1 El Kire - Carmen PDF

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HAIKU - KIRE

Si entendemos que el haiku es poesía, tenemos que distinguir las dos fases
en las que se compone todo poema: la parte objetiva y la subjetiva.
Por un lado, para componer es necesario saber las claves o normas que
tiene cada poema, para respetarlo, y respetar la cultura de la que nos
viene.

En el haiku japonés son normas básicas: el Kigo, la métrica, y el Kire. Y una


lista de consideraciones a tener en cuenta, como la ausencia del poeta en lo
que narra –no a pensamientos, ni a sentimientos-, escrito en presente, sin
rima, ni título, y en la expresión, el empleo de un lenguaje sencillo, sin
artificios. Podemos decir, que las claves son todo aquello que casi se puede
pesar y medir en la composición.
Lo más básico en las normas del haiku:

• El tema: La naturaleza siempre está presente en el haiku. Y en la


expresión suele estar implícito el kigo: palabra o frase que se refiere a
cualquiera de las cuatro estaciones, al momento presente del haiku.

• La métrica debe ser breve, en torno a los 17 golpes de voz. Es un texto


sin rima, pero procuraremos que tenga buen ritmo. El 5-7-5 no siempre
crea buen ritmo.

• El Kire: Es una pausa o giro en el texto, por el que se crean dos focos
de atención. Muy importante saber utilizar la gramática de nuestro
idioma.Se dice que el kire es quien le da la chispa al haiku.

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El kire o giro en el haiku

En el pequeño texto que compone un haiku, en algún momento se produce


un giro que hace que el tema se encauce en otra dirección, iniciando otra
vía: Se crean dos imágenes o focos de atención que se relacionan entre sí
y se complementan, para que pueda producirse la sorpresa a través de
contrastes y analogías. Por medio del kire se produce la comparación
interna del haiku.

“Un poeta excelente es alguien que puede doblar hábilmente


un haiku a través del kire.”
Ban'ya Natsuishi
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 Con frecuencia, el kire se presenta con una forma bien marcada,
después de una pausa (acentuada por punto, coma, dos puntos) que se
sitúa al final de la primera línea, o al final de la segunda:
Monte lejano, Acompasadas
por el húmedo huerto las anillas del mástil.
marcha un ciempiés. Luna en el agua.
El primer foco de atención: Monte lejano - estático, lejos, alto-, se relaciona
con la naturaleza del huerto y el ciempiés –movimiento, cerca, bajo-.
En el segundo haiku: Acompasadas las anillas de mástil –movimiento
rítmico, arriba, verticalidad-, se relaciona con el reflejo en el agua -abajo, el
mar horizontal-, donde se encuentra el velero.

 En ocasiones, la expresión se prolonga de forma natural y nos lleva a


situar el giro enmedio del segundo verso:
El oleaje A pie de sierra
ronco del mar, gaviotas la nieve: los caballos
en vuelo alto. siguen el cauce.

En esta variedad, la estética visual y el sonido rítmico resultan muy


agradables. El éxito quizás se deba a la segunda pausa suave que se
produce al final del verso –final de la segunda línea-, que en la lectura
produce cierta cadencia.

 Algunas veces, el kire se puede señalizar o acentuar con la ayuda, por


ejemplo, de signos de exclamación, o de interrogantes, siempre que no
signifiquen el ego del poeta, opinión o sentimiento:
Por la vereda En paso lento
clara la luz de luna alrededor del lago
“¡uh, uh!” lejano… ¿la isla se mueve?

En el primer caso, el signo de exclamación enfatiza el canto del autillo. En


el segundo haiku, el interrogante insinúa la sensación de no ser yo quien se
traslada: ante mis pasos, la isla parece ir cambiando de forma. Sensación,
ante la inmensidad de la Naturaleza, que “se manifiesta de manera especial
al caminante”.

 Otra manera de situar el kire, es presentándolo con el llamado “círculo


cerrado”, en el que el primer verso forma una unidad con el tercero. Así
el segundo foco de atención queda en medio del anterior, como dentro
de un círculo:
Tamborilea, Al sol de abril
con sol en la mañana, – sandalias en la mano –
un picapinos. brisa y arena.
En el primer caso, las suaves pausas se han marcado con comas. En el
segundo, el cambio en las imágenes es más fuerte, por lo que he utilizado
un signo que acentúe más la pausa (rayitas o paréntesis).

 En la expresión pueden surgir las pausas naturales del lenguaje, por lo


que no siempre es necesario hacer uso de ningún signo de puntuación:
La luz del alba Cimas nevadas
ni la mínima brisa todavía el potrillo
mueve las hojas. se tambalea.

Queda bien marcado el cambio de imagen, mediante la utilización de


palabras que crean un nexo de unión entre los dos focos o imágenes,
como: aún, pero, y, sólo, incluso, todavía, ni, etc.
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Después de esta exposición, podemos considerar que el kire del haiku, se


puede expresar de diversas formas. Esto nos puede permitir una mayor
variedad en el sonido y el ritmo de nuestros haikus.
Pero siempre tendrá que quedar claro que:
El kire se produce, con el cambio en el texto,
del contenido y del ritmo.
Hay veces en las que el kire se presenta suavemente, es cuando el haiku
suena casi como una frase. Pero siempre que, mediante un cambio en el
contenido y el ritmo se creen dos focos de atención, que produzcan
contrastes o analogías, ahí estará lo que llamamos la “comparación interna
del haiku".
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El lenguaje
A la hora de escribir es fundamental tener un conocimiento lo más amplio
posible del idioma en el que escribimos, sin descartar nada. Habrá que
saber en cada expresión la manera de utilizarlo.
El castellano contiene una gran riqueza de lenguaje y expresión. El
vocabulario es amplio y rico en conceptos, y lo utilizaremos para la
construcción del haiku, como para cualquier otra creación literaria, haciendo
que pase de herramienta de comunicación, a medio de creación.
Hallar las palabras adecuadas y las expresiones justas, son parte
fundamental en la construcción de un poema, tan breve y sutil como el
haiku que, con frecuencia, suele expresar cuestiones que no dice.

Carmen García Carnicér, 2019


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