05 md1859
05 md1859
05 md1859
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Viene a cuento recordar la anécdota atribuida al inefable Peius que, en el intento de vender una pistola y
ante el argumento del anticuario, de que sin su pareja no tenía mucho interés, respondió “Esta no tenía
pareja, ¡era la del abanderado!”.
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Los 20.000 fusiles contratados en Bélgica, al igual que los 30.000 que lo fueron en
Inglaterra, diferían del modelo fabricado en España, con todas sus piezas de hierro, por
tener de latón la cantonera, el arco guardamonte, los ovalillos de los tornillos pasadores
de la llave y, ocasionalmente, el casquillo de la puerta de la caja. La pistola fabricada en
Bélgica es exactamente igual a la fabricada en España, con todas sus piezas de hierro3.
Esta pistola es un arma de las denominadas “de culatín”, en referencia a que la
rabera se ha forjado conjuntamente con la porción del cañón que ocupa la bombeta,
según se puede observar en la fotografía con la marca “F.T”, en que se aprecia su unión
con el cañón propiamente dicho. Los fusiles Md. 1859 no eran armas “de culatín”.
2
Pieza nº 4284 en el Catálogo General del Museo de Artillería, Tomo III, Madrid 1914
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No se me escapa la posibilidad de que tan sólo los cañones fueran contratados en Bélgica, como ocurrió
con los cierres del fusil García Sáez, pero en ellos, la llave construida en Oviedo, contaba con la marca de
esta fábrica.
3
Las pistolas Md. 1859, tanto las construidas en España como en Bélgica, utilizan una
llave Md. 1857 de dimensiones reducidas. Puede decirse que lo único que la pistola Md.
1859 mantiene del anterior modelo de 1852, es el portavís con el gancho; sería por la
necesidad de éste último que no se sustituyó el portavís por ovalillos. El arma es “á la
inglesa”: el cañón se reafirma en la caña mediante pasador, en lugar de hacerlo por
abrazadera. La baqueta se articula al cañón mediante doble cadenilla, como en la
tercerola Md. 1857 y, en la empuñadura, una anilla para correa fiador, rememora
aquella con que contaba la pistola modelo 1815 de caballería, desaparecida en los
modelos posteriores.
Restará por decir que su plazo de duración reglamentaria se dispuso fuera de 25 años,
así como que, de utilizarse en ellas iguales balas expansivas que en las armas largas del
mismo tipo, con peso de 31,5 gramos, todo e indicarse que la carga de pólvora debía
reducirse a 0,0025 kilogramos4, su efecto no podría compararse al del cartucho de
espiga de 12 mm. con bala y carga de pólvora que pesaban, respectivamente, 0,0115 y
0,0005 kilogramos.
Juan L. Calvó
Febrero 2008
Bibliografía:
“Catálogo General del Museo de Artillería”, tomo III, Madrid 1914
“Armamentos de Munición en las FF.AA. Españolas, Producción de Antecarga 1700 –
1873”, Juan L. Calvó, Barcelona 2004
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En carabina y fusil 0,0045 kilogramos y en tercerola y mosquetón 0,0035.