Evaluacion Formativa Criterial
Evaluacion Formativa Criterial
Evaluacion Formativa Criterial
Esta prueba de la instrucción cuando todavía está en proceso de formación y mejora se ha llamada
evaluación formativa, término acuñado por Scriven, durante el movimiento de evaluación de
programas en EEUU en 1967, como oposición a la evaluación sumativa.
La evaluación formativa trata de ayudar tanto al alumno como al profesor a enfocar los esfuerzos,
a fin de conseguir un dominio total de los objetivos y la evaluación sumativa tiene por objetivo el
clasificar, nivelar y certificar a los alumnos.
Las pruebas formativas son mucho más frecuentes y se ejecutan a intervalos mucho más cortos
que las sumativa.
Evaluación criterial previamente se necesitan unas metas, objetivos, indicadores o criterios que,
de algún modo, anticipen los resultados que se desean y permitan, con las enfatizaciones que se
generan, establecer un punto de referencia para la evaluación.
La evaluación criterial toma como referencia la situación inicial del alumno/a y, por consiguiente,
las evaluaciones posteriores serán contrastadas con la primera, lo cual, permite evaluar la
progresión de una persona comparándola consigo misma y no con otras o con la media del grupo.
La finalidad de la evaluación criterial se considera como valoración, determinar el valor del objeto
que se evalúa. De este concepto podemos deducir que sus objetivos principales consistirán en:
· Disponer de una buena información, suficiente y veraz sobre lo que está ocurriendo.
· Utilizar convenientemente esta información para tomar las decisiones más pertinentes con
vistas a mejorar tanto el proceso como el producto final.
· Es continua.
· Recurrente,
· Activa
· Cooperativa
A partir de estas características afirmar que la evaluación formativa criterial tiene tres funciones
básicas:
Función de diagnóstico.
Función orientadora
Función de motivación
Dentro del proceso continuo que supone la Evaluación Formativa Criterial se destacan los
siguientes momentos:
Evaluación diferida. Pretende ir más allá del contexto educativo concreto para tratar de conocer
hasta qué punto esos resultados han fructificado
La meta evaluación. Como evolución de la evaluación. Trata de averiguar hasta qué punto la
evaluación utilizada ha ampliado sus objetivos y hasta qué punto se ha cumplido la misión que se
le había encomendado y hasta qué punto los instrumentos utilizados son adecuados para obtener
la información deseada.
Un proceso riguroso de meta evaluación no sólo permitirá valorar de manera rigurosa los
resultados, sino que permitirá tomar decisiones eficaces para mejorar el planteamiento, la
dinámica y los modelos de evaluación.
La evaluación formativa criterial en un centro, solo adquiere sentido si ha sido precedida de una
fase de planificación y organización.
La evaluación tiene que ser sistemática, rigurosa, canalizada, colectiva, compartida, y debe
realizarse por los mismos profesionales que ejercen la enseñanza para comprender y mejorar la
práctica educativa.
Las técnicas e instrumentos para obtener los datos son numerosas, podemos mencionar: la
observación, entrevistas, encuestas, cuestionarios, escalas de valoración, listas de control,
estudios de casos, estudios de la documentación del centro, etc.
Es la forma más propia y características de las investigaciones ideográficas llevadas a cabo desde
una perspectiva cualitativa y debe considerarse como una estrategia encaminada a la toma de
decisiones.
El estudio de casos se ubica dentro del modelo de evaluación interna institucional que debe ser
contrastada por evaluadores externos, que pueden ser expertos, personas de la comunidad o
representantes de la comunidad educativa.
4. Con respecto al análisis de los datos y a su presentación, puede referirse a un solo caso o
varios.
c. Triangulación y continuidad
f. Tratamiento de la información
Una ventaja del estudio de casos es la posibilidad de reflejar la realidad con mayor información,
pese a la dificultad de su tratamiento y clasificación. Otra es la posibilidad de utilizar el producto –
informe en subsiguiente reinterpretación a realizar por los implicados en la investigación.
Para hacer un estudio de casos es preciso partir de una teoría previa y de una metodología
prioritaria, para posibilitar el conocimiento de la realidad tal como la perciben los participantes de
la misma.