Zohar 01
Zohar 01
Zohar 01
Traducido, explicado
y comentado
Vol. I
ISBN: 978-84-9111-303-4
Depósito Legal: B-32.499-2010
Printed in India
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Dedicatoria de El Zohar................................................................... 7
Palabras introductorias.................................................................... 9
Primera parte. Introducción general al estudio de la Cábala....... 11
La importancia del estudio de la Cábala........................................ 31
Preparación adecuada para el estudio de la Cábala................. 37
Hakdamá – Prólogo de El Zohar.................................................... 47
Tercera parte. Sección de Bereshit................................................... 133
Apéndice. El Nombre de cuarenta y dos letras.............................. 237
Glosario............................................................................................. 249
Tabla de equivalencias de libros bíblicos........................................ 275
Índice de citas bíblicas..................................................................... 277
El Zohar, Plan General de la Obra.................................................. 285
Estimado lector................................................................................. 286
Zijroná Librajá
Los motivos que nos llevan a traducir esta edición de El Zohar son
los siguientes:
Por último, queremos aclarar que todas las personas que par
ticipan en la traducción de esta obra excepcional viven de acuerdo
con las enseñanzas clásicas de la Torah y se esfuerzan por complacer
y cumplir la Voluntad del Creador.
Quiera el Dios de Abraham, Itzjak y Jacob hacer cumplir nuestra
voluntad: que las almas sedientas de espiritualidad beban de la Luz
de Su Torah.
Los traductores
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INTRODUCCIÓN GENERAL
AL ESTUDIO DE LA CÁBALA
La voluntad
Ratzón, (« )רצוןvoluntad» es una palabra clave dentro de la termino
logía cabalística. Ratzón no significa únicamente «voluntad», sino
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Las Sephiroth
La cábala sostiene que el origen de todos los orígenes es la luz pri
mordial e infinita, el Ein Sof, fuente y origen de todos los deseos,
origen también de la realidad en su totalidad que emana del infinito
y, revelación tras revelación, paso a paso, se manifiesta en el mundo.
Todo lo que vemos y todo lo que no vemos en este mundo, todos los
crecimientos ya sean del pasado, el presente o el futuro, proceden de
la voluntad divina y la continuidad de su existencia también depen
de de su voluntad.
Si bien se considera que hay 10 Sephiroth para algunos autores se
rían 40, en correspondencia con los 40 años que el pueblo de Israel
deambuló por el desierto o con los 40 días y 40 noches que Moisés
estuvo en el Sinaí (Véase Éxodo 34:28). Esto es así porque cada una
de estas 10 Sephiroth puede encontrarse en uno de los cuatro mun
dos, que corresponden a la letra Dalet ()ד, y que son el mundo de la
emanación, el mundo de la creación, el mundo de la formación y el
mundo de la acción. Se considera que todo lo que está por encima
del mundo de la emanación pertenece al infinito, al Ein Sof. En el
mundo de la emanación se halla la raíz de la conducción del bien y
del mal, en correspondencia con el árbol del conocimiento del bien
y del mal. Este mundo es una forma superior de la realidad donde la
luz infinita se unifica convirtiéndose en unidad.
Fue el deseo del Creador que su voluntad se revelara a través de las
10 Sephiroth, Keter «la corona», Jojmah «la sabiduría», Binah «el enten
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dimiento», Hessed «la bondad», Guevurah «el poder», Tiferet «la belle
za», Netzaj «la victoria», Hod «el esplendor», Iesod «el fundamento» y
Maljut «el reino».
Para los cabalistas la relación entre el Ein Sof y las Sephiroth se ase
meja a la relación entre el cuerpo y el alma. Compuesto por muchos
miembros órganos, a los que les corresponden funciones específicas,
los ojos ven, los oídos oyen, las manos tocan, todos los órganos del
cuerpo están regidos por el alma. Ésta es la fuerza concreta e indivi
sible que les da vida y los activa. A pesar de que es una única fuerza,
cuando activa los ojos, vemos y cuando activa los oídos oímos. Del
mismo modo cuando el Ein Sof activa una Sephirah en concreto, se
activa la cualidad propia de ésta. Así, cuando se activa Hessed, se ac
tiva la bondad; cuando se activa Binah, se activa el entendimiento o la
comprensión. Todas las Sephiroth son poderes del Creador y el mode
lo y ejemplo de cómo se produce la materialización de la creación. Las
Sephiroth no están separadas del Creador ya que son la luz emanada
de él a fin de crear y mantener la creación.
Aplicando el esquema sefirótico al hombre, señalaremos que,
excepto Keter, todas las Sephiroth pueden asociarse con una parte
de su cuerpo. Keter está por encima de él, lo trasciende. De algún
modo podríamos asociar a esta sefirah con la Kipah. Como decía
un sabio, sirve para recordarnos que hay algo que está por encima
nuestro. El simbolismo o el sentido de la Corona es que es a la vez
algo que nos trasciende y algo que nos conecta con lo trascendente.
Gozar de la Corona, o lo que es lo mismo, conectar con lo trascen
dente, es lo que nos saca de nuestra condición de mendigos y nos
convierte en reyes.
También podemos ver al árbol sefirótico como un plano o un es
quema del alma humana, tanto a nivel individual como colectivo. Ve
remos más adelante cuando hablemos de cada sefirah en particular
cómo cada una de ellas corresponde a una fuerza del alma concreta.
A nivel colectivo este mapa se aplica a ese alma general, klalit, que es
Israel. Este tema ya lo desarrolló Moisés Cordovero cuando realizan
do la suma del valor numérico de la letra inicial de cada una de las
Sephiroth nos descubre que es 541, o sea la guematria de Israel. Por
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O sea que todas las obras del Eterno, o sea toda la creación, fueron
hechas con sabiduría, a través de la Sefirah de Jojmah.
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Pardés, el vergel
Si bien hay un número omnipresente tanto en la Torah como en el
Zohar, éste no es el 7, como suele creerse, sino el 4 que, en cierto
modo refleja a las 4 letras del Tetragrama. La palabra Pardés, un tér
mino que hay que asociar con este número y con el que nos vamos
a encontrar en más de una ocasión en el Zohar, pertenece a la mis
ma raíz que en castellano originará la palabra «Paraíso». Según el
Talmud (Jaguigah 14:b), cuatro grandes maestros se consagraron al
estudio esotérico de la Torah logrando entrar en el Pardés, o sea pene
trando sus ocultos secretos. Se trataba de Rabbí Akiba, de Ben Soma,
de Ben Assai y de Elisha Ben Abuya, llamado Ajer. Ben Assai vio y
murió. Ben Soma vio y se volvió loco; Ajer vio y se hizo apóstata; sólo
Rabbí Akiba entró sano y salió sano. El texto talmúdico dice: «entró
en paz y salió en paz». Cuando sumamos a sí misma la guematria de
la palabra Shalom, «paz», 376, obtenemos 752, un número que nos
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La palabra Pardés está formada por cuatro letras: Pe, Resh, Dalet,
y Samej. Pe corresponde a Pshat, el sentido literal, el evidente; Resh a
Remes, el sentido alegórico, el simbólico Daleth a Derashah, la inter
pretación talmúdica, más profunda, Samej a Sod, el sentido secreto,
el más interior de todos. Sod es el misterio, lo que está más allá de
nuestro mundo dual, pero inmanente a él. Es el sentido último de la
Torah. El Pardés en el que penetraron los cuatro profesores se inter
pretó, pues, como la especulación sobre el verdadero sentido de la
Torah en sus cuatro interpretaciones. En el Zohar Haddash, «el nuevo
Zohar», podemos leer:
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Y también:
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Se le dice:
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«No es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda
semejante a él». (Génesis 2:18)
Esta conocida frase del Génesis se nos presenta como el punto de par
tida de una de las doctrinas más apasionantes en el seno de la Cábala
con la que nos encontraremos a cada rato en el Zohar: la de la Sheki-
nah. Pero, ¿qué es la Shekinah? o, mejor dicho, ¿quién es la Shekinah?
«El autor de los Tikkunim -escribe el estudioso G.G. Scholem-
identifica la Shekinah, la presencia de Dios considerada como la últi
ma emanación de las diez Sephiroth, con la Torah en su manifestación
y plenitud.» Cuando el texto bíblico habla de «la faz de Dios» se refie
re siempre a la Shekinah. La Shekinah es la «presencia de Dios». Esta
palabra procede de la raíz Shakan, «establecerse, residir, morar.» La
Shekinah es, pues, «la que reside», es la «presencia divina», la Sabidu
ría del Libro de los Proverbios.
Para los cabalistas, esta «ayuda semejante a él», el complemento
del hombre, su «media naranja», es la Shekinah, la Torah que le entre
gará las llaves que han de abrirle las puertas del mundo futuro; por
esta razón, el cabalista se dedica noche y día en su estudio. Señale
mos que, también según los Tikkunim (102 d), la Shekinah es el Pardés
ha-Torah, el Paraíso de la Torah. La palabra Pardés significa literal
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«Hijo mío, atiende a mis palabras… que son vida para quien
las acoge.»
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de aceite» Rabbí Abahú dijo que al igual que el recién nacido cada vez
que toma el pecho de su madre percibe un gusto distinto, así también
los hijos de Israel, cada vez que comían el maná le encontraban un
gusto distinto. En hebreo esta comparación tiene más sentido pues
se está haciendo un juego de palabras entre lechad «pastel» y chad,
«seno». Resumiendo, el provecho que podamos sacar de la lectura de
la Torah no sólo depende de cada uno de nosotros, sino que también
va variando a medida que nosotros cambiamos.
Si el Santo, Bendito sea, recibe en el Zohar en nombre del Rey, la
Shekinah es la Reina, la Princesa o la Esposa del Rey. Rey y Reina, Es
poso y Esposa, son el «macho» y la «hembra» de cuya unión unitiva
nos habla el Zohar (III-7 b):
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¡Feliz el ojo que ha visto todo esto! Y considerando que hay muchas
personas que se apartan de esta Sabiduría, es importante que se
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Qué felices somos y qué buena es nuestra porción por haber merecido
contar con el libro de El Zohar, el cual no tuvieron en sus manos los
Sabios anteriores… quienes a pesar de haber conocido esta Sabiduría,
no probaron de su miel ya que en sus días aún no se había revelado.
Y que no te sorprenda que este hecho, ciertamente, no se reve
ló hasta esta última generación en la que nos encontramos. Porque
una prueba de esto encontré en el Sefer HaTikunim (24:1): «Le dijo el
profeta Eliahu a Rabbí Shimón: Rabbí, Rabbí, bienaventurado eres,
que de éste, tu libro, se sustentarán grupos de entes superiores, hasta
que al final de los tiempos se revele también a los entes inferiores, tal
como está escrito: «devolveréis cada hombre a su patrimonio ances
tral y cada hombre a su familia» (Levítico 25:10).
Y tal como Israel no fue redimido de Egipto hasta que El Creador los
santificó a través de la sangre del sacrificio pascual y la sangre de la
circuncisión, así también la Redención futura no sucederá sino cuan
do se agregue esta Santidad (la que se añade a través del estudio de
El Zohar), y ésta es la voluntad de El Eterno, y feliz quien lo merece.
Rabbí Ishaiahu Horwitz,
Shnei Lujot Habrit, Asará Maamarot
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desprecian». Por ejemplo… enseñanzas tales como «el que come tres
comidas durante el Shabbat se salva del juicio del Infierno» (Talmud,
Shabbat 118a); «y el que pronuncia el salmo 145 cada día se le asegu
ra un lugar en el Mundo Venidero» (Talmud, Berajot 4b); y que el lu-
lav debe ser balanceado precisamente en seis direcciones, y del modo
exacto como nos fuera enseñado, aunque la Torah no enseñara al res
pecto sino «y tomarán para ustedes el primer día», y muchos casos
como éstos. Y ciertamente que los Sabios dieron explicaciones, mas
los corazones del pueblo de Israel que quieren entender en mayor
profundidad no se conforman, y la Sabiduría de la Cábala es la que
aclara todo esto, y enseña qué es el servicio, y hasta dónde llegan sus
detalles, y cómo cada cosa pequeña, aquí abajo, se expande en las Al
turas y hace temblar a todos los Mundos Superiores.
Por lo tanto, el hombre debe atender esta Sabiduría ya que cierta
mente ésta es la utilidad de la misma.
Ramjal,
Miljamot Moshé, Klal 1
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