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13 agosto, 2016

geología
norandina
SOCIEDAD COLOMBIANA DE GEOLOGÍA
Editorial

Este es el segundo volumen de la revista Geología Norandina que publi-


ca la SCG desde la reactivación de esta publicación en el año 2015. Esperamos
que las contribuciones aquí publicadas sean de utilidad para el avance de
las geociencias en el norte de los Andes y en la esquina NW del continente
Suramericano.

En esta edición presentamos tres artículos originales que se suman a los


ya tradicionalmente publicados en nuestra revista. En el primero, se tratan
ideas que aportan al entendimiento de la evolución del límite entre la placa
Caribe y la placa Suramericana, tomando información estratigráfica con inter-
pretaciones tectónicas de los cinturones Sinú y San Jacinto. La región Caribe
es también el foco del tercer artículo, donde se interpretan las condiciones
paleoambientales que rigieron durante el Mioceno a partir de paleofauna de
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N o . 1 3

arrecifes en la Isla de San Andrés. Finalmente, presentamos un estudio de


serpentinitas que ocurren dentro de la gran zona de sutura que en Colombia
se reconoce como el límite entre un dominio oceánico al occidente y un do-
minio continental al oriente. Las serpentinitas son, por supuesto, tema de es-
tudio en zonas de melanges tectónicos porque además de ayudar a entender
los procesos tectónicos que imperan durante la subducción, son importantes
en el estudio de sismicidad y paleo-sismicidad.

El objetivo de la sociedad es seguir aportando al crecimiento de las


geociencias en nuestro país y hacemos de nuevo la invitación a enviar los
resultados de sus estudios para que sean publicados en esta revista. Nuestra
meta a largo plazo es posicionar de nuevo la revista como un referente im-
portante de la geología de la parte norte de los Andes.

Carlos A. Zuluaga C./ Editor

3
geología
norandina

Publicación seriada de la
Sociedad Colombiana de Geología

C O N T E

Editor
CARLOS A. ZULUAGA C.

Dirección postal:
Cra. 32 A No. 25B-83
Torre 5, Local 105,
Edificio Mirador de Takay,
Bogotá (Colombia).
Tel. 57-1-268 4554

Pagina web:
www.sociedadcolombiana
degeologia.org/geologia
norandina.html

iseño gráfico: [email protected]


d
corrección: eduardo pardo ávila • geólogo
ISSN 0120274X
impresión: Archeopteryx litográfica
N I D O
1. Posibilidades en Tectónica y Sedimentación de
los Cinturones Sinú y San Jacinto 6

2. Caracterización Mineralógica, Química y


Espectroscópica de la Serpentinita en la
19
Cantera de Explotación de Córdoba (Quindío)

3. Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island
40
(Colombian Caribbean)
Posibilidades en Tectónica y
G e o l o g í a N o r a n d i n a
Sedimentación de los Cinturones Sinú y San Jacinto

Posibilidades en Tectónica y Sedimentación de los


Cinturones Sinú y San Jacinto
Juan Manuel Herrera González
Dirección de Hidrocarburos, Servicio Geológico Colombiano
[email protected]

El potencial petrolífero del noroeste de Colombia, cinturones plegados Sinú


& San Jacinto (CPSSJ), es de especial interés; hasta la fecha se han registrado
manifestaciones de hidrocarburos líquidos en algunos pozos y en superficie
(oil seeps), pero ningún campo se desarrolla en este recurso y se tiene la ten-
dencia general a considerar a los CPSSJ proclives a la generación de gas.
La revisión exhaustiva de la información geológica publicada, más las
observaciones de campo, permiten dar cuenta de unas sucesiones litológicas
cuya roca fuente está asociada a la denudación de rocas cristalinas que son
comunes en las zonas de subducción; la sedimentación de la Formación Can-
sona está íntimamente ligada a una corteza oceánica subyacente; las unida-
des tipo San Cayetano son el resultado de la denudación continua de un arco
magmático; mientras que las unidades del Sinú son producto del reciclaje de
las rocas del prisma de San Jacinto, más un gran componente derivado de las
RESUMEN intrusiones graníticas en los terrenos acrecionados.
Encaminarse a la prospección de hidrocarburos en una zona de alta com-
plejidad en la deformación debe estar ligada a la historia evolutiva, para esto,
es necesario efectuar las reconstrucciones palispáticas para cada intervalo de
tiempo registrado en las secuencias sedimentarias de los cinturones plegados
Sinú y San Jacinto, los cuales se debieron generar en una zona de subducción
(fore arc) y ser movilizados hasta su posición geográfica actual mediante fa-
llas transformantes, generando diversidad en las trampas de hidrocarburos.
En la actualidad, la ubicación geodinámica de la parte media y norte de
Colombia corresponde más a una zona de margen transformante que de sub-
ducción, y debe ser referente con un margen inactivo desde hace 14 M.a.,
tiempo para el cual el Bloque Panamá acrecionó Centro América a Suraméri-
ca, inhibiendo la interacción dinámica entre las placas Caribe y Suramericana.

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1. INTRODUCCIÓN Existe en la literatura geológica tardío han tenido multiplicidad de


una variada descripción de las uni- descripciones y, por ende, un buen
Los cinturones plegados Sinú y dades de roca en los cinturones Sinú número de nombres, i.e. Formación
San Jacinto (Figura 1), que están loca- y San Jacinto. Un clásico ejemplo de San Cayetano, Luruaco, Arroyo Seco,
lizados en el extremo NW de Suramé- ello es la Formación Cansona, la cual Tuchín, Carreto, Facies de Turbiditas,
rica han sido comúnmente considera- aflora únicamente en el Cinturón etc. (de Porta, 1974). En las rocas de
dos terrenos acrecionados (i.e. Pindell San Jacinto y de norte a sur, en las la Cuenca del Sinú esta problemática
et al., 2001) y en varias publicaciones siguientes localidades: en el Cerro es aún mayor, allí las características
se hace referencia de los mismos, a un litofaciales son idénticas para las ro-
Cansona, en Chalán (Arroyos Peñitas
régimen tectónico transpresivo (Pe- cas del Neógeno y fueron acumula-
y El Salto), hacia Montería (cante-
troseis, 2011; Flinch, 2003), transten- das en tiempos semejantes (unida-
ras El Clan y Purgatorio) y en Lorica
sivo (ANH, 2011) y hasta extensional des isópicas-isocronas).
de tipo pasivo (Rossello et al., 2015). (Cantera San Carlos) y más hacia el
Así como son de variadas las interpre- sur, los afloramientos de Planeta Rica Las características estructurales
taciones tectónicas, las sedimentarias (Cantera Solís), Tierra Alta y Urrá, de- de los cinturones Sinú y San Jacin-
contemplan posibilidades desde ám- finiéndose como una unidad hete- to exhiben marcadas diferencias, el
bitos de acumulación en un sistema rópica e isócrona. Así también, las Cinturón San Jacinto contiene un
de abanico‐delta (ATG, 2009) hasta rocas del Paleoceno tardío – Eoceno sinnúmero de estructuras apreta-
ambientes de turbiditas de aguas
profundas (Duque-Caro, 1972). Las
características sedimentológicas de
los cuerpos también han dado pie a
diversas interpretaciones paleoam-
bientales, ya que son comunes las
capas con estratificaciones inclinadas,
capas lenticulares, ondulitas, granulo-
metrías gruesas, eventuales icnofósi-
les y contenido fósil de afinidad dul-
ceacuícola, entre otros (ATG, 2009).
Estas múltiples opciones en tectónica
y sedimentación las allana la disconti-
nuidad de los afloramientos tanto en
la lateralidad como en la verticalidad.
Además, en la región la meteorización
es intensa y predomina el relieve bajo,
la vegetación arbustiva y la poca in-
cisión del drenaje. Es de resaltar que
para cualquier definición de ámbitos
de acumulación de las unidades con-
tenidas en los CPSSJ se debe tener en
cuenta su entorno geológico en un
tiempo determinado, esto se consi-
gue con un cuidadoso análisis facial y Figura 1. Localización de los Cinturones Sinú y San Jacinto en el NW de Colom-
tectónico-estructural. bia, y su relación con algunas de las figuras y fallas mencionadas más adelante.

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das y discontinuas enmarcadas en El Clan, San Carlos, El Purgatorio y fragmentos de hojas y tallos fosi-
rocas del Paleógeno, mientras que, Solís exponen únicamente las facies lizados (Figura 2G), y un nivel su-
el Cinturón Sinú, afloran rocas del de cherts. Existe un consenso en la perior de ritmitas lodolita-arenita-
Neógeno, contenidas en sinclinales literatura geológica acerca del am- lodolita en capas delgadas (Figura
amplios (tipo rim synclines) corta- biente de acumulación para la For- 2H). El espesor de la sucesión es va-
dos en sus flancos por volcanes de mación Cansona, el cual es marino riable, alcanzando los 1.800 metros
lodo activos. profundo (Ecopetrol, 2001; Duque, en el sector de Luruaco, 800 metros
1972; Duque & Dueñas, 1987; entre en el Anticlinal de Chalán y cercano
2. EVOLUCIÓN otros), aunque en las áreas de Cha- a los 1.200 metros en Tierralta.
DE LA SEDIMENTACIÓN lán y del Cerro Cansona la batime-
tría de algunos de sus segmentos Es de resaltar que en localida-
2.1. Formación Cansona puede estar cerca a los 50 metros des como el Arroyo Seco el alto
En el Cinturón San Jacinto no (ATG, 2009). contenido de partículas derivadas
se observa la base de la Formación de rocas cristalinas marca un fuerte
Cansona, pero al sur de Córdoba, 2.2. Ciclo San Cayetano contraste con un reciclaje de mate-
Dueñas y Duque (1981), afirman que Esta denominación se hace para rial sedimentario, la igual propor-
esta unidad se encuentra de modo la sucesión sedimentaria acumulada ción de detritos de volcanitas y de
discordante sobre las Peridotitas de de modo discordante sobre la For- rocas metamórficas alcanza cerca
Planeta Rica a las cuales se les asigna mación Cansona durante el Paleo- del 80%. En el sector de Luruaco se
edad de Cretácico temprano (Mejía y ceno tardío – Eoceno tardío y está hace más preponderante el conte-
Durango, 2003). En algunas localida- constituida por una potente suce- nido de detritos de volcanitas con
des, el contacto superior de la For- sión de areniscas líticas verdosas, de respecto a los demás constituyen-
mación Cansona se presenta con la grano fino, a las que se interponen tes, pero en ninguno de los casos
secuencia del Paleoceno tardío – Eo- niveles lodolíticos grises. En algunos los fragmentos derivados de sedi-
ceno tardío, aquí denominado Ciclo sectores, como en el Cerro Canso- mentitas superan el 10 %.
San Cayetano. Éste es el caso del An- na y en el Anticlinal de Toluviejo,
ticlinal de Chalán, de los cerros Can- la sucesión inicia con ruditas, cuya Las estructuras sedimentarias
sona, El Loro (Planeta Rica) y de San proveniencia son rocas cristalinas comunes en las areniscas son la
Carlos; en el resto de localidades, que varían dependiendo de la zona laminación plana paralela, estrati-
tanto el contacto superior, como el estudiada, desde basálticas a da- ficación inclinada de bajo ángulo,
inferior son irreconocibles. cíticas, hasta granodioritas, neises ondulitas de corriente, turboglifos,
cuarzo feldespáticos e ignimbritas estructuras penecontemporáneas
La Formación Cansona fue depo- (Figuras 2A y 2B). de deformación y escasa bioper-
sitada durante el Campaniano y el turbación. En las lodolitas es común
Maastrichtiano (ATG, 2009); hacia la En algunos sectores, como en encontrar fragmentos de gasteró-
parte norte el Cinturón San Jacinto el Anticlinorio de Luruaco, es po- podos, moldes de foraminíferos,
está conformada por delgadas al- sible separar el Ciclo San Cayetano restos de tallos y hojas de plantas
ternancias de lodolitas silíceas y cal- en tres segmentos: el inferior, en el y localmente se presentan lentes de
cáreas de color gris oscuro, calizas que dominan las litoarenitas en ca- carbón.
micríticas oscuras y shales, de modo pas muy gruesas, el intermedio de
ocasional aparecen capas delgadas capas gruesas de lodolitas que al- El ambiente de acumulación,
de cherts, porcelanitas y arenitas ternan con delgadas capas de litoa- deducido de sus litofacies (suce-
de grano fino a medio; hacia el sur, renita finogranular (Figura 2C), en la siones tipo Bouma, Figura 2D), flu-
los afloramientos de las Canteras que ocasionalmente se presentan jos unidireccionales (Figura 2E) y

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A B

C D

E F

Figura 2. Algunas de las características


de las rocas del Ciclo San Cayetano. (A)
Ignimbrita en capa gruesa. (B) Bloque
de granodiorita. (C) Sucesión heterolítica
con amplio dominio de lodolitas grises.
(D) Capa de arenisca lítica turbidítica. E)
Marcas de corriente unidireccional en la
base de una capa de litoarenita. (F) Frag-
mentos rotos de gasterópodos y bivalvos.
(G) Improntas de hojas rotas. (H) Facies G H
heterolítica hacia el tope de la unidad.

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biofacies (cúmulos de macrofósiles Basado en la distribución espa- explicación de la ausencia de la uni-


rotos, foraminíferos planctónicos, cial de las sedimentitas de las uni- dad que infrayació a la Formación
escasa a nula bioperturbación), se dades Cansona y San Cayetano, las Cansona, la cual debió haber sido
relaciona con hiperpicnitas (turbidi- cuales se hacen más jóvenes hacia una corteza oceánica que subducía
tas distales), cuya proveniencia está el S y hacia el W, una interpretación mientras que el Prisma Cansona se
estrechamente relacionada a rocas se puede plantear; está basada en desarrollaba, tal y como se puede
volcánicas de un arco magmático la evolución de un prisma acrecen- representar en un perfil actual en el
activo (Figura 3). tivo que, a su vez, da sustento a la occidente colombiano (Figura 4).

Figura 3. Detalle petrográfico de las arenitas líticas volcánico-metamórficas del Ciclo San Cayetano, en donde se aprecia
la heterogeneidad de tamaños y su cemento calcáreo.

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Figura 4. Prisma acrecentivo en el occidente colombiano, desde Nuquí, hasta el Batolito An-
tioqueño. La cuña K2, en donde aflora la Formación Penderisco, se prolonga hacia el norte,
coincidiendo con la cuña tectónica en donde aflora la Formación Cansona en San Jerónimo y
San Jacinto.

2.3. Ciclo Sinú gadas a gruesas, con interposicio- cas (5%), de chert (5%), opacos has-
En el presente trabajo, el Ciclo nes locales de calizas de bivalvos ta 5%. Y aunque la mayor parte del
Sinú corresponde a una potente y frecuentes interposiciones de lo- material contenido en las areniscas
sucesión de lodolitas, litoarenitas dolitas arenosas grises amarillentas es derivado del reciclaje de rocas
y sublitoarenitas feldespáticas, de y verdosas y/o conglomerados de sedimentarias, algunos intervalos
grano fino a conglomeráticas (Figu- guijos, líticos, clasto soportados, en más cuarzosos y conglomeráticos
ra 5), deleznables a pesar de con- capas lenticulares y sucesiones gra- provienen de fuentes graníticas
tar con ligero cemento calcáreo, las nodecrecientes, con fragmentos de proximales (Figura 5 G, H, I).
cuales fueron acumuladas desde conchas e intraclastos lodosos.
el Eoceno tardío, hasta el Mioce- El ambiente en el cual se acumu-
no. Las areniscas son color amarillo En detalle, las areniscas son in- ló la sucesión sedimentaria de Sinú
claro a gris medio, ocasionalmente maduras en textura y composición, corresponde a turbiditas intracuen-
caoliníticas, con moderado cali- tienen moderado calibrado, son de cales (Zavala et al., 2011), en don-
brado, abundantes fragmentos de grano fino a medio, angulares, tie- de la mezcla de constituyentes es
tallos y hojas, bivalvos, ocasional nen porosidad media y localmen- notoria, se combinan fragmentos
glauconita; moderada a baja bio- te baja por el cemento calcáreo, y de corales, gasterópodos, bivalvos,
turbación con laminación planopa- contienen abundantes intraclastos tallos e ichnogéneros relevantes de
ralela y estratificación inclinada y de lodolitas (20-30%), cuarzos deri- ámbitos profundos (Figura 6) y con-
en artesa en la base de las arenitas; vados de rocas plutónicas (hasta un tiene gran variedad de estructuras
conforman capas subtabulares del- 60%), fragmentos de rocas andesíti- sedimentarias.

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A B

C D

Figura 5. Litologías predominantes en el Ci-


clo Sinú, en la fila superior. (A y B) Lodolitas
con laminación planar paralela. (C) Capas
delgadas con eventuales moldes flotantes
de gasterópodos. En la fila intermedia (D, E,
F) aspecto de las litoarenitas, con gradación
normal hacia el tope, laminación plana para-
lela a ondulada y eventualmente convoluta.
En la fila inferior (G, H, I), facies conglome-
ráticas líticas sin estructuras sedimentarias
E F distinguibles.

G H I

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A C

Figura 6. Aspecto de las areniscas del Cinturón Sinú. (A) Chondrites (Phymatoderma) de am-
biente disaeróbico en la base de una capa gruesa de arenita lítica de grano fino. (B) Tope de una
capa media de litoarenita de grano fino, con abundantes fragmentos de gasterópodos, bivalvos
y corales. (C) Litoarenita con molde flotante de gasterópodo.

3. MARCO ESTRUCTURAL
la tendencia de la deformación es opuesta a la
Comúnmente tratados como prismas acrecio- dirección de los vectores de movimiento, etc., as-
nales, los cinturones Sinú y San Jacinto se dis- pectos que para algunos autores (i.e. Taboada et
ponen en una región del noroeste de Colombia al., 2000; Zafiri et al., 2007; Vargas y Mann, 2013;
que carece de elementos esenciales en una zona Lara et al., 2013) son el resultado de la subduc-
de subducción activa. En esta región no hay arco ción de la Placa Caribe de modo subhorizontal
magmático en superficie, es una zona asísmica, bajo la placa suramericana.

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Al revisar los aspectos de tectó- En cuanto a las fallas se puede la sedimentación se concentra hacia
nica regional, la posición actual de apreciar que, al menos en el Holoce- los depocentros ubicados en lo que
los cinturones Sinú y San Jacinto no, hay inactividad en el crecimiento hoy es el Cinturón Sinú y las Sub-
se asemeja a una zona de margen vertical de los Cinturones Sinú y San cuencas de San Jorge y Plato.
transformante, la cual debió haber Jacinto, y la Falla de Romeral que es
sido activa después de la deforma- conspicua en superficie desde el sur Culminada la subducción y la
ción de los sedimentos acumulados de Colombia y hasta la Serranía de actividad de margen transformante
hacia una zona de subducción, que San Jerónimo; desde allí y hacia el a finales del Mioceno, se abre paso
posteriormente formarían parte de norte, las sedimentitas del Mioce- a la distensión en la zona Sinú; hay
prismas acrecentivos en la cúspide no, formaciones Rancho, Jesús del rebote isostático e inicia el dominio
del Eoceno; el margen transforman- Monte y Zambrano, recubren buena de la deformación generada por las
te cesa su actividad después de la parte de las geoformas estructura- intrusiones lodosas, hoy manifies-
colisión de Panamá, la cual pone les contemporáneas con la Falla de tas como volcanes de lodo, que son
freno al sistema, hacia la parte me- Romeral, las zonas prominentes del activos hacia el NW y cada vez más
dia del Mioceno (Figura 7). Paleógeno comienzan a allanarse y deshidratados e inactivos hacia el SE.

Figura 7. Estructuras regionales en el Sur y en el Norte de Suramérica (A) en donde un margen


transformante se hace relevante. En el Valle Medio del Magdalena y la Cuenca de Maracaibo hay
importantes fallas con dirección NE (B); y las playas de Córdoba (C) se encuentran escalonadas
y sobre el buzamiento de las capas 350/90 se distinguen indicadores cinemáticos de desplaza-
miento dextral horizontal.

A C

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Figura 8. Vista de las estructuras relacionadas a los cinturones Sinú y San Jacinto, la localización de las líneas sísmicas
se aprecia en: (A) Línea Sísmica L-1984-01 con vista total del Cinturón San Jacinto, en donde ya está congelada su defor-
mación por compresión, sucede allanamiento y los depósitos del Mioceno en el Cinturón Sinú migraron su depocentro
hacia el Este. (B) Línea Sísmica L-1984-05, En el Cinturón San Jacinto sucede deformación por extensión con un factor
Beta bajo y la deformación en el Cinturón Sinú está controlada por fallamiento normal y diapirismo de lodo que generan
típicos sinclinales de borde – rim syncline. Líneas sísmicas publicadas por Caro y Sprat, 2003. Las líneas blancas delimi-
tan los diapiros de lodo, las rojas son fallas, las naranja claro marcan estratos deformados del Paleoceno y las amarillas
son algunos de los planos de discontinuidad de las sucesiones del Neógeno.

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Figura 9. Límites estructurales que controlaron la sedimentación en el área de Sinú – San Jacinto
desde hace 90 M.a., tiempo para el cual, se había creado la corteza oceánica sub-Formación
Cansona; C1 consta de calizas, shales, arenitas y cherts de la Formación Cansona, mientras C2,
sucesión de shales del tope de la unidad. SC1: secuencias tipo Bouma de la parte inferior de la
formación San Cayetano, SC2: intervalo lodolítico, y SC3: lodolitas-arenitas pareadas de la parte
alta de la unidad, algunas veces cartografiado como Chert de la Candelaria. Aquí se expone
que la sedimentación del Oligoceno – Mioceno, se debe más a la actividad tectónica local que
a eventos de carácter global.

Las fases de deformación que- estructuras mediante fallas lístricas, primera unidad sedimentaria que se
dan reflejadas en las líneas sísmicas a través de las que ascienden todo acumula sobre la corteza oceánica
(Figura 8), en las que se aprecia un tipo de fluidos (aguas connatas, pre o sin-subducción, así que al Este
grado más evolucionado de defor- lodo, gas e hidrocarburos). de una eventual paleosutura (límite
mación hacia el Cinturón San Jacinto de placa) la unidad no existiría. La
que hacia el Sinú; las fallas contro- 4. CONCLUSIONES sucesión del Paleógeno, o ciclo San
lan la continuidad de los depósitos Cayetano corresponde al segundo
hacia el Este, mientras que hacia el Con base en las distribuciones prisma acrecionario del actual Ca-
Oeste la cuenca ha permanecido faciales de las unidades descritas en ribe Colombiano y las rocas de la
continuamente abierta (Figura 9), el presente artículo es posible afir- Formación Cansona, que afloran de
permitiendo el escurrimiento de las mar que la Formación Cansona es la modo puntual en el Cinturón San

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Jacinto corresponden a escamas del prisma acre- que para comienzos del Mioceno, con el cierre
centivo; escamas que nunca involucraron el as- de Panamá, deja de suceder; el thrusting deja de
censo de corteza mediante obducción. ser activo y se abre paso a la sedimentación en
el Cinturón Sinú, bajo un régimen “pasivo” que
La subducción iniciada en el Paleoceno y subside concordante con la tasa de aportes de
puesta de manifiesto por el vulcanismo y la se- sedimentos, generando potentes sucesiones de
dimentación distal asociada del Ciclo San Caye- arenitas isópicas, deformadas por mecanismos
tano, empieza a ser oblicua en el Eoceno, hasta extensionales y diapiros de lodo (Figura 10).

Figura 10. La evolución de la


deformación: la sedimentación
de las rocas del Ciclo San Ca-
yetano sucede en un fore arc y
es más antigua hacia el Norte
(A). La actividad tectónica com-
presiva se activa en el Eoceno
medio y la somerización de los
lóbulos se ve representada en
las facies calcáreas de la épo-
ca (B). La tectónica local pro-
mueve la incursión del mar de
El Carmen (C), con un arco de
Panamá próximo a colisionar,
permitiendo el inicio de las ma-
yores discordancias del Neó-
geno. Ya en el Mioceno tardío,
(D) Panamá es soldado a Sur-
américa y el prisma acrecentivo
toma la posición geográfica y
estructural que hoy tiene.

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5. REFERENCIAS CITADAS

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18
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

Caracterización Mineralógica, Química y


Espectroscópica de la Serpentinita en la Cantera
de Explotación de Córdoba (Quindío)
Jennifer V. González1, Julio C. Rodríguez1, José M. Tarazona1, Diana P. Luna1, Carlos A. Ríos1*, Carlos A. García1,
Oscar M. Castellanos2, John D. Bonilla3, José L. Pinto3, José A. Henao3, Carolina Mendoza4, Enrique Mejía5,
Rafael Cabanzo5, Daniel R. Molina5

1 Grupo de Investigación en Geología Básica y Aplicada (GIGBA), Escuela de Geología, Universidad Industrial
de Santander, Colombia
2 Grupo de Investigación en Geofísica y Geología (PANGEA), Programa de Geología, Universidad de Pamplona,
Colombia, [email protected]
3 Grupo de Investigación en Química Estructural (GIQUE), Escuela de Química, Universidad Industrial de San-
tander, Colombia
4 Grupo de Investigación en Óptica y Tratamiento de Señales (GOTS), Escuela de Física, Universidad Industrial
de Santander, Colombia
5 Laboratorio de Espectroscopía Atómica y Molecular (LEAM), Universidad Industrial de Santander, Colombia

En este trabajo se presentan los resultados de la caracterización mineralógica, quími-


ca y espectroscópica de la serpentinita de la cantera de agregados de roca de Córdoba
(Quindío). Para este propósito se utilizaron diferentes técnicas analíticas. En la muestra
de serpentinita se identificaron las siguientes fases minerales: clinocrisotilo, antigorita, li-
zardita, clinocloro, cuarzo, calcita y magnetita. El origen de las serpentinitas emplazadas
dentro del Complejo Arquía es el resultado del transporte del agua (agua de mar, flui-
dos metamórficos o agua meteórica) hacia niveles más profundos junto con la corteza
Resumen oceánica en subducción, calentándose y moviéndose a través del manto superior y rocas
basales de la corteza oceánica, hidratando sus minerales ferromagnesianos, tales como
olivino y piroxeno, hasta formar minerales del grupo de la serpentina ricos en magnesio.
Palabras clave: Serpentinita; Cantera de agregados; Técnicas analíticas; Fases mi-
nerales; Grupo de la serpentina.

Mineralogical, chemical and spectroscopic characterization of the


serpentinite in the rock aggregate quarry of Córdoba (Quindío)
In this work the results of the mineralogical, chemical and spectroscopic characte-
rization of the serpentinite from the rock aggregate quarry of Córdoba (Quindío) are
presented. For this purpose different analytical techniques were used. In the serpentinite
sample the following mineral phases were identified: chrysotile, antigorite, lizhardite,
clinochlore, quartz, calcite and magnetite. The origin of serpentinites emplaced within
the Arquía Complex is the result of water transport (sea water, metamorphic fluids or
Abstract
meteoric water) to deeper levels along with the oceanic crust subducting, warming and
moving through the upper mantle and basal rocks of the oceanic crust, hydrating their
ferromagnesium minerals, such as olivine and pyroxene to form minerals of the magne-
sium-rich minerals of the serpentine group.
Keywords: Serpentinite; Quarry of aggregates; Analytical techniques; Mineral pha-
ses; Serpentine-group minerals.

19
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

1. INTRODUCCIÓN bradagrande y Arquía (Botero et motivo de debate (Li and Lee, 2006)
al., 2005). La Figura 1 ilustra la dis- y podría tener importantes implica-
Al Oeste del municipio de Pijao tribución de los complejos tectóni- ciones para la dinámica terrestre y
(Quindío) afloran cuerpos lenticula- cos de la Cordillera Central, dentro el ciclo geoquímico global (e.g., Hi-
res de serpentinita de edad Cretáci- de los que se destacan el Complejo lairet et al., 2007). La serpentinita es
ca, los cuales representan escamas Arquía y sus complejos adyacentes. una roca metamórfica que se formó
tectónicas de corteza oceánica con El proceso de serpentinización ha como resultado de un proceso de
dirección NNE-SSW asociadas al sis- atraído mucho la atención duran- metamorfismo regional de rocas
tema de fallas Silvia-Pijao, que es el te las últimas dos décadas, y la in- magmáticas ultramáficas (perido-
contacto entre los complejos Que- terpretación de estas rocas es aún titas), las cuales son importantes

Figura 1. Izquierda, Complejos tectónicos de la Cordillera Central. Límites tectónicos del Com-
plejo Arquía son descritos en el texto. (1) Esquistos de Sabaletas; (2) Grupo Arquía; (3) Esquistos
de Lisboa-Palestina; (4) Complejo del Río Rosario; (5) Grupo Bugalagrande; (6) Complejo Bolo
Azul; (7) Cinturón de esquistos azules (e.g., Jambaló); (8) Secuencia metamórfica de Buesaco
(adaptado y modificado de Pardo-Trujillo y Moreno-Sánchez, 2001). Derecha, mapa geológico
(adaptado y modificado de McCourt et al., 1985) de los alrededores del municipio de Pijao en los
que se ilustra la distribución de cuerpos de serpentina. La estrella blanca indica la ubicación de
la cantera de explotación de Córdoba.

20
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

componentes del basamento oceá- trioctaédricas l:l. El desajuste entre gados. La serpentinita estudiada
nico y que pueden ser afectadas las hojas octaédricas y tetraédricas fue recolectada en una cantera de
por el proceso de serpentinización es compensado a partir de diferen- agregados abandonada que se en-
sobre una amplia gama de condi- tes mecanismos en las estructuras cuentra sobre el margen derecho de
ciones, las cuales incluyen desde cristalinas de los miembros de este la vía Río Verde – Córdoba Km 3.
variaciones de temperatura hasta grupo (Wicks and O’Hanley, 1988).
cizallamiento, lo cual favorece el de- Existen diferentes variedades de 2.2 Caracterización
sarrollo de fracturas que permiten la serpentina, entre ellas: lizardita, La muestra de serpentinita fue
circulación de fluidos (Alt, 2013). Sin antigorita y crisotilo con una com- caracterizada inicialmente por es-
embargo, este puede ser un proce- posición ideal de Mg3Si2O5(OH)4. tereomicroscopía, utilizando un
so esencialmente isoquímico (Co- Aunque químicamente son simples, equipo ZEISS modelo Stemi DV4,
leman and Keith, 1971; Donaldson, estructuralmente son complejas; la con el fin de determinar los rasgos
1981; Shiga, 1987). La serpentinita lizardita presenta una morfología a escala macroscópica de la ser-
ha sido tradicionalmente utilizada laminar, mientras la antigorita y el pentinita. El análisis petrográfico se
como material de construcción, par- crisotilo presentan morfología on- llevó a cabo por microscopía de luz
ticularmente como roca ornamental dulada y tubular, respectivamente transmitida, utilizando un equipo
debido a su amplia gama de colores (Cerpa-Naranjo et al., 2001). El obje- trinocular marca Nikon, modelo La-
y a su atractiva diversidad textural tivo del presente estudio es llevar a bophot2-POL con el fin de observar
(e.g., Pereira-Gómez et al., 2005; cabo una caracterización mineraló- los rasgos texturales y microestruc-
Sebastián-Pardo et al., 2012). Sin gica, química y espectroscópica de turales, tomando fotografías obte-
embargo, el desconocimiento de su la serpentinita en la cantera de ex- nidas con microscopía petrográfica
composición química y mineralógi- plotación ubicada sobre el margen con el objetivo 5x. Para el análisis
ca, hace que en ocasiones su uso no derecho de la vía Pijao - Córdoba por difracción de rayos-X (XRD) de
sea el apropiado. Desde el punto de (Quindío). muestras policristalinas, se empleó
vista mineralógico, la serpentinita un equipo marca BRUKER, mode-
está constituida principalmente por 2. MUESTREO DE CAMPO Y lo D8 ADVANCE con geometría
minerales del grupo de la serpen- TÉCNICAS ANALÍTICAS DaVinci, empleando radiación de
tina (antigorita), que suelen estar Cobre (CuKα1) y un detector lineal
acompañados por otros filosilicatos 2.1 Procedencia Lynxeye. El espécimen seleccionado
afines (talco), óxidos (magnetita o El Grupo de Investigación en de la muestra fue molturado en un
cromita), y carbonatos ricos en Mg Geología Básica y Aplicada (GIGBA) mortero de ágata y posteriormen-
(magnesita o dolomita). Por otra de la Universidad Industrial de San- te tamizado hasta un tamaño de
parte, la serpentinita exhibe carac- tander realizó un trabajo de campo partícula menor a 38 micras (400
teres estructurales y texturales muy en dos fases durante el 2013 con es- mesh); para su respectiva medición
variados, mostrando formas más o tudiantes de la Escuela de Geología la muestra fue montada en un por-
menos irregulares, aunque sin ofre- en los alrededores del municipio de tamuestras de polimetilmetacrila-
cer rasgos estéticos positivos para Pijao (Quindío). El trabajo de cam- to (PMMA) mediante la técnica de
su uso como material ornamental, po se enfocó principalmente en las llenado frontal. El análisis cualitati-
teniendo en cuenta que el intenso localidades con presencia de cuer- vo de las fases cristalinas presentes
fracturamiento es quizás el principal pos de serpentinita del Complejo se realizó mediante la comparación
factor negativo que influyó en su Arquía. La estrategia de muestreo gráfica (Boolean Search) utilizando
explotación y aprovechamiento. Los consistió en tomar las muestras de el programa especializado Crysta-
minerales del grupo de la serpenti- serpentinita de diferentes aflora- llographica SEARCH/MATCH y el
na son silicatos ricos en Mg de hojas mientos en las canteras de agre- cálculo del porcentaje de las fases

21
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

cristalinas se realizó mediante el re- eV (en. Mn Kα). La caracterización fallas Silvia-Pijao. No obstante, su
finamiento por mínimos cuadrados estructural a partir de los grupos ocurrencia no es homogénea y su
empleando el método de Rietveld, funcionales se realizó mediante es- distribución espacial está controla-
utilizando el programa especializa- pectroscopía infrarroja con atenua- da por el ambiente tectónico aso-
do RIQAS. La caracterización ele- ción total (FTIR-ATR), utilizando un ciado. El afloramiento estudiado en
mental se efectúo mediante el uso equipo THERMO SCIENTIFIC mode- la cantera abandonada, el cual co-
de un espectrómetro de fluorescen- lo iS50, con cristal de diamante, en rresponde a una peridotita serpen-
cia de rayos-X de longitud de onda el rango espectral 400-4.000 cm-1. tinizada, presenta aproximadamen-
dispersiva (WDXRF) de 4 KW marca El análisis de las fases y el análisis te 40 m de altura y 30 m de ancho
BRUKER modelo S8 TIGER equipado estructural de cada una de ellas se (Figura 2). Aquí, la roca (serpentini-
con un tubo de rodio (Rh), un de- llevó a cabo utilizando un Micros- ta) muestra una estructura masiva
tector de flujo y otro de centelleo, copio Confocal Raman LabRam HR a frágil, intenso fracturamiento y
colimadores y cristales analizado- Evolution de Horiba, con longitud alto grado de alteración, lo cual se
res intercambiables utilizados para de onda de excitación de 473 nm de evidencia en la presencia casi ex-
evitar solapamientos entre diversas 100 mW de potencia con atenua- clusiva de minerales del grupo de
líneas y aumentar la sensibilidad ción al 10%, tiempo de integración la serpentina (crisotilo con menores
del instrumento. Seguidamente, la de 200 segundos, 10 barridos por cantidades de antigorita), aunque
muestra fue calcinada hasta 950ºC espectro y objetivo de 100X. La ca- es común encontrar minerales relíc-
durante 2 horas con una velocidad racterización estructural se realizó ticos de la peridotita original, tales
de calentamiento de 200ºC/hora por resonancia magnética nuclear como olivino, ortopiroxeno y mag-
para la determinación de las pér- (NMR) en estado sólido de 29Si en netita. Las peridotitas serpentiniza-
didas por ignición (L.O.I). La mues- un espectrómetro Bruker Avance III das se encuentran tectónicamente
tra calcinada, fue molturada nue- de 9,4 T (79.61 MHz para 29Si) equi- emplazadas entre esquistos actino-
vamente y luego montada en un pado con una sonda para rotores de líticos y anfibolitas. Es común ob-
portamuestras (copa plástica de 34 4 mm. Los espectros de 29Si NMR servar el desarrollo de sectores con
mm de diámetro) para su respec- MAS fueron tomados a tempera- serpentinita mostrando color verde
tiva medición. Los espectros y las tura ambiente, con pulsos de 90° en diferentes tonalidades y brillo re-
concentraciones obtenidas fueron (secuencia Bruker: onepulse), 0.25 s sinoso, así como vetilleo siguiendo
analizados mediante el software entre barridos, 13.000 Hz de veloci- y cortando la serpentinita. Vetillas
QUANT-EXPRESS y el método de dad de rotación del rotor y fueron de carbonato de color blanco y bri-
Parámetros Fundamentales cuyos archivados después de 500.000 ba- llo mate de hasta 0.5 cm de espe-
límites de detección por elemento rridas. Se utilizó TMS como referen- sor siguen la foliación, mientras que
alcanzan concentraciones de mg/ cia externa para ajustar la escala de aquellas de cuarzo de color blanco
Kg en muestras minerales. El análi- frecuencia. y brillo vítreo de hasta 0.2 cm de es-
sis morfológico se llevó a cabo por pesor cortan la foliación casi en án-
microscopía electrónica de barrido 3. RESULTADOS gulo recto. Localmente, se observan
(SEM), utilizando un equipo QUAN- venas de hasta 12 cm de espesor, las
TA FEG 650 marca FEI, bajo las si- 3.1 Ocurrencia en campo cuales están compuestas por yeso
guientes condiciones analíticas: Desde el punto de vista geoló- fibroso. Estas venas tienden a pre-
aumento = 100-80.000x, HFW = gico, la serpentinita forma parte sentar un relieve alto con relación a
9.95-74.6 µm, HV = 20 kV, WD = 9.6- de escamas tectónicas de corteza la serpentinita hospedadora. En ge-
9.7, signal = SE y Z Cont, detector oceánica que ocurren como cuer- neral, no hay relaciones sistemáticas
= ETD y BSED, detector EDS EDAX pos lenticulares de dirección NNE- entre las posiciones de las venas y la
APOLO X con resolución de 126.1 SSW y están asociadas al sistema de foliación de la serpentinita.

22
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

Figura 2. Fotografías de campo de la ocurrencia de serpentinita. Izquierda, vista general de la


cantera de serpentinita. Derecha arriba, serpentinita mostrando color verde en diferentes tonali-
dades. Derecha abajo, vetilleo siguiendo y cortando la serpentinita.

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Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

3.2 Caracterización ración, con desarrollo de minerales 3.2.2 Microscopía de luz


mineralógica, química y del grupo de la serpentina. No obs- transmitida
espectroscópica tante, su color verde llega a ser tan El análisis petrográfico de la
intenso que parece negro, y en oca- muestra analizada revela que esta
3.2.1 Estereomicroscopía siones aparecen manchas negras, corresponde a una serpentinita, la
La Figura 3 ilustra ejemplos de parduzcas, amarillentas o rojizas. Es cual representa un tipo de rocas ge-
especímenes de mano de serpenti- común observar en estas rocas la neradas por la alteración secundaria
nitas, los cuales se caracterizan por presencia de vetillas de carbonatos y de rocas ultrabásicas. En sección del-
presentar un aspecto compacto a cuarzo siguiendo y cortando la folia- gada (Figura 4) se compone casi en
frágil, color verde en varias tonalida- ción de la roca, respectivamente. Por su totalidad por minerales del grupo
des, aunque principalmente el verde otra parte, la magnetita desarrolla de la serpentina (crisotilo con subor-
esmeralda, brillo resinoso, intenso también vetillas en varias direcciones dinadas cantidades de antigorita),
fracturamiento y alto grado de alte- y presenta un color de negro a gris. aunque es común encontrar relictos

Figura 3. Rasgos estructurales y texturales de la serpentinita a escala macroscópica.

24
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

A B

C D

E F

Figura 4. Fotomicrografías de la serpentinita ilustrando rasgos estructurales y texturales a escala


microscópica de: protolito (A)-(B), dunita serpentinizada (C)-(D), y serpentinita con relictos de
olivino (E)-(F). Izquierda, fotomicrografías en luz plana no analizada y aumento 5x. Derecha,
fotomicrografías en luz plana analizada y aumento 5x.

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Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

de minerales de la roca original (pro- pentinitas con el fin de estudiar gía la diferencia de otros minerales
tolito). Según Wicks and Whittaker las estructuras y morfologías de del grupo de la serpentina (lizardi-
(1977), las serpentinitas pueden ex- las texturas observadas en es- ta de morfología laminar y crisotilo
hibir tres tipos de texturas: (1) textu- tas rocas en diferentes ambientes de morfología tubular). La Figura 5
ras pseudomórficas formadas a par- geológicos. Con relación a las ca- ilustra imágenes de electrones re-
tir de olivino, piroxeno, anfibol, talco racterísticas superficiales de los trodispersados (BSE) de la estruc-
y clorita, (2) texturas no pseudomór- constituyentes de la serpentinita, tura de los minerales del grupo de
ficas formadas a partir de minera- los resultados del análisis realizado la serpentina y minerales asocia-
les primarios o de texturas pseudo- mediante microscopía electrónica dos. Las Figuras 5A-5B ilustran la
mórficas, y (3) texturas formadas en de barrido indican que la muestra serpentinita fracturada, la cual se
venas. En la serpentinita objeto de presenta partículas de minerales caracteriza por la ocurrencia de
estudio se distinguen texturas pseu- del grupo de la serpentina identifi- magnetita desarrollando vetillas
domórficas, bastitas, así como relle- cados por su morfología ondulada en dos direcciones diferentes. Las
nos de fracturas. Las Figuras 4A-4B y que corresponden a antigorita, lo Figuras 5C-5D muestran la ocurren-
ilustran el protolito original de esta cual corrobora los resultados obte- cia de un cristal pequeño de mag-
roca (dunita), el cual está compues- nidos anteriormente. Esta morfolo- netita de morfología dodecaédrica
to principalmente de olivino con in-
tenso fracturamiento. La dunita ser- B
A
pentinizada se ilustra en las Figuras
4C-4D, mientras la serpentinita con
relictos de olivino se observa en las
Figuras 4E-4F. Las texturas pseudo-
mórficas tipo “mesh” se caracterizan
por la presencia de relictos de olivi-
no reemplazados por minerales del
grupo de la serpentina (generalmen-
te crisotilo) a lo largo de microfractu-
ras y de límites entre granos, aunque
sin desarrollo de texturas tipo reloj
de arena, así como por rasgos tex-
turales previos a la serpentinización. C D
Las texturas no pseudomórficas for-
madas por la interpenetración de
minerales del grupo de la serpentina
e incluso con menas metálicas están
representadas por la presencia de
bastitas. Por otra parte, se observan
texturas de relleno de fracturas con
minerales del grupo de la serpentina.

3.2.3 Microscopía electrónica


de barrido (MEB)
Cresse (1979) llevó a cabo la Figura 5. Imágenes SEM de la serpentinita mostrando la asociación magnetita (Mag) con mine-
microscopía electrónica de ser- rales del grupo de la serpentina (Srp).

26
a g o s t o 2 0 1 6
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A B

Figura 6. Imágenes de SEM de microvenas de magnetita (Mag) y crisotilo (Ctl) en serpentinita. Srp, minerales del grupo de la serpentina.

junto con minerales del grupo de la


A B
serpentina exhibiendo morfologías
fibrosa y en bloque. La magnetita
dentro del olivino reemplazado se
hace progresivamente más gruesa
y menos dispersa a medida que au-
menta el grado de alteración.

Las imágenes BSE y SE de las Fi-


guras 6A-6B, respectivamente, ilus-
tran la ocurrencia de microvenas de
crisotilo y magnetita las cuales se
disponen paralelas a la superficie C D
de fractura. La magnetita es una
variedad rica en cromo.

La Figura 7 ilustra imágenes de


electrones secundarios (SE) sobre
varios aspectos de la ocurrencia de
crisotilo y antigorita. Las Figuras
7A-7B muestran la ocurrencia de
crisotilo de morfología tubular, la
cual se caracteriza por una super-
ficie que consiste de fibras copla-
nares de crisotilo que se disponen Figura 7. Imágenes de SEM de la ocurrencia de crisotilo (Ctl) y antigorita(Atg).

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Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

predominantemente con direccio- rayos X (EDS), cuyo espectro EDS se rita [Mg3Si2O5(OH)4] – PDF N° 000-
nes orientadas al azar. Obsérvese observa en la Figura 8, revelando 52-1573 y Calcita [CaCO3] – PDF N°
la apariencia de las fibras debido a que el crisotilo presenta relaciones 010-72-1651. El resultado del análi-
la flexión a lo largo de la dirección de masa C:O:Mg:Al:Si:Ca:Fe de 3.0 sis cualitativo se presenta en la Fi-
010. Según Yada (1971), los diáme- 0:46.11:24.00:0.57:23.45:0.24:2.65, gura 9. La Antigorita es un silicato
tros de fibras tubulares varían de respectivamente. mineral muy similar en composición
una muestra a otra, aunque reporta química al Crisotilo pero su cristalo-
rangos de 7-8 nm (diámetros inter- 3.2.4 Difracción de grafía es muy diferente.
nos) y 22-27 nm (diámetros exter- rayos-X (DRX)
nos). Sin embargo, no es claro aún El análisis cualitativo de las A partir del análisis cualitativo se
si estas fibras son huecas o relle- fases presentes se realizó me- realizó la cuantificación de las fases
nas de materiales amorfos o con- diante comparación gráfica del cristalinas identificadas en la serpen-
tienen minerales contaminantes, perfil observado con los perfiles tinita. Se tomaron los respectivos
tales como magnetita, los cuales de difracción reportados en la modelos para el refinamiento de
con frecuencia son intercrecidos base de datos PDF-2 del Interna- la base de datos Inorganic Crystal
en la estructura tubular (Foresti et tional Centre for Diffraction Data Structural Database (ICSD), y los re-
al., 2005). En la muestra analizada (ICDD), y se estableció la presencia sultados obtenidos del refinamiento
se determinaron diámetros pro- de las siguientes fases minerales: del perfil de difracción por mínimos
medios en el rango 88.72-107.60 Clinocloro [Mg5Al(Si3Al)O10 (OH)8] cuadrados empleando el método de
nm. La Figura 7C muestra fibras de – PDF N° 000-29-0853, Lizardita- Rietveld usando el software comer-
crisotilo (de hasta 113.10 nm de 1T [(Mg,Al)3(Si,Fe)2O5)(OH)4] - PDF cial RIQAS MDI, muestran que la Ser-
diámetro promedio y 24.01 µm de N° 000-50-1625, Clinocrisotilo pentinita presenta 44,0% de Clino-
longitud) desarrollando capas de [Mg3Si2O5(OH)4] – PDF N° 000-10- crisotilo, 37,9% de Lizardita 1T, 14,4%
individuos enmarañados paralelas 0381, Magnetita [Fe3O4] – PDF N° de Clinocloro, 1.9% de Cuarzo y 1.8%
entre sí, generando una microvena 010-71-6337, Cuarzo [SiO2], Antigo- de Magnetita. Las fases de Calcita y
que corta placas de cristales indi-
viduales de antigorita. La Figura 7d
muestra antigorita exhibiendo una
estructura modulada a lo largo de
[100] y fibras de crisotilo. Según
Yariv and Heller-Kallai (1975), la
antigorita está constituida de ho-
jas paralelas ligeramente corruga-
das, asumiendo un hábito hojoso
y fibroso, aunque las variedades
fibrosas difieren de las de crisoti-
lo (compuesto de tubos coaxiales),
mientras que el crisotilo se compo-
ne de hojas curvadas.

La composición química de las


fases minerales presentes en la
serpentinita fue medida mediante
análisis de dispersión de energía de Figura 8. Espectro EDS del cristolito.

28
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

Antigorita no son cuantificables. El


resultado gráfico del análisis cuanti-
tativo se presenta en la Figura 10.

No obstante, los perfiles de di-


fracción de rayos X son muy simi-
lares para los minerales del grupo
de la serpentina debido a la simi-
laridad en sus propiedades crista-
loquímicas, lo cual requiere de una
caracterización más integral.

3.2.5 Fluorescencia de
rayos-X de longitud de
onda dispersiva (WDXRF)
Los resultados del análisis quí-
mico total de la serpentinita rea-
lizado mediante fluorescencia de
rayos X por longitud de onda dis-
persiva son ilustrados en la Tabla
1. De acuerdo con estos resultados
se pudo establecer que el material
Figura 9. Perfil de difracción de rayos X de la serpentinita (análisis cualitativo). analizado (serpentinita) está consti-
tuido por 40.48% de MgO, 36.39%
de SiO2, y 6.35% Fe2O3 y 1.15% de
CaO. Una alta concentración de Mg,
Si y Fe, es una característica marca-
da de compuestos de la familia de
las serpentinas. Se observa la pre-
sencia de elementos en baja con-
centración (0.73% Al2O3, 0.30% NiO
y 0.28% Cr2O3, entre otros) indican-
do posibles sustituciones de mag-
nesio por aluminio y cromo como
se pudo observar en las estructuras
de lizardita y clinocloro identifica-
das por difracción de rayos-X. Sin
embargo, en un entorno ligera-
mente alcalino, parte del magnesio
octaédrico de la serpentina tam-
bién puede ser reemplazado por
el níquel mediante una reacción de
intercambio iónico (Golightly, 1981;
Figura 10. Perfil de difracción de rayos X de la serpentinita (análisis cuantitativo). Elias et al., 1981) cuya concentra-

29
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

Elemento No. Atómico (Z) Concentración Óxido Concentración


Mg 12 24.41% MgO 48.48%
Si 14 17.01% SiO2 36.39%
Fe 26 4.44% Fe2O3 6.35%
Ca 20 0.82% CaO 1.15%
Al 13 0.39% Al2O3 0.73%
Ni 28 0.23% NiO 0.3%
Cr 24 0.19% Cr2O3 0.28%
Mn 25 0.1% MnO 0.13%
S 16 0.04% SO3 0.11%
K 19 0.03% K2O 0.03%
Cl 17 0.02% TiO2 0.02%
Ti 22 99 ppm Cl 0.02%
Co 27 88 ppm CoO 0.01%
Zn 30 51 ppm ZnO 63 ppm
V 23 35 ppm V2O5 63 ppm
Cu 29 34 ppm CuO 424 ppm
Balance (C.H.O.) -- - *L.O.I. 14%

Tabla 1. Análisis de fluorescencia de rayos-X de longitud de onda dispersiva de la serpentinita.

ción total en la muestra analizada material orgánico y elementos vo- En las Figuras 11A y 11B se ilus-
corresponde a 0.23%. Las pérdidas látiles, eliminados durante el proce- tran los espectros de fluorescencia
por ignición del 14%, se deben a so de calcinación. de rayos-X de longitud de onda dis-

Figura 11 A

30
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

Figura 11 B

Figuras 11A y 11B. Espectro de fluorescencia de rayos-X de longitud de onda dispersiva de la


serpentinita para elementos livianos (11A) y elementos pesados (11B).

persiva de la muestra analizada en


el rango de elementos livianos (Na
a Sc), y pesados (Ti a U), respecti-
vamente, destacándose las líneas
características de los elementos
presentes en las fases minerales
del grupo de la serpentina identi-
ficadas con las anteriores técnicas
analíticas. Las líneas de rodio (Rh)
observadas en los espectros corres-
ponden al tubo de rayos-X utilizado
para la medición.

3.2.6 Espectroscopía infrarroja


por transformada de Fourier
con atenuación total (FTIR-ATR)
La Figura 12 ilustra el espec-
tro FTIR-ATR en la región 4.000-
400 cm-1 de la serpentinita, el cual
es muy similar a los reportados en
estudios anteriores (e.g., Stubidan
and Roy, 1961; Veniale and Van der
Marel, 1963; Pampuch and Ptak, Figura 12. Espectros FTIR-ATR de la serpentinita en la región de 400-4.000 cm-1.

31
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

1970; Luce, 1971; Yariv and Heller-


Kallai, 1975; Morandi and Felice,
1979; Fonseca et al., 2001; Wypych
et al., 2003; Bentabol-Manzanares
and Ruíz-Cruz, 2008). En el espectro
infrarrojo se observan tres regiones
bien definidas, la región compren-
dida entre 3.600 y 3.800 cm-1, la se-
gunda región, de 1.200 a 800 cm-1
y la tercera región entre 800 y 400
cm-1. La Figura 13 ilustra los espec-
tros FTIR-ATR de la serpentinita en
las regiones de 400-1.600 y 3.000- Figura 13. Espectros FTIR-ATR de la serpentinita en las regiones de (A) 3000-
3.800 cm-1. 3800 cm-1 y (B) 400-1.600 cm-1.
En la región de altas frecuencias
(Figuras 12-13A) aparecen dos ban- región (Figuras 12-13B) entre 800 En la Tabla 2 se presentan las
das, una de ellas de alta intensidad y 400 cm-1, corresponden a modos asignaciones de número de onda
a 3.683 cm-1 y la otra de intensidad vibracionales tipo flexión del grupo (cm-1) de cada uno de los modos
moderada a 3.664 cm-1. Estas dos hidróxilo (OH) y del SiO4 tetraédrico vibracionales activos en infrarrojo
bandas han sido asignadas a mo- (Yariv and Heller-Kallai, 1975; Stubi- de la serpentinita estudiada. Las
dos vibracionales tipo tensión co- dan and Roy, 1961; Yariv and Heller- bandas observadas son en su ma-
rrespondiente al grupo hidróxilo Kallai, 1975). yoría correspondientes al crisotilo,
(Mg-OH) superficial en el interior y
exterior, respectivamente. También Posición
se pueden observar bandas muy dé- Asignación
Banda (cm-1)
biles a 3.430 y 1.634 cm-1, atribuidas 3.683 Tensión Mg-O-H ν(OH)
a moléculas de agua adsorbidas a la
superficie del crisotilo. En la segunda 3.664 Tensión Mg-O-H ν(OH)
región (Figuras 12-13B) aparecen tres 3.430 Tensión OH, agua absorbida ν(OH)
bandas a 941, 1.013 y 1.076 cm-1, éstas 1.634 Flexión OH, agua absorbida δ(OH)
son asignadas a modos vibraciona-
les tipo tensión del sistema tetrae- 1.076 Tensión perpendicular al plano Si-O-Si ν(Si-O-Si)
dral SiO4. La última de estas bandas 1.013 Tensión anti-simétrica en el plano basal Si-O-Si ν(Si-O-Si)
(1.076 cm-1) corresponde a la tensión
941 Tensión simétrica en el plano basal Si-O-Si ν(Si-O-Si)
del grupo Si-O-Si (Kameyama et al.,
1988) perpendicular al plano basal, 606 Flexión δ(Mg-O-H)
mientras que el pequeño hombro 550 Flexión δ(Mg-O-H)
observado a 1.013 cm-1 y la banda
500 Flexión δ(Mg-O-H)
intensa a 941 cm-1 son asignadas a
tensiones simétricas y asimétricas 453 Flexión δ(Mg-O/ Si-O-Si)
del grupo Si-O-Si en el plano basal. 421 Flexión δ(Mg-O/ Si-O-Si)
El conjunto de bandas observadas
(606, 550, 500, 453 y 421 cm-1) a Tabla 2. Frecuencias y asignaciones correspondientes para minerales del grupo
frecuencias menores, en la tercera de la serpentina.

32
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

evidenciando la presencia mayo-


ritaria de esta fase mineral en la
muestra de serpentinita objeto de
este estudio.

La Figura 14 muestra el espec-


tro de la serpentinita en la región
del infrarrojo cercano (4.000-9.000
cm-1). En el espectro se observan
tres sobretonos y combinaciones
de modos vibracionales; las bandas
observadas a 7.235, 5.092 y 4.301
cm-1, asignadas al sobretono del
modo vibracional tipo tensión del
grupo hidróxilo (O–H), vibración
en la estructura cristalina del agua
(H–O–H), y la vibración del mineral
(Mg–OH), respectivamente. Estas
bandas han sido previamente iden-
tificadas en minerales ricos en Mg,
Figura 14. Espectro FTIR-ATR de la serpentinita en la región del infrarrojo cerca-
especialmente en la fase mineral no (4.000-9.000 cm-1).
crisotilo (Michalski et al., 2006).

3.2.7 Espectroscopía Raman


El espectro Raman de la ser-
pentinita analizada se ilustra en la
Figura 15. Este espectro fue utiliza-
do para establecer la presencia de
los minerales del grupo de la ser-
pentina, los cuales presentan una
química similar, aunque diferente
estructura cristalina, y son difíciles
de diferenciar por otras técnicas
analíticas. Las bandas que aparecen
alrededor de 1.052 y 915 cm-1 co-
rresponden a vibraciones tipo ten-
sión de la red de sílice Si–O–Si. La
banda que aparece a más alta fre-
cuencia, 1.105 cm-1, corresponde al
modo vibracional anti-simétrico de
la tensión del grupo Si-Onb-Si (nb
– Oxígeno no-puente) (Sontevska et
al., 2007). Las bandas más intensas,
695 y 393 cm-1, han sido asignadas Figura 15. Espectro Raman de la serpentinita.

33
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

a los modos vibracionales, tensión asignada al modo vibracional tipo 3.2.8 Resonancia Magnética
simétrica del Si-Onb-Si y al modo flexión del Onb…H-O. A 205 cm-1 Nuclear de 29Si (29Si NMR MAS)
vibracional flexión del SiO4 tetraé- aparece una banda que puede ser En la Figura 16 se observa una
drico, respectivamente (Kloprogge asignada al modo vibracional tipo banda de resonancia a -94.98 ppm
et al., 1991; Rinaudo et al., 2003; tensión del Mg-O (con simetría A1g) para el 29Si que es semejante al
Sontevska et al., 2007). Según Klo- de un distorsionado sistema MgO6 valor reportado por Magi et al.,
progge et al. (1991), la banda alre- octaédrico (Kloprogge et al., 1991). (1984), para una serpentinita. El api-
dedor de 625 cm-1, corresponde al Finalmente, las bandas que se ob- lamiento de las capas tetraedrales
modo vibracional tipo tensión del servan a frecuencias menores, 134 y y poliedrales (1:1) y el tamaño de
Mg–OH. La banda observada a 466 110 cm-1, corresponden a modos vi- los anillos en las capas tetraedrales
cm-1 es asignada a la vibración tipo bracionales de la red cristalina (mo- no influyen significativamente en el
flexión Si-O, asociada con la vibra- dos vibracionales externos). corrimiento químico del 29Si, por lo
ción translacional del Mg-OH. A cual resuena en el intervalo de fre-
350, 325 y 306 cm-1 se observa un Las bandas observadas, junto cuencias entre -91 y -98 ppm típico
triplete de bandas, las cuales co- con sus asignaciones vibracionales de los filosilicatos.
rresponden a modos vibracionales son presentadas en la Tabla 3, en
tipo flexión del SiO4 (Kloprogge et correspondencia con estudios pre-
al., 1991; Rinaudo et al., 2003). Se- vios sobre este tipo de minerales
gún Rinaudo et al. (2003), la ban- (Lewis et al., 1996; Sontevska et al.,
da observada a 235 cm-1 puede ser 2007; Foresti et al., 2009).

Posición Asignación
Banda (cm-1)
1.105 νas(Si-Onb-Si)
1.052 ν(Si-O-Si)
952 ν(Si-O-Si)
Figura 16. Espectro 29
Si NMR MAS (79,61
625 ν(Mg-OH) MHz) de serpentinita.

466 Translación Mg-OH + ν6(e)SiO4


4. DISCUSIÓN
393 ν5(e)SiO4 Simétrica
De acuerdo con Pardo-Trujillo
350 Flexión δ(SiO4)
y Moreno-Sánchez (2001), el Com-
325 Flexión δ(SiO4) plejo Arquía representa una mezcla
305 Flexión δ(SiO4) tectónica de bloques de diferentes
orígenes (corteza oceánica, zona
235 Vibración Onb...H-O de subducción, rocas sedimenta-
205 ν(Mg-OH) rias marinas, etc.) producidos por
la zona de cizallamiento entre la
134 Modos vibracionales de la red Provincia Ígnea Cretácica del Caribe
110 Modos vibracionales de la red Colombiano propuesta por Kerr et
al. (1997) y el margen occidental de
Tabla 3. Frecuencias y asignaciones correspondientes para minerales del gru- Colombia durante el período Cre-
po de la serpentina. tácico. Las serpentinitas son rocas

34
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

metamórficas formadas en los límites de placas y moviéndose a través del manto superior y de
tectónicas profundas dentro de la corteza terres- rocas basales de la corteza oceánica, hidratando
tre (Figura 17). Estas rocas se generan en contex- sus minerales ferromagnesianos, tales como oli-
tos tectónicos asociadas a complejos ultramáfi- vino y piroxeno, hasta formar minerales del gru-
cos, por lo que se reconocen aquellas que están po de la serpentina ricos en magnesio. La gene-
relacionadas a la fracturación de las dorsales ración de serpentinitas consiste en la alteración
medio-oceánicas que incorporan agua a zonas de rocas ultramáficas mediante procesos que
profundas, y/o igualmente asociadas a sistemas permiten la incorporación de una fase hidratada
de fallas transformantes que también permiten en contacto con las rocas ultramáficas. La asocia-
la infiltración de agua a zonas profundas de la ción mineral y las texturas que resultan del pro-
corteza oceánica, dando lugar a las denomina- ceso de serpentinización de rocas ultramáficas
das serpentinitas de fondo oceánico (Bonifacie dependen tanto del protolito original como del
et al., 2008; Kodolányi et al., 2012; Deschamps et régimen de presión y temperatura del sistema.
al., 2013). Del mismo modo la serpentinización De esta manera, las rocas ultramáficas (peridoti-
puede tener lugar en contextos tectónicos que tas) son alteradas por la circulación de agua hi-
conlleve el emplazamiento cortical, asociadas a drotermal a través de su serpentinización, lo cual
contextos tectónicos de subducción y obducción es un proceso exotérmico donde se consume
(Li and Lee, 2006). Por lo tanto, el origen de las agua y se libera calor. La interacción de fluidos
serpentinitas emplazadas dentro del Complejo hidrotermales con rocas ultramáficas común-
Arquía es el resultado del transporte del agua mente resulta en la formación de minerales del
(agua de mar, fluidos metamórficos o agua me- grupo de la serpentina con menores cantidades
teórica) hacia niveles más profundos junto con de clorita, talco, tremolita, brucita, magnesita y
la corteza oceánica en subducción, calentándose magnetita (Kyser et al., 1999). La formación de

Figura 17. Contexto de placas tectónica en el que se forman las serpentinitas.

35
Caracterización mineralógica, química y
espectroscópica de la serpentinita en la cantera
G e o l o g í a N o r a n d i n a
de explotación de Córdoba (Quindío)

magnetita puede indicar un cambio en la parti- modelo en el cual la exhumación del manto ocu-
ción de Fe3+ más que en un cambio en µO2, o un rre a lo largo de fallas cóncavas que se extien-
cambio en algún otro parámetro (O’Hanley and den hacia abajo, donde los fluidos mantélicos,
Dyar, 1993). Diagramas de presión-temperatura así como el agua de mar llevada a hacia abajo,
(e.g., O’Hanley and Wicks, 1995) obtenidos en interactúan con las rocas mantélicas, permitien-
parte a partir de termometría de isótopos de do su serpentinización. En los límites de placas,
oxígeno del par serpentina-magnetita, revelan donde la deformación se localiza a lo largo de
un campo de estabilidad para el crisotilo en el zonas de cizallamiento a escala centimétrica a ki-
rango 195-260°C, con antigorita y lizardita esta- lométrica, la influencia de la serpentinita en los
bles por encima y por debajo de este rango. Por procesos tectónicos está ligada a sus propieda-
otra parte, el proceso de serpentinización puede des únicas reológicas (Guillot et al., 2015). Según
producir más magnetita a partir de harzburgitas Deschamps et al., (2013), las serpentinitas son
que de dunitas (Evans, 2004). Durante el proceso consideradas como reservorios de elemento flui-
de serpentinización, la roca se va hacienda me- do móvil en zonas de subducción y su papel ha
nos densa a medida que se adiciona agua, y, de sido subestimado en el ciclo geoquímico global.
esta manera, es esencialmente empujada hacia La flotabilidad de la serpentinita probablemente
arriba por diferencia de densidades con la roca contribuyó a la exhumación de bloques de eclo-
a su alrededor con la ayuda de discontinuidades gitas que presenta el Complejo Arquía. En este
tectónicas. El agua caliente que circula a través sentido, el reconocimiento y estudio de cuerpos
de pequeñas fracturas y poros de la roca del de serpentinita como el reportado en la cantera
manto, disuelve parcialmente la sílice de la roca, de explotación de Córdoba (Quindío) contribuye
promoviendo una reacción química (1) en la que al entendimiento de la teoría moderna de placas
los minerales (principalmente olivino) de las ro- tectónicas.
cas mantélicas son transformados a minerales
del grupo de la serpentina. 5. CONCLUSIONES

3Mg2SiO4 (olivino) + SiO2 + 2H2O → El metamorfismo y subsecuente alteración ha


2Mg3Si2O5(OH)4 modificado substancialmente las características
(mineral del grupo de la serpentina) petrológicas y químicas primarias de las peridoti-
tas a partir de las cuales se formó la serpentinita.
Los minerales del grupo de la serpentina No obstante, es posible distinguir la litología pri-
pueden formarse a partir de diferentes tipos maria con base en la ocurrencia de texturas relíc-
de fluidos (Wenner and Taylor, 1971, 1973). No ticas. Las peridotitas son rocas ultramáficas com-
obstante, según Kyser et al., (1999), el agua de puestas principalmente por olivino (más de 40%),
mar y los fluidos metamórficos probablemente clinopiroxeno y ortopiroxeno. Además pueden
son los agentes dominantes de serpentinización, contener cantidades menores de otros minera-
mientras que el agua meteórica participa en pro- les. La roca original se clasifica como una peri-
cesos de intercambio de isótopos de hidrógeno dotita, por el hecho de contener principalmente
post-formacional. La hipótesis de la serpentiniza- olivino, así como anfíboles y piroxenos, los cuales
ción en profundidad es confirmada por datos de presentan altos contenidos de Fe, Mg y Al. La in-
isótopos de oxígeno, los cuales favorecen el de- terpretación de las observaciones hechas en el
sarrollo de este proceso en rocas mantélicas an- presente estudio suministra una contribución va-
tes de su exhumación (Skelton and Valley, 2000). liosa hacia el entendimiento de los procesos de
Por otra parte, Sibuet et al., (2007) proponen un serpentinización. Las fases minerales dominantes

36
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

en la muestra analizada son minerales del grupo


de la serpentina (crisotilo y antigorita) y clinoclo-
ro, así como también magnetita. El uso integral
de técnicas analíticas modernas es fundamental
en la caracterización de minerales. Específica-
mente la espectroscopía constituye una herra-
mienta importante para distinguir las diferentes
especies minerales del grupo de la serpentina.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a la Universidad In- de la Escuela de Geología; a los laboratorios de


dustrial de Santander por brindar el apoyo lo- Microscopía y Rayos-X, Espectroscopía Atómi-
gístico para la realización del trabajo de campo ca y Molecular y Resonancia Magnética Nuclear
con la participación de estudiantes de Geología de la Vicerrectoría de Investigación y Extensión
de la asignatura Campo II, y el uso de diferentes de la Universidad Industrial de Santander y a su
técnicas analíticas; a los laboratorios de Estereo- personal, por el servicio de laboratorio y análisis
microscopía y Microscopía de Luz Transmitida suministrado para la adquisición de datos.

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39
Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island
(Colombian Caribbean)
German David Patarroyo Camargo1
1 Stratos Consultoría Geológica • [email protected]

The paleontological survey of several outcrops in San Andrés Island (Colombian Ca-
ribbean) and their integration with previous paleoecological studies provide new paleoenvi-
ronmental inferences for the Miocene strata.
ABSTRACT The presence of the infaunal bivalves Cardita, Anodontia, Lucina, Chione, and the gas-
tropods Strombus, Fasciolaria, and Natica, suggest a general reef lagoon paleoenvironment
for all the studied locations. Also, few thick shelled bivalves such as Ostrea, Crassostrea,
Hyotissa, and Spondylus were found. The studied malacofauna suggests low energy condi-
tions, with water depths that would range between 5-25 m, being deeper in the central part
of the island and gradually shallowing to the south. Evidence of this shallowing is indicated
by the presence of epifaunal bivalves such as Pecten and Chlamys. Additionally, high con-
centrations of the gastropod Strombus could suggest the occurrence of local sea grasses.
A preliminary micropaleontological inspection indicates the presence of common reef
foraminifers such as Lepidocyclina and Quinqueloculina, providing new perspectives to im-
prove the Neogene biostratigraphy of San Andrés Island.
Keywords: Colombian Caribbean, macrofossils/microfossils, Miocene, paleoenviron-
ments, San Andrés Island.

La prospección paleontológica de una serie de afloramientos en San Andrés Islas (Caribe


Colombiano) y su integración con estudios paleontológicos previos, permite nuevas inferen-
cias paleoambientales para los estratos del Mioceno.
La presencia de los bivalvos infaunales Cardita, Anodontia, Lucina, Chione y los gaste-
rópodos Strombus, Fasciolaria y Natica sugiere un entorno general de laguna arrecifal para
todas las secciones estudiadas. Igualmente, pocos bivalvos de conchas gruesas como Ostrea,
Crassostrea, Hyotissa y Spondylus fueron encontrados. La malacofauna estudiada sugiere
RESUMEN condiciones de baja energía, con batimetrías que estarían entre 5-25 m, profundizándose
en la parte central de la isla y somerizándose gradualmente hacia el sur. Evidencias de esta
somerización estarían indicadas por la presencia de bivalvos epifaunales como Pecten y
Chlamys. Adicionalmente, proporciones altas del gasterópodo Strombus podrían sugerir la
presencia local de zonas con pastos marinos.
Un estudio micropaleontológico preliminar indica la presencia de foraminíferos asocia-
dos a arrecifes como Lepidocyclina y Quinqueloculina, ofreciendo perspectivas para mejorar
la bioestratigrafía del Neógeno en San Andrés Islas.
Palabras claves: Caribe Colombiano, macrofósiles/microfósiles, Mioceno, paleoam-
bientes, San Andrés Isla.

40
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

1. INTRODUCTION llusks, foraminifers) has been dis- of San Andrés are updated, combi-
cussed in a lesser way (Bürgl, 1961; ning new findings for the San An-
The San Andrés Archipiélago has García-Llano, 1998; Díaz and Gar- drés Formation with: (1) previous
a privileged location in the western cía-Llano, 2010). Furthermore the interpretations in this unit (Geister,
Caribbean with a relevant present- location for many of these fossils 1975; García-Llano, 1998; Geister
day biodiversity which has caused remains unclear and most of them and Díaz, 2007; Díaz and García-
its promotion in 2000 as The Sea- are outside the island. Therefore a Llano, 2010) and, (2) modern ecolo-
flower Reserve, and a membership permanent exhibition is not availa- gical data about the mollusks of San
in the World Network of Biosphere ble for local community. Andrés Island and the Caribbean re-
Reserves of UNESCO (Man and the gion (e.g. Warmke and Abbot, 1961;
Biosphere Program, MAB). In the In recent years, the Jardín Bo- Abbot, 1974; Díaz et al., 1990, Díaz
case of the fossil record, previous tánico of Universidad Nacional and Puyana, 1994).
paleontological studies in the archi- de Colombia has conducted new
piélago illustrates a great potential efforts to preserve the natural he- 2. GENERAL ASPECTS
for San Andrés Island. ritage of the Archipiélago, including
a preliminary survey for macrofos- The San Andrés Archipiélago
In general, previous paleonto- sils in several outcrops of San An- comprises a group of islands, atolls
logical works and their paleoenvi- drés Formation which allowed: (1) and coralline banks in the western
ronmental interpretations in San the identification of several genera Colombian Caribbean. All of them
Andrés have been focused on Mio- of bivalves, gastropods, echinoids aligned in a general direction of NNE
cene and Pleistocene rocks (Royo y and foraminifers; (2) initial paleo- along a submarine major feature
Gómez, 1947; Bürgl, 1961; Geister, environmental inferences based on called the Nicaraguan Rise (Geister,
1973a-b, 1975; Geister and Díaz, the non-coralline fossils (Patarroyo, 1975; Geister and Díaz, 2007). San
2007). Unfortunately the main goal 2006, 2008). Andrés is the largest island of the
of many of these studies was to des- archipiélago (27 km2) and is located
cribe the coralline assemblages and In this paper the paleoenviron- 619 km northwestern from the Co-
the non-coralline content (e.g. mo- mental inferences for the Miocene lombian coast (Figure 1A).

1A 1B

Figure 1. Study area. 1A Geographic location of the San Andrés Archipiélago (Modi ed of Carey et
al., 2000). 1B Structural geology of the San Andrés Archipiélago. In red, the faults related to the San
Andrés Fracture (Modified of Geister and Díaz, 2007; Castillo and Vargas, 2013).

41
Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

2.1 Geological evolution (Royo y Gómez, 1947; Raasveldt, of San Andrés Formation are disper-
of San Andrés Island 1955). The first report of fossils was sed and highly weathered, a type
San Andrés Island, as a part of conducted on outcrops for the cen- locality has not de fined.
Los Cayos Basin, shares a similar tral part of the island (Royo y Gó-
geological evolution with the other mez, 1947). Another survey descri- San Andrés Formation com-
archipelago’s islands, atolls and cays. bed foraminifers and mollusks from prises a succession of sparitic and
The tectonic character of the sea Cove Hill and unnamed Miocene microcrystalline limestones, sandy
floor on the western Caribbean is the rocks on western San Andrés (Bürgl limestones and calcareous mudsto-
result of the interaction between the and Barrios, 1955; Bürgl, 1961). Joern nes with well-preserved fossiliferous
Caribbean, Cocos and South Ame- Geister (Bern University) developed levels. Due the heavy weathering
rican plates. A significant structure a series of detailed works about some limestones are covered by an
feature in the area is the San Andrés both the fossil and recent reef com- irregular calcareous material, infor-
Fracture, a 15° NNE tectonic graben munities (Geister 1969, 1972, 1973a, mally assigned as tobaceous limes-
in the southern part of Nicaraguan 1975). A summary of these studies tone or caliche (Hubach, 1956; Bürgl,
Rise that separates the San Andrés can be found in Geister and Díaz 1961). Petrographic and sedimento-
Archipiélago from the continental (1996, 2007). logical studies have proposed the
platform of Central America (Figu- division of San Andrés Formation in
re 1B; Christofferson, 1983; Munar, The fossil malacofauna has been three units: Microcrystalline limesto-
2000; Castillo and Vargas, 2013). less studied in comparison with the nes, Detrital muddy limestones and
coralline assemblages. Most of the Detrital sandy limestones (Vargas,
In general the subsidence of the research has been focused on scat- 2004). Moreover a thickness assign-
volcanic basements in the tectonic tered Miocene and Pleistocene out- ment for San Andrés Forma- tion is
graben, and the simultaneous cove- crops (Geister, 1973b; García-Llano, speculative, but according to seismic
ring with biogenic carbonates since 1998; Díaz and García-Llano, 2010). data the underlying volcanic base-
the late Paleogene, caused the for- The only micropaleontological sur- ment is interpreted 250 m below the
mation of all the coralline structures veys have been conducted on wi- surface (Ingeominas, 1992).
in the archipiélago (e.g. Castillo and despread samples by Bürgl and Ba-
Vargas, 2013). Throughout the Plio- rrios (1955) and Bürgl (1956, 1961). There is a consensus in a middle
cene and early Pleistocene, San An- Miocene age for San Andrés For-
drés had a progressive tilting to the 2.3 The San Andrés Formation mation. For instance the absence in
west and uplifting of a large portion The name “San Andrés Forma- the outcrops of the recent benthic
of the Miocene calcareous strata. tion” was initially proposed for the fo- raminifers Astigerina carinata,
During the Pleistocene to Holocene rocks outcropping on the soft hills Amphistegina radiate among other
the sea level oscillations have cau- in the central part of San Andrés was proposed as a diagnosis of
sed erosive processes reflected as Island (Hubach, 1956). Few years Miocene in the hilly area (Royo y
ancient intertidal notches (Geister later Bürgl (1961) informally assig- Gómez, 1947; Hubach, 1956). Addi-
and Díaz, 1996, 2007). ned these strata as Inner limestones tional samplings and taxonomic re-
and suggested a middle Miocene definitions of the previous collected
2.2 Background of the age. The San Andrés Formation, as malacofauna and foraminifers, su-
geology and paleontology a geologic unit was finally adopted ggested a middle Miocene age for
in San Andrés Island by Geister (1975) and subsequent the San Andrés Formation (Bürgl and
A photogeologic map and a ge- studies agreed with this denomi- Barrios, 1955; Bürgl, 1956, 1961). In
neral field-work were the first geo- nation (e.g. Geister and Díaz, 1996, addition the absence of the Pleistoce-
logical studies on San Andrés Island 2007; Vargas, 2004). As the outcrops ne branching coral Pocillopora was

42
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

also used to differentiate the San Andrés (Geister, 1975; García-Llano,


Andrés Formation from the post- 1998; Díaz and García-Llano, 2010).
Miocene strata on the island (e.g. General references in fossil and re-
San Luis Formation; Royo y Gómez, cent mollusk assemblages for the
1947; Geister, 1975; Vargas, 2004; Caribbean region, were also consi-
Geister and Díaz, 2007). dered (e.g. Woodring, 1928, 1959;
Warmke and Abbot, 1961; Turner
Despite the long biostratigra- and Boss, 1962; Abbot, 1974; Walls,
phic ranges of most of the repor- 1979; Ríos, 1985; Rehder, 1988; Díaz
ted malacofauna, recent studies et al., 1990; Díaz and Puyana, 1994).
suggest a middle Miocene to mid- The paleoenvironmental inferences
dle Pliocene age for the San Andrés of this study were compared with:
Formation (Díaz and García Llano, (1) previous paleoenvironmental
2010). In addition, some of the pre- proposals and, (2) modern ecolo-
viously reported mollusks in this gical information of the mollusks in
unit were taxonomically redefined San Andrés (Geister, 1975; Díaz and
by these authors. Puyana, 1994; García-Llano, 2010;
Geister and Díaz, 2007). All the co-
3. METHODS llected specimens are stored and
preserved in the Jardín Botánico.
Field-work was conducted bet-
ween May and June of 2006, com-
prising 16 outcrops through the Figure 2. Analyzed localities. The yellow zone
illustrates the contour of the San Andrés For-
central part of the island (Figure 2;
mation.
Table 1). The nomenclature of these
outcrops and their general descrip-
tions followed Patarroyo (2006). In
2009, new civil infrastructure des-
troyed the locality of Morgan Cave
(MCR-1). Despite of that, a micropa-
leontological survey (two samples)
in MCR-1 was conducted in 2008.
These samples (5-8 g) were washed
with distilled water using the 63 and
150 μm fractions sieves. The retai-
ned material was dried and all the
benthic foraminifera per sample
were examined. The identification
of the foraminifers followed gene-
ral references in reef settings (e.g.
Loeblich and Tappan, 1988; Javaux Table 1. Outcrops of the San Andrés Formation. *The nomenclature of the outcrops
and Scott, 2003). Taxonomical de- followed Patarroyo (2006). **Grade of preservation in the analysed outcrops: † Low
finitions of the collected mollusks weathering; †† Moderate weathering; ††† High weathering. ***Quality, abundance
were based on previous data in San and diversity of the fossil assemblages: Poor; Moderate; High.

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Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

4. RESULTS A recount of the collected fossils the infaunal bivalves Anodontia, Pi-
and the lithological features of each tar, Lucina, Chione and Pholadomya?,
A total of 190 specimens were main locality will be referred below. undetermined cardiids and venerids
collected in 13 localities, compri- were collected. Additional malaco-
sing 11 bivalve genera, 7 gastropod 4.1 Duppy Gully and fauna corresponds to the gastropo-
genera and 2 echinoid genera. Four Harmony Hall sectors ds Bulla?, Strombus, and Fasciolaria.
mollusk genera were referred in (DGQ/DGR; HHH) The collected specimens are casts,
open nomenclature (Table 2). Due to Due to small-scale and informal indicating in some cases bioerosion,
dissolution, most of the specimens mining, the Duppy Gully area exhibits probably caused by clionid sponges.
were preserved as casts (internal the largest outcrops on the central In a minor proportion (<10% of to-
and external) or fragments, ham- part of San Andrés Island. Two of the tal assemblage) the following fossils
pering a taxonomic classification studied localities (DGQ-1 and 2) are were also found: (1) thick shelled epi-
to species level. Additionally, three composed of sandy limestones and faunal bivalves such as Ostrea, Hyo-
of the studied localities had no re- calcareous mudstones (Figure 3A). tissa, Crassostrea, and Spondylus?; (2)
covery (PHR-1, LHR-1 and OHR-1). In these sites a great proportion of pectinids such as Chlamys and Pecten

Table 2. Collected macrofossils on several outcrops of the San Andrés Formation. *The nomenclature followed
Patarroyo (2006). Preservation of the specimens: Bad; Moderate; Good.

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N o . 1 3

3A 3B

Figure 3. Localities of the San Andrés Formation. 3A: Duppy Gully area. Note the
massive concentrations of the heavily recrystallized ostreid Pycnodonte (white
mots). Scale bar (left): 2 m. 3B: Duppy Gully Road. This locality illustrates a clear
example of a heavily weathered outcrop (caliche according to Bürgl, 1961) Scale
bar (black): 30 cm. 3C: Cove Hill. Scale bar (white): 1 m. 3D: Harmony Hall Hill.
This locality is characterized by numerous fragments of the branching coral Pori-
tes (comprised inside the white contour) and fragments of small pectinids.
3C
spp. A distinctive feature in the Duppy Gully sector is the presence
of layers (ranging 30‐50 cm width) with conspicuous concentra-
tions of recrystallized ostreids (probably Pycnodonte; Figure 3A).
Poorly preserved branching corals (Porites?) were observed in the
outcrops. In the road connecting Harmony Hall and the Duppy
Gully area, three additional localities present fossiliferous content
(DGR-1, 2 and 3). However, heavy weathering of the sandy limes-
tones hampered the definition of most of the specimens (Figu-
re 3B). Some of the few identified genera correspond to Pecten,
Hyotissa, Fasciolaria, Ostrea and Chione (casts).

A series of small outcrops (composed of sandy limestones),


around the Botanical Garden comprise the locality of Harmony
Hall (HHH-1). In spread mudstones are common the presence of
poorly preserved pectinids (probably Chlamys and Pecten), casts 3D
of Lucina, and valves of the genera Spondylus and Phola- domya?
are common in mudstones (Figures 3C; 5). Most of the specimens
are small (8-15 mm length) and disposed in a chaotic arrangement
around the beds. Chaotic concentrations of undetermined bran-
ching corals (probably Porites) were found in local patches. Also,
some fragmentary exemplars of the echinoid Echinolampas were
collected taking advantage of civil works inside the Jardín Botánico.

Northern of the Duppy Gully and Harmony Hall areas, are


two of the three localities without fossiliferous content: Oran-
ge Hill and Lever Hill (OHR-1, LHR-1). Both sites comprise hea-
vily weathered sandy limestones.

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Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

4.2 Cove Hill and Pepper 10 cm in thickness (Figure 3C). In a minor pro-
Hill sectors (CHR; PHR) portion, casts of the bivalves Chione, Anodon-
The locality CHR corresponds to dispersed tia, Lucina, Pitar were identified. Undetermined
outcrops along the road from the Cove area to venerids, cardiids, and poorly preserved casts of
the central part of San Andrés Island. The granu- the gastropod Natica were also found (Figure 5).
lometry of the calcareous beds is finer (clay size) Coralline fragments were not detected in CHR-1.
than the localities in the road of Duppy Gully
(DGR-1/3). The faunal content is represented by a A series of small outcrops of sandy limestones
variable proportion of the gastropods Strombus along the road to Pepper Hill comprise the fossili-
and Fasciolaria, with lengths of 5-15 cm. Most of ferous localities of PHR-2 and 3 (Figure 3D). In con-
them were deposited in conspicuous layers of trast, heavy weathering in PHR-1 hampered any

4B

4A

4C

4D

Figure 4. Localities of the San Andrés Formation. 4A: Morgan Cave Road. Note the continuity of the ash layer. The black square indi-
cates the surveyed bed for microfossils. 4B: Pepper Hill. Scale bar (white): 1 m. 4C: Scoplin Gully. This locality comprises mudstones
with high concentrations of Pecten and Chlamys. Scale bar (white): 40 cm. 4D: Sam Wright Hill. Scale bar (white): 1 m.

46
a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

died localities, SGP has the best


potential for future prospections
due the good fossil preservation.
Inside of calcareous mudstones and
little weathered biomicrites the-
re was found a high abundance of
small pectinids (Pecten and Chla-
mys: 8-20 mm length) and bivalves
such as Lithophaga, Hyotissa and
Figure 5. Selected specimens of the San Andrés Formation. The illustrated specimens belong to Ostrea. The bivalves Chione and
the localities HHH-1 and CHR-1. 5a-b, 5d and 5g: Pecten sp. (Fragments). 5c and 5h: Strombus sp. Pitar, undetermined venerids and
(Fragments). 5e: Spondylus sp. (Left valve). 5f: Natica sp. (mold). Scale bar (3cm). the gastropods Turritella, Strombus,
Xenophora?, Fasciolaria and Astrea
fossil preservation. On PHR-2 and 3, paleontological survey of this locality were found as casts. Scattered frag-
casts of bivalves such as Chione, un- collected a great proportion of casts ments of the echinoid Clypeaster
determined cardiids and the gastro- of undetermined cardiids and the gas- were collected as reworked material
pods Strombus, Fasciolaria and Oliva tropods Conus and Fasciolaria. Few (Figure 4C). Abundant fragments of
were common (Figure 4B). Fragments specimens of Ostrea, and undetermi- branching and massive corals were
of the genera Pecten and Pitar were ned coralline fragments were also co- observed (e.g. Porites spp., Montas-
also collected. Like in Harmony Hall llected. Along some strata of MCR-1, traea spp.).
Hill, most of the specimens are small imbricated burrows that resembled
(8-15 mm length) and display a chao- the ichnogenus Thalassinoides were The locality Sam Wright Hill en-
tic arrangement in the strata. Frag- observed. The results of a micropa- compassed the southernmost out-
ments of deteriorated branching leontology survey in this locality will crops of the San Andrés Formation
corals (Porites?, Acropora?) were de- be referred on the discussion. (SWH‐1). The collected malacofau-
tected along the outcrops. na correspond to large (10-20 cm
Close to the San Andrés dumpsi- length) specimens of Strombus and
4.3 Morgan Cave and te (Magic Garden), a series of small Fasciolaria. Poorly preserved unde-
Magic Garden roads outcrops comprise the locality MGR- termined venerids were also found.
(MCR; MGR) 1. However, due to heavy weathe- Like in other nearby localities (CHR-
MCR-1 was an outcrop on the in- ring, most of the beds (mudstones) 1 and PHR-2, 3), the strata corres-
tersection between the roads to the were preserved as caliche. The fos- pond to mudstones and altered
central part of San Andrés and Mor- sil material was scarce, comprising biomicrites (Figure 4D). Fragments
gan Cave. Disappeared by recent civil fragments of the pectinid Pitar and of poorly preserved branching and
works, MCR-1 was a potential locali- casts of Conus, undetermined ve- massive corals were noticed along
ty to develop studies in San Andrés nerids and cardiids. Coralline frag- the outcrops.
Formation. The sediments at MCR-1, ments were not detected in MGR-1.
as many of the beds of San Andrés 5. DISCUSSION
Formation, correspond to mudstones 4.4 Scoplin Gully and Sam
and disseminated sandy limestones Wright Hill sector (SGP; SWH) In general a reef lagoon setting
levels (Figure 4A). A continuous ash Scoplin Gully corresponds to a comprised all the studied locations.
layer (30 cm thickness), interbedded in series of small outcrops along the Several paleoenvironmental inferen-
the calcareous muds of this outcrop, western margin of Pepper Hill and ces are proposed based on its fossil
will be referred on the discussion. The Sam Wright Hill. From all the stu- content (Figure 6). For the central part

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Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

of the island (Duppy Gully), the pre- pment of changing sandy lobes in of ornamented valves of the gene-
sence of both infaunal bivalves (e.g. Rose Cay has caused variations in ra Spondylus, an indicator of strong
Pitar, Chione) and the gastropods the energetic conditions of proximal currents in modern coralline patches
Strombus and Fasciolaria suggests areas (Geister and Díaz, 1996; 2007). (Abbot, 1974; Díaz and Puyana, 1994).
paleodepths between 5-15 m. Similar The presence of chaotic concentra-
assemblages have been reported on Previous paleoenvironmental stu- tions of undetermined branching
the shallowest part of modern reef dies suggested a shallow to deep reef corals and the borrowing sea urchin
lagoons in San Andrés and the Ca- lagoon setting for the beds on Duppy Echinolampas also suggests stron-
ribbean (Warmke and Abbot, 1961; Gully. The presence of spread reef ger currents. Modern Echinolampas
Díaz et al., 1990, Díaz and Puyana, patches of Acropora, Montastraea present a substantial preference for
1994). The presence of the infaunal and Porites besides the comparison ripple slopes in subtidal environments
bivalve Lucina and a great proportion with modern coralline assemblages (e.g. Thum and Allen, 1975). Near of
of undetermined venerids suggest have been used to propose this area HHH-1 in outcrops that disappeared
low energy conditions and moderate as the deepest part of the Miocene due to urban development, Geister
oxygenation for this area. Moreover reef lagoon (15-35 m depth; Geis- (1975) reported both Echinolampas
the conspicuous levels of the epifau- ter, 1975). The collected fossil as- spp. and numerous fragments of the
nal bivalve Pycnodonte agree with a semblages in the five localities of corals Porites and Monstastraea, su-
partial dynamic scenario in the sea- Duppy Gully might agree with this ggesting mixed paleoenvironments in
bottom. On modern environments proposal. Nonetheless, studies with the Miocene reef lagoon. Furthermo-
this genus has been referred as an reef mollusks must be taken care- re, the non-fossiliferous sandy limes-
indicator of unstable conditions (Ab- fully. Disturbance in the sediments tones in the nearby Orange Hill and
bot, 1974; Díaz and Puyana, 1994). or selected dissolution of the shells Lever Hill could be also related with
could produce mixing of the infau- shallow depths or high dynamic in
Furthermore the presence of nal and epifaunal taxa in the strata the currents. Nevertheless the heavy
fragmented pectinids and thick (e.g. Donovan and Littlewood, 1993). weathering hampered the finding of
shelled epifaunal bivalves such as For instance based only on the ab- any fossil assemblage.
Ostrea, Hyotissa and Crassostrea, sence of lucinids Díaz and García-
despite the low proportion, might Llano (2010) agreed with a deeper A different scenario could be su-
suggest restricted high energy con- reef lagoon setting in Duppy Gully ggested for the outcrops in the Cove
ditions on the Duppy Gully area. (Referred as San Andrés Quarry). Hill area. Both the high abundance of
Therefore the presence of inter- However, this single evidence is non the gastropod Strombus (in mono-
bedded sandy limestones, mudsto- conclusive due the findings of Luci- tonous concentrations) and a minor
nes and the levels with Pycnodonte na in the localities DGQ-2 and DGR- grain size of the sediments (mainly
supports energy fluctuations for this 3. Selected weathering might inhibit clay size) could be related to zones
part of the Miocene reef lagoon. A the occurrence of lucinids in other with sea grasses (Figure 6). For ins-
modern analogue in environments localities of San Andrés Formation. tance in modern Thalassia beds at
of San Andrés could be the inner San Andrés Island, is abundant the
reef lagoon, where high energy According to the collected mal- presence of several species of the
conditions (undertow currents) have acofauna, the inferred conditions in gastropod genera Strombus, asso-
been attributed to long-periodic Harmony Hall Hill were very similar ciated with muddy and calcareous
oceanic swells. Evidences of altera- with the Duppy Gully area, although sands (Díaz and Puyana, 1994). Due
tions in the energy of sea-bottom some of the specimens might su- to the fact that Cove Hill is one of the
have been also reported on modern ggest more unstable conditions. For areas with less coralline assemblages
sediments. For instance the develo- instance is common the presence data (scarce reports of Geister in di-

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a g o s t o 2 0 1 6
N o . 1 3

In the case of the Pepper Hill area, high-moderate ener-


gy conditions with good oxygenation and surface productivi-
ty could be inferred for the studied outcrops. Despite the low
proportion, the presence of the genera Pecten, Chione, Fascio-
laria Oliva, and Pitar along the three localities suggest shallow
waters (5-15 m) using the information in modern communi-
ties (Abbot, 1974; Ríos, 1985; Díaz and Puyana, 1994). Based on
the high abundance of several species of the branching and
massive corals Porites, Astreopora, Montastraea, Acropora and
Stylophora among other, previous studies agreed with meso-
trophic conditions for the Pepper Hill area (Geister, 1975; Geis-
ter and Díaz, 2007). Only based on a moderate proportion of
undetermined infaunal bivalves, Díaz and García-Llano (2010)
suggested a deeper reef lagoon setting for this area. They na-
med their single locality as Tom Hooker road.

Similar interpretations could be proposed for the outcrops


on Scoplin Gully. Using modern analogues, the massive pre-
sence of epifaunal fossils (e.g. Pecten, Lithophaga, Astrea) and
a higher diversity in the mollusk assemblages could be related
to a shallow (5-10 m depth) paleoenvironment with moderate
energy, and an optimum in the oxygenation (Turner and Boss,
1962; Díaz et al., 1990; Díaz and Puyana, 1994). This sector has
been previously studied by Geister (1975), reporting a highly
diverse coralline assemblage with Astreopora, Diploastrea,
Figure 6. Paleoecological environments in the Miocene of San
Andrés (Modified of Geister, 1975) Montastraea, Goniopora, Porites, Siderastrea and Stylophora
as common genera. Based on comparisons with modern reef
sappeared outcrops) a comparison with paleoen- communities in San Andrés Island, this author also sugges-
vironmental inferences based on corals was not ted a shallow environment with a high availability of nutrients.
be possible. A detailed study of these fossils will As mentioned in the results section, Scoplin Gully comprises
be necessary in order to refine the paleoenviron- the most promissory outcrops in the San Andrés Formation. A
mental reconstruction in Cove Hill. detailed sampling and sedimentological analysis of both SGP-
1 and the highly fossiliferous outcrop reported by Díaz and
On the other hand, based on the presence García-Llano (2010) could improve the paleoenvironmental
of Strombus gatunensis and lucinids, Thalassia inferences for this part of the Miocene reef lagoon. Both sites
beds have been already suggested southern of shares similar malacofauna (e.g. pectinids, ostreids, and nati-
CHR-1 (Díaz and García-Llano, 2010). In their lo- cids) although the location of the outcrop of these authors is
cality (an old quarry, now with restricted access) ambiguous (apparently near the Sagrada Familia School).
they also proposed shallow depths, high energy
paleoenvironments and the presence of coralli- In the outcrops on San Wright Hill and Magic Garden, the
ne substrates. From their four studied sites, this scarcity of material hampered detailed paleoenvironmental
locality comprises the most diverse and abun- inferences. In SWH-1 the mudstones and the occurrence of
dant mollusk assemblages with several identi- gastropod fragments (Strombus, Fasciolaria) and undeter-
fied species and genera. mined venerids could suggest a shallow paleoenvironment

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Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

(<20m), but without a clear notion area (e.g. Anderson, 1929; Woo- this locality. According to the pre-
of oxygenation and energy. Accor- dring, 1928; Olsson, 1942; Jung, sence of undetermined cardiids,
ding to a previous interpretation, 1969; Petuch, 1988). Paleobiogeo- ostreids and the gastropods Co-
this locality probably represented graphical studies about the mollusk nus and Fasciolaria, a shallow reef
the geographical southern limit of assemblages in San Andrés Forma- lagoon (5‐15 m depth) with high
the Miocene reef lagoon and the tion have been only conducted by energy and productivity could be
beginning of the reef barrier. This Díaz and García-Llano (2010). Based inferred. Moreover the presence of
interpretation was based on the on the material from their four lo- massive and imbricated burrows
common presence of the coral ge- calities these authors suggested a (Thalassinoides type), is usually re-
nera Astreopora, Diploastrea, Mon- closer connection with assembla- lated with feeding activities of deca-
tastraea, Porites among other, and ges in units of Jamaica (e.g. Bow- pod crustaceans (thalassinideans) in
their comparison with modern as- den Formation) instead of Miocene shallow-depth (intertidal) sandy and
semblages in San Andrés (Geister, strata from Central America and the muddy substrates (e.g. Knaust and
1975). In order to corroborate this Colombian Caribbean. Bromley, 2012). Previous studies,
proposal, additional paleontologi- based on fragmentary coralline as-
cal and sedimentological studies In order to improve this interpre- semblages, agreed with the propo-
are necessary. Between Pepper Hill tation, detailed mollusk inventories sal of a shallow reef lagoon setting
and the Scoplin Gully area (Polly must be effectuated in more Mio- in MCR-1 (Geister, 1975; Geister and
Hill), few casts of gastropods (Glo- cene out- crops of San Andrés. For Díaz, 2007).
bularia fischeri) were only reported, instance this contribution provides at
hampering paleoenvironmental in- least one new fossiliferous locality to Additionally a preliminary survey
ferences (Díaz and García-Llano, be systematically tested for mollusks on the mudstones of MCR-1 tested
2010). Finally, in the case of MGR-1 (SGP-1). Complementary localities but the micropaleontological potential
both the lithology and the scarci- with complicated access such as May of San Andrés Formation. Forami-
ty of diagnostic fossils suggested Cliff, North Cliff and Perry Hill must be niferal studies in the archipiélago
a reef lagoon setting. Northern of studied in the future. Highly diverse have been only conducted in Duppy
MGR-1, in strata of May Cliff (now coralline assemblages (branching and Gully, Cove Hill among other and
in private terrains) studies based massive) have been reported in these recent sediments of the Serranilla
on the presence of >2 m massive sites (Geister, 1975; Geister and Díaz, Bank (Bürgl, 1961; Triffleman et al.,
corals have suggested reef front 2007). Moreover, Neogene outcrops 1991). However, due to human acti-
to deep reef lagoon settings and in Old Providen- ce such as Alligator vity the re- sampling of the Mioce-
an optimum in nutrients (Geister, Point and Man- chioneal Hill could be ne outcrops of Bürgl (1961) can be
1975; Geister and Díaz, 2007). This also tested for fossil of mollusks. Pre- complicated . Most of these out-
locality has been not tested for liminary comparisons with fossils of crops disappeared or they are lo-
non-coralline fossils. San Andrés Formation, have sugges- cated on heavily populated places
ted an older age for the beds in Old (Cove area, North Cliff). In general
Despite the moderate preserva- Providence (early to middle Miocene; the foraminiferal content in the sam-
tion of the collected mollusks in this Geister, 1992; Budd et al., 1996). ples of MCR‐1 was characterized by
contribution, new insights about the abundant fragments of large forami-
Miocene paleobiogeography of the As mentioned in the results sec- nifers, corresponding to weathered
Caribbean could be provided. For tion, the outcrop in Morgan Cave casts?? of the genera Peneroplis and
instance most of the reported ge- (MCR-1) disappeared few years ago Sorites. Few specimens of undeter-
nera are common elements in the due to civil works. However, some mined rotalids (probably Elphidium),
Neogene units of the Caribbean considerations are referred about miliolids, non-reticulated ostracods

50
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N o . 1 3

and casts of microbivalves were also found in the in carbonate settings (e.g. BouDagher-Fadel, 2008). Several
63 and 150 μm fractions sieves (Figure 7). Despi- studies have been conducted with Lepidocyclina and other
te to the moderate preserva- tion, the presence large foraminifers in Paleogene-Neogene units of Colombia,
of large foraminifers (symbiont bearing as the Central America and the Antilles (e.g. Cole, 1952; Seiglie et al.,
corals) and miliolids indicate a hypersaline envi- 1976; Butterlin, 1971, 1981; Robinson, 1974; Hottinger, 2001;
ronment, embedded in a back reef setting (e.g. Baumgartner-Mora et al., 2015). Therefore, foraminiferal stu-
Martin and Liddell, 1988; Javaux and Scott, 2003; dies (traditional and based on petrography) provide a good al-
Murray, 2006). ternative to both refining the biostratigraphic frame of the San
Andrés Formation and correlating with other Neogene units in
On the other hand, due the broad biostrati- the Caribbean region.
graphic range (Paleogene-recent) of the forami-
niferal assemblages in MCR-1, a precise age as-
signment was not possible. Even though of these
results the foraminiferal assemblages have pla-
yed a relevant role defining the chronostratigra-
phic range of San Andrés Formation. For example
the middle Miocene age that discussed authors
such as Geister (1975) or Díaz and García-Llano
(2010), followed Bürgl (1961). This author propo-
sed as diagnostic the benthic foraminiferal asso-
ciation Amphistegina lessonii conica, A. lessoni
tumida, A. chipolensis, A. bowdenensis, A. angu-
lata, and Astigerina marshallana. The genera Am-
phistegina and Astigerina are wide spread taxa
in the Neogene strata of the Caribbean region,
commonly related to shallow foreslopes (Clarke
and Blow, 1969; Langer and Hottinger, 2000). No-
netheless, these genera are not enough diagnos-
tic to propose a middle Miocene age for San An-
drés Formation. For that reason, in the results and
discussion sections this unit was only referred as
Miocene. As mentioned above other studies pro-
posed a chronostratigraphic range of Miocene
to early Pliocene for this unit based on mollusks
and coralline assemblages (Geister, 1975; Geister
and Díaz, 2007; Díaz and García-Llano, 2010).

Furthermore in reef-associated lithologies is


recommendable to analyze in thin sections the
foraminiferal assemblages. For instance a prelimi- Figure 7. Microfossils of the Morgan Cave locality (MCR-1). 7a: Fragments of lar-
nary examination of the beds of MCR-1, allowed ge foraminifers (probably Sorites or Peneroplis), non-reticulated ostracods and
the identification of the genera Quinqueloculina microbivalves (casts). 7b: Undetermined rotalids (Elphidium? sp.) and fragment
and Lepidocyclina (Figure 7). The last one is a wi- of a large foraminifera (below). 7c: Lepidocyclina sp. (Vertical section). 7d-e: Le-
dely used genus for biostratigraphic correlations pidocyclina sp. (Equatorial section). 7f: Quinqueloculina sp. (Equatorial section).

51
Paleoenvironmental Inferences
for the Miocene Strata of San Andrés Island G e o l o g í a N o r a n d i n a
(Colombian Caribbean)

Finally a relevant feature of On the other hand the com- ded by Laura Montenegro and
MCR-1 was the presence of an ash mon presence of pectinids and the Maria Catalina Moreno (Universi-
layer (30 cm width), inter-bedded gastropod Strombus, suggested a dad Nacional de Colombia).
in the calcareous muds. This ash shallowing (5-15 m) in the souther-
layer and other with minor dimen- nmost part of San Andrés (Cove Hill, I am deeply indebted to Joern
sions have been reported in out- Scoplin Gully and Sam Wright Hill). Geister (Bern University, now reti-
crops near Duppy Gully, Lions Hill Mesotrophic conditions and the red) for all his support and sugges-
and Harmony Hall Hill (Figure 6; possible presence of sea grasses tions in these years of studies in San
Geister and Díaz, 2007). Volcanic were inferred. Based on lithology Andrés Island. I am aware that my
levels have been also described in and the assemblages of less preser- contributions on the subject have
stratigraphic cores over the Cove ved specimens (casts, fragments), a been dispersed, but his knowledge
Valley (Rojas-Barahona, 2001). general reef lagoon setting is pro- and good will to develop scientific
Despite the absence of detailed posed for some of the studied loca- studies on San Andrés are priceless.
geochemical analysis, the ash la- lities (Morgan Cave, Magic Garden).
yers in San Andrés Formation have Two anonymous reviewers ma-
been suggested as evidence of Finally, a preliminary survey for de valuable suggestions in order to
Neogene intense volcanic activi- microfossils in the San Andrés For- improve a previous version of this
ty on Central America. Therefore, mation revealed typical reef fora- contribution.
radiometric dating of these ash minifera such as miliolids and sym-
layers could possibly allow corre- biont-bearing foraminifera. Detailed 8. REFERENCES
lation with other Neogene volca- micropaleontological samplings in
nic levels in deep sea sediments this unit and the study of the disse- Abbot, R.T. (1974). American seashells.
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Baumgartner-Mora, Baumgartner,
Based on the collected macro- This contribution was possible P.O., Salazar-Ortiz, E.A., Rincón-Mar-
fossils in several localities of San due to the program Fortaleci- tínez, D.A. (2015). Larger Benthic fo-
Andrés Formation, some paleoen- miento de las Sedes de Presencia raminifera of Paleogene carbonate
vironmental inferences were propo- Nacional (Universidad Nacional banks, Caribbean Colombia – Ages
sed to the Miocene reef lagoon: de Colombia). Direct supervision and paleo-environmental implica-
of the Instituto de Estudios Ca- tions. Latin America & Caribbean
Fluctuating energy conditions ribeños and the Jardín Botánico Region, 20th Caribbean Geological
and water depths between 5-25 m of San Andrés (Petter Lowy, for- Conference. Port of Spain, Trinidad
are proposed for the central and mer director) was determinant to and Tobago.
south part of the island (Duppy Gu- conduct the field work. Nadejda BouDagher-Fadel, M.K. (2008).
lly, Harmony Hall Hill, and Pepper Tchegliakova, Carlos Sánchez and Evolution and geological significan-
Hill). A great proportion of infaunal Pedro Patarroyo (Universidad Na- ce of larger benthic foraminifera.
bivalves, ostreids, sea urchins (nor- cional de Colombia) contributed Developments in Paleontology and
thern of Duppy Gully) and scattered with many suggestions in the ini- Stratigraphy, 21, 548 p.
coral patches were used as evidence tial parts of this project. Grammar Budd, A.F., Johnson, K.G., Ste-
of these conditions. observations were gently provi- mann, T.A. (1996). Plio-Pleistocene

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a g o s t o 2 0 1 6
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SOCIEDAD COLOMBIANA DE GEOLOGÍA

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impreso en
Archeopteryx litografica
(301)484 5997
agosto, 2016 • Bogotá, Colombia.

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