Jurisprudencia Desalojo 3
Jurisprudencia Desalojo 3
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DESALOJO
DESALOJO
DESALOJO
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OCUPACION PRECARIA
OCUPACION PRECARIA
DESALOJO
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DESALOJO
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DESALOJO
DESALOJO
DESALOJO
DESALOJO
DESALOJO
DESALOJO
(Publicada: 03-01-2005)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
(Publicada: 04-01-2006)
Desalojo por ocupación precaria. Lima, dieciocho de noviembre del dos mil
cinco.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA, en la causa número dos mil seiscientos catorce del año
dos mil cuatro; vista en audiencia pública de la fecha; producida la votación
correspondiente de acuerdo a ley, se emite la siguiente sentencia: MATERIA
DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto, a fojas
doscientos cincuentiuno, por Blanca Ernestina Casanova de Díaz contra la
resolución de vista de fojas doscientos treintiocho, de fecha treinta de
setiembre del dos mil cuatro que confirma la sentencia apelada de fecha
treinta de mayo del dos mil tres que declara fundada la demanda de
desalojo por la causal de ocupante precario interpuesta por Westher Leoncio
Sotomayor Castañeda, debiendo los demandados Blanca Casanova de Díaz
y Mario Vicente Díaz Gonzáles desocupar el Stand doscientos diecinueve del
Centro Comercial Sotomayor, sito en la calle Márquez doscientos veintisiete
y doscientos setentiuno del distrito y provincia del Cusco; revocaron en el
extremo que ordena el pago de las costas y costos, y reformándola
eximieron de dicho pago; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Por Resolución de
fecha veinte de diciembre del dos mil cuatro esta Sala Suprema ha
declarado procedente el recurso de casación por las causales previstas en
los incisos segundo y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código
Procesal Civil, sobre: a) La inaplicación del artículo doscientos veinticinco
del Código Civil, señalando que la recurrente se encuentra en posesión del
Stand número doscientos diecinueve del Centro Comercial Sotomayor en
mérito de un documento de mutuo anticrético que corre en autos a fojas
cíncuentícuatro, y pese a que su duración fue por el lapso de un año, no se
le ha devuelto el dinero entregado, motivo por el cual la impugnante se ha
visto en la necesidad de interponer una demanda de devolución de dinero y
pago de intereses ante el Quinto Juzgado de Paz Letrado del Cusco, en el
expediente número quinientos nueve-noventinueve. La norma denunciada
es aplicable al caso de autos por cuanto es nulo el documento de anticresis
referido, pero no la entrega de dinero ni la entrega de posesión, por lo tanto
este acto jurídico es el título que ampara la posesión de la demandada y ya
no deviene en ocupante precaria; y, b) La contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, en razón a que se ha
trasgredido el artículo trescientos sesentinueve del Código Procesal Civil,
por cuanto el Colegiado Superior no se ha pronunciado respecto al recurso
de apelación interpuesto por los demandados a fojas ciento treinticinco,
contra la resolución número doce que obra a fojas ciento veintiséis, la cual
declaraba infundada las excepciones de legitimidad para obrar del
demandante, legitimidad para obrar del demandado y de litispendencía, por
lo tanto, es nula la sentencia de vista de fecha treinta de setiembre del dos
mil cuatro; CONSIDERANDO: Primero.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación planteado por una causal in iudicando y
otra de carácter in procedendo, se impone calificar primero las denuncias de
carácter procesal, puesto que de ser posible su acogimiento ello conllevará
a una declaración de nulidad, reponiendo al proceso hasta el estado en que
se cometió el vicio, lo que exime de las causales de naturaleza sustantiva y
porque en todo caso cualquier apreciación de fondo podría importar un
adelanto de opinión; Segundo.- Que, de lo expuesto en la denuncia de
carácter procesal, se aprecia que la recurrente ha señalado que la Sala ha
incurrido en contravención de lo dispuesto por el artículo trescientos
sesentinueve del Código Procesal Civil, puesto que al haberse concedido
apelación sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida, respecto de la
resolución que declara infundadas las excepciones, el citado Colegiado no se
ha pronunciado sobre tal impugnación, resolviendo el fondo de la litis;
Tercero.- Que, el artículo trescientos sesentinueve del Código Procesal Civil
establece el trámite que corresponde a una apelación con la calidad de
diferida, señalando que “además de los casos previstos en el Código
Procesal Civil, de oficio o a petición de parte el Juez puede ordenar que se
reserve el trámite de una apelación sin efecto suspensivo, a fin de que sea
resuelta por el superior conjuntamente con la sentencia u otra resolución
que el Juez señale, tal decisión motivada del Juez es inimpugnable...”;
Cuarto.- Que, conforme se advierte de autos, a fojas ciento veintiséis del
presente expediente, el Juez por resolución número doce de fecha
diecinueve de mayo del dos mil tres declaró infundadas las excepciones de
falta de legitimidad para obrar del demandante, excepción de falta de
legitimidad para obrar del demandado e infundada la excepción de
litispendencia, propuestas por la parte demandada Vicente Mario Díaz
Gonzáles y Blanca Ernestína Casanova de Díaz; siendo que la referida
resolución fue objeto de apelación de parte de los citados demandados,
habiéndose concedido por resolución de fojas ciento cuarentisiete, apelación
sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida, sin embargo, la Sala al
momento de absolver el grado en segunda instancia no ha resuelto la citada
apelación concedida con la calidad de diferida, incurriendo con tal omisión
en contravención al debido proceso, afectación al derecho de defensa de los
recurrentes y al principio de contradicción, la cual es una de las formas en
que las partes ejercen el control de la legalidad de las resoluciones
judiciales; Quinto.- Que, resulta pertinente señalar que la utilización de los
medios de impugnación están dirigidos a preservar el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva que tiene derecho todo justíciable, siendo que en el
presente caso se ha constatado que la Sala inferior no ha cumplido con lo
que establece expresamente una norma procesal, la cual es el artículo
trescientos sesentinueve del Código Procesal Civil, lo que es concordante
con el principio de vinculación y formalidad contenido en el artículo Noveno
del Título Preliminar del referido Código adjetivo, por lo que corresponde
declarar fundado el recurso de casación formulado; Sexto.- Que, habiendo
la Sala inferior incurrido en dicho vicio procesal al no advertir con un
riguroso estudio de autos el concesorio de apelación sin efecto suspensivo y
con la calidad de diferida indicada y emitir el pronunciamiento
correspondiente, corresponde por esta vez, llamarles la atención a fin de
que pongan mayor celo en el ejercicio de sus funciones, expidiendo las
sentencias con mejor estudio de autos y evitar dilaciones innecesarias en el
proceso, afectando el derecho de los justiciables. Estando a las
consideraciones expuestas, y de conformidad con lo establecido en el punto
dos punto uno del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del
Código Procesal Civil; Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto, a fojas doscientos cincuentiuno, por Blanca Ernestina Casanova
de Díaz, en consecuencia NULA la resolución de vista de fojas doscientos
treintiocho, de fecha treinta de setiembre del dos mil cuatro; ORDENARON
que la Segunda Sala Civil del Cusco expida nueva resolución con arreglo a
derecho; LLAMARON LA ATENCIÓN a los señores Vocales Rodríguez
Mendoza, Alvarez de Pantoja y Contreras Campana integrantes de la
Segunda Sala Civil del Cusco por las razones arriba anotadas;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Westher Leoncio
Sotomayor Castañeda contra Blanca Casanova de Díaz y Mario Vicente Díaz
Gonzáles, sobre desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron.- SS.
ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, PALOMINO
GARCÍA, ORTÍZ PORTILLA
DESALOJO
Desalojo por ocupación precaria. Lima, ocho de noviembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, Carlos Alejandrino
Zamudio Coaguila recurre en casación a fojas ciento noventidós, cumpliendo
con los requisitos de forma que exige el artículo trescientos ochentisiete del
Código Procesal Civil para su admisibilidad; Segundo.- Que, sustenta su
recurso en las causales casatorias de aplicación indebida o interpretación
errónea de normas de derecho material y la contravención de las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso, previstas en los incisos
primero y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil, Tercero.- Que, fundamentando su recurso el impugnante denuncia: a)
La aplicación indebida o la interpretación errónea de normas de derecho
material; porque se ha interpretado en forma errónea normas de derecho
material al aplicar indebidamente los artículos novecientos cuarentinueve y
novecientos once del Código Civil como si tuviese la condición de precario
en su domicilio que lo ha adquirido pagando su precio y que está al día en el
pago de todos sus impuestos y vive más de diecinueve años en forma
continua; b) La contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso; porque encontrándose en autos la copia certificada de la
minuta de compraventa que hizo de su propiedad, presentada el veinticinco
de mayo del dos mil cinco, no se le ha considerado porque supuestamente
se ha resuelto el presente caso el veintisiete de abril del dos mil cuatro, lo
cual no es real ni se acerca a la justicia, ya que ha concurrido todo los días
a averiguar y siempre se le ha informado que aún no se había resuelto;
Cuarto.- Que, con relación al punto a), sobre la causal in iudicando, el
recurrente no ha precisado cómo debe ser la debida aplicación de las
normas materiales relativas al derecho de propiedad y a la posesión
precaria; y de otro lado, omite señalar cuál es la interpretación correcta de
las citadas normas, incumpliendo en ambos casos con el requisito de fondo
previsto en el numeral dos punto uno, inciso segundo del artículo
trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil; debiendo destacarse, que
no resulta viable que bajo una denuncia por causales de derecho material
se pretenda realizar una revaloración de los hechos que las instancias de
mérito estiman probados, pues tal no es la función del recurso de casación
que tiene por fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia; Quinto.- Que, en cuanto al punto b), sobre la causal in
procedendo, la argumentación que se propone carece de viabilidad, pues la
prueba instrumental que indica el impugnante ha sido presentada al proceso
en forma posterior a la vista de la causa, resultando ser manifiestamente
extemporánea; debiendo tenerse presente que, durante la tramitación del
recurso de casación la actividad procesal de las partes se limita a la facultad
de presentar sólo informes escritos y un sólo informe oral durante la vista
de la causa, y el único medio de prueba procedente es el de documentos
que acrediten la existencia de la doctrina jurisprudencial o de la ley
extranjera y su sentido, en los procesos de derecho internacional privado,
conforme lo establece el artículo trescientos noventicuatro del Código
Procesal Civil, lo que no constituye el caso de autos; Sexto.- Que, por
consiguiente, el recurso no satisface las exigencias de fondo previstas en los
acápites dos punto uno y dos punto tres, inciso segundo del artículo
trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil resultando improcedente;
por estas consideraciones y en aplicación del artículo trescientos noventidós
del citado Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto, a fojas ciento noventitrés, por Carlos Alejandrino Zamudio
Coaguila, contra la sentencia recurrida de vista de fojas ciento setenta, de
fecha veintisiete de abril del presente año; CONDENARON al recurrente a la
multa de tres Unidades de Referencia Procesal, así como al pago de las
costas y costos originados durante la tramitación del recurso; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Angélica Sarah Soprani Araujo con
Carlos Alejandrino Zamudio Coaguila sobre desalojo por ocupación precaria;
y los devolvieron.- SS. ROMÁN SANTISTEBAN, ECHEVARRÍA ADRIANZEN,
TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCÍA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, diecisiete de noviembre del dos mil
cinco.- VISTOS; con los acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero: Que,
el recurso de casación interpuesto por Jaime Alfonso Cutisaca Ramos,
satisface los requisitos de forma previstos en el artículo trescientos
ochentisiete del Código Procesal Civil; Segundo: Que, la casación se funda
en la indebida interpretación del artículo novecientos once del Código Civil,
y que la interpretación correcta de dicho dispositivo es que en el caso de
autos se ha interpuesto demanda de desalojo por la causal de ocupante
precario, acompañando el título de propiedad del bien sub litis,
debidamente inscrito en los Registros Públicos, y que durante el
procedimiento regular el demandado y el litis consorte necesario, no han
acreditado con título o acto administrativo que sean propietarios del referido
bien; que, éstos sólo han adjuntado constancia de posesión, otorgada por la
Asociación, que no tiene la calidad de título de propiedad: Tercero: Que, el
impugnante, a través de una serie de cuestionamientos a la actividad
probatoria realizada por el Superior Colegiado, pretende obtener una nueva
apreciación y valoración de hechos, lo que no está permitido en la casación,
ya que sólo versa sobre cuestiones de iure o de derecho; Cuarto: Que, el
recurso de casación no contiene el requisito de fondo contemplado en el
acápite dos punto uno del inciso segundo del artículo trescientos
ochentiocho del Código Procesal Civil, por lo que en aplicación del artículo
trescientos noventidós del mismo cuerpo legal, declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto a fojas trescientos noventidós contra la
resolución de vista de fojas trescientos ochenta, su fecha dos de agosto del
dos mil cinco; CONDENARON al recurrente al pago de una multa de tres
Unidades de Referencia Procesal: DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por
Jaime Alfonso Cutisaca Ramos contra Gabriel Melo Ccari, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN,
TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA. ORTIZ PORTILLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, veintiuno de noviembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación,
interpuesto por Carlos Alberto López García, reúne los requisitos
establecidos en el artículo trescientos ochentisiete del Código Procesal Civil;
Segundo.- Que, también satisface el requisito de fondo previsto en el inciso
primero del artículo trescientos ochentiocho del Código acotado; Tercero.-
Que, el recurrente denuncia: a) La aplicación indebida o interpretación
errónea del artículo novecientos once del Código Civil, señalando que se ha
omitido valorar los recibos que ha adjuntado, respecto del año dos mil dos,
y que han sido reconocidos, expresamente, por la actora, en la audiencia y
que acreditan que la actora tenía pleno conocimiento de su condición de
arrendatario; b) La inaplicación del inciso segundo del artículo mil
setecientos ocho del Código Civil, argumentando que está acreditado que la
actora siempre ha conocido de su condición de arrendatario, puesto que
recién ha adquirido la propiedad del bien el once de diciembre del dos mil
tres, conforme consta del asiento registral respectivo, por lo que primero
debió dar por concluido el contrato de arrendamiento, conforme a la norma
invocada, Indica que este hecho vicia de nulidad todo el proceso; refiere
que también se ha inaplicado el artículo mil setecientos diez del Código
Sustantivo, cuando la poseedora del bien es abuela del recurrente; y, c) La
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, indicando que se ha contravenido los incisos tercero y décimo
cuarto del artículo ciento treintinueve de la Carta Magna, puesto que no se
ha cumplido con merituar los documentos que obran en su demanda;
Cuarto.- Que, respeto al punto a), como se podrá concluir, es evidente que
el recurrente está pretendiendo la revisión de los elementos probatorios, lo
cual es una labor ajena al debate casatorio: Quinto.- Que, además de ello,
es confuso este extremo del recurso de casación, puesto que no se ha
precisado, cual de las dos causales casatorias se denuncia, si la aplicación
indebida o la interpretación errónea; Sexto.- Que, con relación al punto b),
la aplicación de la norma invocada es manifiestamente impertinente puesto
que, conforme lo han dejado sentado las instancias, el impugnante no
puede acreditar tener la condición de arrendatario, lo cual tendría que haber
probado dentro del desarrollo del proceso, y no en esta sede casatoria, en
donde ya no cabe la revisión de los medios probatorios, que es lo que
pretende el recurrente; Sétimo.- Que, respecto al punto c), el vicio
denunciado por el recurrente acrece de asidero real, puesto que las
instancias, en aplicación del artículo ciento noventisiete del Código Procesal
Civil, han valorado, en forma conjunta y razonada, todos y cada uno de los
medios probatorios; sin embargo, conforme al citado artículo, tiene la
posibilidad de describir sólo aquellos que sustentan su decisión, por lo que
no se ha contravenido ningún vicio; por lo expuesto, y en aplicación del
artículo trescientos noventidós del Código acotado; declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación, interpuesto a fojas ochentinueve
por Carlos López García, contra la resolución de vista de fojas dieciséis de
mayo del dos mil cinco; CONDENARON al recurrente al pago de las costas y
costos del recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia
Procesal: ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por Rosa Harada Higashi de Doy con
Carlos López García sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y, los
devolvieron.- SS. TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, MANSILLA NOVELLA,
PALOMINO GARCÍA, ORTIZ PORTILLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, doce de diciembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación,
interpuesto por la demandada, Luisa Herlinda Ramírez Morales, cumple con
todos los requisitos formales para la admisión del mismo; Segundo.- Que, el
citado recurso cumple con invocar también las causales en la que se funda,
en este caso: i) La interpretación errónea del artículo novecientos once del
Código Civil; y, ii) La contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso: causales previstas en los incisos primero y
tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil;
Tercero.- Que, en relación a la causal de interpretación errónea, la
recurrente señala que los juzgadores no han efectuado una interpretación
correcta del artículo novecientos once del Código Sustantivo, puesto que no
han reparado en el hecho de que la demandada ha tenido título para poseer
consistente en el contrato de promesa de venta que obra en autos; Cuarto.-
Que, tal como se puede apreciar, la precitada causal no se encuentra
sustentada con criterios jurídicos de interpretación normativa a ser
dilucidados por esta Sala de Casación, sino con cuestionamientos al criterio
valorativo de los juzgadores respecto de los medios probatorios actuados;
situación que no es materia de este especial medio impugnatorio, dado los
fines asignados al recurso de casación por el artículo trescientos
ochenticuatro del Código Procesal Civil; Quinto.- Que, respecto a la causal
de contravención, la impugnante denuncia que en autos existe afectación de
su derecho al debido proceso, toda vez que no se han valorado los medios
probatorios que obran en el expediente ni los que obran en los
acompañados como lo dispone el artículo ciento noventisiete del Código
acotado; Sexto.- Que, del análisis de los autos fluye que, el contrato de
promesa de venta a que hace referencia la recurrente sí fue valorado por los
juzgadores sólo que estimaron que de acuerdo a la copia del Acta de
Conciliación Extrajudicial presentada por la propia recurrente a fojas
cuarenta, éste habría sido dado por resuelto mediante carta notarial del
veintisiete de octubre del dos mil tres, por lo que la imputación efectuada
por la impugnante carece de asidero real, lo que significa que incumple el
nexo de causalidad que como requisito fluye del inciso segundo del artículo
trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil; a lo que debe agregarse
que el presente expediente de Desalojo por Ocupación Precaria no cuenta
con ningún otro expediente acompañado que requiere ser valorado, como
equivocadamente señala la impugnante; Sétimo.- Que, en tal virtud,
ninguna de las causales invocadas satisfacen los requisitos de fondo
previstos en el citado artículo trescientos ochentiocho inciso segundo del
mismo Código; no habiendo lugar entonces a admitir a trámite el presente
recurso; declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación, interpuesto a
fojas noventisiete por Luisa Herlinda Ramírez Morales, contra la resolución
de vista de fojas ochentinueve, su fecha veinticinco de mayo del dos mil
cinco; CONDENARON a la recurrente al pago de las costas y costos del
recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia Procesal;
ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por Jhonatan Josué Gamarra Longa con Luisa
Herlinda Ramírez Morales sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y, los
devolvieron.- SS. TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCÍA,
ORTIZ PORTILLA, HERNANDEZ PEREZ
DESALOJO
Lima, veinticuatro de octubre del dos mil cinco.- VISTOS, con los
acompañados; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación
interpuesto a fojas doscientos noventinueve por don Manuel López Silva
reúne los requisitos de forma que establece el artículo 387 del Código
Procesal Civil, para su admisibilidad. Segundo.- Que, respecto a los
requisitos de fondo el recurrente invoca las causales contenidas en los
incisos 1 y 2 del artículo 386 del citado Código Procesal, esto es la
aplicación indebida e inaplicación de una norma de derecho material.
Tercero.- Que, como fundamento de primera causal señala que se ha
aplicado indebidamente el artículo 911 del Código Civil al ampararse la
demanda a pesar de que los demandantes no han presentado título firme
que acredite su condición de propietarios ya que el testimonio de partición
que adjuntan se ha celebrado sobre la base del documento fraudulento de
fecha veinticuatro de octubre de mil novecientos cuarentisiete; y pese a que
el demandado no tiene la condición de ocupante precario del predio
Cochopampa, pues cuenta con título de propiedad de Compra Venta firme
respecto a las Unidades Catastrales números dieciocho mil doscientos seis,
diecinueve mil setecientos noventicuatro y treinta mil ochocientos
setentiuno que también son parcelas integrantes del citado predio, y
además con el documento notarial en el que consta el otorgamiento de la
posesión a su favor; agrega finalmente que debe considerase lo actuado en
el proceso sobre Oposición Registral expediente dos mil cero cero
cincuenticinco. Cuarto.- Que, en cuanto a la segunda causal señala que
debieron aplicarse los artículos 900 y 901 del Código Civil en tanto el
recurrente ha recibido el predio Cochopampa mediante la traditio de modo
derivada, pues una parte del citado predio se la entregó doña Paula López
Quiroz y las otras parcelas las adquirió mediante contratos de Compra
Venta otorgados por el PETT. Quinto.- Que, la causal de aplicación indebida
deviene en improcedente por cuanto además de que el artículo 911 del
Código Civil, que define la posesión precaria, resulta de aplicación al caso
de autos por la naturaleza de la materia controvertida, los fundamentos con
los que sustenta su denuncia se limita a cuestionar la valoración que
efectuaran las instancias de mérito respecto a las pruebas actuadas a lo
largo del proceso, así como el criterio jurisdiccional asumido por éstas, lo
que no es permisible en sede casatoria. Sexto.- Que, igualmente la
denuncia de inaplicación no resulta amparable por cuanto los artículos 900 y
901 del Código Civil que se refieren a la adquisición de la posesión y a la
tradición, legislan un supuesto jurídico distinto al que es materia de
discusión en el presente proceso y al que ha establecido la sentencia de
vista, cual es el ejercicio de la posesión por parte del demandado sin justo
título- Sétimo.- Que, siendo así al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo prevista en los acápites 2.1 y 2.2 del inciso 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, con la facultad contenida en el numeral 392 del
mismo cuerpo legal; declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto a fojas doscientos noventinueve, por don Manuel López Silva
contra la sentencia de vista de fojas doscientos noventicinco, su fecha seis
de mayo del dos mil cinco; CONDENARON al recurrente al pago de la Multa
de Tres Unidades de Referencia Procesal, así como las costas y costos del
recurso; ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por don Víctor Raúl López Huanca y
otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.- SS.
VASQUEZ CORTEZ, CARRIÓN LUGO, ZUBIATE REINA, GAZZOLO VILLATA,
FERREIRA VILDOZOLA
DESALOJO
Lima, veintiséis de setiembre del dos mil cinco.- VISTOS; con los
acompañados; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación
interpuesto a fojas doscientos cuatro, por don Alejandro Melitón Palomino
López y doña Emilia Vargas Altamirano reúne los requisitos de forma que
establece el artículo 387 del Código Procesal Civil, para su admisibilidad.
Segundo.- Que, respecto a los requisitos de fondo, los recurrentes invocan
la causal contenida en el inciso 3 del artículo 386 del citado Código Procesal,
esto es la contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso. Tercero.- Que, respecto a la causal denunciada sostienen
que, al expedirse la sentencia de vista se ha infringido el artículo 139 de la
Constitución Política del Estado toda vez que; A) No se ha valorado
debidamente los medios probatorios ofrecidos y admitidos por su parte,
sobre todo los expedientes fenecidos números dos mil- cero cero cuatro
sobre Nulidad de Acto Jurídico y número dos mil uno- ciento dieciocho sobre
Usurpación y Daños, seguidos entre las mismas partes; no habiéndose
tenido en cuenta la Resolución de primera Instancia de fojas ciento
cincuentinueve que integra la sentencia de fojas ciento treintinueve
respecto de haberse tenido a la vista para resolver dichos Expedientes
fenecidos; B) Que se ha valorado documentos obtenidos de favor por la
parte demandada como la Declaración Jurada de fojas sesenticuatro, el
Documento Privado de Declaración y Aclaración de fojas sesenticinco, la
copia certificada del documento privado de fojas sesentisiete, los mismos
que ya fueron presentados en el anterior proceso de Nulidad de Acto
Jurídico y que fueron desestimados; C) Que en el proceso sobre Nulidad de
Acto Jurídico intervino como ponente el Vocal doctor Vilcanqui Capaquira al
igual que en el presente caso, sin embargo dicho magistrado en el actual
proceso ha tenido un criterio diferente para fundamentar la resolución hoy
cuestionada. Cuarto.- Que, la causal de error in procedendo denunciada no
puede prosperar por cuanto los impugnantes alegando infracción al debido
proceso, sin la debida sustanciación del agravio, objetan la actividad
valorativa de la Sala de mérito, con el evidente propósito de obtener una
nueva valoración de pruebas; lo que no es permisible en sede casatoria;
debiendo tenerse presente también que no constituye vulneración al debido
proceso el pronunciamiento del Magistrado Vilcanqui Capaquira en un
sentido en el proceso de Nulidad de Acto Jurídico y en otro sentido en el
presente proceso de Desalojo, estando a que la materia discutida en dicho
proceso es distinta, encontrándose exonerados del pago de la tasa judicial
de conformidad con la Resolución Administrativa número 1068-CME-PJ,
002-2001-CT-PJ por encontrarse el predio sub litis en el distrito de
Huanipaca zona declarada en extrema pobreza, sin perjuicio del pago de la
multa correspondiente que conforme al artículo 420 del Código Procesal
Civil constituye un ingreso propio del Poder Judicial y en ningún caso
procede su exoneración. Quinto.- Que, siendo así al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo previstas en los acápites 2.3 del inciso 2 del artículo
388 del Código Procesal Civil, en observancia del numeral 392 del mismo
cuerpo legal; declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
a fojas doscientos cuatro por don Alejandro Melitón Palomino López y doña
Emilia Vargas Altamirano, contra la sentencia de vista de fojas ciento
ochenticuatro, su fecha tres de junio del dos mil cinco; CONDENARON a los
recurrentes al pago de la Multa de tres Unidades de Referencia Procesal;
ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por don Alejandro Melitón Palomino López y doña
Emilia Vargas Altamirano contra doña Matilde Carbajal Altamirano y otros,
sobre Desalojo; y los devolvieron.- SS. VASQUEZ CORTEZ, CARRIÓN LUGO,
ZUBIATE REINA, GAZZOLO VILLATA, FERREIRA VILDOZOLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Lima, doce de setiembre del dos mil cinco.- VISTOS; con el acompañado y
CONSIDERANDO: Primero: Que, el recurso de casación interpuesto a fojas
seiscientos noventiséis por el demandado don Francisco Delgado Chávez,
cumple con los requisitos de forma previstos para su admisibilidad
establecidos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, y con el requisito
de fondo que exige el inciso 1 del artículo 388 del citado Código, al haber
apelado la sentencia de primera instancia por ser adversa a sus intereses.
Segundo: Que, el recurrente al amparo del artículo 386 del Código Procesal
Civil, denuncia la interpretación errónea de los artículos 883, 896, 897, 911
y 923 del Código Civil, referidos a la legislación por la que se rigen los
predios rústicos, al real ejercicio de la posesión, de la propiedad y a lo que
significa la precariedad en el cabal sentido del artículo 911 del citado
Código, por que la demanda se refiere al desalojo por ocupación precaria a
fin de que se restituya parte del inmueble situado en la avenida San Martín
número tres mil cuatrocientos cincuentinueve “casa huerta” situado al pie
de la ladera del cerro que es un predio rústico, sin embargo no se ha
probado que el recurrente este posesionado de alguna edificación o
plantaciones que la demandante haya efectuado en el predio materia de la
controversia; agrega que del acta de conciliación y el admisorio de la
demanda se advierte que se le ha notificado en el predio avenida San Martín
número tres mil cuatrocientos cincuentinueve que no es domicilio del
recurrente, con lo que se transgrede el principio del debido proceso,
normado en el artículo 155 y siguientes del Código Procesal Civil; por lo que
sin contestar la demanda, pidió la nulidad de los actuados; y que fue
absuelto del supuesto delito de usurpación por el que fue denunciado por la
demandante, luego de haberse comprobado que no está ocupando el predio
de aquella. Tercero: Que, la denuncia de interpretación errónea de normas
de derecho material debe desestimarse, pues se contrae a citar los
dispositivos legales que señala que no han sido correctamente
interpretados, sin indicar cual sería la correcta interpretación de los mismos
en especial del artículo 911 del Código Civil haciendo reposar la
sustentación en cuestiones probatorias, pretendiendo en el fondo variar la
conclusión fáctica establecida, lo que no procede en sede casatoria que solo
incide en cuestiones de derecho y no de hecho; y sin tener en cuenta
además que las instancias de mérito no han invocado en sustento de su
decisión los artículos 883, 896, 897 y 923 del Código Civil, respecto de lo
que cabe señalar que no procede, asimismo, denunciar la interpretación
errónea de normas inaplicadas; y respecto a la denuncia de que el acta de
conciliación y el admisorio de la demanda se habrían notificado en la
dirección de la avenida San Martín número tres mil cuatrocientos
cincuentinueve domicilio que no era del recurrente - entendida como
denuncia de contravención de las normas que garantizan el derecho al
debido proceso -, debe señalarse que dicha denuncia constituye cuestión
resuelta pues las instancias de mérito la desestimaron, por tanto no procede
volver a denunciarla en sede casatoria en aplicación del artículo 175 inciso 3
del Código Procesal Civil al establecerse - lo que es verídico - que fue el
propio recurrente quien recibió la cédula de notificación de fojas
cincuentiséis conforme consta del reverso de la misma. Cuarto: Que, el
recurrente también denuncia que la sentencia impugnada ha transgredido:
a) los numerales 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado, artículos 197, 364 del Código Adjetivo; y 11 y 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que establecen la debida
valoración de todos los medios probatorios y la obligatoriedad de la
instancia superior en la revisión de lo resuelto en la instancia inferior, así
como todas las resoluciones judiciales deben ser motivadas con la mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho, puesto que el
único fundamento de hecho que se ha expresado, es que la demandante ha
acreditado ser propietaria del predio sub materia para solicitar la restitución
del bien, supuesto que no es cierto, pues en la demanda la demandante
esta pidiendo el desalojo del inmueble (edificación) y no del predio; acota
que en la sentencia de vista se expresa que los demandados no han
acreditado con título alguno la posesión legítima del bien sub litis, lo cual
tampoco es verdad, en razón de que el recurrente ha acreditado la misma
con las instrumentales expedidas por la Municipalidad de Santa Eulalia y los
actuados de la fiscalía provincial del Primer Juzgado Penal de Chosica, las
que no han sido tomadas en consideración en inobservancia de los artículos
VI del Título Preliminar del Código Procesal Civil e inciso 2 del artículo 2 de
la Carta Magna; y b) el segundo párrafo del artículo IX del Título Preliminar
y del artículo 311 del Código Procesal Civil, que establecen el cumplimiento
imperativo de la ley procesal sobre causal de impedimento de los
Magistrados, puesto que los autos subieron a la Sala Superior a fines de
enero del dos mil cuatro y recién a los cuatro meses se excusa un vocal por
escrito de fecha diez de mayo a dos días de ser la vista de la causa, recurso
que recién ha sido proveído con fecha primero de julio del dos mil cuatro, es
decir con fecha posterior de haber sido la vista. Quinto: Que, respecto al
punto “a)” del considerando anterior debe señalarse que conforme se
aprecia la sentencia de vista que confirma la de primera instancia,
reproduce sus fundamentos en ejercicio de la facultad que establece el
artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
por lo que se encuentra debidamente sustentada, habiéndose realizado un
correcto razonamiento lógico jurídico en base a los hechos establecidos y al
derecho aplicado, así como valorado todos los medios probatorios de
conformidad con lo que estipula el artículo 197 del Código Procesal Civil,
máxime si el Colegido Superior ha establecido que los demandados no han
acreditado con título alguno la posesión legítima del íntegro del inmueble
sub litis a quienes de conformidad con el artículo 196 del Código Procesal
Civil le correspondía la carga de la prueba habiéndose declarado la demanda
de autos fundada en parte, sólo respecto de ciento cincuenta metros
cuadrados con trece centímetros cuadrados y no la demás área que ocupan
los demandados conforme se concluye en el undécimo considerando de la
apelada sobre la base de la inspección judicial y del informe pericial
realizado, reproducido por la de vista; por lo que la denuncia debe
desestimarse. Sexto: Que, respecto al punto “b)”, la denuncia también debe
desestimarse, puesto que conforme se advierte de autos a fojas seiscientos
treinta en mérito al recurso de apelación interpuesto por el recurrente, el
expediente civil el nueve de enero del dos mil cuatro fue enviado al Centro
de Distribución General de la Corte Superior de Lima, para su distribución,
por lo que la Segunda Sala Civil al recibirlo el tres de febrero del dos mil
cuatro, señala fecha para la vista de la causa el día trece de mayo del
mismo año, siendo que conforme se tiene a fojas seiscientos sesentiocho, el
diez de mayo del dos mil cuatro la doctora Echevarría Gaviria se abstiene de
conocer la causa de conformidad con lo que establece el artículo 313 del
Código Procesal Civil, por haber sido abogada de la parte demandante, por
lo que mediante resolución número cinco de la misma fecha se aprueba la
misma, siendo así no se evidencia transgresión alguna de conformidad con
el artículo 174 del Código Procesal Civil pues la sentencia de vista la
resuelve entre otros el Vocal Superior que sustituyó a dicho Magistrado que
se excusó. Sétimo: Que, debe exonerar a la recurrente de los gastos del
recurso al contar con auxilio judicial, sin perjuicio del pago de la multa
correspondiente que conforme al artículo 420 del Código Procesal Civil
constituye ingreso propio del Poder Judicial y en ningún caso procede su
exoneración. Octavo: Que, el recurso de casación no reúne los requisitos de
fondo que establece el artículo 388 del Código Procesal Civil, lo que de
conformidad con el artículo 392 del acotado declararon: IMPROCEDENTE el
Recurso de Casación interpuesto a fojas seiscientos noventiséis, por el
demandado don Francisco Delgado Chávez, contra la resolución de fojas
seiscientos ochentiocho, su fecha dos de junio del dos mil cuatro; en los
seguidos por doña Pilar Eulalia Delgado de Sánchez sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; CONDENARON al recurrente al pago de una multa de
tres Unidades de Referencia Procesal, encontrándose exonerada de los
gastos del recurso por gozar de auxilio judicial; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; y los devolvieron.-
SS. VASQUEZ CORTEZ, CARRION LUGO, ZUBIATE REINA, GAZZOLO
VILLATA, FERREIRA VILDOZOLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, veinticuatro de mayo del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero: Que, el recurso de casación
interpuesto por Vidal Santos Parihuaman, satisface los requisitos de forma
previstos en el artículo trescientos ochentisiete del Código Procesal Civil;
Segundo: Que, asimismo, cumple con el requisito de fondo contemplado en
el inciso primero del artículo trescientos ochentiocho del acotado; Tercero:
Que, denuncia la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos
ochentiséis del referido cuerpo de leyes, sin embargo del contexto del
recurso se advierte que desarrolla también las causales establecidas en los
incisos primero y segundo de la misma norma; Cuarto: Que, acusa los
siguientes agravios: a) contravención de normas que garantizan el derecho
a un debido proceso: a.1) se ha inaplicado el artículo cuatrocientos
veintiséis incisos primero y segundo del Código Procesal Civil y la
Resolución Administrativa número cero treintitrés guión dos mil dos guión
CEPJ, pues se advierte de autos que la tasa judicial por ofrecimiento de
pruebas que presentó la demandante no corresponde a su persona, dado
que el documento de identidad que aparece en dicho arancel es de persona
extraña a la relación jurídica procesal; a.2) la inaplicación de los artículos
ciento sesenta y ciento sesentiuno del Código Procesal Civil, ya que al
inmueble que ocupan hace veintidós años, nunca llegó el notificador; y, a.3)
la inaplicación o violación del artículo ciento treintinueve inciso tercero de la
Constitución Política del Estado, ya que el juzgador, por todos los medios
procesales, le impidió ejercer su derecho de defensa; a.4) la inaplicación del
artículo cuarto de la Resolución Administrativa número cero treintitrés guión
dos mil dos guión CEPJ, alega que esta norma dispone que en las
sociedades conyugales cuando los cónyuges formen una misma parte,
pagarán una sola tasa judicial, sin embargo mediante resolución número
seis del treinta de octubre del dos mil tres, se les exige la presentación de
tantos recibos o tasas como impugnantes hayan; b) la “falsa aplicación o
errónea interpretación” (sic) del artículo novecientos once del Código Civil,
pues no tienen la condición de precarios, ya que ocupan el inmueble sub
litis hace más de veintidós años consecutivos, debiendo en todo caso
interponer la acción de mejor derecho a la posesión o propiedad o en su
caso de reivindicación; y, c) alega finalmente, la inaplicación o violación del
artículo novecientos veintitrés del Código Civil, porque como ha demostrado
con el documento de compraventa número mil ciento catorce, celebrado
entre los recurrentes y la Municipalidad de Bagua Grande, desde el cinco de
octubre de mil novecientos ochentidós, es el legítimo propietario del
inmueble sub litis; Quinto: Que, en cuanto a las denuncia referidas a la
causal adjetiva corresponde señalar: respecto de los agravios glosados en el
apartado a.1) y a.2) la denuncia carece de todo sustento, ya que conforme
se advierte de autos, el admisorio de la demanda fue debidamente
notificado a la parte recurrente; además, tales cuestionamientos fueron
desestimados mediante resolución número cinco de fojas ochenta, que
declaró infundada la nulidad de actuados, resolución que si bien fue
apelada, los vicios advertidos en dicha impugnación no fueron subsanados
oportunamente, por lo que la Resolución referida quedó consentida; en
cuanto a los agravios referidos en el apartado a.3) conforme a lo
establecido el artículo ciento setenticuatro del Código Adjetivo, quien
formula una nulidad tiene que acreditar estar perjudicado con el acto
procesal viciado y, en su caso precisarla defensa que no pudo realizar como
consecuencia del acto procesal viciado, exigencia que no se ha satisfecho:
en consecuencia, este extremo no puede ser amparado; el agravio glosado
en el apartado a.4) es igualmente improcedente, toda vez que contra la
resolución número seis, a que alude el recurso, la parte recurrente no
interpuso el medio impugnatorio idóneo para cuestionarla, tal como se
advierte a fojas noventiocho, donde solicita “sanear” dicha resolución, lo
que motivó la resolución número siete, que declaró improcedente el pedido,
la que a su vez fue objeto del recurso de reposición, el mismo que se
declaró inadmisible, dándose por concluida dicha incidencia y,
consecuentemente, la ya aludida resolución número seis quedó consentida;
Sexto: Que, la denuncia referida a la “falsa aplicación o errónea
interpretación` del artículo novecientos once del Código Civil, tampoco es
viable, pues las argumentaciones sostenidas adolecen de falta de claridad y
precisión; además, se incurren en constantes cuestionamiento del aspecto
fáctico y probatorio de la sentencia de vista, lo que no es objeto de control
en sede casatoria; a ello se debe agregar, que tampoco se ha cumplido con
la exigencia de fondo prevista en el apartado dos punto uno del inciso
segundo del artículo trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil;
Séptimo: Que, por último, la denuncia referida a la inaplicación del artículo
novecientos veintitrés del Código Sustantivo también debe ser desestimada,
pues no solo se incurre, también en este extremo, en cuestionamiento de
orden fáctico y probatorio, sino que además, siendo este un proceso de
desalojo por ocupación precaria, la norma invocada (referida al derecho de
propiedad) no guarda nexo causal con los hechos establecidos en autos; por
lo expuesto y de conformidad con el artículo trescientos noventidós del
Código Procesal Civil, declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto a fojas ciento cincuentiocho contra la resolución de vista de
fojas ciento treintinueve, su fecha diez de febrero del dos mil cinco;
CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos originados en la
tramitación del presente recurso, así como a una multa de tres Unidades de
Referencia Procesal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Norma Betty Risco Haro
contra Vidal Santos Parihuaman y otra, sobre desalojo por ocupación
precaria; y, los devolvieron.- SS. ROMAN SANTISTEBAN, ECHEVARRIA
ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
(Publicado: 01-06-2006)
Desalojo por Ocupante Precario. Lima, quince de julio del dos mil cinco.- LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA, vista la causa en la audiencia pública en el día de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Oswaldo Arévalo Gonzáles, contra la resolución de fojas sesentinueve, su
fecha primero de marzo del dos mil cuatro, expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, que revocando la sentencia apelada
de fojas treinticinco, su fecha quince de diciembre del dos mil tres, declara
fundada la demanda; en consecuencia ordena que el demandado desocupe
el inmueble ubicado en la Avenida Bolognesi número cuatrocientos
setentitrés, que forma parte del inmueble ubicado en el Jirón Bolívar
número quinientos trece del Distrito de Supe Pueblo, Provincia de Barranca,
en el plazo de seis días de haber quedado consentida la sentencia, bajo
apercibimiento de procederse a su lanzamiento; con costas y costos;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Mediante resolución expedida por ésta
Suprema Sala, de fecha veinticuatro de mayo del dos mil cuatro, se declaró
PROCEDENTE el presente recurso, por la causal de contravención de normas
que garantizan el derecho al debido proceso, prevista en el inciso tercero
del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil; denunciando
los siguientes agravios: a) que se ha contravenido el artículo séptimo del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, según el cual, el juez no puede ir
más allá del petitorio, lo que ha ocurrido en el presente caso, al haberse
dispuesto el desalojo de un inmueble al que no refiere la demanda; y. b)
que se ha vulnerado el artículo ciento ochentiocho del referido Código, pues
se ha omitido constatar si el predio que el recurrente ocupa es parte del
inmueble materia de desalojo; CONSIDERANDO: Primero: Que, respecto del
primer agravio referido a la vulneración del artículo séptimo del Título
Preliminar del Código Adjetivo, por haberse expedido un fallo que excede el
petitorio: se tiene que la congruencia de las sentencias es una doble
exigencia del derecho a la tutela judicial y de la prohibición de indefensión;
así, constituye un requisito ineludible para la prestación de la tutela la
congruencia entre el pronunciamiento judicial y el objeto del proceso, de
modo que aquél debe sujetarse a los límites con que éste ha sido
configurado, ya que de lo contrario, aún cuando la actividad procesal se
haya desenvuelto con arreglo a las normas jurídicas y constitucionales. el
resultado constituirá una efectiva denegación de la tutela en cuanto que lo
resuelto no será realmente el supuesto planteado, sino un supuesto
hipotético distinto, y en la medida en que el objeto del proceso resulte
alterado en el pronunciamiento judicial, la tutela habrá sido indebidamente
satisfecha, por no ser la decisión judicial congruente con la pretensión de la
parte: Segundo: Que, el recurrente sostiene en este punto que se ha
dispuesto el desalojo de un inmueble al que no se hace referencia en el
documento que exhibe la demandante: sin embargo se ordena la
desocupación del mismo. Esta alegación puede constatarse con la revisión
de las instrumentales que acompañan a la demanda, las que en efecto, no
hacen referencia al inmueble materia de litis ubicado en el Jirón Bolognesi
número cuatrocientos setentitrés, que es materia del petitorio; Tercero:
Que, el segundo extreme del recurso está referido a la vulneración del
artículo ciento ochentiocho del Código Procesal Civil, siendo necesario
concordar dicha norma con lo dispuesto en el artículo ciento noventisiete del
citado Código, según el cual “[todos los medios probatorios son valorados
por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin
embargo, en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales
y determinantes que sustentan su decisión” (sic); Cuarto: Que, el agravio
que sustenta este extremo se refiere a una arbitraria apreciación de los
medios probatorios incorporados al proceso, ello implica un vicio en la
motivación de la sentencia, pero no en su aspecto formal sino en su
contenido, ya que toda decisión jurisdiccional debe apoyarse en
fundamentos fácticos y de derecho; Quinto: Que, corresponde distinguir la
potestad que tiene el juzgador de atribuir a cada prueba el valor o la
convicción que su juicio le sugiera, del inexcusable deber que tiene de
someter a su valoración todas las pruebas legalmente incorporadas al
proceso; así, debemos entender que la arbitrariedad en la valoración de la
prueba solo puede estar referida a la exclusión inmotivada de un medio
probatorio, más no al valor probatorio que le ha sido otorgado por el
juzgador; en tal sentido, la motivación deviene en ilegítima si en las
instancias de mérito se han omitido pruebas decisivas incorporadas
válidamente al proceso o si se omite producir elementos probatorios,
igualmente decisivos, para resolver el tema litis; Sexto: Que, en este
extremo, ante la indeterminación del inmueble sub litis, el recurrente
reclama la actuación de una inspección judicial, alegato que merece ser
aparado por las razones ya expuestas; además, debe tenerse en cuenta que
la actora, en su demanda, afirmó haber adquirido el inmueble
conjuntamente con su hermano al efectuarse la correspondiente división y
partición; sin embargo, en el pliego interrogatorio que presentó para la
declaración del demandado obrante a fojas treintidós, precisó que tal
adquisición se efectuó por vía testamentaria; SENTENCIA: Por estas
consideraciones y estando a lo establecido en el numeral dos punto cuatro
del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal
Civil; declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
ochentidós; CASARON la resolución de vista de fojas sesentinueve, su fecha
primero de marzo del dos mil cuatro; en consecuencia la declararon NULA;
INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fojas treinticinco, su fecha quince
de diciembre del dos mil tres; y NULO todo lo actuado hasta la audiencia
única de fojas treintitrés a treinticuatro, únicamente en el extremo que
dispone que pasen los autos a Despacho para sentenciar, quedando
subsistente todo lo demás; debiendo el Juez disponer la actuación de una
inspección judicial del inmueble sub litis y todas las demás pruebas que
considere pertinentes a fin de establecer los hechos, conforme a lo referido
en la presente resolución, las que deberán ser admitidas y actuadas con
arreglo a ley en una audiencia complementaria; en la causa seguida por
María del Carmen Albujar Navarro contra Oswaldo Arévalo Gonzáles, sobre
desalojo por ocupación precaria; DISPUSIERON se publique la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron.- SS. ROMAN SANTISTEBAN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA,
SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
Pago de mejoras. Lima, diecinueve de setiembre del dos mil cinco.- LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número mil quinientos diez - dos mil cuatro, en
Audiencia Pública de la fecha, producida la votación con arreglo a ley, de
conformidad con lo opinado por la Fiscal Suprema en lo Civil, emite la
siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Chorrillos mediante
escrito de fojas doscientos setenta, contra la sentencia de vista emitida por
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas
doscientos sesenticinco, su fecha treintiuno de marzo del dos mil cuatro,
que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos dieciocho, que
declara Fundada en parte la demanda interpuesta por Felipe William
Martínez Díaz y ordena a la Municipalidad demandada cumpla con el pago
de mejoras introducidas ascendentes a veinticinco mil nuevos soles,
revocándola en cuanto ordena el pago de costas y costos del proceso, y
reformándola declara improcedente dicho pago; FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado procedente mediante
resolución del quince de julio del dos mil cuatro, por la causal prevista en
los incisos primero y, tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código
Procesal Civil, en virtud de lo cual la recurrente denuncia: i. la
interpretación errónea del artículo novecientos dieciséis del Código Civil,
toda vez que: a) el local arrendado por la Municipalidad Distrital de
Chorrillos al demandante se entregó tal y como se encontró en la inspección
ocular; b) el A quo no individualizó las obras realizadas e interpretó
erróneamente como mejoras útiles los supuestas bienes introducidos en el
inmueble sub litis; c) en el caso que se haya introducido alguna mejora,
ésta sería de recreo, por lo que o se puede reembolsar dinero alguno, ya
que la supuesta mejora serviría exclusivamente para ser utilizada en
beneficio del propio arrendatario; d) la inspección ocular no diferenció
cuáles eran las mejoras necesarias y cuáles las de recreo, lo que debió ser
su finalidad; ii. la contravención de las normas que garantizan el derecho a
un debido proceso, en razón a que a) la sentencia expedida por la Sala
Superior no se encuentra debidamente motivada, al no considerarse los
fundamentos expuestos en el recurso de apelación, b) los documentos
presentados por el demandante no son documentos ciertos ni legalmente
emitidos; c) la inspección ocular no determinó diferencias entre las clases
de mejoras utilizadas en el bien arrendado, d) no se ha cuantificado con
documentación fehaciente el monto indemnizatorio correspondiente a
veinticinco mil nuevos soles; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, existiendo
denuncias por vicios in iudicando e in procedendo, corresponde verificar
primero si se ha configurado o no esta última causal, pues en caso de ser
estimada, se dispondría el reenvío de la causa al estadio procesal
correspondiente, impidiendo que sea factible el análisis de las normas
materiales en las que se sustenta o debió sustentarse la resolución
recurrida; Segundo.- Que, mediante escrito de fojas cincuentidós,
subsanado a fojas sesentisiete y ciento uno, Felipe William Martínez Díaz
interpuso demanda para que la Municipalidad Distritral de Chorrillos cumpla
con pagarle la suma de veinticuatro mil quinientos nuevos soles que
corresponde al monto total de las mejoras introducidas al inmueble
comercial (conocido como Local Módulo número Uno) que dicha comuna edil
le alquiló a través de la Subasta Pública número cero uno - dos mil uno - CE
- MDCH, sito en la Playa la Herradura s/n del distrito de Chorrillos; Tercero.-
Que, al absolver el traslado de la demanda, la Municipalidad emplazada
señaló que la parte actora alquiló el local en el estado que se encontraba y
procedió a modificarlo sin conocimiento ni consentimiento del propietario
con la finalidad de acondicionarlo a las necesidades de su actividad, por lo
que no está obligada a efectuar ningún pago, siendo que las mejoras
introducidas son de recreo mas no necesarias ni mucho menos útiles;
Cuarto.- Que, luego de realizarse de oficio la inspección judicial cuya acta
obra a fojas ciento noventicinco, el Juez de la causa emite sentencia
declarando fundada en parte la demanda, y valorando conjunta y
razonadamente la prueba actuada establece que: i) del Contrato Número
cero treintidós - dos mil uno / MDCH, así como de la convocatoria a Subasta
Pública Número cero cero uno - dos mil uno - MDCH, en ninguna de sus
cláusulas se establece la prohibición e introducir de mejoras o en su defecto
el no proceder su pago de las mismas, por lo que no encontrándose
establecido en el contrato materia de arrendamiento dichas prohibiciones,
las mismas son reembolsables siempre y cuando se encuentren dentro de
las denominadas mejoras necesarias y útiles: ii) analizados los documentos
obrantes de fojas cinco a cuarenticuatro, se concluye que sólo los
documentos de fojas veinte, veintinueve, treinta, treintiocho, treintinueve,
cuarenta, cuarentiuno, cuarentitrés y cuarenticuatro, acreditan pagos
realizados por productos y servicios a nombre del emplazante o del local
comercial materia de pago de mejoras, toda vez que los mismos son pagos
efectuados para aumentar la renta del bien y, por lo tanto, se encuentran
dentro de las mejoras útiles, las mismas que son reembolsables, y que al
ser confrontadas con el acta de inspección judicial efectuada por el Juzgado,
se advierte que dichas mejoras sí fueron introducidas en el local como es el
sistema eléctrico, maderas utilizadas, trabajo de enchapado, instalación de
duchas, trabajo de tapicería, trabajo de carpintería y escenario, los soportes
de espejo y espejos mismos instalados, y vidrios de bronce; iii) estando al
acta de inspección judicial referida se ha podido determinar que las mejoras
introducidas en el inmueble, si bien es cierto fueron adquiridas en su calidad
de nuevas, no menos cierto es que debido al uso se ha producido un
desgaste en las mismas, por lo que no puede considerarse que las mejoras
introducidas deban ser cobradas como si se tratara de nuevas, como es el
caso de la tapicería, madera del escenario y demás cuyo desgaste es
evidente, por lo que siendo esto así, el pago por las mejoras introducidas es
fijado de manera discrecional por el Juez de la causa, en la suma de
veinticinco mil nuevos soles; Quinto.- Que, al fundamentar su recurso de
apelación, la demandada sostuvo que el A quo no fijó el pago de veinticinco
mil nuevos soles de manera objetiva ni razonable, porque en la inspección
judicial no se determinaron de manera cierta, valedera o exacta las mejoras
introducidas, ni cuáles eran de útiles, cuáles necesarias y cuáles de recreo,
y que todo lo registrado en la inspección ya existía y fue entregado al
demandante conjuntamente con el local. La Sala Superior confirmó la
apelada por sus propios fundamentos, considerando además que la parte
emplazada no ha acreditado que las mejoras introducidas en el inmueble
hayan sido realizadas por su parte, ni mucho menos que éstas ya se
encontraran al momento en que se alquiló el mismo, correspondiéndole
dicha carga probatoria, tal como lo regula el artículo ciento noventiséis del
Código Procesal Civil, máxime si las instrumentales que presenta la parte
actora para sustentar su pretensión, si bien fueron cuestionadas, también lo
es que dicho cuestionamiento fue desestimado mediante resolución
expedida en la audiencia única de fojas ciento cincuentisiete,
pronunciamiento judicial que no fue impugnado, lo que determina que los
documentos presentados por el actor conservan plena eficacia probatoria;
Sexto.- Que, en el primer extremo de la causal procesal reseñada, la
demandada denuncia que existe motivación defectuosa en la recurrida por
no haberse pronunciado sobre los extremos de su apelación. Al respecto,
cabe señalar que la sentencia de vista sí se pronuncia sobre todos los
extremos del citado recurso impugnatorio, los cuales básicamente giraron
en torno a presunta inexistencia de las mejoras introducidas en el inmueble
arrendado, pues éstas ya se encontraban antes de su entrega al
arrendatario afirmación frente a la cual el Colegiado Superior señala que tal
existencia previa no ha sido acreditada con prueba alguna por la
Municipalidad, a quien correspondía la carga probatoria de su afirmación.
Cabe precisar además que la sentencia impugnada viene confirmando la de
primera instancia por sus propios fundamentos. la cual califica las mejoras
advertidas en la inspección ocular, debidamente cotejadas con las
instrumentales de fojas veinte, veintinueve, treinta, treintiocho,
treintinueve, cuarenta, cuarentiuno, cuarentitrés y cuarenticuatro, como
mejoras útiles; Sétimo.- Que, el tercer extremo de la causal procesal
denunciada guarda relación con el desarrollado en el considerando
precedente, pues la demandada cuestiona una vez más las presuntas
imprecisiones que contendría el acta de la inspección ocular respecto de la
clase de mejoras introducidas al inmueble. Primeramente conviene señalar
que la diligencia de inspección ocular fue ordenada de oficio por la Juez de
la causa mediante resolución de fojas ciento sesentidós y su finalidad
concreta era la de determinar que mejoras se encontraban a la fecha en
que se realizaba la misma, mas no para determinar que calidad tenía cada
mejora, lo que evidentemente correspondía ser establecido por el Juzgador
mediante la valoración conjunta y razonada de la prueba. De otro lado, es
de advertirse que dicha diligencia se llevó a cabo con la presencia del
apoderado de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, el doctor Luis Raúl
Merea Llanos, quien al hacer uso de la palabra se limitó a afirmar que el
estado en el que fue encontrado el inmueble es el mismo en que se entregó
al arrendatario, y que de haberse realizado alguna mejora ésta sería de
recreo; es decir, no cuestionó el acta ni menos aún solicitó que se haga las
precisiones que ahora reclama, a todo lo cual cabe agregar que la
Municipalidad tampoco solicitó la nulidad del acto procesal en la primera
oportunidad que tuvo para hacerlo con posterioridad a su realización, que
fue al presentar sus alegatos escritos a fojas doscientos once, previa a la
expedición de la sentencia de primera instancia, por lo que los presuntos
agravios quedaron convalidados por la parte demandada: Octavo.- Que, el
segundo extremo de la causal procesal cuestiona, por defectos formales, la
legalidad y certeza de los documentos adjuntos a la demanda con los que se
acreditarían los pagos por las mejoras introducidas al bien. Debe señalarse
al respecto que la demandada formuló oportunamente tacha contra la
relación de gastos y las cuarentiuno factura y recibos que acompañaban a la
demanda, cuestión probatoria que sin embargo fue declarada inadmisible de
plano en la audiencia única cuya acta obra a fojas ciento cincuentisiete,
decisión que quedó consentida al no haber sido objeto de apelación, por lo
que el cuestionamiento a los citados documentos no puede ser objeto de
nueva revisión en Sede Casatoria. En todo caso, la recurrente no cumple
con indicar con claridad y precisión cuáles son los documentos que, a su
entender, no constituyen facturas, boletas o recibos válidamente emitidos;
Noveno.- Que, el cuarto extremo de la causal procesal está referido al
establecimiento por parte de las instancias de mérito del monto a pagarse
por concepto de las mejoras introducidas, el cual que no se habría
documentado fehacientemente. Esta última afirmación carece de veracidad,
pues tanto el A quo como el Ad quem han establecido que las mejoras a
pagar corresponden a las contenidas en los documentos de fojas veinte,
veintinueve, treinta, treintiocho, treintinueve, cuarenta, cuarentiuno,
cuarentitrés y cuarenticuatro, y conforme a las reglas de la sana crítica,
haciendo una valoración conjunta y razonada de las pruebas, atendiendo a
la depreciación por el uso de las mejoras introducidas, han fijado el monto a
pagar en una suma inferior a la que se obtendría de la sumatoria de dichos
documentos; Décimo.- Que, estando a que la causal de contravención al
debido proceso no resulta atendible, corresponde en consecuencia emitir
pronunciamiento respecto a la causal material alegada; Décimo Primero.-
Que, existe interpretación errónea de una norma de derecho material
cuando concurren los siguientes supuestos: a) el Juez establece
determinados hechos, a través de una valoración conjunta y razonada de
las pruebas aportadas al proceso; b) que éstos, así establecidos, guardan
relación de identidad con los supuestos fácticos de una norma jurídica
determinada; c) que elegida esta norma como pertinente (sólo ella o en
concurrencia con otras) para resolver el caso concreto, la interpreta (y
aplica); d) que en la actividad hermenéutica, el Juzgador, utilizando los
métodos de interpretación, yerra al establecer el alcance y sentido de
aquella norma, es decir, incurre en error al establecer la verdadera voluntad
objetiva de la norma, con lo cual resuelve el conflicto de intereses de
manera contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente,
vulnerando el valor superior del ordenamiento jurídico, como es el de la
justicia; Décimo Segundo.- Que, el artículo novecientos dieciséis del Código
Civil, clasifica las mejoras en necesarias, útiles y de recreo, precisando que
las mejoras son necesarias, cuando tienen por objeto impedir la destrucción
o el deterioro del bien; son útiles, las que sin pertenecer a la categoría de
las necesarias aumentan el valor y la renta del bien; y son de recreo,
cuando sin ser necesarias ni útiles, sirven para ornato, lucimiento o mayor
comodidad. En autos, los argumentos que sustentan la presunta
interpretación errónea del citado artículo novecientos dieciséis están
relacionados con la dimensión fáctica del proceso, pues no plantean una
interpretación diferente del acotado dispositivo legal, por cuanto: en lo que
concierne al acápite a), las instancias de mérito han establecido que la
Municipalidad no ha acreditado haber entregado el bien al arrendatario con
las mejoras advertidas al momento de realizarse la inspección ocular; en lo
que respecta a los acápites b) y c), el A quo si individualizó las obras
realizadas y, como se tiene dicho, éstas han sido acreditadas con los
documentos de fojas veinte, veintinueve, treinta, treintiocho, treintinueve,
cuarenta, cuarentiuno, cuarentitrés y cuarenticuatro, catalogándose las
mismas como mejoras útiles, resultando evidente que este extremo de la
denuncia está dirigido a cuestionar el criterio valorativo del juzgador y no
aspectos de derecho, ya que determinar si las mejoras introducidas fueron
en realidad de recreo importaría una nueva valoración probatoria, lo cual se
encuentra proscrito en el análisis de una causal material; de otro lado, en lo
que se refiere al acápite d), los alcances de la inspección judicial ya fueron
cuestionados al denunciar la causal de contravención al debido proceso, y
absueltos por este Supremo Tribunal en el sétimo considerando de la
presente resolución, por lo que carece de objeto incidir nuevamente en ello,
más aún si no guardan nexo de causalidad alguna con una supuesta
interpretación errada de la norma denunciada; Décimo Tercero.- Que,
siendo así, al no configurarse ninguna de las causales denunciadas, el
recurso propuesto debe ser desestimado, en atención a lo prescrito en el
artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil; por cuyas
razones, Declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por la
Municipalidad Distrital de Chorrillos mediante escrito de fojas doscientos
setenta; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
doscientos sesenticinco, su fecha treintiuno de marzo de dos mil cuatro;
DISPUSIERON se publique de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por Felipe William Martínez Díaz contra la
Municipalidad Distrital de Chorrillos sobre Pago de Mejoras; y los
devolvieron.- SS. ECHEVARRÍA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA,
SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCÍA
DESALOJO
DESALOJO. Lima, veintisiete de setiembre del dos mil cinco.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA;
vista la causa número mil setecientos catorce - dos mil cuatro, con el
expediente acompañado, en Audiencia Pública de la fecha, producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por María Aurora
Jáuregui Montoya mediante escrito de fojas trescientos sesentiséis, contra
la sentencia de vista emitida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fojas trescientos cincuenta, su fecha veinticinco de
setiembre del dos mil tres, que Confirma la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuentitrés que declara Fundada la demanda interpuesta por
Compañía de Inversiones Monte Urbano Sociedad Anónima y ordena que la
demandada cumpla con desalojar el inmueble sub litis en el plazo de seis
días, con costas y costos; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso
de casación fue declarado procedente mediante resolución del diez de
agosto del dos mil cuatro, por la causal prevista en los incisos primero y
tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, en
virtud de lo cual la recurrente denuncia: I) la aplicación indebida de los
artículos mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil, toda
vez que se pretende dar por concluido el contrato de arrendamiento del bien
sub litis sobre la base de las normas citadas, no obstante que los contratos
referidos al arrendamiento de vivienda están regidos por sus propias leyes
especiales, y los artículos mil seiscientos sesentiséis al mil setecientos del
Código Civil; además, ha demostrado que detenta la ocupación del
inmueble por más de veinte años en condición de inquilina, sujeta al
Decreto Ley veintiun mil novecientos treintiocho, Decreto Legislativo
setecientos nueve y Ley veintisiete mil novecientos uno que prorrogan el
arrendamiento hasta el treintiuno de diciembre del dos mil tres, por lo que
estima que el aviso notarial de fecha nueve de junio del dos mil, para este
caso, no tiene por efecto dar por concluido el arrendamiento desde que el
mismo tiene plazo fijo establecido en la ley; II) la interpretación errónea de
los artículos mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil,
pues al darle a la norma una interpretación subjetiva de derechos a favor
del demandante, se ha creado un contrato a conveniencia de aquél, sin
respetar las leyes especiales antes mencionadas, que señalaron el plazo de
ocupación de los inmuebles arrendados para vivienda, no obstante que se
ha acreditado su justo título de inquilina del inmueble sub litis con los
respectivos recibos de arrendamiento no tachados ni observados que obran
en el proceso número cinco mil ciento cuarenticinco -dos mil, sobre
desalojo, seguido entre las mismas partes, en la cual se declara infundada
la demanda incoada por la hoy demandante; III) la contravención de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, toda vez que: a) se
ha transgredido lo dispuesto en el artículo ciento ochentiocho del Código
Procesal Civil, pues en ninguno de los considerandos de la sentencia de
vista se efectúa una apreciación de los medios probatorios consistentes en
los recibos de arrendamiento otorgados por la propietaria del inmueble sub
litis, ni la Carta Notarial en la que se reconocen sus derechos contemplados
en el Decreto Ley veintiun mil novecientos treintiocho y el Decreto
Legislativo setecientos nueve, los cuales obran en el Expediente Número
cinco mil ciento cuarenticinco - dos mil, con lo que demuestra ser legítima
inquilina de la accionante; por lo que estima que al no haberse pronunciado
sobre todos los fundamentos de defensa expuestos por su parte, la
sentencia de vista deviene en nula al haber contravenido también lo
dispuesto en el artículo ciento veintidós inciso cuarto del Código Procesal
Civil; b) igualmente, refiere que la sentencia de vista es además nula al no
haberse llamado a otra dirimencia al existir pronunciamientos discordantes
respecto al fallo de la resolución impugnada; c) se ha transgredido el inciso
tercero del artículo ciento treintinueve de la Constitución Política del Estado,
que establece la observancia del debido proceso, la tutela jurisdiccional
efectiva, y la prohibición de ser sometido a procedimientos distintos al
establecido por Ley, y en el caso de autos debió aplicarse lo dispuesto en el
Decreto Ley veintiun mil novecientos treintiocho, Decreto Legislativo
setecientos nueve, Decreto Ley veintisiete mil doscientos treintiuno, Decreto
Ley veintisiete mil quinientos noventa, Decreto Ley veintisiete mil
novecientos uno y Ley veintiocho mil ciento treintiocho, que prorrogan el
contrato de arrendamiento hasta el treintiuno de diciembre del dos mil seis;
d) de otro lado, se ha transgredido el artículo seis de la Ley veintiséis mil
ochocientos setentidós, Ley de Conciliación, ya que al no haberse cumplido
con el requisito previo de llevar adelante la conciliación entre las partes
antes de recurrir a la vía judicial, debió declararse improcedente la
demanda; e) se ha transgredido la esencia del artículo mil setecientos del
Código Civil, pues al no aplicarse dicha norma se agravia su derecho de
inquilina y posesionaria del inmueble sub litis, ya que la Compañía
accionante, en lugar de demandar desalojo por ocupación precaria, debió
demandar desalojo por vencimiento del contrato o bien por falta de pago,
por lo que al no haber procedido así, ha contravenido las normas vigentes
de arrendamiento de casa habitación previstos en el Decreto Ley veintiun
mil novecientos treintiocho y Decreto Legislativo setecientos nueve y sus
prórrogas; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, existiendo denuncias por
vicios in iudicando e in procedendo, corresponde verificar primero si se ha
configurado o no esta última causal, pues en caso de ser estimada, se
dispondría el reenvío de la causa al estadío procesal correspondiente,
impidiendo que sea factible el análisis de las normas materiales en las que
se sustenta o debió sustentarse la resolución recurrida; Segundo.- Que, con
respecto al primer extremo de la causal de contravención al debido proceso
(acápite a), la recurrente denuncia la falta de valoración de los medios
probatorios que ofreció para sustentar sus argumentos de defensa,
referidos a su calidad de arrendataria del bien sub litis. En este punto, cabe
señalar que, en efecto, al contestar la demanda la recurrente alegó poseer
el inmueble ubicado en el Jirón Ocoña Número cuatrocientos sesenticuatro,
interior tercero, del Cercado de Lima en razón de ser inquilina de la anterior
propietaria, señora Teresa Costa Viuda de Ruiz Huidobro, lo que acreditaba
con los recibos de pago de arriendos que obran en el expediente Número
cinco mil ciento cuarenticinco - dos mil, seguido entre las mismas partes
también por desalojo. De la lectura de las sentencias de mérito expedidas
en este proceso, se advierte que aquellas no aluden expresamente a la
existencia de los citados recibos; sin embargo, también es cierto que la
calidad de arrendataria que detenta la emplazada tampoco ha sido negada
por la Compañía demandante, quien precisamente viene promoviendo la
presente acción de desalojo al haber dado por concluido mediante Carta
Notarial del nueve de junio del dos mil, el contrato de arrendamiento que
amparaba el derecho de la recurrente. En ese orden de ideas, la sentencia
de primera instancia, cuyos fundamentos reproduce la de vista, ha
establecido que el título de arrendataria de la demandada se extinguió en
mérito a la precitada Carta Notarial, con la que se puso fin a la relación
contractual existente; por tanto, queda establecido que al efectuar la
valoración conjunta de la prueba, las instancias de mérito han procedido
acorde con las facultades que autoriza el artículo ciento noventisiete del
Código Procesal Civil, y en tal sentido, en su resolución final han expresado
sólo las valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión;
por lo que no se configura la primera transgresión denunciada; Tercero.-
Que, con respecto al segundo extremo de la causal procesal (acápite b), la
recurrente refiere que debió llamarse a otra dirimencia, en razón a que
subsistía discordia en la votación de la causa llevada a cabo en segunda
instancia. Al respecto, cabe señalar que el artículo ciento cuarentiuno del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que,
en las Cortes Superiores, tres votos conformes hacen resolución; siendo así,
no obstante que los señores Vocales Palomino Thompson y Lora Almeida
votaron porque se revoque la resolución apelada que declaraba infundada la
excepción de cosa juzgada y reformándola se declare fundada dicha
excepción, nulo todo lo actuado y por concluido el proceso, y que el señor
Vocal Wong Abad votó porque se confirme la resolución apelada que declaró
infundada la excepción de cosa juzgada, revocándose la sentencia apelada
que declaraba fundada la demanda y reformándola se declare infundada la
misma; sin embargo, con los votos de los señores Lama More, Mendoza
Rodríguez y Martínez Azurza por los que se confirma la resolución que
declara infundada la excepción de cosa juzgada, así como la sentencia que
declara fundada la demanda, se ha formado resolución al haber completado
los tres votos requeridos por la disposición legal precitada, por lo que no
resulta atendible ni justificable el convocar a nueva dirimencia; Cuarto.-
Que, el tercer extremo de la causal procesal (acápite c) denuncia
básicamente la inaplicación de normas materiales; sin embargo, la
verificación de tal circunstancia, esto es, de la relación de identidad que
existe entre los hechos acreditados en autos con determinados supuestos
fácticos de las normas materiales que la recurrente considera pertinentes al
caso concreto, sólo puede analizarse a través de la causal material prevista
en el artículo trescientos ochentiséis inciso segundo del Código Procesal
Civil, debiendo precisarse que la inaplicación del Decreto Ley veintiun mil
novecientos treintiocho, Decreto Legislativo setecientos nueve, Ley
veintisiete mil doscientos trece, Ley veintisiete mil quinientos noventa y Ley
veintisiete mil novecientos uno ya fue denunciada oportunamente por la
emplazada al formular su recurso de casación, y declarado improcedente al
no haber establecido con claridad y precisión cuáles de los articulados que
los integran debían ser aplicados en autos; Quinto.- Que, con respecto al
cuarto extremo de la causal de contravención al debido proceso (acápite d)
referido a la necesidad de acudir al trámite de conciliación extrajudicial,
previo a interponer la presente demanda, se advierte que tal requisito de
admisibilidad no resultaba exigible al caso concreto, toda vez que la Ley
veintiséis mil ochocientos setentidós, Ley de Conciliación, entró en vigencia
el primero de marzo del dos mil uno, por disposición del artículo primero de
la Ley veintisiete mil trescientos noventiocho, y atendiendo a que la
demanda ha sido incoada el seis de octubre del dos mil, conforme al sello
de recepción que obra a fojas veintiséis, se concluye que tal requisito no es
exigible; Sexto.- Que, con respecto al quinto extremo de la causal procesal
(acápite e) la recurrente nuevamente denuncia la inaplicación de una norma
material, como es el artículo mil setecientos del Código Civil, lo que -como
se tiene dicho- no puede sustentar la presunta contravención al debido
proceso, pues debió alegarse vía causal material. Por lo demás, si la
demandada consideraba que no existía correspondencia entre el petitorio de
la demanda y los hechos expuestos en la misma, debió advertirlo y
denunciarlo oportunamente, proponiendo los medios de defensa idóneos, lo
que sin embargo no ocurrió en este caso, razón por la cual no puede
pretender en Sede Casatoria que se declare la nulidad de lo actuado sobre
la base de hechos que consintió; Sétimo.- Que, estando a que la causal de
contravención al debido proceso no resulta atendible, corresponde en
consecuencia emitir pronunciamiento respecto a las causales materiales
alegadas; Octavo.- Que, existe aplicación indebida de una norma de
derecho material cuando concurren los siguientes supuestos: a) el Juez, a
través de una valoración conjunta y razonada de las pruebas aportadas al
proceso, llega a establecer determinados hechos relevantes del conflicto de
intereses; b) que tales hechos establecidos, guardan relación de identidad
con los supuestos fácticos de una norma jurídica determinada; c) que sin
embargo, el Juez, en lugar de aplicar esta última norma, aplica una distinta
para resolver el caso concreto, vulnerando los valores y principios del
ordenamiento judicial, particularmente el valor superior de la justicia;
Noveno.- Que, la presente demanda versa sobre desalojo por ocupación
precaria, y en autos las instancias de mérito han establecido que existe
precariedad en la ocupación que detenta la demandada, en razón a que el
título que sustentaba su posesión ha fenecido, en los términos previstos en
los artículos mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil;
Décimo.- Que, sin embargo, existe incongruencia entre el petitorio, los
hechos acreditados en el proceso y la fundamentación jurídica que sustenta
la decisión de los Jueces, desde que en autos se demanda el desalojo por
ocupación precaria de un inmueble cuyo ocupante sí detenta un título de
posesión, como es un contrato de arrendamiento de duración indeterminada
-tal como establecido en el anterior proceso que siguieron las mismas
partes, también sobre desalojo por ocupación precaria-, y si bien es cierto
que la Compañía demandante ha ofrecido como prueba una Carta Notarial
del nueve de junio del dos mil, por la que se estaría dando por finalizado el
aludido contrato, su mérito y alcances sólo pueden ser valorados dentro de
un proceso en el que se demande el desalojo por conclusión de contrato y
no por ocupación precaria, desde que este último parte del presupuesto de
la ausencia total del título que justifique la posesión. Así lo han establecido
diversas ejecutorias expedidas por la Corte Suprema de Justicia, como la
Casación Número dos mil quinientos cuarenta - noventinueve (Lima)
expedida por esta Sala Civil Transitoria, que señala: “... el inciso segundo
del artículo mil setecientos ocho del Código Civil señala que en caso de
enajenación del bien arrendado y si el arrendamiento no ha sido inscrito, el
adquiriente procederá a darlo por concluido siguiendo el procedimiento
establecido en el artículo mil setecientos tres del acotado, sin que este
estado de cosas pueda convertir al inquilino en ocupante precario del
inmueble que conduce... la precariedad en el uso de bienes inmuebles, no
se determina únicamente por la carencia de un título de propiedad o
arrendatario, debe entenderse como tal, la ausencia absoluta de cualquier
circunstancia que permita advertir la legitimidad de la posesión que ostenta
el ocupante obviamente en armonía con el orden público y las buenas
costumbres; Décimo Primero.- Que, en consecuencia, las instancias de
mérito han aplicado indebidamente los artículos mil setecientos tres y mil
setecientos cuatro del Código Civil, referidos al fin del arrendamiento de
duración indeterminada y sus efectos, para resolver una materia que versa
sobre desalojo por ocupación precaria, razón por la cual este extremo del
recurso resulta atendible. Siendo así, en su actuación como sede de
instancia, con la facultad que le confiere el artículo trescientos noventiséis
inciso primero del Código Procesal Civil, así como el artículo ciento veintiuno
in fine del mismo cuerpo procesal, este Supremo Tribunal pronunciándose
excepcionalmente sobre la validez de la relación jurídica procesal, estima
que la demanda así interpuesta es improcedente, al no existir conexión
lógica entre los hechos y el petitorio, conforme a lo regulado en el inciso
quinto del artículo cuatrocientos veintisiete del Código acotado; Décimo
Segundo.- Que, finalmente en cuanto a la causal de interpretación errónea
de los artículos mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil,
se advierte que tal denuncia no resulta amparable, desde que resulta
contradictorio señalar a la vez que existe aplicación indebida e
interpretación errónea de las mismas normas materiales, pues quien alega
aplicación indebida considera que no existe relación de identidad entre los
hechos probados con los supuestos fácticos de una norma jurídica
determinada (por lo que la misma resulta impertinente), mientras que quien
denuncia la interpretación errónea considera que las normas aplicadas
guardan correspondencia con lo hechos acreditados en el caso concreto,
pero que en la actividad hermenéutica, el Juzgador yerra al establecer el
alcance y sentido de aquella norma, es decir, incurre en error al establecer
su verdadera voluntad objetiva. Por tanto, al ser las causales de aplicación
indebida e interpretación errónea de normas materiales excluyentes entre
sí, no resulta factible pronunciarse respecto de esta última, adoleciendo
este extremo del recurso de casación de la claridad y precisión que exige el
artículo trescientos ochentiocho inciso segundo del Código Procesal Civil;
por cuyas razones, Declararon: FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por María Aurora Jáuregui Montoya mediante escrito de fojas
trescientos sesentiséis; CASARON la sentencia de vista de fojas trescientos
cincuenta, su fecha veinticinco de setiembre del dos mil tres; y actuando
como sede de instancia, REVOCARON la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuentitrés, su fecha veinte de junio del dos mil dos, que
declaró fundada la demanda interpuesta, con lo demás que contiene, y
reformándola declara IMPROCEDENTE la misma; DISPUSIERON se publique
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano en los seguidos por
Compañía de inversiones Monte Urbano Sociedad Anónima contra María
Aurora Jáuregui Montoya sobre desalojo por ocupación precaria; y los
devolvieron.- SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA,
SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO
Desalojo. Lima, catorce de septiembre del dos mil cinco.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA:
Vista la causa número mil ochocientos treintiséis-dos mil cuatro, en
audiencia pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso
de casación interpuesto, a fojas quinientos veinticuatro, por el litisconsorte
necesario Jorge Leonardo Zevallos Coll contra la sentencia de vista expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, a fojas
quinientos quince, su fecha veintinueve de marzo del dos mil cuatro, que
confirma la sentencia de primera instancia que declara fundada la
demanda; y, en consecuencia ordena que el demandado Hugo Eduardo
Orbegozo Lewis y sus litis consortes Jorge Leonardo Zevallos Coll y Ruth
Katia Coll Flores desocupen el bien inmueble materia de litis; en los
seguidos por Alfonso Eduardo Risco Escobar con Hugo Eduardo Orbegozo
Lewis y otros sobre desalojo; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Por resolución
de fecha dieciocho de agosto del dos mil cuatro, obrante a fojas veintinueve
del cuaderno formado en este Supremo Tribunal, se declaró procedente el
recurso por la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil sobre la contravención de las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso, con el fundamento
siguiente: a) La resolución no se ha pronunciado sobre la nulidad de la
sentencia que fue planteada en la apelación, ni respecto de todos los puntos
expuestos al plantear dicho medio impugnatorio; b) La resolución de vista
adolece de falta de motivación que afecta el extremo del fallo referido al
recurrente, ya que sólo analiza la posesión de Ruth Katia Coll Flores, sin
pronunciarse sobre la posesión detentada por el demandado principal y el
recurrente; y c) También hubo un cambio de magistrado, un magistrado
actuó la audiencia y otro emitió la sentencia, sin que se le notificara el
avocamiento del segundo magistrado, ello vulnera los artículos quinto del
Título Preliminar y cincuenta del Código Procesal Civil, que prevé el principio
de inmediación; CONSIDERANDO: Primero.- Que, la causal de
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
se configura cuando en el desarrollo del mismo no se han respetado los
derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado actos de
procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano
jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo hace en forma
incoherente, en clara trasgresión de la normatividad vigente y de los
principios procesales; Segundo.- Que, sólo resulta viable declarar la nulidad
del acto procesal cuando afecta al debido proceso; esto es, que el vicio haya
sido denunciado por la parte que ha sufrido perjuicio cierto e irreparable
debido a un agravio trascendente; de lo contrario, si el vicio procesal es
subsanable, ya sea por convalidación o porque el acto ha cumplido su
finalidad, no procede declarar su invalidez, como lo establecen los párrafos
primero, segundo, tercero y cuarto del artículo ciento setentidós del Código
Procesal Civil; Tercero.- Que, en el presente caso, el litis consorte necesario
recurrente, sostiene, que la resolución impugnada no se habría pronunciado
sobre la nulidad de la sentencia planteada en la apelación, ni respecto de
todos los puntos expuestos en dicho medio impugnatorio; sin embargo,
analizada la base fáctica y el marco jurídico en que se sustenta la
articulación de nulidad y los agravios expresados por el impugnante en su
recurso de apelación de fojas cuatrocientos ochenta y cinco, y la decisión
adoptada en la sentencia de vista de fojas quinientos quince, se
advierte que la subsanación del vicio no ha de influir en lo que ha sido
resuelto por la Sala Civil Superior, que con suficiente motivación fáctica y
jurídica confirma la sentencia apelada que declara fundada la demanda de
desalojo; por estas razones, en aplicación del principio de subsanación
previsto en el cuarto párrafo del artículo ciento setentidós del Código
Procesal Civil, según el cual no hay nulidad si la subsanación del vicio no ha
de influir en el sentido de la resolución o en las consecuencias del acto
procesal, por lo que este extremo de la denuncia por contravención al
debido proceso debe desestimarse; Cuarto.- Que, asimismo, argumenta que
la resolución de vista adolece de falta de motivación que afecta el extremo
del fallo referido al recurrente, ya que sólo analiza la posesión de Ruth Katia
Coll Flores, sin pronunciarse sobre la posesión detentada por el demandado
principal y el recurrente; sin embargo, debe tenerse presente que el
impugnante carece de interés propio y específico para denunciar agravios
en casación, que por regla procesal sólo conciernen al demandado Hugo
Eduardo Orbegozo Lewis, razón por la cual este extremo resulta infundado;
y, en cuanto respecta a la posesión que tiene el recurrente sobre el
inmueble materia de litis, la impugnada sí cuenta con la debida motivación,
pues confirma la sentencia de primera instancia por sus propios
fundamentos -en cuyos considerandos sexto y sétimo resuelve la pretensión
del recurrente-; además, la sentencia de vista agrega otros fundamentos
que le dan sustento a su decisión; habiendo quedado debidamente
establecido por las instancias de mérito que el litisconsorte Jorge Leonardo
Zevallos Coll no ha probado durante el proceso tener título justificante para
detentar la posesión del inmueble materia de litis, pues el contrato de
usufructo en el que pretende sustentar su posesión, al margen de ser un
documento privado que carece de fecha cierta, le ha sido otorgado por la
co-demandada Ruth Katia Coll Flores, quien tampoco ha demostrado contar
con título justificante sobre el bien inmueble citado; Quinto.- Que,
asimismo, el recurrente señala que hubo cambio de magistrado, pues uno
actuó en la audiencia y otro emitió la sentencia, sin que se le notificara el
avocamiento del segundo magistrado, lo que vulneraría los artículos quinto
del Título Preliminar y cincuenta del Código Procesal Civil, que prevé el
principio de inmediación; que examinados los autos, a fojas cuatrocientos
treintiocho aparece el acta de la audiencia única realizada el once de abril
del dos mil dos y a fojas cuatrocientos setentisiete obra la sentencia de
primera instancia de fecha veintinueve de septiembre del dos mil tres, en
las que intervienen dos magistrados distintos; sin embargo, el principio de
inmediación según el cual el juez de la sentencia debe ser el mismo juez
que actuó las pruebas, no es un principio absoluto y admite excepciones,
como la prevista en el artículo cincuenta in fine del Código Procesal Civil, de
tal manera que el juez que se hace cargo de un proceso, ya en estado de
sentencia, está facultado y no obligado, a repetir las audiencias y sólo si lo
considera indispensable, precisamente por la vigencia del principio de la
preclusión del proceso; que siendo esto así y advirtiéndose que el
recurrente conocía del cambio de magistrado desde el dieciséis de mayo del
dos mil dos, conforme se advierte del cargo de notificación de fojas
cuatrocientos cincuentidós, siendo el mismo Juez que ha sentenciado los
autos; no se advierte afectación al debido proceso; debiendo desestimarse
la articulación del recurrente. Por estas consideraciones y en aplicación del
artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto, a fojas quinientos
veinticuatro, por Jorge Leonardo Zevallos Coll contra la sentencia de vista
de fojas quinientos quince, su fecha veintinueve de marzo del dos mil
cuatro; CONDENARON al recurrente al pago de la multa de tres Unidades de
Referencia Procesal y las costas y costos del recurso; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Alfonso Eduardo Risco Escobar contra
Hugo Eduardo Orbegozo Lewis y otros, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA
POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCÍA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
Desalojo por ocupación precaria, Lima, cuatro de octubre del dos mil cinco.-
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número un mil ochocientos setentiocho del dos
mil cuatro, en audiencia pública de la fecha y producida la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación interpuesto, por la demandada Doris Elizabeth
Morales Zavaleta, contra la sentencia de vista expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, obrante a
fojas ciento treintisiete, su fecha veintisiete de abril del dos mil cuatro, que
entre otros, confirma la sentencia de primera instancia apelada de fecha
treinta de diciembre del dos mil tres, que declara fundada la demanda de
fojas diecinueve, subsanada a fojas treintinueve; en consecuencia ordena
que la demandada Doris Elizabeth Morales Zavaleta desocupe el inmueble
materia de este proceso, en el plazo de seis días, con costas y costos; con
lo demás que contiene; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Por resolución de
fecha veinticinco de agosto del dos mil cuatro, obrante a fojas veinticinco
del cuaderno formado en este Supremo Tribunal, se declaró procedente el
recurso solo por la causal prevista en el inciso segundo del artículo
trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil relativa a la inaplicación del
artículo novecientos cinco del Código Civil; describiendo la recurrente que
en virtud del documento de fecha cierta y con firmas legalizadas que la
madre y apoderada de la actora, se convirtió en poseedora inmediata del
bien sub júdice correspondiéndole la posesión mediata a quien le confirió el
título, el mismo que por lo demás tiene fecha cierta al haber sido ingresado
a una Notaría y legalizadas las firmas ante ella, conforme lo prescribe el
artículo novecientos cinco del Código Civil; por lo que erróneamente se le
considera ocupante precaria, como si la autorización que se le extendiera
hubiera fenecido, cuando en realidad la misma ha sido renovada
verbalmente; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, la causal de inaplicación
de una norma de derecho material se configura cuando los jueces de mérito
dejan de aplicar una norma sustantiva que resulta pertinente para dilucidar
un conflicto de intereses; Segundo.- Que, en el caso de autos, la
impugnante sustenta su recurso de casación en que no tiene la calidad de
ocupante precaria, pues en virtud del documento de fecha cierta que le fue
otorgado por la madre de la demandante se convirtió en poseedora
inmediata, habiéndose inaplicado el artículo novecientos cinco del Código
Civil; norma material relativa a la posesión inmediata y mediata que otorga
la calidad de poseedor inmediato al poseedor temporal en virtud de un
título, correspondiéndole la posesión mediata a quien confirió dicho título;
Tercero.- Que, en la sentencia impugnada ha quedado establecido que Doris
Elizabeth Morales Zavaleta ingresó al inmueble sito en el Lote Uno, de la
Manzana “B” de la Asociación de Vivienda Virgen del Sol, Segunda Etapa,
del Distrito de San Martín de Porres, a efectos de ejercer la labor de
guardianía por el plazo de un año, conforme al documento en copia simple
obra a fojas cuarentisiete de fecha diecinueve de agosto de mil novecientos
noventiséis; la Sala agrega, que de su propio texto la citada otorgante
resulta ser una tercera persona ajena al proceso y por ende sin derecho
alguno sobre el bien sub litis; Cuarto.- Que, en efecto, el artículo
novecientos cinco del Código Civil, al definir la condición de poseedor
inmediato establece como requisito necesario que posea con un título,
situación que no se da en el caso de autos; pues, conforme se advierte del
documento denominado “Solicitud de Compromiso”, que está dirigido al
Presidente de la Asociación de Vivienda “Virgen del Sol” Segunda Etapa y se
encuentra firmado por Bertha Cárdenas Carhuaricra, en representación de
su hija Haydée Renée Urban Cárdenas y por la recurrente Doris Elizabeth
Morales Zavaleta de Quispe, se advierte que se deja en calidad de cuidado
temporal el lote de su hija a la recurrente, precisando que la permanencia
será a partir de la fecha del documento, diecinueve de agosto de mil
novecientos noventiséis, por el término de un año; no habiéndose
acreditado en autos que se haya renovado dicho plazo; que siendo esto así,
es de estimarse que al veintiuno de abril del dos mil tres, fecha en que se
admitió la demanda de autos, conforme a la resolución número dos, obrante
a fojas cuarenta, dicho plazo ya había concluido; por lo tanto, la recurrente
carece de título justificante para ocupar el inmueble sub litis teniendo la
calidad de ocupante precaria del bien materia de autos; Quinto.- Que, la
posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se
tenía ha, fenecido, conforme lo establece el artículo novecientos once del
Código Civil; Sexto.- Que, por consiguiente, la norma material contenida en
el artículo novecientos cinco del Código Civil no resulta pertinente para
dilucidar la materia controvertida, lo que trae como consecuencia que la
causal de inaplicación de la citada norma material sea infundada, no
presentándose la causal prevista en el inciso segundo del artículo
trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil. Estando a las conclusiones
que preceden y de conformidad con el artículo trescientos noventisiete del
Código Procesal Civil; Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto, a fojas ciento cuarentiséis, por Doris Elizabeth Morales
Zavaleta; en consecuencia NO CASARON la resolución de vista de fojas
ciento treintisiete; su fecha veintisiete de abril del dos mil cuatro
CONDENARON a la recurrente al pago de una multa de dos Unidades de
Referencia Procesal así como al pago de las costas y costos originados
en la tramitación del recurso: DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Haydée Renée Urban Cárdenas contra Doris Elizabeth Morales
Zavaleta sobre desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron.- SS.
ECHEVARRÍA, ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA,
PALOMINO GARCÍA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
(Publicado: 01-06-2006)
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, doce de octubre del dos mil
cinco.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA; vista la causa número dos mil treintiocho - dos mil
cuatro; en Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo
a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por Washington Alejandro Andrade
Delgado, contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Callao de fojas ciento catorce, su fecha veintiséis de enero
del dos mil cuatro, que confirma la resolución apelada de fojas veintiséis, su
fecha dieciocho de junio del dos mil tres, que declara fundada la demanda
de desalojo por ocupación precaria interpuesta por Yrene Rayda Huaman
Humareda contra Carmen Noeli Andrade Delgado y Roy Eliot Andrade
Delgado, con lo demás que contiene, dejando a salvo el derecho del litis
consorte pasivo para que lo haga valer de acuerdo a ley; FUNDAMENTOS
DEL RECURSO: Este Supremo Tribunal mediante resolución del cinco de
octubre del dos mil cuatro, ha estimado procedente el recurso de casación
por la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis
del Código Procesal Civil; al denunciarse que el impugnante como litis
consorte defiende a sus hermanos Roy Eliot y Carmen Noeli Andrade
Delgado por una supuesta ocupación precaria, pues el bien materia de litis
es un bien social, del cual tanto la parte demandante como el recurrente
son copropietarios, sin embargo, la Sala no ha atendido las circunstancias
del caso, contraviniendo de este modo el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil; Y, CONSIDERANDO: Primero.- Examinado el error in
procedendo denunciado es del caso señalar que en materia casatoria sí es
factible ejercer el control casatorio de las decisiones jurisdiccionales para
determinar si en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el
derecho al debido proceso. Como en anteriores pronunciamientos que ha
emitido esta Sala de Casación se ha establecido que el derecho al debido
proceso supone el cumplimiento de los principios y de las garantías que
regulan el proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio absoluto del derecho de defensa de las partes en litigio; Segundo.-
Uno de esos principios es el relativo a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales, que está consagrado en el inciso quinto del artículo
ciento treintinueve, de la Constitución Política del Estado. Dicho principio
preconiza que “es una de las garantías de la Administración de Justicia la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias,
excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley
aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustenta”. Este principio
tiene su correlato en la norma procesal contenida en el inciso tercero del
artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil, en virtud de la cual “las
resoluciones judiciales deben contener la relación correlativamente
enumerada de los fundamentos de hecho y los respectivos de derecho que
sustentan la decisión, la que se sujeta al mérito de lo actuado y el
derecho”; Tercero.- Que, en el presente caso, las instancias inferiores al
declarar fundada la demanda de desalojo por ocupación precaria han
señalado, entre otros fundamentos, que los demandados no han acreditado
que poseen el inmueble con justo título. Sin embargo, han soslayado toda
análisis respecto a que el bien sub litis es un bien social y que el litis
consorte en su calidad de copropietario viene sosteniendo que ha brindado
consentimiento a sus hermanos codemandados para que habiten el bien;
Cuarto.- Siendo esto así, resulta evidente que, en el presente caso, se ha
vulnerado el debido proceso, pues las instancias de mérito no han cumplido
con resolver todos los puntos controvertidos y por tanto motivar
correctamente su decisión en base al mérito de lo actuado y al derecho. Por
lo que para una justa decisión de la controversia se hace imprescindible que
se renueven los actos procesales viciados, teniendo como principio
orientador aquel que señala que la finalidad del proceso es lograr la paz
social en Justicia. Por estas razones conforme a lo dispuesto en el numeral
dos punto tres del inciso dos del artículo trescientos noventiséis del acotado
Código Adjetivo; declararon: FUNDADO el recurso de casación de fojas
ciento cuarentidós interpuesto por Washington Alejandro Andrade Delgado
y, en consecuencia, NULA la resolución de vista de fojas ciento dieciocho, su
fecha veintiséis de enero del dos mil cuatro; INSUBSISTENTE la resolución
apelada emitida en la Audiencia Unica que obra a fojas veintiséis, su fecha
dieciocho de mayo del dos mil tres; ORDENARON que el Juez de la causa
emita una nueva sentencia con arreglo a los considerandos precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Yrene Rayda Huaman
Humareda contra Carmen Noeli Andrade Delgado y otro, sobre desalojo por
ocupante precario; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN,
TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
(Publicado: 01-06-2006)
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, diez de octubre del dos mil
cinco.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA; vista la causa número dos mil doscientos cuarentiséis -
dos mil cuatro, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación interpuesto por Absalón Valle Alberca
mediante escrito de fojas ciento cincuenticinco contra la sentencia de vista
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura,
de fojas ciento cincuenta, su fecha doce de julio del dos mil cuatro, que
Confirmó la sentencia apelada de fojas ciento veintitrés que declara fundada
la demanda interpuesta por Felicia Piedra Franco de Díaz y ordena que el
demandado desocupe dentro del plazo de diez días en inmueble sub litis,
con lo demás que contiene; y declara infundada la nulidad de actuados
formulada en el recurso de apelación; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que,
el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del tres de
noviembre del dos mil cuatro, por la causal prevista en el inciso tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, en virtud de lo cual
el recurrente denuncia la contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso, pues conforme lo refirió en su recurso de
apelación, desde el momento en que se dio inicio al trámite de la presente
causa, existía un motivo por el cual el Juez, doctor Angel Pizá Espinoza,
debía abstenerse de conocer el proceso, y es el hecho que con anterioridad
integró el Colegiado de la Segunda Sala Especializada en lo Civil de Piura
que mediante resolución del veintisiete de junio del dos mil tres confirmó la
sentencia expedida a su vez por el Juez del Primer Juzgado Civil de Piura
que declaró fundada la demanda de acción de amparo interpuesta por la
actora contra el Ejecutor Coactivo del Servicio de Administración Tributaria
de Piura; sentencia que dejó sin efecto legal la adjudicación e inscripción de
la propiedad ordenada a favor del impugnante por la precitada autoridad
administrativa, y que es la misma resolución judicial que sirve de sustento
para imputar su condición de precario, de lo que se concluye que no era un
Juez imparcial y, por tal hecho no debió conocer la causa, vulnerándose el
artículo trescientos trece del Código Procesal Civil; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, mediante escrito de fojas doce, Felicia Piedra Franco de Díaz
interpuso demanda de desalojo por ocupación precaria, a fin de obtener la
restitución del inmueble de su propiedad sito en la Calle Ricardo Palma,
Manzana C-dos Lote cero siete, IV Etapa de la Urbanización Piura, cuya
posesión detenta Absalón Valle Alberca, no obstante que el título que lo
legitimaba como propietario feneció al haber devenido en ineficaz la
adjudicación por remate efectuado por el Servicio de Administración
Tributaria de Piura, por sentencia expedida en el proceso de Acción de
Amparo seguido ante el Primer Juzgado Civil de Piura, confirmada por la
Segunda Sala Civil de ese distrito judicial; Segundo.- Que, tramitada la
causa conforme a su naturaleza, el Juez de la causa, Angel Ricardo Pizá
Espinoza, emitió sentencia declarando fundada la demanda, siendo el caso
que al interponer recurso de apelación contra ese fallo, Absalón Valle
Alberca formuló la nulidad de todo lo actuado por considerar que el citado
Juez ya había adelantado opinión a favor de la actora cuando, integrando la
Segunda Sala Civil de Piura, confirmó la resolución que declaraba fundada
la demanda de acción de amparo interpuesta por Felicia Piedra Franco de
Díaz, por lo que considera que dicho magistrado debió abstenerse por
decoro de conocer el presente proceso; pedido de nulidad que ha sido
desestimado por el Ad quem por considerar que el A quo no se encontraba
comprendido en ninguna de las causales de impedimento previstos en el
artículo trescientos cinco del Código Procesal Civil; Tercero.- Que, nuestro
ordenamiento procesal civil, a fin de preservar la imparcialidad del Juez en
el juzgamiento de las causas a las cuales se avoca, ha regulado las
instituciones del impedimento, la recusación y la abstención. Por, el
impedimento, la ley, de forma expresa y determinante, aparta al Juez del
conocimiento de determinado proceso por estar vinculado al mismo por
lazos ineludibles (por haber sido parte del mismo, por ser pariente de una
de las partes o de su abogado, por haber obtenido dádivas de aquellos, por
haber conocido antes el mismo proceso en otra instancia, entre otros). Por
la recusación, son las partes quienes cuestionan la intervención del
magistrado por hechos que, no configurando causales de impedimento,
consideran que puedan influenciar en su decisión (como el ser amigo o
enemigo manifiesto de una de las partes, tener relaciones de crédito con
alguna de las partes, ser donatarios, empleadores o presuntos herederos de
aquellos, tener interés en el resultado del proceso, etcétera); tales hechos
requieren ser probados por quien los alega con medios pertinentes y
suficientes. Finalmente por la abstención, es el Juez quien de oficio, sin
requerírselo las partes, procede a apartarse del proceso en los casos que:
a) advierta que concurre alguna causal de impedimento, o b) por existir
motivos que, considera, perturban su función jurisdiccional; Cuarto.- Que,
este último supuesto, conocido como “abstención por decoro o delicadeza”,
constituye una potestad inherente al Juez por la cual se le faculta a
apartarse del proceso por causa debidamente justificada que sólo él conoce
y que, por tanto, no se encuentra expresamente prevista en la ley, dado
que comprende su esfera subjetiva. Los supuestos justificantes que
alegue el Juzgador, mediante resolución motivada, deben ser tales que
perturben su función, y no sólo meros enunciados por los que pretenda
apartarse de su deber de administrar justicia en un caso concreto. Desde
que la “abstención por decoro o delicadeza” constituye una potestad del
Juez, es a éste a quien le corresponde decidir si se aparta del proceso, y no
a las partes. Al respecto, Oswaldo Alfredo Gozaíni señala que: “...tanto el
decoro como la delicadeza son situaciones que escapan a la consideración
de cualquier otro que no sea magistrado. Sólo a él pertenece la reserva de
la cuestión, y también a él le corresponde decidir su abstención para
juzgar.” (Respuestas procesales. EDIAR; Buenos Aires, mil novecientos
noventa y uno; página ciento cuarentidós); Quinto.- Que, en autos, el
recurrente cuestiona la imparcialidad del Juez de la causa por haber
intervenido como miembro del Colegiado que conoció en segunda instancia
el proceso de amparo seguido en su contra por Felicia Piedra Franco de
Díaz, y considera que aquél debió abstenerse por decoro, en atención a lo
regulado en el artículo trescientos trece del Código Procesal Civil; sin
embargo, el hecho de haber intervenido en una causa conexa a la que nos
ocupa no es justificación pertinente para solicitar la abstención por decoro
del aludido magistrado, más aún si se considera que es al Juez a quien
corresponde establecer si su participación en dicha causa podía perturbar de
alguna forma la decisión a adoptar en el presente proceso, y al no haberlo
considerado él así, una de las partes no puede pretender la nulidad de su
fallo sobre la base de dicho cuestionamiento. Además, como bien refiere el
Colegiado Superior, el Juez no se encontraba incurso en ninguna de las
causales de impedimento previstas en el artículo trescientos cinco del citado
Código Procesal, cuyo texto primigenio es aplicable al presente caso, siendo
que la causal de impedimento por conexidad de procesos constituye una
figura que recientemente ha sido incorporada al Código Procesal a través de
la modificatoria prevista en la ley veintiocho mil quinientos veinticuatro,
publicada el veinticinco mayo del año en curso, y que por ser posterior, no
resulta aplicable al proceso; Sexto.- Que, a todo lo expuesto, debe
agregarse que la intervención del magistrado Angel Ricardo Pizá Espinoza,
en el trámite de la causa, no fue objetada oportunamente por el recurrente
sino en apelación, con motivo de la expedición de su sentencia, de lo que se
concluye que cualquier acto nulificante quedó convalidado por el mismo
emplazado; Sétimo.- Que, siendo así, al no verificarse la causal de
contravención de normas que garantizan el derecho a un debido proceso, el
recurso de casación debe ser desestimado, en atención a lo dispuesto en el
artículo trescientos noventa y siete del Código Procesal Civil; por cuyos
fundamentos, Declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a
fojas ciento cincuenticinco por Absalón Valle Alberca; en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista de fojas ciento cincuenta, su fecha doce de
julio del dos mil cuatro; CONDENARON al demandante al pago de las costas
y costos originados por la tramitación, del presente recurso y al pago de
una multa de dos Unidades de Referencia Procesal; DISPUSIERON se
publique la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los
seguidos por Felicia Piedra Franco de Díaz contra Absalón Valle Alberca
sobre desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA
ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO
GARCIA
DESALOJO
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, veinte de setiembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, debiendo tenerse
presente que Edgardo Guillermo Rivera Medina, durante el desarrollo del
proceso tiene la calidad de rebelde; Segundo.- Que, todo sujeto procesal
debe sujetarse a las reglas del medio impugnatorio que ha interpuesto;
Tercero.- Que, conforme al inciso primero del articuló trescientos
ochentiocho del Código Procesal Civil son requisitos de fondo del recurso de
casación: que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso; Cuarto.- Que, en el caso de autos, el
recurrente consintió la sentencia adversa de primera instancia por la que se
declara fundada la demanda de desalojo, la cual ha sido confirmada por la
Sala Revisora; Quinto.- Que, en consecuencia, no se ha satisfecho con el
requisito previsto en el inciso primero del artículo trescientos ochentiocho
del Código Adjetivo: por lo expuesto, y en aplicación del artículo trescientos
noventidós del Código acotado; declararon; IMPROCEDENTE el recurso de
casación, interpuesto a fojas ciento cincuenta por Edgardo Guillermo Rivera
Medina contra la resolución de vista de fojas ciento treintisiete, fechada el
veinte de abril del dos mil cinco; CONDENARON al recurrente al pago de las
costas y costos del recurso, así como a la multa de tres Unidades de
Referencia Procesal; ORDENARON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Mary Vilma Rodríguez
Bedoya viuda de Gambarini con Edgardo Guillermo Rivera Medina y otro
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y, los devolvieron.- SS.
ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA,
PALOMINO GARCIA
DESALOJO
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, veintisiete de setiembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación,
interpuesto por Juan Antonio Gan Valenzuela, reúne los requisitos
establecidos en el artículo trescientos ochentisiete del Código Procesal Civil;
Segundo.- Que, también satisface el requisito de fondo previsto en el inciso
primero del artículo trescientos ochentiocho del Código acotado; Tercero.-
Que, el recurrente denuncia: a) La contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, y la infracción de las formas
esenciales para la validez y eficacia de los actos procesales, indicando que
se ha contravenido el inciso tercero del artículo ciento treintinueve de la
Cata Magna y el artículo catorce de la Ley de Conciliación, señalando que se
viola su derecho al debido proceso, puesto que se ha admitido la demanda
sin que ésta reúna los requisitos de admisibilidad y procedencia, toda vez
que conforme al artículo catorce de la Ley de Conciliación la concurrencia a
dicha audiencia es personal, salvo en los casos en que se actúe con
representante; refiere que sólo en el caso de personas que domicilien en el
extranjero se admitirá el apersonamiento del representante o sí se tratara
de personas jurídicas, supuestos que no se han cumplido en este caso;
sostiene que en el acta de audiencia la parte actora actúo con
representante; también manifiesta que el A Quo ha resuelto el proceso sin
previamente resolver el pedido de denuncia civil, por el que se solicitaba la
integración dentro del proceso a su hermano, quien ocupa parte del
inmueble; indica que se ha emitido la resolución número diez, por la que se
resuelve el pedido de denuncia civil, sin dársele la oportunidad de apelar
dicho auto; y, b) La infracción de las formas esenciales para la validez y
eficacia de los actos procesales, argumentando la infracción del inciso
tercero del artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil y del inciso
sexto del artículo cincuenta del Código acotado, señalando que se ha
infringido el inciso quinto del artículo ciento treintinueve de la Carta Magna,
puesto que la sentencia de vista no está debidamente motivada; asimismo
se han infringido el inciso tercero del artículo ciento veintidós y el inciso
sexto del artículo cincuenta, ambos del Código Adjetivo: señala que los
argumentos de la Sala Revisora se ha limitado a señalar que el pedido del
actor ha sido resuelto; sostiene que del análisis de su recurso de apelación
se podrá concluir que el pedido ha sido resuelto en fecha posterior a la
sentencia sin motivación debida por otro lado, se ha limitado el derecho de
defensa de su hermano Víctor Raúl Gan Valenzuela; Cuarto.- Que, respecto
al punto a), el vicio denunciado por el impugnante ya ha sido descrito en su
tacha contra el acta de audiencia de conciliación y en su excepción de falta
de legitimidad para obrar de la actora, ambas han sido desestimadas
oportunamente por el A Quo en la audiencia respectiva, habiendo quedado
consentida, por lo que no existe ningún elemento revisable en sede
casatoria sobre esos ítems; Quinto.- Que, respecto al punto b, este extremo
también deviene en improcedente, atendiendo a que las sentencias de las
instancias de mérito están debidamente motivadas, y se ajustan a los
elementos Tácticos y jurídicos que las partes han debatido: Sexto.- Que,
por otro lado, las .articulaciones que dedujo el demandado han sido
debidamente resueltos por el A Quo y ninguno de ellos han sido
impugnados oportunamente, conforme a las normas procesales; Sétimo.-
Que, a mayor abundamiento, el justiciable no puede denunciarla violación al
derecho a la legitima defensa de Víctor Raúl Gan Valenzuela, puesto que es
él, el titular del agravio y no el recurrente; por lo expuesto, y en aplicación
del artículo trescientos noventitrés del Código acotado: declararon;
IMPROCEDENTE el recurso de casación, interpuesto a fojas doscientos
cincuenticinco por Juan Antonio Gan Valenzuela, contra la resolución de
vista de fojas doscientos cuarentisiete, su fecha once de mayo del dos mil
cinco; CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos del
recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia Procesal;
ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por María Odilia Solano Santillán con Juan Antonio
Gan Valenzuela sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y, los devolvieron.-
SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS
PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
Desalojo por Falta de Pago. Lima, veintiocho de setiembre del dos mil
cinco.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, el recurso de casación,
interpuesto por el demandado, Vittorio Manuel Lombardi Sessarego, cumple
con todos los requisitos formales para la admisión del mismo; Segundo.-
Que, el citado recurso cumple con invocar también las causales en la que se
funda, en este caso: A) La interpretación errónea del artículo doscientos
veintiuno del Código Procesal Civil; B) La aplicación indebida del artículo
doscientos del mismo Código; C) La inaplicación de los artículos mil
seiscientos sesentiséis, mil seiscientos noventisiete, mil trescientos
setentitrés, mil trescientos ochenta y mil trescientos cincuentinueve del
Código Civil; y, D) La contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso, contenidas en el artículo dieciocho de Ley
veintiséis mil ochocientos setentidós; causales previstas en los incisos
primero, segundo y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código
Procesal Civil; Tercero.- Que, en relación a la causal de interpretación
errónea, se puede advertir que el recurrente denuncia como mal
interpretado el artículo doscientos veintiuno del Código Procesal Civil;
norma que, lógicamente, es de naturaleza procesal y no de derecho
material como exige el inciso primero del artículo trescientos ochentiséis del
mismo Código a efecto de que esta Sala de Casación dilucide la correcta
interpretación; por lo que esta causal no puede ser calificada positivamente:
Cuarto.- Que, lo expuesto en el considerando precedente ocurre también
con la causal de aplicación indebida, puesto que se señala como objeto de
dicho error jurídico al artículo doscientos del Código Adjetivo; por
consiguiente, esta causal debe correr la misma suerte que la anterior;
Quinto.- Que, respecto de la causal de inaplicación el recurrente señala: que
los juzgadores han inaplicado los artículos mil seiscientos sesentiséis, mil
seiscientos noventisiete, mil trescientos setentitrés y mil trescientos
ochenta del Código Civil, toda vez que, no habiéndose acreditado en autos
la existencia de contrato de arrendamiento, tampoco existe entonces
merced conductiva convenida por las partes; que asimismo se ha inaplicado
el artículo mil trescientos cincuentinueve del Código acotado, ya que el
recurrente ha acreditado en el proceso que su parte no ha aceptado la
existencia de un contrato de arrendamiento, ni pacto de merced conductiva
en la suma de dos mil dólares mensuales; Sexto.- Que, tal como se puede
apreciar, la precitada causal no se encuentra sustentada con ningún criterio
jurídico de inaplicación normativa a ser dilucidado por esta Sala de Casación
sino con cuestionamientos al criterio valorativo de los juzgadores respecto
de los medios probatorios actuados, quienes han concluido por la existencia
de un contrato de arrendamiento entre las partes y una falta de pago de la
merced conductiva; dilucidación fáctica que no es materia de este especial
medio impugnatorio dado los fines asignados al recurso de casación por el
artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil; Sétimo.- Que,
en cuanto a la causal de contravención, el recurrente denuncia: que se ha
afectado su derecho al debido proceso, puesto que no se ha reparado en
que el Acta de Conciliación acompañada la demanda no cumple los
requisitos exigidos por el artículo dieciocho de la Ley veintiséis mil
ochocientos setentidós, pues no se describe correctamente la controversia y
tampoco se señala la merced conductiva de la cantidad de dos mil dólares;
Octavo.- Que, del análisis de los autos fluye que el recurrente en ningún
momento de la etapa postulatoria del presente proceso denunció dicho
supuesto vicio; tampoco apeló de la resolución que declaró saneado el
proceso y tampoco lo expuso como agravio en su recurso de apelación
contra sentencia, habiendo consentido el mismo, conforme al artículo ciento
setentidós del Código Procesal Civil, e incluso precluido toda petición
referida a la validez de la relación jurídica procesal, de acuerdo al artículo
cuatrocientos sesentiséis del mismo Código; por consiguiente, resulta
improcedente denunciar como agravio un presunto defecto consentido en su
oportunidad; de tal modo que se incumple el nexo de causalidad que como
requisito de fondo fluye del inciso segundo del artículo trescientos
ochentiocho del Código Adjetivo; Noveno.- Que, en tal virtud, ninguna de
las causales invocadas satisface los requisitos de fondo previstos en el
citado artículo trescientos ochentiocho inciso segundo del mismo Código; no
habiendo lugar entonces a admitir a trámite el presente recurso:
declararon; IMPROCEDENTE el recurso de casación, interpuesto a fojas
doscientos veintiséis por Victorio Manuel Lombardi Sessarego, contra la
resolución de vista de fojas doscientos seis, su fecha doce de abril del dos
mil cinco; CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos del
recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia Procesal;
ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano: en los seguidos por Inmobiliaria Vilcanota Sociedad Anónima con
Victorio Manuel Lombardi Sessarego sobre Desalojo por Falta de Pago; y,
los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA
ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO GARCIA
DESALOJO
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
(Publicado: 01-06-2006)
Lima, tres de octubre del dos mil cinco.- VISTOS: que de lo actuado aparece
que el recurso de casación interpuesto por Lucinda Monteza Rupay viuda de
lcochea cumple con los requisitos de forma para su admisibilidad: Y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, además, se ha cumplido con el requisito
de fondo previsto en el inciso primero del artículo trescientos ochentiocho
del Código Procesal Civil, toda vez que la recurrente no ha consentido la
sentencia de primera instancia que le fuera desfavorable; Segundo.- Que,
en cuanto a las causales del recurso, la recurrente invoca las previstas en
los incisos primero y tercero del artículo trescientos ochentiséis del acotado
Código, denuncia los siguientes cargos: a) la aplicación indebida del artículo
mil setecientos tres del Código Civil, referida a la conclusión del contrato de
arrendamiento sujeto a plazo indeterminado, sosteniendo que resulta
aplicable la norma contenida en el inciso c) del artículo catorce del Decreto
Legislativo setecientos nueve, así como el Decreto Ley número veintiún mil
novecientos treintiocho, por cuanto el valor del autovaluo del predio
arrendado al año de mil novecientos noventiuno no supera los dos mil
ochocientos ochenta nuevos soles, resultando un criterio errado de la Sala
de mérito el valorar las declaraciones juradas de autovaluo ofrecidos por el
demandante a fojas cincuentiocho a sesentiuno, pues los mismos han sido
presentados a la entidad edil con fecha catorce de julio del dos mil cuatro,
no constituyendo un documento público expedido por el Municipio. siendo
que además los mismos han sido presentados con posterioridad a la
contestación de la demanda, no habiéndose cumplido con exhibir el
respectivo autovaluo expedido por el Municipio para el año de mil
novecientos noventiuno; y b) la contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, porque se sostiene que el
Colegiado Superior ha considerado innecesario correr traslado de la
impugnación a los documentos exhibidos en la Audiencia Única, vulnerando
el derecho de defensa y a un debido proceso; Tercero.- Que, en relación al
primer cargo descrito en el punto a), la recurrente cuestiona la aplicación
indebida del artículo mil setecientos tres del Código Civil, invocando los
alcances del inciso c) del artículo catorce del Decreto Legislativo setecientos
nueve; sin embargo de autos no se ha logrado acreditar el supuesto de
hecho de esta última norma referida a que el valor de autovaluo del predio
arrendado, no supere el valor que señala la citada norma, no
correspondiendo que en vía de casación se pretenda una nueva valoración
de los medios probatorios al respecto, por cuanto el citado recurso no
constituye una tercera instancia de revisión de las pruebas sino un recurso
extraordinario que versa sobre cuestiones de derecho conforme a sus fines
descritos en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil,
por lo que no resulta amparable la causal invocada; Cuarto.- Que, en
relación al cargo descrito en el punto b), la recurrente cuestiona el mérito
de las declaraciones de autovaluo presentadas por el demandante a fojas
cincuentiocho a sesentiuno, documentos que fueron presentados en mérito
de la exhibición solicitada por la misma demandada, quien tuvo
conocimiento de las citadas instrumentales en la Audiencia Única de fojas
sesenticinco, no habiendo desvirtuado su contenido mediante la
presentación de la documentación pertinente, razón por la cual no resulta
procedente la denuncia de contravención al derecho a un debido proceso,
tanto más cuando ello ya fue materia de pedido de nulidad que fue
declarado improcedente mediante resolución número ocho, obrante a fojas
setenticinco; Quinto.- Que, en consecuencia, el recurso de casación
interpuesto no satisface el requisito de fondo previsto en el inciso segundo
del artículo trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil, y en aplicación
del artículo trescientos noventidós del acotado Código; declararon;
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Lucinda Monteza
Rupay viuda de Icochea, en contra de la resolución de vista de fojas
noventicuatro, su fecha veintisiete de abril del dos mil cinco; CONDENARON
a la impugnante al pago de costas y costos originados en la tramitación del
presente recurso, así como al pago de la multa de tres Unidades de
Referencia Procesal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Rafael Christian Córdova
del Campo, sobre desalojo; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA
ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO
GARCIA
DESALOJO POR OCUPANTE PRECARIO
(Publicado: 01-06-2006)
Desalojo por ocupante precario. Lima, seis de octubre del dos mil cinco.-
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, María Pilar Chalen Herrera,
cumple con los requisitos de forma que exige el artículo trescientos
ochentisiete del Código Procesal Civil para su admisibilidad; Segundo.- Que,
sustenta su recurso en las causales de interpretación errónea e inaplicación
de normas de derecho material y la contravención de las normas qué
garantizan el derecho a un debido proceso, previstas en los incisos primero
segundo y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil; Tercero.- Que, fundamentando su recurso Id impugnante sostiene: a)
La interpretación errónea del artículo, novecientos once del Código Civil,
porque en autos no se cuestiona el hecho que la recurrente demandada
reside en el inmueble sin pagar merced conductiva alguna, así tampoco se
discute el hecho que se ocupa el predio materia de litis mediante un
contrato verbal de uso de ejecución continuada (más de veinte años) sin
plazó determinado, otorgado por la real propietaria doña Blanca Otero
Talledo, el cual mantiene su vigencia al no haber sido resuelto; b) La
inaplicación de los artículos mil veintiséis, mil veintisiete, mil veintiocho, mil
trescientos cincuentitrés y mil trescientos sesenta y cinco del Código Civil
del Código Civil, porque ha quedado demostrado que no se ha cumplido con
poner fin al contrato, mediante la carta notarial a que se hace referencia,
por lo que continúa su ejecución; en consecuencia resulta así que la
demandada recurrente no tiene la condición de ocupante precaria porque
tiene título para ocupar el inmueble, derivado de un contrato de uso al que
no se ha puesto fin; y, c) La contravención de las normas procesales
contenidas en los artículos primero, sétimo y noveno del Título Preliminar
del Código Procesal Civil; artículos cuarentiocho, cincuenta numerales
segundo y sexto, ciento veintidós numerales tercero y cuarto, ciento
setentiséis parte final, ciento noventisiete doscientos veintiuno, doscientos
sesenta y uno, doscientos ochentidós, doscientos noventiséis, cuatrocientos
trece, cuatrocientos catorce y cuatrocientos cuarenta del Código Adjetivo,
porque la recurrente ha cumplido con devolver las cédulas de notificación
dirigidas al señor Zavala Mendoza, acreditando que su domicilio real y
habitual no se encuentra en el inmueble sub-litis, sin embargo tanto el Juez
de la causa como la Sala Superior no han hecho uso de la potestad
nulificante; que además se ha resuelto sin haberse discernido por un lado
sobre todos los puntos controvertidos en autos, y por otro lado respecto a
todos los agravios denunciados en su recurso de apelación; Cuarto.- Que,
en relación al punto a), sobre la denuncia por interpretación errónea del
artículo novecientos once del Código Civil, la recurrente no ha
fundamentado con claridad y precisión a su criterio cuál sería la
interpretación correcta de la norma de derecho material relativa a la
posesión precaria que invoca; además, las instancias de mérito han
establecido puntualmente que la impugnante tiene la calidad de ocupante
precaria al no haber acreditado tener título alguno para ejercer la posesión
del inmueble materia de litis; razones por las cuales la denuncia casatoria
resulta improcedente; Quinto.- Que. en cuanto al punto b), respecto a la
denuncia por inaplicación de los artículo mil veintiséis, mil veintisiete, mil
veintiocho, mil trescientos cincuentitrés y mil trescientos sesenticinco del
Código Civil, se tiene que las normas de derecho material relativas a la
regulación del derecho de uso, derecho de habitación, extensión de los
derechos de uso y habitación, régimen legal de los contratos y del contrato
de plazo indeterminado, no harán cambiar lo que ha sido resuelto por la
sentencia de vista al haber quedado establecido en autos que la demandada
no ha acreditado contar con título vigente que justifique su posesión;
Sexto.- Que, en lo concerniente al punto c), sobre la denuncia por
contravención de las normas procesales contenidas en los artículo primero,
sétimo y noveno del Título Preliminar del Código Procesal Civil; artículos
cuarentiocho, cincuenta numerales segundo y sexto, ciento veintidós
numerales tercero y cuarto, ciento setentiséis parte final, ciento
noventisiete, doscientos veintiuno, doscientos sesentiuno, doscientos
ochentidós, doscientos noventiséis, cuatrocientos trece, cuatrocientos
catorce y cuatrocientos cuarenta del Código Adjetivo; las normas procesales
relativas al derecho a la tutela jurisdiccional, principio lura novit curia y el
de vinculación y formalidad, así como las normas procesales que tratan de
la finalidad de la función del juez y el deber de fundamentación de las
resoluciones, pronunciamiento sobre todos los puntos controvertidos,
declaración de oficio de las nulidades insubsanables, valoración de la
prueba, declaración asimilada, incumplimiento de exhibición, presunción y
conducta procesal de las partes, apercibimiento para la prueba anticipada,
exención y exoneración de costos y costas y precisión de los alcances de la
condena en costas y costos, prueba sobre hechos no invocados en la
demanda, no se advierte de la fundamentación esgrimida que hayan sido
contravenidas en el presente proceso: mas aún, si la recurrente se sustenta
en un agravio ajeno, al señalar que ha devuelto las cédulas de notificación
dirigidas a su codemandado Zavala Mendoza; además, la sentencia de vista
que confirma la apelada tiene suficiente motivación fáctica y jurídica
pronunciándose en forma congruente sobre todos los puntos controvertidos;
Sétimo.- Que, por consiguiente, el recurso no satisface las exigencias de
fondo previstas en los acápites dos punto uno, dos punto dos y dos punto
tres del inciso segundo del artículo trescientos ochentiocho del Código
Procesal Civil. Por estas consideraciones y en aplicación del artículo
trescientos noventidós del citado Código: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por María Pilar Chalen Herrera;
CONDENARON a la recurrente a la multa de tres Unidades de Referencia
Procesal, encontrándose exonerada del pago de las costas y costos del
recurso por gozar de auxilio judicial; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad: en
los seguidos por Aurelio Bayona Ruiz con María Pilar Chalen Herrera sobre
desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRÍA
ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PEÑA, PALOMINO
GARCIA
DESALOJO
(Publicado: 03-07-2006)
(Publicado: 03-07-2006)
Lima, trece de marzo del dos mil seis.- VISTOS; con el acompañado; y
ATENDIENDO: Primero: Que el recurso de casación de fojas ochocientos
cuarentinueve interpuesto por don Luis Olín Cabana contra la sentencia de
vista de fojas ochocientos veintinueve, su fecha diecinueve de julio del dos
mil cinco, satisface los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387 del Código Procesal Civil. Segundo: Que en cuanto a los requisitos de
procedibilidad del recurso, el recurrente funda el recurso en la causal
contenida en el inciso 3 del artículo 386 del citado Código sobre
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, manifestando que se ha vulnerado el artículo 1 del Título
Preliminar del Código Procesal Civil pues en la sentencia de vista
únicamente se ha tomado en consideración y valorado las pruebas
presentadas por la parte demandante y no las de su parte. Tercero: Que el
recurso resulta manifiestamente improcedente desde que los fundamentos
en los cuales de sustenta la causal denunciada están dirigidos a cuestionar
el criterio jurisdiccional asumido por el Colegiado Superior así como la
valoración que se ha efectuado respecto de las instrumentales y de las
pruebas actuadas durante el transcurso del proceso; lo que no es discutible
en vía de casación Cuarto: Que, asimismo debe exonerarse al recurrente
del. pago de las costas y costos y de la multa del recurso por gozar de
auxilio judicial, de conformidad con el artículo 413 del Código Procesal Civil,
y en aplicación de la sentencia del Tribunal Constitucional número 1223-
2003-AA/TC de fecha veinticuatro de junio del dos mil tres. Quinto: Que
siendo así y al no haberse satisfecho las exigencias de fondo contenidas en
el acápite 2.3 del inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil el
recurso debe desestimarse por improcedente; por lo que con la facultad
conferida por el artículo 392 del mismo cuerpo legal: declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a fojas ochocientos
cuarentinueve por don Luis Olín Cabana contra la sentencia de vista de fojas
ochocientos veintinueve, su fecha diecinueve de julio del dos mil cinco;
EXONERARON al impugnante del pago de las costas, costos del recurso y de
la multa; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por don Candelario Zambrano Olín y otra
contra don Luis Olín Cabana y otra sobre Desalojo; y los devolvieron.- SS.
VASQUEZ CORTEZ, GAZZOLO VILLATA, PACHAS AVALOS, SAHUA JAMACHI,
SALAS MEDINA
DESALOJO
(Publicado: 03-07-2006)
(Publicado: 03-07-2006)
Lima, veintitrés de agosto del dos mil cinco.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA, vista la causa en
audiencia pública el día de la fecha, y producida la votación correspondiente
conforme a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO:
Es materia del recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos
diecisiete por don Jorge Guillermo Cortéz Villalta y don Manuel Cumpa
Arrasco, la resolución de vista de fojas trescientos ochenta, su fecha
veintinueve de marzo del dos mil cuatro, expedida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirmando la
sentencia de primera instancia de fojas doscientos ochenta y seis, su fecha
nueve de octubre del dos mil tres, declara fundada la demanda de desalojo
interpuesta por don Ivan Pérez Solf contra Raymundo Gonzáles Castillo y
otros.- 2.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Civil ha declarado procedente el
recurso mediante resolución de fecha once de febrero del dos mil cinco,
corriente a fojas treinticinco del cuaderno de casación, por la causal
contemplada en el inciso 1 del artículo 386 del Código Procesal Civil.
relativa a la interpretación errónea de una norma de derecho material;
denunciando los impugnantes que la resolución de vista desconoce que han
efectuado pagos de arrendamiento al primigenio propietario y les otorga la
calidad de precarios, al considerar que no se encuentra acreditado que
hayan celebrado contrato alguno de arrendamiento, como que tampoco
hayan fijado plazo ni inscrito el arrendamiento, desconociendo que los
contratos también pueden ser verbales como se desprende del artículo 1411
del Código Civil; que también la sentencia de vista los declara precarios por
la remisión de parte del demandante de cartas notariales dando por
concluido el contrato de arrendamiento. 3.- CONSIDERANDO: Primero: En
cuanto a la causal sustantiva denunciada, cabe señalar que el artículo 911
del Código Civil determina que “la posesión precaria es la que se ejerce sin
título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido”; calidad que la sentencia
de vista les otorga a los demandados en el cuarto considerando del fallo.
Segundo: Que, al respecto, cabe señalar que la posesión precaria no es la
posesión inmediata a que se refiere el artículo 905 del Código Civil, por
cuanto ésta implica la existencia de un título, en el mejor de los casos el
título que se tenía ha fenecido: esto es, que si alguien recibe la posesión de
un bien en virtud de un contrato de arrendamiento, se le reputará poseedor
inmediato por la existencia del título que le permita usarlo; si el indicado
título llegara a desaparecer, luego al poseedor del bien (ex-arrendatario) no
podrá seguírsele considerando como poseedor inmediato, sino que pasaría a
convertirse en poseedor precario. Tercero: Que, la palabra “título” está
referida al acto jurídico del que deriva la posesión, es decir, la posesión será
inmediata si está amparada en un contrato de arrendamiento o en un
contrato de usufructo, etc, que vendría a ser la causa de adquisición del
derecho: no obstante, la posesión precaria carece de título, ya sea porque
nunca se tuvo o porque se extinguió el que se tenía; con lo cual podemos
inferir que la posesión precaria es igual a la posesión ilegítima. Cuarto: En
el caso de autos, se encuentra debidamente acreditado que los demandados
impugnantes han estado abonando los arrendamientos al primigenio
propietario don Víctor Arenas Pérez, que a su fallecimiento, le ha pasado la
propiedad a su heredero José Víctor Arenas Gonzáles, quien a través de su
apoderada les cursó cartas notariales dando por concluido los contratos.
Quinto: Que, posteriormente, el mencionado heredero Arenas Gonzáles
transfirió al demandante el inmueble materia de autos, mediante escritura
pública de dación en pago, con lo que se acredita que los demandados
impugnantes tienen la calidad de precarios con relación al accionante, por
haber fenecido el título que tenían para poseer legítimamente el predio
materia de desalojo. Sexto: Que, no habiendo prosperado la causal alegada
por los recurrentes, el presente recurso deviene en infundado, por lo que
estando a las conclusiones que preceden y de conformidad con el artículo
397 del Código Procesal Civil, 4.- DECISIÓN: a) Declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos diecisiete por don
Jorge Guillermo Cortéz Villalta y don Manuel Cumpa Arrasco; en
consecuencia, NO CASAR la resolución de vista de fojas trescientos ochenta,
su fecha veintinueve de marzo del dos mil cuatro expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque, en los seguidos por don
Ivan Pavel Pérez Solf. b) CONDENARON al recurrente al pago de una multa
de dos unidades de referencia procesal, así como al pago de las costas y
costos originados en la tramitación del recurso. c) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial, El Peruano. bajo
responsabilidad; y los devolvieron.- SS. SANCHEZ - PALACIOS PAIVA,
PACHAS AVALOS, EGUSQUIZA ROCA, QUINTANILLA CHACON, MANSILLA
NOVELLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA- AFECTACION AL
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA PROCESAL
Lima, catorce de setiembre del dos mil cinco.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, con el
acompañado, vista la causa en audiencia pública el día de la techa y
producida la votación correspondiente conforme a Ley, se emite la siguiente
sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Es materia del recurso de casación
interpuesto a fojas cuatrocientos uno por don Bartolomé Víctor Pizarro
Luján, la sentencia de vista de fojas trescientos noventa y cinco, su fecha
veintinueve de abril del dos mil cuatro, que confirma la resolución número
treinta y dos que declara improcedente los medios probatorios ofrecidos y
revocando la sentencia apelada de primera instancia de fojas trescientos
veintitrés, de fecha veinticinco de abril del dos mil tres, declara
improcedente la demanda de fojas once, con costas y costos; en los
seguidos contra Víctor Félix Pizarro Liguori sobre desalojo por ocupación
precaria. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Civil mediante resolución de fecha
trece de mayo del presente año, obrante a fojas diecinueve del cuadernillo
de casación, estimó procedente el recurso de casación por las causales
previstas en los incisos 1, 2 y 3 del artículo 386 del Código Procesal Civil,
relativas a la aplicación indebida e inaplicación de normas de derecho
material, así como la contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso; denunciando el impugnante que se ha
aplicado indebidamente por la Sala Superior los artículos 1026, 1027 y 1728
del Código Civil, al considerar erróneamente que estaría acreditada la
posesión del demandado por el derecho de uso y habitación que le habría
otorgado su difunto padre, habiéndose de este modo pronunciado en forma
extra petita en razón que dicho argumento no fue invocado por ninguna de
las partes; que el colegiado superior debió de haber aplicado para resolver
la controversia, los artículos 911 y 923 del Código Civil, pues en el presente
caso no existe prueba alguna que demuestre la existencia de un contrato de
comodato en favor del demandado; y en cuanto a la causal procesal,
denuncia el actor que se ha violado por la Sala Superior los artículos 50,
inciso 6 y el artículo 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, al haber
sustentado su fallo en hechos diversos a los alegados por las partes, por lo
que su fallo vulnera el principio de congruencia procesal: así como también
la finalidad de los medios probatorios prevista en el artículo 188 del Código
Adjetivo, al valorar e interpretar erróneamente la respuesta dada por el
impugnante a una de las preguntas formuladas por el demandado en la
audiencia única. 3.- CONSIDERANDO: Primero: Que, al haberse declarado la
procedencia del recurso de casación por las causales previstas en los incisos
primero, segundo y tercero del artículo 386 del Código Procesal Civil, es
necesario analizar previamente el vicio in procedendo, toda vez que si se
estima fundado, la consecuencia directa es la nulidad de la recurrida,
resultando innecesario todo pronunciamiento respecto a los vicios in
iudicando. Segundo: Que, el debido proceso tiene por función asegurar los
derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política, dando a
toda persona la posibilidad de recurrir a la justicia para obtener la tutela
jurisdiccional de sus derechos, a través de un procedimiento legal en el que
se de oportunidad razonable y suficiente de ser oído, ejercer el derecho de
defensa, de producir prueba y obtener una sentencia que decida la causa
dentro del plazo preestablecido en la ley procesal. Tercero: Que, examinado
el error in procedendo denunciado, es del caso señalar que en materia
casatoria si es factible ejercer el control casatorio de las decisiones
jurisdiccionales para determinar si ellas se han infringido o no las normas
que garantizan el derecho al debido proceso; debiéndose señalar que el
derecho al debido proceso supone el cumplimiento de los principios y de las
garantías que regulan el proceso como instrumento judicial, cautelando
sobre todo el ejercicio absoluto del derecho de defensa de las partes en
litigio. Cuarto: Que, lo esgrimido por el recurrente en cuanto a la causal
adjetiva resulta atendible, toda vez que se advierte incongruencia en la
resolución superior al fallar sobre hechos diversos de los que fueran
alegados por las partes; olvidando que el citado principio se entiende como
la exigencia de identidad que debe mediar entre la materia, las partes y los
hechos del proceso con lo resuelto por la decisión jurisdiccional que resuelve
el conflicto de intereses o incertidumbre jurídica contenida en dicho
proceso. Quinto: Que, al respecto, cabe señalar que en el caso de autos,
conforme es de verse del escrito de contestación de la demanda de fojas
setenta y seis, el demandado alega ser propietario del inmueble sub-litis; y
sin embargo, el colegiado superior en la sentencia de vista de fojas
trescientos noventa y cinco manifiesta la existencia de un contrato de
comodato entre el demandado y el padre del demandante, hecho éste que
no ha sido invocado por ninguna de las partes y que además no se
encuentra acreditado en autos. Sexto: Que, siendo esto así, el colegiado
superior ha violado el principio de congruencia procesal normado por el
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, y artículo 50
inciso 6, del propio Texto Legal; resultando innecesario pronunciarse
respecto a los vicios in iudicando denunciados. 4.- DECISION: a) Por tales
consideraciones, de conformidad con lo dispuesto por el numeral 2.1. del
inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal Civil declararon: FUNDADO el
recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos uno por don
Bartolomé Víctor Pizarro Luján; en consecuencia, CASARON la sentencia de
vista de fojas trescientos noventa y cinco, su fecha veintinueve de abril del
dos mil cuatro, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Callao, en los seguidos don Víctor Félix Pizarro Liguori, sobre desalojo por
ocupación precaria. b) ORDENARON que la Sala Superior expida nuevo fallo
con arreglo a ley. c) DISPUSIERON la publicación de ésta resolución, en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.- SS.
SANCHEZ - PALACIOS PAIVA, PACHAS AVALOS, EGUSQUIZA ROCA,
QUINTANILLA CHACON, MANSILLA NOVELLA
DESALOJO
(Publicado: 03-07-2006)
Lima, diez de noviembre del dos mil cinco.- VISTOS; con los acompañados
y ATENDIENDO: Primero: El recurso de casación interpuesto cumple con las
exigencias de forma; así como con el requisito de fondo previsto en el inciso
1 del artículo 388 del Código Procesal Civil. Segundo: El recurrente sostiene
que se han inaplicado los artículos 911 y 923 del Código Civil; así como la
doctrina jurisprudencial. Al respecto manifiesta que si bien el actor ha
acreditado la propiedad del suelo, pero no ha acreditado la propiedad de la
construcción. Analizada la denuncia se tiene que dichas normas han sido
tácitamente aplicadas: debiendo tenerse presente además que aun no
existe la doctrina jurisprudencial del modo dispuesto en el artículo 400 del
Código Procesal Civil. Tercero: Asimismo denuncia que se ha contravenido
el debido proceso, indicando que se ha debido practicar una inspección
judicial para comprobar que existen construcciones en el bien. Al respecto
es conveniente precisar que el recurrente no ha precisado en qué ha
consistido la afectación del derecho al debido proceso o cuál ha sido la
formalidad procesal incumplida, por lo que siendo así no se ha configurado
la causal denunciada. Por las razones expuestas y de conformidad con lo
establecido en el artículo 392 del Código adjetivo: declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por don Francisco
Rodríguez Palacios en los seguidos con don MiIton Keli Alfaro Morales sobre
desalojo; CONDENARON al recurrente al pago de la multa de tres Unidades
de Referencia Procesal, así como de las costas y costos originados en la
tramitación del recurso; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron.- SS. SANCHEZ- PALACIOS PAIVA, PACHAS AVALOS,
EGUSQUIZA ROCA, QUINTANILLA CHACON, MANSILLA NOVELLA LOS
FUNDAMENTOS DEL VOTO DEL SEÑOR VOCAL SUPREMO SANCHEZ-
PALACIOS PAIVA ADEMAS DE LOS GLOSADOS SON LOS SIGUIENTES:
VISTOS; y ATENDIENDO: Primero: Que la sentencia de vista se ha expedido
invocando el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por lo que
recoge los fundamentos de la apelada, en cuyo séptimo considerando se
aplica expresamente los artículos 911 y 923 del Código Civil; además que
se argumenta con relación a los hechos y a lo que el recurrente estima que
se ha probado, lo que no es revisable en casación. Segundo: Como sustento
de su denuncia de afectación de su derecho al debido proceso, el recurrente
argumenta que el Juez de oficio debió disponer se realicen las pruebas que
indica, y que él en su momento no ofreció, por lo que la denuncia carece de
base real. S. SANCHEZ - PALACIOS PAIVA
DESALOJO POR OCUPANTE PRECARIO
(Publicado: 03-07-2006)
(Publicado:03-07-2006)
ARRENDAMIENTO
(Publicado:03-07-2006)
(Publicado:03-07-2006)
Lima, quince de diciembre del dos mil cinco. VISTOS; con el acompañado y
ATENDIENDO: Primero: El recurso de casación interpuesto por doña Sabina
Marcela Paxi Alejo satisface los requisitos de forma que para su
admisibilidad exige el artículo 387 del Código Procesal Civil. Segundo: La
recurrente no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable, cuando esta ha sido confirmada por la resolución objeto del
recurso, lo que satisface el requisito de procedencia a que se refiere el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil. Tercero: Que, la
impugnante denuncia casatoriamente la causal prevista en los incisos 2 y 3
del artículo 386 del Código Procesal Civil, referidos a la inaplicación de una
norma derecho material y la contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso. Cuarto: Que, mediante la primera causal, se
denuncia casatoriamente la inaplicación de los artículos 907, 911 y 923 del
Código Civil, alegando que la correcta aplicación consiste en que la
pretensión se refiere a una demanda de desalojo por ocupación precaria de
una habitación que vienen ocupando los demandados en su condición de
precarios, sin contar con título alguno y en el caso de autos son de
aplicación las normas denunciadas y no sustentar la pretensión en un título
obtenido en forma fraudulenta y no tomarse en cuenta que tiene una
minuta de compraventa y no es ocupante precaria. Quinto: Que, la
sentencia recurrida ha aplicado el artículo 911 del Código Civil; por lo que,
dicho extremo no puede prosperar. Respecto a las normas restantes, cabe
precisar que los fundamentos esgrimidos por la impugnante están
orientados en acreditar que el título en que sustenta su pretensión la
demandante es fraudulento y que la recurrente no tiene la calidad de
ocupante precaria; consecuentemente pretende crear un debate sobre la
valoración efectuada de los medios probatorios y el aspecto fáctico del
proceso, así como se reexamine las conclusiones a las que han arribado las
instancias de fallo, resultando incompatible con los fines del presente
recurso; más aún cuando denuncia la inaplicación de una norma de derecho
material, pero al fundamentar dicha causal se refiere a la correcta aplicación
de las normas; lo que implica que también está denunciado la aplicación
indebida de dichas normas; sin considerar que se trata de dos causales
excluyentes entre sí; no siendo amparable sus alegaciones. Sexto: En
cuanto a la segunda causal, la recurrente considera que se han vulnerado
los artículos 139 de la Constitución Política del Estado, 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y II del Título Preliminar y
197 del Código Procesal Civil, alegando que el órgano jurisdiccional debe
efectuar una adecuada valoración de los medios probatorios y en el
presente caso no tiene la motivación suficiente que exige la ley procesal;
agrega que en el proceso se ha demostrado su calidad de propietaria y la
ocupación precaria que tienen los demandados. Sétimo: Que, el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formalista, por lo que, tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a Ley y en el que constituye
requisito fundamental la claridad y precisión de sus planteamientos, de
acuerdo a las reglas previstas en el numeral 388 del Código Adjetivo; en
ese sentido las argumentaciones esgrimidas por el recurrente carecen de las
exigencias anotadas; pues no ha considerado que la Corte de Casación no
constituye una instancia más en la que se pueda provocar un nuevo examen
crítico de los medios probatorios que dan base a la sentencia recurrida; no
siendo atendible sus alegaciones. Por estas consideraciones, habiéndose
incumplido los requisitos de fondo establecidos en el apartado 2.2 y 2.3 del
inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es de aplicación lo
dispuesto en el artículo 392 del Código Procesal Civil; declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación obrante a fojas cuatrocientos
sesenta y siete interpuesto por doña Sabina Marcela Paxi Alejo en los
seguidos con doña Lila Celinda Quilla Pineda sobre desalojo por ocupación
precaria; CONDENARON a la recurrente al pago de la multa de tres
Unidades de Referencia Procesal y lo exoneraron de las costas y costos del
recurso por gozar de Auxilio Judicial; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad y
los devolvieron. SS. SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA, PACHAS AVALOS,
EGÚSQUIZA ROCA, CAROAJULCA BUSTAMANTE, MANSILLA NOVELLA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA