N.san Antonio 2020
N.san Antonio 2020
N.san Antonio 2020
Orden
Franciscana
NOVENA EN HONOR A
SAN ANTONIO DE PADUA
PresentaciÓn
Paz y Bien, hermanos y hermanas:
Pocos santos han sido tan populares en los últimos ocho siglos
como él. Nació en Lisboa a finales del siglo doce, hacia 1195. Su
vida va inseparablemente unida a los orígenes de aquel
movimiento sorprendente y maravilloso que suscitó san Francisco
de Asís con sus primeros discípulos.
Oración: ¡Oh, llama de amor hacia Dios y el prójimo, San Antonio! Compadécete de nuestra
frialdad en el servicio de Dios y de nuestros hermanos, y alcánzanos la virtud de la caridad,
con la cual podamos lograr todos los bienes temporales y eternos. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Observa que en esta primera parte del Evangelio se destacan de manera notable cinco
mandatos: tener misericordia, no juzgar, no condenar, perdonar y dar.Se llama
misericordioso aquel, que se compadece de la miseria ajena. Esta compasión es llamada
“misericordia”, porque hace el “corazón mísero” (en latín, misericordia, míserum cor),
sufriendo por la miseria ajena. En cambio, en Dios existe la misericordia “sin la miseria del
corazón”. En efecto, la misericordia de Dios se dice “conmiseración”, como si dijera “acción
de misericordia”.En este sentido dice el Señor: “¡Sean misericordiosos!”.
Y observa que, como es triple la misericordia del Padre celestial hacia ti, así triple ha de ser
tu misericordia hacia el prójimo. La misericordia del Padre es “graciosa, espaciosa y
preciosa”. Graciosa, porque purifica de los vicios. Dice el Eclesiástico: “Llena de gracia es la
misericordia de Dios en el momento de la tribulación, como las nubes de lluvia en tiempo de
sequía” (Ecl 35, 26).
Dice Ana en el libro de Tobías: “Todo aquel que te honra, tiene la certeza que, si su vida fue
puesta a prueba, será coronado; si pasó a través de las tribulaciones, será liberado; si fue
perseguido, le será concedido entrar en tu misericordia” (Tob 3, 21).
6. Responsorio
Si buscas milagros, mira:
Muerte y error desterrados,
miseria y demonio huidos,
leprosos y enfermos sanos.
El peligro se retira,
los pobres van remediados;
cuéntenlo los socorridos,
díganlo los paduanos.
Gloria al Padre,
Gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
7. Oración final: Haz ¡oh, Señor! que la intercesión de tu confesor y doctor San
Antonio de Padua llene de alegría a tu Iglesia, para que siempre sea protegida
con los auxilios espirituales y merezca alcanzar los eternos goces. Por Cristo
Nuestro Señor. Amén.7. Todos: Que el Señor nos bendiga (m), nos guarde y nos
lleve a la vida eterna. Amén.
DÍA SEGUNDO: TEMA: EL GOZO ESPIRITUAL
Observa también que en el nombre “PAX” hay tres letras y una sola sílaba.
Todo ello simboliza la Unidad y la Trinidad de Dios. En la letra P está señalado
el Padre; en la letra A, que es la primera vocal, está señalado el Hijo, que es la
voz del Padre; y en la X, de doble consonante, está indicado el Espíritu Santo,
que procede del Padre y del Hijo. Al decir: “¡Paz a ustedes!”, Jesús nos
recomendó la fe en la Unidad y en la Trinidad.
Oración: ¡Oh, humilde y paciente servidor del Altísimo, San Antonio! Consíguenos por tus
ruegos la humildad y la paciencia que necesitamos para cargar diariamente la cruz de
nuestras propias obligaciones, humildad y paciencia que nos hagan más fieles seguidores de
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El que no tiene esta estrella, “está ciego y tantea con la mano” (2 Pe 1, 9), su barco se hace
pedazos por la tempestad y él mismo se hunde entre los oleajes.Se lee en el Éxodo que “el
Señor, desde la columna de fuego y de nube, observó los campamentos egipcios, destruyó su
ejército y anuló las ruedas de sus carros de guerra, que se hundieron en lo profundo. En
cambio, los hijos de Israel caminaron a través del cauce seco del mar, y sus aguas eran para
ellos como murallas a la derecha y a la izquierda” (14, 2425 y 29).
Los egipcios, oscurecidos por la nube tenebrosa, son figuras de los ricos y poderosos de este
mundo, cubiertos por las tinieblas de la soberbia, a los que el Señor matará; y anulará las
ruedas de sus carros, o sea, sus dignidades y su gloria, que giran durante las cuatro
estaciones del año; y los hundirá en lo profundo del infierno.
En cambio, los hijos de Israel, iluminados por el esplendor del fuego, representan a los
penitentes y a los pobres en el espíritu, iluminados por el esplendor de la humildad. Ellos, a
pie enjuto, cruzan por el mar de este mundo, cuyas aguas, o sea, los oleajes de amargura, son
para ellos murallas que los defienden y los protegen a la derecha de la prosperidad y a la
izquierda de las adversidades, paraque el favor de la gente no los exalte y las tentaciones de
la carne no los depriman.
“Dice el proverbio: “Enseña al niño el camino que debe seguir: aun cuando sea viejo, no se
apartará de él” (Prov 22, 6). Únicamente los humildes, que aprietan los labios rehusando el
amor a las cosas temporales, absorben como la leche las inundaciones del mar.¡Oh estrella
del mar! ¡Oh humildad del corazón, que conviertes el mar amargo y tempestuoso en leche
dulce y sabrosa! ¡Qué dulce es la amargura para el humilde! ¡Qué leve es el sufrimiento,
soportado por el nombre de Jesús! Fueron dulces a Esteban las piedras, la parrilla a Lorenzo,
los carbones encendidos a Vicente: por Jesús chuparon como leche las inundaciones del
mar.”
Oración: ¡Oh, generoso abogado de los pobres, San Antonio! Haz que nos
enamoremos de la virtud de la entereza o ecuanimidad para alcanzar de Dios
mayores gracias y mercedes y llegar a la eterna felicidad. Por Cristo nuestro
Señor. Amen...
“El Cordero inocente, que tomó sobre sí los pecados del mundo (Jn 1, 29), “que no
cometió pecado ni se halló engaño en su boca” (1 Pe 2, 22), “que asumió el pecado
de muchos y oró por los transgresores” (ls 53, 12), con razón puede decir:
“¿Quién de ustedes me podrá acusar o redargüir de pecado?”.
Por cierto, ninguno. ¿Quién se atreverá a acusar de pecado a aquel que vino a
perdonar los pecados y a dar la vida eterna? Por eso hoy el Apóstol, en la
epístola a los hebreos, dice:“Cristo, estando ya presente como sumo pontífice de
los bienes futuros” (Hb 9, 11). “Estando presente” es lo mismo que “ayudante” u
“obediente”. Cristo estaba presente, o sea, nos ayudaba. Dice el Profeta: “Ayuda
al pobre en su miseria” (Salm 106, 41).
Cristo es llamado “pontífice de los bienes futuros”. Pontífice significa que “hace
de puente” y “que es camino para los que le siguen”.
Habla como un buen pastor aquel que, cuando lleva el rebaño al pastoreo y lo
trae de vuelta, a los corderos pequeños, que no pueden caminar, los toma en
brazos y los pone junto a su corazón; igualmente, él mismo lleva a las ovejas
grávidas y a las fatigadas. El término latino feta a veces significa grávida, y
otras veces parida.Así Jesucristo nos apacienta cada día con las doctrinas
evangélicas y los sacramentos de la Iglesia y, con su brazo extendido en la cruz,
nos reunió.
Dice Juan: “Para reunir juntos a los hijos de Dios que se hallaban dispersos” (11,
52). “Y los llevará junto a su corazón”, o sea, nos llevará en el seno de su
misericordia, como la madre con el hijo. Él mismo lo dijo en Oseas: “Yo hice de
nodriza a Efraím, y los llevé en mis brazos” (11, 3). Él nos alimenta con su
sangre, como si fuera leche.
Yo, Palabra del Padre, les digo que por un solo pecador que hace penitencia y
recupera la inocencia, hay gran gozo en el cielo. De ese gozo habla el Señor en
el mismo capítulo del Evangelio: “De prisa, traigan el vestido más primoroso y
revístanlo; pónganle al dedo el anillo y sandalias a los pies. Hay que
banquetear y alegrarse, porque este mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida,
estaba perdido y ha sido encontrado” (Lc 15, 22 y 32).
La pasión de Cristo
“Se lee en Juan: “Entonces tomó Pilato a Jesús y lo azotó” (19, 1). Dice Isaías:
“Cuando pase el turbión del azote, serán por él pisoteados; y cada vez que pase,
los arrebatará” (28, 18~19). Para que este flagelo, en el cual se indican la muerte
eterna y la potencia del diablo, no nos golpeara, el Dios de todos, el Hijo de Dios,
fue atado a la columna como malhechor y cruelísimamente azotado, tanto que
la sangre brotaba de toda parte del cuerpo.
Pero, ¡ay de mí! Poncio Pilato azota de nuevo a Jesucristo. Poncio se interpreta
“descarriado”, y Pilato “martillador”, o también “el que golpea con la boca”, y
simboliza a aquel que se desvía de los buenos propósitos y, pese a la promesa,
vuelve al vómito. Ese hombre con su boca blasfema y con el martillo de la
lengua golpea y azota a Cristo en sus miembros. Después de haberse alejado
con Satán de la presencia del Señor, desacredita a la orden religiosa, diciendo
de un miembro que es soberbio y acusa al otro de gula; y, para aparecer él
mismo inocente, juzga a los demás culpables. Así con la infamia de muchos
puede disfrazar su maldad.”
Oración: ¡Oh, árbol frondoso de virtudes, San Antonio! Intercede para que seamos
sarmientos fuertemente unidos a la Vid, Nuestro Señor Jesucristo, para que demos dignos
frutos del Espíritu Santo, dignos frutos de conversión, a fin de que agrademos a Dios Nuestro
Señor con nuestra vivencia del Evangelio y podamos llegar a gozar de Él, contigo y con todos
los santos y elegidos en la gloria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen...
4:Apartes de la Carta apostólica "EXULTA, LUSITANIA FELIX", del Papa PíoXII, en la que se
declara a San Antonio de Padua Doctor de la Iglesia…
Pío XII, para perpetua memoria.Alégrate, ¡oh feliz Lusitania!; regocíjate, ¡oh Padua!, porque
la tierra y el cielo os deben a vosotros un hombre tal que, a manera de astro luminoso, no
menos claro por la santidad de la vida y por la insigne fama de los milagros que por el
esplendor de la doctrina, iluminó y sigue iluminando a todo el universo.
Antonio, nacido en Lisboa, capital de Portugal, de padres cristianos, (…) todavía jovencito,
habiendo vestido el hábito monástico entre los canónigos regulares de San Agustín, durante
once años se dedicó con el mayor empeño a enriquecer su alma con las virtudes religiosas y
su mente con la sana doctrina. Elevado después a la dignidad sacerdotal por gracia del cielo,
mientras que va aspirando a una vida más perfecta, los cinco protomártires franciscanos de
las misiones de Marruecos consagran con su sangre los principios de la religión seráfica, y
Antonio, lleno de entusiasmo ante tan glorioso triunfo de la fe cristiana, sintiéndose
inflamado de un vivísimo deseo del martirio, vestido el hábito franciscano, se dirigió gozoso
con una nave a Marruecos y llegó felizmente a las playas africanas. Víctima, sin embargo,
poco después, de una grave enfermedad, se vio obligado a subir otra vez a la nave para volver
a la patria.
Con placer pudo ver y conocer al Seráfico Padre San Francisco, cuyo dulcísimo aspecto le
llenó de consuelo y le hizo arder con nuevo ardor seráfico. Habiéndose más tarde esparcido
en derredor la fama de la celestial doctrina de Antonio, el mismo Seráfico Patriarca,
llegando a conocerlo, le dio el oficio de enseñar la Teología a sus frailes, mandándole aquella
suavísima carta: "A fray Antonio, mi Obispo, fray Francisco le desea salud. Me agrada que
enseñes a los frailes la sagrada Teología, con tal que no se extinga ni entibie en ellos el
espíritu de la santa oración y devoción como en la Regla se prescribe. Adiós."
Antonio cumplió fielmente el oficio del magisterio, y así debe ser tenido como el primer
Lector o Maestro de la Orden Franciscana.Los autores contemporáneos dan fe de la mucha
luz que ha brillado en la doctrina de Antonio, juntamente con la predicación de la palabra
divina, y con ellos losautores más recientes, que unánimemente celebran con altísimas
alabanzas su sabiduría y exaltan hasta el cielo su robusta elocuencia.
Quien recorre atentamente los sermones del paduano en seguida descubre en él
al peritísimo exégeta en la interpretación de las Sagradas Escrituras y al
eximio teólogo en la definición de las verdades dogmáticas, lo mismo que al
insigne doctor y maestro en el tratar las cuestiones de ascética y de mística;
cosas todas que, como tesoro del arte divino de la palabra, pueden prestar no
poca ayuda, especialmente a los predicadores del Evangelio, que forman como
una rica mina de la que los oradores sagrados pueden extraer las pruebas, los
argumentos oportunos para defender la verdad, para impugnar los errores,
para combatir las herejías y para volver a llamar a los errantes al recto
camino.
Por eso, habiéndose pedido y obtenido por separado, e impreso luego, el voto de
cada uno de los miembros de la comisión, no faltaba más que interrogar a los
miembros de la misma Sagrada Congregación si supuestas las tres condiciones
que nuestro predecesor, de feliz memoria, Benedicto XIV, requiere en el doctor
de la Iglesia santa, es decir, insigne santidad, evidente doctrina y declaración
pontificia, juzgaba que se podía proceder a declarar a San Antonio doctor de la
Iglesia universal.
Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el día 10 de enero,
fiesta de los Protomártires Franciscanos, el año 1946, VII de nuestro
Pontificado.