Trauma Raquimedular PDF
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Trauma Raquimedular PDF
- TRAUMA RAQUIMEDULAR
Juan Carlos Perez MD
Pablo Harker MD
Roberto Diaz MD
Miguel Berbeo MD
INTRODUCCIÓN
Aunque el efecto inicial del trauma y las lesiones que ocurren son irreversibles, existe
el riesgo de mayor daño medular por manejo inadecuado del paciente. El objetivo del
presente capítulo es permitirle al médico que se enfrenta con un trauma
raquimedular, evitar al máximo lesiones secundarias y condiciones que sean
deletéreas para el paciente. En todo paciente en donde por el mecanismo del trauma
o por los hallazgos iniciales se sospeche trauma raquimedular se debe manejar
apropiadamente desde la atención prehospitalaria.
EPIDEMIOLOGÍA
Costos
Descontando la carga física, social y emocional de la lesión medular, los costos
monetarios del TRM son enormes. En 1990 se calculaba que los costos anuales del
cuidado y manejo del TRM ascendía a US$4.000 millones al año. Harvey et al.
Mostraron que los pacientes con TRM reciente (después de 1980) pasaron un
promedio de 171 dias hospitalizados durante los 2 primeros años después del
trauma. El manejo intrahospitalario inicial tiene un costo promedio de US$95.203.
Después de la rehabilitación inicial, un paciente con lesión medular gasta en
promedio en Estados Unidos US$ 2958 al año en hospitalizaciones y US$ 4908 en
otros servicios médicos, insumos y equipos. Los pacientes que requieren cuidado
personalizado o en unidades de pacientes crónicos tienen un costo adicional
promedio de US$ 6269 al año. Los estimados planteados anteriormente son
únicamente los costos monetarios, sin incluir los costos por pérdida de ingresos
laborales y productividad.
Causas
Las causas más frecuentes de trauma raquimedular se encuentran en la Tabla 1. La
gran mayoría de datos epidemiológicos sobre las causas del TRM provienen de
bases de datos y entidades oficiales de los EE.UU. Sin embargo, las causas varían
entre países, entre regiones de un mismo país y entre entornos rurales y urbanos. En
una escala global, los accidentes de tránsito (automotores, motociclistas, peatones)
comprenden alrededor del 50% de los casos de TRM. Sin embargo, ciertas
tendencias han cambiado. Con el paso de los años, la normatividad laboral y la salud
ocupacional han aumentado la seguridad de las diferentes actividades laborales
disminuyendo todo tipo de accidentes laborales, incluidos los causantes de TRM. Por
el contrario, las actividades deportivas de riesgo (paracaídismo, alpinismo,
parapentismo) han tomado cada vez más fuerza y cada día son más comunes los
accidentes relacionados con estas actividades por lo que en algunos países son más
frecuentes las lesiones medulares durante actividades deportivas que por accidentes
laborales.
Por otro lado, cuando las causas se estratifican de acuerdo a grupos etáreos, se
evidencia que en adultos mayores la mayoría de casos de TRM son por caídas
mientras que en la población pediátrica el maltrato es una situación a tener en
cuenta.
Severidad de la Lesión
Tabla 2. Estratificación de la Lesión Medular según el Nivel Afectado
Nivel de la Lesion
Incidencia (%)
Cervical (C1-C7)
50%
Torácico (T1-T11)
15%
Toracolumbar (T11-L2)
15%
Lumbosacro (L2-S3)
15%
La estratificación de la lesión medular de acuerdo al nivel medular afectado se
encuentra en la Tabla 2. Se han planteado diversas explicaciones a por qué la
médula cervical se ve más frecuentemente afectada. Entre las diversas explicaciones
se encuentra la mayor movilidad del segmento cervical, el menor tamaño de los
cuerpos vertebrales y la debilidad relativa de las estructuras estabilizadoras lo cual
expone a la columna cervical a mayor daño frente a la injuria. Se han evidenciado en
diferentes estudios las discordancias entre incidencia y prevalencia según segmento
medular. Mientras que poco mas de la mitad de los casos nuevos de lesión medular
ocurren en la médula cervical, la prevalencia de lesiones cervicales es de alrededor
del 40%. Esto se debe, simplemente, a la alta mortalidad relacionada con el daño
medular a este nivel.
Severidad de la Lesión
Incidencia (%)
ASIA A
No hay función motora o sensitiva por debajo del nivel de la lesión.
45%
ASIA B
Hay función sensitiva pero no motora por debajo del nivel de la lesión
10%
ASIA C
Hay función motora y más de la mitad de los grupos musculares tienen fuerza 3/5 o
menor
15%
ASIA D
Hay función motora y mas de la mitad de los grupos musculares tienen fuerza 3/5 o
mayor
30%
FISIOPATOLOGIA
Lesión Primaria
La lesión primaria ocurre como consecuencia directa del trauma y se trata de una
combinación de lesión por el impacto inicial así como la compresión persistente que
le sigue. Esto ocurre más frecuentemente con fracturas por estallido o conminución,
lesiones por proyectil o ruptura discal aguda. Sin embargo hay ciertas situaciones en
las cuales ocurre lesión por impacto sin compresión, típicamente se trata de lesiones
ligamentarias en las cuales hay luxación facetaria con posterior reducción
espontánea. De igual manera, las laceraciones de la médula espinal por fragmentos
óseos o proyectiles pueden producir tanto laceración como contusión, compresión o
sección completa. Por su mecanismo, y el hecho que la lesión primaria va
directamente ligada al trauma, hay poco que se pueda hacer en su manejo por lo que
los desarrollos se han encaminado a evitar la lesión secundaria.
El pronóstico de recuperación posterior a una lesión medular ha sido estudiado
minuciosamente. La gravedad de la lesión permite clasificar a los pacientes según la
severidad de la lesión primaria (según el déficit neurológico). La severidad del déficit
neurológico es el más fuerte predictor de mal pronóstico en trauma raquimedular. No
obstante, para la mayoría de los pacientes, los procesos que llevan a cabo la lesión
secundaria condicionan mayor daño, limitan los procesos regenerativos y tienen
impacto en la morbilidad a largo plazo.
Lesión Secundaria
La lesión secundaria es un proceso multifacético cuyo entendimiento ha permitido el
manejo y la prevención de los daños adicionales que causa este fenómeno. En las
últimas tres décadas se han manejado y planteado diferentes teorías de mecanismos
de daño secundario. En la década de los 70 la teoría más ampliamente estudiada y
aceptada planteaba que la lesión secundaria era mediada por radicales libres.
Posteriormente el enfoque cambió y se consideró al calcio, receptores opiáceos y la
peroxidación de lípidos como los principales responsables del daño. Hoy en día el
enfoque se encamina hacia la apoptosis, la inhibición de síntesis proteica y el
glutamato, entre muchos otros mecanismos fisiopatológicos que median el daño
causado por la lesión secundaria.
Por otro lado, el magnesio tiene ciertos efectos protectores pues se cree que bloquea
el receptor NMDA (N-Metil-D-Aspartato) del canal iónico excitatorio y por lo tanto,
disminuye la excitotoxicidad ligada a glutamato. Además, el magnesio modula la
adhesión de opioides endógenos (la activación de receptores μ y δ promueven la
excitotoxicidad neuronal y los receptores κ alteran el flujo sanguíneo) alterando las
aberraciones fisiológicas causadas por estos procesos.
El mejor entendimiento de la fisiopatología de la lesión medular ha permitido
desarrollar esquemas farmacológicos para atenuar los efectos deletéreos de la lesión
secundaria. Uno de los más importantes estudios realizados sobre lesión medular, el
NASCIS (National Acute Spinal Cord Injury Study) II y III plantean un beneficio
significativo del uso de metilprednisolona en las primeras 8 horas después del trauma
(el NASCIS III plantea mayor beneficio en las primeras 3 horas). Mas allá de la
controversia que han suscitado estos estudios, principalmente por objeciones sobre
el diseño y la aleatorización, el hecho que se haya demostrado que el uso de ciertos
esquemas farmacológicos puede ser beneficioso valida el concepto de disminuir la
lesión secundaria en contexto clínico.
1. GENERALIDADES
Desde todo punto de vista, el dolor axial (sobre eje espinal) hace parte del cuadro
clínico principal y mas frecuentemente referido por los pacientes. Debe entenderse
que en casos particulares cuando hay daños de otros sistemas como fracturas de
femur, puede no ser referido por el paciente durante el interrogatorio, la existencia el
dolor intenso en la columna, pues el primero enmascara la percepción de daño en
otros sitios. Esta condición hace que no sea valorable de forma objetiva el daño
raquimedular, situación similar a lo que sucedería en pacientes con alteraciones en el
estado de conciencia o intoxicación.
Vale la pena resaltar una entidad que se presenta con frecuencia en las lesiones
medulares, mas aun con síndrome de sección completa, el cual consiste en un
compromiso clínico superior al segmento de lesión, donde el paciente con un daño a
nivel T12 como ejemplo, experimenta una perdida de modalidades motoras y/o
sensitivas superior a dicho nivel, que con el paso del tiempo se establece de forma
definitiva en T12. El anterior es el llamado fenómeno de Schiff-Sherrington.
2. SINDROMES MEDULARES
No aplica para la columna lumbar pues los segmentos sacros están todos en el
cono, el cual se encuentra entre dos niveles (L1-L2).
El espectro clínico consiste en: nivel medular completo (ninguna función motora y
sensitiva inferior al nivel de lesión), arreflexia y perdida del control de esfínteres de
manera temprana. Se puede ver una respuesta neutra o extensora.
Existe un síndrome clínico que puede confundirse con un estado de sección medular
completo, este es el SHOCK MEDULAR. Consiste en la no identificación de una
función motora y sensitiva ni tampoco autonómica, inferior al sitio de lesión, siendo
un estado transitorio que puede durar de 2 a 4 semanas, pero que hace parte del
espectro de una condición de mal pronostico. Se caracteriza por una paralisis flácida
y arreflexia que con el paso de los días, puede cambiar a espasticidad, siendo una
hallazgo sugestivo de resolución. No debe ser confundido con el shock neurogenico,
que implica una inestabilidad hemodinámica por una perdida en la respuesta
simpatica en lesiones superiores a T1.
3. CONDICIONES ESPECIFICAS
Las lesiones vasculares (arteria vertebral) pueden alcanzar una tasa de 19 a 24% de
los hallazgos en pacientes con lesiones cervicales, donde el factor de riesgo para se
presente es la evidencia de fracturas a través del foramen magno. Es importante
destacar que la presencia de un déficit nuevo (lesión de pares, deterioro del estado
de conciencia o focalización) en un paciente con fracturas de base de cráneo y que
discurran por orificios de entrada o salida de vasos, son indicación realizar estudios
angiograficos, siempre que no se expliquen por otra condición bien sea estructural
encefálica o espinal, así como tampoco metabolica o toxica.
Esta porción de la columna, es la mas estable, pues posee un refuerzo adicional por
la caja torácica que le confiere la necesidad de una daño mayor para su
inestabilidad. Pese a esta ventaja, el ser una columna rígida, tener una forma
triangular del cuerpo y un diámetro menor del canal medular, es mas vulnerable a
que en caso de poseer lesiones intracanaliculares sufra una lesión neurológica. Las
características ya descritas se suman además, a que el segmento T4-T6 hace parte
de la región de menor circulación en la columna haciéndolo un segmento vulnerable
por su pobre irrigación.
La alta tasa de fracturas a este nivel en parte por su menor capacidad biomecania a
la resistencia de cargas de compresión, así como la frecuencia mayor de infiltración
tumoral, hace que los pacientes con dolor vertebral puedan tener un alto chance de
padecer de fracturas por compresión, que se presentan mas hacia las zonas de
transición de un segmento rígido a uno móvil (T11-12 a L1-2).
Las manifestaciones de una lesion neurológico, pueden ser compatibles con injuria
medular o radicular. En el caso inicial, los síntomas y signos son vistos como
síndrome de motoneurona superior, que dependiendo del nivel tendrán o no perdida
de los reflejos abdominocutaneos como se explico en la tabla numero 2. Las
alteraciones sensitivas bilaterales como en el caso de un nivel medular, hablara
entonces de una lesión central. En el daño radicular, el dolor neuropatico (urente,
lancinante, paroxístico, que no se modifica con la posición y puede aparecer con las
maniobras de valsalva) en banda es usual sin que la alteración motora sea un
hallazgo frecuente, por esto es importante evaluar la presencia de fasciculaciones
como la manifestación del un síndrome de motoneurona inferior.
3.3 TRAUMA DE LA COLUMNA LUMBAR
Los daños padecidos a este nivel son de los mas frecuentes, pues la sin embargo la
energía necesaria para general una lesión de cono medular, son poco frecuentes,
pues de nuevo el canal medular logra un diámetro anteroposterior mayor.
La mayoría de los síntomas así como en el resto del eje espinal, se asocian a dolor
axial somático y mecánico. Dado que es la porción que soporta la mayor carga por
compresión, es frecuente encontrar fracturas de los platillos superiores de los
cuerpos vertebrales, manifestadas como la limitación de la flexión del segmento,
mejorado en extensión y con el decúbito supino. El dolor vertebral puede o no estar
presente. Debe recordarse que este tipo de lesiones es mas frecuente en pacientes
mayores de 65, con mecanismos de caída que implican alta energía en el trauma
(caída de mas de 5 escalones o 3 pies, expulsión de automores, lesiones en tejidos
blandos, fracturas de pelvis o extremidades).
Este ultimo síndrome puede ser con mayor frecuencia, ser visto en fracturas del
sacro que comprometen la mitad inferior o discurre sobre los foramenes anteriores.
Generalmente la manifestación sensitiva es mas frecuente, con la presencia de dolor
perineal así como parestesias, mas que el compromiso de esfínteres.
1. MODALIDADES DIAGNOSTICAS.
1.1 RADIOGRAFIA.
Grandes series se han públicos en las ultimas dos décadas, dentro de las mas
frecuentemente utilizadas por su rendimiento, en servicios de urgencias son: NEXUS
(Emergency X-Radiography Utilization Study) (13) el cual determino una serie de
criterios para la decisión medica de cuando realizar imagines por radiografiá, con una
sensibilidad de 99.6% reportada en el estudio y una especificidad del 12.9%. Estos
criterios son:
1. Dolor cervical en la palpación de línea media.
2. Déficit sensitivo o motor
3. Alteración del estado mental.
4. Evidencia de intoxicación.
5. Otras lesiones que distraigan al paciente del dolor espinal.
B. Proyección toracolumbar.
Para la columna lumbar, existe mayor riesgo de lesión a nivel de su primera vertebra
lumbar, dado el cambio biomecánico que implica el pasar de una cifosis torácica e
iniciar una lordosis lumbar, así como el ser parte de una zona de transición donde la
traslación, rotación y extensión es mayor que su nivel inmediatamente superior. Esto
mismo pasa en la ultima vertebral lumbar (L5). En este ultimo nivel, debe tenerse en
cuenta que es el sitio de mayor degeneramiento discal y estenosis foraminal, al cual
se agrega que el tronco espinal de L5 posee el mayor diámetro en toda la columna,
con el foramen de conjunción mas estrecho comparado al resto de niveles lumbares.
Por tal razón la sospecha de lesión radicular que pueda localizarse topográficamente
a este nivel, requiere una evaluación cuidadosa de la imagen.
De especial importancia es evaluar la presencia de espondilolistesis traumáticas y
esondilolisis. La espondilolistesis en general de origen traumatica es muy rara, pues
hace parte de los cambios degenerativos usuales vistos en la parte mas inferior de la
columna lumbar, pero en casos de traumas de alta energía deben hacer sospechar la
presencia de espondilosis (ruptura de la pars interarticular).
C. Proyección sacrococcigea.
Si bien la mayoría de las lesiones a este nivel no producen déficit neurológico, son
frecuentemente dolorosas e incapacitantes.
Las lesiones del segmento sacro, normalmente son oseas. Las mismas se dividen
de forma global en dos entidades:
1. Fracturas que discurren en sentido sagital al eje del sacro. Este tipo de
fracturas puede tener tres diferentes trazos, pudiendo ir paralelo al eje de los
agujeros sacros bien sea lateral o medial, y un tercero que puede ir a través
de dichos forámenes. Esta ultima tiene mas riesgo de lesión de raíces sacras
2. Fracturas transversales. Son fracturas que se subdividen en superiores o
inferiores donde las primeras se generan entres los dos primeros segmentos e
involucran el promontorio, y las segundas, lo hacen en cualquiera de los tres
segmentos restantes, pudiendo generar un fragmento flotante. Esta ultima
lesión tiene un mayor riesgo de daño neurológico y por ende compromiso de
esfínteres.
A nivel del cóccix, los traumas en el 90% de los casos resuelven y se autolimitan sin
dejar secuelas. No existe una indicación de atención quirúrgica por lo cual los
estudios imagenologicos no poseen un fundamento adicional además de pronostico,
donde las luxaciones o subluxaciones de la articulación sacrococcigea tendrán una
recuperación mas rápida que las fracturas. La morfología del cóccix puede interferir
en el éxito del manejo ortopédico haciendo mas larvada su mejoría en cuanto a
control del dolor. Es raro encontrar fragmentos o lesiones viscerales, pues este es un
segmento móvil no rígido, complaciente.
MANEJO PREHOSPITALRIO
Dentro de los síntomas mas frecuentes de los pacientes que sufren politraumatismo,
y que son aquejados dentro de la evaluación preohospitalria son el dolor lumbar
(37%), cefalea por TCE (36%), alteración del estado de conciencia (31%), dolor
cervical y déficit neurológico (15%). Debe resaltarse que en este tipo de casos, las
lesiones espinales se presentar en apenas un 10% de los eventos.
Dentro de los principios básicos del trauma raquimedular en su atención de
emergencia, esta la preservación de la función neurológica y prevenir la aparición de
un déficit adicional. Por lo anterior deacuerdo a la identificación de pacientes que
tienen una alta probabilidad de lesiones espinales es fundamental, pues con alta
frecuencia (30%) es una patología asociada a lesiones en tórax y abdomen, situación
que puede amenazar su condición hemodincamica y cardiorespiratoria. Por lo
anterior, el CABD debe siempre ser concomitante, para que ante situaciones en
donde se requiere ventilación y asegurar la vía aérea, se tenga primero la prevención
de inmovilizar la columna cervical.
1.1 MANEJO DE VIA AEREA: dada la posibilidad de lesión cervical que pueda
generar una parálisis diafragmática (caso poco probable) o el compromiso de
músculos accesorios que disminuyen la capacidad vital y reserva pulmonar hasta
en un 50%, así se mantenga adecuada función diafragmática, es importante estar
preparado para asegurara la vía aérea y realizar ventilación.
Para esta tarea la secuencia de intubación rápida, es el manejo anestésico de
elección. La utilización de relajantes musculares es una medida que puede no
permitir una evaluación veraz de la condición neurológica en contexto de TRM.
En caso de ser necesario, la primera elección es la realización de intubación
orotraqueal, y solo en caso de fracasar, se utilizaran otras medidas como
mascara laríngea.
La estabilización previa a la intubación en paciente con lesiones cervicales
potenciales puede hacerse mediante la colocación de collar rigido o de forma
manual con un segundo acudiente.
MANEJO INTRAHOSPITALARIO
Los mas importante, es determinar la condición clínica del paciente (estado sistémico
hemodinámico, ventilatorio y lesiones asociadas al trauma raquimedular) que ponga
en riesgo su vida de manera inmediata y que deban ser tratadas de emergencia
antes que el trauma raquimedular, como neumo/hemotorax, arresto cardiaco,
sangrados a cavidad abdominal o torácica, fracturas de pelvis entre otras. Por lo
anterior el manejo debe ser multidisciplinario en centros de alta complejidad.
Una vez se cumpla con la condición estable del paciente, el segundo paso
fundamental es en la evaluación primaria, clasificar al paciente dentro del grupo de
pacientes que deba recibir manejo quirúrgico de emergencia son: presencia de un
síndrome de sección medular incompleta (excepto síndrome centromedular) que se
derive de la una lesión compresiva y que se encuentre dentro de una ventana menor
de 24 hs de instaurado el déficit neurológico.
1. TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
A. Esteroides.
Para 1995 se entrego a la sociedad científica el tercer estudio que intentaba revalidar
los experimentos previos y demostrar la seguridad y eficacia de nuevo de la metil-
prednisolona. Para esta oportunidad se utilizo igual dosis de bolo e infusión, solo que
se dividieron en dos grupos, donde para uno se dejaba la infusión por 24 horas y el
otro por 28 horas. Al grupo control se administro un medicamento barredor de
radicules libres, Tirilizad. El resultado mostro una mejoría en el estado motor del
paciente con esteroides, infusiones de 48 horas y tiempo de tratamiento iniciado
entre las 3 y 8 horas del déficit a los 6 meses. No aplica para ningún otro subgrupo.
Sin embargo el aumento en tasas de complicación por neumonía en este grupo de
pacientes motora la superioridad del riesgo frente al beneficio obtenido.
B. Riluzole
C. Fampridine
D. Eritropoyetina.
Existe como una medida la cual se ha visto posee efecto neuroprotector. En estudios
iniciales se demostró que estimula la regeneración neuronal de las células del fornix
y fimbria, pues en estudios de ratas con secciones a este nivel, existio una
reparación posterior, considerando con esto que existe un tropismo por las neuronas
serotoninergicas, estimulando su diferenciación. Tambien dentro de su mecanismos,
estimula el facto de crecimiento neuronal y la expresión de trombospondina-1. Este
ultimo se encarga de estimular la activación de los macrófagos del SNC y ampliar la
respuesta inflamatoria, por lo cual tambien se cree que la eritropoyetina es un
mecanismo de modulación inflamatoria a nivel de SNC. 22.
Pese a lo expuesto previamente, se sabe que los factores disponebles en la
actualidad, generan un efecto lesivo sobre el SNC, derivado del aumento de la masa
eritrocitaria, en contexto de lesiones por TCE y TRM, por lo cual se encuentra en
proceso, la síntesis de nuevas moléculas que no generan una expansión del volumen
del Globulos rojos.
Estas moléculas nuevas han probado en ratas con lesiones raquimedulares, un
efecto neuroprotector con la reducción de la lesiones neurológicas vistas, cuando se
inicia en las 24hs siguientes a la instauración del déficit. Debe tenerse estudios en
humanos que prueben su eficacia así como su seguridad. 23.
E. Mynociclina.
Como conclusión, el enfoque del manejo medico del trauma raquimedular debe
dirigirse hacia el control sobre los factores de mal pronostico como lo son la
adecuada atención prehospitalaria, el control de la vía aérea y ventilación, mantener
una estabilidad hemodinámica y perfusión espinal adecuada, disminuir tasa de
infecciones nosocomiales, así como brindar un tratamiento quirúrgico temprano en
caso de estar indicado.
2. TRATAMIENTO ORTOPEDICO
Esta tipo de manejo se prefiere no ser realizado a menos que se cuente con la
capacidad de recibir atención quirúrgica en caso de complicaciones como es la
ruptura discal y compresión medular secundaria. Actualmente su utilidad se ha visto
en casos donde ocurre subluxación subaxial de la columna cervical, donde la
tracción cervical con la colocación de un halo en el cráneo, permite la reducción y
recuperación del alineamiento facetario, mostrando su beneficio en un 98% de los
casos, solo siendo requerida la reducción abierta en el 2% de los pacientes. Pese a
la evidencia, es un procedimiento realizado de forma no convencional.
Las indicaciones para este tipo de tratamiento depende del tipo de lesión
documentada y la condición del paciente, la cual puede ser una alternativa en casos
donde la cirugía no este indicada de emergencia y/o no sea requerida de urgencia,
pudiendo ser diferidas (fracturas por compresión con dolor persistente o riesgo de
deformidad en situaciones de sección medular completa). La finalidad del este tipo
de tratamiento se ofrece en casoso donde el daño estructural no pone en riesgo la
condición neurológica del paciente o un deterioro adicional.
Para el traslado del paciente hasta un centro de mayor complejidad, deben tenerse y
aplicarse las recomendaciones de inmovilización del tratamiento prehospitalario.
Desde todo punto de vista, el trauma raquimedular hace parte de las lesiones con un
pronostico variable, con una factor determinante el cual es la mejor condición motora
evidente al terminar las primeras 72 hs de instuado el déficit. Dicha ventana de
tiempo se ha determinado pues pacientes con sección medular completa que
mejoran en un grado la fuerza de extremidades en dicho lapso de tiempo , hasta un
3% puede llegar a mejorar hasta estado 2/5 máximo 3/5. En lesiones motoras
completas y sensitivas incompletas y que en esos tres primeros días llegan a tener
una mejoría del tacto ligero principalmente, pueden llegar a deambular al cabo de 1
año en el 40% de los casos. Para lesiones motoras incompletas no centromedular, la
probabilidad de recuperación y demabulacion es del 87% en promedio llegan a
caminar con apoyo, siendo apenas del 42% la tasa de recuperación cuando la edad
de presentación de la lesión es superior a 50 años. Esta tendencia deacuerdo a la
edad es un factor pronostico fundamental en casos de lesiones centromedulares,
donde menores de 50 años recuperan continúan su capacidad de deambulación en
un 97% de los casos, frente a una probabilidad del 41% en pacientes mayores.
Los diferentes tipos de complicación como espasticidad, sirinx (dilatación del canal
medular central), dolor funicular y las disreflexia simpatica, son situaciones a las que
puede llegar a ser necesario la realización de intervenciones neuroquirurgicas para el
manejo de su sintomatología, como la colocación de catéter intradurales o bombas
de morfina, e incluso la realización de cordotomias y DREZotomia.
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