Ecuaciones Cúbicas

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E cuaciones cúbicas

Jaziel Esaú Sida Terán & Cristian Enrique Solís Lemus

25 de Octubre de 2019.
La Paz, Baja California Sur, México.
Introducción
Unos de los temas relacionados con matemáticas que se tratan durante nuestra vida
académica es el de la resolución de ecuaciones. Aprendemos a resolver muchos tipos;
exponenciales, logarítmicas, racionales, trigonométricas… pero analizando los métodos
de resolución podemos concluir que muchas de ellas se reducen a resolver una ecuación
polinómica. Por tanto, los métodos de resolución de estas ecuaciones polinómicas tienen
una gran importancia dentro de esta parte de nuestra formación matemática.

Pero, ¿Qué ocurre con las de grado 3 y superior? Pues aquí la cosa se vuelve algo difusa:
algunas se resuelven mediante factorización, también podemos buscar soluciones con
Ruffini (muy mítica la regla de Ruffini), en algunos casos podemos ayudarnos de cambios
de variable convenientes (como en las bicuadradas y similares)… Pero el caso es que
cuando el grado es mayor o igual que 3 nadie nos da una fórmula tipo la que tenemos
para grado 2 que nos dé las soluciones (si existen) en todos los casos.

¿Existen dichas fórmulas para grados superiores a dos? Pues sí…para grado 3 y grado 4. Y
en esta ocasión vamos a hablar de la historia que rodea a la fórmula de resolución de la de
grado 3: hoy hablaremos sobre la resolución de la ecuación cúbica.

Resolución de una ecuación


El principal problema del algebra consiste en la resolución de ecuaciones algebraicas, y es
importante entender claramente que quiere indicarse con ello. Resolver una ecuación
involucra la determinación de todas sus raíces, tanto reales como imaginarias, ya sea en
forma exacta o con una cierta aproximación previamente especificada. Naturalmente la
dificultad en la resolución de ecuaciones aumenta con su grado

La solución está dada por la fórmula

Que indica que operaciones aritméticas deben realizarse con los coeficientes arbitrarios
para hallar la raíz exacta o con un cierto grado de aproximación. La solución de as
ecuaciones de segundo grado:
Esta dada por la formula

Breve historia de la ecuación cúbica


Los primeros esfuerzos de resolver una ecuación cúbica fueron hechos en la Antigüedad
clásica. El problema de Delfos o de la duplicación del cubo y la trisección del ángulo
implican empleo de ecuaciones cúbicas. Los matemáticos de los países islámicos
plantearon la posible solución, y acopiaron harto contenido que fue sistematizado por
Omar Jayyam. La imposibilidad de resolver los citados problemas de Delfos y la trisección,
solo con compás y regla, fue demostrada en 1837 por el matemático francés Pedro
Wantzel.

Nuestra historia se sitúa en el siglo XVI y tiene como protagonistas principales a Niccolo
Fontana (apodado Tartaglia por ser tartamudo), Girolamo Cardano, Scipione del Ferro y
Ludovico Ferrari y como actores secundarios a Antonio Maria del Fiore y Annibale della
Nave. Sobre la década de los 30 de este siglo, llega a oídos de Tartaglia que un tal del Fiore
posee un método para resolver ecuaciones cúbicas. En una época como aquella, en la que
el interés por el álgebra estaba creciendo de manera significativa entre los matemáticos
en Europa, poseer un método para resolver estas ecuaciones resultaba valiosísimo. Por
ello, espoleado por la posibilidad de que dicho método pudiera existir, Tartaglia se puso a
trabajar en el tema, encontrando tal método por sí mismo (al menos eso parece) un
tiempo después.

En aquella época, era habitual organizar desafíos entre matemáticos en los que cada uno
proponía problemas que el otro tenía que resolver. Pues a raíz del trabajo de Tartaglia, En
1535 se organizó uno que lo enfrentaba a del Fiore. El tema de la competencia era la
solución de la ecuación de tercer grado, no pudieron los árabes, los indios ni los griegos
(De hecho Omar Jayam si la había resuelto pero con métodos puramente geométricos muy
poco prácticos desde el punto de vista del cálculo). Fiore sabía cómo resolver la ecuación
cúbica de la forma

Resultando Tartaglia ganador de manera aplastante (resolvió todos los problemas


propuestos por del Fiore, mientras que este no fue capaz de resolver ninguno de los que le
tocaron). El duelo se fijó para el 22 de febrero de 1535. Intercambiaron sendos 30
problemas mutuamente, para ser resueltos en 50 días. Tartaglia, quien obtuvo la fórmula
de solución el 12 de febrero de 1535, resolvió los treinta problemas en dos horas,
mientras Fiore no resolvió ni uno en los cincuenta días.

Cuando Cardano tuvo conocimiento de esta aplastante victoria de Tartaglia, intenta


convencerlo para que le revele el método que había descubierto y así poder publicarlo en
su obra Ars Magna, que estaba preparando en aquellos años. Aunque Tartaglia se niega
en primera instancia, al final le revela su descubrimiento con la condición de que no lo
publique (aunque, al parecer, Cardano estaba dispuesto a otorgarle a Tartaglia en su obra
la autoría del descubrimiento).

Lo que Tartaglia había descubierto eran métodos para resolver las ecuaciones cúbicas que
no tienen término de grado dos. Aunque en la actualidad todas ellas se reducen a una
única forma, en aquella época se expresaban de estas tres maneras, x 3+px=q, x3=px+q y
x3+q=px, y cada una tenía su propio método de resolución (los números negativos todavía
no se aceptaban con demasiada naturalidad). A partir de estos métodos, Cardano y su
ayudante Ludovico Ferrari consiguen un método para resolver la cúbica general
x3+mx2+nx=r. Esta ecuación puede reducirse fácilmente a una del tipo x 3+px=q, por lo que
solamente haría falta resolver ésta. Sus soluciones vienen dadas por la siguiente
expresión:

Aunque parece que solamente tenemos un valor, en realidad esta expresión representa
los tres valores de las tres soluciones de la cúbica general. Sin entrar en demasiados
detalles, lo más interesante de ellos, y tremendamente novedoso en aquella época, es que
en ocasiones dos de las soluciones contenían raíces cuadradas de números negativos,
dando lugar a lo que hoy conocemos como números complejos.

Y aquí viene la clave de la historia: del Fiore conocía el método de resolución porque
Scipione del Ferro, profesor suyo, se lo había comunicado años antes. Es decir, del Ferro
fue el primero (que se sepa) que creó un método de resolución para una cúbica. En 1542,
Cardano y Ferrari viajan a Bolonia en busca de los trabajos de del Ferro, y es Della Nave
(yerno de del Ferro) quien se los proporciona.

Al verlos, Cardano comprueba que el método de del Ferro para resolver la cúbica x 3+px=q
era el mismo que el de Tartaglia, por lo que entiende que la promesa que le había hecho
este de no publicar su descubrimiento ya no tiene validez. Cardano publica el método de
del Ferro en Ars Magna en 1545, y Tartaglia entra en cólera. Aunque Cardano lo nombra
varias veces en su obra, Tartaglia se siente traicionado…

…y responde publicando un año después un libro con su método y con ataques a Cardano.
Este no responde a dichos ataques, pero sí lo hace Ferrari. Este enfrentamiento acaba con
un nuevo “duelo matemático” entre Tartaglia y Ferrari que se convierte en un auténtico
fenómeno social. Durante el duelo se produce una discusión por uno de los problemas, lo
que lleva a aplazarlo al día siguiente. Pero Tartaglia, al parecer por el apoyo de la multitud
a Ferrari, no se presenta, por lo que Ludovico es declarado ganador.

Y podemos decir que, básicamente, aquí acaba todo. Como todas las historias, esta
todavía plantea algunos interrogantes que, posiblemente, nunca podamos resolver. Por
ejemplo, poseer un método de resolución de la cúbica proporcionaba mucha ventaja en
los duelos entre matemáticos, en los que en ocasiones se podían conseguir jugosas
recompensas. Se entiende que del Ferro le comunicara a della Nave su descubrimiento
(era su yerno), pero lo que no se sabe es por qué también se lo comunicó a del Fiore. Y
otra pregunta sin respuesta es si Tartaglia de verdad desarrolló él mismo su método o “se
inspiró” en trabajos anteriores, atribuyéndose después la autoría. Como decía, es posible
que nunca tengamos respuesta a estas y otras preguntas.

La solución trigonométrica en el caso irreducible, fue publicada por primera vez por el
matemático francés, Francisco Viète , en la obra Supplementum regulis algebraicis.

La denominación de ecuación cúbica se constata en los textos de Renato Descartes en


1619 y de Guillermo Oughtred en 1631. Descartes e Isaac Newton, cocreador del cálculo
infinitesimal, aconsejaron el uso de la forma canónica, i.e. todos los términos en el primer
miembro de la ecuación.

Joseph-Louis de Lagrange empezó el uso de las notaciones para las tres raíces de una
ecuación cúbica:

Ecuación de tercer grado


Una ecuación algebraica de tercer grado o ecuación cúbica con una incógnita es aquella de
grado tres1 que se puede poner bajo la forma canónica:
Donde a, b, c y d (a ≠ 0) son números que pertenecen a un cuerpo, el cuerpo de los
números reales o el de los números complejos, aunque con frecuencia son números
racionales.

Función cúbica

La función cúbica es una función polinómica de tercer grado. Se escribe de la siguiente


manera:

donde los coeficientes son números racionales y siempre a es distinto de 0.

Tanto el dominio de definición como el conjunto imagen de estas funciones tienen como
elementos a los números reales.

La derivada de una función cúbica es una función cuadrática y su integral, una función
cuártica.

Discriminante
Resulta importante y a la vez esencial obtener propiedades elementales de los polinomios
como herramientas de análisis en los resultados según los valores de sus coeficientes.
Cualquier ecuación cúbica (1) con coeficientes reales tiene al menos una solución x sobre
los números reales; esta es una consecuencia del teorema del valor intermedio. Se
pueden distinguir varios posibles casos, usando para ello el discriminante,
Los siguientes casos necesitan ser considerados:

Si , entonces la ecuación tiene tres raíces reales distintas.

Si , entonces la ecuación tiene raíces múltiples y todas sus raíces son reales (puede
ser una raíz triple o una doble y otra simple).

Si , entonces la ecuación tiene una raíz real y dos raíces complejas -no reales-
conjugadas.

Raíces reales de la ecuación cúbica

Partiendo de la ecuación canónica

dividiendo entre a y haciendo una transformación de Tschirnhaus (sustituyendo


) se elimina de la forma normal el término cuadrático y se obtiene la forma
reducida:

con lo cual,

Se demuestra que el número de raíces reales depende del discriminante de la ecuación


auxiliar . La ecuación cúbica incompleta posee tres
raíces reales cuando el discriminante , pero donde y posee cualquier valor
y signo. Tales raíces se calculan como

, para
donde el signo positivo se usa si y el signo negativo se usa si . Mientras que
está dada por

De modo que si queremos calcular las tres raíces de la ecuación cúbica completa
, entonces podemos obtenerlas fácilmente como

, para

Raíces múltiples
En cualquier ecuación cúbica es posible que se presenten raíces múltiples, es decir, raíces
de multiplicidad dos y tres, esto es, que dos o tres de las raíces sean iguales entre sí. Las
raíces de multiplicidad unitaria ya fueron descritas antes, ahora la raíz doble se puede
presentar si y sólo si se cumple la condición de que

y las raíces de la ecuación cúbica incompleta serán

mientras que las raíces triples se presentan cuando se cumpla la condición de que

con lo que las raíces de la ecuación cúbica completa se calcularán fácilmente como

.
Método de Cardano
Estrategia general del método

La ecuación general de tercer grado

con números reales A, B, C, D, Y A ≠ 0, se puede convertir en la forma normal dividiendo


por A y acomodando términos, con lo que queda:

Sustituyendo se elimina de la forma normal el término cuadrático y se


obtiene la forma reducida:

en la que

La fórmula reducida es la que se utiliza entonces para resolver por el método de Cardano,
y deshaciendo la sustitución inicial , las soluciones de la ecuación original.

Resolución

Partiendo de la ecuación

se realiza una sustitución del tipo . Entonces

Para hacer la equivalencia de coeficientes con la ecuación de partida, se toman estos


como:
que también es equivalente al sistema de ecuaciones

Llegado a este punto y utilizando las fórmulas de Viète, y son las soluciones de la
ecuación de segundo grado

De esta manera, se calcula el discriminante y se estudia su signo.


Dependiendo de si es positivo, negativo o cero se obtendrán unas soluciones u otras.

Si Δ es positivo;

La ecuación posee entonces una solución real y dos complejas. Si se establece que

La única solución real es entonces (recordemos que hay que deshacer el


cambio de variable). Además, existen dos soluciones complejas conjugadas:

Si Δ es cero;

La ecuación posee entonces dos soluciones reales, una simple y una doble:
Si Δ es negativo;

La ecuación posee entonces tres soluciones reales. Sin embargo, es necesario hacer una
incursión en los números complejos para encontrar todas las soluciones. Las soluciones

son la suma de dos complejos conjugados y donde

y ; es el siguiente conjunto :

La forma real de las soluciones se obtiene escribiendo en forma trigonométrica,


obteniéndose:

Aplicaciones del método de Cardano


El método de Cardano sirve para resolver cualquier ecuación cúbica que se presente en
cualquier área de las ciencias como, por ejemplo, para resolver las ecuaciones cúbicas de
estado que aparecen en la termodinámica y la fisicoquímica, donde las tres raíces son
válidas matemáticamente, pero sólo dos de ellas son válidas físicamente, pues la de
menor magnitud, si es que se ha desarrollado la ecuación cúbica en el volumen molar,
representa el volumen molar de líquido, mientras que la mayor representa el volumen
molar de vapor y la raíz intermedia en magnitud no tiene significado físico. Las mismas
interpretaciones se hacen si las ecuaciones se desarrollan cúbicas en el factor de
compresibilidad, denotado como Z.

Conclusión
Es interesante conocer la historia de cosas con las que hemos tenido relación gran parte
de nuestra educación, siendo consientes. Tal vez a partir de los doce años, en primer o
segundo año de secundaria, comenzamos comprender el sistema educativo del cual
formamos parte, lo que quiere de nosotros, la manera en la cual podremos soportar la
carga de una educación deficiente que al mismo tiempo exige de nosotros gran parte de
nuestro tiempo. ¿Cómo me atrevo a decir esto? Pues no es difícil darse cuenta; pasé más
de la mitad de mi vida estudiantil preguntándome para que me enseñaban ciertas cosas
que yo consideraba que jamás iba a usar.

Cuando no sabía que sería estudiante de ingeniería me preguntaba para que me daban
tantas matemáticas, física, química, entre otras. Pues claro, nunca nadie se paraba a
explicar el porqué de cada conocimiento adquirido en clase. Comprender y entender el
conocimiento adquirido, nos hace reflexionar sobre su aplicabilidad.

México es un país adicto al entretenimiento, desde novelas, televisión, radio, comedia,


Etc. Entre ellas las historias, amamos las historias, enterarnos de los hechos que rodean un
acontecimiento nos resulta interesantísimo. Lo que nos lleva a la pregunta, ¿Por qué no
enseñar con más historia?, como el ejemplo de hoy, nadie imaginaria la traición de
Cardano a Tartaglia, y todos los eventos que rodean la historia de algo tan común y
corriente como lo es la ecuación cúbica o de grado tres. No obstante, facilita la
comprensión de y la memorización de la explicación algebraica de este tema.

Simplemente sustento que esto es una cadena. Entre más conocemos, nos sentimos
mejor, más completos, a tal grado que nos deja un hambre de adquirir más conocimiento.
Lo cual esperamos haya sido el caso en esta ocasión, que este documento haya sido de
ayuda para la comprensión de la ecuación cúbica.

Para terminar, es interesante comentar que en Ars Magna también se publicó un método
para resolver las ecuaciones de grado cuatro. Dicho método, desarrollado por Ferrari,
consiste en reducir (de una manera muy inteligente) la ecuación de grado cuatro a una
cúbica, y después resolver dicha cúbica. Con ello cerramos también el círculo con las
ecuaciones de grado cuatro.

¿Qué ocurre con las de grado 5 y superior? Pues que no hay fórmula general para
resolverlas.

Bibliografía
Morales, M. (2017). La resolucion de la cúbica. 25 de octubre del 2019, de ElPaís Sitio web:
https://elpais.com/elpais/2017/02/01/el_aleph/1485946402_896363.

Smith, S., Charles, R., Dossey, J., Keddy, M., & Bttinger, M.. (1992). Álgebra. E.U.A.: Addison-
Wesley Iberoamericana.

Uspensky, J. (1995). Teoría de ecuaciones. México: Editorial Limusa.

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