Responsabilidad Del Registrador en La Calificación de Títulos
Responsabilidad Del Registrador en La Calificación de Títulos
Responsabilidad Del Registrador en La Calificación de Títulos
TÍTULOS
CALIFICACIÓN REGISTRAL.
CONCEPTO:
La calificación registral es el acto por el cual un registrador realiza un análisis de los títulos
presentados para su inscripción.
Para que la calificación sea positiva y como tal inscribible, el acto debe expresar o contrato
debe ser válido en todos sus aspectos formales ya sean externos o materiales, teniendo que
los mismos ser concordantes con el antecedente registral.
Por otro lado, el Reglamento General de Registros Públicos señala que en el proceso de
calificación registral, el Registrador y el Tribunal Registral deben de propiciar y facilitar las
inscripciones de los títulos ingresado en los Registros Públicos.
CARACTERISTICAS:
Al momento que los títulos presentados pasen a ser examinados para su inscripción, el
registrador y/o tribunal registral la interpretación que tome el registrador debe ser
independiente, autónoma, personal e indelegable, obligatoria, integral, revisable, debiendo
estar amparadas en las reglas, límites, siendo totalmente responsabilidad de quien lo revise,
inscriba o tache.
Del mismo modo señala Chico y Ortiz, que “(…) en su actividad jurídica el
registrador, en su punto culminante de la definitiva decantación y
acomodación de factores: interpreta, califica y establece consecuencias
jurídicas. Se trata de un funcionario público, pero las características de su
actividad le separan –como dice La cruz Berdejo– de cualquier tipo de
funcionario administrativo. (…) el carácter de funcionario que la legislación
hipotecaria le otorga está encaminado a responsabilizar al registrador y
someterle a una disciplina.
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“El registrador deberá verificar la autenticidad del documento. Esto es, deberá verificarse
que el documento presentado no sea falsificado, sino que efectivamente se trate de un
documento expedido por el funcionario o notario que lo autoriza. A dicho efecto deberá
verificar las firmas y sellos de notarios, jueces y funcionarios administrativos en los
registros disponibles, así como verificar que el documento no haya sido adulterado con
posterioridad a la expedición del traslado o la certificación de firmas del documento. Por lo
tanto, dentro de los alcances de la calificación del registrador y del Tribunal Registral, en
sus respectivas instancias, se encuentra; el verificar la autenticidad del documento, para lo
cual, entre otros, debe contrastar las firmas y sellos del funcionario que lo autoriza con la
firma y sellos que aparecen en los registros con los que cuenta a su disposición.
Debe señalarse, a su vez, que la verificación aludida responde a la necesaria prevención que
debe guardarse a efectos de evitar el ingreso de documentos falsos y/o falsificados.
Conforme se dispone en el primer párrafo del artículo 2011 del Código Civil los
registradores califican la legalidad de los documentos en cuya virtud se solicita la
inscripción, la capacidad de los otorgantes y la validez del acto.
“Dos son pues los medios que el registrador puede utilizar en su calificación: los mismos
documentos presentados y los asientos del Registro. Se aprecia, en estos términos, una
cierta escasez en los medios con que el registrador cuenta para realizar la calificación. Esta
escasez contrasta con la amplitud de la materia a calificar, pero la exigencia legal es
ineludible. Lo que no está en los documentos presentados o en los asientos del Registro no
puede ser tenido en cuenta a efectos de calificación”.
Dentro de esa perspectiva, en el artículo 32 del TUO del Reglamento General de los
Registros Públicos se desarrollan los alcances de la calificación registral, y para el presente
tema, resulta importante conocer que en su inciso d) consta el deber de “comprobar que el
acto o derecho inscribible, así como los documentos que conforman el título, se ajustan a
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las disposiciones legales sobre la materia y cumplen los requisitos establecidos en dichas
normas;
La ley 26366 ampara a los registrados en su proceso de calificación, además de las normas
registrales que ayudan filtran el ingreso de los títulos al registro, cautelando en el mismo
procedimiento la intangibilidad del contenido de los asientos registrales- salvo título
modificatorio posterior o sentencia judicial firme -y la seguridad jurídica de los derechos de
quienes se amparan en la fe del Registro. No es cuestionable la primacía del Poder Judicial
sobre el Registro Público, sin embargo es necesario reconocer que las competencias y
especialidades de los registradores y de los jueces es distinto, debiendo los jueces respetar
esta especialidad y tener muy en cuenta los parámetros que se observan para acceder al
registro o en todo caso advertir tales situaciones a través de las observaciones registrales,
sin embargo como está regulado normativamente ni siquiera cabe la posibilidad de observar
un título proveniente del fuero judicial. Así mismo es necesario reconocer que una
resolución judicial justa nunca perjudicara a terceros, que es lo que justamente el registro
pretende proteger.
Luego que el registrador examine todos los documentos presentados para calificación y
posterior inscripción este podrá optar por tres decisiones, las mismas que dependerán de la
calidad y veracidad de los documentos presentados los cuales son las siguientes:
INSCRIBIR:
Si el resultado de la calificación es positivo, y si él ha abonado los derechos registrales
dados en la pre-liquidación, su título pasara a su inscripción
OBSERVAR:
Si el titulo contuviese algún defecto el mismo será notificado a través de la esquela de
observación a si mismo de no haber cancelado los aranceles pertinentes estos aparecerán
en dicho documento.
Del mayor derecho por concepto de inscripción del título (RGRP, art 40).
TACHAR:
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Se existir faltas sobre el título presentado las mismas que lo hagan insubsanable, la
decisión del registrador será la tacha definitiva o sustancial del mismo, pues al contener
estos algún vicio o error, el mismo que no se encuentre o concuerde con los antecedentes
registrales, por contener información errada o falsa, la opción directa del registrador es
enviarlo al tribunal registral, quien es el último ente en decidir si estos documentos
sustentan la tacha otorgada por el registrador,
Las solicitudes de revocatoria de las decisiones emitidas por las instancias registrales
son improcedentes, así como las de anulación de asientos registrales, que se formulen a
través de la denuncia.
Denuncia y Queja
La Denuncia
La Queja
De determinarse que las faltas incurridas son acreditadas, se tomaran las siguientes
sanciones.