ANOREXIA
ANOREXIA
ANOREXIA
Consiste en una alteración grave de la percepción de la propia imagen, con un temor morboso a
la obesidad, lo que condiciona una alteración.
el tipo restrictivo
el compulsivo purgativo.
El primero describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se consigue con dieta o
ejercicio intenso, mientras que el segundo se utiliza para identificar al individuo que recurre
regularmente a atracones o purgas.
En el tipo restrictivo los pacientes con anorexia nerviosa no recurren a atracones ni purgas,
mientras que en el compulsivo purgativo algunos no presentan atracones pero si recurren a
purgas incluso después de ingerir pequeñas cantidades de comida.
. ORIGEN
Su causa es desconocida, pero hay una serie de factores causantes de la anorexia que son una
combinación de elementos biológicos (predisposición genética y biológica), psicológicos
(influencias familiares y conflictos psíquicos) y sociales (influencias y expectativas sociales). La
pérdida de peso conduce a la malnutrición, que a su vez contribuye a los cambios físicos y
emocionales del paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial
de la anorexia nerviosa.
SÍNTOMAS
1. Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y
talla.
2. Miedo intenso al aumento de peso o a ser obeso incluso con peso inferior al normal.
3. Distorsión de la apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
4. En las mujeres, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos en el
plazo previsto (amenorrea primaria o secundaria).
Con vistas al diagnóstico es muy importante efectuar una entrevista psiquiátrica y tener en
cuenta que la mayoría de los anoréxicos adolescentes acude siempre a la consulta
acompañada. Habitualmente es la familia la que aporta toda la información necesaria, mientras
que el paciente suele defenderse y negar el comportamiento anoréxico.
Por lo general, la familia describe algunos de los siguientes síntomas: amenorrea, estreñimiento,
preocupación por las calorías de los alimentos, dolor abdominal, preocupación por el frío,
vómitos, preocupación por la preparación de las comidas -propias y de los demás-, restricción
progresiva de alimentos y obsesión por la báscula, preocupación por la imagen, discordancia
entre la imagen y la idea, abundancia de trampas y mentiras, hiperactividad y preocupación
obsesiva por los estudios, sin disfrute de ello.
En la mayoría de ocasiones son los pediatras los que suelen tener el primer contacto con el
paciente, aunque las consultas iniciales pueden estar condicionadas por el síntoma que más
preocupa a la familia y al paciente. Así, cuando lo que predomina es la amenorrea (falta de
regla) acudirán al ginecólogo, ante el dolor abdominal al médico de digestivo, ante la
disminución de peso al endocrinólogo... No es infrecuente que acudan a todos los especialistas,
efectúen una auténtica peregrinación médica y no cumplan las recomendaciones.
EVALUACIÓN
La evaluación del paciente anoréxico debe incluir una historia exhaustiva y un examen físico
completo.
Las preguntas sobre el comportamiento en relación con el control del peso que pueden ser útiles
son de este tipo:
Los signos y síntomas de la anorexia nerviosa, tal como se ha señalado anteriormente, deben
investigarse. Al mismo tiempo, también deben buscarse aquellos que puedan sugerir un proceso
orgánico. De éstos, los susceptibles de confundirse con la anorexia son el hiper o hipotiroidismo,
estados de malabsorción, diabetes mellitus, tumores cerebrales, obstrucciones gastroesofágicas
y enfermedad de Addison.
El diagnóstico, como se ha visto, no es difícil. Lo realmente difícil es el tratamiento, dadas las implicaciones
individuales, familiares y sociales del síndrome. Se han ensayado muchos tratamientos en los pacientes
anoréxicos: psicoterapia, terapia comportamental, medicamentosa, hiperalimentación, terapia familiar,
etc ...
Los objetivos más importantes del tratamiento son la corrección de la malnutrición y la resolución de las
disfunciones psíquicas del paciente y su familia. El fracaso en la solución de estos problemas a corto y
largo plazo puede abocar al fallo terapéutico.
Se debe consultar con una persona experta y profesional para que dirija y oriente el tratamiento