Los Tratados Internacionales de Los Derechos Humanos de La Niñez y de Las Mujeres PDF
Los Tratados Internacionales de Los Derechos Humanos de La Niñez y de Las Mujeres PDF
Los Tratados Internacionales de Los Derechos Humanos de La Niñez y de Las Mujeres PDF
1
Rodríguez y Rodríguez, J., comp., Instrumentos internacionales sobre derechos humanos II,
ONU-OEA/CNDH, México, 1998, p. 496.
2
www.sre.gob.mx
30 Dilcya García
Tras casi diez años de haber firmado la CDN, tuvo lugar la reforma del artícu-
lo 4o. constitucional, en que se eleva al texto de la Carta Magna el concepto
del interés superior de la infancia,3 reconociendo a niñas y niños como sujetos
de derecho y no como objetos de protección. Dicha reforma dio lugar a la
3
El llamado interés superior de la infancia es un principio que determina que los adultos –entre los
cuales se encuentran familiares, profesores, autoridades, etcétera– deben proporcionar
a los niños y a las niñas el escenario idóneo para que puedan ejercer todos sus derechos de
manera óptima.
Los tratados internacionales de derechos humanos de la niñez y de las mujeres 31
4
Derechos establecidos por la CDN y la CEDAW, que no limita a las mujeres adultas los
derechos consagrados en ella, puesto que incluye a toda persona del género femenino,
independientemente de su edad u otras características individuales.
5
Que pueden ser progenitores quienes se encargan de ellas o ellos, familia extendida o el
Estado.
32 Dilcya García
6
Acosta Vargas, G.L., La Convención sobre Todas las Formas de Discriminación Contra la
Mujer y la Convención sobre los Derechos de la Niñez. Derechos Humanos Constructores
de Ciudadanía y Democracia, Serie Documentos de Trabajo 5, UNICEF, México, 2001,
pp. 1 y 2.
7
En virtud de los problemas sociales ocasionados por la segregación y la discriminación
racial que sufrían las minorías étnicas y los migrantes en Estados Unidos, habría que
analizar si este modelo de “protección” de niñas y niños en supuestas situaciones de riesgo
no obedecía en realidad a buscar una solución preventiva para recluir desde a la infancia
a personas, que de acuerdo con los prejuicios étnicos del sistema norteamericano, serían
“elementos antisociales” cuando llegaran a la edad adulta. Dos hechos apoyan esta tesis: el
Los tratados internacionales de derechos humanos de la niñez y de las mujeres 33
De acuerdo con el Dr. Emilio García Méndez, los peores crímenes y violaciones
a los derechos de la infancia se han hecho en nombre de la protección. A pesar
de que cada ley tutelar se ha creado de manera independiente, se encuentran
ligadas por la misma doctrina, lo cual las hace sumamente parecidas.
Cabe aclarar que en realidad la división y denominación del modelo
tutelar y del de protección integral de los derechos de la niñez, es una
creación doctrinal del Dr. García Méndez y la Dra. Mary Beloff,8 quienes a
raíz de la adopción de la CDN por las Naciones Unidas, han estudiado pro-
fundamente los orígenes, teorías y procedimientos de la institucionalización
de niñas y niños en la llamada situación irregular, diferenciándola con un
modelo de responsabilidad penal juvenil fundamentado en la CDN.9 Según
estos dos científicos del derecho, las características del modelo de la
situación irregular son las siguientes:
11
Dichos términos son utilizados con frecuencia en el lenguaje del modelo tutelar.
Los tratados internacionales de derechos humanos de la niñez y de las mujeres 35
12
Estado de interdicción, capacidad disminuida.
38 Dilcya García
13
Este es el nombre oficial de la CDN en idioma español, aunque en muchos documentos
aparece como Convención sobre los Derechos de la Niñez, o Convención sobre los Derechos
de la Infancia, para el efecto de proporcionar a la denominación de este tratado perspectiva
de género.
Los tratados internacionales de derechos humanos de la niñez y de las mujeres 39
explicado más adelante-, en el cual las niñas y niños son reconocidos como
ciudadanos con los mismos derechos que los adultos, y un universo de dere-
chos adicional por ser personas en desarrollo, y por lo tanto –aunque de
manera diferente a las y los adultos- se encuentran vinculados con sus
actos, a los cuales deben responder si éstos son delitos o faltas –sin per-
der de vista que se encuentran en una etapa inconclusa de desarrollo-, sin
que ello signifique la violación de sus derechos.
Según Gimol Pinto14, las características principales del modelo de pro-
tección integral de los derechos de la infancia son las siguientes:
14
Pinto, G., Recepción de la Convención sobre los Derechos de la Niñez en el Sistema Normativo
Mexicano. Diagnóstico Jurídico y propuestas para su adecuación sustancial . Serie
Documentos de Trabajo, núm. 1, UNICEF, México, 2000, pp. 2 y 3.
40 Dilcya García
15
Esta situación fue motivo de una Tercera Recomendación emitida por la Comisión Nacional
de Derechos Humanos el pasado del 2002, dirigida a las autoridades competentes de la
materia. Sin restar la gran trascendencia que encierra su emisión, cabe hacer la aclaración
que, incluso dicha recomendación no se encuentra elaborada con una clara perspectiva de
género.
Los tratados internacionales de derechos humanos de la niñez y de las mujeres 47
Esto desde luego tiene una razón cultural, sociológica y política que no
trataremos en este documento; sin embargo se menciona dado que refle-
ja la misma problemática que viven las niñas y adolescentes en conflicto
con las leyes penales, quienes incluso podrían encontrarse en una situación
de discriminación aún mayor que la de los niños y adolescentes varones,
toda vez que las leyes tutelares, las autoridades y los propios centros de
tratamiento no tienen una perspectiva de equidad y género. Por tanto, las
medidas que se tomen en esta materia pueden no incluir a niñas y adoles-
centes de manera directa, como se hace con los niños, propiciando así una
situación discriminatoria. Ellas tienen cuatro características que las ha-
cen ser discriminadas:
• Ser mujeres.
• Ser pobres.
• Haber realizado un acto que puede haber constituido un delito.
• No haber cumplido aún 18 años.
cónyuges o concubinas (lo cual ocurre también con los adolescentes varo-
nes). Estos son supuestos que estas leyes usualmente no regulan, así como
la exigencia de que los funcionarios otorguen un trato digno a las y los
adolescentes en conflicto con las leyes penales, a quienes deberá
proporcionarse, en su caso, una educación desde el respeto por las y los
demás, por la sociedad plural y con una perspectiva de equidad de género.
Tal omisión de las leyes tutelares constituye una violación a la CEDAW
en sus artículos 1, 2 inciso g), 3, 5 inciso a), 15.1 y demás, relativos a las
obligaciones de los Estados Partes a combatir la violencia hacia las muje-
res cuando se da entre las propias autoridades gubernamentales; a refor-
mar, legislar y emitir todo tipo de políticas para que las mujeres ejerciten
plenamente sus derechos; a crear y modificar la legislación penal estadual
para tales efectos, para respetar la igualdad ante la ley de hombres y
mujeres, y para fomentar la educación y la erradicación de patrones cultu-
rales prejuiciosos que cimienten en las generaciones la supremacía de al-
gún sexo. Asimismo se viola la Convención de Belem Do Pará en sus artículos
1, 2, 4 incisos c), d), f) y g), 6 inciso a), 7 incisos a), c) y e) y 9 entre otros,
mismos que recogen los principios antecitados.
Como conclusión podemos afirmar que el legislador debe crear pre-
ceptos que incluyan y protejan los derechos de la infancia y los derechos
de las mujeres (de todas las edades), en cumplimiento con los tratados
internacionales a que México se encuentra obligado, así como con los pre-
ceptos constitucionales. Las autoridades administrativas, siguiendo su pro-
pia naturaleza, deben crear las políticas públicas adecuadas (desde el
modelo de protección integral y la perspectiva de género) para que las
leyes sean eficaces. El poder judicial debe dirimir los conflictos relacio-
nados con adolescentes en conflicto con las leyes penales mediante autorida-
des –y leyes- que sean exclusivamente para la infancia, razón por la cual deberán
estar preparados en todos los ámbitos para tales efectos. De otro modo, las
legislaciones no permitirán una práctica adecuada al cumplimiento de los de-
rechos de la niñez, llegando al extremo de cometer agravios contra niñas,
niños y adolescentes en cumplimiento estricto de la propia ley.