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INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS

Este documento es un resumen del Punto 1 del Apunte de Cátedra 4, de la Parte I “Psicologías de lo Inconsciente.
Orígenes y conceptos básicos”, en Lo inconsciente y de las tutorías online.

APUNTE DE CÁTEDRA U4 Y TUTORÍAS


HISTORIA Y GÉNESIS DEL PSICOANÁLISIS
El surgimiento del Psicoanálisis está relacionado con dos temas que le interesaban a la Medicina de fines del siglo
XIX: la hipnosis y la histeria.
LA HISTERIA Y LA HIPNOSIS EN LOS ORÍGENES DEL PSICOANÁLISIS
Los grandes nombres de la Medicina, de la Psiquiatría de entonces (Breuer, Charcot, Bernheim, Janet) utilizaban
la hipnosis y tenían teorías para explicar lo que aparecía como la enfermedad de la época: la histeria.
La idea de histeria como enfermedad es pensada desde el comienzo como una enfermedad femenina. Lo
característico de la histeria de conversión es la de afectar al cuerpo sin que haya daño orgánico alguno. Se trata
de otro tipo de daño, de otro trauma. La ausencia de lesión orgánica llevaba a los médicos de ese momento a
creer que se trataba de sugestión, autosugestión o simulación.
La hipnosis: a una persona en estado de trance hipnótico se le da la orden de que al despertar hará algo
determinado, y que a la vez olvidará esta orden. Si esta persona efectivamente realiza luego el comportamiento
que se le indicó y, preguntado acerca de sus motivos, nos da explicaciones que, aunque coherentes, no recuerdan
la orden recibida, cabe entender que dicha orden, si bien no está en su conciencia, sí lo está en algún lugar de su
psiquismo y desde allí opera con eficacia.
CARACTERÍSTICAS QUE PERMITÍAN RELACIONAR LOS FENÓMENOS DE LA HISTERIA Y DE HIPNOSIS EN
LAS INVESTIGACIONES MÉDICAS DE FINES DEL SIGLO XIX.
 En todas las experiencias en las que se utilizaba la hipnosis como método, así como en las pacientes
histéricas de entonces, podía notarse una característica similar: la existencia de una disociación psíquica.
Dos estados psíquicos que no sabían nada uno del otro, que coexistían. Por ej.: cuando un paciente,
hipnotizado, recibe una orden, y luego la cumple sin recordar esa orden.
 En la relación con el hipnotizador, el paciente podría producir y suprimir síntomas si el médico se lo
ordenaba. Una parálisis sugerida bajo hipnosis presentaba las mismas características que en una paciente
con parálisis histérica. Y de la orden, nada podía decir el paciente.
 Se relacionaba a la histeria con la sexualidad porque consideraban que los problemas de la histérica eran
cuestiones de alcoba, problemas matrimoniales que escapaban del interés científico.
 El reconocimiento de la existencia de ideas latentes o inconscientes era generalizado y el hecho de que no
fueran conscientes se relacionaba con la debilidad de la idea, con la incapacidad para hacerse consciente.
RUPTURA DEL PSICOANÁLISIS CON LA PSICOLOGÍA DE LA ÉPOCA Y LA MEDICINA
-Ruptura con la Psicología
La Psicología de la época de aparición del Psicoanálisis era la Psicología Experimental de mano de Wundt (1879),
ya que el Psicoanálisis aparece por el 1900.
A Freud no le interesaba posicionar a la Psicología como una disciplina científica como a Wundt, sus intereses
eran otros. La ruptura se da principalmente con el objeto de estudio. Freud plantea que el interés de la Psicología
debía ser estudiar el inconsciente, no la conciencia, como proponía Wundt.
Además de esto, plantea una teoría diferente sobre el sujeto humano como tal. No habla de un sujeto humano
racional que sabe lo que le pasa y que puede actuar en consecuencia de lo que quiere, sino justamente de un
sujeto que está dominado por el inconsciente en su aparato psíquico.
-Ruptura con la Medicina
Se puede agregar también que el Psicoanálisis propone una ruptura con la Medicina de la época, cuyo interés era
la histeria y su método era la hipnosis.
La Medicina daba el origen de los padecimientos como orgánico, somático. Es en este punto donde se produce la
ruptura. Para el Psicoanálisis, el origen de los síntomas puede ser de otro orden y tiene que ver con un
conocimiento que tiene el paciente pero que no conoce completamente, ya que este se halla en el inconsciente.
Freud se pregunta el origen de los síntomas, qué los causa. Las “histéricas de Freud” planteaban que tenían
parálisis corporales pero ese malestar no correspondía a cómo es la estructura corporal orgánica de una persona,
por lo cual, lo específicamente orgánico no podía dar cuenta de su origen.
En síntesis, lo que Freud plantea es que el origen o causa de la histeria no sería físico, sino psíquico. De aquí que
la histeria sea fundamental para su surgimiento: debido a la nueva concepción del origen de esta enfermedad que
Freud planteaba, se convirtió en la puerta de entrada del Psicoanálisis.
EL CASO DE ANA O.
Freud y Breuer elaboraron en forma conjunta el texto “Estudios sobre la histeria”, en el que presentan casos
clínicos que responden a este diagnóstico. Uno de los casos allí descriptos es el de una mujer joven que fue
atendida por el doctor Breuer entre los años 1880 y 1882 y que pasa a la historia como el “Caso Ana O.”.
EL MÉTODO CATÁRTICO
El método catártico consistía en la descarga, limpieza o purificación de las penurias que los recuerdos evocaban.
Se entiende que lo que podía liberar al doliente de sus síntomas no es el mero recuerdo de ellos, sino que ese
recuerdo pueda darse con el dolor o el terror con que el hecho recordado se habría producido. Mediante la llegada
al inconsciente, que consistiría en purgar lo reprimido a la conciencia del sujeto, se daría la liberación o cura.
EL MÉTODO PSICOANALÍTICO
El método de “hipnosis catártica” fue creado por Breuer, y utilizado por Freud, pero su uso nunca le resultó sencillo
ni agradable: él cuestionaba su utilización desde el punto de vista ético porque consideraba que dejaba al paciente
en un estado de indefensión extremo. Por ello, reemplaza el uso de la hipnosis por una metodología que llamará la
técnica del apremio.
Con esta técnica, el paciente no era hipnotizado, Freud lo invitaba a recostarse en un diván y le ponía la mano en
la frente aclarándole que a partir de ese momento podría recordar la escena olvidada.
De la técnica del apremio pasaría a la creación del método psicoanalítico que corresponde a la etapa del
Psicoanálisis propiamente dicho.

PARTE I: PSICOLOGÍAS DE LO INCONSCIENTE. ORÍGENES Y CONCEPTOS BÁSICOS. (Lo


inconsciente, Töpf.)
EL STATUS DE LO INCONSCIENTE
Los aspectos inconscientes del psiquismo no son temas que solo en este último siglo comenzaron a cobrar interés
para el pensamiento humano. Desde siempre, las explicaciones fueron de naturaleza diversa, ya teológicas, ya
naturalistas, pero siempre han considerado al ser humano como una totalidad viviente, lo que significa también
indisolublemente vinculado a su entorno y a los otros. Del mismo modo, ese misterio que es su actividad anímica –
o psíquica, diríamos ahora–, la posibilidad de percibir, de soñar, de pensar, de hablar, también fueron pensadas
como totalidades, cuyo origen y naturaleza había que descifrar. En las culturas antiguas, los fenómenos que hoy
clasificamos como conscientes e inconscientes merecieron tratamientos idénticos.
EL RACIONALISMO (resumen sacado del Altillo)
Paulatinamente en occidente fue creciendo la valoración por la razón como forma más acabada del conocer. El
renacimiento afianzó más aún esta tendencia de la cultura occidental, de la que es heredero el positivismo lógico
de principios del siglo XX. La Psicología, ciencia relativamente reciente, se consolida como tal precisamente en el
marco de estos principios racionalistas. Supone que en lo psíquico humano lo esencial es la capacidad de
comprensión intelectual de los hechos y la capacidad de gobernar las propias acciones. Es decir, la conciencia y la
voluntad. El hombre, que alguna vez se había definido como el rey de la creación, pasó a pensarse como la
cúspide racional de la evolución. El desarrollo de las ciencias permitió conocer acerca del universo, de los seres y
de las cosas. El enorme desarrollo tecnológico, la industrialización resultante llevó a una mayor concentración
poblacional, y a una muy importante concentración económica. Se supuso la época del mayor desarrollo humano
pero también fue la de su mayor ignominia. El creciente aumento de las penurias personales y de los problemas
sociales fue haciendo evidente la incapacidad de la psicología académica para hallarles solución, lo que impulsó la
búsqueda de otras explicaciones posibles. Por ejemplo, el papel que pudiera jugar el psiquismo inconsciente en la
determinación de la conducta humana, idea en fuerte oposición a la psicología hegemónica de ese entonces. Así
es la transición del siglo XIX al XX.
PRESENCIA DE LO INCONSCIENTE
Sigmund Freud, el fundador del cuerpo teórico más vasto en el campo de las psicologías de lo inconsciente, fue
quien con mayor claridad pedagógica escribió acerca de la presencia continuada de este modo de la actividad
psíquica en todo comportamiento cotidiano. Tomó para ello el análisis del sentido de los sueños, los actos fallidos,
los chistes o dichos con doble intención, y mostró cómo allí en el hablar y en el vivir cotidianos podía verse la
existencia de los dos niveles de la actividad psíquica, e incluso la fuerte prevalencia que lo inconsciente tiene en
las conductas que analiza.
Conviene aclarar que la mayor parte de la actividad psíquica humana es inconsciente, como lo es la actividad
psíquica de otras especies. Además de esta actividad inconsciente, el hombre adquiere capacidad de reflexión, de
objetivarse, es decir, de tener conciencia de sí. Esta actividad consciente aparece tardíamente en el desarrollo de
la especie y del individuo, y abarca una pequeña parte de nuestra actividad psíquica cotidiana.
MODOS DE ENTENDER LO INCONSCIENTE
El vocablo “inconsciente” se usa con dos sentidos. En primera instancia, inconsciente y consciente equivalen a
decir desconocido y conocido. Este modo de usar los vocablos hace referencia a lo que podría llamarse cualidad
de la representación psíquica.
En las psicologías cuyo objeto es particularmente el problema de lo inconsciente, además de este modo cualitativo
se postula la existencia de un inconsciente sustantivo, es decir, un espacio psíquico inconsciente construido a
partir de sucesivos procesos de represión de experiencias que fueron fugazmente conscientes, produjeron dolor y
fueron reconvertidas en inconscientes. Es lo que se suele llamar el inconsciente reprimido o construido, concepto
fundamental en las teorías psicoanalíticas freudianas.
DOS HIPÓTESIS BÁSICAS DEL PSICOANÁLISIS
El Psicoanálisis tuvo un desarrollo importantísimo a lo largo del siglo XX. En el Psicoanálisis freudiano hallamos
hipótesis fuertes e hipótesis secundarias. La existencia simultánea de actividad psíquica consciente e
inconsciente, así como la noción de la existencia de un espacio psíquico inconsciente producto de la represión,
forma parte de la hipótesis central de la teoría, unánimemente aceptada por diversas corrientes psicoanalíticas. La
hipótesis acerca de la sexualidad como elemento motor de la actividad psíquica constituye su hipótesis
secundaria.
LO INCONSCIENTE
En un inicio, lo inconsciente como cualidad de la actividad psíquica fue largamente conocido e implementado. En
tiempos recientes, lo inconsciente, presente en cada momento de nuestra existencia, fue ocultándose al intelecto
de quienes quisieron entender los fenómenos psíquicos. De todos modos, se hallaba presente de modo
evidentemente llamativo en algunas experiencias cotidianas. Por ej.: en la cultura europea del siglo XIX fueron
frecuentes los espectáculos de hipnosis colectiva.
Luego, dado el énfasis en la primacía de los aspectos conscientes del psiquismo, a este espacio subyacente se lo
denominó subconsciente, o sea aquello que está por debajo de la conciencia, y así se lo conoció largamente.
LOS “ESTILOS HISTÉRICOS”
En la sociedad europea del siglo XIX el modo de expresión patológica más frecuente fue la histeria, patología de la
exaltación, de la disociación, del habitar espacios psíquicos separados. Sobre estas bases se va instalando la
paulatina convicción acerca de la existencia de fenómenos psíquicos inconscientes y su probable relación en el
origen, la etiología, de las afecciones psíquicas. Pero cupo a Freud y a sus co-pensadores el mérito de haber
sabido sintetizar el pensamiento psicológico de la época y avanzar hacia la construcción de un cuerpo teórico
específicamente volcado a desentrañar el papel de lo inconsciente en la construcción del sujeto humano, así como
comprender sus complejas motivaciones. La noción freudiana de inconsciente es la de suponer no solo una
cualidad de la actividad psíquica, sino que en gran medida lo inconsciente está constituido por representaciones
que fueron fugazmente conscientes, y que, al ser desestructuradoras del equilibrio psíquico, siempre lábil,
necesitaron ocultarse a la conciencia por medio del mecanismo de la represión.
LA SEXUALIDAD
Si las mujeres se alejan de las tareas domésticas de sus casas, y eventualmente del trabajo para otros en sus
casas, e ingresan en las fábricas, los estilos de convivencia y los sistemas de valores se modifican intensamente.
Se establece una nueva relación entre lo público y lo privado y entre lo femenino y lo masculino. Esta creciente
homologación entre personas de uno u otro sexo conlleva preguntarse acerca de cuestiones pudorosas, como si el
derecho a una sexualidad gozosa es solo privativo de los hombres, por lo general por fuera de su convivencia
matrimonial, o es tema que concierne a ambos cónyuges.
SEXUALIDAD Y PATOLOGÍA PSÍQUICA
No es de extrañar que en la mente de quienes se preocuparon por la génesis del sufrimiento psíquico, cuyas
causas eran motivo de todo tipo de conjeturas, hubiese habido una fuerte tendencia a concederle a las
experiencias sexuales un papel central en la producción de estos trastornos psicológicos.
Sigmund Freud escribió un trabajo acerca de la histeria masculina, que por supuesto desencadenó escándalo y
rechazo en su entorno. Freud, hombre de costumbres personales y de posiciones ideológicas convencionales,
llevó su lealtad a lo que consideraba cierto como para soportar una crítica despiadada a sus ideas, que muchos
tildaron de sexualmente perversas.
Sobre la base de estas convicciones, cuando buscó la explicación del origen de las patologías mentales en algún
acontecimiento traumático de la infancia, supuso en un principio que ese acontecimiento necesariamente habría
sido de naturaleza sexual. Luego, abandonada esta suposición, y modificado el concepto de sexualidad ya no
como actividad solo genital, sino como fuerza que sostiene el vivir, quedó inscripta en la teoría esta impronta de la
cultura en que tuvo su origen.
HACIA UN MODELO DE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA
Sobre la base de experiencias hipnóticas se afianzó la idea de la existencia de representaciones inconscientes en
el psiquismo, producto de prohibiciones expresamente vertidas como en la hipnosis, o de mecanismos de
represión, como forma de retirar de la conciencia experiencias dolorosas, pero que siguen siendo eficaces, o sea
actuantes en el comportamiento cotidiano. Al afirmar que las representaciones inconscientes son eficaces,
queremos decir que actúan sin que sepamos de ellas, y a despecho de nuestras propias opiniones conscientes. La
teoría dice que solo cuando puede disiparse el significado oculto, reprimido, es que esa conducta se vuelve
innecesaria.
Freud fue construyendo su teoría psicológica acerca del comportamiento general de las personas sobre la base de
su actividad clínica con personas con afecciones psicopatológicas, de modo que su preocupación por el tema de lo
inconsciente reprimido se originó primero en el propósito terapéutico de liberar a sus pacientes de dolencias cuyo
origen parecía no tener explicación.
Se ha visto ya que la idea de la sexualidad estaba muy presente en la cultura y en los escritos científicos de la
época. Es natural entonces que se haya supuesto como etiología, como causa, del sufrimiento neurótico, algún
tipo de experiencia traumática de naturaleza sexual en la infancia.
La tradición psicológica racionalista le dio la convicción de que si estos acontecimientos pudiesen sortear la
represión y pasar al dominio de la conciencia y ser aceptados por ella, este sería el modo como la persona podría
liberarse de sus síntomas.
De manera que los primeros tratamientos se centraron en procurar suficiente distensión y confianza como para
que el doliente pudiera internarse en la recordación de aquellos sucesos traumáticos iniciales. Esa recordación
solía darse con una frecuencia y una eficacia que le hicieron pensar a Freud que su hipótesis debía adolecer de
algún error.
Es así como reflexiona sobre la verdadera importancia que puede tener el recordar como una actividad ideativa, y
entiende que lo que podría liberar al doliente de sus síntomas no es la mera recordación, sino que ese recuerdo
pueda darse con el dolor o el terror con que el hecho recordado se habría producido. Y efectivamente, las
personas en tratamiento padecieron intensamente en sus sesiones las penurias que sus recuerdos evocaban.
Llamó a esto abreacción, o sea reacción exaltada, y al proceso de descarga emocional, catarsis, o sea descarga,
limpieza, purificación. Freud incluye la noción de que el mero recordar ideativo carece de eficacia, o sea la
importante de la participación emocional para el proceso de curación.
De todas maneras, los escasos logros lo llevan nuevamente a preguntarse acerca de la certeza de su suposición,
y formula una idea pionera: la de que quizá los hechos recordados no sean en sí los hechos traumáticos
responsables de la dolencia, sino recuerdos que están al servicio de encubrirlos, para evitar su emergencia
dolorosa. Los llamó recuerdos encubridores, los que habría que sortear para poder llegar a la verdadera
situación traumática.
Tiempo después, Freud, conjetura la posibilidad de suponer una situación traumática no accidental y singular, sino
común a toda especie: el trauma del nacimiento. Con esta suposición, se aventura en resignar la hipótesis de
situaciones traumáticas sexuales como origen de las patologías nerviosas.
Comienza a perfilarse la idea de que así como todo en la naturaleza se nutre de la contradicción, también la
conducta humana, tanto la patológica como la normal, ha de ser producto del conflicto entre sistemas psíquicos
contrapuestos. En este caso el sistema de la Conciencia, regido por el Principio de Realidad, y el sistema de lo
Inconsciente, regido por el Principio de Placer. Este conflicto estructural, en algunas personas y en algunas
circunstancias puede ser entonces el causante de enfermar.
Esta lucha se da al interior de la persona, y para indicar que en este nivel análisis psicológico está hablando de la
persona como totalidad, recurre a la geometría topológica para diseñar un posible modelo de funcionamiento de lo
que se puede llamar Aparato Psíquico.
Esta doble y contradictoria legalidad mencionada es registrada por el sujeto humano como conflicto. El psiquismo
se halla en equilibrio lábil, inestable, capaz de continua modificación.
-Principio de Realidad: es el aprendizaje y la sujeción a las nociones de Espacio y de Tiempo, y luego a la noción
del Otro como un alguien diferenciado.
-Principio de Placer: conviene recordar que en todo lo viviente existe una relación, constante e inestable, entre su
medio interno y el medio externo en que se encuentra. Apenas registrada la necesidad, la tensión que ello origina
busca su distensión lo antes posible. En las estructuras más evolucionadas, puede tolerarse un tiempo de espera,
y ello da lugar a respuestas más complejas y más adecuadas. En el nivel psíquico, lo inconsciente también busca
una inmediata satisfacción ante cualquier necesidad. En las fantasías, las ensoñaciones o los sueños no es
necesario esperar a que llegue el Tiempo y el Espacio adecuados para cada comportamiento. La fantasía de su
realización se da de manera inmediata.
El sistema de lo inconsciente es anterior, por lo que se rige según los primeros estilos psíquicos. Por ser primeros,
a estos modos de actividad psíquica se los llama Procesos Primarios. El sistema de la conciencia es posterior,
cuando ya lo experiencial nos enseña acerca de las propiedades de las cosas: que ocupan un espacio y se dan en
un tiempo, y con el mero deseo no basta para modificarlas. Como estos modos de actividad psíquica son
posteriores al desarrollo se los llama Procesos Secundarios.
Vale decir que a las psicologías que explican el comportamiento por búsqueda de Placer se las llama Psicologías
Hedónicas. Las psicologías que explican el comportamiento por búsqueda de metas, se las llama Psicologías
Hórmicas. El Psicoanálisis participa de ambos modelos.
LA NOCIÓN DE APARATO PSÍQUICO
Por aparato psíquico podemos imaginar un aparato que sirva para pensar pensamientos, sentir sentimientos,
decidir decisiones y que funciona en dos registros simultáneos que necesita regular, el de lo consciente y el de lo
inconsciente, y cuya energía se acuerda en llamar libido.
Este es un aparato virtual porque la función sobrepasa la actividad de los órganos comprometidos en ella. Es la
totalidad de la persona la que produce la función, incluso, participan de ella acontecimientos que están más allá de
los límites corporales de la persona.
Está claro entonces que no se trata de negar la necesaria relación entre los órganos del sistema nervioso y la
actividad psíquica, sino de referirnos a un nivel de acontecimientos que los sobrepasa. Este es el nivel de análisis
de lo psicológico que tiene su legalidad propia. El funcionamiento del psiquismo es consecuencia del conflicto
entre sistemas opuestos, y la libido es su fuerza generadora.
EL PENSAMIENTO DIALÉCTICO
El modelo del aparato psíquico que Freud describe en un principio, también denominado Primera Tópica, presenta
un esquema en el que aparecen dos sistemas contrapuestos: el de la Conciencia y el de lo Inconsciente. Pero
inmediatamente nos aclara que en el sistema de la conciencia es necesario distinguir dos subsistemas: el de la
conciencia propiamente dicha, o conciencia inmediata, y el del Preconsciente, o sea aquello que siendo de
cualidad inconsciente en el momento presente es sin embargo el reservorio de información capaz de pasar
fácilmente a la conciencia, evocados como recuerdos o enunciados como propósitos. Agrega que la dinámica del
comportamiento humano se da en el equilibrio de estos dos sistemas.
Freud adhiere al concepto de interjuego dialéctico, y entiende los procesos psíquicos como producto del interjuego
de fuerzas contrarias, en este caso los sistemas consciente e inconsciente.
EL CONFLICTO EDÍPICO
Una visión evolutiva del desarrollo humano permite suponer un primer momento en que el recién nacido carece de
recursos psíquicos para poder diferenciar qué es él y qué es no-él. En ese incipiente momento del desarrollo no se
hallan discriminadas las sensaciones propioperceptivas, de las que se originan en el espacio externo.
Psíquicamente podría entenderse este período como el de fusión e indiscriminación con el mundo, como propone
José Bleger. Se puede adoptar el criterio de llamar al mundo, en este momento del desarrollo, “madre”, por ser
con ella o su sustituto, con quien el bebé tiene mayor interacción, y por el sentido genéricamente nutricio de esta
relación.
Paulatinamente, con el desarrollo continuado de la capacidad mental, el bebé comienza a discriminar aquello que
es él de aquello que es la madre, en el sentido que se acaba de dar. Esta creciente capacidad de individuación es
lo que permite el establecimiento de una primera relación de objeto, o sea una intensa relación de dos, bebé-
mundo, o si se quiere, hijo-madre. La relación es diádica, de a dos, porque la capacidad mental del bebé por ese
entonces le permite vincularse con solo otro.
Progresando en su desarrollo mental, el niño se encuentra más adelante ya en condiciones de albergar mayor
cantidad de representaciones respecto de quienes lo rodean y mayor complejidad de relaciones entre ellas. De
modo que su campo psíquico está en condiciones de incorporar a “lo tercero”, o, si se quiere, “lo padre” del
entorno.
Es entonces el desarrollo del niño el que permite la incorporación del tercero-padre, y no el padre el que irrumpe
prohibitivamente en la relación anterior del niño con su madre.
Es decir que el camino del desarrollo de una persona y de su constitución como sujeto diferenciado pasa
inexorablemente por un primer momento de un uno indiferenciado, un segundo momento de relación primaria de
dos y un tercer momento de relación ya secundarizada de tres.
EJERCICIOS DE PARCIALES ANTERIORES
El método “Hipnosis Catártica” que Freud utilizó, fue creado por Breuer.
a- Explique los motivos que llevaron a Freud a abandonarlo.
Freud abandona la hipnosis porque era resistido por los pacientes y existía una resistencia en los pacientes
hipnotizados que no se podía atravesar.
(Agregado en relación a los contenidos actuales): Además, lo consideraba moralmente no ético ya que el
paciente se encontraba en una posición de indefensión extrema.
b- En qué consistía y cómo se llamaba el método que utilizó en segundo lugar.
En segundo lugar utilizó la técnica del apremio: consistía en que el médico apoyaba su mano sobre la frente del
paciente, procedimiento que le permitiría recordar lo olvidado.
El método “Hipnosis Catártica” que Freud utilizó fue creado por Breuer.
a-Describa en qué consistía dicho método.
El método llamado “hipnosis catártica” fue creado por Breuer y consistía en hipnotizar al paciente. Estando bajo
hipnosis el médico pronunciaba palabras que la paciente había dicho y que tenían como efecto el recuerdo de lo
olvidado junto a la expresión emocional “catarsis” lo cual traía aparejado la eliminación de síntomas.
b-Defina el método psicoanalítico y explique en qué consiste.
El método psicoanalítico es la asociación libre y la interpretación, determinado por la regla fundamental del
Psicoanálisis. El paciente es invitado a decir todo lo que atraviesa su pensamiento aunque considere que son
ideas sin sentido o insignificantes. A partir de lo cual el psicoanalista interpretará.

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