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Wolfgang Beinert

Asentir o consentir . la función del


sentido de la fe de los creyentes

Partiendo de los resultados publicados con ocasión de la preparación


de la segunda reunión del Sínodo sobre la familia, el autor analiza en
este artículo la discrepancia y la relación existente en la actualidad
entre el magisterio eclesial y el sentido de la fe de los creyentes (sen-
sus fidelium).

Einstimmen oder übereinstimmen? Die Aufgabe des Glaubenssinnes


der Gläubigen, Theologie der Gegenwart 58 (2015) 82-93

Entre lo que es y lo que rrocos en activo, creó consterna-


debería ser ción al publicarse oficialmente. La
moral sexual que se vive en las fa-
En teoría, el Papa desempeña milias y matrimonios y el compor-
en la Iglesia Católica una posición tamiento de los cristianos no se ri-
única de primacía jurisdiccional ge por los dictados de la Iglesia,
que incluye doctrina y magisterio. que la amplísima mayoría consi-
Su autoridad extraordinaria deriva deran desfasados respecto a la vi-
de su designación directamente da actual. Tanto el estilo como el
por voluntad divina, con lo cual es autoritarismo de las enseñanzas
ilimitada y absolutamente indiscu- eclesiales producen en los fieles
tible. En teoría todos los fieles de- una reacción de rechazo abierto y
ben obediencia a sus instrucciones. de incomprensión que reduce a un
mínimo su predisposición a con-
Sin embargo, la encuesta sobre frontarse con el tema.
qué pensaban los fieles de la ense-
ñanza magisterial sobre sexuali- Estos resultados referidos al
dad, matrimonio y familia, reali- comportamiento sexual y familiar
zada en el año 2014, antes de cele- de los creyentes pueden ampliarse
brarse la tercera reunión del Sínodo a muchos otros contenidos doctri-
Extraordinario, y que fue amplia- nales. La opinión de los católicos
mente discutida en la Conferencia sobre el celibato de los sacerdotes,
de Obispos alemanes, puso de re- la asistencia a la misa dominical,
lieve la discrepancia existente en el sacramento de la confesión y la
la práctica entre la doctrina ecle- participación en la vida comunita-
sial y la experiencia de la fe vivida ria y parroquial son algunos ejem-
por los fieles. Lo que desde hace plos del abismo que separa la doc-
años viven y saben todos los pá- trina de la Iglesia del sensus
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fidelium. El resultado de esto es un perspectivas hasta ahora ocultas de
deterioro de la Iglesia en muchas nuestra fe.
regiones del mundo. Y la depresión
y el desaliento que afecta actual-
mente a muchos católicos en cues- La percepción de la fe
tiones de fe.
La Iglesia argumenta que la Pero ¿es posible una evolución
distancia entre doctrina enseñada similar dentro del anuncio de la
y doctrina recibida por parte de doctrina católica? ¿No se trata de
los fieles se debe a una lamentable verdades eternas que -una vez for-
dificultad de comunicación. Se muladas- son por definición inmu-
pretende que faltan nuevos méto- tables?
dos pedagógicos y didácticos. Es De hecho se trata de la verdad
un gol en propia puerta. Hace prác- de la fe, de la fiel aceptación de la
ticamente un siglo que la Iglesia revelación de Dios. Normalmente
sigue manteniendo las mismas entendemos por verdad la coinci-
pautas sobre ética sexual y fami- dencia de nuestra razón con unos
liar, que es de lo que se trataba en hechos. Es la verdad fáctica que,
el Sínodo de 2014. No se trata so- una vez establecida, no varía. Pe-
lo de una cuestión formal. Desde ro la verdad a que alude la fe cris-
la encíclica Humanae Vitae (1968), tiana es distinta: no es una verdad
que con su prohibición de la anti- fáctica y expresable mediante con-
concepción causó el rechazo deci- ceptos fijos. El objeto de nuestra fe
dido de la mayoría de los fieles, han es “alguien” personal, es Dios vi-
pasado más de cuarenta años, en vo, que se nos ha revelado a través
los que las autoridades han fraca- de su Hijo. Él nos dijo “yo soy el
sado estrepitosamente en la misión camino y la verdad y la vida” (Jn
de hacer comprensible el conteni- 14,6). Es preciso que se produzca
do de sus enseñanzas. Es posible ese encuentro personal entre Dios
que se trate de una deficiencia ma- en Jesucristo y el creyente. El cre-
terial en la actividad docente de la yente no puede usar ni la intuición
Iglesia. Como dice el Papa actual, directa, ni una inducción o deduc-
es preciso que se enseñe el evan- ción científicas, sino solo la expe-
gelio cristiano en forma distinta y riencia de un algo convincente, que
nueva para que incluso los no prac- aclare la mirada y haga que uno
ticantes o tibios reencuentren un esté convencido de lo que ha expe-
entusiasmo nuevo, la alegría de la rimentado. La experiencia cristia-
fe y recuperen la fecundidad mi- na original y fundamental es la re-
sionera. Precisamente esto es lo surrección de Jesús, en cuya
que nos falta hoy: no repetir los seguridad el anunciante pasa a ser
dictados apostólicos tradicionales anunciado, el Nazareno es recono-
en envoltorios perfeccionados, si- cido como Hijo de Dios. Fruto de
no decir cosas nuevas que revelen esta realidad experimentada es el
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imperativo del seguimiento de Je- cunstancias de la vida.
sús.
El resultado de este proceso de-
La importancia de la imagen
be expresarse verbalmente, pues la
de la Iglesia
fe es para confesarla y dar testimo-
nio de ella. Y en este momento
queda sometido al imperativo de Desde Lumen Gentium el tema
la historia. La revelación se produ- no ha dejado de preocupar a la Co-
ce en un momento y en un marco misión Internacional de Teología
determinado y los hombres que la de la Congregación para la Fe. En
reciben son seres concretos dentro la primavera del año 2014 se pu-
de su propia cultura, con su situa- blicó el estudio más amplio sobre
ción política, religiosa y económi- la cuestión aparecido hasta la fe-
ca, que se va transformando con cha (“Sensus fidei en la vida de la
los años. La interpretación de la Iglesia”). La auténtica dificultad
palabra de Dios depende de su mo- (crux) de todos los votos fue la re-
mento histórico. El contenido es- lación entre el magisterio y el sen-
cueto de la fe quedaría reducido a tido de la fe de los creyentes.
unos pocos postulados, si se pres-
cindiera del entorno determinante En todo esto es determinante
de la misma. la imagen que se tenga de la Igle-
sia. En el primer milenio se enten-
En todo caso, la experiencia de día a la Iglesia en sentido bíblico,
la fe necesita de unos lugares (en como el pueblo de Dios congrega-
la Reforma se los llamó “lugares do por Jesucristo a través del Es-
teológicos”), en los cuales dicha píritu Santo; todos, es decir cada
experiencia pueda realizarse de uno de los individuos creyentes,
modo fiable. En la cúspide se en- aunque de formas distintas, parti-
cuentra la Sagrada Escritura co- cipan y componen un único cuer-
mo norma no normada de la fe. Le po. Todos contribuyen en la com-
sigue la Tradición, comprendida prensión de la fe para el bien
como la meditación del contenido común y son importantes indivi-
de la fe en el pasado. Las últimas dualmente. La unidad final de la
tres instancias se enraízan en la ac- Iglesia es importante, pero los in-
tualidad: al magisterio eclesial le dividuos también lo son y debe
corresponden las afirmaciones existir una coincidencia final entre
obligatorias sobre la fe; la teología las partes.
académica tiene la tarea de profun-
dizar de modo racional, científico, En el segundo milenio, por el
sobre los contenidos de la fe; y el contrario, se desarrolla la Iglesia
sentido de la fe de los creyentes da jerárquica. Si la Iglesia es dirigida
testimonio sobre la fe, a partir de esencialmente por la clerecía, su
la gracia y la dignidad que otorga doctrina y forma de vida vienen
el bautismo, en las respectivas cir- marcadas absolutamente por el mi-
Asentir o consentir. La función del sentido de la fe de los creyentes   85
nisterio eclesiástico (en último tér- divina, gratuitamente y sin mere-
mino, por el Papa). Existen, pues, cerlo, como dice Pablo. El plan de
dos categorías de fieles. Los que salvación de Dios con cada indivi-
son ordenados tienen una función duo se realiza en la sociedad y en
de gobierno e instrucción. Las en- la comunidad de todos los que es-
señanzas establecidas así por la tán unidos a él. Después del acon-
Iglesia proceden de la clase que di- tecimiento pascual, la Iglesia es la
rige, son consideradas infalibles y alianza nueva y eterna que surge
deben ser aceptadas sin discusión renovada de la primera alianza con
por el resto de los fieles a quienes el pueblo de Israel. Se entra a for-
van dirigidas. Aquí la infalibilidad mar parte de ella a través del sa-
de la doctrina es activa (in docen- cramento del bautismo y la confir-
do), no -como en el milenio ante- mación, con los que recibimos el
rior- pasiva (in credendo). Espíritu Santo, quien, como espí-
La diferencia es evidente. El ritu de la verdad procedente del
modelo eclesial que brota del con- Padre, da testimonio de Jesucristo.
cepto bíblico de pueblo de Dios, Todos nosotros somos testigos de
reconoce que cada instancia -sen- Jesucristo porque hemos estado
tido de la fe del pueblo y magiste- con él desde el principio (Jn 15,
rio- tiene su propio peso. Ahora las 26s). Esta misión es un servicio
partes también coinciden, porque prestado a la verdad que asumimos
es una inevitable aspiración de la en la fe; su garantía procede del
fe, pero puede haber disonancias Espíritu. O sea que nadie tiene ne-
entre ellos, pues los individuos que cesidad de que le enseñen, porque
no pertenecen a la jerarquía no de- el Espíritu mismo, que es la única
ben solo asentir y plegarse, obe- fuente de verdad, nos enseña todas
decer los dictados de los de arriba, las cosas (1 Jn 2,27).
sino consentir. No se cuestiona, Estos pasajes, tomados de las
por ejemplo, la indisolubilidad del Escrituras, dan base y fundamen-
matrimonio. Pero sí se puede di- to al principio de la permanencia
sentir en la manera cómo había que infalible de la Iglesia en la verdad
interpretar y traducir pastoralmen- de la fe, pero de acuerdo con su es-
te en el siglo XXI esta enseñanza tructura concreta: todos los bauti-
formulada en el siglo I. Pasemos, zados, estando en posesión del Es-
pues, a analizar esta diferente con- píritu de Jesucristo, participan de
cepción de la teología. un mismo carisma de la infalibili-
dad en la fe, aunque eso se realiza
de una forma determinada en los
La fe como experiencia que, por su ministerio, tienen en-
comendada la misión de garanti-
El mensaje básico de nuestra fe zar la unidad de la Iglesia, que es
es que todos nosotros somos lla- una unidad de fe. Pero la certeza
mados y elegidos por misericordia de la verdad que se les atribuye es
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la misma que ilumina a todos. El Está claro que los pastores de-
Papa Francisco, hablando de los ben enseñar la doctrina en tono
obispos como pastores de los fie- discursivo y argumentado, sirvién-
les, dice que deben marchar a ve- dose de la teología científica. Los
ces delante, otras veces entre y fieles, por su parte, tienen a su dis-
otras detrás de ellos, según sea pre- posición la intuición interior que
ciso para desempeñar su función les permite conocer a través de su
correctamente. Podría añadirse socialización cristiana (ilumina-
que los pastos a través de los que ción espiritual, vida sacramental,
guía el pastor al rebaño, deben ser catecismo recibido), si una postura
del agrado, del gusto y para ali- o comportamiento es o no confor-
mento de las ovejas -no de él. me al evangelio. Las personas en
Esto vale especialmente en su entorno vital, familiar, social y
cuestiones que afectan a la familia de trabajo se encuentran constan-
y al matrimonio, un campo en el temente forzados a un discerni-
cual los pastores no (pueden) apa- miento de espíritus para ser capa-
centar. La doctrina eclesial es es- ces de tomar las decisiones correc-
cuchada por individuos, parejas y tas. Les ayuda, además, su con-
familias cuya ubicación en la rea- ciencia que, como dice el mismo
lidad cotidiana de la vida es dia- término, es una forma de “ciencia
metralmente opuesta a la de los con” la comunidad de todos los
pastores, impidiéndoles una com- creyentes. Se habla con frecuencia
prensión de sus postulados y obli- de un “instinctus fidei”. Esta expe-
gándoles a reaccionar mediante el riencia de fe del individuo desem-
rechazo y la oposición, porque se boca en una experiencia común de
sienten rechazados, incomprendi- todos, el sensus fidelium que cuan-
dos y excluidos. do se expresa en la Iglesia pasa a
ser consensus fidelium.
Los creyentes no tienen la úni-
ca función de escuchar y aplaudir Si se quiere saber cómo, con-
todo lo que escuchan de sus guías cretamente y en cada uno, se pro-
eclesiales, sino que cada uno, des- duce el sentido de la fe, hay que
de su propia situación, es un ente remitirse a la plenitud de vida de
dialogante. La fe de los creyentes todos los creyentes. Y ahí lo que
no es asentimiento (assensus), si- cuenta, y mucho, es la espirituali-
no consenso (consensus). No se dad. Cuanto más se abre uno al so-
trata de asentir en el sentido de plo del Espíritu Santo, tanto más
obedecer, sino de con-sentir, en el está en el seguimiento consciente
sentido de coincidir en el senti- del Señor y más profundamente se
miento, “sentir igual” y, por lo tan- mueve en la espiritualidad de la
to, aceptar. La fe de la Iglesia co- Iglesia. El Santo es el testigo de la
mo un todo y el sentido de la fe de fe por antonomasia. Pero también
cada individuo deben coincidir ne- forma parte de la plenitud de vida
cesariamente. cristiana la inserción en el contex-
Asentir o consentir. La función del sentido de la fe de los creyentes   87
to cultural. De manera que puede cuestiones de fe se trata de la ver-
haber una mayor o menor conna- dad, cosa que se opone a que el
turalidad con aquellas realidades sentido de la fe se obtenga simple-
que tienen como objeto el arte, la mente por mayoría. Eso es verdad,
poesía, la música o la filosofía. pero tampoco se la conoce por me-
Piénsese en Dante, Miguel Ángel, dio de la autoridad. La verdad no
Johan Sebastian Bach. También es una cantidad sino una calidad,
forman parte de la plenitud de la que se manifiesta como tal por sí
vida cristiana los conocimientos misma en el espíritu de los creyen-
científicos e incluso los técnicos. tes, respetando su dignidad, natu-
En el tema que nos ocupa aquí de raleza social y que debe buscarse
la ética sexual, ha habido cristia- aplicando principios científicos li-
nos que con su experiencia íntima bres con la ayuda de la doctrina y
de la realidad han protestado con- enseñanzas de la Iglesia. Y en
tra los dictados de la Iglesia, seña- constante intercambio de ideas y
lando que nuestro mundo actual ha mediante el diálogo.
cambiado y exige que cambien
El magisterio de la Iglesia se
también los dictados de la Iglesia.
constituye así en un criterio impor-
Los “simples cristianos” tienen un
tante de conocimiento y reflexión,
acceso más fuerte, más exacto y
pero éste es tan solo uno entre mu-
más directo al mundo que les en-
chos otros. No hay una jerarquía
vuelve, que los clérigos que llevan
clara de criterios. No podemos ol-
una forma especial de vida y que
vidar que la fuerza vinculante del
son tanto más ajenos a la realidad
magisterio eclesial está estrecha-
cotidiana, cuanto más alta es su si-
mente ligada a la fe global de la
tuación en la jerarquía eclesial. Los
Iglesia. No dispone de inspiración
cristianos sencillos tienen una vi-
ni fuentes propias. No puede gene-
sión clara y directa de las condi-
rar la fe, sino que depende de to-
ciones -normales o marginales- de
das las demás instancias que
la existencia. Su percepción se
discuten y aclaran el contenido de
convierte así en una instancia de
la fe. La prerrogativa de la infali-
testimonio de la fe propia, inde-
bilidad de la Iglesia existe para la
pendiente, esencial, vital. Y esto
salvación de las personas, de for-
se puede aplicar a todos los bauti-
ma que todos los creyentes han de
zados, sean o no católicos.
entenderla como don, es decir,
comprender sus razones y su im-
portancia para el seguimiento de
Autoridad y recepción
Jesucristo. La autoridad del magis-
terio de la Iglesia debe ser recibi-
La crítica más seria que se opo- da por los fieles, que la aceptan
ne a la importancia del sensus fi- como tal, después de haber con-
delium es -según lo dicho anterior- frontado sus postulados con el sen-
mente- el argumento de que en sus fidelium.
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La recepción, sin embargo, nuevas reflexiones y a evaluar por
puede ser también negativa. Los qué no se ha aceptado su enseñan-
fieles pueden rechazar la doctrina za. El sentido de la fe en esta pers-
de la Iglesia sobre la familia, el ma- pectiva se convierte en instancia
trimonio y la sexualidad, igual co- doctrinal para el ministerio orde-
mo rechazaron, por citar tan solo nado, pues de lo contrario se opon-
un ejemplo entre otros muchos, su dría a su propio contenido doctri-
postura ante la modernidad. En es- nal, del cual forma parte el sentido
te momento de no recepción de la de la fe de los creyentes.
autoridad, ya no se trata necesaria- No en balde actualmente se ha-
mente de la verdad en sí. El recha- bla tanto precisamente del sensus
zo no se produce necesariamente fidelium. Hace más de 30 años que
porque se considera falsa la premi- se empezó a decir que de una fe
sa, sino porque no es realista, ni del conocimiento de las frases y de
acorde con la realidad vital y con la obediencia estábamos pasando
la fe de los cristianos actuales. Se a una fe de la experiencia, de la
ignoran factores lo suficientemen- confianza y de la comprensión.
te importantes, que bloquean la Dentro de esta constelación actual
aceptación y aplicación de la ins- ya no puede aplicarse la tradicio-
trucción. La autoridad, entonces, nal norma “eclesia docens - ecle-
no sirve para hacer crecer la fe de sia discens”. Es preciso discutir,
la Iglesia (“auctoritas” viene de argumentar, razonar, dialogar y
“augere”, que significa hacer au- llegar a un consenso con todas las
mentar, crecer). En este supuesto, partes implicadas en todos los ni-
la autoridad está obligada a hacer veles, sin excepción.

Tradujo y condensó: BLANCA ITURRIAGAGOITIA

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