Realidad e Imagen Nuevas Miradas en La Era Del Postdocumental PDF
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reseñas
documental (o cine de no ficción, como lo han
Realidad e imagen: nuevas designado algunos precisamente en un intento por
miradas en la era del “post- incluir esas formas híbridas) y se ha dedicado a
documental”. desentrañar lo específico de este tipo de cine. Pues,
como ya enunciaba Jane M. Gaines en el volumen
LAURA GÓMEZ VAQUERO colectivo Collecting Visible Evidence, “volver al
documental es volver de nuevo al realismo cinema-
> Reality TV. Audiences and Popular Factual 1
tográfico y sus dilemas” . Sin embargo, tal y como
Television
ANNETTE HILL advertía la autora unas líneas después, este problema
Londres y Nueva York, Routledge University Press, 2005 iba camino de convertirse en un continuo lamento
> Docufictions. Essays on the Intersection of
como “critically astute” en su experiencia con los el papel de la audiencia resulta especialmente deter-
programas de tele-realidad. Para Hill, resulta revela- minante. Algo que parece aceptado por la mayor
dor que los espectadores diferencien entre (y tengan parte de los estudiosos pero que, en la práctica, esca-
distintas expectativas hacia) aquellos formatos tradi- sea más de lo que debiera.
cionales del periodismo televisivo, como los infor- Lo que desde luego sí ha estado presente en la mayor
mativos o los programas de investigación, y aquellos parte de los estudios recientes dedicados al cine de
otros de factura reciente como los concursos del no ficción es el cuestionamiento de las fronteras
estilo de Big Brother o Survivor. Los espectadores se entre ficción y realidad en las diversas propuestas
muestran más escépticos a la hora de valorar las 5
audiovisuales . Dentro de esta tendencia se encuen-
capacidades informativas y educativas de este segun- tra Docufictions, que viene a cuestionar la considera-
do tipo de programas y, por tanto, de ofrecer lo que ción de que el cine de ficción y el documental se
Hill llama una ethics of care (una ética basada en los encuentran en espacios diferentes que no se han
valores morales de la preocupación hacia el otro y tocado nunca. La intención del libro es resituar el
sus derechos). Así, si el primer tipo de programas es análisis de los diferentes textos audiovisuales a partir
claramente valorado por los espectadores como úti- del reconocimiento de su carácter híbrido, puesto
les herramientas para el aprendizaje, el segundo tipo que, como se afirma en la Introducción, “en cierto
lo más que puede fomentar es “una idea de aprendi- grado, todos los textos cinematográficos y audiovi-
zaje” (the idea of learning), donde este es una suales funcionan a un mismo tiempo como registros
opción (frente a la más evidente, el entretenimiento) (de lo que está situado frente a la cámara) y como
más que una parte integrante de la experiencia 6
representaciones (de “lo real”)” (pág. 3) . El estu-
292 audiovisual. dio oscila entre la revisitación de ciertos filmes de la
7
A pesar de que la investigación de Annette Hill ha historia del cine , centrada en la convivencia de los
sido realizada a partir de productos e individuos de elementos ficcionales y no ficcionales, y el acerca-
un espacio concreto (Inglaterra), la amplitud del miento a algunos de los productos recientes en los
fenómeno permitiría exportar dicho proyecto a que se aprecia ya una clara voluntad de hibridación,
otros lugares, donde las especificidades vendrían a dedicando una especial atención a dos categorías
aportar nuevas e interesantes conclusiones. El estu- mixtas que, si bien han sido consideradas como
dio no duda en retomar las discusiones en torno a ejemplos del carácter “mestizo” de la postmoderni-
cuestiones clave en el campo de la televisión, de la dad, han permanecido en estado latente durante
recepción y del debate acerca de los nuevos forma- toda la historia del cine: el mockumentary y el docu-
tos audiovisuales, lo que permite, junto a la claridad drama. Pese a lo irregular de la publicación (en oca-
y sencillez expositiva, que el texto pueda ser enten- siones, los textos no conducen más que a una mera
dido y valorado por lectores de otros espacios geo- denuncia de los aspectos cuestionables de ciertas
gráficos. Sin embargo, lo verdaderamente revelador prácticas como ocurre, por ejemplo, en el capítulo
del libro es la creencia de que resulta indispensable “Mondo Barnum”, dedicado a los Mondo films) y lo
tener en consideración a las audiencias y sus juicios más o menos novedoso de cada una de sus propues-
sobre los diferentes tipos de formatos para poder tas, esta consigue ofrecer una perspectiva del pano-
configurar una visión amplia y en toda su extensión rama audiovisual que puede ser el punto de partida
de la tele-realidad, un fenómeno en el que, sin duda, para sucesivos estudios.
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RESEÑAS >
No resulta llamativo que se dedique una parte con- manifiesta la nostalgia por la idea (perdida, por
siderable del libro al análisis de algunas de las mani- tanto) de que las tecnologías (audio)visuales pueden
festaciones audiovisuales pertenecientes al género de retratar la realidad.
ciencia ficción. El carácter híbrido de estos produc- Por último, haciéndose eco de esa opinión enarbola-
tos viene condicionado por su relación con la ciencia da a lo largo del volumen de que en el campo del
pues, si por un lado, en este tipo de cine es habitual mockumentary se encuentra una de las vetas más
encontrar recursos que ejerzan de garantes de la 8
interesantes del cine de no ficción actual , Paul Ward
verosimilitud (como expone, por ejemplo, Michael considera que los filmes incluidos en dicha categoría
Lee en su artículo sobre las breves películas educati- ofrecen al espectador un mundo posible, configurán-
vas que se hallan en ciertos filmes de ciencia ficción dose en útiles discursos sobre la Historia que permi-
espacio a dos de los fenómenos característicos de los 2. “What can or will be left of the relationship between image and reality?”, en
últimos años: la creación de productos cuyo signifi- Claiming the Real. The Documentary Film Revisited, Londres, British Film
Institute, 1995, pág. 6.
cado pleno pasa por la interacción con una amplia
3. La autora declaraba, en lo que puede interpretarse como una llamada de aten-
red de narraciones multimedia alternativas (princi-
ción a los teóricos por su tendencia al ensimismamiento, que “a veces resulta
palmente surgidas en Internet), y el auge de ciertos necesario recordar a los estudiosos del cine documental que la realidad existe
formatos televisivos que, sin abandonar sus propie- realmente y que puede ser representada, sin que dicha representación resulte
dades espectaculares, se apropian de las fórmulas inválida o tenga que ser sinónimo de esa realidad que la precedió”, New
Documentary: A Critical Introduction, Londres, Routledge University Press, 2000,
documentales para conseguir atraer al espectador.
pág. 6.
Así, Fincina Hopgood emprende un acercamiento
4. Interés ya manifestado en multitud de artículos y en volúmenes como Robert
que se reivindica como multilateral a un producto
C. Allen y Annette Hill (eds.): The Television Studies Reader, Londres, Routledge
paradigmático, The Blair Witch Project (D. Myrick y University Press, 2003 y David Gauntlett y Annette Hill: TV Living: Television,
E. Sánchez, 1999), y en “Chasing the Real: Reality Culture and Everyday Life, Londres, Routledge University Press, 1999.
Television and Documentary Forms”, Leigh H. 5. Jane Roscoe y Craig Hight: Faking It: Mock-documentary and the Subversión of
Edwards explica cómo una parte de la programación Factuality, Manchester University Press, Manchester, 2001 y Alexandra Juhasz y
Jesse Lerner (eds.): F is For Phony. Fake Documentary and Truth´s Undoing,
televisiva encuadrada bajo el nombre de Reality TV
University of Minnesota Press, Minneapolis, 2006 son solo un par de ejemplos.
constituye una versión del documental que se con- En España, los estudios de Antonio Weinrichter (Desvíos de lo real. El cine de no
vierte en una metonimia de “lo real” en tanto que ficción, Madrid, T&B Editores, 2004), Jordi Sánchez (Imágenes para la sospecha.
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Falsos documentales y otras piruetas de la no ficción, Barcelona, Glénat, 2001) y mercado editorial español. De un tiempo a esta
Mª Luisa Ortega (coord.): Nada es lo que parece. Falsos documentales, hibrida-
parte, se han venido traduciendo autores como Lev
ciones y mestizajes del documental en España, Madrid, Ayto. de Madrid /Ocho y
Medio Libros de Cine, 2005) resultan reveladores del interés creciente por el Manovich, Nicholas Mirzoeff, Alain Besançon o
tema en el ámbito académico español. Maurizio Vitta, que se suman a clásicos también tra-
6. Idea que recuerda a la expuesta por Bill Nichols en Blurred Boundaries: “the ducidos como Régis Debray, David Freedberg o a
distinction between fact and fiction blurs when claims about reality get cast as los clásicos españoles sobre el tema (Santos
narratives” (op. cit., pág. ix). Zunzunegui, Justo Villafañe, Norberto Mínguez,
7. Me gustaría destacar a este respecto el artículo de John Parris Springer: “The Lorenzo Vilches y, por supuesto, Román Gubern).
Newspaper Meets the Dime Novel: Docudrama in Early Cinema”.
Tras este auge, parecería haber una marea de fondo
8. A lo largo del libro, diversos autores reivindican el mockumentary como la que tomaría la forma señera de un cambio de para-
forma que más gratas sorpresas puede dar dentro del cine de no ficción durante
digma que debería acabar implicando una redefini-
los próximos años. En ese sentido, Harvey O´Brien analiza dos filmes sobre un
mismo acontecimiento, The Positively True Adventures of the Alleged Texas ción del campo epistemológico de la teoría (y cultu-
Cheerleader-Murdering Mum (Michael Ritchie, 1993) y Real Life (Albert Brooks, ra) de la imagen a los estudios (y cultura) visual(es),
1978), definidos por el autor como maneras subversivas de hacer cine por en donde se habría de producir una reubicación de
implicar al espectador en el proceso de construcción de sentido; y, consciente
las disciplinas que tradicionalmente se han encarga-
de lo imprescindible que resulta dicha figura en este formato audiovisual, Jane
Roscoe disecciona el proceso de desestabilización de la mirada documental ejer- do de la fenomenología icónica y plástica —y en la
cido por Man Bites Dog (Remy Belvaux, Andre Bonzel y Benoit Poelvoodre, que el nombre de José Luis Brea sería el más rele-
1993). 1
vante entre nosotros —, tomando como su pionero
a W.J.T. Mitchell, autor que no me consta que haya
sido traducido al castellano. La operación parece,
294 pues, encaminada a colocar a los estudios sobre la
Complejidades de la visión imagen en la estela de los Cultural Studies. A la vista
de este contexto, la presente reseña pretende hacer-
JOSÉ ANTONIO PALAO ERRANDO
se eco de los libros de tres autores que están bien
> Patologías de la imagen asentados en la Universidad Española y que no pro-
ROMAN GUBERN vienen de departamentos de Estética o Historia del
Barcelona, Anagraman, 2004 Arte, sino del único lugar donde hasta ahora ha
> La imagen compleja: la fenomenología de las encontrado cobijo una Teoría General de la Imagen,
que es en los departamentos de Comunicación
imágenes en la era de la cultura visual
JOSEP MARIA CATALÀ DOMÉNECH Audiovisual.
Barcelona,Universitat Autonoma de Barcelona, 2005
Comencemos por el clásico de los clásicos de los