Avances Del Cesor Nº 1 PDF

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A.CIUal:lZaC:lOn del rpníl~¡;;lrl('ln de estratí::g¡:as de elite santafesina.

de la Vera Cruz.
Analía Manavella - Marina ........................ 7

buen vivir. Delincuentes en el


1820-1850
Vilrna Bidut - EIsa Caula Nora Liñan

"",r1n,in~;n en tensión. La ex[)enencw


en Santa Fe. 1853-1890
45
I
movimiento 1914-1917
Bertolo ................

'--'al.vil\Ja y ciudadanía. 1930-1947


María Pía Martín .............................................................. .

y desencanto. de los industriales


del Gran Rosario y el "Proceso"
.......- ,........."'F,.vv<J

Silvia Simonassi 95

Comentarios sobre

Julio. La znveSII}!Q'ClCm histórica: método. ",


RAreces 109

María.
Navarra en la EdadModerna
por Griselda

J.Hu..LJ."'U, Juan. La exclusión social",


por Gustavo Bollea........... .119

ClI.J;:','!;;U\lIA de Novedades .......................................... 123

Permitida la reproducción citando la fuente


Registro de la propiedad en trámite.
ISSN: trámite.
que aparece y está destinada a hacer conocer los progresos alcanzados en
determinadas áreas de la ciencia 1, Y esto vuelve vano todo lo que antes
especularrlos, DOr'QUe ese es exactamente el sentido coincidente con
AgJ~aC1~~elnos a la Asoc. José Pedroni de la Fac. de HumanIC1aC1f~
la contribución realizada para la presen:te p1LlbllCa~C10]t1.

La Revista no se reJjlon:sabll12:a por la opInIones vertidas por los autores

Para y SUS1Cn¡:ICl01nes diri,1iürl;e


Entre Ríos 758 - 2000 - . .'\.v.,u.<.i'V,
e-roan: ecaula @ lidernet.com.ar
Entre tanto lleguen los trabajos a sus publicaciones defmitivas, poder acceder a sus noti­
cias permite acortar los tiempos e incrementar el ritmo y la diversidad del intercambio en la
comunidad científica. Diversidad cada vea más requerida desde el siglo pasado, en el que las
recién nacidas ciencias sociales empujaron a la historia a saltar del regazo de la filosofía y la
literatura y alternar también con la antropología, la sociología, la economía, la psicología et
alter. Según vapasando el tiempo, el otrora tabique con que todas ellas afectaban autosuficien­ EDITORIAL

cia se ha ido adelgazando. Ahora un delicado velo nos separa y no necesitamos descorrerlo
para tocarnos. A esa tarea sensual, llamamos académicamente interdisciplina.

Revista Avances de los trabajos sobre los distintos períodos y enfoques sobre realidades
sociales (el plural es intencionado), que se encuentran en proceso de elaboración. Sea. Elpresente número inaugura las actividades de difusión de los trabajos presentados en
elforo creado a partir de la constitución del CESOR. Ellos han sido producidos en distintas
áreas institucionales y en diversos campos de investigación histórica, pero reconocen un
lugar común de debate: el Centro de Estudios Sociales Regionales.
Cuando nos constituÍmos en torno al Centro, varias eran las inquietudes que actuaban
Gustavo Pedro BolIea como disparadores justificatorios de aquella construcción.
por el Consejo Editorial Por una parte, consideramos que a partir del CESOR nace una instancia
orgánica.institucional a través de la cual se canaliza la producción individual o colectiva,
integrada en programas con cierto grado de previsibilidad y globalidad, o bien emergentes
de esfuerzos aislados, en ocasiones dispersos, pero siempre estimulantes, que constituyen,
por sí mismos, evidencias de vocaciones personales o grupales.
En segllndo lugar, el objetivo plasmado tiene que ver con una casi deuda historiográfica
con nosotros mismos: promover, desde parámetros profesionales, la investigación regional.
El nacimiento y consolidación de una historia regional fue un intento sucesivamente pos­
tergado en virtud de la inestabilidad universitaria de este último cuarto de siglo, inestabi­
lidad que reproducíafenómenos que en la misma clave padeció el país. En esta dirección, y
particulannente desde el campo específico de la historia latinoamericana y argentina, la
intencionalidad impresa a tales producciones es-más que revertir o antagonizar con gran­
des líneas de interpretación histórica- contraponerlas a aquéllas concebidas y desarrolla­
das desde realidades metropolitanas o capitalinas concretas con pretensión explicativa a
nivel global. La nuestra, por el contrario, busca expresar los elementos de especificidad,·
redefinir o resignificar tanto la ocurrencia de procesos y problemas enfunción de cómo ellos
se expresan y definen en los espacios que escapan a aquella centralidad, cuanto la selección
del herramental teórico-conceptual orientador de las acciones interpretativas y de la fina­
lidad explicativa, y detectar o descubrir los segmentos o intersticios por donde transitan las
articulaciones entre los distintos niveles y espacios.
En consonancia con lo anterior, este empeño sistemático por recuperar y aprovechar
productivamente los recursos provistos por la historia regional se conjuga con una cada vez
más abierta convocatoria a que otras disciplinas sociales intervengan -con sus propios
aportes- en una lectura cada vez más total, coherente y dinámica de ese objeto de estudio.

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Actualización del espacio y renovación de estrategias de la
Por último, entendemos que el conjunto de trabajos que se ofrecen a la circulación y al
debate se asumen como informes de avances -de allí la provisoriedad pero también la elite santafesina. Santa Fe de la Vera Cruz. 1660-1680.
inercia del título elegido para la revista- pero todos resumen una cierta postura ideológica,
en el sentido más amplio del término, que quizás pueda expresarse en el viejo aforismo de Analía Manavella- Marina Caputo
que nada de lo humano me es ajeno. De este modo, en sus páginas se reconocen distintos UN.R - Cesor
sujetos sociales que participan, desde lugares sociales jerárquicamente diferenciados, en
una cotidianeidad sublimada desde la óptica del historiador. Asimismo, algunos rastrean Hacia el año 60 del siglo XVII, un grupo de vecinos de la vieja Santa Fe concretaba por [m
casi arqueológicamente los problemas de la construcción de la sociedad santafesina en el proyecto de trasladar la ciudad luego de haber superado una serie de dificultades que
tanto otros se refieren a experiencias más cercanas, aunque no menos difíciles. Finalmente, dilataron el proceso de la trasmuta durante diez años. Sin embargo, esta dilación no fue más
instituciones, actores -individuales o colectivos- y marcos de orientación normativa se que el tiempo de la trasmuta, que contenía indefectiblemente la durabilidad propia del desplie­
entrecruzan con intereses, mezquindades o heroísmos en el escenario de la vida. gue sobre un espacio que estaba siendo resignificado. Otras alternativas se irían imponiendo
en este proceso de reorganización socio-espacial, que de ninguna manera se agotaba con el
traslado de la ciudad.
Elida Sonzogni SantaFe de la Vera Cruz era el resultado unaprácticareorganizadora del espacio, fonnulada
porelCESOR en un contexto problemático que conmovía el orden construido por aquellos hombres que
habíanproyectado a Santa Fe la Vieja. Estos problemas afectabanfundamentalmente las estra­
tegias de acumulación del grupo de vecinos más importante de la ciudad, constituidas princi­
palmente en tomo al aprovechamiento ventajoso de la ubicación de Santa Fe como nexo en la
ruta que unía Asunción, Corrientes, Buenos Aires y Potos~ fundamentalmente, y a la exporta­
ción floreciente de ganado vacuno y mular.Definido y profundizado en un trabajo anterior, el
entorno problemático se conformabapor el agravamiento de ciertos factores constitutivos de
esta sociedad, como eran la escasez de mano de obra, el deterioro de la vinculación interétnica
y las dificultades plli-a obtenery mantener privilegios oficiales en relación al comercio interre­
gional, entre los más defInitorios l . Fue posible deducir entonces, que los problemas que
connotaban esta coyuntura, no hacían más que cuestionar la capacidad de estos hombres para
mantener un espacio necesario al eje Potosí-Lima La evaluación de tal necesidad no dejabade
estar presente en la voz de los más renombrados -"esta dha ciudad es la llave y estribo
principal para la Comunicazion de las dhas provinzias delparaguay y la que conserva los
reynos del Piru ... "(Museo Etnográfico J.B.Ambrossetti, Copias del AGD -; sin embargo, la
comprobación de la coherencia funcional de tal necesidad cubría con un velo otras alternati­
vas que se irían imponiendo en este proceso de reorganización socio-espacial, que de ninguna
manera se agotaba en el traslado de la ciudad.
Como todo proyecto en estas sociedades tradicionales, en su fonnulación se inscribe una
importante cuota de incertidumbre que revela la imposibilidad de preveer los resultados de las
acciones programadas. Si bien las decisiones operan explícitamente, la práctica de las mismas
revela los límites de la información dispom"ble y la defInitoria presencia de los vínculos y
relaciones personales que tejen la trama de poder que subyace en esta sociedad. En el ámbito
capitular, laspeticiones en que se expresaban muchas veces los proyectos, permiten visualizar
estas características: largas fórmulas protocolares que dispersaban contenidos escuetos, bre­
vemente detallados, con fundamentaciones limitadas ala inmediatez de lanecesidad. La con­
creción de las mismas dependía de posicionamientos coyunturales, pero también de limitacio­
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Avances del CESOR - Año 1 N°1
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ ~Ana~~lia;.;Jvfa~ navella -MarinaCaputo
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nes y alternativas que surgirian en lapuesta en práctica. El conocimiento de estas erarecortado


cios que el sistema ofrece. El despliegue sobre el espacio será un instrumento que los santa­
y la capacidad de seleccionar adecuadamente implicaba desplegar una multiplicidad de estra­
fesinos utilizarán para participar en la cuota de poder que se dispersa en esta sociedad riopla­
tegias que modificaban en gran medida las perspectivas iniciales del proyecto.
tense. En último ténnino, ni la Audiencia, ni la facultad de puerto preciso de SantaFeprospe­
De acuerdo a 10 anterior, el traslado de Santa Fe, como proyección espacial del grupo de rarán en esta coyuntura. La articulación de intereses prevaleciente limitará el ejercicio de poder
poder santafesino, como estrategia territorial concreta, era la manifestación de un proceso de que estas instancias pretendian representar. En el caso de la Audiencia, la reina regente, en
recomposición de las relaciones de poder, tanto en el contexto de la sociedad santafesina como diciembre de 1671, sintetizaba en un decreto que «la experiencia ha mostrado que de la
en los vínculos de dependencia o dominación sobre otros territorios. Si consideramos que formación de esa Audiencia no han resultado los efectos que se esperaban ni lográndose los
«todo espacio tiende a convertirse en el significante de un significado fines que dieron motivo a su erección, y por otras justas consideraciones del Real Servicio,
social"(Zurnthor., 1994,p.142) las perspectivas generadas por la reorganización espacialimpli­ he resuelto que se extinga... »2 . El fracaso notorio de esta institución traducía la inviabilidad de
caban legitimar las modificaciones operadas mediante una recodificación del territorio. Es los mecanismos de control oficiales impuestospor la Corona. La condición de puerto preciso
decir, la recomposición territorial no se limitaba sólo al traslado de la ciudad, otras estrategias que se intentaba atribuir a la ciudad SantaFe corroboraba este desenlace. Si bien las gestiones
de organización espacial serían llevadas adelante a la vez que ponían en juego la articulación por el mismo, llevadas adelante por Asunción y Santa Fe, fueron probablemente apoyadas por
de Santa Fe con el resto del espacio. El soporte de este proceso estaba dado por la especial la Corona mediante Cédula Real, no se veriaretomado como iniciativahasta la segunda década
configuración de vínculos de diversa índole con otras élites dirigentes -en el contexto de la del siglo XVIII.
gobernación en primer lugar, aunque también en las relaciones con otras gobernaciones como En este trabajo esbozaremos primariamente aquellas instancias que ponen de manifiesto el
la del Tucumán-. Concretamente, el traslado de la ciudad trazaba las líneas iniciales sobre las juego de intereses santafesinos en una recomposición espacial que prefiguraba las variacio­
cuales este grupo de hombres proyectarla su actividad sobre el espacio, 10 que implícitamente nes en el entramado de poder regional. La consolidación de Buenos Aires como puerto atlán­
derivaba en la alteración en la distribución del poder subyacente en la organización territorial . tico obligaba a reformular las prácticas de reorganización socio-espacial. La Corona apuntó
original. En defInitiva, la acción de los vecinos de Santa Fe estuvo orientada a consolidar la lúcidamente estas modificaciones formalizando, aunque no subordinando, dicha organización.
expansión sobre la otra banda del rio Paraná, y a sostener unapráctica dejurisdiccionalización Nuestro interés consiste envisualizar los mecanismos que la élite de Santa Fe desenvolvió con
del área de dominio mediante la constituciónde nuevos pagos, elpoblamiento hacia el sur que el objeto de maximizarsu capacidad de acción apartir de la reorientación espacial manillesta en
acompañó la repartición de tierras a vecinos de Santa Fe, la reorganización puntual del viejo una progresiva consolidación de Buenos Aires, que involucraba a las gobernaciones del
sitio y la disputa con Buenos Aires por un lado y Corrientes por otro, en torno a los límites Paraguay y de Tucumán.
jurisdiccionales. En este periodo, la particular coyuntura resultante de una actividad ofensiva por parte de
En este contexto esbozado, la Corona procederá ambiguamente al conceder legitimidad a las sociedades indigenas, tanto del valle calchaquí como del área chaqueña, no sólo afectará a
las acciones desplegadas por los santafesinos a la vez que fortalecía su punto de apoyo en el Santa Fe sino también estarlan especialmente peIjudicados los vecinos de la gobernación de
puerto de Buenos Aires. Sibien el robustecimiento del dispositivo burocrático en esta ciudad Tucumán. Los santafesinos no cesarán de proyectarformas de control territorial que impliquen
constituía un aspecto ftmdamental en el ejercicio del control de estos territorios, en un periodo un dominio étnico que dej e de ser precario. El desarrollo de esta problemática queda en sus­
floreciente en relación a la actividad comercial consideradailegalporparte se la administración penso para serretomadaparticularmente.
superior colonial (Moutoukias,1988), se hacía necesario reacomodar la distribución de los En el delineamiento de este trabajo hemos partido de una lectura atenta de las actas del
dispositivos de poder. En este sentido, la creación de la Audiencia en Buenos Aires y en otro período sin dejar de considerar que sus testimonios se encuadran en el juego político prevale­
nivel, el intento -esbozado por primera vez hacia estos años- de privilegiar a Santa Fe con la ciente en cada coyuntura. Nuestra mirada fue especialmente cautelosa ante fórmulas yfrases
condición de puerto preciso del comercio entre Asunción y Buenos Aires, formaban parte de que aparentemente repetidas y formales ocultan intencionalidades y perspectivas constras­
un conjunto de estrategias orientadas a efectivizar lapresencia real enun área que canalizaba tantes con el discurso escrito. En este desciframiento han resultado básicos los clásicos traba­
una parte relativamente importante del excedente en Indias. Esteproyecto de alterar la dispo­ jos de Zacarias Moutoukias -sobre el contrabando colonial en el siglo XVII- y Juan Carlos
sición del poder en su favor encontrará los límites propios de un sistema que cada vez más hace Garavaglia -en torno a la yerba y el mercado interno colonial-o El relevamiento de datos, la
evidente la incoherencia de las reglas y la ambigüedad de las normas. Tanto los representantes cuantificación de los mismos, las conclusiones pertinentes que ambos autores desenvuelven,
directos de la Corona, como los vecinos de esta sociedad rioplatense estarán involucrados en nos han permitido en gran medida desplegar las preguntas que nos guiaron en la contextuali­
una trama que pone en evidencia la tensión permanente entre las prácticas y las normas. La zación de las ideas centrales de una investigación que aún no ha fmalizado. ¿Cómo pensar a
organización social del espacio traduce también estas tensiones. Los intentos de la Corona Santa Fe en la segunda mitad del siglo XVII sin tomar en cuenta dos referencias principales
serán aprovechados por quienes logren posicionarse adecuadamente ocupando los intersti­ como son el crecimiento relativamente importante del comercio atlántico y el aumento en la

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Avances del CESOR - Aí'1o 1 N° 1
__lía.Ma_navella -MarinaCaputo
_ _- -_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _Ana
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producción de yerba que bajaba del Paraguay? Ambos fenómenos movilizaban hombres, sus preocupaciones la dificultad para cobrar el derecho de .romana : «. .que Iso generos del
capitales, intereses... Todos ellos se cruzaban y confluían en un espacio que también se con­ paraguay estan mui caidos por falta de dinero y que de tres barcas se estan deviendo los
formaba como móvil. Asunción, el Tucumán y el Río de la Plata defmen un espacio aparente­ derechos de romana de la ciudad...»(APSF, ACSF,1670).
mente heterogéneo, sin embargo han sido estos trabajos los que nos han permitido entender la La pobreza, la despoblación, la guerra con los indios, las dificultades para sostener los
homogeneidad que subyace en sus movimientos. Al mencionado seguimiento de las actas, privilegios respecto al comercio, parecieran ser carateristicas que reproducen en el nuevo sitio
hemos sumado el relevamiento de los Expedientes Civiles del periodo. Particularmente en el aquellas dificultades que defmieron el entorno del traslado. La prosperidad de que nos habla
tomo que atañe al segmento 1674-1680, hemos hallado pleitos que nos señalan la importancia CeIVera es contradichapor la sistematización de un discurso de la pobreza (Vitar, 1997, p.33)
de la recomposición espacial que se estaba operando. También los tomos de autos, cédulas y que persiste más allá de cualquierperiodización. Cabepreguntarse entonces, acerca del conte­
provisiones han sido cuidadosamente examinados, partiendo de que su carácter oficial legitima­ nido de esta figura de "pobreza", que intencionalidad subyace en tal caracterización, teniendo
ba determinadas acciones, excluyendo aquellas que nos hablan del grado de conflictividad y en cuenta que no sólo se gravaba como clave en el decir cotidiano de los santafesinos sino
discenso que prevalecía en estas sociedades. La documentación manejada en la obra de Teresa que ilustraba también los discursos de los vecinos de otras ciudades -tanto de la gobern~ción
Cauzzi sobre la primera Audiencia de Buenos Aires ha contrIbuido especialmente en la recollS­ como de otras-.
trucciónde este cuadro. Su exploración en el Archivo de Indias aporta una cuota sustancial en la El concepto de pobreza era portador de un sentido que aludía a instancias constitutivas de
perspectiva que hemos esbozado. En suma, fuentes de primera y de segunda mano sustentan esta sociedad, que evocadas a partir de esta imagen connotaban al espacio en que estos
esta etapa de la investigación. La documentación que ha quedado pendiente -como serian las hombres actuaban de cierta inestabilidad. El grado de incertidumbre que contextualizaba su
Escrituras Públicas- queda inscripta para la continuación de este trabajo. Somos conscientes capacidad de acción implicaba reforzar los recursos con que contaban. Indudablemente, en
que su relevo contribuirá a sostener con más frrmeza las ideas aquí expuestas. este juego era indispensable un posicionamiento que impusiera determinadas reglas en una
La periodización de la que damos cuenta es un recorte Lrticial que apunta a delimitar la . distribución del poder que dificilmente expresara algún equilibrio. Por ello, el acento en las
coyuntura abierta luego del traslado de la ciudad. El tope propuesto responde a criterios condiciones de adversidad llevaba implícito intenciones puntuales, que propendían a acomo­
organizativos en relación a nuestro trabajo, ya que el corte en esta coyuntura estaría ubicado dar la cuota de poder local en el grado más ventaj oso posible. La autoridad de la Corona, por lo
hacia la segunda década del siglo XVIII. tanto, se definía en el marco de las relaciones que en estas sociedades se construían. Sus
representantes estaban inmersos en una trama que condicionaba el ejercicio de autoridad a la
De arbitrios y concesiones: los instrumentos del nuevo ordenamiento espacial. mayor o menor autonollÚa que disponían dichas sociedades. También el posicionamiento de
estos resultaba fimdamental en cuanto a la canalización de esa cuota de poder y la efectiviza­
La informaciónbrindadapor autores clásicos como Manuel Cervera nos chbuja un panora­ ción de un control que resultara provechoso. De allí que las procuraciones, las peticiones
ma de prosperidad inaugurado inmediatamente al cambio de sitio, debido también a que, en oficiales en que se proyectan las acciones sean fundamentadas a partir de caracterizaciones
1662, «la Real Cédula que declaró puerto preciso a esta ciudad,javorecieron el comercio, negativas, que desdibujaban el alcance de las acciones que estos hombres desplegaban. Esto
dieron auge a la población y acarrearon comodidades y riquezas hasta entonces no no resta lugar a aquellos problemas que complejizaban la vida cotidiana de los santafesinos.
conocidas.»(CelVera,1979,p.391). Sin embargo, en unaprimera instancia de análisis, el recorte Aquellas condiciones que se presentaban adversamente, que aparecían como obstáculos
de las palabras de los capitulares a lo largo de este periodo contradicen esta imagen al referirse deben ser leídas también desde la capacidad de manipulación de aquellos vecinos que aposta­
habitualmente a la pobreza y escasez de recursos que caracterizaban la ciudad. Persistían en ban a modificar el contexto desde el cuál operaban.
las voces cabildantes aquellas fórmulas que caracterizaban un estado de aparente decaden­ Las quejas reiteradas por los procuradores en cuanto al derecho exclusivo de los fletamen­
cia:» ...esta dha ciudad es muy pobre y que sus vecinos pocos y los mas pobres... » tenía que tos que correspondía a los vecinos de la ciudad, eran presentadas desde un discurso que
afrontar las adversidades propias de «las guerras del enemigo calchaquí con que cada día se configuraba aquella imagen repetida de penuria, escasez y desvastamiento. El apoyo de la
hallan los vesinos mas arrasados y necesitados...»(APSF,ACSF,1671). Sumado a esto sereite­ Corona mediante cédulas al derecho a fletar de los vecinos de Santa Fe, legitimaba un ordena­
raban periódicamente los problemas vinculados al mantenimiento del monopolio de los fletes miento que en último término establecía ciertajerarquía en el dominio sobre el espacio. Un
porparte de los vecinos de la ciudad. En 1667, el procurador de la ciudad, el general Roque de dominio que en este caso se efectuaba a partir de la circulación por las rutas que unían las
Mendieta y Zárate sintetizaba «a Vmd. pido y suplico m~de que en conformidad y cumpli­ ciudades. Sin embargo, la reglamentación oficial nunca era suficiente. Los vecinos de otras
miento de dhos bandos publicados.... que ningún forastero saquen asienda fletada desta ciudades -"los forasteros" - constantemente dirigian sus esfuerzos a eludir la norma, contrave­
ciudad aviendo besinos moradores que las fleten y que en manera alguna alteren ni ynoben los nir la regla. En el límite que los vecinos interesados 10grarían imponer también figuraban los
precios asentados ...»(APSF, Diversos Autos, 1667). En los inicios del año 1670, agregaban a acuerdos sostenidos por los vínculos personales. Todo ello conformaba un conjunto de

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Avatlcesdel CESOR-AílO 1 ~l
Segundo semestre 1998 . navella -MarinaCaputo
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estrategias que operaban en diversas dimensiones. En el caso de los fletamentos, el resultado cretamentepor la articulación de Santa Fe con las ciudades del Tucumány Asunción en primer
fue un incremento global en favor de los habitantes del nuevo sitio que percibimos a partir de lugar. El principal elemento cohesionador era la yerba producida en el Paraguay que se distrí­
las escrituras públicas del período. buíahacia las ciudades de Buenos Aires, Tucumán y el Alto PernoUn crecimiento sostenido de
Las gestiones realizadas por conservar el derecho a fletar también se reiteraron sustancial­ su producción en el período que estamos analizando nos ayudan a comprender la trascenden­
mente en relación a otros privilegios que ubicaban a Santa Fe en una situación inm~orablepara cia que para los santafesinos revestía la consecusión de determinados privilegios respecto al
captar parte de la cuota de excedente que surgía del capital circulante. En 1666 se recuperó comercio. Conviene reiterar que a partir de 1666 fue el derecho de romana el arbitrio que
provisoriamente el cobro del derecho de romana -1 real por quintal de yerba-, gestionándose en posibilitó a los santafesinos captar una parte del excedente que este fruto redituaba. Sin duda,
1675 su continuación debido a la importancia que el mismo había adquirido como propio de la como hemos visto, también los fletamentos posibilitaban a losvecinos acceder a dicho rédito.
ciudad. En relación al privilegio de puerto preciso, resulta problemático constatar su concre­ Concretamente, es Garavaglia quién nos aporta datos que nos acerca a comprender la impor­
siónhacia esteperíodo. Según el historiadorsantafesino Manuel Cervera, afmales de 1662, la tancia del comercio de la yerba en Santa Fe: de un promedio de 2000 a 2500 arrobas anuales
ciudad de Santa Fe y a pedido también de la de Asunción obtenía por Cédula Real, la condición hacia mediados de siglo; entre 1667y 1674 sepasa a las 22.000por año y entre 1675 y 1682 estos
de puerto preciso obligando a que "las embarcaciones de la provincia del Paraguay, cumplieran son los datos de la yerba entrada a Santa Fe:
su registro en Santa Fe,...para poder impartir desde Santa Fe, los productos del Paraguaya Cantidad (arrobas) de yerba arribada a Santa Fe entre los años 1675 y 1682
Buenos Aires, Córdoba, PeIÚY Chile.. ."(Cervera,1979,p.292). No obstante, del rastreo docu­
mental llevado adelante, no surgen datos que nos orienten en este sentido. En el transcurso del 1675 29.437
período inmediato a la fecha citada, otros problemas defmían la situación de los vecinos ­
principalmente en referencia a los renovados ataques de las parcialidades indígenas-. El privi­ 1676 32.562
1egio de puerto preciso no se encuentra mencionado en las actas del período, ni tampoco lo
hemos inferido del seguimiento de otra documentación. Sin embargo consideramos probable 1677 sin datos
que haya existido algún tipo de gestión al respecto por parte de representantes de Santa Fe en
una coyuntura especialmente receptiva por parte de la Corona a todo proyecto que implicara 1678 sin datos
renovar su control-sobre todo en el comercio- en estos territorios. Un dato que respalda esta
hipótesis surge de la propuesta del Consejo de Indias al rey en noviembre de 1660 en cuanto 1679 24.196
a los "medios que sepueden y deben prevenir para que se puedan probar estas arribadas y sus
comercies, y los extravíos que hacen de la plata" en el puerto de Buenos Aires. Sugería entre 1680 24.388
otras cosas, que se "registren en la Aduana de Córdoba del Tucumán todo lo que subiese o
bajase por aquellas provincias" de manera tal que se pudiue canalizar a su favor el capital 1681 15.120
introducido ilegalmente. Si bien este planteo favorecía a la ciudad de Córdoba, también nos
habla de un interés puntual por controlar el comercio interregional que se generaba en tomo al 1682 30.271
puerto del Río de la Plata. La creación del puerto preciso en Santa Fe favorecería la afrrmación
de ese control. De hecho, sí contamos con una Real Cédula emitida en 1680 que autorizaba "se
ponga en práctica los medios de Arbitrio que propuso Don Josep Martinez de Salazar ejercien­ Fuente: Infonnación elaborada a partir del Cuadro n° 1de:

do el cargo de Gob y cap gral de aquellas provincias en carta del 16 dejunio de 1664, yuno de Garavaglia, Juan Carlos; Mercado Interno y economía colonial, Ed. Grijalbo, México, 1983

ellos es la yerba que bajare del paraguay y de otras parte a la ciudad de Santa Fe...Pague por
cada arroba, medio peso, y la que compraren algunos mercaderes de la dha ciudad de Santa El examen de estos índices ayuda a enriquecernuestra apreciación sobre lapotenciación en
Fee, para las Provincias del Perú, Tucumán, donde se dobla su valor, tres y quatro veses, según este período de las condiciones que favorecían a Santa Fe. La élite de esta ciudad percibía con
las distancias, paguen un peso por arroba ...". Si bien no tenemos noticia sobre la puesta en nitidez esta realidad. Su práctica estaria orientada a reorganizar el espacio que contenía estos
práctica inmediata -en 1726 se repite esta Real Cédula que facultaba a Santa Fe como puerto movimientos. Tal ordenamiento tenía que instalar de alguna manera, una jerarquización que le
preciso-, este documento se suma a otros que nos hablan de la importancia creciente de la permitiera compartir con Buenos Aires la cuota de poder que el estatus de puerto atlántico le
circulación de ciertas mercancías que captaban parte importante de la plata que fmalmente se otorgaba. La mercancía yerba -que contaba con una demanda asegurada-, debía ser deposita­
"extraviaba" por el puerto de Buenos Aires. Esta orientación atlántica estaba sostenida con­ da en Santa Fe de acuerdo con los derechos de que esta gozaba, convirtiéndose así en la

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Avanees del CESOR - Aí10 1N° 1 Ana/iaManavella -Marina Caputo
Segundo semestre 1998
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herramienta que le permitía canalizarparte de esa plataque se «extraviaba» desde el Alto Pern. en un sentido cualitativo, aunque cuantitativamente su estimación reduce la cantidad de cue­
3
Una visión más global que contribuye a destacar la importancia de este comercio interre­ ros exportados a 20.000 por año. En cambio, el promedio anual del período que va de 1648 a
gional, es el valioso trabajo de Zacarias Moutoukias sobre el contrabando en Río de la Plata en 1687 según Moutoukias, nos da un total de 33.400 cueros por año. El caso del patache
el siglo XVII. Interesa retomar aquellos aspectos de su labor pertinentes a la L~tegración del holandés San Juan Bautista arribado al puerto hacia 1670 nos aporta datos que confmnarían el
comercio interregional con el comercio atlántico. último número. Anclado en el Río de la Plata durante nueve meses, negoció en convivencia
Si «Buenos Aires podía ejercer su fitnción de puerto atlántico de economías lejanas y con otro patache anclado en las islas San Gabriel un total que superaba los 20.000
discontinuas gracias al tráfico interregional» (Moutoukias,1988,p.186) corresponde pregun­ cueros(Cauzz~ 1984,p.163). Si tenemos en cuenta los datos que nos brindaMoutoukias sobre el
tarse acerca de11ugar de Santa Fe en este diagrama Como precisamos anteriormente, la élite de número de arribadas entre 1653 y 1687 (Moutoukias, 1988,p.170), deduciendo un promedio
esta ciudad visualizaría la necesidad de lUl reposicionamiento en la trama de poder interregio­ anual para el período de 3.8 -casi cuatro- , indudablemente, la cantidad de pieles que salían
nal, proyectando su inserción desde la clave del ordenamiento espacial. Esto nos pemlitía superarían en alrededor de un 50% el número ofrecido por Coni. Si bien no se trata de magnitu­
entender la persistencia de una práctíca en tomo a la demanda de arbitrios y privilegios ten­ des extraordinarias, nos lleva a pensar acerca del valor de la mercancía cuero en el Río de la
dientes a instrumentar un espacio que estaba siendo resignificado. Una recomposición en la Plata. Una demanda sostenidapor el comercio Atlántico que se adicionaba a la tradicional expor­
quejugaban múltiples intereses, que algunas veces confluían y otras se encontraban. «Hab ía tación de ganado en pie de ganado vacuno y mu1ar hacia el alto Pero, revalorizaba no sólo la
una realidad geográfica y de circulación mercantil que se imponía» (Moutoukias, 1988,p.94), disponibilidad de brazos sino también laubicación de las élites de estas ciudades en los circuitos
el crecimiento del flujo comercial orientado hacia el Atlántico fue especialmente relevante en el de comercialización. No importaría lo mismo cerrar untrato en el puerto de Buenos Aires que en
período que nos atañe. Si bien el objeto principal de transacción fue la plata producida en la ciudad de San Juan de Vera La capacidadparra lograrresu1tados convenientes en las transac­
Potosi, captada a través de los mencionados intercambios regionales, interesa destacar el ciones dependería también de las vinculaciones que los vecinos pudieran mantener4.
papel jugado por la exportación de cueros, temendo en cuenta que se trataba de lUl género que
se constituía como uno de los principales recursos de los santafesinos. Un crecimiento notorio La territorialización del espacio
en cuanto a la exportación de este producto es resunúdo en el siguiente cuadro, por quinque­
nio y de acuerdo a un promedio anual: La utilidad de estos números es considerada fundamental en nuestro trabajo debido a que
nos reportan la importancia que la producción de cueros tenía para el conjunto de vecinos del
Exportación de cueros vía puerto de Buenos Aires, 1648-1687 área rioplatense. En este esquema, la capacidad de los vecinos de Santa Fe para atraer para sí
Años Total quinquenio Media anual una parte significativa de las ganancias que estos redituaban implicaría desenvolver un con­
1648-1652 80.000 16.000 junto de prácticas que en último término las veremos proyectadas en el proceso de reorganiza­
1653-1657 200.000 40.000 ción socio-espacial. De este surgirán las disputas porlos límites jurisdiccionales con la ciudad
1658-1662 470.000 94.000 de Corrientes porun lado y Buenos Aires por otro, entre los principales conflictos. Las dispu­
1663-1667 130.000 26.000 tas en tomo a un mayor control territorial moverá a las élites locales de estas ciudades a
5
1668-1672 128.000 25.600 delimitar sus jurisdicciones de la forma más convenienteposib1e .
1673-1677 138.000 27.600 El acceso al ganado cimarrón que se reproducía en la campaña rioplatense -esto incluía el
1678-1682 118.000 23.600 sur del área mesopotámica- eraun interés compartido que constituía a este espacio como zona
de intersección en la expansión de estos grupos sociales. La demarcación en favor de lUla
Fuente: Información elaborada a partir del cuadro n° 16 de: ciudad u otra provocaría inevitablemente una alteración sobre el estatuto político conformado
Moutoukias, Zacarias: "Contrabando y controL.", op.cit., p 178. hacia la primeramitad del XVII. Si bien «BuenosAires durante el siglo XVIIno pasó de ser un
pueblo de algunos miles de habitantes» -entre 1660 y 1680 las cifras variarían de 3000 a4000
La procedencia de estos cueros nos remite a la producción sostenida en el interior de la almas-(Moutoukias, 1988,p.141) no es menos cierto que su función de puerto Atlántico le
campaña rioplatense que derivaba de las acciones de vaqueo a las que accedían cada una de posibilitaba conformarse como el núcleo articulador de un vasto espacio. Las ciudades de la
las ciudades de esta gobernación -Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes-o El producto de los gobernación del Tucumán, de Asunción, y también las otras ciudades de su gobernación se
vaqueas representaba para estas ciudades una fuente de ingresos cada vez más importante, al sumarían en el aprovechamiento de las ventajas que el Atlántico proporcionaba. No obstante,
punto que durante la segunda mitad del siglo XVII, superaron en valor a las reme~as de este esquema no se constituía linealmente. Existía una necesidad mutua entre la ciudad del
ganado enpie (Moutoukias, 1988,p.163). Los datos que nos aporta Coni apoyan esta tendencia plata y las del interior, dado que se hacía indispensable la concurrencia de sus mercaderes, sus

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Avances del CESOR-Año 1 N°1 AnalíaNfanavella -lvIarina Caputo
Segundo semestre 1998 --------------------------------
asumida como una práctica redituab1e por aquellos vecinos mejor posicionados en la red de
productos y sus demandas. Estos vínculos se construirían en diversas dimensiones, tanto a
partir de las relaciones personales como también oficiales -Buenos Aires sería sede de una vínculos que conformaban la trama social. Antonio de Vera Mujica resume en cierta medida el
Audiencia a la que deb erán concurrir estas ciudades-. En cuanto alos recursos, el gobernador paradigma de acción de algunos notables santafesinos: su participación en los canales de
de Buenos Aires visualizará hacia esteperiodo los límites delareproducción cima..?J'ona-».. .las comercio interregional culnúnaba en el circuito atlántico, a su vez esto también se extendía en
~l espacio a partir de la obtención de mercedes de tierra. En defInitiva, se trata de un ejemplo
minas que la Naturaleza le quiso dar [al Río de la plata] para suplir las faltas de otras
ricas»(Sierra, 1957,p.429) . De allí el interés creciente en una e>..'pansión hacia el norte que que nos acerca a dilucidar la invo1ucración entre la reorganización espacial mencionada y los
chocaría con laproyección hacia el sur que los santafesinos intentaban consolidar a partir del cambios en el sistema de poder teniendo en cuenta el accionar desplegado por los actores.
traslado y también con los límites meridionales del área de dominio dela ciudad de Córdoba. Acompañando la mencionada eh'Pansión territorial se conformaron -además de los pagos
Alos fmes de este trabajo interesapuntualizar en torno a los problemas de demarcación de del Salado Grande y Rincón- hacia 1671 el pago de la Bajada y después de 1677, el de las
límites entre Santa Fe y Buenos Aires. Particularmente ilustrativa al respecto es la sesión de Chacras, Saladillo, el Salado de esta banday el Saladillo de la otrabanda del Paraná hasta el río
cabildo delll de febrero de 1676, donde se abordarian diferentes temas. Resulta interesante Carcarañá (Cervera, 1979,p.50). Digamos entonces, que el referido repartimiento de tierras liga­
visualizar el interés comíill que subyace a todos ellos. Aparecía como punto fundamental, el do al problema de deslinda..TJ1Íento de límites con Buenos Aires, además de la publicación del
mencionado problema de los fletamentos: «... a quien toca publicar los bandos publique bando sobre los fletes dejaban traslucir un marcado interés en la efectivización de un dominio
bando en orden a los fletes que sacan los forasteros y de los tercios de las asiendas que se espacial que no aparecía como indisputado 7. La expansión hacia el sur apartir del poblamiento
benden sirbiendose su mercedpor poner penas para ello asi a los que compran como los que de pagos, estancias y chacras aparecía como una estrategia apropiada en un contexto de
benden... »(APSF,ACSF,1676). A continuación introducían la cuestión acerca de la «...división movilidad territorial inquietante. Una trama de poder que se conformaba más densamente en
y moxoneamiento de las jurisdisiones desta ciud con la de buenos ayres y se le de poder al torno a los intereses de Buenos Aires podría implicar algún tipo de reversión en el el proceso
mre de campo don Aa debera muxica para lo que se ofresiera en horden ala quetoca a las de organización espacial signado por el traslado de la ciudad. Advertida esta realidad, los
tierras y jurisdision segun consta desu fundasion y en el ynterín esta ciud gose desu do capitulares de la ciudad de la Vera Cruz concedían poder a Vera Mujica, para que además de
publicando bando para que los vesinos deesta ciud tengan entendido asta donde alcansa tratar el deslindamiento de jurisdicción, logre que"... tenga efecto la sedula de los dose mil
la jurisdision Y que puedan pedir mercedes de las tierras que estan bacas y pesos que pidio su magestad... "(APSF,ACSF, 1672) para que se le otorguen a Santa Fe en
poblarlas... »(APSF,ACSF,1676). Consecuentemente con esto, se procedió a distribuir tierras confirmación y ayuda por la mudanza Al mismo tiempo pedían ".. .se saquen dos mil indios de
de acuerdo a cuatro peticiones presentadas, en su totalidad ubicadas donde fuera la antigua las misiones y se pongan en pueblo y redussion en esta banda del sitio biejo y en el paraxe
«redusion despoblada de los chanas» (MESF,EC, 1675) -al sur de la ciudad hasta el río Carca­ que llaman dee cayastá. .. "(APSF,ACSF,1676). Dehecho,los capitulares de la ciudad del Plata,
rañá-, y que al momento habían quedado vacantes. Recordemos que en el proceso de la no cesaban depedir, ante la escasez del cimarrón «.... se impida que los vecinos de la ciudadde
trasmuta, los vecinos se habían orientado en el repartimiento de tierras para labranza, hacia el Santa fee y otras partes salgan a hazer baquerias y recojidas de ganado por los daños e
noreste y hacia el noroeste, entre los ríos Salado y Saladillo. Es en el período abordado cuando ynconbenientes que representa ... >/ El conflicto por los límites entre estas dos ciudades se
notamos una creciente preocupación por el poblamiento hacia el sur de la ciudad. Antonio de extenderá más allá de la segtmda década del siglo XVIII.
Vera Mujica, uno de sus vecinos feudatarios, que había contribuído decisivamente en la con­ El controlde los santafesinos sobre el espacio también severia amenazado por los vecinos
6
cresión del traslado de la ciudad peticionará ante el gobernador Robles "... una suerte de de la ciudad de Corrientes, que compartía con Santa Fe la ventaja de disponer de ganado
9
tierra para estancia baca en el Río Carcarañal de la otra banda de la parte de Coronda abundantemente . Hacia fines del año 1674 el procurador de Santa Fe presentaba una petición
para enella poblar estancias para su sustento y de sus hijos Representando haber dado otras referente aun amojonamiento que la ciudad de San Juan de Vera había efectuado en lajursis­
tierras baldías a vezinos pobres de dha ciudad de Santa Fe con la razon de la mudanza de dicción santafesina, "de esta banda del río que llaman Santa LuCÍa "(APSF,ACSF, 1674). La
dha y aver hecho otros servicios a su majestad... "(MESF,EC,1676). Corresponde mencionar puesta en discusión de los derechos territoriales requirió de la intervención del gobernador
que hacia esta fecha este vecino sería indagado -en el marco del Juicio de Residencia al Robles, que a principios del año 1675, ordenaba el deslindamiento de las dos jurisdicciones
gobernador Martinez de Salazar por su sucesor Andrés de Robles- como cómplice de un ante la concurrencia de representantes de ambas ciudades. Unos meses más tarde, el alcalde
circuito de comercio ilegal ya que ".. con permiso de que pudiese llenar mil y quinientos Juan Gomez Recio, que había sido designado para la negociación, presentaba ante el cabildo
cueros de carga en el [patache] , sin otra razon Permitía y cargo hasta 8000 cueros y mucha los resultados de su diligencia que se había efectuado "con mucha paz y sin diferencia
cantidad de plata en grave daño de la real hacienda y en contravension de las Reales ninguna "(APSF,ACSF, 1675). Laresoluóón favorable de este incipiente conflicto no se reitera­
Cédulas de su majestad.... en que se obró con todofraude y engaño ... "(AGN, Trib.TI). Diga­ rá en cuanto a la disputa -que ya hemos reseñado- sostenida con Buenos Aires. La élite de esta
mos entonces que la proyección espacial hacia el sur, planteada en el seno del cabildo, sería ciudad no parecía estar dispuesta a ceder en ningún aspecto que implicara recortar los márge­

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Avances del CESOR-Año] N°] _ _~_ _ _ _ _ _ _ _ _..._ _ _ _ _ _ _ _ _
An_a_lIllllÚl.Afa_nave/la -Marina Caputo
Segundo semestre 1998

nes de ganancia que su ftillción privilegiada de puerto Atlántico le posibilitaba captar. La no.s d~l ~utofin~ciamiento: Fueron necesarios once años para que desde España se comprobara
escasez en relación a recursos comercializables los obligaria aavanzar en cuanto al control del lamutilidad del mtento. Un infonnehecho enMadrid en 1669 porunparticular con el objetivo de
cimarrón, traduciendo esto en una e>"'Pansión territorial conflictiva con Santa Fe y Córdoba. fundamentar el reemplazo de los Navíos de Registros poruna compañía mercantil dependiente de
La carencia en la variedad de excedentes comercializables, se veria compensada en este laCoronaresumíaasílo inservible de "la nueva Audiencia": "... Considérese pues, si a título de
periodo desde un plano institucional, con la creación en 1662 de la Real Audiencia. El ~strito extrema necesidad, no consentirá la misma Audiencia lleguen a aquel puerto cualquier navío
jurídico que le correspondía les posibilitaría confrrrnar un dominio de alguna manera insinuado español que hubiese ido sin licencia, o cualquier axtranjero que por los dos caminos puedad
por la capital de la gobemación. El mismo se extendía sobre las gobernaciones de Tucumán, aliviarla. Y a toda la población más baratamente que los navíos espaFzoles que fUeren con
Paraguay y Río de la Plata. Este trazado posicionaba a Buenos Aires desde una perspectiva licencia, y que lasflotas o galeones que lleguen a Puertobello, cuando en Cádiz y Sevilla yen
politicamentefavorable.En último témuno, el manejo de lajusticiaproducía unacomodamiento todos los puertos y playas de España, no obstante todo el rigor y tanta guarda se introduce y
en el espacio sumamente conveniente a los intereses rioplatenses. Este reordenamiento no se saca sin pagar derecho todo lo que se quiere... ,,14. En 1672 Buenos Aires dejaba de ser sede
sería asumido indiscutidamente por los altoperuanos. Una Real Cédula dirigida a la Audiencia de Audiencia. Este recorte le quitaría la trascendenciapolítica concreta que como sedejudicial
de Charcas ordenaba remitir los pleitos pendientes «... a mi Audiencia de Buenos Aires para había gozado durante once años. Sin embargo, esta institución habíaprocedido sobre una reali­
que en ella se vean, sustancien y determinen en revista. Y con los que estuvieran sentencia­ dad que se impoIÚa, Buenos Aires nuc1eaba un dilatado espacio, que oscilaba en sus movimien­
dos en vista haréis lo mismo, para que en dicha Audiencia de Buenos Aires se sustancien y tos entre el Pacífico peruano y el Atlántico rioplatense15.
sentencien en revista. Y si alguno de los dichos pleitos estuvieren sentenciados en revista Hemos abierto hasta aquí un amplio abanico de problemas que fueron subsumidos desde
también lo habeis de remitr....para que se continúe y concluya su ejecución por la de Buenos laperspectiva del ordenamiento espacial proyectado por los santafesinos con la trasmuta de la
Aires... »10. Tal disposición nunca sería completadapor1a Audiencia de Charcas, ante 10 cuallos ciudad. Pretendimos comprender el particular sentido de las acciones que estos vecinos des­
oidores de Buenos Aires inte~fetará~ ~ ataque dire~o"a lajurisdiccióny supen:iv~cia del plegaban sobre un espacio al cual aspiraban resignificar. En el período trabajado, unainmejo­
Tribunal que representaban . Es difícil formar una Idea clara acerca de la multipliCIdad de rabIe coyuntura en relación al comercio interregionallos favoreció especialmente. El logro de
intereses que se veían comnovidos con esta reorganización espacial del donúnio político. Indu­ arbitrios yprivilegios fortalecía su inserción en él. Sin embargo estarenovación cobrabapleno
dablemente requeriría de un estudio particular. No obstante, resulta visible la consolidación de significado a partir del creciente protagonismo de Buenos Aires. La reorganización espacial
Buenos Aires en esta coyuntura de Q.'ecimiento del comercio ultramarino. Digamos con más estaria signada en último término por eljuego de intereses de estas dos ciudades. Unaj erarqui­
precisiónque se trataba de la consolidación de aquellos grupos conformados a partir de vínculos zación manifiesta a favor de Buenos Aires, seria el límite que los vecinos de la inaugurada
de diverso tipo -familiares, clientelares- que incluían también a los representantes de la Corona ciudad de la Vera Cruz encontrarían en sus prácticas de ordenamiento territorial.
Esta última, percibiendo las contradicciones y la inoperabilidad de la legislación promulgada alos
efectos de contener el "extravío de la plata" por este puerto, resolvía un nuevo intento con la
Audiencia, por controlaraquel espacio que parecía tan difícil de instrumentar en su favor. Clara­ NOTAS
mente daba muestras de su intencionalidad en la cédula que ejecutaba la creación de la
Audiencia"...teniendo consideración a lo que conviene que las provincias del Río de la plata, l. Manavella, Analía; Caputo, Marina; El traslado de la ciudadde Santa Fe,' Estrategias territoriales de
Tucumán y Paraguay sean bien gobernadas así en lo militar, como en lo político, administrán­ la élite santafesina. 1640-1660, ponencia presentada en VI Jornadas hlterescuelas. Departamentos de
dose a los vecinos de ellasjusticia.. .y atendiendo a que respecto de estar tan distantes aquellas Historia. La Pampa, 1997. En dicho trabajo abordarnos los límites del primitivo ordenamiento espacial en
nmción de comprender el traslado como una estrategia territorial concreta de un grupo de vecinos que
provincias de mi Audiencia Real de la ciudad de la Plata en cuyo distrito se comprendían, no
tenía como objeto maximizar los márgenes de beneficio y las posibilidades de acwnulación.
podían ocurrir los vecinos de ellas a seguir sus pleitos y causas...y para que en las dichas 2. AGI, Buenos Aires,151 , Real Cédula a la Audiencia de Buenos Aires, Madrid, 31 de diciembre de
provincias se atienda la administración de mi hacienda y se eviten los fraudes que se han 1671; ccitado en: Cauzzi, Teresa, Historia de la Primera Audiencia de Buenos Aires (1661-16722.,
cometido y cameten contr-a ellas admitiendo navíos extranjerosen elpuerto de Buenos Aires el Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Rosario, fustituto de Historia, Universidad Católica Argen­
tráfico y el comercio, estando tan prohibido... 1112. Este intento de encuadrar institucionalmente tina, 1984. p. 187.
aBuenos Aires desde un perfil más rigido como era la instauración de una Audiencia, en última 3. Según este autor, entre 1600 y 1650 la exportación de pieles no es importante. Entre 1650 y 1700,
instancia también se sumaria ala larga lista de contradicciones que caracterizaban al ejercicio de atlllque irregular, awnenta a unpromedio de 20.000 pieles anuales. Coni, Emilio, Historia de las vaque­
su autoridad en estos confmes del Imperio. Los navíos de registro -factores de un comercio que riasen el Río de la Plata 1555-1750, Libreria Platero, 1979. p 64
4. Según Moutotikias, el precio pagado por cada cuero era de 1 peso, en cambio Coninos habla de 12
ambiguamente se defInía entre 10 legal y 10 ilegal- se habían convertido en un sostén imposible de
reales, o sea un peso y medio, y Teresa Cauzz~ en su ejemplo aporta el número de 24 reales por cuero _
reemplazar!3 y menos aún de abolir. En este contexto, la Audienciapronto verificaría los térmi­ 3pesos-o Este último precio era el resultado de negociaciones del intennediario -en este caso el vecin? .

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1, .

Avances del CESOR-Año] N°]


Segundo semestre 1998 _ - - - - - - -_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _Ana_l.ía.lvIa_navella -lvlarina Capulo

porteño, integrante del cabildo yllÚembro de la Real Audiencia, Diego Martinez de Londoño, sobrino del IMIZCOZ BEUNZA, JOSE, Comunidad, red social y élites. Un análisis de la vertebración social del

presidente-gobernador José Martinez de Salazar-, en las cuales pagaba entre cuatro y cinco reales por Antiguo Régimen, Elite, poder y red socia~ Servicio editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao

cuero. O sea que en la fijación del precio del cuero, tendríamos que tener en cuenta la capacidad de 1996. '

negociación de los intelIDediarios paramultiplicar la ganancia, capacidad que se definía en gran medida MOUTOUKIAS, ZACARÍAS, Contrabando y control colonial, Centro Editor de América Latina,

por la ubicación de los mismos en las redes de vínculos personales que se tejían en este período y ligado BuenosAires,1988.

a esto, laparticipación en distintos cargos. SIERRRA, VICENTE, Historia de la Argentina, V. n, BuenosAires, 1957.

5. "El territorio no constituye un simple cuadro externo de la actividad política, sino por el contrario, es VITAR, BEATRIZ, Guerra y misiones en la frontera chaqueña del Tucumán, CSIC, Madrid,1997.

un elemento esencial del sistema de poder" (Hispanha,1989,p .80) ZUMTHOR, PAUL, La medida del mundo, Editorial Cátedra, Madrid,1994.

6. Haciafmes de la década del 50, como alcalde de 2° voto y superintendente de la mudanza gestionará una
vaquería por la cual se obtendrán 9000 pesos destinados totalmente a efectivizar el traslado. Hemos b) Documentales
apreciado individualmente el accionar de estepersonaje en nuestro mencionado trabajo anterior.
7. Aunque no esté abordado en el trabajo, no dejamos de tener en cuenta que también las vinculaciones ARCIllVO PROVINCIAL DE SANTA FE (APSF) -Actas Capitulares de Santa Fe (ACSF),
con las grupos indígenas del áreaponía en cuestión el pretendido dominio territorial santafesino. Tomos 3 y4.
8. AGN, Acuerdos del extinguidoCabildodeBs. As.; Tomo XIV, libros IX yX, Años 1673 a 1676,Bs. -Diversos Autos, tomo 1.
As., 1916. Cabildo del 12 de mayo de 1676. pp 326. MUSEO E1NOGRAFICO DE SANTA FE (MESF) -Expedientes Civiles, tomo 60.
9. Si bien Comentes estaba capacitada para responder a una demanda importante en cuanto al ganado ARCIllVO GENERAL DE LA NACION (AGN) -Tribunales, tomo 1, Expediente N° 7.
cimarrón, restapor aclarar cúal era ellínúte de esacapacidad ante la consolidación de lamisiones jesuitas -Acuerdos del extinguido Cabildo de Bs. As.,
sobre ambas bandas del río Uruguay, que también hacían del cimarrón unrecurso valioso. Tomo XIV, libros IX y X.

10. AGI, Buenos Aires, 2, 274-277, Real Cédula a la Audiencia de Charcas, Madrid, 5 n/ 1661; citado MUSEO E1NOGRAFICO roAN B AMBROSSETTI -Copias del AGI

en: Cauzzi, Teresa, Historia de la primera "', op.cit.,p 130-131. ARCIllVO NACIONAL DE ASUNCION (ANA) - Real Cédula, 1680.

11. AGI, Charcas, 416, Carta de la Audiencia de Buenos Aires, Buenos Aires, 2 /10/1670, citado en:
Cauzzi, Teresa, Historia de la primera... , op.cit., p 131.
12. AGI, Buenos Aires, e, 255 Y247, Real Cédula del 6/4/1661 ; citado en: Cauzzi, Teresa, Historia de la
primera... ,op.cit, p 65.
13. Esto queda claramente explicado en el trab'!i o de Zacarias Moutoukias ya mencionado: «La vida del
aparato burocrático militar era impensable sin losNavíos de Registro yestos no podían concebirse sin las
remesas de metales preciosos que los textos legislativos se dedicaban aprohibirprolijamente.» Moutoukias,
Zacarías, Contrabando y control..., op.cit. p.94.
14. Colección Muñoz, 19,A,64; doc.cit.; Discurso e infonne de Eugenio Camero13/4/1664; Cauzzi,
Teresa, op.cit, p 183.
15. Los portugueses darían cuenta de este disposicionamiento a partir de la fundación de Colonia de
Sacrramento, en 1680. Las consecuencias de esta acción, principalmente en función del tipo de inseerción
que estos tendrían en Santa Fe, queda planteada para la continuación de este trabajo.

FUENTES REFERIDAS

a) Bibliográficas

CAUZZI, TERESA, Historia de la primera Audiencia de Buenos Aires (1661-1672), Facultad de

derecho y Ciencias Sociales de Rosario, Instituto de Historia, Universidad Católica,1984.

CERVERA, MANUEL, Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe, Universidad Nacional del

Litoral,1979.

CONI, EMILIO, IDstoria de las vaquerías en el Río de la Plata, 1555-1750, Librería Platero, 1979.

HISPANHA, ANTONIO, Vísperas del Leviatán, Taurus Humanidades, Madrid, 1989.

lO 21
Las clases peligrosas yel buen vivir.
Delincuentes en el Pago de Rosario de los Arroyos. 1820-1850

Vilma Bidut, EIsa Cauta, Nora tiñan


D.N.R - Cesar
La disciplina no tuvo en los tiempos modernos
un sentido unilateral...la ley y la costumbre
dinámicamente, marcaban divisorias entre sus
versiones lícitas e ilícitas. Ambas, en planos
superpuestos, señalaban las desviaciones, desde
diferentes percepciones del orden..
Mantecón Movellán. 1997

El Pago de Rosario de los Arroyos comenzó apoblarsehacia fines del siglo XVII en el marco
de las transformaciones profundas que se estaban operando en el área pampa- patagónia (Crag­
nolino 1990) Desde entonces estuvo bajo el dominio de la Corona Española incorporada a las
autoridades de la Gobemación- Intendencia de Buenos Aires hasta que el proceso de indepen­
dencia la unirá defInitivamente alajurisdicciónde la"provincia de SantaFe". El registro censal
del año 1815 localiza 5140 habitantes dedicados aunaproducción agricola ganadera diversifica­
da, integrada adiversos circuitos de comercialización: Córdoba, Buenos Áires y Santa Fe. Al
contar con tierras de alta riqueza productiva y cursos de agua abundantes, lapoblación se asentó
especialmente en el pueblo aorinas delrio Paraná, enrio Desmochado (actual Carcarañá), "arro­
yitoLudueña", arroyo Saladillo, "arroyo Seco", arroyo Pavóny arroyo del Medio.
Este amplio distrito rural, denominado" campaña sur santafesina comprendía un área limi­
tada al norte por el no Carcarañá, al este por el no Paraná, al sur por el arroyo del Medio y al
oeste una frontera indefmida cuyos hitos eran los fortines de India Muerta, Melincué y Guar­
dia de la Esquina Frontera que contiene y combina dos características distintivas, la movilidad
yla productividad, de gran importanciapara comprender las estrategias sociales y políticas de
sus habitantes. Dentro del universo socio ocupacional se distingue un grupo de hacendados,
entre los cuales es posible encontrar indicios de poder económico y prestigio social. 1Ellos son
los concentran una importante cantidad de mano de obra esclava y también libre y cumplen
funciones en los puestos más destacados de la administración local: jueces de paz, jueces
pedáneos, comisarios de campaña, etc.
El presente ensayo tiene por obj eto estudiar através de las fuentes criminales y policiales
los conflictos y las fonnas de disciplinar para avanzar más allá de la legalidad hacia la práctica
ouso de lajusticia El enfoque desde la práctica y no desde el derecho hará posible identiflcar
los momentos en que se impone el orden legal impuesto por el "estado" sobre el ordenprivado
amparado por los agentes encargados del control social. 2

12 23
Avances del CESOR-Año] N°]
Segundo semestre 1998 _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ __ _ _ _ _ _ __ Vilma Bidut - Eisa Caula - Nora Liñan

El recorte temporal 1818-1850 está atravesado por la fOlmación del Estado Provincial. Du­ Los documentos
rante este lapso, este estado ha producido tres cuerpos legales nuevos: el Estatuto de 1819, el
Reglamento Judicial Provisorio de 1833 Yla Constitución Provincial de 1841. 3 La legislación La documentación utilizada resulta variada y de una riqueza extraordinariapara el estudio
destinada al control de las personas y al castigo de los delitos se mantuvieron sin variantes, la de los conflictos sociales; valores, pautas de vida y conducta social de los individuos que
única herra..-rnienta legal con quese contaba era de raíz colonial. La ausencia de nuevas dispo­ habitaban estos "Pagos".
siciones y la falta de referencia a cuerpo legal alguno en las sentencias, no significa que no Las fuentes empleadas son documentos públicos que provienen del Juzgado del Crimen ,
fueran tenidas en cuenta por las autoridades encargadas de imponer el orden. La costumbre cuyos procesos abarcan los años 1823-1850; delfondo documental de los Jueces de Paz (1835­
marca como debe castigarse al vago al ladrón, al desertor, al jugador dejando un margen de l850)y un "diario de policía" que cubre el período de 1840-4 l.
interpretación a los agentes.(Thompson, E.P., 1995) Es probable que su aplicación desde una En los expedientes del Juzgado del Crimen encontramos una diversidad de infracciones a
óptica moderna nos parezca discrecional, sin embargo en una sociedad de antiguo orden no lo las leyes, entre las que se destacan: honúcidios, agresiones, robos, violaciones. Hemos linúta­
era. Otros referentes como la pertenencia a la comunidad,vecindad, el parentesco, el compa­ do el presente estudio a los tres primeros mencionados. Cada expedienteposee una carátula en
drazgo y el paisanaje que regían las decisiones de aquellos en cuyas manos descansaba la la que consta el nombre del acusado oacusados y el delito. En términos generales en la fuentes
administración de lajusticia.(Guerra, F., 1989 ; ImizcozBeunzaIM., 1996) están registrados el lugar, la fecha, el nombre del transgresor y la infracción cometida, además
El cuerpo legal que funciona como substrato y que al mismo tiempo no deja de alimentar contienen las declaraciones tomadas al reo,presididas por la fonnula deljuramento de verdad
las prácticas ju..rídicas responde a una sociedad de Antiguo Régimen. Dentro del mismo se ante Dios. Cada una de ellas están fmnadas por el Juez, el declarante o alguien en su nombre y
observaun margen de ilegalismo tolerado y diferenciado para cada grupo social. Este ilegalis­ los testigos del acto (generalmente personas reconocidas de la comunidad). Dependiendo de
mo era necesario y se presentaba como u..na inobseIVancia masiva y general que se extendía a la meticulosidad del Juez podemos obtener además otros datos como la hora del hecho, las
lo largo del tiempo. InobseIVallcia nacida del consentinúento algunas veces y otras de la armas utilizadas, las heridas infringidas, los antecedentes personales y sociales del agresor y
imposibilidad de imponerla ley y aplicar el castigo correspondiente (Foueault, M.,1996) de lavíctima (edad, estado civil, ocupación, lugar de nacimiento). 4
Ante la pregunta quién es el delincuente?, qué se entiende por delito?, aparece inmediata­ Los fondos documentales de los Jueces de Paz y los comisarios de campaña, contienen las
mente la cuestión del disciplinamiento social. Los comportamientos lícitos o ilícitos mirados comunicaciones entre las autoridades locales. Informaban el envió de personas y recrean las
desde el presente son tomados como violaciones a lasnonnas. El homicidio y el robo históri­ condiciones de los sujetos acusados de haber cometido algún delito, para ser encarcelados.
camente han estado penalizados, sin embargo en el pasado el desocupado, el ocioso y el no Por último el diario de policía nos proporciona el registro de los individuos detenidos, lafecha
domiciliado también lo estaban. Al recorrer los archivos entonces, el delito no lo constituye de su arresto, su posterior libertad y el destino conferido durante el tiempo de su detención. 5
necesariamente una acción específica, sino un conjunto de acciones que son entendidas como
peligrosas. Por esta razón el concepto clases peligrosas nos resulta una categoría útil para El orden y las instituciones
entender los hábitos sociales de los individuos penalizados. La peligrosidad era entendida
romo un ronjunto de acciones que llevaban ala apropiación de 10 ajeno y/o alhomicidio.(Nash,G. "La proporción entre la pena y la calidad del
ySweet,D.,1981) delito está determinada por la influencia que
Dentro del conjunto de las clases peligrosas existen dos grupos claramente diferencia­ tiene sobre el orden social el pacto que se viola»
dos. Uno que erapercibido como naturalmente peligroso y otro que ingresaba a este y cambia­ G. Filangieri La ciencia de la legislación.
ba su vida de manera sustancial. El primero de ellos era el que resistía al disciplinamiento social.
El robo constituía para estos una actividad primaria y generadora de otras, también de carácter La autonomia santafesina se afrrmó desde la llegada de Estanislao López al gobierno en
delictivo romo la romercialización de los artículos robados, la deserción luego de la captura, el 1818 y el dictado, un año más tarde del Estatuto Provisorio. Esta nonnativa, fruto de las
;in
tránsito pasaporte, etc., entre otras. Dentro de este grupo también están los potencialmen­ opciones que estaban enjuego en ese momento, planteaba una complejafonna de organizar y
te peligrosos, individuos no conchavados, los sin familia, los vagos y malentretenidos, que ej ercer la administración del"estado".Elprincipio de autonomía yla separación de los poderes
aunque no se los haya encontrado en falta, son considerados sospechosos. El otro grupos era del estado será abiertamente sostenido, por 10 menos en la letra de la ley. Nuevas instituciones
producto, fundamentalmente, de una tragedia: el asesinato. A través de las crónicasjudiciales - el Gobernador electivo y la Junta de Representantes, conformada por diputados electos de
entramos en un mundo diferente de individuos; estos tienen familia, ocupación yen algunos los cuatro departamentos que formaban lajurisdicción: La Capital, Rosario, Caronda y San
casos un buen pasar y relaciones. En estas historias eljuego, el alcohol y los celos, cambiarán José del Rincón- compartieron con las antiguas el ejercicio del poder. El Cabildo, como autori­
abruptamente sus vida dad representativa de la ciudad, permanecerá en el ejercicio de sus funciones de policía,

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justicia y administración sin sufrir alteraciones alguna, hasta su desaparición a comienzos de


6 de Representantes para su aprobación el Reglamento del Poder Judicial que regirá lajusticia
1833. • ul d 1 provincial hasta la sanción de la Constitución santafesina de 1856. El Gobernador, en adelante
La preocupación por institucionalizar el poder político estaba directamentevmc a a a a
búsqueda de legitimidad y la defensa de la autonollÚa. Claro que en este ca~o s~ trat~a de una tomará conocimiento de todas las sentencias judiciales y realizará posteriormente las deriva­
institucionalización limitada. Más allá de la aspiración de dar al estado provmCIal naCIente una ciones a los juzgados correspondientes, con lo cual volvía a disponer de aquella prerrogativa
organizaciónbasada en la división de poderes, lo cierto fue que la autoridad ej ecutiva tuvo un que transitoriamente había dejado descansar en el Tribunal de Alzada.
peso sustantivo. Y esto se observa en la letra misma del Es~tuto cuando leemos. ~ue el Si bien debemos reconocer en esta nueva organización judicial de 1833 una marcada
Gobernador podía sentenciar, revocar o confrrmar en apelaclOn todas las causas ~IV11es y continuidad de los procedimientos antiguos existentes en las leyes españolas, especialmente
criminales ((a excepción de aquellas que son de su privativo conocimiento". Intervemapor lo el Código de las Siete Partidas de Alfonso X, el Sabio, la"modernización" de lajusticia avanzó
tanto como Supremo Tribunal de Apelación en los fallos dejusticia según reza el artículo N°29 al calor de la lentapero sostenida recup eración económica y el afIanzamiento de su autonomía.
del Estatuto en el capítulo lIT. 7 •, ., ,
Las autoridades judiciales de Rosario, también observaron modificaciones: tendrán más poder
Por su parte el desenvolvimiento de la Sala de Representantes en qUlen r~sIdIa la soberarua que en las etapas anteriores. Lo recortado de las facultades en materia judicial reconocidas a
popular plantea los límites efectivos de su rol como Asamblearepresentatwa del pueblo. De los Alcaldes de Santa Hermandad, en la época colonial, quienes tenían atribuciones hasta el
acuerdo'a laleydel14dejuliode 1832 la Honorable Junta revestía al Exmo. Sr.?ob~~dory monto de 25 pesos y de vigilancia, se debía básicamente a la simplicidad de la vida en la
campaña santafesina tardocolonial y de los primeros años independientes. Recoman elparti­
Capitán Gral. de laprovincia las facultades extraordinarias y. será uno ~e sus mas ~rz~clpa~:s
deberes reglar conforme a las exigencias de las actuales circunstanCiaS la Adn:mIstraclOn do con una cuadrilla o ronda de gente armada para la persecución de ociosos y salteadores
inÚma de la provincia en todos sus ramos, conservando íntegra su libertad e mdependen­ de caminos, realizar mensuras, padrones, obraspúblicas, etc. Cumplían a la vez funciones de
cia 8 El poder ejecutivo procederá al nombramiento de los juece~ y q~eda encargado: .. d~ justicia y de policía. Ambas funciones debían marcharjuntas como dos acciones complemen­
tarlas del mismo proceso. 13
mandar redactar el reglamento que deslinde las facultades y atrIbUCIOnes del poderJudl­
cia!. .. 9 con lo cual la concentración de poder en manos del ejecutivo se acrecentaron. . ,. Mientras las atribuciones de los Alcalde de la Santa Hermandad y Alcaldes Mayores
En este contexto nos interesa detenemos en la evolución y el contenido del ordenJundico estuvieron orientadas básicamente a cuidar el orden de la población, procurar el sociego y
a través de las leyes y decretos que se fueron sancionando con aprobación "legislativa". la seguridad del pueblo e imponer medidas de moralidad, la nueva fIgura judicial que la
Existe gran interés por la construcción de modos de regulación soci~ que será..Tl a la ve~ el reemplaza, el Juez dePaz marcó un cambio de importancia Este si bien continuó concentrando
punto de partida de fonnas nuevas de organización de la sociedad. Enpnmer.lugar" el menClQ­ amplias yvariadas atribuciones, como sus antecesores, estas estuvíeron delimitadas en esfe­
nado estatuto aunque no modificó la administración de justicia que .. .continuara en lo ~ce- ras de actuación de mayor complejidad: la civil, la criminal, la comercial y la de policía, respon­
sivo en el mismo ,
orden que se ha guardado hasta el presente, 10 en 1a corporaclOn
., capltular, diendo a las necesidades de una organización más efIciente. El Juez de Paz resumía en
dispuso artículos relativos al procedimiento y competencia de los ~~aldes de Hermandad, consecuencia los poderes que poseía en Santa Fe -ciudad- el Juez de Primera Instancia en lo
Civil el Juez de Primera Instancia en lo Criminal, el Juez de Policía, el Defensor General de
Pobr~ y Menores y el Juez de Paz propiamente dicho, por ley del 28 de enero de 1833. Tanto
Jueces Pedáneos y Alcaldes ordinarios. Estos atendían demandas CIviles que no excedan el
valor de 50 pesos para los primeros y 25 pesos los últimos. 11 ., ••••
La conveniencia de delinútar esferas de actuación entre el poder ejecutivo y elJudiClano se en materia civil como criminal, debía seguir el proceso hasta la sentencia defmitiva en un lapso
hizo presente años más tarde en el grado de apelación. En 1826 el gobierno luego de redactar, no mayor de dos meses y luego remitía los autos al Tribunal Superior correspondiente. Sin
embargo en los casos de delito grave elJuez de Paz de la Villa de Rosario seguirá un proceso
envió para su aprobación a la Sala de Representantes un pliego, acompañado de un proy.ecto
en el término perentorio de un mes hasta tomar la confesión del reo, en cuyo estado remitirá
de ley para la creación de un Tribunal de Alzada compuesto de tres ~embro~ con capaCIdad
la causa al Gobierno, que determinará el Juzgado de Instancia donde deba terminar. 14
de dictar sentencias. 12 De sus fallos no se admitía apelación por el gobIerno qUle~ se reserv~~a
Merece lapena destacar que estaprerrogativa conforme a la legislación provincial que tenían
la facultad de poner"el cúmplase alas defInitivas". Esta p~mer Autoridad Su~enor de JustiCIa
losjueces de Rosario no la tendrán sus iguales de Coronda y Rincón de San José quienes solo
de laprovinciatendrá unabreve actuación -desde 1 dea?ril~? 1~26 .has?elano 1832-. En este
podránpor aviso ó de oficio aprehender los reos y remitirlos á la Capital, con noticia oficial
último año se avanzó un paso más en la nueva orgaruzaClon mStituClonal. Por ley del .1 de
y aviso de los testigos del suceso. 15
enero de 1833 quedaba suprimido el "Cuerpo municipal del Cabildo de ~a Capital': ~~gu~
institución colonial ((pues desde que éste había dejado de ser representatIvo parecla InSlgnz­ Otro signo no menos importante del cambio operado en la organización dejusticiafue el
reconocimiento fmanciero que tendrán los nuevos empleadosjudiciales. Desde entonces los
ficante su existencia" y su liquidación dio paso a un esbozo de "ley.org~ca de lo? tn'buna­
les". El Gobernador de la Provincia en uso de las Facultades extraordinanas presento a la Sala cargos de la administración dejusticia, salvo raras excepciones serán rentados. Los Jueces de
paz gozarán el sueldo de cien pesos anuales. Los dos comisarios auxiliares que tendrá en dicha
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significó en los hechos contar con una autoridad judicial que en adelante se denominará
villay losquenombrarásegúnjuzguenecesario en la campañano seránrenta~o. Porotra~arte Alcalde Mayor. Este cambio de nombre no ampliará sus atribuciones. Entre 1826y 1832 años
llevaran "un bastón de caña india, punta de plata y virola de oro" 16 como atnbuto matenal de que dura dicha institución, Tomás Martínez a cargo de la alcaldía dictó el Reglamento dePolicía
la autoridad que investían. de 1828, ampliado dos años más tarde, con nuevas disposiciones. A las cuestiones de ordena­
Avanzando la cuarta década del siglo XIX, la Constitución del año 1841 da prueba de una miento social-registro y control de las personas, obligación de portar papeleta de conchavo­
organización institucional que se fueperfeccionando a través del tiempo. Di~onía acerca de!a se incorporaron otras de coloración moral y estético. Así lo expresa el alcalde Mayor, D.
separación de los tres poderes como la práctica y la ciencia política aconsejaban. EstablecIa Valeriana Garay... "Siendo uno de los principales deberes del Juzgado propender constante­
claramente el principio de la igualdad ante la ley, la inviolabilidad del domicilio y la correspon­ mente no sólo a la conservación del buen orden: sino también alprogreso y adelantamiento
dencia; garantizaba la seguridad personal y el derecho a la propiedad. La creació~ de una de este pueblo, ... se revocará, blanqueará y pondrá vereda, ... no se blasfemará el Santo
nueva institución con el nombre de Supremo Tribunal de justicia compuesto portres Jueces y nombre de Dios, so pena de ser castigado con todo el rigor de la Ley, ... toda casa de abasto
unfisca~ no significó un cambio profundo. Tal como señala el arto 56 de la menciona~ co~ti­ en días festivos deberá cerrarse durante la Misa Mayor... 22
tución el superior tribunal solo tendría competencia en los recursos de segunda suphcaclOn. Las dos reglamentaciones señaladas se ocuparon en detalle de los juegos de suerte,
Las apelaciones de las sentencias defInitivas correspondía "por ahora" al Gobernador de la apuesta y envite como pertuIbadores del orden público. Era talla afición aljuego en la época
provincia. Por lo tanto mantenía la organizaciónjudicial creada en el año 1833 que ~e an~xado colonial que hasta la gente de más viso la practicaba. Su arraigo y atracción estaban tan
como apéndice a la constitución. 17 El presidente y demás miembros del Superzor TrIbunal difundidos en la ciudad y la campaña que ni las numerosas mediadas especiales, ni las perse­
eran nombrados por el gobierno de la Provincia con noticia y conocimiento de la Honora­ cuciones y castigos a sus contraventores, con severas penas, consiguieron erradicarlos de la
ble Junta de Representantes 18 . • costumbre fácilmente. De allí la necesidad de reiterar una y otra vez en las disposiciones
En la Sección de Derechos Individuales el principio de igualdad ante la ley surgIda como ordenadoras, las penas a los jugadores. En las disposiciones señaladas más amba, se prohibe
ideario en el proceso de independencia, tenía su lugar en la sesión VIII del Es~tuto, sobre absolutamente losjuegos de envite y al dueño de la casa que admitiese juegos de esta natura­
Seguridad individual... Todo habitante en la Provincia debe ser ?ro.te?l~~ por las leza se le aplicaban multas considerables,por la primera vez y por la segunda lo que se halle
leyes.... abrazan proporcionalmente a todos y favorecen con igualdad Sl~ dlstmczon d~ cla­ por conveniente. 23
ses. 19 Los derechos y no solo los deberes de los individuos también. MagIstrados y fun~IOna­ Estas y otras instrucciones de los referidos reglamentos fueron difundidas por el Alcalde
rios podían privar de la libertad, solo en los casos en que cuente con las pruebas suficle~tes Mayor a los Jueces Pedáneos de la campaña que a su vez deben recorren con frecuencia su
quejustifiquen su accionar. Estaba obligado además, a emitir la orden de ~~t? por.escnto. partido así para que sus habitantes vean que vela, como para que no lo acusen de negligen­
Una visión moderna de la libertad y la igualdad cuyos emblemas eran el mdIvIdualismo, el cia en el cumplimiento de sus deberes. 24 Era preciso dar a conocer, difundir para que cada
poder limitado y el régimen constitucional estuvieron presentes desde temprano en las cons­ habitante del distrito pueda reconocer los procedimientos por los cuales se castigaba y se
tituciones santafesinas. dejaba en libertad ... Yque llegue a noticia de todos y ninguno alegue ignorancia, mandé que
se publique por bando en los parajes acostumbrados y de estilo, fijando copia de él. 25
Delas autoridades del Partido de Rosario El ordenamiento social se orientaba no solo a disciplinar a la población en dirección al
mercado laboral (Halperín Donghi, 1966). El contenido del conjunto de las instrucciones
Además del Juez de Paz, antes Alcalde de la Santa Hermandad y Alcalde Mayor, la otra dictadas por Valeriano Garay contenía además otras intenciones, la formación de hábitos y
autoridad que existía en la villa desde la época colonial era el comandante Militar,jefe de la conductas de buen vivir, asociadas a los peligros que ocasionaba esapoblación inestable" ...
guarnición permanente local con sitio en Arroyo Pavón. 20 para evitar en lo posible los males que están experimentando y amparar al hombre honrado
Con el aumento de la población y las nuevas necesidades de control, los alcaldes de la que es el único que tiene derecho a existir sobre la tierra". 26
Santa Hermandad (1725-1823) incrementaron sus actividades. Este crecimiento trajo aparejado Otro aspecto que la legislación contemplaba era la delimitación de espacios de sociabili­
reclamos vinculados a la urgente incorporación de ayudantes, que no siempre fueron escu­ dad entre los grupos sociales. El mundo rural sur santafesino contenía rasgos estamentales y
chadas por las autoridades superiores. Si bien tanto su nombramiento como los ~ormes fuertemente corporativos pero mucho más laxos que los existentes en el mundo urbano. Ese
debían realizarse ante el cabildo santafesino y más tarde ante el gobernador, en ocasIOnes los modelo se diluía hastahacerse casi irreconocible en la campaña. Una total indiferenciapara las
alcaldes y comisarios buscaron ayuda ante las autoridades más cercanas. variedades étnicas que están en la base de las diferenciaciones sociales se descubre entre sus
El cargo recaía en los vecinos más prestigiosos y reconocidos del área. ~e.~almente habitantes. No obstante esta constatación, el artículo 5to del Reglamento de Policía de Don
hacendados, comerciantes y militares pertenecientes a familias de antigua colornzaClon ymm­ Tomás Martínez expresaba .... 110 se admitirán en las chanchaspúblicas, ni menasen las casas
ca fue rentado· 2 \ El reconocimiento de la Villa de Rosario con el titulo de pueblo en 1823,
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notorio que es usurpador de ganado, que hasi lo oyó siempre decir. Era conocido portado el
de abasto, que puedan jugar hijos de familia, esclavos, a ninguna especie de jue~os, con ~a
vecindario la fama de ladrón que aquél tema. Además del robo, pesaba sobre ellos, el cargo de
clara intención de imponerun ordenamiento social jerárquico y patriarcal. (Halpenn Donghi,
1966)
viajar sin licencia. Interrogado sobre este punto, uno de los acusados contesta que se había
ido a San Nicolás porque quise y afmnando que no ignoraba que estaba mandado que
ninguna persona pueda salir con la licencia correspondiente. 28 La evasión y el desconoci­
Los delitos
miento funcionan, en este caso, como tma estrategia para eludir el cargo de complicidad,
estrategia inútil ya que la autoridad cuenta con infonnaciones previas y recurrentes de sus
Examinando exclusivamente los registros del Archivo del Juzgado del Crimen (1823-1850),
acciones delictivas. Por otraparte, ambos individuos al conocer y eludir la disposición acerca
hallamos variedad de delitos como agresiones, ataques a lapropiedad mueble, heridas, algún
de la obligatoriedad de transitar documentados, mostraban las resistencias tanto a la autori­
doble matrimonio, sin que falten los robos y los crimenes, que reúnen la mayoría de l?s casos.
dad como al control que éstas intentaban ejercer sobre la población.
Las zonas más pobladas y alejadas de la Villa como Arroyo Pavóny Arroyo d~l M~IO fue~on
desde donde se reportaron la mayor cantidad de causas. Siguen en importanCia las infraccIO­ En total correspondencia con el aumento de los stocks ovinos hacia [males de la década del
30, se incrementan las denuncias por robo de ovejas. Algunos hechos ocurridos en 1838 en el
nes ocurridas en sus inmediaciones como el Arroyo Ludueña y San Lorenzo.
Las actividades delictivas son resultado fundamentalmente de acciones individuales. No AnToyo Pavón nos sirven de ejemplo. Todo comienza con la denuncia de Juan Sibuso contra
su vecino Casimiro Maldonado.El motivo: le han rovado una punta de ovejas de su propie­
aparecen grupos numerosos o bandas dedicadas a esta actividad. .
dad 29Dos testigos relataron que vieron como arriaban las ovejas Nicolás Maldonado, hijo de
En armoma con la econollÚa de la región, los acusados son trabajadores rurales (peones­
Casimiro y otro chico de la casa En estos pagos de escasa densidad de población en el marco
jornaleros-labradores) sin olvidar a los soldados acantonados en el Arroyo Pavón. El hec~o
de una inmensa llanur~ se limitaban las posibilidades de ocultamiento. Además todos se
de que estos individuos porten annas potencia las posibilidade~ que se ~volucren en conflic­
conocían. No solo se compartía el esfuerzo cotidiano, también las habilidades y debilidades.
tos. Las edades promedios oscilan entre los 25 y 30 años. De ongenes diversos los trans~~o­
De manera que los movimientos de sus habitantes y el traslado de los animales eran siempre
res provienen de provincias como Córdoba, Buenos Aires o de diferentes lugares de Amenea:
evidente para los vecinos. Todo era visible y posible de ser advertido. Es por eso que los
Oille, Brasil, Paraguay, aunque la mayoría son del Pago. (Bidut, V., 1995) ..
testigos no niegan los hechos. Admiten haber visto a los chicos de la casa trasladar los
En este mundo del delito, la figura masculina era predominante, tanto en las manifestaClo­
animales haciala estancia de Casimiro Maldonado. Si bien resultainnegable laresponsabilidad
nes violentas como erilos robos. Las pocas muj eres comprometidas eran más bien víctimas de
de este último como artífice de los hechos, los autores fueron dos menores de edad. Y por ello
agresiones físicas o verbales y casi siempre como espectadoras de los sucesos, más que
les corresponde una pena menor 30
protagonistas de los hechos.
Lavinculación de estos hechos con la comercialización de productos robados erapráctica
DeJos robos cotidiana entre quienes vivían al margen de la ley, así como también por los considerados
decentes, hacendados dueños de ganado, probablemente con la finalidad de eludirirnpuestos:
Santos López ... confiesa que su patrón mandó 16 bueyes para los corrales de Córdoba y le
Los habitantes del Pago de los Arroyos como señalamos más arriba, eran vecinos que
encargó a Santos y otros peones no los descubriera que esta hacienda la mandaba por
trabajaban en la ganadería y la agricultura. Como laproducción ganadera eraun rubro de tanta
contrabando ... ha mandado otros noventa entre bueyes y nobillos y que sin duda eran para
importanci~ no sorprende que los conflictos por robo de ganados fueran ~a constante. Eran
el matadero 31.
frecuentes las denuncias entre vecinos por el robo de una vaca, una vaqU111on~ un buey o
Los otros elementos robados eran ropas, telas, efectos personales, joyas de oro y plat~
algunas ovejas27 • En la mismas los afectados, las razones o móviles del robo no qued~ del
ponchos ojergas 32.Los afectados eran, especialmente, los comerciantes establecidos tanto en
todo claras' el discurso de los acusados es impreciso, evasivo y lejos de expresar o explicar lo
ocurrido, ~uy hábihnente depositan la responsabilidad en los otros ~resuntos implica~os, o
el Pueblo de Rosario como en San Nicolás de los Arroyos. También los comerciantes en
tránsito resultaban peIjudicados33 • Sin embargo cuando los objetos robados eran efectos
bien atestiguan que ignoraban el origen de los robado. Veamos es~etí~o de. compo~ento
personales, lo más común era que los acusados en primer término, fuesen los allegados a la
con el siguiente ejemplo: dos individuos fueron detenidos en San NIcolas baJ? la acusaClon ~e
familia, los únicos capaces de conocer los secretos y los rincones donde podían encontrar algo
robo de ganado y de movilizarse sinpasaporte. Interrogado por el Sr. Juez: SI ... quando.'e dIO
la seña para sacar el buey, FelixCabrera, no le había adbertido qu.e hera ageno? ... (SIC) El
de valor. La declaración de Ventura Martínez, constituye una evidencia de los sospechosos
cercanos a la familia. Martínez quien le robó a su patrón, declaró que era un peónjomalero,
acusado respondió: ... que no le dijo cosa alguna... El, reahnente Ignora?a que era ganado
soltero, mi país es la provincia de Córdoba y mi edad entre 25 y 26 años. Narró con todo
robado? A su vez, el comisionado del Alcalde Mayoragregaba en el expediente.... que conoze
detalle lo sucedido: Sr.... esa noche que robe el vaul un poco antes estube en el horno del
al expresado Felix Cabrera de vista, ... pero que save de ciencia cierta, y que es público y
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suspenda este castigo por ser de mi familia. 44


finado Don José Mateo Martínez, fumando cigarros con los peones que allí tenían concha­
El Juez de.,la Villa
.. luego
, de evaluar la situación decidía la pena según el SignifiIcado social
vados... luego ... habiendo encontrado la casa sola y los dueños de ella en la cocina y
de la sustracClon: pnsIOn, pago de 10 robado, azote, servicio de armas. Lo usual en los casos de
encontrándome esta facilidad alce el vaul... (sic) 34 Despedido por su patrón, Martínez da
pequeñas cantidades era mantener al ladrón un mes en la cárcel y luego liberarlo 45. Cuando el
comienzo a sucesivas prácticas delictivas: roba el baúl, se oculta en las barrancas del TÍo por
monto de 10 robado era mayor, haber robado secenta cabezas de yeguarizos o haber tusado
tres días, desde allí se dirige a la quinta de Tomás Lavallen, roba un caballo y huye hacia
cina:~nta y siete yeguas 46, al ~es. de prisión se le agregaba el destino a Melincué para prestar
Córdoba, donde fue apresado en Guardía de la Cruz Alta.35
servICIOS en~a frontera con el mdigena yen calidad de veterano, sin sueldo y con ración. 47
El robo de efectos tiene la apariencia de seruna alternativa más para la subsistencia en una
Algunas infracciones a la ley podían serreparadas mediante el pago en dinero de 10 robado
economía marcada por la estacionalidad del trabajo, una actividad que le permitía obtener
o con devolución de los bienes. La reparación pecuniaria estaba directamente vinculada a las
dinero o adquirir otros productos. Generalmente 10 robado era entregado a lUl tercero para que
posibilidades económicas de algún familiar del acusado. En algunos casos son los padres de
10 guardase ... a donde quisiese hasta tanto lo pudiese benderlo (sic).36 También resultaba útil
los reos quienes se ven obligados a pagar el valor de 10 robado 48.Era lUla de las soluciones
para trocarlo por otros productos ... Ios de paños (ponchos) los llevó su hermano Juan Pablo
tenida en cuenta por los Jueces. Cuando estos conflictos no se podían resolver a nivel local
por orden de Alejo a unas carretas que habían venido de la ciudad de Santa Fe a vender
las apelaciones que llegaban desde Santa Fe eran más severas, ...condenando al reo al pago
sandias 37.
deljusto valor de lo robado y para escarnio de atrasa la prisión de tres mezes (sic) contados
Los primeros sospechosos a los ojos de la justicia eran fundamentalmente los individuos
desde la notificación, destinándolos a los trabajos públicos de la Villa 49. Sentencia ejernpli­
que no portaban la documentación correspondiente: papaleta de conchavo, pasaporte. Estos
ficadora para que comprendan el respeto por la propiedad privada.
eran consignados como vagos, malentretenidos, ociosos y haraganes 38. Numerosos testimo­
Alas mencionadas penalidades se sumaban a veces, los castigos COIpOrales. Los azotes
nios sirven para ilustrar el sentimiento de inquietud que despierta lUl individuo desconocido
aplicados tanto en el cuartel como en la plaza, era una modalidad de castigo que remite a la
~n el Pago. El Comisario de Arroyo del Medio ante las retiradas quejas de los pobladores,
permanencia del cuerpo como obj eto punitivo y la exposición como alerta de conductas inde­
informaba al Juez de Paz acerca de la conducta de dos personas de quienesse sospecha que no
seables so
viven bienyellos comen y visten bieny los han pillado haciendo daños a algunos vecinos .39
Ante el clamor de los vecinos, solicita la expulsión ...pido a Ud. lo eche adonde no lo vean más
De los crímenes
mis ojos, porque ya no se los mandaré sino los cuartos, pues ya estamos bien enterados que
éstos no son más que para dar trabajo y destruir nuestras cortas fortunas .... 40
Como señalamos más arriba los involucrados en este tipo de delitos constituyen un univer­
La obligatoriedad de transitar con lapapeletade conchavo olicencia alcanzaba a las autorida­
so de individuos en situaciones complejas y dispares. Muchos de ellos tienen familia y ocupa­
des mismas. Es por ello que... El Comisario quefirma solicita se le despache la licencia para
ción. Una agresión no premeditada puede transformarse abruptamente y dar como resultado
dirigirse a la ciudadde Buenos Aires... diligenciaspropias llevando amispeones y 35 cabal/os
llilhecho criminal. Así ocurrió en la pulpería de Don José Algañaraz .. .Salimos con mi marido
redomones para mi marcha, todos de la marca de mi propiedad, 41 porque todas aquellas
de paseo, hiba en jarana - cuenta Lucía Berón-entró en la pulpería y yo me quede afuera.
personas que no portaran el pasaporte de identificación eran consideradas automáticamente en
Fst~~a ~nto~io Nuñez y. Bernardino Almirón. Este último principio a enbromar conmigo
infracción ante la ley y quedaban bajo sospecha .. le remito a Francisco Hayas... que si este no
sabo mz mando y se pusieron a jugar en broma, tirándole mi marido el cuchillo y Antonio
tiene mayor culpa le ordene no se destine a ningún lugar sin pasaporte 42
atajándose con elponcho.. y yo con Barragán lo yevamos a caza, a mi erido ya sin alientos
(SiC)51 .Como hemos podido observar terminó en tragedia y muerte lUl episodio que se inició
Sentencia porrobo:
como lUl juego. En esta historialUla broma cambia intempestivamentelavida de estos indivi­
d~os q~e an~ban de ~aseo. Dichas conductas, aparentemente inofensivas escondían poten­
Estrechas comunicaciones mantenían los comisarios y los comandantes militares desde las
Clales SItuaCIOnes de VIOlencia.
distintas áreas que conformaban el Pago, informando las novedades de su distrito al Juez de
De esta manera algunos espacios destinados especialmente para la diversión, de pronto se
P~ de la Villa: le remito preso alpreso Juan Cabal/ero por ser un bago y un hombreperjudi­
transfonnaban en el escenario de un escándalo, tumulto oalboroto. Al igual que en lapulpería,
Cial en una y otra probincia (sic). .. 43 Precedida de esta fórmula eran enviados los reos a los
que se agregaban detalles de las circunstancias en que fueron aprendidos: qué habían r~bado,
en los bailes se aflojaban los controles y se exaltaban las pasiones como puede extraerse de la
siguiente fuente judicial ... serian como las ocho de la noche cuando el Teniente de esta Don
las cantidades sustraídas, las protestas de los vecinos y la opinión de la autoridad sobre la
Juan Mancilla acompañado de su mujer y algunos oficiales se dirigieron a casa delfinado
~taduram?ra1delpreso. En ocasiones intercedían afavor del reo: ... meesde suma importan­
Alvarez con el objeto de darle múcica con guitarra como en efecto se efectuo, luego que .
cia el supbcarle a su piadoso corason, si a este le corresponde pena de asotes, me le
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concluyeron la mucica, dicho Alvarez abrio la puerta y hizo pasar a dicho Mancil/a su mujer retiraba los fueros militares yperrnitía el.accionar de lajusticia civil. Hemos constatado que las
y los oficiales que acompañan, inmediatamente que entraron se ocupo Alvarez de obsequiar penas se agravaban cuando por su actIVidad portaban armas o no eran vecinos del P
a la concurrencia con mate y sigarros mientras seguian tocando la guitarra, en esto se ., lS ago,
como ocumo con e argento Tomás Basan, quien en una pelea dio muerte ados individuos.
presentó el soldado Taobada y inbitó a una de las mugeres ...para bailar como en efecto Condenado a muerte, resultó indultado... usando el Gobierno la facultad que acuerda el
bailó, luego por segunda ves invitó a la muger del Teniente Mancilla, entonces el cabo artículo 47 de la Constitución ( 1841) de la Provincia ... porque pidió gracia el benemérito
Alvarez le dy'o a Taobada que no bailara mas alli y se retirara entonces Taobada le contestó General Dn. Lucio Mancilla, Comandante Accidental en Jefe del Norte de la Provincia de
con palabras obsenas y amenazantes...Alvarezpidió permiso para salir... pero el malechor se Buenos Aires 56. Los que no contaban con quien pida clemencia por ellos quedaban en una
abia colocado aliado de la puerta... al salir Alvarez de la puerta recibio una puñalada acia total situación de desprotección. Manuel José Nacimiento que es natural y vecino de la Villa
la parte del corazon que fue bictima de cuarto de hora sin pronunciar una palabra mas.. Rica en la provincia del Brasil, sin oficio ninguno, sino jornalero ...acusado de la muerte de
(sic). 52 LapuIperia era el sitio donde el vecindario iba a abastecerse de alimentos y ropa, donde su patrón, y plenamente comprobado ser autor del asesinato cometido en la persona de
se podía encontrar desde la simple bayeta opercal hasta el trabajadojubón. Aunque la imagen Cirilo Arias; desde el despacho de Gobierno en Santa Fe será condenado a muerte... se le
de la misma, cristalizada por los viaj eros, se circunscriba al lugar donde los gauchos jugaban y condena a la pena capital, la que se hará ejecutar por el Alcalde Mayor del Rosario en la
bebían hasta embriagarse e iniciar pelea, era un negocio menos precario y mucho más diversi­ Plaza de dicha Villa "57
ficado. La variedad de productos destinados a la venta que se ha constatado para las pulperías Las penas disminuían si los reos eran menores o mujeres, apareciendo estajusticia como
de la campaña bonaerense plantea lID consumo más amplio de los habitantes rurales, en espe­ más indulgente en estas circunstancias. A los menores les correspondía pena correccional:
cial'de los medianos y pequeños productores que incluyen una gama insospechada de pro­ Francisco López... natural de la Villa de Río Cuarto, soltero, profesión domador y ... menor
ductos 53. Sin embargo lo lucrativo del negocio del pulpero se centraba en la venta de cueros de veinte años quien mató a su amigo en la pulpería, jugando como al descuido con el
robados, o por lo menos de sospechosa procedencia y la venta de bebidas alcohólicas. El cuchillo, fue condenado por el Juez de Primera Instancia de Santa Fe y luego de haber
altísimo consumo de las mismas, medio litro de aguardiente diario por persona al que se debe sufrido el expresado López dos meses de prisión, que el Gobierno juzga como correccio­
sumarel litro ymedio de vino, hace de este espacio de sociabilidad, preferentemente masculino nal. .. por cómplice de un entretenimiento brutal y contrario a la buena educación ... es
el lugar por excelencia de las peleas 54. Otros sitios donde se iba a bailar eran los puestos de dejado en libertad 58. De igual manera la sentencia de Crispina Duarte por considerarla
estancias, generalmente un rancho cuyo patio recién barrido y carpido servía de salón de baile, cómplice del asesinato de su Esposo... fue puesta en libertad luego del ... dilatado tiempo de
allí se reunían tanto los hombres como las muj eres, jóvenes y adultos. once meces (sic) de prición (sic) que ha sufrido en esta cárceles y considerando los emba­
La violencia no era una cuestión privativa de los lugares de diversión, donde las altas razos y difi cultades. 59
dosis de alcohol ingerido jugaban un papel importante. A veces durante las actividades
cotidianas, las bromas, los enojos olas diferencias de opinión entre los peones o con el patrón Desertores y vagos
se traducía en agresiones, utilizando como armas las herramientas de labor. Estos enfrenta­
mientos podían terminar en lesiones graves o en la muerte, como ocurrió cuando el jornalero Estos delitos constituían una desobediencia al disciplinamiento social requerido por el
Manuel José Nacimiento trabajando en la construcción de un pozo mató a su patrón 55 aumento de la demanda de hombres: mano de obra para el al mercado laboral, soldadospara
el ejercito. La frecuencia con la que aparece en las comunicaciones que los co:m.isarios de las
De las penas diferentes áreas enVÍan al Juzgado de Paz, guarda correspondencia con las quejas de las
autoridades yhacendados del área. Las historias narran una serie de experiencias comunes: la
Los castigos que penalizaban los homicidios eran drásticos, aunque existían circunstan­ detención y el destino, la huída y otra vez la captura" .. .remito en arresto al miliciano Andrés
cias que condUCÍan a una disminución o atenuaban las penas. En situaciones, donde se sabe Juáres quien, primeramente ha estado preso por desertor y S.E lo sacó de la cárcel y vistió
a ciencia cierta quien es el responsable del crimen, inmediatamente el Juez de paz instruía el por que lo acompaña en su expedición el qual habiendo marchado S.E ... bolvió (sic) a
Sll.ffia.J.~o al autor del delito y a los testigos para luego enviarlo a la capital de la provincia Allí desertar 60
el Juez de Primera Instancia evaluaba lo sucedido y dictaba la sentencia que seria cumplidapor Las deserciones eran un fenómeno de las áreas fronterizas, tanto con la provincia de
el Juez de la Villa Era de rigor la consulta a la autoridad inmediatamente superior. Los comisa­ Buenos Aires, como con laprovincia de Córdoba Huyendo de los cantones militares del norte
rios y los comandantes militares al Juez de paz y este al Juez de Primera Instancia. Argumen­ de la primera provincia mencionada o de las levas para los ejércitos en las provincias del
tado sus cortos entendimientos le remitía una breve descripción de lo ocurrido con la o las Interior, eran capturados por las autoridades que recorrían la campaña. Frecuentemente pode­
personas involucradas en el hecho. Cuando los casos incluían militares, el Comandante les mos encontrar situaciones como la siguiente: "... remito preso a Pedro José Rodriguez, por el

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Comandante Don Teodoro Cierra por haberlo encontrado sobre la misma costa del Carca­ Sibien estas fugas eran rutina, estas aumentaban ante la proximidad de un conflicto armado
rañal escondido en las pajas desnudidto ... y dijo que benía de la Capilla de Merlo con dos o el paso del ejército. Momento álgido fue la invasión del General Lavalle en el año 1840.
cordobeses huyendo de la leva y yendose para Córdoba ... su patria Puente de Marquez, Acarreó una verdadera fiebre de capturas y consecuentemente un aumento de las deserciones.
soltero 20 años. (sic) 61 Los comisarios, apremiados por las órdenes superiores, recorrían sus distritos enprocura de
Uno de los castigos más frecuentes, además de la cárcel, era la incOlporación a alguna hombres Ylos desertores se convertían en sus presas: '" Remito preso a ocho prisioneros y
fuerza militar. Estos destinados al servicio de armas abandonabanperiódicamente los desta­ una mujer pertenecientes al Exto.del Bándalo(sic) Lavalle de orden superior,Inacio Ledes­
camento. Las huidas se repetían, de manera que dichos destinos garantizaban escasamente ma, Santiago Belis ....y una mujer llamada Manuela Soria. 64
seguridad en el cumplimiento de la condena. Esta conducta no sólo era frecuente sino reinci­ Eranbien conocidos los mecanismos que ponían en marcha los individuos para sortear las
dente, a la huida y posterior captura, le seguía otra fuga. Los tiempos entre detención y levas ( Salvattore, R. 1992). La población sobre la cual se ej ercía lapresión reclutadora, eraun
detención estaban marcados, también por las necesidades de soldados reclamada a las autori­ conjunto móvil de individuos que no habían soportado la vida militar o que no querían sopor­
dades. Según las circunstancia, estas hacían "la vista gorda". Testimonio de las oportunidades tarla y que al huir se exponían a una serie de inconvenientes difíciles de sortear. Desertar en
brindadas a estos reos podemos leer a continuación: "El infrascripto entregó ayer a ese este contexto acarreaba tuvo desventajas apreciables. SignifIcaba convertirse en un vago, un
Departamento de Policía, preso al individuo Victoriano Ferreira para el Contingente por hombre solo, no conocido en el lugar en el que buscara refugio temporario, por lo tanto, sin
los siguientes antecedentes en la Villa Constitución carnió una Baquillona agenafue preso contacto parapoder conseguir alimentos, ropa y caballo para pasar inadvertido por los contro­
y se escapo de la cárcel al que .. .yse presentó al Sor. Coronel Goitia lo perdonó pero lo tenía les quepodía hallar a lo largo de su camino. Esta situación en ocasiones, los conducia al robo
destinado para el Contingente del año pasado...y se le dió papeleta de clase de cabo. Luego yen consecuencia encontrarsenuevamente al margen de la ley.
recibió el favor de otro Comisario, el Gral finado Camilo Gutierrez quien, lo puso en (su) Una vez apresados, aquellos que se habían fugado de los regimientos, eran entregados a
chacra como capataz y se mando a mudar abandonando dho. Establecimiento. Nuevamente las autoridades correspondientes del lugar donde se había producido la huida, dando como
capturado en San Nicolás de los Arroyos no se por que causa y se escapó de la cárcel días resultado un fluido intercambio de prisioneros. 65. Alos individuo que reiteraban las fugas, las
pasados. A continuación la misma autoridad que lo detuvo enviándolo para el Cantan de la autoridades los catalogaban de incorregibles y los enviaban a formar parte de las fuerzas
Esquina, y que sin duda estaba informado de los antecedentes que tenía, lo mande llebar (sic) militares de otras provincias. El gobierno de SantaFe, enviará al de Buenos Aires en 1838 seis
un apero de un preso que mande y me tragese (sic) un caballo de estima del Sor. Campana y hombres comprometiéndose a enviar más. 66 '

no bolbio (sic) mas ayerfue tomado en las carreras, ... es cuanto comunico... 62 Esta tolerancia Alas fugas de los cantones militares, debido al insoportable rigor de la milicia, se sumaban
puede explicarse solo en parte en el marco de las necesidades de mano de obra destinadas a la las oportunidades de conchavarse en los trabajos estacionales de la estancia. En los momen­
esfera productiva. Las fuerzas el orden también hacían uso y abuso de su poder ante situacio­ tos en que la estancia requería mano de obra para la siega o la yerra y esta escaseaba todo
nes de urgencia. En ocasiones los mismos vagos y los desertores se constituyeron en ayudan­ hombre eraimprescindible. La ley entonces se hacía más laxa. Unavezfmalizadala demanda de
tes de los comisarios de campañapara sus tareas de persecución de nuevos reclutas que irían mano de obra la persecución se reanudaba: el Comandante Militar, de Serrillos (sic) le
a engrosar las fIlas del ejercito. informa al Juez de paz de la Villa que no se ha encontrado desertor ninguno, y si alguno ha
Sin embargo no todos los apresados estaban en condiciones de recibir el favor de las habido para el tiempo de siegas, ahora ya todos se han retirado para sus destinos. 67
autoridades encargadas del control social. Algunos delincuentes debían necesariamente ser El delito de vaganciaha estado reglamentado desde antiguo. Vale recordar supresencia en
separados del resto de la población porque su sola presencia contaminaba y el mal ej emplo las partidas, en la legislación colonial y post-colonial. Era una figura vagay tenía una carga de
podía propagarse como una peste. El mismo comisario que se permitió dar oportunidades a fuerte contenido moral. Es indudable que su utilización estaba vinculado al control de una
algunos reos censuraba la conducta de otro funcionario de su mismo rango acerca de la laxitud potencial mano de obra, marcada por una gran movilidad y el arraigado desapego al trabajo.
de su accionar. Denunciaba que con respecto a }v/alena y Gregario que dice usted han sido Siempre sospechosos de vinculaciones delictivas, en especial el robo, el vagabundo formaba
destinados a Guardia de la Esquina para que allí permanezcan y no para que se handen parte del universo de representaciones de esta sociedad. Vago era un individuo cuyos hábitos
rosando con los vecinos laboriosos... digo a V. que desde el tiempo a que fue el Coronel estaban reñidos con las normas, porque frecuentan las pulperías, no se le conocía domicilio
Rodríguez a la guardia no estaban allí los reforidos Malena y Rodríguez, ni la mitad del fijo, no estaban dentro de la institución matrimonial, ni tenían medios conocidos de vida. Por
tiempo transcurrido pues lo más se lo pasan aquí con pasaporte del referido Coronel... 63 • todo lo anteriormente señalado se presupoIÚa profesaban un inveterado apego a la bebida y
Con lo cual podemos observar que no existía un deber ser de la justicia único, sino que la ley aljuego.
se implementaba de manera discrecional según el individuo y según el funcionario que la Aunque buena parte de estas prácticas sociales eran compartidas por todos.los grupos
aplicara. sociales, estos hábitos se constituían en una amenaza para el disciplinamiento socjal ante las

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necesidades laborales o militares. Vago era quien no estaba conchavado en tiempos de deman­ En el marco de una revisión general de la legislación vigente aparecerá una figura de gran
da de mano de obra, vago era el desertor y también sospechoso de serlo el forastero. Gran poder, el Juez de Paz. Como forma de vigilar mejor el territorio y en ausencia deun código de
preocupación generaba la presencia de personas desconocidas y las autoridades actuaban policíarural se ampliará el número dejuzgados depaz y comisarios de campaña Estanecesaria
con prontitud "... remite a Ud. a la mayor seguridad a Juan Gregorio Caraballo por haberlo refoma del sistema judicial del año 1833, para una mejor organización administrativa será
encontrado de haragán en este distrito (Horqueta) que hace tres días acá esta sin diligencia significativa porque además se mantuvo por largos años. El Juez de Paz tendrá en su área el
ninguna 68Los individuos recién llegados al Pago carentes de vínculos de parentesco, amistad poder de administrar justicia. Sustanciaba y sentenciaba en presencia de un escribano y testi­
o de paisanaj e se encontraban en una situación de ex.1rema desprotección. No solo eran como gos y enjuicio verbal, transcribiendo en libro foliado las sentencias, con lo cual dejaba testimo­
sospechosos por las autoridades, también por los vecinos quienes no dudaban en denunciar­ nio de sus actuaciones. Reproducía y ampliaba las atribuciones de su antecesor abarcando
los, temerosos de su peligrosidad. aspectos civiles, criminales, comerciales y de policía.
Así, el mote de vago se hace extensible a una calificación del individuo cercano al ténnino El ordenamiento social como aspiración y como práctica fue el horizonte, el norte de la
incorregible. En estos casos va acompañado de otros calificativos, el incorregible era el indivi­ acción del estado. Para construirlo se apeló tanto a las prácticas conocidas en base a la
duo reincidente, el desertor, ladrón, vagabundo y malentretenido. costumbre, como a la norma siempre penneada por aquella. Prácticas correctivas intemalizadas
tanto en aquellos que las hacían obedecer como a quienes las trasgredían. El uso de la
Amanera de conclusión violencia controlada fue la herramienta utilizada para "poner a cada qu¡en en su lugar)), de
acuerdo a las necesidades que el proceso de transformaciones políticas y económica plantea­
. Durante el periodo comprendido entre 1818 y 1850 el grupo dirigente del naciente estado ba. Sin embargo los niveles de tolerancia que las autoridades desarrollan en su accionar nos
provincial, tuvo ante sí el doble desafío de poner en marcha los mecanismos necesarios para plantean un abaIÚco de posibilidades de penalización en las que los vinculo s interpersonales,
construir el aparato institucional del estado e implementar medidas legales capaces de restau­ de amistad y paisanaj e juegan un papel fundamental.
rar el orden social alterado a partir de 1810 con la revolución y la guerra. Durante esos años se ¿Cómo leer las reiteradas resistencias al disciplinamiento social? En primer lugar como la
fueron sucediendo una serie de cambios que abarcaron aspectos políticos, sociales, económi­ defensa de una fOlTI1a de vida, de un orden natural que quiere preservarse porque significa de
cos e institucionales, a los cuales no fueron ajenos los pobladores del campo. lo contra..rio la perdida de la integridad vecinal cuyo rasgo sobresaliente eran las reíaciones
Uno de los aspectos centrales a tratar fue el de los ladrones, desertores, vagos y malentre­ sociales y productivas comunitarias. Los gestos de la violencia -robos, delitos, crímenes. - en
tenidos rurales , considerados delincuentes por el "estado" y sus leyes, no as~ por la sociedad este contexto aparece como un orden de cosas preexistentes que no destruye el conjilllto del
campesina donde conservaron la estima de su gente. La peligrosidad y desconfianza estuvo cuerpo social. El disciplinamiento impuesto por los agentes encargados del orden sonresisti­
dirigida hacia un tipo de individuo enparticular, elforastero, el habitante no conocido. Estos eran das porque fracturan los lazos de solidaridades del antiguo tejido social.
rápidamente detectados, mostrando la existencia de una red de infonnación eficiente. A continuación, la mayoría de los actos ilegales que se desprende de la documentación
El lento transito hacia una sociedad moderna conserva celosamente pautas de comporta­ analizada se inscriben dentro del marco de los considerados vagos- malentretenidos , denomina­
miento que revelan la permanencia de rasgos de una sociedad de tipo tradicional. Ante la ción que engloba a una amplia gama de actividades cuyo elemento en comlill era la apropiación
dificil tarea de restaurar el orden, emergen una serie de tensiones que revelan el choque entre indebida de los bienes ajenos, eludir el trabajo obligatorio o el servicio nillitar. Se trataban en
viejas y nuevas prácticas. Estos elemento nuevos se pueden detectar en el naciente aparato general de individuos jóvenes, hombres que no tenían un trabaj o estable, que no habian consti­
institucional tanto en la letra de la ley, el Estatuto Provisorio de 1819, como en la delimitación tuido un núcleo familiar, lo cual le daba la capacidad de poder desplazarse con entera libertad.
de esferas de actuación de los poderes del estado. La centralización del poder en manos del Palabra esta, cargada de peligrosidad en el escenario mral santafesino, dominado por elpeIjuicio,
gobernador debía ir acompañada necesariamente por una descentralización del control. Esta lasjerarquías y el desorden. La libertad sinónimo de no contar con una ocupación flja, no estar
fue una tarea muy lenta. En este sentido la creación del Tribunal de Alzada y luego del sujeto a control- familiar - estatal- colocaba a dichos individuos automáticamente en la categoría
Supremo Tribunal de justicia compuesto de tres jueces y un Fiscal, constituyeron hitos en el de delicuentes, "al margen de la ley". El "hombre" debía ser marido, trabajador y soldado.
camino de la autonomía judicial. Hacia la cuarta década del siglo XIX, el gobernador de la Por último, no obstante la vigencia de leyes represivas de la vagancia y de la delicuencia
provincia ordenará explicitamente dirigirse al Juez de Primera instancia para asuntosjudiciales, asociada a la primera, observamos illl alto grado de discrecionalidad en el accionar de los
"como jefe natural de este ramo". Asimismo, la incorporación de los derechos y garantías jueces y comisarios judiciales. Discrecionalidad que transformaba la justicia en instrumento
individuales en la primera constitución provincial da cuenta del comienzo de un proceso en el del régimen político en desmedro de los sectores menos protegidos sobre los que recaía con
que el individuo será en adelante reconocido como tal, no pudiendo librarse orden de arresto más rigor en ocasiones, todo el peso de la justicia.
o prisión que no fuera escrita y fmnada con expresión del motivo de la detención.
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NOTAS 16. Ensinck, O., "Historia de laprimera autoridad..."p.67


17. R.O.P.S.F., apéndice de la Constitución de la provincia, 18 de julio de 1841
1. Bidut, v., Caula, E., Liñán, N., "Productores y producción enel partido de Rosario de los Arroyos a 18. ibídem,Art. 53
comienzos del siglo XIX", en Papeles de Trabajo, año1,nÚInero 1, C.E.S.O.R., U. N. R., 1996. 19. A1varez, J., op.cit., ArtA6 y 47, Sección vrn, del Estatuto, p.264
2 . Aunque la temática delictiva del siglo XIX ha sido escasamente explorada reseñaremos algunos 20. Archivo General de laNación (en adelante A. G.N.) Padrón de la Campaña de BuenosAires Partido
autores que tratan la problemática desde distintas perspectivas: RODRIGUEZ MOLAS, Ricardo Histo­ de Rosario de los Arroyos, 1815-1816,X-8-1O-4 '
ria Social del Gaucho, Editorial CEAL, Buenos Aires, 1982.GORI, Gastón Vagos y mal entreteni­ 21. VernÓTIÚna de los jueces de Paz de Rosario en Ensinck, "Jurisdicción yatribuciones..." p.6-7
dos, aportes al tema Hemandiano, Editorial Colmegna. 2da. Edición, Santa Fe, 1965 ; MARTINEZ 22. Reglamento de Policía de 1830, dictado por Valeriano Garay, en Nuñez, Tomás, Orígenes de la
DOUNAG, Gabriela Persecución de vagos y cuatreros. Notas s.obre la justicia colonial y la mano ciudad de Rosario e historia de la propiedad raíz, Bs.As., 1933
de obra rural en la campaña rioplatense, mimeo, XIII Jornadas de Historia Económica Mendoza 23. Reglamento de 1828, dict1do por Don Tomás Martínez ,Art.5, en Cm·ancho, Eudoro y Gabriel,
1993 ;GRESORES, Graciela, Productores directos o criminales. Miradas contradictorias sobre l~ Anales dela ciudad de Rosario de Santa Fe, Bs.As., 1897, p.186
población campesina. Editorial Fernando García Cambeiro, Buenos Aires 1992· MAYO Carlos 24. Ensinck, O., ''Historia de la Plimer Autoridad..."op.cit.,pp.67-72
Estancia y sociedades en La Pampa (1740-1820) . Editorial Biblos, BuenosArres, 1995 ;SLATIA, vi. 25. Nuñez Tomás, Orígenes..., p.20
26. R.O.P.S.F., Instrucciones del alca1deD.Valeriano Garay, 1831, p-237
Richard, Los gauchos y el ocaso de la frontera. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1985 ; De
especial utilidad resultaron los trabajos de SALVATORE, Ricardo, Reclutamientomilitar, disciplina­ 27. M.H.P.R., J.C., CalL'\.10 Basualdo. Robo, Rosario, 26/4/1826 ; José Maria Castro. Robo, arroyo del
miento y proletarización en la era de Rosas, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Medio, 8/4/1833; Mariano Cejas. Robo de ganado, arroyo del Medio, 6/5/1835 ; M.C., Leg. M.Bayo
Americana Dr. E. Ravignani, Nro. 5, Primer Semestre, Buenos Aires, 1992 ; El imperio de La Ley . GregorioAcosta, Cerrillos, 1/5/1835; Pedro Dios, Robo de caballos, sin pasaporte, Pavón, 23/7/1838 ;
Delito, Estado y Sociedad en la era Rosista, en Revista Sociedad y Delito, BuenosAires, 1993-4 y los D.P. ,Pedro Lemos, Robo de ganado, Rosario, 311/1840.
estimulantes trabajos sobre sociedad colonial novohispánica, GIRAUD, Francois, Los desvíos de una 28. MH.P.R., lC., Joaquín Fontanilla, Ceferino Salazary FelixCabrera, Robo, Rosario, 7/4/1826.
institución. Familia y parentesco entre los ladrones novohispánicos , enDe la santidad a la perversión 29. ibidem, Vi..'lales Juan de la Cruz, Robo de oveja, Puerto de Piedras, 11/7/1837 ;Autos criminales entre
o de por qué no se cumplía la ley de Dios en la sociedad novohispánica, Editorial Sergio Ortega ­ Don Jacinto Zevallos, reo acusado por Don Valentín Ricardo, Ro~ario, 29/8/1839.
Enlace -Grijalbo, México 1986 ; TAYLOR, William, Embriaguez, homicidio y rebelión en las pobla­ 30. Código de las Siete Partidas, Tomo m, Setena Partida, título XN, Ley XVII, Segunda edición,
ciones coloniales mexicanas, Editorial FCE, México, 1987, que aportan una óptica nueva a nuestra Antonio de San Martín Editor, Madrid, 1872,p.374.
historiografía 31. M.H.P.R., M.C., Leg. M. Bayo, Santos López, contrabando, Rosario, 1837.
3 . Ver el Estatuto Provisorio de la Provincia de Santa Fe, en Alvarez Juan Ensayo sobre la historia de 32. M~H.P.R.,J.C., Ventura MartÍllez, Robo, ro smio, 20/4/1833, María VicentaArias, Robo de alhajas,
Santa fe, Establecimiento tipográfico E. Malena, Bs. As., 1910 ; "Atribuciones de losjueces de Paz" y Rosano, 12/1 0/1837; JuanPablo Ramos, Robo, 28/2/1846 ;Alcarla Juan, sospecha de robo a José Maria
"Constitución de la provincia de 1841", en Registro Oficial de la Provincia de Santa Fe", 1815-1847, Sánchez, LaHorqueta, 19/10/1823
tipografiadelaRevolucíón, 1888/89.(en adelante R.O.P.S.F.) 33. ibidem, Alcaría Juan Pablo, Sospecha de robo, a José María Sánchez, La Horqueta, 19/1 0/1823
4. Museo Histórico Provincial Julio Marc, Rosario (en adelante M.H.P.R.), Juzgado del Crimen 1823­ 34. ibidem, Bentura Martínez, robo, Rosario, 20/4/1833
1850, (enadelante J.C.) 35. ibidem.
5. MR.P .R., Manuscritos clasificados por fecha (en adelante MC.), Legajos Marcelino Bayo y Matlúas 36. M.H.P.R., J.C., Ramos Juan, robo Rosario, 28/2/1846
Nicolorich, 1835-1850 y Diario de Policía, 1840-1841, (en adelante D.P.) 37. Ensinck, O., 'jurisdicción y atribuciones...", op.cit., pp.l 0-17
6. RO.P.S.F., Secciones de la Honorable Junta de Representantes de la Provincia, 12 de enero de 1833, 38. M.H.P.R., M.C., Leg., M.Bayo, 12/9/1836
Art, 1°,p.241 39. ibidem, 3/4/1836
7. Alvarez Juan, Ensayo, op.cit., Art.34, Sección VI del Estatuto Provisorio de 1819, p.263 40. ibidem, 10/6/1836
8. RO.P.S.F., Secciones de la Honorable.., op.cit.,Arll y 3,p, 241 41. ibidem, 13/12/1835
9. ibidem. 42. ibidem, 26/4/1835
10. AlvarezJuan, Ensayo, op.cit,Art34, Sección, VI del Estatuto,p.263. Ver además Art.38 del mismo. 43. ibidem, 15/11/1835
11. ibidem,Arl39 a42,pp.263-264 44. M.H.P.R,D.P., 18/1/1840;23/1/1840 Y 1/11/1840
12. A.G.P.S.F., Contaduría, T.133, LegA6. Decreto del gobernador Estanislao López, confmnando el 45. ibídem, 30/3/1840
empleo del Primer Vocal de Alzada José Gabriel Lassaga, Cayetano Echague y Francisco Antonio 46. ibidem.,2111/1840
Quintana. 47. M.H.P.R., M.C.,Leg. M.Bayo, 3/7/1836
13. Ensinck, OsearLuis, "Historia de la Primer autoridad de la ciudad de Rosario delAlca1de de la Santa 48. M.H.P.R, M.C., Leg. M. Nicolorich, 1/8/1840; 6/7/1840
Hennandad al Intendente Municipal", en Historia InstitudonaldeRosario, Santa Fe, 1967,pp.72-78. 49. M.H.P.R, M.C.,Leg., M.Bayo, 15711/1835
14. Alvarez, J. ,op.cit, ArtA, Cap.IV, Estatuto, p.13 50. M.H.P.R., lC., Rosario, 7/4/1826
15. ibidem 51. ibidem,212/1833 ; 12/5/1834
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L.
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Segundo semestre 1998 ... Vilma Bidut - EIsa Caula - Nora Liñan

52. MH.P.R.,Archivo Criminal, Tomo 28, año 1867, Legajo 12, Expediente 30

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GORI, GASTÓN, Vagos y malentretenidos, aporte del tema Hernandiano, Colmegna, 2da. Edición,
53. Mayo, Carlos, Pulperos y pulperias en Buenos aires, 1740-1830, Universidad Nacional de Mar
Santa Fe, 1965

del Plata, Mar del Plata, 1996


GRESORES , GRACIELA, Productores directos o criminales. Miradas contradictorias sobre la

54. Mayo, C., Miranda, J., Cabrejas, L., "Anatomía de la pulpería porteña", en Mayo C., Pulperos, población campesina. Editorial Femando García Cambeiro, Buenos Aires, 1992

op.cit. GIANELLO, Leoncio, Historia de Santa Fe, Editorial Plus illtra, BuenosAires,1978

55. M.R. P.R., J.C.,muertedeCirilo Arias, Rosario, 31/3/1827 GUERRA, FRANCOIS XAVIER, "Hacia una nueva historia política: actores sociales v actores

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J

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42 43
La ciudadanía en tensión. La experiencia de lajusticia de paz y del
juicio por jurados en Santa Fe. 1853-1890

Siempre será incomprensible para un pueblo


libre que se gobierna a sí mismo, la resolución
de este problema que a cada paso debe
ocurrírsele: ¿Cómo es que gobernándome a
mí mismo, pudiendo dictar la ley, elegir al que
manda, no soy más que un ente pasivo en la
distribución de la justicia para mí y para mis
iguales?
Los pueblos donde estas dudas tienen cabida
y perturban la conciencia política, están a mil
leguas ya muchos siglos de la democracia .. ..
Nicasio Oroño

Marta Bonaudo *
U.N.R. Cesar

Introducción

Elpropósito de este artículo es ampliar el campo de nuestro análisis con el obj eto de poner
a foco ciertas dimensiones de la ciudadanía poco estudiadas hasta el presente.
Si bien un conjunto de aportes contemporáneos tanto en el ámbito de la teoría como de la
historia política, contribuyeron a estimular una proftmda crítica al modelo de Marshall que
asociaba la vigencia de regímenes democrático-liberales con la presencia de un ciudadano
portador de derechos civiles, políticos y sociales, secuencialmente conquistados, su planteo
tuvo, sin embargo, el mérito de llamar la atención sobre las tres dimensiones analíticas que
debían ser incOIporadas en una discusión en tomo a la ciudadanía. De esos tres planos hoy
nos interesa rescatar, en un espacio recortado- Santa Fe entre 1853 y 1890- el primero, es decir
el de las libertades civiles y su vinculación con las libertades políticas. Con ello no sepretende
recuperar la distinción entre derechos civiles y derechos políticos para limitar a estos últimos
sino fundamentalmente como instrumento de su afmnación 1
El paradigma político liberal pretendió sentar las bases de una sociedad en la que los
ciudadanos, concebidos como libres e iguales, consolidaban un sistema equitativo de coope­
ración social. En el interior de ese sistema se afianzaba un esquema de libertades

*La autora agradece los comentarios y sugerencias del Dr. Tulio Halperin Donghi, a este artículo
presentado como ponencia en las Jornadas Inter-Escuelas de la Pampa, Setiembre de 1997
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44
Avanees del CESOR - Alío 1 N°1
Segundo semestre 1998 Maria Banal/do

básicas(individual, de pensamiento, de conciencia, de asociación, ,etc) que debía ser garanti­ cultura política en la que la identidad ciudadana en clave igualitaria está altamente condi­
zado a todos los ciudadanos por igual. Aún cuando no existe acuerdo sobre la verdadera donada en la práctica?
relación entre las mismas y el valor intrínseco de cada una, es posible señalar, en primer lugar, , ~?n el obj e~~o de buscar ~~as respuestas a este interro gante y tomando como ej es de
que determinadas libertades básicas resultan ser condiciones institucionales indispensables análiSISa la JustICIa de Paz y al JUICIO por Jurados es que comenzamos a e:\.'}Jlorar este campo.
para hacer efectivas otras. Así, por ejemplo, la libertad de pensamiento y la de asociación son
necesarias pa..ra hacer efectivas la de conciencia y las libertades políticas. En segundo lugar, tal Lajusticia como problema
como lo afIrma Rawls, es posible pensar que el papel de las libertades políticas es fundamental­
mente instrumental para la conservación de las demás libertades 2. Desde las instancias gubernamentales se va desplegando en estas décadas un discurso
Este tipo de debate que se vincula fuertemente a las transformaciones contemporáneas, que no dej a de afmnar la necesidad de lUla administración de justicia independiente, concebi­
adquiriendo en ciertos ámbitos académicos un perfil altamente polémico, no puede pasar des­ da como salvaguardia de los derechos, de la propiedad y de la vida de los habitantes 4. Sin
apercibido para quienes analizan las relaciones entre sociedad civil y sistema político en el embargo, reconstruir las bases de un orden j uridico luego de las sanciones constitucionales no
momento fundante del Estado-Nación. Bajo la égida del ideario liberal, en sus distintas vertien­ constituye en ninguna realidad, menos aún en Santa Fe, un proceso menor. El ordenamiento
tes, la ciudadanía política se convierte en uno de los núcleos centrales de ese proyecto. Sin institucional y normativo que él implica se hace en el interior de un proceso más general que
embargo, tal como lo señala Botana, el pacto republicano de 1853, sustentado en lUla soberanía demanda e:\.1ender el orden y la ley a realidades aÚllno incorporadas establemente al dominio
de la razón, deja a una elite como intérprete de esa razón en ejercicio exclusivo de la libertad estatal, con una clara limitación en cuanto a recursos humanos capacitados para ello y un
política, el imperio generalizado de las libertades civiles. 3 La disociación inicial que seplan­ recurrente déficit fiscal que recorta incluso, no pocas veces, la posibilidad de sostener la
tea en el interior de la república posible alberdiana entre libertad civil para todos y libertad estructura burocrática mínima que garantice esas leyes. A ello se suma la carencia- hasta la
política para pocos, los mejores, los elegidos, se ve favorecida por una práctica política que­ década del 70- de lUla codificación acorde a las necesidades. Como consecuencia el espacio de
no obstante sustentarse en el sufragio universal masculino y adulto. no potencia la construc­ lajusticia aparece aso ciado a remuneraciones escasas o nulas en relación con la tarea asumida
ción de una identidad ciudadana efectiva. lentitud en el trámite de los expedientes y alto costo de los juicios, situaciones que alejan en l~
En pos de la consecución de sus fines, intereses o privilegios, los miembros de la clase práctica la imagen de lUlajusticia accesib le a cada ciudadano y refuerzan en ciertos sectores de

dominante llevaron adelante prácticas de poder concretas que condujeron a la violación la opinión pública la idea de la impunidad:

frecuente de los principios que sustentan prescriptivamente su legitimidad. Ello generó


indudablemente una tensión recurrente entre la propuesta explícita de crear condiciones La conciencia pública, herida vivamente por el crimen, se cansa de
que legitimen un estado de derecho asentado sobre bases democráticas y el intento, por esperar una satisfacción que no acaba de llegar. Pasa la impresión
parte de esas fracciones dominantes, de conservar el control político afmnando el peso de producida sin encontrar en la inmediata imposición de la pena la
lasjerarquías sociales. Paralelamente gestó un verdadero hiato entre la idea moderna de condigna satisfacción del crimen. La impunidad aparece entonces,
ciudadano, legítimo portador de soberanía, y las nociones de habitante, vecino, contribu­ como una verdad, de sentimiento al menos, que la opinión pública
yente o incluso consumidor, caras visibles de una sociabilidad política cotidiana que se difunde, y que en cierto modo, es un hecho positivo, a pesar de la no
despliega en ciudades y pueblos. Esto impacta incuestionablemente sobre la dimensión menos positiva penalidad del reo, la que, al fin pasa inapercibida y
estrictamente política, cuyo campo pretende restringirse al de la práctica exclusivamente queda de todos ignorada 5
electoral, ocluyendo al conjunto de libertades civiles en una esfera privada. Y aquí se
plantea una de las tantas paradojas que encierra el liberalismo político decimonónico, Analizando la controvertida estructuración de un Poder Judicial en el periodo, podemos
particularmente de raigambre anglosajona: la idea de no interferencia del Estado en la vida detectar dos grandes momentos organizativos, más allá de los ajustes coyunturales: el de 1861
privada del ciudadano oculta de hecho la necesidad de una acción real de éste para garan­ yel de 1887. En el primer caso, con la sanción delReglamento de Justicia se pretende producir
tizarla. La defensa de derechos tan fundamentales como los de la vida, la libertad, la un reordenamiento de la administraciónjudicial en la que perviven notoriamente las marcas de
igualdad ante la ley, la propiedad, el núcleo fuerte de las libertades civiles, denominadas la tradición precedente. El es el responsable de la reformulación de las circunscripciones
por esta tradición como libertades negativas, exige la creación de un sistema judicial judiciales, las áreas de ej ercicio de la justicia, la definición de los agentes, sus atribuciones y
eficiente e independiente ligado a esa defensa. Ahora bien, ¿ cuál es el grado de autonomía límites en el desempeño de las funciones, la reglamentación de las figuras delictivas y las
de lajusticia en el interior de un Estado en el que la élite pretende controlar las distintas penalidades correspondientes. Dicha administración queda en su instancia superior a cargo de
instancias de poder, planteando una fuerte concepción patrimonialista del mismo, y una una Cámara de Justicia y de los Juzgados de Alzada, y en el nivel inferior vinculada a una

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Avances del CESOR - Año J N° J Marta Banal/do
Segundo semestre 1998

presencia acotada de jueces letrados y legos. 6 En este último plano destacan las antiguas Justicia de Paz se reafirma como una dimensión en la que susreferentes surgen de las decisio­
figuras de los Alcaldes de Barrio para las secciones de los pueblos cabeceras de nes de los otros dos poderes. Las primeras pautas normativas elaboradas en el marco de la
departamento(SanLorenzo, Villa Constitución, Esperanza.y San Carlos) alas que se suman, en constitución de 1856 colocan a la cabeza de los espacios locales, particularmente los de colo­
unajerarquía inmediata superior, los Jueces de Paz, particularmente en la Capital y Rosario. nización agrícola, a los jueces de paz, conjuntamente con tenientes- jueces, escribanos y
Unos y otros son la cara visible de lajusticia en la vida cotidiana de las pequeñas poblaciones comisarios. Las regulaciones del régimen municipal para las dos ciudades principales de la
a los que se recurre en demandas civiles,mercantiles o criminales cuya cuantía no sea inferior provincia, Rosario(1858) YSanta Fe( 1860) no incorporan demasiadas novedades a diferencia
a 30 pesos y no supere los 100 o 150 pesos. de lo que sucede con el corpus de reforma judicial de 1861. Tal como lo señaláramos preceden­
La fragilidad y límites de esta estructura, puesta en evidencia a lo largo de esos años, temente y de acuerdo con lo prescripto legalmente, la esfera de influencia instituída para eljuez
intenta ser superada por la Ley Orgánica de Tribunales de 1887.7 Esta no sólo muestra una de paz se refiere al ámbito del derecho civil y comercial, no quedando aj ena a su control la
complejización de las instancias sino también un incremento del funcionariado con el obj etivo instancia electoral en el caso de Rosario o Santa Fe o el desempeño de funciones policiales
explícito de acrecentar los niveles de eficiencia y celeridad en el tratamiento de demandas y defInidas en los reglamentos depolicíaurbana y rural.
pleitos. A la cabeza de la administración se coloca un Tribunal Superior de cinco miembros, De acuerdo con estos parámetros se diseña desde el Estado Provincial entre 1850-1860 la
residente en la Capital y conjurisdicción general en todo el territorio. Generando un verdadero justicia de paz como un espacio de interacción cotidiana considerado el garante primario de los
reordenanriento espacial, se crean dos Cámaras de Apelaciones, compuestas por tres miem­ derechos ciudadanos. Durante los primeros años la institucionalización de dichos jueces, si
bros cada una, con incumbencias en la la Circunscripción(la Capital) y en la 2a(Rosario). Tanto bien queda defInida desde el poderpolítico- particularmente desde el ej ecutivo- combina dos
el Tribunal Superior como las Cámaras son considerados como tribunales de segunda instan­ mecanismos de selección: el que deviene de la pertenencia o cercanía al grupo político que
cia (aunque en ciertas causas conocen originariamente) a los que se apela o bien por la grave­ controla la administración estatal yl o del grado de consenso que su designación logre en la
dad del caso en lo criminal o bien por la cuantía en materia civil y mercantil. Por debajo de estas comunidad para la que ha sido nombrado. En el primer caso, para algunos funcionarios este
instancias, se ubican los jueces del crimen, correccionales, civiles y comerciales distribuídos puede ser el primer peldaño en la etapa posterior a la sanción constitucional de un cursus
proporcionalmente en ambas circunscripciones. Estos jueces letrados de primera instancia honorum que permitirá luego al postulante acceder a funciones de mayores expectabilidad.
ante quienes se sustancian las causas ordinarias operan a su vez como nivel de apelación Para otros, uno de los tantos lugares que es necesario cubrir estratégicamente. Un caso para­
respecto a los jueces legos, los jueces de paz, frente a los cuales se tramitan aquellas civiles o digmático en este sentido eS,sin duda, el de Pascual Rosas quien en 1859 ocupa el cargo de
mercantiles de menor cuantía a las que se suman, merced a la reglanlentación de los Códigos Juez de Paz deller Cuartel en Rosario y dos años más tarde es electo gobernador 11. En el
de Policía Urbana y Rural y del Código Rural 8, funciones policiales. segundo, tanto la representación institucional que asume el juez de paz como su práctica
En una y otra coyuntura, para integrar los cuadros judiciales profesionales el Poder quedan sujetos a permanentes readaptaciones en función del grado de legitimidad que los
Ejecutivo, con el acuerdo del Legislativo, apela a letrados provinciales o extraprovinciales, actores otorgan a los mismos. En oportunidades, particularmente en los núcleos colonizados,
cuando no existen postulantes locales, manteniendo como principio la inamovilidad en el o bien los representantes de las empresas piden la designación de determinados funcionarios,
desempeño de las funciones mientras dure la buena conducta, 9 pres cripción a través de la que como es el caso de la designación en San Carlos de Juan Bautista León Tessiers Boisber­
se cuelan con frecuencia injerencias directas del primero 10. Tanto las formas de designación de trand(l2); o bien son los colonos los que promueven tanto los nombramientos como la remo­
los funcionarios como la pervivencia de ciertas condiciones de inestabilidad- ligadas en no ción de aquellos agentes que reputan impuestos y sordos a sus demandas, enajenando no
pocos casos a las recurrentes renuncias en los niveles inferiores- hacen propicia la emergencia pocas veces consensos previos. ¿Dónde se originan avales o cuestionamientos?
de unajusticia fuertemente dependiente de la facción de turno. Desde el comienzo existe en los grupos recién instalados lllla fuerte preocupación por el
En esta realidad, ¿ resta algún espacio que permita al ciudadano común dejar de ser un ente respeto al perfil étnico y a la libertad de conciencia 13. Es por ello que, haciendo uso de las
pasivo en la distribución de justicia? libertades de petición, de asociación y de opinión, suelen demandar la presencia de Jueces de
Paz o de Tenientes-Jueces que conozcan su lengua y no creen desequilibrios en la represen­
DeJa prescripción ala práctica: Jueces dePaz ¿ designados oelegidos? La coyuntura 1856-1872 tación cuando coexisten comunidades heterogéneas como en el caso de EsperaI'.za 14. Parale­
lamente defienden el derecho de practicar su credo religioso sin condicionamientos, ya sea en
Dentro del conjunto de instancias que involucra el poder judicial, esta institución debía el interior de las iglesias que construyen o en las escuelas orientadas a fortalecer los valores
convertirse teóricamente en un baluarte de la defensa no sólo de los derechos civiles sino culturales del grupo. La amenaza de actitudes intolerantes puede significar, en casos extremos,
también políticos por cuanto ofrece la posibilidad casi única de combinar dinámicamente la la retirada de los colonos. Un ejemplo claro en esta dirección se expresa en la nota que los
práctica de ambos. Desde la sanción de la Constitución de 1856 hasta la reforma de 1872 la colonos rusos envían en 1878 al gobernador por no establecerse en San Javier:

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Marta Bonaudo
Segundo semestre 1998 ,
El juez de paz, el cura y todas las autoridades de aquel punto se por destinarlos a la frontera o a un cuerpo de Unea.
oponían a que nos estableciamos(sic) más hariba (sic), alegando que ., .el Juez de Paz dispone a su albedrío de l~ suerte del ciudadano de
no pertenecemos al gremio católico ... 15 la campaña... 19

Más allá de la total veracidad de la argumentación, ya que parecieron pesar muy fuerte· . También esta discrecionalidad opera en lo que respecta a la .inviolabilidad del domicil'
' . d al '. lO ya
mente otro tipo de cuestiones(mala calidad de las tierras ofrecidas, presión de los franceses q~e alarbltri,O . e guno~ Jefes Pohtrcos, frecuentemente con la connivencia de los jueces del
por superposición en la instalación de ambas colonias,etc), ella está definiendo,sin duda, un cnmen (los urucos autonzados para ordenar allanamientos), comisarios y jueces de paz allanan
valor significativo para las decisiones de esas comunidades. Por consiguiente resulta cohe· casas con el pretexto de requisar annas en determinadas coyunturas criticas 20 o .invaden
rente el fuerte apoyo brindado desde los sectores protestantes de las colonias a los proyectos domicilios para presionar a sus habitantes.
secularizadores de la administración oroñista y los cuestionamientos a la orden jesuítica que En no po~s casos, lafi~a del juez se asocia a la de un verdadero depredador que atenta
culminan en el cencerrazo de 1869 en Esperanza Del mismo modo, y como contrapartida, la contra la propIedad de los cmdadanos. En otras circunstancias, aparece asociada a la de un
dura campaña de contestación generada por los grupos católicos coloniales en total co.inci· real distorsionador de la voluntad política en el espacio electoral.
dencia con las propuestas del obispado de Paraná y que amenazaron desembocar en un levan· En este sentido las crónicas periodísticas narran reiterativamente episodios de fraude
tamiento de diferentes áreas. generados por estos funcionarios:
Pero estos no son los únicos factores de peso en el momento de convalidar o rechazar a los
funcionarios judiciales. La prensa, que comienza a crecer y consolidarse en este período, se /refiriéndose a la elección de diputados de la provincia en 1854/
hace eco de verdaderas situaciones de indefensión del ciudadano frente a los jueces. En el ' ...los ciudadanos rodeamos con avidez la mesa para elegir los indivi­
marco delos derechos conculcados se destacan la recurrente violación de la libertad indivi· duos que debían componerla. Solo se esperaba la presencia del Juez de
dual- particularmente en las campañas- del donúcilio, de la propiedad y de la libertad de opinión Paz para proceder a este acto, cuando con sorpresa se vio ocupar la
vinculada a la práctica electoral. mesa a cuatro personas, cuyos títulos para tener este derecho, eran los
Los condicionamientos a la libertad de movimiento por parte de los jueces de paz se vincu· siguientes: el Juez de Paz había hecho citar privadamente a seis u ocho
lan fundamentahnente al ejercicio de ciertas funciones policiales que les asignan, conjunta­ personas en su oficina y allí los hizo ele jir(sic) a dos de el/as para
mente con los comisarios, el Reglamento de Policía de 1864 y el Código Rural de 1867. 16 Ellos componer la mesa, de las cuales, una era el mismo Jefe de Policía, las
les acuerdan tanto el control de la fuerza de trabajo en tránsito como de aquella incapaz de otras dos fueron nombradas por solo el Juez de Paz. A pesar de esta
demostrar su condición laboral o de enrolanúento 17 En oportunidades, suele sumarse a lo ilegalidad en la composición de la mesa, a las doce y media del día, es
precedente la posibilidad de retener a pobladores rurales con deudas o por incumplimiento de decir, horay media después de abierta la votación, el Juez de Paz, fue a
contrato 18, convirtiendo estas situaciones en figuras delictivas que abren el cantino para llevar la mesa para averiguar que candidatos habían obtenido mayor número
adelante integraciones compulsivas en la esfera laboral estatal o privada (servicio de annas, de sufragios, y aperciviéndose(sic) que los suyos no eran aceptados por
trabajos públicos, colonias de frontera, f~ación en la colonia de origen, etc) el pueblo levantó la mesa en el acto. Simultáneamente con la mesa que
Analizando el grado de discrecionalidad que priva en el mundo rural a este respecto, La estaba en el atrio del templo, el Juez de Paz había organizado otra mesa
Capital publica un editorial en 1870 sobre el problema de las garantías constitucionales: en el interior de su oficina, compuesta de personas, que como las ante­
riores, no habían sido electos escntladores los que funcionaron hasta
Echemos ahora una mirada sobre el habitante de la campaña.Para las cinco de la tarde, recogiéndo ilegalmente yen medio del misterio
estos las garantías son una quimera. Estos víctimas de los comisarios, de sufragios de ningun modo legítimos... 21
los Jueces de Paz, de los tenientes alcaldes, y porfin del último bandido
que ha logrado prenderse el sable de vijilante(sic) de partida. Bl.oqu~o en la capacidad de emitir el sufragio, distorsión de padrones y escrutinios, son
Hé ahí todos los tutores que los gobiernos nombran para el pobre expenencI~ fre~uentes ~n ci~d~des y pueblos de las que participan tanto los jueces impues­
pastor o labrador. ?
tos por los mo~~stas s~tuaClomstas como por los liberales oroñistas. En toda esta etapa, una
Una respuesta poco atenta dada a un Juez de Paz por uno de nues­ ~m~r~ente op~on publica denuncia los actos violatorios a través de petitorios, demandas
tros hombres de campaña cuando a este se le cita para una elección o JUdiCIales, solICItadas ante los poderes públicos pero también en los distintos periódicos.
para servicios de patrulla,es una sentencia de persecución, que acaba Algunas respuestas parciales sumariando, sancionando o exhonerando a los malos jueces

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s~~~ume~~1~8 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

no reducen los crecientes niveles de descontento en las diferentes comunidades, donde se va Resulta, fmalmente claro para él que allí reside el meollo de cualquier política destinada a
creando un clima propicio a la reformulación de las condiciones de designación de los miem· consolidarla y no en meras reformas electorales:
bros de la justicia de paz. .. .Pero la extensión o restricción del sufragio, la representación de
todos o de la mayoría consignada en la Constitución, sin que estos
Garantizar los derechos civiles con el ejercicio de los derechos políticos: la Justicia de paz principios tei1gan por base las garantías que hemos señalado, será Com­
electiva (1872-1890) pletamente ilusoria. Si el Juez de Paz, que preside la mesa, en el acto de
la elección,si las comisiones inscritoras que reciben los nombres de los
La experiencia de esos años convalida 10 que también las voces de ciertos publicistas y ciudadanos y extienden la boleta que los habilita a sufragar guardán­
gobernantes, fuertemente imbuídos del ideario liberal, plantean: la necesidad de otra salida dosela en el bolsillo para darla a sus amigos y partidarios, han de con­
institucional para la justicia de paz. Entre estos últimos destaca, sin duda, la figura de Nicasio tinuar nombrándose por el gobierno, no sólo será inútil que se establez­
Oroño. Posiblemente el duro tránsito por los espacios de poder provincial y la no menos ca la elección a dos grados, sino la misma elección directa, porque en
conflictiva exclusión de los mismos en 1868, le mostraron directamente y con claridad las uno y otro caso dependerá el resultado de los Jueces de Paz y del número
descarnadas consecuencias de un manejo arbitrario de las normas y los funcionarios judicia· de boletas escamoteadas. Mentras que la elección no sea hecha direc­
les, potenciando en él una visión de la sociedad en la que la justicia aparece como valor tamente por el pueblo y por él nombrados los Jueces de Paz que han de
fundante.Así, al proponer desde el Senado de la Nación las bases de una verdadera organiza· presidirla, todas cuantas reformas se hagan no pasarán de ser más que
ción del país o los modos de afrontar las cuestiones sociales alerta, por una parte, sobre la promesas halagüeñas que nunca hemos de ver realizadas... 25
prevalencia de los criterios de autoridad: Las propuestas de Oroño tienen en la realidad provincial su momento de concreción.
Lasrefonnas constitucionales de 1872 y 1883 incluyen en el capítulo del Poder Municipal,
... Como si el respeto merecido por la virtud y el méri to se infundiera la elección anual en cada circunscripción de los Jueces de Paz y Tenientes-Jueces. Al quedar
como el miedo a los niños, la gente llamada a gobernar, los conservado­ inscripta dicha elección en las bases organizativas de los municipios se rige por pautas comu­
res del orden y del principio de autoridad, disfrazaban de cucus a los nes a la de municipales. De acuerdo con el texto del '72, participan en la lid electoral los vecinos
jueces para que les impusieran e impresionaran a ese pobre menor de (entre los que quedan comprendidos los extranj eros) que tributan al fisco provincial o munici­
edad que se llama pueblo ... 22 pal, condición que ni en el mundo de las colonias ni en las ciudades parece vivrrse como un real
filtro para acceder a la arena política. Este hecho y el f~ar la conformación de municipios en toda
Por otra, destaca la fuerte articulación que existe entre el goce de las libertades asignadas población de 1500 habitantes abre un espacio significativo para el desarrollo tanto de la auto­
constitucionalmente a los ciudadanos y su control de la justicia: nollÚa municipal como de la justicia de paz.26 De este modo, las ciudades de Santa Fe y Rosario,
los centros coloniales de San Carlos, Esperanza, Jesús Maria y los pueblos de San Lorenzo y
... Sin eljurado, donde la libertad individual pueda reclamar la efec­ COTOnda quedan habilitados para poner en marcha la experiencia. Sin embargo, el estado
tividad de sus garantías, el Estado no es más que una utopía tiránica, y provincial que desde el principio- más allá del discurso de sus gobernantes- comienza a asociar
los derechos particulares estarán siempre a merced de los abusos del estas circunscripciones con focos de cuestionamiento, intenta recortar rápidamente tal grado
poder y de las vejatorias imposiciones de los gobernantes, que no te­ de autonomía. .
niendo verdaderas responsabilidades se dejan llevar de su caprichosa Pese a las escasas referencias electorales con que contamos hasta el presente es posible
voluntad. .. 23 señalar algunas características básicas de este proceso.
En primer lugar, cabe destacar que las elecciones tanto de municipales como de jueces de
Entercerlugar, ratificasu convicción de quelapráctica de las instituciones hace a la democracia: paz se realizan con la periodicidad prevista. Sin embargo, la fonnalidad comicial no resulta de
por sí una garantía de cambio.
... La parte que los ciudadanos pueden tomar como jurados, en la Esto se observa en un segundo plano cuando se analizan tanto las características del acto
administración de la justicia, no solo es una escuela práctica que a electoral como los candidatos. En el ámbito de ciudades como las de Santa Fe o Rosario y en
todos enseña y aprovecha, sino que es la única ocasión que tiene la pueblos como San Lorenzo o Coronda éste no puede escapar de los intentos de cooptación
masa de la población de mezclarse en los negocios generales de la co­ promovidos por el situacionismo. Los cómputos fmales muestran la primacía del voto canóni­
munidad y de tomar participación en la política general del país... 14 co y unánime para la imposición de candidatos ajueces afmes a dicha facción, ya porque los

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mismos son impuestos desde el staffcapitalino, ya porque forman parte de grupos socialmente detectar que sólo tillO de los postulantes, José Esser-cabeza del segundo-, alcanzó un monto
representativos de cada mUIÚcipio y se integran operativamente a la trama clientelar del parti­ de votos similar, resultando los restantes impuestos exclusivamente por el aval de los libera­
do. 27 les. 3) Ello podría ser indicativo, para el momento, de un hipotético acuerdo de distribución de
En San Carlos y, particularmente en Esperanza, estos condicionamientos externos suelen espacios de poder entre ambos grupos, difícil de reiterar hacia el futuro .
no resultar operativos. En estos núcleos, que tienen una tradición electoral de por los menos Los casos de estas dos colonias no representan, sin embargo, la evolución del mundo nrral
una década al momento de la sanción de la ley de 1872, con una fuerte preeminencia de en este periodo por cuanto la mayoría de los pueblos queda bajo el control de autoridades
pobladores inmigrantes, no sólo el manejo comicial no es nuevo-la novedad residiría en todo designadas desde la capital santafesina. Esto permite eh'Plicar los innumerables petitorios
caso en el hecho de legitimar una práctica recurrente en el plano judicial - sino que aparece dirigidos al Ministro de Gobierno cDntra los jueces de turno, los SUlT'úITÍos que jalonan los
como uno de los tantos compromisos de los miembros activos de la comUIÚdad para garantizar eh-pedientes civiles marcando abusos constantes o violaciones de derechos y también los
el logro de obj etivos de bien común. Ello no quita que al participar en las elecciones parajueces asaltos a juzgados ya con el objetivo de deponer aljuez, ya para liberar compañeros presos
de paz en esta etapa, queden exentos de enfrentar mecanismos facciosos. Estos se generan a injustamente o sometidos a castigos brutales. 32
partir de verdaderos procesos de elitización que viven tales comunidades y del peso, en su También el diagnóstico de primacía de la injusticia y de la impunidad que expresan ciertos
interior, de fuertes clivajes étnicos o religiosos. El caso más llamativo es ,sin duda, el de editoriales de diarios étnicos de notable predicamento en la región como La Plata Zeitung o de
Esperanza. Allí, católicos y protestantes gestan en las décadas de los setenta y los ochenta aquellos ubicados en la década del 80 en el arco opositor como La Capital 33.
dos partidos opositores- el liberal progresista(protestante) y el católico- que no dudan en La reforma de 1883, si bien continúa convalidando el sistema de justicia de paz electiva, se
apelar al fraude tanto en las instancias pre-electorales (confección de registros en casas parti­ dIbuja como un nuevo retaceo a la participación de los ciudadanos al elevar la base demográfi­
culares, empadronamiento en días de semana con la consecuente dificultad de concurrencia ca para acceder a la calidad de municipio a 5000 habitantes, dejando al resto de las pobla­
por parte de los colonos, incorporación como electores de individuos que no reunen las ciones en manos de las Comisiones de Progreso Local derivadas del Ejecutivo provincial.
condiciones legales, exclusión lisa y llana de opositores,etc) como electorales 28. No pocas Dicha reforma se inscribe en un clima de ideas muy particular. Ella se despliega en momen­
veces esta operatoria se recuesta en el aval explícito o implícito de las facciones provinciales en tos en que crece la tensión generada por los proyectos secularizadores del roquismo y
virtud de afInidades y alianzas. Así mientras los católicos - claramente apoyados por el párroco comienza a esbozarse, tanto desde los estados nacional y provincial como desde algunas
jesuita Auweiler- establecen fuertes vínculos con el situacionismo 29, los liberales progresistas vertientes de opinión, 1ma cierta preocupación por la identidad ciudadana de esos extran­
hacen lo propio con los partidarios de Cullen y Oroño. jeros que se muestran remisos a naturalizarse. El tono laudatorio de otras épocas a esos
Pocos meses antes de la aprobación de la ley Orgánica de Municipalidades, los primeros civilizadores comienza a ser sustituído por la prevención. Mientras El Independiente,
elevan un petitorio al gobierno provincial pidiendo se defma el período de gobierno del juez desde la vertiente oficlalista, reproduce la preocupación sarmientina de una nación sin
Guillenno Lehmann, el dirigente liberal, ya que en el desempeño de sus fimciones a lo largo de nacionales, La Capital - vinculada por entonces al partido Constitucional- aboga por la
cuatro años ha cometido abusos notorios contra la población30 • Lehmann aparece en esta ampliación de los derechos de los habitantes en el plano civil y en la dimensión política,
etapano sólo como una figura paradigmática en Esperanza sino con un alto grado de injerencia tratando de borrar la cesura entre ciudadfulÍa y extranj eridad. Son justamente estos extran­
en la vida de las colonias vecinas, situación que se profundizará en los años subsiguientes, a j ero s los que encabezan la resistencia esp eciahnente en Esp eranza y Jesús María, son sus
medida que con su empresa colonizadora avance hacia el oeste y el norte. Habiendo alcanzado voces las que más fuertemente apoyan desde el Rosario. La presión ejercida por las
un real consenso de la comUIÚdad en los primeros años, luego de su breve desempeño como poblaciones, las gestiones de la dirigencia liberal ante el poder nacional y la mediación de
escribano, la presencia de este colono enriquecido se toma paulatinamente conflictiva tanto Roca obligan al gobierno en enero de 1884 a modificar su decisión ratificando la posibili­
para ésta como para el situacionismo gobernante. Si bien las tensiones se agudizan en cada dad electoral para Esperanza, Coronda, San Lorenzo, Jesús María, San Carlos y San Jeró­
coyuntura de recambio de los funcionarios munidpales y judiciales, reavivando los cuestiona­ nimo además de las ciudades de Rosario y Santa Fe. La coyuntura muestra una vez más la
mientos, no desaparece, sin embargo, la posibilidad de alcanzar ciertos acuerdos de goberna­ precisa instrumentación que los grupos afectados realizan de sus derechos de reunión, de
bilidad Un ej emplo de ello lo proporciona la elección de 1878 parajuez de paz. De acuerdo con movilización, de petición para garantizar en esta instancia aquellas libertades políticas que
las afIrmaciones de El colono del oeste, el periódico de los liberales esperancinos, el partido no reputan esenciales a la defensa de otras.
tenía candidatos a la vista y no veía con malos ojos las propuestas opositoras de Amadeo La experiencia, sin embargo, se trunca en los 90. La nueva reforma constitucional no sólo
Aufranc, Luis Taberning y Luis Maret Consecuencia de ello el primero y el tercero se imponen quita a los extranjeros el derecho al voto sino también la posibilidad de contar conjueces de
como juez y teniente-juez con 421 y 414 votos respectivamente. Si se comparan estas cifras paz electos. La reacción no se hace esperar, más aún cuando unos meses después impacta
con los resultados para elegir a los miembros del Concejo Deliberante y el Ej ocutor uno puede sobre el mundo de las colonias una nueva carga impositiva, el impuesto a los cereales, que

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Avances del CESOR-Año] N°] Marta Bonaudo
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muchos tildan de inconstitucional. (3 4) Pero ahora ya no se apela exclusivamente a los meca­ La tensión aumenta con los levantamientos radicales de julio y setiembre del 93. En su
nismos anteriores. Los acontecimientos del 90 y 91 marcan indudablemente un momento de Manifiesto al pueblo del 30 de julio, la UCR reitera su convicción que cualquier modificación
inflexión. Por una parte, por cuanto comienza a discutirse - no tanto en Rosario o la capital pero con respecto a la justicia devendrá de la concreción deun sufragio libre:
sí en el mundo rural- la cuestión de la naturalización. Con ello se abre el camino para debatir
sobre·la plenitud de un rol ciudadano ya que se estaría en presencia de individuos portadores ...La supresión del voto libre ha constituÍdo a sus poderes Ejecutivo
no sólo de derechos civiles sino también políticos .. Esto explic~ en segundo lugar, porqué en y Legislativo en meras usurpaciones de hecho, que funcionan y mantie­
las ciudades y la campaña los grupos explicitan sus demandas tanto a través de las vías nen en abierta contradicción con las prescripciones pertinentes de las
tradicionales como de dos estructuras organizativas incipientes que pretenden convertirse en constituciones de la Provincia y de la Nación. El Poder Judicial surgido
instancias de representación de alcance nacional: la Unión Cívica(UC) y el Centro Político de de ambos participa de igual carácter. Estos poderes han gobernado la
Extranjeros(CPE) 35. Provincia en tal forma que la notoriedad de sus atentados contra la
Con la consigna del sufragio libre y la restitución del voto al extranj ero en los municipios, libertad y la propiedad de los ciudadanos ha asumido proporciones
/. 39
ambas agrupaciones defienden la existencia de una justicia autónoma y en manos de los umcas...
ciudadanos cuando de los espacios locales se trata.
El vocero del CPE en Esperanz~ La Unión, editado por uno de sus mayores referentes en El ejercicio del derecho a votar sin condicionamientos es levantado por el partido como la
las colonias, Stein, insiste sobre la necesidad y beneficios de la recuperación de una justicia de herramienta básica para garantizar las libertades ciudadanas. ¿Es ésta la percepción que tienen
paz electiva: del problema esos vecinos y contribuyentes que participan de lasjornadas revolucionarias? La
] 0••• (porque) ella sería administrada por personas de reconocida
respuesta no puede ser U1ÚVOca más allá de que compartan en general la necesidad de contro­
honorabilidad y competencia lar esos espacios de poder que son el municipio o lajusticia de paz. A estos ahora ciudadanos
2° Porque siendo empleos que el pueblo pagaría bien y directamente pasivos no les será fácil saldar la disociación que a 10 largo de varias décadas han hecho de su
la marcha de tales instituciones no estaría entorpecida ni viciada como identidad como suj etos exclusivamente portadores de derechos civiles y la práctica política en
lo está hoy por lo precario de los sueldos que se pagan a dichos funcio­ clave ciudadana. Pero, por otra parte, muchos parecen estar contestes de que necesitan recu­
narios y la costumbre inveterada de transformarse estos en agentes elec­ perar la herramienta de un voto sin condicionamientos para proteger sus otras libertades y, en
torales con flagrante contravención de las leyes... 36 consecuenci~ se involucran en el proyecto revolucionario de la UeR. En el proceso que se
abre luego del fracaso de setiembre de 1893 cada comunidad, con desiguales posibilidades de
Paralelamente a la elaboración de petitorios o a la realización de meetings y movilizaciones éxito, avanzará en esta dirección, levantando entre sus consignas básicas las de sufragio libre,
de protesta, los miembros del CPE estimulan el desarrollo de ciclos de conferencias destinados voto municipal y justicia de paz electiva 40
a clarificar en la masa extranjera el tipo de deberes y derechos civiles que la constitución les
asigna a [m de ilustrar y formar la conciencia pública37. Cuando la opinión es delito. La libertad de prensa y el juicio porjurados.
Entre 1891 y 1893 la situación se torna altamente critica en Santa Fe. Al ejerciciopací:fico de
derechos civiles con el obj etivo de lograr la restitución del voto y de la justicia de paz electiva El proceso precedente contó para su desarrollo, particularmente en las tres últimas déca­
así como la supresión del impuesto a los cereales, suceden acciones violentas contra jueces y das con el significativo apoyo de cierta prensa étnic~ nacional o provincial. Esta introduj o en
otros funcionarios provinciales (formación de piquetes, importante concentración de arma­ el espacio público - a través de editoriales o notas informativas- tanto los problemas que
mentos, asalto a juzgados, ataques a recaudadores, etc) que generan respuestas represivas del afe~aban a estos sectores de la población como sus apelaciones al estado. Es por eso que
estado. Sin embargo, también desde los espacios de poder se levantan algunas voces que conSIderamos que la cuestión de la libertad de opinión expresada por este medio ameritaba un
apelan a otro tipo de salida Entre ellas la del gobernador Cafferattaquien en sus mensajes ala ~atamiento particular ya que, por otra parte, ella constituye el pivote a partir del cual se
Legislatura de 1892 y 1893 aboga parla supresión de los roles policiales en el caso delosjueces rncorpora a la juridicidad santafesina eljuicio por jurados.
de paz y su elección y dependencia de la esfera municipal. Esto es compartido por ciertos jefes . D~s~e muy temprano, entre los cincuenta y los sesenta, se instalan en Sa..~ta Fe empresas
políticos que, como el del departamento Castellanos, señalan que gran parte del desprestigio penodísucas que en su mayoría establecen vínculos directos o indirectos con el poder confe­
de la justicia de paz provincial deviene del exceso de atribuciones, la concentración de deral (La Confederación) o los grupos facciosos que pugnan por controlar el estado
.funciones, la falta de medios y su estrecha vinculación a un poder político altamente cuestio­ ~ro~cial. (El Trueno, El Ferrocarril, El Rosario, etc), situación que de manera alguna garan­
nado. 38 • Pero nada se avanza al respecto. tiza rn la continuidad del emprendimiento ni verdaderos niveles de protección para los editores.

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Avanees del CESOR - Año 1 }¡o1 Marta Bonaudo
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Un caso paradigmático en este sentido es el de Federico de la Barra, editordeLa Confe­ hasta mí, puesto que en el tratado del 20 de diciembre no ha podido entrar
deración. Elperiódico, creado en 1854, logra un importante predicamento sobre una opinión en cuenta el examen de conciencia del hombre y de sus simpatías políti-·
pública que en esta etapa parece estar confonnada por las cabezas visibles de las familias caso Setrata en él, de hechos consumados o de connivencia en ellos, y no
tradicionales de la realidad santafesina y miembros de lli~a burguesía rosarina en ascenso de hay ley que condene entre dudas, ni poder tampoco superior a los princi­
origen extranjero. Desde sus páginas, de la Barra plantea una clara defensa de los principios pios de inviolabilidad consignados en nuestra Carta ... "46
constitucionales que encuadran el orden social pos Caseros, a la que sucede un explícito aval
a las autoridades que los hicieron posible. Al mismo tiempo convoca a los hombres de inteli­ En su demanda no está solo. Ese sector de la opinión pública al que ha pretendido repTe­
gencia a sumarse y contribuir con sus talentos al desarrollo del proyecto.41. Sin embargo, su sentarpeticiona en su nombre argumentando que como publicista abogó permanentemente
desempeño en la empresa no resulta fácil. El derecho de información y de opinión no escapa ni por los intereses bien entendidos del país. A las voces de los Freyrc) Echague, Virasoro, se
a la reaparición de mecanismos de censura ni a cierta peIVivencia de la razón de Estado. ¿Qué surrum las de los extr'at-u eros notables del Rosario (Lejarza, Fillol, Rusiñol, Dale) Puccio, Caffe­
informaciones o comentarios causan tanto revuelo entre los funcionarios? ratta, Castagnino, Bustinza,etc) e incluso las de las Damas de Beneficencia. 47 • La presión
El editor enfrenta en esos años dos tipos de acusaciones. Por una parte, por opinar sobre ejercida sobre Derqui da sus resultados. Con el argumento de la no instalación hasta el momen­
el inadecuado funcionamiento de algunas reparticiones gubernamentales (Aduana, Tribunal to de la Suprema Corte de Justicia ante quien corresponde el conocimiento y decisión sobre
de Comercio). Los casos permiten analizar en esta dirección tanto la protección que el periódi­ este tipo de causa se le permite retornar al Rosario 48.
co hace de sus informantes como las falencias de una administración de justicia que no ha El caso de la Barra, más allá delproblemade legitimidad de los reclamos, muestra las marcas
terminado de orgmlizar y reglamentar sus espacios. En la primera de la cuestiones de la Barra de lapuja facciosa que enfrenta a los miembros de la élite.Y no aparece en estas décadas como
hace una defensa explícita de sus derechos: el único resonante ante la opinión pública.
Envuelto en el clima de discusión de laley delmatrimonio civil se plantean en octubre de 1867
... La misión del Editor de un diario le impone deberes de que no el sumario y la prisión de Bayo y Carrasco, dos miembros claves del situacionismo. El segundo
debe prescindir con ligereza, y antes de alzar el velo de la confianza está acusado de haber reimpreso la protesta del Obispo de Paraná considerada subversiva por
depositada en él, ha debido saber si positivamente la acusación merece el gobierno de Oroño por cuanto manda a los católicos que desobedezcan una ley 49. El
juicio 42 primero como promotor de la impresión. En el sumario, el argumento de Carrasco en su defensa
reside en primer lugar, en que sólo considera haber ejercido una industria libre y lícita,
A su vez, apelando a esas carencias y en relación con el segundo problema, es que el autorizada y garantida por la Constitución, y, en segundo lugar, que no existen fundamentos
periodista fundamenta su derecho a ser juzgado por las Leyes Españolas- que deben suplir la parajuzgar como subversiva tal protesta. En el caso de existir, cualquier responsabilidad debe­
ausencia de tribunales y leyes especiales- y quedar sometido a sujuez natural que está en el ría recaer sobre el redactor y no sobre quien la publica. Habiendo confmnado que la edición no
fuero civil ordinario del departamento 43. ha circulado y, por ende, no se ha infringido el decreto del gobierno, se los sobresee defmitiva­
Otro tipo de cuestionamientos deviene o bien de la publicación de escritos considerados mente. Ante la opinión ambos expresan hab er experimentado lliia verdadera conculcación de
subversivos como la proclama del General Juan Pablo López en 1856 44 , o bien de haberse sus derechos:
convertido en supuesto apologista del delito en circunstancias de la frustrada invasión de
1854 a Buenos Aires. Luego del fallido intento de grupos provenientes de la Confederación, el ...No creíamos se repitiesen jamás, y menos en este siglo, las persecu­
gobierno confederal fIrma un tratado con el estado de Buenos Aires que, en su artículo 2°, ciones que ejercieron los protestantes con los católicos de Irlanda ...Pero
obliga a retirar del territorio de la provincia de Santa Fea todo militar o civil que haya «tomado de esto resulta que una Ley dictada para beneficio de la sociedad yen
una parte activa en exitar(sic) o preparar dicha invasión" 45. El gobierno de Culle~ conside­ pro dé la libertad de cultos disidentes ha venido a perjudicarnos perso­
rando que de la Barra ha caído en los efectos del3-rticu1o, lo conmina a salir de la provincia y se nalmente ya atacar una religión en provecho de otras que no lo han
le dan tres días para retirar su pasaporte. Ante la situación, el editor apela al respeto de sus solicitado... Probado, pues, la sin raz6n del proceder empleado con
derechos ciudadanos: nosotros, quién nos resarce el mal rato, la prisión, el disgusto de nues­
tras familias, y lo que es más que todo, la libertad individual y los
...antes de recabar de lajusticia de mi Patria, la reivindicación de mis derechos del ciudadano hollados? 50
derechos de ciudadano, debo protestar señor Gefe Político, como decidi­
damente protesto, contra la medida que arbitrariamente se hace estensiva La libertad de conciencia como la libertad de opinión quedan atrapadas en ambos momen­

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A vanees del CESOR - Año 1 N° 1 lvfarta Bonaudo
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tos en cuestiones de estado y la fragilidad de la trama judicialno ofrece las suficientes garantías. /considerando que no se han atrevido a constituir el Jurado sobre su base propia, la
Ya hacia fmes de los sesenta esos sectores que representan la opinión pública verán elección popular/ .. yo interrogo a vuestra sabiduría, a vuestra previsión y patriotismo si no
concretarse, alIado de los periódicos facciosos, otras expresiones periodísticas que pretenden sería másprudente, más lógico y conveniente entregar a lajurisdicción ordinaria del crimen
expresar una opinión independiente. Un ejemplo de ellos es, sin duda, La Capital. A esta se el conocimiento y decisión de las causas sobre delitos de imprenta, ya que no sea posible
suma, particulannente en los setenta, un conjunto de publicaciones étnicas ( El colono del establecer el Jurado sobre su base natural, ni dar a sus funciones la estension(sic) que le
Oeste, El Serrucho,La Unión, etc) que dan cuenta de una ampliación del espacio de la publici. señala la naturaleza misma de esta institución.
dad introduciendo como atentos lectores a esos hombres nuevos que están incorporándose­ Yo debo en esta ocasion esplicarme sin reservas, y manifestaros que me siento fuerte­
paulatinamente al suelo santafesino. La presencia de nuevos actores, el fortalecimiento de SUs mente inclinado a creer que debemos proceder de esta suerte. Tenemos para ello el ejemplo
demandas para consolidar la práctica de sus libertades, deben incidir en la revitalización de la de otros pueblos mas civilizados; tenemos en favor de nuestra opinion los precedentes de
discusión deljuicio por jurados. nuestra legislacion y de nuestra jurisprudencia práctica anterior acerca del famoso
Desde el punto de vista legal todo delito de imprenta queda vinculado a este tipo de libelo', tenemo~ tamb~én la razón jurídica: la libertad de la prensa no es mas ni menos sagra­
procedimiento judicial. Este, sin duda, producto del impacto de la tradición anglosajona sobre da qu~ cualquzera orrajllO m.erece de nuestra parte mas respetos o consideraciones que la
constitucionalistas, publicistas y funcionarios, está retrasado en su implementación. Recién segundad personal, la propzedad y demas derechos importantísimos del individuo cuya
en octubre de 1876, al sancionarse la ley de Imprenta, comienza a darse curso al mismo. La lesion puede ser perseguida por una accion criminal: yen tal concepto, no encuen;'o sino
nueva ley, que da cabida discursivamente a un amplio expectro de posibilidades en el campo de las preocupaciones formadas acerca de aquella, que autorizen la escepcion establecida por
la opinión (libertad para emitir juicios sobre ciencia, religión, costumbres, gestión del fimcio­ eljusgamiento(sic) de los delitos de imprenta.
nariado- haciéndose especial referencia en este caso a la posibilidad de denunciar crímenes, Creo pues, o que debemos entregar al Jurado el conocimiento de todas aquellas causas
delitos, excesos-), deja, sin embargo, una brecha significativa por donde puede colarse la de que debe conocer, segun la naturaleza e índole de esta institución, si es que la razón
censura. Esto sucederá, sin duda, a partir de lo que se caracteriza genéricamente como delitos pública ha alcanzado un suficiente grado de desarrollo para ello, lo que no me atrevería a
de imprenta. Se hallan en esa condición las publicaciones que contengan una producción afirmar; o que debemos en caso contrario, retirarle el conocimiento de las causas sobre
subversiva o sediciosa, obscena o inmoral, calumniosa o injuriosa. 5/. Al definir en este con· delitos de impren ta, y devolver estas alajurisdiccion ordinaria del crímen, lo que meparece
texto cada uno de esos conceptos, si bien se parte de criterios amplios excepto cuando se hace mas seguro y provechoso en todo sentido, tanto para la buena administración de justicia en
una defensa explícita y excluyente del culto católico,52, se dej a un amplio margen para interpre­ esta materia, como para el prestigio mismo de la institucion del Jurado en lo venidero 55
taciones arbitrarias. Paralelamente prescribe no sólo eljuzgamiento de los abusos de libertad
en un juicio de jurados sino la imposibilidad de ej ercer clausuras o suspensión de publicacio­ . Clarame~te, Bayo está advirtiendo a sus pares sobre el riesgo que se corre con la poten­
nes sin orden de la autoridad competente 53. Desde el inicio, la normativa viola los fimdamentos CIal emergencIa de un espacio jurídico independiente dirimiendo nada menos que sobre la
filosóficos y políticos que sustentan la justicia por jurados ya que establece su conformación hoertad de opinión y se muestra obviamente decidido a recuperar el control del mismo some­
a través del Superior Tribunal de Justicia omitiendo la instancia electoral por parte de los tiéndolo a rnmjusticia del crimen potencialmente manejable. De hecho, es lo que en la realidad
ciudadanos. 54 va a suceder ya que la ley de 1882, destinada a fonnalizar la designación y la práctica para cada
Indudablemente, está presente aquí la impronta de un situacionismo que vuelve a reafinnar circunscrip ción judicial, queda como letra muerta 56. En los conflictos de la década del 90 los
y reafinnarse desde una visión ciudadana constantemente en colisión con los criterios de jueces del crimen -cuando no losjefes politicos- utilizarán discrecionalmente lanonnativa ~ara
equidad y pluralismo. Desde las esferas gubernamentales, el argumento más frecuente para acallar los cuestionamientos de una opinión pública viabilizados desde periódicos o sueltos.
poner en cuestión la aplicabilidad deljuicio por jurados gira en torno algrado de ilustración La no clara e~:plicitación del editor o responsable es la vía para colocar a alguna de esas
y de adelanto en la razón pública, o el grado de madurez para entregar al pueblo la adminis­ empresas en la clandestinidad; el tono de los escritos o la envergadura de las denuncias abre
tración de la justicia. rápidamente las puertas al planteo de la subversión. 57 Editores y periodistas soportan entre el
Aunque la constitución no preve hacer extensiva esta práctica al conjunto de las causas 90 y el 93 acusaciones y prisión. En esas instancias, aquellos ciudadanos, vecinos, contribu­
sino fundamentalmente al delito de imprenta, ella aparece de por sí peligrosa a los ojos de yentes que encontraron en esa prensa un receptor claro de sus demandas y un mediador en el
algunos gobernantes. Peligro por la libertad de opinión, peligro por quienes juzgan a los que espacio.público, no reducirán su defensa del derecho de opinar a petitorios o 2Jegatos. El
opinan. escenano de la protesta se construirá nuevamente en la plaza o en la calle. Y la cultura de la
Dirigiéndose a la Legislatura provincial en 1877, Servando Bayo hace un análisis descarna­ presión que se fortalece en esos años producirá el efecto buscado: la liberación de quienes
do de la situación y muestra claramente sus objeciones ante el avance de esta institución: escriben y hablan en su nombre.

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Avances del CESOR - Año 1 }¡o1

Segundo semestre 1998 ,


AJarta Bonaudo

* * * 13.Bonaudo, Cragnolino, SonzogniDiscusión en tomo a la parlicipación política de los colonos santa­


fesinos, Esperanza y San Carlos. (1856-1884) en Estudios Migratorios Latinoamericanos Buenos
Al intentar un balance inicial de este proceso, debemos resaltar los fuertes condiciona· Aires, Cemla, N° 9, 1988,pág. 308-309 '
mientos que seplantean en esta realidad para la participación electoral plena de los ciudadanos 14. Ibidem. Ver Pedro Grenon,La ciudad de Esperanza, Córdoba, 1939.
15. Archivo de GQbiemo, Tomo 60, foso 365 y ss, 23/2/1878
en la esfera de la justicia. Los escasos núcleos que escapan a las estrategias de cooptación de
16. Reglamento..., op. cit., págs20 y 43; Codigo RuraL, op. cit.,pág. 44
las facciones no logran compensar ni defender dicha práctica ante los intentos de oclusión 17. La Capital, 2/3/1868
planteados por las diferentes administraciones en tre 1883 y 1893. Mientras un grupo reducido 18. Justicia de Paz, Expediente 00029,1°12/1865
de jueces electos por el sufragio popular resiste dificultosamente los embates estatales, una 19. La Capital, 10/4/1870
gran mayoría termina dirimiendo no sólo quien tiene derecho a tener derechos sino también 20. La Capital, 22/2/1868
produciendo una verdadera inversión de la representación política al condicionar al ciudadano 21. La Confederación, 31/5/1854
en su poder de elección. A partir del fuerte control que ejercen sobre los distintos momentos 22. Nicasio Oroño, Escritos y discursos, Buenos Aires, La Facultad, 1920,pág.130
electorales se convierten realmente, en esos espacios locales, en los verdaderos electores que 23. Ibidem, pág. 131
24. Ibidem,pág. 24
garantizan a la facción de turno el control del sistema.
25. Ibidem, pág. 132
Por otra parte, las experiencias muestran que si bien no existe una conciencia clara de
26. Amado Roselli(comp).Leyes Orgánicas Municipales.,Rosario, 1939.
todas y cada una de las libertades que les han sido asignadas por las cláusulas constituciona·
27. La práctica recurrente es distribuir a los hombres deprimera o segunda línea de la ciudad capital en
les en lo civil y lo político, crece la sensación de injusticia ante las recurrentes violaciones. En los lugares estratégicos ocluyendo otras candidaturas. 1::>

el interior de esa vida cotidiana el primer impacto se percibe cuando la arbitrariedad y discre· 28. El Colono del Oeste, 10/5/1879;8/11/1879; 3/11/1881; El Serrucho, 811 1/1879.
cionalidad del juez atenta contra esas libertades básicas de funcionamiento diario. Pero es 29. José Grenon, op. cit. págs 254 y ss.
justamente en la búsqueda de vías que canalicen esa necesidad de afmnar su identidad indivi· 30. Archivo de GQbiemo, 1871, Tomo 36, fU 1778.
dual y sus condiciones materiales, que estos actores irán construyendo su propia identidad 31. El Serrucho, 8/11/1879.
ciudadana. Una identidad que los va a conducir a un replanteo no sólo de las perspectivas de 32. Archivo de GQbiemo, Tomo 99, Sumarios,9/4/1878; Tomo 58, 8/11/1878; Tomo 60,6/9/1878; Tomo
cómo ver la política sino también de cómo hacer política. 63,26/1/1881; Tomo 99,19/1 0/1882. .
33. El Mensajero, 15n/1883.

~4. Como lo hem~,s señalado en otro momento, el problema de la fiscalidad- tanto en lo que respecta a los

tipos de p~c~p~I~n como al.destino que se le da a la misma- se convertirá paultainamente en ej e de

protesta e illcldira en la creCIente preocupación por no quedar excluídos de los espacios de toma de

NOTAS decisión.
35. Marta.Bonaudo* Elida Sonzogni. Redes parentales y facciones en la política santafesina.en Siglo
1. José Mtnilo de Carvalho.Desenvolvimiento deJa ciudadania en Brasil, México, FCE,1995,pág. 10 XIX. ReVIsta de Historia, México, 1992, N° n.
2. JohnRawls. El liberalismo político., Barcelona, Crítica, 1996,pág.334 y 346 36. La Unión, 8/11/1891
3. Natalio Botana. Las transformaciones del credo constitucional., en Annino, Castro Leiva, 37. La Unión, 24/1/1892
Guerra(comps.)Delos Imperios a las Naciones: Iberoamérica., Zaragoza, Ibercaja, 1994,pág.482.
38. Historia de las...,op. cit., Tomo IV, págs. 330 y 361 YArchivo de GQbierno, Tomo 175,12/1/1893
4. Historia de las Instituciones de la Provincia de Santa Fe. Mensajes de Gobernadores., Santa Fe,
39. Cuaderno Impreso llustrado, Archivo Histórico Provincial de Rosario, 1893.1894, pág. 3
1972,pág.385.
40. Marta Bonaudo.De rep~esentantes y representados. Santa Fé finisecular(1883-1893) en Hilda
5. La Capital, 8/5/1868
Sábato(comp.) La clUdadama política en América Latina en perspectiva histórica. México, FCE, en
6. Registro Oficial de la Provincia de Santa Fe, SantaFe, Tipografia de la Revolución, 1890, Tomo m,
prensa; Los act~restente a la política: de la movilización social a la participación ciudadana, en James
págs. 215 y ss
Brennan y Ofeha Planetto(comps)Region in Nation. The Provinces and Argentin~ in the Twentieth
7. Ley Orgánica de los Tribunales. Buenos Aires, Litografía e Imprenta Kraft, 1887, págs 5 y ss. Centllry, en prensa.
8. Reglamento de Policía Urbana y Rural de la Provincia de Santa Fe, Rosario, Imprenta Carrasco, 41. La Confederación, 2212/1855
1882; Código Rural de la Provincia de Santa Fe, Santa Fe, Imprenta Nueva Epoca, 1886. 42. La Confederación, 8/3/1855
9. La Capital, 31/3/1869 43. La Confederación, 22/4/1856
10. Historia de las Instituciones ...,op. cit,pág. 231. 44. La Confederación, 24n/56
11. Registro OficiaL,op. cit.,pág. 5. 45. La Confederación, 15/311855
12.lbidem,pág.59

62 63
Avances del CESOR-Alío 1 ~l
Segundo semestre 1998

46. Ibidem
47. La Confederación, 17/3/1855 Y24/3/1855 Estado y movimiento obrero frente al problema de la desocupación. 1914-1917 *
48. La Confederación, 24/4/1855
49. La Capital, 14/1111867
50. La Capital, 15/11/1867 Maricel Bertolo
51. Códigos y Leyes vigentes en la Provincia de Santa Fe, Rosario, Librería de M. Alvarez, 1921, U.N.R - Cesar
Título 1, art.2; Título ID, arto 12
52. Ibidem, Título ID, arto 13, inc. 3
53. Ibidem, TítuloI, arts. 3 Y4
1. Introducción
54. Ibidem, Título VII, cap.!, arto 34
55. Historia delas ..., op. cit., Tomo IV,pág. 34
56. Códigos ... , op. cit.,pág.446. Entre 1880 Y1930 se consolida en la Argentina un modelo de desarrollo económico de tipo
57. Archivo de Glbiemo, Tomo 175, Eh'Pediente 29, fU 171, 1893; Tomo 176,9/12/1893 Y 13/12/ capitalista, que tuvo como premisa central del crecimiento la agroexportación. La división
1893;La Unión, 9/2/1893, 1912/1893. Se observa también la presión ejercida por los agentes consulares internacional del trabajo se encuentra en los origenes de este proceso de modernización. Su
como en el caso del alemán Stein, La Unión, 1112/1893. puesta en marcha, planteó la necesidad de adecuar las condiciones de producción locales a las
exigencias del mercado internacional.
Los principales factores que, por lo menos, hasta el año 1914, acompañaron su dinámica,
fueron: la incorporación masiva de mano de obra proveniente de diversas oleadas migratorias,
una progresiva ocupación de nuevas tierras al esquema productivo y las inversiones de capital
extranj ero -principalmente, de origen británico y destinado a la realización de obras de infraes­
trutura-.
El éxito alcanzado por este proceso, se expresa en una alta tasa de crecimiento de la econo­
IIÚa global que prevalece a lo largo de todo el periodo. Sin embargo, este ritmo intenso de
crecimiento, coexistió con algunos años de depresión. En efecto, los años 1875-76, 1890-91 y,
principalmente, 1914-17, expresaron las fluctuaciones de una economía estrechamente vincula­
da a las cambiantes condiciones de los factores externos.
El último periodo que coincide, en buena medida, con el desarrollo de la primera Guerra
Mundial, aparece como el momento de más aguda depresión. La mayoría de los autores seña­
lan al año 1914, como un punto de inflexión que delimita dos grandes subperiodos. 1Es cuando
se alcanza. el límite en el proceso de expansión horizontal de las tierras cultivables, y comienzan
a hacerse evidentes ciertos rasgos de desequilibrio estructurales que preanuncian crisis pos­
teriores. Aunque a partir de 1917 se abandona la etapa depresiva, los datos generales de la
econoIlÚa dan cuenta de una disminución relativa en el ritmo de crecimiento, que se extenderá
hasta la nueva crisis económica. mundial de 1929-30.
Los años de crisis que acompañan el desarrollo del conflicto bélico, tuvieron una inciden­
cia directa en el funcionamiento del mercado de trabajo local. Se produce un rápido aumento de
la desocupación, que alcanza niveles de masividad no registrados hasta entonces, no siendo
superado por la crisis de los años 30. Desde aproximadamente 1914, el desempleo comienza a
experimentar un aumento creciente con una cifra que trepa al 19,4% en 1917. Si bien a partir de
esa fecha inicia un camino descendente, ese nivel tuvo un carácter inédito y significó un
aumento de casi tres veces si se lo compara con e15,1 % registrado en 1912. 2
En la medida que la crisis se generaliza, cobran nueva fuerza en la élite dirigente los temores
al conflicto social. El problema del desempleo masivo comienza a ocupar un lugar privilegiado
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Avances del CESOR-Año] N°] Maricel Bertolo
Segundo semestre 1998

en la atención de los sectores ligados al gobierno, incluyendo a la oposición política ya los . situaciones de desempleo. Por otra parte, es fácil suponer que, el escaso nivel
Cla . d
de calificación
..
principales especialistas de la época. Al mismo tiempo, este nuevo fenómeno social produce deljoTltalero,peón o bracero -tal como era identificado en la epo~a. el trabaja oroque p~CI­
un fuerte impacto en el mundo del trabajo, que promoverá el diseño de respuestas novedosas. aba en la recolección de los cereales- constituiría un problema adiClOnal para su mserClOn en
Este trabajo se ocupará de analizar en qué medida este nuevo fenómeno social de carácter
p " .. 6
las actividades urbanas que requenan mayor capacltaclOn. .
masivo, contribuye a promover nuevas fonnas de pensar y abordar los problemas laborales POr . Además, la fuerte dependencia del modelo de desarrollo local de las fluctu~~ones de la
parte de los sectores ligados al poder político. En estrecha vinculación con este tema, al econoIlÚa internacional, repercutía adicionalmente, acentuando en épocas de cnSIS, los des­
analizar esta particular coyuntura, nos proponemos recuperar ciertos aspectos esenciales de equilibrios inherentes a su propia lógica de f~~ionamient? Por tanto, se trataba de una
las formas de intervención del Estado en lo laboral, que preammcian algunas de las actitudes demanda de brazos sujeta principalmente a vanaClOnes estaclOnales y coyunturales.
del primer gobierno de Hipólito Yrigoyen en relación a la cuestión obrera. A su vez, la redistnbución de brazos no operaba en fonna automática y a los p~oblemas
En esta misma línea de preocupaciones, se analizarán las cuestiones centrales que caracte­ señalados, se sumaban aspectos relacionados con el sistema de infonnación ?,revalecIente. ~s
rizaron el debate ideológico en el campo gremial en relación a esta nueva problemática. Con­ así que, de acuerdo con la información disponible, enmuchos casos l~ colo~aon de los traba~a­
centraremos nuestra atención, principalmente, en la dirigencia de extracción Sindicalista Revo­ dores en las actividades ligadas a la recolección de la cosecha y su remserClOn laboral postenor
lucionaria, sector que comienza a ej ercer una posición de liderazgo en la conducción del en el ámbito mbano, presentaba no pocas dificultades. La escasez de mecanismos adecuados de
movimiento obrero de estos años. infonnación que posibilitaran un funcionamiento más transparente del mercado laboral,.parece
haber contribuido a dificultar una mayor correspondencia entre oferta y demanda de trabaJo. Esta
2.,Diferentes causas de la desocupación situación tendía a reproducirse en el interior del mercado laboral urbano, expresándose en un
desempleo de carácter transitorio que afectaba a determina~ activida~es:
Si bien escapa a los objetivos de esta investigación, analizar global y exhaustivamente el Estas dificultades aparecen muy bien reflejadas en las dIversas oplillones consultadas en
funcionamiento del mercado de trabajo, nos interesa predsar algunas cuestiones centrales que la primera encuesta sobre la existencia del paro fOrzo,so en Arg~tina r~~~ada a prin~ip~os de
posibiliten una mejor comprensión de las distintas fonnas de desocupación propias del modelo 1912. 7 Quien tomara esta iniciativa, el Dr. Manuel Gálvez, recabo la op1ll1on de los pnnapales
agroexportador. 3 especialistas del país relacionados con el tema laboral. Entre las variadas :espuestas, la d~s­
Un breve recorrido de las principales opiniones de los especialistas de la época y de cripción que realizara el Dr. Augusto Bunge -médico higienista y posterior diputado del Partido
algtmos sectores vinculados al poder político, permite reconocer una clinánüca particular de Socialista- sobre las dificultades que presentaba el encuentro entre la oferta y la demanda de
funciollarniento del mercado laboral que se vincula estrechamente con la naturaleza de la trabajo, expresa con gran claridad un aspecto central del movimiento debrazos en el ámbito de
producción primélIÍo-exportadora. 4 Este esquema de des31Tollo se sustentaba además, en una la Capi1al Federal
amplia red de servicios -principalmente en el sector transportes y comercialización-, en la .
En esa oportunidad, Bunge afrrmaba: "EI paro forzoso es tan una fatalidad de~ m. al regu­
construcción de obras de infraestructura -puertos, caminos y redes ferrovlarias- yen un inci­ lado mecanismo de la oferta y de la demanda de brazos, que hasta puede coeXIstIr con la
piente desarrollo industrial también estrechamente vL-rtculado a la actividad primaria. escasez de brazos en una misma y determinada localidad y profesión, cuando el obrero que
En época de recolección de las cosechas el sector agrícola -núcleo dinarnizador de la por una u otra causa pierde su colocación no tiene más medio de informarse donde puede
econoTIÚa- se convertía en el principal demandante de mano de obra. En esta actividad, preva­ encontrar otra que sus dos piernas y los avisos de los diarios.
lecían empleos de gran inestabilidad, con alta movilidad geográfica entre el campo y la ciudad, Hay por ejemplo en Buenos Aires varios millares de fábricas de muebles y pequeños
y con un escaso requerimiento en cuanto a niveles de calificación. De acuerdo con el análisis talleres de carpintería. Un carpintero en busca de trabajo, aparte de esos avisos y de los
de Ofelia Pianetto, la marcada dependencia entre mercado de trabajo rural y mbano, pennite informes tardíos e incompletos que puede obtener en su incipiente unión gremial, está ex­
inferir que un aumento de la demanda de mano de obra en época de recolección de la cosecha, puesto a pasar muchos días y semanas caminando legua tras legua antes de dar con un taller
contribuía a generar una situación de plena ocupación en la ciudad. 5 en que le quieran proporcionar trabajo. En este caso se encuentra diariamente un gran
El carácter estacional de la demanda de trabajo, generalmente se traducía en una situación I
número, seguramente centenares. Sin embargo puede suceder que en realidad haya, en ese
de desocupación en los meses de junio a octubre, entre la fmalización de una cosecha y el mismo momento, un número igual de plazas vacantes esparcidas por toda la ciudad, y que en
inicio de la siguiente. En el caso particular de la ciudad de Buenos Aires, esa mano de obra muchos talleres, una acumulación anormal de encargos permitiría dar ocupación tempora­
desocupada podía, en principio, ser reabsorbida. Almque, no siempre las actividades urbanas ria a un número doble de obreros del promedio habitual. He aquípues una de las causas del
eran capaces de demandar la totalidad de la mano de obra disponible -dependiendo, en gran paro forzoso: la deficiencia de los medios de información, la falta de «bolsas de trabajo»
medida, de la coyuntura económica y del movimiento inmigratorio-, generándose con frecuen­ convenientemente organizadas, en las que los patrones y los obreros interesados puedan

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Avances del CESOR-AHo 1 N°1 Maricei Bertoio
Segundo semestre 1998

informarse djariamente de la situación de la oferta y la demanda de trabajo." 8 ponerse en contacto la oferta y la demanda de trabaj.o, característica del particular modo de
De acuerdo con la opinión de Augusto Bunge, estos desajustes posibilitaban la conviven­ funcionamiento del mercado local. En consecuenCIa, una buena parte de los encuestados
cia de situaciones de desempleo con demanda creciente de mano de obra en una misma activi­ resaltaba las ventajas de un adecuado sistema de colocación como principal respuesta al
dad. En otra parte de su exposición -haciendo referencia al ejemplo de algunos países euro­ problema del paro.
peos-, señalaba la conveniencia de que el Estado promoviera la creación de agencias de colo­ Del análisis de las principales opiniones, se desprende que el Estado debía preocuparse en
cación en las principales ciudades, que proveyeran información adecuada, facilitando lm ma­ ténninos generales del problema del desempleo, sin embargo, reaparecían las divergencias en
yor acercamiento entre oferta y demanda de trabajo. el momento de definir los límites de la injerencia estatal en la resolución de esta particular
La ausencia de un adecuado mecanismo de informaciones ligado a la colocación de la mano problemática.
de obra desempleada, contribuía a una prolongación del periodo de búsqueda de un nuevo Con respecto al seguro de desempleo, con participación estatal en su organización, era la
empleo. Y, en no pocos casos, obreros especializados en una determinada tarea, debían cam­ opinión generalizada que el país todavía no estaba en condiciones de pro~ov~r este tipo .de
biar de ocupación ante la imposibilidad de encontrar colocación en su oficio. Por otra parte, el iniciativas. Parecía ser un ámbito cuya incumbencia correspondía alas organIZaClones grerma­
carácter inestable que prevalecía en una buena proporción de los empleos urbanos, contribuia les. Sólamente algunos de los interrogados manifestaron la conveniencia de un subsidio esta­
a desalentar una mayor especialización porparte de los trabajadores. tal de fomento a quienes desarrollaran esta actividad. Algunas de las afmnaciones de Gálvez
Los comentarios de Bunge, hacían referencia a una forma deparo forzoso que era caracte­ parecen ser ejemplificadoras de esta perspectiva: "Dada la relativa poca importancia del
rístico de algunas industrias en el ámbito urbano. Entre otras razones, podía ser causado por fenómeno (del desempleo) entre nosotros, creemos que él no.~uede ser combatido sino
una disminución de su actividad en detenninados períodos, en menor proporción por la incor­ dentro de las asociaciones profesionales y por el seguro. La acczan del Estado debe concre­
poración de alguna tecnolo gía ahorradora de mano de obra, o por ambas. En cualquier caso, se tarse por ahora a un punto muy importante: la colocación. Cuando el segU1:o obrero ~1Gya
trataba de obreros con niveles relativamente mayores de calificación, quepadecian las conse­ prosperado pueden estab lecerse subvenciones. "9 Cuando el desempleo adqUl~ra un ca,racter
cuencias de un desempleo de carácter transitorio. Las situaciones de desempleo transitorio generalizado, se comenzará a discutir la posibilidad de considerarl? ~om?, un ?esgo mas que
eran muy frecuentes también en el sector de la construcción, aunque en este caso los requeri­ podía ser prevenido mediante los principios aseguradores con partiClpaClOn directa del Esta­
mientos en cuanto aniveles de calificación de la mano de obra eran significativamente meno­ do. Reaparece~ entonces, en los debates el problema de las obligaciones, pero también el de
res. Además, principalmente en esta última actividad y en la agricultura, el factor climático los límites de la intervención estatal en esta materia.
contribuía a acentuar el carácter estacional en cuanto a demanda laboral. En materia de colocaciones: ¿El Estado o las organizaciones privadas deberían hacerse
cargo? Frente a este problema, e...'lcontramos principalmente dos posturas. Por una part~, ~a
3. Se defmen las primeras iniciativas estatales en materia de colocaciones opinión de Alejandro Bunge resulta de particular importancia, habida ~enta de que pres~~a
los Círculos Católicos de Obreros, institución que había organizado un SIStema de colocaclOn.
Retomamos aquí el análisis de la encuesta realizada por lvfanuel Gálvez, en la medida en que Además fue uno de los principales estudiosos del problema de la desocupación en estos años
sus resultados dieron cuenta del primer debate que se realiza en el país en relación al problema del y, como Director del área de Estadística del DNT y desde su Revista de EconomíaArg~na,
desempleo, en el que intervienen especialistas de diferente eA1racción ideológica e incluso, es cuantificó por primera vez el desempleo en el país. IONo parece casual, entonce~, que hab~en~o
ta.TJibién consultada la Unión Industrial Argentina. Este dOClllllento además de constituir un contribuído a organizar este sistema de colocación, se haya manifestado poco mtervenclOms­
punto de partida inspirador de algunas de las iniciativas legislativas relacionadas con la desocu­ ta, inclinándose por un estado que reglamente y fomente la colocación, tanto gremial, como
pación; expresaba un re COlla cimiento explícito de la existencia del paro forzoso en nuestro país. patronal o mixta. 11 • •
En la encuesta se interrogaba sobre tres cuestiones centrales: la existencia del paro en Sin embargo, la opinión que tendió a prevalecer entre los encuestados, se mclmaba a
Argentiil.a, cuáles eran sus principales causas, y cuáles los mecarúsmos más adecuados para defender la participación ineludible del Estado en esta materia. Entre quienes sostuvieron esta
resolver esta nueva problemática. En relación a este último pu.."'1to, se mencionaba el desarrollo postura, se encuentra el diputado socialista Alfredo Palacios, quien s~ había ocupado ~e
de la estadistica, la implementación del seguro de desempleo, y la creación de instituciones de promover la creación del Registro Nacional de Colocaciones, en oportunIdad e~ que la COIm­
colocación. sión de Legislación le encomendara junto con el diputado Escobar, la redacclOn de la Carta
Las interpretaciones fu.eron variadas en cuanto a las diferentes causas que producían Orgánica del DNT, que se sancionara como Ley 8999 hacia fmes de .1912. 12En su ~culo
algl.ma fonna de desocupación y en cuanto al análisis de las soluciones posibles. Sin embargo, quinto, se prescn"bía la creación del mencionado Registro de ColocaclOne~, que corm~nza a
se advierte lilla cierta opinión coincidente en relación a lma de las razon~ que contribuía a funcionar efectivamente en agosto de 1913, siendo sus principales cometidos: coordmar la
prolongar el desempleo: la deficiente distribución de brazos, debido a las dificultades para oferta y demanda de mano de obra; e inspeccionar y vigilar el desempeño de las agencias

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Avances del CESOR-Año] N°]

Segundo semestre 1998 -cm;¡:--_DJIl~_!lElllI!I!II!;aI!!!I_ _=-!l!!!2I=-EIl:I!lICl5llll_ _!II:<iII~Z!:I:l!;S:¡¡:-,


N1aricel Bertolo

particulares de colocaciones. 13
El accionar del DNT, con su nuevo presidente Julio Lezama, comienza a reflej ar una tónica
Precisamente la acción de coordinación, además de eA',Presar un avance significativo de las
más intervencionista. Pero este nuevo perfil era además, una de las expresiones de la política
funciones del DNT, pOIúa en evidencia una cierta pretensión centralizadora en las operaciones
refonnista que Sáenz Peña inaugurara con la ley electoral de 1912. La ampliación del régimen
de colocación por parte del Registro. Esta decisión se inspiraba en los análisis contemporá.
político había facilitado la sanción de la mencionada ley 8999, que p:~~ribía una e~ensi?~ de
neos, que coincidían en señalar las dificultades de encuentro entre la oferta y la demanda de
las esferas de acción de esa dependencia estatal, sumando a las dIVISIOnes de legIslaClOn y
trabajo y, por 10 tanto, en la necesaria acción de regulación y participación activa porparte del
estadística, una nueva tarea de inspección y vigilancia de las condiciones de trabajo enfábri­
Estado, según ya señalamos.
cas talleres y comercios. 17
En una sLmilar línea de interpretación, puede ser pensad81a nueva función de inspección y
'El decreto que se ocupaba de reglamentar esta ley, además de precisar las funciones espe­
vigilancia como tarea especifica de ese Registro. Al estudiaren el ámbito de la Capital Federal,
cificas que serian de su incumbencia, establecía que el mencionado Registro de Colocaciones
el funcionamiento de las agencias privadas de colocación, Gálvez había llegado a la conclusión
fannaría parte de la División de Inspección y Vigilancia. 18 Como dij irnos, además de acercar la
que debido 3: La mala reglamentación municipal vigente, la falta de vigilancia ejica.r., la
oferta y la demanda de mano de obra, apl.llltaba a vigilar y corregir el comportamiento muchas
carencia de sanciones penales efectivas, han permitido a individuos sin escrúpulos {(Orga­
veces fraudulento de las agencias privadas de colocación que funcionaban en la Capital.
nizar la estafa» por medio de sus agencias. 14
De acuerdo con lo aflnnado por Oscar Oszlak, la expansión, diferenciación y especializa­
También desde el DNT se realizan investigaciones sobre este mismo tema, comprobándose
ción de las instituciones estatales se vincula estrechamente con la necesidad de dar respuesta
la comisión de numerosos delitos por parte de estas Ofici..TJ.3S privadas, como cobro de comisio­
a nuevas problemáticas planteadas en el ámbito social, y constituye un paso más en el proceso
nes anticipadas a los obreros, ofrecimiento de puestos de trabajo inexistentes o en condicio­
histórico de canfonnación del aparato LTlstitucional del estado argentino. 19
nes menos favorables a las pactadas, entre las irregularidades más frecuentes.
Promovido por dos diputados pertenecientes al catolicismo social, Arturo Bas y Juan
La puesta en marcha de este nuevo rol por parte del DNT, constituyó un paso más en el
Cafferata, se sanciona un nuevo proyecto que también se ocupa del régimen de colocaciones.
proceso de especialización del aparato estatal, contribuyendo a una mayor consolidación de
Se trata de la ley 9148 del año 1913, en virtud de la cual se eA1endía el alcance del régimen oficial
un sector de la burocracia -aunque todavía embrionario-o Como sostiene Juan Suriano, este
al ámbito nacional, con la creación de veintiocho nuevas agencias públicas y gratuitas, depen­
nuevo sector comienza a intercalarse entre el poder político y la sociedad civil, e intenta
dientes del Registro de Colocaciones de la Capital, y distribuídas en todo el territorio del país.
diversificar los LTltereses del Estado, ubicándose por sobre los intereses sectoriales, como
Además, en el arto 5 se acordaban subsidios a las agencias gratuitas de colocación pertene­
presupuesto esencial para la reproducción pacífica del sistema. 15
cientes a sociedades filantrópicas, mutualistas o gremiales, que acreditaran contar con perso­
nerialegal. Y, en los artículos 8y 9, se avanzaba unpoco más en el rol de regulación y fIScaliza­
4. Crisis económica y desempleo.
ción del funcionamiento de las agencias particulares de la Capital que persiguieran fines de
lucro, fijándose multas para aquellos que no se ajustaran a las prescripciones de la ley. 20
Durante 1913, las restricciones monetarias europ eas producían una disminución en el in­
A pesar del consenso generalizado en cuanto a la necesidad de hacer efectiva esta nueva ley,
greso de capitales. Las malas cosechas de 1914, coincidían con el detenimiento que experimen­
no se dio cumplimiento en la parte relacionada con la creación de nuevas agencias oficiales de
ta el intercambio comercial, producto del estallido de la Primera Guerra Mundial. La conjunción
colocacióny, en lo referente a los subsidios acordados a las agencias particulares gratuitas. En el
de estos factores, contribuía a poner en marcha llll período de profunda crisis económica. Las
mensaje explicativo del presidente Victorino de la Plaza, en el mes dejulio de 1914, confonne a la
exportaciones disminuyen en un 27% entre 1912-1913 y 1916-1917; la abrumadora caída del
solicitud del diputado Cafferata, se enfatizaba en las restricciones presupuestarias, producto de
82,4% que experimenta la construcción entre 1913 y 1917, se origina principalmente en las
la crisis económica y fmanciera desatada por el desarrollo del conflicto bélico .21
restricciones a los préstamos e inversiones extranj eras; también el PBI decrece entre 1913 y
En agosto de 1915, por iniciativa del Poder Ej ecutivo se sancionaba la ley 9661, que e~re­
1917 en un 19,6%, cifra que supera con creces e19,7%dedisminuciónregistrado en los años de
saba lUlaprofundización de las funciones de regulación y fiscalización por parte del RegIstro
la GranDepresión (1929-1933). Del análisis de estos datos, Díaz Alejandro concluye que esta
público sobre el funcionamiento de las agencias privadas de colocaciones. 22
crisis parece haber sido la más grave que registra el siglo. 16
Esta todavía incipiente legislación laboral, tuvo un alcance limitado en cuanto a su cumpli­
Los desequilibrios que caracterizaron el funcionamiento del mercado de trabajo en la Ar­
miento efectivo, circunscripto a la Capital y los territorios nacionales. Además, los escasos
gentina aun con 3ll.terioridad a estos años de crisis, se vieron agravados dramáticamente por el
recursos con que contaba habitualmente el DNT, restringían sensiblemente las posibilidades
desarrollo del conflicto bélico y la consiguiente retracción en las actividades comerciales, que
de contralor efectivo que el espíritu de la nueva legislación comenzaba a asignarle en materia
tuvieron como uno de sus efectos más negativos llllnotab1e encarecimiento del costo de vida,
de colocaciones.
afectando directamente a los sectores populares.
En la medida que la crisis se generaliza, cobran nueva fuerza los temores al conflicto social.
70 71
Avances del CESOR -Aí10 1 N°1
!vfaricel Bertolo
Segundo semestre 1998

., de filo " S'md'IC al'1Sta,. r eafrrmando sudiscur-


Las dos problemáticas mencionadas: desocupación y encarecimiento del costo de vida, co~ En cuanto a las colocaciones, los dmgentes 1laClOn , '
mienzan a adquirir centralidad en el debate sobre la cuestión social de estos años. Aunque con 'nestati'sta origm'ario rechazaban de plano el accionar de la agenClapublica en esta mate­
so a n ' , ' st' do aue
matices particulares y resaltando cuestiones diversas, tanto desde el gobierno como desde la ría. El argumento central que esgrimían, criticaba la trayectona del Regt~tro~ so. ,emen. J.e­
oposición se irán alzando voces cada vez más unánimes reclamando alguna fonna de interven­ se ocupaba de reclutar crumiros. En la medi~a ~~ que el ~tado ~ra una ms?tuclOn enunent
ción del poder político, en la resolución de estos acuciantes problemas sociales. burp'uesa estaba en abierta contradicClOn con el rnteres proletanado. Por 10 ~to,
roent e o , , l' 1..' 'cta t enual 27
Desde la perspectiva de la dirigencia de extracción Sindicalista, se analizaba el fenómeno de anlanecesidaddeorg31&izarBolsasdeTrabaJo ene amu1to estn men egr :
proclamab . di .' 't 10
la desocupación masiva, como la consecuencia directa del desarrollo capitalista. En clara alu­ Sin embargo, su discurso todavía marcado por un decid~do pe 11 ~~estatista ,Y. con ID enc, ­
sión al socialismo -principal competidor en el plano gremial-, criticaban duramente a quienes nes revolucionarias, contrastaba fuertemente con su creCIentevocaclOnpragmaTIca y nego CIa­
pretendían solucionar el problema de la desocupación mediailte el reformismo parlamentario, dora.
es decir, promoviendo leyes obreras. 23 Proclamaban, al menos en el plano discursivo, que
solamente la acción revolucionaria del proletariado suprimiendo el actual sistema de e},.'J)lota­ 5. La previsión colectiva de riesgos.
ción, sería capaz de suprimir el fenómeno de la desocupación. Los trabajadores, fortaleciendo
sus órganos de clase, sólamente podían contrarrestar o neutralizar la tendencia natural de la En forma paralela a la mayor participación estatal en la regula~ón del mer~? de trab~jo,
sociedad capitalista. 24 comienzan a privilegiarse algunas decisiones orienta~as a o~gamzar la prev1slOn coleCTIva,
La dinámica misma de su lógica productiva, requería la incorporación pennanente de nue­ como fonna de contrarrestar determinadas contingenCIas soc1~es advers~s. , ,
vas maquinarias que gradualmente desplazarían al obrero de su lugar de trabajo. Este enfoque, Como sostiene Pierre Rosanva11on, la introducción pro gres1va de los pnnclplOs asegurado­
seguramente inspirado en los acontecimientos que se registraban en los países más industria­ res pennitía abordar las diferentes problemáticas sociales desde un nu.ev? enfoque. Estas
lizados de Europa -con cuyos dirigentes gremiales sostenían una estrecha comunicación-, nuevas formas de pensar 10 social, planteaban el pasaje de~ concepto ~ubJe~vo de comp~~­
privilegiaba como principal mecanismo de lucha contra el paro forzoso, la reducción de la miento y responsibilidad individual a lanoción obj etiva de nesgo. Al IlllSmo tiempo, perrmtian
jornada de trabaj o y una disminución de la producción en los talleres, 25 la posibilidad de unificar una amplia gama ~eproblemas ~ocial~, queJodían ser pensados en
La información relevada sobre prácticas gremiales del Sindicalismo, no da cuenta de la términos homogéneos e inc1uídos en una Illlsma categona de nesgo, .
aplicación efectiva de estas medidas. Sin embargo, aparece visible enlos reclamos de algunos La defensa de estos principios, parece ser compartida e impu1s~d~,-aun~ue. con matl~es­
sectores empresarios. Particulannente, en el Boletín de la Unión IndustrialArgentina, en un por sectores de diferente extracción ideológica, no sólo por la OposIClon SOCIalIsta y radical,
artículo que se refiere a la desocupación, encontramos una critica a la desorientación sindical sino también desde las filas conservadoras.
en la búsqueda de soluciones al problema. Precisamente, en relación a los dos mecanismos Los dos ejemplos más paradigmáticos lo constituyen la sanción en 1915, delal~y 9653 de
propuestos, se señalaba que durante el conflicto bélico: "La consigna de producir hasta jubilaciones y pensiones para el personal ferroviario, y de la le! 96~8 s~bre aCCIdentes de
cierta y determinada cantidad, llegó a provocar, conw es de suponerse, una serie de trastor­ trabajo. 29Durante elprimer gobierno de Hipólito Y~goyen, volvena a discutirse ~ el Con~es~
nos, no sólo en la normalidad a que aspiraba desenvolverse la producción para responder la sanción de nuevas leyes de jubilaciones y penslOnes, que expresaban una CIerta contmUI
a las elevadas demandas, sino también, que produjo ciertas incidencias entre los mismos dad en materia de previsión social. 30 , 1
obreros. Más de uno, procediendo de acuerdo con su propia idiosincrasia, y consultando En esa misma perspectiva, también comienzan a alzarse algun~ voces que, analizan e
más que nada a sus necesidades económicas, al rendir una producción mayor a la señalada problema de la desocupación como un verdadero accidente del trabajO q~e d~bena s:r ~bsa­
por el respectivo sindicato, tuvo que recibir serios apercibimientos, tales como multas, nado mediante la previsión organizada, esto es, mediante aportes y ~ontnbuclOn~ ongma?os
malos tratamientos, y ruinosas descalificaciones en elgremio, etc., etc." (sic) 26 en la relación laboral. Aunque, encontramos que este tipo de reflexlOnes, proveman esenCIal­
La declaraciones provenientes del principal órgano infonnativo de los industriales, nos mente de sectores próximos al ideario socialista. , ' '
pertniten una primera aproximación de la existencia efectiva de estas medidas, aunque resultan En la esfera privada, se desarrolla en estos años una de las expenenCIas plOneras ~n s~guro
insuficientes para conocer la magnitud real de su importancia en el ámbito de la producción. de desempleo protagonizada por la Federa~ón Gráfi~a, Bonaere~s,e, uno de !os smd~::
Por otra parte, aunque no se hace referencia explícita al Sindicalismo, en la medida en que mejor organizado de la época Entre los prinCIpales reqUISItos, se.eXI~ a los SOCI~S :s~ h
stia
estas acciones coincidían con sus proclamas teóricas, y siendo este sector mayoritario en el con la cuota sindical y por 10 menos, acreditar seis meses de cotiZaClOnes. No e:a er~ t?
, ., . l' d . ción aunque eXIgua, conSlS la
movimiento obrero de estos años, puede suponerse que sus militantes estuvieron directamen­ a subsidio en caso de desocupaclOn voluntaTla y a m errnuza
te involucrados en el desarrollo de estas acciones en los lugares de trabajo. En todo caso, es un en un peso diario durante dos meses. 31 d' tad
tema que merecería serprofundizado en próximas investigaciones. Cuando el índice de desocupación alcanzaba su mayor nivel en 1917, el entonces lpU o
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Avances del CESOR-Año j Arol
Segundo semeS[J'e 1998
lvfaricel Bertolo

socialista Augusto Bunge, presentaba al Congreso un proyecto de ley de Seguro Nacional


infonnación en materia de colocaciones, era uno de los factores que contribuía a acentuar la
que sentaría las bases para el estudio y laredacGÍón futura deml Código de Seguro NacionaP;
escasa adecuación de la oferta a la demanda de trabajo. Además, la ausencia de regulaciones
Aunque este proyecto nunca fue aprobado, el contenido de su articulado expresaba un desa­
fío para la legislación laboral vigente. y controles adecuados por parte de los podere~ públicos, de l~s operaciones d~ colocación
que realizaban las agencias privadas que funcI~naban en ~l a~bIto de la CapI~ Federal,
En el extenso mensaje de presentación Bunge señalaba, entre otras consideraciones: "La
facilitaba que se cometierátlnumerosas irregulandades, pelJudIcando a los trabajadores que
condici6n económica del asalariado hace indispensahle la asistencia colectiva en los casos
requerían sus servicios. . .
en qu.e se. ve invalidado por la e~!ermeda~ el accidente o la vejez, o privado de ocupación.
En esta dinámica particular de funcionamiento del mercado de trabé!) o, se mscnbe la crea­
La n1lsena en que se hunde caSi slempre eltrabajador en cuanto se ve impedido de trabajar
ción de la primera agencia pública de colocaciones, como organismo dependiente del DNT. L~
para su sustento, es una consecuencia de las condiciones económicas y sociales. por lo
.I } puesta en funcionamiento del Registro Nacional de Col~~aciones en agosto de 1?13, e~reso
tanto, es un deber socia el reparar sus efectos. La asistencia es también un deher de
una primera instancia de participación estatal en laregulaClon del mercado de trabaJo. Al ffilsmo
preservación, de economía de valores humanos. Se explica asila transición histórica de la
tiempo, significó un avance en el proceso de ampliación de las funciones d~~ DNT. ..
asistencia facultativa a ltl asistencia ohligatoria que se observa en todos los países de
El desarrollo del conflicto bélico mundial, provocó una marcada retracclOn de las actIVIda­
av~nzada cultura. " 33 De e~ta mane~~, al propiciar la organización colectiva de los riesgos,
des comerciales, generando una aguda crisis económica a nivel local. El costo de vida sufrió un
dejaba phmteada la necesana evoluclOn en la noción de beneficencia o asistencia, que empe­
notable encarecimiento. Los desequilibrios que caracterizaron la dinámica del mercado de
za?~ a ser pensada no como una limosna o liberalidad sino como un derecho que podía ser trabajo anteriores a esta crisis, se vieron agravados dramáticamente, producié~dose un desem­
eXIgido.
pleo de carácter masivo, inédito hasta ese momento. Ambos problemas, corrllenzan a afectar
Entre los aspectos más novedosos, proponía un avance significativo en materia de regula­
directamente a los sectores populares. .
ción estatal, que regiria para todo el territorio nacional. Siguiendo 1m estricto criterio matem.4­
Desde la perspectiva de la dirigencia Sindicalista Revolucionaria, el desempleo era analiza­
ti.co basado :n cálculos ac:ua~iales, se establecía lU1a relación directa entre aportes y benefi­
do como un problema estructural del desarrollo capitalista. En la medida en que planteaban la
ClOS. Ademas de las contnbuclOnes a cargo de obreros y empleadores, se involucraba también
necesidad de reducir la jornada de trabajo y limitar la producción en las fábricas y talleres,
al Estado en el fmandarrriemo. Por último, se prescribían beneficios ordinarios de carácter
privilegiaban una intetpretación sobre las causas del dese~pleo, que co!ocaba. el acento en la
obligatorio -seguros de matemidad, ellÍennedad, invalidez y al"lciaIlidad~, y complementarios
incorporación tecnológica. Esta explicación resultaba manifiestamente insufiClen~e en ~l mo­
de suscripción individual y voluntaria -luego de diez años de ap01tes- como el seguro de
mento de analizar el conjunto de factores que producían el paro forzoso en el mte~or del
desocupación. Este último beneficio no era todavía considerado como lli-:l objetivo posible de

ser incluido en f01TI1a inmediata en el seguro nacional.


modelo agro exportador, donde el problema tecnológico revestía un carácter se:undano. .
En estos años, se percibe en diversos actores -gobierno, parlamento, parti?OS de OP~SI­
S~bre este punto en particular re.fhiéndos e a la experiencia de Inglaterra -primerpaís que en
ción- un creciente interés por conocer las proporciones reales de este nuevo fenomeno SOCIal,
19_11 Implantara en alg1~-1O.S grew..1os el seguro obligatorio contra la desocupación-, Bunge

generándose frecuentes discusiones en torno de los mecanismos más adecu~d?s de lucha


senalaba la falta de estadlsticas confiables y la ausencia de bolsas de trabaj o a nivel local al

contra el crecimiento de la desocupación en estos años. Creemos que el surgumento de lID


estilo de las organizadas por las Trade Unions, como prerrequisito esencial.34 '

nuevo problema social-el desempleo masivo-, contribuyó a paten~zar más cl~ame~te en los
6. Reflexiones Finales sectores ligados a la élite dirigente la legitimidad de los reclamos SOCIales. ~ ffilsmo ~empo, la
crisis económica apresuró la necesidad de dar solución a problemas SOCIales acucIantes. Se
acelera el consenso en cuanto a la necesidad de que el Estado intervenga más activament~,
La desocupación se marllfestaba con diferente intensidad y duración de acuerdo con el
promoviendo una mayor participación del DNT en la re~ación.de los confli:t0s en~e trabé!) o
sector productivo al que perteneciera el trabajador. En ténninos generales, prevalecía una
y capital. Por otra parte, la vigencia de la política re~o~sta que ma~~ ~aenz Pena con la
mano d.e obra co~ escasosruveles ~e calificación, sujeta a una gran i..-rlestabilidad geográfica y
sanción de la ley electoral en 1912, sin dudas constituyo un escenano propICIO para la concre­
ocupaCIOnal. Pa..rtIculannente, la CIUdad de Buenos Aires, principal proveedora de brazos para
ción de estas iniciativas.
la cosecha, se convertía en la localidad con mayor desocupación lll1a vez fmalizada. La redis­
El nuevo perfIl más L.'ltervenciomsta del DNT, era también una co~secuencia dire~ta de la
tribución de brazos entre la ciudad y el campo no op eraba en fonna automática &ta situación
tónica particular que le imprimiera su presidente Julio Lezama. Su gestion seprolongana :n los
tendía a reproducirse en el interior del mercado laboral UIbano, contnouyendoa una prolonga­
ción del periodo de búsqueda de un nuevo empleo. primeros años del gobierno de Yrigoyen marcando, al m~no.s en lo referente a la trayectona del
Registro Nacional de Colocaciones, un aspecto de continUIdad. . .
De acuerdo con la opinión generalizada de la época, la falta de un adecuado sistema de
La magnitud de la crisis, pone en evidencia que la asistencia o beneficenCla voluntarta e
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Avances del CESOR-Aí10 1 N°1 Maricel Bertolo
Segundo semestre 1998

individual resulta insuficiente. En forma paralela, se opera paulatinamente un cambio en la 3. Para un análisis minucioso del funcionamiento del mercado de trabajo caracteristico del

percepción de los actores involucrados en la resolución de algunos de los principales proble- ! modelo agroexportador Ver: COR1ES COl\lDE, Roberto, <<El Progreso Argentino (1880-1914)>>,

mas sociales, que comienzan a pensarse en ténninos de previsión colectiva organizada Aun­ Sudamericana, Bs.As., 1979; PIANETIO, Ofelia, «Mercado de trabajo y acción sindical en la

que la asunción de Yrigoyen a la presidencia significó 1m cambio sustancial en las relaciones Argentina (1890-1922)>>, en Desarrollo Económico, 24 (94),julio-set de 1984; SABATO,

Estado y movimiento obrero, los principios aseguradores son retomados y ampliados en esta Rilda y ROMERO, Luis Alberto, <<Ws trabajadores de Buenos Aires, La experiencia del

nueva gestión, expresando claramente un nuevo elemento de continuidad respecto de la etapa mercado: 1850-1880», Sudameri~ Bs.As., 1992.

anterior. Consideramos el concepto de desocupación, en los ténninos propuestos por la Conferencia

La desocupación comienza a ser pensada como un verdadero accidente de trabajo, suscep­ Internacional del Trabajo reunida en Washington en 1919 que, en lineas generales, coincide

tible de ser subsanado mediante alguna forma de previsión colectiva. Aunque es muy poco lo con la perspectiva local.: son desocupados aquellas personas que quieren y pueden trabaj ar,

que se avanza en materia de seguro de desocupación en estos años, el tema comienza a ser pero que no trabajan porque, a pesar de sus e~erzos, no encue~tran ocupación. (el subraya­

debatido. Aparece el primer proyecto legislativo referido al seguro social, que apunta a la do es nuestro). Boletín del Departamento N acwnal del TrabajO (en adelante, BDN1), nro.

consecución del subsidio a la deSOCtlpación, involucrando al Estado en su financiamiento. 45 Bs.As., febrero de 1920, pág. 97.

Aunque nunca fue aprobado, significó una claro avance en materia de previsión social para la 4. BDNT, TIfO. 22, Bs.As., febrero de 1913; Y<<La desocupación de los obreros en la República

época, que se sumaba a las ya vigentes leyes de jubilaciones y accidentes de trabajo. Si bien Argentina», en Ministerio del/nterior, ImprentaConi, Bs.As., 1915.

estas primeras iniciativas no necesariamente se tradujeron en niveles efectivos de protección 5. PIANETIO, Ofelia, op. cit
social,.constituyeron pasos importantes enese sentido. 6. <<La desocupación...», op.cit.
7. Aunque todavía no constituía un problema grave en el ámbito local, el gobierno d~cide

enviar una representación a la segunda conferencia internacional sobre el desempleo real~ada

en París en 1910. Uno de los delegados argentinos participantes fue el Dr. Manuel Gálvez,

NOTAS quien elabora a su regreso un eA1enso trabajo donde infonna las principale~ conclusio~~s

sobre los diversos mecanismos de lucha contra elparo forzoso, prestando particular atenclOn

al caso argentino. Los resultados de la encuesta, constituyen un capítulo de este informe. Ver:

* Este articulo se inscribe en lm proyecto de investigación más general, que se ocupa de <<El paro forzoso en JaArgentina», enBDNT, mo. 22, febrero de 1913.

analizar la evolución de la relación Sindicalismo Revolucionario-Estado, bajo la dirección de la 8. lbidem, pág. 434.
Dra Dora Barrancos. 9. /bidem, pág. 415. .
Una primera discusión de este trabajo tuvo lugar en el marco del Simposio: «Trabajadores y 10. Para un análisis detallado del pensamiento de Alejandro Bunge y del grupo de la Revista de

fluctuaciones económicas. Viejos y nuevos temas», desarrollado en las XVI Jornadas de Economía Argentina, consultar LLACH, Juan José, «La argentina que no fUe..:», op..cit.

Historia Económica, Universidad Nacional de Quilmes, setiembre de 1998. Agradezco los co­ 11. <<El paro forzoso ...», op.cit., pág. 389. Algunos años más tarde se generana, ~ mt~so
mentarios y sugerencias de Luis Alberto Romero. debate en el Parlamento, entre el diputado socialista Antonio De Tomaso y el catohco so~al
Arturo Bas en relación al tema: subvenciones del Estado y agencias gratuitas de COlOcaCIO­
1. Dos interpretaciones contrapuestas surgen en el ámbito académico que analizan las posi­ nes. Para ~ análisis detallado de la trayectoria de los católicos sociales y de los principales
bles vías de evolución del modelo agroexportador en los años posteriores a la crisis. Ver debate ejes de debate que sostuvieron con los dirigentes del socialismo en estos años, Ver: ZTh1MER­
sobre «la demora»: DI TELLA, Guido y 2YMELMAN, Manuel, «Etapas del desarrono econó­ MAN, Eduardo, <<Los liberales reformistas. La cuestión social en la Argentina, 1890-1916»,
mico argentino», en Torcuato S. DI TELLAy colabs. Argentina. sociedad de masas, Eudeba, Universidad de San Andrés, Buenos Aires, 1994, págs. 206-207.
Bs.As., agosto de 1966, Cap. VI,Págs. 177-195.DIAZALEJANDRO, Carlos F., «Ensayos sobre 12. <<El paro forzoso ...», op.cit., pág. 394.
la historia económica argentina», Ed. Amorrortu, 1983, Bs.As.; y <<La desaceleración del 13. El contenido completo de la ley 8999 y su decreto reglamentario, puede ser consultado en
crecimiento entre 1914 y 1929: ¿una gran de..-nora?», en Gllv1ENEZ ZAPIOLA, Marcos, El BDNT,julio 13 de 1914, nro. 27,págs. 3 a6 y 19 a32.
régimen oligárquico, Ed. Amorrortu, Bs.As., 1975. LLACH, Juan José, <<La Argentina que no 14. <<El paro forzoso ...» op. cit., pág. 416. ,. ' .,
fue», Tomo 1: <<.Las fragilidades delaArgentina agroexportadora (1918-1930)>>, enEdiciones 15. SURIANO, Juan, <<El Estado frente alos trabaj adores urbanos: política SOCIal YrepreslOn,
del Ides, Bs.As., 1985. En este último trabajo se reaJizannuevos aportes al debate Origillal. 1880-1916», en Anuario 14, Escuela de Historia, Fac. de Humanidades YArtes, U.N.R., nro.
2. Revista de Economía Argentina, Año 9, Tomo XVIII, Nro. 108, junio de 1927, pág. 534. 14, 2a. época, 1989-90,pág. no.
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A vanees del CESOR - APío 1 N° 1
Segundo semestre 1998

16. DIAZALEJANDRO, Carlos F., <<Ensayos sobre la histolia económica argentina» Ed


Amorrortu, Bs.As., 1983, pág. 62. ' .
17. SURIANO,Juan, <<EIEstadofrente..•», op.cit., pág. 129. Iglesia Católica y ciudadanía. Rosario. 1930-1947
18. El decreto reglamentario analizado es de fecha 12 de enero de 1913. Ver MORET Carl Maria Pía Martín
(h)( comp.) <<Leyes del trabajo», Ed. La Vanguardia, Buenos Aires, 6ta edición (s/f). , os U.N.R - Cesor
19. OSZ~~T(, Oscar, «Fonnación Histórica del ~1ado en.América Latina: elementos teórico­
~e~dOlogICOS para su estudio», CEDES, Bs.As:, 1978: vol.I, Nro. 3. Desde mediados del siglo XIX, la ciudad de Rosario eA])erimentó la expansión de su
. ORET, Car10s(h) (comp.), <<Leyes del trabajo», Ed. La Vanguardia 6ta ed. págs. 16y 17 econollÚa, acompañada por un notable crecimiento UIbano y demográfico, ace1erado'luego por
21. DSCD, TomollI, 1914. " . la inmigración masiva. Su ubicación espacial la convirtió en punto clave para conectar ciuda­
22. MORET, c.,op. cit,págs.16a 18. des y áreas productivas. Se produjo así una complejización de las relaciones sociales, surgien­
:~'e;~l~~oPóSito de la desocupación», enLa organización obrera, nro. 2, 2da época, agosto do la preocupación por crear un orden para la ciudad que recién se constituía.(F AL CON,
fv1EGIAS,PRIETOyot, 1993, pp. 73-120)
24. Ibidem. La modernización del país significaba construir un Estado secularizado. Y la provincia de
25. Pa:~ un análisis de la postura del Sindicalismo Revolucionario sobre este tema, consultar Santa Fe lo hizo tempranamente, ya que sus primeras leyes laicas datan de 1865. A la vez, la
La accwn obrera,~o. 334, año 9, mayo 30 de 1914;nro. 335,junio de 1914;La organizació~ construcción del Estado argentino coincidió con el problema de crear una Iglesia
obrera, nro. 1, 2da. epoca, 1 de mayo de 1915;nro. 1, año 1, set. de 1917. nacional.(BIANCHI, Susana, 1995) La Iglesia partía de una estructura pobre, con unas pocas
26. <<Desocupación obrera en el país», en Boletin de la UniónIndustrialArgentina nro 629 diócesis distribuidas en 1m extenso territorio y con una dotación reducida de sacerdotes, en la
Bs.As., mayo 15de1921,pág.4. ' . , que predorrrinaba el clero extranjero sobre el nativo. Por tanto, la expansión del Estado nacional
27. <<El movllnie~'1to obrero y el Departamento N adonal del Trabajo», enLa organización significó, a la vez, el crecimiento de la institución eclesiástica y la intención de que ocupara un
obrera, mayo 1de 1917, año III, IhTO,6. lugar subordinado.
28. ROSANVP,LLON, Pierre, <<La nueva cuestión socia1>, Ed. Manantial, Bs.As., 1995. Rosario también constituyó una sociedad predominantemente laica. Por un lado, la élite
29. ISU~rr, Ernesto, «Los orígenes conflictivos de la seguridad social argentina» CEAL
local, cuyo origen se vinculaba a la actividad comercial y estaba compuesta por Qua cantidad
Bl1e~os AIres, nro. 129, 1985, Caps. III y IV. También en relación a la ley de accid~ntes d;
significativa de inmigrantes, se inclinaba más por el liberalismo, la masonería, o la abstención
trab~Jo, ver PAl:ACIOS, .Alf~edo, <<Legislación del trabajo, Seguro Obrero Argentino», en
religiosa, que por una pública adhesión a la Iglesia Católica.(Círcu1o de Obreros de Rosario ­
~e;~sta Ar~e~tina de ClenClaS Políticas, Tomo X, Bs.As. 1915, págs. 560 a 599. En este
C.O.R.-, 1901; Sacerdotes Redentoristas, 1909) Por otro lado, los sectores populares, inmersos
artkulo,.PaiaClos defiende la necesaria evolución de la categoría jurídica de la culpa delictual
en un clima de conflictividad que se hizo evidente luego de 1890, recibieron más influencia de
a la de nesgo profesional. los grupos anarquistas y socialistas, que de la campaña de cristianización iniciada por el
30. E~~~e~ lugar, se sancionaba en 1~ 1~ la ley 10650, modificatoria de la anterior legislación obispo Boneo a comienzos del siglo siguiente.(Obispado de Santa Fe, 1900-1930; Sacerdotes
sobre JubIlacIOnes para obreros ferrovIanos. Dos años más tarde mediante la ley 11 110 Redentoristas, 1909)
extendían los beneficios jubilatorios al personal de empresas parjculares de seIVicio; PÚb~~ Mientras para la élite rosarina, el problema del momento era crearun orden social acorde a
coso Ver: Anales de la legislación argentina. Complemento años 1920-1940 ' 59 la ciudad moderna, el de la Iglesia sería afmnar las propias estructuras institucionales y, al
31 S b t a ' . , pago .
'. o re es expen~cla puede consultarse: <<Informe sobre el paro...» op. cit., págs. 395 a mismo tiempo, penetrar la sociedacL "recristianizarla" y movilizar a los católicos prescindentes
397, y <<La desocupaclOD de los obreros•..», op.cit., págs. 181 a 187. hacia un compromiso activo. (Obispado de Santa Fe, 1900-1919)
32. DSCD, año 1917, Tomo 5,págs. 289 a572. Como en el resto del país, a partir de la sanción de la Ley Sáenz Peña, la ciudad
33. Ibidem, pág. 411 . experimentó la multiplicación de su actividad política Pero recién en 1916 se creó en ella un
34. Ihidem, pág. 479. partido inspirado en la doctrina católica, la Unión Democrática Cristiana -U.D.C.- Esta
planteó un programa que articulabarefonnas socioeconómicas -derechos del trabajador,
acción sindical, modificación del sistema impositivo, cambios en el régimen de propiedad­
con actividades de partidismo político, procurando movilizar al electorado católico en
faver de un proyecto coherente con las directivas eclesiásticas.(C. O. R., 1916-1919) Este
programa se fundaba en el reformismo social de la encíclica Rerum Novarum y revelaba
tendencias nacionalistas y corporativistas que, por el momento, no habían alcanzado su
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Avances del CESOR-Año} N°} AJaría Pía lvfartin
Segundo semestre 1998

fonna más acabada. La U. D. C. buscó afrrmar su presencia mediante la creación de centros La conquista de la esfera pública
de estudios, entidades de acción social, proselitismo en las calles y propaganda viabilizada
a través de folletos y periódicos propios.(C. O. R, 1916-1919; La Capital, 1918) A diferen­ La construcción de un Estado tempranamente laico afectó la posición de la Iglesia y la llevó
cia de 10 sucedido en Buenos Aires, los demócratas rosarinos no tuvieron participación lantearse el imperativo de expandir la institución, ampliar su presencia en la sociedad y
efectiva en c0.rrti~ndas e~ectorales. Pero, aunque el partido fue disuelto en 1919, los cua- I a Pnquistar la esfera pública. Ella buscó sacudir la apatía de los católicos, que habían relegado
dros locales slgmeron vmculados a los porteños, avalando sus nuevos intentos, e impul­ ~~s convicciones religiosas a la esfera privada, procurando movilizarlos en defensa ~e ~us
saron una segunda experiencia partidista, en Rosario yen Santa Fe, en 1928. . tereses insertarlos en la vida política y hacerlos incidir en las decisiones del Estado. ASlffilS­
Durante la década del '20, estos grupos católicos permanecieron unidos a la curia me­ :0, pro;uró fonnar dirigentes que construyen~~ una 0p'i~ión c~~ólica" ~egiti~~o y pr~pug­
diante el Circulo de Obreros de Rosario y otras organizaciones religiosas. A través del nando las directivas eclesiásticas sobre educaClOll, familia, aCClon pohuca y acclOn. soc~~l.
Círculo -que respondía a la conducción nacional de monseñor De Andrea- se Thicul aron a la Este propósito involucraba, por tanto, tres elementos claves qu~ h~c~n a la con~ltuclOn de
figura de Alvear y estrecharon lazos en el ámbito provincial, procurando irrfluir sobre todo las sociedades democráticas: la construcción del ciudadano.como ~~VIduo, refen.~o tanto al
en lo relativo a políticas sociales. Por tal razón, cuatro ex-dirigentes de la U.D.C. fueron derecho de sufragio como a la participación activa en la VIda polluca; la fOrma~I?~ de una
designados representantes de la institución en el Congreso del Trabajo, en respuesta a una opinión pública, articuladora de las relaciones entre sociedad y Estado; y la redeflrnclOn del rol
invitación del gobierno de Santa Fe, en 1923 .(C. O. R., 1923). Por otro lado, el conflicto que que correspondía cumplir a este últLmo. .. . , .,

provocó la reforma de la Constitución santafesina, entre la Iglesia y el Partido Demócrata Respecto de la noción de ciudadano, la cuestión del voto y la ?artiClpaClO? en la funclOn

Pro gresista en 1921, habría decidido el alineamiento de algunos católicos rosarinos en favor pública parecen constituir una preocupación central de los O~I~O.S argen~os, al menos

del radicalismo antipersonalista.(Obispado de Santa Fe, 1921; C. O. R, 1921; DELA TORRE desde 1902: "Es frecuente entre los católicos el fanatismo y dzabol/co engano (...) que les

Lisandro, 1932.) , induce a creer que pueden tener dos conciencias contrarias ~n~~ sÍ, una p.ara los actos de la

Este sector católico tenía una posición anti-yrigoyenista basada en el "excesivo vida privada y otra para los de la vida pública. Nunca sera bc/.to cumplzr uno~ deberes.de

ob rerismo n que se atribuía al presidente y en la tendencia a concentrar el poder en sus una manera en privado y de otra en público, acatando la autorzdad de la Iglesza en la v/~a

manos, 10 cual sepuso de manifiesto en 1928, ante el nuevo triunfo de Yrigoyen.(C. O. particular, y rechazándola como funcionario público" .(C. E. A., 1~93, p..126 ).,L~ Igl~~na

R, 1928 - 1929) La coyuntura electoral favorable al personalismo yrigoyenista, el fracaso llamaba así al compromiso integral de los católicos, según el cual su VIda SOCIal y publica solo

del segundo intento de partido social católico en el ámbito municipal y las ideologías podía concebirse como una prolongación de las prácticas y conviccion:~ p.rofesadas en l~

vigentes en el mundo durante el periodo interbélico, acentuaron las tendencias naciona­ vida privada. Los ciudadanos católicos, entonces, debían expresarse como mIembros organz­
listas y autoritarias del grupo, alineados en un primer momento con Uriburu. También zadosdeun cuerpo vivo ".(C.E.A., 1993, p. 125). , .

adhirieron a la política de Justo y sus sucesores, al menos hasta 1942, y le demandaron En consecuencia, si bien la Iglesia concebía la acción política de los catolic?s como ~~~­
un control ideológico riguroso, que coincidía con el integrismo dominante en la Iglesia saria y obligatoria, lejos de enmarcarse en una sociedad auto instituida, recuma a una VISI?n

Católica de la época. tradicional de la política, de carácter corporativo. En este contexto, el de:ec~o de S~~lO,

En este conte:\.10, resulta evidente que la Iglesia Católica argentina y, particulannente la revalorizado a partir de la Ley Sáenz Peña, se convirtió en un deber de,concIencza, en ternnnos

de Rosario, tanto a través de su obispo como de sectores laicos destacados, estaba intere­ religiosos, pero su carácter no era plenamente individual, pues debIa expresar.una toma de

sada en e:\.'Pandir su esfera de influencia de distintas formas, incluyendo el activismo político decisión que nacía de reconocerse a sí mismo como miembro ~e un cuerpo conSIderado ante­

de sus hombres. Este interés, que en gran medida, dependía de las ideas del obispo diocesano, rior y superior a toda sociedad política.(ROSANVALLON, Plerre, 1994).,Es~ ~eIpo era la

monseñor Boneo, se vio acompañado por un discurso y una acción desplegados desde la Iglesia, considerada depositaria de una verdad que emanaba de la sober~a divma.(C.E;A.,

Iglesia a [m de ir delineando un tipo de ciudadano que tomaría forma defInitiva en la década 1993, pp. 126-127) En este sentido, Pierre Rosanvallon afmna que la IgleSIa se op~n~ roa: ,al

de 1930. Es nuestro interés, en el presente trabajo, analizar el perfil de ciudadano que fue individualismo del sufragio, que supone una "sociedad de iguales", qu.~ a la ~1l"1:buclOn

contruyendo la Iglesia, y cómo cristalizó éste entre 1930 -fecha del primer golpe de Estado socialista más cercana a la" sociedad de hermanos". Por tanto, la distribuClon econOIll1Ca y la

del siglo- y la sanción del voto femenino -1947-, teniendo en cuenta su posición frente al refonna ~ocial serían una prolongación de la idea cOIporativa presente en el c~nc~pto ~e

ejercicio del sufragio y el partidismo político, la p3J.-ticipación en la vida pública y el compro­ "comunidad cristiana", mientras la irnlpción del individuo en el m~~o modenlO ~~gnificarill,

miso cotidiano que requería de sus miembros. Ello dará cuenta de un modelo de ciudadano simultáneamente, la secularización de ese mundo y la autoinstituclOn de lo político y de lo

católico pergeñado con el objeto de ganar presencia en la sociedad y conquistar la esfera socia1.(ROSANVALLON, Pierre, 1994, p. 18). . ..

pública. Por el contrario, la perspectiva de la Iglesia subestimaba la libertad del mdiVIduo-elector Y

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colocaba al sufragante católico frente a su responsabilidad religiosa, en el momento devotar, a la


-
ban conflictos puntuales: la laicización de la enseñanza, en 1884~ la c~ecien~e c?nflictivi?ad
vez que le exigía ser coherente con sus convicciones y disciplinarse institucionalmente. A ello obrera, a comienzos de siglo; los cambios en las costumbres y la moralidad publica, c~mbma­
apuntaron las directivas de los sucesivos documentos eclesiásticos y de1a dirigencialaica, sobre dos con la presencia de la radio y el cinematógrafo, en los años '30. Esto ~e e},,'¡Jreso .en una
todo en las coyunturas electorales planteadas a nivel nacional, provincial o municipal. tendencia constante a multiplicar boletines, periódicos, folletos y libros de b'!Jo costo. Ejemplo
Además de la cuestión del sufragio, una de las preocupaciones centrales de la época se de ello son, en Rosario, el Boletín del Círculo de Obreros (1900), luego convertido en El ?brero
vincula con el interés por formar una opinión católica con efectiva incidencia en la esfera (1901) y más tarde enLa Verdad (1908 y 1920-47): bol:tinesp~o~~iales c0m.0 ~OY1to, del
pública. La tendencia de estos años fue construir un espacio propio, donde la opinión pública Perpetuo Socorro!, que se editó al menos durante dIez anos~ la difuslon de publicaclOnes de la
pudiera articularse según los principios de la doctrina eclesiástica. Para ello debían desarrollar­ U.P.C.A. (1921-1923) y, luego, delaA.C.A.(1930)~publicaciones salesianas, de diversaíndole~
se una prensa adecuada -la buena prensa -, utilizarse diversos medios de propaganda y, en e1 y el Boletín de la Diócesis de SantaFe, desde 1?O~. ~demás ~epromover la lectura de órganos
caso de los católicos sociales, se profundizó la interpelación al gobierno y a los patrones, en porteños, como El Pueblo y Criterio, o Los Prrnclplos de Cardaba. .
defensa de los intereses obreros, pero en el marco de la conciliación de clases.(MARTIN, Respecto del Estado, bajo la influencia de la encíclica Quadragesuno Anno de 1931,.se
MariaPía, 1997, pp. 59-82) sostuvo que éste debía asegurar el bienestar del conjunto de los ciudadanos y regular cuestio­
Se aflrmaba que la prensa constituía un elemento vital, sobre todo por elhábito de lectura I nes relativas a la supervivencia, procurando una mayor equidad entre ric~s ~ pobres5JUNTA
que se había generalizado en la sociedad. Ella se e},,'¡Jresaba a través de publicaciones diarias y NACIONAL DE LAA.C.A., 1931) Pero, además, se afmnabaque sufinprrnctpal era proteger
periódicas, hojas volantes, novelas, historietas, libros de carácter literario, filosófico, científico el derecho el orden social, la paz y la autonomía de la Nación. ( ..) Las funciones correlati­
y teológico. Por su variedad y su uso cotidiano, se le atribuía ((un valor poderoso, casi vas y secu~darias del Estado exigen también deberes que comprenden tanto ~a higiene como
omnipotente ", pues por su intennedio se dirimía la lucha entre el materialismo el racionalismo la moral pública (.. .) Desde la enseñanza religiosa reconocida, aceptada e l1~puesta como
el "bolcheviquismo", el modernismo, la masonería, el protestantismo y el ~tolicismo -únic~ una necesidad social, hasta la represión del escándalo como sistema y negOCiado d~ auda­
contrincante- en debates sobre la familia, la ciencia, la teología, la moral. Desde la perspectiva ces, todo nosfaltapor hacer (..) "(C.O.R., 1942) La acción estatal sería, ento~ces, unmstru­
eclesiástica, tales tendencias pOIÚan en peligro la pervivencia de ((los fuertes muros de la mento útil tanto para el equilibrio entre las clases sociales, como para una amplia refonna que
sociedad civil" y, por tanto, la ofensiva católica no podía esperar. El fm de la "buena prensa" consistía en universalizar la moral cristiana al conjunto de la población, opacando con ello la
era, entonces, ilustrar las conciencias y analizar los problemas del momento desde la perspec­ pluralidad propia de toda sociedad política. .,. .
tiva cristiana, dueña de los ((únicos postulados verdaderos que conducirán a remediar el De este modo, en los años' 3O, se impuso un predominio de la concepclOn mtegnsta de la
caos actual ".(C. O. R., 1932) fe religiosa y, en ese marco, el proyecto de cristianizar la sociedad equivalía a apropiarse del
A nuestro juicio, este discurso tendía a presentar la verdad católica -de carácter religioso­ mundo común2 , pues 10 que se buscaba era conquistar Yconservar el poder, fuera por consen­
como verdad única y absoluta en elplano de los "asuntos humanos ". Se rechazaba la diversi­ so, fuera por la fuerza. El objetivo prioritario era o~par un lugar r~levante en el E~tado y, a
dad y la polémica se presentaba como un camino para sustituir al otro, no para persuadido o través de él, en la sociedad. Sin olvidar la inserclon desde abajO que, en esta ep?ca, se
consensuar en el marco de la pluralidad. (ARENDT, Hanna, 1993) Se procuraba suprimir el concretó mediante la parra quialización de la acción pastoral, estimulada por la presenCla de la
disenso a tal punto que llegaron a proponer controles estrictos que restringieran las libertades Acción Católica En Rosario, esto coincidió con la evolución propia del espacio urbano, donde
consagradaspor la Constitución Nacional.(C. O. R., 1935) comenzaron a cristalizar ámbitos barriales diferenciados que constituirían, a partir de.enton­
En general, el ejercicio de la opinión pública y la capacidad de censura, en el sentido de ces, identidades propias. 3 A su vez, la ciudad se mostraba más integrada, con parr?q~tas que
determinar, como ciudadanos, qué es virtud y qué no, a través de la aprobación o del rechazo habían crecido y habían afmnado su presencia en los barrios, tras años de persIStir en .sus
(KOSELLECK, Reinhart, 1965, pp. 96-99), aparecía en el discurso católico reducido al ámbito de objetivos, asimilándose en fonna progresiva al lugar y suge~te. Asin?smo, puedepresumrr~e
la Iglesia y de sus dirigentes "preclaros". En este sentido, se tendió a parcial izar, desde la un cambio en la composición de la población -mayorpresenCla de natlvos-, con un porcentaje
óptica de una posición religiosa determinada, los principios morales, la acción del Estado, la importante de clero nacido o con mucho tiempo de residencia-en la ~gentin~ ! pr~cup~~o
vida política y la dinámica social, buscando universalizar a toda la sociedad esa por activar la militancia católica de acuerdo con los planes de la Jerarqma. LavteJa co~unC1?n
parcialidad.(C.O.R., 1942) En adelante, ésaseríalaperspectivaque adoptaría la dirigencia laica entre religión y nacionalidad que defendía la Iglesia, parecía encontrar en estos cambIOS SOCIa­
para situarse frente al gobierno, a los patrones, a los obreros y, en conjunto, a opositores de les un terreno más propicio que en el Rosario finisecular. .
distintas categorías. Portanto, si bien la prédica insistente de laj erarquía eclesiástica enfavor de ~ compr~ml­
El propósito de promover una" buena prensa" fue una constante en todo el período que so integral de los católicos tuvo sólo una acogida marginal en los.primeros ~os ?el SIglo,
abarca de 1900 a 1946, allilque ciertamente solía intensificarse la campaña cuando se p1antea­ desde [males de la década del '20, en cierto sector dellaicado cOlmenza a evtdencIarse una

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respuesta orgánica a las demandas del clero. Esta sevio favorecida, entre otros factores, por era propiciar esto último, defIniendo un tipo de ciudadano católico acorde con el pensamiento
la mayor penetración de la parroquia en los barrios de la ciudad. Desde entonces, en términos de Jacques Maritain, en Rosario hubo una particular tendencia - orientada por el obispo Boneo
generales, la dirigencia laica profundizaría el camino de la intransigencia, propugnando la -apreferirelpartido católico, de ser posible. Detodos modos, Meinvielle subrayaba el núcleo
regulación de la vida privada y su proyección militante a la vida pública. Tal intransigencia I central del pensamiento político cristiano: ((como católicos han de permanecer por encima de
los llevó a legitimar, hacia los años '3 O, mecanismos que le permitieran apropiarse del Estado todo partido político; como ciudadanos pueden adherirse al partido que juzguen más útil
en subeneficio, cifrando expectativas de rápido predominio a través del estrechamiento de los para labrar el bien colectivo de la nación. Pero al obrar como ciudadanos ¿olvidarán sus
vínculos con el poder, por encima de una lenta y consensuada inserción desde abajo, la cual, preocupaciones intelectuales y religiosas? De ninguna manera.. (. ..)" (Criterio, 1930) Nueva­
sin embargo, en ningún momento se descuidó. mente se planteabala necesidad de una coherencia entre opción política y convicción religiosa
El imperativo era conquistar el espacio público, marcar supresencia social, imponer una Por otra parte, la Iglesia recortaba los límites de la libre elección de un católico. Por un lado,
ideología considerada incostestable y condicionada por la moral cristiana. En sus sucesivas existía la obligación devotar, rechazando la abstmción ya que, en el caso de los electores católicos,
cartas pastorales, la Iglesia había requerido un compromiso integral de los "ciudadanos reducíanla incidenciade la Iglesia enelresu1tado de las elecciones y, portanto, en lavidapública.
católicos' que ((por esta doble calidad están obligados a mirar por el bien de la religión y i Pero, además, votar signifIcaba ((votar bien", es decir, preservar los intereses de la religión, la
de la patria" (Obispado de Santa Fe, 1923). Sin embargo, recién ahora se daba una coyuntura familia y lapatria Según el Episcopado Argentino, se debíavotar por los más aptos, para procurar
propicia, que parecía mejorar su llegada a sectores sociales más amplios. el bien de lare1igión y de la Patria, o votar por el menos inaceptable en este sentido. Además, el
católico no podía afiliarse ni votar partidos que, en sus programas previeran la separación de la
El ej~rcicio de la ciudadanía política Iglesia y el Estado, la supresión de las leyes que reconocían los derechos de la Iglesia C~t?lica; el
laicismo esoolarylalegalización del divorcio.(C.o.R, 1938; Criterio, 1945) Tanto laabstenClOll como
El ej ercicio de la ciudadanía se vincula, en el mundo católico, con conceptos sobre la demo­ el ''votarbien" eran consideradas responsabilidades anteDios y el conjunto de la sociedad, aunque
cracia, el partidismo político yel derecho de sufragio. El padre Julio Meinvielle, de ampliainfluen­ se contrariara el interés delpartido escogido. Portanto, de existir una objeción moral al candidato
cia en la formación de una cultura política católica, explicaba en 1930 que la Iglesia tenía ((un del propio partido, correspondíavotar al más adecuado, aunque fuera ~eno al mismo.
derecho inalienable" a intervenir en política, siempre que se tratara de asuntos con repercusión La Iglesia consideraba el bien común en sentido organicista. Por tanto, la sociedad ~o era
religiosa: la educación, la familia, la relación Iglesia - Estado. Pero, debido al fm "puramente una asociación libre de iguales ni el voto era la expresión de la voluntad general. La sOCledad
religi oso" de la institución, ésta quedaria excluida de todo motivo o acción vinculada al partidis­ era concebida como un cuerpo, análogo al "cuerpo místico de la Iglesia " y cada miembro era
mo político. Para este autor, la doctrina de la Iglesia no prefiere una u otraforma de gobierno, ni se parte orgánica de ella. Habíaj erarquías y distintas funciones que debían articularse annónica­
alinea en uno u otro partido político: ((la suerte de la Iglesia no está ligada a las vicisitudes de mente en procura del" bien común ".
la política ni sus intereses están entremezclados con intereses puramente terrenales. (. ..) Nada Respecto de la calidad del voto, éste debía ser "libre ", eludiendo toda presión y cOffilpte­
le parece más precioso que guardar su independencia de todas las contingencias que pasan". la; ((concienzudo", es decir, votar por quienes se tiene cierto grado de certeza de que son los
(Criterio, 1930) Si tomamos la religión como una ((comunidad ideal", como una ordenación más capaces y dignos; "ilustrado", procurando infonnarse lo más posible sobre el candidato,
unitaria de valores que es capaz de producir integraciones heterogéneas y que representa una su propuesta, el partido; y "desinteresado ", evitando votar por interés personal. (C.O.R.,
ideología para ordenar, en distintos grados, los comportamientos de los hombres de esa "comu­ 1930) Si insertamos el análisis en la época, podríamos suponer que se procuraba formar un
nidad" (HELLER, Agnes, 1991, p. 160), difícilmente pueda considerarse aj ena a lo político. Por ciudadano conciente, tan aj eno a la práctica del fraude electoral -generalizada antes de 1916 y
otro lado, ese rechazo de la vinculación directa con la política partidista vuelve a colocarla por entre 1930/ 1943 - como esquivo a la manipulación clientelar. Sin embargo, en Rosario, el
encimaypor fuera de toda autoridad humana, a la cual, sin embargo, dice subordinarse en aquéllo alcance de esta posición varió según los gobiernos y las circunstancias. Mientras casi no
que no afecte su propia esfera. As~ en los últimos siglos, el catolicismo se ha movido en la hubo criticas al fraude conservador de los años 30, los cuestionamientos al yrigoyenismo
ambigüedad de aceptar cierta independencia entre sociedad civil e Iglesia y de sostener la fueron constantes, aunque simpatizaron con la gestión de Alvear. También fueron frecuentes
ingerencia de esta última enla primera, a fm deponer freno a los "errores de la modernidad". Por los ataques a partidos como el Socialista y el Demócrata Progresista, ante todo por razones
otro lado, en tanto la Iglesia implica la constitución de sujetos y se propone la transformación del programáticas e ideológicas -el origen del primero, el anticlericalismo del segundo-: . ,
poder en un orden determinado - el orden cristiano -, se involucra en lo que es específico de la Por otro lado, la critica a las prácticas partidistas no actuó en favor de una valonzaClon de
vidapolítica (CASTRO ANDRADE, Regis de, 1984,p.41) la democracia y de su formalización institucional sino, por el contrario, se expresó en la defensa
Volviendo a Meinvielle, éste se introducía en una vieja discusión entre los católicos, de una" democracia cristiana" organicista, contraria al partidismo político de base liberal y,
referida a proponer un "partido católico" o un "partido de católicos". Mientras su posición en la coyuntura de entreguerras, proclive a las tendencias fascistas emergentes.
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Partidismo político y democracia en Rosario. una posición frente a acontecimientos mundiales, mientras generalmente se ignoraban los
hechos locales, provinciales, nacionales y los del propio ámbito barrial. Esa información se
Los órganos de prensa católica en Rosado hicieron propaganda constante en favor del presentaba entremezclada con temas muy diversos, como recetas de cocina, notas sobre
voto conciente y responsable, que articulara coherentemente las creencias de la vida privada costumbres sociales y vocabulario refmado, indicaciones para el trabajo de la tierra, datos
con las opciones en la esfera pública. y ello se acentuó a partir de los años '20, en fonna sobre nuevas técnicas y maquinarias, consejos para la esposa y los novios, fábulas y cuentos
paralela con la influencia de un nacionalismo más sistemático dentro de la Iglesia y en sectores infantiles. Por tanto, un conjunto heterogéneo de información pasaba a integrar los saberes de
dirigentes de la derecha argentina. sus lectores e, indirectamente, transmitía juicio s y una valoración sobre el autoritarismo y la
El C.O.R. sostenía, por ejemplo, que el "sistema ideal es aquel en el cual el pueblo tiene la democracia, tanto como sobre el hombre, la muj er y la familia.
mayor cantidad de posibilidades para controlar, fiscalizar y pesar con sus iniciativas la
jimción del gobierno", pero "una democracia, para que realmente sea ideal de ooobierno, La mujer y la política.
debe ser cristiana ".(C.O.R., 1931) ¿Y cuál era su concepción de democracia cristiana? Un
sistema donde gobernantes y gobernados actuaran a plena conciencia, sin moverse por inte­ La relación entre la mujer y lapolitica estuvo marcada, en todo elperiodo, por el papel que
reses particulares ni por la pasión. Y, además, un gobierno donde la iniciativa y la acción ésta debía desempeñar en la esfera privada y por las coyunturas que planteaba el devenir
práctica estllvieFdll concentradas en los grupos de interés, no en el individuo.(C.O.R., 1931) En político nacional e internacional. La mujer era considerada "reina del hogar" y, por tanto, su
1935, un artículo del periódico La Verdad calificaba el régimen del momento como fmalidad esencial era ser centro de la familia, educadora de los hijos, colaboradora del esposo
"sef!1idemocrático ", aunque no se refería, sin embargo, al fraude. Por el contrario, el sistema y sometida a su autoridad, sin por ello negar el desarrollo de la propia personalidad. Esto
político se consideraba así porque colocaba "en pie de igualdad al ciudadano ilustrado v al marcaba una tensión permanente entre el ser y el deber ser.
analfabeto, al hombre de bien y al delincuente, a los entes depravados y a los hone~tos La cuestión del trabajo femenino no parece haber sido la preocupación principal de los
padres de/ami tia", cuestionando también a los partidos políticos, por carecer de una doctrina católicos en los años 30. Aunque no estaba difundido por igual en todas las clases sociales,
de base ética y estar dispuestos sólo a "halagar las bajas inclinaciones del pueblo}} con era en gran medida un hecho admitido, lo mismo que el progresivo pero limitado acceso de las
fmes electoralistas. (C.O.R., 1935) Portanto, en consonancia con otras voces del nacionalis­ mujeres a niveles superiores de instrucción. Más los preocupaba, en cambio, la difusión de
mo, no se pensaba en una sociedad "de iguales", sino en una sociedadjerárquica y reproduc­ nuevas costumbres, la posibilidad de que aumentaran las separaciones matrimoniales y la
tora del ideal de la moral cristiana. O, como sostenía un boletín parroquial de la época, se influencia de la radio y el cine en la educación femenina. En la prensa católica de la época, era
consideraba que "una sociedad sin jerarquía, es una casa sin escalera ". (Sacerdotes frecuente la exaltación de los valores de la femilleidad y su importancia para la permanencia de
Redentoristas, 1936). la familia como base de la sociedad futura, al tiempo que se alertaba sobre los riesgos del
Esto último, por otro lado, nos revela que las ideas de los nacionalistas y de los sectores cambio en las costumbres y la pérdida del recato femenino. (C.O.R., 1930 -1947; Sacerdotes
de la Iglesia que estaban i."Wlersos en la discusión sobre el corporativismo, la dictadura y la Redentoristas, 1936-1938)
democracia ingresaban a la cotidianeidad de las personas que leían este boletín -pensado para Sibien los demócratas cristianos argentinos reclamaban el derecho electoral activo y pasi­
infoffilar, ilustrar, entretener y catequizar a la muj er ya la familia- de un modo directo, llano y , vo para la mujer desde el período anterior (Unión Democrática Cristiana, 1922), al promediar la
hasta "didáctico", ya que se empleaban para ello fotos con textos muy breves; exaltación de década del '30 el tema parece ocupar mayor centralidad en sus publicaciones, quizás como
anécdotas sobre la vida privada o de la sensibilidad de personas como Mussolini, Franco o reflejo de la realidad internacional. Por ejemplo, en España, para preservar sus intereses, la
Hitler; descalificación constante de las fuerzas republicanas en España; frases célebres o Iglesia había autorizado a votar en las elecciones de Cortes Ordinarias incluso a las monjas de
"ideas-fuerza" colocadas en lugares estratégicos de cada página y que expresaban la ideología clausura.(C.O.R, 1934) Enlos documentos recogidos, en general, predomina la aceptación de
de fondo. (Sacerdotes Redentoristas, 1936). los derechos políticos de la mujer, pero con connotaciones distintas. Asimismo, hay contras­
De este modo, a través de los dirigentes formados con una instrucción sistemática, de los tes entre discurso y prácticas. En Rosario, por ej emplo, el C.O.R. -que pretendía formar una
cursos y actividades de la Acción Católica parroquial, o de boletines como el citado -el cual, en opinión católica" culta", "ilustrada" y "comprometida"- planteaba que "preguntar si la mujer
1938, contaba con 330 suscriptores y se extendía unas ocho hojas- se difundían ideas debe intervenir en política, es preguntar si debe vivir la vida humana(..) es preguntar si
antidemocráticas en un barrio popular de Rosario. Algo semejante sucedía en otros lugares del debe intervenir por un régimen que tiene una influencia siempre considerable sobre los
país.(GUTIERREZ, L., ROMERO, L.A., 1995,pp.173-193) Laparroquiacontribuíaasíacons­ fines del hogar del que la mujer es reina, y (preguntarse) si la mujer es una persona en lugar
truir una cultura política que hablaba de los deberes del católico, de sus creencias y de las de un autómata"(C.O.R., 1934). Esta institución consideraba que la sociedad eraunapro10n­
virtudes en su vida cotidiana, pero que también destacaba su obligación de informarse y tomar gación de la vida familiar y que la mujer debía intervenir enpolítica porque ésta repercutía en la
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familia. Pero además sostenía que una sociedad gobernada sólo por hombres, equivalía a un frecuentes colaboraciones femeninas a través de sus artículos y secciones fijas, se incline por
"gobierno de castas". Sin embargo, algunos ejemplos de mujeres educadas en familias de una visión más conservadora enla misma época. Este boletín parece expresar discursivamente lo
dirigentes del C.O.R y delaA.C.A. nos revelan que ellas, dentro de esos hogares católicos, no que, en la práctica, revelan los testimonios recogidos.. ~í, se presenta ~omo un asp~to positivo
participaban de discusiones sobre temas políticos ni sociales, sino que se limitaban a "escu­ que la muj er se informe sobre política y tome.una pos1CIon. Incluso op~ y aconsejar puede ser
char, aprender y callar", rara vez a opinar. (CASlELLO, B., 1995) valioso, pero siempre dentro de la esfera pnvada ya que, por un lado, el.voto es la suprema
Por otro lado, se solia destacar el contraste entre "bondad femenina" y "racionalidad mentira, el supremo engaño de las democracias", pero también porque aleJ~ a la esposa ~~ las
masculina" . No obsta...Tlte, según las pub licaciones del C.O .R., 3lUlqUe la bondad femenina en l'
obligaciones del hogar y la l.leva a una i~dad ~n el (?ombr~ que es COns1~~da penuclOsa
ocasiones ignoraba la razón, era sólo una debilidad menor que no justificaba su exclusión de cuando le hace perder de V1Sta su [malidad esenCIal: ser rema en la [amllza '. (?acerdotes
la vida política. Asimismo, reconocían a la mujer el derecho de estudiar, aprender y utilizar su Redentoristas, 1936) Acompañar al hombre, comprenderlo, crear un amb1ente p:~p1CIO para ~ue
inteligencia para el b¡en común . Tampoco creían incompatible la dependencia respecto de la desarrolle su intelecto, midary educar a los niños, resultaba esencial. TodaotIaactiv1dad - trab~ar,
autoridad del mili""ido y el ej ercicio del voto, ya que consideraban que la autoridad masculina hacer deportes, estudiar, votar - quedaría subordinada al cumplimiento de estepapel fun~enta1
dentro del hogar era de carácter natural, no emanaba de1Estado. Portanlo no existía "ninguna I y, también, a las circunstancias - necesidad de trab~ar, o?ligaci?~ de vo~ ~. Incluso, ~ns1deraba
dificultad en que la mujer permanezca, en cierta medida, someNda a la autoridad que el necesario contemplar el contexto social, para analizar s1la actiV1~d polí~c~ de ~ ~u] er., ~ llll
marido ejerce en la familia y, que, con todo, comparta con él la que él ejerce ei1 el momento dado, favorecería un orden social tradicional o coadyuvana a la dlsoluclOn SOCIal . En
Estado "(C.O.R., 1934) Lejos de consagrarla autonomía de la mujer como individuo, esta visión esteúltimo caso,elladeberiaabstenersedelaparticipaciónpolítica (C.O.R~ 1?42) .
la colocaba como complemento del varón en la sociedad y, por tanto, como parte de tilla célula En realidad. casi todos los puntos de vista, salvo excepciones, comc1den en ver el voto
-la 'familia- necesaria al buen funcionamiento de un cuerpo -la sociedad-o La mujer católica femenino - sie~re que la muj er estuviera correctamente instruida en la d?c~a ca~ólica.­
tendría así tma doble pertenencia y, por tanto, una doble responsabilidad: asegurar mediante como un factor de preservación social y de orden, combinado con una dos1s de mtehg~n~1a
el 'voto los intereses de la Iglesia y mantener la solidaridad con el hombre que ejerce la práctica y de sentimiento que, desde esa perspectiva, resul~ útiles al bien común.(~s1~S.­
autoridad en el ho gar, que decide en la vida privada. mo, se solía considerar que su aporte sería partiru1armentepos1~IVO al o~orgar ~yor sens/~l­
Las prácticas de la época nos penniten confmnar en parte esta hipótesis y corroborar la lidad" a las decisiones de gobierno, proyectando, en gran medida, la vmculaclOn en~e mu] er
ambigüedad en la construcción de una identidad ciudadana femenina. De un estudio de caso, _beneficencia - caridad, tan arraigada en la tradición católica Por otro lad~, ~la~yona de los
podemosresc~¡tar el recorrido de una mujer que, alos 18 años, hacia 1934 o 1935, comenzó a casos, el voto de la mujer parece ser considerado con un c~acter ~s b1en ms~ental,
participar en grJpOS nacionalistas de la ciudad de Rosario. También había paÍÍicipado en la condicionado por la coyuntura histórica que atraviesen la Igles1a, la SOCiedad Yla f~~, y. no
Acción Católica, en asociaciones estudiantiles católicas y en actividades vinculadas al nacio­ como un derecho que la igualaría al hombre, como individuo autónomo, en la aCClon púbhca.
nalismo en parroquias apartadas. Su ingreso a la agrupación nacionalista se dio por iniciativa Sin embargo, ante la realidad del sufragio femenino, activo y pasivo, teniendo e~ cuen~ el
de su hem1aIlo, a quien secundó en sus tareas políticas dentro del peronismo, aprovechando ejemplo de otros países y considerando el caso argentino desde 194?, ~a Igles1a te.ndio a
su título de abogada. Nunca ejerció cargo electivo, ni desarrolló carrera política propia. Pero romover la actuación femenina en política, más allá de cualquier sacrificIO, con el objeto de
sirvió de nexo "detrás de la escena ".(NUN, José, 1989) Luego del Golpe de 1955, en su condi­ ~ue "la sociedad recobre el equilibrio perdido ". pues, graci~ a su particiP~ció;. "cada
ción de abogada, defendió a su hermano corno preso político y, a la vez, aprovechó esta persona deberá sujetar su conducta a la ley de DIOS y los gobIernos no podr~n leo,/slar en
posición para trasladar manuscritos de la resistencia peronista de la cárcel a la imprenta. En desacuerdo con la ley natural, que es la que considera, ante todo, la przmacza de la
cierta forma, combinaba rasgos del imaginario cristiano más tradicional, con otros de moderni­ persona". (Criterio, 1947) Puede entenderse que, en la lógica.católica"la primacía de la persona
dad. En la entrevista, sin embargo, parecía imponerse Uí1a imagen de sí que mostraba a la mujer _distinta del individuo - significaba su articulación con el b1en com~, con el cuerpo, def~­
abnegada, sujeta a la autoridad del hombre de la familia, compaI1era, complemento de sus diendo valores como "Dios, P atri a y Familia". Y por tanto, suporna promover la educaclOn
proyectos y a salvo, por tanto, de los prejuicios que en la época debía provocar una mujer religiosa y la moral aistiana como regla para el conjunto de la so~~d, como organizadora del
profesional que hiciera política. Además, nuestra entrevistada en ningún momento identificó Estado, y evitando así leyes contrarías alas indicaciones ecles1ásticas.
su actuación como "política" e, incluso, la sugerencia de la idea le provocó pudor y rechazo.
(OSELLAMUÑOZ, E., 1995). Conclusión
Si, en otro nivel, nos remitimos al archivo parroquial de los sacerdotes redentoristas, nos
llama la atención que, a diferencia de otras fuentes orientadas a "fonnar opinión culta" -como En el presente trabajo hemos procm:ado analiz~ el ~e~ de ci~da~o construido por la
Criterio o el periódico del C.O.R.- su boletín, en buena medida destinado a la mujer y con Iglesia Católica a lo largo de casi medio s1glo y que cnstalizó en los anos 30, en el marco de una

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Ig~esia integrista y fuertemente influenciada por las ideas de un nacionalismo que parecía
queperrnitieron que el integrismo católico tuviera una mayor cabida en la sociedad. Rosario fue
eXitoso en otros lugares del mundo.(HOBSBAWN, Eric, 1995,pp. 116-147)Particulannente,
un ejemplo de ello. ~a creciente.integración espacial de los años '30, lapresencia constante y
nuestro interés se ha centrado en la cuestión del sufragio y el análisis de prácticas y discursos
fmne de la palToqma en los bamos populares, y los cambios enla composición de la población
en la ciudad de Rosario.
y del propio clero, pemritirian en adelante una progresiva identificación con el lugar y su gente,
El integrismo dominante en la Iglesia Católica, según creemos, detenninó una fonna de
tanto como una llegada más efectiva que en las primeras décadas del siglo. De este modo, la
concebir la participación ciudadana que oscilaba entre una visión tradicional y la aceptación
doble con~ción que se atribuía al ciudadano católico, en el sentido de cuidarpor la religión y
de elementos claves de lamodeTIÚdad, como el derecho de sufragio. Sin embargo, se desnatu­
por la patna, aunque no era nueva, adquirió desde entonces una dimensión distinta.
ralizaba este derecho al ignorar la noción de individuo y al subestimar la libertad politica. Como
~~specto de la acción política, la Iglesia de estos años se colo cabapor encima de la política
hemos visto, para comprender el pensamiento político de la Iglesia, Rosanvallon otorga un
partIdIsta aunque se reservaba el "derecho inalienable" de intervenir en todos los asuntos de
papel decisivo al individualismo que supone el sufragio. Aunque la Iglesia rechazaba el socia­
su interés - educación, moral, familia, relación Iglesia y Estado -. Esto lo transfería a las obliga­
lismo, rescataba la idea de distribución económica que pennitiría construir una soci edad de
ciones contraídas por los votantes católicos, a quienes reclamaba ({votar bien" y ((no abste­
hermanos, pero desconfiaba de la emergencia del individuo y de la sociedadde iguales que él
nerse", a [m de preservar los intereses eclesiásticos. Esa responsabilidad era una obligación
representaba, pues implicaría un desplazamiento de la idoología eclesiástica.
contraída ante Dios y la comunidad y, por tanto, insoslayable. Por otro lado, promovía la
Por tanto, la distribución económica y la refomla social serian una prolongación de la
participación de los católicos en política, siempre que con ello no contradij eran los principios
C?:c~pc~ó~~ c?rporatlva presente en el concepto de "comunidad cristiana", mientras la irrup­
aceptados por su conciencia religiosa. En este contex10, el voto femenino se presentaba como
CIO~ Gel mCílvlduo en el mundo moderno significarla, simultáneamente, la secularización de ese
un,instrumento valioso para reforzar las posiciones de la Iglesia, en el plano electoral, en un
mundo y la autoinstitución de lo político y Jo social. (ROSANVALLON, Pierre, 1994, p. 18)
pms y illla coyuntura determinadas. La muj er, más que individuo elector, pleno en su ciudada­
Además, para la Iglesia, la libertad política no es posible - al menos en ténninos liberaíes ­
nía, se concebía como parte orgánica de la familia, célula madre de la sociedad, subordinada al
en la medida euque ella debe ajustarse a la lógica del "cuerpo". Enlos años '30, el ciudad-1I10
esposo en el hogar y complemento de éste en la esfera pública. En este sentido, su inclusión en
católico no era concebido como un individuo-elector plenamente autónomo, Sino como el
la vida política mediante el sufragio, era deseable en circunstancias consideradas de riesgo
miembro de una comunidad que debía eApresar los objetivos e intereses de la misma. La sobe­
para el orden cristiano, cuando se imponia preservar la moral y la caridad cristianas como
raria no era propia, había sido delegada en él, y sólo la Iglesia podía interpretarla en fonna
principios ordenadores de la sociedad. Ello requeria, porlo demás, una constante y sistemática
fidedigna. Por tlliltO, el voto, la pa.rticipación y la acción pública constituían un deber de
educación de la mujer en estos valores.
conciencia quepodía asjmilarse alanoción de pecado, sino se actuaba confonne a las dispo­
En la ciudad de Rosario, como en otros lugares, el sufragio femenino fue visto desde la
siciones de la Jerarquía.
ambigüedad que planteaba una Iglesia en conflicto con la modernidad, anclada en la tradición
Se requería, entonces, disciplinarse dentro y fuera de la Iglesia, para asegurar cierta homo­
~ escéptica frente a la democracia liberal, pero que no podía contradecir las imposiciones de su
geneidad. Con este [ro, la institución proponia tanto el desarrollo de la buena prensa como el
tIempo. De este modo, se aceptaba el trabajo femenino, la instrucción, el deporte, la informa­
control, por parte del Estado, de la mala prensa. Asimismo, aspiraba a dirigir la educación,
ción sobre cuestiones de interés y la potencial participación femenina en la vida política. Pero
procuraba acceder a las decisiones del Estado mediante católicos coherentes con sus convic­
ella ~ebía estar siempre anclada en la esfera privada y subordinada a sus exigencias. Sus
ciones religiosas, y deseaba in seltarse en la sociedad, en fonna lenta y continua, utilizando la
estudIOS, sus conocimientos y las opiniones fonnadas serían consideradas más como nutrientes
parroquia, la catequesis, el activismo sindical y político e, incluso, saliendo ala calle enmam­
de la vida familiar, que como base para el ejercicio de una vida autónoma, plena de derechos
festaciones públicas, como sucedió en Rosario en 1939.(La Capital, 1939; La Verdad, 1939) Con
que le eran propios e intransferibles. Una vez consagrado el sufragio femenino y la posibilidad
todo ello se proponia fomlar una opinión católica que se constituyera en un espacio articulador
de su acceso a los cargos públicos, la Iglesia demandaóa a las muj eres una participación activa,
privilegiado de las relaciones entre el Estado y la sociedad.
coherente con los pricipios cristianos y tendiente a desempeñar una función equilibradora que
. ~: decir, ?r~tendía mo~opolizar la verdad, en el plano de los asuntos hu:nanos, lo que
con.s~grara el orden deseado. Sin embargo, nuevamente entrarían en conflicto el discurso y la
slgniÍlcaba ehmmarnecesanamente la pluralidad inherente al mundo de 10 político. Lo parcial
acClOI1, ya que este criterio, planteado para la opinión culta católica (Criterio, 1947) tardaóa en
se universalizaba suprimiendo la diversidad. Pero esto no se podía lograr sólo por mecanismos
alcanzar una dimensión general y efectiva en el conjunto de la sociedad.
coercitivos, sino que implicaba también otros de tipo consensual.
A nuestro juicio, la acción eclesiástica encontró condiciones más favorables que en otros
momentos de la historia del país. Más allá de las condiciones políticas nacionales e internacio­
nales, y de las orientaciones del Papado respecto de la A.C.A., confluyeron factores nuevos

90 91
Avances del CESOR - Año 1 N°1 lvlaria Pía Martin
Segundo semestre 1998

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AUZA, NÉSTOR T., Aciertos y fracasos del catolicismo argentino, Buenos Aires, DocenciaIDon Bosco,
2. P;"a HannaArendt, el mlUdo comú..TJ. es el espacio público, en cuanto. es ~o comun atodos y dIStinto ~e
1987-1988, TomosI-IlI.
lo poseído privadamente. Es el mundo compartido, en relación de contigmdad y supone la permanencIa
BIANCm, SUSANA, "La dificilformación de la Iglesia Católica Argentina (1860-1960)", en VO
en el tiempo. Por el contrario, para esta autora, la comunidad cristiana supone que el mundo es
Jornadas Inter-Escuelas Departamentos de Historia. ID Jornadas Rioplatenses Universitarias de Historia,
Montevideo, 1995. perecedero.(ARENDT,Hanna, 1993,pp. 59-67) . .'
3. Un ejemplo de ello es la PalToquia del Perpetuo Socorro y la emergencIa del bamo Arroylto en torno
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93
92
ENTRE IAADHESION ACTIVAY EL DESENCANTO. ACERCADE LOS
INDUSTRIALES l\1ETALURGICOS DEL GRAN ROSARIO Y EL <JlROCESO»
Silvia Graciela Simonassi
U.N.R -Cesor

El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 en Argentina y el régimen que se instaló en el


poder político a partir de esta fecha, hasta 1983, suscitó y sigue despertando polémicas y
posicionamientos diversos.
Desde una lectura más bien unilateral, se ha expresado que los sectores populares, y en
particular la clase obrera asumieron la oposición al «ProcesO» l .
La clase media y la burguesía habrían aceptado la interrupción del gobierno democrático,
mientras que la primera consumó su ruptura con el régimen sólo tras la fracasada experiencia de
la Guerra de Malvrnas.
A la burguesía se le ha reservado el lugar de defensora hasta las últimas consecuencias de
este régimen, sin explorar las desigualdades y paradojas que se presentan cuando se inten,ta
analizar esta etapa histórica2 .
Esto último supone previamente considerar que los empresarios no confonnan una clase
homogénea, que ésta contiene fracciones o sectores que se posicionan de manera diversa
frente a los hechos históricos. Indagar acerca de su accionar frente al Estado y a la clase obrera
nospennitirá dilucidar también sus estrategias de dominación.
¿Cómo explicar el inicial apoyo de los empresarios industriales a un proyecto que rompe
con la tradición industrialista de élJ.lteriores gobiernos? ¿De qué manera los empresarios van
adecuando sus posiciones a medida que el gobierno militar y el equipo económico explicitan su
proyecto? ¿Cómo se llega al momento en que expresan su «desilusión y desencanto» con
encendidos discursos y «combativas» acciones?
¿De que modo los empresarios metalúrgicos de Rosario, junto a otros sectores del
empresariado del interior, se constituyen en la avanzada de este "desencanto"? ¿Cuáles son
las razones de una y otra actitud: de la adhesión inicial al régimen militar, y de las exhortaciones
fmales por una salida democrática?
En el presente trabaj o, intentamos dar respuestas, al menos provisorias, a estas preguntas,
que refieren a una clase y a un período histórico insuficientemente explorado desde la historia.

«Comprometemos nuestro esfueno, riesgo y lucha». La adhesión activa.

E124 de Marzo de 1976 se produjo un golpe de estado a partir del cual se instaló en el poder
político una Junta Militar integrada por los tres comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas,
la cual designó comoprimerpresidente al General Jorge Rafael Videla El Proceso de Reorgani­
zaciónNacional, tal como apareció establecido en los comunicados y declaracionesproduci­
das, se propuso «salvar la nación» del desorden producido por la subversión y el caos econó­
mico. Las primeras medidas del gobierno, adoptadas inmediatamente producido el golpe, pro­
cedieron a suspender las actividades políticas y de los partidos, así como las gremiales, tanto
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Avances del CESOR-Año] N°]
Segundo semestre 1998
Silvia Simonassi
de trabajad~res como empresarias. Seprohibió el derecho de huelga y se inició lUl proceso de
encarcelanuentos, desaparición y asesinatos de delegados obreros estudiantes profesiona~ , denunciaban elevados índices de capacidad ociosa en sus plantas, falta de créditos para la
~~ , ,
industria, inexistencia de una política de promoción industrial, desabastecimiento 6 . Solicitaban
De~de lo~ trab~jadores no hubo respuestas contundentes frente al golpe bajo la fonna de además refonnas en la legislación laboral, la cual generaba ausentismo y una excesiva intromi­
~r~lsten~anaclo~ unifica.~. A partir de este momento, la misma sería atomizada, defen~ sión de los trabajadores en la dirección de las empresas todo 10 cual desembocaba, según el
swa) apelanaamodahdades.distin~~periodoprevio a 1976 (Falcón, Ricardo; 1996). criterio de los industriales, en un descenso importante de la productividad7 •
?~de la prensa, los partIdos políticos y las organizaciones empresarias, las principales I En los primeros años de la década del '70, y más nítidamente a partir dejulio de 1975, elritmo
pos~clOnes ?lraban entre ~1 apoyo abierto, un compás de eSpera o bien que cualquier salida social, político y económico se aceleró en todo el país y Rosario formó parte de dicho proceso.
poslbledeblaserpen~adaJ~o alas FFAA(Quiroga, Hugo; 1994,p.63). Fruto de la creciente conflictividad social, el malestar de los empresarios se expresó en un
~a AIM, de ~osano adopto claramente, una vez producido el golpe, la primera posición, es aumento de su participación cOIporativa. Varios dirigentes empresarios consideraban que era
deCIr, ~oyo able~ente al nuevo régimen. Bajo el título «Argentina, 24 de marzo de 1976, imprescindible crear lUla central única de empresarios, a los [mes de confrontarla con la central
Arg~ntzn~», el p~nodico ~e l~ Asoci~ci?n expresaba: «Como representantes de la pequeña y de trabajadores.
m.~dzana zndustrza metalurglca autentlcamente nacional, embrión y cimiento de toda Na­ Es así como, a partir de 1973, con posterioridad al triunfo peronista en las elecciones, se
c~on con respo~lsabilidad dirigida a un destino de grandeza y equitativa distribución de realizaran flnnes acciones tendientes a promover la unidad de los empresarios argentinos. Ésta
rzquezas, ~sumlmos con dignidad la realidad de esta instancia, comprometiendo nuestro se consumó en agosto de 1974, cuando la UlA (Unión Industrial Argentina) se fusionó con la
esfuer:z~, rzesgo y ~ucha en el «proceso de reorganización nacional», confiando en la con­ Cl (Confederación de la Industria), representación industrial de la CGE (Confederación General
trapartIda prometIda por la palabra hablada y escrita»3. Económica), en lUla nueva entidad, subordinada a la segunda, la CINA (Confederación Indus­
En es.~ primera ~arición del periódico luego del golpe, la AIM: de Rosario comprometía un
trial Argentina).
apoyo ffilli.tante, ~Ctivo, acorde a los postulados ftmdacionales del régimen militar pero espe­
La misma no llegó a consolidarse institucionalmente y nació fragmentada, pero efectuó una
rando al nusm~ tiempo la satisfacción de sus reclamos. Ese es el sentido último de ia adhesión
serie de reclamos públicos en defensa de sus intereses sectoriales que sólo días antes del
y el o:>mpronuso, la apuesta a la satisfacción de sus intereses de clase, tal como veremos
golpe se transfonnaron en enfrentamiento abierto a la política oficial.
postenonnente. Otras organizaciones empresarias, claramente opositoras al gobierno, constituyeron a me­
A partir ~e all~ esta ~~mera J?Osición va a ir modificándose a medida que se visualizaban las
diados de 1975, APEGE (Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias), la cual
consecuencI~ de la pohtica aplIcada, que derivarían, como analizaremos, en el desencanto.
tuvo incidencia directa en crear el clima para el golpe de estado (Schvarzer, Jorge; 1991).
La ,nece~~dad, plantea~a e~ 1976, .de un giro brusco en el sentido en que se produjo, Durante los meses de enero y febrero de 1976 recrudecieron las críticas del empresariado
apareCIa le~tI~~a en lahistona argentina reciente, en el pasado inmediato, que era percibido hacia el gobierno y APEGE llegó a convocar un lock out.
~mo una sltuaclOn d.e caos y anarq~a que invadía la econollÚa, la sociedad, la política, que Fundaba su firme enfrentamiento con el gobierno en la inexistencia de unarefonna impositiva,
~pregna?,a las .r~laclOnes de trabaJO. En esa oportunidad, Señalaban los industriales: «... la la inflación, la disminución de la capacidad de producción de las empresas motivada por los
mterven~l~n nubtar resultó el corolario lógico de la suma de errores, contradicciones ' «avances y excesos del sindicalismo», los privilegios concedidos, así como la inseguridad e
despre~tiglO, anarquía, puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agot6 incertidumbre de las instituciones y leyes, además de la incapacidad del gobierno por controlar
en si mlsmo»4. las manifestaciones de violenciaS. Reclamaban medidas flnnes que garantizaran el orden, la
A modo de ej emplifica~ón, c~tamos el testimonio de un industrial metalúrgico, que, ante la seguridad, la producción y productividad. Los obstáculos mencionados para el logro óptimo
pr~gunta acerca de las modificaCIones que se produjeron en 1976, expresaba: <<Ahíse terminó de las dos últimas, eran las leyes de contrato de trab~o, abastecimiento, control de precios y
(SIC) todos los problema~, cu~ndo vinieron los militares...porque la gente ya no hacía más horarios de comercio. Por su parte, sindicatos y C. G.E. estarían conduciendo a la <<sovietización
pr~blem~s, ~e ve ~ue teman mIedo. Porque nosotros ni los amenazamos ni trajimos un mi/ico del país»9.
ahl a laf~brzca m nada que se le pareciera.» El mismo industrial denunciaba que por enton­ Las Fuerzas Armadas y la APEGE emitían duras críticas al gobierno y a la sociedad argen­
ces trabajaban ~on un. ~o o 12~ de exceso de personal, para suplir las faltas diarias. Ante la tina. Ambos cuestionaban al gobierno por su ineficacia en la represión y en el control de
pregunta de que ocumo despues del golpe, respondió: «Y, eso se revirtió totalmente. El tema sectores sociales opuestos y aliados. Afmna M. Cavarozzi: «Su crítica a la sociedad argenti­
de l~sfalt~s por el ausentismo, de un día para otro se revirtió. Ya no se enfermó más ninguno. na como un todo iba aun más lejos: se consideraba que el populism o -qua régimen político
A mI por ejemplo, y creo que como a mi...me sobró gente... »5 y qua estilo de conducta de las clases socialesfundamentales- promovía malos hábitos (el
Ahora bien, cuáles eran las demandas de los industriales por entonces? Los empresarios más extremo de los cuales era la subversión) entre «súbditos» acostumbrados a la tutela de
un Estado protecton> (Cavarozzi, Marcelo; 1988,p. 70). Queda muy claro de esta manera, que
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Avances del CESOR-Aí10 1 N°}
Segundo semestre 1998
Silvia Simonassi
par~ .estos sectores el ca~b~o a impulsar debía ser profundo, en tanto comprendía al sistema
político, al modelo econonllCO y los comportamientos sociales.
Por su parte, la C. G.E. dispus~ la mo.v.ilización del empresariado nacional. Esto obedecía,
II revertir viejas deformaciones que tenían que ver con el sistema político y con la economía,
producidas en las décadas precedentes. En el último aspecto, la política arancelaria, los subsi­
af~a?an, al abuso en las cargas ImpOSIUVas, la falta de créditos, las altas tasas de interés, el I dios y créditos a bajas tasas, habrían provocado, la «instalación y supervivencia de una
~ec~ento de la burocracia estatal, la paralización de proyectos de radicación industrial en el industria ineficiente» (Canitrot, Adolfo;1979,p.l2).
mtenor, los horarios lesivos y la <<parcialidad del sector oficial del trabajo» lO. José Alfredo Martínez de Hoz, el primer y más poderoso Ministro de Economía del Proceso,
Esta Confe~eración había prestado su apoyo al gobierno ya sus políticas, y su titular, José puso en marcha un plan económico que se basó en dos pilares ftmdamentales: la apertura de la
B. Gel~ard, m:?Ia actuado hasta octubre de 1974, como Ministro de EconoITÚa. En gran medida, econoITÚa (reducción de aranceles a la importación) y la reforma fmanciera (lIberalización de los
la aludida fUSI?~ ~e ambas entidades (UIA-CGE) obedeció al triunfo peronista y al peso que la mercados cambiarío y fmanciero) (Canitrot,Adolfo;1979; Schvarzer, JorgeJ 986). Laaplicación
segunda adq~na en el escenario nacional. Había llegado el momento de tomar medidas de tales políticas generó consecuencias que se harían notorias a medida que iba transcurrien­
contra,m: gobIerno que ya no satisfacía sus intereses de clase, y esto no se iba a a realizar sino do el tiempo. Inmediatamente, en términos económicos, se produjo una reducción de costos de
con múltiples contradicciones. producción mediante la abrupta disrnhlución del salario real de los trabajadores.
, Apesar de n? forrnarparte delfr~te empresario más enfáticamente opositor al gobierno, y Diversos decretos y leyes se promulgaron con posterioridad al 24 de marzo, uno de los
SI pertenecer activamente a CINA, los mdustriales metalúrgicos del Gran Rosario reflejaban en cuales será particularmente resaltado por los empresarios metalúrgicos y se otorga en fecha
su prensa un.profundo malestarpor las consecuencias de las medidas económicas propuestas tan temprana como abril de 1976. En esta fecha se sanciona la nueva ley de Contratos de
desd~ el.g?bIemo y por la marcha de la situación nacional previa a marzo de 1976. Trabajo (N°21.297). En sus fundamentos la ley expresaba la necesidad imnediata de «... resta­
En diCIembre de 197~ ya denunciaban la «... realidad del desastre qu e significa el ausentismo, blecer el orden indispensable en la relación trabajo empresa»l4.
n~ ya para la eco.nomIa de :as empresas agobiadas y extenuadas por esta circunstancia, En la prensa empresaria, se saludaba su puesta en vigencia y se analizaban en detalle
SInO para la propIa economIa nacional»ll. ciertos artículos que venían a «. .. corregirfallas de la ley 20.744»15. Se resaltaban en particular
En abril de 19:5 registraban en su prensa los resultados de la reunión nacional convocada aquellos que nonnativizaban las suspensiones por justa causa, es decir, aquellas que seprodu­
por la CINAy realIZada en la sede de AIM Rosario. Allí,junto al tratamiento de los temas de la jeran por falta o disminución de trabajo no imputables al empleador, razones disciplinarias o
agenda de pr~~upaciones empresarias, produj eron una declaración manifestando la <<profun­ fuerza mayor debidamente comprobada. Además, se explicitaba en qué consistiría esa expre­
~ap~:ocupac~on ?or la paralización productiva que se registra en la región de Villa Cons­ sión <<razones disciplinarias»: «inasistencia, impuntualidad injustificada, falta de contrac­
tituclOn,. provIncIa. de Santa Fe y su zona de influencia... »l2. La CINA recla..TJlaba en esa ción al trabajo, no acatamiento de órdenes normales y cualquier otro acto o hecho lesivo a
opo:rurudad al gobIerno la resolución del conflicto obrero que se había iniciado en la zona a las obligaciones laborales»l6.
partrr de l~s detenciones producidas con motivo del denominado Proyecto Rocamora 13 • En setiembre de 1976 entró en vigencia la Ley ~ 21.400 de Seguridad industrial, la cual
.P:- ~artIr de este mome~to, sucesiv~ ~eclaraciones aparecidas en Ideario Metalúrgico, el ratificaba la prohibición, fijada en marzo del mismo año, derecurrir a medidas de fuerza y fJjaba
penodIco.de la AnA ~o~~o, y ~n los di~os de la ciudad, mostraban lapreocupación de estos muy severas penas para los transgresores, inclusive la prisión. <<Elproyecto remitido prevé no
empr~~os por.el dlscI~I~a~nento SOCIal y laboral y la necesidad de obtener mejoras en la solamente los arbitrios a adoptarse en los supuestos en que la acción se produzca en forma
produ.. .tivi&:d (SlffionassI, SilVIa; 1996). Es así como, en mayo de 1976, los empresa..rios saluda­ directa sino también cuando ello ocurra por instigación o por violencia, intimación o
ban. el cambIO operado en el go~ierr:o do~ meses antes y expresaban confianza en que el futuro amenaza»l7. Toda otra serie de decretos y leyes limitaron la actividad sindical l8 .
aCCIOnar redundara en beneficIOs vlsualizables en su actividad productiva. La política de disciplinarrúento puesta en marcha por el Proceso alcanzó importantes logros
en los primeros años. La lucha contra la subversión fué exitosa, el control del activismo y la
Después del 24 de marzo indisciplina obrera redundaron rápidamente en una reimposición del control patronal sobre la
organización de la producción y las relaciones de trabajo. En setiembre de 1976, los industriales
. , El obj etivo del proceso. que s~ inició con el golpe de estado, fué <<producir una transforma­ metalúrgicos reconocían que los problemas de productividad, si bien seguían preocupando,
clOn ~~~1pleta en el funCIOnamIento de la sociedad argentina tal que fuera imposible la se daban «en mucha menor medida que en un pasado reciente»l9.
re-feflclOn del popu~/smo y de las experiencias subversivas del primer quinquenio de la Es decir, la adhesión de los industrialesmetalÚfgicos del Gran Rosario al Proceso en esta
decad~ de/70» \~arntrot, Adolfo;1979,p.10). De las dimensiones de este propósito devino la primera etapa, se fundó en la decidida acción de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la
conocId~ expresIOn «el gobierno no tiene plazos sino objetivos». La tarea que deberían ejecu­ subversión. Sabido es que dicho accionarno se limitó al desmantelaTIÚento de las organizacio­
tar los Imembros de las Fuerzas Armadas y los liberales que los acompa..Tiaban, consistía en nes guerrilleras, sino q~e se amplió a una acción de «saneamiento» del cuerpo social «corroí­

9. do» por el accionar de estos grupos. En la medida en que esta acción se desplegó en una

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Avances del CESOR - Año 1N°1

Segundo semestre 1998

Silvia Simonassi
cuidadosa tarea de disciplinamiento laboral y social, el Proceso ganó legitilIÚdad a los ojos de
las clases que demandaban con firmeza una política en tal sentido. de la realidad argentina, amén de una total falta de objetividad»22. Tanzi contestaba reivin­
Hacia lm~s de 1978 es~ base de legitimidad se reveló insuficiente. Comenzó un proceso dicando su trayectoria como hombre de industria, al frente de una fábrica con 50 años de
.queHu~o C?urrogadenornma dedeslegitimación (Quiroga,Hugo;1994). existencia, y con el deber de señalar los errores de un régimen que, afmnaba, aún apoyaba al
En terrnmos de G~etón, la dimensión reactiva, o represiva, del régimen, debía complemen­ momento de producir estas declaraciones. En su réplica señalaba la gravedad de la situación de
tarse .c~~ otra fundaCIOnal, tranformadora. «La problemática básica del régimen es aquí la las fábricas de tractores y de maquinaria agrícola (con despidos, suspensiones y disminución
d~jinzclOn de un modelo de desarrollo, de un nuevo sistema de relaciones sociales en las de la jornada semanal de trabajo) y los trescientos despidos producidos en la siderúrgica
dIversas esferas de la sociedad y de un modelo político para elfuturo, que se perjila como el privada Acindar. Y fmalizaba con un llamado: «Dr. Alemann, yo no tengo respuestas para sus
suce~ordel régimen militan> (Garretón, Manuel;1985,p.197). Es decir, la sola represión no era estadísticas; deseo profundamente que usted tenga alguna respuesta para nuestra reali­
~CIente para legitimar el régimen, y no se vislumbraba un proyecto econólIÚco exitoso. Ya las dad»23.
cnticas al programa econólIÚco de Martínez de Hoz unificaban los reclamos de diversos secto­ En declaraciones al diario Compendio, de Buenos Aires, Tanzi negaba que se estuvieran
res de la so~iedad. En Octubre de 1978, el General Viola declaraba que en ese mes el gobierno preparando medidas de fuerza contra la conducción económica24 • Desde el periódico sepedían
«no ~a podIdo contener la inflación», y existían recesión industrial y problemas de salarios y insistentemente rectificaciones al plan econólIÚco y se insistía en el daño causado en las
precIOs20 • empresas por la persistencia y ratificación de los objetivos econólIÚcos.
I?e acuerdo a un comentario aparecido en diario Rosario, es posible determinar que hacia Se habían evidenciado, fmalmente, o al menos así lo expresaban los industriales, las conse­
me~~dos de este año se abriría la segunda etapa en las relaciones de la AIM con el Proceso. A cuencias de una política de abandono del proyecto industrialista y de fortalecimiento del
p~ de este momento, se mantuvo jirme el apoyo al mismo, y se efectuaron críticas a la sectorfmanciero.
polztica económica.
En un documento producido por AIM y fechado en el mes de setiembre, los industriales <<Donde acaban laspalabras. .. ». Nace la CONAE (Convocatoria Nacional Empresaria)
~ban que «.. .há pasado ya un prudencial compás de espera para visualizar si la Argen­
tIna entra o no en un proceso de crecimiento y expansión». Y de manera más contundente: Con la participación de casi doscientas entidades empresarias de todo el país, nació en
<<En .m.arzo de 1976 se prometió formalmente marchar hacia una economía productiva, Rosario, en octubre de 1980, la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE-. De acuerdo a sus
corrIgIendo los ~1ales heredados de una inflación desesperante y el desquicio general del organizadores, no se trató de una entidad más, sino de la cristalización de la voluntad expresa­
aparat0,ProductlVO. Sabemos que los procesos y las políticas llevan tiempo, pero lo que no da por los empresarios de todo el país, fundamentalmente del interior, por unificar reclamos
hemos sIdo capaces de suponerfue el efecto devastador de la políticafinanciera implementada contra el plan econólIÚco vigente por entonces. Los mismos se proponían iniciar un proceso de
por la actual conducción del área»21. movilización, bajo ellemaPor el resurgimiento de la economía nacional. Si bien convocaban
a empresas de todos los tamaños, se condideraban representantes de la pequeña y mediana
1980. Se quiebran las lealtades. industria argentina. Para cumplimentar estos objetivos, y dejando clara su decisión de actuar
contra la política económica, la CONAE convocó, para el día 18 de octubre de 1980, en la ciudad
. Es en 19~0 cuando las críticas a la política económica se tornaron más contundentes y se de Rosario, a un acto público. Entre los convocantes a dicho acto se encontraban la Asocia­
dIeron los pnmeros pasos organizativos para sentar la oposición a ésta. ción Empresaria, Federación Agraria Argentina, Unión de Entidades Comerciales de laProvin­
~n abril de es~e año, la P..IM integró,junto con otras entidades de la provincia, la Unión de cia de Santa Fe, Asociación de Industriales Metalúrgicos, Federación GrelIÚal del Comercio e
Entlda~es ~dustriales y Comerciales de la Provincia de Santa Fe, núcleo generador de CONAE. Industria y Unión de Entidades Industriales de la Provincia de Santa Fe25 •
~n.Jumo de 1980, el periódico de los industriales metalúrgicos de Rosario reseñaba una A la convocatoria, mayoritariamente santafecina y rosarina, respondieron más de trescien­
poleffilca entablada entre el Dr. Juan Alemann, Secretario de Hacienda, y el presidente de la tas entidades empresarias de todo el país, lo cual fue considerado un éxito por los organizado­
AIM, Sr. Enrique Tanzi, que fué dada a conocerpor la prensa nacional. A partir de la difusión res. Sobre la realización del acto pesaron advertencias, prohibiciones y una citación judicial a
de un crítico documento elaborado por AI.M:, Alemann refutaba su conterido intentando un convocante por supuesta ideología extrenústa, todo lo cual no impidió su realización. Allí se
d~m~strar la inexa~~d de las críticas. Sostenía que no era posible hablar de rec~ión, que el e>"'Presaron severas criticas al plan económico y una explícita adhesión al Proces0 26 • Desde el
d~fiCIt del.sector publico no era alarmante, que las cargas fiscales no descolocaban a la indus­ club Sportivo America, los participantes reclamaron: a) atender la situación de emergencia de
trta argentina en la competencia internacional y que el sistema impositivo se había simplifica­ productores, industriales y comerciantes, difIriendo sus deudas; b) rectificar el atraso de la
do. <<Hablar de logros escasos, como lo hacen ustedes, revela un alarmante desconocimiento paridad cambiaria como manera de respaldarla producción nacional; c) establecer un sistema
de emergencia para el estímulo de la producción nacional; d) reestructurar el sistema financie­
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Silvia Simonassi
A vanees del CESOR - Aí10 J N° J
Segundo semestre 1998

empresas y a la colocación de ofrendas florales que se produciría en el Monumento a la


ro; y e) restablecer el papel de la empresa privada27 •
Bandera. Ante la detención de siete dirigentes de CONAE y la proluoición de efectuar concen­
1; ~scasos meses de su confoffilación, la CONAE aparecía frente a la opinión pública como traciones públicas, CONAE acató esto último, y se produjeron paros simbólicos en todo el
un solido frente de oposición a la política económiGa (que ya había generado un amplio abani­
país30 .
C? de reclamos). Los miembros del equipo económico se negaron a dialogar con los empresa­
Expresaron los organizadores al ftnal del día en llll comunicado: «Las mayorías silenciadas
nos nucleados en CONAE y <<propiciaron una intensa acción psicológica, atribuyéndoles
se han expresado. Las detenciones, prohibiciones, amenazas y la acción psicológica sin
móviles políticos y de agitación»23. Desde el gobierno se prohibió el acto convocado en
precedentes, no han podido impedir que a lo largo ya lo ancho del país, con paros, actos,
Buenos Aires en el mes de diciembre, en tanto sus organizadores declaraban «alerta empresa­
marchas, misas y declaraciones, más de 600 entidades empresarias exteriorizaran su repu­
rial» .
dio a la política económico-social vigente y reclamaran el cambio inmediato».
~a adhesión al Proceso quedaba reflejada en lUla entrevista realizada al Sr. Enrique Tanzi,
A pesar de la contundencia del reclamo en el interior, la CONAE insistió en la voluntad de
preSIdente de la AIM de Rosario y miembro de CONAE, salpicada de llamados y advertencias
impulsar cambios en el marco del régimen vigente.
a la institución militar, los «compatriotas soldados»: «No se tienen que olvidar las Fuerzas
<<.Las Fuerzas Armadas... debe (sic) tomar esta protesta no como una agresión sino como
Armadas que no se pueden volver a equivocan>.
un sincero e inclaudicable reclamo para que ya mismo, se introduzcan las sustanciales
<<Escuche el gobierno el reclamo profundo de su pueblo y tenga el valor de aceptar sus
modificaciones que le permitan a los empresarios producir, a los obreros trabajar con sala­
errores con la misma hombríay dignidad con que aceptó el reto de la subversión terrorista.
rios dignos... »31.
y sepan asimismo que la legitimidad del ejercicio del poder solamente se tiene cuando se
responde a las necesidades para la cual se fuera llamado a ejercerlo».
Se profundiza el desencanto
En relación al equipo económico, afmnaba: <<El señor Nfartínez de Hoz ha mantenido su
política a despecho de todas las críticas y asumiendo la representación de las Fuerzas
En marzo de 1981 asumió Viola la presidencia, por escasos ocho meses. Produjo el tan
Armadas comprometiéndolas en algo que va a ser muy dificil de reven>.
ansiado recambio ministerial, colocando a Lorenzo Sigaut al frente de Economía Para algunos
<<Nosotros oportunamente le hemos advertido a las Fuerzas Armadas los araves peliaros
sectores dentro mismo de CONAE, la aSllllción de Viola hizo pensar que ya se había cumplido
que podría tener el alto costo social que esta política está generando. Porq:e no es ci;rto
un ciclo y hasta que era necesario disolverla.
que haya un pleno empleo. Las fábricas están despidiendo trabajadores y no se abren nue­
En abril de 1981, la prensa de los industriales metalúrgicos manifestaba que no renunciaban
vas fuentes»29.
a la esperanza de ver concretado el éxito de la segunda etapa del Proceso de Reconstrucción
Persistía, sh,lugar a dudas, un reconocimiento del rol jugado por las Fuerzas Armadas en
Nacional. Planteaba que la CONAE no se disoMa, ni constituía otra cOl}Joración, sino que
el d~sciplin~nüento social. Cualquier alternativa civil no garantizaba, por entonces, a los ojos de
abría un compás de espera para la actuación del nuevo equipo económico, encabezado por
los mdustnales, ello gro de sus objetivos. De ahí que optaran por una alternativa de presión
Lorenzo Sigaut32 •
~ue incluía lock out, movilizaciones, actos; en suma, demostraciones de fuerza, a los fInes de
Pocos meses después, era ya evidente que la política económica no se revertiría, por 10 que
~tentar cambios ~n ~l gabinete económico favorables a una recuperación del aparato produc­
CONAE endureció nuevamente sus posiciones y mediante un documento, solicitó el enjuicia­
tivo y de un conSIguIente aumento de los benefIcios esperados.
miento del equipo económico de Martínez de Hoz, principal responsable de la grave crisis por
Esto era tanto más oportuno, en la medida en que, desde tiempo atrás se sabía del recambio
la cual transitaba el país.
p:esidencial y por ende, del ministerial. Viola, el designado sucesor, había producido decl3ta­
Por entonces, Eduardo Oxenford, Ministro de Industria y Minería, ratificó el alarmante
ClOnes favorables a producir ciertos cambios, tal como veremos más adelante. Esto motivó la
cuadro de las empresas argentinas, y exortó a impedir que se sigan transfonnando «obreros y
decisión de entrar en un compás de espera para medir el rumbo de los acontecimientos.
técnicos en vendedores ambulantes»33.
S~ e~bargo, se prop?so, par~ el 26 d~ febrero de 1981, una nueva jornada de protesta, que
En ocasión del 38 aniversario de ATh1, su presidente manifestó que la intervención de las
re~l~o eXItosa en el mtenor, no aSI en CapItal Federal y en Gran Buenos Aires. Bajo la denomi­
Fuerzas Armadas «. .. dió pie a un desmedido proyecto inverso que tampoco contempló los
naClon de Jornada de Reclamo para el Cambio, en Rosario la medida tuvo un elevadísimo
intereses nacionales, que son nuestros propios intereses, me estoy refiriendo a las políticas
grado de acatamiento, con cierres de comercios, industrias, servicios. económicas instauradas en 1976, y digo estafecha, no porque considere que las anteriores
La AIM manifestó «solidaridad total» con las medidas y comprometió su más activa contemplaron la problemática nacional en su dimensión y los intereses de la industria
participación. La modalidad recomendada a sus asociados consistió en trabajar a puertas argentina, sino porque a partir de 1976, no existe antecedente en este siglo, de una política
cerradas, sin atención al público, con fajas de la CONAE en las puertas de acceso y frentes que más allá de sus postulados -que siempre conviene releerlos-, de una política repito, que
embanderados. Invitó además a participar de la marcha silenciosa de vehículos particulares y
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Avances del CESOR - Afio 1 N° 1 Silvia Simonassi
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~aya introducido cambios tan profundos como negativos»34. El dirigente denunció el lengua­ La primera se inicia con el golpe mismo, cuando éstos comprometen su adhesión al «Proce­
SO», pero dej ando expresamente señalado que se espera a cambio la satisfacción de su extensa
J~ de la ape~a y de la eficiencia en tanto empañaba la realidad de tantos «colegas empresa­
rIos», hundIdos por la especulación y la destnIcción de la industria35 . lista de reclamos. En este momento justifican su entusiasmo por la necesidad de revertir la
Es recién hacia fmes de 1981, cuando las criticas alcanzaron al régimen político . En la tercer situación de «caos y desordeID> precedente. En este sentido, confluyen con laprincipal fuente
etapa, la vuelta a la democracia y la retirada de los militares, parecen ser las condiciones para el de legitimación con la que cuenta la Junta Militar y sus colaboradores.
En un segundo momento, adoptarán una posición critica a la política económica llevada a
logro de los objetivos de los cada vez más ofuscados empresarios.
Es en o casión del día de la Industria, cuando por primera vez encontramos referencias a la cabo por el 11inistro de Econo:rrJa José Alfredo Martínez de Hoz. Desde fmes de 1978 hasta
urgencia de retornar «a la democracia representativa, con la participación de todos los fmes de 1980 y a medida que las decisiones económicas van profundizando el deterioro de la
sectores del quehacer nacional y la plena vigencia de la Constitución Nacional»36. industria, se va elevando el tono de los reclamos, hasta desembocar en la franca y activa
En una reunión realizada en Villa Gobernador Gálvez, con la presencia de dirigentes de oposición al proyecto económico encabezado por José Alfredo Martinez de Hoz.
CONAE, se afIrmaba: <<Reclamamos como prioridad uno el cambio urgente de la política En 1980, los industriales,jlUlto a otros sectores empresariales, confonnan la Conferencia
económica, pero también la plena vigencia de la Constitución en el más breve plazo posible Nacional Empresaria -CONAE-, él través de la cual impugnan la política económica y efectúan
y la vuelta a la completa institucionalización del país»37. medidas de fuerza de oposición al mismo.
Algunos días más tarde, un empresario de la localidad bonaerense de PergamiTlo, expresa­ Es recién en un tercer momento, en 1981, cuando los industriales metalúrgicos aparecen
ba: «... no nos engañen más ni con promesas electorales, ni con presuntos planes que nadie planteando la necesidad de la apertura democrática. En 1982 las actividades de la CONAE,
cO~1O~e. Porq~e si vuelven a mentir, tendremos que hacer astillas el sillón presidencia/>}33.
e:A'Presando el desencanto producido entre quienes confiaron en los postulados de 1976, se
N o~e~e lo SUbIdo de tono de tales declaraciones, sin duda exaltadas, pero que reflejan el estado transforman en llamados a la lucha contra el Proceso.
En este trabajo intentarnos acercamos a la manera en que los empresarios metalúrgicos del
dearumo del empresariado aquí representado.
Gran Rosario se han posicionado ante regímenes políticos democráticos y dictatoriales, condi­
En agosto de 1982, en Arrecifes, en ocasión de un acto convocado por CONAE, Tanzi
proclamaba: «Señores, estamos cansados de palabras y promesas que no se cumplen. Si donando cualquier adhesión a la satisfacción de sus exigencias de clase.
Vemos también que en gran medida el peligro que significaba la pérdida de la disciplina en
releyéramos las palabras pronunciadas por la más alta autoridad gubernamental en abril de
1976, llegaríamos a la conclusión de que hemos sido, lisay llanamente, engaFladosyburlados
sus plantas, se disipó durante el período y que nuevos reclamos tomaron fuerza frente al
en nuestra buena fe, pues nada de lo que se prometió se cumplió. Vengo a esta reunión de deterioro de la industria en el interior. Podemos conchrirtambién que el accionar de los empre­
sarios se sumó al descontento de sectores medios y obreros sobre el fmal del periodo, contri­
Arrecifos con la desilusión y el desencanto que mi sector trasunta por mi intennedio, ante tanta
frustración. Por eso aspiro a que esta reunión de la CONAE sea como un canto de despertar de buyendo aún más al deterioro del régimen.
todos los sectores que integran el pueblo argentino y que nuestro valiente grito, retumbando
en los cuatro puntos cardinales de nuestra querida patria, sea como clarín de victoria, mar­
cando elfin de una de las etapas más negras e infames de toda nuestra historia»39. NOTAS
En diciembre de 1982, en virtud del paro convocado por la CGT Brasil, al cual adhirió la CGT 1. Ver Pozzi, Pablo; 1988, para una interpretación acerca de la resistencia ofrecida por la clase obrera

Azo.pardo y un amplio espectro de entidades, las asociaciones patronales otorgaron su apoyo. mediante métodos no convencionales de lucha que finahnente determinaron la caída de la dictadura. Esta

A rnvellocal, lo hicieron la Asociación Empresaria de Rosario y las Uniones de Entidades posición ha sido asumida en trabajos posteriores, algunos de los cuales abordan estudios de caso, ver:

Industriales y Comerciales de la provincia de Santa Fe. En dicha oportunidad, y en virmd de las Bitrán, Rafael y Alejandro Schneider, 1992.

«coincidencias que unían a empresarios y trabajadores», llamaban a adherir alamedida con 2. Al tratarse de un proceso relativamente reciente, estas argumentaciones forman parte también del

cierres-y no descontar los jornales caídos 40 • En estas circunstancias, las organizaciones obre­ análisis de sectores no estrictamente académicos.

ras y patronales confluyeron en sus criticas al <<Proceso», en un momento en que el desconten­ 3. Ideario Metalúrgico (lM), N°48, mayo de 1976.

to contra el régimen se había generalizado al conjunto de las clases. 4.lbidem.

5. Entrevista realizada por la autora aA.S., Rosario, mayo de 1996.


6.lM N°44, mayo de 1975.

Consideraciones finales 7.lM.N045,junio-julio~agosto de 1975. Vertambién La Nación del 6/3n5, reproduciendo el discurso de

la presidente Isabel Pernn en relación a la necesidad de generar aumentos en laproductividad y el editorial

A partir de lo expuesto anteriormente, podemos visualizar tres etapas en el posicionamien­ de La Capital de1313n5, haciéndose eco de dicho reclamo. Para la noción de productividad utilizada por

to de los empresarios metalúrgicos del Gran Rosario frente al régimen. los industriales, ver: Simonassi, Silvia; 1996.

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Avances del CESOR-Año 1 N°} Silvia Simonassi
Segundo semestre 1998

8. La Capital, 2911n6. BmuoGRAFÍA


9. Ibidem
10. La Capital, 14/1/76. BITRAN, RAFAEL Y ALEJANDRO SCHNEIDER: Dinámica socialy clase trabajadora durante la
11.IMN°40, diciembre de 1974. dictadura militar de 1976-1983. Estudio de la zona norte del Gran Buenos Aires, en particular de las
12. IMN°43, abril de 1975. fábricas Del Cario y Ford Motors, enAA.W.: Nuevas tendencias en el sindicalismo: Argentina­
13. En marzo de 1975 desde el Ministerio del Interior se inicia el desbaratamiento de un supuesto complot Brasil, Editorial Biblos, Fundación Simón Rodriguez, Buenos Aires, 1992.
a la industria pesada que se estaria gestando en el cordón industrial del Paraná, desde el Gran Rosario hasta CANTIROT, ADOLFO: La disciplina como objetivo de la pol~tica económica. Un ens~ sobre el pro?ra­
San Nicolás. Esta acción motivo detenciones en Villa Constitución y selectivamente en el Gran Rosario. ma económico del gobierno argentino desde 1976, en EstudiOS Cedes, Volumen 2, N 6, Buenos Arres,

Se inició por este motivo una huelga que paralizó varias fábricas, entre ellas laaceriaAcindar, ubicada en 1979.

la localidad de Villa Constitución, que seprolongó por dos meses. CAVAROZZI, MARCELO: Los ciclospolíticos en la Argentina desde 1955,en O'DONNELL: Guillermo,

14. Boletín Oficial, 29/4/76. Philippe SCHMIlTER y Laurence WHITEHEAD (comps.): Transiciones desde un gobierno auto­
15.1 . MN°50, julio de 1976. ritario. 2 América Latina, Paidos, Buenos Aires, 1988.
16.lbidem. FALCON RICARDO: La resistencia obrera a la dictadura militar (Una reescritura de un texto contem­
17. Mensaje que acompañó la presentación de la ley. Reproducido en revista La Opinión, edición poráneo; los acontecimientos), en QUIROGA, Hugo y César TCACH (comps.): A veinte años del
semanal, Buenos Aires, N° 11, 13 al19 de setiembre de 1976. golpe. Con memoria democrática, Horno Sapiens Ediciones, Rosario, 1996. . .
18. Consultar, al respecto, Femández, Arturo; 1985. FERNANDEZ, ARruRO: Las prácticas sociales del sindicalismo (1976-1982), CEAL, Buenos Aires,
19.IMN°52, setiembre de 1976. 1985.

20. qarin 18 y 21/lOn8, citado en Quiroga,Hugo; 1994,pág.176. GARRETON, MANUEL: Proyecto, trayectoria y fracaso en las dictaduras del cono sur: un balance, en

21. JoséSavio Netri: «Los empresarios rosarinos y el Proceso», en Rosario, 16110/83. CHERESKY, ISIDORO y JACQUES CHONCHOL: Crisis y transformación de los regímenes
22. IMNOS2,junio de 1980.
autoritarios, Eudeba, Buenos Aires, 1985.
23.lbidem.
POZZI, PABLO: Oposición obrera a la dictadura (1976-1982), Contrapunto, Buen~s.Aires, 1:~8.
24.lbidem.
QUIROGA, RUGO: El tiempo del «Proceso». Conflictos y coincidencias entre politicos y milita­
25. Rosario, matutino dominical, Rosario, 12 de octubre de 1980. res, 1976-1983, Editorial Fundación Ross, Rosario, 1994. . '
26. Rosario, matutino dominical, Rosario, 19 de octubre de 1980. SCHVARZER, JORGE: La politica económica de Martinez de Hoz, Hyspaménca, Buenos AIres,
27.lbidem. 1986.
28. Rosario, matutino dominical, 7 al 13 de diciembre de 1980. SCHVARZER, JORGE: Empresarios del pasado. La Unión Industrial Argentina, CISEA - hnago

29. Rosario, matutino dominical, Rosario, 11 al17 de enero de 1981. Mundi, Buenos Aires, 1991. .

30.IMNOS9,marzode 1981. SIMONASSI, SILVIA: Productividad y disciplina en lasfábricas metalúrgicas del Gran Rosano: una

31. Rosario, matutino dominical, 1° al 7 de marzo de 1981. mirada desde el periódico de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (1 ~ 74-1981), Pape­

32.IMN~0,abrilde 1981. les de Trabajo, Año I,N°3, Centro de Estudios Sociales Regionales (CESOR), Ro sano , 1996.

33. La Capital, 10 de julio de 1981.


34.IMN~2,juniode 1981.
35.lbidem.
36. José Savio N etri: «Los empresarios...».
37. Rosario, 23/6/82.
38. Rosario, 27/6/82. El resaltado es nuestro.
39. Reproducido enJosé Savio Netri: «Los empresarios ... ». El subrayado es nuestro.
40. Rosario, 5/12/82.

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Aróstegui, Julio. La investigación histórica: Teoría y ntétodo.
Crítica, Barcelona, 1995,428 págs.
Nidia R. Areces
C.I.U.N.R - Cesor

Este es lill texto de introducción teórico-metodológica al conocimiento de la historia, por lo


que trata acerca de su naturaleza preguntándose acerca de su entidad y reflexionando sobre la
teoría, el método y las técnicas, en síntesis, sobre la disciplina historiográfica. Es lilllibro que
pretende una historia vital que sea capaz de reflexionar sobre nuevas formas de teor..zación del
conocimiento, de eA'Plorar nuevos campos y de aplicar nuevas técnicas.
El empeño de Aróstegui está centrado en que los historiadores reflexionen acerca del tipo
de práctica intelectual que es la historiografía, se pregunten acerca del conocimiento que
pueden aportar, no se 'd'uernlan' haciendo lilla historia que no cuestione sus presupuestos.
De este empeño proviene la escritura de este libro cuyo objetivo principal es seIVir como guía
para la formación básica dellústoriador. Su pretensión es que los propios lústoriadores sean
capaces de elucidar lateoría y el método de lahistoriografia. Esto implicauna toma de concien­
cia de parte de éstos, no dejarse llevar por las "modas" que presuntamente impactan el mundi­
110 académico y, con seriedad, reflexionar sobre la naturaleza de su ciencia Intenta así abarcar
lill espacio deficitariamente cubierto en las universidades españolas que no forman, según el
autor, científica, amplia y sólidamente al futuro historiador.
La teoría de la historia desplegada por Aróstegui responde a la idea de sociedad que tiene,
y que ala largo del libro se detecta, concibiéndola como en p ermanente proceso de construc­
ción ya lalústoria como una realidad inteligIble, distinta de todas las demás, realidad donde se
producen y desenvuelven las acciones de los hombres dialécticamente relacionadas con las
estructuras que esas acciones mismas crean. Este marco, por cierto válido, lo posiciona res­
pecto a otras corrientes depensamiento centrando su interés en el debate de la actual crisis de
lahistoriografia a la que enmarca en la posibilidad y realidad del conocimiento de la historia La
crisis encierra la necesidad de confrontar"sus realidades con sus mitos, para reír o para llorar"
(pierre VJ.1.ar ''El tiempo del Quij ote") por lo que Aróstegui enfrenta al lector con la gran crisis de
duda.
La intención no es reabrir la polémica de la cientificidad, sino "señalar los problemas que se
han derivado de ella y la de acotar el campo desde el que es posible entenderlos, si no resolver­
los", pero ¿Es que nos persigue a los lústoriadores el seguir demostrando que nuestro queha­
cer es científico? No, seguramente que no, sólo que un texto que trata sobre la investigación
histórica, teoría y método, tiene que ubicary fundamentar en fonna lógica la disciplina entre los
conocimientos del mundo del hombre.
En la Sección Primera despliega una serie de argumentos para demostrar que el conocimien­
to lústoriográfico es una especie más de los llamados científico-sociales ocupándose de los

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Avances del CESOR - Año 1 N° 1 Nidia R. Areces
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fimdamentos de la disciplina historiográfica, de su relación con la ciencia, y con las ciencias historiográfica que revolucionaron la historiografía -la escuela de Annales, la lústoriografía
sociales en particular, y de su renovación contemporánea. Para adoptar el ténnino historiogra­ marxista y la historio grafia cuantitativista- vinculado s con un fenómeno d e profunda transfor­
fía tiene cuidado en despejarla de los "malos usos" y tergiversaciones con que frecuentemente mación en el resto de las ciencias sociales.
se la ha empleado. Echa de menos una unidad básica de la disciplina historiográfica, pero en En la proximidad del fin del siglo XX, los grandes paradigmas que daban lli'l marco de
modo alguno desea que se confunda con una proposición demonolitismo doctrinal, teórico o aparente seguridad a la disciplina., han sido profundamente cuestionados, nuevamente se
metodológico. La cuestión es aspirar a determinados marcos teóricos, no a un paradigma habla de crisis, lo significativo es que se están buscando conscientemente o insconcientemente
único. En relación con la terminología es evidente su preocupación por el lenguaje de la "nuevos modelos historiográficos:' . Unpostmodernismo que, más que il'1.fluir sobre el desarro­
disciplina porque una ciencia demuestra su vitalidad cuando es capaz de crear un lenguaje y de llo de una práctica historiográfica, ha influido sobre la concepción de lo histórico. Es precisa­
cambiar el que usa. El problema no se centra en el lenguaje que se emplea sino en que éste sea mente sobre esta cuestión a la que apunta Aróste$lli. Si el postmodemismo, que tanto ha
el adecuado para conceptualizar su objeto de estudio y relacionar las conceptualizaciones calado en los "círculos intelectuales", seha encargado de negar vigorosamente el pensamien­
claras y operativas. Uno de sus objetivos es propender ala construcción de una epistemología to racionalista, abandonando el discurso ideológico y todas las fonnas de representación de la
del conocinúento de la historia. Para ello trata de sus dos componentes, el científico-constitu­ modernidad europea ¿qué queda de fundamento de lahistoriografia? Precisamente el texto se
tivo y el fonual-disciplinar. centra en lograr esta fundamentación. En este sentido rescata de las tendencias actuales las
Valoriza las influencias reciprocas entre las distintas ciencias que abordan el estudio de la que considera están influyendo y aportando en el quehacer historiográfico: la microhistoria, la
sociedad, replanteándose las implicancias de la interdisciplinariedad, que coJ\juntamente nueva historia cultural y la "ciencia histórica socioestructural".
con el desarrollo de ciertos sectores de la investigación historiográfica y otras influencias han En la Sección segtmda -compleja, en lID plano explicativo muy bien logrado- aborda la
impUlsado mayores preocupaciones de fundamentación disciplinar, tomando la precaución de teoría de la historiografía, la construcción del conocimiento historiográfico, en los aspectos
no incorporar préstamo s inútiles o de inútarlo que se desconoce. constitutivos y disciplinar, planteando la posibilidad real, las características del conocimiento
Preocupado por demostrar que la lústoriografía es lUla ciencia, se plantea ¿por qué el grado del objeto. Para develar qué es la historia responde a las cuestiones teóricas fundamentales.
de formalización, coherencia y articulación de la historiografía es menor que en otras ramas de Partiendo de la proposición de que so ciedad e historia son realidades inseparables y de que es
las ciencias sociales? Interesan los planteo s acerca de la posibilidad real de una ciencia de la preciso establecer de qué idea de sociedad se parte para llegar a una idea de la historia,
sociedad. Se rebaten los cuestionamientos que se le hacen a la ciencia social argumentando presenta la :historla como una realidad inteligible, distinta. Llegando a los fundamentos del ser
acerca de la posibilidad de un conocimiento científico del hombre. Ciertamente las ciencias social como sujeto de la historia, clarificando proceso dialéctico, sistema social, caInbio socia~
sociales tienen dificultades teórico-epistemológicas que se centran en los modos de observa­ acontecimiento.
ción y experimentación, en la objetividad yen la explicación. Para Aróstegui, el proyecto más La explicación se centra en un concepto clave para la disciplina: el del tiempo. Concepto
aceptado y el único que tiene sentido es convertir lahistoriografía en una disciplina integrada que es defInido sugestivamente y desplegado en sus distintos y variados sentidos para seguir
con las demás ciencias sociales. Esto entraña sustanciales cuestiones y, en este sentido, se profundizando sobre la naturaleza de la historia. Siendo la historio grafía la ciencia de la tempo­
mueven distintas escuelas, que el autor se encarga de exponer. Este proyecto se enfrenta con ralidad humana misma, el problema del tiempo adquiere en su teoria una dimensión constituti­
el problema de la cientificidad de su propio conocimiento que se manifiesta en dos cuestiones va. Las orientaciones que con una visión dinámica explican el proceso socio-histórico son,
de índole episténúca, la de la globalidad y la de la temporalidad. Con precaución, dado el débil para el autor, la de Marx, la de Giddens, la de Sztompka, que conciben la sociedad como
desarrollo de los fimdamentos particulares de la historiografia como ciencia social, sostiene pernlanente proceso de estructuración, como un "hacerse" continuo.
que la historiografía es, en último e>..1remo, lUltipo específico de práctica científico-social. Lo Los planos ontológico-discursivo involucrados en el fenómeno de la conciencia histórica
que cabría esperar de la ciencia de lo histórico sería la construcción de unas continuidades y son analizados en profundidad por Aróstegui como ingredientes de la reflexividad general de
rupturas estructurales y unas prácticas humanas que podrían ser esenciales para ayudar a lo social. Las argumentaciones esgrimidas lo conducen al profundo tratamiento de la historia
explicar lo que sucede en la vida presente, dejando de lado un sentido de alguna manera como atribución y de la historia como totalidad. En ellos se denota el claro manejo conceptual
positivista inclinado hacia la construcción de una ciencia totalizadora, de una ciencia de las y la toma de posición frente a estos esenciales problemas indagando los significados más
leyes de lo histórico. elaborados y que permitirán hoya la historia afmnarse como una ciencia dentro de las ciencias
Se encarga de señalar lo que ha contribuido al desarrollo disciplinar centrándose en la sociales, uno de los intereses manifestados por el autor.
época de los gra..TJ.des paradigmas del siglo XX reconociendo el aporte de la corriente pragmá­ En el obj eto teórico de la historiografía responde a una serie de cuestiones estableciendo
tica y empirista del siglo XIX y de la primera década del XX, con su tratamiento metódico­ qué es lo que el historiador presenta como resultado de su investigación sobre la lústoria. No
documental del quehacer de la historio grafía. Analiza, por lo tanto, los núcleos de innovación hay más que un objeto de la historiografla: el de la construcción de una historia que sólo puede

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Avances del CESOR-Año J Arl Nidia R. Areces
Segundo semestre 1998

basarse en la e>.:perienciainvestigadoray en la reflexión crítica sobre ella. Objeto probablemen­ de formalización metodológica, la carencia de un lenguaje distintivo, los pocos ins~entos
te el más problemático de todas las ciencias sociales, fundamentalmente porque este objeto, teóricos y técnicos de que dispone para la aprehensión de una realidad con muchas vanables
trabajando sobre las sociedades humanas concretas, reales, que existen o que han existido, implicadas y el problema de la necesaria articulación entre el análisis de las estruc~as y el
tiene diversas caras que responden a realidades que son de una gran heterogeneidad y com­ acontecimiento, y entre lo sistemático y lo secuencial. Desarrolla los fundamentos ba:1C?s del
plejidad y que abarcan todos los ámbitos de la actividad humana. método del historiador, las fOffilas, presupuestos, operaciones, en síntesis, los procedrnllentos
El historiador al eX'Plicartiene que convertir su análisis de los documentos en conceptos. La que obedecen a la misma lógica que cualqui.er otr~ mé~do ~ie~~c~ social. Este ca~ítulo ~ ~l
conceptualización de lo histórico, el tener historia en forma de conocimiento bien caracteriza­ correspondiente al método y técnicas en la mvestigaclOn histonca tienen ~~ ~lara ~~enCIon
do, implica considerar acontecimiento, estados y cambios sociales. Aróstegui propone la idea introductoria desarrollando la información historio gráfica, las fuentes, su análiSIS y entica y las
de sistema con carácter metodológico como operativa para definir, describir y explicar los opciones técnicas que el historiador tiene actualmente para el trabaj o ~e investig~ción. .
concretos estados socio-históricos que el historiador encuentre. Retomando el problema de la Los distintos aportes de las ciencias sociales son vistos no como slInple~ pres~amos SIDO
temporalidad dilucida cronología, velocidad, periodización, teniendo especial cuidado en ana­ justipreciándolos para incorporarlos como bagaje de la historio grafía. Al IIll.smo tIempo ~ue
lizar el concepto de espacio de la inteligibilidad como instrumento válido para delimitar una hace una crítica de los trabajos que sobre la temática abordada se han escnto en el amblto
época histórica y los c3J.llbios de una a otra. español en algunos casos defenestradora, incorpora una precisa biblio grafía. Es de destacar la
Explicación y representación de la historia son otros de los temas de la Segunda parte. Se acertada inclusión de cuadros que grafican el texto. , .
encarga de puntualizar que una cosa es la información contenida en un archivo y otra muy El teJ\.10 es una puesta al día, refresca viejos debates, abre y se introduce en las POl~IDl~as
distinta el momento en que el historiador debe componerla en un texto. En ese momento, el de que hoy están presentes en la ciencia de la historia y, lo n~s i~po~te: hace al lector, histona­
la escrltura, se ponen enjuego determinadas opciones ontológicas y epistemológicas que el dorprincipia..'1te o fonnado, sentir la necesidad de sacudir CIerta merCIa que actualmente pesa
historiador debe elegir. Sobre todo teniendo en cuenta que el tipo concreto de discurso, que sobre sus hombros para que teoría y método ocupen en la reflexión de su quehacer un lugar de
tiene en su origen una forma de explicación, es el resultado de un pro ceso de conocimiento. privilegio y no el desván donde se intentó a~andonarlos.
Lahistoriografia es un conocimiento explicativo, y no meramente descriptivo o narrativo.
Tanto la eX1llicación como el discurso historiográfico son objetos sobre cuyo significado dista
de haber acuerdo. Se aboca a desentrañar el significado mismo de la explicación, analizando
distintos modelos, para concluir en un modelo integrado que tiene que basarse en una concep­
ción sistémica y estructuracionista de la sociedad y de la acción social, por lo que denomina al
proceso eX'Plicativo propuesto dinámico-estructural o agencial-estructural. Esta explicación se
basa en tma evaluación de la realidad histórica que comprende las etapas analíticas de las
estructuras existentes, la acción con sujeto, la dialéctica resultante acción-estructura. Tenien­
do la explicación histórica un carácter esencialmente probabilístico siendo así "la única manera
de hacer posible la falsación de una hipótesis. Este es también el sentido profundo de la
comparación en el análisis histórico" que tiene especial importa.."'lcia porque contribuye a
explicar grandes procesos intentando ver qué rasgos "generales" poseen. El problema central
de la ex-posición de la historia se ha planteado en tomo a si el discurso del historiador puede de
verdad representar el pasado. Entiende que "la vuelta al narrativismo en sentido pleno seria
simplemente un regreso a la oscuridad, cuando no, incluso, a ciertas formas de irracionalidad".
Se requiere encontrar "una nueva forma de representación". La propuesta de Aróstegui es la
del discurso argumentativo como verdadero discurso de la historia.
En la Sección tercera trata acerca de los aspectos comunes del método en las ciencias
sociales y a la especificidad del método historiográfico dentro de ese conjunto, trazando dos
ex-posiciones simétricas con el obj etivo de que quede claro que el historiador trabaja lo mismo
que cualquier otro investigador social. El método historiográfico tiene peculiaridades distinti­
vas y, en su estado actual, debe annonizar, como claramente plantea Aróstegui, un escaso nivel

, 112 113
ImÍzcoz Beunza, José María (director).
"Elites, poder y red social. Las élites del País Vasco y Navarra en la Edad

Moderna (Estado de la cuestión y perspectivas) ".

Servicio Editorial de la Universidad del País VascolEHU, Bilbao, 1996.

Griselda Tarragó
U.N.R. - Cesar

Tal como lo expresa claramente el director, este libro contiene los resultados de un Proyecto
de Investigación colectivo sobre Prosopografía en el País Vasco durante el siglo XVIII. Como
e>"'Presión de este tipo de tarea investigativa, el texto presenta trabajos de ejes temáticos
diversos y densidad teórica dispar. Dos elementos los aglutinan y hacen pertinente la presen­
tación conjunta: el espacio sobre el cual versan -las Provincias Vascas y Navarra-, y ladiscu­
sión presente en todos ellos en tomo a los procesos de construcción de poder al interior de las
élites locales así como los niveles de articulación con otras instancias de poder más complejas
y abarcativas, especialmente la Monarquía.
El primer artículo -de autoría del mismo director-, es el que inicia el libro y el que marca los
ejes fundamentales sobre los cuales se articula toda la obra. Resulta un texto de notable
complejidad, el que se presenta como síntesis ordenadora y rico ap011e en la consideración
teórica e hlstoriográfica de vertientes muy diferentes. Entre las cuestiones más generales
aparecen la dinámica del cambio social y los procesos de construcción del poder, entendiendo
como poder la «capacidad de acción». Su objetivo es el estudio de la (<vertebración social en
el Antiguo Régimen» al que defme de la siguiente manera: «En la sociedad de Antiguo Régi­
men el vínculo social, los diversos vínculos sociales, tentan un entidad y, en cuanto tales
eran estructuraciones sociales reales. Dichos vínculos comportaban unas reglas y unas
prácticas específicas, vertebraban a gentes en funcionamientos colectivos determinados, de
tal modo que una sociedad sí tenía un sistema de relaciones propio o con características
propias... EI entramado social del Antiguo Régimen era un conjunto muy plural y complejo
de cuerpos sociales o comunidades y de vínculos personales y redes sociales».
En este sentido, aparece claro una posición que hace énfasis en lo relacional y no en lo
estructural. A diferencia del enfoque estructural, que intenta explicar el comportamiento de los
agentes en función de su posición en el interior de un sistema social, esta perspectiva conduce
a la observación de los comportamientos y vínculos al interior de los grupos. Para el autor,
estos vínculos constituyen los caminos por los cuales esta sociedad logra su vertebración, en
un cuerpo plural, con grupos y poderes plurales y con autoridades que se articulan al interior
de cada relación. Siguiendo los planteo s de Guerra1, los hombres y mujeres se encuentra
adscriptos por vínculos de pertenencia a fonnaciones colectivas de diversa índole, unidos por
de nexos pennanentes de un tipo particular, con formas propias de autoridad, reglas de funcio­
namiento intemas, lugares y formas de sociabilidad y comportamiento. En este sentido, carac­
teriza los vínculos más relevantes: el parentesco, la amistad, el paisanaje, la relación patrón­
cliente.
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Avances del CESOR-Año J ftfOJ
Griselda Tarragó
Segundo semestre 1998

Estas sociedades se encontraban organizadas en un orden político plural, caracterizado modern a (Siglos XVII-XIX)>> el ej e de discusión gira en tomoa la articulación de las istancias
por poderes plurales y policéntricos. La incoporación de estos cuerpos con régimen propio en locales y regionales de poder con la Monarquía Nuevamente aquí, la idea que transmiten los
e~ seno de comunidades políticas más amplias dependía en gran parte de las redes de vincula­ autores es el de un universo relacional donde las instituciones connotan un aspecto dinámico,
ClOnes de sus élites, por lo que estas comunidades no eran estáticas, siguiendo quienes las abierto, inacabado, en las que la cuestión del poder se vincula más a estartegias de grupos
contituían estrategias que permitían la adaptación a contextos cambiantes. Al introducir en el funcionando en redes que a atributos previamente asignados. Siguiendo la obra Julio Caro
análisis estas estrategias, el autor incorpora un concepto dinámico que lo separa de una Baroja2 , -quien detectó la presencia avasalladora de navarros en Madrid, denominado a este
consideración excesivamente ritualizada de estos cuerpos. fenómeno «la hora navarra», especialmente los baztaneses~, los autores estudian sus carreras
Sobre esta conceptualización, algunos de los trabajos incluídos en el libro analizan diferen­ en el ámbito de la Monarquía en la segunda mitad del XVII y sobre todo en el XVIII(comercio,
tes realidades regionales. En este sentido al artículo de Alberto Angulo Morales, «El personal [mamas, Administración Real, Iglesia, Ej ército, Ultramar), mostrando la articulación que va de
de las rentas generales del País Vasco (1 700-1 780)>> se plantea la investigación de este la comunidad local a las más altas instancias de la Monarquía, una trama en la que juegan
aspecto de la Administración general del Antiguo Régimen, centrándose no en los aspectos diversos vínculos y que pone de relieve la importancia del capital relacional en el proceso de
institucionales, sino en la composición del personal de la misma y en la trama de redes de poder formación y renovación de las élites.
interior a la misma. La administración no constituye un todo ya dado e impuesto desde la Tanto el trabajo de José Maria Portillo «La imagen de los político en la Ilustración vasca»
Monarquía, sino un complejo mundo de relaciones sociales de las cuales se desprenden las como el de José Carlos Enriquez «Los carnavales urbanos vasco del siglo XIX. Las fiestas
posiciones de poder, las cuales se insertan y articulan en las estructuras particulares de cada burguesas de la estabilidad social y política» se apartan un tanto dela coherencia temática y
espacio. Un enfoque simi1arplantea IñakiRegueraen «Inquisiciónyé/ites de poder en el País teórica del resto de los autores, manteniendo como eje común el espacio sobre el cual se centra
Vasco: el tribunal de Logroño», en el que relaciona el Santo Oficio con los poderes locales y el análisis. Mientras el primero de ellos se propone abordar el tema de la ilustración vasca
se concentra más en la procedencia social de quienes lo integran y en las estrategias para desde sus propios protagonistas, desde sus propuestas y experiencias, el segu..l1do trabaja
acceder a los cargos, que en los aspectos que lo vinculan con el poder central. El artículo de sobre la historia cultural y cómo el ca.rnaval resulta un fenómeno que pennite descubrir en el
Pere Molas Ribalta «Elites y poder en la Administración española del Antiguo Régimen» nivel de las representacione~, la estructura jerárquica de la sociedad vasca a lo largo del
hace un balance historiográfico sobre el tema enunciado en el título, proponiendo una visión Ochocientos.
dinámica de la administración española, como un espacio de poder que se construye en el
juego relacional.
María del Rosario Porres Marijuan, autora de «Elites sociales y poder local el1. el País
Vasco durante el Antiguo Régimen: estado de la cuestión y perspectivas» analiza desde la NOTAS:
producción historiográfica el proceso de transformación de la sociedad en el País Vasco en su
1. Xavier-Fran9ois Guerra Le lviexique, de 1'Ancien Régirne a la Révolution. Paris, L' Ha..'1Ilat-Publ. de la
tránsito desde la Edad Media a la Moderna, proceso en el cual se producirá una progresiva
Sorborme, 1985.
identificación entre oligarquías sociales y poder político. En este análisis considera la mestión
2. Caro Baroja, Julio. La Hora Navarra del siglo XVill. InstiutoPrincipe de Viana, 1969.
del acceso diferencial a los cargos municipales y su diferente prestigio, la alineación en redes
o facciones en la lucha por la obtención y conservación de los espacios de poder y la incorpo­
ración de las élites locales en el proceso de configuración del Estado. En esta misma linea
Fernando Martínez Rueda en «Poder local y oligarquías en el País Vasco: las estartegias del
grupo dominante en la comunidad tradicional», aborda el análisis de la estructura de poder
en las comunidades rurales de la Vizcaya Occidental. Nuevamente, la pauta de la investigación
se inclina hacia la identificación de los actores como herramienta para la elucidación de sus
actitudes y estrategias, proponiendo una relativización de la imagen que presenta a las oligar­
quías locales monopoliz&ldo el poder político sin considerar la participación de otros sectores
sociales.
Tanto el texto de Alfredo Floristán, «Entre la casa y la corte. Una aproximación a las
élites dirigentes del Reino de Navarra(Siglos XVI-XVIII)>> como el otro artículo de Imízoz
Beunza «De la comunidad a la nación: élites locales, carreras y redes sociales en la España

116 117
Villarreal, Juan. "La Exclusión Sociat'
Ed.Norma/Flacso, Ira. edición, Buenos Aires, 1996.

Gustavo Pedro Bollea.


U.N.R - Cesor

Hacia principios de los 80, ya no era posible negar un fenómeno nuevo en nuestra socie­
dad: la pobreza en nuestro país había dejado de ser un dato anecdótico. Hasta ese momento el
porcentaje de gente que vivía por debajo de la línea de pobreza era ínfimo y la que vivía por
debajo de la línea de indigencia (incapacidad para cubrir la necesidad de alimentación), casi
invisible. El súbito fm del Estado de bienestar (<<keynesiano», «benefactoD>, «sociab), «asis­
tencialista», «protectoD>, «nodriza», et alter apelativos), y la vigorosa imposición de un
nuevo modelo de acumulación capitalista «<posindustrial», «neoliberal», «neoconservadoD>,
<<posmodemo» y -ya al borde de las lágrimas- «salvaj e») habían operado transformaciones
sociales de enorme magnitud. Una de sus mayores: la desocupación y los efectos políticos de
disciplinamiento que trajo consigo. Consecuencia de la desocupación es la actual pobreza,
ya en sus formas integradas al sistema (los nuevos pobres oriundos de la clase media), ya en
sus formas de desintegración: los excluídos. Entre los cuarenta y mediados de los setenta se
constituyó como modalidad capitalista una sociedad particular llamada por Robert Castel
«Sociedad Salariab>. Una sociedad en la que el salario fue la forma de integración de todos los
estratos sociales y mediante el cual el sistema garantizó el consenso, es decir, las condiciones
políticas de su reproducción. Contestes de esta Sociedad Salarial, la desaparición del salario
trae necesariamente la pobreza y la desintegración. En otras palabras, nuestra actual pobreza
es una pobreza por la ausencia del salario. Pero no solamente por el salario en su estricto
sentido pecuniario, sino en el conjunto de relaciones sociales que se vertebraban en tomo a
él: coberturaprevisional y médic~ acción sindical, lugares de residencia, la empresa como un
topos donde la aceptación de las jerarquías ha sido conseguida a cambio de las seguridades
que la salarización brinda y que así puede ser también un sitio de púdica solidaridad (<<la gran
familia»).
La nueva configuración de la sociedad trajo efectos tan paradojales como el hecho de que
amplios sectores de a5alariados pudieran considerarse a salvo bajo condiciones de explota­
ción, antes inaceptables o reputadas como lesivas para <da dignidad del trabajadoD>.
Argentina, tierra del bienvivir, que cobijara a tantos menesterosos venidos del mundo,
debía aceptar a la pobreza como uno de sus componentes. El gobierno constitucional de R
Alfonsin comenzó la tematización de la misma a través de una serie de estudios destinados a
cuantificar el fenómeno. De esa primera etapa surgieron los dos estudios principales «La
Pobreza en Argentina», INDEC 1984 , Y<<La pobreza urbana enArgentina», INDEC 1987. En la
urgencia de tomar los rasgos de mayor generalización como para poder implementarpolíticas

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A vanees del CESOR - Año J N° 1
Segundo semestre 1998 Gustavo Bol/ea.

públicas, la pobreza comenzó siendo terreno de estadígrafos. mismo «pobre»: se considerará simplemente como otro ser humano, con sus propios códigos
Aparece en este período, la exclusión como un nuevo rasgo del que la pobreza de viejo y representaciones.
cml0 carecía. El excluído no es el que está en el borde o abajo, sino el que está afuera. Antes Estas reflexiones acerca del significante «pobreza» no son hechas por Villarreal, pero sin
la pobreza estaba integrada, aunque más no fuese en calidad de ejército industrial de reserva. duda se encuentran implícitas en su elección antropológica.
El nuevo actor o no-actor social es el excluído (<<superfluo» para usar un eufemismo delicioso). De un conjunto de equívocos que cubren el tema pobreza nos alerta Villarreal: que la
Es el que sobra, el-que-está-de-más. misma no es una anomalía tr3J.isitoria y que ese rasgo estructural debe indicar políticas públi­
Juan Villarreal toma el tema de los excluídos, nos advierte de que ya es tiempo de que cas a largo plazo y para llll conjunto amplio de habitantes que pugnan por ser ciudadan.os.
pasemos de los números a las consideraciones cualitativas. De alguna manera nos invita a dar Nos señala el error común, antes y ahora, de tratar a los pobres como seres inertes o solo
un paso más y hacer de la pobreza terreno menos de estadísticos que de antropólogos. Los dotados para constituir clientela electoral. En este aspecto se inclina por los criterios de
cambios operados en los últimos 15 años son estructurales y quiérase o no, sus consecuencias promoción social participativa de corte socialdemócrata y de inspiración weberiana. Vale
han llegado para quedarse. No se trata de una coyuntura de la que fácilmente se saldrá decir que el Estado actúe sólo como promotor y no como dador activo sobre sujetos pasivos.
mediante la intervención del Estado. Los empobrecidos actuales yana son necesarios para el No el Estado asistencial ala Keynes yno el «mesianismo marxista» (sic).
sistema ni siquiera como ejército industrial de reserva. Y sea que deban ser interpelados Luego de la lúcida crítica a la visión cuantitativa y a los distintos reduccionismos que se
desde el Estado para aplicar políticas públicas o por cualquier alternativa política, los saltan la complejidad y diversidad del fenómeno, Villarreal se aventura a examinar las posibili­
excluídos no pueden ser considerados como entes que consumen tantas calorías y proteínas dades de acción. Y allí comienzan a perder solidez sus argumentaciones. En ese terreno, las
y que poseen o no excusado en su casa y que están a tantas cuadras de un centro asistencial. perspectivas son de muy difícil pronóstioo. La imprevisibilidad propia de los hechos sociales
Son bastante más que eso: seres que aún en sus circunstancias no pueden dejar de crear pone un límite que es muy difícil de trasponer. Así vemos unrecorrido sinuoso y eclectizante
cultura.
por diferentes perspectivas teórico-políticas en las que el denominador común es el intento de
Esta posición política, llamémosla filantrópica (en el viejo sentido humanista), trae consigo soluciones intra-sistema y con una fuerte iniciativa del Estado. Doctrina social de la Iglesia,
una interpretación de corte antropológica que traspone el cerco con que los números limitan y liberalismo clásico y neoliberalismo, políticas socialdemócratas, un marxismo descafeinado,
«empobrecen» a la pobreza. "­ son recurridos para pedirles lo mejor de cada cual y lo posible. El resultado no es demasiado
La importancia de esta apertura resalta si examinamos el significante «pobreza». No convincente.
encontraremos en él sino una entidad transitoria que dura tanto como dura la caída, la con­ En este punto se hace notorio el peso que el derrumbamiento del Muro de Berlín (como
ciencia dramática de la caída y el corto recuerdo que ella deja en los sujetos. La categoría símbolo) ha hecho soportar sobre hermenéuticas en cuyo trasfondo estaba una posición
«pobre» carece de las mínimas condiciones de estabilidad y generalidad científica: es casi política anticapitalista. La implosión del llamado "socialismo real" ha hecho el efecto sobre
una voz de alarma que surge de la percepción inmediata en coyunturas de drásticos deterio­ muchos intelectuales de tener que resignarse al capitalismo como forma omnímoda de la
ros. En otras palabras, no existe una pobreza standard aplicable a distintas realidades históri­ historia y forzar una búsqueda de soluciones dentro del sistema; aún sabiendo que es justa­
cas. La pobreza surge de una contrastación dramática con otro concepto que es su partenaire mente el sistema el que los genera. Esta es precisamente la insuperable madre del borrego.
oculto: la expectativa de vida. Es incomprensible sin ésta. Veamos un ejemplo. En la España de Villarreal no escapa a las hibrideces y contradicciones que este forzamiento provoca, una de
principios del XVII, Cervantes nos sugiere la pobreza de su héroe diciéndonos que cOIlÚa las cuales es el intento de aplicar confInes refonnistas (en forma pura o ecléctica) herramien­
«salpicón las más de las noches» y tenía en su casa una «ama que pasaba los cuarenta» y un tas teóricas surgidas para el cambio radical. Así a lo largo del libro, lo vemos usar conceptos
mozo que tanto le «ensillaba el rocín como tomaba la podadera». Hoy nadie que pudiera ora marxistas, ora weberianos, ora fucoltianos y a la hora de proponer acciones, inclinarse sin
pasarse la vida sin trabajar dedicado a leer libros de aventura y que tuviera una mucama enunciarlo por soluciones cercanas al keynesianismo. Haciendo pasar por una necesidad per­
(aunque fuera vieja) podríamos considerar pobre. se, (<<e\'idente-por-sí-misma») el socorro de los excluídos, nuevamente el Estado debería
«La pobreza» es insalvablemente perecedera y su historicidad tan íntima que no deja ni tomar partido en el asunto. Lo contradictorio es que fue ese mismo Estado el instrumento
esa forma de la supervivencia que es el recuerdo. Así es que en poco tiempo las cifras estadís­ creador de la pobreza.
ticas no nos dirán nada y el apelativo de «pobre» estará vacío. A Villarreal se le plantea en el nivel de las elecciones profundas que todo intelectual debe
Lo cierto es que sean cuales fueren las condiciones materiales de existencia, los hombres hacer al momento de escribir, el viejo dilema entre ética y política. O rechazar de plano a la
no pueden dej ar de constituir cultura y dar una valoración y asignar un sentido a sus propios pobreza y con ello hacer tabla rasa de la multitud de seres humanos que sea como fuere deberá
modus vivendi. Acallados los estertores del derrumbe (la caída a pique de los ingresos) es padecerla durante toda su vida, o aceptar su existencia y considerar la situación concreta de
muy difícil que un «pobre» (supongámoslo de segunda generación) pueda considerarse a sí los hombres concretos a riesgo de que esa aceptación pueda significar una convalidación.

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Avances del CESOR-Alío 1 N°1
Segundo semestre 1998

Citemos solo un fragmento de los muchos que podrían resultar ilustrativos: «El hombre de la
econollÚa clásica (desde Smith a Ricardo, Walras, Keynes) o el ser «genérico» de Marx AGENDA DE NOVEDADES
p~ece~ ~erdades muy parciales a esta altura. La política social no puede seguir siendo
mstencIalIsta a lo Keynes, ni mesiánica (a lo Marx) y deberá desarrollarse sobre la base( ...) de Teresita Cisterna - Maricel Bertolo
una acció~ s~cial promocional-cultural (apoyándose en M. Weber). Homose},."Uales, pobres, U.N.R - Cesor
grupos relIgiOSOS marginales, locos, migrantes de países limítrofes, se sitúan invariablemente
en redes ~e poder en las que la desvalorización es la constante. Una supuesta «nonnalidacb>,
la ~egaclOn de las «diferencias» operantes, justifican un mecanismo de poder que segrega y José Murillo de Carvalho. La formación de las almas. El imaginario de la

deja afuera. Pero esta acción social promocional también deberá orientarse por una teleología
República en el Brasil, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 1997

detransfonnación global hacia la equidad y la inclusión sociales (y aquí reaparece Marx)>> (p.
38). Es obvio que esta reaparición de Marx, en la perspectiva de actuar sobre las consecuen­
Este trabajo constituye un aporte que se incorpora al campo específico de la historia
cias, es un añadido que difícilmente pueda pegarse.
política e intelectual latinoamericana. El conteA'"to de análisis de la obra se sitúa en el Brasil de
yno de los trastornos que la desaparición de utopías transfonnadoras trajo al «cientista
fines de siglo XIX, en el momento de instauración de la República. La temática central aborda­
SOCIal» ~ara usm· este apelativo tan prestigioso como pacato) es el de impelirlo a intervenir
da expresa tres corrientes alternativas de interpretación del orden republicano, en la disputa
en la realIdad sobre las consecuencias, ya que hacerlo en el terreno de las causas nos llevarla
por la apropiación del imaginario popular. La contienda se desarrolla entre liberales,j acobinos
a lo que ~stá interdicto. Y dejamos aquí esta cuestión que es más la de una época que la de un
y positivistas. La tesis del autor apunta a resaltar la primacía de los símbolos, las alegorías y los
autor.
mitos, cuando la controversia o el conflicto exceden el ámbito restringido de las elites. Desde
Uno de los cargos que Villarreal hace a la visión cuantitativista de la pobreza es que ella
este particular enfoque realiza una exploración minuciosa"del universo de imágenes, figuras
achata y polariza las inlágenes, de fonna que desaparecen las diferencias. Con buen criterio,
heroicas, himnos, banderas y relatos de origen, del cual se apropia cada corriente ideológica
afinna que toda visión teórica y/o práctica en la que las diferencias no sean estim~das es
para inculcar en el imaginario popular una versión propia de la República.
segregativa. Es por ello que elige la noción comunitaria-estamental de Weber más que la de
clase social de Marx. En la primera, las diferenciás no quedan subsumidas y resulta visible la
I=-:a
~onflictividad al interior de cualquier agrupación humana, mientras que el sello
h.omogeinizador de la clase la subsume y oculta.
Debemos señalar que estos son los puntos novedosos (y valiosos) que hacen que este Emilio de Ipola, Las cosas del creer. Creencia, lazo social y comunidad
texto marque una diferencia y un quiebre necesario en el estudio de las pobrezas. También es política, Ed. Ariel, Buenos Aires, 1997
menester señalar que no resulta muy fácil su lectura, debido a la gran profusión de perspecti­
¡ras teóricas y políticas que circulan, y a una proliferante conceptualización que por momentos
La existencia de un dominio trascendente, no directamente accesible, que complementa el
nnen~za con centrifugar el te},.'to. Hay cierta incontinencia del autor, cierto afán por querer
mundo de la naturaleza, es una creencia que constituye una de las aporías fundamentales de
)onerlo todo, que hace que gran parte de sus enunciados no obtengan desarrollo ni demostra­
nuestra cultura. También las creencias no religiosas fonnan parte de ese mundo trascendente.
;ión y queden como asertos. Pero si bien estas características imprimen un estilo desmañado
Confirma esta aseveración el hecho de que es habitual que en nuestra cultura ciertos actos,
{ sobreabundante al libro, le dan también el valor de una enorme cantera en estado casi
proyectos o ideas, sean investidos de un hálito de trascendencia, aunque no siempre se
)rístino en el que con mayor detenimiento podemos hacer buenos hallazgos.
En síntesis, un libro importante y cuya desprolijidad, en este punto particular de la inves­ reconozca ese clivaj e originario.
La preocupación central que atraviesa este trabajo apunta a indagar las nociones de creer
igación «pobreza», actúa como la cachetada del maestro zen.
y de creencia como modo de aprehensión del mundo en la sociedad contemporánea. Más
específicamente, se analiza el papel de la creencia en la construcción del lazo social y de la
comunidad política
Este libro se integra con seis excelentes ensayos que dan cuenta de un diáologo fecundo
con la obra de Emile Durkheim, Jorge Luis Borges, José Aricó y Karl Marx, y plantean una
perspectiva original en la indagación de uno de los interrogantes esenciales en nuestra tracli­
ción cultural.
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Avances del CESOR-Año 11\'°1
Segundo semestre 1998 Teresita Cisterna / !vfaricelBerlolo

Escobedo Mansilla, Ronald; Zaballa Baescoechea, Ana de; A1varez Gila, de otros poderes. Desde la ideología, el poder estatal utiliza tanto el confesionalismo como ­
Oscar (Editores), Emigración y redes sociales de los vascos en América, posterionnente- el nacionalismo y la doctrina de la sobera.'1Ía del pueblo como recurso de
Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, 1996. convalidación.

Sin duda, esta obra es un gran aporte al conocimiento de la emigración vasca a América.
Los autores utilizan nuevos enfoques metodológicos al analizar fuentes locales y regiona­ Fernández Pérez, Paloma, "El rostro familiar de la nu1rópoli, Redes de pa­
les que explican las causas de los movimientos migratorios, la fonnación de cadenas migrato­ rentesco y lazos lnercantiles en Cádiz 1700-1812", Siglo Veintiuno, España, 1997
rias y las pautas de insersión laboral y social de los vascos en el país receptor.
Las particularidades culturales y la marcada tendencia a mantenerse unidos entre sí los Estevolumen aporta una visión acerca de dos temas importantes de la historiografiarecien­
convierte en uno de los grupos en los que con mayor facilidad se detecta el fortalecimiento de te. Uno de ellos muestra la estrecha relación que existió entre la formación de las familias y la
las «redes sociales y familiares». construcción de redes mercantiles en núcleos urbanos del Comercio Colonial Atlántico. El
En la emigración española al continente americano yen la vasca en particular, los autores ámbito de estudio es Cádiz, una ciudad puerto que sustituyó al de Sevilla y ocupó una impor­
distinguen dos etapas caracterizadas por circunstancias históricas. La primera transc~e en tanteposición en lo que fue la estructura de poder económico del imperio español. El auge del
los siglos de la Edad Moderna y su movilidad seprodujo dentro del territorio perteneciente a puerto de Cádiz, inaugurado a fmes del siglo XVII, se consolida durante el siglo XVITI, cuando
la Corona de España. La segunda, en plena época contemporánea, acompaña el mo-vimiento por suvolumen de comercio se transformó en plataforn"Ia codiciada por los comerciantes que
migratorio masivo que se dio en Europa como zona de expulsión. deseaban llegar al mercado americano.
Gran parte del contenido de esta publicación se elaboró sobre la base de trabajos de Una segunda contribución está dada por la importante reinterpretación sobre los cambios
especialistas en el tema, presentados al VI Congreso Internacional de Historia de América

_:e::_

organizado por la Universidad del País Vasco.


en el comportamiento y valores familiares de las elites mercantiles durante los procesos de
transición más recientes.
Alejándose de algunas líneas historiográficas ya existentes la autora encuentra claros
indicios que sugieren el declinar del poder de la «familia corporativa». Cádiz fue en la España
del siglo XVllI, una ciudad muy particular cuya fuente de ingresos principal era el comercio y
Wolfgan Reinhard (coordinador), Las elites del podery la formación no la agricultura, sector de desarrollo más tradicional. En consecuencia, los cambios políticos,
del Estado, Génesis del Estado Moderno en Europa, siglos XIII y XVIII, económicos y sociales que caracterizan a la España contemporánea tienen en Cádiz un esce­
Fondo de Cultura Económica de España, Madrid, 1997. nario privilegiado, cuyo signo más evidente se da en la tolerancia religiosa. Asimismo, la red de
intercambios originada en la actividad mercantil la transforma en una ciudad cosmopolita.
Las elites del poder y la construcción del Estado son telnas que fOfilan parte de la colec­ _'!IiIII:~I;_I __

ción Génesis del Estado Moderno, coordinada por Wolfgan Rei.nhard. Los autores son espe­
cialistas pertenecientes a dist1itos países que interpretan la confonnación del Estado entre los Aparisi Miralles, Angela, "La Revolución norteamericana. Aproxima­
siglos XIII y XVIII, adoptando como marco orientador la perspectiva europea y supera..l1do la ción a sus orígenes ideológicos", Boletín Oficial del Estado, Centro de Es­
tendencia historio gráfica vigente que analiza tal pro ceso en su desarrollo durante el siglo que tudios Constitucionales, Madrid, 1995.
fenece.
En este volumen se estudia el rol dese-mpeñado por las elites en la formación del Estado. La autora realiza un exhaustivo análisis acerca de los orígenes de la Revolución Norteame­
Ellas son definidas como «agentes de Estado» y miembros de las «clases dirigeIltes». Su grado ricana. Primero foealiza el tema desde el punto de partida del pensamiento inglés y desde la
de influencia depende tanto del lugar que ocupen en las redes sociales (centrales, regionales literatura de la Revolución que en esos años aparecen como producciones intelectuales cuyos
o locales, por ser nobles, capellanes, confesores o favoritos de los príncipes), como de la autores serán considerados, posteriormente, como los padres fundadores de la democracia
influencia de la que disponen sin necesidad del desempeño público. americana En consecuencia, este esfuerzo intelectual es un valioso aporte a la historio grafía
Concluyen afrrmando que el Estado Moderno es un fenómeno europeo; que se origina en americana, fundamentalmente desde los aspectos ideológico y jurídico.
la pluralidad de poderes rivales, y el elemento decisivo para lograrlo es el continuo aumento de La obra examina entre otros temas, el de los principios doctrinarios que a través de los
la extracción de recursos por parte de éste, como estrategia para hacer frente a la competencia textos llegan a las trece colonias, siendo incluidos en el pacto ñmdacional de cada una y
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Avances del CESOR - Año 1 N°1 Teresita Cisterna / Maricel Bertolo
Segundo semeslre 1998

actuando como núcleo articulador de consenso social colectivo. La aplicación de distintas formas de abordar la infonnación estadística y la incorporación
En igual sentido, Angela Aparisi indaga acerca de la lucha por la libertad de conciencia, de nuevas categorías analíticas posibilita a los autores alejarse de la visión tradicional, ponien­
elemento esencial en la confonnaciónde la ideología revolucionaria y se detiene en la polémica do al descubierto las debilidades históricas y metodológicas que aquella presentaba.
referida a la problemática esclavista, considerada como uno de los rasgos que marcan las Esta publicación fue realizada sobre la base de un resultado parcial del Proyecto PID-BID,
contradicciones existentes en la mentalidad americana. elaborado en el CONICET, Area de Estudios Agrarios de la Facultad Latinoamericana de Cien­
Al abordar el problema desde la ética, varios son los ej es seleccionados para el análisis. Por cias Sociales, Sede Argentina.
una parte, la vieja y sólida tradición del catolicismo que resistiendo a la modernidad es capaz,
no obstante, de adaptarse a los perfIles de la Ilustración; por otra, la «ética de la gracia» que
inspira la Constitución Americana y su ideo lo gía política y jurídica emanada de la «confianza
en Dios», y por último, la «ética de la libertad», emanada de la Declaración de 1789.
En la confluencia de los tres enfoques, ubica a Dios como garante de los derechos indivi­
duales y colectivos.
_ : e :_ _ _

Barsky, Osvaldo - Pucciarelli, Alfredo (editores), "El agro pampeano.


Elfin ,de un período", FLACSO, Oficina de Publicaciones del CBC, Uni­
versidad de Buenos Aires, 1997

Modificaciones en el contexto internacional y nacional, nuevas formas de organizar la


producción sumadas a una estructura social compleja, intensificación tecnológica, alteracio­
nes en la comercialización y el transporte, retiro de regulaciones estatales, son suficientes
motivos para hablar del inicio de un nuevo periodo del agro pampeano.
La obra está dividida en dos importantes módulos. En el primero se muestra un análisis
acerca de la evolución y los rasgos actuales de la estIuctura agraria en la zona pampeana.
Barsky, en uno de sus enfoques realiza una sistematización del debate sobre la evolución de
dicha estructura agraria, partiendo del periodo tardo-colonial hasta las producciones realiza­
das a [mes de la década del '80, deteniéndose específicamente e..YJ.la forma sesgada en que
distintos analistas de la cuestión agraria han utilizado la información cuantitativa, arribando a
conclusiones que distorsionan la realidad. Paralelamente examina la evolución del arrenda­
miento, logrando articular la información obtenida mediante la interpretación censal, con los
avances producidos por recientes investigaciones en el campo de la historia.
Pucciarelli realiza una innovadora interpretación del Censo Nacional Agropecuario de
1988, utilizando como variable el valor de la tierra, y sobre esta base plantea nuevas hipótesis
acerca de la relación entre el valor de la misma, la cantidad y calidad utilizada y la extensión de
la superficie explotada, con las características de la inversión de capital y el volumen de pro­
ducción. Esta nueva tipificación muestra una estructura agraria diferente a la presentada por la
lústoriografía tradicional.
El segundo módulo está organizado de tal modo que permite examinar la reorganización
espacial y regional de la productividad y la relacón de estos cambios con situaciones de
producciones específicas.

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NORMAS DE PRESENTACIÓN PARA COLABORACIONES

1- Todo trabajo deberá ser inédito y remitirse con pedido de publicación al Con­
sejo Editorial de Revista Avances del Cesar (dirección de epígrafe).

2- Deberán presentarse dos copias en papel y una en diskette consignando pro­


grama utilizado.

3-L1 extensión máxima para artículos será de 15 carillas y 3 para reseñas biblio­
gráfic(ls, considerando la carilla de 35 líneas a 80 espacios.

4- Debajo del título del artículo o reseña irá el nombre del autor y entre paréntesis
1<1 pertenencia institucional si la hubiere, o cualquier consideración breve sobre el
escrito.

5- Las notas irán al final del trabajo bajo el título Notas ordenadas en correlación
con los números insertos en el texto.

6- Para las citas en el texto (bibliográficas o documentales) se usará el sistema


americano: entre paréntesis apellido y nombre del autor, año de edición y número
de página/s (p. o pp.); si es fuente documental: entre paréntesis nombre del Ar­
chivo y año del documento.

7- Las fuentes citadas en el texto irán al final del mismo luego de las Notas bajo
Impreso en los talleres de Propuesta Gráfica,
el título Fuentes Referidas a) Bibliográficas yb) Documentales, ordenadas alfa­
Catamarca 1941- Rosario, T.E. 425-3139
béticamente. Para las" a" se consignará apellido y nombre del autor en mayúscu­
en el mes de Noviembre de 1998.
la, luego título de la obra en negrita, sello editorial, lugar y fecha de edición, tomo
y/o volumen (V.T.). Si se trata de publicación colectiva (compilaciones y revis­
tas) luego del nombre del autor irá en cursiva el nombre del artículo, luego el
título de la obra en negrita, etc. Para las 11 b (Documentales) se repetirá lo ya
ti

consignado en la cita y se añadirá el dato topográfico del documento si lo hubie­


re. o alguna aclaración que el autor considere necesaria.

8- Si se hiciera referencia a más de una obra del mismo autor, se ordenarán por
fecha.

9- Los cuadros, gráficos y mapas, deberán ir en hojas separadas pero en el inte­


rior del cuerpo del trabajo, y deberán estar preparados para su reproducción di­
recta, es decir grabados en el diskette.

Recepción de trabajos para el próximo número, hasta el31 de mayo de 1999.

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