Investigación 1 Sistema de Puesta A Tierra

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INGENIERIA ELECTRICA

Alumno: López Ortiz Sergio Alberto

Materia: Tópicos Selectos ll De Electrónica

Docente: Ing. Gustavo Mendoza Barron

Actividad: Investigación 1 - Sistema de Puesta a


tierra

14 de abril del 2020


Sistema de Puesta a tierra

Introducción
Es bien sabido que la mayoría de los sistemas eléctricos necesitan ser aterrizados
y que esta práctica probablemente se inició en los primeros días de los
experimentos eléctricos. Entonces, como ahora, la estática se descargaba por
conexión a una placa que estaba en contacto con la masa general de la tierra. La
práctica ha continuado y se ha desarrollado progresivamente, de modo que tales
conexiones a tierra se
encuentran en casi todos los
puntos en el sistema eléctrico.
Esto incluye la estación
generadora, las líneas y los
cables que distribuyen la energía
eléctrica y los locales en los
cuales se utiliza. La necesidad
de esta conexión se considera
sagrada en la legislación.

Aun cuando la puesta a tierra


constituye una parte intrínseca del sistema eléctrico, permanece en general como
un tema mal comprendido y a menudo se refiere a él como un “arte oscuro”
algunas veces incluso por bien calificados ingenieros. En los años recientes ha
habido rápidos desarrollos en el modelamiento de sistemas de puesta a tierra,
tanto a frecuencia de potencia como superiores, principalmente facilitados por los
nuevos recursos y procedimientos computacionales. Esto ha incrementado
nuestra comprensión del tema, al mismo tiempo que la actividad de diseño ha
llegado a ser significativamente más difícil y las nuevas normas están requiriendo
un diseño seguro y más detallado. Surge así una oportunidad para explicar más
claramente los conceptos de puesta a tierra y una necesidad que esto se traspase
a los diseñadores de sistemas de puesta a tierra y a los instaladores, de modo que
pueda lograrse una mayor comprensión del tema.

Cuando se entierra un conductor, este pasa a tener el mismo potencial que la


tierra; este potencial tiene, por convención, un valor de cero voltios. Este
fenómeno es muy importante pues permite el desarrollo de sistemas de puesta a
tierra (SPT) que sirven para proteger a las personas y al equipo conectado al
sistema eléctrico de descargas eléctricas provenientes de rayos o cortocircuitos.
Además, un SPT provee estabilidad a los sistemas eléctricos y sistemas de
comunicaciones y ayuda a eliminar la interferencia electromagnética que puede
provenir de sistemas eléctricos adyacentes. Para que un SPT sea funcional, este
debe tener una baja resistencia, ya que la corriente circulará por la trayectoria que
ofrezca menor resistencia. Es en este punto donde se aplican los conocimientos
ofrecidos por la metrología, ya que para asegurar que el SPT sea funcional, deben
realizarse mediciones de resistencia y de resistividad a fin de garantizar que se
tendrá un SPT funcional sin caer en un sobredimensionamiento costoso.

Por puesta a tierra generalmente entendemos una conexión eléctrica a la masa


general de la tierra, siendo esta última un volumen de suelo, roca etc., cuyas
dimensiones son muy grandes en comparación al tamaño del sistema eléctrico
que está siendo considerado.

Definición de un sistema de puesta a tierra de una instalación


eléctrica
Antes de exponer definiciones, es importante notar que en Europa se tiende a usar
el término earthing, mientras que en Norte América es más común el término
grounding. La definición de la IEEE de puesta a tierra es:

Tierra (sistema de tierra). Una conexión conductora, ya sea intencional o


accidental, por medio de la cual un circuito eléctrico o equipo se conecta a la tierra
o a algún cuerpo conductor de dimensión relativamente grande que cumple la
función de la tierra.

Se considera un mecanismo de seguridad que forma parte de las instalaciones


eléctricas y que consiste en conducir eventuales desvíos de la corriente hacia la
tierra, impidiendo que el usuario entre en contacto con la electricidad. Esto quiere
decir que cierto sector de la instalación se encuentra unido, a través de un
conductor, a la tierra para que, en caso de una derivación imprevista de la
corriente o de una falla de los aislamientos, las personas no se electrocuten al
entrar en contacto con los dispositivos conectados a dicha instalación. Hilo de
tierra, pozo a tierra o conexión de puesta a tierra son otros de los nombres que se
le otorga a esta unión, que comenzó a utilizarse ya en el siglo XIX. Se empezó a
emplear cuando se extendió el uso de los sistemas de telégrafos. A la hora de
poner en marcha una instalación de puesta a tierra hay que tener en cuenta que
se debe contar con dos elementos fundamentales como son la tierra, que es el
terreno donde se va a desviar las pertinentes energías o electricidad, y la puesta a
tierra. Esta conexión o instalación, por su parte, se compone de los electrodos o
jabalinas, los bornes de puesta a tierra, la línea de enlace con la tierra y, por
último, los conductores de protección. También llamada polo a tierra o toma de
tierra, la puesta a tierra implica el uso de una pieza de metal que se entierra en el
suelo. A través de un cable aislante, esta pieza de metal se conecta a la
instalación eléctrica y, mediante el enchufe, a los dispositivos conectados a la
electricidad. La puesta a tierra también contempla el uso de un interruptor
diferencial que se encarga de abrir la conexión eléctrica al registrar un paso de
corriente hacia la tierra. La tierra funciona como una superficie que pueda disipar
la corriente eléctrica que reciba. A lo que se llama puesta a tierra es un
mecanismo que cuenta con las piezas metálicas enterradas (denominadas
jabalinas o electrodos) y conductores de diferentes clases que vinculan los
diversos sectores de la instalación.

Las conexiones de puesta a tierra tienen como propósito:

– Proteger efectivamente los sistemas contra los efectos de las descargas


atmosféricas.
– Proporcionar un medio para disipar la corriente eléctrica en la tierra bajo
condiciones normales o de corto circuito, sin exceder ningún límite
operacional de los equipos o suspender la continuidad del servicio.
– Minimizar la interferencia de los circuitos eléctricos de transmisión y
distribución con los sistemas de comunicación y control

Para instalar un sistema de puesta a tierra es esencial su planeación completa y


cuidadosa. La primera consideración en cualquier sistema de aterrizado es la
tierra misma. La tierra en sí está compuesta por materiales de muy alta resistencia
comparada con la de los metales, por eso, toda corriente que fluya a través de la
tierra, tiene una considerable disminución de voltaje en una corta distancia.

Elementos que constituyen un sistema de puesta a tierra


El sistema de tierra de una subestación se compone principalmente de los
siguientes elementos:

– Conductores. Estos sirven para formarla retícula del sistema de tierras y


para realizar la conexión a tierra de los equipos.

El conductor, si es de calibre 4/0 o mayor, no requiere de protección,


excepto en casos donde esté expuesto a daño físico severo. En caso de ser
calibre #6 debe fijarse a la construcción o debe correr por un tubo conduit.
Los calibres menores, deben correr siempre por tuberías conduit. En el
caso de las tuberías conduit, éstas deben ser eléctricamente continuas;
esto es, deben estar conectadas a tierra en ambos extremos.
Estos cables no deben ser de aluminio o de cobre con aluminio porque se
corroen cuando están en contacto con la tierra o con el cemento. Por ello, la
Norma Oficial Mexicana sólo permite el uso de aluminio como conductor
desde una altura mínima de 450 mm sobre el suelo.

– Electrodos. Son las varillas que se clavan en terrenos más o menos


blandos y que sirven para aumentar la longitud del conductor de la red de
tierra en terrenos pequeños o en terrenos secos para encontrar zonas más
húmedas y, por tanto, con menor resistividad eléctrica. Son especialmente
importantes en terrenos desprotegidos de vegetación y cuya superficie, al
quedar expuesta a los rayos del sol, está completamente seca.

– Conectores. Son elementos que sirven para unir a la red de tierra los
electrodos profundos, las estructuras, los neutros de los bancos de
transformadores, etc. Los conectores de conductores de puesta a tierra con
los electrodos pueden ser del tipo de soldadura exotérmica, conectores a
presión, abrazaderas u otros medios aprobados por la Norma Oficial
Mexicana y no deben tener soldaduras con materiales de puntos de baja
fusión (estaño, plomo, etc.) para evitar falsos contactos, ya que pierde
características de seguridad la malla, si se llegara a abrir.

En nuestro país, se prefieren las conexiones exotérmicas (de marcas:


Cadweld, Thermoweld, o Mexweld) para redes de tierras de subestaciones
de alta potencia. Las abrazaderas a usarse en sistemas de puesta a tierra
deben ser adecuadas para el número y tipo de conductores. Además,
deben de ser compatibles con los materiales de los conductores y los
electrodos de puesta a tierra, y cuando se usen enterradas, deben ser del
tipo apropiado, generalmente BURIED.

En los sistemas de tierra se utilizan tres tipos de conectores:


o Conectores atornillados. Se fabrican con bronces de alto contenido
de cobre, formando dos piezas que se unen por medio de tornillos
cuyo material está formado por bronce al silicio que proporciona alta
resistencia mecánica y a la corrosión.

o Conectores a presión. Se forman por una pieza hueca, en cuyos


extremos se introducen las dos terminales del cable que se va a
empalmar y mediante una prensa especial, con dados
intercambiables según los calibres de los conductores, se producen
la unión al comprimirse el material citado. Estas conexiones pueden
soportar una temperatura máxima de 350°C.

o Conectores soldados. Requiere de moldes de grafito de diferentes


calibres en donde por medio de la combustión de cargas especiales,
que producen temperaturas muy altas, se funden las puntas
terminales que se van a soldar provocando una unión que soporta
temperaturas de fusión del conductor. Estos conectores son
económicos y seguros, por lo que se usan con mucha frecuencia.

Todos los tipos de conectores deben soportar la corriente de la red de tierra en


forma continua.

Características de los elementos del sistema de tierras

– Resistencia a la corrosión, para retardar su deterioro en el ambiente donde


se localiza.
– Conductividad eléctrica, de manera que no contribuya sustancialmente con
las diferencias de potencial en el sistema de tierras.
– Capacidad de conducción de corriente, la superficie para soportar los
esfuerzos térmicos durante las condiciones más adversas impuestas por la
magnitud y duración de las corrientes de falla.
– Resistencia mecánica, que soporte los esfuerzos electromecánicos,
además del daño físico que puedan causar los equipos pesados dentro de
la subestación.

Consideraciones de Diseño

En el diseño de un sistema de tierras existen tres tipos de sistemas a considerar


estos son:

– Sistema radial. Este sistema es el más económico, pero el menos seguro,


ya que al producirse una falla en cualquier parte de la subestación se
obtienen altos gradientes de potencial. Se utiliza para corrientes de tierra
baja.

– Sistema de anillo. Consiste en instalar un cable de suficiente calibre


(aproximadamente 100MCM) alrededor de la superficie ocupada por el
equipo de la subestación, conectando derivaciones a cada aparato
mediante un cable más delgado (500MCM O 4/0 AWG). Es un sistema
menos económico que el anterior, los potenciales peligrosos disminuyen al
dispararse la corriente de falla por varios caminos, lo que origina gradientes
de potencial menores. Se utiliza para corrientes de corto circuito
intermedias.

– Sistema de Malla. Es el sistema más utilizado en los sistemas eléctricos y


consiste, como su nombre lo indica, en una retícula formada por cables de
cobre (aproximadamente 4/0 AWG), conectada a través de electrodos de
varillas copperweld a partes más profundas para buscar zonas de menor
resistividad. Este sistema es el más eficaz, pero también el más caro de los
tres.

Otra de las consideraciones es el uso de un sistema combinado de varillas


verticales y conductores horizontales, el cual tiene las siguientes ventajas:

a) Con los conductores horizontales (malla) se reduce el peligro de los altos


voltajes de paso y de contacto en la superficie de tierra, las varillas de tierra
estabilizan el diseño de tal sistema combinado, ya que con la lluvia la
resistividad de la capa superior del suelo puede variar mientras que la
resistividad de las capas profundas del suelo permanece constante.

b) Las varillas que penetran las capas del suelo más bajas son más efectivas
para disipar la corriente de falla, cada vez que un suelo de dos capas es
encontrado y la capa superior del suelo tiene resistividad más alta que la
inferior.

c) Las varillas moderarán considerablemente el incremento de los gradientes


de paso en la superficie cerca del perímetro de la malla.

Tipos de Electrodos

Es muy importante tomar en cuenta que, por norma, los electrodos de puesta a
tierra de los sistemas eléctricos deben estar accesibles y preferiblemente en la
misma zona del puente de unión principal del sistema. De acuerdo con la Norma
Oficial Mexicana, el sistema de electrodos de puesta a tierra se forma
interconectando los siguientes tipos de electrodos (siempre que existan):

o Tubería metálica de agua enterrada.


o Estructura metálica del inmueble.
o Electrodo empotrado en concreto.
o Anillo de tierra.
En caso de no disponer de alguno de los anteriores, se deben usar uno o más de
los electrodos especialmente construidos:

1. Electrodos de varilla o tubería

De acuerdo con la NOM los electrodos de varilla y tubo, no deben tener


menos de 2,40 m de largo y deben instalarse de tal modo que por lo menos
2,40 m de su longitud esté en contacto con la tierra.

Las varillas de metales no ferrosos deben estar aprobadas y tener un


diámetro no inferior a 13 mm, y las demás de por lo menos 16 mm. Las
tuberías deben tener un diámetro no inferior a 19 mm, y si son de hierro,
deben tener una protección contra corrosión en su superficie.
Las varillas de acero con un recubrimiento de cobre de 10 milésimas dura
un promedio de 35 años en un suelo promedio; si tiene un recubrimiento de
13 milésimas dura hasta 45 años. En cambio, una varilla de acero
galvanizado tiene una vida estimada de 15 años.

Estos electrodos se aplican al suelo mediante percusión hasta que


alcanzan la profundidad adecuada. En caso de terrenos rocosos o de
tepetate, las varillas no pueden meterse de esa manera; se doblan o
solamente no pueden entrar.

Cuando la roca está a menos de 2,40 m, estos electrodos pueden meterse


en diagonal hasta con un ángulo de 45 grados de la vertical. Pero, si no es
este el caso, se deben enterrar horizontales en una trinchera abierta para el
caso a 800 mm de profundidad por lo menos.

La alternativa al golpeado es perforar un agujero, instalar la varilla y rellenar


nuevamente el agujero, aunque no se obtiene la compactación ni la baja
resistencia de contacto de la varilla percutida.

2. Electrodos de Placa

Los electrodos de placa no deberán tener menos de 0,2 metros cuadrados


de superficie en contacto con el suelo. Y las placas de acero o fierro
deberán tener por lo menos 6,4 mm de espesor. Si son de material no
ferroso deberán tener por lo menos 1,52 mm de espesor.

3. Estructuras Metálicas Enterradas


La NOM menciona la puesta a tierra mediante sistemas de tuberías o
tanques enterrados. Pero, puede ser cualquier clase de estructura metálica
subterránea.

4. Ademe de Pozos

Las normas americanas MIL-STD-1542B, MIL-HDBK-419 y MIL-STD-188-


124 no recomiendan el uso de los ademes de pozos para lograr una baja
impedancia a tierra. Las normas mencionadas hacen énfasis en que los
ademes presentan muy baja resistencia a tierra en c.d., pero, no reducen la
impedancia en corriente alterna, y, mencionan que, si los ademes metálicos
son utilizados como parte del sistema de tierras, no deben ser los únicos
elementos en contacto con el suelo.

Los tipos de electrodos no permitidos por la norma oficial mexicana son:

o Tuberías de gas enterradas.


o Electrodos de aluminio.

Es importante hacer notar que en lugares donde existe congelamiento de la


superficie, la profundidad de enterramiento es mayor a la convencional; además,
en los cálculos debe considerarse como aislada la parte del sistema de tierras que
puede estar en contacto con la tierra congelada.

Diseño de Malla

La Norma Oficial Mexicana de instalaciones eléctricas requiere de un sistema


enmallado de tierra con múltiples electrodos y conductores enterrados, cuando
están involucradas tensiones y corrientes eléctricas muy altas, con el fin de
minimizar los riesgos al personal en función de la tensión eléctrica de paso y de
contacto.

La malla consta de una red de conductores enterrados a una profundidad que


usualmente varía de 0,30 a 1,0 m, colocados paralela y perpendicularmente con
un espaciamiento adecuado a la resistividad del terreno y preferentemente
formando retículas cuadradas.

El cable que forma el perímetro exterior de la malla debe ser continuo, de manera
que encierre toda el área en que se encuentra el equipo eléctrico de la
subestación o planta generadora. Con ello, se evitan altas concentraciones de
corriente y gradientes de potencial en el área y terminales cercanas.
En cada cruce de conductores de la malla, éstos deben conectarse rígidamente
con soldadura exotérmica entre sí y en los puntos donde se conectan los equipos
que pudieran presentar falla o, en las esquinas de la malla, los conductores deben
conectarse a electrodos de varilla o tubo de 2,4 m de longitud mínima, clavados
verticalmente.

Los cables que forman la malla deben colocarse preferentemente a lo largo de las
hileras de estructuras o equipo para facilitar la conexión a los mismos, ya que es
una práctica común de ingeniería aterrizar a dos cables diferentes todos los
equipos.

Los cables empleados en las mallas de tierra son de: acero, acero inoxidable,
acero galvanizado, y cobre. Para evitar la corrosión galvánica en terrenos de baja
resistividad, algunas compañías eléctricas desde el diseño utilizan en sus mallas
de tierras, cable de cobre estañado para bajar el potencial electronegativo entre
los diferentes metales. El factor principal en la selección del material es la
resistencia a la corrosión. El cobre es el material más utilizado porque es
económico, tiene buena conductividad, es resistente a la corrosión y tiene un
punto elevado de fusión.

Condiciones Difíciles

La NOM permite para los sistemas con un electrodo único que conste de una
varilla, tubería o placa, que no tiene una resistencia a tierra de 25 ohms o menos,
que se complemente con electrodos adicionales de los tipos mencionados
anteriormente, separados por lo menos una distancia de 1,83 m entre sí. Cuando
la resistencia del electrodo único mencionado, excede del valor buscado, esa
resistencia se puede reducir de las siguientes maneras:

1. Varilla de mayor diámetro

Usando varillas de 19 mm en lugar de varillas de 13 mm se logra una


reducción en la resistencia a tierra de hasta un 10% máximo.

2. Varillas más largas

Para los casos donde las capas superiores de la tierra son de arena y
donde a gran profundidad se encuentra una capa de terreno húmedo,
existen varillas que se acoplan unas a otras para lograr longitudes hasta de
15 m.
Por lo general, doblando el largo, se obtiene una reducción del 40% de
resistencia a tierra. Otra ventaja es que, con el uso de varillas largas, se
controla el gradiente de potencial en la superficie.

3. Varillas en paralelo

El colocar varias varillas en paralelo es una manera muy efectiva de bajar la


resistividad. Pero, las varillas de tierra no deben ser colocadas muy cerca
una de otra, porque cada varilla afecta la impedancia del circuito, por los
efectos mutuos.

La NOM establece que la distancia entre ellas o de cualquier electrodo, no


debe ser menos de 1,8 m, aunque se recomienda que estén separadas
más del largo de cualquiera de ellas.

4. Tratando químicamente el terreno

Cuando la resistencia a tierra no es lo suficientemente baja, y los métodos


anteriores no son posibles, se tiene que mejorar el terreno mismo mediante
productos químicos. Pero, tiene el inconveniente de ser una solución
costosa y que bajo ciertas circunstancias se requiere de mantenimiento.

El problema de lograr una resistencia baja en la roca, así como en otros


suelos de alta resistividad, está asociada con el material en contacto con el
electrodo y la compactación que éste recibe al rellenar el agujero.

El relleno ideal debe compactarse fácilmente, no ser corrosivo y a la vez


buen conductor eléctrico, los más utilizados son: la bentonita, compuestos
como el sulfato de magnesio o de sulfato de cobre, compuestos químicos
patentados como THOR GEL, el GEM de Erico, el GAP de Alta
Conductividad 2000 S.A, etc.

Importancia de la puesta a tierra


El sistema de puesta a tierra es una parte básica en cualquier instalación, siendo
sus principales objetivos limitar la tensión de las masas metálicas con respecto a
tierra, asegurar la actuación de las protecciones y eliminar o disminuir el riesgo
que supone una avería en los materiales eléctricos utilizados.

En esta línea, se hace necesario señalar que existen dos tipos de protecciones
que dependen de la puesta a tierra de forma básica para su correcto
funcionamiento. Por un lado, está la protección contra sobretensiones transitorias
(protección de equipo) y, por otro, la protección diferencial contra contactos
indirectos (protección de personas).

Un sistema de puesta a tierra adecuado para garantizar la seguridad

Asimismo, la importancia de un sistema de puesta a tierra adecuado en una


instalación eléctrica protege de dos maneras:

o En el caso de una reconexión accidental de la instalación, las corrientes de


cortocircuito provocan la apertura de los dispositivos automáticos de
protección contra sobreintensidades. Las características y
dimensionamiento de los conductores del equipo de puesta a tierra y en
cortocircuito deben ser capaces de soportar la intensidad de cortocircuito
previsible durante el tiempo que tarda en actuar el dispositivo de protección.
Por lo tanto, dichas características deberían ser conocidas en la
planificación de las operaciones.

o En el caso de que la conexión accidental de la instalación a una fuente de


tensión no suponga una carga equilibrada; se producirá una intensidad de
defecto a través de la puesta o puestas a tierra existentes. Esta corriente de
puesta a tierra provocará también el accionamiento de los correspondientes
dispositivos de protección. El equipo de puesta a tierra debe estar
dimensionado para soportar el paso de la máxima intensidad de defecto
previsible durante el tiempo que tardan en actuar los dispositivos
automáticos de desconexión.

Tensiones de “contacto y de “paso”

En la tensión de contacto es necesario tener en cuenta que, durante el breve


intervalo de tiempo que tardan en actuar los dispositivos automáticos de
protección de la instalación, existirán unos gradientes de tensión entre el electrodo
de tierra y el terreno circundante. Se conoce como “tensión de contacto” la
diferencia de potencial existente entre la mano y el pie de un trabajador que tocara
en ese momento el electrodo de tierra (o cualquier conductor unido a él) y
estuviera pisando el terreno a cierta distancia del mismo. Para determinar este
valor se considera que tiene los pies juntos, a un metro de distancia del electrodo
y la resistencia del cuerpo entre la mano y el pie es de 1000 ohmios.
La diferencia de potencial existente entre dos puntos del terreno situados a un
metro de distancia entre sí en dirección al electrodo de tierra se conoce como
“tensión de paso”; es la que afectaría a un trabajador que se encontrara
caminando en las cercanías del electrodo de tierra en el momento de la avería.
Esta diferencia de potencial será tanto mayor cuanto más cerca se encuentre el
electrodo.

Las citadas tensiones de paso y de contacto serán menores cuanto menor sea el
valor de la resistencia de tierra, de ahí el interés de que la toma de tierra sea lo
mejor posible.

Cuando sea necesario instalar una toma de tierra en la zona de trabajo, es preciso
elegir cuidadosamente el lugar más adecuado para conseguir que el valor de la
resistencia de la toma de tierra sea lo menor posible. En general, se elegirá el
lugar más húmedo del entorno cercano a la zona de trabajo.

Cuál es la finalidad de una instalación de puesta a tierra


Es posible operar un sistema eléctrico sin una tierra, entonces ¿por qué es tan
común la práctica de poner a tierra los sistemas eléctricos?

Las razones que más frecuentemente se citan para tener un sistema aterrizado,
son:

– Proporcionar una impedancia suficientemente baja para facilitar la


operación satisfactoria de las protecciones en condiciones de falla.

– Asegurar que seres vivos presentes en la vecindad de las subestaciones no


queden expuestos a potenciales inseguros, en régimen permanente o en
condiciones de falla.

– Mantener los voltajes del sistema dentro de límites razonables bajo


condiciones de falla (tales como descarga atmosférica, ondas de maniobra
o contacto inadvertido con sistemas de voltaje mayor), y asegurar que no se
excedan los voltajes de ruptura dieléctrica de las aislaciones.

– Hábito y práctica.

– En transformadores de potencia puede usarse aislación graduada.


– Limitar el voltaje a tierra sobre materiales conductivos que circundan
conductores o equipos eléctricos.

Otras razones citadas menos frecuentemente, incluyen:

– Estabilizar los voltajes fase a tierra en líneas eléctricas bajo condiciones de


régimen permanente, por ejemplo, disipando cargas electrostáticas que se
han generado debido a nubes, polvo, agua, nieve, etc.

– Una forma de monitorear la aislación del sistema de suministro de potencia.


Para eliminar fallas a tierra con arco eléctrico persistente.

– Para asegurar que una falla que se desarrolla entre los enrollados de alto y
bajo voltaje de un transformador pueda ser manejada por la protección
primaria.

– Proporcionar una trayectoria alternativa para las corrientes inducidas y de


tal modo minimizar el «ruido» eléctrico en cables.

– Proporcionar una plataforma equipotencial sobre la cual pueda operar


equipo electrónico.

Para desempeñarse adecuadamente cumpliendo cualquiera de las funciones


anteriores, el sistema de tierra debe generalmente tener una baja impedancia, de
modo que ya sea dispersando o recogiendo corriente desde el terreno, no se
produzca un aumento de voltaje excesivo. Por supuesto en el interior de
instalaciones es también necesaria una conexión a tierra, para asegurar la
correcta operación del equipo, por ejemplo, dispositivos electrónicos, donde puede
ser necesaria una pantalla a tierra. Es esencial considerar la puesta a tierra en una
instalación global como un sistema completo y, por lo tanto, diseñaría e instalarla
correspondientemente.

La puesta a tierra de instalaciones eléctricas está relacionada en primer lugar con


la seguridad. El sistema de puesta a tierra se diseña normalmente para cumplir
dos funciones de seguridad. La primera es establecer conexiones equipotenciales.
Toda estructura metálica conductiva expuesta que puede ser tocada por una
persona, se conecta a través de conductores de conexión eléctrica. La mayoría de
los equipos eléctricos se aloja en el interior de cubiertas metálicas y si un
conductor energizado llega a entrar en contacto con éstas, la cubierta también
quedará temporalmente energizada. La conexión eléctrica es para asegurar que,
si tal falla ocurriese, entonces el potencial sobre todas las estructuras metálicas
conductivas expuestas sea virtualmente el mismo. En otras palabras, la conexión
eléctrica iguala el potencial en el interior del local, de modo que las diferencias de
potencial resultantes son mínimas. De este modo, se crea una plataforma
equipotencial.

Si una persona está en contacto simultáneamente con dos piezas diferentes de


una estructura metálica expuesta, el conductor de conexión eléctrica debiera
garantizar que la persona no reciba un choque eléctrico, haciendo que la
diferencia de potencial entre los equipos sea insuficiente para que esto ocurra. El
mismo principio se aplica en el interior de grandes subestaciones eléctricas,
industrias y casas. En industrias, la conexión eléctrica de estructuras metálicas
expuestas garantizará normalmente que una falla eléctrica a la carcasa de la
máquina no generará una diferencia de potencial entre ella y la estructura metálica
puesta a tierra en una máquina adyacente. En la casa, la conexión eléctrica
garantiza que, si ocurriese una falla a la cubierta metálica de una máquina
lavadora u otro electrodoméstico, cualquier persona que estuviese tocando en el
momento de falla simultáneamente uno de estos equipos y el estanque metálico,
no experimentaría un choque eléctrico.

La segunda función de un sistema de puesta a tierra es garantizar que, en el


evento de una falla a tierra, toda corriente de falla que se origine, pueda retornar a
la fuente de una forma controlada. Por una forma controlada se entiende que la
trayectoria de retorno está predeterminada, de tal modo que no ocurra daño al
equipo o lesión a las personas. La conexión a tierra no es de capacidad infinita e
impedancia nula. Sin embargo, la impedancia del sistema de tierra debiera ser lo
bastante baja de modo que pueda fluir suficiente corriente de falla a tierra para
que operen correctamente los dispositivos de protección, los cuales a su vez
provocarán la operación de interruptores o fusibles para interrumpir el flujo de
corriente. El diseñador de la protección calcula normalmente el valor requerido de
impedancia a través de programas de análisis de fallas y este valor debe
comunicarse a los responsables del diseño del sistema de puesta a tierra.
Además, la elevación de potencial que experimentará el sistema de puesta a tierra
mientras ocurre la falla, debiera ser limitada a un valor pre-establecido.

Estas son las funciones que el sistema de puesta a tierra debe cumplir, pero se
requiere que se adapten a una amplia variedad de problemas diferentes. El
primero es una falla convencional, es decir, la aparición de un deterioro en un
cable o la ruptura eléctrica de la aislación fase a tierra en una parte de un equipo.
El equipo puede estar en una subestación, una industria o la casa. Llamamos a
ésta una falla de frecuencia industrial, ya que la mayor parte de la energía
disipada en la falla será a ésta frecuencia (50/60 hz.).
En algunas instalaciones, tales como estaciones transmisoras de radio o
televisión, locales donde se rectifica grandes cantidades de potencia o donde se
opera bancos de condensadores, la energía estará disponible a frecuencias
mayores que la normal. El sistema de puesta a tierra debe diseñarse
especialmente para proporcionar una baja impedancia a estas frecuencias.

Muchas instalaciones eléctricas están propensas al riesgo de daño como resultado


del impacto de un rayo y se requiere de arreglos especiales para reducir el riesgo
involucrado. Un sistema de tierra adecuado es fundamental para esta providencia.
Debido a que un impulso de rayo tiene una pendiente de subida escarpada y es
una fuente de corrientes de alta frecuencia, nuevamente son necesarios diseños
especiales de sistemas de tierra. Por ejemplo, las curvas en los conductores de
tierra forman una pequeña inductancia, la cual es insignificante a la frecuencia de
potencia, pero puede crear una alta impedancia a la corriente de rayo. Esto puede
ser suficiente para que ocurra una descarga de retorno (flashover) y la corriente
prefiera fluir a tierra por otros caminos diferentes de la ruta diseñada posiblemente
causando un daño significativo en el proceso.

El sistema de puesta a tierra se usa también como un medio para obtener


condiciones seguras de trabajo durante algunas faenas de mantenimiento o
construcción. Antes de iniciar cualquier trabajo, las plantas que estaban
energizadas tienen que ser desconectadas y sus componentes previamente
activos tienen que ser conectados a tierra. Esto permite que cualquier energía
almacenada sea descargada en forma segura a tierra y ayuda a prevenir la
aparición de voltajes peligrosos en el equipo en que se está trabajando (esto
podría ocurrir de otra manera debido a inducción, error o falla en el sistema de
potencia). En algunas instalaciones industriales, el sistema de puesta a tierra se
solicita para descargar continuamente la formación de estática, y así prevenir un
riesgo de fuego o explosión. Como ejemplos están las plantas manufactureras de
papel o ambientes donde están presentes explosivos o elementos químicos
volátiles.

Métodos para realizar una medición del sistema de tierras


El método de caída de potencial.

El método de caída de potencial es el método “tradicional” de medida de la


resistencia de la toma de tierra, y es el que utilizan los equipos conocidos como
“telurómetros”. Se debe recordar que para medir la resistencia de la toma de tierra
empleando este método, es necesario desconectar previamente el electrodo de
puesta a tierra de la instalación, maniobra que se ejecuta en el borne principal de
tierra que, generalmente, está ubicado en el cuarto de contadores de la
instalación.

Medición de la resistencia de dispersión a tierra por el método de los tres


puntos.

El método de medición con el puente de Nippold requiere el emplazamiento de


dos tomas de tierras auxiliares, cuyas resistencias de dispersión a tierra
designaremos como R2 y R3, mientras que la resistencia de la toma bajo ensayo
se denominará R1. En estas condiciones, se miden las resistencias R1-2, R2-3 y
R1-3 comprendidas entre cada par de tomas, utilizando preferentemente un
puente de corriente alterna. Como R1-2 = R1 + R2, R2-3 = R2 + R3 y R1-3 = R1 +
R3; resulta: R1 = (R1-2 + R1-3 - R2-3) / 2 Las resistencias de cada uno de los
electrodos auxiliares deben ser del mismo orden que la resistencia que se espera
medir. Si las dos tomas auxiliares son de mayor resistencia que la toma de tierra
bajo ensayo, los errores en las mediciones individuales serán significativamente
magnificados en el resultado final obtenido con la ecuación anterior. Para tal caso
se recomienda colocar los electrodos a una gran distancia entre sí. Para las tomas
de tierra de áreas extensas, las que presumiblemente tienen bajos valores de
resistencia, se recomienda que las distancias entre electrodos sean del orden de
la mayor diagonal del área a medir.

Este método resulta dificultoso para instalaciones de puesta a tierra de grandes


subestaciones y centrales generadoras, donde resulta preferible el método de la
caída de tensión.

Medición de la resistencia de dispersión a tierra por el método de los dos


puntos.

Este método resulta de una simplificación del expuesto precedentemente. En este


caso, se mide la resistencia total de la toma de tierra bajo ensayo y de otra toma
auxiliar, cuya resistencia de tierra se presupone despreciable frente a la primera.
Como es de esperar, el valor de resistencia que se obtiene de esta manera está
sujeto a grandes errores cuando se usa para medir resistencias pequeñas, pero
en algunas ocasiones es muy práctico para los ensayos "por sí o por no".

Cuando se emplea un instrumento de cuatro terminales, las terminales P1 y C1 se


conectan al electrodo a tierra bajo prueba; las terminales P2 y C2 se conectan a
un sistema de tubos de agua completamente metálico. Con un instrumento de tres
terminales, conecte X al electrodo a tierra, P y C al sistema de tubos. (Figura 7). Si
el sistema de agua es extenso (que cubre un área grande), su resistencia sola
debe ser una fracción de un ohm. Después puede tomar la lectura del instrumento
como la resistencia del electrodo bajo prueba.
El método directo es la forma más simple de hacer una prueba de resistencia a
tierra. Con este método, la resistencia de dos electrodos en serie se mide – la
varilla enterrada y el sistema de agua.

Pero existen tres limitaciones importantes:

1. El sistema de tubos de agua debe ser lo suficientemente grande para tener


una resistencia despreciable.

2. El sistema de tubo de agua debe ser metálico en su totalidad, sin ningunos


acoplamientos de aislamiento.

3. El electrodo de tierra bajo prueba debe estar lo suficientemente lejos del


sistema de tubo de agua para quedar fuera de su esfera de influencia.

En algunos lugares, su electrodo a tierra puede estar tan cerca del sistema de
tubos de agua que no se puedan separar a los dos y dar la distancia requerida
para medición por medio del método de dos terminales. Bajo estas circunstancias,
si se cumplen las condiciones 1 y 2, se puede conectar al sistema de tubos de
agua y obtener un electrodo a tierra adecuado. Sin embargo, como precaución
contra cualquier posible cambio futuro en la resistencia del sistema de tubos de
agua también se debe instalar un electrodo de tierra.

Medida de la resistencia de
puesta a tierra mediante
medidor tipo pinza.

Este es un método práctico


que viene siendo ampliamente
usado para medir la puesta a tierra en sitios donde es imposible usar el método
convencional de caída de potencial, como es el caso de lugares densamente
poblados, celdas subterráneas, centros de grandes ciudades, etc.

El medidor tipo pinza mide la resistencia de puesta a tierra de una varilla o sistema
de puesta a tierra simplemente abrazando el conductor de puesta a tierra o
bajante como lo ilustra la sig. figura.

El principio de operación es el siguiente:

El neutro de un sistema multiaterrizado puede ser representado como el circuito


simple de resistencias de puesta a tierra en paralelo (figura 8). Si un voltaje “E” es
aplicado al electrodo o sistema de puesta a tierra Rx, la corriente “I” resultante
fluirá a través del circuito.

Típicamente los instrumentos poseen un oscilador de voltaje a una frecuencia de


1.6 kHz y la corriente a la frecuencia generada es recolectada por un receptor de
corriente. Un filtro interno elimina las corrientes de tierra y ruido de alta frecuencia.

La relación entre el voltaje y la corriente es determinada por el instrumento y


desplegada en forma digital. El método está basado en la suposición de que la
impedancia del neutro del sistema multiaterrizado, excluyendo el electrodo bajo
medida, es muy pequeña y puede ser asumida igual a cero.

El método posee las siguientes limitaciones:

– La aplicación es limitada a electrodos conectados a sistemas


multiaterrizados de baja impedancia.

– Conexiones corroídas o partidas del neutro del sistema (o cable de guarda)


pueden influenciar las lecturas.

– No es aplicable a sistemas de puesta a tierra aterrizados en múltiples


puntos (torres de transmisión o mallas de subestaciones).

– Ruido de alta frecuencia en el sistema podría influenciar las lecturas.

– Altas resistencias en las conexiones con el electrodo de puesta a tierra.


Medición de baja impedancia del sistema de puesta a tierra por inyección de
corriente.

El método de la caída de potencial es el método fundamental para medir la


impedancia de tierra en sistema de puesta a tierra extensa. El método consiste en
hacer en fluir una corriente eléctrica entre el electrodo bajo estudio y el electrodo
auxiliar de corriente remota, C. Mientras que al mismo tiempo mide el voltaje, VS,
del sistema concerniente a un electrodo auxiliar de potencia, P, mostrado en la sig.
Fig.

El voltaje, Vs, causado por la corriente, Is, se mide por medio de un instrumento de
alta impedancia, entre el electrodo de corriente y el electrodo de potencial alejados
entre si a una distancia relativamente lejos. Preferiblemente, el conductor de
electrodo de potencial debe extender en ángulo de 90° con respecto a la línea
actual de la inyección para reducir al mínimo el acoplador mutuo entre sí.
La distancia entre el electrodo de corriente y el electrodo de potencial debe estar
aproximadamente 6.5 veces la extensión del sistema de puesta a tierra bajo
estudio para obtener una exactitud en la medida de la resistencia del 95%. Bajo
condiciones ideales de la tierra perfectamente homogénea y de ningunas
conexiones de tierra extendidas, un espaciamiento de la punta de prueba
ampliado a 50 veces el máximo el sistema dará una exactitud prevista de la
medida de solamente 98.5%.

Con los electrodos corriente y potenciales en la tierra alejada, y si se asume que


las medidas no son influenciadas por el acoplador mutuo u otra interferencia, la
impedancia que pone a tierra se puede encontrar por: Z g=Vs/Is

Las fuentes de inyección de corriente incluyen un generador de señal más el


amplificador de potencia, o un generador de potencia portátil, o un transformador
de impedancia energizado desde una subestación de de una fuente de bajo
voltaje. El rango de corriente se limita de 0.1 a 10 A. La fuente generadora de
señal y el amplificador de potencia permite que las frecuencias de la prueba se
extiendan a partir del 50 a 600 Hz. Los segundos y terceros métodos permiten
corrientes más altas (10 a 100 A o más) pero se restringen a la frecuencia del
sistema de potencia (50 a 70 Hz).

Método de la frecuencia ajustable.

Una de las técnicas más simples de la instrumentación usadas para la medida de


la impedancia, el cual utiliza los equipos encontrados en la mayoría de los
laboratorios de prueba, es el método de la frecuencia ajustable. En este método,
una corriente de CA (0.1-10A) con una frecuencia cerca de la frecuencia del
sistema de potencia se utiliza para medir la impedancia, Mostrado en la figura 2, el
equipo de prueba puede consistir en un transformador aislado 1:1, Un generador
de frecuencia, un amplificador de potencia, un potenciómetro, M, un voltímetro, y
una Resistencia Shunt, RS. La corriente de prueba se puede medir por un
amperímetro, A, o usando un voltímetro a una frecuencia determinada usando una
Resistencia Shunt, RS, o una punta de prueba corriente que convierta mA a los
mV. Medir la corriente con el voltímetro es particularmente útil para asegurar que
las frecuencias del generador de señal y del voltímetro no sean distintas. También
se puede mejora la exactitud usando el mismo instrumento para medir la corriente
y el voltaje. Los requerimientos de potencia de la fuente de corriente son
determinados por la intensidad corriente de la prueba, la impedancia del cable de
prueba de corriente, y la resistencia del electrodo de corriente remoto (punta de
prueba). Para una corriente de prueba dada, los requerimientos de potencia
pueden ser bajados directamente por la reducción de la resistencia cable.
Generalmente, con una fuente de 100 W, de 50-70 Hz serán suficientes. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, las corrientes a 10A se pueden obtener con
un amplificador de 1.5 kW

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