Informe Final CCNPB Leidy Ojeda

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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

PROYECTO

ACOMPAÑAMIENTO A COMUNIDADES CAMPESINAS EN DEFENSA DEL


TERRITORIO - PROYECTO SIBATÉ
ASODETEAM: LA LUCHA DE UNA COMUNIDAD ENTRE LO JURÍDICO Y
LO SOCIAL.

PRÁCTICA PROFESIONAL II
PSICOLOGÍA COMUNITARIA
INFORME FINAL

PRACTICANTE

LEIDY JOHANNA OJEDA RODRIGUEZ


ID: 375806

TUTOR DE PRÁCTICA

ALFREDO NICOLAS RODRÍGUEZ

CORPORACIÓN CLARETIANA NORMAN PÉREZ BELLO (CCNPB)

22 DE NOVIEMBRE DE 2019
ASODETEAM: LA LUCHA DE UNA COMUNIDAD ENTRE LO JURÍDICO Y
LO SOCIAL.
En el quehacer del psicólogo comunitario se entretejen cientos de dinámicas que de
una u otra forma obligan al mismo a aprender diversas formas de desenvolvimiento en los
territorios, así como a desaprender cientos de dinámicas que en un primer momento parecen
“ayudar” al otro y sin darnos cuenta se cae en el error de dar por hecho que al llegar a los
territorios somos expertos cargados de conocimiento. Es así, como se inicia el basto mundo
de lo social, de lo comunitario, estrellándonos con un sinfín de conocimientos locales y
totalmente válidos, es así como se inicia la travesía de eso que se llama comunitario pero que
muchos deslegitiman por el hecho de ver al psicólogo comunitario como el paño de lágrimas
de las comunidades; sin darse cuenta que la labor en sí, gira en torno a la reconstrucción del
tejido social, a la reivindicación de las comunidades como agentes activos y participativos
dentro de la sociedad y a la sensibilización de una problemática global llamada la
deshumanización del otro, la cual permea la sociedad colombiana y olvida que el otro existe,
que el otro hace parte de, que el otro simplemente es igual en el ser humano pero diferente
en costumbres y tradiciones.

A lo largo de ocho (8) meses de acompañamiento a la Asociación Defensores del


Territorio Ambiental – ASODETEAM me enfrente a diversos escenarios que obligaban a
sacar de mi hasta el último recurso que tenía, el tiempo, el espacio, el convivir con la
comunidad, el trabajo en equipo, el clima y las complicaciones de salud hacían que cada
taller, que cada momento de compartir con la comunidad tuviera más valor dentro del
quehacer como psicóloga comunitaria. Hubo momentos de total frustración donde sentía que
no se avanzaba en el proceso, pero luego con cada tutoría, con cada evaluación con equipo
de trabajo e interlocutora entendí que las dinámicas de las comunidades están muy alejadas
de la teoría, en la labor de lo social, de lo comunitario se desvanece el paso a paso, la teoría
no concuerda con la realidad y muchas de las planeaciones que estaban al principio se caen
ante el maravilloso mundo del campesino. Las teorías de personalidad, el condicionamiento,
Freud, los neurotransmisores, el cerebro, todo lo que aprendes en la universidad por cinco
(5) años pasan a un segundo plano al momento de enfrentarte a la realidad y sobre todo a la
realidad rural; te das cuenta que la lista de cincos que tienes acumulada en tu biblioteca como
si fueran verdaderos trofeos no salvan vidas, no construyen memoria, no reivindican los
derechos de los marginados, no aportan a mejorar el medio ambiente, ni siquiera te sirven
para subir el ánimo cuando te sientes triste al ver como las comunidades campesinas tienen
que luchar con las uñas para defender su territorio, sus costumbres, sus tradiciones y hasta
sus propias vidas. Es esta defensa por el territorio la que ahora centra mi atención en dos
aspectos, por un lado, como la misma lucha se convierte en un eje articulador de las
comunidades logrando así un cambio social y segundo como las comunidades tienden a dar
mayor importancia a los procesos jurídicos a la hora de defender sus territorios.

Teniendo en cuenta lo anterior esta lucha por el territorio, esa movilización de las
comunidades propone modelos alternativos de desarrollo del territorio y da vida a procesos
de integración donde las comunidades y la sociedad se relacionan entre si volviendo a la
ciudadanía más activa y consciente de sus potencialidades y de los recursos que tiene a su
disposición lo que a la larga contribuye a la reconstrucción del sentimiento de comunidad.
(Fedi y Mannarini, citado por Poma & Gravante). Sentimiento que ASODETEAM aflora a
la hora de hablar de su territorio, a la hora de defenderlo y a la hora de “pararse duro” contra
la minería, la cual viene afectando no solo los recursos naturales de la zona, sino también el
tejido social eso que los hace ser y sentirse comunidad.
Basta con compartir un poco con los miembros de ASODETEAM para darse cuenta de
las rupturas que hay entre ellos, de esa pérdida de comunidad que hoy tratan de mitigar, basta
con ver como esa experiencia de todos los días ver pasar volquetas, ver subir maquinaria, ver
como son ignorados por las entidades estatales, contribuye a construir un sentimiento de
injusticia, el cual establece sus demandas y pone en evidencia los objetivos de su rabia (Piven
& Cloward, citado por Poma & Gravante). Es esa rabia la que hace que ASODETEAM
levante su voz, sienta indignación y quiera tomar acción para defender su territorio pues como
lo postula Poma y Gravante “una vez que una persona empieza a participar está sujeta a
nuevos procesos sociales que ayudan a dar formas a emociones, moral y cognición”, es decir
la rabia, la indignación, la protesta pasan de ser simples cuestiones emocionales a ser
elementos cognitivos que permiten sustentar argumentos en la defensa de sus territorios, de
sus costumbres, de sus tradiciones, de sus creencias y valores y de ese querer re-evolucionar
el mundo rural; dicho de otra forma la defensa del territorio supone un significado simbólico
y emotivo que adquiere relevancia a través de los procesos de transformación que las
comunidades hacen de las problemáticas presentadas en sus territorios.

En cuanto al tema jurídico no debemos olvidar que la Constitución Política de


Colombia en su Artículo 79 postula “Todas las personas tienen derecho a gozar de un
ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que
puedan afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente,
conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro
de estos fines” y en su Artículo 80 postula “El Estado planificará el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su
conservación, restauración o sustitución. Además, deberá prevenir y controlar los factores
de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños
causados. Así mismo, cooperará con otras naciones en la protección de los ecosistemas
situados en las zonas fronterizas”; es decir que el Estado según ASODETEAM debería
garantizar un ambiente sano, un espacio libre de minería y debería ser quien ejerza su poder
ante las diferentes entidades que pretendan deteriorar el medio ambiente. Es mas que claro
que en la realidad esto no acontece por lo que ASODETEAM se ve obligado a tomar acción
y buscar medidas jurídicas que protejan lo que desde hace 10 años la empresa minera
COMIND SAS viene afectando. Aun así, quiero cuestionar ese debería que ASODETEAM
muchas veces ha nombrado, pues como dice Cárcova “El derecho es mucho más que
instituciones, reglas y procedimientos; es una práctica social que se expresa como práctica
discursiva, es decir, como un proceso social de producción de sentido, construido por
palabras, pero también por comportamientos, símbolos y conocimientos” (Citado por
Barbetta). Resalto esto porque de una u otra forma la comunidad sibateña siempre ha se ha
acompañado del derecho, no se necesita de abogados, no se necesita de expertos cuando de
defender el territorio se habla, basta con el sentido que le damos a ese entorno, basta con ese
vinculo afectivo que tenemos con la tierra para hacer visible una problemática, que afecta,
que agota y que enmudece por ocasiones el alma. Con esto no quiero decir que no sea
necesario un profesional del derecho en campo, lo que quiero decir es que las comunidades
deben entender que el derecho también conlleva un proceso social, también esta cargado de
simbolismo, de sentido y de emociones.
Dejando claro los dos aspectos que quise resaltar quiero permitirme seguir con otros
elementos que considero son importante tener en cuenta de seguir el acompañamiento a
ASODETEAM, primero es importante preguntar a la comunidad ¿qué es lo que quieren y
cómo piensan que pueden llegar a ello? Pues todas la comunidades poseen unos recursos con
los cuales podemos trabajar y mejorar la calidad de vida digna de los miembros de dicha
comunidad, además muchas veces emprendemos procesos sin ni siquiera conocer la opinión
de las comunidades, tal vez preguntamos un día, tal vez pensamos que lo que necesitaba
ASODETEAM era remendar el tejido social fracturado por la minería, tal vez quisimos
organizar lo que para nosotros estaba desorganizado pero, partiendo de los significados de
cada comunidad, realmente ¿lo que estamos tratando de fortalecer es lo que la comunidad
busca fortalecer?, son preguntas que dejo en el tintero con el ánimo de que se reflexione sobre
los diagnósticos de las comunidades, no digo con esto que lo que hemos hecho está mal, lo
que digo es que en mi pensar hemos fallado en la necesidad a suplir; tal vez lo que nos daría
una luz para seguir acompañando y mejorar el proceso seria plantear a la comunidad el
panorama de: la minera se va de Sibaté más exactamente del Peñón gracias a los avances a
nivel jurídico, en este caso; ¿Qué va a ser de ASODETEAM?, ¿ahora qué sigue?, ¿ya se
acaba la lucha?; muy seguramente con la respuesta a esto el equipo podrá confirmar hasta
qué punto puede acompañar o como transformar ese ideal en algo más aterrizado.

Termino este análisis con una reflexión personal, pues considero que aparte del
análisis realizado anteriormente es importante dar el análisis personal de lo que fue este
proceso pues esta aventura que inicie con temores, con preguntas y con desconciertos, me
deja llena de consciencia por el otro, durante este tiempo aprendí desde la experiencia lo que
verdaderamente es acción sin daño, porque a veces prostituimos la frase de “acción sin daño”
sin entender la complejidad y profundidad de lo que significa, no se trata de llegar a los
territorios y decir te voy a ayudar con esto, es más bien llegar a esos territorios y preguntar
cómo te puedo ayudar, pues al fin y al cabo las comunidades han logrado organizarse durante
años desde su saber popular, desde sus tradiciones. Aprendí que no importa la cantidad de
tiempo, sino la calidad de este; pues podríamos pasar horas y horas frente a un público
lanzando teorías, cátedras y demás y al finalizar obtendríamos un público hastiado de teoría,
confundido entre tanta palabrería y sin gota de conocimiento. Aprendí a participar de forma
crítica ante los acontecimientos de este país que muchas veces por no decir que siempre dejan
de lado a la población más importante, el campesino, el indígena, el oprimido.

Aprendí a preocuparme menos por el mañana y a vivir más el hoy, el ahora, aprendí
dentro de tanta “monería” como decían algunos campesinos, que cada uno de nosotros es
diferente en costumbres y tradiciones, pero que somos iguales en el ser; todos, sin importar
raza, clase social, color de piel, apellido o conocimiento somos seres humanos, seres
humanos sintientes, seres humanos cargados de esperanza, seres humanos que luchan por un
mundo mejor, seres humanos que sonríen ante la adversidad, seres humanos que defienden
el territorio, seres humanos que ante la injusticia lloramos, seres humanos que buscamos
dentro de la comunidad a ese otro igual a mí. En definitiva, somos seres humanos entregados
al servicio, seres humanos sociales, que amamos vivir en comunidad y que con la llegada de
otros seres que invaden nuestros territorios, que impactan de forma negativa nuestras
relaciones, nuestro medio ambiente, nos organizamos y luchamos por volver a ese equilibrio
que nos da la Pachamama.

No me queda más que agradecer a la comunidad que me acogió durante estos ocho meses,
que me enseñó a respirar aire puro, que me hizo recordar mis días de infancia en el campo,
gracias a esa comunidad que con sus abrazos y sonrisas hacía de mis dolores algo más liviano,
gracias porque si no fuera por esas sonrisas, por esos abrazos y por esas palabras muy
seguramente me hubiera dejado derrotar del dolor de mi enfermedad y hubiera dado un paso
al costado. Gracias también a mi tutor de práctica que con cada tutoría me guiaba y me daba
nuevas ideas, gracias por apoyarme en este camino, gracias por confiar en mí, por resaltar
mis habilidades, gracias por presentarme el mundo de lo social y por enamorarme de este
mundo. A mi interlocutora gracias por mostrarme que puedo ser líder, gracias por tantas
palabras de aliento, gracias por confiar en mi trabajo y por resaltar lo poco o mucho que hago,
gracias por mostrarme las capacidades que tengo y por ponerme al límite para darme cuenta
de ellas. Gracias infinitas gracias a todos a Dios, a la vida y a todos los que de una u otra
forma hacen parte de esta bonita experiencia llamada práctica profesional.
REFERENCIAS

Poma, A. & Gravante, T. (2016). Conflictos socioambientales, emociones y


empoderamiento: la resistencia contra la presa de San Nicolás en México. Desacatos.
Vol. 52, pp. 112-127. Ciudad de México, México. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/pdf/desacatos/n52/2448-5144-desacatos-52-00112.pdf

Barbetta, P. (2010). En los bordes de lo jurídico: campesinos y justicia en Santiago del Estero.
Cuadernos de Antropología Social. Vol. 32, pp. 121-146. Buenos Aires, Argentina.
Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es › descarga › articulo

Constitución Política de Colombia. (12 de noviembre de 2019). Artículos protección del


medio ambiente. Recuperado de:
http://www.oas.org/dsd/EnvironmentLaw/Serviciosambientales/Colombia/(Microso
ft%20Word%20-%20Constituci.pdf

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