Abram Maslow
Abram Maslow
Conforme avanza la edad pueden aparecer ciertos problemas que pueden afectar a la
autoestima, como son la pérdida de audición, las limitaciones físicas, el olvido de cosas, el
ya no verse activo como antes… lo importante de toda esta percepción es el balance final
que hagamos. A medida que vemos limitaciones es importante también saber aceptarlas y
poder llegar a compensarlas, para así poder tener una vida lo más satisfactoria posible.
Algunas de las recomendaciones para mejorar la autoestima son:
Formamos parte de un todo, y para tener un equilibrio interno que nos haga sentirnos
bien con nosotros mismos es necesario cubrir todas las parcelas de la vida: física, mental,
emocional, familiar y social.
Nuestras necesidades nos mueven para superar todos los retos que se nos presentan en
el día a día. ¿Qué es la pirámide de Maslow? ¿Para qué sirve? ¿Cuáles son sus niveles?
¿Cuáles son las necesidades básicas? ¿En qué consiste la autorrealización? En este
artículo haremos un recorrido por todos los peldaños de la pirámide de Maslow y
resolveremos estas preguntas. Descubre los fundamentos de la motivación humana
según esta teoría motivacional.
Este autor jerarquizó las necesidades humanas. Opinaba que se podían ordenar. Por
lo tanto, creó una pirámide con cinco niveles cuya cima es la autorrealización. La forma de
ascender en la escala de Maslow es adoptar una actitud activa. Hasta que no se
satisfacen las necesidades básicas no se pueden saciar las del siguiente peldaño.
Somos los responsables de nuestro propio progreso. La motivación es la clave del
avance. Descubre aquí́ la teoría motivacional de Maslow.
Esta teoría parte de un artículo científico que Maslow escribió llamado Una teoría sobre la
motivación humana. Posteriormente, estas ideas fueron incorporadas en su libro
Motivation and Personality (1954). Desde entonces, el famoso gráfico en el que se plasma
su teoría motivacional se ha popularizado tanto que prácticamente todos lo hemos visto
alguna vez.
Su teoría se divide en necesidades del déficit (D-needs), que son los tres primeros
escalones de la pirámide, y las necesidades del ser (B-needs), que corresponden a los
dos últimos. Sin cumplir las exigencias de cada escalón no se puede alcanzar el siguiente.
Solo las personas más exitosas y motivadas para desarrollarse llegan a la
autorrealización, que es la meta de todo ser humano.
Son las más primitivas y las primeras en manifestarse desde nuestro nacimiento. Es
imposible ignorarlas. Estas necesidades abarcan acciones como dormir, respirar, no
pasar demasiado calor ni demasiado frío, alimentarse o mantener relaciones sexuales.
¿Quién puede obviar los rugidos de su estómago?
Este nivel incluye tanto la seguridad física como la relacionada con asuntos como la de
propiedad privada o la capacidad de maniobra ante un imprevisto. Por ejemplo, perder el
empleo y arruinarse es una situación que deterioraría este escalón.
No todos compartimos las mismas metas. Una persona puede sentirse realizada tras
ostentar un puesto poderoso en una ONG que sirva para ayudar a los colectivos más
desfavorecidos. En cambio, para otras personas su sueño es liderar un equipo de
baloncesto. No hace falta ser famoso para sentirse autoactualizado, también una pareja
orgullosa de su familia puede encontrarse en este peldaño.
Tanto las instituciones públicas como las privadas requieren que sus empleados estén
motivados y sepan motivar a las personas para las que trabajan. Por ejemplo, si dirigimos
una cadena de hoteles, debemos gestionar nuestros servicios en función de las
necesidades de las personas y sus expectativas.
Empresas tan populares como Google se encargan de que sus asalariados lo tengan
todo. Estas exitosas corporaciones son célebres por las favorables condiciones de sus
trabajadores y su increíble rendimiento. La principal razón es que nuestra productividad se
incrementa si somos felices y estamos motivados para hacer un buen trabajo.
Comprender las necesidades de los consumidores es primordial para saber qué productos
triunfarán en el mercado y cómo comunicar sus características. Mediante herramientas
como el diseño o la publicidad se explotan las motivaciones de las personas para trazar
estrategias efectivas.
Las necesidades nos acompañan a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Cualquier
persona dedicada a este ámbito tiene que conocer en profundidad las necesidades de los
individuos a los que se intenta educar. Es preciso conocer tanto las necesidades básicas
de la gente como las más elevadas para presentar estímulos que capten su interés.
Para que deseemos aprender tenemos que sentirnos bien y disponer de alicientes que
nos muevan a enriquecer nuestros conocimientos. Por ejemplo, en situaciones de guerra
lo que prima es la supervivencia y cualquier intento de instruirse es aplazado. Cualquier
plan de enseñanza fracasará si las necesidades básicas no están cubiertas.
La teoría motivacional de Maslow nos permite conocernos mejor a nosotros mismos. Las
necesidades humanas son compartidas por todos nosotros a grandes rasgos y su
comprensión es elemental para sentirnos felices. Examinando estos niveles podemos
analizar en qué escalón estamos para contemplar en profundidad nuestros problemas y
progresar.
Pepe pasa hambre, frío y sed. Afortunadamente, sus padres encuentran trabajo y
comienza a tener acceso a los recursos materiales elementales.
En su zona hay continuas guerras entre bandas. Pepe no puede cruzar la calle sin correr
el riesgo de verse involucrado en una pelea. Su familia consigue ahorrar lo suficiente
como para mudarse a un vecindario más seguro.
Al principio le cuesta verse como una persona competente en el deporte. Tiene miedo de
ser humillado por sus adversarios o de fallar y no dar la talla ante sus compañeros. Siente
mucha presión social. Pero con el tiempo va demostrando que ha nacido para el fútbol.
Con el paso de los años Pepe va progresando en el mundo deportivo hasta ser un
referente en su país. El éxito que ha logrado permite que disfrute de un completo
bienestar. De hecho, cuenta con todos los bienes que podría desear, está sano y seguro,
es admirado por todo el mundo y se siente tremendamente satisfecho. Asimismo, es
capaz de valorar lo que tiene (esto es muy importante).
No hace falta que nos imaginemos un caso tan extremo. Todos podemos tener carencias
en cualquiera de los peldaños de la pirámide. Lo más importante es que mantengamos
una actitud positiva y pensemos que podemos prosperar con esfuerzo, esperanza y
ánimo.
Indagar en lo que nos mueve es esencial para cumplir nuestros deseos de una forma más
eficaz. Nuevas hipótesis seguirán intentando descifrar las bases de las necesidades
humanas en los próximos años.
Muchas gracias por leer este artículo. Si tienes alguna duda o deseas profundizar en los
aspectos que hemos comentado, no dudes en comentar.
Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, expuso que la raíz de los
problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e
indignos de ser amados; de ahí la importancia que le concedía a la aceptación
incondicional del cliente.1 En efecto, el concepto de autoestima se aborda desde entonces
en la escuela humanista como un derecho inalienable de toda persona, sintetizado en el
siguiente «axioma»: Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es
digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo
y que se le estime.2
Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué
somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo
del tiempo, empezando en nuestra infancia. El término autoimagen se utiliza para referirse
a la imagen mental que una persona tiene de sí misma. Gran parte de nuestra
autoimagen se basa en nuestras interacciones con otras personas y nuestras
experiencias vitales.4 Esta imagen mental (nuestra autoimagen) contribuye a nuestra
autoestima.
En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato
humano y considerado. Esta actitud, no obstante, no busca entrar en conflicto con los
mecanismos que la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos
causen daño a otros—sea del tipo que sea—.1
Carl Rogers
La psicología humanista es una de las corrientes de pensamiento más importantes de la psicología. Desde
ella, gente como Abraham Maslow (con su popular Pirámide de Maslow) o Rollo May defendieron una
visión positiva del ser humano, según la cual todos somos capaces de convertirnos en el tipo de personas
que deseemos.
Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los
procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el
rumbo de sus vidas. Según ellos, ni los factores biológicos ni los ambientales son determinantes en
nuestro comportamiento, y no nos "arrastran" irremediablemente hacia ciertos tipos de
comportamiento. En resumidas cuentas, no eran deterministas.
En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba según el
modo en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas.
Esta idea de que el desarrollo personal y el modo en el que el individuo lucha por llegar a ser como
se quiere ser es una idea central de la psicología humanista, pero para Carl Rogers tiene especial
importancia, porque para él es a través del desarrollo personal como se forma el carácter y el modo
de ser.
Carl Rogers y la teoría de la personalidad altamente funcional
Carl Rogers propone la idea de que la personalidad de cada individuo puede analizarse según el
modo en el que se acerca o se aleja a un modo de ser y vivir la vida al que él pone la etiqueta de
persona altamente funcional.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-
actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales.
Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en
funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl
Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las
circunstancias constantemente.
Según Carl Rogers, los rasgos de la personalidad que definían a las personas altamente funcionales
están definidos según las siguientes cinco características.
La personalidad de la personas altamente funcional es, según Carl Rogers, muy abierta a la
experiencia, en un sentido amplio. No adopta una actitud defensiva por defecto ante lo desconocido,
sino que prefiere explorar nuevas posibilidades. Es por eso que este tipo de personalidad se define
por la aceptación de las emociones asociadas a lo que se está viviendo, la no evitación de las
"emociones negativas" y la adopción de actitudes receptivas ante situaciones que no son claramente
peligrosas.
Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los
procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el
rumbo de sus vidas. Según ellos, ni los factores biológicos ni los ambientales son determinantes en
nuestro comportamiento, y no nos "arrastran" irremediablemente hacia ciertos tipos de
comportamiento. En resumidas cuentas, no eran deterministas.
En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba según el
modo en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas.
Esta idea de que el desarrollo personal y el modo en el que el individuo lucha por llegar a ser como
se quiere ser es una idea central de la psicología humanista, pero para Carl Rogers tiene especial
importancia, porque para él es a través del desarrollo personal como se forma el carácter y el modo
de ser.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-
actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales.
Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en
funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl
Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las
circunstancias constantemente.
Según Carl Rogers, los rasgos de la personalidad que definían a las personas altamente funcionales
están definidos según las siguientes cinco características.
La personalidad de la personas altamente funcional es, según Carl Rogers, muy abierta a la
experiencia, en un sentido amplio. No adopta una actitud defensiva por defecto ante lo desconocido,
sino que prefiere explorar nuevas posibilidades. Es por eso que este tipo de personalidad se define
por la aceptación de las emociones asociadas a lo que se está viviendo, la no evitación de las
"emociones negativas" y la adopción de actitudes receptivas ante situaciones que no son claramente
peligrosas.
Esta característica tiene que ver con la tendencia a asumir que es uno mismo quien ha de otorgar sentido
a las experiencias que se viven en cada momento, a través de un proceso de creación de significado. De
este modo, se deja que el modo de vivir el día a día sea espontáneo, creativo, sin intentar que todo lo que
se percibe encaje a la fuerza en esquemas preconcebidos. El estilo de vida asociado a este tipo de
personalidad, para Carl Rogers, se caracteriza por evitar la tendencia a prejuzgar.
No se analiza el presente como algo que debe ser explicado totalmente por las vivencias del pasado,
sino que se vive plenamente.
3. Confianza en uno mismo
Para Carl Rogers, el hecho de abrazar una manera libre de vivir la vida conlleva fiarse del propio
criterio y la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente. La idea es
que, como nadie conoce mejor que uno mismo la propia manera de vivir la vida, no se tiende a
apoyarse en códigos de comportamiento impuestos desde instancias externas.
4. Creatividad
El hecho de que las personas altamente funcionales de Carl Rogers sean enemigas de los dogmas y
las convenciones hace que miren más allá de lo considerado como "normal". Esto proporciona las
bases necesarias para que puedan desarrollar su creatividad.
5. Libertad de elección
El modo de ser creativo e innovador de la personalidad altamente funcional teorizada por Carl
Rogers hace que estas personas sean capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento
allí donde aparentemente solo hay unas pocas. Esto define el carácter inconformista de este tipo
de personalidad, que es capaz de resolver paradojas en las que hay una aparente contradicción entre
las opciones que a priori parecen disponibles.
Este tipo de personalidad muestra una gran facilidad para dar respuesta a todas las
necesidades de manera equilibrada, de manera que las crisis son aprovechadas como
oportunidades para construir nuevas oportunidades y encontrar maneras de alcanzar niveles de
bienestar.
7. Desarrollo personal
El desarrollo personal es el motor vital de las personas altamente funcionales. Se vive como un
proceso de cambio constante, en el que nunca se alcanza una meta final definitiva sino que se va
pasando de una etapa a otra.
Sin embargo, esto también le ha ganado muchas críticas: a fin de cuentas, prácticamente todo el
mundo puede sentirse identificado con los rasgos que se atribuyen a las personas altamente
funcionales, siguiendo la lógica del efecto Forer.
Solo cada persona es capaz de juzgar hasta qué punto es útil o inspirador tener estas características
como referencia.
Carl Ransom Rogers fue un influyente psicólogo estadounidense, conocido por ser un uno de los
máximos exponentes del enfoque humanista de la psicología. Sus aportaciones a la psicoterapia son
numerosas y sus ideas siguen vivas hoy en día, pues su visión de la práctica terapéutica fue
realmente innovadora.
Si todavía no conoces su teoría, puedes leer este artículo: “La Teoría de la Personalidad que
propuso Carl Rogers”, aunque para comprender mejor su manera de pensar también te puede servir
leer algunas de sus frases y reflexiones sobre la psicología y la mente humana en general.
Artículo relacionado: "13 características de las personas autorrealizadas según Abraham Maslow"
Según el autor, cuando una persona se siente libre y responsable conecta con la naturaleza. Esto
puede hacerlo a través del proceso creativo de las artes o las ciencias o bien por la preocupación
social o el amor.
De nada sirve esconder la realidad, porque si no nos aceptamos, una y otra vez aparecerán los
problemas.
4. La verdadera felicidad está en aceptarse uno mismo y entrar en contacto con uno
mismo
Una de las tres actitudes fundamentales del ser humano respecto al bienestar es la “aceptación
incondicional”, en la que persona debe aceptar totalmente a su persona y sus conductas. El
autorrespeto es clave para gozar de una buena salud mental.
En esta frase, Rogers defiende claramente el método humanista, del que él, junto a Abraham
Maslow, es uno de los máximos exponentes.
7. Lo único que sé es que cualquier persona que quiera puede mejorar su bienestar
Para Rogers, las personas somos dueñas de nuestro destino y nuestro estado emocional y, por tanto,
podemos trabajar para mejorarlo.
8. Cuando miro al mundo soy pesimista, pero cuando miro a la gente soy optimista
9. Una persona, al descubrir que es amada por ser como es, no por lo que pretende
ser, sentirá que merece respeto y amor
Cuando uno es fiel a sí mismo, es capaz de sentirse autorrealizado y es capaz de disfrutar del
auténtico bienestar.
10. No es frecuente que tenga lugar un encuentro personal tan profundo y mutuo,
pero estoy convencido de que si no ocurre de vez en cuando, no vivimos como seres
humanos
La profunda autorreflexión puede tener un gran efecto en nuestro bienestar emocional y mental.
Nos ayuda conectar con nosotros mismos.
11. Ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro y no ver nuestro
mundo reflejado en sus ojos
La empatía es una gran cualidad que podemos poseer los seres humanos, pero también podemos
hacer lo mismo con nosotros mismos., con nuestra propia experiencia interna.
12. El grado en que puedo crear relaciones que facilitan el crecimiento de los demás
como personas separadas, es una medida del crecimiento que he logrado en mí
mismo.
Una profunda reflexión de este psicólogo tan reconocido. Su pensamiento ha influenciado a muchos
profesionales de la psicología por el énfasis que ponía en los fenómenos mentales privados y
subjetivos.
13. En mis relaciones con las personas he encontrado que no ayuda, a largo plazo,
actuar como si fuera algo que no soy
Para que uno esté a gusto consigo mismo y sea feliz, el primer paso es encontrarse a uno mismo y
conectar con la propia experiencia interna.
14. Ni la biblia, ni los profetas, ni las revelaciones de dios o de los hombres, nada
tiene prioridad sobre mi experiencia directa
Para Rogers, no hay mejor manera que aprender que a través de la propia experiencia, aquella que
nos lleva a la autorreflexión.
15. Las personas son tan hermosas como las puestas de sol, si se les permite que lo
sean. En realidad, puede que la razón por la que apreciamos verdaderamente una
puesta de sol es porque no podemos controlarla
16. He observado que soy más eficaz cuando me abro a mi mismo, aceptándome
De nuevo, una cita que trata sobre su concepto de aceptación intencional. Clave para su modelo
terapéutico.
17. La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal cual soy, entonces, puedo
cambiar
El amor hacia uno mismo es indispensable para hacer frente a cualquier evento que suceda a nuestro
alrededor.
Una de esas citas que nos invitan a la profunda reflexión. Con estas palabras deja clara su base
existencialista.
20. Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estático viviría en la muerte. Por
consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos
emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida
fluida, perpleja y excitante
Un concepto que se desarrolló posteriormente, pero que está influenciado por este pensamiento de
Rogers, es la “zona de confort”. Puedes conocerlo en este artículo: “¿Cómo salir de tu zona de
confort? 7 claves para lograrlo”.
Cuando uno se acepta a sí mismo la vida parece tener otro color diferente. Un color mucho más
claro.
22. La única persona bien educada es la que ha aprendido a aprender y cambiar
Cuando uno mira hacia su interior y aprende de la experiencia, logra un aprendizaje mucho más
potente.
23. En mis primeros años profesionales me hacía esta pregunta: ¿cómo puedo
tratar, curar o cambiar a esta persona? Ahora formularía la pregunta de esta
forma: ¿cómo puedo proporcionar una relación que esta persona pueda usar para
su propio crecimiento personal?
Según la teoría de Rogers, la relación con el terapeuta es esencial para la recuperación apropiada del
paciente, al que éste le llama cliente.
24. No puedes tener miedo de la muerte, en realidad, sólo se puede tener miedo a la
vida
Una cita con cierto toque de ironía, pero que deja un mensaje muy claro.
A través de la experiencia, podemos aprender cosas valiosas para nuestra salud mental y nuestro
desarrollo personal.
Es necesario que todos los sentidos estén alerta durante el aprendizaje experiencial.
27. Me parece que cualquier cosa que se puede enseñar a otro es relativamente
intrascendente, y tiene poca o ninguna influencia significativa en el
comportamiento
Una cita que trata sobre la importancia de apoyarnos unos a otros en el aprendizaje.
28. La buena vida es un proceso, no un estado del ser. Se trata de una dirección, no
un destino
El bienestar es un lugar en el que todos queremos estar, pero hay que trabajar para poder estar ahí.
No es algo estático, sino dinámico.
29. La aceptación de uno mismo es el primer paso para la aceptación genuina de los
demás
Para podernos relacionar con otros individuos de manera saludable, es necesario que antes nos
relacionemos con nosotros mismos de la mejor manera.
Las frases de Carl Rogers hablan sobre el control del destino, la experiencia y el crecimiento
personal, así como del valor de las personas y nuestras relaciones con los demás.
Desde los años 50, Carl Rogers se ha convertido en una eminencia del enfoque humanista de
la psicología. Sus mejores publicaciones son “La terapia centrada en el cliente” (1951) y “Al
convertirse en persona” (1961).
Junto con Abraham Maslow fue un psicólogo que dio mucha importancia al desarrollo personal.
Especialmente, muchas de las frases de Carl Rogers ayudan a las personas a reflexionar acerca
de su propia existencia. Por ello hemos recopilado sus mejores sentencias.
Ahora bien, ser empático para Carl Rogers no es ponerse en el lugar del otro desde la propia
visión sino desde la suya. La empatía requiere un profundo ejercicio de reflexión y conocimiento
sobre cómo el otro observa y experimenta el mundo que le rodea.
Empatía no es solo qué harías en la situación del otro, sino cómo actuarías en su situación teniendo
en cuenta su visión sobre la vida.
La experiencia directa como prioridad
“Ni la Biblia, ni los profetas, ni las revelaciones de Dios o de los hombres. Nada tiene prioridad sobre la
experiencia directa”.
Esta es una de las frases de Carl Rogers que quizás cree más controversia o al menos, invite a
reflexionar. Con ella quiere remarcar la importancia de que la guía más importante de cada uno
de nosotros no está en los demás, ni siquiera en una corriente de pensamiento o religión, sino
en el interior de uno mismo.
Rogers establece la máxima autoridad en la experiencia propia. Aunque también considera que
los juicios de los demás tienen que ser escuchados pero no pueden servir de guía. Así, cualquier ser
humano debe ser tratado como persona única, digna de respeto, con derecho a evaluar su
experiencia a su manera, y con amplios poderes de elección autónoma.
Para Rogers, la aceptación es la base del cambio. Si esta no existe no es posible cambiar porque
la mente está perdida. Así, observar lo que somos y conocernos es la llave para mejorar y
evolucionar.
Carl Rogers piensa que las personas son tan hermosas como las puestas de sol, si se les permiten
que lo sean. Es decir, aprecia la sinceridad y autenticidad por encima de todo; el estado natural
de cada uno de nosotros.
Rogers ha encontrado a través de sus relaciones que a largo plazo, no ayuda actuar como si se fuera
algo que no es. No podemos ser felices si nos mostramos como no somos porque nos estamos
rechazando.
La tolerancia a la incertidumbre
“Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estatico, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la
confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales. Porque ese es el precio que estoy
dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante”.
Mantener la idea de que podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor nace del temor a
no saber reaccionar a lo que sucede. Es fruto de la inseguridad. Y aún siendo posible llevarlo a
cabo, a veces actuamos como si lo fuera, creando una mentalidad rígida que nos encarcela.
Si queremos vivir en la fluidez tenemos que aprender a soltar para abrir paso a la flexibilidad y el
disfrute.
Aprender a aprender
“El hombre que se educa es aquel que aprende a aprender”.
Carl Rogers entendía como persona educada aquella que intentaba aprender y cambiar. El
autoconocimiento y la autorrealización caminan juntas de la mano por el sendero de la vida. Quien
se educa es quien se informa, reflexiona, se cuestiona y apuesta por el aprendizaje.
Como vemos, el legado de Carl Rogers es una gran fuente de conocimiento que tiene como
objetivo ayudar a las personas. En sus primeros años como profesional siempre se hacía la misma
pregunta: ¿cómo puedo tratar, curar o cambiar a esta persona? Pero la experiencia hizo que
cambiase la formulación de esta pregunta: ¿cómo puedo proporcionar una relación que esta persona
pueda usar para su propio crecimiento personal?
Todos nosotros tenemos a nuestro alcance la posibilidad de alcanzar nuestras metas, de hallar el
bienestar y de desarrollar nuestro máximo potencial. No obstante, Rogers señalaba que las
personas vemos esto como un ideal o como una entelequia poco factible. El bienestar más que un
objetivo es un proceso continuado en el que debemos invertir esfuerzos en el aquí y ahora.
Para desarrollar una personalidad plenamente funcional debemos estar abiertos a la experiencia,
aceptando no solo las emociones positivas, sino asumiendo a su vez las negativas sin huir de ellas.
Debemos dar significado a nuestra existencia. Somos responsables de nosotros mismos, por tanto
es necesario hacer uso de una actitud más activa, receptiva y creativa para que hallar un sentido
satisfactorio a nuestra realidad.
Asimismo, otro elemento clave de la psicología humanista de Carl Rogers es la auto-confianza.
Este bien preciado está a menudo en peligro de extinción en nuestra personalidad. Debemos por
tanto aprender a confiar en el propio criterio y en atrevernos a tomar decisiones más valientes y
menos vinculadas a lo que digan o piensen los demás.
Los instantes de crisis son instantes para atisbar, intuir y dar paso a nuevas oportunidades. Un
principio sin duda también esencial para nuestro crecimiento personal.
Por último y para concluir, hay un aspecto que sin duda es interesante tener en cuenta para
comprender mucho más la psicología humanista de Carl Rogers. Lo que lo diferenció siempre del
resto de terapeutas y lo que le valió ser a su vez uno de los psicólogos más influyentes, es que él
optó siempre por centrarse en la persona y no en el problema.
Era el hombre que miraba a sus clientes desde la autenticidad, sin caer en juicios, sin
dirigirlos hacia una estrategia u otra y sin hacer uso de la confrontación. El objetivo de su
terapia era escuchar, facilitar el reconocimiento de las emociones y ayudar a la definición de la
propia personalidad… De ahí, que muchas de sus estrategias no aparezcan en los manuales, no
hacía uso de una metodología clara pero su enfoque psicológico sigue siendo a día de hoy una de las
mejores estrategias para los procesos de trauma o de problemas de apego.
Referencias bibliográficas
Rogers, C. (1951). Client-centered therapy: Its current practice, implications and theory. London:
Constable.
Rogers fue el creador de la terapia centrada en el cliente. A resumidas cuentas, esta habla sobre la
importancia que tiene cada persona para el cambio y el crecimiento personal.
Desde un primer momento, se decanta por llamar al paciente como cliente, al que un psicólogo
compresivo y atento deja llevar el control de su terapia.
Para este método, Rogers introduce una técnica denominada como reflejo. En ella, el terapeuta
refleja los pensamientos repitiendo lo que el cliente dice. Esto potencia la escucha activa.
Asimismo, también habla sobre tres cualidades que cualquier terapeuta debe exigir durante sus
sesiones:
1- Congruencia
Ser verdadero y honesto es una de las claves para conseguir una terapia de calidad. Un buen
terapeuta debe ser congruente con sus sentimientos.
Ante esto, el paciente puede y debe decirle en cualquier momento cuando su profesional le está
mintiendo. Si detectan que se viola el sentimiento de congruencia, pueden sentirse traicionados.
2- Empatía
El ponerse en el lugar del otro supone para Rogers otro de los aspectos inviolables en la terapia
centrada en el cliente. Como señala, hay que entender al otro no como psicólogo, sino como
personas que comprenden sus problemas.
Aquí entra en juego la escucha activa, algo que puede servir para hacer ver al paciente que uno se
pone en su lugar y entiende sus problemas y preocupaciones.
En ella, el terapeuta debe respetar al otro como ser humano, sin realizar juicios que puedan
dañarles. Rogers explica esto como el punto más complicado a realizar por un profesional, aunque
con respeto puede conseguirse.
Como explica el reputado psicólogo, cuando la conducta del otro se considera perturbadora, deberá
evaluarse sin juicios la personalidad del otro. Se suele poner el ejemplo de la madre que le dice a su
hijo que ordene su cuarto. “Eres un niño sucio y desordenado”, le comunica, cuando realmente
debería decirle “tu cuarto esta desordenado, intenta arreglarlo un poco”.
Teoría del yo
Para el desarrollo del sujeto, el autor explica el concepto del sí mismo o self, el cual se crea a través
de las experiencias y percepciones que el ser recibe tanto del medio ambiente como el de los demás
para poder moldearse y formar su propio mundo. El conjunto de estas experiencias se denominan
como “campo fenomenológico”.
Las personas que conseguían “actualizarse” mediante la experiencia se definen con el término
de “plenamente funcional”, el supuesto ideal a alcanzar.
De este modo y para explicar su teoría de una manera más científica, expuso una serie de 19
proposiciones que aquí te resumo:
3- El organismo reacciona como un todo organizado para este ante su campo fenomenológico.
6- De esta forma, el organismo tiene una tendencia básica al esfuerzo. Para actualizarse,
mantenerse, buscar y mejorar, el organismo debe experimentar para preservar su desarrollo.
9- Este self aparece como resultado de la interacción del individuo tanto con el ambiente como con
los demás. El self se define como la pauta conceptual organizada, fluida pero congruente de
percepciones de las características y las relaciones del yo o del mi conjuntamente con los valores
ligados a estos conceptos.
10- Los valores relacionados con las experiencias y los valores que forman parte de la propia
estructura, en algunos casos, son valores experimentados directamente por el organismo, y en
algunos casos son valores introyectado o recibidos de otros, pero percibidos en forma distorsionada,
como si hubieran sido experimentado directamente.
11- A medida que las experiencias se producen en la vida del individuo son:
12- La mayoría de las formas de comportamiento son compatibles con el concepto de self.
13- En algunos casos, el comportamiento puede ser provocado por necesidades que no han sido
simbolizadas. Tal comportamiento puede ser incompatible con la estructura del self. En tales casos
el comportamiento no es “propiedad” de la persona.
15- Por otra parte, la adaptación psicológica existe cuando el concepto de sí mismo asimila todas las
experiencias sensoriales y significativas.
16- Cualquier experiencia que es incompatible con el self, puede ser percibido como una amenaza.
17- Bajo ciertas condiciones, que implican principalmente la ausencia completa de amenaza para la
estructura del sí mismo, las experiencias que sean incompatibles con ella pueden ser percibidos y
examinados para ser asimiladas.
18- Cuando el individuo percibe y acepta en un sistema compatible e todas sus experiencias
sensoriales y viscerales, puede llegar a comprender y aceptar más a los demás como personas
diferenciadas.
19- A medida que el individuo percibe y acepta más experiencias en su estructura del self,
reemplaza su sistema de valores por un proceso continuo de evaluación orgánica.
Cuando nos referimos a la teoría psicoanalista hay quien comete el error de verla como un todo,
como una misma entidad rígida y específica donde habitan conceptos, dinámicas y enfoques muy
claros enunciados por el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Se nos olvida quizás que dentro de
esta corriente hay escuelas y formas de pensamiento que han enriquecido las bases del psicoanálisis
desviándose de la palabra y de las ideas de Freud.
-Erich Fromm-
Erich Fromm fue uno de estos “desviados”. Fue en los años 40 cuando este psicólogo social, de
origen judío-alemán, decidió romper con la doctrina psicoanalística con la que trabajaban en
el “Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt” y renovar por completo la
teoría y la práctica, acercándolo a un enfoque mucho más cultural, humano. Por ejemplo,
reformuló la idea del desarrollo de la libido por otra más factible. Una nueva concepción en la
que enunciaba y articulaba los procesos de asimilación y socialización del individuo.
Asimismo, podríamos decir sin equivocaros que Fromm fue por encima de todo un pensador
fascinante, un filosofo y uno de los mejores representantes del humanismo del siglo XX. En sus
3 libros más importantes: “El miedo a la libertad”, “El arte de amar” y “El corazón del hombre”
nos legó un universo de pensamientos, reflexiones y teorías donde la psicología va de la mano de la
antropología y la historia, y donde a su vez el legado de Sigmund Freud y Karen Horney seguían
también muy presentes.
Cuando uno lee su autobiografía, “Más allá de las cadenas de la ilusión”, y se detiene ante
todo en su infancia y adolescencia percibe al instante que no fueron precisamente etapas
felices para Erich. El padre de Fromm era un hombre de negocios bastante agresivo, su madre
padecía una depresión crónica y además fue educado en un ambiente marcadamente estricto bajo
los esquemas judío ortodoxos. Cuenta que durante esta época vivió dos momentos que lo marcaron.
“El nacionalismo es nuestra forma de incesto, es nuestra idolatría, es nuestra locura. El patriotismo es su
secta”
-Erich Fromm-
Compartir
El primero fue el suicidio de una joven de 25 años de la que él estaba enamorado siendo un
niño. Ella era pintora y estaba muy unida a su única familia: su padre. Este falleció de forma
repentina, y unos pocos días después la joven artista decidió quitarse la vida. Su suicidio hizo que
Fromm se preguntara...¿por qué? ¿qué hace que las personas lleguen hasta tales extremos?
El segundo hecho que lo marcó fue el estallido de la Primera Guerra Mundial. A su vida llegó
entonces la sombra de los nacionalismos, la radicalización de las masas, los mensajes cargados de
odio y la eterna diferenciación entre “nosotros” y “ellos”, entre mi identidad y la tuya, tu religión y
la mía, mi visión del mundo y la “no aceptable” visión del tuyo.
El mundo se fragmentaba, y esas grietas no solo abrían distancias insalvables entre distintas
potencias, sino que además, se iniciaba un periodo de crisis sistémica en toda la sociedad.
Todas las teorías psicológicas, filosóficas y sociales enunciadas hasta el momento debían ser
reformuladas en busca de respuestas y explicaciones ante semejante caos…
Sin embargo, leer a Fromm es reconciliarte precisamente con la propia humanidad. Porque nos
habla de esperanza y por encima de todo, nos aporta grandes recursos de las ciencias humanas y
desde el propio psicoanálisis para iniciar una transformación positiva y creadora…
Erich Fromm aceptaba gran parte de los conceptos desarrollados por Sigmund Freud: el
inconsciente, la represión, los mecanismos de defensa, la transferencia, el concepto de los los
sueños como expresión de lo inconsciente y cómo no, la relevancia de la infancia como raíz de
muchos trastornos psicológicos.
Ahora bien, algo con lo que no podía sintonizar Fromm era con esa visión del ser humano como
una entidad biológico-mecanicista, como un ser que responde de forma exclusiva la voluntad del
“Ello”, a esa entidad que busca satisfacer los impulsos básicos de agresividad, supervivencia y
reproducción.
Erich Fromm nos habló del hombre biológico-social para ensalzar esa “psicología del yo”, donde las
personas no nos limitamos únicamente a reaccionar o a defendernos de nuestros impulsos o
instintos. Es necesario ampliar cercos y tomar conciencia de lo social, y de cómo en ocasiones las
figuras más significativas para un niño pueden generarle procesos adversos y traumáticos.
Las relaciones interpersonales se sitúan ahora con Fromm como ejes vertebradores que
sustituyen por completo a la clásica teoría de la evolución de la libido, como concepto
motivacional y mecanicista, en la figura del ser humano.
Las teorías de Fromm no solo están influenciadas por Freud y Karen Horner. Hablar de Erich
Fromm es también hablar de Marx. Debemos recordar una vez más ese contexto social de la
época, esa crisis de valores, esos vacíos de contenido a la hora de dar respuestas al por qué del
comportamiento humano, al por qué de las guerras, los nacionalismos, los odios, la diferencia de
clases…
“Nuestra economía de consumo y de mercado se basa en la idea de que se puede comprar la felicidad. Pero
cuidado, porque si no tienes dinero para pagar algo, entonces habrás perdido toda oportunidad de ser feliz.
Por ello, es necesario recordar que solo lo que llega desde nuestros propios esfuerzos, desde el interior, no
solo es lo “más barato” sino lo que más feliz puede hacernos”
Compartir
Ahora bien, algo realmente interesante dentro de la teoría de Fromm es que a pesar de que el ser
humano está influenciado por su cultura y por los sistemas económicos, hay un fin por el que
siempre debemos luchar y que podemos conseguir: la libertad. Fromm, de hecho, animaba a las
personas a ir más allá de los férreos determinismos de Freud y Marx para desarrollar algo
que es inmanente a la propia naturaleza humana: nuestra libertad.
Las personas, opina Fromm, estamos determinadas por algunos principios biológicos, al igual que el
resto de animales. Nacemos con un cuerpo, maduramos, envejecemos y luchamos por nuestra
supervivencia. Sin embargo, más allá de este límite, todo es posible. Si pudimos por ejemplo
avanzar desde esas sociedades tradicionales de la Edad Media hasta la sociedad actual, no podemos
rendirnos en este proceso en busca de más libertades, de más derechos y de mayor bienestar.
La libertad es algo complejo de conseguir, pero para alcanzarla hay cultivar la
responsabilidad individual y el el respeto social. De lo contrario, en caso de no luchar o de
escapar de la propia libertad, corremos el riesgo de que en nuestras sociedades surja alguno de de
estos escenarios que sin duda, no nos son desconocidos:
El autoritarismo.
La destructividad (donde se incluye desde la agresión, la violencia o el suicidio).
La conformidad autómata, ahí donde la persona se vuelve un “camaleón social”, es decir, asume el
color de su ambiente sin protestar.
Estas tres ideas las desarrolló en un libro imprescindible al que vale la pena volver cada poco
tiempo: “El miedo a la libertad”.
-Erich Fromm-
Compartir
Sin embargo, es ahí donde se halla la auténtica grandeza de Fromm, la de su visión más amplia
e integral del ser humano. Ahí donde no todo responde a una patología orgánica, a las fuerzas de
la biología, sino que son la cultura, la familia y en esencia la propia sociedad las que muchas veces
también nos ponen alambradas y vetos a la propia expresión del ser.
A continuación os dejamos algunas de las principales claves para entender la psicología de Fromm:
Para concluir, el legado que nos dejó Fromm supone un paso de gigante no solo en el campo de la
psicología, sino también en el de la filosofía. Así, aunque para muchos sus teorías pecaran en
ocasiones de “utopismo”, lo cierto es que dio forma a un tipo psicoanálisis más real, donde
desarrollar lo mejor de cada persona. Un enfoque nada desdeñable de un pensador que, como ya
hemos señalado, vale la pena recordar y leer en profundidad. Sirva este artículo como una
invitación.
Referencias bibliográficas
Erich Fromm
Uno de los más importantes aportes de Fromm fueron las necesidades humanas:
Otros dos puntos importantes propuestos por Fromm fueron la orientación de carácter que
estaba dividida en orientaciones improductivas (receptiva, exploradora, acaparadora y
comercial) y orientaciones productivas; y los trastornos de la personalidad, que él los
dividió en tres:
Necrofilia: desde el punto de vista de este autor, hace mención a las personas con
sentimiento de odio a la humanidad.
Narcisismo maligno: narcisismo de manera extrema, dificulta la percepción
personal y devalúa al resto
Simbiosis incestuosa: dependencia extrema a la madre o la imagen materna
percibida.
Finalmente, Fromm hizo uso de la psicoterapia que desde su punto de vista era un
psicoanálisis humanista porque estaba más interesado en los aspectos interpersonales de
la relación terapéutica.
Entre sus principales aportes encontramos las necesidades humanas, los mecanismos de huida y
las orientaciones de carácter. Sus limitaciones se evidencian en la época en la que se postuló la
teoría, pero a pesar de eso hay puntos (como los mencionados entre los aportes) que siguen
vigentes. Es una teoría que ha aportado grandes conocimientos sobre el comportamiento humano
en cuanto a los sentimientos de soledad y aislamiento, a lo cual él le llamó ansiedad básica.