Introducción
Las Biblias Políglotas, como su nombre indica, son ediciones en
las que se reúnen los textos bíblicos en muchas lenguas, es decir,
el texto original, hebreo y en pequeña parte arameo si se trata del
Antiguo Testamento, griego en el Nuevo Testamento, acompañado-
de todas o algunas versiones antiguas en las que aquél fue difun--
dido a lo largo de la historia de su transmisión. En muchas ocasio-
nes las Biblias Políglotas contienen también traducciones modernas
de dichos textos, especialmente de ciertas versiones antiguas.
Las Biblias Políglotas nacen como típiCO producto de la actitud
intelectual del Humanismo cristiano que, entre otras cosas, se ca·
racteriza por su ansia de acceso directo a las fuentes de la Reve-
lación. Las que son consideradas Biblias Políglotas clásicas se publi':"
can en los siglos XVI y XVII; son las que tienen verdadera importan-
cia científica para los estudios de crítica textual bíblica porque se
basan en manuscritos antiguos que hoy en gran parte se han per--
dido. De las cuatro grandes Biblias Políglotas de estos siglos, de
las que a continuación se trata, cabe a España la gloria de haber'
dado nacimiento a las dos primeras. Hoy trabajan filólogos espa-
ñoles en otra Biblia Políglota de la que van aparecidos algunos.
volúmenes y que una vez completa sería la tercera Biblia Poliglota.
española. (Vid. inj11a) .
Antes de tratar de las Biblias Políglotas que son consideradas
clásicas, hay que hacer mención de algunos trabajos precedentes.
que constituyen a modo de tentativas de lo que más tarde sería.
llamado Biblia POlíglota, pero que no encajan plenamente d_e ntro'
del concepto de éstas, bien por no abarcar la totalidad de la Biblia,
bien por no recoger todas las versiones antiguas más fundamenta··
les de la misma, o excluir los textos originales. Han de citarse en
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FEDERICO PEREZ CASTRO

primer lugar las HEXAPLA de Orígenes (primera mitad del siglo


III),consistentes en siete columnas paralelas: Texto hebreo' conso-
nántico del Antiguo Testamento, texto hebreo en caracteres grie-
gos que recogen también su pronunciación vocálica, Antiguo Tes"
tamento griego de Aquila, Synmachus, Septooginta y Theodotion.
Conocemos también manuscritos completos o fragmentarios del si-
glo XI, de los Salmos en copto, griego y árabe, o en griego, latín
y árabe (Vid. REVUE BIBLIQUE X (1913), 512 Y ss.); del XIIr.-XIV,
egipcios, fragmentos bíblicos en etiópico, siríaco, copto, árabe y ar-
menio (bibliotecas de Milán, Vaticana de Roma, British Museum de
Londres), y del XIV existen restos de la Biblia en hebreo, griego y
latín del monje Simón Automano (Vid. G. Mercati, REVUE BIBLI-
QUE XIII (1916), 516 Y ss.). Por último, hay que citar el Psalterium
qUintuplex, gallicum, rO'manum, hebraic:um, vetus conciliat-um, Pa-
ris 1509, de J. Le Févre d'Etaples y el Psolterium hebraeum, grae-
cum, arabicum et chaldaicum cum tribus latinis interpretationi7ms
et glossis, Génova 1516, obra de Agustín Justiniani, dominico, obis-
po de Nebio (Córcega). Otras partes de la Biblia preparadas por
Justiniani para su publicación en hebreo, arameo, griego, latín y
árabe no llegaron a aparecer y sus originales se han perdido.

Biblia Políglota Complutense


La primera Biblia Políglota propiamente dicha impresa en el
mundo es la Biblia Políglota Complutense. La importancia que este
hecho le proporciona y el haber, por ello, servido de modelo a las
posteriores explica que sea preciso dedicar a su estudio y descrip-
ción más espacio que a todas las posteriores. Fue compuesta tipo-
gráficamente en los talleres de Arnao Guillén de Brocar, Alcalá de
Henares (Complutum) de 1514 a 1517, pero no puesta en circulación
hasta 1520, fecha en que fue autorizada por Motu Proprio Pontifi-
cio de León X, o hasta 1522, según alguna opinión (M. Bataillon).
Pertenece al Cardenal Francisco Jiménez de Cimeros la gloria de
haber sido el promotor de tan importante obra y de haber hecho
posible, con su tenaz impulso y con los cuantiosos medios de que
para ella dispuso, la realización de la gran idea por él inicialmente
concebida, al parecer, en el verano de 1502 y madurada a lo largo
de los afios sigUientes. La concepción de la Biblia Políglota en la
mente del Cardenal y su realización son inseparables de la Univer-
sidad de Alcalá, fundada también por Cisneros. Tanto una como
otra constituyen el más importante esfuerzo espafiol en el renaci-
miento de los estudios bíblicos de signo humanista, tendentes al
estudio de la Revelación en sus más puras fuentes. "La Biblia Po-
liglota, gloria de Alcalá en los anales del humanismo, es una de las
obras más imponentes que llevó a cabo en esta época la ciencia
de los filólogos auxiliada por el arte del impresor. Es, fuera de
toda duda, el coronamiento de un esfuerzo colectivo de gran alien-
to que Cisneros estimuló y dirigió desde sus comienzos" itM. Batai-
llon). Efectivamente, con toda clarividencia y espíritu moderno hu-
bo Cisneros de comprender que para editar con toda la posible co-
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l. BIBLIAS POLIGLOTAS

rrección los textos originales de la Biblia y sus versiones era im-


prescindible conocer a fondo las lenguas respectivas, y de aquí su
fundación · en la Universidad Complutense de las cátedras de he- \
breo, griego y latín, y su bien demostrado interés por el desarrollo
y eficacia de las mismas. Es de gran interés la carta dirigida por
el Cardenal al Papa León X, incluída al c.omienzo de la Políglota
y que, traducida compendiadamente (por M. Revilla) del latín, di-
ce así: "Muchas son las razones que nos han impulsado a imprimir
el texto original de la Sagrada Escritura. En primer lugar, porque
ninguna versión puede trasladar fielmente toda la fuerza y pro-
piedad del original, prinCipalmente cuando se trata de la lengua
en que Dios mismo ha hablado, cuyas palabras están, por decirlo
así, .preñadas de sentidos y llenas de misterios que sólo pueden
vislumbrarse o conocerse a través del original en que las Sagradas
Escrituras fueron escritas. Añádase a esto que los manuscritos la-
tinos de la Biblia con mucha frecuencia disienten entre sí, 'O hay
motivos suficientes para creer que se hallan corrompidos por la
ignorancia y negligencia de los copistas; por 10 cual debe recurri,r-
se, como lo advierte San Jerónimo, San Agustín y otros autores
eclesiásticos, a las fuentes de la Sagrada Escritura, para corregir
(Vid.: original latino: ut examinet-ur) los libros del Antiguo Tes-
tamento según el texto hebreo y los del Nuevo Testamento según
el texto griego. Así pues, para que los amantes de las Sagradas Le-
tras, no contentos con las aguas de los arroyuelos, puedan apagar
su sed en los mismos manantiales de donde brotan las aguas vivas
que saltan hasta la vida eterna, hemos mandado imprimir el texto
original de ambos Testamentos juntamente con sus más principa-
les y autorizadas versiones" (griega de Septuaginta, VUlg,atJ.a latina
y Targum arameo de Onqelos al Pentateuco). De este párrafo, tan
significativo, se deduce.n con claridad el motivo y propósito de la
Políglota Complutense, que es el producto típico de una época que
ya no se contenta COn el testimonio indirecto de las versiones bí-
blicas antiguas, sino que desea conocer directamente las fuentes.
Pero en la enconada polémica teológico-filológica entre los partida-
rios de la Septuagint.a, por un lado, y del texto hebreo, la "hebrai-
ca veritas", por otro, entre los tradicionalistas defensores a ultran-
za del texto de la Vulgata y los propugnadores de nuevas traduc-
ciones latinas directas y literales del texto griego del Nuevo Testa-
mento, la Polígl'Ota Complutense supone una objetiva aportación de
material textual que, si bien contribuye poderosamente a satisfacer
el ansia del humanismo cristiano por las fuentes originales, no cae
en los exagerados extremos de ciertos filólogos de la época y de
tiempos posteriores de rehacer el sagrado texto por medio de una
crítica siempre más o menos SUbjetiva. Sabemos, efectivamente,
que Cisneros, no simple mecenas sino director cientifico de la obra,
fijó al equipo de filÓlogos que propiamente realizaron la obra, el
criterio que debía regir sus trabajos: no enmendar los textos cuan-
do estuvieran apoyados por el testimonio de manuscritos antiguos.
Esto explica el enorme esfuerzo desplegado por Cisneros para lle-
var a Alcalá los mejores códices bíblicos que pudo encontrar en
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FEDERICO PEREZ CASTRO

la Península y fuera d.e ella, hebreos, arameos, griegos y latinos, so-


bre los cuales basar científicamente la edición políglota. Este cri·
terio establecido por Cisneros se hace palpable, por ejemplo, como
parando el texto del Nuevo Testamento de la Complutense con el
del Novum Instrumentum de Erasmo (1516) y explica que Nebrija
se separase de los trabajos de la Políglota por sentirse en desa·
cuerdo con aquellas normas y propugnar una mayor libertad crío
tica ante la Vulgata. (Sobre la debatida cuestión del comma johan.
neum, vid. M. Bataillon, op. cit., págs. 41, 42, 94, 117·118, 249·252,
427,506).
Colaboradores: Los filólogos a los que el Cardenal Cisneros en·
cargó la preparación de la Políglota fueron los siguientes: Pablo
Coronel, Alfonso de Zamora (Vid. ALFONSO DE ZAMORA) Y Aljon¡so
de Alcalá para el texto hebreo del Antiguo Testamento, TargUJm
arameo de Onqelos del Pentateuco y traducción latina de éste, a<;le,
más de la Gramática Hebrea y los Diccionarios publicados en el
vol. VI (vid. infra). Diego López de Zúñiga, Hernán Núñez de Guz.
mán (el Pincf¡ano, el Comendador griego) y Demetrio Ducas fueron
encargados de la Septuaginta, del texto griego del Nuevo Testa.
mento, del Diccionario grecolatino de éste (vol. V) y de una nueva
traducción latina del Antiguo Testamento griego, con la colabora-
ción en ella de Juan de Vergara (algunos afirman que también d~
Pedro Ciruelo, C. D. Hortola y Cipriano de la Huerga pero, según
M. Revilla, no hay datos para hacerlo). A Antonio de Nebrija se le
confió la edición de la V,u lgata, trabaj o que inició pero no continuó
por lo que queda dicho más arriba. También intervinieron en eJ..
Nuevo Testamento, pero en muy pequeña medida, el M. Gonzalo
Gil, catedrático complutense de Teología y Bartolomé de Castro.
profesor de Artes también en Alcalá. También el célebre Erasmo,
de Rotterdam fue invitado por el Cardenal Cisneros a colaborar en,
la empresa, pero dicho humanista lo rehusó, sin duda, entre otras,
razones, por no ser hebraista.
Tal fue el eminente equipo técnico reunido por Cisneros y al
cual se debe tan importante obra; ahora bien, debe hacerse notar
que éstos eminentes filólogos colaboraron tan estrechamente que
no siempre es fácil determinar lo que en la Políglota se debe con-
cretamente a la aportación individual de cada uno de ellos.
Procedencia ,de los manuscritos utilizados: Cisne ros procuró con
extraordinario celo formar la amplia biblioteca de manuscritos ne-
cesaria para la elaboración de la Políglota. Muchos fueron adquiri-
dos, invirtiendo en ello elevadas sumas, y formaron el importante
fondo bibliográfico de la Universidad Complutense, utilizados des-
pués por B. Arias Montano para la Políglota de Amberes o Biblia,
Regia (Vid. infra),. en parte se perdieron posteriormente o no han
podido ser identificados. Otros fueron prestados por diversas bi-
bliotecas españolas y extranjeras. Se sabe que los manuscritos he.
breos y arameos (del Targum) procedieron de Toledo, Maqueda y
Tarazona pero hay noticias que son difíciles de confirmar, según
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l. BIB~IAS POLIGLOTAS
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las cuales siete magníficQs _códices fueron comprados por una ele-
vada suma en Venecia, y según otros en diversas regiones; los có-
dices griegos fueron prestados unos por León X de la Biblioteca
Vaticana, otros llegaron de Venecia, Florencia y Rodas; los có-
dices latinos existían en cantidad y calidad en España y era:p. pro-
ducto de la escuela sevillana del siglo VilI, posteriormente traslada-
da a Toledo, de la que derivan los llamados códices góticos o lon-
gobardos, como el Toletano y el Cavense.

Contenido: El contenido de los seis volúmenes en folio de que


consta la Biblia Políglota Complutense se distribuye así: Vols. 1-4
contienen el Antiguo Testamento según el texto hebreo masoréti-
co, el texto griego de los LXX con traducción interlineal latina, la
Vulgata latina y el Targum arameo de Onqelos también con tra-
ducción latina. Los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento
aparecen en el texto griego de LXX, con versión latina interlineal,
yen el texto de la Vulgata. Vol. V contiene el texto griego y Vulgata
del Nuevo Testamento, seguidos de: 1) Interpretaciones de los nom-
bres hebreos, arameos y griegos del Nuevo Testamento. 2) Breves
nociones de gramática griega. 3) Diccionario grecolatino del Nue-
v-o Testamento y de los libros del Eclesiástico y Sabiduría. Vol. VI
contiene : 1) Diccionario hebreo y arameo del Antiguo Testamento.
2) Vocabulario latino-hebreo. 3) Interpretaciones de los nombres
hebreos, ,a rameos y griegos del Antiguo y Nuevo Testamento. 4) .Re-
lación de ..... nomina ... que in utl'Oque testamento vitio scriptorum
sunt aliter scrjpta (in bibliis nostris modernis) quam in hebreo et
greco .et in aUquibus bibliis nostris antiquis". 5) Gramática hebrea.
A 10 largo de ,los seis volúmenes hállase además profusión de pró-
logos a los distintos libros bíblicos y epístolas cj.e San Jerónimo,
carta de Cisne ros al Papa, prefacios para el lector" motu proprio
de León X, disertaciones exegéticas, poesías latinas de Juan de
Vergara, etc. Todo ello puede verse minuciosamente descrito y estu-
diado en M. Revilla, op. cit. Por ello, bastará con recoger a conti-
nuación algunas observaciones y datos más importantes sobre cada
Una de las partes de la Políglota.
El Antiguo Testamento hebreo, preparado por Pablo Coronel,
Alfonso de Zamora y Alfonso de Alcalá, según opinión de algunos
bajO la dirección de Pablo Coronel, presenta un texto que no coin-
cide plenamente con el text.us receptus masorético. (Vid. HISTOR1lA
DEL TEXTO HEBREO y MANUSCRITOS BIBLlCOS HEBREOS)., No sólo con-
tiene variantes con respecto al texto de Ben ASer (s. x-xr) (iVid.
lbidem), lo cual demuestra que la uniformación textual del Anti-
guo Testamento hebreo con arreglo a este modelo no fue absoluta
ni se logró hasta mucho tiempo despuéS, sino que todo su sistema
de vocalización y acentuación es muy peculiar (escasez de l),ate!s y
ausencia de signos de acentuación y puntuación, excepto atnaJ:!, y
so! pasuq). Basándose principalmente en este hecho, Paul E. Kahle
mantuvo la tesis de que el Antiguo Testamento hebreo de la Com-
plutense se basó en manuscritos babilónicos {KAHLE, P. The He-
brew Text o! . the Complutensian Polyglot) . Aunque ello .a ,p ri ori

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FEDERICO PEREZ CASTRO

parece lógico ya que, según se sabe, la tradición de los jud10S es-


pañoles es más babilónica que palestinense, no parecen existir su-
ficientes pruebas de tal afirmación.
Antes bien, los manuscritos de l'Os que sabemos fueron maneja-
dos por Alfonso de Zamora y, por lo tanto, es casi seguro que se
utilizaran en la fijación del texto c'Omplutense (Vid. ALFONSO DE
ZAMORA), son manuscritos hebreos españoles de fecha bastante tar-
día ya dentro de la tradición textual tiberiense aunque con ciertas
variantes (entre ellos los Manuscritos de la Universidad de Ma-
drid 118-Z-42; 118-Z-21; 116-Z-24; 116-Z-38; y Manuscrito de El
Escorial G-I1-8).
El texto hebreo de la Complutense fue utilizado en mayor o.
menor escala, según los casos, para establecer el texto hebreo an-
tiguo-testamentario de la Políglota de Amberes, de la de Vatablo
(Heidelberg 1586) y, a través de la de Amberes, de la de París,.
Londres, Hutter y otras edici'Ones. Tiene también la importancia
de haber servido de base para la traducción inglesa de Tyndale. La
edición de Buxtorff, Basilea 1611 y la Biblia Rabínica de Basilea
1618-19 siguen el texto hebreo complutense entrecruzado con el
de J. Ben I:Iayyim, Venecia 1524-25.
El Targum de Onq.eLos o versión parafrástica antigua del Pen-
tateuco, c'On traducción interlineal latina es obra de los tres su-
sodichos conversos, sin que pueda precisarse con seguridad la labor
que a cada uno le correspondió, pero podem'Os pensar que el peso.
principal lo llevó Alfonso de Zamora. Parece que utilizaron espe-
cialmente como base el Manuscrit'O de la Universidad de Madrid
117-Z-15, probablemente del siglo XIII. Alfonso de Zamora elaboró
además los Targumim de Profetas Priores, Profetas Posteriores y
Hagiógrafos, que conocemos sólo en manuscritos y que no fueron
destinad'Os a la Políglota Complutense. El texto de Onqelos complu-
tense fue muy utilizado por las Políglotas de Amberes, Nüremberg
y París, y su traducción latina por las ediciones de Amberes, parís,
Londres y Venecia.
El texto griego del Antiguo Testamento con'Ocido por el nombre
de Septuaginta o versión de los LXX, apareció en la complutense
como edición príncipe completa. Hay datos para afirmar que fue-
ron utilizados los siguientes manuscritos: Biblioteca Vaticana,
n.O 330 y 346 (108 Y 248 de la colección Holmes-Parsons); Manuscri-
to de la biblioteca de San Marcos de Venecia (n.o 68 de Holmes-
Pars'Ons), copia del cual es el manuscrito de la Universidad de
Madrid 116-Z-36; y otros no identificados, aunque se piensa que
en Profetas los editores complutenses se sirvieron de los códices
de San Marcos de Venecia I, V y VI (23, 68 y 122 de Holmes-Par-
s'Ons) utilizados también en la edición Aldina de 1518. El texto sep-
tuaginal de la complutense es la fuente más importante de que
se dispone para conocer LXX en su recensión de Luciano, que es
la principalmente reflejada por aquél, aunque entrecruzada con
otras, fuera del cual sólo existen manuscritos con rest'Os o huellas
de dicha recensión y citas en los Padres de 'l a Iglesia. Según la cla-
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1. BIBLIAS p'OLIGL'OTAS

sificación de las recensiones griegas establecida por M. L. Margo-


lis en su estudio del libro de Josué (M. L. MARG'OLIS, The 1300k 01
Joshua in Greek, I-IV, 1931-8) el texto septuagintal de la Complu-
tense refleja la recensión que él llama palestinense, es decir, el
Texto de Orígenes hecho, según San Jerónimo, por Eusebio. Por
otra parte, hay que destacar que de los cuatro tipos textuales de
LXX que tradicionalmente han circulado impresos, el complutense
tiene gran importancia; los otros tres son el Aldino (Venecia 1518-
19), el Sixtino (Roma 1587) y el Grabino (de J. E. Grabe, Oxford
1707-1720).
El texto septuagintal complutense influyó poderosamente en las
ediciones de LXX de los siglos XVI y XVII, pues dejó huellas más
o menos pronunciadas en las siguientes: Políglota de Amberes, Po-
liglota de Heidelberg, de Hamburgo, de Nürnberg, de París, y en
las ediciones del libro de Rut de Amsterdam 1632, del Salterio de
Plantino, Amberes 1584, y otras. Sus variantes pasaron a figurar
en la POlíglota de Londres y en la edición de Holmes-Parsons (1798-
1827).
La traducción latina de la Septuaginta, llevada a cabo por los
complutenses arriba mencionados fue de tan gran valor que fue
reimpresa o reproducida con ciertas modificaciones en Basilea 1526,
Políglota de Amberes, Políglota de París, ediciones de Basilea de
1550 y 1582, Amsterdam 1696, y Biblia de Claudio Baduell (en los
libros deuterocanónicos) de 1556-57.
El Nuevo Testamento griego de la Complutense, preparado por
Hernán Núfiez, Demetrio Ducas y D. López de Zúñiga, es la editio
princ,eps del Nuevo Testamento completo, que terminó de imprimir-
se ellO de enero de 1514. Pero debido al retraso con que el Papa
León X dio su aprobación (1520), la primera edición del Nuevo
Testamento de Erasmo, preparada por éste de abril de 1515 a
febrero de 1516 fue puesta en · circulación antes que la edición com-
plutense, aunque apareció plagada de errores debido a la precipita-
ción que el propio Erasmo hubo de reconocer. El texto neotesta-
mentario griego complutense se imprimió cuatro afios antes que
el de, Erasmo y es muy superior a éste en calidad textual y en el
cuidado de su edición.
De l'Os manuscritos usad'Os como base, nada seguro puede afir-
marse; sólo hay referencias a préstamo de manuscritos de la Va-
ticana, al Codex Rodiense, de las EpístOlas Apostólicas hoy perdi-
do, y coincidencias textuales con el Codex Laudianus 2 de la Bi-
blioteca Bodleiana (Oxford), Codea; Halniensis 1 (Copenhague, pro-
ced.e nte de Venecia), Codex Seidelianus y Codex Guelpherbytanus.
En general puede concluirse que el Nuevo Testamento griego com-
plutense procede de manuscritos no muy antiguos, pertenecientes
a la familia siríaca aunque con buenas lecciones pre-siríacas. A pro-
pósito del valor de la edición complutense griega del Nuevo Tes-
támento se desarrolló en el siglo XVJlI! una enconada polémica, en
la que principalmente intervinieron J. S. Semler, J. J. Wetstein,
Kiefer, J. D. Michael y J. M. Gotze, sobre si en la Políglota .Com-
FEDERICO PEREZ CASTRO

plutense el .texto griego del Nue.vo Testamento había sido o no de-


formado para acomodarlo a la Vulgata latina. Frente al apasi'Ona-
miento de quienes defendían la arbitraria corrección a base de la
Vulgata hay el hecho de los centenares de variantes del texto
griego complutense frente al latino de Vulgata, que no existirían
de haberse llevado a cabo la pretendida acomodación. Solamente
es preciso reconocer la presencia en el texto griego del famoso
comma johanneum (La Epístola de San Juan V, 7) que no aparece
en los antiguos manuscritos griegos, ni en las versiones antiguas,
ni en los mejores manuscritos de la VUlgata, pero si en muchos
manuscritos de ésta, y que parece glosa marginal pasada al texto
muy tardíamente. Coincide en est'O la Complutense con la mayor
parte de las ediciones del Nuevo Testamento aparecidas hasta el
siglo xvmI. A pesar de ello, la edición neo-testamentaria griega
complutense es considerada como una de las mej ores de l'Os siglos
XVI Y XVII, e influyó poderosamente en 'las: posteriores a ella.
Llegando, por último, al text'O complutense de la Vulgata, hay
que hacer notar que representa la primera edición crítica impresa,
pues las muy numerosas ediciones impresas antes de 1517 son de
índole absolutamente no-crítica. De los códices utilizados para la
Vulgata c'Omplutense sólo se han conservado tres en la Biblioteca
de la Universidad de Madrid: Ms. 115-Z-7, del siglo VII.II-~;
Ms. 115-Z-6, sigla IX-X y Ms. 115-Z-4 Y 5 (dos vols.), sigla XlII-XIII.
El primero pertenece al grupo castellano de manuscritos de la
Vulgata, el segundo y tercero al grupo le'Onés. Conviene poner de
relieve que hubieron de ser manejadOS más manuscritos, pero que
éstos constituyeron la base de -la edición; y es también notable el
hecho de que generalmente fueron aceptadas las variantes más de
acuerdo con el texto hebreo. Es la línea critica seguida a 10 largo
de toda la Políglota: aproximar las versiones t'Odo lo más posible
a los textos originales pero apoyándose para ello ' en variantes ates-
tiguadas por manuscritos, no corrigiéndolas según criterios 'críti-
cos subjetivos como quería Nebrija, contra la opinión de Cisneros,
lo cual fue causa de su apartamiento. La Vulgata complutense se
reimprimió en la Políglota de Amberes; en la de París, en la de
Heidelberg, en la de E. Hutter, ínfluyó en 'Otras ediciones y aportó
sus variantes a la importante edición de la Vulgata de Amberes,
1573, debida al trabajo de los doctores de Lovaina.

Biblia Políglota de Amberes


Es también conocida por el nombre de Biblia R.egia, ya que,fue
patrocinada por el rey Felipe II. Su director científico fue elcé,
lebre teólogo y orientalista españOl Benito Arias Montano (1527-
1598). Fue impresa en Amberes por el famoso tipógrafo Cristóbal
Plantino en 1568-1572. C'Omo quiera que de la Biblia .Complutense
muy pronto quedarp n escasísimos ejemplares, principalmente de-
bido al naufragio de un navío que transportaba un cargamento de
ellos, de mod'O que resultó prácticamente imposible de ser hallada,
concibió Arias Montano la idea de reeditarla. ,Pero lo que en un
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l. BIBLIAS POLIGLOTAS

principio se proyectó como simple reedición se convirtió luego en


una obra que, aún tomando mucho de la Complutense, según se
dice más arriba, tuvo numerosos elementos y valores nuevos y
propios.
El contenido de sus ocho volúmenes es el siguiente: Vols. I-IV:
Antiguo Testamento proto y deutero-canónico: 1) Texto hebreo ba-
sado principalmente en el complutense pero con divergencias que
lo aproximan al textus receptus, principalmente representado por
la Biblia Rabínica Bombergiana de Jacob Ben Hayyim, Venecia
1524-25. Efectivamente, es sabido que para este texto hebreo de la
Biblia Regia se utilizó también dicha edición, así como la de Félix
Pratensis, editada igualmente por Bomberg en Venecia (1516-17).
2) Vulgata 3) Septuagínta con traducción latina 4) Targum arameo
de casi todos los libros del Antiguo Testamento, no sólo del Penta-
teuco como en la Políglota Complutense. Lleva también traducción
latina de la paráfrasis aramea o Targúm; dicha traducción
está tomada de la publicada en la Complutense, por lo que se re-
fiere al Pentateuco, aunque corregida por Arias Montano. Para la
traducción latina del Targum del resto de la Biblia se utilizó en
gran parte, aunque corregida por Arias Montano, la obra de los
conversos de Alcalá, principalmente Alfonso de Zamora, los cuales
por mandato de Cisneros, establecieron el texto arameo del T,argum
completo del Antiguo Testamento con traducción literal latina, obra
conservada en manuscritos de 'l a Universidad de Madrid, Univer-
sidad de Salamanca, Escorial, etc. (Vid. ALFONSO DE ZAMORA), que
Arias Montano llevó consigo a Amberes, además de otros venecia-
nos para el texto targúmico. La traducción latina del Targum ara-
meo de algunos libros aparece como obra de Arias Montano. Vol.
V: Nuevo Testamento: 1) Texto griego 2) Vulgata 3) Versión si-
sfaca Pesitta en caracteres siríacos y en caracteres hebreos vocali-
zados, con traducción latina de Guy Le Fevre de la Boderie. Los
tres últimos volúmenes son los por Arias Montano denominados
Apparatus. Su contenido es el siguiente: Vol. VI: Nuevo Testa-
mento griego con la traducción latina de la Vulgata interlinea'l-
mente colocada. Cuando ésta no coincide literalmente con el texto
griego, va colocada a'l margen y sustituída en la linea por otra
traducción literal de Arias Montano, impresa en tipos diferentes.
Sigue a continuación un estudio sobre los idiotismos de la lengua
hebrea, de Benito Arias Montano. Tras ello, pero comenzando por
el final del volumen, contiene éste el texto de la Biblia Hebrea con
la traducción latina interlineal de Santes Pagnino. Vol. VII: Dic-
cionario y gramática griegos {según Menéndez y Pelayo obra de
Arias Montano). Vocabulario siríaco, de Andreas Masius. Gramáti-
ca siríaca, del mismo autor. Diccionario siro-arameo, de Guy Le
Fevre de la Boderie. Thesaurus Hebraicae Linguae, de Santes Pag-
nino, abreviado, con apéndice gramatical y prólogo de Raphelen-
gius. Vol. VIII contiene dieciocho tratados filológicos y arqueoló-
gicos, de muchos de los cuales es autor Arias Montano: Liber [0-
seph sive de arcano sermone ad saerí apparatus instructionem Be-
nedicto Arias Montano Hispalensi concinnatus (con explicación de

521
16. - SCRIPTA THEOLOG ICA II
FEDERICO PEREZ CASTRO

más de once mil pasajes bíblicos); Líber Ieremiae, sive de actione;


Tubalcain sive de mensuri's; Phaleg, sivede gentium sedibus pri-
mis, orbisque terrae situ; Chanaan sive de duodecim genet'ibus;
Chaleb sive de terrae promissae partitione; Exemplar sive de sacris
jabricis; Aaron sive sanctorum vestimentorum ornamemtor;umque
summa descriptio; Daniel sive de S1aeculis; Index biblicus, de Joan-
nes Harlemius; Chaldaea graeca et latina nomina virorum, m1die-
rum ... ; Variae lectiones del Targum, por Raphelengius; De varia
in hebraicis libris lect~one; Variarum in graecis libris lectionum li-
bell,us, de Guillermo Cantero; Annotationes variarum lectionum in
Psalmos, del Cardenal Sirleto; Varia e lectiones in latini's B'ibliis edi-
tionis Vulgata e, opera et studio aliquorum theologorum in Acade-
mia Lovaniensi; Menda librariJorum; T,a bula Evangelioru'm N. T.
Syriaci et errata, por Guy Le Fevre de la Boderie.
Aparte de todo lo indicado, puede el estudioso encontrar, re-
partidos por los diversos volúmenes de la Biblia Regia, prefacios
de Arias Montano, prólogos de San Jerónimo, cartas de Felipe n,
del Duque de Alba, de Arias Montano, privilegios reales, explica-
ciones del impresor Plantino, índices, censuras de Arias Montano
a las distintas partes de la Biblia, grabados simbólicos y bíblicos
de Pedro Huys, Juan Wiericz, Pedro Van der Heyden y Felipe Galle.
Hay que hacer notar que la Poliglota de Amberes es la primera
edición de la Biblia en 'la que se introdujo la numerac,i ón de los
versículos del texto hebreo, aunque la división de los mismos ha-
bía sido establecida ya por los antiguos soferim, precursores de los
masoretas. Puede verse, por lo tanto, cuán considerablemente se
extendió el plan primitivo, extensión a la que contribuyó podero-
samente el gran protector de Plantino, Cardenal Granvela, el cual,
entre otras cosas, hizo colacionar a su costa los manuscritos vati-
canos bíblicos griegos.
Las principales novedades, en comparaCión con la Compluten-
se, fueron la Biblia latina de Santes Pagnino, corregida por Arias
Montano, los tratados técnicos de contenido filológico-bíblico, la
versión siríaca del Nuevo Testamento y el Targum arameo de Pro-
tas y Hagiógrafos que no fue editado en la Complutense. Con
Arias Montano colaboraron humanistas como Francisco Raphelen-
gien (van Ravelingen), Nicolás y Guy Le Févre de la BOderie, An-
dreas Massius y los doctores de Lovaina Joannes Harlemius, Augus-
tinus Hunnaeus, Cornelius Reyneri de Gouda. Prestaron también
ayuda a Arias Montano, en uno u otro aspecto, Cornelio Kiel, Teo-
doro Kemps, Antonio Spitaels (correctores), el Cardenal Espinosa,
el Cardenal Granvela, el Cardenal Sirleto (que aportó variantes tex-
tuales de algunos cÓdices), Juan Regla, confesor de Felipe n, Pe-
dro Serrano, teólogo de Alcalá, Luis Estrada, teólogo de Avila, Am-
brosio Moro, erudito de Córdoba, Gabriel Zayas, secretario del Rey,
el inglés Clemente que puso a disposición de Arias Montano un ma-
nuscrito griego del Pentateuco de la biblioteca de Tomás Moro, y
Daniel Bomberg, el famoso impresor de Venecia, que cedió un ma-
nuscrito siríaco del Nuevo Testamento.
522
r. BmLrAS POLIGLOTAS

Como la Biblia Complutense del Cardenal Cisneros, la Biblia Re~


gia de Arias Montano fue atacada por los enemigos de la tendencia
humanista hacia los textos originales, temerosos del menoscabo de
la Vulgata. Estos enemigos tacharon a Arias Montano, como se
había hecho también con los complutenses, de judaizantes. El más
acérrimo adversario de Arias Montano y de su Políglota fue León
de Castro, catedrático de la Universidad de Salamanca. También
intervino en el asunto el P. Mariana. Pero a pesar de los ataques,
Arias Montano, que contaba con la aprobación del Papa Gregorio
XIII, pUdo hacer triunfar la causa de la Biblia Regia para bien de
la filología bíblica del s. XVI y aún de época posterior, ya que sus
textos fueron ampliamente utiUzados por las ediciones bíblicas, po-
líglotas o no, que siguieron a ella.

Biblia Políglota de París


Por iniciativa del Cardenal du Perron y del bibliotecario rea:l
Jacques de Thou surgió el proyecto de reeditar en París la Polí-
glota de Amberes, con la colaboración de dos maronitas: Gabriel
Sionita y Juan Hesronita. Mas la muerte les impidió a aquellos
llevarlo a cabo. Fue Guy-Michel Le Jay el que lo realizó. Los nueve
volúmenes en folio mayor se imprimieron entre los afios 1628 y
1655, pues aunque siete de ellos estaban ya impresos en 1635, otros
dos no aparecieron hasta veinte afias después debido a que Sion~­
ta, al negarse a hacer entrega de los manuscritos necesarios, fue
encarcelado por orden del Rey en el castillo de Vincennes y, puesto
luego en libertad demoró extraordinariamente su trabajo. El pa~
pel y la tipografía fueron magnificas, aunque su formato resultó
excesivamente grande e incómoda la disposición de los textos.
Los cinco primeros volúmenes no son sino una reproducción de
los cinco primeros tomos de la Políglota de Amberes, aunque el texto
hebreo resultó incorrectísimo, plagadO de erratas, con la única di-
ferencia de que en el vol. V el texto siríaco en caracteres hebreos
de la de Amberes fue sustituído por una versión árabe del Nuevo
Testamento con traducción latina y por el texto siríaco de las cua-
tro Epístolas Católicas y del Apocalipsis, que faltaban. Los cuatro
volúmenes restantes contienen las novedades con respecto a las Po-
líglotas anteriores. Vol. VI: Pentateuco siríaco y árabe con sus res-
pectivas traducciones latinas y además el Pentateuco hebreo sama-
ritano y el Targum samaritano del Pentateuco. La edición de estos
dos textos fue aconsejada por el Cardenal de Bérulle y confiada al
oratoriano Jean Morin, el cual compuso acerca de ellos un prefaCiO
que fue publicado en el volumen primero. Vals. VII-IX: Versiones
siríaca y árabe del resto del Antiguo Testamento con traducción
latina de cada una (menos en Job, que lleva una sOla).
Respecto a los nuevos elementos textuales contenidos en la Po-
líglota de París conviene hacer algunas observaciones. En primer
lugar, le cabe a esta Políglota el honor de haber editado en editio
princeps el Pentateuco hebreo de los samaritanos, pieza importan-

523
FEDERICO PEREZ CASTRO

te para la crítica textual bíblica (véase sobre él PÉREZ CASTRO, F .•


Séjer AbiSa'. Edición del jragm.ento antiguo del Rollo Sagrado del
Pentateuco hebreo samaritano de Nablus. Estudio, transcT'ípción,
aparato critico y j ,(1¡csímiles. "Textos y Estudios del Seminario Filo-
lógico Cardenal Cisneros", 2. C.S.I.C. Madrid, 1959, en especial su
prefacio, págs. XIII-XV), desconocido por los filólogos occidentales
hasta que el viajero Pietro della Valle lo descubrió en 1616 en ma-
nuscritos que compró en Damasco por cuenta de M. de Sancy, em-
baj ador de Francia en Constantinopla. Cedidos por éste a 'l a Bi-
blioteca del Oratorio, fueron utilizados por Jean Morin para edi-
tarlos en la Políglota de París.
También la versión siríaca o Pesitta del Antiguo Testamento es
editio princeps en esta Políglota. Corrió a cargo del citado maroni-
ta Gabriel Sionita. Las posteriores ediciones no hacen sino repro-
ducirla. Es preciso advertir, sin embargo, que su texto es de malí-
sima calidad debido especialmente a la utilización de un manus-
crito del siglo XVII, el Codex syriaque b de la Biblioteca Nacional de
París, que es uno de los peores existentes. Presenta muy numerosos
errores debidos a homoiJot.e leuton, faltan en él párrafos enteros y
aunque fue posteriormente corregidO y completado con notas mar-
ginales no se tomó para ello como base fuente manuscrita alguna;
antes bien, 'l as adicines parecen ser traducciones del hebreo al si-
ríaco o proceden de pasajes paralelOS de la Pesitta, de modo que
de nada sirven para determinar el texto siríaco original.
Por otra parte, la vocalización empleada en la Pesitta de París
fue en gran parte inventada por el propio Sionita y, a pesar de ello
y de su mala calidad, fue reproducida en posteriores ediciones. Y
en lo referente al vocabulario, el del texto parisino no coincide
frecuentemente con el de los manuscritos antiguos, debido a que
formas clásicas fueron sustituídas por otras modernas.
La versión árabe es la de Sa'adya Gaón, impresa también co-
mo editio prinoe,ps y luego constantemente repetida, a base del
Manuscrito árabe I de la Biblioteca Nacional de París. Es, pues,
una edición basada en un solo manuscrito y no criticamente. Di-
cho manuscrito fue copiado por Sionita, pero introduciendo en él
correcciones y vocalización; se trata de un texto heterogéneo e im-
puro. La versión publicada en la Políglota de París contiene además
otras traducciones árabes basadas en la Sep.tuaginta griega; en
general en las Biblias Políglotas el libro de Daniel en árabe se
basa en el texto de Luciano, en recensión superior a la del Códice
Alejandrino, mientras que el Pentateuco y Josué se basan en Sa'-
adya, es decir, derivan del texto hebreo masorético; así puede ver-
se que dieron más valor a la versión de Sa'adya que a otras máS
antiguas (algunas del siglo VII y comienzos del VIII como la de
Juan, Obispo de Sevilla, compuesta en el año 724).
A pesar del enriquecimiento de materiales que supuso, la Po-
líglota de Paris no ejerció influencia alguna pues muy pronto fue
desplazada por la de Londres.
524
l. BIBLIAS POLIGLOTAS

Biblia POliglota de Londres


También llamada Políglúta de Walton por ser obra de Brian
Walton, posteriormente obispo anglicano de Chester, con la cola-
boración de eminentes filólogos bíblic-os: Edmund Castell (Cas-
tellus), Samuel Clarke, Thomas Hyde, Alexander Huish. Salió de
las prensas de Thomas Roycroft, en Londres, entre los años 1654
y 1657, en seis volúmenes en foliú, a los que en 1669 se añadieron
otros dos: el Lexioon he.p taglotton compuesto por Castell para esta
POlíglota. Fue publicada por suscripción y patrocinada por Crom-
well, al cual fue dirigida una dedicatoria que posteriormente fue
sustituída por otra a Carlos II. Su título completo, indicador de
su contenido, reza así: "S. S. Biblia polyglotta complectens tex-
tus originales hebraicos cum Pentateucho Samaritano, chaldaicos,
graecos versionumque antiquarum samaritanae, chaldaicae, latinae
VUlgatae, aethiopicae, graecae Sept., syriacae, arabicae, persicae,
quicquid comparare poterat ex mss. antiquis undique conquisitis
optimisque exemplaribus impressis summa fide collatis". Comienza
con circunstanciadas y extensas introducciones críticas de Walton,
que tienen entidad e importancia propia, por lo cual fueron reedi-
tadas en Zurich, 1673 y en Leipzig, 1777. De sus puntos de vista me-
rece destacarse que Walton, siguiendo a Richard Simún (Histoire
Critiq,ue du Vieux Testament, 1678) no considera inspirada o "pro-
cedente del Sinaí" la parte vocálica del Antiguo Testamento. Tras
ellas, la Políglota de Londres 'Ofrece los Siguientes elementos: Tex-
to hebreo del Antiguo Testamento con la traducción interlineal de
Santes Pagnino que ya corrigió Arias Montano para la Políglota de
Amberes. Vulgata tomada de la edición clementina. Septuaginta
griega basada en el Codex Vaticanus según -la edición sixtina de
Roma 1587, Y colacionado con el Alexandrinus y con diversús ma-
nuscritos unciales de LXX como el Codex Cottonianus Genes·elOs
(D), conservando así para la posteridad lecciones textuales que se
habrían perdido debido a la destrucción parcia-l del códice en el
incendio de la biblioteca de Sir R. Cotton, Londres, en 1731; lleva
también la versión Vetus latina !tala, según la edición de Flaminius
Nobilius. Pes'ítta siríaca, con traducción latina. TUrgwm arameo de
Onqelos (Pentateuco) de la edición de Basilea, con traducción la-
tina. Pentateuco hebreo samaritano, con traducción latina (impreso
por primera vez en la Políglota de París): Versión árabe con tra-
ducción latina. Targum arameo "Pseudo-Jonatán" en los libros his-
tóricos de Josué a Ester que lo poseen también con traducción la-
tina. Versión etiópica de Salmos y Cantar de los Cantares. De los
libros bíblicos que no figuran en el canon hebreo aparecen el 3.° de
Esdras en latín, griego y siríaco, estos dos últimos con traducción
latina; el 4.° de Esdras sólo en latín; Tobías en hebreo, según edi-
ciones de Fagius y Munster, con traducciones latinas, además de
los textos de VUlgata, griego y siríaco; Judit, paajes deuterocanó-
nicos en Jeremías y Daniel, y los dos ilbros de los Macabeos se edi-
tan en latín, griego y siríaco; Sabiduría, Eclesiástico y Baruk pre-

525
FEDERICO PEREZ CASTRO

sen tan además una versión árabe; partes deuteronómicas de Ester


van en griego y latín; 3.° de Macabeos en griego y siríacó; versiÓri
árabe de .2.° Macabeos. Targum arame9 "Pseudo-Jonatán" del Pen-
tateuco y "Targum Fragmentario" con traducciones latinas; . ver-
sión persa del Pentateuco con traducción latina. El Nuevo Testa-
mento aparece en su texto griego, según la edición de R. Estienne,
con traducción interlineal latina de Arias Montano; versiones .si-
ríaca y etiópica, con traducciones latinas; Vulgata; versión árabe;
versión persa de los Evangelios, ambas con traducciones latinas.
En el último volumen se encuentran las notas, variantes e índice
general.
Aunque la Políglota de Walton es la más rica de las cuatro Po-
líglotas clásicas, tiene también no pocas imperfecciones. Entre ellas
destaca que el texto de la Pesitta siríaca fue reprOducido de la pu-
blicada por la Políglota de París incluyendo sus numerosos errores
y defectos y añadiendo a ellos gran número de nuevas erratas, a
pesar de que Walton en su prólogo criticaba el texto siríaco de
Sionita y su traducción latina; la colación de algunos mal1uscritos
siríacos más, incorporada al Vol. VI y debida a Herbert Thorndy-
ke, es también muy imperfecta. Aún con todo esto, hay que reco~
nocer que el aparato crítico de la Pesitta de todo el Antiguo Tes-
tamento, publicado en esta POlíglota, sigue siendo el único existen-
te. También el texto de la versión árabe es muy imperfecto, pues
al reproducir el de París conservó todos sus errores y al completar
las lagunas de aquél a base de fuentes muy diversas resultó un
texto muy heterogéneo. .

Otras ediciones bíblicas políglotas


Tras el detallado estudio de las cuatro Biblias Políglotas clási-
cas, hay que mencionar otras ediciones bíblicas políglotas qUe pue-
den recibir el nombre de Biblias Políglotas menores, bien por no
ser completas, bien por su menor importancia científica. He aquí
su simple relación por orden cronológico :
-Salterio de Justiniani (vid. supra, en los precedentes de la
Poliglota Complutense).
-Salterio de J. POlken, de Colonia, 1518, en hebreo, griego, la-
tín y etiópico,este último reproducido en la Políglota de Londres.
-Ediciones políglotas jUdías del Pentateuco, Constantinopla
1546 y 1547. El primero presenta el texto hebreo, el Targum ara-
meo de Onqelos, la versión persa, la árabe de Sa'adya, y el Co~
mentario de R. Isaac Yarhí. La segunda lleva además una traduc-
ción al griego moderno y otra al j udeo-español.
-Biblia Pentapla de J. Draconites, en hebreo, arameo, griego,
latin y versión alemana de Lutero. Sólo llegaron a imprimirse Gen.
1-6, Wittemberg 1563; Ps. 1-2, Wittemberg 1563; Is. 1-7, Leipzig
1563; Prov., Wittemberg 1564; Mal., Leipzig 1564; Joel, Wittemberg
1565; Zac. y Miq., Wittemberg 1565.

526
l. BIBLIAS POLIGLOTAS

-Políglota de Heidelberg, también llamada de Bertram o de


Vatablo. Publicada por Corneille Bonaventure Bertram en Heidel-
berg 1587. Antiguo Testamento en hebreo, griego, Vulgata y traduc-
ción latina de Santes Pagnino. Tomada de ·l a Políglota de Ambe-
res con notas de Vatablo, 2." edic. 1599, 3." edic. 1616, que contiene
también el Nuevo Testamento con la traducción latina de Arias
Montano.
-Políglota de Hamburgo, 1596. Texto hebreo de Elías Hutter.
Antiguo y Nuevo Testamento griego, Vulgata, traducción latina de
Pagnino (Antiguo Testamento) y de Teodoro de Beza (Nuevo Tes-
tamento), traducción alemana de Lutero, todo ello en edición de
David Wolder. Nuevo Testamento tomado de la de Samuel Selfisch,
Wittemberg 1583.
-Políglotas de Hutter. Se trata de cuatro ediciones parciales ..
La de Nürnberg 1599 sólo llegó a publicar un volumen: hebreo,
Targum, griego (todo ello según -la de Amberes), traducción de Lu-
tero, Vulgata, y, según los ejemplares, versioneseslavónica, fran-
cesa o italiana. - El Salterio de Nürnberg 1602, en hebreo, griego,
latín y alemán. - El Nuevo Testamento de Nürnberg 1599, en
doce lenguas, de carácter totalmente anti-científico y con múlti-
ples versiones modernas entre las que figura la española de Ca-
siodoro de Reina. - El Nuevo Testamento en hebreo, griego, la-
tín y alemán, Nürnberg 1602, tomado del anterior. Reeditado en
1615 con título diferente y haciéndolo figurar como impreso en
Amsterdam. - Hay que añadir que Hutter editó también los Evan-
gelios en doce lenguas. En general su obra se caracteriza por la ar-
bitrariedad y la falta de escrúpulos.
-Políglota de Leipzig de Christian Reineccius, Nuevo Testamen-
to Leipzig 1713: griego, siríaco, griego moderno, versión latina de
S. SChmid, versión alemana de Lutero. Lleva notas y apéndices crí-
ticos y exegéticas; los textos son muy heterogéneos. - Antiguo
Testamento Leipzig 1750-51: Hebreo, Se,p tuaginta, traducción la-
tina de Schmid y alemana de Lutero.
-Poliglota de Bagster, Londres 1831. Prolegómenos de S. Lee,
texto hebreo del Antiguo Testamento de Van der Hooght, Penta-
teuco Samaritano de Kennicott, Septuaginta, Vulgata, Pesitta, Nue-
vo Testamento griego según ed. Mill. traducción alemana de Lu-
tero, italiana de Diodati, francesa de Osterwald, española de Scio
e "inglesa autorizada". Reeditada en Londres 1874. - De Bagster
es también el He:napla Ps.alter, 1843.
-Políglota de Stier y TheHe, Bielefeld 1846-1855, para uso prác-
tico manual, en hebreo, griego, latín y alemán. Reeditada varias
veces. En la edición de 1875 fue colaci:onado el Codex Sinaiticua.
-Novum Testamentum triglottwm, de Tischendorf. Leipzig
1854 y 1865.
-Hexaglott Bible, de COhn, sólo hasta Números, 1856-1859; Pen-
tateuco 1868.
-Robert Young, Hexaglot Pentateuch, Edimburgo 1851.

527
FEDERICO PEREZ CASTRO

-Políglotas de Ed. de Levante. Hexaglott Bible, comprising the


Holy Scriptures of the Old and New Testament, Londres 1876 (he-
breo, Septuaginta, siríacoen Nuevo Testamento, Vulgata, versión
"inglesa autorizada", traducciones alemana y francesa). Biblia Trz'-
glottaeontinens Scripturas Sacras Veteris et Novi Testamenti, Lon,
dres 1890 (Antiguo Testamento hebreo, Septuaginta y Vulgata, Nue"
vo Testamento griego, Pesitta y Vulgata).
-La Sainte Bible POlyglotte contenant le texte hébreu original,
le texte gree des Septante, le texte latin de la Vulgate, et la tra-
duction franr;aise de M. l'abbé Glaire, avec lesdifférences de l'hé-
bre,u, des Septant.e et de la Vulgate, des introductions, des notes,
des cartes et des illustrations, de F. Vigouroux, 8 vols. París 1898-
1909. El texto hebreo es el de Ia edición de Stier y Theile, tomado a
su vez de la edición de Van der Hooght. Septuaginta, de la de Roma
1587 y algo de la Políglota Complutense. Variantes de l'Os Códices
Alexandrinus, Sinaiticus, Ephraemiticus, Ambrosianus, Parisinus 8,
Coislinianus VIII, Marchalianus, V:ulgata según el texto clementin'O,
ed. Turin 1881.
Actualmente se trabaja en España en la edición de la Biblia
Políglota Matritense, editada por el C'Onsej'O Superi'Or de Investiga-
ciones Científicas. Su plan es el siguiente: 1. Vetus Testamentum
Hebraicum. - II. Novum Testamentum Graecum. - Iil. Vetus
Testamentum Graecum. - IV. Vetus Testamentum Arameum:
A) Targum Palaestinense. - V. Vetus Testamentum Arameum:
B) Targum Onqelos et Ionathan. - VI. Vetus ac Novum Testa-
mentum Syriacum. - VII. Vetus Latina. - VIII. Ve tus Hispana. -
IX. Novum Testamentum Copticum. - X. Versio Hispana. - De
ella van aparecidos los siguientes volúmenes: O. Proemium, Matri-
ti 1957. - Series IV: Targum Palaestinense in Pentateuchum. Ad-
duntur Targum Pseud'Ojonatan, Targum Onqel'Os et Targum Palaes-
tinensis hispanica versio. L. 5: Deuteronomium, caput 1. Editi'O cri-
tica curante ALEXANDRO DIEZ MACHO, Mariti, 1965 (Specimen). -
Series VI: Vetus ac Novwm Testamentum Syriacum. Vetus Evan-
gelium syrorumet exinde excerptum Diatessaron Tatiani. Editi'O-
nem curavit IGNAT~S ORTIZ DE URBINA, Matriti, 1967. - Series
VII: Vetus Latina. L. 21. Psalterium Visigothicum-Mozarabicum
de Hebraica veritate interpretatum. Editi'O critica curante THEO-
PHILO Ayuso MARAZUELA, Matriti 1957. - Series VIII: VUlgata His-
pana. L. 21. Psalterium S. Hieronymi de Hebraica veritate interpre-
tatum. Editi'O critica curante THEOPHlLO Ayuso MARAZUELA, Matri-
ti, 1960.
Anejos a la Biblia Po,líglota Matritense se publican los "Textos
y Estudios del Seminario Fi:lológico Cardenal Cisneros del C.S.I.C.",
de los cuales se han publicado los siguientes: Teófil'O Ayuso MA-
RAZUELA: La Vetus Hispana. Origen, depende:'l cia, derivaciones, va-
lor e influjo universal. Rec'Onstrucción, sistematización y análisis
de sus diversos elementos. Coordinación y edición crítica de su
texto. Estudio comparativo con los demás elementos de la "Vetus
Latina", los padres y escritores eclesiásticos, los textos griegos y
528
1. BIBLIAS POLIGLOTAS

la Vulgata. Madrid, C.S.r.C., 1953: l. Prolegómerws. Introducción


general, estudio y análisis de las fuentes (Textos y estudios, 1);
n. El octateuco. Introducción general y edición crítica (Textos y
estudios 6). V. El Salterio. Introducción general y edición crítica.
*Introducción general y edición crítica de los elementos extrabí-
bUcos; **Edición crítica del Salterio (salmos 1-75); ***Edición crí-
tica del Salterio (salmos 76-151 e Indices). (Textos y estudios, 5). -
F. PÉREZ CASTRO: Séfer AbiSa'. Edición del fragmento antiguo del
rollio sagrado del Pentateuco hebreo samarit,a no de Nablus. Edición,
transcripción, aparato crítico y facsímiles. (Textos y estudios 2).
Madrid 1959. - JESÚS CANTERA ORTIZ DE URBINA: El comentario de
Habac;uc de Qumrán. (Textos y estudios 3). Madrid 1960. - ALE-
JANDRO DIEZ MACHO: Targum Palestinense. Editio Princeps del Ms.
Neofiti 1 de la Biblioteca V,aNcana. Edición, aparato crítico y tra-
ducciones. Madrid, 1968.

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529
FEDERICO PEREZ CASTRO

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SCHELER, A.: Geschichte der Entstehung der berühmten Plantinischen
Polyglottenbíbel. "Serapeum" 6 (1845), págs. 241-251; 265-272.
VALLEJO, JUAN DE: Memorial de la vida de Fray Francisco Jiménez de
Cisneros. <Ed. de A. de la Torre y del Cerro). Madrid, 1913.

n. VERSIONES MODERNAS NO ESPAÑOLAS DE LA BIBLIA

Jntroduccián

La larga y complicada cadena de la transmisión de la Sagrada


Escritura a través de las múltiples traducciones, directas o indirec-
tas, de sus text-os originales se divide en dos grandes grupos: ~as
VERSIONES ANTIGUAS o las lenguas de la Antigüedad oriental y clá-
sica, y las modernas, es decir las traducciones de la Biblia a ~as
lenguas nacionales vivas, surgidas desde que éstas comienzan a ser
capaces de expresión literaria en substitución de las antiguas o
muertas. En muchos casos las versiones bíblicas modernas no sól-o
son las primeras manifestaciones de las lenguas modernas litera-
rias, sino que contribuyen poderosa y decisivamente a su f-ormación
inicial.
Antes de examinar por separado las traducciones bíblicas mo-
dernas en sus diferentes lenguas es conveniente hacer unas obser-
vaciones generales. Las primeras manifestaciones de las versi-ones
bíblicas modernas son las traducciones a lenguas vulgares de las
lecturas litúrgicas y eclesiásticas y las traducciones de las histo-
.rias bíblicas o Historias Sagradas. Pero aproximadamente a partir
del siglo XIV existen ya traducciones completas de la. Biblia a tales
lenguas. En el siglo XVI experimentan un incremento y desarrollo
extraordinarios debido al uso de la imprenta y a las orientaciones
de la Reforma; en el sigl-o XIX a la creación de las llamadas "So-
ciedades Bíblicas". En el siglo xx, tras una primera etapa en la cual
lo que predominantemente se hace es reelaborar o "revisar" las
'traducciones nuevas: unas de carácter filológico especializado, otras
populares, destinadas a la difusión del conocimient-o de la Sagrada
Escritura entre los fieles, pero, al igual que las primeras, siempre
atentas a la exactitud científica y a la máxima fidelidad a los tex-
tos originales y a los crecientes avances de las ciencias bíblicas. Es
de destacar la intensa actividad desarrollada en este aspecto por
el campo católico en l-os últimos tiempos .
.530
n. VERSIONES DE LA BIBLIA

ALBANESAS

Las versiones bíblicas alemanas se dividen en dos grandes gru-


pos: 1. Las anteriores a Lutero. n. Las versiones alemanas desde
Lutero. Este segundo grupo debe dividirse en cuatro apartados:
1) La Biblia de Lutero. 2) Traducciones protestantes. 3) Traduc-
ciones católicas. 4) Traducciones judías.
A) Tmd,ucciones alemanas pre-luteranas. Hay que comenzar
consignando una serie de trabajos precursores, anteriores al siglo
XIlV. La primera traducción b1blica germánica de la que se tiene
noticia es la del obispo visigodo Ulfilas. Pero es el gran movimiento
cultural cristiano promovido por Carlomagno el que da impulso a
las traducciones medievales alemanas, cuya historia comienza con
versiones del Salterio y de los Evangelios hechas a base del texto
de la Vulgata: fragmentos manuscritos de una traducción de Sal-
mos, del siglo IX; restos de una traducción alemana de San Mateo,
también del Siglo IX, versión del texto latino de la "Armonía de
los Evangelios" de Taciano, Fulda, año 830, literalísima. Ya hacia
el año 1000 se conoce el primer traductor alemán: Notker In
Labeo, t 1022, quien traduce y comenta para instruir a los monjes
de sto Gall los Salmos, los Cánticos bíblicos y Job. De 1060 es la
traducción del Cantar de los Cantares llevada a cabo por Williram,
abad de Ebersberg, conocida por numerosos manuscritos. Tras es-
tas precursoras versiones en antiguo alto alemán se inicia en el
siglo XIV la historia de las traducciones alemanas propiamente di-
chas. De ellas conviene sólo decir que, en general, son independien-
tes entre sí, que son casi siempre parciales, siendo el Salterio el
libro predilecto; unas son traducciones serviles de la Vulgata lati-
na, pero otras presentan ya un buen alemán y, sobre todo, que no
llegaron nunca a ser versiones usadas por el pueblo. La segunda
mitad del siglo xv supone ya un cambio notable; en él pueden
citarse notables ediciones impresas en alto alemán: la de Johann
Mentelin, Estrasburgo 1466, Biblia completa, basada en una ver-
sión que databa de casi un siglO antes. Fue objeto de once reimpre-
siones hasta 1490, y de otras dos después, 1107 y 1518. Pero el len-
guaje anticuado y los numerosos errores de la Biblia de Mentelin
obligaron a revisarla: tal es el sentido de las ediciones de G. Zai-
ner, Augsburgo 1475, y A. Koberger, N'Ürnberg 1483. De las traduc-
ciones pre-luteranas en bajo alemán deben citarse: Colonia 1478,
Lübeck 1494, Halberstadt 1522.

n. VERSl'ONES ALEMANAS DESDE LUTERO

La Biblia de Lutero: La traducción bíblica de Lutero tuvo en


Alemania la grande y doble importancia de hacer de la Biblia un
libro realmente popular, cosa que hasta entonces no había sido, y
de haber constituído, debido entre otras cosas a la enorme difusión
531
\
FEDERICO PEREZ CASTRO

de que gozó, la pieza esencial en la formación del neo-alto alemán


como lengua artística y literaria; gracias a ella quedó casi com-
pletamente establecido su léxico, pues la selección llevada a cabo
entre las múltiples posibilidades existentes, decidió el futuro de la
lengua alemana propiamente dicha y su triunfo sobre el gran nú-
mero de dia'l ectos hasta entonces competidores entre sí.
Puede decirse que Martín Lutero (1483-1546) dedicó la mitad
de su vida a la traducción de la Biblia. En esta intensa labor pue-
den distinguirse diversas etapas marcadas por las sigUientes fe-
chas: 1517, 1522, 1534, 1545. En 1517 la edición de siete salmos pe-
nitenciales constituye la primera traducción bíblica de Lutero, en
la que todavía no se utiliza el texto original hebreo, al cual sólo
tiene en cuenta a partir de 1521; en este año comienza también a
traducir parte del Nuevo Testamento. Animado y ayudado por Me-
lachton traduce todo el Nuevo Testamento, que aparece impreso en
setiembre de 1522, y de aquí que se le llame el "Septembertesta-
ment", aunque su verdadero título es "Das Newe Testament Deut-
zsch", impreso en Wittenberg por Melchior Lother el Joven, y edi-
tado, con grabados en madera, por LucaSl Cranach el Viejo y
Christian DOring. Desde este momento dedica Lutero una docena
de años a ola traducción del Antiguo Testamento, que se va publi-
cando parCialmente {1523, Pentateuco; 1524, Libros Históricos y
Poéticos; 1526, Jonás y Habacuc; 1527, Zacarías; 1528, Isaías; 1529.
Sabidurla; 1530, Daniel; 1532, "Propheten aLZa Deudsch"; 1532,
Eclesiástico; 1533, 1 Macabeos; 1534, Judit, Tobit, Baruch, II Ma-
cabeos, Suplementos de Ester, Suplementos de Daniel traducidos
al alto alemán a base de otra traducción en bajo a'l emán de autor
desconocido, labor que culmina en la publicación de la primera
Biblia completa de Lutero, seis partes, 117 grabados, impresa en
Wittenberg en 1534 por H. Lufft, editada por Moritz GoItze, Bar-
tholomaus Vogel y Christoph Schramm, y titulada "mblia, das ist
die grantze Heilige Schrift Deudsc.h". La última etapa de los tra-
bajos de traductor de Lutero está formada por una serie de edi-
ciones, nueve en total, revisadas y corregidas en mayor o menor
medida, hasta llegar a la de 1545 (y 1546) que constituyó el pro-
totipo de la Biblia del protestantismo alemán de épocas posterio-
res, numerosísimas veces reimpresa en Erfurt, Augsburg, Strass-
burg, Nürnberg, Basilea, etc., y siempre base de las sucesivas edi-
ciones revisadas. Mas al correr de los tiempos fueron introducién-
dose en éstas tantas modificaciones que fue preciso proceder en
1883 a una edición de carácter semi-oficial para salir al paso de
muchas arbitrariedades. Pero aún así, el avance de las ciencias bí-
blicas ha dejado reducida la Biblia de Lutero a una venerable pieza
histórica.
Para comprender las características y cualidades de la Biblia
de Lutero es preciso, en primer lugar, considerarla como el resul-
tado de un lago y continuo proceso de corrección y revisión lleva-
das a cabo por Lutero a lo largo de su vida y reflejadas en las dife-
rentes ediciones. En ellas y, en general, en su traducción colabora-.
ron no poco sus amigos humanistas Melanchton, Aurogallus, Cruci-
532
n. VERSIONES DE LA BIBLIA
- - - _._ --- _.
ger y Jonás. Es muy interesante a este respecto el estudio de los
originales de Lutero, en gran parte conservados, escritos en tinta
oscura y con correcciones en tinta roja que reflejan las modifica-
ciones introducidas tras las revisiones de Melanchton y Aurogallus.
El propio Melanchton tradujo personalmente los dos libros de los
Macabeos. Por lo que se refiere a la versión del Antiguo Testamento
hebreo hay que hacer notar que Lutero no fue nunca buen he-
braísta y ello se acusa en la traducción ; él mismo confiesa, al re-
galar a un amigo un libro hebreo que había llegado a sus manos,
"excedit enim vires meas". Mas, a pesar de que no dominaba per-
fectamente las lenguas traducidas, poseía un fino instinto de sus
peculiaridades; por otra parte su propósito no fue la versión literal
de los textos sino su acomodación al genio propio de la lengua ale-
mana (cfr. su Prólogo al Antiguo Testamento, 1523, sí como sus
"Sendbriet oom DOlmetsahen, 1530, y Summarien über die Psal-
men und Ursachen des Dólmetsche:ns, 1533). Pero es de lamentar
que esta libertad en la traducción le sirviese a veces para intro-
ducir sus propias ideas teológicas no justificadas por los textos co-
mo en el caso, de gran trascendencia, de la "sola fide" en Rom 3,28,
pasaje donde no aparece la palabra 'sola'. Como fuentes e instru-
mentos de trabajo usados por Lutero hay que indicar los siguien-
tes: para el Antiguo Testamento hebreo canónico, la edición de
Gersom Ben Mosé Sancino, Bl'escia 1494, y el Salterio Hebreo de
Joh. Frobenius, Basilea 1516; para el Nuevo Testamento, la 2." edi-
ción de Erasmo, con traducción latina, Basilea 1519, impresa por
Frobenius; para los libros ajenos al canon hebreo del Antiguo Tes-
tamento la Septuaginta de Aldus, Venecia 1518, y el texto de la
Políglota Complutense (1514-17). En gran medida se auxilió Lutero
no sólo de la traducción latina del Nuevo Testamento de Erasmo,
así como de las "Annotationes" de éste, sino también de la traduc-
ción latina del Salterio de Félix Pratensis, 1515, y, sobre todo, de
la traducción interlineal de Sante Pagnini y de las "Postillae" de
Nicolás de Lyra, lo cual hizo nacer ,l a famosa frase: "Nisi Lyra ly-
rasset, Lutherus non saltasset". Para su aprendizaje de la lengua
hebrea utilizó los Rudimenta Linguae Hebraiicae de Reuchlin, 1506.
En resumen, puede decirse de su traducción, especialmente del An-
tiguo Testamento, que aunque es loable e importante el esfuerzo
por recurrir al texto original, la eXégesis que, como en toda traduc-
ción, se refleja en la de Lutero, revela más una libre interpretación
del contexto que una fidelidad a los hechos gramaticales. Esto no
impide que Lutero elogiase mucho la obra de Mase y David Qimhi,
que conoció indirectamente a través de Nicolás de Lyra y de Pablo
de Burgos.
otras traducciones alemanas protestantes. Fuera de Alemania
tuvo gran importancia la "Biblia de Zürich", muy utilizada en Sui-
za. Su nuevo Testamento es el de Lutero Cedo Froscmauer, Zürich
1524) acomodado por Zwuinglio al dialecto alemánico. Leo Jud fue
el traductor de Profetas y Apócrifos. El resto de la Biblia fue obra
de diversos autores protestantes suizos. Quedó terminada en 1529.
533
FEDERICO PEREZ CASTRO

Hay que mencionar también la "Frochauer-Bibel" de 1531, con


nueva traducción de los libros sapienciales y prefacio de Zwinglio;
en la edición de 1540 se reelabora el Antiguo Testamento. La "Bibel
Teutsch" de 1545, revisada repetidas veces hasta 1667. La "Ubrich-
Bibel" de J. C. Ulrich, 1755/ 56, de tendencia pietista. También de
importancia para el protestantismo suizo la traducción de J. Pis-
cator, 1602-1604, reimpresa por última vez en Berna, 1846/ 48. Ya
en 1931 (2." ed. 1954) apareció una nueva edición de Ia "Biblia de
Zürich", asociada al moderno avance de las ciencias bíblicas.
Otras traducciones alemanas bíblicas protestantes dignas de
mención: Nuevo Testamento de Zinzendorf, 1727, en versión libre;
la "Berleburger Bibel" de J. F . Haug, 1726-1742 de tendencia mís-
tico-alegorizante; la "Wertheimer Bibel" de J. L. Schmidt, de ten-
dencia racionalista, Pentateuco, 1735; la "Elberfelder Bibel", diri-
gida por C. Brockhaus, 1871, 1957 2." ed., muy prOfusamente difun-
dida en Alemania; la Texbibel des A. und N. T., 1899, traducido
el Antiguo Testamento por el eminente filólogo E. Kautsch, y el
Nuevo Testamento por C. Weizsacker. Más recientes y con una co-
mún aspiración a utilizar la lengua viva del presente son las tra-
ducciones de A. Schlatter, 1931; W. Michaelis, 1934; F. Pfafflin,
1939 y 1954 (4,"); L. Thieme, 1946 y 1949.
Las traducciones mencionadas hasta aquí son Biblias para uso
religioso y popular. Junto a ellas, e iniciándose tímidamente el si-
glO XVIII, desarrollándose mucho más en el XIX y alcanzando gran
apogeo en el xx, existen las traducciones de carácter científico y
no popular, cuyo propósito es recoger los grandes avances experi-
mentales por la filología, la historia, la arqueología y la exégesis
bíblicas. Por ello en gran parte no se trata de simples versiones,
sino que van acompañados de amplios comentarios en los que se
recogen los puntos de vista de cada investigador o escuela. Ya en
1573 y 1771 (3." ed.) apareció la traducción del Nuevo Testamento,
con estas características, de J. A. Bengel; y en 1809, 1814 y 1886 (5 ."
ed.) la del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento de M. L. de
Wette. Tras ellas fue muy notable "Die Heilige Schrift des A. T ."
del eminente E. Kautzsch, 1900, 1922 y siguientes (4: ed. a cargo
de A. Bertholet). De los grandes comentarios científicos, muy nu-
merosos en nuestros tiempos, conviene destacar especialmente, en-
tre otros, el "Handbuch zum Alten Testament" dirigido por Otto
Eissfeldt, a partir de 1934; el "BibUS'che Kommentar", dirigido por
Martin Noth, 1955 y siguientes; las diversas re ediciones del "Co-
mentario crítico-exegético del Nuevo Testamento", iniciado por
H. A. W. Meyer; las varias ediciones del "Hanábuch zum Neuen Tes-
t(J).ment" y del "Theologisches Handkommentar" del Nuevo Testa-
mento dirigido por E. Fascher; las Schriften des A . T ., gran obra di-
rigida por H. Gunkel, también de carácter científico pero de carác-
ter más accesible a un público general culto; la no menos impor-
tante "Schriften des N . T.", dirigida por J. Weiss. Tan grande es
la actividad en este campo que otros grandes comentarios van sus-
tituyendo a los anteriores: y así no puede dejar de mencionarse,
dentro de la destacada "Neues GOttinger Bibelwerk", "Das Alte
534
n. VERSIONES DE LA BIBLIA
- - _ ._ ._ - -- -

Teslament Deutsch" dirigido por V. Herntrich y A. Weiser, 1949 y


siguientes, y "Das Ne;ue Testament Deutsch", por P. Althaus y
J. Behm, 1932 y siguientes.
IIl. Traducciones católicas. Aun cuando lógicamente en Ale-
mania, cuna de la Reforma, dominen las versiones del campo pro-
testante, son también muy notables las traducciones alemanas ca-
tólicas, especialmente las más recientes. En orden cronológico de-
ben ser citadas las siguientes: En los primeros tiempos de la Re-
forma, el Nuevo Testamento de E. Emser es la primera traducción.
alemana católica; su texto acusa una gran utilización de la versión
de Lutero. Análogamente también la traducción de J. Dietenber-
ger, 1534, utiliza el Antiguo Testamento de Lutero; los Apócrifos,
siguen a Leo Jud; el Nuevo Testamento se basa en el de Emser. La,
Biblia de J. ECk, 1537, presenta el Nuevo Testahlento según Emser;
el Antiguo Testamento procede de la Vulgata y emplea un dialecto
alto-alemán. La ",M'ainzer-Bibel" es el nombre que recibió la tra-
ducción de K. Uhlenberg, que es una reelaboración de la de Dieten-
berger; aparecida en 1630, llegó a ser objeto de cincuenta reedicio-·
nes, de modo que constituyó la Biblia católica alemana por auto-
nomasia. La B'iblia Pentapla, Hamburgo 1710 y siguientes, tiene la
particularidad de presentar paralelamente en el Antiguo Testamen-
to las traducciones de Uhlenberg, Lutero, Piscator, J. Athias, yen.
el Nuevo Testamento las d.e J. H. Reitz y la holandesa de 1636. Es-
pecial atención merece la Biblia de J. F. Allioli, 1838; se trata
fundamentalmente de una reelaboración de la obra iniciada por el
teólogo H. Braun y continuada por J. M. Feder; muy difundida y
apreciada por los católicos alemanes a través de más de un siglo,
fue revisada en 1949 por K. Thieme. En el presente siglo se regis-
tra una intensa actividad en el campo de las traducciones bíblicas
católicas alemanas, directamente realizadas sobre los textos ori-
ginales. Entre ellos hay que destacar la llamada "Grünewald Bi-
bel" de E. Dimmler, P. Riessler y R. Storr, 1924-26, 7: ed. 1956 que
es notable por el cuidado lenguaj e en ella usado. También son im-
portantes el Antiguo Testamento de E. Henne y Nuevo Testamento-
de K. Réisch, 1921, 12 ed. 1954; la Biblia de P . Parsch y otros cola-
boradores; el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento de Hamp,
Stensel y Kürzinger, 1955; La Biblia Familiar de Schwegler, Her-
zog, Haag y Perk, Zürich 1947; la "K,epler Bibel" de R. W. von Ke-
pler, 1915, reeditada por V. Schweitzer y después por P. Ketter,
1950, con sólo el Nuevo Testamento; el Nuevo Testamento de,
F. Tillmann, 1927 y 1947 (2 ." ed.; el Nuevo Testamento de O. Ka~
rrer, 1950 y 1953 (2." ed.), de magnífica calidad estilística. Y entre
las más usadas actualmente y de gran valor científico, la "Biblia
de Bonn", 1923 y Siguientes la "Biblia ,de Herder", 1935 y siguientes,
el "Nuevo Testamento de Regensburg", 1938 y siguientes y la "Ech--
ter-Bibel", 1947 y siguientes.
IV. TraducCiJones judias. Las traducciones bíblicas alemanas ju-
días anteriores al siglo XVIII, participan de la característica común
a toda versión judía de la Biblia antes de la ilustración (Haskalá):

535·
FEDERICO PEREZ CASTRO
- - - -- - - - - - - - ------ - - - - - - - - - - -
son extraordinariamente literales, puede incluso decirse serviles.
Conócense traducciones de este tipo ya en el siglo XIII, versiones
de las perícopas litúrgicas sinagogales; y traducciones en judeo-
alemán de todo el Antiguo Testamento desde el siglo XVII. La pri-
mera traducción judía en alto-alemán de carácter literario es la
de M. Méndelsshon, Pentateuco y comentario rabínico de S. Dubno,
1780-1783. Todo el Antiguo Testamento se terminó en 1809; utili-
záronse para esta versión varias traducdones protestantes, por lo
cual no fue del agrado de los círculos ortodoxos. En el siglo XIX
debe consignarse la Biblia traducida por Zunz, 1838, y la "Pracht
Bioel", de J. Fürst, 1874. Ya en el siglo xx son notables la traduc-
ción de S. Bernfeld, 1902, L. GOldschmidt, 1921-23, y, sobre todo,
la del gran filósofo Martín Buber el cual, con F. Rosenzweig publi-
Có una importante traducción de la Biblia hebrea en 1925-29, reim-
presa en 1956-57. Esta versión se caracteriza por su propósito de
reflejar el sentido primitivo de la expresión hebrea: por ello tiene
por consecuencia que a veces sus giros sean excesivamente he-
braizantes.

CELTAS

1. En lengua literaria bretona: Nuevo Testamento, 1827 y 1847;


Biblia, 1866 (en dialecto de Léon); Nuevo Testamento, 1883; Biblia
en 1889 (en dialecto de Tréquier). 2. En gálico de Escocia: Nuevo
Testamento, 1787; Antiguo Testamento 1801 y otras revisiones:
Nuevo Testamento católico, 1875. 3. Irlandés: Nuevo Testamento
1602; Antiguo Testamento, 1685; Biblia 1690 y revisada en 1817;
Nuevo Testamento en irlandés moderno 1952. 4. Enkimrico (wallís,
tico): Perícopas litúrgicas, 1531; Nuevo Testamento, 1567; Biblia,
1588; Biblia, revisada a la luz de la AutOT'ized VersiolJ'll inglesa, 1620;
Biblia en la nueva ortografía, 1955; Nuevo Testamento baptista,
1842. 5. Dialecto de la Isla de Man: Nuevo Testamento, 1767; Bi-
blia, 1773.

ESCANDINAVAS

1. Danesas: 1524, Nuevo Testamento de Christian H, impreso en


Wittenberg por Melchior Lotter y de poca calidad lingüística; 1529,
Nuevo Testamento de Ch. Pedersen, revisado en 1531; 1528, Salmos
de Fr. Vormordsen; 1531, Salmos de Pedersen; 1535, Pentateuco,
de H. Tausen, impreso por M. Lotter en Magdeburg; 1539, Jueces,
de P. Tideman; 1541, Eclesiástico y Sabiduría, de P. Tideman, im-
preso por H. Walter en Magd.e burg; 1550, Biblia de Christian HI,
impresa en Copenhague por L. Dietz y basada en la de Lutero de
1545, revisiones en 1589 y 1633; 1607 Biblia de Christian IV, a base
de los textos originales, de H. P. Resen, sucesivamente revisada,
536
n. VERSIONES DE LA BIBLIA

por última vez el Antiguo Testamento en 1871, y el Nuevo Testa-


mento en 1907; 1931, nueva traducción del Antiguo Testamento;
1948, nueva traducción del Nuevo Testamento; 1887 Y siguientes,
traducción de T. S. Rordam. Católicas: 1893, Nuevo Testamento a
base de la Vulgata; 1931, nueva traducción del Nuevo Testamento;
1953, Nuevo Testamento en danés moderno, traducción de P. Schin-
der. 2. Noruegas: En Noruega se utilizaron las traducciones bíbli-
cas danesas hasta 1814; hasta 1904 se publicaron sólo revisiones de
aquellas. La primera traducción noruega propiamente dicha del
Antiguo Testamento es la de 1891, y del Nuevo Testamento la de
1904. Una adaptación al riksmal, lengua del estado, aparece en
1930, de toda la Biblia. En landsmal, lengua popular del país, se
había publicado el Nuevo Testamento en 1889 y toda la Biblia en
1938. De 1902 es la traducción católica de la Vulgata. De 1938 la
concienzuda revisión de la Biblia noruega con utilización de los
textos originales. 3 Suecas: Siglo xv, fragmentos de una traduc-
ción sueca, 1526, Nuevo Testamento a base de Lutero, 1541, "Biblia
de Gustav Vasa", también sobre la de Lutero, y continuamente edi-
tada sin apenas cambios hasta que es revisada en 1917. 1856-1865,
una traducción a base de textos originales y de Lutero, con notas
de Melin. 1895, Nuevo Testamento en traducción católica. 4 Islas
Feroes. 1823, Evangelio de San Mateo, con texto paralelo danés.
1931, Nuevo Testamento. 1937 revisión del anterior. 1948, Biblia
completa. 5 Islandia: 1540, Nuevo Testamento de Odd Gottskalks-
son. 1584, Biblia completa, frecuentemente revisada hasta 1908.

ESQUIMALES DE GROENLANDIA

1740, traducción de Evangelios, de Paul Egede. 1766, Nuevo Tes-


tamento 1822, Nuevo Testamento según texto de Lutero. 1893-1900,
Biblia completa de S. Kleinschmidt.

ESLAVAS

1. Eslavo eclesiástico común: Siglo xv, traducción de Genna-


dius, arzobispo de Nowgorod. 1581, Biblia de Ostrog, revisión de la
anterior. 1751, "Biblia Elisabeth" con utilización de la versión de
Septuaginta. La diversificación de las lenguas eslavas hace surgir
traducciones en cada una de ellas, abandonándose las versiones en
eslavo eclesiástico común, ya no entendido. 2. Búlg,aras: 1823, Evan-
gelio San Mateo. 1828, Evangelios. 1840, Nuevo Testamento. 1860-64,
Antiguo Testamento. Hasta 1925 nueva traducción procedente del
Sínodo de la Iglesia Ortodoxa. 3. Polacas: Siglo XIV, Salterio. Si-
glo xv, sólo se conocen fragmentos de una Biblia completa. 1522,
trad,ucción de J. Seclutianus, impresa en Kionigsberg. 1563, "Biblia
de Brest", patrocinada por el Príncipe Radzivill. 1572, revisión de
537
17. - SCRIPTA THEOLOGICA II
FEDERICO PEREZ CASTRO

la anterior, por Budny. 1632, "Biblia de Danzig". Como · traduccio-


nes polacas católicas hay que mencionar que siendo muy imper-
fecta la "Biblia de Cracovia" de 1561, fue substituida en 1593 Nue-
vo Testamento y 1599 por la BibÜa completa de J. Wujek, que se
mantuvo a través de los siglos, con diversas revisiones, últimamen-
te en 1935. 1946, Nuevo Testamento de E. Dabrowski, sobre la Vul-
gata. 4. Rusas: 1819, Evangelios. 1821, Nuevo Testamento en lengua
rusa popular con texto paralelo eslavo eclesiástico. 1823, Nuevo
Testamento por primera vez sólo en lengua rusa, revisado en 1862.
1875, Biblia completa. 1951, los emigrantes rusos en París comienzan
una traducción nueva. 1952, Biblia de la "Sociedad Bíblica rusa" de
Washington. 1956, primera Biblia impresa en Rusia después de
la revolución, reedición de la de 1875 adaptada a la nueva orto-
grafía. 5. Serbio-croatas: 1562-63, traducción de A. Dalmata y Ste-
phanus Consul, a base de Lutero, impresa en Tübingen. 1847, Nue-
vo Testamento traducido por Vuk. Stefanovic Karadzic, el creador
de la lengua serbia literaria. 1868, Antiguo Testamento de G. Da-
nicic, revisada en 1932 y 1933. 1831, traducción católica, parale-
lamente en serbio y latín. 6. Eslovacas: 1832, Biblia católica, fre-
cuentemente revisada. 1946, nueva traducción católica del Nuevo
Testamento. En eslovaco moderno existen las traducciones lutera-
nas de 1953, Salterio, y 1942, Nuevo Testamento. 7. Eslovenas: 1555
comienza a aparecer la traducción del Nuevo Testamento de pri-
mus Truber, creador del esloveno literario, reimpreso en Tübingen
en 1577. 1584, Biblia completa de G. Dalmatin, fmpresa en Witten-
berg, a base de los textos originales y de la Biblia de Lutero. 1946,
última revisión de la Biblia eslovena de la "British and Foreingn
Bible Society". 1771, Nuevo Testamento en dialecto de los eslove-
nos húngaros. - Traducciones católicas: 1612, perícopas litúrgicas
del Nuevo Testamento. 1784-1802, Biblia, sobre la Vulgata. 1856-
1859 Biblia, sobre la alemana católica de Allioli. 1925-1929 Nuevo
Testamento en traducción del obispo de Laibach. 8. Checas: Exis-
tieron numerosas traducciones medievales. 1579-93 "Biblia de Kra-
litz", importante monumento en la historia de la lengua checa,
reimpresa en 1954. - Católicas: 1577, Nuevo Testamento 1712, "Bi-
blia de Wenzel". 1917-1925 nueva traducción católica. 9. Ucrania,..
nas: 1880, Nuevo Testamento, 1903 Biblia completa.

FINLANDESAS,ESTONIANAS, LAPONAS

De ellas, en lenguas estrechamente emparentadas, cabe des-


tacar:
, 1. Finlande8as: La traducción bíblica de Michael Agricola, crea-
dor de la lengua literaria finlandesa, Nuevo Testamento en 1584,
Biblia completa en 1642. Frecuentemente revisada hasta 1938. 2. Es-
tonianas:En ,dialecto de Dorpat: 1632, Epístolas y Evangelios. 1686
538
II. VERSIONES DE ' LA BIBLIA

y ,1727 Nuevo Testamento, luego revisado. En dialecto de Reval:


1715, Nue;vo Testamento. 1739, Biblia completa, posteriormente re-
visada.3. J"aponas: Lapones finlandeses: sólo algunas traducciones
parciales. Lapones noruegos: 1840 Nuevo Testamento. 1895 Biblia.
,Lapones suecos: 1755" Nuevo Testamento. 1811, Biblia.

, .. Diversas traducciones medievales fueron conservadas y difundi-


das por Guyard de Moulins las introdujo en su versión de la His-
.tOtria Scholastica de Petrus Comestro. Reelaborada por J. de Rély,
(!OIlfeSOI;de Carlos VIII, se imprimió en 1496 y fue reeditada varias
veces hasta 1545. Recibió el título de Livres 'de la Bible Historiaulx,
y~ q~e ~e ,trata de una historia sagrada.
,J. Le Fevre d'Etaples (Faber Stapulensis) es autor de la tra-
duc;ción del Nuevo Testamento aparecido en 1523 y de la Biblia
C?mpleta qe, 15'30. Se basó fundamentalmente en la Vulgata, con
escasa utilización de los textos originales. Fue impresa en Amberes
y aunque no es protestante, sus glosas fueron causa de su inclu-
sión en el Indice en 1546. Mejorada por los teólogos de Lovaina y
suprimidas las glosas, mejorados también su lenguaje y estilo, rea-
'p areció en 1550, gozando posteriormente de unas doscientas reedi-
ciones; se convirtió, pues, en la Biblia de los católicos franceses
hasta el siglo XVII.
De las Biblias francesas protestantes hay que citar en primer
lugar la de P. R. Olivetanus, pariente de Calvino, publicada en 1535.
Utilizó mucho las traducciones de Sante Pagnini, Erasmo y Le
Fevre, ésta para el Nuevo Testamento. Fue objeto de muchas re-
Yisiones; de las cuales' conviene mencionar la de Beza en 1551, Ber-
'tnirtd en i588, S. y H. Desmarets en 1669, D. Martin en 1707, P. Ro-
ques en 1736 y finalmente la de J. F. Ostervald que es más bien
una modernización, publicada en 1744 y objeto de frecuentes revi-
'sibnés en el siglo XIX. También debe citarse la traducción de
!S. 'Chatillún (Castalio) que no se difundió gran cosa debido a la
crítica de Calvino y Baza. De las varias llevadas a cabo en el siglo
x:r¡x, la de Oltramare, 1872, fue la más extendida, aunque también
fue bastante popular la de L. Segond, 1874 y 1880. Finalmente la
Societé Biblique de France patrocinó una reelaboración de la Bi-
blia de Ostervald con el nombre de Version Synodale, Parí~ 1914 y
siguientes, que todavía se sigue reeditando. Ya no de carácter po-
pUlar sino científico fue la famosa 'Bible du centenaire' publicada
por la Secieté Biblique (le Paris a partir de 1916. '
;. , ¡En el campo católico, además de la basada en la de Le Fevre
dfEtaples, como queda dicho, deben citarse la traducción de Be-
.noist¡ '1 566, que no fue , sino una adaptación de la de Olivetanus;
,la ' deJo .corbin,de estilo xcesivamente latinizante, pero sobre todo
la , "Bibl1a, ,de Sacy", obra de los hermanos A. e 1. L. Le Maistre,
,q uienes "primero . publicaron el 'Nuevo Testamento de Mons', Ams-

539
FEDERICOPEREZ CASTRO

terdam 1667, y después, 1672-95, el Antiguo Testamento_ Aunque sus


comentarios eran de tipo jansenista, por lo cual pasaron. al IndiCe
en 1668 y 1679, su texto bíblico muy fiel, cuidado y claro fue reedi-
tado profusamente; con un "Commentaire littéral" de L_ Carriere
se publicó en París 1701-16, y luego, con más amplio comentario
de varios autores, en Avignon 1767-73. Posteriormente hay que ci-
tar, aparte de otras menos importantes, la traduc'c ión del E. de
Genoude, 1820-24; la de J. J. Bourassé y P. Janvier, 1865, ilustra-
da por Gustavo Doré; la muy conocida de J. B. Glaire, 1871-73; la
de A. Arnaud, 1881; la de J. Verdunoy, 1927-29; la de P. Drach y
otros autores editada por Lethielleux, en veintisiete tomos, y por
Fillion en ocho volúmenes, 1903-1904. Pero mucho má,s usada que
cualquiera de ellas fue La Sainte Bilbe de Crampon, siete volúme-
nes, 1894-1904, revisada en 1951-2. Entre las versiones católicas fran-
cesas de moderna orientación y de rigor científico descuellan las
incluidas en la colección "Etudes Bibliques" publicada a partir de
1903; la excelente, famosa y difundida "Bible de Jerusalem''', 1947-
56, con diversas ediciones; la "Biblia de la Abadía de Maredsous';,
1950; la patrocinada por el Cardenal Liénart, 1951; y la dirigida por
L. Pirot y A. Tricot, iniciada en 1935.
Tampoco pueden olvidarse la smagníficas traducciones judías
francesas de S. Cahen, 1831-39, con texto hebreo y notas; y la de
Rabinato Francés, dirigida por Z. Kahn, 1899-1906. Como es ~atural
reflejan la exégesis rabínica tradicional.

GRIEGAS

Las más notables traducciones al griego moderno son las si-


guientes: 1547, en la Políglota de Constantinopla, Pentateuco para
uso judío; 1638, Nuevo Testamento con texto paralelo original;
1828, Nuevo Testamento del Abad Hilarión; 1840, Antiguo Testa-
mento de la British and Foreing Bible Society. Conviene señalar
que por decreto gubernamental sólo quedó autorizado en Grecia el
uso del Nuevo Testamento en griego antiguo. La Facultad de Teo-
logía de Atenas trabaja en una nueva versión.

HUNGARAS

Aparte de escasos restos manuscritos de la llamada "Biblia Hus-


zita", del siglo xv, no existen traducciones medievales. La Biblia
húngara protestante es la 'Biblia de Vizsoly', obra notable deKás-
par Károlyi, impresa en 1590 y Objeto de numerosas revisiones,
siendo la más importante la de 1908. Desde 1949 se está elaborando
una nueva revisión y modernización, de la cual han aparecido sólo
specimma; sigue manteniendo el nombre de Károlyi. debido a la

'540
II. VERSIONES DE LA BIJ3LIA

gran importancia cultural y lingüística de esta Biblia que fue en


el campo magyar, lo que la de Lutero en Alemania.
La Biblia húngara católica es la traducción de G. Káldi, Viena
1626, 2: ed. 1732, revisada profundamente en 1916, se encuentra
ahora sometida a otra adaptación en sentido moderno, en curso.
También católica es la versión de Békés y Dallos, 1951.

INGLESAS

La Biblia ha sido siempre un factor decisivo y dominante en


la vida y la cultura del pueblo inglés; por ello no es de extrañar
que la actividad en el campo de las traducciones bíblicas haya sido
y sea intensísima. Por ello, sólo es posible en un reducido espacio
dar cuenta de las que puedan considerarse más destacadas, bien
por ser jalones característicos del proceso, bien por su valor ofi-
cial o típico.
Ya desde el siglo IX fueron traducidas al anglo-sajón diversas
partes de la Biblia, pero el primer traductor conocido es John Wi-
clif, que tradujo el Nuevo Testamento en 1830, y de Hereford.
J. Purvey, disCípulo de Wiclif, revisó la traducción de 1388, pero
no llegó a imprimirse hasta 1731. La primera traducción inglesa
dada a la imprenta fue la de W. Tyndale, impresa en Colonia y
Worms en 1525, revisada en 1534. El Pentateuco de esta traducción
de Tyndale fue también impreso en Marburg en 1530, pero de todo
ello se conservan pocos restos debido a la persecución que Enrique
VIII hizo Objeto a esta versión y a su propio autor, que murió en
la hoguera. En 1535 aparece y se difunde sin dificultades la versión
de M. Coverdale, basada para el Antíguo Testamento en la de
Zwinglio y Leo Jud y para el Nuevo Testamento en la de Tyndale.
A base de la de Tyndale y la de Coverdale publícase en 1537 la lla-
mada "Matthew-Bible", que en 1539 es reelaborada por R. Taverner.
A su vez reelaboración de ella es la "Great-Bible" de 1539, cuidada
por el propio Coverdale, y con prólogo de Crammer; revisada en
1540, su traducción de los Salmos es la que todavía aparece en el
"Book of Common Prayer". Tras ella hay que citar la llamada "Bi-
blia de Ginebra", de W. Wittingham, cuyo Nuevo Testamento fue
impreso en dicha ciudad en 1557 y toda ella en 1560. Experimentó
numerosas re ediciones hasta la de 1664. Una revisión de la "Biblia
de Ginebra" fue promovida por el arzobispo Parker, así fue publi-
cada en 1568 que recibió el nombre de Bishop's B'ible. Llégase así
al año 1611, en el cual aparece la famosa "A,u thorized Version", lla-
mada también "King James' Version" basada fundamentalmente
en la 'IBishop's Bible y utilizando también las precedentes traduc-
ciones, la. cual sería por mucho tiempo la traducción bíblica ofi-
cial en Inglaterra, pues pemaneció en uso sin modificaciones hasta
finales del siglo XIX. Efectivamente, en 1881 el Nuevo Testamento
y en 1885 el Antiguo Testamento se publica la llamada "Revised
Version", la cual, aún conservando el estilo y la fraseología de la

541
FEDERICO PEREZ CASTRO

lengua inglesa propia de las traducciones bíblicas, incorpora -ya


los resultados de la crítica textual moderna.
En el campo norteamericano la versión oficial fue la denomi-
nada "Standard Version" , aparecida en 1901; basada en la "Revísed
Version" inglesa, incluye sin embargo lecciones variantes más del
gusto de Jos biblistas estadoun idenses. Su Nuevo Testamento revi~ '
sado apareció en 1946; la Biblia completa en 1952, con el nombre
de "Rev'ised Standard V ersi on" , usada en Norteamérica hasta la
fecha.
De las traducciones inglesas de carácter privado, tan abundan-
tes que resultaría aquí imposible enumerarlas, cabe destacar el
Nuevo Testamento de R. F. Weymouth, 1903, seguido de reedicio-
nes. La Biblia de J . MOffat, Nuevo Testamento en 1913, Antiguo
Testamento en 1924. La de E. J. Goodspeed, Nuevo Testamento en
Ü.l23 y Biblia completa en 1931. También debe citarse la Biblia eri
inglés básico, Nuevo Testamento en 1941 y completa en 1949. :
Aunque en mucho menor número e importancia, hay que con-
signar la existencia de traducciones bíblicas católicas inglesas. 00-
tnenzando por el denominado "TestaJmento de Rheims", Nuevo Tes-
tamento impreso en Reims en 1582, sigue toda la Biblia en la' lla-
mada "Douay Version" , impresa en Douay, 1609. Se trata de una
traducción sobre la Vulgata, con innegables valores literarios, pos-
teriormente revisada por Challoner, y aún muy usada por los ca-
tólicos ingleses. Tras ella hay que consignar también la "Conlra-
ternity Revision", americana, de la cual se publicó el Nuevo 'TeSta-
mento : en 1941; la versión de R. A. Knox, nueva traducción de la-
Vulgata, Nuevo Testamento en 1944, Antiguo Testamento en 1949;
la de F. A. Spencer, basada en el texto original, Nuevo Testamento,
en 1937, seguido de reediciones; y la "Westminster Version" Nue-
vo Testamento en 1947, americana, de gran calidad, sobre el texto<
original.
Es también muy notable y valiosa la traducción judía america-
na "The Holy Scriptures ,CliCcording to the Masoretic Text", editada
por la "Jewish Publica twn Society 01 America", Filadelfia 1917, y
ahora renovada y modernizada por un eminente equipo de filólo-
gos judíos, como H. M. Orlinsky, H. L. Ginsberg, E. A. Speiser, etc.
De esta nueva traducción se ha publicado ya el Pentateuco, Filadel-
fia 1962.

ITALIANAS

Ya en el siglo XIII existieron versiones bíblicas italianas; de


ellas conservamos manuscritos del siglo XIV. En el siglo xv han de
ser citadas especialmente dos traducciones impresas ambas en Ve-
necia en 1471: de N. Malermi (Malherbi), basada en otras traduc-
ciones medievales de la Vulgata; y la impresa por Adam von Am-
mergau, cuyo Antiguo Testamento es copia del de Malermi; de esta
traducción apareció una reedición muy corregida en 1773. De las

542
n. VERSIONES DE LA BIBLIA'

traducciones del siglo XVI deben citarse el Nuevo Testamento apa-


recido en '1530 y la Biblia completa aparecida en 1532 del humanis-
ta A. Bruccioli,basadaen las de Pagnino y Erasmo; esta traduc-
ción fue incluí da en el Indio e de libros prohibidos en el año 1559;
fue obj eto de varias reediciones posteriores en Italia y en el ex-
tranjero para uso protestante. Hay que destacar especialmente la,
reelaboración impresa en Ginebra en 1562 y la última edición del
Nuevo Testamento de 1710. En el período comprendido entre 1568
y 1768 no se imprimen en Italia traducciones bíblicas. Hay que
consignar, sin embargo, que es traducción italiana, aunque impresa
en Ginebra, la de J. Diodati, ginebrino hijo de padres italianos, cu-
ya versión es de un estilo italiano perfecto, libre de galicismos y de
otras imperfecciones. Aparece la Biblia completa en Ginebra en
1607 y una revisión de la misma en 1641. Aún hoy esta versión de
Diodati sigue siendo la Biblia de los protestantes italianos. De ella
se hicieron en Alemania diversas revisiones y reelaboraciones pro-
testantes que no penetraron en Italia: la de' Ferromontanus, Leip-
zig; M. von Erberg, Nürnberg y Colonia; J. G. Glück, AItenburg;
G. D. MÜller,. Leipzig. También la Biblia italiana difundida por la
Bible Foreign Society, presenta el texto de Diodati con ciertos re~
toques. Más prOfunda es la revisión de este texto de Diodati con-
tenida en la "Vers'ione R'weduta", obra de G. Luzzi y que apareció
en 1916, Nuevo Testamento, y en 1924, toda la Biblia. por lo que
se refiere al campo católico hay que citar la nueva traducción de
la VUlgata llevada a cabo por A. Martini, a instancias de Benedicto
XIV, versión italiana que ha sido utilizada hasta bien entrado el
siglo XX. Pero mucho más significativas son las traducciones tam-
bién a base de la Vulgata de Tintori y Riccioti. Es de destacar que
actualmente el Instituto Biblico Pontificio patrocina traducciones
bíblicas a base de los textos originales plenamente a la altura de
la filología y las ciencias bíblicas modernas.

LETONAS

La Bibia traducida al letón por E. Glück y Chr. B. Witten, pu-


blicada en 1865-1869, fue Objeto de sucesivas revisiones hasta 1937,
fecha de la última.

LITUANAS

Ya en 1579 se pUblican las perícopas bíblicas litúrgicas traduci-


das al lituano. De 1579 a 1590 J. Bretken lleva a cabo una traduc-
ción bíblica a base de la versión alemana de Lutero y colacionando
el texto original, pero no llega a darse a la estampa. En 1701 se
imprime en Konisberg la traducción lituana del Nuevo Testamento
para la cual es fundamentalmente utilizada la Biblia polaca de
543
FEDERICO PEREZ CASTRO

Danzig. Sucesivamente aparecen las siguientes versiones lituanas:


1727, Nuevo Testamento, impreso en K6nisberg a base de Luttlro:
1735 Biblia completa. 1815-16, revisión de la anterior, confrontada
con los textos originales. 1897, revisión de la misma. 1934, nueva
traducción de los EvangeliOS. Como versión lituana católica hay
que citar la publicada en 1816 y siguientes, del Nuevo Testamento,
a base de la Vulgata. obra del obispo católico de Samogitien; Gie-
draitis. En 1922 y 1936 se publican traducciones nuevas.

PAISES BAJOS

En 1930 J. Schutken traduce el Nuevo Testamento. En 1477, se


imprime la llamada "Biblia de Delft", consistente sólo en el Anti-
guo Testamento, pero sin el Salterio. La "Biblia de Colonia" de
1480 gozó de gran difusión en los Países Bajos. En 1522 aparece el
Nuevo Testamento, los Evangelios según una traducción de Bra-
bante, y el resto tomado de la versión de Schutken. En 1523 se pu-
blica un Nuevo Testamento a base de Lutero, pero librementtl adap-
tado. A partir de 1524 se deja sentir la influencia del Nuevo Tes-
tamento traducido por Erasmo en las versiones realizadas a base
del texto de Lutero y en algunas traducciones católicas. 1526, Bi-
blia impresa por Liesveldt a base de lo hasta la fecha aparecido de
la versión de Lutero, y tll resto basado en la Vulgata. 1535, Biblia
completa, según Lutero. 1554, Nuevo Testamento destinado al uso
de los Mennonitas, influido por los textos griego y latino de Eras-
mo. 1556, Biblia para los Reformistas, a base de la "Biblia de Lies-
veldt" y también la versión bíblica en bajo alemán, impresa en
Emden por Mierdman. Posteriormente los luteranos utilizaron la
revisión de A. Vischer, de 1648, modernizada luego en 1750 y revi-
sada repetidas veces hasta 1933. otra traducción de la Biblia com-
pleta se publica para uso de los Reformistas en 1561-62, quienes la
utilizaron hasta 1637; El Antiguo Testamento, a base de Lutero, es
obra de G. V. Wingen; el Nuevo Testamento, a base del texto origi-
nal, es de J . Dyrkinus. Fue finalmente substituído por la llamada
"Statenbibel". Del año 1939 data la muy conocida "Nieuwe Verta-
ling" del Nuevo Testamento. Ultimamente, en 1951, aparece una
nueva traducción de la Biblia completa, de carácter ecuménico.
Las traducciones católicas más notables de los Países Bajos son
las siguientes: 1528, traducción de Vosterman, aprobada por el
Decano de Lovaina. 1548, Biblia de Lovaina, de N. v. Winghe, ba-
sada en la de Delft, Eck y Dietenberger. Fue Objeto de numerosas
ediciones hasta 1846. También de 1548 es la Biblia de Blankhart,
reelaboración de la de Vosterman. 1859-61, nueva traducción del
Nuevo Testamento de S. P. Lipman. A partir de 1929 se lleva a cabo
otra nueva versión de toda la Biblia, a cargo de la "Asociación Pe-
trus Canisius". 1926, Nuevo Testamento de Th. v. Tichelen, desti-
nado a los flamencos.
544
II. VERSIONES DE LA BIBLIA

La Iglesia de Utrecht tiene su propia traducción: en 1717 se


pUblica el Nuevo Testamento de Verhulst y la Biblia de A. de Witte~
desplazada en 1732 por la de A. van der Schuur. Tras diversas re-
visiones, aparece en 1953 una traducción nueva, y el Antiguo Tes-
tamento tomado de la "Nieuwe Vertaling". Existen también diver-
sas traducci'Ones al "Afrikaans" (1893, 1922, 1933 Y 1953).

PORTUGUESAS

1495, Armonía de los Evangelios. 1681, Amsterdam, J. Ferreira.


d'Almeida, traducción del Nuevo Testamento, para las colonias ..
1748-53, Batavia, toda la Biblia, frecuentemente revisada, y difun-
dida por la British and Foreign Bible Society". 1778-90, traducción
de la Vulgata con utilización de l'OS textos originales, de Pereira.
de Figueiredo, 23 tomos; revisada en 1819 y todavía en uso. 1910,
reelaboración del Nuevo Testamento de Ferreira d'Almeida, por la
"British and Foreign Bible Society", y t'Oda la Biblia. en 1917 con
destino al Brasil. Revisiones en 1926 y 1951. En 1847 se publica la.
traducción del Nuevo Testamento del Obispo de Coimbra, el cual,
habiendo tenido que abandonar Portugal, la editó en el Brasil y
la revisó en 1875. La versión utilizada todavía hoy por los católicos.
portugueses es la traducción de Soares, cuyo Nuevo Testamento
apareció en 1930 y toda la Biblia en 1934.

RETO-ROMANAS

Dialecto engadino bajo: 1562, Salmos; 1679, Biblia. Dialecto en-


gadino alto: 1560, 1640, 1681 Nuevo Testamento. En 1932, aparecen
el Nuevo Testamento y el Salterio en alto y bajo engadino, en ver-
sión de Gaudenz y Fillo. También de Gaudenz y Fillo es la nueva
traducción completa de la Biblia, de 1953. Dialecto de Oberland:
1648, Nuevo Testamento. 1718, Biblia 1955, Nuevo Testamento y
Salterio nuevamente traducidos debido a la transformación expe-
rimentada por este dialecto.

RUMANAS

1561, Kronstadt, Evangelios traducidos por Coresi; 1648, Bel-


grado, Nuevo Testamento; 1688, Bucarest, Biblia. 1795, revisión de
la anterior. 1865-69, traducción rumana del Antiguo Testamento
a cargo de diversos profesores; 1873, revisión de W. Mayer. 1921,
Biblia de Cornilescu, revisada en 1936. 1927, Nuevo Testamento de
Galaction. 1936, Biblia editada por el Instituto Bíblico de la Igle-
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545
FEDERICO PEREZ CASTRO

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