COMPRESIÓN LECTORA - Taller - de - Lengua
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Texto uno
1. En casa había una enciclopedia de la que mi padre hablaba como de un país remoto, por
cuyas páginas uno se podía perder igual que por entre las calles de una ciudad desconocida.
Tenía más de cien tomos que ocupaban una pared entera del salón. Era imposible no verla, ni
tocarla. Yo mismo, por aburrimiento, abría a veces uno de aquellos libros desmesurados, de
tapas negras, y leía lo primero que me salía al paso con la esperanza de encontrar un callejón
oscuro, pero sólo veía palabras pequeñas que desfilaban por la página con la monotonía de
una hilera de hormigas infinita. Mi padre estaba obsesionado con la enciclopedia y con el
inglés. Cuando decía que iba a estudiar inglés, era que en casa estaba a punto de suceder
una catástrofe que nada tenía que ver con los idiomas.
2. En aquella época yo tenía un talismán que me ayudaba a conseguir cosas; se trataba de un
zapato minúsculo, de piel, que pertenecía a un hermano mío que no llegó a nacer: un aborto.
Cuando el embarazo se malogró, mis padres se deshicieron de las ropas que habían
comprado anticipadamente para él, pero yo conseguí rescatar aquel zapato que tenía el
tamaño de un dedal. Un día papá me lo quitó muy irritado y lo arrojó a la basura.
4. Si me dormía con estas imágenes, despertaba al poco huyendo de la pesadilla de haberme
quedado mudo, que en el sueño constituía la forma más perturbadora de estar ciego. Así que
empecé a vigilar la enciclopedia y el resto de los libros de la casa como si fueran enemigos. Y
ellos, desde su opacidad, me acechaban también con algo de rencor, culpándome por
anticipado de aquel desastre ecológico comparable al de la desaparición de variedades
zoológicas. De manera que, cuando oía hablar de especies en extinción, ya no pensaba en
los lagartos, ni en los búfalos, sino en las palabras. Escogía una cualquiera, escalera, por
ejemplo, y comenzaba a darle vueltas a la posibilidad de que desapareciera. Repasaba
mentalmente los lugares a los que no podría subir, ni de los que podría bajar el resto de mi
vida, y comenzaba a sudar y a ponerme pálido de miedo.
5. Mi madre, después de preguntar mil veces qué me ocurría sin que yo consiguiera inventar
nada razonable, acabó llevándome a un médico que me examinó de arriba abajo sin encontrar
justificación a aquellos repentinos estados de malestar, por lo que me recetó unas vitaminas,
ignorando que esa palabra, vitamina, tenía los días contados y que sería ya más difícil de
encontrar que la hormiga roja del Pirineo.
7. Mi padre, entre tanto, continuaba utilizando la enciclopedia como medio de transporte con
el que llegaba a lugares que nosotros no podíamos imaginar, y en los que la gente, con
frecuencia, se entendía en inglés. A veces volvía de aquellos curiosos viajes con barba de
tres días y expresión de cansancio, como si hubiera permanecido de verdad en algún país
extranjero. Y en vez de regalos, como los demás padres que viajaban, nos traía términos. Un
día regresó de la enciclopedia a la hora de comer y entre plato y plato nos enseñó la
palabra mimetismo para demostrar que entre los animales, como entre los hombres, también
había individuos a los que les gustaba aparentar lo que no eran. A mí me tranquilizaba el
hecho de que fuera y viniera de la enciclopedia con aquella frecuencia, porque pensaba que
era una forma de que las cosas se mantuvieran en su sitio y de que hubiera vitaminas y
madres y escaleras y abogados. Y alumbrado, porque sin alumbrado estábamos perdidos.
Pero no entendía bien porqué, siendo la enciclopedia un modelo de organización, la realidad
no se ajustaba siempre al orden alfabético. El uno, por ejemplo, iba antes del dos aunque
la U era una de las últimas letras del abecedario. Además, desayunábamos antes
de comer y comíamos antes de cenar, cuando en una progresión alfabética se debería
comenzar el día con la cena para continuar con la comida y acabar la jornada con un
buen desayuno. Esta falta de acuerdo permanente entre el mundo enciclopédico y la
existencia real constituyó una de las preocupaciones más fuertes de mi infancia.
Fragmento tomado de: Millás, J. J. (1998). El Orden Alfabético. Madrid: Grupo Santillana Editores
https://youtu.be/pzkH2szlqPA
Las preguntas
A continuación encontrarás 15 preguntas.
1. Cuando el narrador dice que las palabras A. Tenía una enciclopedia
desfilan por la página con la monotonía de B. Estudiaba inglés
una hilera de hormigas, está, EXCEPTO: C. Sabía inglés
A. Diciendo que las hormigas caminan en D. Estaba obsesionado con la enciclopedia
hileras 5. Se puede inferir del texto que el padre
B. Comparando las palabras con las del narrador:
hormigas: ambas se caracterizan por la A. Llevaba mucho tiempo estudiando
uniformidad inglés
C. Haciendo una exageración: una palabra B. Estudiaba idiomas
no se parece a una hormiga C. Había empezado a estudiar inglés por sí
D. Sugiriendo que las hileras de las solo
hormigas carecen de variedad y D. Asistía a clases de inglés en la
dinamismo universidad
2. Catástrofe, en el texto, se puede 6. De la pregunta-reproche que le hace el
entender de la siguiente narrador al padre (“¿y por qué tú sí puedes
manera, EXCEPTO: creer en el inglés?”), puede afirmarse que:
A. Un cambio brusco en el estado de ánimo A. Sólo los niños pueden creer en los
del padre que afecta la dinámica de la talismanes
familia B. A los padres no les gusta que sus hijos
B. Una situación relacionada con el uso de crean en talismanes
las palabras que afecta la vida cotidiana de C. El narrador es insolente y grosero
la familia D. El inglés funciona como un talismán para
C. Suceso infausto que altera gravemente el padre
el orden regular de las cosas 7. El narrador NO asume que:
D. Perturbación anímica producida por una A. Desaparecidos los libros, desaparecidas
idea fija las palabras
3. De la oración “yo tenía un talismán que B. Las palabras desaparecerían en orden
me ayudaba a conseguir cosas”, se puede alfabético
presuponer y no se puede presuponer, en C. Primero desaparecen las palabras más
su respectivo orden: importantes
A. El narrador conseguía las cosas con la D. Desaparecidas las palabras, las cosas
ayuda del talismán; el narrador tenía pierden su función
distintos talismanes según las cosas que 8. El narrador se atribuye la
quisiera conseguir responsabilidad de la catástrofe natural ya
B. Los talismanes sirven para conseguir que presupone que:
cosas; es bueno tener talismanes A. Se cumpliría la amenaza del padre
C. El narrador tenía un talismán para B. La catástrofe es una consecuencia de
conseguir cosas; conseguía las cosas con que la gente no lea
la ayuda del talismán C. Lo que imagina el narrador se cumple
D. El narrador tenía un talismán; el narrador D. Él es culpable de todo lo malo que pasa
no utilizaba el talismán en el mundo
4. Del padre se puede afirmar 9. El narrador supone que al perderse los
que, EXCEPTO: nombres de las cosas, éstas desaparecen.
De esto se puede inferir una definición de B. El hecho de tener un padre que en lugar
palabra según la cual: de viajar lee las enciclopedias
A. Hay una relación co-dependiente entre C. La falta de un orden alfabético en la
la palabra y lo significado realidad
B. No hay una relación entre la palabra y la D. Que sería más saludable almorzar antes
cosa significada de desayunar
C. El signo y lo designado dependen de los 13. Del texto se puede inferir una idea
usuarios de las palabras sobre las palabras y su relación con las
D. La palabra es determinada por su cosas. Esta idea es:
referente A. La relación entre las palabras y las
10. Al decir: “despertaba al poco huyendo cosas es una convención
de la pesadilla de haberme quedado mudo, B. Nombrar las cosas es mantenerlas vivas
que en el sueño constituía la forma más C. Nombrar las cosas es quitarles vitalidad
perturbadora de estar ciego”, se establece D. Todas las cosas tienen un nombre
una relación entre mudez y ceguera, en la 14. En el texto hay una concepción de libro
que perder: que está vinculada con esta idea:
A. La capacidad de hablar produce la A. Los libros hablan del mundo
misma inquietud que perder el sentido de la B. Un libro siempre habla de cosas
vista fantásticas
B. El sentido de la vista produce mayor C. En los libros se agrupan todas las
inquietud que perder la capacidad de palabras de una lengua
hablar D. Los libros son como los pájaros
C. La capacidad de hablar produce menos 15. La expresión “esa palabra, vitamina,
inquietud que perder el sentido de la vista tenía los días contados y […] era ya más
D. La capacidad de hablar y el sentido de la difícil de encontrar que la hormiga roja del
vista sólo son una pesadilla Pirineo”, implica según el texto
11. “Nos enseñó la palabra mimetismo para que, MENOS:
demostrar que entre los animales, como A. Existe la hormiga roja del Pirineo
entre los hombres, también había B. Los científicos han buscado la hormiga
individuos a los que les gustaba aparentar roja del Pirineo
lo que no eran”. En este fragmento del C. Los científicos han encontrado la
texto, puede percibirse: hormiga roja del Pirineo
A. Una metáfora porque que se insinúa que D. Si desaparece la palabra vitamina,
el hombre es un animal encontrarla sería tan difícil como hallar la
B. Una ironía porque se alude de manera hormiga roja del Pirineo
implícita a la hipocresía de los hombres
C. Un contraste porque se relaciona el
mundo animal con el mundo humano
D. Una apología porque se habla de las
virtudes de los hombres y de los animales
12. Cuando en el texto se habla de
una “falta de acuerdo permanente entre el
mundo enciclopédico y la existencia real”
(último párrafo), se está haciendo
referencia a:
A. La falta de escaleras en los autobuses
HOJA DE RESPUESTAS
1. A B C D
2. A B C D
3. A B C D
4. A B C D
5. A B C D
6. A B C D
7. A B C D
8. A B C D
9. A B C D
10. A B C D
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12. A B C D
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14. A B C D
15. A B C D