Tipos de Lider 1

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Existen diferentes tipos de liderazgo en el entorno de laboral, y cada uno

de ellos con sus ventajas y desventajas. En el mundo de las organizaciones


raramente existen recetas que sirvan para todos los trabajos, las
empresas y los equipos por igual, dado que lo que funciona y lo que no
depende en gran parte del contexto. Sin embargo, conocer estos tipos de
liderazgo ayuda a orientarse en estos temas.

La cultura de la empresa, los objetivos que se persiguen o la personalidad


de los empleados, entre otros factores, determinan qué estilo de liderazgo
encaja mejor con la compañía. Dentro de algunas organizaciones, incluso,
coexisten diferentes estilos de liderazgo según las tareas o los objetivos
que se deben cumplir.

Así pues, como todo depende del contexto en el que nos encontremos, si
queremos exprimir al máximo la posibilidad de tener a un buen líder o
lideresa al frente de un equipo u organización, en primer lugar es
necesario conocer los tipos de liderazgo, ya que no existe uno que sea
claramente superior a los demás.

Tipos de liderazgo: ¿cuáles son los principales?


Es importante entender que el estilo o tipo de liderazgo que ejercen los
supervisores o los altos cargos en la empresa, siempre tendrá
consecuencias en los trabajadores, aunque no nos demos cuenta o
confundamos estos efectos con la personalidad intrínseca de cada
persona. Tener claro esto es muy importante, ya que los líderes son
agentes que, por su poder de decisión, se encuentran en una posición
privilegiada a la hora de influir sobre los demás, para bien o para mal.

Que llevemos muchos años en la misma organización y siempre hayamos


visto a las mismas personas comportándose del mismo modo no significa
que este rango de conductas no puede ser modificado: variando el tipo de
liderazgo pueden aflorar dinámicas de trabajo y de relación muy
diferentes, y en este cambio de mentalidad participará gran parte de la
organización.

Liderazgos "buenos" y "malos"


Un tipo de liderazgo positivo puede mejorar el rendimiento de los
empleados, su bienestar o aumentar los benéficos de la empresa. Por el
contrario, un estilo negativo o perjudicial puede crear estrés o burnout en
los subordinados, bajar su autoestima o provocar pérdidas para la
empresa.

Han sido muchos los investigadores que han prestado atención a este
fenómeno y son muchas las teorías que hablan sobre ello. A continuación,
os presentamos los tipos de liderazgo más habituales.

1. Liderazgo laissez-faire
El tipo de liderazgo laissez-faire, también conocido como liderazgo
delegativo, es un estilo de no intervención y falta de feedback regular. El
nombre hace referencia a la palabra francesa “dejar pasar” o “dejarlo ser”.
El líder laissez-faire interviene solo cuando es necesario y con la menor
cantidad de control posible. Es un estilo no autoritario que se basa en la
teoría de que los empleados con mucha experiencia, entrenamiento
y motivación, necesitan menos supervisión para ser productivos. Ya que
estos trabajadores son expertos y poseen las competencias para rendir de
manera independiente, son capaces de cumplir con las tareas con muy
poca vigilancia.

Ventajas
Para algunos empleados, la autonomía es liberadora, mejora
la creatividad y ayuda a sentirse más satisfecho con el trabajo que se
realiza. Este tipo de liderazgo puede ser usado en situaciones donde los
subordinados son apasionados y gozan de una alta motivación intrínseca.

Por otro lado, en ocasiones este tipo de liderazgo permite que las
personas más especializadas en su trabajo o que aportan un mayor valor
añadido no se vean constreñidas por las formalidades y una excesiva
rigidez organizativa y hagan lo que mejor saben hacer.

Desventajas

Hay que tener en cuenta que no todos los empleados poseen esas
características. Este estilo no es apropiado cuando se trabaja con
empleados que no poseen las competencias arriba mencionadas. Muchas
personas no son buenas a la hora de asignarse sus propios plazos de
entrega, gestionarse sus propias tareas y resolver los problemas que
puedan ir surgiendo. Dicho de otro modo, tienen un estilo de trabajo
mucho más pasivo en el que todo depende de que tengan instrucciones
muy específicas y, en situaciones de ambigüedad, no tienen por qué
aplicar el sentido común o tienden a trabajar menos a la espera de más
información.

En estas situaciones, los proyectos o las fechas de entrega pueden no


cumplirse cuando los miembros del grupo no son dirigidos correctamente
o no se benefician del feedback apropiado.

Muchos estudios parecen demostrar que el tipo de liderazgo laissez-


faire puede llevar a una falta de control, un incremento de los costes de la
compañía y una productividad pobre, sacrificándolo todo por la
posibilidad de tener un buen ambiente de trabajo a corto plazo (a largo
plazo los problemas surgidos de la falta de rendimiento hacen mella en el
clima organizacional).
2. Liderazgo autocrático
El liderazgo autocrático permite que los supervisores tomen decisiones y
fijen las directrices sin la participación del grupo. El líder concentra todo
el poder y nadie desafía sus decisiones. Es un ejercicio de liderazgo
unidireccional, lo único que tienen que hacer los subordinados es
obedecer las directrices que marca el líder.

Ventajas

Puede ser efectivo en ambientes de trabajo en los que las decisiones


necesitan tomarse rápidamente. También parece ser altamente efectivo
con empleados que requieren una vigilancia estrecha sobre las
actividades, ya que al eliminar la tendencia de los trabajadores a relajarse,
puede aumentar la productividad y velocidad en las tareas.

Desventajas

Las desventajas del líder autocrático son evidentes. No tiene en cuenta la


opinión de los trabajadores y los empleados son simplemente personas
que deben acatar órdenes. Algunos empleados pueden sentirse
infravalorados y suelen mostrar poco compromiso afectivo hacia la
compañía, pudiendo llegar a abandonar la empresa o rendir menos. Es un
estilo de liderazgo que, poco a poco, está siendo desterrado de las
empresas punteras.

3. Liderazgo democrático
Habitualmente llamado liderazgo participativo, este tipo de liderazgo se
caracteriza por crear entusiasmo entre los trabajadores al priorizar
la participación de todo el grupo. El líder promueve el diálogo entre sus
seguidores para tener en cuenta las opiniones del grupo, pero la decisión
final la toma el superior.
Ventajas

Este tipo de líder se gana al equipo porque los empleados contribuyen en


el proceso de decisión. Por tanto, los empleados suelen sentirse como
parte de la compañía y de los cambios que puedan producirse en la
organización, mejorando su afiliación y compromiso con la empresa, del
mismo modo que su productividad y capacidad de innovación. De esta
manera, por ejemplo, da más incentivos para quedarse en la organización,
por lo que facilita la retención del talento.

Desventajas

Pese a que existe cierto consenso a la hora de afirmar que este tipo de
liderazgo tiene muchas ventajas, algunos investigadores piensan que
también tiene sus desventajas. Por ejemplo, muchas veces no se pueden
superar los desacuerdos entre dos o más partes del grupo o el camino se
hace más lento a la hora de alcanzar una meta, en comparación con otros
estilos de liderazgo. Además, este tipo de liderazgo requiere que el líder
posea gran habilidad para mantener la motivación y la colaboración de
quienes le siguen, así como plena confianza en sí mismo. De lo contrario,
el equilibrio de un conjunto de individuos se podría quebrar. .

4. Liderazgo transaccional
El liderazgo transaccional se basa en transacciones, es decir, en procesos
de intercambio entre los líderes y sus seguidores. Los seguidores reciben
premios por su desempeño laboral y el líder se beneficia porque ellos
cumplen con las tareas.

Ventajas

Es un tipo de liderazgo orientado a los objetivos y, por tanto, los


seguidores son motivados con recompensas por los resultados
conseguidos. El líder transaccional crea estructuras claras, donde queda
bien definido lo que requiere de sus subordinados y las recompensas que
van a percibir. Por eso, este tipo de liderazgo se centra en aspectos
objetivos y en unidades de análisis fácilmente reconocibles, con las que es
relativamente sencillo operar.

Desventajas

El perfil de seguidor del líder transaccional es un individuo racional,


motivado por el dinero y otros beneficios o recompensas, cuyo
comportamiento es bastante predecible. Los líderes transaccionales se
centran en el presente y son muy buenos para conseguir que la
organización funcione sin problemas y con eficiencia. Sin embargo,
aunque el liderazgo transaccional implica seguir ciertas reglas y funciona
muy bien en momentos de estabilidad, en el mundo cambiante que nos
encontramos hoy en día, donde el éxito de las compañías muchas veces
depende de los cambios continuos, existen estilos de liderazgo más
efectivos.

5. Liderazgo transformacional
Los líderes transformadores emplean niveles altos de comunicación para
conseguir los objetivos y aportan una visión de cambio que consiguen
transmitir a los empleados. Apuestan por generar una visión compartida
y transversal acerca de lo que debe ser la empresa en la que se trabaja.

Ventajas

Este es uno de los tipos de liderazgo que aportan mayor flexibilidad al


funcionamiento de las empresas. De esta manera, los líderes que trabajan
a partir de esta filosofía motivan y aumentan la productividad y la
eficiencia del grupo. Poseen una visión muy amplia del trabajo a realizar,
gracias a la cual lideran el cambio dentro de la organización y son capaces
de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones del equipo.

Cuando estos líderes y sus seguidores trabajan juntos, llegan a un nivel


superior de moral y motivación. La clave está en el impacto que tienen
sobre los seguidores, ya que dichos líderes se ganan la confianza, respeto y
admiración de los mismos.

¿Desventajas?

El liderazgo transformacional, en lugar de analizar y controlar


transacciones específicas utilizando reglas, instrucciones e incentivos, se
concentra en cualidades intangibles, como la visión, los valores
compartidos y las ideas, con el propósito de crear relaciones, de dotar de
mayor significado a las actividades independientes y de ofrecer una
visión compartida que permita funcionar conjuntamente con los
seguidores en el proceso de cambio.

Este énfasis en el clima laboral puede llegar a ser contraproducente en


situaciones de crisis en las que hay que reaccionar rápidamente a una
crisis que puede hacer colapsar a la organización a corto plazo, en
cuestión de semanas.

Sin embargo, a la vez, no hay muchos contextos en los que sea mejor
sacrificar la prosperidad a largo plazo por la obtención de resultados a
corto plazo. Eso significa que muchas empresas y organizaciones que
vetan la entrada a nuevos líderes basados en el liderazgo
transformacional asumen de este modo un alto coste de oportunidad:
crecen menos de lo que lo podrían hacer; y esto es algo que en muchos
casos ni siquiera son capaces de detectar.

Referencias bibliográficas:
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New York: Harper & Row.
 Daft, R. L. (2002). La experiencia del liderazgo. Cengage learning. Tercera
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 Davis, J.; Millburn, P.; Murphy, T.; Woodhouse, M. (1992). Successful
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Page.
 Graen, G. B.; Novak, M. A.; Sommerkamp, P. (1982). The effects of leader-
member exchange and job design on productivity and satisfaction:
Testing a dual attachment model. Organizational Behavior and Human
Performance. 30 (1): pp. 109 - 131.
 Gutiérrez Valdebenito, O. (2015). Estudios de liderazgo de hombres y
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 Nye, J. C. (2011). Las cualidades del líder. Barcelona: Paidós.
 Zaccaro, S.J. & Klimoski, R.J. (2001), The Nature of Organizational
Leadership: Understanding the Performance Imperatives Confronting
Today's Leaders. San Francisco: Jossey-Bass

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