Alma Gaucha

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En 1906 se estrenó en Buenos Aires la obra Alma gaucha (Ghiraldo: 1946).

En esta
pieza vemos a Cruz, un conscripto de origen campesino que, luego de ser herido por un
oficial instructor y engañado al serle prometida su baja, resulta preso en una lejana
cárcel militar. Allí participa en una sublevación que pronto lo convertirá en mártir.
Alma, su mujer, renunciará a su libertad a favor de la compañía de su amado. En dicha
obra el objeto de la crítica anarquista es la institución militar, que funciona como
escenario de la pasión desatada en torno de la injusta represión de un hombre humilde y
sangre gaucha. Su condena por desertor es índice de inequidad y da cuenta, recuperando
el motivo carcelario para invertirlo aduciendo el carácter justo de su existencia pero en
la Casa de Gobierno, del carácter equívoco de sus instituciones. La legalidad por el
gobierno promovida constituye un cruel instrumento de dominación y es causa de su
muerte, incapaz de incorporar los ideales libertarios de este espíritu indómito: “A vos te
mata la ley. Te matan los hombres malos, gaucho...”, dice Alma (1946: 61).

La vitalidad atribuida al gaucho manifiesta cierto apego romántico de Ghiraldo a una


instancia pre-política cercana a la propuesta de Jean Jacques Rousseau como locus
originario de la libertad. La lenta, pero no menos definitiva, marcha de Cruz (aquí la
simbología de Ghiraldo se ha despojado de la más mínima pretensión de sutileza) hacia
su muerte es la imposibilidad de refundación de la señalada impronta originaria. El
precio de esta pérdida, si bien conduce una crítica política de verdadera sistematicidad
también resulta en un trágico desenlace.

Defensor. —Cruz es de una entereza a toda prueba. Diríase un fatalista a quien nada
doblegará. El cuenta siempre con el mal supremo. Si no me engaño, ahí está el secreto
de su valor. (1946: 57)

La voz del defensor de Cruz en el inicuo juicio militar reconoce la intensidad de esta
forma de voluntarismo sólo asequible en un orden de cosas en el que se convive con la
muerte como un a priori revolucionario. “La taba de mi vida está tirada”, resuena el
dicho de Cruz camino de una sentencia tan injusta como inevitable. El héroe trágico es
la representación más fiel para Ghiraldo de la condición humana concebida como
conquista. Pero el final de esta lucha depara para los hombres “serenidad”.

Espectador primero. —...Por otra parte me admira su serenidad.


Cruz. —Hombres somos señor... (1946: 57).

No extraña, por tanto, la significatividad de aquello que constituye el objeto de la


amargura del protagonista en el instante final de su existencia. Es apenas una evocación
de autosuficiencia que interpretamos vinculada a la magnitud de la pérdida de aquel
momento fundacional de la libertad: “¡Quisiera dir solo! Pero ¡no puedo!...¡no puedo!"
(1946: 66).
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2. La intención didáctica, educadora, concientizadora, no está ausente en las obras de


Alberto Ghiraldo. Nos ocupamos especialmente de él porque su actividad teatral no se
circunscribe sólo al ámbito de los centros anarquistas sino que accede al circuito
comercial. La Compañía de Pablo Podestá estrena su obra, Alma Gaucha el 28 de
diciembre de 1906 en el Teatro Argentino y también Pablo Podestá pone en escena La
Columna de Fuego en el Teatro Nuevo, en octubre de 1913. Ambas obras se inscriben
dentro del modelo anarquista pero son representadas por una Compañía y en un Teatro
del circuito comercial.
Ghiraldo, además de su actividad teatral, fue poeta y tuvo una importante actividad
militante periodística: dirigió El Sol, Ideas y Figuras, Martín Fierro y también La
Protesta en 1904. Es el recopilador del Archivo de Rubén Darío de quien fue amigo
personal. En El Archivo...aparece la correspondencia que ambos intercambiaban. Darío
prologa su obra Fibras en 1895. También Ghiraldo actuó junto a Pedro E. Pico y
Enrique García Velloso cuando la Sociedad de Autores resolvió implantar el cobro del
arancel del 10% de la entrada bruta de los teatros. El 12 de agosto de 1911 se llega a un
acuerdo con los empresarios representados por Santiago Fontanella, José Podestá y julio
Traversa.

3. El modelo específico del teatro anarquista ha sido formulado en un trabajo anterior:


El modelo específico del teatro anarquista, Alma Gaucha de Alberto Ghiraldo (11).
El método de trabajo es el propuesto por Osvaldo Pellettieri: Se analiza la obra
dramática en su Estructura Profunda (modelo actancial), Estructura Superficial (nivel de
la intriga, sistema de personajes), el Aspecto Verbal y finalmente el Aspecto Semántico.
Podemos decir que las obras de Ghiraldo se inscriben dentro del sistema de Florencio
Sánchez. El modelo de Sánchez ha sido concretado por Osvaldo Pellettieri (12):
aparecen dos principios constructivos, el del realismo finisecular y el del naturalismo.
La Estructura Profunda se caracteriza por el siguiente modelo actancial: El sujeto
busca un Objeto: la honra social, finalmente no logrado. El destinador es la sociedad y
el Destinatario el mismo sujeto. El ayudante no cumple su función y el Oponente es
la sociedad. Con respecto a la Estructura Superficial vemos la causalidad lógico-
temporal, la prehistoria del principio y los artificios realistas de la coincidencia abusiva,
el encuentro personal, la extraescena realista, la carga referencial en los personajes.
Aparecen también artificios y convenciones naturalistas como la tesis realista y el
personaje embrague.
¿Cuál es entonces la especificidad del modelo anarquista? El modelo anarquista se
inscribe dentro del sistema de Sánchez pero hay algunas peculiaridades especialmente a
nivel de la Estructura profunda. El Sujeto busca un Objeto que es: la libertad, la
huelga, la reivindicación social, la lucha. El Destinador es la sociedad injusta, el
Destinatario: todos los hombres. El Ayudante no cumple su función, en muchos casos
esa actancia está encarnada por la mujer. El Oponente es: la ley, los patrones, los
rompehuelgas, la institución militar, la familia burguesa como traba, la policía, el
sistema capitalista, es decir todas las instituciones que el anarquismo desea destruir. En
la Estructura superficial vemos aparecer todos los artificios y convenciones del
modelo de Sánchez. Con respecto al Sistema de Personajes vemos:
1. Maniqueísmo: personajes absolutamente "buenos", "puros", identificados con la
clase obrera o con los sometidos. Frente a ellos los "malos": capitalistas, patrones,
rompehuelgas, autoridad.
2. Personaje esclarecido: identificado con la idea anarquista, con la militancia,
destinado a una inmolación mesiánica y ejemplificadora, vocero y portavoz del mensaje
didactizante. Es la encarnación del discurso anarquista. En correspondencia con el
Aspecto Verbal podemos decir que el discurso, la arenga, el mensaje didactizante están
en boca de este personaje. Funciona como personaje embrague, que es quien explícita
las condiciones de recepción de la obra.
3. Personaje representante del público: Es la contracara del personaje clarificado, a él
se debe convencer, enseñar, movilizar, arengar, puede ser un obrero anónimo: muchas
veces un obrero nativo.
4. Personaje femenino: en general encarna la actancia ayudante, no logra cumplir su
función, a partir de este personaje se genera lo melodramático: pareja imposible y lo
patético. Es la incondicional compañera del héroe. En algunos casos la mujer: esposa,
madre o novia puede funcionar como oponente, es el caso de Hijos del Pueblo de
Rodolfo González Pacheco, es la mujer que no comprende la lucha del héroe, no le
permite combatir o acudir a una huelga.
5. Personaje en el cual se delega la función o la esperanza de obtener el objeto: un
hijo, un compañero de lucha o el pueblo en general.
El Aspecto Verbal: Nos centraremos en este tema para realizar el análisis y hay una
serie de características en el discurso que podemos sintetizar:

1. Inserción de un discurso político con sus leyes propias.


2. Ese discurso muestra la intertextualidad con el discurso anarquista, en el caso de La
Columna de Fuego el de la FORA.
3. En el discurso anarquista aparecen ecos de la ideología sarmientina: civilización-
barbarie. En el trabajo anteriormente citado acerca de Alma Gaucha (13) hemos visto
la inserción de la figura del gaucho, Cruz. Este encarnaba la actancia Sujeto pero no era
el portador del discurso anarquista. Este estaba en boca del Abogado Defensor,
personaje identificado con la Idea.
4. El discurso-arenga está en boca del personaje esclarecido, embrague. A través de la
referencialidad ilusionista se trata de movilizar de modo directo al público, creando una
"ilusión de verdad": "No es una obra de teatro, es la verdad de una huelga".

Con respecto a las 6 funciones del lenguaje podemos marcar a abundancia de la


función conativa; la palabra del personaje incita a otros a la acción. Con relación a la
pragmática del diálogo teatral vemos que la fuerza ilocutoria tiene un efecto
perlocutorio positivo: convence, moviliza, se despiertan sentimientos en el interlocutor.
Finalmente "lo escrito" juega un papel importante en el teatro anarquista. Los
personajes aparecen rodeados de libros, leen manifiestos, los redactan, leen diarios
oficiales. Los trabajadores organizados tienen su imprenta, elemento fundamental para
la difusión de ideología. Poseen el don de la lectura, de la escritura y de la palabra. El
personaje "anarquista" no sólo tiene un interés político sino también cultural, la
elevación cultural del pueblo era una de las estrategias y al mismo tiempo fines del
anarquismo. El teatro cumplía en parte esta misión "educativa".

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