Aarón Hermano de Moises y Sumo Sacerdote
Aarón Hermano de Moises y Sumo Sacerdote
Aarón Hermano de Moises y Sumo Sacerdote
com/wiki/Aar%C3%B3n
Aarón
Hermano de Moisés, y sumo sacerdote de la Antigua Alianza.
Contenido
[ocultar]
• 1 Vida
o 1.1 Punto de Vista Católico Tradicional
o 1.2 Punto de vista independiente
• 2 Sacerdocio
Vida
Aarón
La vida de Aarón puede ser estudiada desde puntos de vista diferentes: según el Pentateuco,
que es la fuente principal sobre el asunto, su vida se ve como un trabajo continuo dirigido
por Moisés o bajo su supervisión---por consiguiente más confiable en la narración de los
eventos contemporáneos---o como una compilación de varios documentos de diversos
orígenes y fechas, recopilados juntos en su forma presente en una época más tardía. La
primera concepción, apoyada por las decisiones de la Comisión Bíblica, es aceptada por
la mayoría de los católicos; muchos críticos independientes adoptan el segundo punto de
vista. Estudiaremos esta parte del tema bajo los dos aspectos, aunque más detenidamente
como se encuentra en el primero.
Punto de Vista Católico Tradicional
Finalmente, su larga ausencia excitó en las mentes de los israelitas el miedo de que
Moisés hubiese perecido. Se reunieron alrededor de Aarón y le pidieron que les hiciera
un dios visible que marchara delante de ellos. Aarón dijo: "Tomad los pendientes de oro
de las orejas de vuestras esposas, de vuestros hijos e hijas, y me los traéis." Cuando los
hubo recogido, hizo con ellos un becerro de oro fundido ante el que construyó un altar, y
se congregaron los hijos de Israel para honrar a su nuevo dios. ¿Cuál fue la intención de
Aarón al preparar el becerro de oro? Ha sido un tema arduamente discutido si él y el
pueblo realizaron un acto de idolatría formal, o más bien deseaban levantar una imagen
visible de Yahveh su salvador; sin embargo, los textos parecen apoyar la última
opinión(Cf. Ex. 32,4). Sea como fuere, Moisés, por orden de Dios, bajó de la montaña
en medio de la celebración, y a la vista de la aparente idolatría se llenó de una santa ira;
rompió las Tablas de la Ley, agarró el ídolo, lo quemó y lo molió hasta reducirlo a polvo,
qué esparció en el agua. Entonces, dirigiéndose a su hermano como el verdadero autor
y responsable del mal, le dijo: "¿Que te hizo este pueblo para que hayas traído sobre él
tan gran pecado?" (Ex. 32,21). A este reproche tan bien merecido, Aarón sólo dio una
respuesta vergonzosa, y sin duda él habría sufrido el castigo por su crimen junto con los
tres mil hombres (así con la mejor autoridad textual, aunque la Vulgata dice trescientos
veinte mil) que fueron muertos por los levitas por orden de Moisés (Ex. 32,28), si este
último no hubiese orado por él y disipado la ira de Dios (Deuteronomio 9,20).
A pesar del pecado, Dios no alteró la elección que había hecho de Aarón (Hebreos 5,4)
para que fuese el primer sumo sacerdote de Israel. Cuando llegó el momento, Moisés
lo consagró para sus sublimes funciones, según el ritual dado en Éxodo 29; del mismo
modo fueron consagrados al servicio divino Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar, los hijos de
Aarón. Luego veremos qué significaba el sumo sacerdocio y con cuáles ritos se
confería. El mismo día de la consagración de Aarón, Dios indicó con un ejemplo terrible
con qué perfección debían realizarse las funciones sagradas. En la ofrenda del incienso,
Nadab y Abihú pusieron un fuego profano en sus incensarios y lo ofrecieron ante el
Señor, después de lo cual salió una llama de la presencia de Yahveh que los abrasó
hasta morir, y fueron retirados de delante del santuario vestidos con sus túnicas
sacerdotales y echados fuera del campamento. Aarón, cuyo corazón estaba lleno de
temor y afligido por esta escena terrible, también descuidó una ceremonia importante;
pero su excusa satisfizo totalmente a Moisés y muy probablemente al propio Dios, pues
no recibió ningún castigo por su olvido (Lev.10; Núm. 3,4; 26,61).
Igualmente las prerrogativas de Aarón habían despertado los celos de algunos de los
hijos de Rubén, quienes excitaron incluso la envidia de los otros levitas. Los oponentes,
cerca de doscientos cincuenta, hallaron un líder en Coré, un sobrino de Moisés y Aarón,
en Datán, Abirón y On, de la tribu de Rubén (vea Coré, Datán y Abirón). El terrible
castigo de los rebeldes y sus jefes, que al principio asombró al pueblo, pronto hizo surgir
su cólera y avivó el espíritu de revuelta contra Moisés y Aarón, quienes se refugiaron en
el tabernáculo. Tan pronto entraron en él “la [[gloria del Señor se apareció. Y el Señor le
dijo a Moisés: Alejaos de esa comunidad porque voy a consumirlos” (Números 16,43-
45). De hecho, un fuego ardiente hizo estragos en el pueblo y mató a muchos. De nuevo
Aarón, por orden de Moisés, sostuvo su incensario en su mano, se paró entre los
muertos y los vivos para orar por el pueblo, y la plaga cesó.
En el primer mes del trigésimo noveno año después del Éxodo, los hebreos acamparon
en Cadés, donde María, la hermana de Aarón, murió y fue enterrada. El pueblo estaba
sediento y comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón. Entonces Dios dijo a
Moisés: “Toma la vara, y congreguen al pueblo tu y Aarón tu hermano. Hablad luego a
la peña en su presencia, y ella dará sus aguas" (Núm. 20,8). Moisés obedeció y golpeó
la piedra dos veces con la vara, para que de ella brotara agua en gran abundancia. Por
el Sal. 106(105),33 entendemos que Moisés en estas circunstancias fue desconsiderado
con sus palabras, quizás cuando dudó si él y Aarón podrían sacar agua de una peña.
De todos modos Dios mostró su desagradado a los dos hermanos y declaró que ellos
no entrarían con el pueblo en la Tierra Prometida. En el caso de Aarón, esta palabra
divina tuvo su cumplimiento cuatro meses después. Cuando los hebreos llegaron al
Monte Hor, en las fronteras de Edom, Dios le anunció a Moisés que el último día de su
hermano había llegado, y le ordenó que lo llevara a la montaña. A la vista de todo el
pueblo, Moisés subió con Aarón y con el hijo de éste, Eleazar. Entonces Moisés despojó
a Aarón de todas sus vestiduras sacerdotales y se las puso a Eleazar, y Aarón murió.
Moisés y Eleazar bajaron del monte y toda la multitud hizo un duelo de treinta días por
Aarón. Los musulmanes honran en Djebel Nabi-Haroun un monumento al que llaman la
tumba de Aarón; sin embargo, la autenticidad de este sepulcro no es totalmente cierta.
Sacerdocio
Cualquiera que sea el punto de vista adoptado respecto al valor histórico de todas las
tradiciones sobre la vida de Aarón, los estudiosos, ya sean católicos o críticos
independientes, admiten que en el sumo sacerdocio de Aarón el autor sagrado
intentaba describir un modelo, es decir el prototipo, por así decirlo, del sumo
sacerdote judío. Dios, en el Monte Sinaí, al instituir el culto, también instituyó un orden
sacerdotal. Según las costumbres patriarcales, el hijo primogénito en
cada familia realizaba las funciones relativas al culto divino. Se podría haber esperado,
por consiguiente, que Dios escogiera a la familia de Rubén para el servicio del
nuevo altar. Según la descripción bíblica, fue Aarón, sin embargo, quién fue objeto de la
elección de Yahveh; los celos que esto provocó luego ya se han descrito anteriormente.
Al principio la función de los aaronitas era simplemente cuidar de la lámpara que debía
arder permanentemente ante el velo del tabernáculo (Éxodo 27,21), a lo cual siguió
luego una llamada más formal (Ex. 28,1). Aarón y sus hijos, distinguidos de la gente
común por sus funciones sagradas, recibieron vestiduras sagradas adecuadas para su
oficio. Cuando llegó el momento, cuando el tabernáculo, y todos sus accesorios y todo
lo requerido para el culto de Yahveh estuvo listo, Moisés, sacerdote y mediador
(Gál. 8,19) ofreció los diferentes sacrificios y realizó las diferentes ceremonias de
la consagración de los nuevos sacerdotes, según las instrucciones divinas (Ex. 29), y
repitió estos ritos durante siete días, durante los que Aarón y sus hijos estaban
completamente separados del resto del pueblo (Lv.8,33). Cuando, al octavo día, el
sumo sacerdote ya había iniciado su función al sacrificar las víctimas, bendijo al pueblo,
muy probablemente según la formula descrita en Núm. 6,24-26, y, con Moisés, entró en
el tabernáculo para tomar posesión de él. "Y cuando salieron, bendijeron al pueblo y
la gloria de Yahveh se dejó ver de todo el pueblo. Salió fuego de la presencia de
Yahveh que consumió el holocausto, y las partes grasas puestas sobre el altar. Todo el
pueblo al verlo prorrumpió en gritos de júbilo y cayeron rostro en tierra" (Levítico 9,23-
24). Así se instituyó el sacerdocio de Aarón inaugurado y solemnemente ratificado por
Dios.
Fuente: Souvay, Charles. "Aaron." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert
Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01003a.htm>.