0% encontró este documento útil (0 votos)
188 vistas

TFG Entero

Este trabajo de fin de grado analiza los personajes femeninos de Benito Pérez Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia para determinar si existe una evolución en la configuración de estos personajes a lo largo de su obra literaria. La autora estudia el contexto histórico y literario de Galdós, así como el papel de la mujer en sus novelas. Luego realiza un análisis pormenorizado de las protagonistas femeninas y la crítica de ambas obras para comprobar si Galdós muestra una mayor defensa

Cargado por

Natalia Sánchez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como RTF, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
188 vistas

TFG Entero

Este trabajo de fin de grado analiza los personajes femeninos de Benito Pérez Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia para determinar si existe una evolución en la configuración de estos personajes a lo largo de su obra literaria. La autora estudia el contexto histórico y literario de Galdós, así como el papel de la mujer en sus novelas. Luego realiza un análisis pormenorizado de las protagonistas femeninas y la crítica de ambas obras para comprobar si Galdós muestra una mayor defensa

Cargado por

Natalia Sánchez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como RTF, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 50

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

GRADO EN ESPAÑOL: LENGUA Y LITERATURAS

TRABAJO FIN DE GRADO

LÍNEA DE LITERATURA ESPAÑOLA

CURSO ACADÉMICO [2017-2018]

TÍTULO:

EL UNIVERSO FEMENINO DE
GALDÓS EN LAS NOVELAS DOÑA
PERFECTA Y MISERICORDIA.

AUTORA: TUTORA ACADÉMICA:


Natalia Sánchez Campos María de los Ángeles Ayala Aracil
Natalia Sánchez Campos

Resumen:

En este trabajo de fin de grado se pretende hacer un análisis de los personajes femeninos
galdosianos para llegar a conocer un poco más este aspecto de la narrativa del autor
español y, de esta manera, poder observar si existe una evolución en la configuración de
los personajes en su obra. Para poder comprobar esta hipótesis, se realizará un análisis
de dos novelas representativas de las distintas etapas narrativas de Benito Pérez Galdós.
En primer lugar, se hablará de Doña perfecta (1876) enmarcada en las denominadas
“novelas de tesis” y perteneciente a su primera etapa y, en segundo lugar, de
Misericordia (1897) situada en sus “novelas espirituales”, que corresponde a su última
etapa como escritor.

Palabras Clave: Personajes femeninos, Galdós, Narrativa realista, Siglo XIX,


Evolución.

2
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN...............................................................................................................5
1.1. Justificación.......................................................................................................................5
1.2. Metodología......................................................................................................................5
1.3. Objetivos...........................................................................................................................6
2. DESARROLLO DEL CONTENIDO...................................................................................6
2.1. Contexto............................................................................................................................6
2.1.1. Contexto histórico, ideológico y social.................................................................7
2.1.2. Benito Pérez Galdós.............................................................................................9
2.1.3. Contexto literario, influencias y producción.......................................................11
2.2. El universo femenino galdosiano................................................................................13
2.2.1. La creación del personaje...................................................................................13
2.2.2. El papel de la mujer en las novelas.....................................................................17
2.3. Análisis de las obras.......................................................................................................22
2.3.1. Doña Perfecta.....................................................................................................22
2.3.1.1. Resumen.....................................................................................................23
2.3.1.2. La mujer protagonista.................................................................................23
2.3.1.3. Crítica y finalidad.......................................................................................31
2.3.2. Misericordia.......................................................................................................32
2.3.2.1. Resumen.....................................................................................................33
2.3.2.2. La mujer protagonista.................................................................................34
2.3.2.3. Crítica y finalidad.......................................................................................44
3. CONCLUSIONES.............................................................................................................46
4. BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................49

3
Natalia Sánchez Campos

1. INTRODUCCIÓN

1.1. Justificación
Benito Pérez Galdós está considerado como uno de los mejores novelistas de la
literatura española, lo que explica la ingente cantidad de trabajos existentes relativos a
su producción literaria. En el amplio corpus narrativo de Galdós se puede analizar
muchos temas, aspectos y estilos, pero sobre todo destaca el tratamiento que da a sus
personajes y, en concreto, a sus personajes femeninos. La cuestión femenina se
contrapone a un contexto histórico marcado por el machismo y las desigualdades
sociales, Galdós se preocupa por los problemas de las mujeres, sus inquietudes y sus
reivindicaciones ante una sociedad que las infravalora. Con este trabajo se intenta
conocer mejor el pensamiento del escritor canario sobre las mujeres, y si se podría
considerar un defensor de los derechos de la mujer. Para ello, se ha elegido la novela
Doña Perfecta (1876) que pertenece a su primera etapa y Misericordia (1897) que
pertenece a su última etapa, ya que se quiere mostrar cómo existe una diferencia
significativa entre los inicios del novelista y el final de su obra literaria. Por tanto, se
pretende analizar ambas obras para ver si realmente existe una evolución en su literatura
y con ella una evolución en el trato hacia sus protagonistas femeninas.

1.2. Metodología
La realización del presente trabajo empezó con la elección del tema sobre el universo
femenino galdosiano. En primer lugar, se ha hecho un estudio previo de Benito Pérez
Galdós, su vida, su contexto y su obra literaria, aspectos fundamentales para conocer al
autor y con él su corpus literario. En segundo lugar se ha realizado un análisis de los
aspectos que más le preocupaban a Galdós a la hora de crear sus personajes, así como
las características que hacen de estos personajes personas de carne y hueso.
Seguidamente, se habla del papel de la mujer en las novelas, donde se ha efectuado un
análisis de los distintos estudios específicos sobre la cuestión femenina. En este análisis
se ha querido mostrar los distintos enfoques feministas que se pueden encontrar en la
producción literaria del escritor canario. En tercer lugar, se ha hecho una selección de
dos novelas significativas de Galdós como son Doña Perfecta y Misericordia, que
pertenecen a dos etapas distantes en el tiempo, para ejemplificar la posible evolución de
la cuestión femenina. Para ello, se expondrán las distintas perspectivas que Galdós
ofrece de sus personajes, es decir, se mostrará cómo perciben los otros personajes a las
protagonistas, cómo se relacionan y actúan y finalmente, cómo las presenta el narrador.

4
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

En cuarto y último lugar, se expondrán las distintas conclusiones del trabajo, así como
una respuesta a la hipótesis planteada sobre la evolución literaria de Benito Pérez
Galdós.

1.3. Objetivos
Con el presente trabajo en un primer momento se buscaba entender por qué Galdós
utilizaba en muchos de sus títulos el nombre de una mujer. Asimismo, entender cómo el
escritor presentaba a estas mujeres como protagonistas de sus novelas en un contexto en
el que las mujeres eran consideradas “el sexo débil”. Después del estudio de distintos
trabajos sobre la simpatía que tenía Galdós sobre el sexo femenino, cambié mi objetivo
a la búsqueda de un Galdós feminista. Enfoque que me llevó a observar si hay un
cambio en el pensamiento de Galdós a la hora de componer su obra literaria. El corpus
de novelas galdosianas que tienen una mujer como protagonista es muy amplio, es por
lo que se ha escogido la novela Doña Perfecta, perteneciente a la primera etapa literaria
de Galdós y Misericordia que pertenece a su última producción. Un seguimiento desde
sus inicios hasta el final de sus obras literarias para entender mejor esta defensa de las
mujeres, el interés que siente por sus vidas y el conocimiento que tiene de ellas, un
universo que representa a todas las mujeres de la sociedad. El objetivo de este trabajo es
observar mediante estas dos novelas la existencia o no de una evolución en el
pensamiento de Galdós a cerca de las mujeres.

2. DESARROLLO DEL CONTENIDO

2.1. Contexto
En 1843 nace en las Islas Canarias, en el seno de una familia burguesa acomodada, el
escritor Benito Pérez Galdós. Crece en contexto histórico marcado por diversas
revoluciones, cambios entre monarquía y república y una gran influencia de las
corrientes de pensamiento procedentes del ámbito religioso y filosófico. Un panorama
en el que la corriente literaria del Romanticismo pasa a un segundo plano y comienza a
surgir la tendencia Realista, un siglo colmado de cambios e innovaciones.

2.1.1. Contexto histórico, ideológico y social


En primer lugar, en el año 1843 reinaba Isabel II, declarada reina de España con tan solo
trece años. El escritor, por su parte, se traslada a Madrid en 1862 y se encuentra con un
panorama político y social marcado por conflictos bélicos y políticos. Conoce una

5
Natalia Sánchez Campos

sociedad que se dividía entre tradicionalistas y liberales, y donde las mujeres eran
obligadas a adoptar un papel social pasivo que las mantenía ocultas, algo que Galdós
observará e intentará ilustrar en sus novelas. El escritor canario, en un primer momento,
apoyó las ideas liberales y eso lo llevó a participar en la revolución de 1868, La
gloriosa, mediante su papel de periodista en la prensa. En esta revolución derrocan a la
reina Isabel II, y crean Juntas en todas las ciudades donde se va a gestionar el poder
provisionalmente. Asimismo, después del derrocamiento de Isabel II se hacen
elecciones por sufragio universal masculino y se crea la constitución de 1869, la cual
otorga a los ciudadanos españoles una serie de derechos y libertades, así como propone
a Amadeo I de Saboya como rey de España.

La monarquía de Amadeo I acaba en 1873, a causa de las diversas guerras que


sufre España, tanto civiles como coloniales, y de la fuerte crisis económica. En este
mismo año se implanta la Primera República Española, pero con tan solo un año de
gobierno, hay un levantamiento militar y España vuelve a convertirse en una Monarquía
Borbónica con Alfonso XII como rey. En estos momentos comienza la Restauración,
reinada por Alfonso XII, que se presenta como un periodo de gran estabilidad y una
nueva constitución aceptada por la mayoría y flexible, que conlleva a la alternancia de
turnos de gobierno entre liberales y conservadores. En esta alternancia de votos, el
escritor, a pesar de estar decepcionado con la política del país a causa del fracaso de la
Revolución de 1868 y de la Primera República Española, se declara a favor de los
liberales de Sagasta. No obstante, cuando Alfonso XIII consigue su mayoría de edad, a
causa de los nuevos conflictos bélicos, crisis económica y la aparición de nuevos
partidos políticos, hay otro levantamiento militar guiado por Primo de Rivera y
comienza la Dictadura de 1923.

En segundo lugar, junto a estos grandes cambios políticos y dinásticos, la


sociedad española del siglo XIX se encuentra dividida entre los nobles que luchan por
conservar sus privilegios, y una nueva clase social creciente como es la burguesía, que
se convierte en la protagonista de la Revolución de 1868. Asimismo, a finales de siglo,
comienza a aparecer tímidamente la clase social del proletariado, una clase social en la
que los obreros exigen el reconocimiento de sus derechos ciudadanos, así como mejoras
materiales en sus lugares de trabajo y un sueldo justo por su trabajo. Una sociedad en la
que las mujeres, tal como se ha apuntado con anterioridad tenían muy limitados sus
derechos -no podían salir solas por la calle, así como tenían prohibido ir a la universidad

6
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

o trabajar en el sector secundario-. No obstante, con el tiempo, fueron adquiriendo más


derechos y libertades. Comienzan a tener más importancia las ciudades y la realidad que
las representa, las aldeas y pueblos empiezan a quedar abandonados o desiertos y existe
un auge de la industria y los servicios del sector terciario. La prensa empieza a tener un
papel muy importante en la sociedad, la mayoría de escritores la usaban para presentar
sus obras, entre ellos el escritor canario. Galdós buscaba el progreso, quería acabar con
esta sociedad de clases y crear una sociedad más igualitaria, algo que España ha ido
consiguiendo gracias a muchas manifestaciones y asociaciones.

Por último, este siglo también se ve marcado por una gran diversidad ideológica.
Por una parte, con el siglo XIX aparecen nuevas corrientes filosóficas, influencia de
Europa. Entre esas corrientes se puede destacar la teoría de la evolución de Darwin, el
positivismo y su afán por lo científico que influenciará en la corriente literaria del
naturalismo y la filosofía krausista que influyó enormemente en el pensamiento de
Galdós. Esta nueva corriente se centró en tres aspectos de la sociedad: en la educación,
en la iglesia y en la cuestión agraria. Se creó la Institución Libre de Enseñanza a manos
de Francisco Giner de los Ríos, el cual introdujo a Benito Pérez Galdós en este nuevo
pensamiento filosófico, una enseñanza que defendía la libertad de catedra, la
armonización de la razón de la fe religiosa. Asimismo, los krausistas defendían el
estudio en contacto directo con la naturaleza, así como defendían un estado
antidogmático a favor de la razón, progreso y tolerancia.

Por otra parte, había un sector de la sociedad muy amplio que seguía con gran
influencia la doctrina católica. Una ciudadanía de tendencia conservadora e intolerante
que fue fuertemente criticada por Benito Pérez Galdós. La imagen de la mujer también
se veía condicionada por la iglesia, pues la convertía en un ángel del hogar, una esposa
abnegada del marido o una madre educadora de los hombres del mañana, una doctrina
que le niega a la mujer el cambio y el progreso. España de carácter religioso forjada por
los Reyes Católicos y mantenida por la inquisición. Para Galdós la religión era un
problema por el cual la sociedad española no avanzaba y estas nuevas corrientes
filosóficas servirían de alternativa a este sentimiento religioso. Galdós no se consideraba
ateo, sino que criticaba el mal uso de la religión:

7
Natalia Sánchez Campos

El cristianismo en que él piensa es una piedad luminosa y alegre, muy opuesta a las
sombrías prácticas españolas. […] Diez años antes de publicar La sombra había
escrito: <<No seamos buenos por miedo al demonio, sino por amor a Dios, ni nos
dirijamos al cielo por huir del infierno. Cese el imperio del terror en una religión
fundada en el amor>> (Montesinos; 1968: 20-21)

Por consiguiente, todo este contexto político, social e ideológico influye en la obra
literaria de Galdós, ya que este se presenta como un escritor que describe la sociedad
española del siglo XIX. Se le considera como una autor-testigo de la España que vivía,
quiere ilustrar a sus lectores, como si fuera un espejo, sus virtudes y defectos. Galdós
quiere buscar las raíces de su época en el pasado más próximo para comprender mejor
el presente que estaba viviendo. Pretende mostrarles el peligro del radicalismo y la
intolerancia, quería mostrarles la necesidad de progresar. El mismo describe así la
situación que vivía en España:

España es una redoma de peces a los cuales se ha olvidado mudarles el agua, y


están, los pobres pececillos con sus boquitas abiertas, comiéndose unos la
sustancia de los otros, respirando y manteniéndose con mil trabajos en aquel
líquido medio corrompido. (Apud. Navarro Ledesma, Nuestro tiempo, 1901, I, 65
a.)

2.1.2. Benito Pérez Galdós


Benito Pérez Galdós, hijo de un teniente coronel y una madre educada por un secretario
de la inquisición, fue el pequeño de diez hermanos y, por ello, el más consentido. Se cría
en Las Palmas de Gran Canaria, desde pequeño tiene aficiones artísticas tales como la
música, la pintura o la literatura. Conocedor de los grandes escritores tanto nacionales
como internacionales desde niño, aprendió de manera autodidacta la lengua de
Shakespeare y compuso sus primeras composiciones. Cuando cumplió la mayoría de
edad se trasladó a Madrid en busca de nuevas realidades, aunque molesto por tener que
separarse de su familia. Allí comenzó la carrera de derecho, pero no la terminó, ya que

8
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

prefería pasearse por Madrid para observar aquellas calles, gentes y costumbres, que se
distinguían de las que él había conocido, y para escribir sobre todas ellas.

Fue un miembro activo en el Ateneo y en los cafés, acudía todos los días y
empezó a trabajar en la prensa, iba a la biblioteca a trabajar y entraba en contacto con
personajes ilustres e intelectuales. Entre ellos conoció a Giner de los Ríos, el cual lo
introdujo en la ideología krausista y le animó a escribir. Galdós en 1873 comienza a
abandonar las tertulias y se centra en desarrollar su verdadera pasión, la escritura, y
compone su primera serie de episodios nacionales. Asimismo, Galdós siempre ávido de
ensanchar sus horizontes emprendió un viaje por toda Europa, viaje en el cual entra en
contacto con la corriente literaria del Realismo de Balzac y posteriormente con el
Naturalismo de Zola. También fue nombrado miembro de la Real Academia Española y
fue elegido diputado republicano por el gobierno de Canarias, pero esta postura
ideológica influyó negativamente en la obtención del premio Nobel al que estuvo
nominado hasta en tres ocasiones diferentes.

Al escritor canario lo describen como un hombre tímido y reservado, se sabe que


en Madrid vivía con sus dos hermanas y su cuñada, por ello muchos críticos
consideraban que tenía una sensibilidad casi femenina. Así como se sabe que tuvo
muchas relaciones amorosas, conocidas gracias a las cartas que se conservan de Benito
Pérez Galdós. Según Casalduero, «No se casó; el matrimonio le parecía una carga
pesada e innecesaria». (1974: 35), sus relaciones eran libres y, aunque se enamoró de
verdad en alguna ocasión, solo reconoció públicamente una hija legitima. Nunca
reconoció su relación amorosa con ninguna de ellas, pero destacan tres mujeres que
influyeron en su vida y en su obra literaria, como son Concha Morell, con la cual tuvo
muchos altibajos; Emilia Pardo Bazán, con la que compartía la pasión de la escritura y
la cual le introdujo el pensamiento feminista, adelantado por la época y la viuda
Teodosia Gandarias, con la cual compartió sus últimos años de amor.

En definitiva, Galdós fue un hombre que vivió intensamente, trabajó y vivió de


su pasión que era la de escribir, estuvo en contacto con muchos escritores e intelectuales
conocidos, viajó por muchos países llenándose de todas sus culturas y tradiciones,
participó activamente en la política y luchó siempre por la tolerancia, libertad y
progreso. Representó en sus obras a aquella España de mitad del siglo XIX y principios
del siglo XX, desde el punto de vista de todos los aspectos de la sociedad, desde los

9
Natalia Sánchez Campos

individuos más ricos a los más pobres, mostrando sus peores defectos y sus mayores
virtudes, una descripción poco habitual en la sociedad del momento. Finalmente, en
1920 Benito Pérez Galdós muere en Madrid, ciego a causa de unas cataratas y, a pesar
de que su ritmo de trabajo había disminuido, siguió escribiendo hasta el final de sus
días.

2.1.3. Contexto literario, influencias y producción.


Benito Pérez Galdós nace en los últimos años de la corriente literaria del Romanticismo,
por ello, muchos críticos consideran que sus primeras novelas siguen los cánones de
este estilo romántico. Sin embargo, desde muy temprano el escritor canario se inclina
hacía el Realismo. Su objetivo era renovar el mundo literario de su época, escribe en
1870 Observaciones sobre la novela contemporánea en España, un ensaño donde
explica que es para él la nueva novela de la época.

El realismo se caracteriza por buscar representar la realidad de manera objetiva,


el tema principal va a ser la realidad que envuelve a la obra literaria, los espacios se
suelen caracterizar por la descripción de ciudades o lugares cercanos al autor. Estos
nuevos escritores se basan en la observación y el estudio, así como el uso de personajes
que van evolucionando como en la vida real. Con el realismo se describen personas,
calles y formas de hablar, tal y como el autor lo ve. Asimismo, estas nuevas novelas
tienen dos funciones, por una parte una función pedagógica que consiste en enseñar a
los lectores del presente no cometer los errores o mejorar los defectos que tienen y, por
otra parte, una función informativa del pasado, pues solo conociendo los errores del
pasado se puede mejorar el presente. Estas novelas ayudan a conocer todos los resortes
contemporáneos del escritor, la historia de esta novela realista refleja las costumbres y
estos escritores se convertirán en los nuevos moralistas de la sociedad.

No obstante, pese a que Galdós sigue la corriente Realista, el escritor canario


innova continuamente su obra literaria y sigue sus propias características como explica
en su ensayo. Su objetivo era describir una gran urbe, como es la capital de España,
pues, tal como él mismo sostiene, la novela está en las calles y en las casas de Madrid.
Para él la novela española ha de ser la representante de la clase media, que había
alcanzado su mayoría de edad al ser la encargada de abanderar la Revolución del 68,
una clase social que hasta el momento se consideraba olvidada. Galdós, como bien dice
W. H. Shoemaker en su estudio “¿Cómo era Galdós?, «Galdós amaba a España como

10
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

pocos. […]La amaba tan sin medida que se permitía criticarla, censurarla y castigarla,
con la esperanza y el fin de corregirla, aunque no sin cierta piadosa tristeza » (1973: 5-
7). Galdós explica en ese ensayo que para describir la realidad había que basarse en las
experiencias y hechos reales. Asimismo, Benito Pérez Galdós cree que la sociedad
española debe observar la realidad que les rodea para poder mejorar. Víctor Fuentes
argumenta en su estudio ‹‹Notas sobre el realismo en “Observaciones sobre la novela
contemporánea en España”›› como eran estas nuevas novelas:

Una novela, basada en la «pura observación», novela de «verdad y de caracteres»


en la que todos sus elementos se organicen «para formar un cuerpo multiforme y
vario, pero complejo, organizado y uno, como la misma sociedad»; una novela que
se diga, como de las de Cervantes y Dickens, « ¡Qué verdadero es esto! Parece
cosa de la vida. Tal o cual personaje, parece que le hemos conocido». (1975: 123-
125)

Galdós escribió la mayor parte de su literatura en la corriente literaria en el Realismo ya


que recibe muchas influencias. Por un lado, los clásicos como Shakespeare o Cervantes
sobre cómo observar la vida, la realidad que les envuelve, el uso del lenguaje que se
habla en la calle, la manera de narrar que lo incluye como personaje, el humor y la
ironía o el uso de apodos y adjetivos en los nombres de los personajes. Por otro lado,
influencias contemporáneas como son sus amigos Clarín, Pardo Bazán quien le enseñó
su ideología feminista y gusto por el Naturalismo, Balzac, Flaubert o Dickens. Para él la
novela francesa está mucho más avanzada que la española y esto hace que la española
no tenga su propia literatura. Más tarde, Galdós se adscribe a la formula naturalista
basándose en la observación del entorno, la fisiología de los personajes, sus actitudes y
el ambiente en el que se desenvuelven. Sin embargo, tempranamente Galdós se aleja de
esta corriente y da paso al Espiritualismo, esta nueva corriente que no se fija en el
entorno ni en la descripción pura de la realidad, sino que busca el sentido de la realidad.
Asimismo, existe una diferencia respecto a la visión de la religión, ya que los
espiritualistas se acercan a la religión a través de lo primitivo que es la magia, la
imaginación y la superstición. Como dice Iris Zavala en su obra Romanticismo y
Realismo: ‹‹Galdós no renuncia al naturalismo, lo supera›› (1982)
11
Natalia Sánchez Campos

En cuanto a la producción literaria de Benito Pérez Galdós, se puede observar


un amplio campo de obras literarias. Comenzó su carrea como escritor de Episodios
Nacionales, donde mediante la mezcla de historias ficticias con acontecimientos y
hechos reales, muestra la historia de España en el siglo XIX. Asimismo escribió poesía,
memorias, traducciones, libros de viajes, ensayos, artículos periodísticos, obras
dramáticas que adaptó de sus novelas ya escritas, como Doña Perfecta, cuentos y
narrativa breve. Sus novelas se dividen en tres épocas: una primera época donde
destacan las novelas de tesis, donde se sitúa Doña Perfecta; una segunda época donde
destacan las novelas contemporáneas como Tormento y una tercera época donde
destacan las novelas espirituales, donde se sitúa Misericordia. En definitiva, un amplio
corpus de obras literarias que llevan a considerar a Benito Pérez Galdós cómo el mejor
novelista de España, después de Miguel de Cervantes. La narrativa de Galdós, como
explica Ricardo Gullón en Técnicas de Galdós, muestra la realidad más real de la
sociedad española en el siglo XIX:

El ritmo de prosa nos acerca a ella con tanta seguridad como cualquier seudo-reflejo
de la vida. En la novela surge una realidad que, sin negar la cotidiana, va más allá;
[…]. Allí se encontrarán hombre y sociedad, ideología y comportamiento, grandeza
y miseria, pero transfigurados, estilizados, construidos y reconstruidos en la
sustancia artística, que lejos de negarlos les integrará al nivel de la imaginación,
faculta asimiladora por excelencia. (Gullón, R., 1970: 14-15)

2.2.El universo femenino galdosiano

2.2.1. La creación del personaje


Benito Pérez Galdós destacaría no solo por su amplia producción literaria, sino también
por su tratamiento y dedicación a la hora de crear personajes. Estos personajes eran
personas que la sociedad española podía ver en la calle, con sus defectos y virtudes. El
escritor canario daba vida a estos personajes con almas individuales, hasta el punto en el
que el lector se familiarizaba con ellos. Galdós reflejaba la sociedad que veía y conocía,
vertiendo en estas descripciones su propia ideología. María Cristina Arroyo en su tesis

12
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

‹‹Aspectos espaciales y visuales en las primeras novelas contemporáneas Benito Pérez


Galdós y su repercusión en la novela española actual›› dice:

En ese intercambio vital que representa la gestación de la novela, el autor llega a


hablar con el personaje, lo ve, lo siente, piensa en él, lo llama por su nombre hasta
que, en algún instante, llegue a ser tan real que el individuo de carne y hueso en el
que se inspira. En la medida en que un personaje vaya acercándose a la persona,
hasta lograr esa misteriosa unidad humana radicará el talento del novelista. Su tarea
estriba en ir del personaje, y a través del personaje, hasta alcanzar a la persona, a la
humanidad. (Arroyo, 2011)

La corriente literaria del Realismo facilitó la descripción tan real de estos personajes, ya
que estos autores para explicar el medio en el que viven los mismos, narran la vida que
llevan, cómo viven, cómo se relacionan y cómo sienten. Galdós a diferencia de su fiel
amiga Emilia Pardo Bazán en sus principales obras no sitúa a sus personajes en plena
naturaleza. Él es un novelista de ciudad y los problemas que van a encontrar sus
personajes tienen que ver con la vida en la ciudad, como son las trabas económicas,
burocráticas y religiosas. Asimismo, en Galdós se puede ver una evolución en sus
personajes, dado que en un primer momento describe a esta clase social de la burguesía,
la cual era la encargada del cambio en la revolución de 1968, sin embargo, cuando esta
fracasa, el sentimiento pesimista en Galdós es notable y deja de lado a esta burguesía
española y personajes de corte para dar paso a la descripción de la clase media y
posteriormente a los individuos pertenecientes a los barrios marginales y miserables.

Benito Pérez Galdós crea a sus personajes basándose en dos realidades, como lo
explica Carolina Fernández (2011) en su estudio ‹‹”Yo nací libre”. Marcela en Las
últimas heroínas de Benito Pérez Galdós››. Por un lado, esbozando la realidad que le
rodea tal cómo es y, por otro lado, la que le gustaría que fuera. Expone a la sociedad
española con todos sus defectos del presente para que queden al descubierto y después
puedan mejorarlos, de modo que les aconseja para el futuro. Como comenta Carolina
Fernández, ‹‹los personajes y en su totalidad las novelas galdosianas están en constante
lucha dialéctica entre lo que son y lo que desean ser›› (2011, pp. 335-345). Galdós

13
Natalia Sánchez Campos

presenta la vida de estos personajes como un camino de aprendizaje, los protagonistas


siempre aprenden algo.

Por tanto, se puede decir que existen personajes planos, que serían aquellos
arquetipos que todos conocen y personajes redondos, que serían aquellos personajes
complejos y ambiguos. Galdós utiliza diversas técnicas para crear a su personaje, en
primer lugar, se encuentran esos personajes creados a partir de caricaturas de grupos de
la sociedad, es decir, un personaje que cómicamente representa a un grupo social, como
personajes arquetipos. Estos personajes, como bien dice Mariano Baquero (2011) en su
estudio ‹‹Las caricaturas literarias de Galdós››, muestran sus defectos y se les describe
de manera jocosa, Baquero incluso llega a relacionarlo con la sátira de Quevedo o las
descripciones de Dickens. Asimismo, el uso de nombres significativos, que tanto hace
recordar a la literatura cervantina, o el uso de hipérbole que agudiza esa descripción
caricaturesca que lejos de alejarse de la realidad, se acerca a la descripción más realista
y subjetiva. Por último, acaba su estudio diciendo que ‹‹las caricaturas literarias
galdosianas revelan que el novelista está al lado de sus criaturas novelescas, amorosa,
cálidamente, incluso cuando se burla de ellas, con el más familiar y entrañable de los
acentos›› (Baquero, 2011).

En segundo lugar, el escritor canario también basa sus descripciones desde el


plano de la experiencia del pasado estilístico, como explica Francisco Ayala (2006) en
su estudio ‹‹Galdós entre el lector y los personajes››, usa esta descripción por semejanza
con una obra real que conoce todo el mundo y el lector se pueda construir la imagen de
los protagonistas de las novelas como si los tuviera delante. También habla de la
creación fantástica de personajes, como en Misericordia, donde se puede ver cómo Don
Romualdo es un personaje inventado por Benigna para poder ocultarle a Doña Paca su
oficio de mendiga y al final de la novela Don Romualdo existe de verdad. Entonces,
como dice el crítico Ayala, se diría que un personaje ha nacido del pensamiento del otro.
A pesar de la fantasía o de las descripciones por semejanza, Galdós, muchas veces,
participa en el texto interviniendo para volver al lector a la realidad fingida de la que
parte el texto literario. Igualmente, se puede observar cómo Galdós utiliza también la
descripción de sus personajes a partir de contraposiciones como puede ser entre
conservadores y liberales. Por tanto, los personajes galdosianos evolucionan gracias al
encuentro entre otros personajes y el ámbito en el que se mueven.

14
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

En tercer y último lugar, la técnica más usada por Galdós es la descripción


realista de los personajes por medio de un esbozo inicial, creando así un tipo y
posteriormente, mediante sus relaciones, su manera de actuar y de cómo lo ven los
demás personajes va creando esas personalidades individuales. Joaquín Gimeno (2006)
en su estudio ‹‹La caracterización plástica del personaje en la obra de Pérez Galdós : del
tipo al individuo›› dice que Galdós busca la veracidad del personaje y por eso lo
presenta como parte de la realidad, lo intenta hacer diferente al resto para crear
individuales que viven en una misma esfera. Galdós parte del detalle, de una
descripción física y un carácter fisiológico, busca que el lector coincida con la
descripción que tiene el novelista a la hora de construirlo. Sin embargo, Galdós, con el
paso del tiempo, empieza a utilizar una descripción con mayor rigor científico, tal como
propiciaban los escritores naturalistas, el novelista extrae a sus personajes de la masa
anónima y va detallando. En definitiva, se trata de un mundo basado en la realidad, pero
que todos lo reconocen cómo el mundo galdosiano, con más de 1500 personajes que
abarcan todas las clases sociales, un Galdós que quiere sanar a su querida España.

Mª del Carmen Bobes (2010) en su estudio ‹‹Retórica del personaje novelesco››


sobre la creación del personaje habla de una interdependencia entre el autor-creador y el
personaje, ya que el autor no es el responsable de la creación del personaje porque a
medida que avanza la historia el personaje acaba adquiriendo una autonomía que obliga
al autor a escribir sobre el personaje por cómo lo presenta, cómo ha ido actuando y por
cómo lo ven los otros personajes. El uso las múltiples perspectivas o el del diálogo son
unas de las técnicas que utiliza Galdós para el ocultamiento del narrador. El personaje es
el que ayuda al autor a crear la novela y que con el tiempo acaba distanciándose del
narrador y presentándose por sí mismo. Por tanto, una vez que ocurre, el narrador deja
de tener libertad creativa y se ve resignado a escribir acorde a las actuaciones del
personaje. Los personajes galdosianos son personas que cambian de ideas, de actitudes
y comportamientos, así como son cambiantes, inestables e incoherentes. Además,
Hernández Guerrero en su estudio ‹‹Carmen Bobes Naves: el conocimiento literario y la
lectura poética›› explica sobre lo dicho por Bobes que:

“Esa era la razón –explica- por la que el mayor elogio dirigido a escritores como
Balzac, Galdós o Clarín era considerarlos como “creadores de caracteres”, e

15
Natalia Sánchez Campos

incluso se llegaba a afirmar que los personajes que creaban eran tan reales y tan
vivos, que se independizaban y adquirían vida propia” (Hernández Guerrero,
2014).

Galdós sentía simpatía por los personajes más vulnerables, así como un cierto interés
por las zonas oscuras de su alma. En la novelística de Galdós no hay personajes malos
sino seres que se equivocan, por eso no reciben castigo. El escritor canario muestra la
vida cómo es, ni de manera optimista ni pesimista. A partir de las descripciones se llega
a la moral del personaje, como explica María Cristina Arroyo (2011) en su tesis antes
citada. Además, Galdós no representa la belleza medieval, sino que presenta la sociedad
en todos sus aspectos, describe la religión y la lucha interna de los personajes, describe
las costumbres, la realidad histórica y literaria, describe su mundo literario como el
pintor lo hace a través de un lienzo.

Por último, los personajes galdosianos también se construyen a partir de la


interpretación y creación visual que adquiere el lector de la novela. Una sociedad
galdosiana que vivió la más pura evolución, ya que empezaban a dejarse atrás las
costumbres más arcaicas, a independizarse del poder clerical, a confiar más en el poder
de la ciencia y de la educación, propiciando, en definitiva, el nacimiento de una
sociedad que busca el progreso material y espiritual. Pero al mismo tiempo convive una
sociedad que no quiere avanzar, que cree en el tradicionalismo y los convencionalismos,
una sociedad que lucha contra todo cambio. De igual manera, para un lector actual, leer
las novelas de Galdós no lo traslada a un pasado lejano, a unos personajes
irreconocibles, sino a un pasado que no ha acabado de desaparecer del todo y sigue hoy,
muy activo.

2.2.2. El papel de la mujer en las novelas


Seguidamente, el contexto histórico de Galdós está marcado por un fuerte machismo
por parte de la sociedad española y el mundo en general, pero al mismo tiempo
empiezan a llegar nuevas ideologías a España, como la del feminismo, que abrirán la
puerta a la defensa y lucha de los derechos de la mujer. El feminismo nació en el siglo
de las luces e ilustración en diversos puntos de Europa, a España llegó más tarde, bien
entrado el siglo XIX, y de la mano de mujeres como la escritora naturalista Doña Emilia

16
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

Pardo Bazán quien luchó por los derechos de la mujer mediante su literatura. En este
momento España se dividió en dos posturas, por una parte estaba la sociedad que
defendía el conservadurismo y, por otra parte, estaba la sociedad que defendía la
constitución liberal que apoyaba la libertad de expresión, educación y asociación para
ambos sexos. Pardo Bazán fue una gran amiga e incluso amante de Benito Pérez
Galdós, compartían sus obras literarias y se aconsejaban, fue entonces Emilia Pardo
Bazán una gran influencia que introdujo al escritor canario en esta nueva ideología.
También, apareció la nueva ideología krausista que apoyó con su filosofía la mejora de
la educación de las mujeres, una nueva filosofía que Galdós conoció desde muy joven.
Pero, con todo, ¿Se puede considerar a Galdós un escritor feminista?

Iris M. Zavala (1996) en su obra Breve historia feminista de la literatura


española (en lengua castellana) dice que es cierto que con la llegada de la ilustración se
dejaron atrás las ideologías del antiguo régimen donde la vida de la mujer se reducía a la
domesticidad. Incluso Zavala llega a hablar del “ángel del hogar” refiriéndose a la
sumisión y obediencia de la mujer a los patrones de conducta, es decir, los hombres. En
la vida burguesa es donde mejor se podría apreciar esta imagen de mujer casada, madre
y criada, una mujer asexual que no siente ni vive, prefiere ocuparse de las tareas del
hogar. A pesar de este concepto de la mujer tan intrínseco en la sociedad española,
Zavala escribe que Galdós tenía una simpatía especial por los problemas de sus
protagonistas. Según ella, Galdós presenta personajes femeninos que se confrontan ante
la moral, están limitados por los convencionalismos, pero ellas se resisten a ser
moldeadas por el hombre. También es cierto, que en un primer momento Galdós
construía sus novelas con personajes femeninos estereotipados acordes a la realidad que
vivía, pero su literatura con el tiempo va madurando hacia una imagen más femenina. El
novelista canario comienza a preocuparse más por la educación de la mujer, investiga y
refleja el dilema clave que viven las mujeres españolas de la época, despierta su interés
por la evolución de la conciencia femenina y desafía a la mujer perfecta, los estereotipos
tanto físicos como la imagen de la familia o la maternidad. Igualmente, estos personajes
femeninos son criticados por la sociedad que leía a Galdós, ya que las consideraban
"rebeldes” por rebelarse ante una sociedad que no las comprende ni las acepta. Zavala
argumenta que este castigo de las protagonistas que aparece en las novelas galdosianas
es algo simbólico:

17
Natalia Sánchez Campos

Siguiendo paradigmas conservadores, el castigo es el resultado de una decisión por


parte de las protagonistas a negarse a vivir una vida carente de sexualidad. Por
consiguiente, las imágenes de mutilación que acompañan la representación de
protagonistas rebeldes, las alas cortadas o rotas o de amputación, son
manifestaciones del deseo de la sociedad de suprimir el potencial femenino y de
contener su sexualidad. (1996: 38)

Galdós utiliza la imagen de ángeles con alas rotas, que mueren o son castigados por la
sociedad, a modo de protesta. Ofrece mujeres que luchan entre lo que deben hacer y lo
que quieren hacer, mujeres que necesitan mejorar la educación y mujeres creativas que
no son víctimas sino dueñas de su vida.

En el amplio mundo de personajes femeninos galdosianos conviven tanto


mujeres sumisas como mujeres rebeldes. En las novelas de Galdós existen mujeres de
todas las clases sociales, como Gloria, una mujer protagonista de una guerra de
ideologías religiosas; Marianela, huérfana y que es lazarillo en la ceguera de Pablo;
Isidora, una mujer pobre que como don Quijote acaba en la locura; Amparo, mujer de
carácter débil e instrumento de los demás; Rosalía, quien se entrega al amor por
intereses económicos; Fortunata y Jacinta, mujer soñadora y mujer obsesionada con la
idea de ser madre, respectivamente, o Tristana, rebelde, que muere por defenderse ante
las estructuras patriarcales. Unos personajes femeninos libres que luchan por tener un
lugar en la sociedad, que tienen problemas como los hombres y que deberían tener
acceso a la educación. Estas mujeres luchan contra su destino de madres y criadas, no
todas quieren ser madres ni dedicarse al hogar, no quieren ser instrumentos de los
demás. Asimismo, estas mujeres también se enamoran y luchan por el amor, aunque, a
veces, tenga que ser por medio del adulterio.

En otro orden de las cosas, Eduardo Roca y Federico Del Alcázar y Moris (2005)
en su estudio ‹‹ La mujer en el entorno de Galdós ›› comenta que la imagen galdosiana
de las mujeres se contrapone a la realidad que vive el autor. En el siglo XIX existían
miles de comentarios negativos contra la mujer, las consideraban el sexo débil, atribuían
la histeria como un estado natural de la mujer, las mujeres estaban subordinadas al
hogar y no tenían derecho ni a trabajar ni a estudiar. Además, la iglesia tenía una gran
influencia en estas mujeres que no sabían ni leer ni escribir, la iglesia era el único lugar
donde podían aprender sobre los cuidados de su casa y el cuidado de sus hijos y marido,

18
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

el catolicismo potenció ese deber de la mujer de resignarse y someterse. Incluso, en la


revolución de 1868 se llegó a criticar a la mujer por participar, dado que eso implicaba
que salieran de casa. Las mujeres no tenían criterio, ni sabían que tenían derechos, que
podían tener una educación igual que la de los hombres, ya que la sociedad se había
encargado de negárselo. Galdós sentía adoración por sus personajes femeninos, era un
conocedor innegable de la psicología y la forma de ser de la mujer y por eso muchos
críticos lo consideran como el escritor portavoz de las mujeres. El novelista canario se
aleja de la representación renacentista de la mujer, crea mujeres naturales, inteligentes,
con carácter fuerte y no débil, que no solo son un físico, ya que muchas de ellas las
presenta como viejas o feas, importa más su personalidad luchadora.

Las mujeres viven en eterno conflicto entre lo que deben hacer y lo que quieren
hacer. Entre los factores que influyen en lo que tienen que hacer, estarían las madres, la
iglesia o la misma sociedad. Además, muchos de estos personajes femeninos encuentran
como única salida de su encarcelamiento social la locura o la muerte. Para Galdós, la
mujer es la cuestión más importante para la construcción de una sociedad, dado que se
contempla como mediadora entre estado e individuo, como dice Victoria Galván (2005)
en su estudio ‹‹ La mujer angelical frente a la mujer fatal en las novelas de Pérez
Galdós››. Muestra a la mujer como pilar para la sociedad, por eso la tarea que tienen
estas mujeres es la de confrontarse y redefinirse para enfrentarse a los nuevos retos que
les toca superar. Galdós quiere mostrar la compleja sociedad española, un análisis de la
mujer contemporánea que muestra el “ángel del hogar”, anteriormente definido y el
“ángel perverso”, refiriéndose a aquellas mujeres que luchan contra los
conservadurismos. Asimismo, describe a la mujer fatal, es decir, todas aquellas mujeres
autoritarias y mutiladoras de las libertades progresistas, así como aquellas mujeres que
entienden el mensaje evangélico inculcado y conservador como única verdad.

Resumiendo, Galdós escribe sus personajes femeninos con una intención


pedagógica, donde las mujeres están en una constante búsqueda de su ser. Para el autor
las mujeres no eran solo un físico, se preocupa por su educación y su trabajo, son
mujeres independientes que buscan su autonomía económica. También, representa a las
mujeres en todos los ámbitos sociales, de todas las edades y de todo tipo de bellezas, las
presenta como individuos en una sociedad que está estancada en pensamientos
colectivos de ideología conservadora. Asimismo, existe una evolución en la narrativa
del novelista canario, desde sus primeras obras orientadas a la clase burguesa como

19
Natalia Sánchez Campos

Doña Perfecta, hasta la representación de mujeres rebeldes y luchadoras como en


Misericordia. Una evolución donde los sujetos que antes fueron marginales comienzan a
ocupar un lugar en la sociedad que las ha limitado siempre por simples normas
genéricas-sexuales. El progreso que tanto ansiaba Galdós se conseguía a base de lucha y
no por cuestiones naturales de género. Carolina Fernández (2011) en su estudio «”Yo
nací libre”. Marcela en Las últimas heroínas de Benito Pérez Galdós» habla de “mujeres
quijotescas”, aquellas que presenta Galdós como libres, con carácter y protagonistas de
su propia vida, como don Quijote que era libre en su locura. Un discurso de libertad de
la mujer y libertad de elección en un mundo elegido por ellas, ya que el mundo en el
que ellas viven es un mundo confrontado entre lo antiguo, que estaba en vías de
extinción para el autor, y un mundo moderno, que simboliza el progreso de la libertad.

Por último y respondiendo a la pregunta con la que se empezaba este apartado,


Zavala y como ella muchos críticos literarios, hablan de un feminismo ambiguo en la
obra literaria de Galdós. La crítica puertorriqueña basa esta afirmación partiendo del
pensamiento krausista el cual defendía la educación de la mujer para que esta aprendiera
cuál es su lugar en la sociedad, en ese momento el de madre y criada. Asimismo,
comenta como muchos críticos han podido ver cómo estas mujeres que en un primer
momento se presentan como rebeldes y luchadoras, al final de las obras acaban
adaptándose al estado de sumisión. Un claro ejemplo es la obra de Tristana, obra muy
criticada por Pardo Bazán porque Tristana desde un primer momento se presenta como
una mujer libre, y al final acaba resignándose a la vida del hogar. Las heroínas
galdosianas fracasan por la naturaleza y no por la sociedad, por tanto, defiende que las
mujeres están limitadas por naturaleza. También, Galdós engendra mujeres que dominan
a los hombres, mujeres inmorales e hipócritas, mujeres que engañan y por eso
desconfían de ellas. Por consiguiente, Zavala ve una clara ambigüedad entre estos
personajes, ya que, por un lado, defiende la libertad de la mujer, pero, por otro lado, sus
protagonistas acaban aceptando la subordinación. Es cierto, que Galdós siente una gran
simpatía por sus personajes femeninos, recibe influencia del feminismo de Emilia Pardo
Bazán y el hecho de haber sido criado entre mujeres y haber sido tan mujeriego le ayuda
a conocer a la perfección el pensamiento femenino, así como es cierto que Galdós
experimenta una evolución respecto al tratamiento de las mujeres en sus novelas. Pero
como dice Iris M. Zavala:

20
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

En conclusión, la representación de los personajes femeninos en la obra de Benito


Pérez Galdós y Leopoldo Alas, Clarín, responde al debate sobre la mujer que se
está llevando a cabo en España en el momento en que se encuentran escribiendo
sus obras. […] Siguiendo los patrones de pensamiento krausista los dos novelistas
ven la necesidad de mejorar la educación femenina como un medio propicio para
contrarrestar el sentido de deterioración y desmoronamiento moral de las
instituciones burguesas más importantes, el matrimonio y la familia. […]
Reconocen que tanto los personajes femeninos galdosianos como los de Clarín,
mantienen una capacidad de creación, y de recreación colocándose fuera del marco
totalizador de la victimización y más a un nivel de control de sus propios destinos.
(1996; 43-44)

Una ambigüedad que presenta dos tipos de mujeres galdosianas, por un lado aquellas
que luchan contra las injusticias, que buscan su lugar en la vida y que son libres de
escoger su destino. Mientras que, por otro lado, coexisten mujeres sumisas, madres y
“ángeles del hogar”. Mujeres tal y como existían en la realidad española de XIX y
mujeres que se siguen viendo en la actualidad.

2.3.Análisis de las obras

2.3.1. Doña Perfecta


La novela Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós fue publicada en 1876, enmarcada en
su primera producción de novelas, las denominadas “novelas de tesis”. En esta época
Galdós sintió un interés por reflejar los problemas que afligían su país en ese momento.
Por una parte, el escritor canario se encontraba en un contexto político marcado por un
nuevo gobierno, el regreso de la monarquía borbónica y una nueva constitución. Por
otra parte, la sociedad española, estaba en un constante conflicto de ideologías entre los
que defendían el progreso y los que lo rechazaban, así como un fuerte sentimiento
fanático por defender las doctrinas católicas. Todos estos contratiempos, en algunos
sectores sociales, ocasionan la necesidad que tiene Galdós por mostrar a sus lectores los
defectos de la sociedad en la que viven y que deben cambiar.

2.3.1.1. Resumen
Doña Perfecta cuenta la historia del joven ingeniero Pepe Rey, quien viaja hasta
Orbajosa para casarse con su prima Rosario. Cuando el protagonista llega Orbajosa se
encuentra con una ciudad totalmente diferente a lo que él conocía en la capital;

21
Natalia Sánchez Campos

mendigos por la calle, un pueblo de agricultura pobre, chozas, etc. Sin embargo, Pepe
Rey tiene un gran cariño por esas tierras, ya que sus padres tenían sus raíces allí. Una
vez en el pueblo, conoce a su tía, doña Perfecta, hermana de su padre Juan Rey, que lo
alaba desde el primer momento y a su fiel canónigo el Padre Inocencio. Desde el primer
momento, el canónigo rechaza a Pepe Rey y sus ideales progresistas, esta
animadversión hace que doña Perfecta empezara a tener dudas sobre el matrimonio
concertado entre los primos. No obstante, Pepe Rey y Rosario, desde que se ven sienten
un amor profundo el uno por el otro y lucharan por estar juntos. Además, Pepe Rey, a
medida que pasaba más tiempo en la pequeña ciudad episcopal de Orbajosa, va
ganándose enemigos a causa de sus pensamientos reformistas y por culpa de las
infamias que extendía don Inocencio sobre él. Poco a poco los orbajonenses dan de lado
a Pepe Rey, le echan de la catedral y doña Perfecta acaba negándole la mano de su hija.
Pepe Rey y Rosario quieren estar juntos y, oponiéndose a la orden de su madre, planean
escaparse aprovechando la llegada de los militares a la ciudad, pero María Remedios,
sobrina de don Inocencio, queriendo que Pepe Rey se marchara de la ciudad para que su
hijo Jacinto se casara con Rosario, manda asustar a Pepe Rey, un episodio que acaba
con la muerte de este, ya que doña Perfecta lo manda matar. Un final trágico, que no
solo acaba con la vida de Pepe Rey, sino que también provoca la locura de Rosario y su
entrada a un manicomio, como la culpa de don Inocencio, quien emigra a Roma y el
aislamiento de Doña Perfecta en la iglesia.

2.3.1.2. La mujer protagonista


En primer lugar, se puede pensar que Pepe Rey es el personaje principal de la trama, él
es quien se tiene que casar con Rosario y salvar a su familia de la pobreza rural, pero
Ricardo Gullón (2012) explica acertadamente en su estudio ‹‹“Doña Perfecta”
invención y mito›› que las acciones de doña Perfecta pasan a ser el centro de atención.
Esto es, Gullón la considera el eje del drama, ya que Pepe Rey reacciona y actúa a raíz
de las provocaciones y acciones de doña Perfecta, un ejemplo de ello sería el capítulo
XIX cuando Pepe Rey, harto ya de la hipocresía de su tía, le manifiesta su disgusto:

[…] Este espectáculo, esta injusticia, esta violencia inaudita es la que convierte
mi rectitud en barbarie, mi razón en fuerza, mi honradez en violencia parecida a
la de los asesinos y ladrones; este espectáculo, señora mía, es lo que me impulsa a

22
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

no respetar la ley de usted, lo que me impulsa a pasar sobre ella, atropellándolo


todo. Esto, que parece desatino es una ley ineludible. Hago lo que hacen las
sociedades cuando una brutalidad tan ilógica como irritante se opone a su marcha.
Pasan por encima y todo lo destrozan con feroz acometida. Tal soy yo en este
momento; yo mismo no me conozco. Era razonable y soy un bruto; era
respetuoso y soy insolente; era culto y me encuentro salvaje. Usted me ha traído a
este horrible extremo, irritándome y apartándome del camino del bien por donde
tranquilamente iba. […] (2005; 201)

En este fragmento se puede contemplar cómo Pepe Rey siente que ha cambiado a causa
de las incitaciones de su tía y la culpa de generar en él un sentimiento salvaje que le
aleja de sus ideales civilizados. Con esto, se puede considerar que todos los
movimientos que realiza Pepe Rey son el resultado de la conducta de su tía y, por ello,
doña Perfecta se puede interpretar como protagonista de la novela, ya que es la
encargada de mover los hilos de la novela a su gusto. De ahí que el título de la novela
lleve el nombre de este personaje. Además, Gullón explica que doña Perfecta
representaría a su vez a toda esa sociedad conservadora que Galdós quiere reeducar, así
como a todas aquellas personas que parecen lo que no son.

En segundo lugar y centrándose en la descripción de la protagonista1, cabe


añadir que el narrador no presenta a doña Perfecta hasta el capítulo XXXI, después de
que el lector ya tenga una imagen construida sobre ella por los comentarios de los
demás y su manera de actuar. Sin embargo, sí lo hace con otros personajes como es el
caso de Pepe Rey. Desde el principio de la novela, los lectores pueden observar
constantes comentarios positivos sobre doña Perfecta de parte de los orbajonenses: ‹‹
Siempre tan guapa›› (2005; 70), ‹‹Parece que no pasan años por la señora doña
Perfecta›› (2005; 70), ‹‹esa santa y ejemplar mujer›› (2005; 85), ‹‹dijo doña Perfecta,
con aquella risueña expresión de bondad que emanaba su alma, como de la flor el
aroma›› (2005; 120), ‹‹ejemplar señora›› (2005; 139), ‹‹ ¡qué excelente señora es doña
Perfecta!›› (2005; 153), ‹‹Es la única persona de Orbajosa que no tiene apodo; la única
de que no se habla mal en Orbajosa›› (2005; 153), así como comentarios de personas
que no la conocen pero han escuchado hablar de ella: ‹‹¡Ah! La conozco de nombre. Es
1
Para realizar el análisis de la protagonista en sus diferentes perspectivas, es decir, cómo la ven, cómo
actúa y como la presenta el narrador, se han utilizado los presentes estudios: ‹‹Retórica del personaje
novelesco›› de Mª del Carmen Bobes (2010); Las voces de la novela de Oscar Ernesto Tacca (1985); ‹‹La
interdependencia de los personajes galdosianos›› de Peter G. Earle (2012) y ‹‹La caracterización plástica
del personaje en la obra de Pérez Galdós: del tipo al individuo›› de Joaquín Gimeno Casalduero (2006).

23
Natalia Sánchez Campos

una persona excelente y la única de quien no he oído hablar mal a los ajeros. Cuando
estuve aquí la otra vez, en todas partes oía ponderar su bondad, su caridad sus virtudes››
(2005; 190), o incluso la misma imagen que tiene ella sobre sí misma: ‹‹ ¡Para que veas
si soy buena, si soy indulgente, si soy humilde…!›› (2005; 195).

Desde el principio de la novela se puede observar cómo la tía de Pepe Rey es el


poder en Orbajosa, todos actúan subordinados a su mandato y ella se ve influenciada, a
su vez, por el canónigo don Inocencio. Todo el mundo adora a doña Perfecta, ella se
considera un ejemplo para Orbajosa, un ejemplo de buena cristiana, ya que se
preocupaba por los demás y un ejemplo de buena madre porque educa y protege a su
hija bajo la doctrina cristiana. Además, como Mariano Baquero (2011) explica en su
estudio, Galdós trabajaba mucho en la creación de sus personajes y le daba una gran
importancia a sus nombres. Esto se puede ver con el nombre de doña Perfecta, el
escritor quiere condicionar el pensamiento del lector desde el principio, es decir, le hace
creer que tal y como dice su nombre y tal y como la describen los habitantes de
Orbajosa, doña Perfecta, era “Perfecta”. Un ejemplo de ello se puede ver en el
comentario citado anteriormente, cuando una de las Troyas dice que Doña Perfecta es la
única del pueblo que no tiene apodo, nuevamente dándole importancia al nombre de la
protagonista, el hecho de no tener apodo demuestra que tanto su nombre como su
perfección son verdades absolutas.

No obstante, todos estos comentarios favorables a doña Perfecta, se contraponen


a su manera de actuar. Es significativo ver cómo todo el pueblo de Orbajosa alaba la
manera de ser y la belleza de doña Perfecta, pero el único que se da cuenta de su
falsedad es Pepe Rey, su sobrino y además un nuevo habitante en Orbajosa. Se puede
observar cómo la protagonista al principio de la novela ayuda en todo lo que puede a su
sobrino, siempre teniendo comentarios laudatorios sobre su persona y estudios, pero a
medida que avanza la novela doña Perfecta empieza a no respetar la manera de pensar
de Pepe Rey, ya que sus ideas progresistas amenazan la paz conservadora que envuelve
a Orbajosa y su poder déspota. Por tanto, una vez intimidada por estas creencias
renovadoras la protagonista comienza a actuar en contra de su sobrino. Por su parte,
Pepe Rey, al principio también adora a su tía, pero al analizar diversos episodios,
empieza a dudar sobre sus intenciones. Al mismo tiempo, el lector va percibiendo cómo
los elogios de doña Perfecta a Pepe Rey, que en un primer momento pueden parecer
cariñosos, comienzan a tener connotaciones irónicas como en el capítulo VII:

24
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

—Pues decía que no te vituperaré por esas ideas... Además de que no tengo
derecho a ello; si me pusiera a disputar contigo, tú, con tu talentazo descomunal,
me confundirías mil veces...; no, nada de eso. Lo que digo es que estos pobres y
menguados habitantes de Orbajosa son piadosos y buenos cristianos, si bien
ninguno de ellos sabe filosofía alemana; por lo tanto, no debes despreciar
públicamente sus creencias. (2005; 122)

En este fragmento se observa a doña Perfecta, mediante la ironía, menospreciar las ideas
de Pepe Rey, como sucede, por ejemplo, con el uso del adjetivo “talentazo”,
despreciando con exageración sus ideas y a la vez lo manipula, haciéndole sentir que la
culpa la tiene él porque ella es una buena cristiana que protege a sus compatriotas,
mientras que él está desestimándolos. Poco a poco el sobrino va dándose cuenta de las
intenciones de su tía y empieza a mirarla con otros ojos, como se ve en el capítulo XI
cuando Pepe Rey dice: ‹‹—Aquí hay alguien que se ha propuesto hacerme morir de
desesperación›› (2005; 142). O como se observa en el capítulo XVII, en su
conversación con Rosario, donde esta le pregunta: ‹‹ ¿Has formado mala idea de mi
madre?›› (2005; 177) y el contestas que no, pero no suena del todo convencido, ya que
Rosario le responde ‹‹No te burles…›› (2005; 177). También, en el capítulo siguiente el
narrador duda de las intenciones de Perfecta porque llega a decir: ‹‹ ¿Era su intención
molestar de este modo al infame sobrino, o realmente no había en el edificio otra pieza
disponible? No lo sabemos, ni las crónicas de donde esta verídica historia ha salido
dicen una palabra acerca de tan importante cuestión›› (2005; 187). Cuando llegan los
militares y con ellos Pinzón, viejo amigo de Pepe Rey, el sobrino ya no cree nada de lo
que dice su tía, de manera que cuando Pinzón alaba a esta “persona excelente”, Pepe
Rey murmura: ‹‹ Sí, mi tía es muy bondadosa, muy amable›› (2005; 190), palabras que
el lector puede interpretar como irónicas. Sin embargo, el cúmulo de pensamientos
sobre su tía no explota hasta el capítulo XIX, episodio en el cual Pepe Rey y doña
Perfecta tienen una gran discusión y el sobrino le dice todo lo que piensa:

—Perdóneme usted —objetó Pepe—. Yo amaba y amo a Rosario; usted aparentó


aceptarme por hijo; usted, recibiéndome con engañosa cordialidad, empleó desde el
primer momento todas las artes de la astucia para contrariarme y estorbar el
cumplimiento de las promesas hechas a mi padre; usted se propuso desde el primer

25
Natalia Sánchez Campos

día desesperarme, aburrirme y con los labios llenos de sonrisas y de palabras


cariñosas, me ha estado matando, achicharrándome a fuego lento; usted ha lanzado
contra mí en la oscuridad y a mansalva un enjambre de pleitos; usted me ha
destituido del cargo oficial que traje a Orbajosa; usted me ha desprestigiado en la
ciudad; usted me ha expulsado de la catedral; usted me ha tenido en constante
ausencia de la escogida de mi corazón; usted ha mortificado a su hija con un
encierro inquisitorial, que le hará perder la vida, si Dios no pone su mano en ello.
(2005; 193-194)

Pepe Rey le recrimina su hipocresía, ya que mientras delante de él aparentaba cariño y


afecto, el odio de los orbajonenses o diversos pleitos que afectaron a su persona los
provocó ella para torturarlo. Después de esto, doña Perfecta anula el matrimonio de su
hija con Pepe Rey, pero este se niega a resignarse y planea escaparse con Rosario. Sin
embargo, el final no acaba como él quería. La protagonista, llena de ira y manipulada
por Remedios y el canónigo, ordena matar a su sobrino, acabando con su vida.
Nuevamente, es relevante que la única persona que descubre cómo realmente es doña
Perfecta termine asesinado en la obra. Es más, Rosario, su hija, un ejemplo de ángel del
hogar como se había comentado en el apartado anterior, en el momento en el que
empieza a dudar de las ideas de su madre sobre su amado primo, es decir, en el
momento en el que deja de ser un ángel del hogar y decide escaparse de Orbajosa con
Pepe Rey, la toman como loca o enferma. Incluso ella llega a decir:

[…] Tus palabras resuenan en mi corazón como golpes violentos que


estremeciéndome, me dan nueva vida. Aquí en esta oscuridad donde no podemos
vernos las caras, una luz inefable sale de ti y me inunda el alma. ¿Qué tienes tú,
que así me transformas? Cuando te conocí, de repente fui otra. En los días en que
he dejado de verte, me he visto volver a mi antiguo estado insignificante, a mi
cobardía primera. Sin ti vivo en el Limbo, Pepe mío... Haré lo que me dices; me
levanto y te sigo. Iremos juntos a donde quieras. ¿Sabes que me siento bien?,
¿sabes que no tengo ya fiebre, que recobro las fuerzas, que quiero correr y gritar,
que todo mi ser se renueva y se aumenta y se centuplica para adorarte? Pepe, tienes
razón. Yo no estoy enferma, yo no estoy sino acobardada; mejor dicho, fascinada.
(2005; 178)

26
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

En este fragmento se ve a una Rosario que no duda más, el personaje ha evolucionado


de ángel del hogar a ángel quijotesco, como explica Victoria Galván (2005) en su
estudio antes citado, lucha por lo que quiere y desea estar con Pepe Rey aunque su
madre se lo prohíba. La hija de doña Perfecta habla de su “antiguo estado
insignificante”, refiriéndose a aquella educación recibida hasta el momento, una
educación que ha creado en ella el miedo de vivir su propia vida. Por tanto, cuando
descubre que hay una alternativa con Pepe Rey advierte que ya no está enferma, no está
loca, sino que existen otras maneras de vivir. Sin embargo, Rosario advierte una cierta
culpa por sentirse así aunque, a la vez, experimenta la libertad por primera vez en su
vida, tal como se constata en el capítulo XXIV, donde existe un monólogo interior en el
que expresa sus sentimientos, la hija de doña Perfecta se cuestiona lo siguiente: ‹‹ ¿Qué
divina alegría es ésta que dentro de mi pecho se confunde con tan amarga pena…?››
(2005; 230). Rosario siete una polarización entre los sentimientos naturales y los hábitos
educacionales, es decir una dualidad entre razón y fe. Además, también experimenta un
cambio en la visión que tiene sobre su madre, ya que en este mismo monólogo interior
llega a confesar lo siguiente: ‹‹ ¡Señor, que aborrezco a mi madre!›› (2005; 230), un
sentimiento que intenta evitar, pero no puede. Con esto, se constata cómo el final de
Rosario tampoco es como se esperaba, dado que acaba encerrada en un manicomio
llorando la pérdida de su amado primo y sintiendo un rechazo por su madre, como dice
Victoria Galván, Rosario es una víctima más de su madre.

Finalmente, en el capítulo XXXI el narrador por fin presenta su descripción de


doña Perfecta. Una descripción que llega después de que el lector ya haya creado un
retrato de la protagonista gracias a su manera de actuar y los comentarios de los demás
personajes. Comienza la descripción con su físico:

[...] Doña Perfecta era hermosa, mejor dicho, era todavía hermosa, conservando en
su semblante rasgos de acabada belleza. La vida del campo, la falta absoluta de
presunción, el no vestirse, el no acicalarse, el odio a las modas, el desprecio de las
vanidades cortesanas, eran causa de que su nativa hermosura no brillase o brillase
muy poco. También la desmejoraba la intensa amarillez de su rostro, indicando una
fuerte constitución biliosa.

Negros y rasgados los ojos, fina y delicada la nariz, ancha y delicada la frente, todo
observador la consideraba como acabado tipo de la humana figura; pero había en

27
Natalia Sánchez Campos

aquellas facciones una cierta expresión de dureza y soberbia que era causa de
antipatías. Así como otras personas, aun siendo feas, llaman, doña Perfecta
despedía. Su mirar, aún acompañado de bondadosas palabras, ponía entre ella y las
personas extrañas la franqueable distancia de un respeto receloso; mas para las de
casa, es decir, para sus deudos, parciales y allegados, tenía una singular atracción.
Era maestra en dominar, y nadie la igualó en el arte de hablar el lenguaje que mejor
cuadraba a cada oreja. (2005; 268-269)

Se observa el gusto del autor por describir el rostro, el cual era duro y soberbio, su
manera de vestir o su físico, el cual da pistas sobre su condición rural, pero a la vez
poderosa, una descripción física del personaje que quiere llegar a la exposición de su
moral. Una descripción que se aleja de los cánones renacentistas característicos de los
románticos, dado que ya no se describe un canon de belleza joven, sino una hermosura
que se conserva con el paso de los años. También, se puede ver aquí cómo el autor está
destapando el carácter real de doña Perfecta, una imagen que se contrapone a lo que los
demás ven sobre ella, una imagen de mujer distante, manipuladora y soberbia, como
explica Mª Ángeles Santiago y Miras (2002) en su estudio ‹‹El determinismo ambiental
en Doña Perfecta, de Benito Pérez Galdós››. Por último, hace un esbozo de su oratoria
perfecta y, también, manipuladora. Después continúa hablando de su carácter:

Su hechura biliosa, y el comercio excesivo con personas y cosas devotas, que


exaltaban sin fruto ni objeto su imaginación, habíanla envejecido prematuramente,
y siendo joven, no lo parecía. Podría decirse de ella que con sus hábitos y su
sistema de vida se había labrado una corteza, un forro pétreo, insensible,
encerrándose dentro, como el caracol en su casa portátil. Doña Perfecta salía pocas
veces de su concha.

Sus costumbres intachables y la bondad pública que hemos observado en ella


desde el momento de su aparición en nuestro relato, eran causa de su gran prestigio
en Orbajosa. Sostenía además relaciones con excelentes damas de Madrid, y por
este medio consiguió la destitución de su sobrino. (2005; 269)

Una vez más el narrador presenta aspectos negativos de la protagonista, como es su


poder déspota, su naturaleza hipócrita y cómo ha hecho todo lo posible para provocar a

28
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

su sobrino, aunque ella piense que ha actuado como buena cristiana. El narrador explica
cómo aun siendo joven doña Perfecta había acatado tanto el papel de madre, mujer y
cristiana ejemplar, que había “envejecido prematuramente”, es decir, su obsesión por
mantener todo en orden provocó su temprana madurez. También, el autor con esta
descripción muestra a la protagonista comparándola con un caracol, es decir, se esconde
en sus creencias y castiga a los que no piensan como ella porque los ve como una
amenaza, por tanto, se protege de ellos a su manera. Por ello, si se sigue leyendo el
capítulo, se puede observar cómo el autor refleja su forma de actuar:

No sabemos cómo hubiera sido doña Perfecta amando. Aborreciendo, tenía la


inflamada vehemencia de un ángel tutelar de la discordia entre los hombres. Tal es
el resultado producido en un carácter duro y sin bondad nativa por la exaltación
religiosa, cuando está, en vez de nutrirse de la conciencia y de la verdad revelada
en principios tan sencillos como hermosos, busca su savia en fórmulas estrechas
que sólo obedecen a intereses eclesiásticos (2005; 270)

El narrador explica cómo doña Perfecta, al ser educada erróneamente, no sabe lo que es
amar, porque no le han enseñado y por eso se ve con el deber de defender su
pensamiento para ayudar a los que para ella están actuando mal, como se puede ver en
este fragmento. La protagonista se considera un “ángel tutelar”, la encargada de
proteger ante todo la fe contra la razón que propone Pepe Rey. Con estas palabras el
autor quiere otorgar parte de la culpa a la exaltación religiosa, es decir, refleja la manera
de actuar de doña Perfecta como consecuencia de los principios católicos mal
entendidos, ya que estos solo buscan sus propios intereses, que se alejan de los valores
originales de la religión, cómo es el amor. Además, si se añade su ‹‹carácter duro y sin
bondad nativa››, todo ello acaba provocando su actuación final en la que la protagonista
acaba con la vida de Pepe Rey para proteger a su hija y a su pueblo. Para Galdós, como
explica Rodolfo Cardona en la introducción de Doña Perfecta (2005), no había
personajes malos o buenos, sino que plasma en sus obras esas personas ciegas que debe
cambiar. Esta puede ser una de las razones, explica Cardona, por las que doña Perfecta,
al final de la novela, enferma del hígado por la culpa y se refugia en la iglesia para, de
una manera u otra, comprar su salvación.
29
Natalia Sánchez Campos

2.3.1.3. Crítica y finalidad


Con todo, Galdós con esta novela pone en evidencia algunos de los defectos que asolan
la sociedad de su época como son la hipocresía, la falta de educación en la mujer y el
desvirtuamiento del mensaje evangélico. Para ello, utiliza a doña Perfecta y a Rosario
nacidas en un pueblo episcopal donde la única educación que reciben las mujeres es
religiosa. Esto provoca en ellas un sentimiento fanático por la religión, es decir, un
deseo desenfrenado de actuar cristianamente. Sin embargo, su deformada interpretación
de la religión, les suscita un conflicto interno entre razón y fe, rechazando así otro tipo
de lecturas como las que ofrece Pepe Rey, que son más cercanas al pensamiento
krausista. En la obra se presentan dos posturas, por una parte, está Rosario, quien
empieza siendo un ángel del hogar, es decir, que es educada para ser una buena esposa y
una buena cristiana, pero después de conocer a Pepe Rey cambia de idea y empieza a
cuestionarse todo lo que ha aprendido, empieza a dudar y ver la vida de otra manera. Sin
embargo, este acto lo tachan de locura o enfermedad menos su primo que considera que
ella solo es una víctima de la sociedad en la que le ha tocado vivir.

Por otra parte, está doña Perfecta, quien ha sido educada bajo la doctrina
cristiana, además de verse aconsejada por el canónigo de la ciudad. Su buenos hábitos
consisten en ser una madre protectora, buena cristina y una mujer de bien cuidando su
apariencia ante los orbajonenses. Tal es su fanatismo religioso que acaba matando a su
sobrino porque tiene una opinión distinta a la suya y no se arrepiente de lo sucedido,
porque cree que ha actuado en defensa de la religión y está protegiendo a su hija. Se
examina, por tanto, una polaridad entre madre e hija, como explica Victoria Galván
(2005) en su estudio antes citado, mientras Rosario representaría a todas aquellas
mujeres de carácter débil, conservadoras e incapacitadas a tener autonomía por la falta
de educación, además de ser víctimas de la sociedad machista en la que viven, doña
Perfecta representaría la mujer fatal, aquella madre castradora y autoritaria que educa a
su hija subordinándola al espacio del hogar y la domesticidad, así como un ejemplo de
los neocatólicos intolerantes y fanáticos irracionales que Galdós quiere reflejar en su
obra para que mejore la sociedad de su época.

La otra dualidad de pensamientos que se observa en la obra recae sobre el


conflicto de la razón y la fe, enfrentamiento que se camufla en la obra mediante la
hipocresía. Se puede analizar cómo el único que siempre dice lo que piensa es Pepe
Rey, este tiene unos valores religiosos diferentes basados en la razón, la tolerancia y el

30
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

amor, pero por defender sus ideales progresistas la única salida que encuentra es la
muerte. Así como Rosario, quien al principio de la obra se muestra como una mujer
sometida a los mandatos de su madre, pero en el momento en el que emprende la
búsqueda de su lugar en la sociedad y conoce por primera vez el amor, la tachan de
enferma y acaba en un manicomio, es decir, la única salida que le queda para vivir es la
locura. Un contrapunto que se opone a los valores religiosos de doña Perfecta que
defiende la fe basándose en valores religiosos intolerantes y valores conservadores. Por
tanto, Galdós con esta novela pretende exhibir esta realidad a la sociedad y, en concreto,
a las mujeres de su época, mostrándoles que hay distintas opiniones sobre los valores
sociales y religiosos y todos pueden ser válidos. Además advierte, a la vez, del creciente
desvirtuamiento del mensaje católico en las mujeres y los convencionalismos que
instruyen la sociedad del momento. Asimismo, critica la nula enseñanza que tienen y
plasma su lucha por darles un lugar en la sociedad, alejándolas así, de los ideales que las
infravaloran. Finalmente critica también, como se advierte al final del capítulo, la
hipocresía de las personas que aparentan lo que realmente no son: ‹‹Esto se acabó. Es
cuanto por ahora podemos decir de las personas que parecen buenas y no lo son›› (2005;
281).

2.3.2. Misericordia
La novela Misericordia de Benito Pérez Galdós fue publicada en 1897, un año
importante para el autor y para la literatura española. En este año Galdós ingresa en la
Real Academia Española, recupera la propiedad de sus obras y escribe Misericordia,
que se puede enmarcar en sus “novelas espirituales” y que planteará los debates
españoles del siglo en torno a la pobreza. El contexto social de esta novela viene
marcado por la desilusión del autor y gran parte de la sociedad por el fracaso de los
objetivos regeneracionistas que la clase media buscaba aplicar. Galdós deja de creer en
la pequeña burguesía y empieza a buscar nuevos personajes en los rincones más
profundos de Madrid. Por tanto, la hipocresía de esta clase media, la ingratitud y los
problemas de mendicidad y caridad que existían en la realidad española de esta época
serán problemas relevantes que el escritor canario querrá presentar a sus lectores.

2.3.2.1. Resumen
Misericordia cuenta la historia de Benigna, una mujer mayor que vive mendigando por
las calles e iglesias de Madrid junto a otros mendigos para poder sobrevivir y ayudar a

31
Natalia Sánchez Campos

la familia de doña Paca, una mujer que pertenecía a la pequeña burguesía, pero dada su
mala gestión económica y su viudez, se quedó sin recursos. Durante toda la obra
Benigna se dedica a ganar dinero, tanto mendigando como haciendo trueques para
ayudar a su familia, su señora doña Paca, de quien era criada desde hacía muchos años y
a los hijos de esta, Antonio y Obdulia. No obstante, Benigna nunca les dijo lo que hacía
para conseguir dinero porque le daba vergüenza y se inventa que trabaja para un
sacerdote llamado don Romualdo. Asimismo, la protagonista también cuidaba de su fiel
amigo Almudena, un ciego marroquí que estaba obsesionado con ella, hasta el punto de
ponerse celoso de Frasquito Ponte, un familiar de doña Paca que Benigna también
ayudaba. En la última década del siglo XIX la cuestión de la pobreza era un tema de
debate en España, prohibieron que los mendigos siguieran pidiendo en la calle, así que
unos guardias secretos arrestaron a Almudena y Benigna mientras estos buscaban
algunos duros para sobrevivir. Entretanto, doña Paca recibe la visita de un sacerdote
llamado don Romualdo para anunciarle que iban a recibir una herencia, pero ella cree
que aquella visita era el sacerdote que inventó Benigna y que iba a ayudarlos gracias a
esta. No obstante, don Romualdo le confiesa que Benigna nunca ha trabajado para él y
que, además, la única señora que conoce con ese nombre era una mendiga que pedía en
la iglesia de San Andrés. Después, cuando Frasquito Ponte logra sacar a Benigna y
Almudena de la casa de pobres y esta decide volver a su antigua casa, se encuentra que
todo es distinto, ya que doña Paca volvía a tener dinero, tenía a sus hijos con ella,
estaban a punto de mudarse a una casa nueva y tenían nuevas criadas. Benigna no
entendía nada, solo le preocupaba buscar ayuda para curar a Almudena porque se había
contagiado de lepra. Sin embargo, ante esto Juliana, la nuera de doña Paca y nueva
gobernanta de la casa, decide que Benigna no era bienvenida en esa casa y le
recomienda que busque ayuda en las casas de misericordia. Finalmente, Benigna,
decepcionada por la ingratitud de la familia que ella misma había cuidado durante tanto
tiempo, decide irse a vivir con Almudena, pero un día Juliana, a sabiendas que había
actuado mal, visita a Benigna para pedirle perdón porque tenía miedo de que sus hijos
se murieran por culpa de sus malas acciones. Benigna, a la cual creían santa, le dice que
no se preocupara, que marchara en paz y le pide que no vuelva a pecar.

2.3.2.2. La mujer protagonista


En primer lugar, a diferencia de Doña Perfecta, se ve claramente que la protagonista de
la novela es la señora Benigna, ya que la obra transcurre a partir de sus acciones y sus

32
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

diálogos con los otros personajes. La señora Benigna figura en todas las escenas de la
obra y en las que no aparece es el tema central de la acción. Además, como explica
Nicole Malaret (2005) en su estudio ‹‹Misericordia, una reflexión sobre la creación
novelesca›› a la protagonista de la novela se la puede considerar también como la
creadora de esta, dado que Galdós va creando su obra y configurando a sus personajes
mediante los diálogos y descripciones de Benigna. Por ello, se puede interpretar que el
narrador describe inmediatamente a Benigna, en el capítulo III, para presentar con ella
la que será la creadora de los acontecimientos que trascenderán. La descripción de “la
Benina” empieza con su apariencia y su nombre: ‹‹Respondía al nombre de señá Benina
(de lo cual se refiere que Benigna se llamaba), y era más callada y humilde de la
comunidad, si así puede decirse; bien criada, modosa y con todas las trazas de perfecta
sumisión a la divina voluntad›› (2004; 90-91). En este fragmento se observa cómo el
narrador traza desde el principio el carácter sumiso de la protagonista, una muje que se
pliega a sus propios sentimientos religiosos, a su fe. Asimismo, se reafirma nuevamente
el interés de Galdós por los nombres de sus personajes. En este caso, Benigna, a
diferencia de doña Perfecta, sí que tiene muchos apodos, ya que se encuentra su nombre
escrito de muchas formas: Benina, Nina, Benigna o Benina de Casia. Sin embargo, el
lector no siente estos cambios de nombre como algo peyorativo, sino como un símbolo
de cariño o de cercanía hacia el personaje. Además, si se analiza el significado del
nombre de Benigna, se puede ver que significa “comprensiva o bondadosa”, es decir,
una vez más el narrador antecede rasgos de la protagonista que más tarde se
comprobarán. Seguidamente, la descripción de Nina continúa con sus atributos físicos:

Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y
su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada ya por la
vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura
conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen
la edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras
de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas
de cernícalo. Eran sus manos como de lavandera, y aún conservaban hábitos de
aseo. Usaba una venda negra bien ceñida en la frente; sobre ella pañuelo negro, y
negros el manto y vestido, algo mejor apañaditos que los de las otras ancianas. Con
este pergeño y la expresión sentimental y dulce de su rostro, todavía bien
compuesto de líneas, parecía una Santa Rita de Casia que andaba por el mundo en
penitencia. Faltábanle sólo el crucifijo y la llaga en la frente, si bien podía creerse

33
Natalia Sánchez Campos

que hacía las veces de ésta el lobanillo del tamaño de un garbanzo, redondo,
cárdeno, situado como a media pulgada más arriba del entrecejo . (2004; 91-92)

Se puede observar cómo Galdós incide en las descripciones de sus protagonistas


recalcando su aspecto físico desde la cabeza a los pies. En esta descripción, el narrador
destaca cualidades de Benina que, lejos de parecer buenas, son mejores que las de sus
compañeras, por ejemplo, su dentadura conservada, su nariz menos considerable en
comparación con las otras, sus manos y uñas aseados pese a su situación social o su
ropa oscura mejor aderezada que la del resto. Por tanto, se ve cómo el autor desde un
principio está situando a la protagonista por encima del resto de los mendigos como
explica German Gullón (2005) en su estudio ‹‹ Misericordia: un milagro “realista”››.
Sin embargo, no conforme con una descripción elevada de su personaje, el narrador
llega a compararla con Santa Rita de Casia. Esto es, el autor antes de comenzar la trama
presenta a la protagonista como una santa que emprende su viaje en penitencia pero que
a la vez, gracias a su honestidad, será el motivo por el cual la sociedad española del
momento deberá dejar atrás la clase media que tanto les ha decepcionado para
convertirse en una única clase posible regida por la verdadera caridad. Esta descripción
se mezcla con la simpatía que el narrador tiene por la protagonista y la descripción
realista que hace de ella, resultando así una descripción suavizada de sus defectos
reales.

En segundo lugar, una vez descrita Benigna como el alma buena, el ángel o el
nuevo Quijote de la novela, el autor anticipa el alma pura de la protagonista, como se
puede ver en el capítulo VI:

Se había pasado lo mejor de la vida en un ajetreo afanoso, que exigía tanta


actividad como travesura, esfuerzos locos de la mente y de los músculos, y en tal
enseñanza se había fortificado de cuerpo y espíritu, formándose en ella el temple
extraordinario de mujer que irán conociendo los que lean esta puntual historia de su
vida. (2004; 115)

En este fragmento se ve que el narrador no contempla que el lector dude de la


humanidad y grandeza de la protagonista. Por tanto, está condicionando la imagen que

34
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

el lector va a tener sobre Benina, algo que irá recalcando durante toda su obra. Tal es la
admiración que siente el narrador por la protagonista que la llega a considerar una ‹‹
heroica mujer›› (2004; 304)

Seguidamente, el autor prosigue con la acción situando a Benigna en los


distintos espacios por los que transita, así como en las distintas relaciones que establece
con los otros personajes. Por una parte, en la calle, con el resto de mendigos, quienes la
acusan de quedarse con parte del dinero ajeno e inventaban calumnias sobre ella. Esto
se observa al principio de la obra cuando las otras mendigas hablan de Benigna: ‹‹ […]
Habéis de saber que ha sido una sisona tremenda, y por ese vicio se ve ahora como se
ve, teniendo que pedir para una rosca›› (2004; 103). Así como en el capítulo XXIX,
cuando Benigna va a buscar a Mordejai a un barrio de gitanos y, por intentar ayudarlos,
termina siendo golpeada por ellos. Además, unas señoras que la ven en la calle la
critican por su aspecto físico deplorable:

¡Vaya, que confundirla a usted con Doña Guillermina!... ¡Zopencos, más que
burros! Si aquélla era un ángel vestido de persona, y ésta... bien se ve que es una
tía ordinaria, que viene acá dándose el pisto de repartir limosnas... ¡Señora!...
¡vaya una señora!... apestando a cebolla cruda... y con esas manos de fregar...
Ahora se dan santas del pan pringao, y... ¡a cuarto las imágenes; caras de Dios a
cuarto! (2004; 297)

Le recriminan que no puede ser una santa si no puede ayudar a todos, así como no podía
serlo por su apariencia. Además, hacen referencia a doña Guillermina, un personaje muy
querido por Galdós. Luciano García Lorenzo (2004), en las notas a pie de página de la
obra, explica que Benigna vendría a ser la nueva versión de este personaje femenino,
reflejando con ella la evolución espiritual e ideológica que el mismo autor ha
experimentado.

Por otra parte, la casa donde trabajaba la protagonista cuidando de doña Paca se
convierte en un espacio en el que la realidad existente se mezcla con la imaginada,
como explica Fernando Ayala (2006) en su estudio, dado que Benigna, mediante el
diálogo, transporta a doña Paca a otra realidad lejos de la miseria y de las injusticias de

35
Natalia Sánchez Campos

la vida. Tal es la imaginación que envuelve a Nina que, para ocultar su oficio de
mendicidad, crea a un sacerdote imaginario, ejemplo palmario de cómo la protagonista
misma va engendrando la novela, dado que al final de esta don Romualdo resulta existir
de verdad, es decir, se hablaría de un personaje que nace del pensamiento de otro. Por su
parte, doña Paca es un ejemplo de esa clase media que Galdós muestra venida a menos
y que está a punto de perder su papel social 2. Además, se observa como este personaje
originalmente se llamaba doña Francisca, pero, dado su cambio de situación económica
en que la dejan sumisa sus viejas amistades pertenecientes a las clases sociales elevadas,
los vecinos empezaron a llamarla doña Paca con un sentido lastimoso.

Respecto a su relación con Nina, se puede observar durante toda la obra que
doña Paca infravalora a Nina constantemente, en el capítulo VI le dice: ‹‹Es que tú no
tienes vergüenza, Nina; quiero decir, decoro; quiero decir, dignidad›› (2004; 120).
Asimismo, en la obra se refiere a las dos ocasiones que el ama despide a la criada por
desacuerdos y discusiones. Otro ejemplo de este maltrato de doña Paca a Benigna se
puede contemplar en el capítulo XIX cuando la señora le regaña por llegar tarde y le
espeta: ‹‹No te pido explicaciones, ni las necesito, ni las creo; ya sabes que no creo nada
de lo que me dices, embustera, enredadora›› (2004; 216). Benigna casi siempre, ante
tales palabras, le daba la razón a la señora para que no se enfadara más. No obstante,
cuando doña Paca se tranquilizaba, volvía a ser la mujer que tanto quería Benina, ya
que, como se ve al final del capítulo, la señora cambia su regañina por palabras de
compasión hacia su criada: ‹‹Comeremos lo que haya, y daremos gracias a Dios. Pero
come tú también, que me da pena verte tan ajetreada, desviviéndote por los demás, y
olvidada de ti misma y del alivio de tu cuerpo. Siéntate conmigo, y cuéntame lo que has
hecho hoy.›› (2004; 221). Más tarde, en el capítulo XX, se vuelve a ver un ejemplo de
maltrato de doña Paca hacia Benina cuando esta intenta convencerla para que deje a
Frasquito Ponte quedarse en su casa. Doña Paca le dice:

2
El personaje de doña Paca y la clase social que ella engloba se encuentran en decadencia en esta época.
El final del siglo XIX viene marcado por un descenso de la clase media que se confronta con el personaje
de doña Perfecta y su realidad. Por tanto, se puede decir que doña Paca es una doña Perfecta veintiún años
más tarde en una sociedad totalmente diferente, donde ya no tiene importancia de la diferencia de clases
sino sus mayores defectos, virtudes, excesos y caprichos. Se trata de una clase media que empieza a
perder su autoridad y más tarde acabará perdiendo su papel social.

36
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

Pues, hija, nadie me quita de la cabeza que le has dado un bebedizo a este pobre
señor. ¡Vaya cómo te quiere! Si no fueras una vieja feísima y sin ninguna gracia,
creería que le habías hecho tilín... Cierto que eres buena, caritativa, que sabes
ganar la simpatía por lo bien que atiendes a todo, y por tu dulzura y ese modito
suave... que bien podría engañar a los que no te conocen... Pero con todas esas
prendas, imposible que un hombre tan corrido se prende de ti... Si te lo crees y
por ello estás inflada de orgullo, mi parecer es que no te compongas, pobre Nina.
Siempre serás lo que fuistes... y no temas que yo le quite a D. Frasquito la ilusión,
contándole tus malas mañas, lo sisona que eras, y otras cosillas, otras cosillas que
tú sabes, y yo también...». (2004; 265)

La señora habla de su humilde aspecto físico, de sus cualidades, pero para recriminarle
la falsedad de sus buenas acciones y el engaño que estas pueden causar a los que la
conocen. Asimismo, la minimiza diciéndole que Ponte nunca se fijaría en ella dada su
estatus social desafortunado y que, si así fuera el caso, ella se encargará de que el
señorito deje de quererla cuando conozca todos sus defectos. Es relevante la frase
“Siempre serás lo que fuistes”, ya que con esta oración doña Paca quiere hacer
referencia a la inamovilidad de las clases sociales que existe en este momento histórico.
Nuevamente, un ejemplo de cómo doña Paca, ingenuamente, no acepta el cambio de
época y la decadencia de la clase media y sus privilegios.

Con todo, al final de la obra, doña Paca, que en aquel entonces ya era doña
Francisca por su alto nivel adquisitivo, confiesa que no es nada sin Benina, después de
que don Romualdo le confirmara que no conocía a ninguna Nina que trabajase para él,
sino una mendiga que pedía en la calle e iba acompañada de un moro. Ante estas
palabras doña Paca admite: ‹‹ ¿Yo?..., no sé…, no puedo pensar… Me falta la
inteligencia, me falta la memoria, me falta el juicio, me falta Nina›› (2004; 326).
Asimismo, cuando Juliana enjuicia a Benigna, doña Paca la defiende diciendo: ‹‹ ¡Ay!...
Pero es muy buena la Nina›› (2004; 348). Sin embargo, tal es la influencia de su nueva
vida de privilegios, así como la ascendencia de su nuera Juliana, que, cuando Nina
regresa a casa después de estar encarcelada, doña Francisca le recrimina su desaparición
y le prohíbe entrar en su casa, ya que piensa que trae consigo la miseria. No obstante, la
criada consigue penetrar en la casa y le explica a su señora lo sucedido y, entonces, doña
Francisca le cuenta a Nina que ha ocurrido el milagro que tanto esperaban:

37
Natalia Sánchez Campos

—No, no, Nina: desde que te fuiste, ¡mira qué casualidad! entró la suerte en mi
casa... Parece un milagro, ¿verdad? ¿Te acuerdas de lo que hablábamos,
aburriditas en esta soledad, ¡ay! en aquellas noches de miseria y sufrimientos?
Pues el milagro es una verdad, hija, y ya puedes comprender que nos lo ha hecho
tu Don Romualdo, ese bendito, ese arcángel, que en su modestia no quiere
confesar los beneficios que tú y yo le debemos... y niega sus méritos y virtudes...
y dice que no tiene por sobrina a Doña Patros... y que no le han propuesto para
Obispo... Pero es él, es él, porque no puede haber otro, no, no puede haberlo, que
realice estas maravillas

Le explica que don Romualdo, el personaje que se había inventado, existía de verdad y
que les ha llevado la fortuna que acabaría con la miseria que habían tenido hasta el
momento. Como dice German Gullón (2005), Benigna ha sido la encargada, sin darse
cuenta, de que ocurriera el milagro, y así lo afirma ella más tarde: ‹‹Sí, sí, invención mía
fue. El que ha llevado tantas riquezas a la señora será otro, algún D. Romualdo de
pega… hechura del demonio… No, no, el de pega es el mío… No sé, no sé›› (2004;
363). Pero, en vez de obtener gestos de gratitud por su ayuda, lo único que obtiene son
ademanes de ingratitud, ya que la familia de doña Paca y ella misma no quieren
ayudarla con el pobre ciego Almudena. Es más, doña Francisca le recrimina su abuso de
confianza y le acusa de loca. Por su parte, Benigna, cansada del maltrato de su señora,
así como de su ingratitud, decide marcharse de esa casa para no volver nunca más.
Mientras que doña Paca, creyendo que está cargada de razón, acabará sus días enferma
y triste por estar separada de su fiel amiga Benigna.

En tercer lugar, Benigna siente un gran amor por los hijos de doña Paca, como
bien dice ella en el capítulo VII: ‹‹Yo no tengo a nadie en el mundo más que a la señora
y sus hijos, pues como a tales les quiero›› (2004; 127). El señorito Antonio, casado con
Juliana, que, al igual que doña Perfecta en la obra anterior, se arroga el papel de
jurisdicción en la nueva casa de doña Francisca. Juliana llega incluso a decirle a su
suegra: ‹‹ […] Mañana vendré aquí, a ver cómo anda esto, y a decirle a usted lo que
tiene que hacer…›› (2004; 348) y también confiesa que ella es la que se encarga de que
Antonio sea un buen hombre:

38
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

—Porque no me achico; porque desde el primer día le administraré el bautismo


de los cinco mandamientos; porque le chillo en cuanto lo veo cerdear un poco;
porque le hago andar derecho como un huso, y me tiene más miedo que los
ladrones a la Guardia Civil. (2004; 349)

Se observa aquí que Juliana tiene un enorme poder sobre su marido, pues ella es la
encargada de llevarlo por el buen camino, así como la responsable de que doña
Francisca cuide sus nuevos recursos económicos lejos de Benigna, porque, según ella, la
criada solo atraía la miseria. Juliana maltrata también a Benigna, engañándola con falsas
ilusiones y fingiendo una falsa caridad hacia ella, pero cuando finalmente Benigna
decide vivir su vida lejos de la familia, la culpa reconcome su conciencia y esta se ve
con la obligación de pedirle perdón a Benigna, ya que todos la consideran una santa.
Nina se debe a los demás, como explica Luciano García (2004) en la introducción de la
novela, no es cobarde, sino que se enfrenta a un mundo enfermo para ayudar a los
demás, de ahí que se la compare con una santa. Al final de la obra, se puede observar
cómo Juliana, por miedo de que le pase algo a sus hijos, le pide perdón a Benigna: ‹‹Si
usted me lo afirma, lo creeré, y me curaré de esta maldita idea… Porque… lo digo
claro: yo he pecado, yo soy mala…›› (2004; 384). Nuevamente, se puede contemplar un
ejemplo de la función de la protagonista encargada de determinar el destino de los otros
personajes, como lo hace con Juliana pidiéndole que no vuelva a pecar.

Respecto a este personaje, cabe recalcar la oposición que existe con Obdulia, la
hija de doña Paca, ya que el narrador caracteriza a esta última como una joven que solo
busca agradar y que, además, había recibido una educación descuidada. Obdulia no
tenía carácter, hasta parecía haber perdido la razón, ya que se había anclado en los
valores pasados del Romanticismo. Doña Paca no sabía qué hacer con ella, así que la
encargada de su humilde educación fue su criada Nina. Esta, además de alimentarla, es
la encargada de ofrecerle lecciones de vida, ya que, como explica Galván (2005),
Obdulia es un ángel del hogar, víctima de la nula educación recibida. En capítulo XVIII
se observa a Benigna aconsejándola sobre su poder como mujer ante los hombres:

39
Natalia Sánchez Campos

[…] Como es usted tan hermosa, tendrá adoradores... eso no lo podrá evitar... No
dejará de verse en algún peligro, Obdulia. Yo le aconsejo que sea usted muy
amable con todos, muy fina, muy cortés; pero en cuanto se propase alguno,
revístase de dignidad, y vuélvase más fría que el mármol, y desdeñosa como una
reina. (2004; 207)

En cuarto lugar, Frasquito Ponte3, familiar de doña Paca. Este personaje aparece por
primera vez en la novela gracias al encuentro que tiene con Benigna y es el único que
no maltrata a Benigna. Pese a su intención de aparentar una riqueza que no conserva,
Benigna conoce su pobreza y por eso le ayudaba en todo lo que podía para que tuviera
algo de comer o una casa donde dormir. Esto provocó los celos de doña Paca, como se
ha comentado anteriormente, y los celos de Almudena. Sin embargo, Benigna siempre
hace lo que siente sin pensar en los efectos que eso pueda conllevar. De la misma
manera, se pueden observar sus pensamientos en el capítulo XV, cuando Benigna
explica con sus palabras la realidad española del momento en relación con el pobre
Frasquito Ponte:

Voy a tener otra vez el gusto de dar de comer a ese pobre hambriento, que no
confiesa su hambre por la vergüenza que le da... ¡Cuánta miseria en este mundo,
Señor! Bien dicen que quien más ha visto, más ve. Y cuando se cree una que es el
acabose de la pobreza, resulta que hay otros más miserables, porque una se echa a
la calle, y pide, y le dan, y come, y con medio panecillo se alimenta... Pero estos
que juntan la vergüenza con la gana de comer, y son delicados y medrosicos para
pedir; estos que tuvieron posibles y educación, y no quieren rebajarse... ¡Dios mío,
qué desgraciados son! (2004; 189)

Este fragmento ilustra cómo Benigna, desde su posición social modesta, ayuda a
Frasquito Ponte en todo lo que puede. Además, a sabiendas de su desamparo, la

3
Del mismo modo que doña Paca representa a la clase media que está en decadencia, Frasquito Ponte
sería un ejemplo del devenir de esta clase social. Es más, se puede comparar con la figura de don Quijote
de Cervantes, ya que encarnaría a ese hidalgo que originariamente tenía unos privilegios que se acabaron
perdiendo con el tiempo.

40
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

protagonista lleva al señorito a casa de doña Paca para que le dé cobijo. Debido a esto,
Ponte Delgado es uno de los pioneros en creer que Benigna era una santa, en el capítulo
XVII llega a decir: ‹‹ […] que es usted un ángel; […] un ser que es mera
personificación de la Providencia, […] ›› (2004; 205). Pero no es hasta el capítulo XL
cuando, mientras Frasquito recrimina la ingratitud de doña Paca y toda su familia hacia
Benigna antes de morir, confirma que Benigna no es de este mundo:

Sépalo usted, Frasquita; sépalo, Obdulia... la Nina no es de este mundo... la Nina


pertenece al cielo... Vestida de pobre ha pedido limosna para mantenerlas a
ustedes y a mí... y a la mujer que eso hace, yo no la seduzco, yo no puedo
seducirla, yo no puedo enamorarla... […] Y a usted se lo digo, Curra Juárez, de
Ronda; a usted, que ahora no puede moverse, de lo que le pesa en el cuerpo la
ingratitud... Yo, porque soy agradecido, soy de pluma, y vuelo... ya lo ve... Usted,
por ser ingrata, es de plomo, y se aplasta contra el suelo... ya lo ve... (2004; 377)

Frasquito Ponte, como explica Germán Gullón (2005), lleno de furia tiene una
revelación antes de su muerte que le obliga a castigar la deslealtad de doña Paca y su
familia al no dar cobijo a Benigna y Almudena cuando esta ha hecho todo lo posible
para alimentar y cuidar de la familia. Ponte Delgado es el único de los pertenecientes a
esa clase media que logra ver la belleza divina de Benigna, el milagro que significa su
existencia y su altruismo.

En quinto y último lugar, se hablará de Benigna y su relación con el ciego


marroquí Almudena. Este personaje, basándose en el citado estudio de Germán Gullón
(2005), desempeñaría una función complementaria a la misión de Benigna, ya que su
espíritu supersticioso es el que hace que surja en su amiga la esperanza de que ocurra un
milagro en su miserable vida. Desde el principio, el que más cree en la divinidad de
Benigna es él, ya que le ayuda a buscar un milagro para mejorar su situación y seguir
creyendo en la posibilidad de un mundo mejor. Según el catedrático Gullón, se puede
comparar la relación de Almudena y Nina con la relación de don Quijote y Sancho
Panza, es decir, que mientras Almudena imagina y cree en supersticiones sobrehumanas
como don Quijote, Benigna es más escéptica como Sancho Panza, pero aun así se deja

41
Natalia Sánchez Campos

llevar por sus delirios. Almudena siente un amor profundo por la protagonista, el Rey
Samdai le dijo que iba a encontrar a la mujer de su vida y cuando conoció a Benigna
sintió que la había encontrado. El ciego, ‹‹precisamente por ser a la vez ciego y
visionario›› (Gullón, G.; 2005), es el primero que ve la belleza del alma de Benigna y
percibe en ella la perfección de la caridad. A pesar del amor que sentía por ella, los celos
enfermizos que siente el ciego por Frasquito Ponte provocan en el capítulo XXIII un
episodio de maltrato físico hacia Benigna: ‹‹ Al expresarse de este modo, poseído de
súbito furor, se puso en pie, y antes de que Benina pudiera darse cuenta del peligro que
la amenazaba, descargó sobre ella el palo con toda su fuerza›› (2004; 252). Después de
esto, Benigna huye, pero más tarde, en el capítulo XXIV, vuelve porque ve a Almudena
llorando y afligido4. Nina le pregunta si está arrepentido y, ante la afirmación del ciego,
la protagonista le perdona, un ejemplo más de su alma misericordiosa, así como su
poder divino seméjate al de Dios.

Seguidamente, cuando están a punto de invocar al rey Samdai para que les
brinde las fortunas que el ciego prometía, Almudena admite que no se puede hacer el
embrujo porque Benigna es una mujer: ‹‹Olvidar mi requisito… No valer, poique ser tú
muquier.›› (2004; 258) Resulta curiosa la aparente imposibilidad de invocar a un dios
por ser mujer, cuando al final de la obra resulta ser ella la que realiza el milagro. Por
tanto, Galdós, con el personaje de Benigna, ilustra una lección contraria al pensamiento
de la época, convirtiendo a su protagonista en una heroína capaz de perdonar, ayudar y
salvar a la misma altura que Dios. Benigna tiene un sentimiento maternal por Almudena
como se aprecia en el capítulo XXVIII: ‹‹ Sí hijo, quiéreme; pero haz cuenta de que soy
tu madre, y que vengo a cuidar de ti›› (2004; 287), pero no todos veían esa amistad
entre hombre y mujer con buenos ojos y un ejemplo de ello se observa en el capítulo
XXXV cuando Antonio le anuncia a Ponte Delgado que Nina está en prisión por
mendigar en la calle: ‹‹ […] Pero yo no supe hasta hoy que anda emparejada con un
moro ciego, y que de ahí le viene su perdición.›› (2004; 340). Sin embargo, tan
verdadero era el cariño de esta amistad que, cuando el ciego contrae la lepra, Benigna se
desvive por salvarlo, pero cuando llega a casa de doña Paca buscando ayuda, esta, de
manera ingrata, les despacha de su casa. Acto seguido, Benigna da por terminada su

4
En esta escena, se puede advertir la impunidad de los actos de violencia machista en la época, ya que
además de Benigna, Almudena también maltrata a Petra y ambas lo ven con naturalidad. Ellas no ve la
gravedad del suceso, algo normal teniendo en cuenta la época en la que se desarrolla la novela.

42
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

misión en esa familia desagradecida y vuelve a deleitarles con una enseñanza antes de
marcharse para siempre de esa casa:

—A casa le traía, sí, señora, como traje a Frasquito Ponte, por caridad... Si hubo
misericordia con el otro, ¿por qué no ha de haberla con este? ¿O es que la caridad
es una para el caballero de levita, y otra para el pobre desnudo? Yo no lo entiendo
así, yo no distingo... Por eso le traía; y si a él no le admite, será lo mismo que si a
mí no me admitiera. (2004; 360)

2.3.2.3. Crítica y finalidad


Con todo, Galdós busca con esta novela reflejar la realidad más miserable que existía en
España en ese momento, ayudándose de Benigna. La protagonista aparece, desde el
principio de la obra, como un ser superior a los demás: con sus diálogos el lector logra
conocer los debates sociales españoles que existían a finales del siglo XIX, como es el
tema de la caridad. Ella es la personificación de lo que Galdós consideraba como la
verdadera caridad y por ello es por lo que ella es la encargada de guiar por el buen
camino a los otros personajes durante toda la novela. El autor la presenta como una
santa, ya que aunque sus intenciones eran buenas, la pobre Benigna recibe un constante
maltrato por gran parte de la sociedad, aunque siempre mantiene una actitud optimista
ante las situaciones más crudas y dramáticas. Benigna es un ángel quijotesco, como ha
explicado Carolina Fernández (2011) en su estudio antes citado, ya que representaría a
esas mujeres libres, con carácter y protagonistas de su propia vida.

Asimismo, en el previo análisis de la obra de Luciano García Lorenzo (2004),


cuenta cómo los personajes de esta novela se caracterizan por el contraste entre ellos.
Se puede encontrar en los personajes de Juliana y Obdulia un contraste de
personalidades femeninas que son guiadas por la fortaleza y humanidad de Benigna.
Mientras ellas persiguen unos ideales inculcados por la educación recibida y los valores
de una religión corrompida, Benigna interpreta la religión a su manera, con optimismo y
confianza en Dios. También se diferencia de doña Paca, quien culpa a Dios de todos sus
males. Además, Nina es un ejemplo de la verdadera caridad cristiana, dado que ella
realiza las acciones como las siente, se entrega a los demás de manera desinteresada y

43
Natalia Sánchez Campos

consigue finalmente un reconocimiento religioso por su sacrificio. Es cierto que Dios ha


beneficiado a doña Paca, pero esta no sabe disfrutar de su fortuna sin Nina, mientras que
la protagonista sigue siendo mendiga y su triunfo es haber dado una lección a la
sociedad mostrándose como una persona honesta y generosa, en un sacrificio que la
lleva a la santidad, es decir, Benigna es un ser superior a los demás.

En esta obra observamos, a diferencia de Doña Perfecta, cómo el narrador


defiende a la protagonista y siempre tiene buenas palabras para hablar de ella, mientras
que todos los demás la maltratan. Además, se puede apreciar cómo Galdós describe a
casi todos los protagonistas de esta obra desde el comienzo de la obra, ya que lo que le
importa a él es ver como estos personajes van evolucionando a medida que entran en
contacto con Nina. Toda la trama gira en torno a Nina y si ella no aparece en la obra, los
demás hablan de ella. Ella es la encargada de ir forjando la novela mediante su relación
con los otros personajes, no hay una historia lineal, sino un conjunto de debates sociales
e históricos, que tienen como protagonista a una mujer equiparada a una divinidad. Sin
embargo, este reconocimiento divino no llega tempranamente, sino al final de la obra y
gracias a personajes como Ponte y Almudena, que fueron los únicos que vieron la
grandeza del alma de Benigna desde el principio. Algo que Germán Gullón explica a la
perfección en su estudio:

Los dos ancianos, el mendigo ciego y el señorito arruinado, supieron reconocer el


verdadero tesoro y el milagro. En su ceguera y en su demencia vieron,
respectivamente, la verdad iluminadora y comprendieron la grandeza de un alma
cuya hermosura es, en sí, el portento de los portentos. (Germán, G; 2005)

3. CONCLUSIONES
En los veintiún años que separan Doña Perfecta de Misericordia, se puede observar
diferentes modificaciones en su estilo literario debido a sus nuevas experiencias como
escritor. En primer lugar, una innovación de espacio, ya que cambia del ámbito rural de
Orbajosa a los lugares más pobres del Madrid de finales de siglo. Asimismo, se puede
comprobar un cambio en la clase social de los personajes, mientras que en la primera
novela se observa una protagonista perteneciente a una clase social privilegiada,
autoritaria y conservadora, en la otra obra se puede ver a una protagonista humilde y

44
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

generosa que vive en la calle y sin recursos. Estas modificaciones de espacio y clase
social se deben a la desilusión que sintió el autor a causa del fracaso político que
intentaba llevar a cabo la clase media del siglo XIX. Otra evolución que existe entre
ambas novelas se distinguiría en el papel del narrador, ya que mientras en Doña
Perfecta el narrador cuenta linealmente los sucesos que van ocurriendo, en
Misericordia el narrador se aleja de la obra y son los mismos personajes los que van
describiendo la historia. Por último, hay una clara evolución en el tratamiento del
mensaje evangélico, ya que mientras en la novela de tesis el escritor es muy crítico con
la religión, en la novela espiritualista se muestra una interpretación diferente, dado que
su mensaje religioso es más positivo.

Por tanto, son muchas las diferencias que se pueden encontrar entre ambas
novelas teniendo en cuenta la distancia temporal que las separa. Sin embargo, la que
más interesa en este estudio es la imagen de la mujer y su evolución en ambas novelas.
Basándose en los diferentes estudios y, en concreto, en los de Iris Zavala (1996) y
Victoria Galván (2005), se han observado opiniones contradictorias entre la defensa o
no defensa que expresa Galdós hacia sus personajes femeninos. Por una parte, el
escritor en Doña Perfecta presenta a una mujer fatal con la protagonista, ya que con
ella intenta reflejar la realidad que existía en España en aquella época. Doña Perfecta es
una mujer déspota, madre castradora y cristiana intolerante, una mujer hipócrita que
hace todo lo que está en sus manos para ganar la batalla entre razón y fe. Por otra parte,
el escritor en Misericordia presenta a una mujer quijotesca que se enfrenta al mundo
enfermo que la rodea para ayudar a los demás. Benigna es una mujer buena y caritativa,
una mujer que hace todo lo posible por enseñar a la sociedad del momento a ser buenas
personas, honestas y generosas. Además, Galdós, con el personaje de Benigna, rompe
con los cánones típicos de familia española que refleja doña Perfecta, ya que esta es la
encargada de decidir sobre el futuro matrimonial de su hija. Por el contrario, la
protagonista de Misericordia está soltera, no busca el amor y, además, pasea por las
calles de Madrid con su amigo Almudena, pese a la mala imagen que eso puede generar
en aquella época.

Lo cierto es que analizando las obras del novelista realista se puede contemplar
cómo, del mismo modo que sus personajes, para Galdós la vida es un camino de
aprendizaje y siempre se aprende algo nuevo. Las mujeres de sus primeras obras las
presenta en un ámbito social que las reprime, como es el caso de Rosario, y la única

45
Natalia Sánchez Campos

salida que encuentran es la locura o la muerte. Entretanto, en Misericordia se pueden


observar las dos realidades, ya que, por una parte, se encuentra Obdulia, subordinada al
poder de su madre y su cuñada, pero, por otra parte, se observa a Benigna que lucha por
alcanzar un lugar en la sociedad aunque para ello tenga que vivir en la calle. Benigna es
una heroína creada por Galdós a imagen y semejanza de Dios, es la encargada de
mostrar a los lectores el poder que tienen, tanto los hombres como las mujeres, de
conseguir un mundo mejor basado en la caridad y respeto a los demás. Por consiguiente,
es cierto que existe un cambio en Galdós respecto al tratamiento de los personajes
femeninos, así como una evolución en su pensamiento sobre las mujeres. Galdós en sus
novelas presenta un amplio abanico de personajes femeninos con diferentes
personalidades, distintos ámbitos sociales y desemejantes situaciones y espacios.

En definitiva, Galdós busca criticar con sus novelas la mala educación que
reciben las mujeres. Esa mala educación que las reduce a espacios domésticos y
maternales, así como las somete al mensaje desvirtualizado de la religión católica que
culpa a la mujer de que Adán mordiera la manzana y se extendieran todos los males por
el paraíso divino. Asimismo, otro elemento importante son los convencionalismos
sociales que las infravaloran, incluso científicamente, en comparación con el sexo
masculino. Muchos son los factores contra los que tienen que luchar las protagonistas de
Galdós, y, pese a que no lo describe directamente en sus novelas, Benigna representaría
a la mujer feminista que se enfrenta a todos persiguiendo lo que es para ella la verdadera
caridad. Por todas estas razones las mujeres de la época sentían admiración por el
escritor canario, ya que el autor contaba historias en las que ellas podían verse
reflejadas: podían sentirlas y entenderlas como propias, Galdós era el hermano que las
había inmortalizado con sus diversos nombres y sentimientos. El autor a través de sus
novelas pretende darles un lugar en la sociedad, lugar que se alcanzará mediante una
adecuada educación, que hasta el momento había sido escasa o nula.

Finalmente, Galdós en 1905 escribió un discurso elogiando a Jacinto Benavente


y destacando de él el tratamiento de sus personajes femeninos, en este discurso, como
explica W.H. Shoemaker (2005) en su estudio ‹‹ ¿Cómo era Galdós?››, reflejará lo que
representaba para el arte y para él, este género femenino que para aquel entonces era
considerado el sexo débil:

46
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

«Sin mujeres no hay arte; como que en ellas está el principio y fundamento de toda
expresión estética... Ellas son el encanto de la vida, el estímulo de las ambiciones
grandes y pequeñas; origen son y manantial de donde proceden todas las virtudes.
Debemos a la parte bella y débil de nuestro linaje los altos ejemplos de abnegación
y de heroísmo, y reservándonos los móviles del desorden moral y la
responsabilidad de todas las formas de pecado. Obra de ellas son los más gloriosos
triunfos del bien; obra nuestra las privadas desdichas y las públicas catástrofes. Es
destino ineludible de ellas amar al hombre, y éste debe consagrarles toda su
inteligencia y su corazón entero». (Galdós; 1905)

4. BIBLIOGRAFÍA
ÁLAMO FELICES, Francisco D., ‹‹ La caracterización "del personaje novelesco:
perspectivas narratológicas”››, Revista de la Asociación Española de Semiótica. 15
(2006). Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
2008;<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmccz3p7> [consulta: 20 Oct.
2017]

ARROYO DÍEZ, María C., Aspectos espaciales y visuales e las primeras novelas


contemporáneas Benito Pérez Galdós y su repercusión en la novela española actual,
Valladolid, Universidad de Valladolid, 2011; <http://uvadoc.uva.es/handle/10324/882>
[consulta: 8 Oct. 2017].

47
Natalia Sánchez Campos

AYALA, F., ‹‹Galdós entre el lector y los personajes››, Anales Galdosianos. Año V,
1970. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2006; <
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcjq1b4> [consulta: 20 Oct. 2017]

BAQUERO GOYANES, M., ‹‹Las caricaturas literarias de Galdós››, Alicante:


Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2011;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcq24h4> [consulta 8 Oct. 2017]

_____ La novela Española en la segunda mitad del siglo XIX, Historia general
de las literaturas hispánicas, ed. Vergara, Barcelona, 1998, pp.100-113.

BELTRÁN DE HEREDIA, P., ‹‹España en la muerte de Galdós››, Anales Galdosianos.


Año V, 1970. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
2006;<http://www.cervantesvirtual.com/portales/anales_galdosianos/obra/espaa-en-la-
muerte-de-galds-0/> [consulta: 12 julio 2017]

BENÍTEZ, R., La literatura española en las obras de Galdós, Murcia, Universidad de


Murcia, 1992, pp.227-253.

BOBES NAVES, M., ‹‹Retórica del personaje novelesco››. Alicante: Biblioteca virtual


Miguel de Cervantes, 2010;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc0c5f4> [consulta: 12 Oct. 2017]

CASALDUERO, J., Vida y obra de Galdós. Madrid: Gredos, 1974, pp.54-65 150-158


228-236.

DEL PADRO ESCOBAR, M., ‹‹Galdós y la educación de la mujer››, Actas del segundo
congreso internacional de estudios Galdosianos II, Cabildo Insular de Gran Canaria,
Las Palmas de Gran Canaria, 1980, pp. 165-182.

DÍAZ-DIOCARTEZ, M., Zavala, I., Breve historia feminista de la ‹‹literatura española


(en lengua castellana). I. Teoría feminista. Madrid, Anthropos, 1993, pp. 143.

EARLE, Peter G., ‹‹La interdependencia de los personajes galdosianos››, Cuadernos


Hispanoamericanos, 250-252 (Octubre 1970-enero 1971). Alicante: Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes, 2012; <
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcqf9c4> [consulta: 20 Oct. 2017]

FERNÁNDEZ CORDERO, C., ‹‹”Yo nací libre”. Marcela en Las últimas heroínas de
Benito Pérez Galdós››, Visiones y revisiones cervantinas, Actas Selectas del VII
Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas, ed. Christoph Strosetzki,
Alcalá de Henares, 2011, pp. 335-345.

FUENTES, V., ‹‹Notas sobre el realismo en “Observaciones sobre la novela


contemporánea en España”›› Anales galdosianos. Años X, 1975, Alicante: Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes, 2006;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmczg720> [consulta 16 Sep. 2017]

48
El universo femenino de Galdós en las novelas Doña Perfecta y Misericordia

GALVÁN GONZÁLEZ, V., ‹‹ La mujer angelical frente a la mujer fatal en las novelas
de Pérez Galdós››, Actas del octavo congreso internacional de estudios Galdosianos,
Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2005, pp. 388-401.

GARRIDO DOMÍNGUEZ, A., El texto narrativo, teoría de la literatura y literatura


comparada, Madrid, ed. Síntesis, S.A, 1996, pp.67-102.

GIMENO CASALDUERO, J., ‹‹La caracterización plástica del personaje en la obra de


Pérez Galdós: del tipo al individuo››, Anales galdosianos. Año VII, 1972. Alicante:
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2006; <
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc4j0t3 > [consulta: 8 Oct. 2017]

GULLÓN, R., Técnicas de Galdós. Madrid: Taurus, 1970, pp.23-56.

_____‹‹Doña Perfecta, invención y mito››, Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 250-


252, octubre 1970-enero 1971, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
2012; <http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc1r7c7> [consulta 26
Dic. 2017]

GULLÓN, G., ‹‹Misericordia: un milagro “realista”››, Alicante: Biblioteca Virtual


Miguel de Cervantes, 2005;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcqz2k9> [consulta 8 enero
2018]

HERNÁNDEZ GUERRERO, J., ‹‹Carmen Bobes Naves: el conocimiento literario y la


lectura poética››, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2014;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc2v4c5> [consulta: 8 Oct. 2017].

KOCHIWA, M., ‹‹El papel de la mujer en 10 obras del siglo X de Galdós››, Actas del
séptimo congreso internacional de estudios Galdosianos, Cabildo Insular de Gran
Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2001, pp. 400-412.

MADARIAGA, S.D., ‹‹Nota-prefacio. Anales galdosianos. Año I››, Anales


Galdosianos, 1966. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005;
<http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcfr075> [consulta 20 Oct. 2017]

MALARET, N., ‹‹Misericordia, una reflexión sobre la creación novelesca››, Anales


Galdosianos. Año XVII, 1982. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005;
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc1j9q5 [consulta 8 enero 2018]

MONTERO-PAULSON, D., ‹‹La mujer "Quijote" y la rebelde en la obra de Benito


Pérez Galdós››, Actas del tercer congreso internacional de estudios Galdosianos I,
Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1989, pp.273-302.

MONTESINOS, J., Galdós, Tomo III, Madrid: Ed. Castalia, 1968, pp.3-44 y 171-192.

PÉREZ GALDÓS, B., Doña Perfecta, ed. Cardona R, Madrid: Cátedra, 2005.

49
Natalia Sánchez Campos

_____ Misericordia, ed. García Lorenzo, L y Menéndez Onrubia, C, Madrid: Cátedra,


2004.

ROCA, E. y DEL ALCÁZAR Y MORIS, F., ‹‹ La mujer en el entorno de Galdós ››,


Actas del octavo congreso internacional de estudios Galdosianos, Cabildo Insular de
Gran Canaria, Las palmas de Gran Canaria, 2005, pp. 450-475.

RODRÍGUEZ CACHO, L., Manual de historia de la literatura española 2. Madrid:


Editorial Castalia, 2009, pp.179-199.

RUBIO CREMADES, E., Panorama crítico de la novela realista-naturalista española.


Madrid: Castalia, 2001, pp.281-352.

SANTIAGO Y MIRAS, Mª A., ‹‹El determinismo ambiental en Doña Perfecta, de


Benito Pérez Galdós››, Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad
Complutense de Madrid, 2002;
<http://www.ucm.es/info/especulo/numero22/perfect.html> [consulta 8 enero 2018]

SHOEMAKER, William, H., ‹‹ ¿Cómo era Galdós?››, Anales Galdosianos. Año VIII,
1973. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005;
<http://www.cervantesvirtual.com/obra/cmo-era-galds-0/> [consulta: 12 julio 2017]

TACCA, O., Las voces de la novela, Madrid, Gredos, 1985

TSUCHIYA, A., ‹‹ Género y feminismo en las obras Galdosianas de los años ’90: para
una nueva contextualización del debate ››, Actas del octavo congreso internacional de
estudios Galdosianos, Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria,
2005, pp. 388-401.

ZAVALA, Iris M., Breve historia feminista literatura Española vol. 3: La mujer en la


literatura española (Del s. XVIII a la actualidad), Barcelona: Anthropos, 1996, pp.11-
48.

_____ Romanticismo y realismo. Barcelona: Critica, 1982, pp.463-558.

50

También podría gustarte