Investigación II - Protocolo de Investigación PDF
Investigación II - Protocolo de Investigación PDF
Investigación II - Protocolo de Investigación PDF
Palabras clave:
Abstract:
Si alguna actividad humana ha sido testigo de nuestra evolución como especie, claramente la
música se alza como una de las mayores candidatas. La música ha acompañado a la
humanidad por siglos y ha evolucionado con ella siendo reflejo de nuestras sociedades,
nuestras costumbres, e incluso de nuestra tecnología. Y no solo es parte integral de nuestra
historia, sino que lo es también de nuestra vida cotidiana. Pero una característica fundamental
y muy particular de la música, es que, a pesar de su fuerte y constante presencia en la vida
humana, esta resulta totalmente distinta para cada persona.
1
Para más información: Byrne, David. Cómo funciona la música. Trad. Marc Vialplana. México D.F: Sexto Piso, 2014.
2
Tipa, Juris. ‘’El consumo de música, los gustos y procesos identitarios’’. Apreciaciones socioculturales de la música.
Alan Edmundo Granados Sevilla y José Hernández Prado (coord.). Ciudad de México: Universidad Autónoma
Metropolitana, 2016. pp. 251-260
1
embargo, el mismo Tipa nos señala más adelante, basado en el estudio que realizó a
estudiantes de la Universidad Intercultural de Chiapas, que las personas sí toman en cuenta
cuestiones como el idioma o “la transmisión de emociones” para decidir qué tan profundo se
vuelve su gusto por una obra musical.3
3
Tipa, Juris. ‘’El consumo de música, los gustos y procesos identitarios’’. Apreciaciones socioculturales de la música.
Alan Edmundo Granados Sevilla y José Hernández Prado (coord.). Ciudad de México: Universidad Autónoma
Metropolitana, 2016. pp. 259-260
4
Zamacois, Joaquín. Textos de estética y de historia de la música. Barcelona: Idea Books, 2003. pp. 13-15. Si bien no se
menciona lo que dice Zamacois, él identifica una división en las formas en las que escuchamos la música muy similar a la
de Copland siendo estas la hedonista, la espiritualista, y la intelectualista que se corresponden a los planos de Copland.
5
Copland, Aaron. Cómo escuchamos la música. Trad. Jesús Bal y Gay. México: FCE, 1994. pp. 29-35
2
de estudio.6 Y este interés parece tener un mismo objetivo: acercar a personas no dedicadas
a la música hacia un mejor goce de este arte.
6
Stokowski, Leopold. Music for all of us. New York: Simon and Schuster, 1943. Este es un libro claramente dedicado a
la apreciación de la música y tiene la misma estructura que la del texto de Copland.
7
Machado de Castro, Pedro. Fundamentos de apreciación musical. Madrid: Playor, 1993. pp. 11-12
8
S.n. “apreciar”. Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Web. 28 may. 2020,
https://dle.rae.es/apreciar#1PVurMy.
9
Copland, Aaron. Cómo escuchamos la música. Trad. Jesús Bal y Gay. México: FCE, 1994. p. 35
3
Vale la pena cuestionar por este lado los lugares de alcance de la apreciación musical.
La apreciación de la música resulta muy útil al hablar de música académica dado que nuestra
sociedad actual parece tener patrones sociales de comportamiento distintitos a las
concepciones bajo las que se rigen los conciertos y espacios de la música académica hoy en
día. Y este choque parece haber surgido ya hace algunas décadas atrás. Las razones de esto
la podemos encontrar claramente comentadas por el músico y escritor David Byrne en torno
a un artículo escrito por el crítico Axel Ross para The New Yorker en 2008:
Con la música clásica, no solo cambiaron las salas, sino también el comportamiento del
público. Hacia 1900, según el crítico musical Alex Ross, al público de música clásica ya no
se le permitía gritar, comer o charlar durante una interpretación. Se suponía que había que
estar sentado inmóvil y escuchar con atención y embelesamiento. Ross insinúa que eso era
una manera de apartar al populacho de las nuevas salas de conciertos y de ópera. (Supongo
que se asumía que las clases bajas eran por naturaleza bullangueras). Música que en muchos
casos había estado abierta a todos se convirtió en privilegio de la élite. Hoy día, un teléfono
móvil que suena entre el público o una persona susurrando algo al vecino durante un
concierto de música clásica, podrían causar que se suspendiera momentáneamente la
función.10
Y parece ser que este cambio en los espacios de música académica distanció poco a poco al
público de tal manera que para muchas personas hoy en día esta música les no les es muy
frecuente y sus elementos pueden parecerles de carácter sofisticado así como sus espacios.
Dicho esto, no sorprende que los mismos músicos académicos como Copland y Stokowski,
hayan buscado acercar de nuevo al público hacia esta música identificando a la apreciación
musical como un medio efectivo para lograr este objetivo. Sin embargo, la apreciación
musical bien puede funcionar hacia la música popular que, si bien se desarrolla en parámetros
bastante distintos, contiene elementos básicos tanto en su música como en su historia que son
parte de la herencia histórica de la música académica.
10
Byrne, David. Cómo funciona la música. Trad. Marc Vialplana. México D.F: Sexto Piso, 2014. pp. 25-26
4
El Problema:
Hipótesis:
Objetivos:
Dentro de los objetivos de esta investigación encontramos dos objetivos principales y dos
objetivos secundarios. Cabe señalar que estos objetivos secundarios estarían enfocados a
resultados que no necesariamente tienen relación directa con esta investigación pero que sí
pueden surgir de aplicaciones posteriores de lo que se concluya aquí. Como objetivos
principales se buscará:
Metodología:
Para esta investigación se tomarán como fuentes principales tanto el texto Como escuchar la
música de Aaron Copland como el capítulo escrito por Juris Tipa en Apreciaciones
Socioculturales de la Música además de la argumentación propia. El texto de Copland resulta
de suma importancia no solo por los conceptos que establece, si no por los contenidos en
torno a aquellos elementos que se necesita para fomentar la apreciación musical, que él llama
el plano puramente musical, y analizar si estos contenidos pueden funcionar de manera global
no solo en la música académica, para aumentar el interés del oyente. Y el texto de Tipia
resulta indispensable ya que no basta con entender la apreciación musical únicamente, si no
que en primer lugar tenemos que entender la realidad social que envuelve al consumo de
música en términos de identidad y si la apreciación si quiera pudiera ser efectiva para los
fines tanto de Copland, como los de la presente investigación en el contexto actual real de
nuestra sociedad.
Marco Teórico:
6
Cronograma
Septiembre de 2020:
Octubre de 2020:
Marzo-Abril 2020:
Mayo:
Bibliografía:
Citada:
1. Byrne, David. Cómo funciona la música. Trad. Marc Vialplana. México D.F: Sexto
Piso, 2014. pp. 15-39
2. Tipa, Juris. ‘’El consumo de música, los gustos y procesos identitarios’’.
Apreciaciones socioculturales de la música. Alan Edmundo Granados Sevilla y José
Hernández Prado (coord.). Ciudad de México: Universidad Autónoma
Metropolitana, 2016. pp. 249-269
7
3. Zamacois, Joaquín. Textos de estética y de historia de la música. Barcelona: Idea
Books, 2003.
4. Copland, Aaron. Cómo escuchamos la música. Trad. Jesús Bal y Gay. México:
FCE, 1994.
5. Stokowski, Leopold. Music for all of us. New York: Simon and Schuster, 1943.
6. Machado de Castro, Pedro. Fundamentos de apreciación musical. Madrid: Playor,
1993. pp. 11-12
7. S.n. “apreciar”. Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Web.
28 may. 2020, https://dle.rae.es/apreciar#1PVurMy.
Consultada:
1. Brennan, Juan Arturo. Cómo acercarse a la música. Querétaro: Plaza Janés, 1988.
2. Kant, Immanuel. Crítica del juicio. Madrid: Tecnos, 2011.
3. Tanner, Michael, and Malcolm Budd. “Understanding Music.” Proceedings of the
Aristotelian Society, Supplementary Volumes, vol. 59, 1985, pp. 215–248. JSTOR.
27 May. 2020, www.jstor.org/stable/4106755.
4. Samper Rodríguez, Rosario. “La apreciación musical y la formación del oyente”.
Revista de la Lista Europea de Música en la Educación (LEEME). No. 11 May.
2003. Web, https://ojs.uv.es/index.php/LEEME/article/view/9743
8
9