Apuntes Economia Introduccion A La Microeconomia
Apuntes Economia Introduccion A La Microeconomia
Apuntes Economia Introduccion A La Microeconomia
Introduccion a la Microeconomía
Introducción
Economía desarrollada: Donde existe división del trabajo, es decir, especialización productiva.
Donde los individuos, organizados en empresas, no producen para su consumo propio, sino
para vender sus productos a otros individuos y a otras empresas.
Características:
Precios de las mercancías: Otra forma de expresar las relaciones de intercambio de las mismas
en el seno de una economía de mercado.
Bienes de consumo: El producto final terminado, que es demandado en ultimo termino por los
consumidores.
Bienes de inversión: Productos terminados elaborados por las empresas que son demandados
por estas últimas (maquinaria, equipamiento, instalaciones, etc).
Los mercados de los diferentes productos son el punto de encuentro , por una parte, de los
productores, oferentes o empresas que ofrecen el producto que se trate; y por otra, de los
demandantes o consumidores que han recibido unos ingresos como retribución por parte de
las empresas, y que, por tanto, están en condiciones de pagar por los productos que compran
a las empresas que los ofrecen.
Y lo mismo ocurre con los mercados de factores productivos o mercados de recursos, que son
el punto de encuentro de oferentes o propietarios de los recursos y de los demandantes, que
son las empresas, que contratan factores productivos.
La demanda
Bien ordinario o un bien corriente: Si disminuye la cantidad demandada del mismo por parte
del consumidor al aumenta el precio del bien (pendiente negativa).
Bien Giffen: Cuando la curva de demanda-precio del bien sea creciente (pendiente positiva)
(aumenta la demanda al aumenta el precio).
Bien sustitutivo (bruto): Cuando al aumentar (disminuir) el precio del bien Z aumenta
(disminuye) la cantidad demandada de X. Ejemplo: Mantequilla y margarina. Resulta de la
pendiente positiva de la curva de demanda-precio de otros bienes .
Bien complementario (bruto): Cuando al aumentar (disminuir) el precio del bien Z disminuye
(aumenta) la cantidad demandada de X. Ejemplo: Coches y gasolina. Resulta de la pendiente
negativa de la curva de demanda-precio de otros bienes.
Nos indica cómo varía la cantidad demandada del bien X por parte de este consumidor cuando
varía su nivel de renta.
Bien normal: Decimos que el bien X es un bien normal si al aumentar (disminuir) el nivel de
renta de este consumidor, aumenta (disminuye) la cantidad demandada del bien. Es decir, si la
pendiente de la curva de demanda-renta correspondiente es positiva.
Bien inferior: Decimos que el bien X es un bien inferior si al aumentar (disminuir) el nivel de
renta de este consumidor, disminuye (aumenta) la cantidad demandada del bien. Es decir, si la
pendiente de la curva de demanda-renta correspondiente es negativa.
X=a-bp
Nos estamos refiriendo a la cantidad demandada del bien en cuestión por parte de un
consumidor, que depende exclusivamente del precio del bien.
La anterior curva de demanda está definida dentro del siguiente intervalo de variación del
precio del bien: pues la cantidad demandada por le consumidor nunca puede ser
negativa.
Esta función está definida en el intervalo y lo que nos indica, desde un punto de
vista puramente económico, es el precio que está dispuesto a pagar este consumidor en
función de la cantidad del bien que demanda en el mercado.
La curva de demanda del mercado nos debe indicar la cantidad total demandada por todos los
consumidores que operan en el mercado en función del precio del bien. La curva de demanda
de mercado es la suma de las curvas de demanda individuales.
La oferta
Nos indica la cantidad ofrecida del bien por parte de esta última, exclusivamente en función
del precio del propio bien.
Curva de oferta
La curva de oferta nos indica, desde un punto de vista puramente económico, la cantidad que
está dispuesto a producir y ofrecer una empresa de un determinado bien en función del precio
al que puede vender el producto, que es el precio vigente en el mercado.
x=c+kp
Luego la gráfica de esta curva de oferta es una línea recta creciente con una discontinuidad
cuando el precio es igual a m.
Esta curva inversa de oferta lo que nos indica, desde un punto de vista puramente económico,
es el precio que está dispuesto a percibir la empresa por la venta del producto, porque le
resulta rentable, en función de la cantidad del bien que debe producir y ofrecer en el mercado.
Esta función está definida para niveles de producción tale que en cuanto
que el precio del bien no puede tomar valores inferiores a m.
También puede apreciarse que la representación gráfica de esta curva inversa de oferta es la
misma que la de la curva de oferta con los ejes coordenados cambiados.
La curva de oferta del mercado nos debe indicar la cantidad total ofrecida por todas las
empresas que operan en el mercado en función del precio del bien, dado que todas las
empresas cobran el mismo precio al vender el bien, pero en general ofrecerán cantidades
diferentes al mismo precio.
El equilibrio de mercado
Que el precio que están dispuestos a pagar los consumidores al adquirir cada unidad del bien
que demandan debe coincidir con el precio al que están dispuestos a vender los productores o
empresas cada unidad del bien que producen.
Que la cantidad del bien que los productores están dispuestos a producir y vender en el
mercado debe coincidir con la cantidad que los consumidores están dispuestos a comprar o
demandar.
Ambas condiciones sólo se cumplen en el punto de encuentro o punto de corte de las curvas
de oferta y demanda del mercado del bien, donde cantidad cambiada pasa de estar en manos
de los productores a manos de los consumidores, al demandarla estos últimos.
Si esto es así, siempre habrá convergencia del precio vigente en el mercado al precio de
equilibrio ante cualquier perturbación que nos aparte de este último. Decimos entonces que el
mercado del producto de que se trate es estable.
El mercado puede ser inestable dinámicamente. Por ello las autoridades establecen un precio
de intervención al que compran todos los excedentes de los productos que no puede absorber
el mercado. Estos son los mercados regulados. Con estos se elimina todo foco de inestabilidad.
Si el estado impone un impuesto, la cantidad ofrecida y vendida por los productores debe ser
igual a la cantidad demandada por los consumidores en el equilibrio pero el precio que pagan
los consumidores no coincide con el que perciben los productores. Por otra parte, la cantidad
cambiada en el equilibrio del mercado con impuestos es menor que la correspondiente al
equilibrio inicial del mercado sin impuestos.
Cuando las autoridades establecen un precio máximo o bien un precio mínimo que oferentes y
demandantes deben respetar.
Elasticidades
Entonces la pendiente dp/dx debe ser igual a infinito. Con lo que la curva de demanda se trata
de una línea recta completamente vertical, paralela al eje de ordenadas.
Elasticidad unitaria: Decimos que la curva de demanda de un bien tiene elasticidad unitaria en
un punto cuando | | , es decir, cuando la variación del precio del bien en una determinada
proporción dp/p da lugar a una variación de la cantidad demandada dx/x en la misma
proporción (en el mismo porcentaje en ambos casos).
En tal caso, puede decirse entonces que la elasticidad de la curva inversa de demanda
es igual a cero: | |
De todo lo anterior puede deducirse que cuanto más vertical es la curva de demanda, más
rígida o menos elástica es. Y cuanto más horizontal es la curva de demanda, más elástica o
menos rígida es. La elasticidad unitaria sólo se consigue en ciertos casos particulares como
veremos a continuación.
El producto del precio del bien por la cantidad demandada (el gasto del consumidor en adquirir
ese bien) es siempre constante dentro de esta curva de demanda, lo mismo que la elasticidad-
precio, que sería igual a la unidad.
Cuanto mayor sea la pendiente de la curva de demanda, mayor será la elasticidad de esta
última. Pero como representamos siempre por convención la variable precio en el eje de
ordenadas, la pendiente será tanto menor cuanto más elástica sea la curva de demanda. Es
decir, que las curvas de demanda más horizontales son más elásticas que las curvas de
demanda más verticales. Aunque esta afirmación no es totalmente rigurosa porque la
elasticidad puede variar a medida que nos movemos a lo largo de una curva de demanda, pues
no tiene por qué ser constante en todos sus puntos.
También puede afirmarse que la elasticidad de una curva de demanda siempre tenderá
aumentar al aumentar el precio del bien, es decir, al disminuir la cantidad demandada. Esto
tiene su lógica, pues si el precio de un bien es muy elevado, un pequeño incremento del mismo
inducirá normalmente a los consumidores a reducir en mayor medida la cantidad demandada
que si ese mismo incremento del precio tiene lugar cuando el precio del bien es muy bajo.
Al igual que antes, cuanto más vertical es la curva de oferta, más rígida o menos elástica es. Y
cuanto más horizontal, más elástica o menos rígida es. Aunque estas afirmaciones no son del
todo correctas, pues la elasticidad de una curva de oferta, al igual que ocurre con la curva de
demanda, no es necesariamente constante en todos sus puntos.
Mide la sensibilidad de respuesta de la cantidad demandada del bien ante una variación del
nivel de renta del consumidor, permaneciendo constantes los precios de todos los bienes y
tiene las mismas propiedades que la elasticidad-precio.
Bienes normales son aquellos que su demanda aumenta cuando aumenta el nivel de renta del
consumidor. Tienen una elasticidad-renta positiva. Pueden ser de tres tipos:
Bienes inferiores aquellos otros cuya demanda disminuye al aumentar el nivel de renta del
consumidor. Tienen una elasticidad-renta negativa.
Puede haber otros bienes cuya demanda no depende del nivel de renta del consumidor, es
decir, aquellos bienes que el consumidor demanda en una determinada cantidad que es
independiente del nivel de renta del que disfruta. Tienen una elasticidad-renta nula.
La variación del ingreso total al variar en una unidad la cantidad demandada recibe el nombre
de ingreso marginal.
En el caso de los bienes de lujo sucede todo lo contrario al aumentar el nivel de renta del
consumidor. Como su elasticidad-renta es, por definición, mayor que uno, el incremento del
nivel de renta en una determinada proporción origina un aumento de la cantidad demandada
del bien en mayor proporción. Con lo que el gasto destinado a la adquisición de los bienes de
lujo gana peso en el presupuesto del consumidor, es decir, aumenta el porcentaje de la renta
del consumidor que destina a la adquisición de estos bienes cuando aumenta su nivel de renta.
La recta presupuestaria
El conjunto presupuestario no es más que el conjunto de cestas de bienes (x, z) que satisfacen
la restricción presupuestaria del consumidor.
La recta presupuestaria no es más que el conjunto de cestas de bienes (x, z) que satisfacen
estrictamente restricción presupuestaria. Está constituida por todas aquellas cestas de bienes
cuya adquisición por parte del consumidor exige de este último que gaste toda su renta.
La frontera del conjunto presupuestario del consumidor es la recta que en la grafica separa las
cestas que son asequibles o alcanzables para este último de las que no lo son.
La alteración del precio relativo de ambos bienes altera el coste de oportunidad del
consumidor, y la capacidad adquisitiva o renta real de este ultimo en términos del bien cuyo
precio a variado.
Efecto total
Llamamos efecto-renta provocado por la variación del precio de un bien cuando una
disminución (aumento) del precio de un bien afecta aumentando (disminuyendo) la capacidad
adquisitiva del consumidor. Aunque el nivel de renta monetaria o nominal del consumidor
permanezca constante, la alteración del precio de un bien origina una variación de la
Llamamos efecto-sustitución provocado por la variación del precio de un bien cuando una
disminución (aumento) del precio de un bien afecta inclinando al consumidor a demandar una
menor (mayor) cantidad de otros bienes sustitutivos del primero, cuyos precios se han
encarecido relativamente, y una mayor (menor) cantidad del bien en cuestión, cuyo precio se
ha reducido. Por este motivo, debido a la simple alteración de los precios relativos de los
bienes, incluso aunque la capacidad adquisitiva del consumidor permanezca constante, la
cantidad demandada del bien en cuestión se ve alterada.
Si se altera el precio de un bien, permaneciendo constante el precio de los restantes bienes, y
compensamos al consumidor con una variación de su nivel de renta nominal para que
mantenga constante su capacidad adquisitiva (variación compensada de la renta o variación
compensatoria de la renta*), es decir, su renta real inicial, la variación de la cantidad
demandada por el consumidor de este bien tendrá siempre signo opuesto a la variación del
precio del bien, en caso de que el consumidor elija otra cesta de bienes. Por eso se dice que el
efecto-sustitución es normalmente negativo, para ser más exactos, es siempre no-positivo.
( )
*la variación compensada de la renta tiene el mismo signo que la variación del precio del bien:
si aumenta este último aumenta la renta y viceversa.
Para terminar: Los bienes normales forzosamente tienen una curva de demanda-precio
decreciente, de pendiente negativa , porque ambos efectos son negativos y se
refuerzan mutuamente. Y sólo los bienes inferiores pueden tener una curva de demanda con
pendiente positiva, aunque esto es algo excepcional, porque ambos efectos tienen signo
opuesto y se compensan mutuamente. Por ello, todo depende del efecto que domine. Si
domina el efecto-sustitución, entonces el bien inferior de que se trate tiene una curva de
demanda-precio decreciente, de pendiente negativa. Pero si domina el efecto-renta, entonces
la curva de demanda-precio puede ser creciente, de pendiente positiva, para este bien inferior.
Este tipo de bienes recibe el nombre de “bienes Giffen”, para distinguirlos de los bienes
ordinarios o corrientes. El efecto renta es de signo contrario al de substitución, y mayor o
igual en valor absoluto
La función de producción
Factores fijos: la cantidad utilizada de ellos no varia con el nivel de producción (costes fijos,
constantes e independientes del nivel de producción).
Factores variables: si varía la cantidad utilizada de estos, aunque no varíen las cantidades
utilizadas del resto, también variará la cantidad producida del bien.
Una función de producción particular, donde la única variable desde un punto de vista
matemático que aparece es la cantidad empleada del factor del factor variable V, recibe el
nombre de curva o función de la productividad total del factor variable V. Se trata de un
ejemplo de función de producción de corto plazo.
Productividad media del factor variable: Se trata de la cantidad de output producida por
unidad empleada del factor variable, y es una forma de medir el grado de eficiencia o eficacia
con que se emplea este factor productivo.
Productividad marginal del factor variable: Nos indica la variación de la cantidad producida al
variar en una unidad la cantidad empleada del factor variable. O, dicho de otro modo, la
cantidad adicional de producto que se obtiene al aplicar una unidad adicional del factor
variable, lo suficientemente pequeña para que el cálculo de la derivada correspondiente tenga
sentido.
a) La productividad media del factor variable es creciente a medida que se emplea una
mayor cantidad de este factor, si y sólo si la productividad marginal de este factor es
mayor que la productividad media.
b) La productividad media del factor variable es decreciente a medida que se emplea una
mayor cantidad de este factor, si y sólo si la productividad marginal de este factor es
menor que la productividad media.
También puede afirmarse que las productividades marginal y media del factor variable
coinciden cuando la cantidad empleada de este último tiende a cero.
Esta ley se reduce a afirmar que sucesivas dosis aplicadas del factor variable dan lugar
finalmente a incrementos cada vez menores de la cantidad producida; es decir, que la
productividad marginal del factor variable es necesariamente decreciente en último término a
medida que aumenta la cantidad aplicada de este factor.
Cuando hay rendimientos medios decrecientes: el producto medio es mayor que el marginal.
Es suficiente con que la productividad marginal sea menor que la productividad media para
que esta última sea decreciente a medida que aumenta el nivel de producción.
es cóncava
Cuando la cantidad empleada del factor variable tiende a cero ambas productividades
marginal y media coinciden, por lo que la productividad marginal de este factor será en un
primer momento creciente, dado que debe ser mayor que la productividad media y esta última
es creciente.
La productividad marginal continúa su curso decreciente hasta que llega a anularse en algún
momento, con lo que se obtiene la máxima cantidad de producto posible, siendo este punto
denominado el Máximo técnico de la curva de la productividad total del factor variable.
Puede observarse en el gráfico que las productividades marginal y media del factor variable
coinciden cuando la cantidad empleada de este último tiende a cero. Y, además, cuando la
productividad media alcanza su máximo en el Óptimo Técnico, y, por tanto, la cantidad
aplicada del factor variable es .
También puede observarse que al ser creciente la productividad media del factor variable
hasta que la cantidad empleada de este factor es , la productividad marginal es mayor que la
productividad media, como bien sabemos.
Por tanto, lo que hace crecer la productividad media no es que la productividad marginal sea
creciente, que lo es hasta , sino que sea mayor que la productividad media; puesto que la
productividad marginal decrece en el intervalo ( , ) y la productividad media sigue
creciendo en ese intervalo.
A partir del Óptimo Técnico, cuando la cantidad aplicada del factor variable es , tanto la
productividad media como la productividad marginal son decrecientes, por lo que esta última
es menor que la primera, como bien sabemos.
En este punto se obtiene la cantidad máxima de producto posible. Pues como la productividad
marginal es cero, un pequeño incremento de la cantidad empleada del factor variable no
permite incrementar de ningún modo la cantidad producida. A partir de ahí, la productividad
marginal es negativa, con lo que un aumento de la cantidad empleada del factor variable lo
que hace es reducir, no aumentar, la cantidad producida. Esto se explica en cursos más
avanzados.
La productividad media del factor variable se representa gráficamente como la pendiente del
rayo vector que partiendo del origen de coordenadas toca a la función de producción. En la
figura se observa entonces lo siguiente:
a) Que la productividad media del factor variable crece hasta alcanzar un máximo cuando la
cantidad empleada del factor variable es vO. A partir de ese punto es decreciente, aunque
siempre se mantiene positiva. Ese máximo es precisamente el Óptimo Técnico.
b) Que en el Óptimo Técnico la pendiente del rayo vector que parte del origen y la pendiente
de la curva de la productividad total coinciden. De ahí que la productividad media sea igual a la
productividad marginal en ese punto.
Costes de producción
Los costes a corto plazo (presencia de factores fijos), costes marginales, medios y variables
Los costes totales, dependientes del nivel de output, son la suma de los costes fijos más los
costes variables. Los costes totales y los variables dependen no sólo de los precios de los
factores de producción sino de la cantidad empleada del factor variable. Los expresamos en
función del volumen de producción obtenido.
El coste medio es, por definición, el cociente entre el coste total y el nivel de producción. Otro
tanto puede decirse del coste fijo medio y del coste variable medio. El coste fijo medio es
siempre decreciente a medida que aumenta el nivel de producción. Y tiende a infinito cuando
el nivel de output tiende a cero.
El coste marginal es, por definición, el cociente entre la variación del coste total de producción
y la variación infinitesimal del nivel de output. Puesto que cuando varía el nivel de producción,
los costes fijos no se alteran, el coste marginal se define también como el cociente entre la
variación de los costes variables dividida por la variación del nivel de output.
Como al variar el nivel de producción los costes fijos no varían, el coste marginal se define
también como el cociente entre la variación de los costes variables dividida por la variación del
nivel de output.
Enfatizar que lo que hace crecer los costes variables medios con el aumento del nivel de
output no es que los costes marginales sean crecientes (pueden ser decrecientes), sino que los
costes marginales sean mayores que los costes variables medios.
Y, por el mismo motivo, lo que hace decrecer los costes variables medios con el aumento del
nivel de output no es que los costes marginales sean decrecientes (pueden ser crecientes),
sino que los costes marginales sean menores que los costes variables medios.
Todos los razonamientos realizados anteriormente comparando el coste marginal con el coste
variable medio son completamente iguales para el comportamiento de los costes medios.
Basta sustituir costes variables medios por costes medios.
También puede deducirse, por otra parte, que el coste marginal es igual al coste variable
medio cuando las productividades marginal y media del factor variable coinciden, esto es,
cuando el nivel de producción es cero o bien cuando estamos situados en el Óptimo Técnico.
De ahí que la curva del coste marginal debe cortar a la curva del coste variable medio en su
punto mínimo, es decir, en el nivel de output correspondiente al Mínimo de Explotación.
Partiendo ahora de la curva del coste variable medio es muy fácil obtener la curva del coste
medio, pues habría que sumar a la primera el coste fijo medio, el cual es siempre decreciente a
medida que aumenta el nivel de producción. Por este motivo, la curva del coste medio es una
versión desplazada verticalmente de la curva del coste variable medio, siendo este
desplazamiento vertical tanto menor cuanto mayor es el nivel de producción.
Finalmente, hay que señalar que el coste medio tiende a infinito cuando el nivel de output
tiende a cero, y esto es debido a que el coste variable medio tiende a un valor finito,
precisamente el valor que adopta el coste marginal cuando el nivel de output tiende a cero,
pero el coste fijo medio como es obvio tiende a infinito.
En el largo plazo no hay factores fijos, todos son factores variables. Por tanto, en el largo plazo
seleccionamos la capacidad productiva a instalar, esto es, el tamaño de la planta más
adecuado para obtener el nivel de producción de que se trate incurriendo en los costes
mínimos, que es tanto como decir, en los costes medios mínimos correspondientes a ese nivel
de output.
Consideremos, por ejemplo, que para obtener el volumen de output duplicamos las
cantidades empleadas de ambos factores productivos en relación con las utilizadas para
obtener el nivel de producción . En otras palabras, que se cumple que .
Hay que enfatizar que como en el largo plazo todos los factores productivos son variables, es
decir, no hay factores fijos, los términos coste total y coste variable resultan equivalentes, y lo
mismo sucede con los términos coste medio y coste variable medio.
La curva estándar de costes medios a largo plazo que se maneja en los libros de texto tiene la
misma forma, aunque por motivos diferentes, que la curva del coste variable medio del corto
plazo, y, por tanto, la misma coincidencia se presenta cuando consideramos la curva del coste
marginal a corto y largo plazo, por una parte, y la curva del coste total a corto y largo plazo,
por otra. La coincidencia en la forma geométrica entre ambas curvas de costes medios, de
corto y largo plazo, dado que la forma que adopta la curva de costes medios a largo plazo es
debida a los rendimientos de escala de la función de producción, que en un principio se
considera que son crecientes y pasan luego a hacerse decrecientes. Pero en el corto plazo, la
forma que adopta la curva del coste variable medio viene determinada por la ley de los
rendimientos marginales decrecientes, rendimientos que nada tienen que ver con los
rendimientos de escala de la función de producción de largo plazo.
La curva de costes medios a largo plazo como envolvente de las curvas de costes medios a
corto plazo
Por ello, para este nivel de producción, el coste medio a largo plazo coincide con el coste
medio a corto plazo. A su vez, también coincide con el mínimo coste medio a corto plazo
asociado al tamaño óptimo de la empresa, como puede apreciarse en la Figura para el nivel de
output .
Cosa que no ocurre para los restantes tamaños de la planta que consideremos, pues siempre
conllevan:
a) Bien exceso de capacidad productiva instalada: los tamaños de planta inferiores al tamaño
óptimo de la empresa, que, como puede observarse en la Figura, tienen un volumen de
producción típico inferior a , por lo que trabajan por debajo del óptimo de explotación
correspondiente.
b) Bien capacidad productiva insuficiente: los tamaños de planta mayores que el tamaño
óptimo de la empresa, que, como puede observarse en la Figura, tienen un volumen de
producción típico mayor que , por lo que trabajan por encima del óptimo de explotación
correspondiente.
Beneficio: La diferencia entre los ingresos derivados de la venta del producto menos los costes
de producción en los que incurre:
Coste de oportunidad del capital real invertido en la empresa: los intereses derivados de la
posible inversión financiera.
En términos económicos, se dice que una empresa obtiene beneficios positivos, cuando sus
beneficios contables superan los beneficios normales u ordinarios. En términos económicos,
obtener beneficios es sinónimo de obtener beneficios extraordinarios por encima del pago de
los factores de acuerdo con su coste de oportunidad, entre los cuales se encuentra
precisamente el factor capital que requiere ser retribuido con unos beneficios normales u
ordinarios.
Apuntes de Introducción a la Microeconomía Página 25
Maximización del beneficio de una empresa en el corto plazo operando en cualquier tipo de
mercado
La curva inversa de demanda de la empresa no es más que la curva de ingresos medios de esta
ultima:
Dado esto, la función de beneficios de la empresa se puede expresar del siguiente modo:
Lo que nos viene a decir es que si aumentamos en una unidad la cantidad producida a
partir del nivel de output en el que se cumple que el ingreso marginal es igual al coste
marginal, el ingreso marginal debe ser menor que el coste marginal.
Toda empresa maximizadora del beneficio debe situarse siempre en el tramo elástico de su
curva de demanda: debe lanzar al mercado un nivel de producción tal que la curva de
demanda a la que se enfrenta la empresa sea elástica para ese nivel de producción.
( ) ( )
| |
Cualquier empresa maximizadora del beneficio siempre opera en el corto plazo por
debajo del Máximo Técnico de la curva de la productividad total del factor variable que
contrata. Si el ingreso marginal debe ser positivo al igual que lo es también el coste marginal,
según lo visto en el apartado anterior, y el precio del factor variable también es positivo como
es lógico (no se puede contratar libremente a trabajadores pagándoles un salario w=0).
Entonces, forzosamente la productividad marginal del factor variable debe ser positiva. Con lo
que ninguna empresa maximizadora del beneficio alcanzará nunca en el corto plazo en el
Máximo Técnico de la curva de la productividad total del factor variable, donde la
productividad marginal de este factor es cero; y mucho menos lo sobrepasará, pues la
productividad marginal de este factor sería negativa.
Decisiones a corto plazo: Encaminadas a emplear de la forma más eficiente los factores fijos .
Decisiones a largo plazo: Encaminadas a establecer las cantidades de los factores fijos que son
rentables utilizar a la vista de la cantidad de output que le es rentable producir.
En el largo plazo ninguna empresa aceptará la existencia de pérdidas cuando decida producir
una cantidad positiva, porque en este caso o no se instalaría en el mercado o se saldría de él, y
dejaría así de operar. En el largo plazo, pues, el beneficio mínimo acepta-ble por cualquier
empresa sería cero para cualquier volumen de producción que la empresa decida lanzar al
mercado, dada la ausencia de costes fijos. Esta condición de obtener beneficios no-negativos
por parte de una empresa para operar en el largo plazo, equivale a exigir que el precio de
mercado no puede ser nunca inferior al coste medio de producción en el que incurre la
empresa en el largo plazo:
Las características fundamentales de un mercado competitivo, que lo definen como tal, son:
c) Existe un elevado número de empresas de pequeña dimensión, de forma que cada una de
ellas es capaz de producir una cantidad insignificante del bien de que se trate en relación con la
cantidad total producida por el conjunto de las empresas que operan en el mercado. Se dice,
pues, que en un mercado competitivo, la oferta está también atomizada.
a) A un precio superior al precio de equilibrio del mercado, la empresa no puede vender nada:
la cantidad demanda por los consumidores a esta empresa es cero (xe=0).
b) Al precio de equilibrio del mercado la empresa puede vender una cantidad variable que
depende de lo que sea capaz de producir y de la cantidad que le interesa producir.
c) A un precio inferior al de equilibrio del mercado, la empresa acapara toda la demanda del
mercado (las restantes empresas no pueden vender nada en principio). Por lo que la curva de
demanda de la empresa coincide en este tramo con la curva de demanda del mercado. La
cantidad máxima que puede ofrecer una empresa competitiva es insignificante en relación con
la cantidad que pueden demandar los consumidores al precio de equilibrio.
Ingreso marginal
Por lo que el ingreso marginal no sólo es siempre igual al ingreso medio y al precio de
equilibrio fijado por el mercado, sino que permanece constante a medida que varía la cantidad
demandada a la empresa por los consumidores, y vendida por esta última en el mercado.
La maximización de la función de beneficios de una empresa como sabemos del tema anterior
tiene lugar cuando el ingreso marginal es igual al coste marginal (condición de primer orden),
como en una empresa competitiva el ingreso marginal es igual al precio al que la empresa
vende el producto, que es el precio de mercado, el cual puede variar, pero no depende en
absoluto de la cantidad producida y vendida por la empresa.
Luego en principio puede afirmarse que la curva de costes marginales de una empresa
competitiva es la curva de oferta de esta última. Pues fijado el precio de equilibrio de mercado
queda determinado el nivel de output que a la empresa le interesa producir y vender u
ofrecer, tal que maximiza el beneficio de esta última, precisamente cuando coste marginal
correspondiente a ese nivel de producción es igual al precio de mercado. Y esta relación
sistemática entre precio y cantidad ofrecida por la empresa es totalmente independiente de la
curva de demanda del mercado y de la curva de demanda a la que se enfrenta la empresa.
Por tanto, la curva de oferta de una empresa competitiva no sólo es su curva de costes
marginales en su tramo creciente, sino el tramo creciente situado por encima de la curva del
coste variable medio de la empresa, pues en el mínimo de esta última curva coinciden el coste
variable medio y el coste marginal. Y a partir de ahí, es decir, para niveles de output mayores,
el coste marginal es mayor que el coste variable medio, siendo, por tanto, este último
creciente. Y para niveles de producción inferiores, el coste marginal, cuando es creciente, es
menor que el coste variable medio, siendo, por tanto, este último decreciente.
Nótese que el equilibrio a corto plazo de una empresa competitiva tiene lugar cuando la curva
de demanda de la empresa corta a la curva de oferta de esta última. Dado que la curva de
demanda de la empresa no es más que una línea recta horizontal que marca en el eje de
ordenadas el precio de equilibrio del mercado, que le viene dado a la empresa, y esta última lo
que hace es tomar una decisión sobre la cantidad a producir y ofrecer en el mercado, que
viene determinada precisamente por el punto de corte de esa línea recta horizontal con la
curva de oferta pintada en la Figura. Pues en la igualdad entre el precio de mercado y el coste
marginal de la empresa radica la maximización del beneficio por parte de esta última.
También hay que resaltar que para precios inferiores a pOE, que se corresponde con el
coste medio mínimo, la empresa obtendría pérdidas, pues a esta última le interesaría
producir y lanzar al mercado, de acuerdo con su curva de oferta, un nivel de producción
que es inferior a xOE; por lo que el coste medio en el que incurriría al producir ese nivel de
output sería mayor que el precio de mercado al que podría venderlo, que es igual al coste
marginal en que incurriría al producir el primero (el coste marginal es inferior al coste
medio para tales niveles de output inferiores a xOE).
En resumen, una empresa competitiva obtendría pérdidas, cuando no produce nada (el
importe de los costes fijos), o cuando produce un nivel de output positivo comprendido
entre xME y xOE.
Y, finalmente, cuando el precio vigente en el mercado es pOE, y, por tanto, la cantidad que
a la empresa le interesa lanzar al mercado es xOE (que se corresponde con el Óptimo de
Explotación), esta última no obtendría ni beneficios ni pérdidas, es decir, el beneficio sería
cero. Porque el precio de mercado pOE al que puede vender la empresa es exactamente
igual al coste medio en que incurriría al producir el nivel de output xOE, que alcanza su
valor mínimo, y, por tanto, es igual al correspondiente coste marginal.
Sería la suma horizontal de las curvas de costes marginales de cada una de las empresas.
Normalmente creciente, aunque tiende a hacerse cada vez más horizontal a medida que
aumente el número de empresas. Es discontinua debido a que a partir de un determinado
precio ninguna empresa ofrece ninguna cantidad del producto. Lo realmente importante que
hay que resaltar en el equilibrio a corto plazo dentro de un mercado competitivo es que dado
un determinado precio de equilibrio del mercado las empresas que no cierra, es decir que
lanzan un nivel de output positivo a ese precio incurren en los mismos costes marginales.
La curva de oferta a largo plazo de una empresa competitiva es su curva de costes marginales
a largo plazo situada por encima de su curva de costes medios, cuando ésta alcanza su punto
mínimo, donde los costes medios y marginales de largo plazo coinciden.
Hay que decir que, dado un tamaño de la planta, por ejemplo, el tamaño óptimo de la empresa
representado en la Figura, los costes marginales a corto plazo y a largo plazo sólo coinciden
cuando se trata del volumen de producción típico asociado a ese tamaño de la planta, que en
este caso es precisamente la dimensión óptima de la empresa. Sin embargo, como puede
apreciarse en la misma figura, la curva de costes marginales a corto plazo es siempre más
inclinada que la curva de costes marginales a largo plazo. Esto es, el incremento del coste al
aumentar el nivel de producción es siempre mayor en el corto plazo, donde el empresario no
puede alterar el tamaño de la planta, que en el largo plazo, donde el empresario puede ajustar
el tamaño de la planta.
Por este motivo, la curva de oferta a largo plazo de una empresa competitiva es siempre más
elástica, esto es, más sensible a las variaciones del precio del producto, que la curva de oferta
a corto plazo. Lo que quiere decir que un pequeño aumento del precio del producto origina un
mayor crecimiento del nivel de producción en el largo plazo, donde el empresario puede
ajustar el tamaño de la planta, que en el corto plazo, donde la empresa se encuentra
condicionada por un determinado tamaño de la planta que no puede modificar, que, por
tanto, limita su capacidad productiva máxima.
El equilibrio a largo plazo en una industria competitiva conlleva que los beneficios deben ser
cero en todas las empresas instaladas en la industria, porque si fueran positivos en algunas de
ellas, ello atraería la instalación de nuevas empresas, y si fueran negativos, el cierre y
desinstalación de empresas que están operando en el mercado.
Y los beneficios cero en el largo plazo conllevan que todas las empresas que operan en el
mercado competitivo adoptan el tamaño óptimo de la empresa establecido por la tecnología al
uso y la dimensión óptima correspondiente. Es decir, todas las empresas emplean el proceso
productivo más rentable de entre todos los conocidos y lanzan al mercado el volumen de
producción con el que se incurre, por tanto, en los costes medios mínimos a largo plazo
posibles.
Todo esto implica que los consumidores, demandantes de un producto obtenido por empresas
que operan dentro de un mercado competitivo, siempre pagarán el precio mínimo posible de
acuerdo con el conocimiento tecnológico disponible y los precios vigentes de los facto-res
productivos.
Por lo que la curva de oferta a largo plazo de una industria competitiva tenderá a ser
completamente horizontal, siendo la ordenada en el origen ese precio mínimo que pagan los
consumidores que no es más que el coste medio mínimo a largo plazo.
Por tanto, en el largo plazo todas las empresas que operan en un mercado competitivo utilizan
óptimamente la capacidad productiva instalada.
El monopolio de oferta
Características
La curva de demanda a la que se enfrenta una empresa monopolista coincide con la curva de
demanda del mercado, la suma horizontal de las curvas de demanda de los consumidores.
Desde una perspectiva de largo plazo, lo que distingue un mercado perfectamente competitivo
de un mercado monopolista es que en este último existen barreras de entrada a la instalación
de nuevas empresas, esto es debido a que en el monopolio de oferta no existe perfecta
transparencia en el funcionamiento del mercado.
En el caso del monopolio de oferta, la curva de demanda del mercado al ser la curva de
demanda a la que se enfrenta ella sola la empresa monopolista, es la curva de los ingresos
medios de la empresa. En cambio, la curva del ingreso marginal de esta empresa es una curva
diferente que se obtiene directamente a partir de la curva de demanda del mercado.
Esta curva del ingreso marginal es normalmente decreciente, pues se sitúa por debajo de la
curva de demanda del mercado, dado que el ingreso marginal es siempre inferior al precio de
mercado cuando la cantidad demandada por los consumidores es positiva; coincidiendo ambas
curvas cuando la cantidad demandada es cero.
Una vez obtenida la curva del ingreso marginal de la empresa monopolista, la cantidad de
producto que maximiza el beneficio de esta empresa se obtiene de la igualdad entre ingreso
marginal y coste marginal. Es decir, se trata de la abscisa del punto en que ambas curvas se
cortan. Y esto también puede observarse en la Figura cuando el nivel de producción es .
Como el coste marginal es normalmente positivo, dado que lo lógico es que al incrementar la
cantidad producida aumente el coste de producción, al precisarse del empleo de una mayor
cantidad de algún factor productivo por el que hay que pagar un precio positivo. Entonces, la
condición de primer orden para la maximización del beneficio por parte de la empresa mono-
polista obliga a que el ingreso marginal sea también positivo, pues ha de igualar al coste
marginal.
Esto conlleva que la empresa monopolista siempre se situará en el tramo elástico de la curva
de demanda del mercado cuando produce y vende el nivel de output que maximiza su
beneficio.
Lo que diferencia uno de otro tipo de mercado, es que no se puede establecer para la empresa
monopolista el Mínimo de Explotación como el nivel de producción mínimo que aquélla está
interesada en lanzar al mercado. Es decir, la empresa monopolista puede mantenerse
operativa lanzando al mercado un nivel de producción por debajo del Mínimo de Explotación,
es decir, por debajo del nivel de producción para el cual el coste variable medio alcanza su
mínimo y coincide con el coste marginal. Esto no era posible en competencia perfecta.
Esto es debido a que el precio de mercado al que se vende el producto es mayor que el ingreso
marginal de la empresa monopolista, algo que no sucedía en competencia perfecta, en que el
precio de mercado y el ingreso marginal siempre coincidían. Por lo que aunque el ingreso
marginal, que iguala al coste marginal para el nivel de producción maximizador del beneficio,
sea inferior al coste variable medio, es decir, aunque nos movamos dentro del tramo
decreciente y creciente de la curva de costes marginales situado por debajo de la curva del
coste variable medio, el precio de mercado puede ser muy bien mayor o igual que el coste
variable medio; pues es mayor que el ingreso marginal, y, por tanto, que el coste marginal en
el equilibrio de la empresa monopolista.
Por tanto, es perfectamente posible que esta última lance al mercado un nivel de producción
tal que el coste marginal sea inferior al coste variable medio, pero en cambio el precio de
mercado correspondiente al que la empresa puede vender el producto sea igual o mayor que
este coste variable medio, incumpliéndose, por tanto, la condición de cierre de la empresa.
Partimos de la igualdad entre ingreso marginal y coste marginal, condición necesaria para la
maximización del beneficio por parte de cualquier empresa, en particular si es una empresa
monopolista:
( )
| |
| | | |
Esta última expresión puede interpretarse del siguiente modo: la diferencia entre el precio de
mercado al que la empresa vende la cantidad producida y el coste marginal en que incurre
produciéndola, expresada esta diferencia como una proporción en relación con el precio de
mercado, es inversamente proporcional a la elasticidad-precio de la curva de demanda a la que
se enfrenta la empresa, que en el caso del monopolio de oferta se trata de la curva de
demanda del mercado.
Esto quiere decir que si la curva de demanda del mercado de un bien es muy rígida, el
monopolista aprovechará para cobrar un precio que difiere del coste marginal en mayor
medida que si la misma curva de demanda del bien fuera más elástica. Porque en el límite,
cuando la elasticidad-precio es infinito en valor absoluto, es decir, cuando la curva de
demanda del mercado es perfectamente elástica (algo inusual), entonces el precio de mercado
al que vendería el monopolista sería igual al coste marginal, y, por tanto, la empresa
Esto tiene sentido. Cuanto más elástica es la curva de demanda del mercado, un pequeño
incremento del precio provoca una acusada reducción de la cantidad demandada, y de ahí que
al dar lugar a una importante reducción del ingreso de la empresa, por ser el ingreso marginal
positivo, puede provocar una reducción del beneficio, algo en lo que la empresa monopolista
no está interesada, sino en todo lo contrario.
Lógicamente, nosotros sabemos que la curva de demanda de un bien es tanto más elástica
cuanto mayor es el número de bienes sustitutivos del primero existentes en el mercado.
Por este motivo, cuanto menor es el número de bienes sustitutivos, la empresa
monopolista es capaz de aprovechar su poder de mercado para cobrar un precio que cada
vez se aleja más del coste marginal de producción a medida que es más rígida la curva de
demanda del mercado, es decir, a medida que los consumidores no son capaces de
reaccionar con drásticas reducciones de la cantidad demandada al aumentar el precio del
bien, al dirigir su demanda hacia otros bienes sustitutivos de este último.
El monopolio natural
Una empresa monopolista reduce el nivel de producción que lanza al mercado y cobra un
precio superior al que cobraría esa misma empresa si se comportara de forma competitiva.
No se puede sustituir el mercado por uno de competencia perfecta porque los procesos
productivos no son divisibles. La empresa monopolista aprovecha las economías de escala.
Los costes fijos son muy elevados debido al enorme tamaño de la planta, en cambio el coste
variable medio y el coste marginal son relativamente pequeños. El coste de aumenter en una
unidad el output es muy pequeño o constante, por lo que el coste marginal es igual al coste
variable medio. El coste medio es mayor que el coste marginal, por lo que en caso de fijar las
autoridades un precio igual al coste variable medio tendrían perdidas.
Tarifas de dos tramos: El consumidor normalmente paga un precio determinado por cada
unidad demandada del bien, que guarda relación con el coste marginal; pero en la factura
también figura un peaje o término fijo por el uso de servicio, que es independiente de la
cantidad demandada del bien, cuyo objeto es contribuir a sufragar los costes fijos de la
empresa.
La empresa monopolista elegirá en el largo plazo el nivel de output maximizador del beneficio,
es decir, su dimensión, igualando, como en el corto plazo, ingreso marginal y coste marginal.
Además, también se tendrá que cumplir la condición de segundo orden para la maximización
del beneficio. A pesar de esto la empresa monopolista en el largo plazo no tiene por qué
adoptar la dimensión óptima, ni el tamaño óptimo, al contrario de lo que sucedía en
competencia perfecta. Es decir, la empresa monopolista no se ve empujada a situarse en el
mínimo de la curva de costes medios a largo plazo. Es decir, puede tener exceso de capacidad
productiva o capacidad productiva insuficiente.
Por otra parte, la empresa monopolista, como cualquier otra, en el largo plazo no aceptará
jamás la existencia de pérdidas si quiere mantenerse operativa dentro del mercado. Porque en
ese caso lo que hará es adaptar el tamaño de la planta, o la técnica que emplea, a la dimensión
del mercado para tratar de obtener beneficios positivos. Y si esto no es posible, se saldría del
mercado desinstalándose, liquidando la empresa.
Por este motivo, en el equilibrio del largo plazo la empresa monopolista sólo puede obtener
beneficios positivos, o en el peor de los casos, beneficios cero.
La competencia imperfecta
La curva del ingreso medio del monopolista discriminador perfecto se trataría de una curva
decreciente a medida que aumenta la cantidad de producto vendida:
Como es obvio, la curva del ingreso medio del monopolista discriminador perfecto coincidiría
con la curva de demanda del mercado cuando el precio alcanza su valor máximo ( ). Y
puesto que el precio p va disminuyendo a medida que aumenta la cantidad de-mandada x del
bien, el ingreso medio también disminuye.
El monopolista discriminador, dado que si éste quiere ven-der una unidad adicional de
producto, no tiene que rebajar el precio de las unidades del bien que estaba vendiendo hasta
ese momento. Por lo que su ingreso marginal es exclusivamente p, el ingreso derivado de la
unidad adicional que vende del bien. De forma que a medida que aumenta la cantidad vendida
aumentan inequívocamente los ingresos totales del monopolista discriminador en todos los
casos.
Esto es, por otra parte, evidente empleando la siguiente argumentación: en el caso del
monopolista ordinario, si tratara de producir y vender un nivel de output superior a xM, sus
beneficios se verían reducidos, porque el coste marginal (situado sobre la curva C’(x)) es mayor
que su ingreso marginal (situado sobre la curva I’(x)) para todas y cada una de las unidades
producidas y vendidas que exceden de xM.
En resumen, los beneficios (y los ingresos totales) del monopolista discriminador serán
siempre mayores (o las pérdidas menores) que los que obtiene el monopolista ordinario, no
discriminador de precios, inclusive aunque lanzara al mercado el mismo volumen de
producción que este último. Con mayor motivo serán mayores, porque el primero lanza al
mercado un nivel de output mayor, que, por otra parte, maximiza su beneficio, y que coincide
con el nivel de producción que lanzaría la misma empresa monopolista si se comportara como
una empresa en régimen de competencia perfecta.
Finalmente, hemos visto que el ingreso marginal del monopolista discriminador perfecto es
siempre es positivo, pues coincide con el precio de mercado. Por tanto, el nivel de output de
equilibrio puede situarse dentro de algún tramo inelástico o rígido de la curva de demanda del
mercado, y también dentro de algún tramo de elasticidad unitaria.
Se trata de una excepción a la regla general de que una empresa maximizadora del beneficio
siempre se sitúa en el tramo elástico de la curva de demanda a la que se enfrenta (donde el
ingreso marginal es positivo), que en el caso de monopolio de oferta es la curva de demanda
del mercado; porque esta afirmación sólo es aplicable si la empresa vende todas las unidades
producidas a un precio uniforme, lo que sí sucede con el monopolista ordinario, pero no
ocurre, obviamente, con el monopolista discriminador perfecto.
La competencia monopolista
Las empresas que operan en este tipo de mercado se enfrentan a sendas curvas de demanda
decrecientes, no horizontales como en el caso de la competencia perfecta. Y en esto guarda
semejanza con el monopolio de oferta aunque sean varias las empresas que operan en el
mercado y no una sola (de hecho pueden ser muchas, por eso se habla de competencia
monopolista). Porque las empresas en este tipo de mercado no son precio-aceptantes, sino
que tienen un cierto poder de mercado, al poder afectar al precio al que venden a los
consumidores simple-mente variando la cantidad producida, lo mismo que sucedía en el
monopolio de oferta.
En otras palabras, cada empresa tiene su propia clientela a la que abastece, de forma que al
aumentar el precio al que vende el producto, puede perder algunos clientes, pero no todos.
Esto confiere, pues, a la empresa en régimen de competencia monopolista, como en el
monopolio de oferta, un cierto poder de mercado como decimos.
En la competencia monopolista existe una diferenciación del producto elaborado por las
distintas empresas, siendo todos ellos sustitutivos próximos entre sí desde el punto de vista
del consumidor.
Luego el equilibrio en el largo plazo para una cualquiera de estas empresas, tiene lugar cuando
la curva de demanda de largo plazo a la que se enfrenta es tangente a la curva de costes
medios a largo plazo a la que tienen acceso todas las empresas de la industria, pues todas ellas
tienen la posibilidad de elegir entre las mismas técnicas de producción disponibles, y deben
pagar el mismo precio por cada uno de los factores productivos que contratan.
Con lo que en el equilibrio del largo plazo, cada una de estas empresas elegirá un determinado
tamaño de la planta, según la curva de demanda a la que se enfrenta, y lanzará al mercado un
determinado nivel de producción.
Pero como la respectiva curva de demanda a la que se enfrenta cada una de las empresas es
descendente, el punto de tangencia con la curva estándar de costes medios a largo plazo tiene
lugar necesariamente en la parte descendente de esta última curva. Lo que conlleva que el
tamaño de la planta elegido por cualquiera de las empresas en régimen de competencia
monopolista no es el tamaño óptimo de la empresa, al contrario de lo que sucedía en
competencia perfecta, sino un tamaño menor.
Con lo que cada una de estas empresas lanzaría al mercado un nivel de producción que no
coincide con el óptimo de explotación del tamaño de la planta elegido, sino menor. En otras
palabras, cada una de estas empresas operaría con exceso de capacidad, es decir, existiría
infrautilización de la capacidad productiva instalada por cada una de las empresas.
La empresa del gráfico alcanza una situación de equilibrio en el largo plazo lanzando al
mercado el nivel de producción xE, que puede vender al precio pE. Por cuanto que la curva de
demanda a la que se enfrenta y la curva de costes medios a largo plazo son tangentes en ese
punto. De forma que para el nivel de producción xE, el precio de mercado pE que están
dispuestos a pagar los consumidores por demandar esa cantidad de producto, coincide con el
coste medio de producción en el que incurre la empresa al obtenerlo. Por lo que, los beneficios
que obtiene esta última son necesariamente cero.
Y, además, también puede comprobarse que a cualquier otro precio distinto del anterior, la
empresa obtiene pérdidas, dado que el precio al que puede vender, situado sobre la curva de
demanda a la que se enfrenta, es inferior al coste medio de producción situado sobre la curva
de costes medios a largo plazo.
Por otra parte, una vez que la empresa ha elegido el volumen de producción xE a lanzar al
mercado, selecciona el tamaño de la planta óptimo para producirlo, que no es más que el
tamaño de la planta cuyo volumen de producción típico es precisamente xE. Con lo que la
curva de costes medios a corto plazo correspondientes a este tamaño de planta elegido es
tangente a la curva de costes medios a largo plazo en ese punto, como puede observarse en la
Figura.
También puede observarse en la misma figura que como la curva de demanda a la que se
enfrenta la empresa es tangente en el punto (xE, pE) a la curva de costes medios a largo plazo
en su tramo descendente, y, a su vez, esta última curva es tangente, por construcción, a la
curva de costes medios a corto plazo correspondiente al tamaño de la planta elegido por la
empresa, este tamaño elegido no es el tamaño óptimo de la empresa, sino inferior a él.
Porque, como ya sabemos, la curva de costes medios a corto plazo correspondiente al tamaño
óptimo de la empresa (con trazo discontinuo en el gráfico) es tangente a la curva de costes
Por este motivo, al elegir la empresa un tamaño de planta inferior al óptimo, el volumen de
producción xE que lanza al mercado es inferior al óptimo de explotación, donde la curva de
costes medios a corto plazo correspondiente a este tamaño de planta elegido por la empresa
alcanza su mínimo, como puede observarse en la Figura 19.3.
Competencia perfecta
Si el coste marginal es menor que el variable medio, nunca producirán las empresas en
competencia perfecta. Si el coste marginal es menor que el coste variable medio, entonces
estamos situados en niveles de producción inferiores al mínimo de la explotación en
competencia perfecta, porque sólo aquí el precio de mercado es igual al coste marginal en
equilibrio. En los restantes tipos de mercado, como el precio de mercado es superior al ingreso
marginal (igual al coste marginal en equilibrio), puede ser que el precio de mercado sea
superior al coste variable medio, y, por tanto, a la empresa le convenga no cerrar, sino
producir una cantidad positiva.
Las empresas que tienen función de oferta operan en mercados de competencia perfecta.
Las empresas que operan en mercados donde el output de equilibrio proviene de la igualdad
entre ingreso marginal y coste marginal NO TIENEN FUNCIÓN DE OFERTA, porque el precio de
mercado lo establece la curva de demanda. Sólo en competencia perfecta, donde el ingreso
marginal de cada empresa es igual al precio de mercado, existe una curva de oferta que es
independiente de la curva de demanda del mercado.
Monopolista
Hay libertad de entrada y salida. Hay exceso de capacidad: las empresas producen un nivel de
output que no está situado en el mínimo de la curva de costes medios, sino que es menor. No
hay beneficios extraordinarios (beneficios positivos), sino beneficios cero, precisamente
porque en este mercado hay libertad de entrada y de salida de las empresas. Lo mismo que en
el monopolio y el oligopolio, el precio de mercado es mayor que el coste marginal, porque es
mayor que el ingreso marginal, y en equilibrio estos dos últimos son iguales.
Monopolio discriminador
Obtiene mayores ingresos marginales.