As Nuevas Teorias Del Comercio Internacional
As Nuevas Teorias Del Comercio Internacional
As Nuevas Teorias Del Comercio Internacional
setenta y, por tanto, ante la irrealidad de algunos de los supuestos de partida de la teoría neoclásica
del comercio internacional, comienzan, en esta época, a elaborarse algunas teorías explicativas del
comercio internacional que partían de la flexibilización de algunos de los supuestos, anteriormente
comentados, de la teoría neoclásica. Dichas teorías se encuadran dentro del grupo denominado
genéricamente “nuevas teorías del comercio internacional” (NTCI).
No obstante, estas teorías no son más que una continuación de las teorías neoclásicas, pues,
aunque parten de los mismos supuestos, sustituyen el de competencia perfecta por el de
competencia imperfecta. En tal sentido, siguiendo a Guerrero (1995: 87), sobre estas teorías caben
realizar las siguientes afirmaciones:
- No se trata de teorías opuestas sino que son una continuación de las teorías neoclásicas, pues
tratan de complementarse y explicar diferentes aspectos de la realidad del comercio internacional.
- Cuando se realiza un análisis profundo de las mismas, algunos supuestos de partida, en principio
diferentes, tienden a desaparecer, por lo que ambas convergen a un mismo enfoque , es decir, a una
misma filosofía de entender la competencia.
- Ambos grupos de teorías parten de un mismo paradigma y comparten una serie de limitaciones.
En este sentido, puede decirse que la existencia de una única función de producción en cada sector
productivo es el supuesto común -y este sí es un supuesto esencial como veremos- tanto del MHO
como de las NTCI pero un supuesto completamente ausente de las teorías clásicas y de la de Marx
(Guerrero, 1995: 87-88), en la cuales se le da mucha importancia a la productividad del trabajo y,
por tanto al factor trabajo y, como parte esencial de ésta, a su cualificación.
A continuación, sin ánimo a ser exhaustivo, siguiendo a Bajo (1991), vamos a exponer algunas de
las teorías más importantes que se pueden encuadrar dentro del grupo formado por las nuevas
teorías del comercio internacional.
Teorías neotecnológicas
Estas teorías ponen especial énfasis en el importante papel que juegan las diferencias tecnológicas
entre países como fuente de ventaja comparativa en el comercio internacional, pues consideran que
el progreso tecnológico se puede incorporar tanto en forma de proceso como de producto. En este
sentido, la tecnología pasa ahora a jugar un papel dinámico en el comercio internacional, pues los
procesos de generación y transmisión de las mismas son tratados ahora como variables endógenas
del modelo.
Dentro de estas teorías se pueden distinguir dos modelos, el modelo del desfase tecnológico
(Posner, 1961 y Hufbauer, 1966, en Bajo [1991]) y el del ciclo de vida del producto (Vernon, 1966,
1974, 1979 y Hirsch 1967 en Bajo [1991]). No obstante, por motivos de espacio y tiempo, y por no
entrar dentro de los objetivos marcados en el presente trabajo, no entraremos a analizar cada uno
de ellos.
Estas teorías tratan de relacionar la organización industrial de un país con el comercio internacional.
En este sentido, analizan aspectos tales como la estructura de la demanda interna como prerrequisito
para la exportación, la influencia de la estructura de los mercados interiores sobre los flujos del
comercio internacional, el incremento del comercio internacional sobre la eficiencia técnica y las
economías de escala o la interrelación entre el comercio internacional y diferenciación del producto
(Caves, 1980, 1985, Basevi, 1970, Frenkel, 1971, Drèze, 1960, 1961 Jacquemin, 1982, en Bajo, O
[1991]). En definitiva, estos modelos pretenden explicar el comercio internacional de los países en
función de las estructuras internas de sus mercados e industrias.
Economías de escala
Las teorías pertenecientes a este modelo pasan, de suponer rendimientos constantes, tal y como lo
hacen las teorías neoclásicas de competencia perfecta, a suponer economías de escala, supuesto
típico de mercados con competencia imperfecta. No obstante, tal y como expresa Óscar Bajo si bien
no constituyen todavía una alternativa a la teoría ortodoxa sirven al menos para introducir en el
análisis aspectos descuidados por dicha teorías que han contribuido apreciablemente a mejorar
nuestro conocimiento sobre los determinantes de los patrones comerciales (Bajo, 1991: 72).
Estas teorías no pretenden justificar el comercio internacional en función de las diferencias factoriales
entre países, las cuales explican el comercio interindustrial en la teoría neoclásica, sino que, son los
rendimientos crecientes, como recoge Krugman (1992 en Bajo [1991]), los que pueden explicar, en
buena parte, la distribución geográfica de la actividad económica.
No obstante, autores como Guerrero (1995) afirman que estas teorías siguen manteniendo, al igual
que la teoría neoclásica, el supuesto de la misma función de producción para todas las empresas de
un sector. Al mismo tiempo, señalan que las economías de escala no justifican por sí solas el
comercio internacional, siendo necesario recurrir, en última instancia, a la ventaja comparativa. Y,
por último, también se debe resaltar que estas teorías son incapaces de prever cuáles serán las
empresas y países que aprovechen las economías de escala o, al menos, determinar en qué
proporción lo harán.
Estas teorías intentan explicar las razones que impulsan el incremento del comercio intraindustrial
que se ha venido experimentando en las últimas décadas. En este sentido, existen diversos trabajos
que apuntan a la progresiva diferenciación de los productos como uno de los principales factores
desencadenantes de este proceso.
Por tanto, en esta teoría, la empresa, a diferencia de lo que representaba para la teoría ortodoxa
neoclásica, pasa a jugar un papel más destacado en la competitividad del país, pues esta
competitividad, en este caso, no sólo viene determinada por la estructura de costes, sino que factores
como la calidad, el diseño o las distintas prestaciones de los productos pasan a jugar un papel
importante en el comercio internacional, sobre todo para bienes homogéneos, es decir, para el
comercio intraindustrial.
Bajo (1991:89-90), mediante una serie de conclusiones, integra las teorías convencionales con estas
nuevas teorías que incorporan diferenciación de producto y economías de escala en modelos de
competencia imperfecta. Las conclusiones a las que llega son:
Por tanto, terminamos este apartado ratificándonos en los comentarios que hacíamos cuando
comenzábamos el mismo, en el sentido de que este grupo de teorías -nuevas teorías del comercio
internacional- tan sólo representa una continuación de las teorías neoclásicas del comercio
internacional, ya que suponen la introducción de nuevos supuestos que permiten adaptarse a los
cambios que, a partir de los sesenta, comienzan a experimentarse en la economía internacional -
competencia imperfecta, competencia monopolística, diferenciación de productos, economías de
escalas, etc-. No obstante, conviene decir que subsisten todavía numerosas lagunas y puntos
oscuros, en especial por lo que respecta a la inclusión de los factores dinámicos relacionados con el
cambio técnico y sus efectos sobre la evolución temporal de los patrones de especialización (Bajo
1991:111).
Las principales deducciones y aportaciones de la NTCI dan respuesta a las incógnitas generadas:
a) Fallas del mercado. Para la NTCI existen fallas del mercado las cuales no se pueden resolver con
los mecanismo del mercado, por ello, no aceptan las políticas neutrales que se mantienen al
margen y cuyo único objetivo es generar un marco macroeconómico adecuado. Para esta escuela
del pensamiento es necesaria la intervención gubernamental con objeto de resolver problemas
que la mano invisible de Adam Smith es incapaz de alcanzar. 2 Cabe señalar que la importancia del
comercio intraindustrial se viene gestando desde finales de los años cincuenta, cuando se crea el
Área de Libre Comercio en Europa.
Teorías tradicionales del comercio internacional. Estas teorías parten de que el comercio
exterior está causado por las diferencias existentes entre países. Entre ellas se encuentran
las siguientes:
– Modelo de la Ventaja Absoluta de Adam Smith (“La mano invisible”). Se caracteriza por
la poca regulación del comercio. Aporta como ventaja que cada país puede especializarse
en la producción de bienes en los que tiene una ventaja absoluta.
– Modelo de la Ventaja Comparativa de David Ricardo. Los costes son relativos. El
intercambio es posible y mutuamente beneficioso. Se trata de especialización en ventaja
comparativa.
– Modelo Heckscher-Ohlin. Los países se especializan en la exportación de los bienes cuya
producción es intensiva en el factor en el que el país es abundante.
La “nueva” teoría del comercio internacional. Estas teorías se sustentan sobre la
competencia imperfecta. Entre ellas se encuentran las siguientes:
– Teoría del Coste de Oportunidad, de G. Haberler. El trabajo no es el único recurso ni es
homogéneo. Se basa en el coste de oportunidad de un bien.
– Modelo de Competencia Monopolística, de Paul Krugman.
Los “novísimos” desarrollos recientes que incorporan las diferencias entre empresas. En
esta categoría se consideran las diferencias entre las empresas para comprender este ámbito.
Entre ellas se encuentran:
– Conclusiones de Bernard, Redding y Schott. Aumenta la productividad de toda la
industria. La expansión de la producción de las empresas exportadoras implica un aumento
de la demanda de factores y subida del precio de los inputs.
– R. E. Baldwin y R. Forslid. La liberalización conlleva ganancias de bienestar.