Herrería y Aplomos Del Caballo
Herrería y Aplomos Del Caballo
Herrería y Aplomos Del Caballo
(ENSAYO)
STEPHANY
GRUPO 1101
PROFESOR
BUCARAMANGA
2019
HERRERÍA Y APLOMOS DEL CABALLO
El equino es un animal que reparte su peso sobre unos pies y manos muy
delgadas en comparación con el resto del cuerpo, la estructura ósea y muscular
de las extremidades de los caballos están en continuo contacto con un suelo que
no siempre se conserva en buenas condiciones. Por esta razón, se emplean
herraduras para evitar el excesivo desgaste de los cascos por las actividades que
proporcionan una tensión antinatural sobre estos. Aunque la forma del casco está
relacionada con la configuración del cuerpo, hay pocos caballos perfectamente
proporcionados.
Se debe cortar o romper los seguros de los clavos o los remaches con la
herramienta propicia que en este caso sería el cortaremache, se levanta la
herradura hacia adentro con la tenaza de desherrar, se rebaja o empareja el casco
con la tenaza de corte o pujavante, con la finalidad de lograr unos correctos
aplomos. Se debe rebajar hasta encontrar la palma sana y nivelada, se limpia la
parte ventral del casco, con el objetivo de evitar el acúmulo de suciedad y
proliferación de agentes infecciosos, especialmente bacterias, esta limpieza se
realiza empleando un pico para el casco, extrayendo tierra compactada, lodo, etc.
de la pezuña, luego de pasa un cepillo de alambre para lograr una mayor limpieza,
teniendo sumo cuidado con la ranilla, ya que esta parte es muy sensible, se utiliza
un cuchillo para cascos para arrancar el excedente de la suela en mal estado de la
parte inferior del casco, con el corta casco se recorta el exceso de pared,
exactamente el borde del casco hasta un tamaño adecuado y que quede
totalmente nivelado en el suelo. Se recorta de cada lado del talón hasta llegar a la
parte frontal del casco, se utiliza una lima escofina para aplanar y nivelar bien la
palma, teniendo cuidado de no reducir exageradamente el tamaño del casco ni
irritar la ranilla.
Antes de proceder se debe asegurar de que las herraduras disponibles sean del
tamaño correcto para los cascos del caballo, teniendo en cuenta que los cascos
anteriores y posteriores varían un poco en su forma y tamaño, se adapta la
herradura al tamaño del caso, entre una herradura grande y una pequeña, se debe
escoger la más grande, ya que esta tiene mayor posibilidad de adaptarla al
tamaño y forma del casco golpeándolas con un martillo o dándoles otro tipo de
tratamiento, como por ejemplo calentar la herradura hasta que se ajuste al tamaño
ideal del casco, también se puede dar forma en frío en un yunque, usando un
martillo (como se mencionaba anteriormente) y unas tenazas, se procede a
asegurar la herradura en el casco con clavos, para esto, se martillea el clavo en
la pezuña en dirección hacia afuera, de manera que la punta del clavo atraviese la
parte superior del casco, nunca se debe martillear el clavo en dirección a la parte
interior del casco, para esto se debe emplear clavos de bisel en un lado, para que
guíen la punta hacia la superficie de la pezuña, se debe tener en cuenta dejar un
pequeño espacio en la zona del talón, entre la herradura y el casco (Balance F),
para que los bulbos desciendan con el andar y dar mayor comodidad y menos
presión en el animal, con el mismo martillo especial para herraje, (con el revés),
se doblan y se retiran las puntas de los clavos, esto asegura que el clavo pueda
sostener la herradura en su lugar sin que la punta afilada ponga en riesgo al
caballo o al personal encargado, se lima cualquier zona áspera o irregular de la
pared del casco, limando también la punta de los clavos en la superficie de la
pezuña, por último se repite este procedimiento tres veces más, hasta herrar
los cuatro cascos y se inspecciona que se haya realizada un trabajo correcto.
(Potter, 2008).
BIBLIOGRAFÍA