Filosofía Según Platón
Filosofía Según Platón
Filosofía Según Platón
Platón, siglo IV a. de C., debe una enorme parte de su filosofía a Parménides y otra buena
parte a Sócrates. Se da cuenta del punto débil de la filosofía de Parménides y dice que éste
confunde la existencia con la esencia, las condiciones formales del pensamiento con las
condiciones reales del ser.
Para Sócrates todo lo que los hombres tienen que intentar en sus vidas es mantener la moral;
ser justos, moderados, equilibrados y valientes.
Cada una de esas virtudes es discutida por Sócrates, aplicando el intelecto de modo que no
quede ninguna confusión.
El concepto es la definición de esas virtudes, para llegar a tenerlos tan perfectos que
permitiera transmitírselas a los jóvenes para que las aprendan.
Platón toma ese concepto y lo utiliza para la definición de todo lo demás relacionándolo con la
idéa del bien, dando lugar al tema central de su doctrina.
Platón se da cuenta que el concepto es la esencia del objeto y la existencia. Esa unión es la
intuición intelectual de la idea. Sólo la idea existe y tiene esencia.
Las ideas de Platón son las que realmente existen. Lo que nos parece real en nuestra vida
son sólo sombras, ilusiones de lo que realmente es verdadero y que sólo se percibe con el
intelecto. Estas ideas no cambian y son perfectas.
Platón solía recurrir a relatos para exponer sus pensamientos filosóficos, como el que refiere
que el hombre tiene recuerdos anteriores a esta vida de otras experiencias del intelecto
perfectas de donde habitan los espíritus contemplando las esencias eternamente.
Describe la realidad de esta vida como una mera proyección difusa de las cosas verdaderas,
en la oscuridad de nuestro entendimiento. Esas proyecciones no son las cosas, se parecen a
ellas pero no son reales. El conocimiento sólo se obtiene con la intuición intelectual de las
esencias verdaderas. Platón reconoce una jerarquía y prioriza a la idea del bien por sobre
todas las demás. Las ideas para Platón son realidades que existen, las únicas, porque las
cosas de esta vida son sólo reflejos de ellas. Por eso su pensamiento se considera un
realismo de las ideas, que son trascendentes al hombre.