Gestación Subrogada
Gestación Subrogada
Gestación Subrogada
POR:
DEFINICIÓN
Es un contrato firmado por una pareja impedida para gestar un hijo y una mujer
considerada como “madre de alquiler” en el cual se acuerda que esta última
permite que se forme y crezca un hijo dentro de su vientre, que posteriormente
será dado a los padres verdaderos considerados por el acuerdo asumiendo la
custodia del bebé cuando nazca. En este se indica que la pareja va a pagar todos
los gastos necesarios por el proceso. El proceso puede ser de dos tipos:
1. Puede violar la autonomía del ser humano y los derechos que el feto tiene como
persona humana. Si la gestación subrogada conlleva riesgos en el desarrollo del
embrión y el feto, que pueden ser nocivos y comprometer su integridad como
persona, no podría aceptarse éticamente. Sin embargo, las técnicas actuales de la
gestación subrogada parecen que aseguran un normal desarrollo del feto desde el
punto de vista fisiológico y por esto no tendrían objeción moral.
2, Para algunos la gestación subrogada crea una situación en la cual una persona,
en este caso la gestante, es 'usada' por otros como medio, para lograr un bien: el
hijo. Si la gestación subrogada se plantea en estos términos, no podría aceptarse
moralmente, pues ningún ser humano puede ser tomado por otro como medio sino
como fin, ya que es autónomo.
Si la gestación se hace sin querer la mujer sino obligada, por ejemplo, por su
situación económica, sería un acto inmoral que estaría atentando contra su
dignidad y autonomía. En este caso es igual a la persona que se dedica al trabajo
sexual que la degrada y que lo hace sin querer, pero obligada por unas
condiciones sociales o económicas.
Otras veces sucede lo contrario, la gestante crea vínculos tan fuertes con el hijo
que rehusa entregarlo a los padres subrogantes creándose situaciones donde el
niño es colocado en medio de un conflicto de intereses.
Se abarcan en primer lugar principios como que toda decisión debe ser basada en
lo que respecta a la fe.
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios.” 1 Corintios 10:31
En tercer lugar, las decisiones éticas están demarcadas por la actitud y por el
medio. Para Dios uno de los problemas en esto radica en el verdadero sentimiento
o deseo que lleva a una persona a realizar una acción o tomar una decisión, pues
en ello está la transparencia y posterior obediencia de una persona o rebeldía,
orgullo y egoísmo de otra. Así pues cuando las decisiones son tomadas según su
voluntad en el cual no hay para ello intención alguna de maldad se tiene el 50%
del aspecto va por buen camino; a partir de la biblia se puede deducir que el
deseo de Dios no es castigar al hombre sin razón alguna, como dejarlo a él, a su
pareja, o a los dos sin posibilidad de tener hijos, ya que su deseo es bendecir a
sus hijos:
“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como
plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre
que teme a Jehová.” Salmo 128:34
Esto sumado a la grave falta que constituye el disponer de una vida, dado que
Dios es el único que tiene derecho a dar y a quitar la vida:
“Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago
vivir; yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano. Deuteronomio
32:39. (Véase 1 Sam 2:6, Job 33:4, Job 14:5)
Otro de los aspectos importantes a considerar es que los niños deben ser
producto de el proceso de aquella relación filial entre el padre la madre en el
matrimonio, con el ser dentro del útero, en el cual se vive aquella entrega de amor,
sinceridad, tranquilidad, protección y entrega que significa el círculo de paternidad
y gestación. A partir de la biblia se tiene que Dios dejó esto ordenado a Adán y
Eva desde el principio de los tiempos, así también como en otras menciones más
en las cuáles se realza el valor de la familia como hogar y centro de relación
amorosa.
Se pueden encontrar casos similares con respecto a esta práctica que podrían ser
utilizadas como razones justas para la consecución de un niño por medio de este
procedimiento.
En esta historia se puede ver un caso en el que Sarah la mujer de Abraham, era
estéril, pero Dios le había prometido antes a Abraham que tendría un hijo y que
además su descendecia sería innumerable Génesis15:4-5, más Sarah no
creyendo la promesa decidió tomar a su sierva Agar para que tuviera un hijo de su
esposo y le fuera heredero a Sarah y Abraham: Sarai mujer de Abram no le daba
hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.
“Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego,
pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al
ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de
diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a
Abram su marido.Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había
concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: Mi
afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con
desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.” Génesis 16:1-5
De esta historia revisada en su contexto, se tiene que el producto del hijo que le
dio Agar a Abraham fue de la desobediencia y la falta de fe hacia Dios por parte
de Sarah. A su vez se denota el dolor que fue producido en Agar la esclava, por
motivo de tener un hijo que sería para su dueña, sentimiento que se puede ver
cuando más adelante Dios le promete que multiplicará su descendencia y además
bendecirá el hijo resultante:
Mujer “vientre de alquiler” rechaza 10 mil dólares para aborto del bebé
“WASHINGTON D.C., 07 Mar. 13 / 03:30 am (ACI/EWTN Noticias).- Tras contratar a Crystal Kelley para que les alquile
su vientre para gestar a su bebé, una pareja estadounidense intentó pagarle 10 mil dólares más para que se someta
a un aborto al enterarse de que la pequeña tenía una serie de males congénitos.
Hace pocos días, el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Juan Antonio
Martínez Camino, advirtió que el alquiler de vientres para gestar un bebé es un “tratamiento injusto”, porque “los
seres humanos no son objeto de producción, no son cosas que se producen ni reses que se reproducen".
"Una persona es justamente acogida en el mundo cuando es la unión de dos personas en cuerpo y alma, eso es lo
justo y lo digno”, indicó el Prelado.
Según reveló CNN, Kelley, necesitada de dinero por estar desempleada, fue contratada por un matrimonio cuya
identidad no ha sido revelada. La pareja le pagó 22 mil dólares para gestar a su hija. Sin embargo y luego de saber
que la bebé tenía labio leporino, paladar hendido, un quiste en el cerebro y complicaciones en el corazón, quisieron
abortarla.
Kelley rechazó la idea y el dinero que le ofrecieron, 10 mil dólares más. “Les dije que no podía hacerlo. Yo era la que
sentía sus patadas, sus movimientos. Era una luchadora y yo iba a luchar por ella”, les dijo.
La pareja no identificada ha tenido otros hijos a través de fertilización in vitro. Al tener dos embriones congelados
decidió pagarle a la joven para tener un hijo más. La implantación se realizó en octubre de 2011 y poco después
supieron que tendrían una niña.
Tras una inicial alegría por el éxito de la implantación, la relación entre Kelley y los padres que la contrataron se
tornó hostil al aparecer las señales de las complicaciones en la salud de la pequeña.
Al no poder obligarla a abortar, los padres de la niña le dijeron a Kelley que al nacer la abandonarían y la dejarían en
manos del estado.
Crystal Kelley aseguró que “no podía permitir que se convirtiera en uno de esos niños discapacitados que son
olvidados y se pierden en el sistema”, por lo que, en secreto, abandonó el estado de Connecticut rumbo a Michigan,
donde la legislación establecería que ella era la madre de la bebé.
Debido a su difícil condición económica, Kelley decidió que la niña necesitaba una familia que la pudiera cuidar, y la
otorgó en adopción a una pareja conocida, que le brindó su apoyo emocional durante ese tiempo difícil.
A pesar de que según los especialistas, aún si la niña supera sus problemas médicos hay un 50 por ciento de
posibilidades de que no pueda caminar, hablar o usar sus manos normalmente, sus padres adoptivos aseguran que
“se despierta cada mañana con una sonrisa contagiosa”.
“Ella saluda a su mundo con un constante sentido del entusiasmo”, aseguró su madre adoptiva.
“En última instancia, nos aferramos a la fe de que dándole amor, oportunidad, estímulo, a la bebé, ella será la que
nos mostrará lo que es posible para su vida y lo que ella es capaz de lograr”, dijo.”(5)
Bebé de vientre de alquiler no tiene derechos y puede morir en aborto, dice abogada
“MIAMI, 17 Mar. 13 / 08:04 pm (ACI).- La abogada en derecho de familia en Miami (EE.UU.), Ada Llerena, dijo que en los
casos de vientre de alquiler, el bebé es parte de “una transacción, de un contrato” y no tiene derechos, por tanto
puede ser sujeto de aborto.
“Aquí no se contemplan los derechos del hijo, aquí se contempla los derechos de los padres y de la madre sustituta”,
fue la respuesta de la abogada a la pregunta ¿Cuál es el derecho del niño?, hecha por la periodista Lucía Navarro del
programa Encuentro de la cadena de televisión CNN, emitido hace unos días.
La periodista, desconcertada por la respuesta, dijo que era una pena que un bebé sea referido en términos de
transacción y consultó sobre el derecho de la madre que lo gestó, a lo que la abogada respondió: “eso depende del
estado donde se haga la transacción (volvió a enfatizarlo) y lo que el estado diga, la madre sustituta no tiene
derecho de determinar por si sola”.
Llerena recalcó que los padres tienen “derecho a pedir que se celebre un aborto, porque se considera bajo la ley
que la madre sustituta no tiene el mismo derecho legal de decidir lo que va a suceder con la criatura, por ser una
labor administrativa”. La abogada señaló que los contratos “contemplan lo que la madre sustituta puede o no puede
hacer” durante el proceso de la concepción y en el embarazo, “sólo podrá decidir en caso que su propia vida esté en
peligro”.
Otra de las declaraciones desconcertantes de Llerena, fue que los padres que deciden alquilar vientres, deben
evaluar el estado psicológico de la candidata para evitar que no cumpla con lo estipulado en el contrato, como en el
caso de Crystal Kelley que por no someterse a un aborto, no cumplió con “la transacción”.
Kelley alquiló su vientre por 22 mil dólares, y cuando los padres se enteraron que la pequeña nacería con labio
leporino, paladar hendido, un quiste en el cerebro y complicaciones en el corazón, quisieron abortarla y le
ofrecieron 10 mil dólares más para que lo haga. Al rechazar abortarla “les dije que no podía hacerlo. Yo era la que
sentía sus patadas, sus movimientos. Era una luchadora y yo iba a luchar por ella”, y en secreto, abandonó el estado
de Connecticut rumbo a Michigan, donde la legislación establecería que ella era la madre del bebé, según reveló a
CNN.
Al nacer la criatura, Kelley por no tener los medios económicos para criarla, la dio en adopción a una pareja
conocida por ella, que le brindó apoyo emocional durante ese tiempo difícil.”(6)
“BUENOS AIRES, 02 Ago. 12 / 06:15 am (ACI/EWTN Noticias).- El Centro de Bioética de Argentina advirtió que permitir
el vientre de alquiler en el nuevo Código Civil traerá consecuencias negativas, toda vez que el ejemplo de la India
demuestra que esta práctica acarrea males como la explotación de la gestante, el aborto eugenésico y selectivo, y
otras secuelas antiéticas.
Con el fin de explicar mejor esta situación, el Centro de Bioética presentó un modelo de contrato usado en la India, a
raíz de la noticia de que dos homosexuales registraron como hijo de ambos a un pequeño de tres semanas
concebido con esta técnica en el país asiáico.
Mantenimiento del embarazo: durante este periodo la mujer gestante debe cumplir todas las indicaciones dadas por
el médico tratante de la técnica y obstetra -recordando que ambos deben ser designados con la aprobación de
padre y madre genético-, las que incluyen horarios de estudios prenatales, consumo de medicamentos y vitaminas,
realización de ecografías en presencia de la otra parte, y toda otra prueba que se crea conveniente como por
ejemplo ensayos de consumo de nicotina y drogas, enfermedades de transmisión sexual e infecciosas.
Expresamente se incluyen procedimientos médicos invasivos tales como: aquellos destinados a conocer los posibles
defectos genéticos o congénitos del feto, pruebas genéticas. Las instrucciones médicas pueden incluir ecografías
frecuentes, reposo, abstinencia de relaciones sexuales, administración de medicamentos por vía oral o inyectable
durante periodos prolongados, entre otros aspectos.
Existen otras conductas que se compromete a asumir la mujer gestante, como el informe cada dos semanas de la
evolución del embarazo, o de las preocupaciones que puedan surgir durante el embarazo.
También se somete a ciertas prohibiciones sobre el estilo de vida que debe llevar adelante: absteniéndose de
practicar deportes o actividades cuando lo recomiende el médico u obstetra, realizar viajes al exterior sin previo
aviso a los padres genéticos, aplicar tinte de cabello, consumir productos que contengan cafeína, realizarse
perforaciones, acupuntura o tatuajes, ingerir hierbas medicinales, sacarina u otros edulcorantes artificiales,
permanecer próxima a limpiadores, pesticidas y otros aerosoles, abstenerse de realizarse cirugías cosméticas,
etc.
Muerte de los padres comitentes: el contrato contempla la posibilidad de muerte de los padres que encargaron al
niño y en ese caso se designa una tercera persona que se haga cargo de la custodia del niño.
Entrega del niño y renuncia a la patria potestad: llegado a término el embarazo, el niño nacido debe ser
inmediatamente entregado a los padres genéticos, como así también la custodia sobre el mismo, renunciando a todo
tipo de reclamación de la patria potestad y absteniéndose de hacer cualquier tipo de contacto con los padres
genéticos y/o sus familiares, como de intervenir en la crianza del menor gestado.
Asunción de riesgos y liberación de responsabilidades: excepto que algunas cláusulas específicas del contrato, la
madre subrogante y su marido asumen todos los riesgos médicos, financieros y psicológicos y liberan a los padres
genéticos, sus abogados, el médico y otros profesionales involucrados en el acuerdo, de cualquier responsabilidad
legal, salvo en caso de mala praxis.
Obligación de dar muerte al niño en gestación (aborto): la mujer gestante deberá someterse a una práctica abortiva
a pedido de los padres genéticos en el caso que el niño presente alguna anomalía mental o física; también en caso de
existencia de más de dos niños (interrupción selectiva); y cuando a criterio del médico tratante su salud se
encuentre amenazada. La negativa de ello importa incumplimiento contractual, con la respectiva consecuencia
económica y legal para ella.
Aborto selectivo: como a la mujer se le pueden transferir hasta tres embriones, el contrato contempla la posibilidad
de abortar a alguno de ellos si todos se implantan, para reducir el número de niños que nacerán Si la madre
subrogante rechaza este aborto, se considera que es una violación del contrato, siempre que el médico compruebe
que la salud de la gestante no está en peligro.
Peligro de vida en la mujer gestante: el contrato fija una suma determinada y precisa para la indemnización que
asumen los padres genéticos en caso de muerte de la mujer subrogante.
Rescisión del contrato: en caso de imposibilidad de lograr el embarazo, la mujer gestante deberá aguardar tres
ciclos de transferencia embrionaria fallidos -realizados durante un año-, para poder poner fin al contrato.
Incumplimiento: en caso de incumplimiento a las cláusulas del contrato o realización de conductas distintas a las
estipuladas, la mujer gestante pierde el derecho que le asiste al pago de los gastos -y si los hubiere ya recibido
deberá reembolsarlos-; y se constituye además en responsable de todos los gastos dinerarios en que hubieren
incurrido madre y padre genético incluyendo médicos, psicológicos, de viaje y legales sin restricción de otras
erogaciones.
La descripción del contenido de los contratos de “alquiler de vientre” denota la situación de explotación y vigilancia
a la que se somete la mujer gestante del niño, quien sólo fundada en una motivación económica puede aceptar ser
parte en un procedimiento en el cual se restringe gravemente bienes tales -entre otros- como su intimidad, libertad,
afectividad.
Igualmente, el niño queda privado de uno de los componentes fundamentales de su identidad, la madre que lo dio a
luz, y ve manipulada su vida como si fuera una cosa que se entrega contra un pago de dinero.
Desde otro enfoque, el deseo frustrado de maternidad y paternidad como también los sentimientos que conllevan,
son utilizados con miras francamente comerciales por los Centro de Reproducción Asistida. Estos ofrecen, frente a
delicadas situaciones, una “solución expedita” desconociendo reparos éticos y jurídicos sobre las consecuencias
generadas por estos métodos que introducen una lógica productiva en la transmisión de la vida humana. Relegando
los daños personales que conciben, -en el caso del contrato de alquiler de vientre por ejemplo la privación de la
leche materna-, se construye con la ayuda del legislador una nueva explotación mercantil en donde la transmisión
de la vida, ya privada de su innata dignidad, es el nuevo objeto apetecible y rentable del comercio.” (7)
Vientre de alquiler atenta contra dignidad de madre, hijo y matrimonio, dice experta
“BUENOS AIRES, 25 Abr. 12 / 04:35 am (ACI/EWTN Noticias).- Una especialista en Bioética afirmó que utilizar un
llamado "vientre de alquiler" constituye un atentado no sólo contra la dignidad inherente del hijo, sino también de la
mujer que debe portar naturalmente a su hijo, y del vínculo matrimonial
"Preguntémonos si esta forma de venir a la existencia es compatible con la dignidad no sólo de la persona por
nacer, sino de la experiencia de gestación como una intimidad transformadora del ser mismo de la mujer ante su
hijo por nacer y de su ser madre en vínculo exclusivo con el padre", advirtió la Hna. Elena Lugo, presidenta de la
Comisión de Bioética Padre José Kentenich, al reflexionar sobre el tema.
Luego cuestionó luego el problema de la paternidad y maternidad en estos casos: la madre donante del óvulo, la que
lo gesta y la que lo recibiría en su hogar; de la misma forma tendría dos padres: el genético y el que lo recibiría en
su hogar.
"¿Se plantearía la relación de la madre de alquiler con los donantes de los gametos o con los receptores o padres
sociales del hijo? ¿Con cuál se ha de vincular el hijo? ¿Cuáles serán los derechos de cada padre o cada madre en
relación al hijo?", cuestiona.
Asimismo, manifestó que no se pueden desestimar los conflictos entre los padres y una inevitable repercusión
negativa en el hijo y los otros menores que puedan existir en el complejo entorno familiar, "los problemas pueden
ser aún más dolorosos si el hijo es resultado de maternidad subrogada (reemplazada) entre familiares".
Finalmente, la Hna Lugo señaló que esta práctica plantea desafíos que si bien la ley tendrá que atender, tiene raíces
"profundamente éticas y amenazan la dignidad inherente a las personas".
Elena Lugo es doctora en filosofía por la Universidad de Georgetown en Estados Unidos, es Hermana de María, el
Instituto Secular de Schoenstatt fundado por el P. José Kentenich, en Alemania en 1926, y forma parte de la Obra
Internacional de Schoenstatt.” (8)
BIBLIOGRAFÍA
5. Mujer “vientre de alquiler” rechaza 10 mil dólares para aborto del bebé
[Internet]. 2013 [citado 2013 Mar 23]. Disponible en:
http://www.aciprensa.com/noticias/mujer-vientre-de-alquiler-rechaza-10-mil-
dolares-para-aborto-del-bebe-90211/#.UU4kTzfkqj1