Predica - Qué Hacer en Tiempos de Angustia
Predica - Qué Hacer en Tiempos de Angustia
Predica - Qué Hacer en Tiempos de Angustia
INTRODUCCIÓN
La batalla más grande que tenemos todos los días está en nuestra mente,
nuestros pensamientos
El origen de muchos miedos y ansiedades están en la mente en los pensamientos.
No son pensamientos reales, sino distorsionados de la realidad.
Muchas enfermedades o transtornos alimenticios como la bulimia y anorexia se
mantienen a causa de los pensamientos negativos que tiene la persona de si
misma lo cual le hacer ver una imagen distorsionada de su cuerpo.
Por esta época es un problema común, producto del estrés y otras problemáticas
que afectan las emociones y terminan estallando en ansiedad.
2 Cor 10:3-5
Es cierto que vivimos en este mundo, pero no luchamos como los seres humanos
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que viven en él. Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que
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tienen el poder de Dios para destruir las fortalezas del enemigo. Con nuestras
armas, también destruimos los argumentos de los que están en contra nuestra y 5
Salmo 4:8
En completa paz me acuesto y me duermo, porque tú, SEÑOR, me haces vivir
tranquilo.
3. Determina nuestras decisiones: Mecanismos utilizados
Evitación y escape.
4. Ideas distorsionadas
(2 Cor. 10:4-5)
Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que tienen el
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poder de Dios para destruir las fortalezas del enemigo. Con nuestras
armas, también destruimos los argumentos de los que están en contra
nuestra y acabamos con el orgullo que no le permite a la gente conocer a
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Dios. Así podemos capturar todos los pensamientos y hacer que obedezcan
a Cristo.
(2 Cor. 10:4b)
Con nuestras armas, también destruimos los argumentos de los que están
en contra nuestra
6. Inestabilidad emocional
En este salmo nos describe a un hombre que está preocupado por sus enemigos y
aquellos que se burlan de él por su fé. Como resultado su corazón se deprime,
pero también describe una sensación de agitación.
Salmos 42:5
¿Por qué estoy desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y 6 mi Dios!
Ahora estoy profundamente desalentado,
pero me acordaré de ti,
Pero cada día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí,
y todas las noches entono sus cánticos
y oro a Dios, quien me da vida.
«¡Oh Dios, roca mía! —clamo—,
¿por qué me has olvidado?
¿Por qué tengo que andar angustiado,
oprimido por mis enemigos?».
¿Por qué estoy desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y mi Dios!
2 Cor.12:7-9
No quiero que su opinión sobre mí se vea influenciada por las
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extraordinarias revelaciones que recibí del Señor. Por eso el Señor me dio
una dolencia : un mensajero de Satanás, enviado a torturarme para que no
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me quite esa dolencia. Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que
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necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte en ti».
[c]
Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los
levantará con honor. 7 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las
manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
Efesios 6:12-18
Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes,
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armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del
ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán
resistir. Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad
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calzado de anunciar las buenas noticias de la paz. Pero sobre todo, tomen
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Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren y pidan siempre con la ayuda del
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Declara:
Soy suficiente
Colosenses 2:10
10 En Cristo, ustedes están completos y no necesitan nada más, pues él es
cabeza de todos los gobernantes y poderes.
Afirma la verdad, la verdad de Dios
Salmos 23:4
4 Aunque pase por caminos oscuros y tenebrosos, no tendré miedo, porque
tú estás a mi lado; tu vara y tu bastón me reconfortan.
Adora y confiesa: Soy feliz!
Salmo 16:8-9
8.Siempre tomo en cuenta primero al SEÑOR;
nada me hará tambalear, pues él está a mi lado.
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Por eso mi corazón y mi alma estarán llenos de alegría
y hasta mi cuerpo vivirá seguro por siempre.
Salmo:27:14
Mientras aguardan,
confíen en el SEÑOR.
Sean fuertes y valientes,
y esperen que el SEÑOR les ayudará.
CONCLUSIÓN
HAY UNA BUENA NOTICIA CON TODO ESTO:
Oseas 2:14-16 Palabra de Dios para Todos (PDT)
VIVI - TESTIMONIO
Me consideraba una mujer capaz de hacerlo todo, una guerrera! con miedo a
intentar cosas nuevas, pero arriesgada. Por aquel tiempo (Junio o Julio aprox del
año 2019) me dedicaba a hacer varias cosas que me gustaban como diseñar para
la iglesia, cantar, servir en el ministerio y además de estos compromisos, atender
mi hogar, trabajo y universidad. Habían varias cosas que me causaban estrés, ese
estrés que se produce normalmente cuando nos acumulamos de trabajos o
cuando se activa en situaciones de emergencia y que en algunas veces nos ayuda
a funcionar rápidamente bajo presión y nos motiva a dar lo mejor de nosotras
mismos. Pero llegó el punto más alto en que el estrés se prologó en mí causando
daño en casi todas las áreas de mi vida. Fuí esclavizada por el estrés a tal punto
que se apoderó por completo y comencé a vivir silenciosamente bajo ese estado
de emergencia continua.
Antes de esto, mi relación con Dios era escasa, casi que dominguera, mis
devocionales los hacía cuando me animaban a hacerlos en la iglesia pero
empezaba y al otro día volvía a la rutina de dominguera. Comencé con los inicios
de estrés, después ansiedad y a comenzar a sentir un vacío en mí que en realidad
no podía entender, no podía entenderme ni a mí misma. Tristeza, vacío en el
estómago, sin apetito, con algunas nauseas (aclaro que no era embarazo) y no
quería hablar de mis sentimientos ni siquiera a mi propio esposo porque pensé
que era algo que no tenía importancia y que podía por mis propias fuerzas derribar
y superar. Pero no fué así, llegó el punto de no poder más, esa cruz, esa carga era
cada vez más y más grande. Hablé con varias personas que me ayudaron y
supieron de inmediato que eran inicios de “Depresión” sin embargo no le preste
atención en el tiempo correcto. Le comenté a mi familia pero sentía que ninguno
de ellos comprendía demás de que ni siquiera yo podía explicar con detalle lo que
estaba pasando. Llegué a sentir que me estaba volviendo loca, que mi
personalidad estaba cambiando y así hiciera lo que fuera, en mis propias fuerzas
no podía lograr un cambio y por el miedo a que me creyeran loca me quedé en
silencio por mucho tiempo. Diciendo, “Me encuentro bien”, “Estoy mejor” a mis
familiares.
Llegó un evento el cual tenía el 20% de la responsabilidad ya que era la
encargada de la publicidad, diseños y videos, un evento de amigas x un sueño
‘Revestidas para la Gran Comisión’ que desencadenó en mí una ansiedad con
ataques de pánico tan profunda que causó en mí un miedo intenso. Todo me
causaba miedo, no era capaz de cantar, de hablar, de absolutamente y
prácticamente nada. Comencé a cambiar cosa en mí, de mis actitudes que
generaban miedo en mí y que no quería que nadie lo supiera, cómo relacionarme
con los demás, con mi esposo, con mi familia, hasta cómo dirigir la palabra, pero
todos estos cambios fueron negativos porque me hicieron más dura, mucho más
molesta, aparentaba serlo para que nadie se diera cuenta que estaba pasando
conmigo. Estos cambios generaban en mí aún más ansiedad de lo normal con
ataques de pánico, miedo, sombras y hasta pensamientos de anhelar no estar
viviendo más. Algo que me dió muy duro fué el darme cuenta que mi sensibilidad
frente a la presencia de Dios había cambiado. Esa sensibilidad que me
caracterizaba cuando sentía su presencia y cuando actuaba con tanta misericordia
en mi vida.
De tener una relación escasa con Dios, comencé a hacer un cambio en mi vida
con Él, además de que varias personas influyeron en esta situación para superar
el desierto que estaba pasando. Para diciembre del año pasado comencé una
relación con Dios más íntima y más viva, una experiencia sobrenatural que antes
no tenía con El. Cada día anhelaba más su presencia y era la única solución que
calmaba toda ansiedad, toda angustia, desesperación, ataques de pánico y
pensamientos malos. Comencé a escribir toda mi relación con Dios y cada palabra
que él alimentaba a mi vida.
Al principio pensaba que Dios no actuaba, que Dios no era visible en esos
momentos más críticos de toda mi vida, que hasta él no podía entender lo que
estaba pasando. Salmos
Pero entendí que tratar de lidiar yo misma con mi desierto se había convertido en
un problema de orgullo. 2 Cor.12:7-9; 1 pedro 5:5-6
Que él estaba tratando de obrar en mí, de pulirme para quitar toda impureza y
absolutamente depender de él. El decidió darme una lección, llevarme al desierto,
sufrir por un tiempo para después salir victoriosa, sanada, fortalecida, estando
alerta a las trampas del enemigo y confiando a Dios todas mis preocupaciones,
manteniendo firmemente la fé y la esperanza.