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ESTUDIO DE LA CARTA DE TIAGO

El Rev. Joseph Klaus

INTRODUCCIÓN

La Carta de Santiago (a menudo referida simplemente como Santiago)

es una de las epístolas generales del Nuevo Testamento de la Biblia.

James el Justo (en hebreo: ‫ ;יעקב‬en griego: Iάκωβος), asesinado en el

62 d.C., también conocido como James de Jerusalén, James Adelphus (de
James Adelphoteos), o aún James el hermano del Señor

Estas, así como las siguientes letras, son llamadas "Katholikai" por los
antiguos maestros griegos, que significa "Universal". Esto se debe a que estas
cartas no están dirigidas a ninguna iglesia en particular, como los romanos, los
efesios, los gálatas, etc., ni a ninguna persona en particular, como Tito o
Filemón. Estas cartas están dirigidas a todos los creyentes, especialmente a
los judíos, con la excepción de la segunda y tercera carta de Juan, que están
dirigidas a una persona.

En la Biblia, encontramos el nombre de James más de una vez. ¿Qué

James escribió ahora esta carta?

Algunos maestros del griego antiguo creían que esta carta era el fruto
de la pluma de James llamada Justus y también llamada Oblias. Fue uno de los
setenta discípulos de Jesús, que se dice fue nombrado por los apóstoles como
anciano de la congregación en Jerusalén.
 Pero la mayoría de los libros griegos son etiquetados "del apóstol", y no
es muy obvio que uno de los setenta discípulos se apropió del título de apóstol
mientras los apóstoles reales aún vivían.

Entre los doce apóstoles había dos Santiago: Santiago, hijo de

Zebedeo, hermano de Juan, y Santiago, hijo de Alfeo.

El primer James fue asesinado por el rey Herodes.

Y mató a James, el hermano de Juan, con la espada. - Mano. 12: 2 -

El segundo James también fue llamado "el pequeño" (traducción

antigua) o "el nuevo" (traducción nueva).

También había mujeres observando desde lejos, incluyendo a María

Magdalena y María, la madre de James, el más joven, y de José y Salomé.
Marc. 15:40 - El

Según Santiago también fue llamado "hermano del Señor" (Marcos

15:40), que significa "primo", porque es hijo de la hermana de la madre del
Señor, esposa de Alfeo. Este fue también James, que habló principalmente en
la reunión de la iglesia en Jerusalén.

Una de esas dos tías debe haber escrito esta carta. Es muy improbable
que el primero sea el escritor, porque fue asesinado justo antes de que los
apóstoles empezaran a escribir.

El apóstol Santiago escribe esta carta a los judíos y creyentes

dispersos, seguidores de Cristo.

El propósito principal de esta carta es doble:

Primero, consuelo y fortalecimiento contra las tribulaciones y

persecuciones; y segundo, una advertencia para añadir una vida cristiana y
piadosa a la confesión de la fe. De hecho, algunos de ellos comenzaron a
desaparecer a través de la tribulación, mientras que otros no experimentaron
sinceramente la fe cristiana.
 Destinatarios

La carta está dirigida a los cristianos (Santiago 2: 1, 5: 7) de origen judío

en la diáspora (Santiago 1: 1).

Autor

El nombre del escritor es James, un siervo de Dios y del Señor

Jesucristo. Porque no se le llama apóstol, según la tradición, el justo era el
hermano de Jesús. Los comentaristas conservadores ven pruebas internas y
externas de esto.

Los teólogos históricamente críticos mantienen la carta de James para

la escritura pseudo-digital tardía porque, en su opinión, el griego es demasiado
elegante para un judío y porque tienen la posición de maestro para un mayor
desarrollo.

Si la carta de Santiago escrita por Santiago es la justa, la carta por la

muerte reportada por Tácito y Eusebio de Cesarea debe haberse originado en
el año 62. Algunos comentaristas ven la carta como uno de los documentos
más antiguos del Nuevo Testamento, creado durante el concilio de los
apóstoles, porque los gentiles no se mencionan. Otros datan la carta alrededor
de 60 años.

La mayoría de los teólogos que ven la carta de James como un

seudónimo, la fechan alrededor del 125.

Índice

El libro trata principalmente sobre la ética, es decir, sobre cómo vivir,

sobre lo que es bueno y lo que es malo.
 El tema principal del libro es: hacer el trabajo de la vida cristiana. El
escritor tiene muy claro que no se puede ser cristiano si no se trata bien al
prójimo.

1: 1 Saludo

1: 2-18 Custodia en la tentación

1: 29-27 El autor de la Palabra, no sólo el oyente

2: 1-13 El pecado del prejuicio

2: 14-26 Fe y obras

3: 1-12 pecados de la lengua

3: 13-18 La sabiduría de arriba y abajo

4: 1-10 La amistad con el mundo es la enemistad con Dios

4: 11-17 La humildad, el pecado del honor

5: 1-6 Juzgando a los ricos

5: 7-11 El paciente sufre

5:12 No jures

5: 13-18 Oración por los enfermos, poder de intercesión

Versículos 19-20 El regreso del pecador de su desviación de la

Capítulo 1

Autor. Lectores. Saludo

El propósito de la tentación
 oyentes y profesionales

Capítulo 2

medios de la persona

Fe Muerte

Capítulo 3

Los pecados de la lengua

la sabiduría celestial

Capítulo 4

La pasión y el mundo del amor

Calumnia

Capítulo 5

El peligro de la riqueza

paciencia en el sufrimiento

el juramento

La intercesión

Las reglas que lees en este libro son muy similares a las de otros libros
judíos y cristianos de la misma época. También se ven todo tipo de temas que
también eran de interés para los filósofos griegos y romanos de la época. Esto
no es sorprendente porque, al igual que ahora, los cristianos y los no cristianos
a menudo se preocupaban por los mismos problemas sociales. El escritor dice
que los cristianos no sólo deben hablar de una buena vida, sino que deben
hacerlo. Sabe que ser cristiano es muy radical para su vida.

Significado

La carta de Santiago está predominantemente orientada ("La fe sin

obras está muerta"). Se dirige a los cristianos judíos que conocen la doctrina
pero necesitan ayuda en la vida diaria.

La carta de James fue a menudo rechazada (por ejemplo, por Martín

Lutero, con su censura de una carta de paja) como un santo del trabajo. Sin
embargo, esta desaprobación no es válida ni bien fundada, pues Santiago
habla constantemente de la fe, no menos que en las epístolas de Pablo:
cuando Pablo dice en Rom 3:28 o Gál 2:16 que nadie es justificado por las
obras, y Santiago aparentemente aquí al contrario, hay que recordar que los
dos autores hablan desde ángulos diferentes de la justificación del pecador
ante Dios. Pablo hace hincapié en la gracia inmerecida, que el hombre nunca
puede reclamar por sus propios esfuerzos, mientras que Santiago habla del
estilo de vida cristiano (santificación), que es un resultado "natural" de la
justificación por la gracia.

Reserva de Tiago

A veces, en el ambiente cristiano, la expresión se utiliza bajo la reserva

de Santiago (latín: sub conditione Jacobi, abreviado como sc o scj). Esta
expresión se utiliza, por ejemplo, en los acuerdos para indicar que, como
persona, el futuro no está bajo control, sino que depende de Dios. Esto se basa
en el texto de Santiago 4: 13-15:

Ahora, tú que dices allí: Viajaremos a una ciudad como esta hoy o
mañana, y pasaremos un año allí, haciendo negocios y obteniendo beneficios.
Tú que no sabes lo que pasará mañana, ¿para qué sirve tu vida? Porque es un
vapor que se ve por un tiempo y luego desaparece. En lugar de decir: Si el
Señor quiere, y vivimos, haremos esto o aquello.

James 1
Santiago, el hermano de Jesús, escribió esta carta a "las doce tribus de
la diáspora" (v. 1). Se refería a los cristianos judíos que habían huido de
Jerusalén y Judea a Samaria y Siria (Hechos 8:1; 11:19); esto fue después de
la muerte de Esteban y en respuesta a la persecución que estalló después. Por
muy indigentes que fueran, no les resultaba fácil; también tenían que tratar con
gente rica que a menudo los trataba mal. Con su carta, James quiere dar a sus
lectores un corazón. Pero también es crítico, porque la fe cristiana parece
poner un sello insuficiente en su comportamiento. Eso le da a la carta de
James un contenido práctico.

Comienza con la notable afirmación: "Debe ser una gran alegría para ti
pasar por todo tipo de pruebas. Si supiéramos eso por un pastor en estos días,
estaríamos brincando. Sin embargo, es bueno sacar del apóstol que las
dificultades pueden ser formativas. Pero entonces es necesario que
presentemos estos problemas a Dios en nuestra oración. Entonces también
entendemos que Dios está tratando de llevarnos aún más lejos. Esto significa
inmediatamente que las tentaciones no vienen de Dios, porque siempre son
destructivas. El capítulo 1 termina con un tema principal de la carta: nuestra fe
en Cristo debe tener un efecto tangible en nuestro comportamiento.

James 2: 1-13
Nuestra fe debe hacerse visible en nuestro comportamiento. James da
un ejemplo muy impresionante de esto: puede suceder que quieras
interponerte en el camino de un hombre rico e ignorar a un pobre, incluso el
edificio de la iglesia. El apóstol considera esto imposible. En primer lugar,
porque a Dios no le gusta que confiemos en nuestra apariencia. Además, sus
lectores olvidan que por sus favores a los ricos, a veces se alejan del enemigo,
porque los "golpes" que les miran a los ojos son a veces los que se imponen a
su costa. Hoy en día se llama "patear y lamer"; no deberías ser así. Lo que
Dios ama es: ser misericordioso; hace que las personas y las relaciones
florezcan.

James 2: 14-26
La fe y la acción deben ir de la mano (v.22). A veces los lectores de la
Biblia ven una contradicción entre Santiago y Pablo en este punto. Después de
todo, Pablo dice en Rom.3: 28: "Un hombre es absuelto por creer y no por vivir
la ley"; como ejemplo, Pablo cita a Abraham: Dios no lo declaró justo por sus
acciones, sino por su fe (Rom.4: 2-5). Santiago dice lo contrario: "La fe sin
acciones es inútil" (v. 20); en su opinión, Abraham demuestra que una persona
es declarada justa por lo que hace y no sólo por su fe" (v. 24).

En su reflexión, su contradicción es sólo aparente: Pablo enfatiza que

no nos salvamos por nuestros logros, sino por nuestra fe. James enfatiza que
la fe que nos salva debe ser una fe viva; también debe mostrar con nuestro
comportamiento que creemos. Nuestra fe no debería ser sólo una cuestión de
cabeza o boca, sino de corazón y manos. En otras palabras, Santiago canta las
alabanzas del fruto del Espíritu, que también entusiasma a Pablo, Gálatas 5:22.
Entonces, un mensaje, pero con un acento diferente.

James 3
Este capítulo muestra que ciertamente no era armonioso entre los
primeros cristianos. Rápidamente entiendes, "Así que al principio todo era el
cielo en la iglesia. Sólo había amor por Cristo y por los demás. No, por lo tanto:
se habló de astucia, calumnia, celos, egoísmo. En el lenguaje visual, James
advierte contra el poder destructivo del lenguaje. A veces decimos que "hablar
mal no duele", pero alguien así no ha entendido nada de otro dicho holandés:
"las malas lenguas cortan más que las espadas". Con qué frecuencia la gente
se encoge ante las afirmaciones contundentes que se hacen sobre ellos, tal
vez incluso en la infancia. Así que James nos insta a mantener nuestro
lenguaje bajo control. Esto también incluye hacer lo que podamos para
entender: "¿Qué efecto no intencional pueden tener mis palabras en la otra
persona? Además, James pide una sabia amabilidad, con la declaración final:
"Donde se siembra en paz, la justicia da frutos".

James 4
A veces nos viene a la mente: "¿Qué paz reinaría en las iglesias si no
hubiera cambios (litúrgicos)?". Un pensamiento vano, porque los primeros
cristianos ya discutían mucho. Como causa de esto, James no apunta a todo
tipo de asuntos externos, sino al interior de sus lectores. El aburrimiento de la
iglesia comienza en nuestros corazones. Y la paz en la iglesia comienza con la
obediencia al mandamiento: "Acércate a Dios, humíllate ante el Señor" (v.
8.10).

La calumnia, un conocido pasatiempo protestante para el café después

del servicio de la iglesia, ya estaba presente en los primeros días. Hay una
receta en contra: la comprensión de que sólo Dios como juez es el juez.

Este capítulo termina con la conocida "condición jacobita" "Deo volente"

(DV): "si el Señor quiere". De esta manera James lucha contra todo el orgullo
de la gente que cree tener control sobre sus vidas y planes. Tonterías, porque
somos vulnerables. Por lo tanto, debemos recordar siempre que siempre
dependemos de Dios en general. Vivimos y actuamos por gracia.

James 5
Este capítulo comienza con una feroz acusación anticapitalista contra
los granjeros "gordos", presumiblemente judíos de la época, que se hicieron
ricos a expensas de sus trabajadores judío-cristianos. Se enfrentan a la caída:
"Engordaste antes de la matanza. Esto puede referirse a la desaparición del
país judío alrededor del año 70. Una parte alentadora de la Biblia para todas
las personas que aún sufren del cruel capitalismo: Dios lo lleva muy alto.

Pero James continúa inmediatamente con una exhortación anti-

revolucionaria de las víctimas. No deben tomar la justicia en sus propias
manos, porque deben esperar pacientemente a que Cristo intervenga en su
regreso. Esto no es fácil, porque queremos la felicidad aquí y ahora, y
preferiblemente completamente. James nos enseña a aceptar que la felicidad
completa sólo viene con el regreso de Cristo.

La carta termina con un pasaje sobre la oración. El significado exacto y

el alcance de este pasaje de la Biblia es a menudo discutido. Pero esto puede
estar claro: en situaciones de enfermedad o pecado, no debemos subestimar el
valor de la oración. Dios puede responder a las preguntas de manera
sorprendente, para que uno pueda mejorar o arrepentirse. No es de extrañar
que en Cristo se trate de Aquel que tiene todo el poder en el cielo y en la tierra.

El Libro

Cap. I
1 Santiago, al servicio de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a todo el
pueblo de Dios esparcido por el mundo.

La fe durante las pruebas

2 Hermanos míos, consideraos felices cuando tengáis que pasar por

pruebas. 3 Porque si vuestra fe es puesta a prueba, se hará más perseverante
4 Que dure hasta el final, y así vuestra formación se completará, con una
conducta recta, y seréis espiritualmente maduros. 5 Y si alguno carece de la
sabiduría necesaria, pídala a Dios, que siempre está dispuesto a dar
generosamente sin el menor reproche, y se le dará 6 Pero que esta petición se
haga a Dios con fe, en la certeza de la respuesta. Porque el que se dirige a
Dios con duda es como las olas del mar, arrastradas por los vientos, arrojadas
de una parte a otra. 7-8 Tal persona es indecisa, inestable, se vuelve
inconstante en todas sus acciones. No pienses, por lo tanto, que recibirás algo
del Señor. 9 En cuanto a los creyentes de condición social más humilde,
conténtate porque Dios los ha exaltado. 10 Por otra parte, que el rico se anime
cuando el Señor lo reduzca a su justa condición humana. Porque pasará como
la flor del campo: 11 cuando el sol se calienta fuertemente, se seca, cae, su
belleza desaparece. Así es con los ricos en su lujo. 12 Dichoso el que resista la
prueba, porque después recibirá la corona de la vida que el Señor promete a
los que le aman. 13 Que nadie, en presencia de la tentación, diga que es Dios
quien lo tienta. Porque Dios no está sujeto a la acción del mal, y por lo tanto
nunca podría tentar a nadie a hacerlo. 14 Lo que sucede es que cuando una
persona es tentada, son sus propios deseos malvados los que la seducen. 15
Entonces este mal, si nos rendimos a él, da a luz al pecado; y esto a su vez
causa la muerte. 16 Por lo tanto, no os engañéis, queridos hermanos. 17 Es de
Dios que todas las cosas que son buenas y perfectas vienen a nosotros; Él que
es el Creador de toda la luz. En Él no hay sombra, no hay cambio. 18 Y fue en
un acto de su voluntad que nos hizo renacer a través de la palabra de verdad, y
nos convertimos en las primicias de su nueva creación.

Los practicantes de la palabra

19 Sepan esto, hermanos: es mejor escuchar mucho y hablar poco. Y

también sed lentos para la ira. 20 Porque no es con la ira como se cumple la
justicia de Dios. 21 Por tanto, despojaos de todo lo que es inmundo y malo, y
recibid con espíritu dócil la palabra que ha sido sembrada en vuestros
corazones y que puede salvar vuestras almas. 22 El punto es que debéis hacer
realmente lo que esta palabra os dice, y no sólo escuchar. Porque si no, corréis
el riesgo de engañaros a vosotros mismos. 23 Porque el que se contenta con
oír la palabra de Dios, y no busca ponerla en práctica, es como el que se mira
en un espejo y 24 inmediatamente se aparta, olvidando cómo era. 25 Pero el
que presta atención a la perfecta ley de Dios, que nos hace libres, no siendo un
oyente que olvida fácilmente, sino que hace lo que le dice, tendrá la bendición
de Dios en todas las cosas. 26 Si un hombre dice ser religioso y después de
todo no puede callarse, se engaña a sí mismo; su religión no vale nada. 27
Pero la verdadera religión, a los ojos de Dios, pura e inmaculada, consiste en
apoyar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones. También consiste en
no dejarse influenciar por la corrupción del mundo.

Cap. II
No hay discriminación

1 Hermanos míos, la fe en nuestro Señor Jesucristo, Señor de la gloria,

es incompatible con actitudes de parcialidad hacia las personas. 2 Si en
vuestro lugar de reunión viene una persona muy bien vestida y con joyas en los
dedos, y al mismo tiempo alguien que es pobre y está mal vestido; (3 si,
considerando la apariencia vistosa del primero, le dais preferencia diciéndole
que se siente en el lugar más prominente; y si le decís al pobre que se pare
incluso de pie, o en un rincón de la sala - ¿no estáis haciendo la diferencia?) 4
y hacer juicios determinados por pensamientos reprensibles? 5 Escuchad,
queridos hermanos: Dios ha elegido a los pobres de esta tierra para que sean
ricos en fe, asegurándoles la entrada en el dominio del cielo que Dios ha
prometido a los que le aman. 6 Pero de esa manera deshonraron a los pobres.
¿Y los ricos no suelen oprimirte y arrastrarte a los tribunales? 7 ¿No desprecian
también el honorable nombre de Cristo, que marca sus vidas como cristianos?
8 Si cumplen la ley más importante de Dios, contenida en su palabra, que es:
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo". 9 Pero al hacer diferencias entre las
personas, están pecando; se hacen culpables de transgredir esta ley de Dios.
10 Y el hecho es que si alguien tiene la intención de guardar todos los
mandamientos de la ley, y luego tropieza, desobedeciendo sólo uno de esos
mandamientos, se hace culpable en relación con toda la ley. 11 Porque el
mismo Dios que dijo: "No cometerás adulterio", también dijo: "No matarás". Por
lo tanto, si realmente no cometes adulterio, pero si matas, eres culpable ante la
ley. 12 Sean vuestras palabras y vuestros actos los de aquellos que serán
juzgados por la ley de la libertad.13 Y este juicio será ejercido sin compasión
sobre aquel que no tuvo misericordia. Pero el que muestra misericordia no
temerá el juicio.

La fe sin obras está muerta

 14 Hermanos míos, ¿qué importa si alguien dice que tiene fe en Dios y
no lo demuestra con las obras? Esa clase de fe no salva a nadie. 15 Si un
hermano o una hermana sufre de falta de ropa o de hambre, 16 y tú le dices:
"Pero trata de vivir en paz, y mantente caliente y come como puedas", y si no le
das lo que necesita para vivir, ¿le servirá de algo esa respuesta? 17 Así
también, si la fe cristiana no se traduce en acción, está muerta en sí misma. 18
Incluso se podría decir: "Tú tienes la fe, pero yo tengo las obras. Entonces
muéstrame tu fe sin obras. Porque te doy prueba de mi fe a través de mis
buenas obras". 19-20 ¿Cree que sólo hay un Dios? Tienes mucha razón. Pero
recuerda, los demonios creen lo mismo, y tiemblan. Eres una persona muy
tonta si no puedes entender que la fe sin actos no vale nada. 21 ¿No demostró
nuestro padre Abraham que era justo por sus actos al ofrecer su hijo, Isaac, a
Dios en un altar? 22 Verás, en su vida la fe y las obras trabajaron juntas. La fe
se completó con actos. 23 Por eso las Escrituras dicen: "Abraham creyó a Dios,
y el Señor le declaró justo. Y se le llamaba el amigo de Dios. 24 Se ve
entonces que una persona es considerada justa a los ojos de Dios por lo que
hace, y no sólo por lo que cree. 25 Otro ejemplo de esto es Rahab, esa mujer
de mala conducta. Se salvó por lo que hizo, ya que no tuvo miedo de esconder
a los espías y los ayudó a escapar de otra manera 26 Así como el cuerpo está
muerto si no hay espíritu en él, así la fe sin obras está muerta.

Cap. III
Dominio del idioma

1 Hermanos míos, no sean sabelotodos. No olvides que los que enseñan

serán sometidos a un juicio más riguroso de Dios. 2 Todos cometemos errores.
Aquel que pueda dominar su habla perfectamente se considerará perfecto y
capaz de controlar todo su ser 3 Podemos dominar un poderoso caballo por
medio de una pequeña brida en su boca. 4 Y un pequeño timón hace que un
gran barco gire hacia donde el jinete quiera, incluso cuando hay un viento
fuerte. 5 Lo mismo ocurre con la lengua. Un miembro muy pequeño, pero que
puede presumir de grandes cosas. Un bosque entero puede ser incendiado por
una sola chispa. 6 Porque la lengua es también como un fuego. Es, en efecto,
un mundo de maldad, y es capaz de contaminar todo nuestro ser. Alimentado
por el fuego del infierno, es capaz de inflamar nuestra existencia. 7 Todo tipo
de animales pueden ser sometidos, animales feroces, reptiles, aves, incluso
peces. Todo el mundo puede domesticarse a sí mismo 8 Pero nadie puede
dominar su lengua. Es un mal que no puede ser sometido, siempre está listo
para expulsar el veneno mortal. 9 Con ella alabamos al Señor nuestro Padre, y
otras veces decimos las peores cosas contra los hombres, que están hechas a
semejanza de Dios; olvida que el gran Juez está a la puerta. 10 Toma como
ejemplos de resistencia y valor a los profetas, los que te han hablado en el
nombre del Señor. 11 Siempre hemos considerado felices a los que se resisten
a las pruebas. Has oído hablar de la paciencia de Job y has visto lo que el
Señor le ha dado al final. Porque el Señor está lleno de bondad y misericordia.
12 Pero sobre todo, no juréis nunca, hermanos míos, ni por el cielo ni por la
tierra, ni por ninguna otra cosa. Pero cuando tengas que decir que sí,
simplemente di que sí, y cuando sea no, di que no, para no ser condenado.

El poder de la oración

13 Si alguien entre vosotros está afligido, que rece a Dios. El que esté
contento, que alabe a Dios. 14 Si alguno está enfermo, llame a los pastores de
la iglesia, que orarán por él, y derramen aceite sobre él en el nombre del Señor.
15 La oración hecha con fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; si ha
cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras faltas unos a
otros y rezad por los demás; así os sanaréis. Rezar por un hombre justo tendrá
grandes resultados. 17 Elías, por ejemplo, era un hombre de la misma
naturaleza que nosotros, y rezaba fervientemente para que no lloviera, y
durante tres años y medio no llovió sobre la tierra. 18 Luego volvió a orar, y el
cielo dio lluvia, y la tierra volvió a dar sus frutos. 19 Si uno de vosotros se ha
apartado de la verdad y otro le ayuda a volver, hermanos, 20 recordad esto: el
que ayude a cualquier pecador a salir de su error salvará esa alma de la
muerte y contribuirá al perdón de muchos pecados.
Cap. IV, 1-17
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No provienen de
las pasiones que te hacen la guerra por dentro?

Codicias cosas y no las tienes; matas y envidias, pero no puedes obtener lo

que deseas. Vives para luchar y hacer la guerra. No lo haces, porque no
preguntas.

Cuando piden, no reciben, porque piden por razones equivocadas, para gastar
en sus placeres.

Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?
Quien quiera ser amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios.

¿O crees que no es por ninguna razón que la Escritura dice que el Espíritu que
hizo morar en nosotros es muy celoso?

Pero nos concede una gracia mayor. Por eso la Escritura dice: "Dios se opone
a los orgullosos, pero concede gracia a los humildes.

Por lo tanto, sométanse a Dios. Resiste al diablo, y él huirá de ti.

¡Acércate a Dios, y él se acercará a ti! Pecadores, limpiad vuestras manos, y

vosotros que sois de mentes divididas, purificad vuestros corazones.

Tristezaos, llorad y hacedlo. Cambie la risa por la pena y la alegría por la pena.

Humíllense ante el Señor y Él los exaltará.

Hermanos, no hablen mal de los demás. El que habla en contra de su hermano

o juzga a su hermano, habla en contra de la ley y lo juzga. Cuando juzgas la
Ley, no la estás cumpliendo, sino que te estás juzgando a ti mismo.

Sólo hay un Legislador y un Juez, el que puede salvar y destruir. ¿Pero quién
eres tú para juzgar a tu vecino?

Escuchen ahora, ustedes que dicen: "Hoy o mañana iremos a esta o aquella
ciudad, pasaremos un año allí, haremos negocios y ganaremos dinero".
¡Ni siquiera sabes lo que te pasará mañana! ¿Qué es tu vida? Eres como la
niebla que aparece por un rato y luego se disipa.

En cambio, deberían decir: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o

aquello".

Ahora, sin embargo, se jacta de sus pretensiones. Toda esa vanagloria es

malvada.

Piénsalo, de acuerdo: El que sabe que debe hacer el bien y no lo hace, comete
un pecado.

Cap. V, 1-20
¡Escuchen ahora, ustedes los ricos! Llorad y haced duelo, en vista de la
miseria que os espera.

Tu riqueza se ha podrido, y las polillas han corroído tu ropa.

Tu oro y tu plata se han oxidado, y su óxido testificará contra ti y como el

fuego devorará tu carne. Has acumulado riqueza en estos últimos días.

Los salarios de los trabajadores que han segado sus campos, y que han
sido retenidos por usted con fraude, están clamando en su contra. El luto de los
segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.

Vivías lujosamente en la tierra, disfrutando de los placeres, y tenías

mucha comida en un día de matanza.

Has condenado y matado a los justos, sin que él ofrezca resistencia.

Por lo tanto, hermanos, sean pacientes hasta la llegada del Señor. Vean
cómo el granjero espera que la tierra produzca la preciosa cosecha y cómo
espera pacientemente hasta que lleguen las lluvias de otoño y primavera.

Tengan paciencia también y fortalezcan el corazón, porque la venida del

Señor está cerca.
 Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados. ¡El
juez está en la puerta!

Hermanos, que los profetas que hablaron en nombre del Señor sean un
ejemplo de paciencia ante el sufrimiento.

Como saben, consideramos felices a aquellos que han mostrado

perseverancia. Escuchaste sobre la paciencia de Job y viste el final que el
Señor le dio. El Señor está lleno de compasión y misericordia.

Sobre todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo, ni por la tierra, ni

por ninguna otra cosa. Sé tu sí, sí y no, no sea que caigas en la condena.

¿Hay alguien entre ustedes que esté sufriendo? Déjalo rezar. ¿Hay
alguien que se sienta feliz? Que cante alabanzas.

¿Hay alguien entre ustedes que esté enfermo? Que mande llamar a los
ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre
del Señor.

Y la oración de fe sanará al enfermo; el Señor lo levantará. Y si ha

cometido pecados, será perdonado.

Por lo tanto, confesad vuestros pecados y rezad por la curación de los

demás. La oración de un hombre justo es poderosa y efectiva.

Elias era humano como nosotros. Rezó fervientemente para que no

lloviera, y no llovió en la tierra durante tres años y medio.

Rezó de nuevo, y el cielo envió lluvia, y la tierra dio sus frutos.

Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y alguien lo

trae de vuelta,

Recuerda esto: Quien convierta a un pecador del error de su camino,

salvará la vida de esa persona y hará que se le perdonen muchos pecados.