PROCRASTINACION

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

PROCRASTINACION

¿Eres procrastinador?

Hay varias conductas que en la superficie parecen procrastinación, pero que difieren bastante. Priorizar
es una de ellas. En tu día frenético laboral, puedes tener cientos de cosas pendientes. Si priorizas esa
lista, trabajas con un orden y al final del día no hiciste ni 50, no es procrastinar. Es priorizar. Es una
habilidad de organización sana. A veces posponemos cosas a propósito. Esto tampoco es procrastinar.
Imagina que tienes que tomar una gran decisión, pero aún no cuentas con toda la información. Es sabio
postergar el tomar una medida. Quizás tienes un gran proyecto y un par de meses para hacerlo. Es hora
de empezar, pero si esperas un día o dos, tendrás una nueva computadora, un nuevo software o más
personas que te ayudarán. Posponer eso te acabará ahorrando tiempo, así que es una medida acertada.
Analiza tu hábito de procrastinar. ¿Es de verdad procrastinación? ¿O estás priorizando y posponiendo
algo por un buen motivo? ¿Qué pasa cuando de verdad estás procrastinando? Ocurre cuando el
proyecto es prioritario. Tienes que acabarlo y quieres acabarlo, pero por algún motivo, no dejas de
posponerlo. Estás procrastinando. Es el mayor de los problemas de la gestión del tiempo. Es la
procrastinación.

¿Qué tipo de cosas aplazas?

¿Qué tipo de cosas sueles aplazar? Haz una lista con esas cosas. Ver su carácter concreto puede ser muy
útil para que superes tu hábito de procrastinación. Toma lápiz y papel y empieza a enumerar las cosas
que aplazas. Mientras lo haces, te contaré la historia de un compañero procrastinador, Sam, que hizo
este ejercicio. Se dio cuenta de que en su lista tenía cosas como enviar postales, responder emails,
mandar notas de agradecimiento y escribir informes. Nos dimos cuenta de que posponía todo lo
relacionado con escribir. ¿Qué hay en tu lista? Si estás estancado, puedes escribir las cosas que nunca
pospones. ¿Cuáles son las tareas que te pones a hacer inmediatamente? Compara y contrasta la lista.
Quizás te ayude a entender tu hábito.

¿Cómo eres procrastinando?

Seguro que conoces los piropos o cumplidos, esas frases cursis para impresionar a alguien. Pues también
hay citas sobre procrastinación que nunca deberías decir. Cuando veas que dices cosas como «Tengo
mucho tiempo para ponerme con ese proyecto», «Trabajo mejor bajo presión» o «Ya me pongo con eso,
pero primero voy a...» y entonces te vas. Esos son los cumplidos sobre procrastinación. Señales de aviso
de que entras en zona peligrosa. Además hay ciertas conductas que son tus técnicas de aplazamiento.
También son avisos de que estás entrando en la zona de la procrastinación. Nuestro compañero Sam
tenía varias técnicas de aplazamiento que se convirtieron en señales de aviso. Se sentaba a escribir uno
de sus proyectos, y de repente tenía el deseo de afilar todos sus lápices. O quería escribir, pero no hasta
comer algo. Su técnica favorita era leer el email o mirar alguna página relacionada con el trabajo, porque
tenía la ilusión de estar siendo productivo, cuando en realidad estaba posponiendo. ¿Y tú? ¿Cuáles son
tus técnicas favoritas de aplazamiento? ¿Qué conductas o cumplidos utilizas para evitar ponerte con tu
proyecto? Ya escribiste una lista con lo que tiendes a posponer. Ahora escribe cómo sueles hacerlo.
¿Por qué procrastinamos?

Ya has escrito los tipos de cosas que tiendes a aplazar y cómo sueles posponer. Vamos a completar el
perfil de procrastinador viendo por qué aplazas algunas cosas. Hay cinco motivos principales de por qué
la gente tiende a procrastinar. Número uno, la falta de confianza. Quieres hacer un buen trabajo, pero
no sabes cómo. Número dos. Te distraes fácilmente. ¡Ay! Te has vuelto a olvidar. Número tres. Estás
estresado. Sientes ese trabajo monstruoso acechándote y no sabes por dónde empezar. Número cuatro.
Estás bloqueado creativamente. Quieres tener la mejor idea, pero no tienes nada. Y número cinco.
Tienes miedo. Odias ese trabajo. Lo odias. ¡Lo odias! ¿Cuáles de estos motivos encaja mejor contigo? En
los próximos videos entraremos más en detalle en cada uno y veremos estrategias que te ayudarán a
superarlos y a vencer tu hábito de procrastinación.

Motivo: la falta de confianza

Cuando la gente compara las cosas que evita con las que nunca evita, suelen aparecer cosas
interesantes. Empieza a darse cuenta de que evita tareas por su falta de confianza o su falta de habilidad
en esa área. ¿Son los motivos por los que evitas alguna de las cosas de tu lista? ¿Recuerdas a Sam, que
esquivaba todo lo relacionado con escribir? Se dio cuenta de que cada vez que se sentaba a escribir un
documento, escuchaba una pequeña voz que le decía «Escribes fatal, y si acabas este documento y lo
envías, todos lo sabrán». Como se dio cuenta de que procrastinaba debido a su falta de confianza y
habilidad, tomó clases de escritura para reforzar su habilidad y seguridad. Una buena idea, pero al
sentarse a escribir, seguía escuchando esa voz que le decía «Escribes fatal». Tenía que sustituir ese
mensaje por un mensaje mental nuevo. Sam aprendió a decir «Tengo nuevas habilidades y escribir este
informe es una gran oportunidad para practicarlas». Sam empezó a decir «Es verdad. No escribo
perfectamente y cometo errores, pero todos cometemos errores». Procrastinadores, ustedes suelen
tener expectativas altas e irreales. Tienes que revisar algunos de esos estándares que te marcas.
Recuerda, el mantra de los procrastinadores debería ser «La producción por delante de la perfección».
Al escribir, a Sam le ayudó visualizar lo bien que se iba a sentir cuando acabara el proyecto. Quizás tú te
centras demasiado en cada paso del proceso. Eso hace que pierdas tiempo y que tengas más miedo de
la tarea. En vez de eso, visualízate completándola con éxito y mira si te ayuda a superar tu
procrastinación.

Motivo: las distracciones

¿Te distraes fácilmente? ¿Las distracciones tienden a empujarte a la zona de procrastinación? Vamos a
ver algunas estrategias para ayudarte a mantenerte centrado. Primero, crea un ambiente de trabajo
ideal para ti. Ordena tu escritorio. Cierra la puerta o siéntate dándole la espalda a la gente que pasa. O
quizás tienes que llevar tu proyecto a otro lugar con menos distracciones para mantener la
concentración. Sam vio que podía usar esas distracciones como recompensas por cumplir parte de su
proyecto. Por ejemplo, como le gustaba afilar lápices y comprobar el email, se permitía hacer esas cosas
después de escribir durante 30 minutos o de acabar tres páginas. ¿Podrías usar esas distracciones que
tienden a empujarte a la zona de procrastinación como recompensas por completar las tareas que
evitas? Quizás pasa un amigo que quiere hablar contigo sobre su fin de semana. Está bien, pero tienes
que decirle: «Tengo que trabajar en este proyecto durante 30 minutos. Te veo después». Usa cada
distracción como recompensa por avanzar en tu proyecto prioritario.

Motivo: el estrés

Sentirse estresado es otro motivo común de procrastinar. Esa tarea te acecha, y te quedas paralizado.
Pero puedes solucionar esto. Aquí tienes alguna estrategia que puedes usar para superar este motivo.
Puedes dividir un gran proyecto en pequeñas partes más manejables. Quizás tienes un gran proyecto
que al desglosarlo se queda en cientos de pasos distintos. Elige un par de pasos para cada día. Avanza en
la lista hasta que por fin acabes el proyecto. Esta estrategia también funciona porque cada día sientes
que puedes elegir. Puedes escoger entre la larga lista de pequeñas tareas. Establecer fechas de entrega
provisionales es otra forma de empezar un proyecto en el que estás estancado. En una fascinante
investigación de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan, del MIT, identificamos tres
grupos distintos. A todos ellos les hicieron un proyecto de corrección. Sabían que les iban a pagar más
por cada error que encontraran en los documentos. También sabían que había una penalización en el
pago por cada día de retraso. Al primer grupo le pidieron entregar el trabajo en tres semanas. ¿Qué
ocurrió? Encontraron 70 errores. Pero entregaron su trabajo 12 días tarde. El segundo grupo estableció
fechas por su cuenta. Este grupo encontró más errores, 104, y entregaron su trabajo 6,5 días tarde.
Tarde, pero no tan tarde como el primer grupo. Y al tercero le pidieron que entregara el trabajo en
fechas provisionales dentro de tres semanas. ¿Qué pasó con ellos? Encontraron más errores e hicieron
el mejor trabajo. 136. Y solo entregaron unas horas tarde en comparación con los 6,5 o 12 días. ¿Qué
quiere decir esto? Tienes que establecer fechas provisionales. Te ayudará a cumplir tu fecha final y a
trabajar mejor. Encuentra a alguien de confianza, tu compañero o tu jefe, y prométele entregar partes
concretas del proyecto antes de la fecha final. Ayudará a que no te sientas tan estresado.

Motivo: el bloqueo creativo

Otro motivo por el que procrastinamos es que nos sentimos bloqueados. Quieres acabar el trabajo.
Estás harto de tenerlo pendiente, pero no se te ocurren ideas. Vamos a ver algunas estrategias que te
ayudarán a superar las barreras creativas. Puede que te sea útil cambiar el método o la localización de
trabajo. ¿Has estado en la oficina toda la tarde? Vete a dar un paseo. ¿Trabajas delante de la
computadora? Toma lápiz y papel o pásate a una pizarra con rotuladores. Si trabajas solo, expón tus
ideas a un amigo y mira si surge la creatividad que estás buscando. También recuerda que los
procrastinadores solemos tener establecidos estándares muy altos. ¿Has decidido que tienes que tener
la idea más ingeniosa y creativa? ¿En serio? A veces llega con acabar el trabajo. Recuerda, la producción
prima frente a la perfección.
Motivo: el miedo al proyecto

El motivo más común de procrastinar es que tememos al proyecto que tenemos delante. Lo odias. Sabes
que tienes que acabarlo, pero no quieres. ¿Qué estrategias nos pueden ayudar a superar esto? Conozco
al menos tres. Primero, intenta recompensarte por completar la tarea. Si consigues avanzar un poco,
date una pequeña recompensa. Si avanzas de verdad, una recompensa mayor. Esta estrategia funciona
porque el resultado final es el premio, el obsequio que te das. Y una recompensa extra es la satisfacción
de que has hecho el trabajo. Una segunda estrategia es la promesa de los 10 minutos. Decide que
continúas durante al menos 10 minutos. Pon un cronómetro. Al final de ese tiempo, cuando suene la
alarma, se acabó. Pero primero pregúntate, ¿sigues odiando el trabajo tanto como creías? Lo que pasa
muchas veces es que una vez que nos ponemos manos a la obra, la tarea no es tan atroz como creíamos
que iba a ser, y continuamos digiriendo esa tarea indeseada. La última estrategia que quiero compartir
contigo si odias la tarea es empeñarte. Viene de una interesante investigación del campo de la
fisología. Se pidió a dos grupos que hicieran ejercicio tres veces por semana durante ocho semanas
consecutivas. Para el primer grupo, esas eran todas las instrucciones. Al final de las ocho semanas, solo
18 personas habían hecho ejercicio tres veces por semana. Al segundo grupo también se les pidió
eso, pero también se les pidió que dieran 100 dólares a los investigadores antes de empezar. Si seguían
haciendo ejercicio hasta el final, recuperarían su dinero. ¿Qué ocurrió? 82 personas seguían haciendo
ejercicio al final de las ocho semanas. Lo de poner dinero de por medio nos duele. Es muy motivador. Mi
compañero y amigo Paul Wesleman llevó esta investigación a otro nivel. Recomienda a los
procrastinadores que tomen una cantidad de dinero suficiente para que duela si no lo
recuperamos. Dáselo a un amigo y dile «Voy a acabar este proyecto en esta fecha. Vuelvo a verte
entonces». Si consigues acabar el proyecto en esa fecha, felicidades, recuperarás tu dinero. Pero si no,
tu amigo lo va a donar a una organización que detestes. Eso es. Ahí va a acabar tu dinero si no cumples
tu fecha. ¿Sabes lo rápido que vas a acabar esa tarea? Una amiga perdió el dinero de la compra de un
mes por no cumplir que iba a hacer 15 nuevos contactos en una semana. Envié su dinero a su
universidad archienemiga sabiendo que no volvería a fallar una entrega.

Elabora tu estrategia

Has llegado hasta aquí. No pospongas los últimos pasos. Este es el perfil de procrastinador que
elaboramos antes. Complétalo añadiendo motivos por los que crees que pospones algunas tareas. Y más
importante, identifica las estrategias para solucionarlos, las formas en las que superarás esas barreras.
Te deseo muy buena suerte en dejar de posponer y superar tu hábito de procrastinación.

También podría gustarte