Recomendaciones para Padres de Ajedrecistas

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La Escuela de Ajedrez Soviética fue líder en crear ajedrecistas de alto rendimiento en la

segunda mitad del siglo XX, después de la desintegración de la URSS, los diferentes
países que surgieron continuaron la tradición de enseñanza soviética con ligeras
diferencias, tales como la Escuela Rusa, Escuela Ucraniana, etc.

Los padres forman parte integral del desarrollo de las capacidades y habilidades de sus
hijos, y, en el ajedrez no es la excepción. Por lo que me permito enviarles algunos
consejos para padres de ajedrecistas, que seguían los alumnos de la Escuela Soviética y
que a pesar del tiempo, siguen siendo vigentes actualmente.

Sobre el Fogueo en torneos:


Mikhail Botvinnik (6to Campeón Mundial de Ajedrez y Padre de la Escuela Soviética)
tenía una opinión muy definida sobre “el fogueo” en los jóvenes y sobre si era mejor
basarse en los “subs” o en clasificación por categorías, o incluso por ratings.
El sistema soviético de enseñanza y entrenamiento de ajedrez se basaba en torneos
por categorías, y cuando uno ganaba un torneo de una categoría pasaba a la siguiente.
Era un escalón forzoso y no podía haber un jugador que se mantuviese en la misma
categoría tras vencer en un torneo. Se estimulaba a que se esforzasen por subir.
En el caso de los jóvenes escolares jugaban por su escuela y en su grado, y cuando un
muchacho de menos de diez años destacaba, lo hacía principalmente en torneos de
su categoría de fuerza, no etaria. Así Karpov, Spassky y Kasparov (diferentes
Campeones Mundiales) que destacaron a temprana edad, desde los 10 años
competían principalmente con adultos o jóvenes que eran de su categoría, al principio
la tercera, luego la segunda, luego la primera y luego la de Candidatos a Maestro y
finalmente de Maestros.
El fogueo era enteramente en su país, y muchos muy jóvenes que a los 13 o 14
años ya tenían nivel de Maestro Internacional no habían viajado al extranjero pero se
habían fogueado en torneos compitiendo incluso con Grandes Maestros Internacionales.

Sobre la práctica:
GM Vasiukov (5 veces Campeón de la URSS) para que un jugador del ajedrez se
vuelva un deportista de máximo desempeño, es necesario practicar todos los días
por lo menos entre dos a tres horas y estudiar una variedad de temas y ejercitar
diversas habilidades por separado.
Añaden los rusos: Incluso si uno carece del talento, con una práctica diligente el escolar
conseguirá el éxito. Pero al mismo tiempo es importante comprender qué tareas deben
ser dadas y a qué niño. Algunos pueden hacer en una hora lo que otros no podrán ser
capaces de hacer en tres.

Sobre en qué tipos de torneos participar:


Juegue contra los más fuertes. No debe participar más de un año en torneos
infantiles o juveniles, el progreso es imposible sin participar en torneos de nivel.
No creerse aquello de los Mundiales Infantiles y Juveniles de 500 participantes y gastarse
un par de miles de pesos para “foguearse” seis partidas con jugadores de un rating
máximo de 2000, cuando en su país puede jugar con jugadores de esa fuerza gastando
mucho menos. Y cada vez uno debe tratar de jugar con jugadores cada vez más fuertes.
Un niño debe participar en torneos ya que pueda terminar una partida, pero debe hacer
antes muchos ejercicios y partidas semi-serias en casa, aunque sea contra una
computadora.

Sobre el ejercicio físico:


Los entrenadores soviéticos sostenían que pasando muchas horas en el tablero,
los jugadores del ajedrez experimentan tensión no sólo mental sino también física.
En partidas largas (con sólo acordarse de los X Juegos Nacionales de Ajedrez Infantiles
y Juveniles que acaban de pasar a principios de agosto) los jugadores que tienen
mejores posibilidades de ganar son aquellos que tienen más capacidad de
recuperación. Por eso los jugadores del ajedrez deben hacer ejercicio físico siempre.

Sobre alimentación:
Coma correctamente. Los niños más pequeños no tienen que seguir otras
sugerencias, sino lo que los pediatras les digan a sus padre. Pero a los escolares
mayores hay que recomendarles que además del ejercicio físico, deben ingerir
comida que estimule su actividad mental. Nueces, chocolate, espinaca, betabel; receta
estándar antes de una partida ;).
Actualmente conocemos lo dañino que es la comida procesada y chatarra para el
cuerpo humano, las calorías “vacías” provenientes de estos productos no nutren al niño, y
un cerebro que continuamente se le debe estar suministrando glucosa, oxígeno y agua
durante partidas de larga duración, es esencial estar bien nutrido para que su cuerpo
pueda llevar esos nutrientes de manera constante.
En este año, en el mes de julio entro en vigor una regla que prohíbe comer en el tablero
durante la partida, sin embargo no prohíbe el consumo de líquidos, importante llevar su
bote con agua en cada partida, es mejor tener que levantarse durante la partida para ir al
baño que al cerebro no se encuentre bien hidratado, pero esto no significa que pierda
iones, es decir, no es necesario comprarles esas bebidas deportivas, y mucho menos
refrescos, jugos, bebidas energizantes o cafés; que en vez de beneficiarles exacerban sus
procesos metabólicos.

Sobre la presión durante los torneos:


Al perder una partida, el niño o joven lo que menos desea es que le pregunten “¿cómo te
fue?” Si los jugadores con mayor experiencia, desde Grandes Maestros hasta ajedrecistas
de Primera Fuerza nos cuesta lidiar aún con una partida pérdida, imagínense lo que
experimenta dentro de su mente un niño o joven que sigue siendo inexperto. Sin
embargo, es necesario la participación en torneos no sólo por el fogueo, sino también
para favorecer la resiliencia del joven alumno.
Entonces, ¿cómo debemos tratar este asunto espinoso? Cada padre, instructor y/o
entrenador inculca o impone ciertas ideas sobre los niños, ideas que se arraigan en los
cimientos de su frágil mente ávida de aprendizaje y no de limitaciones.
Cuando se da conocimiento a los niños, se les está diciendo lo que se supone que
deben saber, lo que quieren que entiendan como cierto. Se les está diciendo que pensar.
Si en cambio se les da sabiduría a los niños, no se les dice qué deben saber, o qué es
cierto, y no lo que es, sino, más bien, cómo obtener su propia verdad. Debo aclarar que
sin conocimiento no puede haber sabiduría, una cierta cantidad de conocimiento debe
transmitirse, cuanto más reducida mejor, que el niño lo descubra por sí mismo. El
conocimiento se pierde, la sabiduría nunca se olvida.
Para tratar este punto, debemos formularnos una pregunta: ¿Por qué tanta gente dedica
tanto tiempo al ajedrez? Creo que es lo primero que debemos resolver para entender
como motivar a los jóvenes y de esta manera saber lidiar con tales situaciones.
La motivación de las personas a dedicarle al ajedrez su tiempo se divide en dos
categorías principales:

A) Competitiva: Poder, éxito, gloria, dinero, elevar su ego, “autoalimentarse”, ganar, lograr
puntos, incrementar el rating, etc.
B) Estética: Razones intrínsecas a la naturaleza del ajedrez, amor al juego, placer por el
flujo de ideas, satisfacción de jugar una buena partida, la “belleza” tras un sacrificio, etc.

La mayor motivación, a groso modo podemos describirlas como Competitiva o Estética.


No voy a meterme en la discusión bizantina de si es mejor la “Competitiva” o la “Estética”.
No suscribo frases como las de “No importa en qué lugar quedaste sino cuanto ganaste” o
la de “Lo importante no es ganar sino competir”. Desde algunos puntos de vista soy un
profesional del ajedrez y desde otros no, como Entrenador me considero un coaprendiz
con mis alumnos, por lo que no suscribiría tampoco la frase de “Ganar no es lo principal,
es lo único”.
El caso es que la motivación Estética existe y es muy importante. A uno le gusta ganar,
aunque la partida fuese horrible, pero uno tiene muchas veces más placer de una partida
ganada y bien jugada. Si la partida fue jugada con precisión, con buena técnica, puede
ser motivación Competitiva, ya que se puede argumentar que eleva el ego. Pero si la
partida tuvo un final espectacular, o una simple jugada sorprendente, uno puede disfrutar
de un placer Estético, no son excluyentes.
Muchos jugadores disfrutan sus partidas desde el punto de vista estético. La belleza es
el gran motivador. Si enseñamos a nuestros jóvenes a disfrutar la belleza del ajedrez
acercándosela continuamente, despertaremos sus instintos de emulación y los
motivaremos con gran efectividad. Kasparov, quien fue durante 15 años el jugador más
fuertemente motivado solía decir:
“¡Quiero ganar, quiero derrotar a todos, pero quiero hacerlo con estilo!”

Si el ajedrez fuese sólo ganar o perder y no pudiera crear tanta belleza en las partidas,
mucho menos personas lo jugarían. Einstein decía que más que el conocimiento, la
imaginación era lo importante. El Dr. Sigmund Freud decía que la “Fantasía es acción
vuelta a proyectar” como ver de nuevo la acción en el cine. La fantasía e imaginación son
como hermanas gemelas.

Kotov, entrenador de la Escuela Soviética, lo expresó magníficamente:


“Las combinaciones de ajedrez son un tipo de trabajo de arte dramático, lleno de tensión y
contenido estético. Es por esta faceta del juego, más que por cualquier otra, que millones
de personas por todo el mundo aman el ajedrez”

La vida es Drama, diría Anton Chejov.

“El ajedrez es lo suficientemente bello para emplear la vida en él” Gran Maestro Hans
Ree.

Si a los niños y jóvenes les mostramos la belleza intrínseca en el ajedrez, sus ingeniosas
jugadas, producto de la fantasía, de la imaginación, seguramente fomentaremos en ellos
un aprecio al ajedrez.
La paradoja siempre ha inquietado al hombre y la curiosidad es fuente imán hacia el
ajedrez. Ver partidas donde un bando con sólo una torre y un alfil dan mate a un
adversario que posee Dama, Torre, Caballos y Alfiles, la paradoja del fuerte vencido por el
débil, como la atractiva historia de David venciendo a Goliath, atrae a los niños y jóvenes.
Para terminar, me gustaría mostrarles está posición a los alumnos que recién ingresan al
CARE, como sinónimo de lo sorprendente que es el ajedrez en cuanto a fantasía y
recursos que tiene:

No pretendo darles un curso de ajedrez, pero les explico la belleza intrínseca de la


posición, la paradoja del bando en desventaja material, el débil contra el fuerte.

Podemos notar rápidamente que las


piezas negras no poseen Dama (Reyna de
la corona con picos), por lo que se
encuentran con material de menos, es
decir están perdiendo en “puntos” por
decirlo de una manera coloquial, sin
embargo la belleza nace en la situación de
los tres peones negros más avanzados,
señalados con la flecha, las piezas de
menor valor en el ajedrez (cada peón vale
1 punto), se enfrentan a las piezas
mayores, Torre (5 puntos) y Dama (9
puntos) y no hay manera de evitar que
lleguen a la última fil coronando
(movimiento en donde el peón llega hasta
el otro extremo del tablero y se promueve
a Dama, Torre, Caballo o Alfil), dando
jaque mate al rey blanco (ganando la
partida).

El ajedrez es bello, si fomentamos esto en los niños, en los jóvenes, les será más fácil
lidiar con la derrota.
Un saludo a todos. Les deseo éxito en las próximas competencias.
Buenas noches Padres de Familia:

Continuando con las series de recomendaciones, está es la segunda parte de lo que ya en una
ocasión les he hecho llegar. Haciendo memoria de algunos pormenores que a veces tanto como
padres de familia como entrenadores (me incluyo) omitimos no intencionalmente, pero si
inconscientemente.
Recientemente ha pasado este fin de semana dos torneos que se han empalmado, la 7ma edición
del Torneo Estatal INJUVE, así como la Olimpiada Nuevo León celebrada en la preparatoria No. 1
en Apodaca. Es una pena que haya sucedido esto ya que limita por obvias razones la participación
en ambos eventos, sin embargo hay que adaptarse. Ambos eventos, los considero de fogueo para
los alumnos, y de experiencia para ellos, tanto como a los padre de familia que apenas van
compenetrándose en lo que significa tener un hijo ajedrecista (horas sacrificadas ya que algunos
torneos se juegan regularmente 5 a 6 rondas, e inclusive días, todo un fin de semana). En este
correo pienso abordar algunas dudas que en alguna ocasión como padres de un ajedrecista se les
ha surgido en el pensamiento:

1. Una muy usual es pensar que los torneos son para jugadores con experiencia. Si su hijo
puede comportarse bien, es decir, mantenerse en silencio, tranquilo y conoce las reglas básicas
del movimiento de las piezas, tiene todo para jugar un torneo. Los torneos son el principal sitio en
que los alumnos juegan ajedrez. No necesariamente debe ser bueno, sólo debe poder disfrutar
jugar sus partidas y ser lo suficiente maduro para respetar las reglas del torneo, al árbitro y a su
adversario. Los torneos son una experiencia agradable, es un error pensar que su hijo tiene que
ser bueno para jugar en un torneo, permítanme la comparación, es como decir que un niño tiene
que ser bueno para meterse a un equipo de futbol de una liga infantil.

2. ¿Pero si pierde, no se desanimará? La mayoría de los torneos de ajedrez se manejan por


sistema suizo, es decir, los jugadores se van pareando con aquellos que llevan igualdad de puntos
por lo que las aguas van a su nivel y todos disfrutan de jugar en su propio nivel.

3. ¿Un torneo no es demasiada presión? Como entrenador, uno de los indicadores, a parte de
las evaluaciones, para saber si los estudiantes están progresando es lo duro que se esfuerzan en
jugar una buena partida. Para los principiantes, el tiempo que reflexionen cada jugada, aunque sea
un poco, ya es ganancia sin importar el resultado. Creo que el ganar sólo es una parte del todo, a
pesar de que algunos son muy competitivos. La presión que experimentan en un torneo no es
mayor que en cualquier otro deporte infantil. Yo espero que todos los alumnos traten dar su
máximo, aprendan algo y si de paso se divierten, mucho mejor.

4. ¿Mi hijo es muy inteligente, cree que llegué a ganar el torneo? Ser listo, tiene que ver muy
poco con que tan bueno pueda ser en el ajedrez. Los alumnos que se vuelven buenos, tienen
muchos de las siguientes actitudes:
-El ajedrez lo prefieren ante todo de las demás de sus actividades.
-Están decididos a mejorar.
-Juegan a menudo torneos, con amigos, en online, con los familiares, inclusive contra la
computadora.
-Aman estudiar en casa, llegan a mi clase con dudas, o me platican sobre alguna partida o video
que vieron en youtube, etcétera.
-Siempre quieren jugar contra los mejores.
-Aceptan la crítica constructiva muy bien, no ponen excusas.
-No tienen miedo a perder, es decir, no aceptan ni ofrecen tablas, luchan hasta el final.

Así que un niño con un poco arriba de la inteligencia promedio con muchas de esas capacidades a
menudo derrotará a un “genio”.

Importante: esto no significa que el ajedrez debe serlo todo para el niño, la mayoría de los
alumnos del CARE no lo es y yo incluso no lo recomendaría. Sólo quiero que ustedes
padres comprendan que los estudiantes para quienes el ajedrez es el hobby número 1 lo
harán mucho mejor, como uno esperaría.

5. Nada de pantallas! Es importante evitar las Tablets y los celulares, antes (por lo menos un día)
y durante la participación de un torneo. Se les sobre estimula el cerebro y en un torneo necesitan
tener las ideas frescas antes de jugar cada partida. Si se aburren o son muy activos, un cubo rubix,
una pelota, rompecabezas, si son más tranquilos un libro, o el manual de ajedrez. Padres, hay que
predicar con el ejemplo, sí sé que hoy en día, el celular es un medio importante para estar
comunicados con sus seres queridos, pero tratemos, por lo menos en los torneos de disminuir su
uso, además les permitirá conocer íntimamente a su hijo, por todas las emociones por las que pasa
ronda tras ronda.

6. Nada de jugar partidas durante el torneo, si sus hijos quieren llevar el tablero, que sea para
analizar su partida, tratar de reproducirla e intentar averiguar en qué se equivocaron, pero para
jugar por favor, no. Pareciera que los niños tienen suficiente energía para estar jugando todo el día,
sin embargo por cada partida su cerebro emplea mucha energía y el jugar partidas entre rondas
puede afectar su rendimiento a lo largo del torneo.

7. Descansar bien. Muy importante al ser una actividad mental, se requiere una gran
concentración y si se han desvelado, esa concentración no se va a poder mantener constante.

8. Dotación de semillas o frutas. Vuelvo a tocar este punto, en estos torneos a veces no se
cumplen los horarios y se atrasan las partidas, por uno, por otro motivo. Importante, suministrarle
glucosa a los chicos, y con glucosa no me refiero a dulces o coca, y mucho menos galletas. Es
mejor una manzana o un plátano que les brinda esos carbohidratos pero de manera constante y no
un subidón de azúcar con esos alimentos chatarra que uno puede encontrar hoy en día en
cualquier esquina. El desayuno es importante también, ni poco ni mucho, no queremos que les
gruña la tripa en medio de la partida, o que no quiera bajarse del auto porque le dio sueño ;)
No ha de faltar el agua, y con este clima, menos.

9. Evitar jugar muchas partidas de menos de 10 minutos. Esta es una recomendación que
siempre se las hago a los alumnos, sin embargo quien puede monitorearlos mejor en casa son
ustedes padres, practicar es importante, pero también pensar, y para lograrlo se requiere tiempo
suficiente en la partida. La tecnología ha beneficiado al ajedrez, pero hay que saberla utilizar, si
sus hijos pueden jugar sin tiempo mejor, si juegan ajedrez online que sean dos, tres partidas
máximo con ritmo de 30 minutos, 20 minutos o 10 minutos como mínimo. No jugar los ritmos
llamados bala (1 min por jugador) eso les perjudica más que beneficiarles, ya que no les da tiempo
más que a reaccionar en vez de pensar.

10. Los viernes de evaluación. Ser buen jugador de ajedrez no significa ser buen entrenador. Ser
entrenador es volver a empezar, es tener la dedicación para encontrar los métodos y poder hacerle
llegar el conocimiento al alumno, aterrizar lo que uno como ajedrecista ya tiene por sentado, al
mismo tiempo que ese conocimiento sea sólo lo justo para que el estudiante descubra lo demás y
de esta manera fomentar su imaginación y fantasía que es la clave en el ajedrez. Un error usual
que cometen los padres, es pensar que si sus hijos asisten con más entrenadores aprenderán más
y mejor, es como decir, que si un niño que asiste a más colegios terminará su primaria con
excelencia. Lamentablemente no es así, cada instructor maneja su programa de entrenamiento
(eso espero), y sus métodos, así como hay entrenadores que prefieren sugerirle la apertura más
acorde al estilo de juego de cada alumno, los hay que prefieren enseñarles a todos sus alumnos la
misma apertura porque se les facilita el trabajo. En vez de beneficiarles a sus hijos, les perjudicará
porque los coloca en el dilema de tener que elegir. No estoy tratando de decir que soy mejor que
otros, me considero coaprendiz junto con los alumnos, mientras ellos aprenden a jugar bien el
ajedrez yo sigo aprendiendo a mejorar la manera de inculcárselos.
Les recuerdo que todo esto son recomendaciones, si desean seguirlas o hacer caso omiso es su
decisión. Mi interés es que no sólo los estudiantes se encuentren interesados en el ajedrez, sino
que ustedes como padres puedan entender un poco mejor este pequeño mundo de 64 escaques.
Saludos, y a seguir la preparación.

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