El Caso Del Niño Victor
El Caso Del Niño Victor
El Caso Del Niño Victor
Apellidos y Nombres:___________________________________________________________
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PRÁCTICA CALIFICADA N° 2
¿Qué es un ser humano? ¿Existe algo así como la «naturaleza humana? ¿Una persona «nace» o
se «hace»"? Estas preguntas y otras se plantean cuando viene al mundo una criatura y más aún
se les hace los padres y los especialistas cuando nace un ser deficiente mental.
En enero de 1798, hace más de dos siglos, unos cazadores hallaron y capturaron a un niño,
mudo y desnudo, de 11 o12 años de edad, en el bosque de Aveyron (Francia), todo parecía
indicar que este niño, que caminaba a cuatro patas como un animal, había vivido en aislamiento
social casi total durante algunos años de su vida. Este niño fue llamado, «EI niño lobo de
Aveyron», nombre debido a la región francesa en que fue encontrado y en la cual se ha
construido hasta una estatua a este niño.
Cuando Víctor fue capturado caminaba y corría más como un animal que como humano.
Cuando estaba solo, se sentaba y mecía hacia atrás y adelante. Cuando se le permitía salir,
vagaba desnudo en un clima helado. Podía sacar comida de un cazo de agua hirviente o del
fuego sin dar muestras de dolor. Tenía muy desarrollado el sentido del olfato, pero le era
imposible enfocar la vista en cualquier cosa por más de unos segundos. Víctor oía bien pero
parecía escuchar sólo los sonidos que asociaba con alimentos. El sonido de una nuez
rompiéndose lo hacía voltear pero no prestaba atención al de las voces humanas. No hacía
intentos por comunicarse y parecía considerar a las personas como un obstáculo para satisfacer
sus deseos y necesidades.
En agosto del mismo año el niño lobo fue llevado al Instituto de Sordomudo de París, con el fin
de ser tratado por el Director Médico, el Dr. Jean Marc Itard (1807), médico filósofo, decidió
emplear toda su energía y conocimientos para enseñarle al niño lobo todas aquellas cosas, entre
ellas el Lenguaje, que podrían hacer de él un ser humano socializado. Para realizar este trabajo,
fue llamado por Itard del Gobierno Francés durante varios años. La decisión de ayudar a este
niño (Víctor, fue llamado por Itard), no fue tomada solamente por razones humanitarias; Itard y
sus colegas contemporáneos eran conscientes de la importancia que tenía este experimento
educativo, basado en la nueva filosofía empírica de John Locke. Itard, que conocía los trabajos
de Condiac' de Locke, se oponía como ellos a la doctrina que afirmaba que las ideas son Innatas
en el individuo, o sea, rechazaba la creencia de que la mentalidad humana es milagrosamente
preconcebida e impermeable a la experiencia. La premisa filosófica de Jean Itard de que los
seres humanos, y especialmente sus mentalidades, son el producto de su experiencia en la
sociedad del ambiente, planteó un enfoque optimista que se había mantenido durante tres siglos.
Esto sin duda significó una verdadera revolución social.
Los informes de Itard, dirigidos al Ministro de Educación Francés sobre la evolución de Víctor,
representan una de las historias clínicas más profundas jamás escrita. La academia Francesa de
Ciencia motivó a Itard a publicar su trabajo con Víctor (1807), trabajo que fue llevado a la
pantalla por Francois Truffaut (1969) interpretando el mismo Truffaut a Itard y a Víctor el actor
Jean Pierre Cargol. Itard presentó dos memorias ante la Academia Francesa de Ciencia, tituladas
“Sur les mohines de rendre la parole aux sourds – muets” (Sobre los medios de devolver la
palabra a los sordomudos). En la presentación le acompañaban sus alumnos sordos a los que
había enseñado a comprender y producir el lenguaje oral.
Entre ellos dos (Itard y Víctor) se desarrolló un gran afecto. A menudo Itard lo llevaba a la cama
y se quedaba con él, en su cabecera durante horas, dando y recibiendo su afecto. Toda esta
fuente de afecto fue considerada por Itard como una parte importante para hacer de Víctor una
“persona”. En las propias palabras de Itard: “La gente puede decir lo que quiera, pero yo debo
confesar que me dejaba ir, sin ceremonias, a todos los juegos infantiles de Víctor” (Itard, 1807,
p.22). Esta frase, tan simple y profunda, demuestra el gran cariño que Itard sentía por su
alumno.
Uno de los grandes obstáculos a los que tuvo que hacer frente Itard fue la opinión de su maestro,
el Dr. Phillipe Pinel, uno de los fundadores de la psiquiatría, pionero de la medicina, que logró
“desencadenar” a los pacientes psicóticos de los manicomios que existían en aquellos tiempos,
tratando a éstos como seres humanos y no como a animales peligrosos, trato que recibían hasta
que Pinel salió en su defensa. Pinel había declarado a Víctor, fue comunicado, por él mismo, en
la Nueva sociedad de Observadores del Hombre, formada por un grupo de científicos que se
interesaban por la relación existente entre el hombre y el animal, por la secuencia de los
acontecimientos o hechos en el desarrollo mental anormal y por la influencia del medio
ambiente en el crecimiento evolutivo.
La decisión que se impuso Itard, de que Víctor se sirviera del lenguaje hablado (oral) y no del
lenguaje mímico o por signos (lenguaje natural de los sordos), fue, posiblemente, un error de
estrategia reeducativa y tal vez uno de los factores que le condujeron más tarde a abandonar su
trabajo con Víctor, quien no pudo lograr, aprender que dos palabras en francés lait (leche) y
Dieu (Dios). Unos años más tarde, Itard reconsideró su posición anterior a favor de una
educación exclusivamente oral, en los programas educativos, llegando a la convicción de que el
lenguaje de signos debería utilizarse conjuntamente con el lenguaje oral, lo que expuso en una
serie de informes en su Tratado de 1821. Es obvio que los métodos empleados por Itard tenían
muchas limitaciones. Por ejemplo, Víctor tuvo poco contacto social o ninguno con otros niños,
careció de relaciones interpersonales (exceptuando las que tenía con Itard). Los métodos de
enseñanza de Itard fueron, a menudo, atomísticos, lo que significa que pretendía pasar de
fragmentos aislados de la conducta a actos significativos. Víctor se comportaba a veces de una
forma inadecuada socialmente, a menudo era castigado por su maestro, aunque de tal forma que
el niño podía comprender la justicia por la que se le impartía el castigo. Es así como un día Itard
decidió poner a prueba el sentido de justicia de Víctor, castigándole sin motivo aparente. El niño
se resistió al castigo mordiendo a Itard en una mano. Relatando este acontecimiento, Itard
escribió:
"Qué maravilloso hubiera sido, en ese momento, haber podido decir a mi alumno que mi dolor
en la mano al morderme, llenaba mi alma de satisfacción y con ello me pagaba todos mis
intentos de reeducarlo... He criado un salvaje con la moral de un hombre» (Itard, 1807, p. 30).
Finalmente, Itard y Víctor, lograron alcanzar el máximo desarrollo común (como en toda
relación maestro-discípulo). El niño nunca llegó a hablar, y después de cinco años se separaron
(Humphrey y Humphrey, 1932). Unos años más tarde Víctor fue internado en una institución
(Ingalls, 1982), falleciendo en 1828, cuando apenas superaba los cuarenta años.
Una figura importante en la vida de Víctor, y de la cual poco se conoce o se ha dicho, fue
Madame Guérin, la cual cuidó a Víctor durante 30 años, desde 1798 (año en que fue hallado)
hasta 1828 (año en que falleció). Aunque Itard abandonó el tratamiento de este niño, después de
cinco años, su experiencia le sirvió para trazar el rumbo de su vida y dedicarse a partir de
entonces al tratamiento de las personas deficientes mentales, logrando fama y resultados muy
prometedores en su trabajo como pionero en la reeducación de la deficiencia mental, insistiendo
siempre en que el sordomudo debería aprender algo más que el lenguaje por signos; debería
aprender además a leer y a escribir. Aunque los métodos que Itard desarrolló lograron solamente
resultados ambiguos con Víctor, estos mismos métodos resultaron valiosos para otros niños más
afortunados.
(Física y mentalmente) que Víctor (Harland. 1976; Harland, & 197H), este acontecimiento está
considerado en la historia de la educación especial como uno de los de mayor importancia.
Lo que parece resaltar del estudio de este caso se refleja en el título de la obra publicada por
Gordon Childe, mankes binself (EI hombre se hace a sí mismo), y esto porque en el trabajo que
realizaron juntos (Itard y Víctor), ambos crecieron tanto como eran capaces, lo que indica
claramente que el hombre se forma con su interrelación con los otros. El trabajo de Itard
plantea un aspecto especial de la experiencia humana universal hacer frente a un ser que parece
ser casi humano, aunque no es hacer todo lo posible (y lo imposible) para lograr humanizarlo;
hacer frente a las limitaciones inevitables del conocimiento humano (tanto en la época de Itard,
como en el «aquí y el ahora» actual), limitaciones que encontramos en nosotros mismos como
educadores cuando trabajamos, cordialmente, al lado de personas que sufren y que necesitan
nuestra ayuda para lograr realizarse y desarrollarse, sin olvidar que el amor no significa
únicamente hacer algo por alguien. Amor es decirle a una persona, sea esta deficiente mental o
no lo sea: «Estoy contento de contar con tu presencia».
Más recientemente, en 1970, y una semana después de que fuera estrenado el film de Truffaut,
Víctor el niño salvaje, fue encontrada una niña de unos diez años de edad, en Los Ángeles
(EE.UU.), encerrada por sus padres en una habitación donde comía, dormía y hacía todas sus
necesidades biológicas. Esta niña (Jenny) no tenía lenguaje, padecía retraso mental
(supuestamente adquirido o ambiental, ya que en las diferentes evaluaciones psicométricas que
se le hiceron cada año su CI evolucionaba un año en los tests de inteligencia, lo que no ocurre
en los DM). Desde pequeña sus padres la aislaron socialmente creyendo que tenía RM y daño
cerebral. Poco después de que fuera descubierta Jenny, su padre se suicidó, pegándose un tiro en
la cabeza. La madre, ciega, declara que también ella había sido agredida por su esposo. A esta
niña se la conoce como la «niña salvaje». Fue adoptada por un psicólogo (David Rigler),
miembro del equipo del Hospital infantil en el que recibió tratamiento, viviendo con él y su
esposa durante cuatro años. De nuevo con Jenny se plantearon preguntas semejantes a las que
antes se habían formulado con Víctor: ¿Podría llegar a hablar una adolescente? Para Leneberg
era posible y para Chomsky sería imposible. Jenny hizo grandes progresos en el lenguaje oral y
aprendió a decir algunas palabras, además aprendió el lenguaje de signos. En 1974, el Instituto
de Salud que subvencionaba el proyecto, dejó de aportar ayuda económica a la investigación de
los Rigler; un año más tarde éstos dejaron de ser sus padres adoptivos, la madre biológica se
volvió a ocupar de ella, aunque poco después fue incapaz de cuidarla y Jenny fue internada en
un Centro de Acogida para adultos en el Sur de California, donde vive en la actualidad.
CONTROL DE LECTURA
1. ¿Los primeros exámenes científicos a los que fue expuesto Víctor “el niño salvaje” qué
resultados muestran?
2. ¿Qué características mostró Víctor cuando fue capturado?
3. ¿Quién fue Philippe Pinel y cuál fue su conclusión respecto al “niño salvaje”?
4. ¿Quién fue Jean Marc Garpard Itard?
5. Describe cómo fue la relación que se estableció entre el doctor Itard y el “niño salvaje”.
6. ¿Cuál fue el aporte del doctor Itard y qué resultados obtuvo al finalizar el tratamiento de
Víctor?
7. Establecer semejanzas entre el caso de Víctor y Genny “la niña salvaje”?
8. ¿Por qué Víctor y Genny no alcanzaron un desarrollo normal del lenguaje hablado, a pesar
de recibir intervención reeducativa?