A Donde Pasaras La Eternidad

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¿A DONDE PASARAS LA

ETERNIDAD?
(A LA IGLESIA "NO SALVADA")

EN EL INFIERNO:
SI JESUCRISTO NO TE CONOCE

MAT 7:21-23 No todo el que me dice: "Señor, Señor",


entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel
día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros?" Y entonces les declararé: "Jamás os
conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad."

SI CONTINUAS EN PECADO DELIBERADO

HEB 10:26 Porque si continuamos pecando deliberadamente


después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya
no queda sacrificio alguno por los pecados

GAL 5:19-21 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes,


las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría,
hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades,
disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y
cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo
he dicho antes, que los que practican tales cosas no
heredarán el reino de Dios.

APO 21:8 Pero los cobardes, incrédulos, abominables,


asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los
mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la muerte segunda.

1CO 6:9-10 ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el


reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos,
ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de
Dios.

SI BLASFEMAS CONTRA EL ESPIRITU SANTO

MAT 12:31 Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será


perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el
Espíritu no será perdonada.

HEB 6:4-6 Porque en el caso de los que fueron una vez


iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos
partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra
de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después
cayeron, es imposible renovarlos otra vez para
arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí
mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública.

SI NO PERDONAS A AQUELLOS QUE TE HAN


OFENDIDO

MAT 6:14-15 Porque si perdonáis a los hombres sus


transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará
a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco
vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.

MAT 18:34-35 Y enfurecido su señor, lo entregó a los


verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. Así también
mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de
corazón cada uno a su hermano.

SI AGREGAS O QUITAS ALGO DE LA BIBLIA

APO 22:18-19 Yo testifico a todos los que oyen las palabras


de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios
traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro; y si
alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios
quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa
descritos en este libro.

SI ERES TIBIO

APO 3:15-16 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni


caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

SI NO CREES

HEB 3:18-19 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su


reposo, sino a los que fueron desobedientes? Vemos, pues,
que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.

APO 21:8 Pero los cobardes, incrédulos, abominables,


asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los
mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la muerte segunda.

SI PONES TUS TRADICIONES ARRIBA DE DIOS

MAR 7:7-9, 13 "Mas en vano me rinden culto, enseñando


como doctrinas preceptos de hombres." Dejando el
mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los
hombres. También les decía: Astutamente violáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición...
invalidando así la palabra de Dios por vuestra tradición, la
cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a
éstas.

SI NO MINISTRAS A OTROS COMO CRISTO, EL


SEÑOR

MAT 25:41-46 Entonces dirá también a los de su izquierda:


"Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido
preparado para el diablo y sus ángeles. "Porque tuve
hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis
de beber; fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y
no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. "
Entonces ellos también responderán, diciendo: "Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o
desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?" El
entonces les responderá, diciendo: "En verdad os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos,
tampoco a mí lo hicisteis." Y éstos irán al castigo eterno, pero
los justos a la vida eterna.

SI ERES UN SIERVO INFIEL

MAT 25:30 Y al siervo inútil, echadlo en las tinieblas de


afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.

SI NO DAS FRUTO ESPIRITUAL

MAT 7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y


echado al fuego.

MAT 13:22 Y aquel en quien se sembró la semilla entre


espinos, éste es el que oye la palabra, mas las preocupaciones
del mundo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra y se
queda sin fruto.

LUC 8:13-14 Y aquéllos sobre la roca son los que, cuando


oyen, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíz
profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la
tentación sucumben. Y la semilla que cayó entre los espinos,
éstos son los que han oído, y al continuar su camino son
ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres
de la vida, y su fruto no madura.

SI NO PERMANECES EN CRISTO

JUA 15:6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera


como un sarmiento, y se seca; y los recogen, los echan al
fuego y se queman.

JUA 6:66 Como resultado de esto muchos de sus discípulos se


apartaron y ya no andaban con El.

2PE 2:20-21 Porque si después de haber escapado de las


contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo son enredados en ellas
y vencidos, su condición postrera viene a ser peor que la
primera. Pues hubiera sido mejor para ellos no haber
conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido,
apartarse del santo mandamiento que les fue dado.

SI ERES REBELE CONTRA CRISTO Y SUS


MANDAMIENTOS

1JU 2:4 El que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda


sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él;

MAL 3:7-8 Desde los días de vuestros padres os habéis


apartado de mis estatutos y no los habéis guardado. Volved a
mí y yo volveré a vosotros- dice el Señor de los ejércitos. Pero
decís: "¿Cómo hemos de volver?" ¿Robará el hombre a
Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: "¿En qué
te hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas.

EN LOS CIELOS:
SI LE OBEDECES COMO TU SENOR

JUA 14:21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése


es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre;
y yo lo amaré y me manifestaré a él.

JUA 14:23 Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama,


guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él,
y haremos con él morada.

HEB 5:9 y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de


eterna salvación para todos los que le obedecen,

MAT 21:6 Entonces fueron los discípulos e hicieron


(obedecieron) tal como Jesús les había mandado,

SI PERMANECES EN CRISTO

JUA 15:5-8 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que


permanece en mí, y yo en él, ése da mucho fruto, porque
separados de mí nada podéis hacer. Si alguno no permanece
en mí, es echado fuera como un sarmiento, y se seca; y los
recogen, los echan al fuego y se queman. Si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que
queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en
que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.
LLAMADO AL ALTAR: (PARA AQUELLOS
QUE HABIAN ACEPTADO A CRISTO ANTES)

ARREPIENTETE de pecados deliberados y continuos

Pon Dios como #1 en tu vida

COMPROMETE pasar tiempo con El

Compromete obedecerle = obedecer su Palabra = Biblia

Compromete de no robarlo mas - comienza a diezmar, dar


ofrendas, y dar a los necesitados (a aquellos que Dios te dice
dar)

PERDONA a aquellos que te han ofendido

ESTUDIA los versos sobre el Espíritu Santo

Estudia los versos sobre el fruto del Espíritu

DESCUBRA TUS DONES ESPIRITUALES Y TU


LLAMAMIENTO -

Da buen fruto

Ministra su amor a otros

OBECECE A CRISTO DE TU CORAZON

La obediencia parcial es rebelión

Aun El esta en control o tu estas en control

La obediencia retardada es rebelión

El amor verdadero obedece - trae gran gozo

Copyright © 2002 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


reserva

Como Tratar Con Crisis en Tu Vida


por Ricardo Murphy
De todos los eventos en la vida, se puede saber claramente que nos enfrentarnos con problemas. Hay un
dicho que habla concerniente el hecho de que las únicas cosas que podemos saber de seguro son la muerte y
los impuestos. Probablemente, la única razón porque son tan seguros es que la mayoría de las personas
consideran estos dos ser problemas.

Los problemas vienen en varios tamaños y formas; unos son pequeñitos, otros son grandísimos. Unos son
buenos según la política, otros son malos según la Biblia. Conocemos como tratar con algunos, pero hay
otros que nos dejan asombrados.

Desafortunadamente, no podemos ir de compras por nuestros problemas. No podemos escoger aquellos que
recibimos y aquellos que dejamos. De hecho, ellos que nos dan la más dificultad y energía son aquellos que
más bien no quieren enfrentar. En vez de escoger los problemas, es casi como los problemas escogen a
nosotros.

El asunto no es si enfrentaremos los problemas, o si enfrentaremos ciertos tipos de problemas, sino ¿qué
haremos en medio de los problemas?

Es en medio de nuestros problemas que discernimos la diferencia entre un verdadero varón de Dios, y
alguien que únicamente asiste a una iglesia. Lo que rebosa de una persona en aquel tiempo demuestra lo que
hay dentro de su espíritu.

Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Mt 12:34b

Tomamos un momento para examinar la vida de Rey David, antes de que fuera el rey. Este evento, que está
en 1 Samuel, capítulos 29 y 30, sucedió mientras que Saulo era el rey, y David estaba escondiéndose. Porque
Rey Saulo quería matar a David, estaba habitando fuera de Israel, entre sus enemigos, los filisteos. También
con él, por alguna razón u otra, habían 600 otros desterrados de Israel, y sus familias. Juntos vivían en un
pueblo llamado Ziclag.

En capítulo 29 de 1 Samuel, los filisteos iban a guerrear contra Israel. Porque David y sus hombres estaban
habitando entre ellos, ellos fueron a juntarse con los filisteos, como parte de su ejército. Pero, los príncipes de
los filisteos no se sintieron cómodos con ésto, y pensaron y dijeron que David acaso podía cambiar de lados
durante la batalla, y así ganar el favor de Rey Saulo. Debido a ésto, el rey pidió que David y sus hombres
regresaron a su propio pueblo.

Es en este punto que vamos a leer, en el inicio de capítulo 30:

Y aconteció que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag al tercer día, los amalecitas habían hecho
una incursión en el Neguev y contra Siclag, y habían asolado a Siclag y la habían incendiado; 2 y se llevaron
cautivas las mujeres y a todos los que estaban en ella, grandes y pequeños, sin dar muerte a nadie; se los
llevaron y siguieron su camino. 3 Cuando llegaron David y sus hombres a la ciudad, he aquí que había sido
quemada, y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos.

1 Samuel 30:1-3

Pues, yo sé que todos enfrentan a varios problemas. Pero, personalmente no conozco a nadie que ha
enfrentado una situación tan grave como ésta de David. Su casa fue destruida por fuego, sus esposas y hijos
fueron llevados como esclavos, su ganado fue llevado, también todas sus riquezas: todo al mismo tiempo.
Suena un poco como lo que enfrentó Job.

Así, por el momento, ponte en los zapatos de David. ¿Qué vas a hacer? Por decir la verdad, sentado mientras
estás leyendo ésto, imagino que alcanzarás una tremenda respuesta espiritual. Pero, cuando está pasando a ti,
no es tan fácil. Es siempre bastante sencillo estar espiritual al sentarse y examinar la situación de otra
persona, porque se puede tomar una perspectiva apartada, objetiva. Pero, cuando es tu propia crisis, serás
más emocional, y las repuestas espirituales no vienen con facilidad.

La gente que consideramos ser unos gigantes espirituales pueden ser abatida en un momento por una crisis en
sus vidas. En muchos casos, la última cosa que alguien quiere escuchar dentro de una crisis es una respuesta
espiritual. Cuando estamos sufriendo, todo lo que queremos es algo para quitar el dolor. Sentimos como
decir, "Dame algo para quitar mi dolor; podemos platicar más tarde sobre lo concerniente a asuntos
espirituales."

David y sus hombres reaccionaron como nosotros hubieron reaccionado también. La Biblia dice que
"Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron fuerzas
para llorar" (1 Sam 30:4). Es una reacción típica, y de veras no puedo decir que yo no les culpo en alguna
manera.

Permíteme darte un secreto que el Señor me mostró. Cuando surge una crisis o problema, ¡cierra la boca!
¿Por qué? Porque las primeras palabras que salen de nuestras bocas usualmente no son las cosas que
queremos que salgan. Si cierras la boca, no puedes decir algo malo.

¿Cuánto tiempo se debe guardar la boca cerrada? Guárdala cerrada hasta que sea seguro abrirla sin peligro
espiritual. No sé cuanto tiempo tendrá; acaso dos segundos, dos minutos o dos días. Pero, no importa que
prolongado sea el tiempo, ¡guárdala cerrada! No la abras hasta que sea listo decir la cosa correcta.

¿Cuál es la cosa correcta decir? La cosa correcta es la siguiente: palabras, oraciones y declaraciones de fe que
capacitará a Dios mover a tu favor. Muchas veces, no recibimos una respuesta a nuestras oraciones porque
nos derrotamos con nuestras propias palabras.

Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.

Prov 18:21

Muchas veces, los creyentes no reciben las respuestas a sus oraciones debido a sus palabras. Ellos van a su
lugar de oración y oran buenas palabras de fe, hacen tremendas declaraciones, y esperan que Dios mueva.

Pero cuando salen de su closet de oración, empiezan a hablar el opuesto de lo que acaban de orar. Niegan sus
propias palabras de fe con sus palabras de incredulidad.

En el décimo capítulo del libro de Daniel, encontramos a Daniel buscando una respuesta del Señor. Dice que
ayunó y oro por 21 días (ver 2-3). Por fin, al final de aquel ayuno, un ángel del Señor vino con la respuesta.
No era que Dios esperó por tanto tiempo antes de enviarle la respuesta, sino que tomó tanto tiempo para que
la respuesta le llegara.

Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender
y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido. 13 Mas el
príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros
príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia.

Daniel 10:12-13

Dios envió a Daniel su respuesta de inmediato. Pero el ángel tenía a luchar contra el príncipe de Persia, un
gobernante demoníaco. Continuó batallando 21 días hasta que vino uno de los arcángeles, Miguel, para
ayudarle.

¿Qué piensas hubiera sucedido si Daniel no hubiera continuado orando todo aquel tiempo? ¿Qué hubiera
sucedido si había orado una oración rápida en su closet de oración, pues salió, miró a su alrededor y dijo,
"Pues, supongo que Dios irá a contestarme”. ¿Piensas que hubiera recibido su respuesta?

Estoy bien seguro que no hubiera recibido su respuesta. Fue la oración continuada de Daniel la que permitió
o capacitó a aquel ángel traer su respuesta.

Esto es como lo veo yo. Cuando oramos y pedimos a Dios para algo, instantáneamente el envía a un ángel
con nuestra respuesta. Mientras que continuamos esperando en fe, aquel ángel hace todo lo que puede para
traernos la respuesta. Luchando por las hordas demoníacas en el segundo cielo. Pero, cuando hacemos una
confesión negativa sobre aquel asunto, el ángel tiene que dar una vuelta y regresar al cielo.

Probablemente, hay muchos ángeles muy frustrados. Son los ángeles que han sido mandados a traernos
respuestas, bendiciones, sanidades... Pero, a causa de nuestras palabras, continuamos enviándoles al cielo.
Pues, al orar de nuevo, ellos empiezan una vez más en la jornada a traernos la respuesta. Por supuesto, ésto
solamente dura hasta que el momento cuando hacemos otra confesión negativa. Unos de aquellos ángeles
frustrados probablemente han empezado en la misma jornada docenas o aún cientos de veces.

En una situación de crisis, cuida tus palabras.

Regresamos ahora a la situación de David. Yo puedo visionarle sentado en medio de los cascotes de su casa.
Todo lo que había trabajado para obtener había sido destruido. Su papel con el rey estaba perdido, su casa
estaba destruida, su familia no estaba, las riquezas y el ganado que había acumulado también habían sido
llevados. Acaso él podría excavar un poco por los cascotes, mirando para ver si los amalecitas habían dejado
algo. Pero, más allá de todo, se sienta y llora.

Alrededor de él, los otros hombres están sentados en los cascotes también. Cada uno se enfrenta con
exactamente la misma situación que David… todo perdido; todo destruido. Todos ellos lloran con la angustia
de la situación.

Entonces, encima de todos los otros problemas, cuando parece que nada más podría pasar de malo, la
situación empeoró para David.

Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba
amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Mas David se fortaleció en el Señor su Dios.

1 Sam 30:6

La segunda cosa que la mayoría de nosotros hacen en una situación de crisis es buscar a alguien para culpar.
No importa cuál sea el problema; no puede ser nuestra propia culpa. Alguien debe tomar la culpabilidad por
nosotros.

Aprendemos este truco de Adán. ¿Recuerdas en Génesis capítulo tres, cuando cayó en pecado? Dios vino
caminando en el huerto para hablar con Adán (Gen 3:8). Porque Adán había pecado, se escondió de Dios.
Dios, quien por supuesto supo lo que hizo Adán, le preguntó sobre ésto.

Y oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron
de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto. 9 Y el Señor Dios llamó al hombre, y le dijo:
¿Dónde estás? 10 Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí. 11 Y
Dios le dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que
no comieras?

Gen 3:8-11

Permítame darte mi traducción bastante liberal, parafraseada de lo que respondió Adán en verso doce.
Prefiero poner su respuesta en español más moderno.

"Oigame, Dios, no es mi culpa! Sí, comí la fruta, pero solamente porque la mujer me la dio. Es su culpa! Si
no me hubiera dado la fruta, nunca la hubiera comido. Y de hecho, verdaderamente es tu culpa Dios! Si no
me hubieras dado a aquella mujer, nunca hubiera tenido este problema. Pues, Dios, verdaderamente no
puedes culparme a mí.”

Gen 3:12 (traducción liberal del autor)

Como humanos, tenemos un problema con el tener responsabilidad por nuestras acciones. Siempre buscamos
alguien para culpar. Especialmente en una situación como aquella que enfrentaba David. De alguna manera u
otra, tendemos a pensar que culpar a otro nos hará sentir mejor.

Pues, aquí está David, en los cascotes de su casa, llorando como los otros, y por el camino viene un amigo
para relatarle lo que los otros están diciendo sobre él. Después de todo, él fue su líder. ¿Qué podría ser mejor
que culpar a su líder? ¡Si la culpa es de alguien, debe ser suya!

Esto es precisamente como la gente culpa a su pastor hoy día por todos los problemas. No diezman, entonces
culpan el pastor por sus problemas financieros. No instruyen a sus hijos para ser piadosos, entonces culpan al
pastor porque sus hijos están involucrados en las drogas, alcohol, o el sexo. "Después de todo," se dicen a sí
mismos, "si el pastor hubiera instruido bien a nuestros hijos, no estarían haciendo estas cosas." Es bien
sorprendente como olvidamos la realidad que el pastor solamente tiene una hora por semana para enseñar a
nuestros hijos, mientras que nosotros como padres, tenemos la semana entera.

Me encanta la última frase en el sexto verso. Es aquí que se puede distinguir la diferencia entre un creyente
que es vencedor y una persona que solamente va a la iglesia.

Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba
amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Mas David se fortaleció en el Señor su Dios.

1 Sam 30:6

Todos alrededor de David están llorando y "David se fortalece en el Señor, su Dios." Esto es un tremendo
secreto de la vida cristiana. Cuando nosotros, como David, aprendemos a fortalecernos en el Señor, nada
podrá detenernos.

Pues, la pregunta es, ¿cómo se animó David en el Señor?

La Biblia no contesta directamente a aquella pregunta; por lo menos, no aquí. Pero la Biblia sí nos dice
mucho concerniente a su vida. Pues, si miramos a la vida de David, debemos encontrar como se animó en el
Señor.

Más que nada, la Biblia nos dice que David era un adorador. Más de un tercio de los Salmos (el libro de
adoración en la Biblia) están atribuidos a David. La primera cosa que dice la Biblia acerca de David, después
de que fue ungido por Samuel, es que fue llamado a la corte de Rey Saulo para cantar cuando el rey estaba
siendo oprimido por un espíritu maligno (1 Sam 16:18-19). En aquel tiempo, ya tenía la reputación de ser un
adorador.

Personalmente, puedo ver a David mientras que se sentía en su casa destruida. Sí, lloró por un ratito, pero no
pienso por mucho tiempo. Entonces él levantó sus ojos hacia el cielo, y empezó a cantar. No sé que cantó,
acaso Salmo 23, o quizá una parte de Salmo 91, o quizá una nueva canción que imagino por esta ocasión.
Pero sé que seguramente cantó.

¿Como yo sé que cantó? Porque la adoración era una parte fuerte de la personalidad de David. En aquella
emergencia, manifestó su verdadero carácter, y se expresó en cantos al Señor.

Aquí, en ésto está la diferencia entre David y los demás. Mientras que ellos lloraban y buscaban a alguien
para culpar, él estaba buscando a Dios. Mientras que ellos estaban celebrando una fiesta de consuelo, él
estaba haciendo un culto de adoración. Mientras que ellos estaban cayendo más y más profundamente en
depresión, David se fortaleció en el Señor.

Mientras que somos deprimidos y lloramos, Satanás tiene la victoria sobre nosotros. Pero, cuando estamos
alabando y regocijando, nosotros tenemos la victoria sobre él. Al momento que David se fortaleció y se
animó, el diablo perdió su poder sobre él, y David pudo proceder a pensar en como llevar a cabo el plan de
Dios para alcanzar su victoria.

Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Te ruego que me traigas el efod. Y Abiatar llevó
el efod a David. 8 Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos? Y El
le respondió: Persíguelos, porque de cierto los alcanzarás y sin duda rescatarás a todos.

1 Sam 30:7-8

David supo de donde vino su ayuda y consejo, y una vez que había terminado de buscar a Dios para sí
mismo, buscó a Dios para pedir consejo para estas circunstancias. No perdió tiempo antes de pedir al Señor
por su ayuda, y le fue dada una repuesta bien clara.

Estoy seguro que puedes escribir lo restante de la historia tú mismo. David y sus varones persiguieron los
amalecitas, y les encontraron "bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado" (1 Sam 30:16) y les
atacaron. La Biblia dice que David y sus 400 hombres ¡atacaron y mataron el ejército del enemigo durante un
período de 24 horas! No sé cuántos mató, pero ¡solamente 400 escaparon! (1 Sam 30:17)

¿Qué piensas que hubiera sucedido si David no hubiera tenido su pequeño culto privado y íntimo de
adoración? No sé exactamente, pero ésto sé claramente: no hubiera recibido la victoria en aquella situación.
No hubiera recobrado su familia, tampoco los hombres que estuvieron con él.

Un líder debe ser diferente que los demás. Una de las cosas que hace a un verdadero líder es su habilidad de
animarse en el Señor. Otra gente necesita escuchar a alguien decirles que Dios está en el control de la
situación. Un líder tiene una relación íntima con el Dios que tiene su control. Otra gente necesita que alguien
les diga lo que tiene que hacer; un líder halla siempre el plan de Dios. Otra gente necesita que alguien les
anime; un líder sabe como animarse en el Señor y le obedece.

Los creyentes mediocres no ganan las batallas. La victoria va a aquellos quienes, como David, saben como
animarse, buscan el plan de Dios, y atacan la fortaleza del enemigo. Dios busca estos tipos de creyentes.

¿Qué hizo la diferencia para David que le dio la habilidad para animarse en el Señor? El era un adorador. No
importa que tipo de problemas que enfrentas. No importa que tan oscuro parece. No importa que tantas
personas te están diciendo que vas a fallar. No escuches ésto, sino busca el Señor, y levanta tu voz en
adoración a él. No vivas "bajo tus circunstancias;" sube encima de ellos. No esperes que Dios venga donde
estás tú; vete donde está él.

Una de las mejores armas que tiene un creyente es la alabanza. Hay dos verdades concernientes a la alabanza
que la hace un arma tremenda.

1. "Tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel" (Sal 22:3) - Al levantar nuestras voces al Señor en
alabanzas, El está allí con nosotros. ¿Sabes algo? Donde está Dios, el diablo no puede obrar. Cuando alabas
al Señor, literalmente estás atando las manos del enemigo, frustrando sus ataques, y destruyendo sus planes
contra ti.

2. "Que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla..." (Fil 2:10) - Simplemente imagínate esto en tu mente.
Un demonio está andando furtivamente detrás de ti para herirte con el golpe fatal. Tú empiezas a cantar
alabanzas al Señor. El demonio debe parar y doblarse al nombre de Jesucristo. No puede atacarte mientras
que sus rodillas estén dobladas!

Cuando se alaba al Señor, no se puede estar deprimido. Justamente, el hecho de cantar alabanzas levanta tu
espíritu. Pero, aún más importante, las alabanzas mueven a Dios a obrar en tu favor.

Cuando alabamos al Señor, ponemos un alto en ser enfocados en el problema, y empezamos a ser enfocados
en Dios. Si enfocamos sobre el problema, el problema tiene poder y dominio sobre nosotros. Esto significa
que estamos "bajo" el poder del problema! Pero cuando alabamos al Señor, estamos bajo su poder y dominio.
Su poder y dominio nos harán capaces a vencer el problema!

Recientemente, tuve la oportunidad poner en práctica esta verdad fundamental. Estábamos dejando nuestros
proyectos en México para el verano, para viajar por los Estados Unidos y ministrar. Al entrar a Houston,
Texas, en camino a una iglesia para hacer una conferencia, nuestro motor explotó. Porque estábamos a
solamente 49 millas de la iglesia, llamamos a una grúa para llevarnos la distancia que nos faltó. Por supuesto,
ésto tomó todo el dinero que nos había quedado en el banco.

Esto ocurrió el jueves; el sábado, unos mecánicos de la iglesia me ayudaron a sacar el motor del autobús.
Sacamos la bandeja de aceite y encontramos unas tapas de varas, piezas de pistones, y unas varas tumbados
en éste. Los mecánicos me dijeron que necesitaba un nuevo motor (pues, yo podía entender ésto sólo) y
después de hacer una llamada, me dijeron que iba a costar $1,653.00.dólares.

En aquel tiempo, tenía menos de $100.00 dólares en mi bolsillo. Dije a los mecánicos que no tenía el dinero
para el motor, y silenciosamente empecé a pedir al Señor, "¿Qué vamos a hacer ahora nosotros?"

El Señor no gastó ningún tiempo en contestarme. El empezó a testificar a mi espíritu, recordándome de los
tiempos cuando tuvimos problemas parecidos en el pasado, y como él había provisto a cada uno de nuestras
necesidades. En unos 90 segundos, fui a decir a los mecánicos "No tengo el dinero" y a declarar "Dios
proveerá."

Los testimonios son muy importantes para nuestra fe. Es a través del escuchar lo que hizo Dios, y lo que
promete hacer, que levanta nuestra fe, y podemos seguir fuertemente adelante. Es por los testimonios que no
solamente aprendemos de la habilidad de Dios, sino que nos damos cuenta de su buena predisposición a
ayudarnos.

Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron
sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.

Apo 12:11

Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.

Rom 10:17

Mientras que Dios me recordó de numerosos momentos pasados cuando él obró en nuestro favor, mi fe se
levantó, y podía hacer una declaración de la bondad y misericordia de Dios. Podía estar firme y mirarlo a El
en mi fe.

Esto fue el sábado por la tarde. ¡El lunes por la mañana, fui al banco y deposité casi $2,000.00 dólares! ¿Qué
te parece ésto por una repuesta rapidísima? En menos de 48 horas, Dios proveyó todo lo que necesitábamos.

Desgraciadamente, la historia no paró allí. Dos semanas más tarde, habíamos arreglado el motor, y
estábamos listos para salir de aquel pueblo. Dijimos adiós y manejamos unas ocho millas. Es que tan poco
duró el motor que tuvimos que llamar a otra grúa para regresar a la iglesia.

La primera vez que se descompuso el motor me fue muy duro. La segunda vez fue aplastante. No recuerdo
ningún otro momento cuando yo era tan bajo emocionalmente que mientras esperábamos llegar la grúa para
llevarnos a la iglesia. No sé seguramente, pero me sentía probablemente igual a como que sentía David
cuando le dijeron que la gente pensaba apedrearle.

Manejamos hasta llevar el autobús a la iglesia y sacamos el motor otra vez. Me quedé en mi estado
emocional bajo durante todo el tiempo. Pero, una vez que llevamos el motor al taller, había que esperar unos
días. Tomé aquel tiempo para esconderme en la iglesia con mi Biblia y con mi Dios.

No me atrevo a decir que salí de aquella iglesia sintiéndome como un guerrero de dragones, ¡pero tampoco
salí como entré! Oraba, estudiaba la Palabra, adoraba al Señor, y continuaba orando. La depresión huyó, y
podía hacer lo que necesitaba hacer. Dios nos proveyó otro motor, y pudimos otra vez continuar nuestro
camino.

No importa el problema que te enfrenta; nuestro Dios es más grande. No importa que haces, no olvides que
no solamente es Dios el más grande, sino que a El le importa sobre cada una de tus necesidades.

Haz cualquier cosa que te es necesario hacer. Toma cualquier tiempo que sea necesario tomar. Pero,
enciérrate con Dios, adórale y déjalo levantar tu espíritu. David se animó en el Señor, y yo sé que ¡tú puedes
hacer lo mismo también!

Copyright © 2002 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos La


Novia de Cristo
por Ricardo Murphy
La mayoría de los creyentes esperan el regreso de Cristo. Sin embargo, Cristo espera por
nosotros también.

Para nosotros, esta palabra "esperar" es un acto pasivo, pero en la Biblia, esta es una palabra
activa. Esta palabra indica que necesitamos prepararnos para Cristo como nuestro novio en
vez de estar sentados en la iglesia esperándole.

La Biblia dice que somos la novia de Cristo. En Efesios, capítulo cinco, Pablo escribió sobre
la relación matrimonial. El explicó que esta relación matrimonial es un paralelo con nuestra
relación de Cristo (Efesios 5:32). Cristo es el novio y nosotros somos su novia.

En el mismo capítulo, Pablo escribió a los maridos que amen a sus esposas "para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante (defectos)" (Efesios 5:26-27).

Si nosotros somos la novia, entonces necesitamos llegar a ser sin manchas, ni arrugas, ni cosas semejantes. Esto
no es la responsabilidad de Cristo, porque no es El, el que tiene estos problemas, esta es nuestra responsabilidad
de prepararnos.

Necesitamos preparar por la boda con nuestro novio. En el libro de Ester, ella estuvo doce meses en esta
preparación. Por doce meses, ella se hizo hermosa para su marido. Esto no es porque ella es la reina, o porque
ella iba a ir delante del rey. No, la Biblia dice que ésta era la costumbre de las mujeres (Ester 2:12). Nada más,
solamente para hacerse hermosa para agradar a su marido.

¿Cómo? ¿Nosotros necesitamos una ducha para limpiarnos y purificarnos? ¡No! Para comprender esto, es
necesario ver ésto con nuestros ojos espirituales. Estos problemas son problemas espirituales. Necesitamos
eliminar estas cosas de nuestro espíritu.

¿Entonces, que son manchas? Las manchas son pecados. Cuando recibimos Cristo por nuestro Salvador, El nos
lava en su sangre para retirar estas manchas.

Pero, es posible recibir más manchas porque vivimos en un mundo de pecados. Hay muchas tentaciones en este
mundo. Por esta razón Cristo lavó los pies de sus discípulos. El dijo que tenía que lavar no sus cuerpos enteros,
sino nada más que sus pies, porque fueron sus pies que han venido en contacto con el mundo. Por lo tanto,
cuando venimos en contacto con el mundo, es posible ensuciarnos de las manchas del mundo.

Nosotros recibimos este lavamiento de las manchas del mundo cuando nos arrepentimos. Este arrepentimiento
es una parte necesaria dentro de la vida de cada creyente.

La segunda cosa aquí es "arrugas." ¿Qué son arrugas? Recibimos arrugas de nuestra preocupación y molestias.
Las arrugas son una muestra de falta de fe. Cuando tenemos fe verdaderamente, damos nuestros problemas a
Jesucristo. Entonces, estos problemas son sus problemas, no nuestras.

Pedro escribió de Jesucristo: "Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, por que Él tiene cuidado de vosotros" (1
Pedro 5:7). Si El tiene cuidado de ti, no es necesario que tú tengas cuidado por ti mismo.

Necesitamos llevar su yugo sobre nosotros…porque su yugo es fácil, y ligera su carga (Mateo 11:29-30).
Entonces, cuando damos todos nuestros problemas a El y permitimos a El cargarlas, ésto es fe.

La última categoría es de cosas o defectos semejantes. Frecuentemente pensamos que ésto consiste sólo en
algunas áreas de pecado, especialmente aquellas que en nuestra opinión son pecados grandes y visibles a otros.
Esta área de defectos es el problema más grande dentro de la vida de los creyentes.

Hay muchos lugares en la Biblia donde Dios habla de estos defectos, especialmente en el Antiguo Testamento.
Pero, en la mayoría de estos versículos, fueron defectos en animales que los Judíos dieron a Dios para una
ofrenda. Hay solamente un versículo en la Biblia donde Dios habla sobre esos defectos en los humanos; en
Levítico 21:18-20.

"Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado, o varón
que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga
sarna, o empeine, o testículo magullado."

Estos doce defectos nos impiden servir a nuestro Dios en la manera en que El desea. ¿Pero, éste es solamente un
problema en el Antiguo Testamento, verdad? ¡No! Nosotros somos una nación de reyes y sacerdotes (Apocalipsis
1:6). Entonces, estos defectos pueden ser los nuestros. No en una manera física, pero en una manera espiritual,
porque estos defectos representan defectos espirituales. Cada uno es un área dentro de la vida de una creyente.
Mire a algunos de estos conmigo.

· Ciego = una persona sin visión. Necesitamos una visión de Dios por nuestro propio ministro y vida. Sin una
visión es imposible para cumplir nuestro llamamiento.

· Sobrado = cuando usamos solamente una parte de la Biblia, no el total de la revelación que Dios nos ha dado
en la Biblia. En vez de estudiar toda la Biblia, creemos solamente un uno o dos asuntos dentro de la Biblia.

· Enano = una persona que nunca crece. Quizá es creyente desde hace veinte años. Pero, desde hace veinte años
es un bebé espiritualmente. Necesitamos crecer para ser un creyente maduro.

· Sarna = una enfermedad de mala comida. Si no comemos fruta y legumbres, en lo natural, vendrá sobre
nosotros esta enfermedad de sarna. Espiritualmente, esto es cuando no alimentamos buena comida a nuestros
espíritus. En vez de la Biblia, nuestro espíritu es alimentado con la televisión. Entonces, nuestros espíritus no
son saludables.

Hay doce de estos defectos; yo te di solamente cuatro. Pero, estudia este pasaje por ti mismo y pregunta a Dios
la significación de los otros.

Es necesario que la novia de Cristo se prepare para su boda. Necesitamos eliminar estas manchas, arrugas, y
defectos de nuestras vidas. Entonces, estaremos listos y hermosos para  nuestra boda.

Jesucristo regresa. Pero, El no vendrá antes de que nosotros, su novia, estemos listos para El.

Copyright © 2000 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


reservados.

Pokémon
Una Perspectiva Cristiana
por Débora Murphy

Pókemon es un dibujo animado y un juego que ha sido muy popular entre muchos niños y jóvenes. Fue
creado en Japón por la misma compañía que vende el juego "calabozos y dragones;" un juego oculto.

Pókemon es corto por "los monstruos de bolsillo" (en inglés es "pocket monster"). Como el otro juego,
Pókemon es un juego de actuación de papeles. El propósito es que el niño sea un amo (dueño) por ganar
fuerza (energía) a través de confrontaciones entre estos varios monstruos.

Ya que los pokemones son espíritus, tienen habilidades para hacer tales cosas como producir dolores de
cabeza, adivinar los pensamientos y aspirar las almas. Las cartas de energía son usadas para fortalecer su
propio monstruo o para debilitar su adversario.

Las cartas de cambio de Pókemon están puestas en un orden específico. Los colores representan niveles de
energía que refieren a la tierra, al viento, a la lluvia y al fuego. La religión shinto en Japón enseña que estos
tienen dioses detrás de sus poderes.

La energía psíquica, por ejemplo, permite al jugador causar enfermedad, dolor o confusión a alguien por un
pókemon.

El cantar repetido de una palabra es empleada como una manera para abrirse a una modificación de la
personalidad. Cada monstruo de Pókemon no puede repetir nada más que su propio nombre - una práctica
oculta. Pueden entrar en  trances también.

En 1997, 685 personas tuvieron ataques de epilepsia (la epilepsia es un espíritu malo manifestado en alguien)
mientras que miraban Pókemon en sus televisiones. Los dibujos animados demuestran el juego tal como sería
jugado si las barreras fueran borradas entre el mundo natural y sobrenatural.

¿Qué dice la biblia?

Efesios 5:6-13 - No debemos participar en las obras de las tinieblas. Pókemon es el resultado de las
influencias totalmente místicas.

Lucas 11:24-26 - Jesús enseñó que hay espíritus inmundos que pueden morar en nosotros. Los artículos de
Pókemon (juegos, libros, ropa con dibujos…) pueden dar una puerta de entrada para que demonios molesten
sus hijos. La ignorancia de como funciona Satanás no le protegerá de sus ataques.

Hebreos 9:27 - Toda persona muere una sola vez. En Pókemon, los niños están siendo adoctrinados en la
teoría de evolución y la misticismo, porque los monstruos mueren y envolucionan a nuevos pokemonos mas
poderosos. Hay aún un pókemon que puede hipnotizar.

2 Cróniques 33:6 - El oculto es real. Los juegos que usan, muestran, hablan… de lo oculto son
espiritualmente muy peligrosos.

Gálatas 5:16-23 - Las personas que practican la brujería no entrarán a los cielos. Los aprendices pókemon
deben seguir mucha formación y acciones rituales para llegar a ser "aprendices magistrales" con la habilidad
de controlar los pokemones y sus poderes.

1 Corintios 10:19-22 - No ser partícipes con los demonios. En Pókemon, hay unos monstruos que son
guardianes que están agarrados en un Pokeball hasta que el aprendiz les llame. Los aprendices traban amistad
con sus monstruos y forman una relación para buscar consejos y confianza.

El jugar con los artículos de Pókemon ha causado tantos problemas, violencia, y peligro a los estudiantes en
los Estados Unidos, que hoy día su uso es prohibido aún dentro de muchas escuelas públicas. Esto quiere
decir que es prohibido traerlos en bolsillos, llevar ropa de Pókemon, etc…

Por favor, ore y haga lo que nuestro Señor le instruye hacer. Es tiempo para estar firme para proteger
nuestros hijos de las influencias del enemigo. Recuerde, Pokémon enseña los básicos de muchas falsas
religiones y prácticas ocultas.

Pero, Pókemon no es nuestro enemigo - es Satanás y todo lo que se exalta contra Jesucristo. Pokémon es un
utensilio del enemigo para sembrar malas semillas en los niños.

Por la sangre de Jesús y el poder del Espíritu Santo, no permita que las doctrinas de demonios y las
falsedades vengan para adoctrinar su familia con prácticas ocultas ni con el misticismo oriental.

Mateo 17:14-21 - Orar y ayunar para que los niños sean librados del juego de Pókemon.

Efesios 612 - No luchamos el uno contra el otro, sino contra Satanás y sus demonios.. Hay verdaderos
espíritus malos que vienen con los pokemonos.

Ruego que nuestro Señor Jesucristo les protegerá a usted y a sus hijos de las influencias del enemigo.

Que sea con usted la gracia, la paz y el coraje, para mantenerse firme para la rectitud y la justicia.

Copyright © 2000 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


reservados.

Ezequiel 37
Los Huesos Secos
por Ricardo Murphy

Este estudio es hecho a la vista de lo que Dios hizo con Ezequiel, no de lo que Dios hizo con los huesos.
Tomamos el papel de Ezequiel, y nuestra ciudad y las iglesias toman el papel de los huesos secos.

1 - La mano del Señor vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del Señor, y me puso en medio del valle que
estaba lleno de huesos.

 Si tratamos de operar sin la ayuda y la dirección del Espíritu Santo, no alcanzamos nada.
 Jesús solamente hizo las cosas que el vio su Padre haciendo, necesitamos la misma actitud que Él
tuvo.

 Dios nos llevará a los lugares que Él necesita para sus propósitos, si se lo permitimos.

2 - Y El me hizo pasar en derredor de ellos, y he aquí, eran muchísimos sobre la superficie del valle; y he
aquí, estaban muy secos.

 Hay una sobreabundancia de sequedad (falta de agua viva) dentro de la iglesia hoy día. Dios quiere
que veamos ésto, no para vivir dentro de esta falta, pero para andar cerca y ver lo que está pasando en
la iglesia.
 Necesitamos nuestros ojos abiertos a lo que está alrededor de nosotros. ¿Si no vemos, cómo haremos
lo que es necesario para cambiar este mundo?

3 - Y El me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor Dios, tú lo sabes.
 Dios quiere hacernos varias preguntas para motivarnos a pensar. Él no necesita nuestras respuestas,
pero cuando Él nos pregunta es para que podamos aprender algo.
 Cuando Jesús tenía 12 años sus padres lo dejaron  en Jerusalén. Cuando regresaron lo encontraron en
el templo platicando con los sacerdotes y expertos sobre la ley. Ellos estaban haciendo preguntas a
Jesús y "fueron asombrados por sus respuestas." Podemos conocer a una persona inteligente por sus
preguntas, más que por sus respuestas. Solamente alguien sabio e inteligente puede hacer buenas
preguntas.

 No necesitamos demostrar nuestra sabiduría y entendimiento a Dios. Necesitamos aprender de Él.


Ezequiel demostró la sabiduría por su respuesta a Dios.

 Dios sabe sus propios planes. No necesitamos explicarle lo que necesita hacer, necesitamos oír de Él.
Muchos creyentes dicen, "Señor, este es mi plan, por favor, bendícelo." En vez de ésto, necesitamos
decir, "Señor, cuál es tu plan, yo quiero ser una parte de tu plan." El plan de Dios está siempre
bendecido.

4 - Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles: "Huesos secos, oíd la palabra del Señor.

 Antes de hacer una profecía, necesitamos oír de Dios. Necesitamos nuestras orejas espirituales
escuchando la voz de Dios. También, necesitamos tiempo reservado para oír su voz.
 Hay una enseñanza en el Cuerpo de Cristo hoy día, que viene del movimiento "Palabra de Fe" que
dice que necesitamos declarar "profecías" que son solamente declaraciones de fe. Las declaraciones
de fe son buenas, pero no son profecías. Necesitamos entender la diferencia entre la profecía y las
declaraciones de fe. Si solamente declaramos algo eso no quiere decir que es una profecía. Es
solamente una profecía cuando el Espíritu Santo dice esta cosa a través de nosotros.

 Una de las razones de la profecía es impartir la vida en las cosas que están espiritualmente muertas.
Dios motivó a Ezequiel a hablar las palabras de vida a aquellos huesos secos. Dios quiere que
nosotros, los creyentes de hoy, hablemos palabras de vida espiritual a las iglesias muertas, los
corazones muertos, y las personas que están espiritualmente muertas.

 Necesitamos recibir profecías del Señor por nuestra ciudad. Necesitamos su palabra, su plan, su
propósito, y necesitamos declarar estas cosas con las palabras de Dios. Esto puede causar resultados
maravillosos.

5-6 - "Así dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis. Y pondré
tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros,
y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor.' "

 El método favorito de Dios para la evangelización es una demostración de Su poder.


 Esta frase "sabréis que yo soy el Señor" es muy común en la escritura. Dios muestra su poder para
que nosotros, los pueblos del mundo, sepamos que Él es Dios.

 Tenemos  una tendencia a pensar que necesitamos la presencia del Señor, "su soplo" primero, antes
que venga la gente "los tendones y la carne." Pero, aquí Dios dice, que necesitamos más que
solamente "los huesos y la estructura de la iglesia" antes que Él puede llenarnos con su soplo.
Necesitamos una "masa crítica" de gente, para que Él tenga  algo para soplar y provocar avivamiento
interno.

7 - Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un
estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

 Uno de los problemas en la iglesia de hoy es una falta de unidad. Si nosotros, especialmente los
ministros, no somos unidos "hueso a hueso" no existirá la estructura que necesitamos para "la carne"
(la gente) de la iglesia.
 Me gusta más Salmos 133:1 en español que en inglés. Este versículo dice, "juntos (unidos) en
armonía." La armonía es un término musical que refiere a algunas notas musicales que son diferentes,
pero cuando estas notas están tocando juntos, hay un hermoso sonido. Las notas no son las mismas, y
no necesitan ser las mismas. Lo que necesitamos es trabajar juntos para hacer un hermoso sonido (un
hermoso trabajo).

 Primeramente él oyó, entonces habló y entonces Dios movió. Esto es la manera de Dios. Necesitamos
seguir a Dios de esta manera.

8 - Y miré, y he aquí, había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu
en ellos.

 Muchas veces esperamos demasiado de los nuevos creyentes. La iglesia tiene una tendencia a decir
que ellos necesitan ser perfectos antes de ser salvos. Pero, necesitamos traerles a Jesús primero, y
luego podemos trabajar acerca de cambiar sus vidas.
 Note que los huesos necesitaron ser juntados antes de que la carne pudiera crecer sobre ellos.
Comúnmente, estamos buscando a la gente (los músculos) para llenar la iglesia antes de que los
huesos (ministros) sean juntados.

9 - Entonces El me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: "Así dice el Señor
Dios: Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. '"

 La única manera que Dios puede mover aquí en el mundo es a través de las palabras, oraciones, y
acciones de su pueblo. El ya ha hecho todo que necesitó hacer; ahora es nuestra obra hacer la
voluntad de Dios aquí en el mundo.
 Jesús solamente hizo los hechos que Él vio haciendo su Padre (Jn 5:19). ¿Por qué pensamos que
podemos hacer las cosas que Dios no está haciendo? No tenemos el derecho presentar nuestro plan a
Dios para su bendición; nuestro papel es obedecerlo y completar su plan.

 En Génesis capítulo dos, Dios sopló la vida en Adán. Cuando Dios sopla, hay vida.

 Necesitamos un cuerpo (el Cuerpo de Cristo) para que llegue el soplo de Dios.

10 - Y profeticé como El me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un
enorme e inmenso ejército.

 Cuando obedecemos a Dios, esto trae vida. Cuando hablamos la Palabra de Dios, esto trae vida
también.
 Tenemos un problema con nuestras palabras. Proverbios 18:21 dice: "Muerte y vida están en poder de
la lengua..." Cuando hablamos palabras de duda y de miedo, estamos hablando muerte. Necesitamos
hablar palabras de fe, que traen vida. Necesitamos las declaraciones que traen vida espiritual en
nuestras ciudades, comunidades, y nación. Esto es probablemente el punto más importante de todo
este estudio. ¡Nuestras murmuraciones pueden destruir nuestras obras!

 Dios usó las palabras del profeta Ezequiel para traer vida a lo que fue muerte. Dios puede usar
nuestras palabras, cuando Él tiene el control de ellas, para traer vida espiritual a nuestros lugares de
muerte (nuestras ciudades). Sin embargo, si no permitimos a Dios hablar a través de nosotros, pues Él
no puede traer la vida a través de nosotros.

11 - Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen:
"Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."

 Cada lugar en que la Biblia habla sobre Israel, o los judíos, está hablando sobre la iglesia de hoy.
Somos el Israel espiritual de hoy.
 Verdaderamente la iglesia es seca y llenada con muerte. Pero, cuando seguimos el plan que está en
estos versículos, habrá vida en la iglesia otra vez.

 Los huesos secos (aquellas personas que no tienen la agua viva de Dios) dicen tres cosas:

 Somos secos - tenemos una falta de agua vida, el poder viviente del Espíritu Santo.

 No tenemos esperanza - aunque nuestro Dios es un Dios de esperanza, porque hemos sido lejos de Él,
hemos perdido nuestra esperanza. Somos desviados de la visión y el plan de Dios, pues llegamos a ser
desanimados por ver lo que está alrededor de nosotros.

 Estamos completamente destruidos - somos solos, Dios no está con nosotros, ni nadie otro. No
tenemos ninguna habilidad. No hay nadie que cuida de nosotros.

12-13 - Por tanto, profetiza, y diles: "Así dice el Señor Dios: He aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré
subir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. 13 Y sabréis que yo soy el Señor,
cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío.

 Dios creó la iglesia para ser un lugar de vida, pero por falta del Espíritu de Dios ella ha llegado a ser
un lugar de muerte. Solamente Dios puede sacarnos de la muerte espiritual a la vida espiritual.
 Dios dijo cuatro cosas a los huesos secos:

 Yo voy a abrir los sepulcros - aunque ustedes sienten que están entrampados en un lugar de la muerte,
sin tener una salida, yo voy a abrir estos lugares y les demostraré su libertad.

 Yo causaré a ustedes salir de sus sepulcros - Yo tengo un lugar mejor por ustedes. Ustedes no
necesitan vivir en un lugar de muerte. Yo tengo un lugar de vida por ustedes, yo quiero traerles a este
lugar.

 Yo quiero soplar mi Espíritu dentro de ustedes - Mi espíritu trae vida. Cuando mi Espíritu está dentro
de ustedes, ustedes tendrán vida y poder. No tengo solamente mi Espíritu disponible por ustedes, pero
deseo que mi Espíritu more en ustedes, para animar y obrar a través de ustedes.

 Yo quiero enviarles a  heredar la tierra - hay un propósito para tener mi vida y mi Espíritu dentro de
ustedes; esto es para poseer la tierra. No es suficiente estar dentro de la tierra, ustedes tienen que
señorear sobre la tierra. La tierra no pertenece a Satanás, ni a los incrédulos, la tierra pertenece a mi
pueblo.

14 - Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, el
Señor, he hablado y lo he hecho'- declara el Señor. "

 Ahora, la tierra no pertenece a nosotros, sino pertenece al enemigo. Pero, cuando el ejército de Dios
crezca, y tome su propio lugar, esta tierra volverá a nosotros. Dios quiere su voluntad completada a
través de nosotros. No solamente para conocer que Dios lo hizo, sino para que todos los otros lo
conozcan también.

 Cada vez que algo está repetido en la Biblia es por énfasis. Dios dijo aquí y también en versículo 13
que va a poner su Espíritu dentro de nosotros; hay un grande énfasis en esto. El propósito de Dios es
que su Espíritu está dentro de nosotros para animarnos. Esto no es solamente un deseo de Dios, pero
es un deseo fuerte.

Copyright © 2000 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos

Palabras de Bendición, Palabras de Maldición


por Ricardo Murphy

Cada creyente que yo he conocido quiere recibir más y más de las bendiciones de Dios. No solamente
quieren ser bendecidos, quieren que sus familias, sus amigos y sus iglesias sean bendecidas también. La
mayoría de su "tiempo de oración" se usa en pedir que Dios les bendiga, en una manera u otra.

Con tanto de nuestra oración enfocada sobre pedir las bendiciones, ¿por qué no estamos recibiendo las
bendiciones que tanto deseamos?

Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la
bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,

Deut 30:19

De hecho, hay numerosas razones porque acaso no recibimos una bendición; la primera es la falta de
obediencia. Casi todas las bendiciones que están mencionados en la Biblia son condicionales sobre nuestra
obediencia a los mandamientos de Dios. Si no les obedecemos, no recibimos aquellas bendiciones.

Pero, hay otra razón por la cual no recibimos las bendiciones de Dios, y esto es el tema que quiero tratar en
este estudio. Es decir, nuestras palabras.

Nuestras palabras traen poder. Son semillas espirituales, que "plantamos" para causar una cosecha de algún
tipo u otro. No estoy refiriendo únicamente de nuestras palabras de oración, sino de todas las palabras que
usamos. Todo lo que hacemos en la esfera espiritual es mediante nuestras palabras. Oramos con palabras,
adoramos con palabras, quebramos las maldiciones con palabras, echamos fuera a los demonios con palabras,
y bendecimos con palabras. Cada palabra que hablamos entra a la esfera espiritual y causa algún efecto.

En el primero capítulo de Génesis, Dios creó al entero universo con Sus palabras. Repetidamente, hallamos
la frase "y dijo Dios" (Gen 1:3; 6; 9; 11, etc.) seguido por "y fue así." Todo que Dios dijo, sucedió. Una parte de
lo que creó Dios con Sus palabras fue nosotros, la raza humana. El nos creó en Su imagen y Su semejanza
(Gen 1:26).

Debido a que estamos hechos en la imagen de Dios, por lo tanto parte de aquella imagen es que nuestras
palabras tienen el mismo poder creativo que tienen las palabras de Dios. Cuando decimos algo, esto ocurre;
acaso no de inmediato, pero cuando la semilla ha tenido el tiempo para crecer (madurar), llevará una cosecha.

Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto..

Prov 18:21

Muchas veces, oramos de una manera, tal como pedir que Dios nos sane, y entonces casi inmediatamente
decimos el opuesto. Si nuestras palabras de oración tienen el poder de traer el cumplimiento de esta cosa por
la cual habíamos estado orando, ¿por qué pensamos que las palabras que decimos cuando salimos de nuestro
tiempo de oración, no harán nada?

Cuando decimos el opuesto de lo que oramos, somos de doble ánimo. La Biblia nos dice que cuando somos
de doble ánimo, somos inestables en todos nuestros caminos (San 1:8). No podemos recibir las bendiciones
de Dios cuando somos de doble ánimo. De hecho, no podemos recibir nada que pedimos en oración cuando
somos de doble ánimo, porque nosotros negamos (invalidamos) nuestras propias oraciones (palabras) con
nuestras otras palabras.

Dios toma nuestras palabras en serio. Cuando decimos algo, El no solamente espera que cumplamos estas
palabras, pero El hace todo que pueda para asegurar que sean cumplidas (según lo que decimos). Aun si
olvidamos lo que decimos, por supuesto Dios no lo olvida. El nos requiere que cumplamos aquellas palabras.

Si un hombre hace un voto al Señor, o hace un juramento para imponerse una obligación, no faltará a su
palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca..

Num 30:2

Durante el reino de Rey David, había un tiempo cuando Dios trajo tres años de hambre extrema sobre Israel.
David, siendo un hombre de Dios, sabía que hubo una razón que provocó esta gran hambre, y pidió que Dios
le explicara la razón.

En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del Señor. Y el
Señor dijo: Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los gabaonitas.

2 Sam 21:1

Este verso naturalmente surge dos preguntas. ¿Quiénes eran los gabaonitas? Debido a que Dios mandó la
destrucción de todas las gentes de Canaán, ¿por qué se preocupó que Saúl mató a los gabaonitas?

Cuando Josué e Israel entraron en Canaán, ellos atacaron y derrotaron primera la gran ciudad de Jericó, y
luego Hai, propagó rápidamente las noticias de sus victorias. Aquellos que hablaban de ello probablemente
también recordaron los milagros que hizo Dios al subir Israel de Egipto. Por supuesto esto causó gran temor
en las varias gentes de Canaán.

Uno de aquellos grupos era la ciudad de Gabaón. En vez de prepararse por la batalla venidera contra Israel, o
formar una alianza militar con las otras ciudades cerca de ellos, ellos se fueron para hablar con la gente de
Israel (Jos 9:1-15).

Sin embargo, ellos no fueron a Israel en total honestidad, fueron para engañarles. De algún modo, sabían que
era necesario engañar a los israelitas para que ellos creyeran que fueran ellos de un lugar muy distante. Si no,
no podían hacer pacto con ellos. Por lo tanto, los embajadores de los gabaonitas se vestían en ropa vieja y
sandalias desgastadas. Llevaron pan seco y mohoso con ellos, y los odres vacíos y secos, para que pareciera
que ellos habían viajado de muy lejos a fin de hablar con Israel.

A ese punto, Josué y los ancianos de Israel hicieron un error grave. En vez de pedir a Dios que hacer, ellos se
confiaron en su propia sabiduría. Si hubieran pedido a Dios, El hubiera podido decirles del engaño que
hacían los gabaonitas. Pero, debido a que no lo hicieron, ellos adelantaron e hicieron pacto con los
gabaonitas.

Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del Señor 15 Josué hizo paz con
ellos y celebró pacto con ellos para conservarles la vida; también los jefes de la congregación se lo juraron.

Jos 9:14-15

Nosotros debemos recordar que esta gente, los gabaonitas, eran parte de la gente que Dios mandó que Israel
destruyera. Por hacer un pacto con los gabaonitas, la entera nación de Israel pecó, al no obedecer ese
mandamiento (instrucción) de Dios. Sin embargo, a pesar de esto, Dios tomó sus palabras en serio.

Una vez que ellos descubrieron el engaño, que les tomó tres días, la gente de Israel se enfureció. Aunque el
pacto fue hecho bajo falsos pretextos, ellos no destruyeron la gente de Gabaón, solamente les esclavizaron.

Y sucedió que al cabo de tres días después de haber hecho pacto con ellos, oyeron que eran vecinos y que
habitaban en su tierra... 18 Los hijos de Israel no los mataron porque los jefes de la congregación les habían
jurado por el Señor, Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los jefes. 19 Pero todos los
jefes dijeron a la congregación: Nosotros les hemos jurado por el Señor, Dios de Israel, y ahora no podemos
tocarlos.

Jos 9:16-19

En el mundo natural, cuando un pacto o una alianza entre dos naciones está hecha bajo falsos pretextos, es
considerada nula e inválida; es como si nunca hubiera existido. De hecho, va mucho más profundo que ésto.
No solamente es la alianza destruida, sino la mentira se hace una causa de guerra.

Los israelitas eran fieles a su pacto hasta el tiempo de Rey Saúl. Dios hizo un paso adelante y apoyaba la
palabra de los israelitas al mínimo hasta el tiempo de Rey David. A pesar de que la gente de Israel había
hecho aquel pacto fuera de la voluntad de Dios, y aunque se basó sobre una mentira, Dios requirió que Su
Pueblo le rindiera cuentas para cumplir sus palabras.

Cuando Saúl quebró aquel pacto, él puso en movimiento la fuerza espiritual necesaria para traer una
maldición sobre la nación de Israel. Esta maldición se manifestó durante los tres años de sequedad que
ocurrieron durante el reino de David.

No fue hasta que el Rey David satisfizo a los gabaonitas (porque ellos eran los que fueron agraviados) que
Dios puso un alto a la sequedad de Israel.

Hay dos ejemplos del Antiguo Testamento que tratan de la ciudad de Jericó. El primero era que cuando Josué
envió a los dos espías que se fueran a Jericó, ellos se escondieron en el hogar de una ramera, llamada Rahab.
Aunque ella era pecadora, pasó que ella era la única persona en la ciudad que recibió una bendición en vez de
la muerte.

Los dos espías que dieron su palabra (prometieron) a Rahab que ella y su familia no serían muertos, si se
quedaban en su hogar durante el ataque.

Y los hombres le dijeron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no reveláis nuestro propósito; y
sucederá que cuando el Señor nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad.

Jos 2:14

Cuando el ejército de Israel atacó a Jericó, Josué mandó a los dos hombres que habían sido los espías que
salvaran a Rahab y su familia. También declaró así al entero ejército (Jos 6:17) para que ellos estuvieron
enterados de la necesidad de guardar esta palabra.

No solamente recibió Rahab la bendición de vida, sino hallamos su nombre mencionado otra vez en la Biblia.
En el evangelio de Mateo, capítulo uno, Mateo comienza por dar el linaje de Jesús. En el verso 5, hallamos
que ella se había casado con un hombre llamado Salomón, y llegó a ser la bis-bis-abuela de Rey David, un
ancestro de Jesucristo.

El segundo ejemplo que trata de Jericó era la maldición que Josué habló sobre ella, después que había estado
destruido.

Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo, diciendo: Maldito sea delante del Señor el hombre
que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó; con la pérdida de su primogénito echará su cimiento, y
con la pérdida de su hijo menor colocará sus puertas.

Jos 6:26

Esta maldición era literalmente cumplida cuando la ciudad de Jericó fue reconstruido por Hiel, en primero
Reyes, capítulo 16:

En su tiempo Hiel de Betel reedificó Jericó; a costa de la vida de Abiram su primogénito puso sus cimientos,
y a costa de la vida de su hijo menor Segub levantó sus puertas, conforme a la palabra que el Señor había
hablado por Josué, hijo de Nun.

1 Rey 16:34

Fíjate que dice que la maldición que Josué había declarado era una "palabra del Señor." Aunque Josué no era
considerado como profeta, él estaba guiado por el Espíritu Santo. Como tal, cuando declaró aquella palabra,
fue bajo la unción y la guía del Espíritu Santo.

Acaso, te estás diciendo a ti mismo que estos solamente son ejemplos del Antiguo Testamento, y que los
asuntos no siempre son iguales en el Nuevo Testamento. Nosotros debemos siempre recordar que el Antiguo
Testamento no ha pasado, existirá hasta que desaparezca la tierra. Pero, si quieres un ejemplo del Nuevo
Testamento, estaré muy contento de dártelo.

Miramos algo de la vida de Jesucristo.

Un día, Jesús y sus discípulos caminaban de Betania a Jerusalén. Jesús tenía hambre, y decidió comer.
Desafortunadamente, la higuera de la cual quería comer, no tenía ningún fruto, por lo tanto, El la maldijo.

Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella,
no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. 14 Y Jesús, hablando a la higuera, le dijo: Nunca
jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos le estaban escuchando.

Mar 11:13

Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces.

Mar 11:20

¿Qué pasó al árbol? La fuerza de la maldición que dijo Jesús agarró aquel árbol y lo mató. Si había declarado
una bendición sobre ella, el árbol hubiera vivido. Pero, debido a que declaró una maldición sobre ella, murió.
Dios toma nuestras palabras tan en serio que El tomaba las palabras de la nación de Israel o de Jesús. El nos
ha dado la autoridad en la tierra para atar y soltar las fuerzas espirituales, las bendiciones, los ángeles y los
demonios. ¿Cómo? ¡Mediante nuestras palabras!``

Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que
desates en la tierra, será desatado en los cielos.

Mat 16:19

Normalmente, cuando leemos este verso, tendemos de pensar de ello en los términos de la guerra espiritual y
de atar a los demonios. En ninguna manera quiero quitar (sacar) aquel entendimiento de este verso. Sin
embargo, quisiera examinarlo en otra luz; la luz de nuestras palabras. Es mediante nuestras palabras que
atamos y soltamos aquellas cosas en el cielo y en la tierra.

Todo el poder espiritual que nosotros asignamos aquí en la tierra es mediante las palabras. Dios no nos
mandó usar lo mágico, hacer las pociones, los amuletos, o los ídolos. De hecho, El está muy fuerte en contra
de aquellas cosas. Nuestro único acceso a la esfera espiritual es mediante nuestras palabras.

Es también a través de las palabras que nosotros producimos las bendiciones y las maldiciones.
Desafortunadamente, demasiado frecuentemente, las palabras que usamos producen las maldiciones, en vez
de las bendiciones.

Todas las palabras son las semillas espirituales. Tal como, ellas están creadas para producir una cosecha. El
tipo de cosecha que traen depende del tipo de semillas. Cualquier ranchero sabe que uno no planta las
semillas de zanahoria si quiere una cosecha de maíz. No, uno planta las semillas de zanahoria para recibir las
zanahorias, y las semillas de maíz para recibir el maíz.

Si tú quieres una buena cosecha, no plantes las malas semillas. En Mateo, capítulo 13, Jesús contó una
parábola acerca de algunas cizañas. En aquella parábola, un hombre había sembrado buena semilla, pero vino
su enemigo y sembró mala semilla en medio de su buena semilla. Ambos empezaron a crecer, la buena
semilla y las cizañas. La buena semilla iba produciendo la cosecha que deseaba, pero la mala semilla era
solamente un problema que tenía que tratar; un problema que tomaría su tiempo, su fuerza, su dinero y
reducir su cosecha de la buena semilla que él había sembrado.

La diferencia entre nosotros y este hombre es que nosotros somos aquellos que sembramos la mala semilla,
no nuestros enemigos. Oh, acaso podemos culpar el enemigo, y de hecho le culpamos frecuentemente, pero,
en realidad, las semillas que están produciendo aquellas cizañas están saliendo de nuestras propias bocas.

Realmente, no debería sorprendernos que declaramos aquel tipo de semilla espiritual. Vivimos en un mundo
muy negativo. Desde que nacimos, nosotros hemos aprendido como ser negativos. Como decir algo de una
manera negativa, como esperar que las cosas negativas pasen en nuestras vidas, y como tener una actitud
negativa hacia aquellas personas alrededor de nosotros. Por lo tanto, estamos conformando a lo que hemos
aprendido.

Por otro lado, la Biblia es muy positiva. Aunque mucha gente, especialmente los inconversos, consideran que
la Biblia es negativa, esto no es verdad. La idea que es negativa viene de las personas que opinan que los
mandamientos de Dios a nosotros restringen nuestra libertad, en vez de darnos libertad.

Cada historia en la Biblia termina positivamente. Cada mandamiento está dado para nuestro provecho
(beneficio). De hecho, hay muchos mas mandamientos que nos dicen que hacer, para nuestro beneficio, que
hay mandamientos que nos dicen que no hacer.
Dios es positivo, esto es porque Su Palabra es positiva. Sus bendiciones son positivas, Sus mandamientos son
positivos, Su amor jasid por nosotros es positivo, Su actividad en la tierra es positiva. Cuando nosotros
conformamos nuestras mentes al mundo, hablamos cosas negativas. Pero, cuando conformamos nuestras
mentes a la mente de Dios, hablamos cosas positivas.

Debido a que estamos declarando las cosas negativas, de hecho estamos declarando las maldiciones sobre la
gente, en vez de declarar las bendiciones sobre ella. Por ejemplo, decimos que hay alguien que va a un
médico porque no se siente bien. El médico le examina, hace algunos estudios, y regresa con el diagnóstico,
"Tú tienes cáncer, y vas a morir en seis meses." Según la opinión del médico (como piensa), solamente te
está dando un diagnóstico. Según Dios, él está maldiciendo su paciente con la muerte. Si en efecto, la
persona muere, no es solamente que el médico le diagnosticó correctamente, sino porque la maldición que
declaró produjo una cosecha.

Las maldiciones no son solamente cosas que hacen los brujos. Cada palabra que hablamos es aun una palabra
de bendición o una palabra de maldición. Nosotros debemos poner una guardia sobre nuestras bocas, para
asegurarnos que solamente pueden salir de nuestras bocas las palabras de bendición.

Aquí, en México, hay una costumbre que demuestra bien este asunto muy claramente. Muchos hombres
mexicanos llaman a sus esposas por las palabras, "gordita", o "viejita". De alguna manera u otra, esto se
considera por ellos ser un término de cariño, pero las mujeres no están de acuerdo.

Generalmente, las jovencitas mexicanas son muy delgadas y las mujeres mexicanas casadas no lo son. De
hecho, no conozco a ni una mujer mexicana casada cuyo marido la llama "gordita" que no es gordita. Ni
tampoco conozco a una mujer mexicana flaquita cuyo marido la llama "gordita." Aquellos hombres
simplemente están recibiendo la "bendición" de lo que están proclamando con sus bocas.

Por supuesto, los varones no lo consideran ser una bendición. Si uno preguntara a los varones mexicanos,
"¿Qué tantos de ustedes quieren que sus esposas se engorden más y más?" ninguno levantaría sus manos. (Yo
conozco a una sola excepción; de un varón cuya esposa es antinaturalmente delgada debido a sus grandes
problemas de salud.) Pero, estos mismos varones, que no quieren que se engorden sus esposas, están
constantemente plantando las semillas de gordura en la esfera espiritual. Cuando reciben aquella cosecha, no
deberían ser sorprendidos.

¿Qué tantos tiempos llamamos a los niños por un nombre que declara sus características malas, en lugar de
las buenas? ¿Qué tantas veces les maldecimos por declarar las cosas malas que sucederán en sus vidas? ¿Qué
tantas semillas de maldiciones estamos plantando en las vidas de nuestros hijos?

Un padre dice a su hijo, "¡Si tú continúas corriendo así en las calles, uno de estos días vendrá un carro para
pegarte!" Luego, cuando viene aquel día, el padre no comprende por que su hijo fue pegado por un carro. Fue
a causa de sus palabras. Enseñe sus hijos a no correr en la calle, pero no lo haga con palabras negativas y con
maldiciones. Hazlo con palabras positivas de instrucción.

U otro padre dice a su hijo, "¡Tú nunca servirás por nada! Entonces, cuando crece su hijo, no alcanza nada.
El padre declara a todos que no puede ser su culpa, cuando de hecho, es definitivamente su culpa. Ellos
declararon la maldición sobre su hijo, y ellos solamente recibieron lo que declararon.

Si queremos lo mejor para nuestros hijos, nuestros cónyuges, nuestras iglesias, y nuestras comunidades,
debemos cambiar la manera que hablamos. Necesitamos eliminar las palabras de maldiciones que
actualmente hablamos, y aprender como hablar palabras de bendición.
La gente judía tiene un costumbre de declarar (hablar) bendiciones sobre sus hijos. Hay tiempos específicos
en la vida de un judío cuando los padres se hacen el tiempo para declarar estas bendiciones sobre sus hijos.
Estos tiempos son: el nacimiento de un niño, a su circunscisión (solamente los hijos), a su dedicación, a su
bar (o bat) mitzvah, y a su boda. Si un padre está al punto de morir, tomará el tiempo, como uno de sus
últimos hechos, declarar una bendición sobre sus hijos (algo parecido a una declaración sobre su cama de
muerte). Muchos judíos también bendicen a sus hijos los días de sus cumpleaños.

Cuando hablamos de una bendición, no estamos hablando acerca de un padre diciendo "que Dios te bendiga."
Esto no es una bendición, es una perogrullada, o un saludo. Hablar una bendición sobre alguien es declarar
aquellas cosas que tú deseas ver suceder en sus vidas.

Permítame darte algunos ejemplos:

Y los bendijo Dios, y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio
sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.

Gen 1:28 (Dios el Padre bendiciendo a Adán)

Maldito sea Canaán; siervo de siervos será para sus hermanos. 26 Dijo también: Bendito sea el Señor, el
Dios de Sem; y sea Canaán su siervo. 27 Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem; y sea
Canaán su siervo.

Gen 9:25-27 (Noé bendiciendo y maldiciendo a sus hijos)

Y el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de
pueblos. 4 Y te dé también la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia contigo, para que tomes
posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham.

Gen 28:3-4 (Isaac bendiciendo a Jacob)

Y bendijo a José, y dijo: El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha
sido mi pastor toda mi vida hasta este día, 16 el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos
muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y crezcan para ser
multitud en medio de la tierra.

Gen 48:15-16 (Jacob bendiciendo a los hijos de José)

A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu
padre. 9 Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como
leona, ¿quién lo despertará? 10 El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies,
hasta que venga Siloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos. 11 El ata a la vid su pollino, y a la mejor
cepa el hijo de su asna; él lava en vino sus vestiduras, y en la sangre de las uvas su manto. 12 Sus ojos están
apagados por el vino, y sus dientes blancos por la leche.

Gen 49:8-12 (Jacob bendiciendo a Judá)

Es interesante fijar que cada y toda de estas bendiciones que fueron declaradas en estos ejemplos ocurrieron
exactamente como él había declarado. En Génesis, capítulo 49, cuando Jacob bendijo a Judá, también
bendijo a sus otros hijos. Estos hijos volvieron a ser las doce tribus de Israel, cumplieron exactamente las
bendiciones que fueron habladas sobre ellos. La bendición que yo cité aquí, proclamado sobre Judá, no
solamente fue cumplido en el linaje de Rey David, sino mucho más mediante Jesús, el Rey de los Reyes.

La gente judía considera estas bendiciones de ser extremamente importantes. Los hijos anhelan recibirles de
sus padres, y en algunos casos harán casi cualquier cosa para asegurarse que les reciban.

En Génesis, capítulo 27, Jacob robó la bendición que pertenecía a su hermano mayor. El lo hizo por
disfrazarse como Essaú, e ir a su padre. Debido a que Isaac no podía ver bien, sucedió que Jacob robó esta
bendición.

... He aquí, el olor de mi hijo es como el aroma de un campo que el Señor ha bendecido. 28 Dios te dé, pues,
del rocío del cielo, y de la grosura de la tierra, y abundancia de grano y de mosto. 29 Sírvante pueblos, y
póstrense ante ti naciones; sé señor de tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los
que te maldigan, y benditos los que te bendigan.

Gen 27:27-29

Cuando Essaú regresó, se descubrió el engaño de Isaac, pero ésto no puso fin a la bendición que él había
robado.

Y tembló Isaac con estremecimiento muy grande, y dijo: ¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes de que
tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije? Sí, y bendito será.

Gen 27:33

Esaú era un hombre rústico del campo, un cazador, un "hombre macho." Sin embargo, él lloró cuando fijó
que su hermano había robado su bendición (Gen 27:34). El rogó que su padre le bendijera también. Debido a
que Isaac ya había bendecido al decir que su hermano Esaú le serviría a Jacob como siervo, no podía cambiar
lo que ya hizo. Aunque había pronunciado una bendición sobre Esau (Gen 27:39-40), casi no era una bendición,
sino más bien una declaración de la lucha (contienda) que Esaú tendría.

Las bendiciones no son proféticas, excepto en el sentido vago de la palabra "profecía." Una profecía viene
del Espíritu Santo, y está hablado mediante una persona. Una bendición viene de una persona, y va al
Espíritu Santo, a fin de que pueda ser cumplida. Dios manda a alguien a declarar una profecía a fin de que Su
voluntad pueda ser cumplida aquí en la tierra. La gente (un creyente) proclama las bendiciones a fin de que
su propia voluntad (que debería estar de acuerdo con la voluntad de Dios) pueda ser cumplida en la vida de
alguien.

Cuando proclamamos una bendición, igual que cuando uno hace cualquier cosa, debemos estar guiados por
el Espíritu Santo. En esta manera, en vez de solamente proclamar nuestra propia voluntad, también estamos
declarando la voluntad del Padre. Llegamos a ser instrumentos en las manos de Dios para cumplir Su
voluntad aquí en la tierra.

Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Gal 5:18

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Gal 5:25

Es importante a Dios que llegamos a ser gente que declaramos las bendiciones, y no solamente gente que
declaramos palabras vanas; o aun peor, gente que proclama las maldiciones. Hay más que suficiente gente en
el mundo, y aun en la Iglesia, que están proclamando aquellas palabras vanas. Aquellas personas tendrán que
rendir cuentas a Dios acerca de sus palabras vanas.
Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.

Mat 12:36

Si queremos que nuestros hijos sean bendecidos, debemos llamarles bendecidos. Si queremos que sean
inteligentes, debemos llamarles inteligentes. Si queremos que tengan sabiduría, debemos llamarles sabios. Es
tiempo que tomemos control de nuestras lenguas, y las usemos por los propósitos de Dios, en vez de los
propósitos del enemigo.

¿Por qué es esto importante para Dios? Porque solamente aquellas palabras que están declaradas como
palabras de bendición, o palabras de profecía, pueden ser usadas por El para alcanzar Su voluntad aquí en la
tierra.

Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la
bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,

Deut 30:19

Copyright © 2004 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


reservados.

¿Comó está Tu Capacidad Para Recibir?


por Ricardo Murphy

Mientras que nos preparábamos para entrar al Año Nuevo, con todos los proyectos ministeriales que
planeamos, Dios me hizo esta pregunta. Demasiadas veces, las obras que intentamos hacer para el Señor
tardan o están detenidas, debido a lo que nos parece ser una falta de provisión.

Nosotros servimos a un Dios de abundancia, un Dios de bendiciones, un Dios que se deleita en la prosperidad
de Sus siervos (Sal 35:27). Sin embargo, parece que no hay una multitud de creyentes que son muy prósperos.
De hecho, parece que una señal de ser creyente es el opuesto; que en vez de ser la cabeza, muchas veces
somos la cola; en vez de ser bendecidos, muchas veces somos los necesitados.

Si Dios es un Dios de abundancia y bendiciones, ¿por qué nosotros, quienes supuestamente estamos
intentando de hacer Su trabajo aquí en la tierra, podemos tener tantas faltas en nuestras vidas? ¿Cómo
podemos proclamar las bendiciones de Dios a otros, cuando no les estamos manifestándoles diariamente en
lo personal? ¿Cómo podemos cumplir Su obra, cuando tenemos que "mendigar" por cada peso que
necesitamos?

Hay un dicho que tiene la Iglesia en los Estados Unidos. "Si Dios pide la pizza, también El paga la cuenta."
En otras palabras, cuando Dios nos encarga hacer algo, El provee todo que necesitamos para cumplir la obra.
No nos falta porque Dios ha olvidado pagar la cuenta; nos falta porque no sabemos como recibir de El. No
falta porque Dios es limitado, falta porque hemos puestos algunos límites sobre la habilidad de Dios de
bendecirnos.

Si nosotros, la Iglesia, queremos cumplir la voluntad de Nuestro Padre Celestial aquí en la tierra, y extender
Su Reino, necesitamos sacar estos límites artificiales que creamos, y recibir la plenitud de lo que Dios tiene
para nosotros, materialmente, financieramente, y especialmente, espiritualmente.
No me refiero a una estrategia espiritual para enriquecerse rápido. Ha habido hasta hoy, demasiado de esta
mala actitud en el Cuerpo de Cristo. Ni me refiero a un método por torcer el brazo de Dios para que El nos
bendiga con una nueva casa, un nuevo carro y todos los otros deseos de nuestros corazones egoístas. Me
refiero a recibir la provisión y la bendición que Dios ya ha preparado ¡PARA QUE PODAMOS CUMPLIR
SU VOLUNTAD!

Hasta que la Iglesia aprende como recibir de Dios, y recibir con una motivación correcta, no veremos la
plenitud del Reino de Dios revelado aquí en la tierra. Hasta que vemos la plenitud del Reino, no veremos el
rapto. Es claro y sencillo. No para que podamos jugar un juego de prosperidad financiero con los
inconversos, sino que podamos demostrarles que nuestra prosperidad espiritual es mejor que su prosperidad
financiera.

Por lo tanto, ¿por qué no estamos recibiendo lo que Dios ha destinado que recibamos? ¿Qué son estos límites
artificiales que hemos creado? ¿Por qué los creamos originalmente? Y por fin, ¿qué podemos hacer para
quitarlos?

Estoy muy contento que preguntaste, investigamos estas preguntas y veamos lo que podemos hacer para
sacar unas áreas críticas de límites que nosotros hemos ignorantemente edificado, que están impidiéndonos
de tener la capacidad para recibir lo que Dios quiere y necesita que tengamos.

Yo quiero mirar primeramente al área de límites que es la fe.

Y una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo, mi marido, ha
muerto, y tú sabes que tu siervo temía al Señor; y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para
esclavos suyos. 2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella respondió: Tu
sierva no tiene en casa más que una vasija de aceite. 3 Entonces él le dijo: Ve, pide vasijas prestadas por
todas partes de todos tus vecinos, vasijas vacías; no pidas pocas. 4 Luego entra y cierra la puerta detrás de
ti y de tus hijos y echas el aceite en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas. 5 Y ella se fue
de su lado, y cerró la puerta tras sí y de sus hijos; y ellos traían las vasijas y ella echaba el aceite. 6 Y
sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo ella a un hijo suyo: Tráeme otra vasija. Y él le dijo:
No hay más vasijas. Y cesó el aceite. 7 Entonces ella fue y se lo contó al hombre de Dios. Y él le dijo: Ve,
vende el aceite y paga tu deuda, y tú y tus hijos podéis vivir de lo que quede.

2 Re 4:1-7

La primera cosa que quisiera apuntar en esta cuenta es la necesidad por una semilla. Cuando la mujer se fue
al profeta (Eliseo), él le preguntó, "¿Qué tiene en su hogar?" Pues, si ella estuviera como nosotros,
probablemente hubiera dicho, "No tengo nada, eso es por lo que vine a usted." La absoluta verdad es que
siempre tenemos algo, pero tendemos a no pensar en términos de lo que tenemos, sino en lo que nos falta.
Nuestro mundo negativo nos ha enseñado a ser negativos en nuestra perspectiva. Esta negatividad destruye
nuestra fe.

Otra vez, repito; siempre tenemos algo, quizás no es mucho, pero hay algo. Si nosotros queremos la
provisión y bendición de Dios, necesitamos enfocar en lo que tenemos; no tanto en términos de lo que
podemos hacer con ello, sino en términos de lo que Dios puede hacer con ello.

Lo que tenemos que hacer es aprender a ver las cosas como Dios las ve. No ver aquellas cosas que tenemos
en la perspectiva de los límites humanos, sino verles de la perspectiva de un Dios sin límites. Cuando
ponemos algo en las manos de Dios, El puede alcanzar grandes cosas con ello. Puede tomar lo poco que
tenemos y cambiarlo en cosas grandes.
Esta mujer, aun en su pobreza, había obviamente buscado en su hogar, antes de que el profeta le pidiera, por
algo que podía ofrecer a Dios. Ella había determinado que la mejor semilla que tenía era esta vasija de aceite.
Acaso no parece que es mucho, pero dentro de cada semilla, sea una semilla natural, una semilla de dinero,
una semilla de servicio, o una semilla de un regalo, hay una cosecha que está esperando a florecer.

El profeta dio unas instrucciones muy específicas a la mujer acerca de que hacer con su vasija de aceite. Su
primera instrucción fue que pidiera MUCHAS vasijas vacías de sus vecinos. A mí me gusta esto. Muchas
veces, cuando nosotros tenemos una necesidad, buscamos por un tipo de respuesta "casi suficiente."

No servimos un tipo de Dios "casi suficiente," por lo tanto no debemos esperar un tipo de respuesta de El que
es "casi suficiente." Si necesitas un carro, no debes pedir a Dios por un carro que es basura, debes pedirle por
lo que necesitas; un buen carro fiable, que ande bien. No estoy diciendo que pidas un Cadillac, estoy
diciendo que pidas algo que supla tu necesidad, y continuará a suplir tu necesidad.

Tener una mentalidad de "casi suficiente" es tener una mentalidad de pobreza. Es una forma de humildad
falsa, que piensa o dice "No soy digno de recibir más de esto."

Cuando las israelitas estaban en Egipto, vivían en un lugar donde nunca tenían suficiente. Porque eran
esclavos, ellos no cosechaban el beneficio de su trabajo, sino los egipcios. Ellos tenían que constantemente
luchar en todas las áreas de su vida a fin de sobrevivir.

Cuando Dios les sacó de Egipto, y ellos caminaban por el desierto, Dios les proveyó el maná. Ellos recibían
bastante maná para cada día. No tenían ninguna carencia, tampoco ninguna abundancia.

Pero, Dios no fue satisfecho con apenas proveer sus necesidades, El quería darles una provisión abundante.
El quería llevarles a una tierra que manaba con leche y miel, una tierra de bendiciones, una tierra en la cual
las cosechas eran tan enormes que ¡necesitaba dos varones para cargar un racimo de uvas! Esto es
abundancia. El profeta dijo a la mujer que pidiera muchísimas vasijas porque él sabía que ¡nuestro Dios es un
Dios de abundancia! Cuando él efectúa los milagros, son milagros de abundancia!

La próxima instrucción del profeta a la mujer fue que cerrara la puerta. ¿Por qué cerrar la puerta? Para
mantener la incredulidad fuera del lugar.

Jesús hizo igual Su ministerio en la tierra. Cuando Jairo vino a El, porque su hija estaba tan gravemente
enferma, Jesús se fue con él para verle (Mar 5:22; Luc 8:41). Sin embargo, antes de que pudieran llegar a su
hogar, un mensajero vino para decir a Jairo que su hija había muerto (Mar 5:35; Luc 8:49). Jesús no permitió que
la muerte le detuviera, y en efecto dijo que Jairo se aferrara a su fe (Mar 5:36; Luc 8:50). Al llegar a la casa,
Jesús encontró una muchedumbre típica de gente en duelo que recibían pago por lamentar a los difuntos, les
echó fuera, y cerró la puerta (Mar 5:40; Luc 8:54), para que ninguna incredulidad entrara mientras estaba
resucitándole de la muerte.

Siempre que uno vive o trabaja por fe, siempre hay incrédulos (aunque son por supuesto salvos) que de
buena gana les dicen que lo que están haciendo no tendrá éxito. No me refiero a los incrédulos no salvos, me
refiero a los incrédulos cristianos. Ellos que supuestamente han aceptado a Jesucristo como Su Salvador,
pero no confían en El.

La tercera instrucción que dio el profeta a la mujer fue que llenara las vasijas prestadas con el aceite que
tenía. Esto es la parte milagrosa. Mientras que ella empezó de derramar el aceite, Dios empezó de
multiplicarlo. Lo máximo que ella derramó, Dios lo multiplicó. Cada vez que una vasija fue llenada, sus hijos
le dieron otra, y ella continuaba derramando. La vasija de aceite que tenía fue multiplicado 20, 30, 50 veces,
acaso aún 100 veces! Hasta que…a ella se le acabaron las vasijas para llenar.

Al momento que la capacidad de la mujer por recibir cesó, el milagro de multiplicación que Dios hacía,
también cesó. Yo opino que aquella pequeña vasija de aceite que tenía, podría haber llenado un
superpetrolero, si ella hubiera tenido acceso a uno. Pero, no tenía uno. Por lo tanto, cuando cesó su
capacidad, su bendición cesó también.

Esto es la misma cosa que sucede a muchos de nosotros. Pedimos las bendiciones, pero no tenemos la
capacidad de recibir lo que pedimos. Dios no puede bendecirnos como queremos, simplemente porque no
tenemos ningún lugar para poner la bendición.

Hace años atrás, estaba trabajando como co-pastor de una iglesia en la parte norte del estado de Nueva York.
Esta iglesia era muy activa y tenía tres co-pastores, más el pastor principal. Uno de los co-pastores tenía la
responsabilidad de ser contador de la iglesia. Su petición regular de oración siempre era que alguien enviara
un cheque por $100.000 (dólares) a la iglesia.

Un día, yo pregunté al co-pastor por qué estaba constantemente haciendo esta misma petición de oración. Me
dijo que la iglesia tenía una deuda actual por un terreno que estaba comprando, y varias facturas, por
$40.000.

Le pregunté, "¿Qué vas a hacer con los otros $60.000?"

El dijo, "Ponerlo en el banco, en caso de que lo necesitemos."

Enfáticamente, moví mi cabeza para mostrarle mi desacuerdo, contestándole, "Hermano, no puedo estar de
acuerdo contigo por aquella petición de oración. No creo que Dios motivaría alguien de enviarles un cheque
por $100.000."

"¿Por qué?" Me preguntó."

"Debido a que no tienes una necesidad por $100.000. Tienes una necesidad por $40,000.00. Tan pronto que
depositas aquel dinero en el banco, dejarás de orar por la provisión, dejarás de tener fe en Dios, y empezarás
de tener fe en aquel dinero en el banco."

La gran mayoría de nosotros somos iguales. Pedimos por cosas, sin pensar en que haremos con ellas, una vez
que las recibimos. Limitamos nuestra capacidad, por nuestra incapacidad de usar lo que estamos pidiendo.

Recientemente, oí de un pastor que había estado orando a Dios para que le diera una iglesia de 1.000
miembros. Había una gran campaña evangelística en su ciudad, por lo tanto él y 200.000 personas fueron allí.
El evangelista recibió una palabra de conocimiento, que había allí un pastor que estaba orando por 1.000
miembros. El llamó al pastor que pasara al frente, y le preguntó si su edificio era suficientemente grande para
1.000 personas. Cuando el pastor dijo que no, perdió también la oportunidad de recibir todas aquellas
personas por las cuales había tanto orado. El no tenía la capacidad de recibirles.

Tenemos que tener una visión más grande que nosotros. Necesitamos tener un plan por lo que haremos que la
bendición de Dios se haga realidad.. Si no, podemos olvidar nuestro deseo por recibirlo.

En este momento yo tengo un plan por $100.000. Si Dios derramara esa cantidad de dinero en mis manos, yo
sé exactamente como lo usaría en mi ministerio. También tengo otro plan por $250.000. No tengo un plan
por $500.000, pero estoy orando a Dios para que me dé uno.

La última instrucción que dio el profeta a la mujer fue que vendiera el aceite, pagara su deuda y viviera por lo
que le quedaba. Me gusta mucho ésto, aquella frase ilustra la abundancia de la provisión de Dios. En vez de
dar la mujer suficiente para pagar su deuda, El le dio suficiente para alcanzar la necesidad de mañana
también. Aunque la mujer no había pedido que Dios provea por su futuro, Dios se encargó de esto también.
El milagro de multiplicación que hizo Dios no estaba limitada al problema del momento, sino a la entera
necesidad de la mujer.

Sin embargo, si la mujer tenía necesitad del dinero, ¿por qué Dios simplemente no le dio el dinero? Porque
Dios no tenía el derecho de multiplicar el dinero. Hacer así hubiera sido ilegal (falsificación de dinero), y
Dios nunca rompe la ley.

Dios hizo lo que Dios tenía el derecho de hacer. No podía multiplicar el dinero, porque no lo creó; el
gobierno lo creó. Sin embargo, él creó el aceite, por lo tanto podía multiplicar ésto.

La mujer en este cuento tenía fe. Ella tenía una necesidad, y sabía a donde tenía que ir para satisfacer esta
necesidad. Su capacidad por recibir estaba en proporción directa a aquella fe. Cuando se acabó su fe, también
se acabó su capacidad. Dios llenó cada pedazo de la capacidad que tenía.

Veamos a otra cuenta en el mismo libro, que demuestra otro aspecto de la fe. Esto es el efecto que una falta
de fe tiene en la capacidad de alguien por recibir. Igual como nuestra fe nos ayuda a recibir del Señor, una
falta de fe nos impide nuestra habilidad de recibir del Señor. De hecho, ella puede tanto impedirnos que
nosotros estemos muriendo en medio de gente que están siendo bendecidos.

Y aconteció que después de esto, Ben-adad, rey de Aram, reunió a todo su ejército, y subió y sitió a Samaria.
25
Y hubo gran hambre en Samaria; y he aquí, la sitiaron, hasta que la cabeza de un asno se vendía por
ochenta siclos de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de paloma por cinco siclos de plata.

2 Re 6:24-25

Israel (la parte al norte, después que la nación se dividió) estaba en gran aflicción. Su capital estaba rodeado
por el ejército de los sirios, había muchísima hambre y no parecía que tenían ellos ninguna ayuda natural. En
medio de todo ésto, el Señor dio una Palabra al profeta, Eliseo.

Entonces Eliseo dijo: Oíd la palabra del Señor. Así dice el Señor: "Mañana como a esta hora en la puerta
de Samaria, una medida de flor de harina se venderá a un siclo, y dos medidas de cebada a un siclo." 2 Y el
oficial real en cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios, y dijo: Mira, aunque el Señor
hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa? Entonces Eliseo dijo: He aquí, tú lo verás con tus
propios ojos, pero no comerás de ello.

1 Re 7:1-2

Desafortunadamente, uno de los príncipes de Israel (mencionado aquí como "el oficial real en cuyo brazo se
apoyaba el rey"), no creía en la Palabra de Señor. Aunque él era un hombre importante, un consejero del rey,
y posiblemente el "primer ministro" del reino, no era un hombre de fe. Tener una posición alta no nos da la
fe, y muchas veces quita la poca fe que tenemos.

El profeta, al oír las palabras de este consejero confiado, les respondió, y le declaró que su falta de fe
contenía un precio; el precio de su muerte. Aunque no está grabado en la Biblia, yo deseo saber cuál era la
reacción de este hombre importante ¿Ignoró las palabras del profeta, tal como lo hizo con la profecía? O
¿quizás esta palabra directa contra él en lo personal le llevó a pensar que posiblemente había algo de verdad
en lo que dijo el profeta?

Por supuesto que sí, tal como todas las profecías que da Dios, El lo llevó a cabo. A mí me gusta muchísimo
la manera en que lo hizo. El usó cuatro lepras para alcanzar una victoria por Israel, sin que ni un soldado
tuviera que levantar su mano para ir a la batalla.
Podemos entrar en una enseñanza muy profunda acerca de este punto, pero basta en decir esto: "sino que
Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo,
para avergonzar a lo que es fuerte;" (1 Cor 1:27).

Cuando ocurrió esta victoria, el rey encargó al mismo oficial la responsabilidad de vigilar la entrada de la
ciudad. Pero, la gente se apresuraba tanto en recibir del despojo, que ellos le pisotearon en su rapidez de
recoger el despojo. Pues, mientras que la gente de Samaria se gozaba de sus nuevas riquezas, preparaban
unas comidas elegantes, y se regocijaban en la victoria, este príncipe, por falta de fe, murió; exactamente
como dijo el profeta.

¿Qué tantas veces perdimos una bendición de Dios porque no creemos? La Biblia nos dice que "el justo por
la fe vivirá." (Hab 2:4; Rom 1:17; Gal 3:11; Heb 10:38). Esta frase es tan importante, que Dios la consideraba
necesario escribirla cuatro veces en las Escrituras. Si no vivimos por la fe, es posible que alcancemos en
morir debido por nuestra falta de fe.

Nuestra capacidad por recibir es limitada por nuestra aceptación de la Palabra de Dios. Igual que este
príncipe no aceptó la Palabra de Dios, declarada por el profeta, y por lo tanto no recibió nada; también
nosotros, cuando no aceptamos algo que Dios nos ha declarado, sea por Su Palabra escrita o Su Palabra oral,
no recibimos nada tampoco. En efecto, es posible que podamos estar en medio de las bendiciones, mirando
recibir a todos los otros, y no participar en la bendición por falta de fe.

Parecido a como nuestra falta de fe puede limitar nuestra capacidad por recibir, la gran fe puede aumentar
nuestra habilidad por recibir. Este término, "una fe tan grande," está hallado en solamente dos lugares en la
Biblia, y en aquellos cuentos, Jesús hablaba de la gente en la cual los judíos consideraban ser inconversos.

Y cuando entró Jesús en Capernaúm se le acercó un centurión suplicándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado
está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré, y lo sanaré. 8 Pero el centurión
respondió, y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado
quedará sano. 9 Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste:
"Ve", y va; y al otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló y
dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande… 13
Entonces Jesús dijo al centurión: Vete; así como has creído, te sea hecho. Y el criado fue sanado en esa
misma hora.

Mat 8:5-13 (también en Luc 7:2-10)

Mientras que estaba en la tierra, Jesús no tenía el hábito de hacer milagros por los romanos, samaritanos, y
otra gente no judía. De hecho, él rechazó de sanar a la hija de una mujer canonita, diciendo que ella era
parecida a un perro.

Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo
de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada… 25 Pero acercándose ella, se
postró ante El, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26 Y El respondió, y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos,
y echárselo a los perrillos. 27 Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que
caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te
suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento.

Mat 15:22-28 (también en Mar 7:24-28)

Estas dos personas se aferraron a un principio bíblico que muchos creyentes nunca aprenden. Esto es que
"sin fe es imposible agradar a Dios" (Heb 11:6). Aunque su capacidad por recibir de Jesús era esencialmente
cero, por su gran fe, ellos aumentaron su capacidad hasta el punto en la cual ambos recibieron milagros de
sanidad.

¿Cómo es que unas gentes que supuestamente no eran creyentes tenían esta gran fe, mientras que aquellos
que habían pasado sus vidas estudiando las Escrituras no tenían ninguna? O aún peor, ¿cómo puede alguien
venir a una campaña evangelística, sin conocer nada acerca de la Biblia y tener la fe por un milagro, mientras
que nosotros, que hemos estudiado la Biblia por años, no tenemos este mismo nivel de fe?

Yo opino que una parte de su gran fe surgió de sus necesidades. En ambos casos, no había ninguna otra
esperanza para ellos. Ellos necesitaban que Jesús hiciera algo, porque ningún otro podía ayudarles. En
nuestra sociedad moderna, nosotros tenemos demasiadas otras opciones. Por esta razón, muchas veces,
buscamos a Dios por un "último recurso," en vez de buscarle como nuestra primera y única elección.

Si Dios no es nuestra primera, última y única esperanza, El no es nada. Dios no se mueve cuando tenemos un
plan B, ni tampoco mueve nada cuando estamos intentando usar todas las otras posibilidades. El se mueve
cuando andamos en fe sobre las aguas, y esperamos que El nos mantenga, porque nada ni ningún otro puede.

La gran fe, en efecto, cualquier tipo de fe, se manifiesta por nuestras palabras. Nuestras palabras son una
expresión de nuestra fe, o falta de fe. Cuando usamos palabras de fe, para declarar lo que dice la Palabra de
Dios, nosotros recibimos lo que estamos confesando. Sin embargo, cuando usamos las palabras que son las
opuestas de lo que estamos confiando, también recibimos lo que decimos, a pesar de que no es lo que
queremos.

Recuerda, Dios creó este entero universo con Sus palabras. En capítulo uno de Génesis, vemos como Dios
usó Sus palabras para efectuar la creación. El imaginó lo que quería crear, creó en la fe para cumplirlo, y
entonces lo declaró. Lo que declaró, aconteció.

Frecuentemente, en vez de decir lo que queremos, decimos lo que es. La fe siempre declara acerca de las
cosas que todavía no se han manifestado en el mundo natural. Al declarar por la fe lo que todavía no está
manifestado, nosotros ayudamos a traerlo de la esfera espiritual a la esfera natural.

Nosotros debemos entender que hay una diferencia entre la realidad y la verdad. La realidad es lo que vemos
a nuestro alrededor; la verdad es lo que está escrito en la Biblia. Si alguien tiene cáncer, la realidad es aquel
cáncer. Sin embargo, la verdad es "por sus heridas hemos sido sanados" (Is 53:5; 1 Ped 2:24). Si pasamos
demasiado tiempo en enfocar en la realidad del cáncer, ayudamos que aquel cáncer venza a su víctima, y que
muera. Sin embargo, si enfocamos en la verdad de que Dios es Sanador, y lo que dice la Biblia en este
aspecto, ayudamos a que la sanidad se cumpla.

Nuestras palabras son como las semillas espirituales. Les confesamos, "sembrándoles" en la esfera espiritual.
Dios ayuda a madurar a aquellos que son de la fe en el Señor y Su Palabra, y les lleva una cosecha de
bendiciones de acuerdo con sus palabras. Aquellos que no son de la fe, crecerán en sus maldades y recibirán
una cosecha de maldiciones en vez de bendiciones.

En capítulo cuatro de Segundo Reyes, había una mujer sunamita, que la Biblia le llama una "mujer
distinguida," que reconocía que Eliseo era varón de Dios, por lo tanto quería bendecirle. Ella platicó a su
marido, y le convenció construir otro cuarto a su hogar que Eliseo podía usar cuando pasaba por aquel lugar
(2 Re 4:8-10).

Eliseo, por supuesto, apreció este gesto, y preguntó a su siervo, Giezi, qué podía hacer para bendecir a la
mujer. Giezi se fijó que ella no tenía un hijo, y le contó a Eliseo. Esto dio a Eliseo la oportunidad de bendecir
a la mujer, y le dijo que pronto daría luz a un hijo (2 Re 4:14-16).

Por supuesto, dio luz al hijo, exactamente según el profeta declaró, pero más adelante, este mismo hijo
murió.

Y cuando el niño creció, llegó el día en que salió al campo adonde estaba su padre con los segadores, 19 y
dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. 20  Y tomándolo,
lo llevó a su madre, y estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió.

2 Re 4:18-20

La mujer hubiera podido gritar, lamentar y quejarse, pero no lo hizo. Ella sabía la importancia de sus
palabras, y mantenía una confesión positiva de fe.

Luego llamó a su marido y le dijo: Te ruego que me envíes uno de los criados y una de las asnas, para que
yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese. 23 Y él dijo: ¿Por qué vas hoy a él? No es luna nueva ni día
de reposo. Y ella respondió: Paz. 24 Entonces ella aparejó el asna y dijo a su criado: Arrea y anda; no
detengas el paso por mí a menos que yo te lo diga. 25 Y ella fue y llegó al hombre de Dios en el monte
Carmelo. Y sucedió que cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a Giezi su siervo: He aquí, allá
viene la sunamita. 26 Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: "¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a
tu marido? ¿Le va bien al niño?" Y ella respondió: Bien.

2 Re 4:22-26

A pesar de que la realidad de la situación no era bien, su hijo había muerto, ella dijo a ambos su marido y al
siervo de Eliseo que todo estaba bien. ¡Tampoco mencionó a su marido que había un problema! Era su hijo
también, ¡pero no dijo a su marido que el murió! No era hasta que habló a Eliseo, que ella indicó que algo
malo pasó. Aun a ese punto, ella no se lamentó ni se quejó; tampoco mencionó que murió su hijo. Todo lo
que dijo fue "¿Acaso pedí un hijo a mi señor? ¿No dije: "No me engañes?" (2 Re 4:28).

Esto fue suficiente para que el profeta entendiera que había un problema con el hijo de la mujer. El no
necesitó saber los detallitos, simplemente necesitó saber que había un problema. Permíteme decirte que
demasiado frecuentemente nosotros enfocamos en los detalles del problema, en vez de enfocar en la
solución. No importa cuál es el problema, la parte esencial es la solución. Jesús es la solución, y debemos
enfocarnos en El.

Si la mujer hubiera enfocado en el problema, y no hubiera hablado por fe, tampoco hubiera ido a ver el
profeta, ni hubiera recibido su hijo resucitado de la muerte. Pero, en vez de enfocar en el problema, ella
mantenía una buena confesión de fe, y se fue directamente a buscar la respuesta a su fe.

Nuestra capacidad por recibir es limitada por nuestra fe. Si tenemos gran fe, y actuamos en esta gran fe,
recibiremos grandes cosas de Dios. Pero en cambio, si no tenemos fe, y continuamos murmurando acerca de
nuestra carencia, todo lo que veremos es la carencia.

¿Qué tanta fe tienes? ¿Estás poniéndola por obra? La fe, como un músculo, debe ser ejercitado a fin de que
crezca. Si nunca usas tu fe, solamente tendrás la "medida de fe" que es distribuida a cada hombre (Rom 12:3).
Pero, si eres sabio y plantas tu fe en aquellas áreas donde tienes necesidad, Dios la hará crecer, y tendrás una
fe más fuerte. Tu capacidad por recibir de Dios aumentará, y tú recibirás más de El.

Pulse Aqui para el Parte 2


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Copyright © 2005 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


reservados.

¿De Dónde Viene Tu Doctrina?


por Ricardo Murphy

Hay grandes divisiones en la Iglesia hoy en día que se forman de nada más que algunas diferencias en sus
doctrinas. Cada denominación, cada iglesia, e incluso cada individuo tiene una doctrina que enseña, y pone
por obra. Sin embargo, no todas las doctrinas son bíblicas, ni aún son verdaderas.

La palabra doctrina significa "enseñanza." Cuando vemos esta palabra en el libro de Hechos, capítulo 2,
verso 42, se refiere a las enseñanzas de los apóstoles. Algunas traducciones de la Biblia aún substituyen la
palabra enseñanza por doctrina en este verso.

Solamente porque alguien enseña algo de la Biblia no significa que nosotros deberíamos aceptarlo. Estoy
seguro que Satanás ha memorizado la Biblia, y que puede citar cualquier verso para que esté de acuerdo con
su propósito. Sin embargo, esto no lo hace verdadero. En fin, nosotros todos somos responsables ante Dios
por la doctrina que aceptamos, enseñamos y vivimos. No podemos culpar a Pastor Fulano por las enseñanzas
erróneas que hemos aceptado.

¿Qué hace la buena doctrina? Nada más una cosa; que sea un claro principio bíblico. Para que sea una verdad
fundamental, necesita aparecerse en ambos el Nuevo y el Antiguo Testamentos. Debemos verlo en la Ley,
los Profetas, los Evangelios, y las Epístolas. No solamente deberemos verlo, sino debería ser un
mandamiento a nosotros antes de que lo hagamos una doctrina.

Solamente porque vemos que alguien en la Biblia hizo algo, no significa que deberíamos seguir su ejemplo.
La esposa de Job le dijo, "Maldice a Dios y muérete" (Job 2:9). Pero, yo creo que todos acordarán que no
debemos de hacerlo. O, después que Jesús fue llevado cautivo, Judas se ahogó (Mat 27:5). Esto no significa,
obviamente, que el suicidio es un principio bíblico.

A lo largo de la historia de la Iglesia, varias personas han tomado la acción de alguien, o una bendición que
se menciona en la Biblia, y lo volvió para ser una doctrina. Hay iglesias hoy en día, que manejan serpientes
venenosas como parte de su servicio de adoración. Ellos están tomando la promesa de Dios en el libro de
Marcos, capítulo 16, verso 18 y volviéndolo en doctrina. ¿Es que ésto les hace correcto? En lo que concierne
a ellos, el resto de nosotros estamos en pecado porque no estamos manejando las serpientes mortíferas en
nuestros cultos.

Hay una secta falsa que se llama "La Luz del Mundo." Les encontramos hace años y hablamos a uno de sus
pastores. El nos dijo, "Nosotros sabemos lo que es la buena doctrina, porque nuestro apóstol nos dice; y
sabemos que nuestro apóstol es de Dios, porque él nos da buena doctrina." Esto es un perfecto ejemplo de un
argumento circular. Este grupo pasa más tiempo en adorar a su "apóstol" que en adorar a Dios. Es un culto
falso, y porque ellos están siguiendo su doctrina falsa, no saben el peligro de su error.
Dios es un Dios de libertad, no de esclavitud. El nunca ha sido legalístico, y nunca lo será. Nosotros, como
creyentes, no tenemos ningún derecho añadir algo a la Palabra de Dios. De hecho, el libro de Apocalipsis nos
dice que aquellos que añaden, serán malditos.

Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios
traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro;

Apo 22:18

Cuando se fundó la Iglesia del Nuevo Testamento en el libro de Hechos, los apóstoles eran confrontados con
un problema de doctrina. La mayoría de los primeros creyentes venían de las raíces judías, y eran muy
legalísticos. Sin embargo, había también un grupo de creyentes griegos, que no tenían ningún trasfondo en la
ley. Algunos predicadores iban añadiendo a sus cargas, en enseñarles el legalismo judío. La respuesta de los
apóstoles fue enviar dos de ellos a los "creyentes gentiles" con una carta diciendo:

Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales 29
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os
guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.

Hec 15:28-29

Si los apóstoles, que habían caminado con Jesús, no vieron una necesitad ni sentían un derecho de cargar el
Pueblo de Dios con una lista de reglas a poner por obra, ¿quiénes somos nosotros para hacerlo? No
solamente ésto, ¿pero qué pensamos que la gente ganará por seguir estas reglas humanas?

De hecho, la Iglesia ha seguido a los judíos mejor que nosotros podemos imaginar. Mucho del legalismo por
el cual Jesús reprendió a los fariseos, no era escrito en la Ley, sino lo que se incluía en la "Ley Oral." Esta
"Ley Oral" supuestamente fue recibida de Moisés al mismo tiempo que él recibió la ley escrita, pero Dios
supuestamente le mandó de mantenerlo oral, y no escribirlo.

Sin embargo, esta "Ley Oral" que nunca debería cambiar, creció y creció y creció a lo largo de la historia
judía, hasta el tiempo de Jesús. Y llegó a ser tan complicado, que los rabinos judíos ya no podían estar de
acuerdo con ella.

La ley oral se llegó a ser una carga mucho más grande que la ley escrita. Por ejemplo, una parte de
Deuteronomio, capítulo 14, verso 21 dice: "No cocerás el cabrito en la leche de su madre.." Esto es la ley
escrita. La ley oral añade que los judíos no pueden comer los productos lácteos en la misma comida con
carne, porque existe una pequeña posibilidad que la leche de la madre vino de la vaca que dio su carne.

Por lo tanto, a fin de no quebrar la ley escrita accidentalmente, los judíos crearon la Ley Oral para ser una
adición. Pero, esta adición, no hace a nadie más santo, ni da a alguien libertad, ni da vida más abundante.
Solamente sirve para crear más legalismo e impedir la gente de ver el rostro de Dios. Jesús declaró:

"Mas en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres."

Mat 15:9

Cuando nosotros enseñamos a hacer doctrina, los mandamientos que son nuestras interpretaciones de la
voluntad de Dios, en vez de enseñar lo que la Biblia claramente dice, estamos haciendo la misma cosa que
hacían los judíos. Nuestra adoración a Dios es solamente un acto religioso, hecho en vano, porque nosotros
hemos ignorado al Dios de los mandamientos.
Estudiemos algunos ejemplos específicos:

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres tienen que cubrir las cabezas. ¿Por qué? "Juzgad vosotros
mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta?" (1 Cor 11:13). Fíjate, por
favor que esto es una pregunta, no es un mandamiento. Siguiendo más adelante, el verso 15 contesta
esta pregunta al añadir "Pues a ella el cabello le es dado por velo (cobertura)." Si Dios le dio por
cobertura, ¿por qué estas iglesias enseñan que esto no es suficiente, y que ella necesita otra cobertura?

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres no deberían vestirse en pantalones. ¿Por qué? Porque la
Biblia enseña que un hombre no debería vestirse con la ropa de una mujer, y una mujer no debería
vestirse con la ropa de un hombre. Pero, cuando se escribió este verso, no habían pantalones; todos se
vestían en túnicas. Obviamente habían diferentes estilos para los hombres y las mujeres, pero todos se
vestían con túnicas. Por lo tanto, si ellos no se vestían con pantalones en esa época, ¿cómo podemos
enseñar que es pecado si una mujer se viste con pantalones hoy en día?

 · Hay iglesias que enseñan que las mujeres no deben usar maquillaje, pintar las uñas , ni peinarse.
¿Por qué? "Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con
peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos " (1 Tim 2:9). Sin embargo, hay una
palabra que le falta a nuestras traducciones de este verso, se traduce por "más bien." Debería decir
"más bien de peinados ostentosos (trenzas)..." en otras palabras, Pablo no dijo que las mujeres no
podían vestirse bien, ni podían usar el maquillaje, sino que era más importante tener una belleza
interior, en vez de concentrarse en la belleza por fuera. Si esto es el caso, ¿por qué estas iglesias
enseñan que es pecado si una mujer se arregla muy hermosa para su agradar a su marido?
Obviamente se puede entender por qué hay tantos hombres que corren en pos de otras mujeres.

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres no pueden enseñar. ¿Por qué? Porque Pablo escribió: "Que
la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. 12 Yo no permito que la mujer enseñe ni que
ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada" (1 Tim 2:11-12). Pero, la palabra que
se traduce "hombre" en ese verso también puede traducirse por "marido" (los dos son la misma
palabra en ambos griego y hebreo). En el contexto cultural, podemos fácilmente entender por que
Pablo no quería que las mujeres enseñaren a sus propios maridos, porque esto les darían autoridad
sobre ellos. Esto no significa que las mujeres no pueden enseñar. De hecho, en otro lugar Pablo
mandó que las ancianas enseñaren a las mujeres jóvenes. Hay numerosos ejemplos de mujeres en
liderazgo en las iglesias que fundó Pablo. Si él les puso en el liderazgo, ¿quién somos nosotros decir
que no pueden haber maestras en las iglesias?

 Hay iglesias que enseñan que había un gran lapso de tiempo entre Génesis 1:1, y Génesis 1:2. ¿Por
qué? Porque tratan de hacer que la Biblia esté de acuerdo con el horario de tiempo que los
evolucionistas han creado. Al hacer así, ellos pueden poner toda la "evidencia" a favor de la
evolución (que verdaderamente no es evidencia) en este período de tiempo. Si Dios no habla de la
evolución, ¿quién somos nosotros para añadirlo a nuestra doctrina?

Es sorprendente que tantas de estas doctrinas han puesto a las mujeres en esclavitud. Puedo continuar
adelante con más ejemplos, pero no deseo tomar tanto tiempo en este breve comentario.

No estoy intentando decirte que lo que crees esté erróneo, solamente quiero que examines lo que crees, con
una mente abierta, y asegúrate que la doctrina que tienes sea una que Dios ha establecido, no una que el
mundo ha establecido. Dios no nos ha creado estar en esclavitud a ninguna doctrina, sino vivir en la libertad
del Espíritu Santo, siendo guiado por El en toda verdad. ¡No permitas que una doctrina humana te robe de
recibir la plenitud de entendimiento y bendiciones que Dios tiene para ti!
Copyright © 2005 por Ricardo Murphy, Maranatha Life. Todos derechos
reservados.

Malas Noticias Sobre Tu Pastor


por Ricardo Murphy

Las malas noticias de hoy día: los pastores están enfrentados con más estrés, más problemas y más desafíos
que nunca. Las estadísticas hoy son espantosas. Más y más pastores están saliendo de sus ministerios. ¿Por
qué? Porque son humanos y no pueden hacer todo lo que todos esperan que sean.

Nosotros, la Iglesia, esperamos que los pastores tomen unos papeles que no son llamados a tomar. En vez de
dejar a Dios a definir el ministerio de un pastor, hemos creado nuestra propia definición. Esta definición le
saca de ser nuestro líder y protector espiritual, y le establece como nuestra niñera y nuestro siervo.

Mire a estas estadísticas espantosas:

 1,500 pastores salen cada mes del ministerio debido a un fracaso moral, apagón espiritual o
contiendas en sus iglesias.
 4,000 nuevas iglesias abren cada año, pero más de 7,000 iglesias cierran sus puertas.

 80% de los pastores y 84% de sus esposas se sienten inadecuados y desanimados en sus papeles como
pastores.

 50% de pastores son tan desanimados que dejarían el ministerio si pudieran, pero no tienen otra
manera para hacer un sustento.

 85% de los pastores dijeron que su problema más grande es que están bien cansados de tratar con
gente problemática, tales como los ancianos disgustados, los diáconos, los líderes de alabanza y sus
equipos, los miembros del comité, y con sus pastores asociados. 90% dijeron que la cosa más difícil
en el ministerio es tratar con la gente irresponsable y desenfrenada.

 80% de las esposas de pastores se sienten que su marido es grandemente abrumado de trabajo.

 80% de las esposas de pastores se sienten abandonadas y no apreciadas por los miembros de su
iglesia.

 80% de las esposas de pastores anhelan que su marido escoja otra profesión.

 80% de las esposas de pastores se sienten presionadas a hacer cosas y ser alguien en la iglesia que no
lo son.

 La mayoría de las esposas de pastores que fueron encuestados dijeron que el evento lo más
destructivo que ocurrió en su matrimonio y familia fue el día cuando entraron al ministerio.

La mala noticia es que su pastor, como los pastores por todas partes, está en riesgo de llegar a ser otra
estadística. Se espera que él haga tanto, sea tanto, y dé tanto que muchas veces no le queda nada para él.
Nosotros, la Iglesia, no podemos permitirnos el lujo de perder pastores debido a contiendas y apagón
espiritual.
¿Qué Puede Hacer?
Ore por Su Pastor

El mejor regalo que puedes dar a tu pastor es tomar el tiempo de orar por él. Debemos darnos cuenta de que
los pastores y otros ministros son blancos principales del diablo. Pero, si él puede causar que un ministro
caiga, él puede también lastimar a las vidas de muchos otros creyentes. Tenemos una responsabilidad ante
Dios para levantar nuestros líderes en oración, y pedir la protección de Dios sobre sus vidas.

Sea Razonable en sus Expectaciones

Demasiada gente espera que su pastor sea "superman." He escuchado a numerosos relatos concernientes a
aquellas personas que esperan que su pastor recoja sus niños de la escuela, les hable cuando no pueden
dormir, corte su césped y repare su auto. Dios ha dado instrucciones claras sobre las responsabilidades
específicas que pertenecen a los pastores. Déjalo ser pastor, y protege el llamado y la unción que Dios puso
sobre su vida.

Recompense Muy Bien

Hay un dicho sobre el comité de una iglesia que oró algo como ésto," Señor, mantén humilde a nuestro
pastor, y nosotros le mantendremos pobre." Este actitud es demasiado común. Los pastores y sus familias
tienen las mismas necesidades financieras como los otros en la congregación. De hecho, a menudo tienen
más gastos, a causa de las necesidades de tanta gente que les visita, además de ministrar a ellos también.

Cuando Dios estableció el diezmo, El dijo que tenía que ir a los levitas (los ministros); no para pagar la
renta/hipoteca de la iglesia, la cuenta eléctrica, o el viaje por los jóvenes. En aquella época, los levitas
consistían en el 7% de la población de Israel. Por lo tanto, si todos diezmaran, los levitas recibirían un poco
más del sueldo promedio de la congregación.

Esto es una buena guía para nosotros usar hoy. Un pastor debe recibir un poquito más del sueldo promedio
de su congregación. Esto permitirá que su familia viva y ministre sin preocuparse sobre el dinero.

Respeta Su Privacidad y Su Tiempo

Frecuentemente, ser un pastor es un trabajo de 24 horas. Si es verdad que siempre hay emergencias que
surgen en unos tiempos muy malos. Pero, la gripe o una uña cortada no son emergencias. Tu pastor necesita
tiempo para estudiar, orar, relajar, y tiempo para pasar con su familia.

Los hijos de los pastores han llegado a ser una broma en nuestra sociedad de hoy. Aunque la iglesia les
espera ser perfectos, el mundo espera que sean infernales. ¿Por qué? Porque usualmente lo son. Porque su
padre está tan ocupado atendiendo a todos los demás, que no tiene tiempo por su propia familia. No esperes
que deje a su esposa y sus niños para atender a los suyos. Esto es tu papel.

Asegúrate que tu Pastor y tu Pastora sepan que Ustedes les Aprecian y Valoran

Todos necesitan ánimo de vez en cuando. Uno de los dones motivadores mencionados en Romanos 12: 6-8
es la exhortación. Este don le falta muchísimo en el Cuerpo de Cristo hoy. Le falta especialmente hacia
aquellos que están en el ministerio. Esperamos que ellos nos animen, olvidando que ellos necesitan ésto
también. Una palabra amable o alentadora, una carta, o aún un regalito hará maravillas para edificar a tu
pastor y apoyarle a continuar en el llamado que Dios le ha dado.
No dejes que tu pastor sea una estadística. Sé una bendición para él, para que él pueda continuar siendo una
bendición para ti.

Estas estatísticas vinieron a través de líneas denominacionales, y han sido compiladas de varios fuentes fiables tales como Pastor a
Pastor, Enfoque en la Familia, Ministerios de Hoy, Charisma Magazine, Ministerios TNT, Cruzada Universitaria para Cristo y Red
Mundial de Pastores

Copyright © 2003 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos


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Los Ministerios de los Apóstoles y los Profetas en la


Iglesia de Hoy
por Ricardo Murphy

Hay mucha confusión respecto a los cinco ministerios en la Iglesia de hoy, especialmente el ministerio de los
apóstoles y profetas. Muchas veces, en lugar de cinco ministerios, parece que creemos en dos ministerios;
pastores y evangelistas. Los pastores son aquellos que quedan en un lugar, y los evangelistas son aquellos
que viajan de un lugar a otro.

Sí, también tenemos maestros, pero ellos nada más enseñan las clases dominicales a los niños. No hay otra
razón para aquel ministerio.

Esta mala interpretación está robando el Cuerpo de Cristo de recibir todo que Dios desea derramar sobre su
pueblo. Si Dios estableció cinco ministerios, y nosotros recibimos sólo dos partes de ellos, estamos
recibiendo solo 40% de lo que necesitamos.

Cada obra en los cinco ministerios tiene un enfoque, propósito y unción específica. Cada una contiene una
parte del ministerio y la unción de Cristo. Cada una provee algo que el Cuerpo de Cristo necesita para
alcanzar la voluntad de Dios aquí sobre la tierra.

La Iglesia ha perdido los ministerios del profeta y del apóstol. Además, hemos perdido parte de la bendición
de Dios por la Iglesia. Sin embargo, Dios está obrando hoy para restaurar estas partes esenciales del
ministerio.

Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, 12 a
fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un
hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Efe 4:11-13

Pablo no estableció nada nuevo aquí. Todas las obras de los cinco ministerios existieron en el Antiguo
Testamento. Obviamente existieron profetas, porque el Antiguo Testamento contiene numerosos libros
escritos por ellos. Vemos también el pastor, personificado (incluido) en el sacerdocio aerónico. Pero, además
hubo apóstoles, maestros y evangelistas.

Para empezar este estudio, aclaramos los papeles del pastor, evangelista y maestro. Estos tres forman el
gobierno fundacional de la iglesia local, y llevan a cabo la mayoría del ministerio a los corderos de Dios.

Pastor

El pastor es el cuidador principal de los corderos de Dios. El Señor fue muy específico en su elección de
títulos aquí, usando una imagen que fue común en aquella época, y claramente retrató la obra de un pastor
espiritual siendo igual que un pastor de corderos. El pastor tiene tres funciones básicos. Ellos son:

 Proteger los corderos


 Asegurar que los corderos están bien alimentados

 Llevar los corderos donde deben ir

Aunque la mayoría de la gente considera que el aspecto de alimentación ser la parte mayor de la obra de un
pastor, ésto no es verdad. Realmente, no hay nada en las Escrituras que dice que un pastor es responsable
para personalmente alimentar a sus corderos. El puede, pero de todos modos no tiene que hacerlo por sí
mismo. En cambio, él es responsable de asegurar que tengan acceso a buena comida espiritual, pero ésto no
es igual que alimentarles espiritualmente por sí mismo.

Un pastor puede asegurar que los corderos sean alimentados al traer personas que tienen comida espiritual
para sus corderos. A fin de alimentarles lo mejor, él necesita ayuda de una combinación de todos los otros
miembros del ministerio de las cinco obras, porque cada uno tiene un sabor diferente de comida con
diferentes nutrientes que proveen. El puede aumentar esta alimentación con buenos libros cristianos que él ha
leído, y recomendarles y aun proveerles a su congregación. Además es posible que él recomiende que sus
corderos vayan a escuchar a un ministro que está ministrando a otra iglesia (ésta es una idea bien radical).

La parte de la obra del pastor que es liderazgo es más por su ejemplo que ninguna otra cosa. Hay un dicho en
la Iglesia que va así, "como va un pastor, también va su congregación." La cantidad de verdad en esta frase
es increíble. Si un pastor es fuerte en un área, su iglesia tendrá de estar fuerte en aquella misma área . Pero, si
él tiene una área de debilidad o pecado, también su congregación la tendrá.

Estas debilidades son parte de por qué es tan importante que un pastor lleve a otros ministros a alimentar sus
corderos. Todos tienen debilidades, y nosotros debemos trabajar con diligencia para superarlas. Pero, aún
más importante que ésto, no queremos pasar nuestras debilidades a otros. Al traer otros para ministrar
quienes son ungidos en áreas en las cuales en pastor no es ungido, él ayuda sus corderos a crecer en áreas en
las cuales él no puede capacitarles personalmente.

De todas las responsabilidades del pastor, el proteger los corderos es la mayor parte y también la parte más
difícil. Cuando Rey David fue niño, tenía la responsabilidad de vigilar y proteger los corderos de su padre.
Como parte de aquel trabajo, mató un león y un oso (1 Sam 17:34-37).

Aunque no encontramos a muchos leones y osos en nuestras iglesias hoy que entran para comer los
miembros de nuestras congregaciones, sí encontramos el equivalente espiritual. Ambos Jesús y Pablo nos
advirtieron respecto a los "lobos" que iban a venir a las iglesias (Mat 7:15; 10:16; Luc 10:3; Hec 20:29). Estos
"lobos" son profetas falsos y otros ministros falsos que vienen a la Iglesia no para ayudar, sino a fin de sacar
y robar de los corderos. Ellos se interesan en recibir la gloria para sí, en vez de darla a Dios.

No pienses que todos los lobos son ministros que vienen a la Iglesia. Muchas iglesias tienen lobos dentro de
ellas; a menudo ellos son escondidos dentro de su liderazgo. Los brujos y satanistas hacen un fuerte esfuerzo
planeado para infiltrar la Iglesia. Ellos conocen todas las palabras adecuadas para decir, conocen la Biblia, y
conocen como actuar como un creyente. Pero, su fidelidad y obediencia es a Satanás, no a Jesús.

Pedro también nos advirtió que "Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente,
buscando a quien devorar" (1 Ped 5:8). No dice que es león, sino que a él le encanta pretender que sea uno.

¿Cómo puede un pastor proteger el rebaño de aquellos lobos y leones? Por discernimiento y oración. Es
sorprendente que insensatos pueden ser los corderos, al no reconocer los peligros, comer comida mala, y
beber agua mala. No es una sorpresa que el Señor usó los corderos como una analogía por los miembros del
Cuerpo de Cristo; sin un pastor que les cuida bien, una congregación hará igual.

Debido a la mayor experiencia y unción de un pastor, él es a menudo mejor en discernir los lobos y leones
que pueden tratar de atacar a los corderos bajo su cuidado. Por consiguiente él puede advertir los corderos y
llevarles en una mejor dirección.

Pero, la mayor parte de la protección de un pastor por los corderos es en oración. Es allí, que él pastor puede
más eficazmente batallar en contra de aquellos que querían tratar de devorar y destruir los corderos. Un
verdadero pastor estará siempre en oración por su congregación. No sólo por sus peticiones, sino por la
voluntad de Dios y su protección sobre sus vidas.

Evangelista

La obra del evangelista es doble; evangelizar y motivar. Aunque todos en el Cuerpo de Cristo tienen una
responsabilidad de ayudar a cumplir la gran misión, el evangelista es llamado, capacitado y ungido
específicamente en esta área.

Esto no necesariamente significa predicar en campañas evangelísticas, sin embargo. Las estadísticas
muestran que el evangelismo más eficaz no consiste de las campañas; consiste en el ministerio cara a cara.
Aunque algunas evangelistas predican, no todos predican. De hecho, yo creo que la mayoría de los
evangelistas no son llamados predicar del púlpito, sino en ministerio uno a uno.

La otra parte del ministerio de un evangelista es animar y motivar la gente a fin de que ellos sirvan a Dios.
Sus mensajes serán muy emocionales y animados. Pero no estarán bien llenos de verdades espirituales
profundas.

Si un creyente solamente recibe el mensaje de un evangelista, sus espíritus morirán no solo de hambre sino
de inanición. En lugar de vivir sobre la verdad de la Palabra de Dios, ellos serán tratando de vivir de un
evento a otro. Cada culto les excita, pero debido a una falta de verdades fundamentales, ellos no podrán
continuar en caminar la vida cristiana día por día en una manera exitosa. Sus vidas serán infructuosas y ellos
serán continuamente en crisis.

Sin embargo, sin la obra de un evangelista, muchos, si no la mayoría de la gente nunca llegarán a conocer al
Señor. Aquellos que reciben a Cristo, sin el ministerio de la evangelista, serán secos y a lo mejor quizá llenos
de conocimiento, pero no serán motivados hacer algo con aquel conocimiento.

Estuvimos en un servicio unido durante la Semana Santa. Siete predicadores diferentes iban a predicar sobre
las siete palabras que dijo Jesús; un tema hispano tradicional por esta semana. De aquellos siete predicadores,
desafortunadamente uno no pudo venir, pues otro tuvo que tomar su lugar. Desgraciadamente, aquel pastor
no tuvo tiempo de preparar, pues no tuvo mucho que decir. De los otro seis, tres habían preparado y tenían
algo que decir, y lo dijeron. Sus mensajes fueron llenos de revelación y entendimiento espiritual para
alimentar a los creyentes congregados. Los otros tres saltaron, gritaron, corrieron y por otra parte exhibió
gran emoción. Pero, verdaderamente no dijeron nada. La gente gozó sus "mensajitos" y se emocionó, pero
sus espíritus no fueron alimentados. Aquellos tres hombres fueron evangelistas.
Maestro

Alguna gente dice que no existe distinta obra de maestro, y dice que el verso realmente habla respecto al
pastor siendo también un maestro. Estoy de acuerdo de que todos los pastores deben enseñar. Pero, cada
maestro no está llamado de ser un pastor.

El maestro verdaderamente es él que debe hacer la mayoría de la alimentación de los corderos. Aunque,
como yo dije, cada pastor debe enseñar. Por lo tanto el pastor, en su papel como maestro, puede parcialmente
cumplir este papel de alimentar los corderos.

El papel de maestro es estudiar y enseñar. Unos maestros tienen una unción de enseñar a los adultos, otros a
los jóvenes, y aun otros a los niños. Unos maestros tienen una unción de enseñar únicamente unos asuntos
particulares, o unas áreas especiales. Es importante buscar para descubrir la unción específica que tiene un
maestro y usarle en aquella área. Intentar insistir que un maestro que es ungido para enseñar a los adultos
sobre el Espíritu Santo, de en cambio, enseñar a los niños, absolutamente no funciona. El maestro termina en
hablar arriba del nivel de los niños. De igual manera, un maestro que es ungido enseñar a los niños no enseña
en una manera que atrae a los jóvenes.

Estos tres dones ministeriales, cuando obran juntos, bajo la adecuada autoridad, grandemente bendecirán la
congregación y la ayudarán a madurar. Pero ¿qué es la autoridad adecuada?

Hoy en la Iglesia, tenemos un pastor o pastor principal, como la cabeza gubernamental que está encargado de
una congregación particular. Aún cuando no estoy en contra de ésto, siento que necesitamos definir unos
términos bíblicos.

En el Nuevo Testamento, vemos en muchos lugares que se menciona el puesto de "obispo" (Fil 1:1; 1 Tim 3:1-2;
Tit 1:7). Aunque la Iglesia hoy considera que el puesto de un obispo de estar sobre una ciudad, o grupo de
iglesias, el entendimiento original de la palabra es lo que nosotros consideraríamos ser el pastor principal de
una iglesia.

Mientras que la Iglesia creció y formalizó su estructura, ella movió de iglesias en hogares a iglesias en
edificios. Originalmente, el anciano que fue llamado obispo presidió sobre el grupo de iglesias en hogares.
Sin embargo, menos de 100 años después que la muerte de Jesús, el título obispo llegó a ser usado más
comúnmente por el anciano que preside sobre una ciudad.

Así, el título bíblicamente correcto de un pastor que está encargado de una iglesia es "obispo." Yo lo
menciono porque una iglesia acaso puede tener más que un pastor. El pastor principal de ellos es el obispo.
Los otros pastores, evangelistas y maestros obran bajo la cobertura y autoridad espiritual de aquel obispo.
Quizás ellos viajarán de aquella iglesia para ministrar en otras congregaciones a veces, pero ellos siempre
deben mantenerse sometidos a la autoridad de aquel obispo. Aún aquellos en el ministerio que viajan
extensivamente necesitan estar bajo la cobertura de un pastor principal, u obispo.

Un tercer término que necesita clarificación es "anciano" (1 Tim 5:17; Tit 1:5; 1 Ped 5:1; San 5:14) . Esto ha llegado
a ser un puesto gubernamental separado dentro de la Iglesia de hoy, pero en la Iglesia del Nuevo Testamento,
refirió a cualquier persona que estuviera en un puesto ministerial. Ambos Pedro y Juan se refirieron a sí
mismos como ancianos (1 Pet 5:1; 2 Jua 1:1; 3 Jua 1:1) . Pablo, escribió a Tito, uno de sus hijos espirituales, y le
recordó de su encargue de nombrar y ordenar ancianos (Tit 1:5). Nosotros vemos también muchos lugares en
el libro de Hechos donde los miembros del concilio gobernante de los judíos fueron referidos como
"ancianos."
Ahora que hemos tratado con el gobierno de la iglesia local, y aquellas obras de los cinco ministerios,
podemos seguir con el ministerio del profeta y del apóstol.

Profeta

A través de la historia, el profeta siempre ha sido el mensajero o voz de Dios. El ha usado sus profetas para
comunicar sus advertencias y planes; especialmente cuando su pueblo no escuchó su voz. La mayoría de
aquellos mensajes parecieron ser negativos al creyente promedio, y especialmente al inconverso.

Sin embargo la idea que tenemos hoy de profetas no es igual. Cuando nosotros hablamos de profetas en la
Iglesia, tendemos a pensar que el mensaje y el propósito del profeta han cambiado a el dar palabras dulces
para edificar. Dios no ha cambiado, solo nuestro entendimiento ha cambiado. Este entendimiento ha venido
de un mal entendimiento de la Primera de Coritios, capítulo 14, verso 3;

Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

1 Cor 14:3

Si miramos más intensivamente la definición de las tres palabras subrayadas, vemos que no son palabras
bonitas, dulces y inspiradoras pero de hecho son palabras fuertes.

 Edificación (número 3619 en Strong) - el hecho de alguien que promueve el crecimiento de otro en la
sabiduría, piedad, santidad, y gozo cristiano 1

 Exhortación (número 3874 en Strong) - un llamado de acercar, convocar, implorar, suplicar, pedir;
palabras de súplica que contienen ruegos; amonestación, ánimo, discurso persuasivo; plática poderosa
para instruir, reprender, consolar 1

 Consolación (número 3889 en Strong) - cualquier discurso, si está hecho con el propósito de persuadir,
despertar o de calmar y consolar 1

Lee estas definiciones cuidadosamente. Ellas son muy iluminantes. Si les pasa por alto, no recibirás el pleno
impacto de sus significados.

Tú no puedes promover el crecimiento (edificación) de otra persona diciéndole que esté bien y que Dios está
contento con él tal como es. Tampoco puedes llamar cerca a alguien para decirle que ya está bastante íntimo
con Dios. Ni tampoco es muy persuasivo decir "tú estás bien."

Como ya dije, estas son palabras fuertes, y el mensaje de un verdadero profeta es un mensaje fuerte. Por esta
razón, un profeta no es fácilmente aceptado en muchos lugares. La persona promedio no se interesa en una
palabra fuerte de corrección para reprender y guiarle. Ellos quieren una palabra de afirmación, que le haga
parecer no solamente que Dios se agrada con él, sino que Dios está muy agradecido por lo poco que él hace
por El.

Hay otra área de confusión respecto a la profecía en el Cuerpo de Cristo hoy día. Es decir, la diferencia entre
una profecía y una declaración. Los creyentes dicen algo como, "Yo profetizo a las potestades de esta ciudad,
¡salgan de la gente!" De hecho, no están profetizando, sino están haciendo una declaración contra los
espíritus de las tinieblas. No hay nada malo en ésto, pero es equivocado llamarlo profecía. Solamente es
profecía cuando declaramos lo que el Espíritu Santo nos ha mandado hablar.

La mayoría de los profetas realmente no escuchan muchas palabras. En vez de ésto, ellos ven visiones. Por
esta razón, la Biblia también les llama "videntes." Ellos ven cosas venideras en la esfera espiritual, como el
Espíritu Santo les da, y describen lo que están viendo.

Esto es obvio si alguien pasa tiempo al estudiar los libros proféticos en la Biblia. O si tú miras al libro de
Apocalipsis (el único libro profético en el Nuevo Testamento), verás la misma cosa. El Espíritu Santo mostró
a Juan aquellas cosas que iban a venir. Repetidamente, a través del libro, Juan usó las palabras, "Yo vi." El
trató de describir en palabras aquellas cosas que vio en la visión.

Todos los verdaderos profetas son también intercesores. Para mí, ésta es la prueba de que alguien sea profeta.
Mucha gente quiere el "glamour" de llevar una palabra de profecía, para que parezcan más espirituales. Pero,
no mucha gente quiere pasar el tiempo necesario en adquirir una relación íntima con el Señor a fin de tener
una verdadera palabra para traer.

Uno de los más grandes errores que hacen los profetas jóvenes es asumir que cada palabra que el Señor les da
necesita ser dado a la persona a la cual concierne. Esto no es verdad. La parte más difícil de la capacitación
de un profeta es aprender discernimiento respecto a cuando dar una Palabra. La mayoría de las palabras que
un profeta recibe no son para que las declaren en voz alta, sino para que él ore respecto a ellas. Posiblemente,
después de orar, el Señor le permita dar aquella palabra, pero frecuentemente nunca va más adelante que las
orejas del profeta y el Señor.

Los profetas son personas que pasan mucho tiempo con el Señor en oración y la adoración. Es imposible
traer un mensaje de Dios, sin verdaderamente escuchar su voz. Y es imposible escuchar su voz sin cerrarse
de las distracciones del mundo, y enfocase en El.

Desgraciadamente, aunque hay verdaderos profetas en la Iglesia hoy, el Cuerpo de Cristo ha sido
bombardeado con muchos profetas falsos, o simplemente con profetas inestables. Algunos de éstos son
mujeres con maridos inconversos, que verdaderamente quieren ser espirituales, y quieren ser usadas por
Dios. Numerosas acaso tienen un verdadero llamado a ser profeta. Sin embargo, porque ellas no están
adecuadamente sometidas bajo autoridad (porque sus maridos no son creyentes) ellas son presas fáciles por
el enemigo, y frecuentemente oirán palabras falsas tan fácilmente como oyen palabras verdaderas.

Otro error de la profecía falsa que sucede en el Cuerpo de Cristo hoy día es que la gente dice cosas que
surgen de sus mentes, y lo llaman profecía. Realmente, ellos hacen "brujería cristiana" (por definición, la
brujería es usar medios sobrenaturales para controlar o manipular a otra persona o personas). Esto puede
ocurrir porque ellos creen que una persona, usualmente un pastor, necesita hacer algo que no está haciendo.
O porque la iglesia no les escucha, ellos se sienten que añadir "así dice el Señor" a sus palabras efectuarán
que la congregación les pongan atención.

Nosotros debemos ser cuidadosos respecto a emplear mal el nombre del Señor, especialmente para manipular
o controlar a otros. Aquellos que lo emplean mal deberán rendir cuentas al Señor por sus acciones, y yo no
quería estar en sus zapatos.

Un verdadero profeta es muy prudente y cuidadoso respecto a las palabras que traen. Ellos entienden la
seriedad del ministerio que tienen, y la responsabilidad solemne de declarar algo del Señor. Nunca traen una
palabra del Señor impertinentemente.

Por aquellas razones, es más fácil profetizar a gente que uno no conoce, que profetizar a tu propia
congregación, familia o amigos. Cuando un profeta conoce a la persona, típicamente no sabe seguramente si
la palabra sea del Señor, o de sí mismo, y frecuentemente no la dan. Sin embargo, cuando el Espíritu Santo
les revela algo sobre alguien que no conocen, es más fácil creer que verdaderamente ésta sea una palabra del
Señor.

Los profetas a menudo son dramáticos en su presentación, y acaso usan varias cosas o acciones para
demostrar su mensaje. Antes del viaje de Pablo a Jerusalén, cuando fue arrestado, un profeta nombrado
Agabo vino a él, tomó el cinto de Pablo, y ató sus propias manos con ello. Entonces, él profetizó que el
dueño del cinto sería atado de la misma manera por los judíos en Jerusalén (Hec 21:10-11). Según el espectador
casual, ésto acaso le pareció ser dramáticamente exagerado, pero el profeta obviamente había oído del
Espíritu Santo, porque aquella palabra que dio sucedió así.

A pesar de ser dramático, el profeta no trataba de atraer atención a sí mismo, sólo al mensaje que dio. Los
verdaderos profetas son personas muy humildes. Ellos no van buscando un puesto o título. Solamente buscan
la verdad y la presencia del Señor. Una señal de un profeta falso (o, uno que está descaminado) es que trata
de atraer la atención a sí mismo.

La mayoría de los profetas se sienten muy incómodos respecto a pertenecer a una congregación particular.
Ellos sienten que no encajan bien con los otros porque son diferentes. Porque ellos son extremadamente
serios respecto a Dios, su Palabra y su relación con El, el creyente promedio les parece ser muy mundano y
que les falta una relación bien íntima con Dios.

Sin embargo, ésto no significa que los profetas no deben ser miembros de una congregación. Ellos necesitan
del compañerismo, enseñanza, aliento, compatibilidad y cobertura espiritual como cada creyente necesita. Si
un profeta se aleja del Cuerpo de Cristo, o trata de ser "ermitaño solitario" sin ser sometido a la autoridad de
otro, está poniéndose en la posición de ser fácilmente descarriado por el enemigo.

Una profecía siempre consiste en dos partes. La primera parte es lo que el profeta o la persona que mueve en
el don de profecía recibe del Espíritu Santo. La segunda parte es la interpretación. Es importante que
nosotros distingamos entre las dos, porque si no, podemos acabar en entender mal los planes y propósitos de
Dios.

La parte que consiste de la profecía propiamente dicho, raramente es errónea. Casi cualquier persona que
mueve en profecía puede recibir esta parte correctamente; tanto como está recibiéndola del Espíritu Santo y
no de su propia mente. Esta parte puede ser una visión, palabra, frase, discurso largo, verso bíblico, parábola,
o simplemente una impresión en su espíritu. Cuando el profeta da la profecía, ésto es comúnmente la primera
parte.

La parte la más dificil es la interpretación de la profecía. Esto es donde podemos rápidamente entrar en error.
La interpretación es el entendimiento de la significación de la profecía. Puede haber más que una
interpretación a cualquier profecía, y el profeta necesita ser sumamente cuidadoso en lo que da.

Hace años, cuando mi esposa estaba embarazada con nuestro primer bebé, recibimos una profecía de alguien
que fue conocido como profeta. El nos dijo que íbamos a tener un hijo, y que su nombre sería "Joshua David,
y que tendría pelo rojo." Debido a que mi esposa obviamente estaba embarazada, aquel profeta, nuestro
pastor, la congregación, y nosotros todos pensamos que la profecía habló del bebé que estaba en aquel
momento en su matriz. ¡Fuimos grandemente sorprendidos cuando ella dio luz a una niña! La profecía no fue
errónea, sólo su interpretación. Joshua fue nuestro segundo hijo y tiene pelo rojo.

La profecía puede ser aún por un individuo, congregación, ciudad, región, nación, o el mundo.
Frecuentemente Dios aumentará la influencia de un verdadero profeta maduro más allá de su propia iglesia o
área. Es muy importante que el profeta adecuadamente discierna para quien es el mensaje.

La profecía personal siempre debería confirmar, y nunca debería dirigir. Si un profeta da una palabra de
profecía a alguien, y la persona nunca ha escuchado el Señor hablarle respecto a aquel asunto, pues no debe
actuar sobre ésto. En cambio, debe ponerla "al lado" y esperar hasta que el Señor le hable del mismo asunto.

Los profetas pueden ser un gran recurso para un pastor (o obispo). Un profeta y un pastor que forman una
buena relación de obrar juntos pueden confiar y contar sobre las fuerzas del otro. Cuando el pastor necesita
confirmación sobre algo que el Señor le está diciendo, él puede recibir ésto por el profeta. Cuando el profeta
está viendo o escuchando algo del Señor que necesita ser declarado en la iglesia, él puede comunicarlo al
pastor, y permitir que el pastor lleva a cabo el cambio necesario.

Desfortunadamente, es muy raro que los pastores y profetas forman este tipo de buena relación minsterial. La
mayoría de los profetas en la Iglesia tratan de mandar al pastor que hacer, y se ponen disgustados cuando él
no lo hace así. La mayor parte de los pastores son sospechosos de los profetas, porque los corderos gravitan a
ellos porque quieren una palabra personal de profecía.

Aunque una iglesia siempre tendrá pastores, evangelistas y pastores, no siempre tendrá profetas. Debido a la
naturaleza de su ministerio, los profetas posiblemente pueden obrar con varios diferentes ministros dentro de
una área específica.

Apóstoles

El ministerio apotólico es realmente el primero que nuestro Señor, Jesús estableció en la Iglesia del Nuevo
Testamento.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de
apóstoles

Luc 6:13

¿Por qué estableció Jesús el ministerio apostólico primero? Porque iba a ser la fondación del gobierno de la
Iglesia en el Nuevo Testamento, parecido como el sacerdocio fue la fondación del ministerio en el Antiguo
Testamento. Pues, sin tener los apóstoles en el ministerio, los dones ministeriales son literalemnte sin la
fondación necesaria.

Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,

Efe 2:20

La palabra apóstol es una palabra griega, y literalmente significa, "alguien que está enviado." Si yo digo a mi
hijo echar la basura, él es un apóstol a la basura. En el contexto cristiano, ésto quiere decir que un apóstol es
alguien que está comisionado por el Señor, y está enviado a fin de alcanzar un propósito específico.

Aunque ellos no fueron llamados por el nombre de apóstoles (porque aquel término siendo griego no existió
hasta el Nuevo Testamento), hallamos a apóstoles en el Antiguo Testamento también. Los mayores ejemplos
de estos son Moisés y Nehemías. En estos dos casos, ellos fueron comisionados por Dios, y enviado para
cumplir un propósito específico por Su Reino.

El más común entendimiento del ministerio apostólico es que ellos son pioneros, que hacen el trabajo
misionero 2 de plantar iglesias en nuevas áreas del mundo. Esto está basado sobre el ministerio de Pablo,
como se muestra en el libro de Hechos. Mientras que ésto es parte del ministerio apostólico, no es todo, hay
más. Esta definición totalmente ignora las obras de los otros apóstoles. Ni tampoco es todo lo que hizo Pablo.

Realmente, los verdaderos misioneros deben ser apóstoles, no evangelistas. El concepto occidental de que los
misioneros evangelisen un paíz, y nada más, es erróneo. Como yo dije antes, cuando estaba hablando de
evangelistas, si un creyente trata de sobrevivir de la dieta espiritual que recibe de un evangelista, él moirá. El
evangelista le salvará, y le mantendrá animado, pero el creyente no sabrá como vivir una vida victoriosa por
el Señor.

Debido a la naturaleza del ministerio de un apóstol, especialmente cuando está abriendo nuevo terreno, hay
tiempos cuando él tendrá que funcionar en las cuatro otras obras minsteriales. Pablo, en sus jornadas
misioneras, claramente cumplió los papeles de evangelista, pastor, y maestro. Sabemos que también
profetizó, porque dijo que lo hizo. Aunque no puedo pensar de un ejemplo de ésto en el libro de Hechos; se
ve que él movió en una manera profética, siguiendo el liderazgo del Espíritu Santo en sus viajes.

Además, ser pionero espiritual no siempre significa ir a una nueva área física y plantar iglesias. Hay otros
tipos de obras pioneras que necesita ser hechas. Algunas son abir nueva áreas de revelación y ensenañzas.
Esto es tanto una obra de un pionero que es plantar una iglesia, y comúnmente tiene un impacto más extenso
sobre la Iglesia global.

Pablo no solamente plantó las iglesias, sino entrenó y "levantó" líderes por las iglesias donde el Espíritu
Santo le envió a minstrar/obrar. Luego, una vez que salió de aquellas ciudades, él continuó a minstrar a
aquellas iglesias, y especialmente a su liderazgo, por las cartas que escribió, y también en muchos casos,
regresó a visitar aquellas mismas iglesias a fin de fortalecerlas.

Un grande parte del enfoque de un apóstol es sobre los otros dones minsteriales, y el ministerio a aquellos
que están operando en ellos. Esto es especialmente verdad de aquellos que están en el ministerio pastoral. De
la misma manera que los pastores tienen un corazón por los corderos, los apóstoles tienen un corazón por los
pastores.

En esta capacidad, los apóstoles realmente pastorean a los pastores. Ellos son aquellos a quienes el pastor
debe ir por oración, consejo, instrucción y ayuda espiritual. Ellos también actúan para correjir, edificar,
exhortar y animar a los pastores.

Una parte de la frustración de la cual los pastores tienen que tratar es porque no tienen una cobertura
apostólica a quien pueden ir con sus problemas. Ellos tratan de cargar mucho más carga emocional que
aquella que Dios intenta que cargaran, y ésto sale en frustración, estrés y apagado. Los pastores necesitan el
descargo emocional y el apoyo de alguien a quien pueden ir con sus problemas, parecido a como sus
congregaciones van a ellos.

En los sistemas actuales del gobierno de la Iglesia, el pastor típicamente rinde cuentas a un superintendente
districto por la denominación, o al mesa directiva de su propia iglesia. Si él rinde cuentas a un
superintendente, pues en un sentido él está rindiendo cuentas a un jefe. El pastor no puede ser honesto
respecto a sus problemas, por temor que el superintendente puede sacarle de su puesto. En vez de tener un
mentor con quien él puede ser honesto y abierto, el pastor tiene que enmascarar o esconder sus sentimientos,
dudas y problemas.

Esto es aun peor en una situación donde el pastor rinde cuentas al mesa directiva de su propia iglesia.
Además de una inhabilidad de ser honesto, hay un problema de autoridad. Espiritualmente, él pastor tiene
que ser sobre personas que son sobre él dentro de la organización. Esto cree un círculo de autoridad, que
impide cualquier verdadera autoridad.

En cualquier de estas circunstancias, el pastor es incapaz de verdaderamente seguir la guía del Señor,
especialmente si el Señor le está dirijiéndole de predicar algo que va en contra de los deseos de su liderazgo.
Pues él está forzado de decidir entre obedecer al Señor y obedecer al hombre. Desfortunadamente,
usualmente el hombre gana.

En el libro de Hechos, vemos que los apóstoles que fueron allí, trabajaron juntos y formaron algo de un
concilio, juntos con los ancianos; este concilio pues gobernó sobre la Iglesia (Hec 15:6). Cuando unas
decisiones tenían que ser hechos sobre una doctrina, o organización, fueron hechos por este grupo de
apóstoles y ancianos. Vemos ésto en capítulo seis, cuando se dio cuenta de la necesitad por el puesto de
diácono (Hec 6:2-3). Vemos el mismo cuando Pablo y Barnabé vinieron a Jersusalén para resolver la cuestión
respecto a la necesidad de circuncisión.
Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto.

Hec 15:6

Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que
nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. 3 Por tanto, hermanos, escoged de entre
vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos
encargar esta tarea.

Hec 6:2-3

Sin embargo, en ningún lugar en las Escrituras vemos que este concilio gubernamental tomó una acción
disiplinaria sobre un pastor o un minstro. El concilio no sacó a los pastores de sus puestos, ni les mandó
predicar de una manera particular. Simplemente fue un recurso disponible a los otros dones minsteriales.

Una grande parte de este "recurso" fue la cobertura espiritual que los apóstoles ofrecieron a los otros cuatro
dones minsteriales. Mientras que cualquier creyente tiene el derecho de ir a Dios por sus propias necesidades,
siempre ha existido una estructura de autoridad que Dios estableció.

En la familia, esta estructura de autoridad es a través del hombre, que actua como la cabeza de la casa y el
sacerdote del hogar. El recibe su autoridad de Jesús, que lo recibió de Dios el Padre. El continua este ciclo
por pasar esta autoridad a su esposa. Ella fuciona bajo su autoridad, y tiene a su marido como un recurso a
utlizar si su autoridad sea disputada.

Dentro de la Iglesia, vemos una estructura similar de autoridad. Todo autoridad fluye "hacia abajo" del trono
de Dios. Jesús, como la cabeza de la Iglesia, recibe su autoridad de su Padre. A su turno, él delega aquella
autoridad a los apóstoles, que la delegan a los pastores principales (obispos) de las varias congregaciones.
Cualquieres otros ancianos, líderes y minstros que hay dentro de aquellas iglesias, reciben su autoridad de
aquel pastor principal.

Al quebrantar este cadena, a cualquier punto, nosotros perdemos la mejor conexión posible a la autoridad de
Dios (autoridad divina). Esto no significa que los creyentes no pueden recibir la autoridad de Dios sin otros,
pero no tendrán la conexión que Dios ha establecido. Además, hay una fuerte posibildad que ellos no tendrán
la plenitud de la autoridad de Dios que les es dispuesto.

Hay niveles gubernamentales en las esferas espirituales. Estos se llaman "principados, potestades, y
poderes." Cada uno tiene una esfera diferente de autoridad, diferente nivel de autoridad, y una manera
diferente de funcionar.

Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Efe:6:12

De igual manera, nosotros tenemos diferentes niveles de autoridad en los dones ministeriales. Aquí es donde
uno verdaderamente necesita la autoridad apostólica. A veces, un pastor es confrontado con diferentes tipos
de ataques espirituales. Sin la cobertura espiritual de un apóstol, él puede ser luchando contra poderes y
potestades con quienes él no está realmente ungido o preparado de batallar. Con la cobertura apostólica, él
puede recibir de la unción, entendimiento y experiencia del apóstol en aquellas batallas. En vez de luchar a
solas, él tiene el apoyo espiritual que necesita.

El rendir cuentas (ser contable) es un gran asunto en la Iglesia hoy, y está directamente conectado al asunto
de autoridad. Alguien que no está correctamente sometido a autoridad no tiene el derecho de ejercer
autoridad sobre otros. Un evangelista o maestro que no está sometido a un pastor, no tiene el derecho de
ejercer su propia autoridad. Igualmente un pastor que no se somete bajo la autoridad de un apóstol.

Esto, por supuesto surge la cuestión de quien debe el apóstol someterse. Vemos del ejemplo bíblico de la
iglesia primitiva que los apóstoles sometieron el uno a los otros. Cuando Pablo inició su ministerio, él fue a
Pedro para confirmar su ministerio. El voluntariamente sometió a la autoridad de Pedro (Gal 1:18).

Sin embargo, más adelante vemos que Pedro estuvo equivocado, y Pablo lo corregió (Gal 2:11-14). En este
caso, Pedro sometió a Pablo. Ambos fueron hombres humildes que aceptaron la autoridad de un otro apóstol
en sus vidas.

Otro punto adicional sobre los apóstoles. El enfoque de un pastor es sobre su congregación. El enfoque de un
apóstol es sobre una ciudad, región, o aun el mundo.

Debido al tipo de ministerio que tiene un apostol, su ministerio lo llevará a numerosas situaciones y
congregaciones diferentes, y verá lo que funciona bien en otros lugares, y aprenderá de una base extensa de
fuentes. Por esta razón, él tendrá un enfoque y entendimiento diferente que el de un pastor. Esta diferencia de
enfoque puede también ser un recurso al pastor. El puede consejar el pastor respecto a problemas dentro de
su iglesia, ayudarle, tratar con asuntos en su liderazgo, y aumentar la eficiencia de lo que hace su
congregación.

Hay una necesidad de reestablecer el ministerio profético, y especialmente el ministerio apostólico en la


Iglesia hoy. De hecho ésto está sucediendo. Solamente después de que sea plenamente funcionando, puede el
Cuerpo de Cristo recibir la plenitud de lo que Dios anhela que Su Iglesia tenga.

Si tu iglesia ha sido fucionando sin la plenitud del ministerio de las cinco obras/dones, yo te animo de buscar
ministros que el Señor ha dotado y ungido en estas áreas. Pide al Señor respecto a cuales entre ellos El desea
que entres en relación, y hagas una relación de pacto con ellos. Recibe de ellos, y permites que minstren a tu
vida.

Sin embargo, yo te aviso de ser cuidadoso respecto a quienes formas relaciones. El Nuevo Testamento nos
advierte varias veces sobre ambos profetas falsos y apóstoles falsos.

Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces.

Mat:7:15

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos
profetas han salido al mundo.

1 Ju:4:1

Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.

2 Cor:11:13

Una verdadera señal de un profeta falso, o apóstol falso, que verdaderamente es un lobo, es lo que te piden de
ti. Jesús no andaba pidiendo que la gente ofrendara a él; tampoco Pablo. Ellos decidieron de hacer lo bueno y
ser una bendición a todos aquellos que vinieron en contacto con ellos. Formaban relaciones. Daron y
ministerioon.

Los lobos tratan de tomar de los corderos; los pastores tratan de dar a ellos. De igual manera los lobos-
profetas y lobos-apóstoles tratan de tomar en vez de dar. La diferencia es que ellos tratan de recibir del
pastor, en vez de dar a él.

La biblia siempre se trata de nuestro Señor y de ser en relación con El. De igual manera, cuando la biblia
habla de la Iglesia, habla de relaciones mútuas. Fíjate que yo no mencioné que juntes con la organización de
un profeta o de un apóstol; únicamente hablé respecto a entrar en relación con ellos. Si solo recibes es una
membresía en una organización, no estás recibiendo la bendición de aquellos ministerios. Unicamente puedes
recibirlo por una relación.

1 Las definiciones fueron tomadas del "Léxico griego - inglés del Nuevo Testamento" cuarta edición, © 1977 por Baker Book
House. Un léxico es un diccionario extensivo de idiomas. Por aquellos que conocen la Concordancia Exhaustivo de Strong, el
léxico provee una definición más completa que ella que existe en el diccionario de Strong. Este léxico particular está codificado al
sistema numérica de Strong.

2 La palabra "misionero" no existe en la biblia. Es una palabra que fue formada más tarde por la Iglesia, respeto a aquellos que
hicieron obras multiculturales, típicamente en tierras ajenas. Es interesante notar que la palabra raíz de "misionero" es "misión,"
significando que la persona que es misionero es alguien que ha sido enviado para hacer una misión. Esto es muy parecido a la
definición de un "apóstol."

Copyright © 2003 por Ricardo Murphy, Maranatha Life. Todos derechos


reservados.

¿De Dónde Viene Tu Doctrina?


por Ricardo Murphy

Hay grandes divisiones en la Iglesia hoy en día que se forman de nada más que algunas diferencias en sus
doctrinas. Cada denominación, cada iglesia, e incluso cada individuo tiene una doctrina que enseña, y pone
por obra. Sin embargo, no todas las doctrinas son bíblicas, ni aún son verdaderas.

La palabra doctrina significa "ensenañza." Cuando vemos esta palabra en el libro de Hechos, capítulo 2,
verso 42, se refiere a las ensenañzas de los apóstoles. Algunas traduciones de la biblia aun substituyen la
palabra ensenañza por doctrina en este verso.

Solamente porque alguien enseña algo de la biblia no significa que nosotros deberíamos de aceptarlo. Estoy
seguro que Satanás ha memorizado la biblia, y que puede citar cualquier verso para que esté de acuerdo con
su propósito. Sin embargo, esto no lo hace verdadero. En fin, nosotros todos somos responsables ante Dios
por la doctrina que aceptamos, enseñamos y vivimos. No podemos culpar a Pastor Fulano por las ensenañzas
erróneas que hemos aceptado.

¿Qué hace la buena doctrina? Nada más una cosa; que sea un claro principio bíblico. Para que sea una verdad
fundamental, necesita aparecerse en ambos el Nuevo y el Antiguo Testamentos. Debemos verlo en la Ley,
los Profetas, los Evangelios, y las Epístolas. No solamente deberemos verlo, sino debería ser un
mandamiento a nosotros antes de que lo hagamos una doctrina.
Solamente porque vemos que alguien en la biblia hizo algo, no significa que deberíamos seguir su ejemplo.
La esposa de Job le dijo, "Maldice a Dios y muérete" (Job 2:9). Pero, yo creo que todos acordarán que no
debemos de hacerlo. O, después que Jesús fue llevado cautivo, Judás se se ahogó (Mat 27:5). Esto no significa,
obviamente, que el suicidio es un principio bíblico.

A lo largo de la historia de la Iglesia, varias personas han tomado la acción de alguien, o una bendición que
se menciona en la biblia, y lo volvió en ser una doctrina. Hay iglesias hoy en día, que manejan serpientes
venenosas como parte de su servicio de adoración. Ellos están tomando la promesa de Dios en el libro de
Marcos, capítulo 16, verso 18 y volviéndolo en doctrina. ¿Es que esto les hace correcto? Tanto como se
conocierne a ellos, el resto de nosotros estamos en pecado porque no estamos manejando las sepientes
mortíferas en nuestros cultos.

Hay una secta falsa que se llama "La Luz del Mundo." Les encontramos hace años y hablamos a uno de sus
pastores. El nos dijo, "Nosotros sabemos lo que es la buena doctrina, porque nuestro apóstol nos dice; y
sabemos que nuestro apóstol es de Dios, porque él nos da buena doctrina." Esto es un perfecto ejemplo de un
argumento circular. Este grupo pasa más tiempo en adorar a su "apóstol" que en adorar a Dios. Es un culto
falso, y porque ellos están siguiendo su doctrina falsa, no saben el peligro de su error.

Dios es un Dios de libertad, no de esclavitud. El nunca ha sido legalístico, y nunca lo será. Nosotros, como
creyentes, no tenemos ningún derecho añadir algo a la Palabra de Dios. De hecho, el libro de Apocalipsis nos
dice que aquellos que añaden, serán malditos.

Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios
traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro;

Apo 22:18

Cuando se fundó la Iglesia del Nuevo Testamento en el libro de Hechos, los apóstoles eran confrontado con
un problema de doctrina. La mayoría de los primeros creyentes venían de las raíces judías, y eran muy
legalísticos. Sin embargo, había también un groupo de creyentes griegos, que no tenían ningún transfondo en
la ley. Algunos predicadores iban añadiendo a sus cargas, en enseñarles el legalismo judío. La respuesta de
los apóstoles fue enviar dos de ellos a los "creyentes gentiles" con una carta diciendo:

Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales 29
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os
guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.

Hec 15:28-29

Si los apóstoles, que habían caminado con Jesús, no vieron una necesitad ni sentían un derecho de cargar el
Pueblo de Dios con una lista de reglas a poner por obrar, ¿quien somos nosotros hacerlo? No solamente esto,
¿pero qué pensamos que la gente ganará por seguir estas reglas humanas?

De hecho, la Iglesia ha seguido a los judíos mejor que nosotros podemos imaginar. Mucho del legalismo por
la cual Jesús reprendió a los fariseos, no era escrito en la Ley, sino lo que se incluía en la "Ley Oral." Este
"Ley Oral" supuestamente fue recibido de Moisés al mismo tiempo que él recibió la ley escrita, pero Dios
supuestamente le mandó de mantenerlo oral, y no escribirlo.

Sin embargo, esta "Ley Oral" que nunca debería cambiar, crecio y crecio y crecio a lo largo de la historia
judía, hasta el tiempo de Jesús. Se llegó a ser tan complicado, que los rabinos judíos ya no podían estar de
acuerdo sobre ella.

La ley oral se llegó a ser una carga mucho más grande que la ley escrita. Por ejemplo, una parte de
Deuteronómio, capítulo 14, verso 21 dice: "No cocerás el cabrito en la leche de su madre.." Esto es la ley
escrita. La ley oral añade que los judíos no pueden comer los productos lácteos en la misma comida con
carne, porque existe una pequeña posibilidad que la leche de la madre vino de la vaca que dio su carne.

Por lo tanto, a fin de no quebrar la ley escrita accidentalmente, los judíos crearon la Ley Oral para ser una
adición. Pero, esta adición, no hace a nadie más santo, ni da a alguien libertad, ni da vida más abundante.
Solamente sirve para crear más legalismo e impedir la gente de ver el rostro de Dios. Jesús declaró:

"Mas en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres."

Mat 15:9

Cuando nosotros enseñamos por ser doctrina, los mandamientos que son nuestras interpretaciones de la
voluntad de Dios, en vez de enseñar lo que la biblia claramente dice, estamos haciendo la misma cosa que
hacían los judíos. Nuestra adoración a Dios es solamente un acto religioso, hecho en vano, porque nosotros
hemos ignorado al Dios de los mandamientos.

Estudiemos algunos ejemplos específicos:

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres tienen que cubrir las cabezas. ¿Por qué? "Juzgad vosotros
mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta?" (1 Cor 11:13). Fíjate, por
favor que esto es una pregunta, no es un mandamiento. Seguiendo más adelante, el verso 15 contesta
esta pregunta al añadir "Pues a ella el cabello le es dado por velo (cobertura)." Si Dios le dio por
cobertura, ¿por qué estas iglesias enseñan que esto no es suficiente, y que ella necesita otra cobertura?

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres no deberían vestirse en pantalones. ¿Por qué? Porque la
biblia enseña que un hombre no debería vestirse en la ropa de una mujer, y una mujer no debería
vestirse en la ropa de un hombre. Pero, cuando se escribió este verso, no habían pantalones; todos se
vestían en túnicas. Obviamente habían diferentes estilos por los hombres y las mujeres, pero todos se
vestían en túnicas. Por lo tanto, si ellos no se vestían en pantalones en esa época, ¿cómo podemos
enseñar que es pecado si una mujer se vista en pantalones hoy en día?

 · Hay iglesias que enseñan que las mujeres no deben de usar maquillaje, pintar las uñas , ni peinarse.
¿Por qué? "Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con
peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos " (1 Tim 2:9). Sin embargo, hay una
palabra que le falta de nuestras traducciones de este verso, se traduce por "más bien." Debería decir
"más bien de peinados ostentosos (trensas)..." en otras palabras, Pablo no dijo que las mujeres no
podían vestirse bien, ni podían usar el maquillaje, sino que era más importante tener una belleza
interior, en vez de concentrarse en la belleza por fuera. Si esto es el caso, ¿por qué estas eglesias
enseñan que es pecado si una mujer se arregla muy hermosa para su agradar a su marido?
Obviamente se puede entender por que hay tantos hombres que corren en pos de otras mujeres.

 Hay iglesias que enseñan que las mujeres no pueden enseñar. ¿Por qué? Porque Pablo escribió: "Que
la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. 12 Yo no permito que la mujer enseñe ni que
ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada" (1 Tim 2:11-12). Pero, la palabra que
se traduce "hombre" en ese verso también puede traducirse por "marido" (los dos son la misma
palabra en ambos griego y hebreo). En el contexto cultural, podemos fácilmente entender por que
Pablo no quería que las mujeres enseñaren a sus propios maridos, porque esto les darían autoridad
sobre ellos. Esto no significa que las mujeres no pueden enseñar. De hecho, en otro lugar Pablo
mandó que las ancianas enseñaren a las mujeres jóvenes. Hay numerosos ejemplos de mujeres en
liderazgo en las iglesias que fundó Pablo. Si él les puso en el liderazgo, ¿quién somos nosotros decir
que no pueden haber maestras en las iglesias?

 Hay iglesias que enseñan que había un gran lapso de tiempo entre Génesis 1:1, y Génesis 1:2. ¿Por
qué? Porque tratan de hacer la biblia esté de acuerdo con el horario de tiempo que los evolucionistas
han creados. Al hacer así, ellos pueden poner toda la "evidencia" a favor de la evolución (que
verdaderamente no es evidencia) en este periódo de tiempo. Si Dios no habla de la evolución, ¿quién
somos nosotros añadirlo a nuestra doctrina?

Es sorprenente que tantas de estas doctrinas han puesto a las mujeres en esclavitud. Puedo continuar adelante
con más ejemplos, pero no deseo tomar tanto tiempo en este breve comentario.

No estoy intentando decirte que lo que crees esté erróneo, solamente quiero que examines lo que crees, con
una mente abierta, y asegúrate que la doctrina que tienes sea una que Dios ha establecido, no una que el
mundo ha establecido. Dios no nos ha creado estar en esclavitud a ninguna doctrina, sino vivir en la libertad
del Espíritu Santo, siendo guiado por El en toda verdad. ¡No permitas que una doctrina humana te robe de
recibir la plenitud de entendimiento y bendiciones que Dios tiene para ti!

Copyright © 2005 por Ricardo Murphy, Maranatha Life. Todos derechos


reservados.

Estudios Bíblicos para Cada Creyente


(Bible Studies for Every Believer)

Oseas 4:6
dice, "mi
pueblo es
destruido por
falta de
conocimient
o."  Una de
las mas
grandes
necesidades
en el campo
misionero
hoy dia no
falta de
evangelismo,
sino es falta
de
ensenanza.
Este libro de
ocho
bosquejos
para estudiar
es un
perfecto
inicio para
nuevos
creyentes, o
aquellos
creyentes
que no
entienden
como aplicar
las verdades
fundamental
es de la
Escritura.
Bueno para
usar en
familia
tambien.

Estudios Bíblicos para Cada


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Copyright © 2003 por Richard A. Murphy,  Maranatha Life  Todos derechos res

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