El Desarrollo Social y La Ideología Individual

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Nombre completo de la materia:

Comunicación y Dinámica de grupos

Nombre y tema de la actividad:

Actividad 2

El desarrollo social y la ideología individual

Villahermosa, Tabasco. A 20 de noviembre del 2018.


Durante el desarrollo y crecimiento del individuo encontramos elementos que nos ayudan
al entendimiento de su conformación personal, social y conductual. En este proceso la
personalidad tiene una importancia fundamental ya que determina la forma en que
asimilamos nuestros conceptos individuales y familiares, y creamos nuestro sistema de
valores, en esta forma de interiorizar los conceptos las reglas sociales nos muestra una
imagen del yo y del mundo en el que nos desarrollamos.

La construcción de nuestra imagen se da mucho más detallada en la edad preescolar


porque en este periodo es cuando se añaden conceptos básicos de conocimientos en
cuanto a ser un ente social pero individual y teniendo en cuenta que el entorno nos
condiciona con respecto a la conducta aprendida, imitada y actuada.

En este proceso de reconocimiento y descubrimiento de la imagen, se refleja en los


preescolares de una forma específica, ya que en esta etapa los niños asimilan conductas
parecidas y diferentes con sus compañeros, es decir inician comparaciones entre el
comportamiento de uno y otro en inicia la conciencia de las reglas sociales y estándares
de lo correcto e incorrecto, en esta etapa de hace conciencia de su entorno y en su
convivencia trata de adecuar su sistema convicciones y actitudes al momento y lugar en
que se relaciona.

En este caso tienen como parámetro el primer ejemplo de sus padres ya que estos son
los que le dan referencia explícita de los modelos de comportamiento entre lo bueno y
malo que sirven para desarrollar una propia idea.

Un punto importante es la construcción del yo desde el género, ya que los niños desde
temprana edad van formando la construcción de su imagen y determinados
comportamiento de cuerdo a ser niño o niña.

La manera de pensar y hasta de sentir, ya que culturalmente las niñas y niños debieran
reaccionar de la misma forma ante una misma situaciones, ya que si un niño llora al
caerse las construcciones de formación dictan que los niños son fuertes y valientes y no
deberían llorar, mientras que las niñas se les permite exteriorizar sus sentimientos de una
manera más sensible, siendo menos empáticos con los varones, desde esta perspectiva
las niñas y niños van generando su imagen y conducta determinados por la sociedad y
llevan consigo tácitamente de una ideología preconcebida.
El niño nace en un ambiente abundante en expectativas y socializa durante los primeros
años, es ahí donde empieza a aprender y asimilar las normas, valores, reglas y
tradiciones. Junto con otras circunstancias que contribuyen a moldear la personalidad:
creencias, actitudes.

El medio social fundamentalmente determina el desarrollo del ser humano; lo que


demuestra que el medio social da lugar a cambios en el desarrollo; la relación única,
particular e irrepetible entre de cada sujeto y su entorno, promueve y potencia su
desarrollo y el de su personalidad.

La personalidad no se adquiere de un día para otro, como otras cosas en la vida, requiere
de un proceso, que abarcan muchas circunstancias y dejan como resultado un ser. Todos
los seres humanos cambian y maduran con el tiempo. De acuerdo a Craig Grace (1992).

La personalidad es el conjunto dinámico de características físicas, psicológicas,


intelectuales y culturales que distinguen a una persona dentro de un grupo social. Esta se
va adquiriendo desde el nacimiento, de manera dialéctica con el medio social en que se
desarrolla el individuo. Pues en su interacción con todo lo que le rodea, irá construyendo
la gama de reglas, normas y significados culturales de la sociedad en la que vive. Distinto
a los demás.

La socialización como el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una


sociedad o cultura aprenden e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de
percibir la realidad, que los dotan de las capacidades necesarias para desempeñarse
satisfactoriamente e interactuando en el ámbito social, porque el concepto que la persona
tiene de sí misma, sus modelos cognitivos y sus impulsos emotivos es ella misma el
resultado de la socialización. “Conforme los niños crecen, aumentan las expectativas de
sus padres con respecto a la regulación emocional: está bien que los bebés lloren fuerte
cuando tienen hambre, pero no está bien que un niño de seis años se lamente por tal
echo” Craig Grace (1992). Así pues aprendemos lo que es una conducta buena o mala,
manejando los sentimientos de una forma socialmente correcta.

Según un estudio realizado por Jersild y Holmes (1935) descubrieron que los niños de
corta edad tienden a tener miedo a determinadas cosas, como personas, objetos y ruidos
extraños o bien a lo que pueda ocurrirles, por ejemplo caerse. Por el contrario los niños de
5 o 6 años muestran mayor temor a las cosas imaginarias o abstractas: criaturas
fantásticas, ladrones, la oscuridad, la muerte, estar solos, quedar en ridículo. Cincuenta
años después descubrieron la mayor parte de los mismos temores en niños de edad
preescolar solo que el temor a la oscuridad, estar solos o escenas extrañas surgen a edad
más temprana (Draper y James, 1985).

Si bien estas emociones que intentamos evitar son sentimientos normales y necesarios
para el desarrollo de nuestra identidad y nuestra manera de sobrevivir, con miedos ligeros
se puede alentar al niño a superarlo con amor y paciencia, pero también existen los
miedos crónicos que interfieren con el desarrollo normal para esto el niño necesitara
ayuda de desensibilización.

Así mismo al tratar de imitar conductas, al ir socializándose con otros niños sienten interés
por sí mismos, comparándose con ellos, buscan descubrir que los hace diferentes,
especiales e incomparables, a menudo su autoevaluación es el reflejo de lo que otros
piensan de él, cuando logran descubrir lo que son, elaboran una teoría cognitiva sobre su
personalidad y esto les ayuda a integrar su comportamiento. Pero ahí no termina el
proceso de integración social, los niños suelen comportarse de manera diferentes, tanto
con los padres, como los amigos y los desconocidos. Estas reglas se convierten en
organizadores que estructuran la conducta y los sentimientos de los niños.

En conclusión los niños pasan por pasos de crecimiento emocional y social, estos
culminan cuando se establecen sus primeras relaciones. Los estados emotivos de los
recién nacidos son pocos y conforme pasa el tiempo aparece una amplia gama de
emociones orientadas al yo: tristeza, ira, repugnancia y placer.

Bibliografía
Craig Grace, J. (1992). Desarrollo social y el surgimiento de la personalidad en Desarrollo
Psicológico. México.

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