2 Etologia y Psicologia Animal
2 Etologia y Psicologia Animal
2 Etologia y Psicologia Animal
PSICOLOGÍA
ANIMAL
EL ORIGEN DEL PERRO
Existen varias teorías sobre el origen del perro, en estas aparecen el lobo, el chacal, la hiena, el dingo y el zorro; los cuales
en mayor o menor grado, han intervenido en la aparición del perro. En cambio, otros historiadores no admiten un origen
polifacético, es decir, procedentes de varios troncos, encuadrándose en un solo origen. Veamos algunas de las opiniones
más importantes.
BUFFON afirmaba en su historia natural escrita en el siglo XVIII que nuestros actuales perros descienden del perro salvaje
primitivo, evolucionando a través de los tiempos y aclara que los diferentes tipos que nos acompañan obedecen a dos
factores:
• La influencia del género de vida, factores climáticos, accidentes geográficos, transformaciones geológicas y
cruces genéticos espontáneos y naturales.
• La posterior aparición del hombre, que empieza a manejar programas genéticos.
Esta teoría podría ser la más acertada, ya que todos los cánidos, posiblemente aparecieron y evolucionaron igual que el
resto de los animales
NACHTHEIM. Investigador naturalista, considera al perro como el producto del cruce entre el lobo y el chacal, que dieron
como resultado al perro salvaje primitivo.
STUDER. Sostiene que su antepasado directo es el lobo, aunque admite la existencia en el periodo diluvial de diversas
razas caninas de menor tamaño que el lobo y divididas en dos variedades:
El lobo, que Linneo denominó Canis Lupus, apareció hace alrededor de cinco millones de años siendo, entonces, un
carnívoro apenas más pequeño que el lobo de hoy, formas mayores aun gigantescas aparecieron en el último periodo
glacial, hace cuarenta mil años.
El Canis propiamente dicho aparece en Europa, Asia y África en el plioceno, hace diez millones de años, y en América,
hace apenas un millón de años.
EL LOBO, SU ANTECESOR
En el siglo XXI, los investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que es muy posible que la
domesticación del perro empezara más por la adaptación espontánea de este al acercarse a vivir junto al hombre
que por la voluntad humana. Esto se debe a que vivir junto al hombre siempre fue ventajoso para el cánido. Un
perro viviendo en una comunidad humana, aún en la Antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno
salvaje, podía vivir en mejores condiciones disfrutando del afecto y cuidado humano.
Varios factores, particularmente dos, impulsaron este cambio de la humanidad: el aumento de la población y la
evolución cultural. El hombre fue haciéndose más hábil y pudo adaptar el medio en el que se desenvolvía a sus
necesidades. Los acontecimientos se produjeron lentamente, pero el cambio, una vez iniciado, fue relativamente
rápido. Una de las civilizaciones agrícolas más importantes surgió en el Oriente Medio. En esta zona fueron
domesticados cabras, ovejas, caballos y vacas.
Otro aspecto que debemos considerar son los antecedentes de las espacies caninas que existen en la actualidad
considerados anteriormente. En cualquier caso el lobo surgió como uno de los depredadores más fuertes, y colonizó una
amplia zona de la tierra: la mayor parte de Norteamérica, la totalidad de Europa y Asia, Arabia y la India. Todavía no se ha
llegado a un acuerdo acerca de cuál fue la zona que primero invadieron los lobos: si Norteamérica o Eurasia, pero dado
que ambos continentes estuvieron unidos por un brazo de tierra a través del estrecho de Bering, ésta es una cuestión de
menor importancia.
El enorme territorio ocupado por los lobos, implicaría la lógica presencia de subespecies. Se observan marcadas
diferencias incluso a nivel del tamaño y de la calidad del manto. Las razas del Norte son de mayor talla y poseen un
manto denso si las comparamos con las subespecies del sur. Durante algunos años, se pensó que el lobo rojo (Canis
rufus) de Norteamérica era una especie distinta pero estudios posteriores sólo han demostrado diferencias en el tamaño
del cuerpo. Esta forma es a lo sumo una subespecie y probablemente sólo sea una raza local, propia del sur de Tejas.
La inmensidad de Eurasia ofrece mayores posibilidades en cuanto a subespecies, y de hecho
se han señalado varias. Estas poseen un valor taxonómico pero un escaso significado
biológico. El lobo del Sur de Asia o de la India es de menor tamaño que los lobos del Norte y
tiende a parecerse a los perros bastardos errantes que han experimentado una mínima
selección por el hombre.
Las otras dos especies actuales que se parecen al perro son el chacal y el coyote. Ambos tienen
su hábitat en latitudes más alejadas, hacia el Sur, que el lobo principalmente el chacal, y son
animales de menor talla. De los dos, el chacal es evidentemente el más antiguo como lo
demuestra el hecho de que puedan reconocerse diversas especies diferenciadas distribuidas
en diversas regiones de África.
El ser humano se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que tenía el
perro; su olfato es más potente que del humano —su área olfatoria es 20 veces más gruesa, y
en el caso del pastor alemán con una superficie 34 veces mayor y con 40 veces más células
olfatorias— y su oído es capaz de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango
que oyen los humanos. Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de
guarda. Su uso como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja a la
domesticación y explotación de otros animales. Animal de costumbres sociales, que convive
en grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a convivir con los humanos.
Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza. Los perros enterrados en el cementerio
mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa, eran ya una
valiosa compañía.
Los perros han acompañado al hombre en su proceso a la civilización; su presencia está probada en todas las culturas del
mundo, así en Perú en la etapa preincaica, los mochicas los usaban como ayuda de caza y también como mascotas en
casa. En el entierro del Señor de Sipán, se encontraron dentro de las tumbas restos de un perro que seguramente se usó
en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus molares.
El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas
grandes. Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de
los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento
y sustento. La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas, en varias etnias
americanas anteriores a 1492, tal y como aún ocurre en zonas del Extremo Oriente Asiático, los perros eran usados
directamente como alimento; en zonas del Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales —de
hecho científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los perros comunes de todo el
mundo eran descendientes de chacales— y al ser los chacales animales principalmente carroñeros, los perros también
han sido considerados impuros en esa zona.
DOMESTICACIÓN
Se ha especulado mucho acerca de la forma en que fue domesticado el perro. Cuesta creer que la domesticación fue el
resultado de una política deliberada, principalmente porque se produjo en los albores de la historia del hombre. Los
antepasados del perro casi con toda seguridad merodearon cerca del hombre en busca de su sustento en calidad de
carroñeros tras los restos de comida y de las piezas de caza, en las zonas de acampada, en los vertederos. A medida que
los campamentos se transformaban en establecimientos más permanentes, los perros fueron tolerados e incluso
aceptados en las chozas, o cavernas, y su función principal fue la de eliminar los restos de comida.
Segner (1963) describe esta relación en los siguientes términos: “No es difícil pensar que los lobos y los chacales que se
criaban en los campamentos de cazadores mesolíticos considerasen con toda naturalidad al hombre que les
proporcionaba buena parte de su alimentación como un miembro de su manada. Los cazadores no podían
desaprovechar esta asociación “. Para entender las implicaciones de esta afirmación es preciso recordar que tanto el
hombre como el perro tienen una mentalidad social y viven formando grupos. Instintivamente siguen y responden a un
líder o conductor. Los lobatos o chacales semidomesticados pudiesen participar en la caza persiguiendo y acorralando a
las presas. Sus recompensas serían los desperdicios que el hombre desechaba. Posteriormente el perro fue adquiriendo
otorgo papel, es decir, se transformó en elemento guardián del hombre a quien alertaba anta la proximidad de extraños
o de otros animales.
El tipo de perro capaz de desarrollarse en domesticación devengaría rápidamente de sus antepasados salvajes en
múltiples características, apariencia y comportamiento, hasta el punto de perder cualquier similitud con un
animal salvaje. La cuestión de la apariencia es importante para los ganaderos que necesitan distinguir fácilmente
a sus perros de los lobos merodeadores.
Tiempo es lo que sobra en toda evolución. Se requirió muchísimo tiempo para que se pasara del lobo al perro, o del
homo erectus al hombre actual, al igual que en la evolución de cualquier especie.
Como ser pensante, y exacto al hombre actual, existimos desde hace unos 80.000 años. Los Hombres
Anatómicamente Modernos (HAM) o denominados también Cromagnon, y junto con los Neanderthal que aún
siendo algo anteriores pero tuvieron oportunidad de convivir durante decenas de milenios, se comunicaban
perfectamente con idiomas primitivos, creían en el más allá, como lo demuestra lo cuidadoso de los enterramientos
con abalorios, armas, flores, etc. Prácticas funerarias de las que existen a cientos, siendo los restos de HAM en las
cuevas de Qafhzé los que se han hallado de mayor antigüedad (80. 000 a C-90.000 a C). Son mucho más antiguos
de lo que se creía...
Hombres con esta inteligencia, con posibilidad de comunicación y con creencias superiores pusieron sus ojos en
lobeznos, cachorros de lobo cazados, o hallados después de matar a la loba madre. Muchos fueron usados como
alimento, pero algunos sirvieron también para aliviar el dolor del pecho en mujeres con la lactancia interrumpida
por la muerte de sus bebés por ejemplo.
Este contacto maternal llevaría a un encariñamiento lógico, entre las personas y los lobeznos, y de entre ellos, así
como de entre sus hijos una vez llegados a lobos adultos, elegirían a los de aspecto más juguetón o juvenil, y más
alejados del lobo tipo, “aquéllos que eran diferentes”.
La gran curiosidad humana, acrecentada por el desarrollo del cerebro, debió entusiasmarse al comprobar que
cruzando los lobos recogidos, al azar, salían algunos cachorros distintos del resto, en camadas normales.
Seguro escogerían los diferentes, especialmente los que mantenían más tiempo los caracteres infantiles y juveniles.
En cambio son numerosos los lobeznos que se han criado junto a personas,
llegando a formar incluso manadas, pero siempre a través de cachorros
recogidos antes del imprinting, que en lobos y perros suelen ser los
menores de seis semanas.
Son muchas las diferencias entre los perros y los lobos, sin entrar en las
más visibles, y muchas tienen un fundamento de Neotenización, que
confirmaría el que al ir escogiéndolos, fueran estas características infantiles
o juveniles lo que nuestros ancestros fueron buscando.
Cinología es una palabra del griego antiguo compuesta por κύων, kyōn, genitivo
κυνός, kynos, “perro”; y -λογία, -logía que se refiere al estudio de los perros.
Los estudios de los canes y los asuntos relacionados con los perros se llevan a cabo y
son publicados, en general, por aquellos que dominan la literatura o aspectos
relevantes de la misma como la Federación Cinológica Internacional o clubes
nacionales e internacionales de cría, salud y reglamentos de exposición (Kennel
Club).
ETOLOGÍA
Thorndike realizó experimentos con animales en los que éstos (perros, gatos o pollos) eran encerrados
en las que él llamaba “CAJAS-PROBLEMA”. Para poder escapar de estas cajas y acceder a la comida que
tenían visible, los animales debían mover un cerrojo o presionar una palanca.
A partir de aquí, Skinner desarrolló dicho modelo utilizando el término de condicionamiento operante.
Su principio básico era que las conductas se aprenden y se mantienen como resultado de sus
consecuencias, sentando así la importancia del ambiente. Skinner llama conductas operantes a aquellas
que pueden ser controladas mediante la alteración de sus consecuencias; así, el sujeto realiza una
conducta operante cuando ésta produce unas consecuencias en el medio, que a su vez pueden
controlar dicha conducta.
Pero además, para que podamos cambiar la conducta mediante la alteración de sus consecuencias,
éstas deben ser contingentes a la conducta. Es decir, las consecuencias deben producirse justo después
de la aparición de la conducta.
Los procedimientos en los que se basan las técnicas de modificación de conducta del condicionamiento
operante son el reforzamiento, el castigo, la extinción y el control de estímulos.
SKINNER
Burrhus Frederic Skinner, fue un psicólogo, filósofo-
social estadounidense.
En este experimento participaron ocho palomas hambrientas, las cuales fueron introducidas en la llamada caja de Skinner. En ésta, las
palomas disponían de comida a intervalos regulares con independencia de la respuesta que emitieran. No obstante, en este experimento
se observó un condicionamiento evidente en todas las palomas.
Un aspecto importante de este experimento fue las respuestas condicionadas que adoptaron las palomas. Por ejemplo, una de las
palomas aprendió a dar vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la caja, otra paloma pegaba su cabeza a una de las
esquinas superiores de un modo muy característico y un tercer sujeto desarrolló la respuesta de sacudir la cabeza.
Cada paloma desarrolló una respuesta propia, idiosincrática. Tanto fue así que daba la impresión de que las palomas se comportaban de
ese modo tan particular debido a que creían que su conducta provocaría la aparición de la comida. Nada más lejos de la realidad. Es por
este motivo por el que a esta conducta se le denominó supersticiosa.
La explicación que ofreció Skinner sobre este fenómeno apelaba al refuerzo recibido: entendió que cualquiera que fuese la respuesta que
el sujeto acababa de realizar justo antes de la administración de la comida (el refuerzo) resultaría reforzada por la recompensa. De otro
modo, de las múltiples respuestas que las palomas emitieran antes de la presentación de la comida, la que resultase, casualmente,
contigua a la recompensa, sería reforzada.
El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje asociativo que tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas en
función de sus consecuencias, y no con la asociación entre estímulos y conductas como ocurre en el condicionamiento clásico .
• En otras palabras, la conducta se fortalece cuando es seguida por un reforzador positivo. El término "positivo" significa que el
reforzador se presenta o se adiciona inmediatamente después de la conducta.
• Por ejemplo, tu perro tiene la costumbre de mordisquear un calcetín. Entonces, decides rociarlo con un líquido de sabor amargo
que compraste en una tienda para mascotas. Cada vez que tu perro lo muerde, se presenta el sabor desagradable (el castigo),
entonces la conducta disminuye su frecuencia hasta que tu perro deja de morderlo.
• Los tirones de correa, ya sean con collar normal, collar de ahorque o collar de púas. Son
castigos comunes en el adiestramiento tradicional y pueden ser suaves o muy violentos,
dependiendo del adiestrador y el estilo que siga. También pueden ser muy eficaces o
completamente inútiles según la capacidad del adiestrador.
• Los choques eléctricos emitidos por collares eléctricos y por cercas invisibles. Son castigos
duros que pueden ser muy efectivos o causar problemas muy serios. En algunos casos se
usan los collares eléctricos como reforzadores negativos.
• Los sabores amargos o picantes que se aplican sobre ciertas cosas para evitar que el perro las
muerda. Pueden ser castigos suaves o duros, dependiendo de la sustancia. Son efectivos en
algunos casos, pero no en todos.
• Golpear la nariz del perro, con los dedos o con la correa, para llamar su atención durante el
ejercicio de "Junto". Es un procedimiento típico de la vieja escuela, y sirve para castigar al
perro cuando mira hacia otro lado. Es moderadamente efectivo pero es duro y humillante
para el perro, y no es necesario.
FORMAS DE APLICAR EL CASTIGO POSITIVO
• Los ruidos fuertes e imprevistos. Se recomiendan en la mayoría de los
libros antiguos, pero no se usan mucho en la práctica. Pueden ayudar a
detener la conducta del perro en el momento, pero no suelen dar buenos
resultados en el largo plazo. Pueden ser castigos muy dañinos con perros
hipersensibles o miedosos.
• Casi todas las cosas que tienen que ver con la "dominancia" ("alpha roll-
over", castigo jerárquico, etc.) son castigos positivos. Algunos pueden ser
ligeros y otros muy violentos.
CASTIGO NEGATIVO
• El castigo negativo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se retira un evento favorable inmediatamente
después de esa conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque hace que desaparezca algo agradable.
• El castigo negativo es la opción adecuada para castigar a tu perro cuando sea necesario. Sin embargo, ten en cuenta que el
castigo negativo debe ser usado lo menos posible y nunca para enseñar conductas nuevas.
• Una desventaja importante del castigo (tanto positivo como negativo) es que las personas se acostumbran con mucha
facilidad a usarlo y luego basan todo el adiestramiento en castigos.