Atkinson - (Cap. 1. Variedades de Datos y Variedades de Análisis - Cap 2. Los Conceptos y La Codificación. Pp. 1-63)

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Encontrar el sentido

a los datos cualitativos


Estrategias complementarias de investigación
Colección Con tus
© Editorial Universidad de Antioquia
© Facultad de Enfermería de la Universidad de Antiquia
© Amanda Coffey, Paul Atkinson
© Editorial Sage
ISBN: 958-655-631-X (volumen)
ISBN: 958-655-623-9 (obra completa)

Título original: Making sense of qualitative data: complementary research strategies


Primera edición (en inglés): Sage Publications Inc., United States,
London, New Delhi, 1996
Primera edición (en español): Editorial Universidad de Antioquia, febrero de 2003
Publicado por acuerdo con Sage Publications, Inc. / Published by arrangement
with Sage Publications Inc.

Traducción Eva Zimmerman


Revisión técnica de la traducción: Carmen de la Cuesta Benjumea, Clara Inés
Giraldo Molina, Gloria María Franco
Diseño de cubierta: Saúl Álvarez Lara
Diagramación: Luz Elena Ochoa Vélez
Impresión y terminación: Imprenta Universidad de Antioquia

Impreso y hecho en Colombia / Printed and made in Colombia


Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier
propósito, sin autorización escrita de la Editorial Universidad de Antioquia

Editorial Universidad de Antioquia


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1

Variedades de datos y variedades


de análisis

El escenario

Son las siete de la noche, en una tarde invernal en Buriton, un


pueblo universitario inglés. Anne Catterick y Philip Fairlie, ambos
estudiantes de doctorado de sociología, están sentados con cara de
frustración junto a los restos de una comida rápida hindú en la
cocina del apartamento que Anne comparte con Eleanor Fosco (una
profesora estudiante) y Sara Hartright (estudiante de sicología clí-
nica). Anne y Philip han asistido a un seminario de posgrado en el
cual un nervioso estudiante, compañero de ellos, Felix Glyde, ha
presentado un brillante análisis de por qué a la segunda generación
de vietnamitas de la ciudad (los hijos de refugiados de los años se-
tenta) les estaba yendo muchísimo mejor en el sistema educativo
que a cualquier otra minoría étnica de Buriton. Este brillante des-
empeño es lo que deprimió a Anne y a Philip.
Eleanor y Sara se fueron contentas a sus aeróbicos, y Anne y
Philip están sumidos en la desesperanza. Poco a poco se van confe-
sando mutuamente que aunque su recolección de datos ha marcha-
do bien - mejor de lo esperado - ahora están detenidos. Anne tiene
varios cientos de páginas de notas de campo ya procesadas en el
computador y revisadas, a las que no es capaz de decidirse a meter-
2 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

les el diente. Philip ya hizo una serie de entrevistas de grupos focales,


las grabó y las transcribió, pero ahora está estancado. Ambos saben
que deben enfrentarse al análisis de sus datos, y ambos saben que
ya se acercan a sus propias presentaciones en los seminarios de
posgrado. Ambos tienen supervisores que quieren ver algunos "re-
sultados", algunos borradores de los primeros capítulos de sus te-
sis. Se sienten tentados a dejar de comer e irse a la taberna. Pero no
sienten ninguna tentación de trabajar con sus datos.
Anne y Philip son ingleses, pero podemos imaginarnos sus equi-
valentes en cualquier ciudad universitaria de Estados Unidos, Ca-
nadá, Australia, Nueva Zelanda o Europa continental. Existe algo
intimidador al finalizar el trabajo de campo, cuando ya no queda
más por hacer que analizar los datos y redactar.
El análisis de los datos no debería verse en una perspectiva tan
sombría. Podríamos describir un escenario igualmente ficticio en el
cual los estudiantes de posgrado de antropología o sociología pasa-
ran a toda carrera por el análisis y redactaran su material sin ser
presa de la duda de sí mismos y sin experimentar problemas. No
obstante, según nuestra experiencia, el primer escenario, o alguna
variación del mismo, es lo más común. El análisis de los datos cua-
litativos puede resultar una tarea asustadora para los estudiantes o
aun para trabajadores de campo con experiencia. Esto no necesa-
riamente debería ser así, pero hay que reconocer que muchos estu-
diantes, de posgrado o no, en algún punto del análisis de los
materiales cualitativos, experimentan dificultades.
En un mundo ideal, Anne y Philip no se encontrarían en tal em-
brollo. Nunca deberíamos recopilar datos sin que se estuviera dan-
do de manera simultánea un análisis sustancial. Permitir que los
datos se acumulen sin un análisis preliminar durante el camino es
receta para la infelicidad, cuando no para el desastre total. Debe-
mos reconocer que esto puede suceder, y por diligentes que seamos,
tenemos que enfrentarnos a las ingentes tareas del manejo y análi-
sis de datos en alguna etapa en la carrera de la investigación. Y es
fácil que vengan la decepción y la parálisis.
Es igualmente paralizante pensar que el análisis, cuando ya se
emprende, debe marchar tal como se previó y conformarse con toda
Variedades de datos y variedades de análisis / 3

exactitud a una u otra ortodoxia. La búsqueda del método perfecto


de análisis de datos es infructuosa. Es fácil enredarse tanto con los
datos propios (a menudo recolectados con costos, tiempo y esfuer-
zo personales considerables) que uno deja de ver el bosque por mi-
rar los árboles y no es capaz de conseguir apoyo analítico en los
datos recolectados. Hay demasiadas personas que se enamoran tanto
de sus datos que no son capaces de perturbar su prístina belleza
interfiriendo con ellos de alguna manera. Ambas actitudes son es-
tériles. No hay una sola manera correcta de analizar los datos cua-
litativos; además, es esencial hallar modos de usar los datos para
pensar con ellos. Tenemos que encontrar los modos más producti-
vos de organizar e inspeccionar nuestros materiales. En el curso de
este libro esperamos proporcionar algunos consejos prácticos sobre
las maneras de analizar los datos cualitativos. Ilustramos muchos
de los conceptos que tenemos con ejemplos de nuestros propios
análisis de este tipo de datos. El tema de los datos que estamos ana-
lizando -los estudiantes de doctorado y miembros del profesorado
de antropología social- no se halla a un millón de millas de distan-
cia del escenario que acabamos de presentar.
Nuestro primer mensaje es muy simple: existen muchas maneras
de analizar los datos cualitativos. En efecto, existen muchos más
enfoques de los que podemos tratar de ilustrar en este libro. Al des-
cribir y ejemplificar algunos de ellos, deseamos animar a nuestros
colegas y estudiantes a que disfruten y exploren tal diversidad. Aun-
que no predicamos la actitud licenciosa de hacer lo que a uno le
venga en gana, sí queremos desaconsejar la adopción prematura
de una u otra estrategia analítica con exclusión de las demás.
Ciertamente queremos animar a nuestros lectores a que adopten
de manera crítica algunos enfoques particulares de análisis, y a que
tomen decisiones basadas en principios, entre las alternativas exis-
tentes.
Este capítulo introductorio tiene tres propósitos principales. Pri-
mero, recordar a los lectores la variedad de tipos de datos cualita-
tivos y la diversidad de enfoques que los investigadores pueden
adoptar para analizarlos. En el comienzo hacemos hincapié en que
hay múltiples prácticas, métodos y posibilidades de análisis que los
4 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

investigadores cualitativos pueden emplear. El común denomina-


dor de todos los enfoques es la preocupación central por transfor-
mar e interpretar los datos cualitativos - de manera académica y
rigurosa - a fin de captar las complejidades de los mundos sociales
que buscamos comprender. Nuestra segunda tarea en este capítulo
introductorio es explicar por qué resolvimos escribir este libro y de-
cidimos hacerlo de esta manera. Para ello, tratamos de hacer énfa-
sis en el enfoque pragmático que hemos adoptado y nuestros intereses
más intelectuales que han influido sobre el mismo. El tercer propó-
sito de este capítulo es introducir los datos que usamos a lo largo de
todo el libro para ilustrar nuestras ideas, sugerencias y argumentos.
Estos materiales ilustrativos se han tomado de un proyecto de in-
vestigación que empleó entrevistas etnográficas para recopilar da-
tos sobre estudiantes y asesores de doctorado en un gran número
de disciplinas de las ciencias sociales. Para el presente libro, hemos
seleccionado nuestros ejemplares de entrevistas con antropólogos
sociales.
No es nuestra intención en este capítulo introductorio presentar
una revisión amplia de la literatura sobre los métodos de investiga-
ción cualitativa. Un planteamiento sistemático y profundo del aba-
nico completo de perspectivas y procedimientos exigiría un volumen
del tamaño y alcance de un manual o una enciclopedia (como el de
Denzin y Lincoln, 1994). Ni es nuestra intención que éste sea un
texto sobre" cómo hacer" investigación cualitativa, en todos sus as-
pectos. Entre las buenas introducciones a este tema se encuentran
las de Bogdan y Taylor (1975), Burgess (1982, 1984), Hammersley y
Atkinson (1995), LeCompte y Preissle (1993), Lofland y Lofland
(1984) y Silverman (1993).
En este capítulo y, de hecho, a lo largo del libro, indicamos la
importancia de la diversidad analítica y señalamos la variedad de
estrategias analíticas. Nuestro propósito general es introducir a los
lectores a una gran variedad de formas de análisis de datos cualita-
tivos. Algunas de las estrategias que planteamos serán familiares y
otras quizás un poco menos. Nuestro argumento central es que el
análisis implica, y en realidad requiere, una decisión basada en prin-
cipios. También deseamos hacer énfasis en que el análisis de los
Variedades de datos y variedades de análisis / 5

datos cualitativos puede ser divertido y haciéndolo se puede disfru-


tar. Inevitablemente, existen otras clases de datos y otras estrate-
gias analíticas que no cubrimos en este libro. Otros textos
introductorios que se centran en aquellos enfoques adicionales son
los de Psathas (1994) sobre análisis de la conversación, Ball y Smith
(1992) sobre los datos visuales, Plummer (1983) sobre las historias
de la vida, Hill (1993) sobre materiales documentales, Thomas (1993)
sobre la etnografía crítica y van Manen (1990) sobre los métodos
fenomenológicos.

Variedades de perspectiva

Denzin y Lincoln (1994), al describir al investigador cualitativo


como un bricoleur, plantean que los investigadores cualitativos em-
plean una gran variedad de estrategias y métodos para recopilar
y analizar la diversidad de materiales empíricos. En el presente
libro es nuestra intención explorar sólo algunos de los elementos
de tal complejidad. Nos centramos en un número de maneras de
analizar los datos cualitativos. Tal como lo trataremos de justifi-
car a lo largo del libro, creemos importante para los investigado-
res cualitativos explorar sus propios datos a partir de una variedad
de perspectivas, o al menos que sean capaces de tomar decisiones
informadas sobre la estrategia analítica que debe adoptarse para
un proyecto particular.
Los datos cualitativos vienen en una gran variedad de formas:
no hay un solo tipo. Pueden adoptar la forma de notas de campo,
transcripción de entrevistas, grabaciones transcritas de una
interacción que ocurre naturalmente, documentos, cuadros y otras
representaciones gráficas. No hay una sola manera de abordar es-
tos materiales. Tesch (1990), por ejemplo, identifica no menos de
veintiséis estrategias analíticas, todas aplicables a los datos cualita-
tivos. Yeso sin tener en cuenta muchos aspectos de los datos visua-
les y auditivos, pues se concentra en los textuales. Como hilo común
que liga todo tipo de datos y enfoques analíticos, hacemos hincapié
en que el análisis de datos cualitativos tiene que tratar con acciones
y conversaciones significativas. Aun esto, empero, es demasiado sim-
6 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

plista como enfoque. Así también lo es la distinción de que los datos


cualitativos se derivan de un nuevo enfoque paradigmático y
pos positivista, mientras que, en contraposición, los datos cuanti-
tativos se derivan de un paradigma positivista tradicional. Tal como
Tesch (1990) lo destaca, los positivistas usan las palabras como
datos y los investigadores cualitativos usan los números en su bús-
queda de patrones de la actividad humana. Los datos cualitativos,
por tanto, no son fácilmente distinguibles de los cuantitativos: la
distinción es más arbitraria que reflejo de las principales diferen-
cias inherentes. Este reconocimiento, no obstante, no debe consi-
derarse necesariamente como un aspecto negativo de la empresa
investigativa cualitativa, pues no implica que la investigación cua-
litativa sea indistinta y borrosa. Pero que lo que sí implica es que el
hecho de que haya una variedad de perspectivas distintas es inhe-
rente al enfoque cualitativo en general. Tal como Strauss (1987, p.
7) lo argumenta: los investigadores cualitativos tienen estilos de
11

investigación bastante diferentes, para no mencionar sus distintos


talentos y cualidades, de manera que una estandarrzación de mé-
todos ... sólo limitaría y aun frenaría los más grandes esfuerzos de
los investigadores sociales".
La variedad surge no sólo de la gama de compromisos de los
investigadores y de sus talentos; los ambientes sociales y las contin-
gencias concomitantes también tienen impacto sobre la recolección
de los datos cualitativos, así como lo tiene el propósito de la investi-
gación. Los tipos de datos que se pueden reunir en diferentes am-
bientes de campo también afectan las posibilidades de su análisis,
así como lo hacen los objetivos del investigador. Esta diversidad
típica de los datos nos lleva a una gran variedad de estrategias ana-
líticas para la recolección de datos cualitativos y para su análisis.
Pero no todo es confusión. En estos diferentes tipos de datos y de
estrategias analíticas, hay preocupaciones recurrentes. Por ejem-
plo, Silverman (1993, p. 19) sostiene que a partir de la fuerza de la
diversidad surge una forma de análisis específico que se preocupa
11

principalmente por evitar la perspectiva de 'problema social' pre-


guntando cómo adjudican significado a sus actividades y 'proble-
mas' los participantes". Al manejar los materiales cualitativos,
Variedades de datos y variedades de análisis / 7

entonces los analistas hacen problemas, fundamentándolos en las


realidades cotidianas y en los significados de los mundos y actores
sociales, en lugar de tomar los problemas de quienes hacen las polí-
ticas, de los teóricos generales o de otras personas.
En los siguientes capítulos ponemos a consideración un abanico
de estrategias para el análisis de los datos cualitativos. Nuestro pro-
pósito general es darle permiso" de experimentar y jugar con el
11

análisis. Al hacerlo, se nos puede acusar de divorciar el análisis de


la recolección de datos y de otros aspectos de la empresa
investigativa. Si esto es cierto, lo hacemos con el propósito de hacer
claridad y también como respuestas a las experiencias comunes de
los estudiantes de pos grado, los colegas y ocasionalmente nosotros
mismos, de haber recolectado datos y luego estar perdidos en cuan-
to qué hacer con ellos. Vale la pena reafirmar que el divorcio total
de la recolección y el análisis es una separación artificial y nada
deseable. El proceso de análisis no debe considerarse una etapa di-
ferente de la investigación sino una actividad reflexiva que influya
en toda la recolección de los datos, la redacción, la recolección adi-
cional, etc. El análisis entonces, no es la última fase del proceso de
investigación sino que debe verse como parte del diseño de la mis-
ma y de la recolección de datos. El proceso de investigación, del
cual el análisis es un aspecto, es cíclico
Tampoco quisiéramos sugerir que existe una manera que sea la
correcta o la más apropiada para analizar los datos cualitativos.
Hay abundante claridad sobre que no sólo existen muchas maneras
de abordar el análisis de los datos cualitativos sino que el análisis en
general significa cosas diferentes para diferentes personas. Hace
unos años, Paul Atkinson conoció a un colega de las ciencias socia-
les que también escribe sobre métodos cualitativos. En el curso de
una conversación general, el metodólogo se quejaba de que ningu-
no de los textos existentes sobre métodos etnográficos - incluyendo
los de Hammersley y Atkinson (1983) - traía tratamientos susten-
tados de análisis. Preocupado por esta aseveración, Atkinson revi-
só otra vez la primera edición de su libro con Martyn Hammersley.
Perplejo pero aliviado, halló un capítulo sobre el registro y organi-
zación de datos y uno sobre el análisis de los mismos. A las claras,
8/ Encontrar el sentido a los datos cualitativos

la crítica había querido decir que ninguno de los textos planteaba lo


que ella entendía por análisis de datos cualitativos. Por tanto, no
hay consenso sobre qué significa en este contexto el término análi-
sis, y mucho menos una formulación precisa y específica de sus
técnicas y estrategias.
Para algunos autores, el análisis se refiere principalmente a las
tareas de codificar, de elaborar índices, de agrupar, de recuperar
datos o de cualquier otra forma de manipulación de los mismos
(tales como transcripciones de entrevistas, notas de campo). Desde
tal perspectiva, la tarea del análisis puede concebirse principalmente
en términos de manejo de datos. Bien sea que se haga a mano o con
algún programa de computador, el análisis de datos a este nivel es
relativamente independiente de la especulación y la interpretación:
los procedimientos de organización y recuperación son de importan-
cia suma. Para otras de las personas del campo, el análisis se refiere
principalmente al trabajo imaginativo de la interpretación, y las ta-
reas más procedimentales o de categorización se relegan al trabajo
preliminar de la organización y clasificación de los datos. Para ta-
les autores, quizás, el análisis es esencialmente imaginativo y espe-
culativo. Algunas perspectivas hacen hincapié en el despliegue y
representación sistemáticos, con cánones de rigor que reflejan (aun-
que no siguen de manera esclavizante) los de los métodos más
estandarizados de tipo cuantitativo o formal. Otros, por contraste,
se basan en la interpretación de los datos por medio de la recons-
trucción imaginativa de mundos sociales y a menudo refuerzan lo
que es único más bien que las regularidades de incidencia o los pa-
trones.
No es nuestro propósito revisar y justificar o criticar todos los
usos corrientes del término análisis y sus implicaciones sino mencio-
nar algunas de las perspectivas alternas, para hacer hincapié en
que el tema general de este libro está sujeto a diversas interpretacio-
nes por parte de investigadores y comentaristas metodológicos. Ta-
les interpretaciones del análisis están inexorablemente
fundamentadas en estilos y en preferencias de trabajo más genera-
les. Por tanto, uno puede distinguir diferencias claras en los traba-
Variedades de datos y variedades de análisis / 9

jos de algunos autores prominentes y sus contribuciones recientes a


la literatura metodológica.
Tomemos, por ejemplo, la definición del análisis de datos aplica-
da por Huberman y Miles (1994), quienes lo definen como tres
subprocesos ligados entre sí: reducir los datos, exponerlos y sacar y
verificar las conclusiones. Estos autores describen la reducción de
los datos en términos de selección y condensación de los mismos.
Los datos se reducen de maneras anticipadoras, a medida que se
escogen los marcos conceptuales y que se refinan los instrumentos,
casos y preguntas. Aquí, los datos se resumen, codifican y descom-
ponen en sus temas, grupos y categorías. La exposición de datos, el
segundo subproceso, describe las formas como los datos reducidos
se despliegan en formas visuales, por medio de diagramas o de cua-
dros, a fin de mostrar lo que implican. Tal como Huberman y Miles
(1994, p. 429) lo describen, la exposición de los datos debe conside-
rarse como un "ensamblaje organizado y comprimido de informa-
ción que permita sacar conclusiones o actuar". El tercer subproceso
analítico que plantean estos autores es el de sacar y verificar las
conclusiones. Es aquí donde se interpretan los datos expuestos y se
extrae su significado. También proponen que esto se puede hacer
empleando una variedad de tácticas diferentes, por ejemplo, bus-
cando casos contrastantes y comparativos; observando y exploran-
do temas, patrones e irregularidades y usando metáforas.
Huberman y Miles ofrecen un enfoque sistemático del proceso
del análisis de datos cualitativos, que no es exageradamente
prescriptivo. Observan que a fin de describir y explicar los datos
cualitativos, es necesario trabajar hacia la conformación de un con-
junto de categorías analíticas conceptualmente especificadas. Sin
embargo, reconocen que estas categorías se pueden derivar y ex-
plorar de manera deductiva o inductiva y proponen que ambos
métodos pueden ser válidos y potencialmente útiles. Ofrecen una
gran variedad de maneras de reducir, desplegar y verificar los da-
tos cualitativos, y hacen énfasis en que los tres subprocesos ofrecen
multitud de posibilidades.
Dey (1993), ofrece una visión semejante del análisis de los datos
cualitativos, que describe principalmente en términos de identificar
lO/Encontrar el sentido a los datos cualitativos

y vincular categorías analíticas. Pensado de esta manera, el análisis


es el proceso de descomponer los datos en sus componentes consti-
tuyentes para revelar sus temas y patrones característicos. Dey tam-
bién descompone el análisis de datos cualitativos en tres procesos
relacionados: describir, clasificar y conectar. De acuerdo con su mo-
delo, el análisis debe ofrecer primero unas descripciones minucio-
sas y amplias que incluyan (cuando sea el caso) el contexto de la
acción, la intención del actor social y los procesos en los cuales está
inmersa esta acción. Segundo, propone que los datos se deben clasi-
ficar para darles "significado". Con esto quiere decir categorizar
los datos y asignarles a los trozos de datos ciertos temas y códigos.
Tercero, propone que los datos codificados o categorizados se pue-
den analizar en términos de los patrones y conexiones que van sur-
giendo. Es aquí donde se arman las piezas de nuevo. En los términos
de Dey (1993, p. 47): "Relacionar los conceptos es el equivalente
analítico de poner cemento entre los ladrillos". El enfoque estratégi-
co de Dey para la conducción del análisis cualitativo es hasta cierto
punto impulsado por su interés en el uso de los computadores en el
proceso analítico. Él es el autor de un paquete de software para ana-
lizar datos. Al igual que Huberman y Miles, Dey define el análisis
de los datos cualitativos en términos de subprocesos claros, especí-
ficos e identificables. El análisis, según estas perspectivas es, al me-
nos en principio, sistemático y evolutivo.
En su descripción de lo que significa el análisis, Wolcott (1994),
presenta una manera bastante diferente de pensar sobre cómo ex-
ploramos e interpretamos los datos cualitativos. Este autor usa el
término transformación para describir una variedad de estrategias.
Restringe el término análisis a un significado más especializado. Ar-
gumenta que los datos cualitativos se pueden transformar de dife-
rentes maneras y con miras a diferentes fines. Wolcott (1994) también
descompone estos métodos en tres tipos: descripción, análisis, e in-
terpretación. La descripción se deriva de la presuposición subya-
cente de que los datos deben hablar por sí mismos. La explicación
analítica de los datos debe mantenerse cercana a éstos como se dan
cuando se los va grabando originalmente. Wolcott propone que la
cuestión aquí es preguntarse: ¿qué está sucediendo? Y reconoce que
Variedades de datos y variedades de análisis / 11

no existe la descripción pura, pues se necesita un observador hu-


mano para hacerla. Sin embargo, el propósito de la descripción en
términos de Wolcott es contar la historia de los datos de la manera
más descriptiva posible.
En sus términos, el análisis se refiere a una manera bastante espe-
cializada de transformar los datos, más que ser un término global. El
análisis, en este contexto, es el proceso por medio del cual el investi-
gador expande y extiende los datos más allá de la narración descrip-
tiva. Una atención cuidadosa y sistemática a los datos identifica aquí
los factores claves y las relaciones principales. Entonces, el análisis es
al mismo tiempo cauteloso y controlado y también, según Wolcott,
estructurado, formal, limitado, sistemático, fundamentado, metódi-
co, particular, cuidadosamente documentado y sereno. El énfasis se
pone en la búsqueda de temas y patrones, búsqueda en los datos. El
análisis exige un procedimiento sistemático para identificar caracte-
rísticas y relaciones esenciales. Lo que Wolcott describe aquí parece
ser básicamente el trabajo de manejo de los datos.
Wolcott describe su tercera manera de transformar los datos cua-
litativos como interpretación. Es aquí donde el investigador intenta
ofrecer su propia interpretación de lo que sucede. Aquí es donde se
buscan la comprensión y la explicación que, de acuerdo con Wolcott,
va "más allá del límite de lo que se puede explicar con el grado de
certeza que suele asociarse con el análisis". En contraste con el " aná-
lisis", en los términos de Wolcott la interpretación es de "rueda li-
bre", casual, ilimitada, estéticamente satisfactoria, idealista,
generativa y apasionada. Wolcott (1994, p. 36) pregona la interpre-
tación como el umbral entre el pensar y el redactar, "en el cual el
investigador trasciende los datos fácticos y el análisis cuidadoso y
comienza a explorar lo que se puede hacer a partir de ellos".
La triada de enfoques de Wolcott para el análisis o transforma-
ción de los datos cualitativos a primera vista parece similar al con-
junto de procedimientos presentados por Huberman y Miles y por
Dey. A diferencia de estos autores, sin embargo, Wolcott no con-
cibe que la descripción, análisis e interpretación sean necesaria-
mente parte de un esquema general, que se debe aplicar en su
totalidad en todos los casos. No cree que la descripción, el análisis
12 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

y la interpretación sean mutuamente excluyentes. La transforma-


ción de los datos cualitativos se puede hacer en cualquiera de los
tres niveles, o en alguna combinación de ellos. Wolcott arguye que
la descripción, el análisis y la interpretación son los tres ingre-
dientes principales de la investigación cualitativa, y que entre ellos
se puede lograr cualquier equilibrio.
Lo que significa en realidad" análisis" es algo complejo y en per-
manente debate por parte de los investigadores cualitativos. Tesch
(1990) identifica varias características clave del análisis de datos cua-
litativos, que se pueden considerar puntos comunes del proceso ana-
lítico. Ella advierte que ninguna característica es común a todos los
tipos de análisis cualitativo pero propone un número de rasgos regu-
lares entre los cuales se encuentran las características ya menciona-
das: el análisis es un proceso cíclico y una actividad reflexiva; el proceso
analítico debe ser amplio y sistemático pero no rígido; los datos se
fragmentan y dividen en unidades significativas, pero se mantiene
una conexión con el total; y los datos se organizan según un sistema
derivado de ellos mismos. Como un todo, el análisis es una actividad
inductiva guiada por los datos. Tesch también señala la flexibilidad
del análisis y la ausencia de reglas o de cómo éste se hace mejor. El
análisis exige ser sagaz (Cuba y Lincoln, 1981) y juguetón (Coetz y
LeCompte, 1984). Tesch sostiene que eso no significa que sea un pro-
ceso sin estructura, ni que se pueda hacer de manera descuidada y
desatenta. El análisis de los datos cualitativos exige conocimiento
metodológico y competencia intelectuaL El análisis no necesita ceñir-
se a un solo enfoque correcto o a un conjunto de técnicas adecuadas
sino que es imaginativo, sagaz, flexible y reflexivo. También debe ser
metódico, académico y con rigor intelectuaL

Por qué escribimos este libro

Decidimos hacer este libro con un interés pragmático. Tal como lo


proponemos al comienzo, con demasiada frecuencia encontramos
que los investigadores principiantes -estudiantes y demás- y, a
veces, los investigadores con más experiencia, necesitan consejos.
Algunos suelen comenzar desde la posición de "he recopilado to-
Variedades de datos y variedades de análisis / 13

dos estos datos, ¿y ahora qué hago?" Otros comienzan desde la


posición igualmente problemática de "he recopilado todos mis da-
tos; ahora los voy a analizar y a redactar". Ambas posiciones impli-
can una espantosa falta de apreciación de lo que es el análisis y de
lo que se quiere hacer con él. En años recientes, la recolección y
análisis de datos cualitativos se han extendido a lo largo y ancho de
las ciencias sociales y ya no son monopolio de los antropólogos cul-
turales y sociales y algunos sociólogos. La investigación cualitativa,
de diversas guisas, la emplean los investigadores en educación,
sicología, estudios de medios de comunicación, estudios culturales,
urbanos, geografía humana y enfermería, para nombrar sólo algu-
nas de las disciplinas. Por tanto, este libro es para estudiantes e
investigadores de todas las disciplinas, que enfrentan el reto de en-
contrar el sent'ldo a los datos derivados de los métodos cualitativos.
Nuestra orientación personal es sociológica, y los datos son sobre
antropólogos. Sin embargo, los mensajes generales se aplican mu-
cho más allá de estos dos campos.
La difusión y popularidad de los métodos de investigación cuali-
tativa son gratificantes y sirven como testimonio de su valor para la
exploración y documentación de diversos mundos y prácticas so-
ciales. La difusión de los enfoques de investigación ha traído apare-
jada una gran demanda de capacitación y consultoría metodológica,
incluyendo la de textos de metodología como éste. Por otra parte,
parece haber demasiados estudiantes y profesionales que creen im-
plícitamente que se puede hacer investigación cualitativa con un
espíritu de arrobamiento descuidado, sin un pensamiento disci-
plinado ni principios de ninguna clase. Recolectan datos pensan-
do poco en los problemas de investigación y en un diseño de la
misma y piensan que ya sabrán qué hacer con ellos una vez los
tengan. Cuando se dan cuenta de que las cosas no son tan sim-
ples, se quejan: "Tengo una cantidad de datos ... ". Uno puede caer
en la tentación de aconsejarles que los tiren y vuelvan a comen-
zar; que si ellos no saben qué hacer con los datos, probablemente
no saben en primera medida por qué están haciendo una investiga-
ción. Pero tal actitud muestra falta de caridad, y a la larga es mejor
tratar de ser útil.
14 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

En un mundo ideal nadie se metería en tal embrollo con sus datos.


Los investigadores sabrían que el análisis no es un conjunto indepen-
diente de procedimientos aplicados a un cuerpo de datos inertes. Sea
cual sea la estrategia investigativa que se practique, los problemas de
investigación, el diseño de la misma y los métodos de recolección de
datos y enfoques analíticos deben ser parte de un sistema
metodológico general e implicarse unos a otros. De hecho, en el caso
de la mayor parte de las investigaciones cualitativas, no deben ni
siquiera pensarse como etapas diferentes del proceso de investiga-
ción. A lo que convencionalmente se denomina análisis es a una acti-
vidad constante a lo largo de la vida de un proyecto de investigación.
El análisis no es simplemente una de las últimas etapas de la investi-
gación, que ha de ser seguida por una fase igualmente independien-
te, la de escribir los resultados". Este libro busca aplicarse a quienes
11

hayan pensado en su estrategia de investigación, no sólo a quienes se


atrancaron y no saben qué hacer con el material de la investigación.
Por el contrario, esperamos más que todo que nuestros ejemplos y
consejos les ayuden a los lectores a formular planes sensatos y bien
informados y buenas propuestas para su investigación. Todo el pro-
ceso de investigación debe estar condicionado por la conciencia de
las posibilidades del análisis. La investigación bien informada y dise-
ñada y la recolección de datos siempre deben conducirse compren-
diendo cuáles, seguramente, van a ser las estrategias analíticas.
En años recientes ha estado surgiendo un peligro un poco dife-
rente. El problema no es que la gente ignore qué hacer con sus datos
sino que, por el contrario, piensan que sí saben analizar, porque el
análisis ha llegado a significar un conjunto muy restringido de pro-
cedimientos. La llegada del análisis de los datos cualitativos con
ayuda de programas de computador ha significado que se lo consi-
dere a veces como si fuera lo mismo que los procedimientos más
comúnmente facilitados por tales programas. Algunos investigado-
res suponen que el análisis por computador es la única manera de
proceder; las presuposiciones y limitaciones características de las
aplicaciones de computador se incorporarán, sin que ellos se den
cuenta, en el proceso de análisis. La mayoría de estos procedimien-
tos de computador se basan en alguna forma de codificación de
Variedades de datos y variedades de análisis / 15

datos, y existe el claro peligro de que el análisis y la codificación se


traten como si fueran sinónimos. El análisis y la codificación no son
sinónimos, y en cualquier caso, muchos de los programas de com-
putador están concebidos más para el almacenamiento y recupera-
ción de los datos y no estrictamente hablando para su análisis.
También reconocemos que la literatura sobre investigación está
repleta de caracterizaciones de la diversidad de enfoques de inves-
tigación cualitativa en general, y diversos autores han intentado
hacer listas o aun tipologías de ellos. Algunos comentaristas incluso
llegan a sugerir que la investigación cualitativa se puede caracteri-
zar por un gran número de paradigmas, o sea, paquetes más o
menos inconmensurables de presuposiciones, temas y técnicas. La
mayoría de estas declaraciones paradigmáticas, si no todas, se en-
redan y tratan de erigir barreras y oposiciones donde no existe nin-
guna, o buscan convertir las diferencias de énfasis en choques
epistemológicos imposibles de superar. Nosotros reconocemos que
existen diferencias, y no quisiéramos dar la impresión de que los
métodos cualitativos son todos una sola pieza.
Aun menos enamorados estamos del punto de vista de que la
investigación cualitativa constituye un paradigma por su propio
derecho. Aunque el asunto no es el meollo de nuestro libro, no ad-
herimos a las distinciones entre los enfoques cualitativos y cuantita-
tivos, por ejemplo, y al abordar algunos asuntos de la investigación
cualitativa no buscamos implicar que algunos métodos deban ocu-
par un sitial privilegiado. De hecho, consideramos que los enfoques
que elevan todos o algunos de los métodos cualitativos a la posición
de paradigma son peligrosos. En particular, es muy fácil caer en un
pensamiento rígidamente estereotipado. Si uno cree en paradigmas
claros, entonces puede estar tentando a pensar que existe una y
sólo una buena manera de enfocar un problema dado o un proyec-
to de investigación. Los problemas y métodos de investigación, en-
tonces, se pueden compartimentalizar, en detrimento de la
creatividad y la variedad genuina. O sea, pensamos que es mucho
mejor explotar una gran variedad de enfoques.
Pero el eclecticismo no puede, ni debe, ser excusa para un traba-
jo indiscriminado y descuidado. Esperamos que quede claro que
16 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

siempre es necesario que los métodos de investigación se usen de


manera disciplinada. Aquí buscamos deliberadamente beneficiarnos
de las connotaciones duales de la palabra disciplina. Por una parte,
se puede referir a los terrenos y temas académicos, y siempre debe
tenerse en mente que los métodos per se no reemplazan el tener un
gran conocimiento de la disciplina. Se necesita más que un estilo
particular de recolección de datos para hacer un trabajo de antro-
pología, de interaccionismo simbólico, de etnometodología o de
fenomenología. La investigación - sean los que sean sus métodos
de recopilación y análisis de datos- necesita un marco intelectual
más amplio que los métodos mismos. Por otra parte, la palabra dis-
ciplina tiene connotaciones de rigor y cuidado. A lo largo de este
libro reiteramos que la recolección de datos y su análisis deben siem-
pre conducirse de acuerdo con cánones de rigor. Aquí no vamos a
entrar en los detalles de validez y confiabilidad pero nos contenta-
remos con que la conducta de la investigación sea metódica. El
analista debe ejercer el debido cuidado de la consistencia de los pro-
cedimientos analíticos, sean éstos los que sean, y de qué abarcan.
Debemos reconocer que las connotaciones de la palabra "disci-
plina" también pueden ser bastante sombrías. Disciplina y rigor sue-
nan a castigo, aun sin las observaciones particulares de Michel
Foucault. Aunque el duro golpetazo del análisis detallado, después
de meses o años de recolección de datos, suele a veces sentirse como
un castigo, queremos hacer hincapié en el elemento de disfrute. La
gran variedad de enfoques de la investigación social en general, y el
análisis de datos cualitativos en particular, pueden ser fuentes de
diversión. También pueden ser fuentes de creatividad. Es posible
ganar mucho cuando se ensayan diferentes ángulos analíticos en
los datos. Se generan nuevas luces, y a veces uno se puede escapar
de las perspectivas analíticas que se han vuelto estereotipadas y
estériles. Por tanto, queremos (modestamente) estimular una acti-
tud juguetona para la diversidad de enfoques de la investigación.
A lo largo de este libro, entonces, hacemos hincapié en la varie-
dad de estrategias analíticas abierta a los investigadores cualita-
tivos de las ciencias sociales, y hasta cierto punto la celebramos. No
hablamos de todos los enfoques y técnicas existentes, sino que nos
Variedades de datos y variedades de análisis / 17

concentramos en un conjunto restringido. Analizamos una varie-


dad de enfoques no a fin de promover un método ecléctico aleato-
rio para la investigación: existe una gran variedad de técnicas porque
se abordan muchas cuestiones distintas, y porque son muchas las
versiones diferentes de la realidad social que se pueden trabajar.
Existen buenas razones, en otras palabras, para que haya estrate-
gias analíticas contrastantes o complementarias. Una confianza
perezosa en un solo método da probablemente como resultado el
más incipiente de los análisis. Recurrir sin pensar a un gran núme-
ro de enfoques, por otra parte, no garantizará un resultado mejor.
Abordamos la variedad de estrategias analíticas, por ende, no para
abogar por una idea simplista de triangulación metodológica.
La forma burda de concebir la triangulación suele implicar que
los datos sacados de diferentes fuentes, o derivados por métodos
distintos, se pueden acumular de cierta manera para producir un
retrato más acabado y auténtico del mundo social. Tal considera-
ción implicaría que los diferentes tipos de datos, o diferentes estra-
tegias analíticas, permitirían que uno se aproximara con una
fidelidad cada vez mayor a una única representación válida del
mundo social. Éste no es nuestro punto de vista pues no creemos
que se puedan sumar las diversas alternativas que se generan por
diferentes métodos y técnicas, y no se pueden acumular para for-
mar una imagen coherente y completa (para un análisis excelente
del vínculo entre los diferentes tipos de datos ver a Fielding y Fielding,
1986). Podemos usar estrategias analíticas diferentes para explorar
facetas di~tintas de nuestros datos, explorar diversas clases de or-
den en ellos y construir distintas versiones del mundo social. Esta
clase de variedad no implica que uno simplemente pueda tomar los
resultados de los diferentes análisis y unirlos como se hace con los
bloques de madera de un niño para construir un edificio.
Igualmente es importante saber que la combinación o yuxtaposi-
cié>Il9.e diferentes técnicas de investigación no reduce la compleji-
dad de nuestra comprensión. Mientras más examinamos nuestros
datos desde puntos de vista diferentes, más podemos revelar - o en
realidad construir-, acerca de su complejidad. Estimulamos la ex-
ploración de estrategias diferentes precisamente a fin de promover
18 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

el reconocimiento y exploración de tal complejidad y, aSÍ, rechaza-


mos lo que se puede llamar la triangulación vulgar al tiempo que
aprobamos una apreciación sensible de la complejidad y la varie=.
dad.
Cuando nos aproximamos a nuestros datos, no tratamos de im-
poner un solo marco teórico metodológico ni buscamos hervir to-
dos los datos hasta obtener un buen potaje. Conocemos bien la
respuesta típica del principiante a un proyecto de investigación de
campo: "Todo se reduce a": poder, patriarcado, burocracia o lo que
sea, o "Es sólo cuestión de ... ". Estos argumentos reductivos siempre
son desafortunados, dadas la variedad y la compleja organización
de los mundos sociales, y reflejan una mentalidad a la que no le
caben las faltas de certeza y ambigüedades de la investigación so-
cial. Es importante hallar y crear temas analíticos genéricos en nues-
tra investigación, pero a tal empresa intelectual no se le sirve bien
negando la diversidad de los fenómenos sociales y su exploración.
Por ende, creemos que incluso con sólo un conjunto de datos res-
tringidos, tal como el que usaremos para ilustrar este libro, es posi-
ble realizar una serie de análisis más elaborados que basándonos
sólo en un enfoque. Estos procesos analíticos y sus resultados no
necesariamente convergen en una sola conclusión ni tampoco ne-
cesariamente se contradicen entre sÍ, pero no son sumables de ma-
nera simple, y pueden ayudar a revelar diferentes facetas de los
datos.
Los datos que usamos -como cualquier dato- son versiones
parciales o incompletas. Otra vez, dejemos en claro que no quere-
mos implicar que sean representaciones imperfectas de una reali-
dad social independiente que es en sí misma perfectamente coherente
e integrada. Por el contrario, reconocemos que producimos versio-
nes del mundo social por medio de la recolección de nuestros datos
y nuestros procesos de análisis. No suscribimos a la versión vulgar y
extrema del constructivismo que implica que no hay nada referencial
en la investigación porque no existe una realidad independiente de
nuestras construcciones de ella. Nuestro conocimiento es el resulta-
do, creemos, de transacciones con el mundo social, modeladas por
nuestros métodos de investigación y de transacciones con los datos
Variedades de datos y variedades de análisis / 19

que producimos, a su vez modelados por nuestras ideas y procesos


analíticos.
En el curso de este libro, por ende, exploraremos y ejemplificaremos
diferentes formas de cómo se pueden construir orden y patrones a
partir del mismo conjunto de datos. Al hacerlo, esperamos persua-
dir a los lectores de que hagan algo semejante: tratar los datos de
diferentes maneras para producir análisis ricos y variados. Para los
propósitos de este libro no hay mucha diferencia entre si uno cree
que las distintas capas de forma y contenido son inherentes a los
datos o se les superponen. Tal como lo hemos sugerido, creemos
que ambas cosas son hasta cierto punto verdaderas, que los análisis
emergen a partir de interacciones repetidas con los marcos concep-
tuales y los datos. Más productivo es reconocer el valor de que haya
múltiples investigaciones de los datos.
La noción de descripción densa (Geertz, 1973) se suele usar para
caracterizar el objetivo de la investigación cualitativa de tipo
etnográfico. Ese término en sí mismo está abierto a gran variedad
de interpretaciones. Una manera fructífera de pensar en la produc-
ción de análisis" denso" es reconocer el valor de las múltiples estra-
tegias analíticas. Al examinar nuestros propios datos, por ejemplo,
tendrá sentido pensar no sólo en términos del contenido temático
de nuestras entrevistas sino también en términos de sus formas na-
rrativas. También examinaremos aspectos de nuestro contenido
semántico y metafórico y pasaremos a discurrir sobre cómo pode-
mos escribir y representar nuestras ideas. Haremos hincapié en la
generación de ideas a fin de llamar la atención sobre el hecho de
que los análisis siempre deben ir más allá que los procedimientos y
técnicas analíticos específicos. La manipulación y manejo de datos
no son fines en sí mismos sino aspectos de la tarea más amplia de
teorizar y contribuir al conocimiento disciplinario de las ciencias
sociales.

Acerca de nuestros datos

Hemos ilustrado muchos de los temas de este libro examinando ex-


tractos del mismo conjunto de datos. Pensamos que es importante
20 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

seguir haciendo énfasis en que siempre habrá diferentes estrategias


a nuestra disposición: uno puede mirar muchas veces la misma in-
vestigación y el mismo conjunto de datos desde ángulos
contrastantes. Por tanto, es útil estar siempre volviendo a los mis-
mos datos con perspectivas analíticas frescas. Los propósitos de este
libro son metodológicos y no contiene ninguna monografía empíri-
ca. Sin embargo, es posible vislumbrar los fragmentos de una mo-
nografía que se va a escribir. Tratamos de compartir con los lectores
algunos de los procesos de pensamiento y reflexión, al mismo tiem-
po que algunas de las estrategias que moldean el proceso de análisis
e interpretación.
Los datos que usamos se derivan de una serie de entrevistas con
estudiantes de pos grado de antropología social en diversos depar-
tamentos académicos del Reino Unido, así como de entrevistas con
los supervisores de tesis de esos estudiantes. Hemos optado por pre-
sentar los datos sobre los antropólogos como material ilustrativo
recurrente por varias razones. Primero, los datos constituyen un
cuerpo relativamente pequeño de materiales. Segundo, esperamos
que tengan interés intrínseco para muchos de nuestros lectores. Éste
es un libro sobre análisis de datos cualitativos, y muchos de nues-
tros informantes hablaron sobre la conducta y supervisión del tra-
bajo de campo. Nos parecía, por tanto, que los datos podrían tener
interés intrínseco para nuestros lectores: muchos de nuestros infor-
mantes tenían algo que decir sobre la investigación etnográfica. Una
discusión metodológica basada en nuestros datos sobre el trabajo
de campo no busca lanzar un ejercicio modelo de autorreferencia.
Somos conscientes del hecho de que las observaciones analíti-
cas repetidas basadas en los mismos conjuntos de datos pueden
volverse en extremo tediosas. Aun soluciones imaginativas - ta-
les como el uso de los guiones de Woody Allen que hace Dey-
pueden volverse sosas después de leerlas varias veces (Dey, 1993).
Por tanto, quisimos basarnos en datos que pudieran sostener el
interés de los lectores comprometidos con la exploración de da-
tos cualitativos. Los materiales derivados de nuestro trabajo de
campo entre antropólogos contienen información y perspectivas
sobre más que el mero trabajo de campo. Nuestros estudiantes
Variedades de datos y variedades de análisis / 21

de antropología y los académicos hablaron sobre muchos aspectos


de la experiencia del doctorado (Ph.D.), y a medida que usamos los
datos para ilustrar nuestro argumento, vamos tratando diversos
temas y problemas.
Nuestra escogencia de los datos ilustrativos significa que es ne-
cesario darle algún sentido a la investigación de la cual provienen.
También tenemos que hacer explícitas las limitaciones que la
escogencia de datos impone. Hay algunas cosas que se pueden ilus-
trar bastante bien - en nuestra opinión, en todo caso - con los da-
tos antropológicos pero uno debe reconocer que puede haber otras
posibilidades analíticas que no se tratan tan bien desde tal ángulo.
Los datos forman parte de un conjunto mucho mayor, derivado
de un proyecto de investigación financiado por la Junta de Capaci-
tación del Consejo Británico de Investigación Social y Económica
(ESRC), que a su vez es parte de un programa de investigación más
amplio, de varios proyectos de doctorado (Ph.D.) en ciencias socia-
les en el Reino Unido. Una recopilación representativa de los traba-
jos (Burgess, 1994) le da una visión general al abanico de proyectos.
Había tres proyectos complementarios que seguían estrategias si-
milares de investigación cualitativa. El equipo de Cardiff (Odette
Parry, Sara Delamont y Paul Atkinson) emprendió una investiga-
ción con estudiantes de doctorado y sus supervisores (o sea, sus
mentores académicos) en diferentes disciplinas de las ciencias so-
ciales que compartían algunas semejanzas: la antropología social,
los estudios de desarrollo y regionales, la geografía humana y la
planeación urbana. Se estudió a los estudiantes y profesores de
posgrado de varios departamentos de cada disciplina. Se hicieron
proyectos paralelos, en equipo, en la Universidad de Warwick (cen-
trados en sociología, economía y negocios) y en la Universidad de
Bristol (que se concentraron en educación y psicología).
Estos equipos trabajaron de manera independiente y con los pro-
blemas previsibles propios. Los miembros del equipo de Cardiff pa-
recían particularmente interesados en el proceso de socialización
en las culturas o subculturas particulares de las diversas disciplinas
y departamentos académicos.
22 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

Corno los requisitos de la investigación exigían un cubrimiento


bastante extenso de los sitios investigados, no pudimos emprender
un trabajo de campo a profundidad en un número pequeño de si-
tios (que hubiera sido nuestra estrategia investigativa preferida).
Corno consecuencia, la mayor parte de los datos se recogieron por
medio de entrevistas etnográficas en las que se exploraba una am-
plia agenda de preguntas de investigación de una manera bastante
abierta. Las entrevistas las aplicaron veinticuatro estudiantes de
posgrado y veinticinco profesores de antropología social y se reco-
pilaron en diferentes departamentos de antropología de universi-
dades británicas. Por razones de confidencialidad, no hemos
divulgado con precisión cuántos sitios fueron visitados en cada una
de las disciplinas estudiadas (en comunidades académicas peque-
ñas es extremadamente difícil mantener la discreción y
confidencialidad). Para el proyecto de investigación original, todas
menos unas pocas de estas entrevistas se grabaron y transcribieron;
las restantes se registraron por medio de notas extensas.
De los veinticuatro estudiantes que entrevistarnos, diez y seis eran
hombres y ocho mujeres. Ocho estudiantes eran extranjeros y diez
y seis de nacionalidad británica. Siete de los estudiantes tenían un
primer grado en antropología social y los restantes diez y siete ha-
bían terminado cursos de conversión tales corno los que se tornan
para optar al grado de máster.
Al usar los datos de este libro no estarnos intentando reproducir
el análisis y redacción amplios de estos datos. Algunos análisis se
han publicado, y algunas publicaciones que vendrán abordarán te-
rnas específicos. Muchos asuntos se tratarán en un trabajo que com-
bina la investigación en las ciencias sociales con un proyecto de
investigación emprendido por el mismo equipo de Cardiff en de-
partamentos y disciplinas seleccionados en las ciencias naturales.
Lo que haremos en el contexto de este libro es usar los extractos
pertinentes de los datos sobre los antropólogos para describir e ilus-
trar estrategias y perspectivas de tipo analítico, potencialmente úti-
les. El énfasis recaerá sobre cómo emprenderíamos un análisis y lo
que podríamos hacer con él, en lugar de presentar los resultados
finales. Usarnos extractos seleccionados de las transcripciones de
Variedades de datos y variedades de análisis / 23

nuestras entrevistas para ilustrar las estrategias analíticas escogi-


das. No hemos intentado analizar de manera repetida precisamen-
te los mismos fragmentos de datos, sujetándolos a diferentes
tratamientos. No hay nada en principio, o inherente a los datos,
que impidiera que lo hiciéramos. No queremos dar la impresión de
que algunos datos se analizan de una manera, mientras que otros
necesariamente se analizan de manera diferente. Dado que en todo
caso podemos presentar sólo algunos fragmentos de los datos, deci-
dimos tratar de expresar algo del sabor de la investigación y sus
hallazgos de manera general, presentando una amplia gama de frag-
mentos de datos. Nos concentramos aquí en los datos derivados de
nuestras entrevistas con los estudiantes y académicos y también
recogimos algunos datos de observaciones, aunque el conjunto de
éstos es menor que el de las entrevistas, y no los empleamos en este
libro.
Muchos investigadores cualitativos usan materiales de diferen-
tes clases y para propósitos analíticos distintos, y nuestro tratamiento
seguirá algunas de estas estrategias. Somos conscientes del hecho
de que la investigación cualitativa adopta muchas formas y genera
diversos tipos de datos. Estos datos diferentes, a su vez, pueden
implicar enfoques distintos para el análisis. Al usar los datos que
hemos escogido, por ende, debemos reconocer sus limitaciones. Los
datos de las entrevistas no nos dan acceso directo a los detalles de la
interacción que ocurre de manera natural. Ciertamente no nos dan
acceso a cómo las personas realmente ejecutan una variedad de
actividades diarias.
Al concentrarnos en los datos de nuestras entrevistas, no pode-
mos documentar de manera directa, por ejemplo, cómo se condu-
cen los seminarios de investigación en los departamentos de
antropología o cómo los estudiantes y profesores en realidad ha-
blan entre sí cuando discuten el progreso de la investigación de los
primeros y la redacción de la tesis de doctorado. Existen limitacio-
nes en nuestra evidencia sobre los departamentos de antropología
(aunque tenemos algunos datos de observación participante en se-
minarios y otras actividades de los departamentos). Los datos le
ponen límites a cómo los usan para ilustrar las estrategias analíti-
24 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

caso Queremos hacer hincapié en que no abogamos implícitamente


por el uso de datos o entrevistas como el método preferido. En rea-
lidad, somos observadores escépticos de la moda actual de las en-
trevistas etnográficas y de historias de vida, y no podemos usar los
datos de las entrevistas para ilustrar, por ejemplo, análisis de con-
versaciones (es posible analizar datos de entrevistas desde esa pers-
pectiva, pero creemos que sería estirar nuestras estrategias analíticas
hasta volverlas demasiado delgadas). Idealmente, habría sido per-
fectamente razonable que recogiéramos tales datos, quizás graban-
do o transcribiendo encuentros sociales tales como los seminarios
de investigación de los estudiantes y los encuentros entre estudian-
tes y supervisores. Hay buenas fuentes introductorias que abordan
enfoques como éstos; sin embargo, nos contentamos con referir al
lector a ellos (ver, por ejemplo, Psathas, 1994~.
Nuestros datos no incluyen materiales visuales. El proyecto de
investigación del equipo de Cardiff no preveía la recopilación de
fotografías o la grabación de videos de los seminarios y las reunio-
nes, y nosotros no recogimos sistemáticamente materiales visuales
o de otra clase. Podríamos haberlo hecho, y en retrospectiva es un
pesar que no se hubieran recogido, pero la investigación tenía pro-
pósitos específicos y sus intenciones originales no eran ser un mues-
trario metodológico completo. No queremos hacer demasiado
énfasis en los límites de los datos que escogimos pues se verá que a
ellos es posible aproximarse por medio de un gran número de técni-
cas analíticas y así se puede proyectar un gran número de análisis
complementarios. Estos enfoques no están confinados sólo a la cla-
se de datos o entrevistas que tenemos aquí. Muchos pueden em-
plearse para encontrarle el sentido a las notas de campo construidas
sobre la base de observación participante o no participante; algu-
nos ciertamente se pueden usar con transcripciones de encuentros
sociales diferentes a las entrevistas. De vez en cuando llamaremos
la atención sobre el alcance de los tipos de análisis escogidos.
Al usar los datos de un proyecto real para ilustrar una diversi-
dad de enfoques analíticos, estamos constreñidos por el diseño y la
conducción de la investigación original misma. Es más, tal estrate-
gia significa que los datos mismos sean un poco restringidos en su
Variedades de datos y variedades de análisis / 25

alcance. Por otra parte, le da mayor cohesión a nuestro mensaje


general de que sí es posible aproximarse a los mismos datos desde
diferentes perspectivas. Siempre es posible demostrar diferentes es-
trategias seleccionando clases distintas de datos de fuentes diferen-
tes de manera que se garantice que los ejemplos y estrategias encajen
bien. Libros de texto tales como el de Silverman (1993) son excelen-
tes visiones generales de diferentes enfoques. A diferencia de este
libro, sin embargo, el de Silverman está estructurado en términos
de diferentes clases de datos (datos de entrevistas, transcripciones
de interacciones grabadas, textos). Aunque Silverman mismo no
sería culpable de un simplismo tal, la persona podría inadvertida-
mente caer en la trampa de suponer que cada tipo de dato - defini-
do en términos de sus métodos de recolección, tal como entrevistas o
transcripciones - implica su propio estilo específico de análisis. En la
práctica, no hay correspondencia uno a uno de este tipo. :§,mpero,
creemos que para contrarrestar las limitaciones de nuestros dato's está
la fortaleza de que nos ayudan a concentrarnos en el uso de múlti-
ples estrategias. A lo largo del libro hacemos énfasis en que, hablan-
do analíticamente, cada quien tiene su manera sui generis de proceder.
Algunos de los análisis que proponemos aquí son parte del mé-
todo del equipo de investigación de Cardiff con respecto al proyec-
to principal y a su publicación; otros no. Hacemos énfasis en que en
este libro - cuya razón de ser es metodológica - no empleamos los
datos para recapitular u elu análisis de la investigación o la sociali-
zación académica en general, ni presentamos un tratamiento com-
pleto de nuestros temas analíticos, y ésta no es una putativa
monografía de investigación. Indicaremos cómo puede iniciarse y
desarrollarse un modo de análisis y cómo se inició, y no lo hacemos
para todo el proceso de investigación. Sin embargo, vale la pena
señalar que el tratamiento del equipo de Cardiff de sus propios da-
tos ya ha seguido más de un enfoque. Los datos de las entrevistas se
transcribieron en su totalidad. Luego los codificaron por medio del
programa de computador Ethnograph® para almacenar y recupe-
rar los datos textuales. Ya fueron analizados y parcialmente redac-
tados desde una perspectiva temática. Esta primera pasada por los
26 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

datos, por tanto, se emprendió con un método muy convencional y


directo.
Además, los datos se han examinado selectivamente en busca
del desempeño narrativo. En particular, se han identificado las na-
rrativas de los supervisores. Éstas tienen interés intrínseco y arrojan
algunas luces para asuntos más amplios del folclore académico. La
exploración de las narraciones de los supervisores se relaciona con
otro tema analítico que se explora en la actualidad: la expresión y
legitimación del conocimiento y la destreza. Podemos explorar cómo
hablan los académicos y los estudiantes sobre las competencias bá-
sicas, los problemas y los métodos de investigación que ellos sostie-
nen para caracterizar su propia disciplina académica y su cultura
investigativa específica.
Al trabajar con nuestros colegas académicos, y por ende al re-
producir sus datos recopilados, hemos sido bien conscientes de pre-
servar la confidencialidad de la información. En un mundo pequeño
como el de la antropología académica del Reino Unido es extrema-
damente difícil preservar el anonimato de los informantes particu-
lares y disfrazar los sitios de la investigación (los departamentos
académicos específicos) en los que se condujo la misma. A fin de
mantener el anonimato prometido a estudiantes y profesores, he-
mos cambiado varios de los nombres propios. A cada universidad
se le ha dado un nombre por completo ficticio, 10 mismo que a cada
informante. También hemos falsificado detalles sobre las carreras
personales y los proyectos de investigación; por ejemplo, cambia-
mos la localización del trabajo antropológico de campo. Se verá
que de tiempo en tiempo incluimos referencias a antropólogos y
departamentos reales. Tales referencias son inevitables. La cultura
de la antropología se basa en personajes clave y en las distintas
culturas de los departamentos universitarios. Una sustitución total,
con nombres y localizaciones completamente ficticios, podría qui-
tarle el sentido a los relatos de los antropólogos. Sin embargo, he-
mos hecho lo mejor que hemos podido, para cambiar los elementos
autorreferentes de las narraciones de nuestros informantes. Por tan-
to, si nos referimos a un antropólogo real, podemos haber cambia-
Variedades de datos y variedades de análisis / 27

do nombres y localizaciones; si no lo hicimos, entonces alteramos


algunos otros aspectos de la narración para empantanar las aguas.

Sobre el libro

Los capítulos siguientes trabajan y expanden muchos de los temas


e ideas que tocamos en este capítulo introductorio. Identificamos
un gran número de estrategias analíticas y las ejemplificamos con
referencia a nuestros propios datos, y con ejemplos pertinentes de
investigaciones ya publicadas. Al final de cada capítulo también
presentamos sugerencias más específicas de lecturas adicionales,
sugerencias que son muy nuestras y no necesariamente represen-
tan "lo mejor" de todos los posibles ejemplos. No buscan proporcio-
nar una lista definitiva de recursos sino servir de guía a dónde uno
puede ir para buscar una exploración más profunda sobre una es-
trategia particular o un enfoque analítico. Hemos escogido los que
consideramos como ejemplos atinados, accesibles, útiles o intere-
santes sobre las estrategias analíticas y sus usos.
Cada capítulo aborda un conjunto particular de estrategias ana-
líticas. Para cada estrategia presentamos una introducción sistemá-
tica que subraya la lógica y el enfoque. En cada capítulo usamos los
datos antropológicos a guisa de ilustración, de manera empírica,
del modo como se pudieran empezar a usar los diferentes enfoques
analíticos. Es importante señalar que no proporcionamos un con-
junto prescriptivo de técnicas que se deban seguir a fin de lograr
una clase particular de análisis sino que esperamos presentar un
tipo de libro que sea práctico y le permita al lector comprender cómo
se puede pensar sobre los datos cualitativos, y cómo se pueden
manipular y explorar. Podríamos argumentar que es imposible frag-
mentar la tarea del análisis, usando cualquier estrategia o combina-
ción de estrategias, en un procedimiento seguro. Tal como esperamos
demostrarlo a lo largo de los siguientes capítulos, el análisis versa
tanto sobre ideas como sobre técnicas particulares.
Comenzamos con un planteamiento del modo como se pueden
categorizar y conceptualizar los datos cualitativos y abordamos un
28 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

número de estrategias estrechamente relacionadas que dependen


de la codificación de los datos y que usan los códigos para conse-
guir segmentos de datos analíticamente significativos. Comenza-
mos aquí porque éste es el punto de arranque común para los
investigadores. Entre los investigadores y en la literatura pertinente
se ha generalizado la identificación de temas analíticos y la frag-
mentación de los datos de acuerdo con un esquema conceptual
emergente. Para muchos propósitos, ésta es una manera importan-
te de organizar los datos y desarrollar las ideas analíticas. Empero,
ésta no es toda historia, y los capítulos que siguen exploran un gran
número de enfoques alternativos. Reconocemos que la fragmenta-
ción de los datos que exigen las estrategias de codificación a menu-
do lleva a los investigadores a pasar por alto la forma de sus datos.
Por tanto, nos detenemos en una consideración paralela sobre la
narrativa. Los datos de entrevistas como las nuestras se prestan es-
pecialmente bien para el análisis narrativo. Desde este punto de
vista, nos interesa no sólo lo que la gente dice y hace, sino cómo lo
expresa. Podemos examinar las formas y las funciones de las narra-
tivas.
Luego pasamos a darles una mirada a algunos otros aspectos del
lenguaje y del significado. A menudo es mucho lo que podemos
aprender si prestamos atención a la manera en que se expresan los
informantes y otras personas. Ejemplificamos esta clase de enfoque
escribiendo sobre la investigación de la metáfora. También exami-
namos cómo podemos desarrollar análisis semánticos de las cate-
gorías culturales de los actores, específicamente por medio del
análisis de los dominios.
También queremos insistir en que el análisis es inseparable de la
redacción y las estrategias de representación. Decidimos cómo ana-
li~ar nuestros datos, y luego también debemos ejercer nuestra ca-
pacidad de selección con respecto a la forma como reconstruimos
las realidades sociales por medio de nuestras prácticas de elabora-
ción de textos. Escribir la investigación no es una actividad mecáni-
ca, y no existe una manera única de elaborar textos académicos.
Las decisiones que tomemos sobre la representación son, en esen-
cia, parte de los análisis que emprendemos.
Variedades de datos y variedades de análisis / 29

Reconocemos igualmente que el análisis es inseparable del pro-


ceso de teorización. Por ende, dedicamos un capítulo a la interacción
entre análisis e ideas. Ésta no es una fase independiente del proceso
de investigación; el diálogo entre los datos y la teoría debe ser un
rasgo recurrente y constante de la investigación cualitativa.
Finalmente, tratamos el asunto del análisis de los datos cualita-
tivos con la ayuda del computador. Presentamos nuestros diversos
enfoques antes de la introducción del computador porque quere-
mos proponer que los programas contemporáneos de computador
puedan usarse para facilitar una gran variedad de enfoques analí-
ticos. Los programas de computador no dan una sola perspectiva a
los datos, aunque cada programa puede tener implícito un conjun-
to específico de presuposiciones, y no es sabio adoptar un progra-
ma u otro sin decidir nuestros principios en cuanto a los objetivos y
estrategias de la investigación.
Cada capítulo está escrito para ser auto suficiente, de modo que
un lector pueda dedicarse a un capítulo cada vez para buscar un
área particular de interés. Por otra parte, hemos pensado con cui-
dado la estructura del libro y el lugar donde ubicamos cada capítu-
lo. El libro pretende tener una coherencia de conjunto y las
estrategias que exploramos no se deben pensar como mutuamente
excluyentes. Al abogar porque conozcamos la diversidad de estra-
tegias existentes, nos tomamos la molestia especial de urgir a los
lectores a que no se queden estacionados en un solo enfoque analí-
tico. Esperamos que en los capítulos siguientes vean el valor de que
haya tal variedad de enfoques y que la investigación cualitativa se
nutrirá de la diversidad de estrategias analíticas disponibles. Toma-
mos nuestra inspiración general de una observación hecha por
Denzin y Lincoln (1994, p. 2): "Las múltiples metodologías de la
investigación cualitativa se pueden ver como un bricolaje y el inves-
tigador como el que lo hace". El que hace un bricolaje es la persona
hábil para usar y adaptar diversos materiales y herramientas: es
una metáfora útil para el investigador cualitativo.
30 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

Sugerencias de lecturas adicionales

Delamont, S. (1992). Fieldzvork in educational settings: lIletllOds, pitfalls and perspectives.


London: Falmer.
Una introducción especialmente accesible a la investigación cualitativa, útil
más allá de los confines de la investigación educativa, que incluye análisis de
las teorizaciones así como de datos y textos.
Hammersley, M., Atkinson, P. (1995). Etnografía: principios y práctica. 2" ed. London
Routledge y Kegan Paul. Disponible su primera edición en castellano: Etnografía:
métodos de investigación. Barcelona: Paidos, 1994.
Una introducción general a la etnografía y métodos cualitativos más generales.
Incluye capítulos sobre organización, análisis y redacción de datos.
Lofland, J. and Lofland, L. H. (1984). Analizing social settings. Belmont, CA:
Wadsworth.
Una exégesis clásica de métodos de campo, especialmente buena para el
desarrollo de las ideas. Tiene muy buenas referencias.
Silverman, D. (1993). Interpreting qllalitative data: lIletllOds for analysing talk, text and
interaction. London: Sage.
Una introducción especialmente bien ilustrada a una amplia gama de tipos de
datos cualitativos y enfoques analíticos: observaciones, entrevistas, textos y
transcripciones. Incluye ejercicios prácticos.
Strauss, A. L. (1987). Qualitative analysis for social scientists. Cambridge, UK:
Cambridge University Press.
Una revisión a profundidad, con muchas ilustraciones, del método característico
de Strauss para el análisis de los datos, que incluye transcripciones de ejercicios
colectivos que expresan algo del sabor de sus seminarios de posgrado.
Wolcott, H. (1994). Trmlsforming qualitative data: description, analysis, and interpretation.
Thousand Oaks, CA: Sage.
Una serie interesantísima de reflexiones sobre cómo encontrarle sentido al
trabajo etnográfico, ilustrada con ejemplos empíricos de la propia investigación
antropológica de Wolcott.
2

Los conceptos y la codificación

Vincular los conceptos y los datos

Muchos análisis de datos cualitativos comienzan con la identifica-


ción de temas y patrones clave. Esto, a su vez, suele depender de los
procesos de codificación de los datos. La segmentación y codifica-
ción de datos son partes que suelen darse por sentadas en el proceso
de investigación cualitativa. Todos los investigadores han de ser ca-
paces de organizar, manipular y recuperar los segmentos más signi-
ficativos de los datos. La manera común de hacerlo es asignándoles
etiquetas o membretes a los datos, basados en nuestros conceptos. En
esencia, lo que hacemos en estos casos es condensar el grueso de nues-
tros datos en unidades analizables, creando categorías con ellos o a
partir de ellos. A este proceso suele llamárselo codificación, aunque
esta palabra puede implicar que es un proceso más bien mecánico.
Preferimos pensar en términos de generar conceptos a partir de nues-
tros datos y usar códigos como manera de lograrlo.
Hacemos hincapié aquí en que a pesar de que la codificación pue-
de ser parte del proceso de análisis, no debe confundirse con el aná-
lisis mismo. En otras palabras, la c6dificación no debe considerarse
sustituto del análisis, y sería un error pensar que es una actividad
universalmente comprendida en el espectro total de la investigación
cualitativa, o, en efecto, la cuantitativa. En su lugar, el término codi-
ficación abarca una variedad de enfoques y maneras de organizar los
32 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

datos cualitativos. Empero, como parte de un proceso analítico, ad-


judicar códigos a los datos y generar conceptos cumplen funciones
importantes que nos permiten revisar rigurosamente lo que nues-
tros datos dicen.
Los procedimientos analíticos que apuntalan los de codificación
establecen vínculos de varias clases. Primero, los códigos vinculan
diferentes segmentos o ejemplos presentes en los datos. Traemos
estos fragmentos de los datos y los reunimos para crear categorías
que definimos con base en alguna propiedad o elemento común.
Los definimos diciendo que son sobre algo o se relacionan con un
tema particular. Así, la codificación vincula todos los fragmentos
de los datos a una idea o concepto particular. Como lo veremos,
tales conceptos a su vez se relacionan unos con otros. Los códigos,
las categorías de los datos y los conceptos, entonces, se relacionan
estrechamente entre sí. El trabajo analítico importante radica en
establecer estos vínculos y pensar en ellos, no en el proceso prosaico
de codificarlo. La importancia del trabajo está en la manera como
usamos los códigos y conceptos, no en si usamos un programa de
computador para grabarlos o nos basamos en sistemas manuales
de señalizar y manipular.
También hay un trabajo analítico importante en la identifica-
ción de los conceptos pertinentes. Usamos los datos para pensar
con ellos, a fin de generar ideas que se relacionan de manera deta-
llada y precisa con nuestros datos. La codificación puede concebir-
se como una manera de relacionar nuestros datos con nuestras ideas
acerca de ellos. Entonces, como los códigos son vínculos entre las
localizaciones en los datos y el conjunto de conceptos e ideas, son
en este sentido mecanismos heurísticos. La codificación refleja nues-
tras ideas analíticas, pero no se ha de confundir la codificación mis-
ma con el trabajo analítico de desarrollar esquemas conceptuales.
Como lo advierten Seidel y Kelle (1995, p. 52): "Los códigos repre-
sentan el vínculo decisivo entre los 'datos brutos', o sea, la materia
textual tal como transcripciones, entrevistas o notas de campo, por
un lado, y los conceptos teóricos del investigador por el otro".
En la práctica, se puede pensar la codificación como una gama de
enfoques que ayudan a la organización, recuperación e interpreta-
Los conceptos y la codificación / 33

ción de los datos. Miles y Huberman (1994) proponen que la codifi-


cación constituye la "materia prima del análisis" (p. 56), que permite
"diferenciar y combinar los datos que se han recuperado y las re-
flexiones que uno hace sobre esta información" (p. 56). Argumentan
estos autores que la codificación es un proceso que le permite al in-
vestigador identificar datos significativos y establecer el escenario para
interpretar y sacar conclusiones. Describe los códigos como:
etiquetas o membretes para asignarles unidades de significado a la
información descriptiva o inferencial compilada durante un estudio.
Se suele poner los códigos junto a "segmentos" de tamaño variado -
palabras, frases, oraciones o párrafos completos, conectados o no con
una localización específica - . Pueden adoptar la forma de un membre-
te de una categoría directa o de una más compleja (por ejemplo, una
metáfora). (Miles y Huberman, 1994, p. 56).

Y, además, dicen cómo ven los códigos que se usan para recupe-
rar y organizar los datos:
La parte de organización implicará un sistema de categorizar los va-
rios trozos de manera que el investigador pueda rápidamente encon-
trar, entresacar y agrupar los segmentos relacionados con una pregun-
ta particular de investigación, hipótesis, constructo o tema. (Miles y
Huberman, 1994, p. 57)

Más adelante, en este capítulo, ofreceremos algunos ejemplos to-


mados de los datos de los estudiantes de antropología y sus mentores,
que ilustran cómo se les pueden asignar códigos a segmentos de
datos y cómo podemos luego usarlos para generar conceptos y te-
mas. Sin embargo, antes de hacerlo, podría ser útil revisar algunas
de las diferentes maneras como se puede adelantar la codificación.
Por un lado, la codificación se puede pensar en términos de sim-
plificación o reducción de datos. Si los códigos se mantienen a un
nivel general o si su número es relativamente pequeño, entonces los
datos se reducen a sus puros huesos, despojados hasta de la forma
general más simple. Este método de codificación se puede comparar
de manera directa con las formas simples de análisis de contenido
(Krippendorf, 1980). Entonces se puede usar la suma de categorías
simples y amplias de tipo analítico o de códigos para reducir los
datos hasta que tengan proporciones manejables. Aquí, al analista
34 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

le preocupa principalmente la identificación de un esquema con-


ceptual simple. El propósito esencial de tal codificación es facilitar
la recuperación de segmentos de datos categorizados bajo los mis-
mos códigos. En este contexto,la codificación es esencialmente un
proceso de hacer índices de los textos de los datos, bien sea que
vengan en forma de notas de campo, transcripción de entrevistas u
otros documentos. A los datos se los reduce a las clases y categorías
de equivalencia. El analista cualitativo será entonces capaz de re-
cuperar trozos o segmentos de datos textuales que comparten un
código común. Tales procedimientos de codificación y recupera-
ción se pueden emplear para manejar los datos de manera
cuasicuantitativa, verbigracia, agregando ejemplos, haciendo grá-
ficas de su incidencia y midiendo la incidencia relativa de los dife-
rentes códigos. Esta codificación y recuperación se puede realizar
en una gran variedad de estilos manuales. A los textos se los puede
marcar físicamente con palabras clave en los márgenes o palabras
codificadas; pueden usarse diferentes colores para marcar o resal-
tar los textos y se pueden emplear tarjetas para hacer ejemplos de
referencia recíproca a páginas numeradas o a párrafos de los datos.
Este procedimiento de codificación y recuperación también se
ha ejecutado por medio de un buen número de paquetes de progra-
mas de computador. Existen en la actualidad abundante aplicacio-
nes diseñadas de manera específica para el análisis de los datos
cualitativos, algunas de las cuales introduciremos con más detalle
en el capítulo 7. Muchos de los programas actuales incorporan fun-
ciones de codificación y recuperación. Tales procedimientos para el
manejo de datos también se pueden lograr en diversos grados en
las funciones de cortar y pegar del programa de procesador de pa-
labras (ver Stanley y Temple, en prensa).
La codificación y recuperación es el proceso que más a menudo
se asocia con la codificación como estrategia analítica. Su papel en
una contextualización de este orden es realizar tres clases de opera-
ciones, según Seidel y Kelle (1995, pp. 55-56): a) darse cuenta de
fenómenos relevantes, b) recoger ejemplos de esos fenómenos, y c)
analizar aquellos fenómenos a fin de encontrar lo común, lo dife-.
rente, los patrones y las estructurus. Seidel y Kelle son claros al de-
Los conceptos y la codificación / 35

cir que aun cuando se usa la codificación para reducir los datos, los
códigos son mecanismos heurísticos. En este sentido, la codifica-
ción de datos cualitativos difiere del análisis cuantitativo, pues no
nos limitamos al mero conteo. Más bien, asignamos códigos como
manera de identificar y reordenar los datos, permitiéndonos pen-
sarlos de modos nuevos y diferentes. La codificación es la mecánica
de un proceso más sutil de tener ideas y usar conceptos acerca de
los datos. Se puede mirar como:
nada más que una preparación para este proceso basada en una inspec-
ción y análisis cuidadoso de los datos brutos (o sea, segmentos de
texto) y en su comparación en aras a identificar patrones y estructuras
(Seidel y Kelle, 1995, p. 58)

Al igual que la simplificación y reducción de los datos, la codifi-


cación se puede conceptualizar como la complicación de los mis-
mos. La codificación no debe verse simplemente como la reducción
de los datos a una serie de denominadores comunes más generales
sino que se debe usar para expandir, transformar y reconceptualizar
los datos abriendo más posibilidades analíticas. Más adelante, en
este capítulo, vamos a seguir hablando sobre esto, pero es impor-
tante reconocer desde el principio que en las manos de comentaris-
tas tales como Anselm Strauss, la codificación puede referirse a una
clase de orientación hacia los datos propios, diferente de la implica-
da por la reducción de los mismos. Aquí el enfoque analítico gene-
ral no consiste en simplificar los datos sino en abrirlos a fin de
interrogarlos más, tratar de identificar y especular sobre otras ca-
racterísticas. Tal complicación de los datos no se usa para recupe-
rar y agregar ejemplos a un número restringido de categorías. Más
bien busca expandir los marcos conceptuales y las dimensiones para
el análisis. En este caso, la codificación busca en realidad ir más allá
de los datos, que se piense de manera creativa con ellos, se les for-
mulen preguntas y se generen teorías y marcos conceptuales.
En la práctica, la codificación suele ser una mezcla de reducción
y complicación de datos. La codificación se usa, por lo general, para
descomponer y segmentar los datos hasta obtener categorías más
generales y simples y, además, para entresacar los datos a fin de
formular nuevas preguntas y niveles de interpretación. Es impor-
36 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

tante asegurarnos de que la codificación no esté haciendo perder


más de lo que hace ganar. Es especialmente importante evitar su
uso sólo para aplicar etiquetas determinísticas y simplistas a los datos.
Esta clase de reducción o simplificación de los datos no es el propó-
sito analítico principal de la codificación cualitativa, la cual se debe
concebir como una tarea esencialmente heurística, que ofrece mo-
dos de interactuar con los datos y de pensar acerca de ellos. En
última instancia, estos procesos de reflexión son más importantes
que los procedimientos y representaciones precisos que se emplean.
Seidel y Kelle (1995, p. 58) comprenden esto y dicen que "los
códigos no sirven principalmente como denominadores de ciertos
fenómenos sino como mecanismos heurísticos para el descubrimien-
to". Esto es obvio, cualquiera sea el modelo de codificación que se
adopte. Tomemos, por ejemplo, el método de Tesch (1990). Tesch
describe el análisis cualitativo en términos de descontextualización
y recontextualización. Descontextualizar los datos exige segmentar
porciones de los mismos y desbaratar el conjunto de datos. Tesch
define la segmentación como la división de los datos en porciones
comprensibles por sí mismas y lo bastante grandes para ser signifi-
cativas. La descontextualización significa separar los trozos, saca-
dos de los datos, de su contexto original al mismo tiempo que se
retiene el significado. Entonces se reorganizan los datos segmentados
y se clasifican como parte del proceso de recontextualización. Tesch
(1990) propone que el primer paso en la clasificación" consiste en
etiquetar los segmentos de texto con información sobre la categoría
del sistema organizativo al cual pertenece (o varias categorías si el
segmento es importante para más de una). Muchos investigadores
llaman a este proceso 'codificación'" (p. 121).
Tesch (1990) sugiere que una vez codificados los segmentos de
datos, todavía no están listos para ser interpretados. Basándose en el
trabajo de Marton (1986), quien argumenta que cada cita tiene dos
contextos - aquél del cual se toma y el "pool de significados" al que
pertenece-, Tesch propone que un sistema de organización de da-
tos se basa en desarrollar pools de significado. Los conceptos se iden-
tifican o construyen con base en el material previo, los marcos teóricos,
las preguntas de la investigación y los datos mismos. Los datos
Los conceptos y la codificación / 37

segmentados se codifican según estas categorías organizativas y


luego se clasifican otra vez de acuerdo con aquellas categorías.
Los segmentos de datos se reensamblan o recontextualizan. La
codificación, como parte de este proceso, ayuda a la
recontextualización de los datos pues da un nuevo contexto para
los segmentos. De esta manera, Tesch considera la codificación
como la manera de encontrar nuevos contextos para visualizar y
analizar los datos. La descon- textualización y recontextualización
ayudan a reducir y luego a expandir los datos en formas nuevas y
con nuevos principios rectores. Para decirlo de otra manera, la
segmentación y codificación de los datos le permiten al investiga-
dor pensar con ellos y acerca de ellos.
Strauss (1987) presenta quizás el mejor ejemplo de uso de codifi-
cación para hacer más complejos y expandir los datos cualitativos.
Más adelante, en este capítulo, analizaremos en más detalle la obra
de Strauss y sus colaboradores. Por ahora, es importante advertir
que Strauss aboga porque la codificación se considere un procedi-
miento analítico esencial y arguye que los investigadores cualita-
tivos deben aprender' a codificar bien y con facilidad. También hace
énfasis en que la codificación suele entenderse mal y, por ende, con-
siderarse un procedimiento simple y poco problemático. El argu-
mento en este caso es que la codificación es mucho más que
simplemente asignélrles categorías a los datos, pues se trata tam-
bién de conceptualizarlos, plantear preguntas, proporcionar res-
puestas provisionales sobre las relaciones entre ellos y dentro de
ellos, y descubrirlos. Strauss plantea que la codificación debe usarse
para abrir la indagación y pasar a la interpretación. Así, la codifi-
cación trata de fragmentar los datos de maneras analíticas impor-
tantes, a fin de llevar a que se planteen más preguntas acerca de los
mismos. Parafraseando a Strauss (1987), la codificación puede ver-
se como una forma de lograr la emoción y la inevitable compensa-
ción de la conceptualización fundamentada.
Podemos obtener ideas de cómo codificar a partir de una gran
variedad de fuentes que no se excluyen mutuamente. Es posible
comenzar con un marco de codificación simple basado en lo que
nos interesa como investigadores. Al leer los extractos de los datos,
38 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

se pueden descubrir acontecimientos particulares, palabras clave,


procesos o características que capten la esencia del extracto. De
manera alternativa, se pueden codificar los extractos de los datos
usando una lista de códigos creada antes de leerlos. Miles y
Huberman (1994) sugieren que este método, el de crear una "lista
inicial" de códigos antes de leer los datos o aun antes del trabajo de
campo, es una manera práctica de comenzar la codificación. Estos
códigos o categorías pueden proceder de una variedad de fuentes.
Por ejemplo, es posible que comencemos a partir de nuestros mar-
cos teóricos o conceptuales -la codificación de los datos según los
conceptos clave y las ideas teóricas -. Podríamos tener hipótesis
que se pudieran usar para seleccionar palabras código para identi-
ficar segmentos de datos, con el fin de comprobar o modificar tales
ideas. Igualmente, es posible comenzar con códigos preseleccionados,
que tomamos de nuestras lecturas en el área general, en una com-
parativa o en estudios previos. Las variables clave y sus conceptos
pueden derivarse de la literatura de trabajos de investigación
Otra manera de comenzar a codificar es empezar desde la pre-
gunta de investigación, que está latente y que inspiró el proyecto.
Podría comenzarse con los datos y categorizarlos de una manera
más inductiva, empezando por las categorías locales de los actores
o informantes mismos. Así, también podemos categorizar los datos
de acuerdo con los términos autóctonos y las categorías de la cultu-
ra de los informantes particulares. Trataremos de ilustrar estos pro-
cesos de pensamiento cuando exploremos algunos de nuestros datos,
más tarde en este capítulo.
Aquí vale la pena hacer énfasis en que los códigos son principios
organizadores que no están grabados en piedra. Son creaciones nues-
tras, con ellas nos identificamos y las seleccionamos nosotros mis-
mos. Son herramientas para pensar. Se pueden expandir, cambiar
o aunar a medida que nuestras ideas se desarrollan a lo largo de las
interacciones repetidas con los datos. Empezar a crear categorías es
una manera de comenzar a leer y a pensar sobre los datos de un
modo organizado y sistemático.
Qué codificar o qué categorías crear dependerá siempre, en parte,
de la intención del análisis de los datos. Strauss (1987) hace la distin-
Los cOllceptos y la codificación / 39

ción entre códigos sociológicamente construidos o códigos in vivo.


Estos últimos se refieren a los que se derivan de los términos y el
lenguaje empleados por los actores sociales en el campo, o en el
curso de las entrevistas. El uso sistemático de códigos in vivo puede
hacerse para desarrollar un enfoque de abajo a arriba" hasta la
11

derivación de las categorías del contenido de los datos. Entonces, la


codificación inicial nos debería ayudar a identificar temas, patro-
nes, acontecimientos y acciones de interés para el investigador y
que proporcionan una manera de organizar el conjunto de datos.
La codificación puede ser más o menos compleja, dependiendo del
nivel del análisis.

El proceso de codificación

La segmentación de los datos por medio de códigos o categorías, tal


como lo hemos indicado, se puede lograr de una variedad de mane-
ras, por medio de la aplicación de una multiplicidad de estrategias
analíticas. Para los propósitos de la investigación, hemos tomado
un extracto de una entrevista con un reconocido académico de an-
tropología. Dicho extracto se centra en la cuestión de en qué consis-
te un buen doctorado. Más adelante se encuentra este extracto y le
hemos asignado un número de categorías de codificación.

Extracto de una entrevista con el doctor Fitton


(de la Universidad de Kingford)

Odette Parry: ¿Qué considera usted que Buen


hace a un buen Ph.D.? Ph.D.

Doctor Fitton: Pienso que los Ph.D. deben Buen-


mostrar una contribución sustancial a Ph.D. contribución
la investigación, pero no creo que eso
necesariamente signifique innovar por originalidad
innovar.
Personalmente querría propender por un - habilidad
Ph.D. que mostrara un conocimiento
muy bueno de las posiciones teóricas, teoría
habilidad para clasificarlas y expresar I
40 / Ellcolltrar el selltido a los datos cualitativos

las ideas de un manera lógica, coherente ló ica


y estructurada. Yo favorecería a alguien 9
capaz de eso, más que a alguien que ha I
estudiado algo que a nadie se le había ori ginalidad
ocurrido antes, y fomentar algo que es i
periférico, marginal y no necesariamen-
te importante. Entonces pienso que lo
que yo buscaría es un conocimiento se- I
rio del trabajo teórico, capacidad de dis- tea ría
cernimiento y de hacerlo avanzar, que I
tenga comentarios sustanciales y sufi-
cientes sobre este trabajo, combinado,
en el caso de la antropología, con traba- tra bajo
jo de campo, y que mostrara que el tra- de campo
bajo de campo se ha hecho de una I
manera que muestra empatía con la gen-
te estudiada y que se han fundido el tra- I
tea ría
bajo de campo y la parte teórica.
Esto, pues, no es nada fácil. Yo buscaría
I
un "sentimiento" sobre el trabajo, y no
haría una lista de puntos guía, porque con ocimiento
no pienso que uno pueda hacerla ... son ind eterminado
demasiado diferentes. Se ha dicho que I
la fuerza de la antropología es el eclecti- ecl¡ecticismo
cismo, pues se basa en el análisis cuali- ¡
tativo más que en el cuantitativo. mé todos
cualitativos
Odette Pnm;: En realidad, ésta es una pre- Por qué
gunta general. ¿Por qué cree que la gente Ph.D.
se entra a hacer doctorados en antropo-
logía?
Doctor Fitton: En algunos casos, la razón f-- motivo
obvia es que hacer un Ph.D. lo va a llevar motivación
al primer círculo académico. Mi motiva- académica
ción personal no era tan clara. Me sor- carrera
prendió cuando me conseguí un trabajo
al final, pero para seguir explorando un
interés que yo quería llevar lo más lejos
posible. Espero que la mayor parte de la
gente que obtenga un Ph.D.lo haga para 1---+---- interés
sacar adelante algún interés. Parece que intrínseco
1-+------'
hay una tendencia hacia Ph.D. que escri-
Los conceptos y la codificación / 41

ben sobre desarrollo, de modo que uno I


podría decir que otro factor es la preocu- al truismo
pación por otras sociedades. Entonces no
es solamente una tarea egoísta. Recuerdo I
ahora a una estudiante que tuve. No tenía
interés de hacer un Ph. D.; había un motor interés
externo: esperaban de ella que tuviera al- intrínseco
tas calificaciones y como su corazón no cal"lficaciones
1--
estaba puesto ahí, carecía del entusiasmo en tusiasmo
y el impulso necesarios. -

Tal como se muestra aquí, con un sistema relativamente simple


de codificación, se pueden explorar diferentes niveles de compleji-
dad. Lo que en realidad hemos hecho aquí, es resumir una serie de
decisiones sucesivas sobre los datos y su categorización. Cuando
están superpuestas (las categorías de codificación) en una exhibi-
ción, se puede ver fácilmente como si todas se derivaran de manera
simultánea del mismo conjunto de intereses y preocupaciones. Éste
no es el caso, y aquí tratamos de mostrar algunas decisiones que
han entrado en el resultado de tal codificación.
En el nivel más simple, los datos se pueden reducir a dos posibles
categorías genéricas: "un buen Ph.D." y "por qué la gente hace un
Ph.D". Esto refleja de manera directa las preguntas que Odette Parry
formuló, así como dos de los problemas sustantivos que el equipo
de investigación trajo al ejercicio de recolección de datos. El ejerci-
cio buscaba examinar algunos de los factores institucionales y per-
sonales que influyen sobre los procesos del doctorado, incluyendo
la concepción del estudiante de doctorado mismo como medio de
socialización académica. Es claro que la codificación de los datos
según estos temas no le agrega nada, inicialmente, a nuestra com-
prensión de los mismos. Es en esencia una tarea de reducción. Seg-
mentar y codificar los datos de esta manera particular, al menos
nos permitiría caracterizar de qué trataba cada segmento de entre-
vista en términos del contenido temático general, en este ejemplo
en concreto, relacionado de manera directa con los temas que se
preguntaban y respondían en las entrevistas. Tales categorías ge-
42 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

néricas amplias facilitarían la recuperación de diferentes segmen-


tos de datos que tratan de describir un buen doctorado y las espe-
culaciones de los académicos con respecto a las motivaciones de
los candidatos al Ph.D.
La aplicación de estos y otros códigos equivalentes, que reflejan
preguntas investigativas sustantivas, debe ser una manera básica de
organizar los datos. Tales procedimientos tienen un gran valor prác-
tico. La naturaleza de los datos cualitativos significa que los relacio-
nados con un tema particular no se hallan agrupados de manera
organizada exactamente en el mismo punto de cada entrevista (las
notas de campo tienen una organización aún menos predecible). La
capacidad de ubicar segmentos de datos que, al menos de manera
ostensible, "versan" sobre la misma cosa es un aspecto valioso del
manejo de los datos. Por tanto, tal codificación puede ser útil de ma-
nera preliminar para un análisis más detallado. Podemos proseguir
un poco más allá en la misma vena. Otra manera de pensar sobre
esta particular extracción de datos sería "codificar" en términos de
las capacidades específicas o de las competencias identificadas por el
informante. O sea, como lo hemos indicado, la primera mitad de los
extractos de la entrevista, definitivamente describe un número de
habilidades o atributos vinculados con la producción de un buen Ph.D.
Codificado como "habilidad", este segmento de los datos puede usarse
para buscar y comparar otros aspectos de los mismos donde las habi-
lidades de los estudiantes de posgrado se refieran a ellos. Por ejem-
plo, los supervisores de Ph.D. pueden referirse en otros contextos a
las habilidades requeridas para supervisar el trabajo doctoral o para
tener un mayor éxito académico en un sentido más general.
Así mismo, en las entrevistas, los estudiantes de doctorado tam-
bién podrían describir su experiencia en términos de las destrezas
que ellos les aportaron a sus estudios, las desarrolladas en el curso
de su investigación, las que no se desarrollaron, etc. Cada categoría
de actor podría referirse a su propia competencia o a la de los de-
más actores. Como es claro, estas categorías muy generales fomen-
tan la reorganización de los datos, de acuerdo con ideas o conceptos
preliminares y no son necesariamente las formas últimas en las que
se pueden examinar o explorar los datos. Sin embargo, esta prime-
Los conceptos y la codificación / 43

ra aproximación a los datos, ayuda muy poco o nada a hacer más


complejas las preguntas que podemos formular acerca de ellos. Si
vamos a usar la codificación para generar ideas más interesantes y
complejas sobre nuestros materiales, entonces es preciso que haga-
mos algo más. Lo que es más importante, debemos pensar mejor
acerca de cómo interactuamos con los datos.
La codificación en un nivel tan general es un primer paso hacia la
organización de los datos y hacia convertirlos en categorías significa-
tivas. Se puede considerar como el primer nivel de la codificación.
Tal como lo demostramos en el extracto de datos anterior, la codifi-
cación también puede pensarse de una manera más compleja.
Usando un buen Ph.D., o habilidad o por qué un Ph.D., como códi-
gos o categorías iniciales, se puede generar un gran número de
subcategorías y usarlas para segmentar los datos. En este extracto
hemos identificado un gran número de categorías semejantes y les
hemos asignado los códigos correspondientes. Algunos de estos códi-
gos más detallados provienen de manera más o menos directa de las
palabras del informante, tal como entusiasmo. Otros, son las glosas
resumidas de aquello a lo que el informante parece estarse refiriendo
al describir un punto particular en el texto. Por ejemplo, hemos glo-
sado uno de los factores motivantes como altruismo, que no es la pa-
labra usada por el informante sino que la usamos para captar las
descripciones de motivación basadas o adscritas al deseo de ayudar
a los demás o a un compromiso con otra cultura. Otros códigos refle-
jan de manera más directa nuestros intereses conceptuales. Por ejem-
plo, hemos categorizado un segmento como refiriéndose al conocimiento
indeterminado. El doctor Fitton habla de evaluar a un Ph.D. con refe-
rencia a su "sentimiento" y habla sobre la falta de guías específicas.
Nuestra identificación del segmento de esta manera, y la decisión de
codificarlo como lo hemos hecho, reflejan nuestro interés personal en
buscar cómo hablan los antropólogos sobre su propio conocimiento y
el de sus colegas, pasados y contemporáneos. Aquí, por tanto, obser-
vamos un llamado a un criterio, al parecer indeterminado, para eva-
luar el trabajo de los estudiantes. Al codificar de la manera como lo
hemos hecho, podemos reunir todos los ejemplos donde se han he-
cho llamados similares al conocimiento indeterminado, o donde se
44 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

ha hablado sobre ellos o se han negado. Podemos inspeccionar estos


ejemplos adicionalmente para examinar las variedades de conoci-
miento indeterminado y sus fuentes, cómo se evalúa este conocimiento
indeterminado, cómo se lo aprende, etc.
Estas subcategorías más detalladas pueden representarse por
medio de un solo código añadido a un segmento discreto de los
datos. Las subcategorías también se pueden superponer una a la
otra. Los códigos y sus segmentos se pueden anidar o incrustar uno
en otro, pueden superponerse y cruzarse. También se le pueden
aplicar varias veces las mismas subcategorías a una sola unidad de
datos (como una entrevista) y al mismo segmento se le puede adju-
dicar más de un código. En el extracto de datos anterior, se puede
ver la densidad de la incrustación y lo superpuesto de las codifica-
ciones más detalladas. Los patrones densos son muy característicos
de los diagramas de códigos de los datos cualitativos. Al fin y al
cabo, la acción social ordinaria, incluyendo la conversación infor-
mal, no se nos presenta en paquetes delimitados. Cuando
segmentamos los datos adjudicándoles un código, reflejamos cómo
se meten unos temas en otros y que puede haber muchos asuntos
que nos preocupan de manera simultánea.
La codificación jamás es una actividad mecánica. Por nuestra
selección de un extracto de datos, esperamos que los resultados sean
bien transparentes, pero eso no quiere decir de ninguna manera
que sean automáticos. Necesitamos decidir, por ejemplo, no sólo a
qué aspectos de los datos ponerles etiquetas de códigos sino qué
niveles de generalidad o de detalle considerar. Como hemos indica-
do en el extracto anterior, hemos identificado y definido tres niveles
de generalidad. Las categorías más generales son dos: qué hace bueno
a un Ph.D. y la motivación para hacer un Ph.D. En este ejemplo -
y de ninguna manera es esto siempre cierto- las categorías corres-
ponden al énfasis de las preguntas en las entrevistas y fueron parte
de la agenda que se siguió en las mismas entrevistas
semiestructuradas. Aquí hemos identificado una categoría interme-
dia, que tiene que ver con las habilidades y competencias requeri-
das para que se complete de manera exitosa un estudio de doctorado.
El tercero y más específico nivel de categoría descompone los temas
Los conceptos y la codificación / 45

más generales en unos códigos más específicos y detallados. Tal como


se puede ver a partir de la forma como hemos marcado estos códi-
gos en el extracto, también se relacionan con trozos de la entrevista
de diferente extensión. Los códigos más específicos y detallados es-
tán incluidos dentro de los más amplios y generales. Ésta es una
característica de una codificación detallada y densa, que se vuelve
especialmente importante en el manejo computarizado de los datos
cualitativos, que analizaremos en el capítulo 7. No es fácil identifi-
car códigos y tomar decisiones sobre los niveles de detalle. Tal como
Weaver y Atkinson (1994, p. 32) lo dijeron:
Si decidimos delinear un número incluyente de categorías generales,
gran parte del texto puede codificarse con un solo código (o conjun-
ción de códigos). La ventaja de esta"estrategia es que debe maximizar
la utilidad de los códigos; es probable que se apliquen a bastantes
segmentos para que el propósito de la recontextualización se justifi-
que. Sin embargo, también puede tener varias desventajas. Primero,
puesto que gran parte del texto se codificará con la misma categoría,
puede haber dificultades para localizar episodios particulares signifi-
cativos para el análisis; un escenario probable es que el investigador
tenga que succionar como un sifón las grandes cantidades de datos
irrelevantes, a pesar de la recontextualización. Segundo, la codifica-
ción puede ser demasiado burda, lo cual puede hacer parecer el análi-
sis muy vago, carente de detalles o las vías de exploración del análisis
restringidas superficialmente.

Por otro lado, los esquemas de codificación demasiado detalla-


dos pueden ser igualmente problemáticos:
Si decidimos definir un gran número de categorías, con significado
bastante exclusivo, los problemas se revierten. La codificación será
más detallada e intrincada y en consecuencia habrá una mayor dife-
renciación de los segmentos. No obstante, si la segmentación del texto
es demasiado complicada, en el sentido de que a segmentos demasia-
do pequeños de texto se les adjudican categorías específicas, se puede
perder importante información contextual y por ende algunos de los
significados de los segmentos (Weaver y Atkinson, 1994, p. 32).

En consecuencia, Weaver y Atkinson tomaron una decisión ex-


plícita de incluir códigos de diferentes grados de generalidad de
46 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

manera que se pudiera emprender la recuperación de datos a dife-


rentes niveles.
Podemos desarrollar e ilustrar los procesos de toma de decisión,
así como la importancia de diferentes niveles de codificación, con
otro extracto de los datos de la entrevista. Como se verá, trata sobre
un conjunto de asuntos similares a los identificados en nuestro pri-
mer extracto.

Extracto de la entrevista con la doctora Throstle


(de la Universidad de Southersham).

Gdette Parry: ¿Qué clase de destrezas piensa us-


ted que imparte el actual proceso de hacer un
doctorado?
Doctora Throstle: Es un asunto muy importan-
te. Otra vez estoy pensando que en antropología
uno aprende una cantidad de cosas que normal-
mente no aprende en un Ph.D., que eso, en parte,
tiene que ver con el trabajo de campo. Eso lo
educa a uno tanto académica como personalmen-
te; es un entrenamiento muy exigente en habili-
dades sociales ...
Creo que una de las peculiaridades de la an-
tropología es que, a diferencia de la mayor parte
de las otras disciplinas, ciertamente de las cien-
cias sociales, uno - a diferencia de la historia,
por ejemplo - no arranca con un cuerpo de do-
cumentos y lo convierte en otra clase de cuerpo
de documentos, sino que empieza con la vida de
las personas y las conversaciones con ellas, y
tiene que convertir eso en un texto académico.
Por eso se demora tanto y es tan difícil, por-
que las dos cosas están a millas de distancia. Y es
muy común, creo, que cuando los estudiantes de
posgrado regresan del campo, reaccionan con-
tra lo que están haciendo; sienten que lo que
están escribiendo, de alguna manera, traiciona
o se queda corto con respecto a la relación que
tenían cuando se hallaban en el campo. Escribir
Los conceptos y la codificación / 47

una obra académica algo sosa se siente como una


traición.
Sin embargo, la mayor parte de los estudian-
tes aprenden a hacerlo, y en el proceso aprenden
muchísimo, no s610 sobre las personas que estu-
dian, sino también sobre la manera de redactar y
producir un texto de alto nivel académico.
Me parece que uno de los problemas del tra-
bajo de campo, si uno está lejos por un tiempo
- y la mayor parte de los antropólogos lo es-
tán - es que se pierde contacto hasta cierto pun-
to con la cultura académica y del país, y luego se
tiene que volver a meter en ella, y cuando uno
regresa eso es un proceso algo lento.

Sería fácil manejar este extracto de manera muy semejante a como


lo hicimos con el otro, y tratarlo inicialmente en términos de lo que
Odette Parry logra sacar. Así, podríamos relacionarlo primariamen-
te con las clases de habilidades por las que preguntaba. Por eso, más
adelante hemos caracterizado los datos según este criterio. Se verá
que nos permitimos a nosotros mismos mantenernos muy cercanos
al tema más general implícito en la pregunta sobre las habilidades.
Odette Pnrry: ¿Qué clase de destrezas piensa us- Destrezas
ted que imparte el actual proceso de hacer un dePh.D.
doctorado?
Doctora T1zrostle: Es un asunto muy importan-
te. Otra vez estoy pensando que en antropología Académicas
uno aprende una cantidad de cosas que normal-
mente no aprende en un Ph.D., que eso, en par- Personales
te, tiene que ver con el trabajo de campo. Eso lo
educa a uno tanto académica como personalmen-
te; es un entrenamiento muy exigente en habili- Sociales
dades sociales ...
Creo que una de las peculiaridades de la an- En la escritura
tropología es que, a diferencia de la mayor par-
te de las otras disciplinas, ciertamente de las cien-
cias sociales, uno - a diferencia de la historia,
por ejemplo - no arranca con un cuerpo de do-
cumentos y lo convierte en otra clase de cuerpo
de documentos, sino que empieza con la vida de
48 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

las personas y las conversaciones con ellas, y tie-


ne que convertir eso en un texto académico.
Por eso se demora tanto y es tan difícil, porque En la escritura
las dos cosas están a millas de distancia. Y es muy
común, creo, que cuando los estudiantes de
posgrado regresan del campo, reaccionan contra
lo que están haciendo; sienten que lo que están
escribiendo, de alguna manera, traiciona o se
queda corto con respecto a la relación que tenían
cuando se hallaban en el campo. Escribir una obra
académica algo sosa se siente como una traición.
Sin embargo, la mayor parte de los estudian- En la escritura
tes aprenden a hacerlo, y en el proceso aprenden
muchísimo, no sólo sobre las personas que estu-
dian, sino también sobre la manera de redactar y
producir un texto de alto nivel académico.
Me parece que uno de los problemas del tra-
bajo de campo, si uno está lejos por un tiempo
- y la mayor parte de los antropólogos lo es-
tán - es que se pierde contacto hasta cierto pun-
to con la cultura académica y del país, y luego se
tiene que volver a meter en ella, y cuando uno
regresa eso es un proceso algo lento.

Aquí podemos ver que hasta ahora hemos producido un conjunto


de categorías muy delgado y plano pues reproducen sólo el mero
esqueleto de las destrezas y no parecen hacer justicia al lenguaje den-
samente descriptivo de este académico en particular. Otra manera
de enfocar la tarea, por tanto, es prestar mucha más atención a las
categorías de expresión que el informante emplea. Por ende, en lugar
de usar los extractos de la entrevista como una réplica extendida a
nuestra única pregunta, le prestamos mucha más atención al conte-
nido de la conversación. Aquí, por tanto, nos aproximamos a los da-
tos una vez más y ahora tratamos de identificar los temas que reflejan
con más precisión los puntos de vista del informante. No es necesario
usar exactamente las mismas palabras para hacer un índice o código
de estos temas; nos interesa explorarlos y vincularlos con los segmen-
tos de otros datos, no sólo ponerles una etiqueta.
Los conceptos y la codificación / 49

Odette Pnrry: ¿Qué clase de destrezas piensa us- Destrezas de un Ph.D.


ted que imparte el actual proceso de hacer un
doctorado?
Doctora Tlzrostle: Es un asunto muy importan- Trabajo de campo
te. Otra vez estoy pensando que en antropología Ph. D. normal
uno aprende una cantidad de cosas que normal- Independencia
mente no aprende en un Ph.D., que eso, en par- académica
te, tiene que ver con el trabajo de campo. Eso lo Independencia
educa a uno tanto académica como personalmen- personal
te; es un entrenamiento muy exigente en habili- Destrezas sociales
dades sociales ... Exigente
Creo que una de las peculiaridades de la an- Peculiaridad
tropología es que, a diferencia de la mayor par- Disciplinas
te de las otras disciplinas, ciertamente de las cien- Ciencia social
cias sociales, uno - a diferencia de la historia, Historia
por ejemplo - no arranca con un cuerpo de do-
cumentos y lo convierte en otra clase de cuerpo Pueblo
de documentos, sino que empieza con la vida de Vidas
las personas y las conversaciones con ellas, y Conversación
tiene que convertir eso en un texto académico. Texto académico
Por eso se demora tanto y es tan difícil, por- Tiempo
que las dos cosas están a millas de distancia. Y es Difícil
muy común, creo, que cuando los estudiantes de Diferencia
posgrado regresan del campo, reaccionan contra Regreso del campo
lo que están haciendo; sienten que lo que están Escribir
escribiendo, de alguna manera, traiciona o se relaciones en el
queda corto con respecto a la relación que te- campo
nían cuando se hallaban en el campo. Escribir Trabajo académico
una obra académica algo sosa se siente como soso
una traición. Traición
Sin embargo, la mayor parte de los estudian- Gente
tes aprenden a hacerlo, y en el proceso aprenden Escribir texto
muchísimo, no sólo sobre las personas que estu- académico de
dian, sino también sobre la manera de redactar y alto nivel
producir un texto de alto nivel académico.
Me parece que uno de los problemas del tra- Trabajo de campo
bajo de campo, si uno está lejos por un tiempo Tiempo
- y la mayor parte de los antropólogos lo es- Ausencia
tán - es que se pierde contacto hasta cierto pun- Cultura académica
to con la cultura académica y del país, y luego se Cultura del país
tiene que volver a meter en ella, y cuando uno Regreso
regresa eso es un proceso algo lento.
50 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

Cuando hacemos de esta manera los índices de los datos, em-


pezaremos a desarrollar un conjunto mucho más denso de temas
y categorías y a vislumbrar algunas de las preocupaciones recu-
rrentes de este antropólogo en particular, de modo que podemos
utilizar tales categorizaciones para elaborar comparaciones y con-
trastes sistemáticos con los puntos de vista expresados por otros
miembros del profesorado. Al observar los datos de esta manera,
además, podemos empezar a identificar algunos temas y asuntos
adicionales.
Como empezamos manteniéndonos muy ceñidos a las propias
categorías del informante, podemos empezar a ver cómo se podrían
categorizar posteriormente los datos, posiblemente en relación con
las categorías vinculadoras que nosotros mismos diseñemos. Tome-
mos, por ejemplo, el primer párrafo de la respuesta del informante.
Se verá que aquí ella hace un prefacio a la respuesta sobre las" des-
trezas" diciendo que hay algo específico en la antropología como
disciplina que la diferencia de las demás, ciertamente de las cien-
cias sociales. Esto nos ayuda a identificar la categoría de rango su-
perior, que pudiéramos identificar como la especificidad de la antropología.
Si identificamos ésa como una categoría y codificamos los datos en
consecuencia, entonces la podemos usar para investigar otros ex-
tractos de datos en los que los antropólogos expresen lo que es espe-
cial y específico de su materia.
Hay también un tema potencialmente interesante que se puede
construir a partir de las palabras del antropólogo. El escribir se iden-
tifica como una capacidad académica importante que se ha de ad-
quirir, pero ese pensamiento se expresa de una manera particular y
sorprendente. La doctora Throstle habla de la diferencia entre el tex-
to académico que el estudiante debe preparar y las personas que fue-
ron estudiadas. Las vidas y conversaciones de la gente tienen que
convertirse en texto, y los estudiantes hallan una diferencia esencial
entre lo social y lo textual como problema. No sólo es éste un c:omen-
tario muy interesante sobre la antropología sino que también se co-
necta con nuestra categoría previa de dos maneras. Primera, se trae
a colación como ejemplo de cómo difiere la antropología de otras
disciplinas (el requerimiento de construir un cuerpo textual a partir
Los conceptos y la codificación / 51

de vidas y conversaciones). Segundo, retoma el significado de la dife-


rencia de una nueva manera.
Adelantémonos a los datos una vez más antes de seguir comen-
tando. El informante habla sobre la importancia del trabajo de cam-
po. Éste se introduce como uno de los aspectos específicos del Ph.D.
en antropología al comienzo del extracto. El tópico reaparece más
tarde. Hacia el final, por ejemplo, se contrasta el trabajo de campo
con el regreso, y hay un contraste entre el trabajo de campo, por una
parte, y la cultura académica y la cultura del país del investigador
por la otra. Otra vez vemos a la doctora Throstle describiendo cosas
en términos de diferencias; en este caso, diferencias entre culturas.
Podemos ver ahora que hay una categoría potencial de rango supe-
rior con respecto a las diferencias, que relaciona todos estos aspectos
del exfracto de la entrevista. Las diferencias descritas varían en el
contenido, pero todas parecen relacionarse con un conjunto cohe-
rente de asuntos subyacentes: la especificidad de la antropología, la
importancia del trabajo de campo, y la separación del trabajo de campo
de otros aspectos de la vida del antropólogo. Debemos observar que
este tema, que se relaciona mucho con el contenido de los datos, es
uno que hemos construido. También es algo que nos conduce hacia
conceptos de una importancia más analítica y teórica. Así, hemos
pasado en nuestro proceso de codificación de identificar categorías
que permanecen cercanas a los datos originales a otras que implican
asuntos analíticos mucho más amplios. Por tanto, debemos regresar
a los datos una vez más y aplicar un conjunto adicional de códigos.
Odette Parry: ¿Qué clase de destrezas piensa usted
que imparte el actual proceso de hacer un docto-
rado?
Doctora Tltrostle: Es un asunto muy importante. Otra Especificidad Retórica
vez estoy pensando que en antropología uno apren- antropología contrastiva
de una cantidad de cosas que normalmente no apren-
de en un Ph.D., que eso, en parte, tiene que ver con Importancia
el trabajo de campo. Eso lo educa a uno tanto acadé- del trabajo de campo
mica como personalmente; es un entrenamiento
muy exigente en habilidades sociales: ..
Creo que una de las peculiaridades de la antropolo- Contraste de la antro-
gía es que, a diferencia de la mayor parte de las pología con otras
disciplinas
52 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

otras disciplinas, ciertamente de las ciencias socia-


les, uno - a diferencia de la historia, por ejemplo- Diferencia entre el campo
no arranca con un cuerpo de documentos y lo con- y los textos académicos
vierte en otra clase de cuerpo de documentos, sino
que empieza con la vida de las personas y las con-
versaciones con ellas, y tiene que convertir eso en
un texto académico.
Por eso se demora tanto y es tan difícil, porque las
dos cosas están a millas de distancia. Y es muy Diferencia entre el campo
común, creo, que cuando los estudiantes de y los textos académicos
pos grado regresan del campo, reaccionan contra
lo que están haciendo; sienten que lo que están
escribiendo, de alguna manera, traiciona o se que- Metáfora:
da corto con respecto a la relación que tenían cuan- traición
do se hallaban en el campo. Escribir una obra aca-
démica algo sosa se siente como una traición.
Sin embargo, la mayor parte de los estudiantes
aprenden a hacerlo, yen el proceso aprenden mu-
chísimo, no sólo sobre las personas que estudian,
sino también sobre la manera de redactar y pro-
ducir un texto de alto nivel académico.
Me parece que uno de los problemas del trabajo de Diferencia entre la
campo, si uno está lejos por un tiempo - y la ma- cultura de campo
yor parte de los antropólogos lo están - es que se y la académica
pierde contacto hasta cierto punto con la cultura
académica y del país, y luego se tiene que volver a Diferencia entre la
meter en ella, y cuando uno regresa eso es un pro- cultura de campo
ceso algo lento. y el país.

Al adscribirle códigos de esta manera hemos indicado algunos


asuntos genéricos clave. Este trabajo se ha hecho como más que un
ejercicio mecánico de segmentación de datos y refleja una serie de
lecturas y relecturas de ellos, en las cuales interactúan los detalles
de una entrevista y nuestras preocupaciones emergentes. También
podemos observar, mientras analizamos el texto de la entrevista en
este nivel, que las referencias repetidas a las diferencias y distancias
proponen dos asuntos adicionales. Al identificar estas categorías,
también hemos comenzado a pasar de considerar el contenido de
la conversación del antropólogo a prestarle algo de atención a su
forma. También podemos observar que sus descripciones se basan
Los conceptos y la codificación / 53

en un patrón recurrente, una serie de contrastes: la antropología y


otras disciplinas, el trabajo de campo y la casa, y los textos acadé-
micos y las vidas de la gente. En el capítulo 4 consideraremos en
más detalle cómo podemos examinar estas propiedades formales y
otra vez analizaremos esta propiedad particular cuando considere-
mos la retórica contrastiva (Hargreaves, 1984) como un mecanismo
que los actores emplean para producir sus relatos del mundo social.
Aquí, al considerar la forma y el contenido, hemos observado un
aspecto adicional de esta conversación académica. Hemos identifi-
cado la manera gráfica como se expresa la distancia entre el campo
y el texto. Se nos dice que los antropólogos estudiantes sienten a
veces que su trabajo es una traición. Otra vez, regresaremos a expo-
ner la exploración de estas figuras literarias en el capítulo 4, pero
advirtamos que puede resultar útil identificar los tropos o figuras
literarias, tales como las metáforas, durante el proceso de codifica-
ción. Por tanto, hemos añadido dos códigos al extracto anterior,
uno que identifica el uso de la retórica contrastiva y otro la localiza-
ción de esta metáfora en particular.
Hemos repasado este mismo extracto de nuestros datos y le he-
mos aplicado un conjunto de códigos diferentes y complementa-
rios. En aras de la claridad, hemos representado los datos y los
códigos de manera independiente. En el curso de exámenes repeti-
dos de los datos, para propósitos de un análisis, no necesariamente
recurriríamos a tal separación. Podemos pensar en los pasos sucesi-
vos a los datos como productores de diversas capas de códigos dife-
rentes, que reflejan diversos niveles de especificidad o generalidad,
así como conjuntos distintos de temas analíticos. Estos diferentes
acercamientos a los datos podrían dar como resultado distintas
desagregaciones físicas de los mismos: cortar físicamente diferentes
copias, o cortar y pegar segmentos en archivos diferentes en el
procesador de palabras. Si estuviésemos usando un programa de
computador para ejecutar estas tareas, deberíamos ser capaces de
recuperar los segmentos codificados usando diferentes códigos o
combinaciones de códigos para identificarlos.
Nuestro ejemplo ilustrativo no es un tratamiento exhaustivo de
los datos. Cualquier otro analista podría conceptualizarlos de ma-
54 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

nera diferente. La idea no es buscar el conjunto correcto" de códi-


11

gos sino reconocerlos por lo que son: vínculos entre los segmentos
particulares de datos y las categorías que queremos usar a fin de
conceptualizar estos segmentos.

Más allá de la codificación y hacia la interpretación

La codificación de los datos cualitativos le permite al investigador


reconocerlos y recontextualizarlos, así como obtener una visión fres-
ca de lo que posee. Como la codificación inevitablemente exige leer y
releer los datos y hacer selección de algunos, obliga a interpretar todo
el conjunto. No obstante, un asunto clave es qué hacer con los datos
cuando uno ya los seleccionó, recortó, fragmentó, codificó y categorizó.
El paso de la codificación a la interpretación es crucial, como lo plan-
tea Wolcott (1994). La interpretación exige trascender los datos
fácticos" y analizar con cautela qué se puede hacer con ellos.
11

Una vez terminada la codificación es preciso interrogar los da-


tos (Delamont, 1992) y explorarlos de manera sistemática para ge-
nerar el significado. Además, hay que tener en cuenta que la
codificación, aunque reorganiza los datos, también involucra cierta
cantidad de pérdida de información. Hasta cierto punto, eso de-
pende de con cuánta profundidad y detalle se ha hecho la codifica-
ción. La pérdida de datos es mucho mayor si uno no pasa del proceso
de codificación a una exploración de cómo se relacionan los códi-
gos y categorías con los datos originales, otros datos, ideas teóricas,
etc. Ian Dey (1993) sostiene que la categorización le permite a uno
pensar en los datos de una nueva manera. Esto sólo sucede si va-
mos más allá de los códigos, categorías y trozos de datos y regresa-
mos a lo que pueda ser o es la imagen total" . 11

El paso de la codificación a la interpretación tiene un buen núme-


ro de niveles discretos. Primero, los datos codificados necesitan recu-
perarse. Esto, en esencia, significa que los datos recontextualizados
han de ser expuestos de tal manera que puedan leerse con facilidad.
Los segmentos de datos que se relacionan con un código o categoría
en particular necesitan presentarse juntos a fin de que el investiga-
dor explore la composición de cada conjunto codificado. Huberman
Los conceptos y la codificación I 55

y Miles (1994) sostienen que la exposición de los datos es un elemento


clave en el proceso analítico y que se puede lograr organizando todos
los datos bajo un código particular, físicamente, en el mismo lugar
produciendo diagramas, matrices y mapas del código, o usando una
función de recuperación en un programa de microcomputación.
Hágase como se haga, la idea es que los códigos o categorías y los
datos necesitan estar dispuestos en tal forma que sean accesibles tan-
to para su lectura como para su exploración.
Segundo, el paso de la codificación a la interpretación exige ju-
gar con los códigos y categorías y explorar los que fueron creados.
Dey (1993) ofrece abundantes ideas acerca de cómo se puede hace
esto y propone que una vez que se despliegan los datos en su forma
codificada, las categorías se pueden recuperar, dividir en subcate-
gorías, empalmar y armar de nuevo. Esencialmente, los códigos y
categorías que se han seleccionado deben usarse para abrirse cami-
no en los datos. Aquí vale la pena recordar que tales códigos no
están labrados en piedra. Al uno escogerlos y seleccionarlos, tam-
bién los puede abandonar, cambiar, reclasificar, volver a denomi-
nar, etc. Similarmente, una vez que se está en la posición de observar
todos los datos a través de los códigos, no se debe caer en la tenta-
ción de ignorar los incidentes, acontecimientos, individuos o trozos
de datos que no "encajan" en los códigos. Debe considerarse que
las excepciones, los que no se adaptan y los hallazgos" negativos"
tienen mucha importancia para el proceso de codificación, tanta
como la de los datos que se codifican con facilidad.
Esto lleva a un nivel adicional del proceso, que consiste en pasar
de la codificación a la interpretación, o sea, la transformación de los
datos codificados en datos significativos. Aquí, se hace el énfasis so-
bre qué buscar en los códigos y categorías. Delamont (1992) propone
buscar patrones, temas y regularidades, pero también contrastes,
paradojas e irregularidades. Entonces se puede pasar a la generali-
zación y a la teorización a partir de los datos. El énfasis en las excep-
ciones "negativas" así como en los patrones "positivos" sigue siendo
crucial. Huberman y Miles (1994) trabajan desde un continuo simi-
lar. Proponen no menos de trece "tácticas" para generar significado
o transformación de los datos, que incluyen tácticas descriptivas y
56 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

explicativas. En un extremo del continuo se hallan asuntos tales como


observar patrones de temas, "el conteo" de los fenómenos que ocu-
rren a partir de los datos y comparar y contrastar el conjunto de
datos. En el extremo opuesto se encuentran los movimientos que bus-
can generalizar, observar y cuestionar las relaciones entre las varia-
bles, y hallar coherencia teórica y conceptual en los datos.
Ya hemos ilustrado cómo los códigos pueden representar catego-
rías de diferentes especies. Algunas de ellas ya implican marcos
interpretativos y vinculan segmentos de datos con conceptos emer-
gentes. Por ende, no siempre necesitamos pensar en codificar prime-
ro y teorizar después. La decisión que tomemos implica ideas analíticas
en cada paso del proceso de codificación. Además, ya hemos visto
que nuestra codificación puede implicar relaciones sistemáticas en-
tre categorías y conceptos, relaciones que pueden formar una base
para el desarrollo de las interpretaciones. Por ejemplo, si volvemos al
segundo de nuestros extractos de datos, podemos ver que nuestras
codificaciones comienzan a sugerir posibles relaciones. Los diferen-
tes niveles de codificación proponen que las categorías pueden con-
tener un buen número de otras categorías. Esto sucede así por las
diferentes codificaciones que se hacen. Por ejemplo, las respuestas
del doctor Fitton en el primer extracto proponen las siguientes clases
de relaciones:
Motivación del estudiante Carrera académica
Interés intrínseco
Compromiso altruista
Buenos Ph. D. Originalidad
Conocimiento teórico
Coherencia lógica
Calidad del trabajo de campo

De manera diferente, hemos visto cómo los comentarios codifi-


cados de la doctora Throstle pueden ligarse por medio de un uso
común de la diferencia y la distancia, que se pueden vincular con el
esquema de codificación por medio de un código de contraste. En
otras palabras, nuestros códigos no sólo establecen vínculos entre
los datos y conceptos sino que también pueden hacer diagramas de
Los conceptos y la codificación / 57

las dimensiones dentro de las categorías conceptuales y establecer


vínculos de rango superior entre los conceptos. Podemos resumir
este conjunto de ideas más abstractas de la siguiente manera:

Diferencia Cultura del hogar/campo


Campo / cul tura académica
Vidas de la gente/ textos académicos
Antropología/ otras disciplinas

En el capítulo 6 plantearemos que si bien la vinculación de los


códigos es mucho más, establecer relaciones ordenadas entre los có-
digos y los conceptos es un punto de partida importante para la re-
flexión y para la construcción de teoría a partir de datos cualitativos.
Strauss (1987) desarrolla la codificación como parte del proceso
de interpretación y análisis. O sea, vincula el proceso inicial de la
codificación (al cual se refiere como codificación abierta y el cual es
esencialmente lo que hicimos con el extracto de la entrevista con
que ejemplificamos nuestra discusión anterior), con el proceso más
refinado de emplear categorías para generar marcos conceptuales
más amplios. Strauss identifica un conjunto de procedimientos que
permiten que las categorías iniciales se elaboren y se desarrollen
mejor.
N o vamos a seguir estrictamente el modelo de Strauss pues no
recapitulamos todos los pasos y estrategias analíticas que él identi-
fica o ha codificado en su trabajo con Corbin (Strauss y Corbin,
1990). En realidad, en este contexto vale la pena anotar que Claser
(1992) acusa a Strauss de tomar la inspiración general y el enfoque
estratégico de la "teoría fundamentada" y transformarlo en unas
recetas indebidamente prescriptivas para el análisis. Sin embargo,
el método general de codificación que se encuentra en la escritura
metodológica de Strauss es valioso porque insta al investigador a ir
más allá de las codificaciones locales para generar ideas y ampliar
los marcos conceptuales.
En esencia, el enfoque de Strauss nos estimula a ir más allá del
enfoque esencialmente "resumidor" de la codificación en el cual los
datos simplemente se reducen a un conjunto limitado de catego-
58 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

rías. Strauss nos alienta a no limitarnos a indizar los datos, por así
decirlo, o a usar las palabras del código sólo para marcar y recupe-
rar segmentos de datos sino, por el contrario, su enfoque general
nos exhorta a expandir los datos más bien que a reducirlos, a tomar
categorías y agotar su potencial analítico total. Un punto impor-
tante es usar nuestras codificaciones y categorías para pensar con
los datos (notas, transcripciones, etc.) y no para quedarnos ancla-
dos en los mismos.
Desde esta perspectiva general, el proceso de codificación tiene
que ver con hacerse preguntas acerca de los datos. Estas preguntas
nos ayudan a desarrollar líneas de especulación ya formular hipó-
tesis. Y, de acuerdo con los principios más generales de la teoría
fundamentada, también a dirigir las estrategias de recopilación de
datos adicionales. En el curso de la codificación abierta y axial, en-
tonces, se toma como tema un "fenómeno" (en términos de Strauss)
y se intenta identificar sus dimensiones, sus consecuencias y las re-
laciones con otros fenómenos.
Por ejemplo, si volvemos a nuestro extracto anterior, comenza-
mos a pensar más creativamente sobre algunos de los temas que
hemos empezado a identificar en nuestra codificación. Considere-
mos una vez más el mismo extracto de la entrevista (ver pp. 46-47).
Cuando la codificamos por primera vez, éramos capaces de identifi-
car trozos de la transcripción que parecían referirse a la sofistica-
ción teórica, al valor analítico, a la originalidad, al trabajo de campo,
al conocimiento indeterminado, a la contribución a la disciplina y a
la empatía con la gente estudiada. Éstas eran todas respuestas del
informante a la pregunta de qué hace bueno a un Ph.D., y todas
estas palabras de códigos independientes, y los fragmentos a que se
refieren, parecen ser importantes o tratar sobre un fenómeno prin-
cipal que es la esencia de lo que toma producir un Ph.D. exitoso en
antropología social. Por tanto, debemos empezar a pensar sobre las
posibles" dimensiones" de tales habilidades y competencias.
En este caso específico encontramos que el antropólogo estable-
cido construía su propia caracterización de cómo son (o deben ser)
combinadas las competencias en un candidato doctoral ideal o típi-
co. Al pensar más sobre este fenómeno, necesitamos preguntarnos
Los conceptos y la codificación / 59

y preguntarles a los datos, qué clase de habilidades o competencias


se reconocen y describen. Nuestro primer informante nos ha habla-
do de las habilidades de teorizar, organizar y estructurar argumen-
tos coherentes, hacer empatía con la gente estudiada, hacer una
contribución original a la disciplina, hacer trabajo de campo e inte-
grarlo con la teoría. Además, advertimos que estas habilidades se
suelen caracterizar como cualidades indeterminadas más bien que
expresarlas de manera explícita. Al mirar otras entrevistas, vimos
que hay otras categorías y códigos importantes para el mismo pro-
blema general, que son expresados de diferentes maneras, por ejem-
plo, la capacidad de convertir la vida y conversaciones de la gente en
un texto académico, hacer academia, ser original, ser crítico, au-
mentar el conocimiento humano, darle un nuevo toque a lo que se ha
escrito antes, y contribuir a los debates que se dan. Los antropólogos
exitosos también deben tener un enfoque específico y mostrar que
son abiertos, humildes y que tienen capacidad de reflexionar sobre sí
mismos. La codificación abierta de una serie de entrevistas, por tan-
to, nos daría una amplia gama de dimensiones de lo que es habili-
dad o competencia o cualidad (el fenómeno general es en verdad
muy general).
También podemos avanzar y pensar en rasgos adicionales. Por
ejemplo, bajo la codificación axial", Strauss recomienda pensar en
11

características tales como las consecuencias. Siguiendo esta línea de


razonamiento, podemos ir más allá de los datos que tenemos inme-
diatamente a mano y formularnos las siguientes preguntas adicio-
nales: ¿Y qué pasa si...?" Por ejemplo, podemos preguntar: ¿Qué
11 11

pasa si no hay trabajo de campo?" Esta pregunta puede determi-


nar una nueva inspección de los datos, una nueva recolección de
datos a medida que se desarrolla la investigación o ambas cosas. La
inspección de nuestros datos antropológicos indica que puede ha-
ber diferentes respuestas a tal pregunta, dependiendo de los ante-
cedentes o causadas por la ausencia del trabajo de campo (otras de
las características de Strauss de la codificación axial). Por ejemplo,
puede no haber trabajo de campo porque el estudiante de pos grado
ha decidido hacer una investigación de biblioteca (término usado por
nuestros informantes). La exploración adicional de las consecuen-
60 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

cias y antecedentes muestra que no se suele fomentar la investiga-


ción meramente de biblioteca, y la ausencia de trabajo de campo,
aunque intencional, puede ser estigmatizante. Por otra parte, el tra-
bajo de campo puede ser incompleto debido a condiciones que es-
tén fuera del control del estudiante (por ejemplo, un problema de
guerra civil). Esto no es estigmatizante, aunque puede resultar con-
vertido en una carencia importante y es una desgracia. Tales obser-
vaciones nos vuelven a ayudar a abrir las preguntas sobre la
significancia del trabajo de campo en la construcción de una carre-
ra profesional y una identidad académica.
En la misma medida podemos preguntarnos cuáles son las con-
secuencias de redactar y organizar las tesis. Cuáles son las conse-
cuencias de no tener la capacidad de integrar la teoría y el trabajo
de campo, o de no hacer una contribución" al área de especializa-
11

ción. Tal reflexión quizás nos llevaría a otros aspectos de los datos.
Podríamos buscar los recuentos de los supervisores académicos de
cómo se evalúan las tesis de doctorado y qué aspecto de su organi-
zación y estilo se premian o penalizan. También necesitamos explo-
rar el relato de los estudiantes de su proceso de escritura, buscando
por ejemplo sus estrategias de redacción, su experiencia del blo-
queo del escritor y sus estrategias para escribir. Necesitamos explo-
rar nuestros datos (o, idealmente, recopilar datos adicionales) sobre
cómo reconocen y recompensan nuestros antropólogos una con- 11

tribución" a la disciplina o un debate particular dentro de ella. En


términos procedimental es esto significa una referencia recíproca a
la codificación" abierta" identificada en otra parte de los datos. En
términos intelectuales, implica usar los diferentes elementos de los
datos para buscar líneas de interrogación y especulación - movién-
donos entre los datos y las codificaciones para explorar y expandir
los temas analíticos clave.
También podríamos seguir otras de las estrategias analíticas de
Strauss para la codificación - pensar en las condiciones y antece-
dentes, quizás -. Nos podemos preguntar a nosotros mismos, por
ejemplo, sobre los antecedentes del trabajo de campo. Este enfoque
probablemente nos llevaría a pensar en los datos relacionados con
las precondiciones necesarias (organizacionales, personales y aca-
Los conceptos y la codificación / 61

dé micas) para embarcarse en el trabajo de campo, y buscar datos al


respecto. Podríamos entonces encontrarnos preguntando - e inte-
rrogando los datos- sobre cuándo es posible el trabajo de campo y
a quién le toca decidir sobre él (dónde, bajo qué circunstancia, con
qué preparación intelectual). También comenzaríamos a explorar
algunos de los antecedentes y las condiciones más prosaicos, las
tareas prácticas y las relaciones que entran en la práctica del traba-
jo de campo. Podríamos así comenzar a generar ideas y temas que
nos llevaran a pensar con seriedad y de manera sistemática sobre
las dimensiones prácticas y académicas del trabajo de campo
antropológico. Se esperaría estar generando temas que facilitaran
el pensamiento y exploración comparativos, como por ejemplo, con-
trastar con otras personas que viajan a lugares exóticos, tales como
corresponsales de guerra, escritores de viajes, trabajadores del trans-
porte ü1ternacional u otras personas que viven durante un tiempo
largo lejos de sus casas y de las comodidades materiales.

Conclusión

En este capítulo hemos explorado algunas de las razones lógicas


para codificar los datos cualitativos e introdujimos algunos de los
diferentes enfoques que se encuentran en la literatura y en la prác-
tica metodológica. Estos planteamientos no tienen el propósito de
convertirse en un recetario amplio sobre cómo efectuar la codifica-
ción pues hemos preferido analizar las estrategias contrastantes y
complementarias más bien que recomendar prescríptivamente una
sola ortodoxia. También hemos querido sugerir de vez en cuando
que la "codificación", como sea que se la conceptualice y realice, no
es la palabra final del análisis de los datos cualitativos.
La segmentación de los datos de campo y la recuperación de los
segmentos de datos marcados son recursos valiosos en el manejo de
los datos cualitativos. Éste es un método establecido, que en años
recientes se ha visto reforzado por las estrategias de desarrollo de la
microcomputación (Weaver y Atkinson, 1994), muchas de las cua-
les esencialmente recapitulan la misma lógica del manejo de datos.
Ellas sustituyen, con la búsqueda rápida y amplia que permiten los
62 / Encontrar el sentido a los datos cualitativos

programas de computador, la falta de certeza y el proceso lento de


búsqueda y de archivo manuales. Pero, en sí mismos, estos procedi-
mientos de ninguna manera agotan las posibilidades de los datos y,
por ende, las posibilidades de su exploración. En particular, debe
ser evidente que la fragmentación de los datos, dependiente de los
métodos de codificación y recuperación, o lo que Tesch (1990) lla-
mó descontextualización de los datos, hace poco para preservar las
características formales de ellos.
Los informantes de nuestra entrevista nos pueden contar relatos
y largos y complicados recuerdos y reminiscencias. Cuando los par-
timos en segmentos codificados independientes, corremos el peli-
gro de perder el sentido de que son relatos. Perdemos la visión, si no
tenemos cuidado, del hecho de que a menudo vienen en forma de
historias -como narrativas- o que tienen otras propiedades for-
males en términos de la estructura de su discurso. La segmentación
y codificación pueden ser importantes, y hasta parte indispensable
del proceso de investigación, pero no son todo el cuento. En conse-
cuencia, abordaremos la consideración del análisis narrativo en el
capítulo que sigue. Veremos cómo uno puede mirar el mismo tipo
de datos desde una perspectiva fresca, prestando la debida aten-
ción a sus propiedades más formales y siendo sensible a la cualidad
narrativa de muchos datos cualitativos.

Sugerencias de lecturas adicionales

Dey, 1. (1993) Qualitative data analysis: a user friendly guide for social scielltists. Londres:
Routledge and Kegan Paul.
Una descripción especialmente detallada de los procesos de categorización y
codificación de datos cualitativos, ilustrada con extractos de datos de guiones
de Woody Allen y Victoria Wood, dirigida a un manejo de los datos codificados
por computador. Dey es quien ha desarrollado el programa de software
llamado Hyperresearch.
Miles, M.B. y Huberman, A.M. (1994), Qllalitative data analysis: all expanded sOllrcebook
(Segunda edición). Thousand Oaks, CA: Sage.
Un enfoque excepcionalmente sistemático y formal a la clasificación y
representación de los datos cualitativos. Una fuente de una riqueza única para
analizar ideas, con gran énfasis en lo visual.
Los conceptos y la codificación / 63

Strauss, A.L. (1987). Qllalitative analysis for social scientists. Cambridge, Reino Unido,
Cambridge University Press.
Un recuento especialmente detallado del método de Strauss del análisis de datos.
Ilustrado por doquier con extractos de los seminarios de pos grado de Strauss, lo
que le da una visión particularmente privilegiada a su método preferido.
Strauss, A.L. y Corbin, J. (1990). Basics of qualitative researc/z: grollllded tlzeroy,
procedllres, mzd tec/lIliqlles. Newbury Park, CA: Sage.
Una introducción accesible a los procedimientos de codificación, siguiendo los
métodos de Strauss de la teoría fundamentada. Va más allá de la codificación
misma para analizar el desarrollo de ideas y marcos teóricos.
Tesch, R. (1990). Qllalitative researc/z: mzalysis types and software tools. Londres: Falmer.
Combina un análisis general de las estrategias analíticas con una revisión de
los paquetes de programas de computador para el manejo y análisis de los
datos cualitativos.

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