Informe Final CCNPB Leidy Ojeda
Informe Final CCNPB Leidy Ojeda
Informe Final CCNPB Leidy Ojeda
PROYECTO
PRÁCTICA PROFESIONAL II
PSICOLOGÍA COMUNITARIA
INFORME FINAL
PRACTICANTE
TUTOR DE PRÁCTICA
22 DE NOVIEMBRE DE 2019
ASODETEAM: LA LUCHA DE UNA COMUNIDAD ENTRE LO JURÍDICO Y
LO SOCIAL.
En el quehacer del psicólogo comunitario se entretejen cientos de dinámicas que de
una u otra forma obligan al mismo a aprender diversas formas de desenvolvimiento en los
territorios, así como a desaprender cientos de dinámicas que en un primer momento parecen
“ayudar” al otro y sin darnos cuenta se cae en el error de dar por hecho que al llegar a los
territorios somos expertos cargados de conocimiento. Es así, como se inicia el basto mundo
de lo social, de lo comunitario, estrellándonos con un sinfín de conocimientos locales y
totalmente válidos, es así como se inicia la travesía de eso que se llama comunitario pero que
muchos deslegitiman por el hecho de ver al psicólogo comunitario como el paño de lágrimas
de las comunidades; sin darse cuenta que la labor en sí, gira en torno a la reconstrucción del
tejido social, a la reivindicación de las comunidades como agentes activos y participativos
dentro de la sociedad y a la sensibilización de una problemática global llamada la
deshumanización del otro, la cual permea la sociedad colombiana y olvida que el otro existe,
que el otro hace parte de, que el otro simplemente es igual en el ser humano pero diferente
en costumbres y tradiciones.
Teniendo en cuenta lo anterior esta lucha por el territorio, esa movilización de las
comunidades propone modelos alternativos de desarrollo del territorio y da vida a procesos
de integración donde las comunidades y la sociedad se relacionan entre si volviendo a la
ciudadanía más activa y consciente de sus potencialidades y de los recursos que tiene a su
disposición lo que a la larga contribuye a la reconstrucción del sentimiento de comunidad.
(Fedi y Mannarini, citado por Poma & Gravante). Sentimiento que ASODETEAM aflora a
la hora de hablar de su territorio, a la hora de defenderlo y a la hora de “pararse duro” contra
la minería, la cual viene afectando no solo los recursos naturales de la zona, sino también el
tejido social eso que los hace ser y sentirse comunidad.
Basta con compartir un poco con los miembros de ASODETEAM para darse cuenta de
las rupturas que hay entre ellos, de esa pérdida de comunidad que hoy tratan de mitigar, basta
con ver como esa experiencia de todos los días ver pasar volquetas, ver subir maquinaria, ver
como son ignorados por las entidades estatales, contribuye a construir un sentimiento de
injusticia, el cual establece sus demandas y pone en evidencia los objetivos de su rabia (Piven
& Cloward, citado por Poma & Gravante). Es esa rabia la que hace que ASODETEAM
levante su voz, sienta indignación y quiera tomar acción para defender su territorio pues como
lo postula Poma y Gravante “una vez que una persona empieza a participar está sujeta a
nuevos procesos sociales que ayudan a dar formas a emociones, moral y cognición”, es decir
la rabia, la indignación, la protesta pasan de ser simples cuestiones emocionales a ser
elementos cognitivos que permiten sustentar argumentos en la defensa de sus territorios, de
sus costumbres, de sus tradiciones, de sus creencias y valores y de ese querer re-evolucionar
el mundo rural; dicho de otra forma la defensa del territorio supone un significado simbólico
y emotivo que adquiere relevancia a través de los procesos de transformación que las
comunidades hacen de las problemáticas presentadas en sus territorios.
Termino este análisis con una reflexión personal, pues considero que aparte del
análisis realizado anteriormente es importante dar el análisis personal de lo que fue este
proceso pues esta aventura que inicie con temores, con preguntas y con desconciertos, me
deja llena de consciencia por el otro, durante este tiempo aprendí desde la experiencia lo que
verdaderamente es acción sin daño, porque a veces prostituimos la frase de “acción sin daño”
sin entender la complejidad y profundidad de lo que significa, no se trata de llegar a los
territorios y decir te voy a ayudar con esto, es más bien llegar a esos territorios y preguntar
cómo te puedo ayudar, pues al fin y al cabo las comunidades han logrado organizarse durante
años desde su saber popular, desde sus tradiciones. Aprendí que no importa la cantidad de
tiempo, sino la calidad de este; pues podríamos pasar horas y horas frente a un público
lanzando teorías, cátedras y demás y al finalizar obtendríamos un público hastiado de teoría,
confundido entre tanta palabrería y sin gota de conocimiento. Aprendí a participar de forma
crítica ante los acontecimientos de este país que muchas veces por no decir que siempre dejan
de lado a la población más importante, el campesino, el indígena, el oprimido.
Aprendí a preocuparme menos por el mañana y a vivir más el hoy, el ahora, aprendí
dentro de tanta “monería” como decían algunos campesinos, que cada uno de nosotros es
diferente en costumbres y tradiciones, pero que somos iguales en el ser; todos, sin importar
raza, clase social, color de piel, apellido o conocimiento somos seres humanos, seres
humanos sintientes, seres humanos cargados de esperanza, seres humanos que luchan por un
mundo mejor, seres humanos que sonríen ante la adversidad, seres humanos que defienden
el territorio, seres humanos que ante la injusticia lloramos, seres humanos que buscamos
dentro de la comunidad a ese otro igual a mí. En definitiva, somos seres humanos entregados
al servicio, seres humanos sociales, que amamos vivir en comunidad y que con la llegada de
otros seres que invaden nuestros territorios, que impactan de forma negativa nuestras
relaciones, nuestro medio ambiente, nos organizamos y luchamos por volver a ese equilibrio
que nos da la Pachamama.
No me queda más que agradecer a la comunidad que me acogió durante estos ocho meses,
que me enseñó a respirar aire puro, que me hizo recordar mis días de infancia en el campo,
gracias a esa comunidad que con sus abrazos y sonrisas hacía de mis dolores algo más liviano,
gracias porque si no fuera por esas sonrisas, por esos abrazos y por esas palabras muy
seguramente me hubiera dejado derrotar del dolor de mi enfermedad y hubiera dado un paso
al costado. Gracias también a mi tutor de práctica que con cada tutoría me guiaba y me daba
nuevas ideas, gracias por apoyarme en este camino, gracias por confiar en mí, por resaltar
mis habilidades, gracias por presentarme el mundo de lo social y por enamorarme de este
mundo. A mi interlocutora gracias por mostrarme que puedo ser líder, gracias por tantas
palabras de aliento, gracias por confiar en mi trabajo y por resaltar lo poco o mucho que hago,
gracias por mostrarme las capacidades que tengo y por ponerme al límite para darme cuenta
de ellas. Gracias infinitas gracias a todos a Dios, a la vida y a todos los que de una u otra
forma hacen parte de esta bonita experiencia llamada práctica profesional.
REFERENCIAS
Barbetta, P. (2010). En los bordes de lo jurídico: campesinos y justicia en Santiago del Estero.
Cuadernos de Antropología Social. Vol. 32, pp. 121-146. Buenos Aires, Argentina.
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